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Filipenses 1:27 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio, Judas 1:3 Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.

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domingo, 19 de abril de 2009

Fiestas Judías V: Fiestas que no están en la Tora


Varias Menorah Usadas para la Hanuka desde el siglo XII al siglo XIX

El Janucá o Hanuka
Janucá (hebreo: חֲנֻכָּה y sin puntuación diacrítica חנוכה), llamada también la Fiesta de las Luces o Luminarias, es una festividad judaica. Celebrada durante ocho días, conmemora la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos sobre los griegos seléucidas, y la posterior purificación del Segundo Templo de Jerusalén de los íconos paganos, en el siglo II a. C. La tradición judía habla de un milagro, en el que pudo encenderse el candelabro del Templo durante ocho días consecutivos con una exigua cantidad de aceite, que alcanzaba sólo para uno. Esto dio origen a la principal costumbre de la festividad, que es la de encender, en forma progresiva, un candelabro de nueve brazos llamado januquiá (uno por cada uno de los días más un brazo «piloto»). La festividad acontece el 25 de Kislev del calendario judío, fecha que acaece entre fines de noviembre y fines de diciembre del calendario gregoriano.

Etimología
El nombre Janucá deriva del verbo hebreo חנך, que significa 'dedicar' o 'inaugurar'. En la Janucá, los judíos recobraron el control de Jerusalén y reinauguraron el Templo. El nombre de la festividad recibió también varias interpretaciones homiléticas:

El nombre puede descomponerse en חנו כ"ה, 'ellos descansaron [el] veinticinco', refiriéndose al hecho de que los judíos detuvieron su lucha el 25 de Kislev, el día que comienza la festividad.

חנוכה (Janucá) es también un acrónimo de ח נרות והלכה כבית הלל'Ocho velas, y la halajá según la Casa de Hilel'. Esta es una referencia a una diferencia de opinión entre dos importantes escuelas de pensamiento rabínico —la Casa de Hilel y la Casa de Shamai— sobre el orden en el que las velas de Janucá deben ser encendidas. Shamai opina que ocho velas deben ser encendidas la primera noche, siete la segunda y así sucesivamente, mientras que Hilel estaba a favor de encender una vela la primera noche y una vela más cada noche, hasta alcanzar las ocho. La Ley Judía adoptó la postura de Hilel.

Origen
Los Macabeos se rebelaron con éxito contra Antíoco IV Epífanes. Según el Talmud, el templo fue purificado y las mechas de la menorá ardieron milagrosamente durante ocho días a pesar de que sólo había aceite suficiente para la iluminación de un solo día. Existe una canción referida a la Janucá, que dice: «La Janucá llega una vez al año, trayendo historias de días antiguos; contando la historia maravillosa de cómo la lámpara [del Templo] quedó encendida durante ocho días completos aunque contenía aceite para un solo día». La festividad de la Janucá es desde la época de la hegemonía helénica en Israel, comenzada con la conquista de Alejandro Magno el año 332 a. C.; según puede leerse en los libros de I y II Macabeos, aunque no se hace mención a ella en el Tanaj hebreo. Cuando se corona como rey de Siria a Antíoco IV Epífanes (175 y 164 a. C.), éste decide helenizar al pueblo de Israel, prohibiéndole así a los judíos seguir sus tradiciones y costumbres. Un grupo de judíos conocido como los Macabeos (dado que su líder era Yehudá Macabi), provenientes de la zona de Modi'ín, comenzaron a rebelarse contra los soldados griegos, negándose a realizar actos que iban en contra de su propia religión. Tuvieron una lucha difícil, y eran minoría contra el ejército griego; sin embargo su estrategia, decisión y fe los condujeron al milagro de Janucá: ganar pocos contra muchos.

Según el Talmud (Gemara, Shabbat 21), al terminar la guerra, los Macabeos regresan a Jerusalén y encuentran el Santo Templo profanado, con la menorá (un candelabro de siete brazos) apagada, y aceite ritualmente puro suficiente para encenderla un solo día. Tardaron ocho días en conseguir más aceite; y sin embargo, el poco que tenían mantuvo encendida la menorá durante todo ese tiempo.

Contexto
Judea era parte del reino ptolemaico de Egipto hasta el año 200 a. C., cuando el rey Antíoco III el Grande de Siria derrotó a Ptolomeo V Epifanes de Egipto en la Batalla de Panio. Judea se convirtió entonces en parte del Imperio seléucida de Siria. El rey Antíoco III el Grande, en un intento por conciliar con sus nuevos súbditos judíos, les garantizó el derecho a «vivir de acuerdo a sus costumbres ancestrales» y continuar con la práctica de su religión en el Templo de Jerusalén. Sin embargo, en el año 175 a. C., Antíoco IV Epifanes, el hijo de Antíoco III, invadió Judea, aparentemente a pedido de los hijos de Tobías.

Los tobíades, quienes lideraron la facción helenista judía en Jerusalén, fueron expulsados de Siria alrededor del 170 a. C., cuando el sumo sacerdote Onias y su facción proegipcia les arrebataron el control. Los tobíades exiliados cabildearon con Antíoco IV Epifanes y lo convencieron de recapturar Jerusalén. Según el testimonio del historiador judío Flavio Josefo, el rey «acordó con ellos, y vino sobre los judíos con un gran ejército, y tomó su ciudad por la fuerza, y asesinó a una gran multitud de aquellos que favorecían a Ptolomeo, y envió a sus soldados a saquear la ciudad sin piedad. También profanó el templo, y puso fin a la práctica constante de ofrecer un sacrificio de expiación diariamente por tres años y seis meses».

Visión tradicional
Cuando el segundo templo de Jerusalén fue saqueado y los servicios interrumpidos, el judaísmo fue efectivamente convertido en ilegal. En el año 167 a. C., Antíoco Epifanes ordenó la construcción de un altar a Zeus en el Templo. También prohibió la circuncisión y ordenó el sacrificio de cerdos en el altar del Templo. Las acciones de Antíoco Epifanes probaron ser equivocadas, cuando fueron desobedecidas masivamente y provocaron una revuelta de gran escala. Matatías, un kohen (sacerdote judío) y sus cinco hijos —Yojanán, Simón, Eleazar, Jonatán y Judas— lideraron la rebelión contra Antíoco. Judah fue conocido por el nombre de Judah haMacabí ('Judah el Martillero'). En el año 166 a. C. Matatías fallece, y Judah toma su lugar como líder de la rebelión. En el año 165 a. C. la rebelión contra el monarca seléucida triunfa, y el templo es liberado y rededicado. La festividad de Janucá es instituida por Judah el Macabeo y sus hermanos para celebrar este evento. Después de recuperar Jerusalén y el Templo, Judah ordenó que el templo fuera limpiado, y que se construyese un nuevo altar en lugar del altar contaminado, y que nuevos utensilios fuesen preparados también. Según el Talmud, se necesitaba aceite de oliva para encender la Menorah del Templo, que debía permanecer encendida toda la noche, cada noche. Pero solo se encontró suficiente aceite para encenderla un día solo, y —milagrosamente— este aceite alcanzó para ocho días, el tiempo necesario para preparar nuevo aceite para la Menorah. Una festividad de ocho días fue instaurada por los Sabios para conmemorar este milagro. La versión de la historia que figura en Macabeos I, por otro lado, indica que una celebración de ocho días con cánticos y sacrificios fue proclamada cuando se rededicó el altar, y no hace mención alguna al milagro del aceite. Varios historiadores creen que la razón de esta celebración de ocho días fue, en realidad, una celebración tardía de las festividades de Sucot y Shemini Atzeret, en esa época las festividades más importantes del año. Esto debido a que durante la guerra los judíos no pudieron celebrar apropiadamente estas festividades, y no solo que la duración combinada de ambas es de ocho días, sino que durante la festividad de Sucot se encendían lámparas en el templo.

En los libros I Macabeos y II Macabeos se puede leer sobre la institución de la Janucá. El primero narra: «Durante ocho días celebraron la dedicación del altar... Entonces Judas y sus hermanos y toda la asamblea de Israel, decidieron que la consagración del nuevo altar se debía celebrar cada año con gozo y alegría durante ocho días, a partir del día veinticinco del mes de kislev» (I Macabeos 4:56-59). De acuerdo con II Macabeos (10:6-8), «lo celebraron con alegría durante ocho días, a la manera de la fiesta de los Tabernáculos... toda la asamblea aprobó y publicó un decreto en el que se ordenaba que todo el pueblo judío celebrara cada año estos días de fiesta».

El martirio de Hannah y sus siete hijos también ha sido relacionado con la Janucá. Según una historia del Talmud (Tratado de Gittin 57b) y II Macabeos 7, una mujer judía llamada Hannah y sus siete hijos fueron torturados y ejecutados por Antíoco por negarse a comer cerdo, lo que hubiera sido una violación de la ley judía.

La festividad del invierno
El Talmud y el Midrash Raba sugieren también otro origen para la festividad. Según estas fuentes, la Janucá es una manifestación de la festividad del solsticio de invierno, que es el momento en que los días dejan de acortarse y comienzan a alargarse. El Talmud relata historias de Adán, el primer hombre, que vio ponerse al sol por primera vez en su vida y entró en pánico, y conectan esta historia con la festividad del solsticio de invierno. Según el relato, el primer año ayunó durante ocho días, y luego —al comenzar a alargarse los días nuevamente— festejó durante otros ocho; pero el segundo año, al comprender que este era el orden natural, solo festejó (Talmud, Tratado de Avodá Zará, 8a).

La Janucá acontece alrededor del 22 de diciembre, fecha del solsticio en el hemisferio norte. Este relato explicaría el motivo central de la festividad: el encendido de luminarias, que simboliza la expulsión del invierno. El Midrash Breshit Raba menciona también el fuego, que Dios habría regalado al hombre, dado el temor de este último a la oscuridad, relato que podría estar conectado con el mito griego de Prometeo.

Origen agrícola
Según el rabino Yoel Ben Nun la festividad de la Janucá está relacionada con la finalización de la cosecha de aceitunas y su prensado para la obtención del aceite de oliva. Según la Mishná (Bikurim 1:6) la Janucá marca el final de la ofrenda de las primicias del olivo. Según Ben Nun esta era una festividad agrícola en la que se encendían luminarias con aceite de oliva, ya desde la época del primer templo de Jerusalén. También el dr. Israel Rozenson opina que antes de la revolución de los hasmoneos existía una festividad del aceite, que fue reinterpretada luego de la victoria hasmonea.

Interpretaciones modernas
Algunos académicos modernos opinan que el rey estaba interviniendo en una guerra civil interna entre los judíos tradicionalistas y los judíos helenistas en Jerusalén. Estas facciones competían violentamente por el cargo de Sumo Sacerdote, donde los tradicionalistas, quienes portaban nombres hebreos/arameos como Onias, se enfrentaban a sacerdotes con nombres helenistas, como Jasón y Menelao. En particular, las reformas helenistas de Jasón podrían haber sido un factor decisivo que llevaron al eventual conflicto entre las facciones. Otros autores señalan posibles factores socioeconómicos, que se sumarían a los factores religiosos detrás de la guerra civil. Lo que en muchos aspectos comenzó como una guerra civil, escaló cuando el Reino Helenista de Siria se alió con la facción helenista judía en su conflicto contra los tradicionalistas. Cuando el conflicto escaló, Antíoco se puso del lado de los helenistas prohibiendo las prácticas religiosas que los tradicionalistas promovían. Esto podría explicar por qué el rey, en contra de la práctica seléucida registrada en otros lugares y momentos, prohibió la religión tradicional.

Línea de tiempo
198 a. C.: ejércitos del rey seléucida Antíoco III el Grande expulsan a Ptolomeo V Epifanes de Judea y Samaria.
175 a. C.: Antíoco IV Epifanes asciende al trono seléucida.
168 a. C.: bajo el reinado de Antíoco IV, el templo es saqueado, los judíos son masacrados y el judaísmo es declarado ilegal.
167 a. C.: Antíoco ordena la construcción de un altar a Zeus en el Templo de Jerusalén. Matatías, y sus cinco hijos, lideran una rebelión en su contra. Judah, hijo de Matatías, se hace conocido como Judah haMacabí (Judas el Martillero).
166 a. C.: Matatías muere, y Judah toma su lugar como líder de la revuelta. Comienza el Reino hasmoneo, que dura hasta el 63 a. C.
165 a. C.: la revuelta judía contra el monarca seléucida triunfa. El Templo es liberado y rededicado. Nace la festividad de Janucá.
142 a. C.: establecimiento del segundo reino judío. Los seléucidas reconocen la autonomía judía, mientras que el rey seléucida mantiene el señorío formal, el cual es reconocido por los hasmoneos. Esto inicia un período de gran expansión territorial, crecimiento poblacional, religioso, cultural y social.
139 a. C.: el Senado romano reconoce la autonomía judía.
131 a. C.: Antíoco VII muere. El Reino judío expulsa al dominio sirio definitivamente.
130 a. C.: Antioco VIII sitia Jerusalén, pero se retira.
96 a. C.: comienza una guerra civil de ocho años.
83 a. C.: se consolida el reino en el territorio al este del río Jordán.
63 a. C.: el reino judío hasmoneo llega a su fin por la rivalidad entre los hermanos Aristóbulo II e Hircano II. Ambos solicitan la intervención de Roma, lo que motiva el envío del general romano Pompeyo el Grande. Doce mil judíos son masacrados cuando los romanos ingresan a Jerusalén. Los sacerdotes del Templo son abatidos en el altar. Roma anexiona Judea.

La Mishná
La historia de Janucá, junto con sus leyes y costumbres, está prácticamente ausente de la Mishná, fuera de algunas menciones tangenciales (Bikurim 1:6, Rosh HaShanah 1:3, Megilah 3:6, Bava Kama 6:6). Rav Nissim Gaon sugiere, en su obra Hakdamah leMafteaj haTalmud que la información relacionada a la festividad era tan conocida que la Mishná no encontró motivo para incluirla. Reuvein Margolies22 sugiere en cambio que dado que la Mishná fue redactada después de la revuelta de Bar Kojba, sus editores prefirieron no incluir una mención explícita a una festividad que celebraba otra revuelta —relativamente reciente— contra un dominante extranjero, por temor a enfrentarse a los romanos.

El Talmud
El milagro de Janucá está descrito en el Talmud. La Guemará, en el Tratado de Shabat, página 21, mientras habla sobre las velas de Shabat se refiere también al tema de las velas de Janucá y dice que después de que las fuerzas de Antíoco IV fueran expulsadas del Templo, los Macabeos descubrieron que casi todo el aceite ritual había sido profanado. Ellos encontraron una sola vasija con el sello del Sumo Sacerdote todavía intacto, con suficiente aceite como para mantener encendida la Menorá en el Templo durante un solo día. Los Macabeos utilizaron este aceite y, milagrósamente, el mismo ardió durante ocho días (el tiempo que tomaba preparar aceite nuevo).

El Talmud presenta tres opciones:

La ley requiere solamente una luminaria cada noche en cada hogar,
Una mejor práctica es la del encendido de una luminaria cada noche por cada miembro del hogar,
La mejor de las prácticas es la de variar el número de luminarias a encender en cada noche.

Las luminarias deben ser ubicadas fuera de la puerta del hogar, en el lado opuesto al de la Mezuzá, o en la ventana más cercana a la calle, salvo en épocas en las que los judíos son víctimas de persecuciones. Rashi, en su comentario sobre la página 21b del Tratado de Shabat, dice que la intención de esta ubicación es la de hacer público el milagro ocurrido.

Relato de Flavio Josefo
El historiador judío Flavio Josefo relata en su libro Antigüedades judías XII, como el victorioso Judah el Macabeo ordenó, luego de reconsagrar el Templo de Jerusalén que había sido profanado por Antíoco IV Epífanes, que todos los años se celebrase durante ocho días con pompas. Josefo nombra a estos festejos el «Festival de las Luminarias»:

Y Judah celebró el festival de la restauración de los sacrificios del Templo durante ocho días, y no omitió ningún tipo de placer; sino que los festejó con ricos y espléndidos sacrificios; y honró a Dios, y lo deleitó con himnos y salmos. Estaban tan alegres con el restablecimiento de sus contumbres cuando, luego de un largo intervalo, inesperadamente recuperaron su libertad de culto, que hicieron ley para la posteridad el guardar esta festividad, en recuerdo de la restauración de su Templo de culto, durante ocho días. Y desde ese entonces y hasta ahora es que celebramos esta festividad, y la llamamos Luces. Yo supongo que la razón fue debido a que esta libertad que estaba más allá de nuestras esperanzas se nos presentó, y por lo tanto este nombre fue dado a la festividad. Judah también reconstruyó las murallas alrededor de la ciudad, y construyó torres de gran altura en contra de las incursiones de los enemigos, y puso guardias en ellas. Y también fortificó la ciudad de Bet Sura, para que pueda servir como citadela en contra de cualquer peligro que pudiese venir de nuestros enemigos.

Otras fuentes antiguas
La historia de Janucá se menciona en los libros Macabeos 1 y Macabeos 2, pero la festividad no es específicamente mencionada. En su lugar, una historia de similar contenido, pero de obvia posterior data, es mencionada en Macabeos 2 1:18, donde se habla del reencendido del fuego del altar por Nejemia, el cual fue posible por un milagro ocurrido el 25 de Kislev, y que parecería indicarse que fuera la razón por la cual la reconsagración del Templo por Judah el Macabeo ocurriese en esa fecha.

Otra fuente es la Meguilat Antiocus. Esta obra, también conocida como Meguilat haHashmonaim, Meguilat Janucá o Meguila Ievanit, fue escrita originalmente en arameo y luego traducida literalmente al hebreo. Académicos modernos datan el original en algún momento entre los siglos 2 y 5 d. C., y la traducción al habreo en el siglo 7 d. C. El texto fue publicado por primera vez en Mantua en 1557. Saadia Gaon, quien la tradujo al árabe en el siglo IX, se la adjudica a los propios Macabeos.

La Celebracion
La festividad de Janucá se celebra durante ocho días, del 25 de kislev al 2 de tevet (o el 3 de tevet, cuando kislev cuenta con solo 29 días). Durante esta festividad se prende una januquiá o candelabro de ocho brazos (más uno mayor). En la primera noche únicamente se prende el brazo mayor y una vela, y cada noche se va aumentando una vela, hasta el último día en el que todo el candelabro se enciende completo. Este hecho conmemora el milagro de que el aceite duró ocho días.

La liturgia indica adiciones especiales al servicio diario de oraciones, así como un agregado especial a la bendición después de las comidas. Según la Halajá (ley judía), Janucá no es una festividad como Shabat, en el sentido de que no existe prohibición de realizar los tipos de tareas prohibidas en Shabat.28 Quienes observan la festividad trabajan normalmente, y no existe motivo religioso para que las escuelas cierren, aunque en Israel las mismas están cerradas desde el segundo día de la festividad y hasta su finalización. Es costumbre reunirse con familiares o amigos para el encendido de la januquiá e intercambiar presentes. Es costumbre entre los asquenazí que los niños jueguen con un dreidel o sevivon, el cual es un tipo de perinola. También se acostumbra comer levivot o latkes y sufganiot, tortas de patata y bolitas de masa rellenas de mermelada, y otras preparaciones fritas.

Encendido de las luminarias
Las luminarias de Janucá se encienden al atardecer, momento en el que —según la tradición judía— comienza el día. La tradición prevaleciente es la de encender progresivamente las luminarias, una la primera noche, dos la segunda, y así hasta completar las ocho. Una luminaria extra, llamada shamash (lit. ‘servidor’ o ‘cuidador’) se enciende primero, y se utiliza como llama piloto para encender a las demás. El shamash tiene una ubicación distinta al resto de las luminarias, usualmente más alta, más baja o al costado de las ocho luminarias de la festividad. El propósito de esta luminaria piloto es adherir a la prohibición indicada en el Talmud, según la cual las luminarias de Janucá no pueden ser utilizadas para nada más que recordar la historia de Janucá y meditar sobre ella. En este sentido, las luminarias de Janucá difieren de las velas de Shabat, que son utilizadas para iluminar. De esta forma, si se necesitase iluminación en Janucá, el shamash cumpliría esta función y evitaría el uso de las luminarias de Janucá para iluminación, evitando infringir la prohibición.

El shamash no cuenta entonces entre las luminarias de Janucá, por lo que de hecho, la primera noche se encienden dos luminarias (el shamash y la primera luminaria), el segundo día se encienden tres, y así sucesivamente. En total, al finalizar los ocho días, se encendieron 44 luminarias (36 sin contar el shamash). Las luminarias pueden ser velas o lámparas de aceite. En casos en los que una llama abierta no está permitida, se puede —y a veces se hace— utilizar luminarias eléctricas. La mayoría de los hogares judíos tienen un candelabro especial para Janucá. Las intención de las luminarias de Janucá no es la de «iluminar adentro de la casa» sino «iluminar afuera de la casa», de forma que los transeúntes puedan ver las luminarias y recordar el milagro de la festividad. Por esto, las luminarias se ubican en una ventana prominente o cerca de la puerta que da a la calle. Entre los ashkenazi se acostumbra a que cada miembro de la familia tenga su propia janukiá, mientras que los sefardíes tienen una para todo el hogar. En épocas y lugares donde los judíos son víctimas de persecuciones y antisemitismo, las luminarias se esconden de la vista del público. La mayoría de los grupos jasídicos encienden las lámparas en un pasillo o zaguán, no necesariamente a la vista del público. La tradición indica que las luminarias se ubican en el lado opuesto a la mezuzá, para que cuando la persona atraviese la puerta esté rodeado por la santidad de ambos preceptos.

Tiempo de encendido
Las luminarias de Janucá deben arder por lo menos media hora luego de que oscurezca. La costumbre del Gaón de Vilna, observada por muchos residentes de Jerusalén como la costumbre de la ciudad, es la de encender las luminarias con la caída del sol, mientras que la mayoría de los jasidim las encienden más tarde, incluyendo en Jerusalén. Muchos maestros jasídicos las encienden mucho más tarde, para cumplir con la obligación de difundir el milagro, al contar con la presencia de sus seguidores en el momento de su encendido. Es común adquirir paquetes de 44 velas de Janucá, que arden aproximadamente media hora, por lo que en la mayoría de los casos el precepto se cumple encendiendo las luminarias cuando ya está oscuro. La noche del viernes, sin embargo, representa un problema. Dado que las luminarias de Janucá no pueden encenderse en Shabat, las mismas deben ser encendidas antes de la caída del sol. Sin embargo, deben permanecer encendidas al menos media hora después de que oscurezca, por lo que las velas de Janucá comunes no alcanzan. Una solución simple es la de utilizar velas más largas o las tradicionales lámparas de aceite. A fin de no infringir con la prohibición de encender fuego en Shabat, las luminarias de Janucá se encienden antes que las de Shabat.

Bendiciones sobre las luminarias
Al encender las luminarias, se recitan las siguientes bendiciones:
בָּרוּך אַתָּה ה', אֱ-לֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם, אֲשֶׁר קִדְּשָׁנוּ בְּמִצְוֹתָיו, וְצִוָּנוּ לְהַדְלִיק נֵר חֲנוּכָּה. (נוסח אחר: נֵר שֶׁל חֲנוּכָּה או שֶׁלַּחֲנוּכָּה).
Baruj Ata Adonai Eloheinu Melej haOlam Asher Kidshanu beMitzvotav veTzivanu Lehadlik Ner Janucá (otras versiones: Ner Shel Janucá o Shel Janucá).

Bendito eres tu Adonai, Dios nuestro, Rey del universo, que nos santificó con sus preceptos y nos ordenó el encendido de la vela de Janucá (otras versiones: el encendido de Janucá).

בָּרוּך אַתָּה ה', אֱ-לֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם, שֶׁעָשָׂה נִסִּים לַאֲבוֹתֵינוּ, בַּיָּמִים הָהֵם בַּזְּמַן הַזֶּה (נוסח אחר: וּבַזְּמַן הַזֶּה).
Baruj Ata Adonai Eloheinu Melej haOlam she'Asá Nisim laAvoteinu, baYamim haHem baZman haZé (otra versión: uBaZman haZé).

Bendito eres tu Adonai, Dios nuestro, Rey del universo, que hizo milagros a nuestros patriarcas, en aquellos días en este tiempo (otra versión: y en este tiempo). Además, la primera noche que una persona enciende las velas debe recitar:

בָּרוּך אַתָּה ה', אֱ-לֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם, שֶׁהֶחֱיָנוּ וְקִיְמָנוּ וְהִגִּעָנוּ לַזְּמַן הַזֶּה
Baruj Ata Adonai Eloheinu Melej haOlam, sheHejeianu veKimanu veHiguianu laZman haZé

Bendito eres tu Adonai, Dios nuestro, Rey del universo,que nos mantuvo con vida, y nos sostuvo, y nos hizo llegar a este momento. Esta bendición se recita para marcar ocasiones especiales, que tienen lugar por única vez en la vida, una vez al año, o con poca frecuencia, y no es específica de la festividad de Janucá.

Hanerot Halalu
Además de las bendiciones, se recita el himno Hanerot Halalu, del cual existen varias versiones. La siguiente es una de las más comunes entre las comunidades ashkenazies.

Ma'oz Tzur
Luego del encendido de las luminarias, mientras las mismas todavía están a la vista, es costumbre entre algunos ashkenazim (y, en décadas recientes, también entre algunos sefaradim y mizrajim en países occidentales), entonar el himno Maoz Tzur, escrito en la Alemania medieval. El himno contiene seis estrofas. La primera y la última tratan sobre temas generales de salvación divina, y las cuatro intermedias hablan de eventos de persecución de los que los judíos fueron víctimas, alabando a Dios por su supervivencia a pesar de esas tragedias: el éxodo de Egipto, el cautiverio babilónico, el milagro de Purim y la victoria Hasmonea.

Dreidel
El dreidel, o sevivon en hebreo es una perinola de cuatro lados con la que los niños acostumbran a jugar en Janucá. Esta perinola de Janucá tiene cuatro caras, cada una de ellas con una letra en hebreo:

נ (Nun).
ג (Guímel).
ה (He).
ש (Shin) o פ (Pei).

Las cuatro letras son las siglas de Nes gadol haia sham, lo que quiere decir: 'Un gran milagro ocurrió allá'. En Israel la cuarta letra suele ser פ en vez de ש, y las siglas son de Nes gadol haia po, lo cual se traduce como 'Un gran milagro ocurrió aquí'. Algunos comentaristas adjudican un significado simbólico a las letras del dreidel, por ejemplo, conectando las cuatro letras con los cuatro exilios sufridos por el pueblo judío: Babilonia, Persia, Grecia y Roma. En muchos hogares judíos se acostumbra a jugar con el dreidel después de encender la janukiá. Cada jugador comienza con unas 10 o 15 monedas (es común utilizar monedas de chocolate), nueces, pasas, caramelos u otras golosinas, y coloca una golosina en el «pozo». Se hace girar el dreidel, y se gana o se pierde según la letra que salga, según palabras en idish:

Nun–nisht, 'nada'–no pasa nada, y es el turno del siguiente jugador
Guimel–gants, 'todo'–el jugador se lleva todo el pozo
He–halb, 'mitad'–el jugador toma la mitad del pozo, redondeando para arriba si hay un número impar
Shin–shtel ayn, 'poner'–el jugador pone una golosina en el pozo

Según otra versión:

Nun–nim, 'toma'–el jugador toma una golosina del pozo
Guimel–gib, 'dar'–el jugador pone una golosina en el pozo
He–halb, 'mitad'–el jugador toma la mitad del pozo, redondeando para arriba si hay un número impar
Shin–shtil, 'pausa'–no pasa nada y es el turno del siguiente jugador
El juego continúa hasta que un jugador haya ganado todo.

Algunos indican que el juego conmemora un juego ideado por los judíos para esconder el hecho de que estaban reunidos estudiando Tora, algo prohibido por los griegos. Los judíos se reunían en cuevas para estudiar, y un centinela avisaba si se acercaban soldados griegos. Si estos eran avistados, los judíos escondían los rollos de la Tora y hacían girar trompos, para que los soldados pensasen que estaban apostando y no estudiando.

Janucá guelt
Guelt en idish significa dinero, y es costumbre en Janucá obsequiar a los niños un Janucá guelt como parte de la celebración. Usualmente se regalan monedas de pequeña denominación, aunque hay quienes obsequian cifras más importantes. En Israel, el guelt es conocido como dmei Janucá. Muchos maestros jasídicos distribuyen monedas a quienes los visitan en Janucá. Los judíos jasídicos consideran esto un auspicio de bendiciones por parte del maestro, y un amuleto para el éxito. El rabino Abraham P. Bloch escribió que «la tradición del Janucá guelt es muy antigua. La costumbre tiene su origen en la práctica de los judíos polacos del siglo XVII, en la que daban monedas a los niños para que las distribuyeran a sus maestros. Con el tiempo, los niños comenzaron a demandar su propio regalo, y se comenzó a dar monedas a los niños para que las conservasen para ellos. Muy pronto, los adolescentes también comenzaron a venir para recibir su parte. Según Maguen Avraham (siglo XVIII), era costumbre que los alumnos pobres de las yeshivot visitaran las casas de sus benefactores judíos, quienes distribuían dinero de Janucá (Oraj Jaim 670). Los rabinos aprobaron la costumbre de obsequiar dinero en Janucá porque de esta forma se difundía la historia del milagro del aceite».

Caraísmo y Janucá
El judaísmo caraíta no reconoce la celebración de Janucá como una obligación religiosa, ya que fue instaurada en tiempo de los macabeos y no es de precepto. Algunos caraítas la reconocen como fiesta civil, y otros, por imitación, la siguen pero no de manera obligatoria y de guardar, como lo hacen la mayoría del judaísmo.

Otras costumbres
Además de las bendiciones y el entonado de Ma'oz Tzur, es costumbre cantar otras canciones de Janucá. Algunas tradiciones jasídicas y sefaradíes indican plegarias adicionales que deben ser recitadas antes y después del encendido de las luminarias. Esto incluye el recitado de varios salmos, particularmente los salmos 30, 67 y 91. Muchos jasídicos recitan este último siete veces luego del encendido, siguiendo las enseñanzas del Baal Shem Tov, fundador de dicho movimiento. También se acostumbra a intercambiar presentes o dar presentes a los niños. Muchas familias incentivan también a los niños a realizar donaciones.

Fechas
Las fechas de la Janucá están determinadas por el calendario hebreo. Janucá comienza el 25 de Kislev y termina el 2 o 3 de Tevet (Kislev puede tener 29 o 30 días). Para el judaísmo, el día comienza con la puesta del sol, por lo que el primer día de Janucá comienza la noche anterior a la fecha indicada en el calendario gregoriano. Por ejemplo, en el 2012 Janucá comienza el 9 de diciembre, es decir, el 8 de diciembre al atardecer.

Anochecer del 8 de diciembre de 2012
Anochecer del 27 de noviembre de 2013
Anochecer del 16 de diciembre de 2014
Anochecer del 6 de diciembre de 2015
Anochecer del 24 de diciembre de 2016
Anochecer del 12 de diciembre de 2017
Anochecer del 2 de diciembre de 2018
Anochecer del 22 de diciembre de 2019
Anochecer del 10 de diciembre de 2020

Tu Bishvat
Tu Bishvat o Tu Bi'Shevat (Hebreo: ט"ו בשבט). Ésta es una fiesta menor en el calendario hebreo. El nombre Tu Bishvat viene a partir de la fecha del día de fiesta, el décimo quinto día de Shevat (שבט). Shevat es el nombre del mes del calendario hebreo y las letras ט y ו, leído como “Tu” es el número 15 representado con la numeración hebrea. El 15 de Shevat (mes equivalente a enero o febrero), en Israel comienzan a asomarse los primeros brotes de vegetación. En consecuencia, se salía a plantar árboles. Por eso, ésta es una fiesta de la naturaleza. Se comen frutos y en el Estado de Israel salen grupos de alumnos a festejar al aire libre y plantar árboles. es uno de los cuatro Rosh Hashanot (Años Nuevos) mencionados en el Mishnah, la base del Talmud. La Torá enseña que la naturaleza debe ser respetada, aún en tiempos de guerra. No deben ser destruidos los árboles ni los bosques. En distintos círculos tradicionales, se reúnen el 15 de Shevat y se realiza un acto en el que se leen pasajes bíblicos relacionados con los árboles y la naturaleza. Se recitan bendiciones especiales y se comen frutos de diversos árboles. Los judíos de Haredi llaman el día por su nombre completo original, Jamishah Asar BeShevat (חמישה עשר בשבט) - El decimoquinto de Shevat.

Porque el 15 de Shvat Esta época del año marca el punto medio del invierno cuando la fuerza del frío disminuye, la mayoría de las lluvias del año ya cayeron y la savia de los árboles comienza a subir. Por ello se celebre el año nuevo de los árboles justo en esa fecha.

Los Jaredi
Los jaredíes (en hebreo חרדים, jaredim), también conocidos como ultraortodoxos o como los que temen a Dios, son judíos ortodoxos cuya práctica religiosa es especialmente devota. Los jaredíes afirman, al igual que todo el judaísmo ortodoxo, que la Torá entregada en el Monte Sinaí por Dios, con sus respectivas leyes, constituye el "manual de instrucciones del mundo". En otras palabras, la Torá es el código que permite, en términos fundamentales, el comportamiento armónico de la Creación y los creados, la regulación sus leyes y principios, y los métodos que llevarán a cada individuo a unirse a Dios para disfrutar de deleite infinito, máximo objetivo de la creación del mundo. Sin embargo, a pesar de que otros grupos judíos ortodoxos (ya sean jasídicos u ortodoxos modernos) aceptan esta afirmación, hay diferencias entre todos los grupos en cuanto al comportamiento en ámbitos no legales; es decir, en el ámbito de la cosmovisión individual y colectiva, que no está reglamentada por la Torá. Los jaredíes suelen vivir al margen de las sociedades laicas que los rodean, incluyendo las judías, debido a que intentan poner en práctica los preceptos bíblicos en un ámbito no-hostil. Hoy en día muestran una fuerte presencia en Israel, donde cuentan con su propios barrios (e, incluso, sus ciudades), sus partidos políticos, sus comercios y sus escuelas. También existen grupos de jaredíes en muchas comunidades judías de la diáspora, particularmente en Estados Unidos y Europa Occidental. Los jaredíes tienen sus propios periódicos, el más importante de los cuales es Hamodia ("El Anunciador"). Desde finales del siglo XIX, el sector israelí de los jaredíes rechaza parcialmente la «modernidad» occidental, tanto en lo que se refiere a costumbres como en lo que toca a la ideología. Sin embargo, esta postura no es unánime en el mundo jaredí. Por caso, aquellos oriundos de EE.UU. poseen una visión más inclusiva de la modernidad que la que prevalece entre los israelíes.

El porque de Tu Bishvat
La Torá compara al hombre con un árbol, y al Tzadik (hombre justo y santo) con una floreciente palmera datilera. En una interesante afirmación del Talmud, nuestros Sabios declaran que el Tzadik vive para la eternidad, ..."tal como su semilla está viva, así también él está vivo". ("Semilla" es utilizada en este caso, como concepto de descendencia, hijos, discípulos). Al elegir la palabra "semilla" para esta comparación, los Sabios nos transmiten las ideas e imágenes que surgen por sí mismas. Una de las ideas es el maravilloso proceso de crecimiento que transforma a una pequeña semilla en un múltiple agente reproductor de su especie, sea una espiga de granos, o en un árbol frutal. Educar a un niño es como sembrar una semilla. Debemos nutrir "potenciales árboles frutales", que darán origen a generaciones de su misma especie. Es por ese motivo que debemos dedicar mucho tiempo y esfuerzo, para asegurarnos que "la semilla reciba la nutrición necesaria", es decir "que nuestros hijos reciban una enseñanza pura, correcta y completa de Torá". Otro pensamiento que el Talmud nos relata, utilizando la palabra "semilla", es acerca del cuidado que una joven planta requiere en el proceso de crecimiento, y en cómo el efecto de un poco de cuidado extra a una temprana edad, se multiplica en el producto final.

Por otra parte, si se práctica una incisión en un árbol maduro, el corte no se esparce y el daño queda confinado al lugar donde se practicó el mismo, pero si se hace un pequeño corte en una semilla antes de ser plantada, ésta podría no prosperar en su crecimiento, o bien todo el árbol podría deformarse como resultado de la incisión. Familiarmente, si un hombre adulto debiera , bajo ciertas circunstancias, omitir el cumplimiento de alguna Mitzvá (precepto) -Dios no lo permita-, podría suceder que el entrenamiento y el hábito arraigados desde temprana edad, eventualmente prevalecieran y volviera a un cumplimiento completo de las Mitzvot. Como contrapunto de esto, si nuestra juventud crece solamente con el aporte de la cultura que cotidianamente nos circunda, se verá carenciada del cálido entusiasmo por una vida llevada a cabo de acuerdo a la Torá, "el árbol podría deformarse" debido a la marca efectuada en la "semilla". No podemos dejar que esto suceda, nuestro objetivo debe basarse en que "el semillero" esté siempre lleno de "buenas semillas" que den paso a fuertes y nobles árboles, en una renovación constante, de acuerdo al cumplimiento de los sagrados preceptos de la Torá.

El Purim
La fiesta de Purim (en hebreo:פורים, Pûrîm = suertes) es una festividad judía, celebrada anualmente el 14 del mes judío de Adar (o 15 de Adar en las ciudades amuralladas) en conmemoración del milagro relatado en el Libro de Ester en el que el pueblo judío logra sobrevivir a un intento de ser aniquilado bajo el mandato del rey persa Asuero, identificado por algunos historiadores como Jerjes I, alrededor del 450 a. C. 

Asuero (hebreo: אחשורוש—Ajashverosh) es el nombre que recibe en el libro de Ester el rey persa con quien la joven hebrea contrajo matrimonio por consejo de su tutor y tío Mardoqueo. Se le ha identificado con Jerjes I. Poseía 127 provincias que se extendían desde la India hasta Etiopía. Asuero se había divorciado de su esposa anterior, Vashti, quien lo había dejado en ridículo frente a varios embajadores. Aparentemente Asuero poseía además varias concubinas; sin embargo, de acuerdo con el libro o rollo que lleva el nombre de su mujer, Ester sí fue la reina principal y —su esposo— el rey Asuero, la amó más que cualquiera de sus otras mujeres (Ester 2:17-18, 22).

Consortes
Vasti, una mujer insumisa, fue revocada como reina en el tercer año del reinado de Asuero. Ester, una hermosa doncella judía quien, habiendo sido adoptada por su tío Mardoqueo, se convirtió en reina en el séptimo año del reinado de Asuero.

El origen de la Fiesta del Purim está descrito en la Biblia desde el Libro de Esther, texto del Tanaj o Antiguo Testamento (según la Iglesia Católica ha canonizado y sacramentado por situar su historicidad en el judaísmo). En él puede leerse cómo una joven judía llamada Esther, ocultando sus orígenes judíos, Jerjes I), en vez de matar a todos los judíos de su reino, como le había pedido Amán, dé muerte al Primer Ministro Amán, a sus diez hijos y a más de 75.000 persas que planeaban matar a los judíos, muchos de ellos mientras dormían, colocando en su lugar a Mardoqueo, pariente de Esther. A pesar de que Purim es considerado uno de los días más alegres del calendario hebreo, los judíos tienen la obligación de ayunar y orar en la víspera, en recuerdo de los judíos persas que ayunaron ante el inminente conflicto que podría haberlos llevado a su exterminio.

En Purim se lee la Meguilá (en hebreo מְגִילַת אֶסְתֵּר, Meguilat Ester o el "Rollo de Ester", refiriéndose ambos al Libro de Ester). Esta lectura se realiza a gran velocidad, y los que escuchan deben hacer ruido con matracas u otros elementos en el momento de pronunciarse el nombre de Amán, para que dicho nombre sea borrado. Esto logra hacer participar a los niños. Tras el ayuno, se hace un gran banquete en el que se acostumbra a beber vino y recitar cánticos, entre ellos suele recitarse la plegaria conocida como Shoshanat Ya'akov, que ha sido grabada por muchos cantantes judíos de Israel y la Diáspora. Asimismo, es obligación enviar regalos a los amigos (en hebreo:משלוח מנות, Mishlóaj Manot) y dar caridad a los pobres (en hebreo: לאביונים מתנות, Matanot La'evionîm) y también se acostumbra a disfrazar a los niños pequeños.

La fiesta de Purim ha sido siempre muy apreciada por el judaísmo; algunos han argumentado que cuando se olviden todas las obras proféticas y hagiográficas, el Libro de Esther todavía será recordado, y por lo tanto la festividad de Purim seguirá siendo observada. Del mismo modo que Janucá, Purim tiene un carácter más nacional que religioso, y su condición de festividad tiene un nivel menor al de las de la sagrada Torá. Por lo tanto, las transacciones de negocios e incluso el trabajo manual se permiten en Purim, aunque en algunos lugares se impusieron restricciones sobre el trabajo. Una oración especial ("Al ha-Nissim" "Por los Milagros") se inserta en la Amidá durante el servicio de la noche, por la mañana y por la tarde, y está incluida en el Birkat Hamazón ("Bendición después de las comidas").

La Meguilá o Rollo de Ester
El Rollo de Ester es el bíblico Libro de Ester en forma de pergamino enrollado que es leído en la sinagoga durante las celebraciones de Purim. narra la historia de cómo la Reina Ester y su tío Mordejai salvaron las vidas de los judíos de Persia de un intento de asesinarlos, explicando que Mordejai estableció la celebración de Purim los días 14 y 15 del mes de Adar de modo de recordar y celebrar el evento. La lectura pública de la Meguilá es de suma importancia cuando se celebra Purim. Tal como ocurre con la Torá, la Meguilá o Rollo de Ester puede ser empleada con fines rituales solo si se presenta en forma manuscrita.

La Universidad de Yale posee una colección de Meguilot Ester italianas dieciochescas que en el pasado perteneció al escritor Sholem Asch.

Edward Rothstein nota que mientras los manuscritos con textos religiosos hebreos tienden por lo general a ser abstractos y atemporales, su iluminación los transforma, de modo tal que lo sagrado se vuelve específico tanto en tiempo como en espacio: dado que incorpora al texto religioso en la historia, e incluso, en la propia biografía, es por medio de la iluminación que en el manuscrito miniado "lo sagrado se vuelve personal".

La tradición judía se siente poco a gusto ante cualquier tipo de ilustración que pueda llegar a ser asociada con la idolatría o con la representación de la Divinidad. Esta última, observa Rothstein, permanece en el misterio, mientras que la humanidad es en sí un terreno fértil para la especulación y la ilustración. Rothstein explica que en el judaísmo no son los textos religiosos tradicionales los que se ilustran, sino aquellos textos que narran los episodios épicos del pueblo hebreo: la Hagadá de Pésaj y la Meguilá de Ester en particular son ilustradas con gran entusiasmo y es en ellas precisamente donde los artistas despliegan sus conocimientos e imaginación en materia de conciencia histórica y de experiencia personal.

Regalos, comida y caridad
El Libro de Ester prescribe "el envío de parte de un hombre a otro, y dádivas a los pobres" (9:22). De acuerdo a la halajá, cada adulto tiene que dar dos diferentes comidas para una persona, y dos donaciones caritativas a dos personas pobres. Los paquetes de alimentos se llaman mishloaj manot ("el envío de partes"), y en algunos círculos la costumbre se ha convertido en un importante evento de la entrega de regalos. Para Purim se preparan dulces especiales, llamados "Orejas de Aman". Los varones están autorizados a tomar vino hasta el nivel de "confundir los nombres de Amán y Mardoqueo".

Lag Ba Omer
Iyar (hebreo: אִייָּר; del idioma acadio ayaru "luz, luminosidad", por ser un mes soleado de plena primavera (boreal), es el octavo mes del calendario hebreo moderno, cuyo cómputo comienza a partir del mes de Tishrei según la fecha de la Creación del mundo, y el segundo mes según el ordenamiento de los meses en la Biblia, que comienza por el mes de Nisán, en conmemoración de la salida de los hebreos de la esclavitud en Egipto.

El nombre otorgado al mes de Iyar en la Biblia es simplemente "el segundo mes", siguiendo la numeración ordinal, al igual que el resto de los meses del año hebreo en la Torá. Es nombrado por primera vez en el Libro del Éxodo"Partieron de Elim, y toda la comunidad de los israelitas llegó al desierto de Sin, que está entre Elim y el Sinaí, el día quince del segundo mes después de su salida del país de Egipto" (Éxodo 16:1).

En una ocasión, la Biblia se refiere a él también como "el mes de Ziv" (hebreo: חודש זיו, literalmente "el mes del resplandor"(1 Reyes 6:1): "En el año 480 de la salida de los israelitas de la tierra de Egipto, el año cuarto del reinado de Salomón sobre Israel, en el mes de Ziv, que es el segundo mes, emprendió la construcción de la Casa de Yahveh"; también en 1 Reyes 6:37.

El nombre de "mes de Ziv" proviene según se cree del idioma fenicio, ya que el mes de Iyar es así mencionado solo en el contexto de las relaciones comerciales entre Salomón rey de Israel, y Hiram rey de Fenicia, y se cree que fue el nombre utilizado por los antiguos habitantes de Canaán, que llamaban a sus meses con terminología relacionada a la agricultura y al clima.

Su nombre actual, Iyar, tiene sus orígenes en los nombres de los meses de la antigua Babilonia, provenientes según lo dicho del acadio, y de aquí fueron adoptados por los judíos allí desterrados entre 586 a. C. y 536 a. C., luego de haber sido llevados al exilio por el rey Nabucodonosor II. El nombre Iyar no figura en la Biblia -sólo siete de los doce meses aparecen en ella con sus nombres babilónicos: Nisán, Siván, Elul, Kislev, Tevet, Shevat y Adar-; Iyar solo lo hará por primera vez con este nombre, en el Talmud.

Iyar es un mes de primavera (boreal), que cuenta siempre con 29 días, y es paralelo a los meses gregorianos de abril y mayo, según el año. Su signo del Zodíaco es Tauro, debido a que las praderas en esta época están verdes, ofreciendo abundante pastura al ganado.

Conmemoraciones y festividades judías en Iyar
Yom Hashoah, el día 27 de Nisán del Calendario hebreo, día de duelo y conmemoración recordado anualmente como día en memoria de las víctimas del Holocausto, siendo feriado nacional en Israel.
Yom Hazikarón, el día de duelo nacional por los caídos - 4 de Iyar, fecha establecida por ley de la Knéset del año 1963, inmediatamente antes del día de la Independencia, para resaltar el dolor por los caídos y el sacrificio realizado para conseguir y mantener la independencia del Estado de Israel.
Yom Ha'atzmaut, el día de la Independencia de Israel - 5 de Iyar, en que se festeja el aniversario de la declaración de la independencia, el día 5 de Iyar de 5708 (14 de mayo de 1948), el mismo día en que se retiraron de Palestina las tropas británicas, poniendo así fin al Mandato británico de 26 años (1922 - 1948). Tanto el Yom HaZikarón como el Yom Ha'Atsma'ut, pueden adelantarse uno o dos días, o postergarse un día, para evitar que alguno de ellos coincida con el Shabat. Lag Ba'Ómer, el día número 33 en la cuenta del Ómer (Sefirat Ha'omer) - 18 de Iyar, que conmemora la victoria de la Rebelión de Bar Kojba sobre los romanos, el 18 de Iyar del año 3893 (133 del calendario gregoriano). Yom Yerushalayim, el día de la reunificación de Jerusalén - 28 de Iyar, en recordación a la reunificación de Jerusalén durante la Guerra de los Seis Días, el día 28 de Iyar de 5727 (7 de junio de 1967).

Tu Be Av
Av (אָב; del acadio abu "cañas, juncos", que se recolectaban para estas fechas; llamado también Menajem Av; del hebreo menajem "el que consuela", por las desgracias y calamidades acaecidas a los judíos en este mes a lo largo de la historia), es el undécimo mes del calendario hebreo moderno, que comienza su cómputo a partir del mes de Tishrei con la Creación del mundo, y el quinto mes según el ordenamiento de los meses en la Biblia, que comienza por Nisán, en conmemoración de la salida de los hebreos de la esclavitud en Egipto. El nombre de este mes en la Biblia es simplemente "el quinto mes", siguiendo la numeración ordinal, del mismo modo en que es llamado el resto de los meses del año hebreo en la Torá: "El sacerdote Aarón subió a Hor de la Montaña, según la orden de Yahveh, y murió allí, el año cuarenta de la salida de los israelitas de Egipto, el mes quinto, el primero del mes" (Números 33:38). Su nombre actual, Av, tiene sus orígenes en los nombres de los meses de la antigua Babilonia, provenientes del idioma acadio, y de aquí fueron adoptados por los judíos allí desterrados entre 586 a. C. y 536 a. C., luego de haber sido llevados al exilio por el rey Nabucodonosor II. Av no aparece en la Biblia con su nombre babilónico, sino que lo hará en la literatura eclesiástica posterior: la Mishná y el Talmud. Es un mes del que se dice, por contraposición al mes de Adar, que "desde que comienza Av, se escatima en alegría" (Mishná, Tratado de Ta'anit ("Ayunos"), 4:1); y de ahí que se le llame también "Menajem Av", en referencia al consuelo que el pueblo judío recibirá a sus sufrimientos, recordados en este mes, cuando llegue el Mesías, que según la tradición nacerá en el mes de Av.

Av es siempre un mes completo de 30 días, y cae en pleno verano (boreal), paralelo a los meses gregorianos de julio y agosto, según el año. Su signo del Zodíaco es Leo, el rey de los animales; por haberse dicho de Israel que "he aquí que el pueblo se levanta como leona, se yergue como león" (Números 23:24), y se levantará airoso como león de sus catástrofes.

Festividades judías en Av
El Ayuno del 9 de Av, es uno de los dos días de ayuno mayor (es decir que, como el Yom Kipur, es observado de crepúsculo a crepúsculo), y es el segundo de los ayunos enlistados en el libro de Zacarías, llamado "el ayuno del quinto mes" (Zacarías 8:19). Fue instituido en principio en señal de duelo por la caída de Jerusalén y la destrucción del primer Templo por Nabucodonosor, el 9 de Av de 586 a. C., y el posterior exilio de Babilonia"Incendiaron la Casa de Dios y derribaron las murallas de Jerusalén: pegaron fuego a todos sus palacios y destruyeron todos sus objetos preciosos. Y a los que escaparon de la espada, los llevó cautivos a Babilonia" (2 Crónicas 36:19-20). Más adelante, se sumó al duelo la destrucción del segundo Templo a manos de los romanos al mando de Tito, el día 9 de Av del año 70. A partir de entonces es día de duelo nacional por todas las calamidades acaecidas al pueblo judío a lo largo de la historia, algunas de las cuales se atribuye haber acontecido en la misma fecha, como la expulsión de los judíos de España, en 1492Tu B'Av - el día 15 de Av, "día del Amor", en que se dice que "las doncellas salían a danzar vestidas de blanco a los viñedos, y los mozos las cortejaban bajo la luna llena" (Mishná, Tratado de Ta'anit ("Ayunos"), 4:18). En el Israel actual, es la fecha más popular entre las parejas para celebrar su boda.

Continua en Fiestas Judías VI:
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jueves, 2 de abril de 2009

Fiestas Judías IV: La Luna Nueva II

El Corral de Ovejas en Claro de Luna (1873), por Jean-Francois Millet

La Luna y el Año Nuevo
El Judaísmo ha decidido que el Año Nuevo comience en el 1er de Tishri, que es el séptimo mes del año. Ese era tradicionalmente el principio del año civil y el Judaísmo asimiló esa idea de los babilonios. Ellos determinan todo el calendario a partir de lo que llaman el Molad de Tishri, que es establecido por cálculo y no se basa en la verdadera Luna Nueva, ya sea por conjunción u observación. Éste es un sistema creado por los hombres, derivado de las determinaciones rabínicas adoptadas de los babilonios en el 344 d. C. y aprobadas por el Rabino Hillel II en el 358 d. C. El sistema final no se fijó sino hasta el siglo once. No tiene base bíblica alguna.

Dios dio instrucciones claras a Moisés, que Abib o Nisan debían ser el principio de los meses para Israel. Él retiró deliberadamente la usanza babilónica de determinar el Año Nuevo a partir de Tishri. El nombre babilónico para Tishri es Teshritu, de donde claramente se deriva el término Tishri. Significa mes de los principios. El calendario judío empieza en Tishri y termina en Elul. Nisan cae en medio de la secuencia anual de la descripción de su calendario aún en nuestro tiempo (The Jewish Calendar (El Calendario Judío), Nicholas de Lange, Atlas del Mundo Judío, Time Life, 1996, p. 88-89). Sin embargo, Dios dijo que el calendario no debía de llevarse de esa manera con Israel. Abib o Nisan debían ser el principio de los meses para ellos.

Éxodo 12:1-2 
1 Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, y les dijo: 2 Este mes [Abib] será para vosotros el principal entre los meses; os será el primero de los meses del año. (RV)

Este mes Abib o Nisan debía ser el primero de los meses y, de ahí, su determinación indicaría el principio y el fin del año y, por lo tanto, el calendario.

La verdad alarmante de este asunto es que, cuando examinamos la Biblia, la historia antigua y la arqueología, encontramos que el antiguo Israel realmente obedeció las instrucciones de Dios y guardó el 1er de Nisan como el Año Nuevo y como una fiesta solemne. Al Judaísmo le costó mucho tratar de cubrir este hecho y hasta alteró la interpretación de los textos bíblicos y las traducciones para conseguir este engaño. Gracias a los Rollos del Mar Muerto, al LXX y a los estudios modernos, que nos han ayudado a aclarar este asunto en el presente siglo. Sin embargo, hasta un estudioso rabínico como el Rabino Kohn, Rabino Principal de Budapest, en sus escritos de 1894, declara categóricamente que el Año Nuevo de Rosh haShanah en Tishri es una innovación del período post-Templo de fines del tercer siglo (ref. Sabbatarians in Transylvania(Sabatarios en Transilvania), Publicación de la CCG, 1998).

La Biblia nos da claras instrucciones de que nosotros debemos guardar, al igual que Israel guardó, la Fiesta de Nisan como un día de fiesta solemne. Esa instrucción se encuentra en los Salmos 81:1-7.

Este texto muestra que la Luna Nueva es un día de fiesta solemne. Ha sido interpretado mal para que se refiera a la Fiesta de las Trompetas, pero ésta no se refiere a Tishri en absoluto. Además, se refiere a la Luna Nueva y se intenta hacer que la traducción del texto hebreo diga luna nueva y luna llena. El texto de la Interlineal de Green trata que se lea: Tocad la trompeta en la luna nueva y la luna llena, en el día de nuestra fiesta solemne.

Esto es porque el texto hebreo usa las palabras DHS 2320 y DHS 3677 para luna nueva. Green interpreta DHS 3677 para referirse a la luna llena, porque él toma esta interpretación del Judaísmo en su aplicación a los Días Santos, que coloca en Trompetas y no en el 1er de Nisan donde realmente debería ser. La Soncino traduce el texto como: Tocad el cuerno en la luna nueva, en la luna llena de nuestro día de fiesta.

Incluso la puntuación es dispuesta en la traducción, para hacer de la luna llena el día de fiesta solemne, de modo que aparten la atención del 1er de Nisan como el día de fiesta solemne.

Algunos hasta tratan de atribuir la esencia al séptimo mes o Tishri, porque la KJV (Biblia del Rey Jaime), muestra claramente que la luna llena no es mencionada aquí en el texto, sino sólo la luna nueva; por lo tanto, asumen que Tishri tiene que ser, porque los judíos no guardan el 1er de Nisan como Año Nuevo ni como fiesta solemne. Por lo tanto, este razonamiento es circular.

La Soncino declara el intento vano de los comentaristas de aplicar el texto a Tishri. Sus comentarios muestran la extensión hasta dónde llegarán para justificar sus tradiciones.

4. cuerno. Shofar en hebreo, cuerno de carnero. En la luna nueva. Esto no puede referirse al soplo en cada luna nueva (Núm. x.10) porque en esa ocasión se tocaban trompetas de plata, y no el shofar. El primer día del séptimo mes, sin embargo, fue marcado al tocar (el shofar) (Núm. xxix.1), y se observó como conmemoración proclamada con el sonar (del shofar) (Lev. xxiii.24). Sin embargo, Ibn Ezra mantiene que esto puede referirse también a cada luna nueva, ya que en aquella ocasión, el shofar también se tocaba. El uso de la palabra hodesh, como referencia al Año Nuevo, es una alusión a la palabra hadesh (que significa nuevo o renovación) de la misma raíz, y sugiere que el Año Nuevo es el mismo tiempo para la renovación de los actos de cada uno (Midrash Shocher Tov). en la luna llena. Literal, poniendo un velo sobre [la luna]; por lo tanto, Hirsch. Mientras todos los otros días santos se llevan a cabo más tarde en el mes, en la luna llena, sólo el Año Nuevo ocurre a principios del mes, cuando la luna todavía está 'cubierta' (R. H. 8a). La mayoría de los comentaristas lo traducen ‘en el tiempo designado’ (ref. Prov. vii). día de fiesta. Chag en hebreo, un festival de peregrinación a Jerusalén, que eran tres: Pascua, Pentecostés y Tabernáculos (Deut. xvi.16). La palabra chag se usa por lo general relacionada a la fiesta de tabernáculos, que en efecto ocurre en el mismo mes que el Año Nuevo. Meiri pone tocad el Shofar en la luna nueva, en el tiempo designado del mes en el que nuestro día de fiesta se lleva a cabo.
5. éste... Dios de Jacob. El cuerno se toca por mandato del Dios de Jacob, que había redimido a Sus descendientes de Egipto.
6. éste. Podría referirse al establecimiento del Año Nuevo, la luna nueva o al tocar del cuerno (ver Hirsch).

El primero, y principal, argumento del Salmo es que relaciona este festival al tiempo en que Dios redimió a Israel de Egipto y lo probó en las aguas de Meriba, como lo vemos en el versículo 7. Esto sucedió en el mes de Abib o Nisan, cuando Israel fue sacado de Egipto y probado en Meriba. Así, la Luna Nueva que hablamos es la del primer mes (Nisan o Abib) y no la del séptimo mes (Tishri).

Vemos de los comentarios que otra serie de factores se toman en consideración. El término traducido luna llena aquí se admite que significa literalmente poner un velo sobre la luna. Así, esto no puede significar luna llena. Hirsch reconoce que es así. La palabra implicada es DHS 3677 Keseh, la cual Strong considera que significa llenura o luna llena, es decir su festival en el tiempo indicado, pero él saca esto del uso rabínico y dice que aparentemente se deriva de DHS 3680, que dice significa rellenar, es decir llenar huecosy, de ahí, vestir o cubrir, ocultar, huir, esconder o colmar.

El Nuevo Lexicón hebreo Brown-Driver-Briggs-Gesenius dice que significa luna llena pero su origen es dudoso. Es una palabra prestada, como Kuseu, que significa tocado ogorra y también la luna llena como una diadema del dios luna... como un día de fiesta.

Sin embargo, esta palabra no la entendió así Hirsch y, lo que es más importante, no se entendió de esa manera tampoco en el antiguo Israel, como lo vemos en el LXX. Cuando los setenta tradujeron el Septuagésimo (o la Septuaginta) en Alejandría, dieron este significado al versículo:

Salmo 80[81]:3-5 Tocad la trompeta en la nueva luna, en el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne, porque ésta es una ordenanza para Israel y un estatuto del Dios de Jacob. Él la hizo para que sea un testimonio en José, cuando él salió fuera de la tierra de Egipto... (Brenton, Hendrickson, impreso 1992).

No hay duda alguna que al momento de la traducción del LXX, se entendió que este texto se refería a la Luna Nueva, y sólo a la del mes de Abib o Nisan, en el Éxodo fuera de Egipto de los hijos de Israel. Éste fue el día de fiesta solemne del Año Nuevo de los hijos de Israel. Por lo tanto, existe un estatuto para siempre sobre la fiesta solemne del 1erde Nisan. No puede interpretarse refiriéndose a Tishri. Se trataba indudablemente de la Luna Nueva de Nisan, pero su importancia tuvo que ser tergiversada.

También debería ser notado (como dicho anteriormente) que chag se refiere a todas las fiestas y no sólo a Tabernáculos y, por consiguiente, a Tishri. Las fiestas de Chagigah eran las tres fiestas de peregrino de la Pascua / Panes sin Levadura, la Fiesta de las Semanas o Pentecostés, y la Fiesta de las Tiendas o Tabernáculos. Los samaritanos guardaban estas tres fiestas e iban de peregrinación al Monte Gerizzim para el período del 14º y 15º del Primer Mes. En la actualidad lo siguen haciendo.

El LXX contradice algunas premisas del Judaísmo rabínico posterior y, por eso, fue negado o rechazado desde Jamnia en el segundo siglo, junto con Nisan, por el Judaísmo rabínico para justificar sus tradiciones. Las palabras en este texto, que se refieren a la Luna Nueva, refuerzan el concepto que es lo ocultador de la Luna Nueva de Nisan que es el inicio actual del año. Este ocultar es la oscuridad total de la luna y asegura que las tradiciones no pueden desplazar las fiestas o los meses, si esa es la única base de cálculo. Esta observación de la Nueva Luna de Abib o Nisan como el principio del año, como ordenanza de Dios, fue entendida en todo Israel hasta el tiempo de la destrucción del Templo en el 70 d. C.

El movimiento de la luna en sus fases es registrado detalladamente para una parte del ciclo (4Q317 Frag. 1 Col. 2 + Frag. 2 Col. 2). En ese entonces, las fases se entendieron así diariamente y su observación no era la función crítica que el Judaísmo rabínico posterior afirmó falsamente que era.

El historiador Galeno registra que el Judaísmo consideró que un mes de 30 días era seguido por un mes de 29 días, y asignaron 59 días por cada dos meses.

El festival de la Luna Nueva se encuentra en el Rollo del Templo (11Q19-20). En la columna 14, vemos que los sacrificios para el primer día del mes, que es la Luna Nueva, están puestos en una lista, como lo están las instrucciones especiales para el Año Nuevo del primer día del Primer Mes. Así, los Rollos del Mar Muerto identifican por completo y muy claramente a la Luna Nueva del Primer Mes (Nisan) como el Año Nuevo y como un día de asamblea solemne y de sacrificio. Estas ordenanzas son seguidas por los requisitos para la purificación de siete días de la ordenación anual del sacerdocio.

Así, la santificación del sacerdocio se llevó a cabo como una nueva ordenación anual con siete días de duración, probablemente a partir del día después de la Luna Nueva de Nisan, como el principio del sistema y del proceso religioso, llevando hasta la santificación de los simples y los erróneos, en el 7 de Nisan (Ezequiel 45:20). La alternativa es que en el 7 de Nisan comenzó el proceso que terminó el 14 de Nisan, pero esto es improbable. Todo este concepto se ha perdido en el Judaísmo rabínico por su adhesión al sistema babilónico de Tishri como el Año Nuevo, en vez de obedecer a Dios y guardar Nisan como el principio de los meses. Las exigencias para la santificación se examinaron y detallaron en el artículo Santificación del Templo de Dios [241].

El Rollo del Templo (Col. 14) dice del Año Nuevo de Nisan: Durante el primer día del [primer] mes [cae el principio de los meses; para ustedes es el principio de los meses] del año. [No deben de realizar] ningún trabajo, [ofrecerán un macho cabrio como un ofrecimiento por los pecados,] que debe ser ofrecido por separado de los otros sacrificios como expiación [suya. Además, deben sacrificar un toro joven,] un carnero, y [siete sin mancha] corderos de un año[...] sin in[cluir el] holo[causto normal del primer día del mes; junto con un ofrecimiento de grano de tres décimos de un efa de harina selecta mezclada con aceite,] medio hin [para un toro; y vi]no como ofrecimiento de bebida, [medio hin de olor agradable al Señor; y dos-] décimos de un efa de harina selecta como ofrecimiento de grano, mezclado [con aceite, un tercio de un hin; y vino como ofrecimiento de bebida.

[Deben ofrecer] un ter[cio] de hin para [un] carnero, [un ofrecimiento por fuego, un olor agradable al Señor; y un décimo de un efa de harina selecta] como un [ofrecimiento de] gra[no, mezclado con aceite, un cuarto de hin; y vino para un ofrecimiento de bebida...] (Wise, Abegg y Cook, The Dead Sea Scrolls: A New Translation (Los Rollos del Mar Muerto: Una Nueva Traducción), Hodder y Stoughton, 1996, p. 460-461)

Los autores del trabajo del cual el texto arriba es citado, hicieron la observación de que este texto no estaba en la Biblia. Ezequiel 45:18 muestra la intención, y quizás se refiere a la secuencia donde el toro es el primer elemento. Los arreglos especiales para el sacrificio no fueron nombrados. Sin embargo, la ordenanza del Año Nuevo del 1er de Nisan, como el principio de los meses, fue ordenada por Dios como un estatuto, y la comprensión del día como un día de fiesta solemne es conservada en los Salmos y fue guardada hasta el primer siglo de la era actual. En otras palabras, se entendió que era una ordenanza o estatuto válido durante todo el período del Templo.

Sólo en el Judaísmo rabínico del período post-Templo encontramos que Tishri viene a ser el Año Nuevo. El calendario está entonces basado sobre Tishri desde un molad (nacimiento de la luna nueva) pospuesto, en vez de estar basado sobre un molad verdadero en la conjunción en Nisan, como la fiesta solemne correcta del Año Nuevo, como lo vemos en el Salmo 81.

¿Existe alguna evidencia para la opinión de que Judá y el Judaísmo cambiaron la intención y el método para determinar el calendario y el Año Nuevo?. La respuesta es que las pruebas son claras e indiscutibles. Son de hecho apabullantes. Aquí, hay algunas citas de estudiosos eminentes en la materia.

Samaritan Origins and the Qumran Texts (Orígenes Samaritanos y los Textos Qumran) de Ferdinand Dexinger. Methods of Investigation of the Dead Sea Scrolls and the Khirbet Qumran Site (Métodos de Investigación de los Rollos del Mar Muerto y el Lugar del Khirbet Qumran). Anales de la Academia de Ciencias de Nueva York, Volumen 722, 1994 (ISBN 0-89766-794-8). En el contexto de nuestras consideraciones metodológicas en lo que concierne a la relación entre la Samaritanología y Qumranología, debemos recurrir al calendario de festivales. ¿Es posible encontrar en la tradición litúrgica samaritana existente pistas de la fecha de la separación de las tradiciones litúrgicas samaritanas de las tradiciones litúrgicas judías? ¿Y de qué manera puede el material Qumran ser provechoso en este campo de la investigación? (Ibíd., Capítulo: la Fiesta del Séptimo Mes, p. 239)

El punto de partida de nuestras deliberaciones es el hecho patente que el calendario samaritano comparado al judío tiene sus ventajas y sus desventajas. Sin asombro, observamos el hecho que los judíos y los samaritanos comparten las fiestas Pesah, Shavuot y Sukkot, todas mencionadas en el Pentateuco. Una cierta diferencia existe en lo que concierne la fiesta Mazzot, que es celebrada por los samaritanos como una fiesta diferente a Pesah. No seguiré con este tema, pero tocaré otra fiesta bíblica, a saber la "Fiesta del Séptimo Mes", como se menciona en Levitico 23:24 y se celebra en el calendario judío como Rosh ah-Shanah.

La "Fiesta del 7º Mes" puede verse como otro ejemplo de una antigua, es decir, tradición del Segundo Templo dentro del Samaritanismo.

Ambos textos litúrgicos, el judío como el samaritano, asocian, aunque con palabras totalmente diferentes, varias ideas religiosas basadas en textos bíblicos con la Fiesta del Séptimo Mes. A algunas de éstas se les da importancia primordial... mientras que a las otras obviamente se les considera de menor importancia. El papel del Shofar puede según mi opinión ser de ayuda para ganar un poco de perspectiva en el desarrollo histórico de esta fiesta. Nuevamente, el material Qumran será útil para este fin.

El Tocar el Shofar es parte esencial de la liturgia judía del Rosh ah-Shanah, pero no se menciona en Levítico 23:24. La prueba bíblica del Shofar, como instrumento del Teruca, sólo se puede obtener refiriendo a otro pasaje bíblico, a saber Levítico 25:9. En cuanto a tocar el Shofar como mandato en esta fiesta, el Amidah cita los tres versículos existentes en el Pentateuco que mencionan el Shofar como parte de la historia de Sinaí. A pesar que estos textos tocan el tema del Decálogo, el Decálogo en sí no se recita en el Rosh ah-Shanah Musaph judío, mientras que se hace en el Shaharit samaritano. Esto nos recuerda lo que fue dicho antes con relación al Decálogo. El Números 10:10, como el versículo final del Pentateuco, está contenido como texto bíblico en la liturgia samaritana de este día. Sin embargo, este versículo no habla del Shofar, pero sí del Hswsrt. Éste nos recuerda que no se menciona el Shofar en mRH 3,3-4. Heinemann concluyó, por lo tanto, que el Mishnah aquí describe una práctica que se remonta a los tiempos del Segundo Templo. Esta parte del Amidah que usa Números 10:10, por lo tanto, era parte de la Liturgia judía del Templo.

El Shaharit samaritano no contiene ninguno de los versículos del Shofar, mientras que el Hswsrt es mencionado varias veces. El "Shofar" no está relacionado con la Fiesta samaritana del 7º Mes.

Comparando este material con el Rollo del Templo (11QTemp 25,3) mencionando la Fiesta del 7º Mes y también basado en el Levítico, observamos que el Shofar tampoco se menciona, aunque debemos reconocer que el texto de la Columna 25 es muy fragmentario.

Si no se asume que los samaritanos comenzaron la celebración de su Fiesta del 7o Mes en alguna fecha desconocida, se tiene que buscar algún punto de partida cronológico razonable.

Teniendo en cuenta que los samaritanos no aceptan el uso de los nombres judíos del mes, pero en cambio sí usan los números ordinales, parece plausible la asunción de que los proto-samaritanos no siguieron el calendario judío a partir del tiempo en que los nombres babilónicos para los meses finalmente fueron introducidos junto al Calendario de Otoño. Un apoyo adicional a esta fecha es el hecho que los samaritanos no celebran las Fiestas judías de Purim y Hanukkah introducidas en el período Macabeo. Esto es otra vez un paralelo al Calendario / festivales Qumran. Por lo tanto, llego a la conclusión que comenzando con el período Macabeo, los proto-samaritanos dejaron de desarrollar sus tradiciones religiosas y litúrgicas dentro de la herencia bíblica común de los judíos (Ibíd., p. 240).

Lo que Frank Moore Cross dijo sobre el texto del Pentateuco samaritano puede ser aplicado a la religión samaritana en general. "El tipo / texto samaritano es, entonces, un ejemplo tardío y completo de la tradición palestina común, en uso tanto en Jerusalén como en Samaria." Entonces, es la herencia judía común que forma antecedentes similares tanto de los del Qumran como de los samaritanos. Y es el material de Qumran lo que nos permite alcanzar una opinión educada nueva de los orígenes samaritanos. (Ibíd., Capítulo: Conclusión, p. 244)

MICHAEL WISE (Univ. de Chicago): Tengo una pregunta para usted en cuanto al concepto de la herencia judía común. Pienso expresamente aquí en los textos de Qumran sobre el calendario. Como usted sabe, hay un grupo de ellos que establecen una concordancia entre un calendario lunisolar (una forma o versión de ello, o así parece) y el calendario de 364 días conocido por nosotros. Lo que es interesante para mí referente a esta concordancia consiste en que la versión lunisolar calcula para el día durante el cual termina el mes. Este hecho me parece implica que la luna nueva se calcula y es el equivalente a la luna nueva astronómica moderna, en vez de ser una luna nueva determinada por observación. En otras palabras, es cuando ocurre la conjunción entre el sol y la luna, en vez de cuando la primera parte de la luna es visible, que la nueva luna es designada.

Veo lo mismo en el calendario lunisolar samaritano. O sea, una luna nueva calculada: no basada en observación, sino una luna nueva astronómica. En su opinión, ¿representa entonces éste uno de los elementos de la herencia judía, regresando al Período del Segundo Templo? (Ibíd., Capítulo: Discusión del Artículo).

¿Representa, entonces, el calendario judío un cambio del original, que parece ser parecido al samaritano, excepto por la regla de la Luna Nueva post 25 de marzo?

Ferdinand Dexinger (Univ. de Viena, Austria): No soy un experto en la investigación sobre el calendario, porque tiene que ver con matemáticas, pero en lo referente a estudios samaritanos, Sylvia Powels escribió sobre el calendario samaritano. Regresando a su pregunta, pienso que esto tiene algo que ver con la herencia común. Los expertos como usted y otros deberían tratar de lograr una comparación exacta. El calendario tiene suma importancia para la vida de una comunidad. A pesar de todos los cambios medievales, el cálculo del calendario se mantuvo conservador. Mi respuesta es sí. (loc. cit.)

1 Crónicas 24:1-18 describe cómo el orden de las asignaciones sacerdotales una vez estaba determinado por suerte. Como es presentado en Crónicas, el orden comenzó con Joiarib y se terminó con Maazías. Los mishmarot de Qumran usan los mismos nombres para las asignaciones – por lo visto indicando que su sistema post fecha a 1 Crónicas 24 – pero en orden diferente. En vez de comenzar con Joiarib, los textos de Qumran comienzan con Gamul. Probablemente la razón de este cambio es que la lista dada en 1 Crónicas comenzó su rotación en otoño. Joiarib regresó al servicio a principios del séptimo mes, Tishri. En contraste, los textos del calendario de Qumran asumen un Año Nuevo de equinoccio vernal, comenzando el año en Nisan. El principio diferente se deriva de una interpretación de la narrativa de la Creación. La creación ocurrió en primavera. Un orden eterno, basado en la creación, por lo tanto también debe comenzar en ese tiempo. Un Año Nuevo vernal quiere decir que la rotación sacerdotal comenzaría con Gamul.

Existen indicaciones que el calendario de Qumran al principio comprendió un ciclo completo de seis años. El tiempo de la llegada de cada asignación fue anotado, como lo eran las "Lunas Nuevas "7 y los festivales principales del calendario religioso...

7 El texto habla de sdvdv dh porque en el sistema de Qumran, la Luna Nueva astronómica sólo de vez en cuando caía a principios del mes. (Michael O Wise, An Annalistic Calendar from Qumran (Calendario Analítico de Qumran) NYAS722, Capítulo: Discusión, p. 395)

No existe base bíblica alguna para las acciones del Judaísmo rabínico. Dios es claro en Sus instrucciones. El mes de Abib o Nisan será el principio de los meses para ustedes. El primer día del año sagrado es una fiesta solemne y así fue entendido desde el tiempo de los reyes y durante siglos hasta la destrucción del Templo. El 1er de Nisan es el verdadero Año Nuevo de Dios y es una fiesta solemne como primer día del Primer Mes. Esto nos trae al siguiente punto.

La determinación del Año Nuevo
La determinación del Año Nuevo en el 1er de Nisan está entrelazada con la Pascua. La regla antigua para la determinación de Nisan era una fórmula simple, a partir de la cual se determinaba todo el año.

La fórmula se encuentra en Schurer (The History of the Jewish People in the Age of Jesus Christ (La Historia del Pueblo Judío en la Era de Jesucristo), volumen I, Apéndice del Calendario, pps 590, 593). Él dice simplemente que la fiesta de la Pascua, que comenzaba en el 14 de Nisan (Ibíd.) debe caer siempre después del equinoccio vernal, cuando el sol estaba en el signo de Aries (p. 593). Schurer señala los comentarios de Anatolio, conservados en Eusebio, que sostiene que esto es el punto de vista unánime de todas las autoridades judías.

Así, el método es simple. El Año Nuevo era la Luna Nueva más cercana al equinoccio que aseguró que la luna llena caía después del equinoccio, mientras que el sol estaba en el signo de Aries. La simplicidad de esto es obvia. No hubo ningún problema serio en la determinación de la Luna Nueva. El único problema que la gente tenía era el determinar el equinoccio. Era simple dentro del conocimiento de los judíos en que el año solar y el equinoccio siempre se calculaban por los egipcios, y los judíos tenían ese conocimiento. Es demasiado hasta para el más crédulo aceptar que ellos eran dependientes del sistema occidental, que en las fechas julianas era identificado con el 21 de marzo desde Alejandría, aunque Roma tuviera el equinoccio tan pronto como el 18 de marzo (juliano) (ver Nicene and Post Nicene Fathers; second series (Padres Nicenos y post Nicenos; Segunda serie), Volumen XIV, p. 55 y sigs., para detalles del conflicto). En el sistema gregoriano, puede caer en el 21-23 de marzo.

Así, la fecha más temprana para el Año Nuevo era 14 días antes del 21 de marzo (juliano) – a saber el 8 de marzo. Ésta era la fecha más temprana para el 1er de Nisan. La fecha más tarde es determinada por el 15 de Nisan y el sol en Aries. El sol deja Aries el 19 de abril. Así, el día 19/20 de abril es el último día en que puede comenzar la Pascua. Asumiendo que esto puede referirse al 14 de Nisan, entonces, el último día para la Pascua en cualquier de los calendarios es el 20 de abril. Así, el 15 de Nisan no puede ser más allá del 20/21 de abril.

Así, según las antiguas reglas de los hebreos, el 1er de Nisan o el principio del año sagrado no era antes del 8 de marzo y no más tarde del día hebreo en abril 5/6 (juliano) o abril 8/9 (gregoriano) en el caso de un mes de treinta días cayendo con el equinoccio en el 23 de marzo. Es imposible, por lo tanto, que la Pascua sea antes que el equinoccio vernal y después del 20/21 de abril.

La Gavilla Mecida del domingo no puede caer antes que el 23 de marzo (22 de marzo juliano) y no puede caer más tarde que el 20/21 de abril. Así, la última fecha es el 25 de abril (juliano) o 26/27 de abril (gregoriano) para la Gavilla Mecida, si la Pascua cae en el 20/21 de abril.

Éste ahora nos trae a la diferenciación entre el calendario samaritano y el calendario saduceano observado en el período del Templo. Los samaritanos y saduceos guardaron exactamente el mismo método para determinar los meses por el cálculo de las fases de la luna nueva astronómica. Sin embargo, tenían una diferencia importante en la cual los registros samaritanos parecen mostrar que el método para determinar el Año Nuevo era según la luna nueva subsiguiente al equinoccio y no anterior al mismo. Esto significa que, por mucho tiempo, el calendario samaritano estuvo un mes detrás que el Calendario judío en el período del Templo a partir de por lo menos el siglo II a. C. Así, los samaritanos a menudo guardaban sus fiestas en el octavo mes del Calendario del Templo. Además, tuvieron otro error antiguo que parece confirmar el punto de Dexinger de que, de alguna manera, congelaron su calendario en algún momento hasta por lo menos el período Macabeo. Ahora somos capaces de determinar, con cierto grado de certidumbre, que ellos quedaron realmente inmovilizado en el tiempo en un período anterior al principio del siglo II a. C.

Podemos hacer esto de la siguiente forma. En los artículos Jeroboam y el Calendario de Hillel [191] y Las Discusiones Cuartodécimanas [277], vimos que los samaritanos determinaron su Año Nuevo a partir del equinoccio del 25 de marzo. Esta fecha fue fijada como el equinoccio en el Calendario Juliano en el último siglo antes de la era corriente, pero realmente reflejó una práctica mucho más antigua. En el texto del artículo (No 277), señalamos los siguientes puntos, que son importantes para este argumento.

"La Luna Nueva y el Festival"
La Luna Nueva era el aspecto más importante al momento de determinar los meses, y la Luna Nueva de Nisan determinó el año, no Tishri como lo observa el Judaísmo desde el tercer siglo de la era actual. El Rosh HaShanah, bajo su sistema actual de determinación, no puede considerarse como una celebración bíblica correcta o del período del Templo o como una celebración Judía Cristiana correcta.

Philo de Alejandría [tr. por F H Colson (Harvard University Press, Biblioteca Clásica de Loeb, Cambridge, MA, 1937); Las Leyes Especiales, II, XI, 41] dicen: "La tercera [fiesta] es la luna nueva que sigue la conjunción de la luna con el sol". Y en el II, XXVI, 140: "Ésta es la Luna Nueva, o el principio del mes lunar, a saber el período entre una conjunción y la siguiente, la duración de ella ha sido exactamente calculada en las escuelas astronómicas". Debería notarse que la edición de Hendrickson Publishers (de 1993) de la traducción de 1854 de C. D. Jonge no tiene la misma información que la traducción de Colson brinda. Todo indica que las conjunciones fueron determinantes para la decisión del primer del mes.

Tanto los samaritanos como los saduceos determinaban el calendario según la conjunción. El festival fue determinado según la conjunción por todos los sistemas durante el período del Templo, excepto por los esenios que tenían un calendario fijo y el 14 de Abib caía en martes cada año, intercalándose con un ciclo fijo. Los samaritanos hasta el día de hoy todavía determinan basándose en la conjunción (ref. el artículo El Calendario de Dios [156]).

Los samaritanos introdujeron un error en su calendario, el cual determinó que el Primer Mes ocurría con la Luna Nueva, que siempre debe caer en o después del equinoccio, que ellos determinaron como que caería el 25 de marzo. Los cálculos (1988-2163 d. C.) como observado por el sacerdote Eleazar ben Tsedeka, están incluidos en el libro de oraciones para la Pascua y el Mazzot, Knws tplwt hg hpsh whg hmswt (Holon, 1964), pp. 332-336 (ref. Samaritan Rituals and Customs (Rituales y Costumbres Samaritanas),de Reinhard Pummer, p. 681-682, n. 201 en Alan D. Crown Ed. Los Samaritanos, 1989, J. C. B. Mohr (Paul Siebeck) Tubingen). Este hecho también indica que estamos frente a una fuente común antigua, que está basada en un calendario en uso cuando el equinoccio era el 25 de marzo. Esta fecha precedió por mucho tiempo la época de Cristo y fue estandarizada en el calendario de Julio César (ref. David Ewing Duncan, The Calendar (El Calendario), 4º Estate Londres, 1998, p. 81).

Esto indica la probable fuente del error. El tiempo antiguo para determinar la conjunción según el 25 de marzo realmente es sacado a partir del período del Segundo Templo. Esto también indica que miramos probablemente una combinación de errores, uno de los cuales puede haberse originado con el calendario bajo Jeroboam (ref. Jeroboam y el Calendario de Hillel [191]).

Arreglando la Desviación Samaritana
Primero trataremos con la fecha fija del equinoccio. Un equinoccio fijo es una aberración del tiempo.

Los equinoccios progresan o de hecho retroceden con el tiempo y así los Años Nuevos luni solares se van moviendo progresivamente hacia atrás. Se entiende de este hecho que si determinamos las fechas del equinoccio, podemos fijar los puntos más cercanos y más lejanos en el tiempo en los cuales el Calendario Samaritano pudo haber ocurrido, como nosotros lo conocemos. David entró en Jerusalén en el 1005 a. C. y el equinoccio fue el 30 de marzo en ese momento. Así, el Año Nuevo bajo el viejo Tabernáculo nunca ocurrió antes que el 17 de marzo de cualquier año.

Al momento del Primer Templo y de la división de Israel y Judá, el equinoccio fue el 29 de marzo y la fecha más temprana para el Año Nuevo fue el 16 de marzo.
Cuando Israel entró en cautiverio en el 722 a. C., el equinoccio fue el 28 de marzo y la fecha más temprana para el Año Nuevo fue el 15 de marzo.
Cuando Judá entró en cautiverio babilónico y el Templo fue destruido, el equinoccio fue el 27 de marzo. La fecha más temprana para el Año Nuevo fue el 14 de marzo.

Es también a partir de este hecho fuera de duda, que el Calendario Samaritano, como lo conocemos, fue fijado algún tiempo después de la caída del Primer Templo y nunca estuvo en práctica en Israel durante este tiempo. Esto no significa, sin embargo, que la regla para determinar la Luna Nueva después del equinoccio no estaba en práctica y que esta regla era la regla que estaba en efecto en el Calendario de Jeroboam. Se considera que realmente estamos observando dos desviaciones del Calendario Samaritano. La primera desviación fue la de la colocación del Año Nuevo subsiguiente al equinoccio, que significó que el Año Nuevo de Jeroboam fue siempre subsiguiente al 28 de marzo durante el período entero del reino israelita.

Entonces podemos proceder a aislar el tiempo más temprano posible en que el Calendario Samaritano podría haber sido puesto en vigencia. Cuando se completó el Segundo Templo y el templo en Elefantina fue destruido hasta el 410 a. C., el equinoccio fue el 26 de marzo y se quedó allí hasta la restauración bajo Esdras y Nehemías. El 25 de marzo no entró en funcionamiento hasta el final de la vida de Esdras y el arreglo del canon del Antiguo Testamento, en el 321 a. C..

Podemos deducir así que el arreglo del Calendario Samaritano ocurrió algún tiempo después de la muerte de Esdras (ca. 321). Puede haber sucedido alrededor de los acontecimientos mencionados en las desviaciones entre los macedonios y los babilonios ca. 229 a. C., como observa Frazer, en lo que examinaremos abajo.

El celebrar la fiesta en el Octavo Mes, que estaba condenado por la Biblia, habría ocurrido de la práctica de hacer que siempre la Luna Nueva sea en o después del equinoccio. Parece que este aspecto no fue cambiado en el caso de los samaritanos, desde la caída de Israel. Por esta razón, ellos cayeron bajo una maldición y todavía son los únicos restantes de Israel no bendecidos con la promesa de los derechos de nacimiento de José. Los cálculos samaritanos fueron guardados en secreto, quizás exactamente por esta razón. Sin embargo, ellos y los saduceos siempre determinaban el calendario basándose en la conjunción, que era la práctica original durante todo el período del Templo.

Determinando la desviación de los dos sistemas
Podremos determinar un punto en cual el Calendario Babilónico y de ahí el calendario antiguo basado en el viejo equinoccio, fue arreglado por una línea de “tiro” en algunas de las investigaciones hechas por dos eruditos eminentes del siglo pasado. Estos dos eruditos fueron James Frazer, autor de Golden Bough (la Rama de Oro) y su amigo, el experto en Estudios Semíticos, W. Robertson Smith.

En la Rama de Oro (Parte V, Vol. 1 (es decir Volumen 7) en p. 259), Frazer hace una observación relacionada a los meses del año en los días de Beroso, el caldeo. Él hace la observación que ya que Beroso dedicó su historia a Antioco Soter, él debe haber usado el calendario macedonio y que en su día, el mes macedonio Lous parece haber correspondido al mes babilónico de Tammuz. Él entonces cita los motivos en su nota 1 al pie de página (abajo) en la página. Parece que ni él ni Robertson Smith habían entendido la tremenda importancia de la observación que ellos habían hecho. Él dice en su nota 1 al pie de página:

La probable correspondencia del mes que suministra una confirmación tan aceptada de la conjetura en el texto, me fue indicada por mi amigo W. Robertson Smith, que me proporcionó la siguiente nota: "En el calendario sirio-macedonio, Lous representa Ab, y no Tammuz. ¿Era diferente en Babilonia? Pienso que lo era y que era un mes diferente, al menos en los tempranos tiempos de la monarquía griega en Asia. Ya que sabemos de una observación babilónica en el Almagest (Ideler, I, 396) que en el 229 B. C., Xanthicus comenzó el 26 de febrero. Esto era por lo tanto el mes antes de la luna equinoccial, no Nisan, sino Adar, y, por consiguiente, Lous correspondía al mes Lunar Tammuz".

Las citas generan una pregunta muy importante. Establece más allá de duda que en el 229 a. C.,  el Calendario macedonio estaba un mes adelantado que el Calendario babilónico. La fecha del 26 de febrero es suministrada por Robertson Smith.

Hay, sin embargo, otra respuesta. Aquella materia es la razón de la diferencia en 229 a. C.. La razón más probable es que Xanthicus fue determinado de los nuevos cálculos del equinoccio, que ocurría ya no el 25 de marzo, como había sido el caso en Babilonia y en el este por los aproximadamente cientos treinta años anteriores y, por consiguiente, según lo entendemos, con los samaritanos también. Lo que posiblemente tenemos a la vista aquí es la fuente de la desviación entre el calendario samaritano y el calendario hebreo antiguo, y el calendario mientras se ajustó al movimiento del equinoccio a un punto en el tiempo antes que el 25 de marzo, más cercano al 22/23 de marzo. De ahí, si este fuera el caso, la interpretación de cuando comenzó el mes babilónico, sería incorrecta. Robertson Smith puede haber encontrado realmente el año en el cual los macedonios habrían ajustado su calendario pero los babilonios no habían seguido el pleito.

Así, el año babilónico realmente estaba un mes tarde y Xanthicus fue comenzado no el 26 de febrero, como Robertson Smith había pensado, sino casi un mes después, en o antes del 25 de marzo. Podría asumirse entonces que los babilonios habían comenzado sus meses, como lo hacen los samaritanos hasta este día, en la Luna Nueva después del equinoccio y así puesto ellos mismos un mes más tarde que el Nisan verdadero. Los samaritanos están entonces equivocados por lo menos sesenta por ciento del tiempo en su Primer Mes, siendo posterior al Nisan verdadero, como se celebraba en el Período tardío del Templo, según lo registra Josefo. El Judaísmo moderno está equivocado la mayor parte del tiempo debido al sistema de Hillel (y rabínico posterior), y así la iglesia en el desierto ha sido la única que realmente guarda las fiestas correctas con el tiempo.

Este conflicto observado habría sido ocasionado aparentemente por el cambio del equinoccio y, conforme a las reglas, el Primer Mes habría sido movido hacia atrás. Los cálculos de Robertson Smith necesitan mayor investigación.

La importancia de esta observación radica en que en el año 229 a. C. , era evidente un gran conflicto en lo que se refiere a la observación del calendario y el Primer Mes del año, probablemente después de los cambios del equinoccio. El conflicto demostraría una fecha más tarde posible de la desviación. Sabemos por los registros, como Dexinger nota arriba, que hacia el principio del período Macabeo en la parte inicial del siglo II a. C. , la desviación es terminante. Los samaritanos permanecieron con el equinoccio con fecha 25 de marzo, que todavía observan. Su registro de resistencia al cambio indica que ellos se habían adherido también a las determinaciones establecidas en Israel, probablemente a partir del tiempo de Jeroboam. El argumento ha sido examinado y propuesto por algunos expertos, pero fue rechazado por Sylvia Powels-Niami. Sin embargo, queda fuera de toda duda que su calendario es una estructura post-restauración y es posterior al canon del Antiguo Testamento.

Las conclusiones de Robertson Smith en cuanto al 26 de febrero podrían provenir del error que el calendario en uso en Babilonia había sido constante cuando, de hecho, tuvo que cambiar con el equinoccio. Él y Frazer no se dieron cuenta del significado completo de lo que examinaban aunque, o quizás porque, Frazer realmente estaba estudiando el asesinato del rey impostor en Lous, que él compara con Tammuz mismo, requiriendo por eso la asociación.

La fecha para el principio del año en el 229 a. C. presentó un problema claro y difícil para los samaritanos. El equinoccio había venido adelantándose con el tiempo y no caía más en el punto de demarcación del 25 de marzo, donde los persas y sus estados dominados lo habían observado por hace cien años. Esto incluía a los samaritanos. Esta diferencia no estuvo relacionada con el problema del Año Nuevo post-equinoccio, que probablemente estuvo relacionado con el problema anterior de Jeroboam. ¿Qué pasó realmente en el 229 a. C.? ¿Por qué podría haber sido importante? Robertson Smith piensa que los macedonios tuvieron el Xanthicus el 26 de febrero de 229. Parece ser basado en la suposición de que los babilonios tuviesen el mismo calendario que siempre habían tenido, pero puede que esto no haya sido así en absoluto. En el 229, la conjunción de la Luna Nueva, que es cuando los griegos también determinaron la luna, no fue el 26 de febrero, sino el 24 de febrero a las 21h58 en Babilonia, y aproximadamente veinte minutos antes en Jerusalén. Así, la Luna Nueva habría sido observada por todas las naciones el 25 de febrero del 229, comenzando a partir de la noche del 24 de febrero.

El equinoccio fue el 24 de marzo a las 17h01 en el 229 a. C. . La puesta del sol fue a las 18h14, hora de Babilonia, y aproximadamente veinte minutos antes a las 17h55 en Jerusalén. Ésta fue la pista principal y la verdadera razón para el cambio. Los samaritanos no habrían aceptado, y aún no aceptan, los cambios al equinoccio. Tienen marcado el 25 de marzo como el equinoccio y siempre lo reclaman así, aún hasta el día de hoy. No comienzan el mes hasta la Luna Nueva después de la fecha establecida del 25 de marzo. La Luna Nueva del 229 a. C. , en marzo, fue el 25 de marzo a la 00h01, apareciendo entonces en la noche del equinoccio, como lo determinaron, y antes del día en sí. Así, los samaritanos realmente transfirieron la Luna Nueva a la siguiente luna nueva del 23 de abril a las 21h42. Por lo tanto, estuvieron en la posición absurda de celebrar el Año Nuevo en la fecha increíblemente tarde del 24 de abril y la Pascua en el 14 y 15 Nisan, tan tarde como el 8 de mayo de 229.

Es probable que ésta sea la verdadera razón de los cambios. Los babilonios comenzaron su año a partir de Tishri, pero todavía se relacionaron a las fechas alrededor del equinoccio. El hecho es que en este año, Xanthicus era un mes antes que Nisanu y el Primer Mes samaritano. Veremos también abajo que existe otra posibilidad. Quizá la tardanza se debió a alguna influencia de la respuesta negativa de cambiar las fechas relacionadas al 25 de marzo. El 25 de marzo permaneció como el equinoccio indicado hasta la formulación del Calendario Juliano y era la determinación en cuanto al festival de Ishtar o las Pascuas Floridas en el este, lo que aparentemente se asoció con el festival de Attis. El 25 de marzo quedó como el Año Nuevo entre los anglosajones, a través de toda su existencia, y en todas las áreas que ocupaban, incluso los EE.UU., hasta mediados de 1700 de la era actual. Podríamos divagar en el asunto de las fechas julianas y gregorianas, pero las determinaciones astronómicas del equinoccio del 25 de marzo todavía muestran este marco de tiempo. Así, todas las premisas del calendario y las determinaciones de W. Robertson Smith deberían ser examinadas más profundamente. Es aparente de los detalles que tenemos que los calendarios samaritanos y babilónicos estaban desfasados por un mes en este año y la colocación del equinoccio y las Lunas Nuevas explican por qué esto era así al compararse con el sistema samaritano. El sistema babilónico simplemente se habría adaptado y se considera que así fue lo que pasó, ya que los meses judíos, griegos y babilonios coincidieron después de esta fecha con Xanthicus, que coincidió con Nisanu y Abib, y hicieron así hasta finales del período del Templo en el 70 d. C.

El sistema de ajustar los meses con el equinoccio era aparentemente un acontecimiento normal durante los siglos pasados hasta este siglo. Los samaritanos, por la razón que sea, permanecieron fijos en el tiempo y a partir de entonces determinaron su Luna Nueva del Primer Mes después del 25 de marzo, como un equinoccio fijo. Efectivamente, esto significó que, mucho tiempo, año tras año, ellos sostuvieron su fiesta en el octavo mes del calendario judío y greco-babilónico en los siglos anteriores. Ahora fueron progresivamente removidos en una inconformidad total virtual. De nuestros estudios anteriores, vemos que ésa era la razón por la que Jeroboam fue castigado (ref. Jeroboam y el Calendario de Hillel [191]). El congelar el equinoccio acrecentó este error.

Si el sistema samaritano no fuera de acuerdo al babilónico y fuera una aberración, entonces en efecto sucedió como descrito y el año 229 estuvo realmente fuera de lugar. Si W. Robertson Smith estaba en lo correcto y la realeza macedonia estuvo un mes adelantada en su calendario del 229, entonces tenemos tres sistemas erróneos en ese año. Sin embargo, es posible que sus cálculos estuvieran basados en las premisas de un Calendario babilónico constante. El Calendario babilónico de ese año bien puede haber estado un mes más atrasado de lo que se pensó y de acuerdo con el samaritano, basado en el movimiento del equinoccio anterior al 25 de marzo y que había sido calculado y reconocido por los griegos pero el sacerdocio babilónico no actuó en conformidad.

Este error se reconoció posteriormente y fue arreglado por los babilonios bajo la influencia macedonia, y también por los judíos bajo la misma influencia. Por la razón que fuera, este conocimiento fue desatendido por los samaritanos, que conservaron su calendario original basado en un equinoccio del 25 de marzo y una Luna Nueva que fue determinada después de esa fecha. Puede ser que la desviación ocurrió a partir de este año 229 a. C. pues los macedonios calcularon correctamente el equinoccio cambiante. Esto no es algo sin importancia para la determinación correcta del calendario antiguo.

La Posibilidad Alterna
Hay otra alternativa en esta corriente de los tres sistemas diferentes si tomamos en consideración a Robertson Smith. Si en efecto el Calendario macedonio fue un mes antes en el 26 de febrero en 229, más de un día más tarde que la conjunción que ellos observaron, entonces presenciamos el encuentro de dos sistemas paganos y el año 229 sería en efecto un año decisivo. Tenemos realmente tres calendarios en uso y los samaritanos están retrasados debido a su Luna Nueva posterior al 25 de marzo. Si Xanthicus ha sido un mes antes hasta el 229 a. C.; si el mes macedonio de Lous ha sido en efecto el mismo mes que Tammuz o Dummuzi; y si los sacrificios son de hecho idénticos, como Frazer supone, entonces, tenemos ante nosotros el calendario pagano de los primeros tiempos. Ese calendario es probablemente él que fue llevado a China. Puede incluso haber afectado hasta a los árabes, en el sistema pagano post-Cristiano, afectando también sus cálculos y visión del Ramadán con relación al mensaje de Muhammad (Mahoma).

Las implicaciones son que este calendario fue sincronizado durante el reinado macedonio en el Asia Menor y posteriormente durante su período de Helenización. Los únicos que no cambiaron en esto fueron los samaritanos, quienes guardaron esta aberración de una Luna Nueva posterior al 25 de marzo, lo que no parece haber sido el caso con los babilonios, a menos que estemos todos totalmente equivocados en cuanto a su calendario original. Las otras desviaciones habrían sido el sistema pagano, que aparentemente también fue adoptado en China e igualmente en algunas tribus del Oriente Medio.

El Calendario samaritano es el único candidato conocido para recibir el honor de ser sucesor del Calendario de Jeroboam, con la Luna Nueva post-equinoccio. Las implicaciones, sin embargo, en uno u otro caso de arriba para los Calendarios macedonios y babilónicos, son impresionantes.

El hecho es que Cristo, los Apóstoles, y la Iglesia de los primeros días no tenían ningún problema con el calendario del período del Templo. Ellos siguieron sus fechas a lo largo del período de la Iglesia inicial, antes y después de la destrucción de Jerusalén. Ignoraron por completo el uso del calendario judío posterior del 358 d. C de Hillel II. Es con amplia ventaja el argumento más fuerte que se consideró ser correcto.

Problemas con Nisan en el Cristianismo
El Concilio de Nicea adoptó una fórmula para la determinación del mes Pascual o Nisan. El sistema romano había estado guardando una secuencia para la determinación, que estaba basada en un sistema de cálculo diferente al del este, y que estaba basado en un ciclo de un ochenta y dos años, en lugar del ciclo de diecinueve años observado en Siria y el este.

Los Cristianos británicos se supone usaron también este sistema (según Krusch, ref. Enciclopedia Católica, art. Pascuas Floridas, Vol. V, p. 229). Los de Gala habían adoptado un ciclo de quinientos treinta y dos años de Victorio (Ibíd.). A los de Alejandría se les encargó el calendario a partir de Nicea, pero Roma no siempre siguió su ciclo largo, lo que también atribuye a los britanos (y probablemente incorrectamente, para evitar ser Cuartodecimanos; Ref. Joseph Schmid, Die Osterfestberechnung auf den britischen Inseln, 1904, ref. Cath. Encyc., Ibíd.; ver el artículo Las Discusiones Cuartodécimanas [277]). Después de Nicea, quedaron fuera de paso con Alejandría con respecto a las Pascuas Floridas en los años 326, 330, 333, 340, 341 y 343. Los romanos también difirieron de los griegos en la observancia de las Pascuas Floridas. Ellos no las celebraban al día siguiente cuando la luna llena caía en sábado. El problema no se resolvió con el este durante algunas décadas. El resultado fue que la variación afectó la simplicidad de la determinación del mes de Nisan y, así, la observancia de la Pascua o la observancia posterior del festival pagano de las Pascuas Floridas.

El cisma Ortodoxo / Católico
Cuando el cisma entre el Este y el Oeste ocurrió, la Iglesia del Este regresó a guardar las fechas según Nisan, como eran determinadas por los judíos. El único problema fue que, entre el Concilio de Nicea y el Concilio de Constantinopla y los concilios posteriores, los judíos habían adoptado otro calendario bajo el Rabino Hillel II en el 358 d. C y que cambió hasta el siglo diez. Así, la Iglesia Ortodoxa, en desventaja también por el uso del calendario juliano que usa todavía para efectos religiosos, celebró en 1997 sus Pascuas Floridas el 27 de abril, mientras que las iglesias occidentales celebraron la suya en marzo, comenzando el último fin de semana de lo que era los Panes sin Levadura, según el verdadero calendario observado durante el período del Segundo Templo. De esta manera, la farsa rabínica del calendario de Hillel se ha entrometido en las Iglesias Ortodoxas del Este. Por eso, más de 100 millones de Cristianos, así como el sistema rabínico que ciegamente siguen, determinan incorrectamente el Año Nuevo.

El Año Nuevo del primer día del Primer Mes (1er de Nisan) es un mandato de Dios y debe ser observado como ordenanza para siempre. Simplemente se determina según la regla dada anteriormente y es una asamblea solemne celebrada del mismo modo como los otros días de fiesta según Levítico 23, con una reunión obligatoria para adoración y celebración.

Continua en Fiestas Judías V: Fiestas que no están en la Tora
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