Siglo XIX
Los Testigos de Jehova
Los Testigos de Jehová son una denominación cristiana milenarista y restauracionista con creencias antitrinitarista distintas a las vertientes principales del cristianismo. Se consideran a sí mismos una restitución del cristianismo primitivo, creencia que se basa en su propio entendimiento de la Biblia, preferentemente de su Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, y que tiene, según ellos, como propósito santificar el nombre de Jehová.
Los Testigos de Jehová son una denominación cristiana milenarista y restauracionista con creencias antitrinitarista distintas a las vertientes principales del cristianismo. Se consideran a sí mismos una restitución del cristianismo primitivo, creencia que se basa en su propio entendimiento de la Biblia, preferentemente de su Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, y que tiene, según ellos, como propósito santificar el nombre de Jehová.
Su entidad jurídica, la Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, fue fundada en 1881 por
Charles Taze Russell, quien la presidió hasta su muerte, en 1916. Según sus publicaciones oficiales, en la actualidad es dirigida por un Cuerpo Gobernante desde su sede principal en Warwick (Nueva York). Este cuerpo gobernante se encarga de establecer la doctrina oficial de la congregación mundial. Según sus propios datos, en 2018, sus publicaciones se distribuyeron en 240 países y territorios; contaban con 8.4 millones de publicadores activos y la asistencia anual a la «Conmemoración de la cena de Jesús» fue de 20.175.477 millones de personas.
Historia
Russell y los Estudiantes de la Biblia
Los Testigos de Jehová surgieron a partir de un grupo de cristianos restauracionistas, milenaristas y antitrinitarios pertenecientes al movimiento Estudiantes de la Biblia, el cual había sido organizado por el estadounidense Charles Taze Russell en los años 1870 en el condado de Allegheny, Pensilvania. En julio de 1879 este movimiento publicó el primer número de la revista Zion's Watch Tower and Herald of Christ's Presence, la que se continuó desarrollando y actualmente se ha constituido como la publicación más conocida de los Testigos de Jehová, bajo el nombre en castellano de La Atalaya.
En 1881, Russell y un grupo de amigos del movimiento fundaron como entidad legal la Zion's Watch Tower Tract Society. Russell fue nombrado presidente en 1884, y la sociedad cambió más tarde su nombre por el de Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, la que corresponde a la principal y más antigua entidad jurídica utilizada por los Testigos de Jehová. Desde entonces la sociedad comenzó a publicar y distribuir diversas publicaciones en distintos idiomas, relacionadas con sus creencias y su dios Jehová.
En 1909 la sede se trasladó hasta Brooklyn, Nueva York, donde permaneció hasta 2017, año en que mudaron su sede a Warwick (Nueva York). En 1914 se creó la primera entidad legal fuera de Estados Unidos, la sucursal International Bible Students Association en Gran Bretaña. Russell falleció dos años después. Para entonces, los estudiantes de la Biblia ya rechazaban doctrinas tales como la Santísima Trinidad, la inmortalidad del alma y el fuego del infierno, pero todavía celebraban la Navidad y aceptaban el símbolo de la cruz. Estas creencias, entre otras, se fueron rechazando progresivamente más adelante.
Los Testigos de Jehova
Tras el fallecimiento de Russell, la presidencia de la Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania fue asumida en 1917 por Joseph Franklin Rutherford. Durante su presidencia la organización aumentó considerablemente. Frente a las críticas de diversas denominaciones cristianas por sus principios doctrinarios, establecieron un cuerpo legal, mediante el que se obtuvieron fallos positivos en los tribunales de varios países que les dieron libertad de culto. También durante la presidencia de Rutherford se definió el nombre de «Testigos de Jehová»,[cita requerida] basados en el pasaje del canon bíblico Isaías 43:10-11. El nombre se adoptó el 26 de julio de 1931, durante la asamblea de Columbus, Ohio, celebrada entre el 24 y el 30 de julio.
Entre 1942 y 1977, la presidencia de la Sociedad fue ejercida por Nathan Homer Knorr, quien ayudó a desarrollar los aspectos estructurales de la organización, fortaleció el Cuerpo Gobernante y creó diversas escuelas con el fin de estandarizar las tareas de evangelización, tales como la Escuela del Ministerio Teocrático (formación en oratoria) o la Escuela Bíblica de Galaad (formación misionera).
Entre 1977 y 1992 ejerció como presidente Frederick William Franz, quien era miembro del Cuerpo Gobernante y había sido vicepresidente desde 1945. Casi al término de su presidencia, en 1991, se levantaron las proscripciones de los Testigos de Jehová en Europa Oriental y África. Tras su muerte, Milton Henschel, antiguo asesor de Nathan Homer Knorr, asumió la presidencia hasta el año 2000, siendo reemplazado por Don Alden Adams, quien ejerce dicho cargo hasta hoy, sin ser miembro del Cuerpo Gobernante.
Creencias y prácticas
Los Testigos de Jehová basan sus creencias en la Biblia, libro que consideran como fuente exclusiva de referencia en asuntos doctrinales. Creen en Jehová como el único Dios, el cual no es omnipresente, y se identifican como seguidores de un único líder, Jesucristo, a quien consideran hijo de Dios pero no Dios en sí mismo, y a quien además identifican con el arcángel Miguel. Si bien aceptan a María como madre de Jesús y de sus hermanos, no la veneran ni la consideran madre de Dios. Creen en la Gran Apostasía y en el libre albedrío por sobre la predestinación. A diferencia de otras denominaciones cristianas, rechazan todas las doctrinas del Concilio de Nicea I y posteriores, entre ellas la Santísima Trinidad, el fuego del infierno y la inmortalidad inherente del alma. Realizan el bautismo por inmersión en agua, en el nombre del «Padre», del «Hijo» y del «Espíritu Santo» pero rechazan el bautismo de niños. No celebran la Navidad, la Pascua, los cumpleaños ni otras fiestas y costumbres que consideran incompatibles con el cristianismo por sus orígenes paganos. Tampoco consideran obligatorio el descanso semanal, pues argumentan que el feriado sabático de la ley mosaica estaba destinado exclusivamente a Israel. Son contrarios al ecumenismo y a las demás religiones y denominaciones cristianas las identifican con el apelativo de «Babilonia la Grande». En sus liturgias evitan el uso de imágenes y símbolos, no le ofrecen adoración a la cruz cristiana (creen que Cristo en realidad murió en un madero de tormento) ni creen en los dones milagrosos, los cuales consideran que terminaron tras la muerte de los doce apóstoles.
Los Testigos de Jehová creen que la parusía ya se produjo en 1914, de modo que desde entonces Cristo está presente de manera espiritual en la Tierra. Al mismo tiempo, creen que el armagedón está cerca, que el establecimiento del reino de Dios en la Tierra es la única manera de salvarse, y que solo 144.000 humanos, «los ungidos», irán al Cielo. Consideran que la sociedad secular actual está moralmente corrupta e influida por Satanás, por lo que sus miembros deben limitar su interacción social con las personas ajenas a su fe.6 Se suelen referir a su cuerpo de creencias como «la verdad» y consideran que ellos están «en la verdad».7 Los Testigos de Jehová, al igual que la mayoría de cristianos, consideran pecado e inmorales la masturbación, la fornicación, la homosexualidad, el aborto inducido y el espiritismo. Por faltas de conducta, los Testigos de Jehová pueden ser sometidos a diversas acciones disciplinarias, que pueden variar desde la «censura» hasta la expulsión.
Son conocidos por su predicación de casa en casa, donde distribuyen gratuitamente sus publicaciones, como La Atalaya y ¡Despertad!. También son conocidos por su oposición al servicio militar, su rechazo a los símbolos patrios y los nacionalismos. En general se declaran política y militarmente neutrales; por ello rechazan la violencia y el uso de armas, lo que en la Segunda Guerra Mundial provocó la persecución y matanza de sus miembros.
Los Testigos de Jehová creen en la creación divina y rechazan el naturalismo y la evolución biológica. Para ellos, la muerte y la vejez son una herencia del pecado original de Adán.
Piensan que Jesús no siguió la tradición judía de la no pronunciación del tetragrámaton, sino que por el contrario, mandó santificarlo y darlo a conocer como el nombre de su padre (Mateo 6:9; Juan 12:28; 17:3, 6, 26).
Reuniones
Los Testigos de Jehová se reúnen semanalmente con sus respectivas congregaciones en los denominados salones del Reino. También se reúnen en asambleas anuales y en su celebración anual de la Conmemoración de la muerte de Jesús o Cena del Señor. Esta última es la única ceremonia que celebran. La realizan una vez al año en la fecha que corresponde al 14 de Nisán según el calendario lunar bíblico (marzo/abril), en la que recuerdan la muerte de Jesucristo y la analizan desde un punto de vista religioso.
Los Testigos de Jehová no creen en la transubstanciación, por lo que en estas ceremonias el pan y el vino tinto son solo elementos que representan simbólicamente el cuerpo y la sangre de Cristo.
En sus reuniones se interpretan canciones compuestas íntegramente por Testigos de Jehová. Entre sus cancioneros se encuentran Cantando y acompañándose con música en su corazón (1969), Canten alabanzas a Jehová (1986), Cantemos a Jehová (2009) y Cantemos con Gozo a Jehová (2017) todos ellos traducidos por la Watch Tower Society a numerosos idiomas.
Transfusión de sangre
Los Testigos de Jehová tienen prohibido hacerse transfusiones de sangre, incluso aunque de ello dependa sus vidas, lo que ha conducido a numerosas muertes evitables, incluyendo de niños. Desde 1961, la aceptación de transfusiones de sangre por parte de un miembro sin posterior arrepentimiento es causa de expulsión. Solo aceptan tratamientos alternativos.
Si bien históricamente rechazaban la vacunación y aceptación o donación de órganos, actualmente, es un asunto de decisión personal, mientras no incluya transfusiones de sangre.
Los Testigos de Jehová poseen dos servicios relacionados con este tema:
Historia
Russell y los Estudiantes de la Biblia
Los Testigos de Jehová surgieron a partir de un grupo de cristianos restauracionistas, milenaristas y antitrinitarios pertenecientes al movimiento Estudiantes de la Biblia, el cual había sido organizado por el estadounidense Charles Taze Russell en los años 1870 en el condado de Allegheny, Pensilvania. En julio de 1879 este movimiento publicó el primer número de la revista Zion's Watch Tower and Herald of Christ's Presence, la que se continuó desarrollando y actualmente se ha constituido como la publicación más conocida de los Testigos de Jehová, bajo el nombre en castellano de La Atalaya.
En 1881, Russell y un grupo de amigos del movimiento fundaron como entidad legal la Zion's Watch Tower Tract Society. Russell fue nombrado presidente en 1884, y la sociedad cambió más tarde su nombre por el de Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, la que corresponde a la principal y más antigua entidad jurídica utilizada por los Testigos de Jehová. Desde entonces la sociedad comenzó a publicar y distribuir diversas publicaciones en distintos idiomas, relacionadas con sus creencias y su dios Jehová.
En 1909 la sede se trasladó hasta Brooklyn, Nueva York, donde permaneció hasta 2017, año en que mudaron su sede a Warwick (Nueva York). En 1914 se creó la primera entidad legal fuera de Estados Unidos, la sucursal International Bible Students Association en Gran Bretaña. Russell falleció dos años después. Para entonces, los estudiantes de la Biblia ya rechazaban doctrinas tales como la Santísima Trinidad, la inmortalidad del alma y el fuego del infierno, pero todavía celebraban la Navidad y aceptaban el símbolo de la cruz. Estas creencias, entre otras, se fueron rechazando progresivamente más adelante.
Los Testigos de Jehova
Tras el fallecimiento de Russell, la presidencia de la Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania fue asumida en 1917 por Joseph Franklin Rutherford. Durante su presidencia la organización aumentó considerablemente. Frente a las críticas de diversas denominaciones cristianas por sus principios doctrinarios, establecieron un cuerpo legal, mediante el que se obtuvieron fallos positivos en los tribunales de varios países que les dieron libertad de culto. También durante la presidencia de Rutherford se definió el nombre de «Testigos de Jehová»,[cita requerida] basados en el pasaje del canon bíblico Isaías 43:10-11. El nombre se adoptó el 26 de julio de 1931, durante la asamblea de Columbus, Ohio, celebrada entre el 24 y el 30 de julio.
Entre 1942 y 1977, la presidencia de la Sociedad fue ejercida por Nathan Homer Knorr, quien ayudó a desarrollar los aspectos estructurales de la organización, fortaleció el Cuerpo Gobernante y creó diversas escuelas con el fin de estandarizar las tareas de evangelización, tales como la Escuela del Ministerio Teocrático (formación en oratoria) o la Escuela Bíblica de Galaad (formación misionera).
Entre 1977 y 1992 ejerció como presidente Frederick William Franz, quien era miembro del Cuerpo Gobernante y había sido vicepresidente desde 1945. Casi al término de su presidencia, en 1991, se levantaron las proscripciones de los Testigos de Jehová en Europa Oriental y África. Tras su muerte, Milton Henschel, antiguo asesor de Nathan Homer Knorr, asumió la presidencia hasta el año 2000, siendo reemplazado por Don Alden Adams, quien ejerce dicho cargo hasta hoy, sin ser miembro del Cuerpo Gobernante.
Creencias y prácticas
Los Testigos de Jehová basan sus creencias en la Biblia, libro que consideran como fuente exclusiva de referencia en asuntos doctrinales. Creen en Jehová como el único Dios, el cual no es omnipresente, y se identifican como seguidores de un único líder, Jesucristo, a quien consideran hijo de Dios pero no Dios en sí mismo, y a quien además identifican con el arcángel Miguel. Si bien aceptan a María como madre de Jesús y de sus hermanos, no la veneran ni la consideran madre de Dios. Creen en la Gran Apostasía y en el libre albedrío por sobre la predestinación. A diferencia de otras denominaciones cristianas, rechazan todas las doctrinas del Concilio de Nicea I y posteriores, entre ellas la Santísima Trinidad, el fuego del infierno y la inmortalidad inherente del alma. Realizan el bautismo por inmersión en agua, en el nombre del «Padre», del «Hijo» y del «Espíritu Santo» pero rechazan el bautismo de niños. No celebran la Navidad, la Pascua, los cumpleaños ni otras fiestas y costumbres que consideran incompatibles con el cristianismo por sus orígenes paganos. Tampoco consideran obligatorio el descanso semanal, pues argumentan que el feriado sabático de la ley mosaica estaba destinado exclusivamente a Israel. Son contrarios al ecumenismo y a las demás religiones y denominaciones cristianas las identifican con el apelativo de «Babilonia la Grande». En sus liturgias evitan el uso de imágenes y símbolos, no le ofrecen adoración a la cruz cristiana (creen que Cristo en realidad murió en un madero de tormento) ni creen en los dones milagrosos, los cuales consideran que terminaron tras la muerte de los doce apóstoles.
Los Testigos de Jehová creen que la parusía ya se produjo en 1914, de modo que desde entonces Cristo está presente de manera espiritual en la Tierra. Al mismo tiempo, creen que el armagedón está cerca, que el establecimiento del reino de Dios en la Tierra es la única manera de salvarse, y que solo 144.000 humanos, «los ungidos», irán al Cielo. Consideran que la sociedad secular actual está moralmente corrupta e influida por Satanás, por lo que sus miembros deben limitar su interacción social con las personas ajenas a su fe.6 Se suelen referir a su cuerpo de creencias como «la verdad» y consideran que ellos están «en la verdad».7 Los Testigos de Jehová, al igual que la mayoría de cristianos, consideran pecado e inmorales la masturbación, la fornicación, la homosexualidad, el aborto inducido y el espiritismo. Por faltas de conducta, los Testigos de Jehová pueden ser sometidos a diversas acciones disciplinarias, que pueden variar desde la «censura» hasta la expulsión.
Son conocidos por su predicación de casa en casa, donde distribuyen gratuitamente sus publicaciones, como La Atalaya y ¡Despertad!. También son conocidos por su oposición al servicio militar, su rechazo a los símbolos patrios y los nacionalismos. En general se declaran política y militarmente neutrales; por ello rechazan la violencia y el uso de armas, lo que en la Segunda Guerra Mundial provocó la persecución y matanza de sus miembros.
Los Testigos de Jehová creen en la creación divina y rechazan el naturalismo y la evolución biológica. Para ellos, la muerte y la vejez son una herencia del pecado original de Adán.
Piensan que Jesús no siguió la tradición judía de la no pronunciación del tetragrámaton, sino que por el contrario, mandó santificarlo y darlo a conocer como el nombre de su padre (Mateo 6:9; Juan 12:28; 17:3, 6, 26).
Reuniones
Los Testigos de Jehová se reúnen semanalmente con sus respectivas congregaciones en los denominados salones del Reino. También se reúnen en asambleas anuales y en su celebración anual de la Conmemoración de la muerte de Jesús o Cena del Señor. Esta última es la única ceremonia que celebran. La realizan una vez al año en la fecha que corresponde al 14 de Nisán según el calendario lunar bíblico (marzo/abril), en la que recuerdan la muerte de Jesucristo y la analizan desde un punto de vista religioso.
Los Testigos de Jehová no creen en la transubstanciación, por lo que en estas ceremonias el pan y el vino tinto son solo elementos que representan simbólicamente el cuerpo y la sangre de Cristo.
En sus reuniones se interpretan canciones compuestas íntegramente por Testigos de Jehová. Entre sus cancioneros se encuentran Cantando y acompañándose con música en su corazón (1969), Canten alabanzas a Jehová (1986), Cantemos a Jehová (2009) y Cantemos con Gozo a Jehová (2017) todos ellos traducidos por la Watch Tower Society a numerosos idiomas.
Transfusión de sangre
Los Testigos de Jehová tienen prohibido hacerse transfusiones de sangre, incluso aunque de ello dependa sus vidas, lo que ha conducido a numerosas muertes evitables, incluyendo de niños. Desde 1961, la aceptación de transfusiones de sangre por parte de un miembro sin posterior arrepentimiento es causa de expulsión. Solo aceptan tratamientos alternativos.
Si bien históricamente rechazaban la vacunación y aceptación o donación de órganos, actualmente, es un asunto de decisión personal, mientras no incluya transfusiones de sangre.
Los Testigos de Jehová poseen dos servicios relacionados con este tema:
-Servicio de Información sobre Hospitales (SIH): creado en enero de 1988 en Brooklyn y posteriormente implementado en otros países. Se dedica a investigar y dar a conocer técnicas médicas sin uso de sangre. También procura mostrar a los médicos la postura de los Testigos de Jehová referente a la sangre y llevar un registro de aquellos que estén dispuestos a atenderlos de acuerdo a sus condiciones.
-Comité de Enlace con los Hospitales (CEH): principalmente dirigido a la visita de pacientes Testigos de Jehová internados, y al diálogo con los facultativos. Sus miembros son entrenados por el SIH. Se les ha criticado que a pesar de ser una decisión personal de cada miembro, su presencia en hospitales es para presionar tanto a médicos como a integrantes el cumplimento de sus doctrinas, lo que ha tenido resultados de muertes innecesarias.
Organización
Cuerpo Gobernante
La congregación cristiana de los Testigos de Jehová es coordinada y dirigida a nivel mundial por un Cuerpo Gobernante, que además ejerce como la principal entidad legal de la corporación Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, cuya sede central se encuentra actualmente en Warwick (Nueva York). Todos los miembros del Cuerpo Gobernante se consideran ungidos, y están por sobre el presidente de la asociación legal. Sus distintas sucursales son dirigidas a su vez por «comités de sucursal», los que están a cargo de un país o un grupo de países. Las sucursales se dividen a su vez en circuitos, compuestos por alrededor de veinte congregaciones que reciben regularmente visitas de los «superintendentes de circuito», para ayudarlas a organizar y ejecutar las predicaciones en sus territorios. Las congregaciones se reúnen en templos denominados «salones del Reino». Cada congregación tiene un «cuerpo de ancianos», a quienes se encomiendan diversas tareas de supervisión y pastoreo.
Su órgano legal en español es la Watch Tower Bible and Tract Society Incorporated (en castellano, «Atalaya, Biblias y Tratados Sociedad Anónima») que participa como casa editora y distribuidora.
Durante la presidencia de Nathan Homer Knorr (1942-1977), la junta directiva de la Sociedad pasó a formar parte del Cuerpo Gobernante, entidades que hasta entonces se consideraban equivalentes. El Cuerpo Gobernante se amplió a once miembros, mientras que la junta directiva se limitó a siete miembros. Desde esa fecha, el cargo de la presidencia en el Cuerpo Gobernante, a diferencia del de la presidencia de la Sociedad, es de rotación anual, por orden alfabético de los apellidos. El número de miembros del Cuerpo Gobernante se volvió a aumentar en 1974.
Hacia 2013, el Cuerpo Gobernante estaba compuesto por David H. Splane, Anthony Morris III, D. Mark Sanderson, Geoffrey W. Jackson, M. Stephen Lett, Samuel F. Herd y Gerrit Lösch y Guy H. Pierce. El actual presidente de la Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, Don Alden Adams, no pertenece a los ungidos y por lo tanto tampoco forma parte del Cuerpo Gobernante. Tras la muerte de Guy H. Pierce, en 2018 se integró Kenneth Cook.
Comité judicial
Cuando un testigo de Jehová comete lo que, de acuerdo con las creencias y normativas de la comunidad, es un pecado, éste es juzgado por un «comité judicial», el cual está conformado por tres o más «ancianos». El comité se reúne con el acusado para establecer la gravedad del pecado realizado. Si el «pecador» muestra arrepentimiento, se le aplica una «censura», es decir, una serie de sugerencias basadas en la Biblia que para ellos tienen como finalidad la reconciliación del acusado con Jehová. En caso de seguir estas sugerencias, la censura se hace pública a los demás miembros de la congregación, y se considera a la persona «censurada». Si, por el contrario, durante la etapa de censura el acusado no muestra arrepentimiento, entonces la persona es expulsada de la congregación y aislada de ésta. Una persona también puede desasociarse voluntariamente, en cuyo caso pasa a ser considerada como una persona expulsada de conocimiento público dentro de la congregación. En tales casos la persona pierde contacto con sus parientes Testigos que no viven bajo el mismo techo, y los miembros de la congregación no vuelven a saludarlo ni a tener contacto social con él.
Financiamiento
El financiamiento de los Testigos de Jehová depende fundamentalmente de la corporación Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, principalmente dedicada al negocio editorial, en el cual trabajan numerosos Testigos de Jehová de manera voluntaria, sin recibir remuneraciones. De acuerdo con el estudioso Wilbur Lingle, alrededor del 70% de sus ingresos provienen de sus millones de publicaciones que distribuyen anualmente a precios ligeramente superiores a los costos de impresión. La organización, por su parte, defiende que están establecidos legalmente como una corporación sin ánimo de lucro, por lo que no tiene permiso para vender nada. De ahí que su obra se sostenga solo con donaciones voluntarias y que sus publicaciones estén accesibles gratuitamente tanto en papel como en formato electrónico a través de su web.
Rechazan el pago de diezmos o cuotas obligatorias o de membresía, tampoco pasan ofrenderos entre los congregados; pero si recogen donaciones en alcancías (recipientes) que ponen fijas en los Salones del Reino y en coliseos y estadios cuando efectúan sus asambleas. Estas contribuciones serían usadas para la traducción e impresión de más publicaciones, atender a misioneros y ministros viajantes, construir o renovar Salones del Reino y sucursales en países en vías de desarrollo y atender a las víctimas de desastres naturales.
Publicaciones
Desde sus inicios, tanto la sede central como las sucursales de los Testigos de Jehová han realizado una intensa actividad editorial evangelizadora, que incluye la publicación de numerosos textos al año, incluidas biblias, libros, folletos, tratados religiosos, vídeos y música, entre otros.
La Atalaya, su revista más conocida, se comenzó a publicar en 1879, dos años antes de la fundación de la Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania. Mediante su nueva entidad legal, los Testigos de Jehová comenzaron a publicar su propia Biblia y otros tratados a partir de 1896, dejando de predicar con la Biblia del rey Jacobo, que habían utilizado hasta entonces. En un comienzo utilizaron imprentas externas, y adquirieron en Estados Unidos los derechos de distintas versiones de la Biblia ya existentes:
-1896: 12.ª edición revisada del Nuevo Testamento, con traducción del británico Joseph B. Rotherham
-1902: The Emphatic Diaglott, con traducción del británico Benjamin Wilson de la versión griega de J. J. Griesbach.
-1903: Holman Linear Bible, versiones autorizada y revisada de la traducción desde el hebreo y el griego.
-1907: Edición de los Estudiantes de la Biblia, versión de la Biblia del rey Jacobo con notas marginales y un apéndice preparado por ellos mismos.
En diciembre de 1926, The Emphatic Diaglott se convierte en la primera versión bíblica impresa directamente en las prensas de la Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, ubicada en Brooklyn, Nueva York. Desde entonces comenzaron a imprimir diversas versiones de la Biblia independientes:
-1942: Versión autorizada, con nuevos títulos añadidos en cada página y un apéndice que incluye una lista de nombres propios con su significado.
-1944: American Standard Version de 1901, comprada y editada ese año por la «Sociedad Watch Tower».
-1950: Nuevo Testamento de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, versión privada basada en textos de Westcott y Hort.
-1960: Antiguo Testamento de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, versión privada.
-1961: Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, versión privada.
-1972: The Bible in Living English, con traducción de Steven T. Byington.
El hecho que los Testigos dispongan de su propia versión de la Biblia ha sido cuestionado, principalmente por diferencias con las traducciones tradicionales, o por basarse en un texto crítico. Los detractores y exmiembros de esta denominación cristiana, así como diversas agrupaciones religiosas, sostienen que el contenido de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras ha sido alterado para apoyar las creencias particulares de los Testigos; a lo que los Testigos de Jehová responden que su traducción es precisa, exacta y literalmente ajustada a los manuscritos originales. Los Testigos de Jehová sostienen que en los pasajes criticados solo usan un estilo de traducción similar al de otras versiones reconocidas, constituyéndose en traducciones poco convencionales pero legítimas.
Demografía y estadísticas
Los Testigos de Jehová están presentes en un gran número de países, aunque no forman una proporción amplia de la población en ninguno de ellos. A diferencia de otras confesiones religiosas que contabilizan sus miembros por la asistencia anual a sus servicios o por sus miembros bautizados, los Testigos de Jehová cuentan como tales únicamente cuando son publicadores o predicadores activos.
El número de interesados o simpatizantes de su labor se muestra por la asistencia a su reunión anual, la Conmemoración de la muerte de Jesucristo. De acuerdo con sus propios datos, en 2016 asistieron 20 085 142 personas. De acuerdo con sus datos, las cifras actuales son las siguientes:
-Países y territorios donde se encuentran activos: 240.
-Congregaciones: 119 485.
-Testigos de Jehová activos en su predicación: 8,3 millones.
-Asistencia a su Conmemoración de la muerte de Jesús: 20,08 millones.
-Asistencia a sus reuniones o asambleas: 20 millones.
-Idiomas en los que se editan biblias y otras publicaciones: 918.
-Cantidad de biblias publicadas en 149 idiomas: 210 millones.
-Total de publicaciones bíblicas editadas en los últimos diez años: 20 mil millones.
En marzo de 2014, el portal web de Testigos de los Jehová ocupó el primer puesto en sitios religiosos visitados en el mundo, según el contador Alexa.
Crisis demográfica post 2014
Tras cumplirse 100 años de la profecía de 1914, la organización ha visto una merma considerable en sus fieles, principalmente en Europa, aunque se ha atenuado con el crecimiento en África y el bautismo de niños. Si bien aún hay crecimiento numérico, la suma de los bautizados es mucho mayor que el crecimiento declarado en sus propios informes. Las 118 sucursales que tenían repartidas por el mundo se redujeron a 90 en pocos años. Se despidieron los evangelizadores pagados (precursores) y muchos trabajadores de sucursales (betelitas). Es común que cierren Salones del Reino y fusionen congregaciones, incluso sólo en España en 2016 se vendieron un 25% de los Salones. Y en la prensa hay reportajes sobre el maltrato a los miembros que abandonan la organización. Las revistas se entregan cada vez más espaciadas y ya no publican sus estadísticas en sus anuarios.
Persecución religiosa
Alemania nazi
Durante la Segunda Guerra Mundial, fue un grupo religioso ampliamente perseguido por la Alemania nazi debido principalmente debido a su negativa a reconocer la autoridad del estado, su fuerte oposición a la guerra y su objeción de conciencia a prestar servicio militar y utilizar el saludo fascista. Se calcula que durante el holocausto murieron en total 1490 Testigos de Jehová, entre ellos 253 sentenciados a muerte. La primera cifra difiere a la del Círculo europeo de antiguos deportados e internados Testigos de Jehová, grupo de Testigos de Jehová que contabiliza unos 2500 muertos, además de aproximadamente diez mil encarcelados y deportados, y en un 97% el porcentaje de Testigos de Jehová alemanes perseguidos de una u otra forma por el nazismo. En los campos de concentración, los denominados Bibelforscher llevaban un triángulo púrpura cosida en la ropa como identificación. El 5 de octubre de 2006, el Museo del Holocausto de Washington D. C. ofreció un día dedicado a los Testigos de Jehová víctimas del nazismo.
Rusia
El 20 de abril de 2017 el Tribunal Supremo de Rusia falla en contra de los Testigos de Jehová para disolver el Centro Administrativo de los Testigos de Jehová y las 395 entidades locales que estos usan por toda Rusia y prohíbe su obra evangelizadora.
Críticas
Las creencias y prácticas de los Testigos de Jehová han sido criticadas desde diferentes sectores.
Abuso sexual infantil
Distintos miembros de la confesión religiosa de los Testigos de Jehová han sido vinculados con casos de abuso sexual infantil. El comportamiento histórico de muchos de los líderes y ancianos de las congregaciones fue el «secreto», una especie de «código del silencio», que influyó en las víctimas para que no fueran a informar a las autoridades ni a la policía, y que prohibió además la discusión de estos asuntos dentro de la iglesia. Solo en Australia se calculó en 2015 la cifra de más de mil menores agredidos. El fiscal local definió a los Testigos de Jehová «como una secta insular con reglas diseñadas para detener los informes sobre abusos sexuales». Esta política le significó a la congregación una serie de demandas y pago de millonarias indemnizaciones.
En respuesta, la organización ha declarado que han desarrollado políticas de protección de menores para gestionar casos de abuso infantil cometidos por miembros de sus congregaciones. Detalles de estas políticas han sido emitidos en sus publicaciones y comunicados de prensa emitidos por su Oficina de Información Pública. Pese a lo anterior, la organización ha preferido pagar altas multas a cambio de retener información relacionada con los abusos.
Críticas sociales
Algunas acusaciones, desde el punto de vista social, son las siguientes:
-Comportamiento sectario
-Liderazgo autocrático y coercitivo, que controla excesivamente la vida de sus miembros. Por ejemplo, a los miembros se les insta a evitar desarrollar amistades con personas ajenas a sus creencias,6 por lo cual, si llegan a ser expulsados, arriesgan un aislamiento social.
«(...) los cristianos que son parientes de una persona expulsada [o desasociada] que vive fuera del hogar de ellos deben esforzarse por evitar asociarse innecesariamente con ella, y hasta deben mantener al mínimo los tratos comerciales con ella».
-Uniformidad de pensamiento, en el sentido que solo consideran válidas aquellas creencias fundamentadas por publicaciones y enseñanzas aceptadas por los Testigos de Jehová. A los miembros con puntos de vista diferentes se les puede acusar internamente de apostasía, lo que para algunos disidentes como Raymond Victor Franz, muchas veces genera en los miembros un temor a criticar a la organización. La Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania prohíbe a los Testigos de Jehová leer críticas a la organización, así como material publicado por otras religiones.
-Desalentar la educación superior en sus miembros jóvenes, para que tengan más tiempo para predicar.
Por otra parte, su objeción de conciencia al servicio militar y rechazo de los saludos a los símbolos patrios les ha generado conflictos con algunos gobiernos. En consecuencia, algunos Testigos de Jehová han sido perseguidos y sus actividades han sido prohibidas o restringidas en algunos países. Para el crítico religioso Botting Gary, los desafíos legales que han planteado ha influido en la legislación relacionada con los derechos civiles y políticos en algunos países.
Otro foco permanente de críticas es la construcción de la mansión Beth Sarim, construida supuestamente para el «inminente retorno de los patriarcas», la cual finalmente nunca tuvo el uso que se planteó en las publicaciones de la Sociedad Wachtower, sino que se empleó como residencia particular de Joseph Franklin Rutherford, el mismo que masificó la idea de la Segunda Venida a través de su libro de 1920, Millones que ahora viven no morirán jamás, editado por la Sociedad Watchtower.
Críticas religiosas
Algunas denominaciones cristianas critican el hecho que los Testigos de Jehová manejen su propia versión de la Biblia, Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, pues presenta diferencias de traducción y omite algunos textos de las versiones más conocidas.
Otra crítica tiene que ver con sus profecías fallidas, las cuales han sido citadas explícita o implícitamente en sus publicaciones, en particular las relacionadas con los años 1914, 1918, 1925 y 1975. En dichas ocasiones en que las profecías no se han cumplido, se han alterado doctrinas, o bien se ha justificado la falla mediante el término «revelaciones progresivas», que se interpretan como una conducción gradual de Dios a la comprensión más clara de la voluntad de sus seguidores.
Hasta 1914 los Testigos de Jehová esperaban la Segunda Venida. Como esta no se produjo, declararon que el término «parusía» en realidad significa «presencia» y no «llegada», que el Reino de Dios era espiritual y que el mundo estaba viviendo sus últimos días. Posteriormente, a través de publicaciones como Millones que ahora viven no morirán jamás y números de revistas, los años para el cumplimiento de esta profecía se fueron extendiendo cada vez en el tiempo, sin cumplirse en ninguno de los casos. La generación de 1914 pasó y murió completamente, por lo que desde 2010 en adelante al seguir sin cumplimiento se habla de la «generación traslapada» con lo que alargan en el tiempo la profecía.
Modernismo
En la historia del catolicismo el término modernismo
sirvió, y sirve aún, para referirse a la tendencia en un cierto pensamiento católico a considerar a la Iglesia y a sus dogmas como instituciones humanas, portadoras de rasgos debidos a su contexto histórico, y no menos necesitadas que otras de ser revisadas y reformadas. El término se usa con una intención peyorativa por los adversarios de esta posición, entre los que destaca el papa Pío X, en cuyo tiempo y bajo cuya dirección la Iglesia emprendió una campaña para combatirlo. El modernismo fue condenado categóricamente por Pío X, sin dejar lugar a dudas o a reconciliaciones: lo definió como el «conjunto de todas las herejías».
El primer uso en un sentido equivalente al indicado lo hizo Henri Xavier Périn, profesor de la Universidad Católica de Lovaina a finales del siglo XIX, quien lo definió como una “ambición de eliminar a Dios de toda la vida social” y relacionándolo con “las tendencias humanitarias de la sociedad contemporánea”. El término fue utilizado por la jerarquía eclesiástica para designar a un conjunto heterogéneo de escritores
El primer uso en un sentido equivalente al indicado lo hizo Henri Xavier Périn, profesor de la Universidad Católica de Lovaina a finales del siglo XIX, quien lo definió como una “ambición de eliminar a Dios de toda la vida social” y relacionándolo con “las tendencias humanitarias de la sociedad contemporánea”. El término fue utilizado por la jerarquía eclesiástica para designar a un conjunto heterogéneo de escritores
Jesucristo y configurada como su Cuerpo Místico, en una Iglesia sin rastro de su carácter sagrado.
Antecedentes
El historiador Ricardo de la Cierva considera como iniciadores de este movimiento a Alfred Loisy (1857-1940) y a George Tyrrell (1861-1909). Loisy, discípulo del exegeta bíblico Louis Duchesne. Duchesne y del padre Lagrange, fundador en 1890 de la Escuela bíblica y arqueológica francesa de Jerusalén, habían suscitado un movimiento crítico en Francia considerado por la Curia romana como anarquía intelectual, hacia el cual el papa León XIII había expresado sus reservas. La lucha contra el modernismo puede verse como un momento en el repliegue que la Iglesia inició al perder, a mediados del siglo XIX, la mayor parte de su cuota de poder temporal, por el avance del liberalismo y el «régimen popular» y con la incorporación de los Estados Pontificios al nuevo estado italiano. A la vez estaba decreciendo su influencia sobre la población, sobre las clases populares por el avance de las organizaciones e ideas socialistas y anarquistas, y sobre las clases medias por el dominio del liberalismo político. La publicación de El origen de las especies por
Antecedentes
El historiador Ricardo de la Cierva considera como iniciadores de este movimiento a Alfred Loisy (1857-1940) y a George Tyrrell (1861-1909). Loisy, discípulo del exegeta bíblico Louis Duchesne. Duchesne y del padre Lagrange, fundador en 1890 de la Escuela bíblica y arqueológica francesa de Jerusalén, habían suscitado un movimiento crítico en Francia considerado por la Curia romana como anarquía intelectual, hacia el cual el papa León XIII había expresado sus reservas. La lucha contra el modernismo puede verse como un momento en el repliegue que la Iglesia inició al perder, a mediados del siglo XIX, la mayor parte de su cuota de poder temporal, por el avance del liberalismo y el «régimen popular» y con la incorporación de los Estados Pontificios al nuevo estado italiano. A la vez estaba decreciendo su influencia sobre la población, sobre las clases populares por el avance de las organizaciones e ideas socialistas y anarquistas, y sobre las clases medias por el dominio del liberalismo político. La publicación de El origen de las especies por
Darwin en 1859 ofreció la perspectiva de alcanzar una explicación naturalista del origen del hombre y sus atributos, convirtiendo también en esto a Dios en una hipótesis innecesaria. Aunque los antecedentes remotos del modernismo haya que buscarlos en el racionalismo, en el subjetivismo y en el relativismo, su partida de nacimiento próxima hay que situarla en torno a la Escuela Superior de Teología creada en París en el año 1878. La Iglesia reaccionó proclamando formalmente la autoridad del magisterio y absolutisando el poder del papa, con la definición dogmática de la infalibilidad papal por el Concilio Vaticano I. Pío IX había publicado en 1864 su
Syllabus, apéndice a la encíclica Quanta Cura, donde en 80 proposiciones condenaba numerosas innovaciones políticas y filosóficas de la era moderna.
Pío X
El papa Pío X, luego canonizado, publicó en 1907 un decreto, Lamentabili Sane Exitu, en el que se refirió a que “el hecho de que muchos autores católicos vayan también más allá de los límites marcados por los Padres y la propia Iglesia es extremadamente lamentable".
Ya en el Syllabus de 1864 se enumeran y son condenadas 65 opiniones modernistas. La proposición condenada nº 11, por ejemplo, dice: “La inspiración divina no se extiende a todas las escrituras, de manera tal que haga a sus partes, a todas y cada una de ellas, desprovistas de cualquier clase de error”. La proposición condenada número 64 dice: “El progreso científico exige que los conceptos de la doctrina cristiana relativos a Dios, la creación, la revelación, la Persona del Verbo Encarnado y la Redención sean reajustados”. En la encíclica Pascendi, también de 1907, Pío X declaraba que el modernismo era algo más que una herejía, era la síntesis de todas las herejías, porque en vez de proclamar un error, abría paso a todos ellos. El centro de la disputa se situó en Francia e Inglaterra, así como en Italia, donde una parte del clero joven sentía esas inclinaciones. La mayoría de los llamados modernistas se consideraban fieles a la Iglesia, y rechazaban las acusaciones que los relacionaban con un protestantismo liberal como el de la escuela de Tubinga. Muchas de las ideas contra las que la Iglesia Católica estaba reaccionado, habían penetrado en la cultura europea en el Renacimiento humanista y habían alcanzado una posición de preeminencia desde la Ilustración.
Pío X se refería al modernismo no como una simple orientación herética del pensamiento cristiano, sino como una verdadera conspiración organizada contra la Iglesia. Como parte de la política antimodernista de Pío X, la Sagrada Congregación del Santo Oficio revisó el Index añadiendo obras tachadas de modernistas y se produjeron excomuniones. En 1910 Pío X promulgó el motu proprio Sacrorum Antistitum, conocido como «Juramento antimodernista», que debía ser pronunciado por cualquiera que quisiera conservar o acceder a un oficio eclesiástico, incluida la docencia en teología. Algunas sociedades católicas exigen aún a sus miembros la pronunciación del juramento.
En 1907 Monseñor Begnini, miembro de la Secretaría de Estado, había puesto en marcha una sociedad secreta, el Sodalitium Pianum (Cofradía de Pío), denominado así en honor de Pío V y conocido también con el nombre francés de La Sapinière. Extendió su actividad por toda Europa, teniendo como misión la detección de modernistas en las filas de la Iglesia y recurriendo a la inducción a la delación. Innumerables seminaristas, profesores, curas, párrocos y obispos fueron delatados o investigados por heterodoxia doctrinal. Los arzobispos de Viena y París fueron denunciados, como lo fue la totalidad de la comunidad de dominicos que enseñaban en el Albertinum de la Universidad de Friburgo (Suiza). Los «delitos» iban desde las menciones favorables a la democracia cristiana hasta llevar bajo el brazo un periódico de talante liberal o ser visto en compañía de un supuesto modernista. Pronunciar un sermón de tendencia heterodoxa podía llevar a una denuncia seguida de la destitución de un puesto de responsabilidad para ir a regentar una parroquia de pueblo.
Secuelas
Varios momentos de la historia de la Iglesia Católica en el siglo XX y hasta la actualidad, pueden verse desde el prisma del enfrentamiento entre modernistas y sus adversarios tradicionalistas (o integristas, un término surgido como antitético de modernista). El concilio Vaticano II, fue vivido por muchos cristianos como una positiva adaptación intelectual y moral “al signo de los tiempos” y a las ideas humanistas, mientras que para los críticos representó, como mínimo en la práctica, una concesión al protestantismo y al secularismo. La reacción más radical contra el aggiornamento del Concilio, la representa la Hermandad Sacerdotal San Pío X, fundada por el arzobispo Marcel Lefebvre, en cuyo manifiesto fundacional se acusa a la reforma conciliar de que “habiendo surgido del liberalismo y el modernismo, está toda entera envenenada”. Actualmente, los teólogos modernistas consideran "rigorismo moral" la doctrina de la Iglesia en relación con la homosexualidad y el divorcio. Por otro lado, propugnan una cierta democracia dentro de la Iglesia,que sean los laicos quienes decidan qué sacerdotes y obispos ocupan cargos importantes, y que la ley del celibato sacerdotal sea eliminada. Además, de acuerdo con estas propuestas, existen posturas como la defendida por la teóloga argentina Elizabeth Stocks que buscan la inclusión de mujeres como guías espirituales.
Continua en Las Herejías XIII: Sectas XII
Pío X
El papa Pío X, luego canonizado, publicó en 1907 un decreto, Lamentabili Sane Exitu, en el que se refirió a que “el hecho de que muchos autores católicos vayan también más allá de los límites marcados por los Padres y la propia Iglesia es extremadamente lamentable".
Ya en el Syllabus de 1864 se enumeran y son condenadas 65 opiniones modernistas. La proposición condenada nº 11, por ejemplo, dice: “La inspiración divina no se extiende a todas las escrituras, de manera tal que haga a sus partes, a todas y cada una de ellas, desprovistas de cualquier clase de error”. La proposición condenada número 64 dice: “El progreso científico exige que los conceptos de la doctrina cristiana relativos a Dios, la creación, la revelación, la Persona del Verbo Encarnado y la Redención sean reajustados”. En la encíclica Pascendi, también de 1907, Pío X declaraba que el modernismo era algo más que una herejía, era la síntesis de todas las herejías, porque en vez de proclamar un error, abría paso a todos ellos. El centro de la disputa se situó en Francia e Inglaterra, así como en Italia, donde una parte del clero joven sentía esas inclinaciones. La mayoría de los llamados modernistas se consideraban fieles a la Iglesia, y rechazaban las acusaciones que los relacionaban con un protestantismo liberal como el de la escuela de Tubinga. Muchas de las ideas contra las que la Iglesia Católica estaba reaccionado, habían penetrado en la cultura europea en el Renacimiento humanista y habían alcanzado una posición de preeminencia desde la Ilustración.
Pío X se refería al modernismo no como una simple orientación herética del pensamiento cristiano, sino como una verdadera conspiración organizada contra la Iglesia. Como parte de la política antimodernista de Pío X, la Sagrada Congregación del Santo Oficio revisó el Index añadiendo obras tachadas de modernistas y se produjeron excomuniones. En 1910 Pío X promulgó el motu proprio Sacrorum Antistitum, conocido como «Juramento antimodernista», que debía ser pronunciado por cualquiera que quisiera conservar o acceder a un oficio eclesiástico, incluida la docencia en teología. Algunas sociedades católicas exigen aún a sus miembros la pronunciación del juramento.
En 1907 Monseñor Begnini, miembro de la Secretaría de Estado, había puesto en marcha una sociedad secreta, el Sodalitium Pianum (Cofradía de Pío), denominado así en honor de Pío V y conocido también con el nombre francés de La Sapinière. Extendió su actividad por toda Europa, teniendo como misión la detección de modernistas en las filas de la Iglesia y recurriendo a la inducción a la delación. Innumerables seminaristas, profesores, curas, párrocos y obispos fueron delatados o investigados por heterodoxia doctrinal. Los arzobispos de Viena y París fueron denunciados, como lo fue la totalidad de la comunidad de dominicos que enseñaban en el Albertinum de la Universidad de Friburgo (Suiza). Los «delitos» iban desde las menciones favorables a la democracia cristiana hasta llevar bajo el brazo un periódico de talante liberal o ser visto en compañía de un supuesto modernista. Pronunciar un sermón de tendencia heterodoxa podía llevar a una denuncia seguida de la destitución de un puesto de responsabilidad para ir a regentar una parroquia de pueblo.
Secuelas
Varios momentos de la historia de la Iglesia Católica en el siglo XX y hasta la actualidad, pueden verse desde el prisma del enfrentamiento entre modernistas y sus adversarios tradicionalistas (o integristas, un término surgido como antitético de modernista). El concilio Vaticano II, fue vivido por muchos cristianos como una positiva adaptación intelectual y moral “al signo de los tiempos” y a las ideas humanistas, mientras que para los críticos representó, como mínimo en la práctica, una concesión al protestantismo y al secularismo. La reacción más radical contra el aggiornamento del Concilio, la representa la Hermandad Sacerdotal San Pío X, fundada por el arzobispo Marcel Lefebvre, en cuyo manifiesto fundacional se acusa a la reforma conciliar de que “habiendo surgido del liberalismo y el modernismo, está toda entera envenenada”. Actualmente, los teólogos modernistas consideran "rigorismo moral" la doctrina de la Iglesia en relación con la homosexualidad y el divorcio. Por otro lado, propugnan una cierta democracia dentro de la Iglesia,que sean los laicos quienes decidan qué sacerdotes y obispos ocupan cargos importantes, y que la ley del celibato sacerdotal sea eliminada. Además, de acuerdo con estas propuestas, existen posturas como la defendida por la teóloga argentina Elizabeth Stocks que buscan la inclusión de mujeres como guías espirituales.
Continua en Las Herejías XIII: Sectas XII
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