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lunes, 28 de marzo de 2016

La Biblia XII: Profetas Posteriores I

Jeremías lamentando la destrucción de Jerusalén, (1630) por Rembrandt van Rijn,

El Libro del Profeta Isaías
El Libro de Isaías (en hebreo, ספר ישעיהו‎‎, sɛ.fɛr jə.ʃaʕ.ˈjɑː.hu) es el primero de los Profetas Mayores en la Biblia Hebrea y el primero de los Profetas Mayores en las Biblias cristianas.

El libro es identificado por un sobrescrito como la obra del profeta del siglo VIII a. C. Isaías ben Amoz, pero hay amplia evidencia de que gran parte de este fue compuesto durante la cautividad de Babilonia y después. Bernhard Duhm originó el punto de vista, en consenso a través de la mayor parte del siglo XX, que el libro se compone de tres colecciones separadas de oráculos:

Proto-Isaías (capítulos 1–39), conteniendo las palabras de Isaías;
Deutero-Isaías (capítulos 40–55), el trabajo de un anónimo autor del siglo VI a. C. escrito durante el Exilio; y 
Trito-Isaías (capítulos 56–66), compuesto después del retorno del Exilio.

Mientras que prácticamente nadie hoy en día atribuye todo el libro (ni siquiera la mayor parte) a una persona, la unidad esencial del libro se ha convertido en un foco en la investigación actual. 
Isaías 1–33 promete el juicio y restauración de Judá, Jerusalén y las naciones; y los capítulos 34–66 presumen que el juicio ha sido pronunciado y que la restauración llegará pronto. Por lo tanto, se puede leer como una extensa meditación sobre el destino de Jerusalén durante y después del exilio.

La parte Deutero-isaiana del libro describe cómo Dios va a hacer de Jerusalén el centro de su gobierno en todo el mundo a través de un salvador real (un mesías) que destruirá a su opresor (Babilonia); este mesías es el rey persa Ciro el Grande, que no es más que el agente que trae el reinado de Yahweh. Isaías habla en contra de los líderes corruptos y por los más desfavorecidos; y las raíces de la rectitud en la santidad de Dios antes que en el pacto de Israel. Isaías 44:6 contiene la primera declaración clara de monoteísmo: «Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios». Este modelo del monoteísmo se convirtió en la característica definitoria del judaísmo post-exilio, y la base para el cristianismo y el Islam. Isaías fue una de las obras más populares entre los judíos en la época del Segundo Templo (c. 515 a. C.–70 d. C.). 

En los círculos cristianos se le tuvo en tan alta estima como para ser llamado «el Quinto Evangelio», y su influencia se extiende más allá del cristianismo a la literatura y a la cultura occidental en general, desde el libreto de El Mesías de Haendel a una serie de frases cotidianas como «espadas en rejas de arado» y «voz en el desierto.»

Estructura
El consenso de los expertos que dominó la mayor parte del siglo XX vio tres colecciones separadas de oráculos en el libro de Isaías. Un esquema típico basado en este entendimiento del libro considera su estructura fundamental en términos de la identificación de los personajes históricos que podrían haber sido sus autores:

1–39 – Proto-Isaías, conteniendo las palabras del Isaías original;
40–55 – Deutero-Isaías, la obra de un autor anónimo del Exilio;
56–66 – Trito-Isaías, una antología de unos doce pasajes.

Mientras una parte del consenso todavía se mantiene (prácticamente ningún erudito contemporáneo sostiene que todo el libro, ni siquiera la mayor parte, fue escrito por una persona), esta percepción de Isaías como formado por tres secciones bien diferenciadas sufrió un desafío radical en el último cuarto del siglo XX. El nuevo enfoque considera al libro en términos de sus características literarias y formales, en lugar de los autores, y ve en ella una estructura de dos partes divididas entre los capítulos 33 y 34:

1–33 – Advertencias de juicio y promesas de la posterior restauración de Jerusalén, Judá y las naciones;
34–66 – El juicio ya ha tenido lugar y la restauración se ha acercado.

Resumen
Viendo a Isaías como un libro de dos partes (capítulos 1–33 y 34–66) con un tema general conduce a un resumen de su contenido como el siguiente:

-El libro se abre exponiendo los temas de juicio y posterior restauración de los justos. 
Dios tiene un plan que se realizará en el «Día de Yahweh», cuando Jerusalén se convertirá en el centro de su gobierno en todo el mundo. Ese día todas las naciones del mundo vendrán a Sion (Jerusalén) para instrucción, pero primero la ciudad debe ser castigada y limpiada del mal.
Se invita a Israel a unirse a este plan.

Los capítulos 5–12 explican la importancia del juicio asirio contra Israel: el gobierno justo del rey davídico seguirá después de que el monarca asirio arrogante es derribado. 
Los capítulos 13–27 anuncian la preparación de las naciones para el gobierno mundial de Yahweh; Los capítulos 28–33 anuncian que un salvador real (un mesías) surgirá como consecuencia del castigo de Jerusalén y la destrucción de su opresor.

-El opresor (ahora identificado como Babilonia en lugar de Asiria) está a punto de caer. 
Los capítulos 34–35 cuentan cómo Yahweh regresará a los exiliados redimidos a Jerusalén. 
Los capítulos 36–39 hablan de la fidelidad del rey Ezequías a Yahweh durante el asedio asirio como modelo para la comunidad restaurada. 
Los capítulos 40–54 señala que la restauración de Sion está ocurriendo porque Yahweh, el creador del universo, ha designado al rey persa Ciro el Grande como el mesías prometido y el constructor del templo. 
Los capítulos 55–66 son una exhortación a Israel a mantener el pacto. La eterna promesa de Dios a David se hace ahora a los hijos de Israel/Judá en general. 

El libro termina ordenando justicia mientras suceden las etapas finales del plan de Dios, incluyendo la peregrinación de las naciones a Sion y la realización del reinado de Yahweh.
La más antigua comprensión del libro como tres secciones relativamente diferenciadas atribuibles a autores identificables conduce a una visión más atomizada de su contenido, como en este ejemplo:

-Proto-Isaías/Primer Isaías (capítulos 1–39):

-1–12: Oráculos contra Judá principalmente de los primeros años de Isaías;
-13–23: Oráculos contra las naciones extranjeras a partir de su edad madura;
-24–27: El «Apocalipsis de Isaías», añadido en una fecha muy posterior;
-28–33: Oráculos del ministerio tardío de Isaías;
-34–35: Una visión de Sion, tal vez una adición posterior;
-36–39: Historias de la vida de Isaías, algunas desde el Libro de los Reyes.

-Deutero-Isaías/Segundo Isaías (capítulos 40–54), con dos grandes divisiones, 40–48 y 49–54, la primera enfatizando a Israel, la segunda, a Sion y Jerusalén:

-Una introducción y conclusión subrayando el poder de la palabra de Dios sobre todas las cosas;
-Una segunda introducción y conclusión dentro de éstos en la que un heraldo anuncia la salvación a Jerusalén;
-Fragmentos de himnos dividiendo varias secciones;
-El papel de las naciones extranjeras, la caída de Babilonia, y el ascenso de Ciro como un elegido de Dios;
-Cuatro «Cánticos del Siervo» personalizando el mensaje del profeta; 
-Varios poemas más largos sobre temas tales como el poder de Dios y las invitaciones a Israel a confiar en él.

-Trito-Isaías/Tercer Isaías (capítulos 55–66):
-Una colección de oráculos de profetas desconocidos en los años inmediatamente después del regreso de Babilonia.

Origen del nombre
El libro suele atribuirse a Isaías, gran profeta hebreo llamado a interpretar a la luz de la fe una triple forma de violencia acaecida en la segunda mitad del siglo VIII a. C.:

-las invasiones militares del reino de Israel primero y del reino de Judá después, por parte de Asiria (Isaías 5:26-30; si bien no se menciona en el pasaje a los asirios, muchos biblistas relacionan el pasaje con las grandes invasiones asirias en tiempo de Isaías);
-Las diferentes modalidades de opresión de la clase dirigente sobre los pobres (Isaías 1:21-23); y
-la ofensa ingrata del pueblo que se dirige a Dios con cultos superficiales, desvinculados de la vida (Isaías 29:13).

Isaías fue hijo de Amoz. No debe confundirse con el profeta Amós, pues éste fue contemporáneo de Isaías y por lo tanto no pudo haber sido su padre. Nació alrededor del 765 a. C.  Fue llamado al profetismo en el año de la muerte del rey Ozías (Isaias 6:1) y se convirtió en asesor de los reyes siguientes. 

Tuvo dos hijos a los que puso nombres simbólicos: 
el del primero (7:3) alude a la liberación de Judá y el segundo (8:3) a la destrucción de los reinos de Siria e Israel.

Traducción del Libro de Isaías al griego
Según la Carta de Aristeas, durante el reinado de Tolomeo II Filadelfo (285 a. C.-245 a. C.), setenta sabios judíos de Alejandría (Egipto) realizaron la ahora llamada Septuaginta, la traducción al griego de la Torá (los primeros cinco libros del actual Antiguo testamento), a la que llamaron Pentateuco (‘cinco libros’).

El resto del Antiguo testamento fue traducido al griego paulatinamente y los expertos estiman actualmente que la traducción del Libro de Isaías fue hecha entre los años 150 y 130 a. C.. Hay algunas diferencias entre la traducción griega de la Septuaginta y las versiones hebreas y a su vez se han detallados las variaciones entre el texto masorético y la versión hebrea más antigua conocida del Libro de Isaías encontradas en Qumrán, entre los rollos llamados manuscritos del Mar Muerto.

Traducción al griego del «Tanaj»
Isaías 7:14
En Isaías 7:14, La Septuaginta utiliza la palabra hebrea "parthenos" para traducir el hebreo "almá" y sitúa la concepción de Emmanuel como si tuviera lugar en un futuro cercano. 
Sin embargo, en el texto masorético -Tanaj hebreo-, este hecho está narrado en pasado:
Versión de la SeptuagintaVersión masorética hebrea (Tanaj).
«Por tanto el mismo Señor os dará señal: He aquí que la virgen CONCEBIRÁ, y parirá un hijo, y llamarás su nombre Emmanuel».
διὰ τοῦτο δώσει Κύριος αὐτὸς ὑμῖν σημεῖον• ἰδοὺ ἡ παρθένος ἐν γαστρὶ ἕξει, καὶ τέξεται υἱόν, καὶ καλέσεις τὸ ὄνομα αὐτοῦ ᾿Εμμανουήλ•
«La joven HA CONCEBIDO ''(harah)'', y tendrá [en unos meses] un hijo»
לָ֠כֵן יִתֵּ֨ן אֲדֹנָ֥י ה֛וּא לָכֶ֖ם אֹ֑ות הִנֵּ֣ה הָעַלְמָ֗ה הָרָה֙ וְיֹלֶ֣דֶת בֵּ֔ן וְקָרָ֥את שְׁמֹ֖ו עִמָּ֥נוּ אֵֽל .
Las diferencias entre estas versiones pueden ser vistas también incluyendo los manuscritos hebreos más antiguos del Libro de Isaías, los rollos encontrados en Qumrán, especialmente el texto completo 4Q55 (Qa).

Las principales diferencias son:
-Aunque tanto en el texto masorético como en la Septuaginta quien da la señal es «el Señor» (אֲדֹנָ֥י adonai o Κύριος kyrios), el rollo de Qumrán se refiere a él como YHVH. La Septuaginta traduce muchas veces YHVH (Yahvéh o Jehová en las biblias en castellano), como «el Señor», por considerar que no hay un equivalente griego al nombre de Dios es "el que es" y parece que la forma de Qumrán es la original.
-Tanto el Texto Masorético como la Septuaginta anteceden el versículo con «...el mismo Señor os dará señal: he aquí...». Sin embargo en los rollos de Qumrán faltan las palabras equivalentes a «una señal: he aquí», lo cual podría ser una laguna o podría leerse «el mismo Yahvé mismo os dará, una joven ha concebido y dará a luz un hijo». 
-El hebreo ha'almah (הָעַלְמָ֗ה) se traduce en la Septuaginta como παρθένος parthenos (‘virgen’). Para muchos comentaristas este es simplemente un error, porque ha'almah significa literalmente ‘una joven’. Sin embargo algunos comentaristas discrepan y creen que la traducción es correcta, por el contexto: Ireneo de Lyon argumentó que en cuanto la traducción griega de Isaías fue hecha en Alejandría (Egipto) mucho antes de la aparición del cristianismo, es ese el significado aceptado anteriormente por los expertos judíos y no hay por qué cambiar la traducción. Para Orígenes es obvio que los traductores judíos creyeron que aquél que sería llamado ‘Dios con nosotros’ requería ser concebido de una virgen y consideraban que ha'almah en ese caso significaba ‘virgen’ y no una joven en general; por lo cual no hicieron una traducción literal sino contextual. Hugues Cousin, quien estima que la traducción griega de Isaías ocurrió hacia el 150 a. C., da varios ejemplos que muestran que la Septuaginta traduce repetidamente ha'almah como parthenos, sin que ello implique el significado actual de ‘virgen’.
-La traducción (y versión con puntuación masorética) más probable del הרה es ‘ha concebido’, en tiempo perfecto (pasado), pues el imperfecto (futuro), ‘concebirá’, requeriría un prefijo si la conjugación fuera regular, aunque porque los verbos guturales terminados en h tienen muchas excepciones y como la forma con puntuación masorética הָרָה harah es posterior, varios traductores mantienen el futuro.
-Mientras que en el texto masorético es la mujer la que da el nombre a su hijo (Génesis 4:1-25), en la Septuaginta es el oyente del mensaje (es decir, el rey Acaz) («tú») quien dará el nombre al hijo de la joven. En la versión griega citada en Mateo 1:23 el nombre lo ponen «ellos». En los rollos de Qumrán, podría leerse «él se llamará» o «será llamado».
-En el Texto Masorético se lee «immanu el» עִמָּ֥נוּ אֵל ‘[Dios] Ël con nosotros’ o 'Dios está con nosotros', mientras que en los rollos de Qumrán, el nombre Immanuel está escrito como una sola palabra. Aunque en este caso no varía el significado, esta diferencia atestigua frente a las diferencias entre la versión masorética y las más antiguas.

Política de la época
En el siglo VIII a. C., Israel estaba atrapada entre las dos grandes potencias del mundo de su época: Babilonia y Egipto. Era un país pequeño y débil que se debatía en su papel de tapón entre las dos grandes esferas dominantes.

Para su fortuna, ambas estaban en decadencia. Sin embargo, otro gran poder estaba apareciendo en la escena geopolítica del Asia de 700 a. C.: el Imperio Asirio. Sargón II había saqueado a todas las civilizaciones circundantes y poco faltaba para que se autodenominara Señor del Mundo. Ahora, las únicas vallas entre Asiria y su gran enemigo, Egipto, eran los pequeños reinos independientes de Edom, Filistea, Amón, Moab, Damasco, Hamat, Samaria y Jerusalén. Así como Amós y su continuador Oseas predicaron en Israel, Isaías profetizó en Judá. En realidad, Israel había caído en decadencia luego del reinado de Jeroboam II y, tras la toma de Samaria (722 a. C.), en la práctica ya no existía. 

Las tribus hebreas que habían querido separarse de Judá habían sido deportadas. Estos acontecimientos podían denominarse ajenos a Judá, pero inevitablemente repercutían allí. Luego del reinado benévolo, próspero y pacífico del rey Jotán (740-736 a. C.), degradado por la relajación de las costumbres de las clases dirigentes de la sociedad, comenzó una larga serie de enfrentamientos entre Judá e Israel que continuaron bajo el rey Acaz. El mismo Isaías narra cómo este soberano, agobiado por las amenazas de varios ejércitos aliados contra él, despreció el auxilio de Yahvéh para pedir ayuda a Sargón, motivo por el cual Dios lo castigó severamente (Isaias 7:2-16).

El profeta intervino en la política interna de la corte de Acaz para apartarlo del torcido camino en que se estaba internando, aliándose con los asirios en la así llamada Guerra Siro-Efraimita. Logrado su objetivo, el vocero de Dios se alejó de la corte para regresar solamente cuando Acaz fue reemplazado por Ezequías (716-687 a. C.).

El profeta Isaías tuvo también influencia en la política internacional: enemigo de los egipcios, preconizó mantener la alianza con los asirios cuando un sector de la sociedad hebrea pretendió asociarse con el faraón.

Ambiente religioso
Como fue una constante en la historia israelita, la afluencia de riquezas y la llegada del bienestar precipitó una crisis de idolatría bajo el reinado de Jotán. Más tarde, Acaz intentó, mediante el sincretismo religioso, asimilar al Dios judío con otros extranjeros. Fue capaz de sacrificar su hija al dios Moloch e incluso de introducir rituales paganos en el Templo.

Ezequías, por el contrario, comenzó su gobierno con una gran reforma religiosa que expulsó el paganismo y restauró el culto verdadero de Yahvéh que había sido atropellado por sus antecesores. 
La destrucción del reino de Israel llevó a Jerusalén a todos los sacerdotes del norte que huían del invasor, lo que produjo, bajo este rey, la fusión y asimilación de las costumbres religiosas de ambos reinos en la capital meridional.

Realidad social
El ambiente social en tiempos de Isaías sigue tal cual como nos lo describen los profetas menores Amós y Oseas: se había constituido una poderosa clase social de nuevos ricos —propietarios y latifundistas— cuyas tierras se extendían por interminables distancias. Esta clase oligárquica se había establecido gracias a la prosperidad comercial generada durante los reinados de Jotán en Judá y de Jeroboam II en Israel.

Estructura del libro
El Libro de Isaías se encuentra dividido en dos partes perfectamente diferenciadas (la segunda dividida a su vez en dos), separadas por un apéndice histórico. Este último consiste en dos capítulos tomados de II Reyes (2 Reyes 18-20). Los contenidos podrían describirse de la siguiente manera:

Primera parte:
Noticias biográficas (Isaias 6:1-13; 8:1-4; 7:1-16 y 20:1-6).
Promesas y amenazas contra el reino de Judá (Capitulos 1-12).
Oráculos contra pueblos extranjeros (13-23).
Profecías apocalípticas sobre el Juicio Final (24-27).
Más amenazas (28-33).
La sección llamada «Pequeño apocalipsis» (34-35).

Segunda parte:
Primera sección: promesas para los exiliados en Babilonia (40-55) y cánticos del Siervo de Yahvéh
Segunda sección: promesas para los dolientes de Sion (55-66).
Especialmente en esta última sección, Isaías explica por qué la salvación tarda en llegar, pero asegurando que Sion y Jerusalén llegarán a ser los centros religiosos más grandes del mundo y que gentes de todas las naciones llegarán a ellas en peregrinación solemne.

Autoría y atribución
A finales del siglo XI, el rabino y exégeta sefardí Ibn Samuel ha-Cohen ibn Chikatilia (llamado también Chiquitilla) fue el primero en afirmar, que, en el texto de Isaías, existen dos autores completamente distintos. Posteriormente, los estudiosos coincidieron en que el Libro de Isasías, largo y complejo como es, no pudo haber sido escrito por un solo autor, ni aun por dos. Los especialistas consideran evidente que la obra se fue formando a lo largo de muchos años, con partes provenientes de tiempos y lugares muy distintos. 

Isaías desempeñó su ministerio profético durante más de cuarenta años: ¿fue él el compilador de tantos y tantos fragmentos distintos o en verdad escribió todo el libro, que hoy nos parece dividido y fragmentario gracias a la intervención de escribas posteriores que lo modificaron hasta dejarlo irreconocible?. No se puede contestar con certeza a estas preguntas, hay diversas hipótesis y muchos críticos, incluso católicos y protestantes, creen que el libro «no fue escrito por un solo hombre, sino por tres». A falta de nombres mejores, se conoce al primer autor como «proto Isaías», al segundo como «deutero Isaías» y se llama al tercero «trito Isaías». Es por ello que es frecuente hallar en la bibliografía alusiones al «segundo Isaías» o al «tercer autor de Isaías», por ejemplo.

Tres Isaías
La primera parte del libro es obra de un poeta y está escrita con estilo brillante, precisión, composición armoniosa e imágenes novedosas. Los críticos coinciden en que este autor redactó con seguridad los capítulos 1 a 12, 15 a 24 y 33 a 35, en tanto que se discute sobre la autoría del resto del libro. Los capítulos 36 a 39 están escritos en tercera persona y posiblemente fueron redactados por discípulos del primer autor. También podrían ser añadidos posteriores los capítulos 13 y 14, 24 a 27 y 33 a 35.

La segunda parte del libro, capítulos 44 a 55, es muy diferente al resto. El tercer Isaías es probablemente un autor postexílico y se le atribuyen especialmente los capítulos 56, 68 y 66 (después del 538 a. C..) Ciertos críticos consideran que la introducción y las autobiografías (narradas en primera persona) no pertenecen a ninguno de los tres autores principales, sino que parecen haber sido añadidas por un redactor postexílico. Así y todo, el padre Pedro Franquesa, profesor de Antiguo testamento, manifiestamente afirma que los primeros 35 capítulos pertenecen a la pluma del Isaías histórico original (con algunas reservas).

Apertura del debate
El rabino Joseph H. Hertz (1872-1946) afirmó que la cuestión de la autoría del libro no afecta su interpretación por los judíos. La PCB (Pontificia Comisión Bíblica) del Vaticano dictaminó mediante su decreto del 28 de junio de 1908 que la segunda parte del Libro de Isaías no parecía ser obra del deutero Isaías sino del primero, pero que a pesar de la opinión de la PCB no era posible descartar de plano la hipótesis de los tres Isaías.

El citado decreto expresa que esa teoría no podía enseñarse hasta que fuera completamente demostrada, pero dejó en libertad a los científicos particulares para que la pongan a prueba e investiguen como deseen. Desde que la PCB se pronunció al respecto, se han ido acumulando las pruebas en favor de la falta de autenticidad de largos pasajes del libro (desde el capítulo 36 en adelante) que, si bien no demuestran la verdad de la teoría de los tres autores, al menos sugieren con indicios firmes que fueron más de uno.

Argumentos por la unidad de Isaías
A pesar de los cuestionamientos que ha sufrido, la atribución tradicional de toda la obra al profeta Isaías se ve apoyada por diversas fuentes comprobables: la tradición judía, la versión griega de los Setenta y la afirmación del Libro de Eclesiástico (48:17-25) y los Manuscritos del Mar Muerto, aunque en estos últimos, el libro de Isaías está seccionado en dos rollos diferentes, uno hasta el capítulo 39 y otros desde el capítulo 40, cosidos después de haber sido transcritos, lo cual podría evidenciar su origen dispar. Por otro lado, existen razones de peso para mantener que el libro de Isaías es obra de un solo escritor. Una de ellas es el uso constante de ciertas expresiones. Por ejemplo, el apelativo divino «el Santo de Israel» aparece doce veces en los capítulos 1 a 39 del libro, y trece veces en los capítulos 40 a 66. Sin embargo, en el resto de las Escrituras Hebreas solo se emplea en seis ocasiones. El uso repetido de esta designación, infrecuente en los demás libros, es una prueba a favor de que hubo un único escritor.

Entre los capítulos 1 a 39 y 40 a 66. En ambas secciones se utilizan con frecuencia las mismas figuras retóricas, como la de una mujer con dolores de parto y un «camino» o una «calzada». También se hace referencia a Sion repetidamente: veintinueve veces en los capítulos 1 a 39 y dieciocho en los capítulos 40 a 66. De hecho, en Isaías se menciona a Sion en más ocasiones que en cualquier otro libro de la Biblia. Tales pruebas, según The International Standard Bible Encyclopedia, «imprimen al libro una individualidad que sería difícil de explicar» si hubiera tenido dos, tres o más escritores.

La principal prueba de que Isaías fue obra de un solo escritor se encuentra en otros libros inspirados: las Escrituras Griegas Cristianas. Estas indican claramente que los cristianos del siglo I creían que el profeta había compuesto la totalidad del libro. Lucas, por ejemplo, habla de un funcionario etíope que estaba leyendo parte de lo que ahora constituye el capítulo 53 de Isaías, el cual, según los críticos modernos, se debe a la pluma del Deutero-Isaías. Sin embargo, Lucas dice que el etíope «leía en voz alta al profeta Isaías» (Hechos 8:26-28).

Otro ejemplo lo hallamos en el evangelista Mateo, quien explica que el ministerio de Juan el Bautista cumplió las palabras proféticas que ahora leemos en Isaías 40:3. Mateo identificó al escritor sencillamente como «Isaías el profeta» (Mateo 3:1-3). En otra ocasión, Jesús tomó un rollo y leyó las palabras que actualmente aparecen en Isaías 61:1-2. Lucas indica en su relato que «se le dio el rollo del profeta Isaías» (Lucas 4:17). En su Carta a los romanos, Pablo cita tanto de las primeras secciones como de las últimas del libro profético, y en ningún momento da a entender siquiera que no las haya redactado una misma persona: Isaías (Romanos 10:16, 20; 15:12). Es obvio, que los cristianos del siglo I no creían que el libro de Isaías fuera obra de dos, tres o más escritores. Veamos también el testimonio de los Rollos del mar Muerto. Muchos de estos documentos antiguos son anteriores a Jesucristo. El manuscrito conocido como el Rollo de Isaías, que data del siglo II a. C. En este documento antiguo, aunque está cosido precisamente en este punto, lo que ahora conocemos como el capítulo 40 empieza en la última línea de una columna, y la oración inicial concluye en la columna siguiente. Está claro que el copista no tenía conocimiento de que en ese punto del libro hubiese un supuesto cambio de escritor o división.

Examinemos el testimonio del historiador judío del siglo I, Flavio Josefo. Este no solo señala que las profecías de Isaías acerca de Ciro se escribieron en el siglo VIII a. C., sino también que aquel monarca estaba al tanto de su contenido. «Ciro conoció esto al leer el libro en que Isaías emitió profecías relativas a él y que su autor había legado doscientos diez años antes», escribe Josefo. Según él, es posible que el conocimiento de tales profecías incluso haya contribuido a la buena disposición de Ciro para enviar a los judíos de regreso a su patria, pues señala que a este rey «lo embargó una suerte de ímpetu y pasión por cumplir lo escrito» (Antigüedades Judías, libro XI, cap. I, sec. 2 [5, 6]).

Muchos críticos señalan que del capítulo 40 en adelante se habla de Babilonia como el imperio dominante y de los israelitas como si ya estuvieran en el exilio. Hay que tener en cuenta que aun antes del capítulo 40 se presenta a veces a Babilonia como la potencia mundial dominante. Por ejemplo, en Isaías 13:19 se la llama «la hermosura de reinos» o, como lo traduce la Versión Reina-Valera actualizada, «el más hermoso de los reinos». Estas palabras son claramente proféticas, ya que Babilonia no se convirtió en potencia mundial hasta más de un siglo después. Un crítico «resuelve» esta aparente dificultad afirmando que el capítulo 13 de Isaías pertenece a otro escritor. Pero lo cierto es que en las profecías bíblicas es bastante común que se hable de sucesos futuros como si ya hubieran tenido lugar. Este recurso literario recalca de forma eficaz la certeza del cumplimiento de la profecía en cuestión (Apocalipsis 21:5-6).

La Escuela Isaiana
Sin embargo, parte de la crítica considera demostrado que toda una escuela de escribas se derivó de la prédica del Isaías histórico. En Isaias 8:16; 9:1, el mismo libro habla de la inteligencia de los discípulos del profeta en contraposición a la ignorancia de las masas populares que le respondían con la indiferencia. La existencia de una «escuela isaiana» de escribas formados y conducidos por Isaías puede, entonces, entenderse como una solución intermedia al enigma de la autoría: ni un autor único ni tres autores independientes. La segunda y la tercera partes del Libro de Isaías muy bien pueden haber sido escritas por dos de sus discípulos luego de la muerte del profeta. Esta teoría se apoya en la lógica y se encuentra actualmente muy extendida entre amplios sectores de los estudiosos.

Mensajes contenidos en el libro
El castigo de Dios contra el pueblo infiel es una de las ideas centrales del Libro de Isaías. Es el único y verdadero creador del mundo y por lo tanto dueño del mismo; ha hecho una alianza indisoluble con el pueblo de Israel y, al verla traicionada, ha llamado con un silbido a los ejércitos egipcios y asirios —como se llama a un perro— para que castiguen en Su nombre a los impíos.

Los puntos fundamentales que recalca el libro son los siguientes:
-Dios es santo e Isaías su profeta;
-Las tribulaciones del pueblo son consecuencia de sus pecados;
-El verdadero judaísmo saldrá de los sobrevivientes a este castigo;
-Isaías canta para las generaciones sucesivas la gloria de este renacimiento;
-Solo Dios salvará a Israel y no las alianzas políticas;
-La injusticia social es repugnante a los ojos del Señor; y
-La justicia perfecta solo se logrará después de la llegada del Mesías.

Mesianismo en Isaías
Uno de los puntos centrales alrededor de los que giran las ideas de Isaías, es que la verdadera paz, la justicia y la equidad solo serán accesibles al ser humano cuando llegue el Mesías.

La profecía isaiana habrá de cumplirse inexorablemente:
El Mesías será descendiente de la Casa de David (Isaias 9:6 y 11:1-10);
Reinará sobre Judá (8:8);
En su reinado, el Templo será un lugar de oración para todos los pueblos (2:2)
Fundará un imperio de paz (11:1-9).

Influencia en el cristianismo
Algunos pasajes del libro de Isaías han conocido una gran fama debido a su uso en la teología cristiana. Son famosos, en particular:
Isaías 7:14 es la cita empleada por el autor del evangelio de Mateo para probar que el nacimiento de Jesús a través de una virgen fue anunciado por los profetas.
Isaías 11:2 es la cita preferida por católicos y ortodoxos para enumerar los Dones del Espíritu Santo.
Isaías 53 es el texto más empleado para probar la idea de que el mesías debía sufrir por los pecados de la humanidad y es ampliamente citado tanto por los evangelistas, como en las epístolas.
Isaías 54:1 es citado por San Pablo en Gálatas 4:27 y también en la Segunda epístola de Clemente.

El Libro del Profeta Jeremías
El Libro de Jeremías (en hebreo, ספר יִרְמְיָהוּ‎‎, abreviado Jer. o Jerem. en citas) es el segundo de los Últimos Profetas en la Biblia hebrea, y el segundo de los profetas en el Antiguo Testamento cristiano. El sobrescrito en el capítulo 1:1-3 lo identifica como «las palabras de Jeremías hijo de Hilcías», y coloca el profeta históricamente de las reformas del rey Josías en 627 a. C. hasta el asesinato del gobernador de Judá designado por Babilonia en 582 a. C. De todos los profetas, Jeremías se muestra más claramente como una persona, reflexionando con su escriba Baruc sobre su papel como un siervo de Dios con pocas buenas noticias para su audiencia.

Jeremías está escrito en un hebreo muy complejo y poético (aparte de el versículo 10:11, curiosamente escrito en arameo bíblico). Ha llegado en dos versiones distintas, aunque relacionadas: una en hebreo, la otra conocida desde una traducción griega.

Los estudiosos han tenido diferentes opiniones en cuanto a cómo reconstruir los aspectos históricos del Libro de Jeremías, debido a las diferencias que cada versión contiene en comparación con la otra. El libro es una representación del mensaje y el significado del profeta destinado sustancialmente a los judíos en el exilio en Babilonia: su propósito es explicar el desastre como la respuesta de Dios a la adoración pagana de Israel: el pueblo, afirma Jeremías, es como una esposa infiel e hijos rebeldes: su infidelidad y rebeldía hacen al juicio inevitable, si bien se anuncia la restauración y un nuevo pacto.

Estructura
Es difícil discernir cualquier estructura en Jeremías, probablemente debido a que el libro tuvo composición histórica muy larga y compleja. Se puede dividir en aproximadamente 6 secciones:

Capítulos 1–25 (El núcleo más antiguo y principal del mensaje de Jeremías).
Capítulos 26–29 (Materiales biográficos e interacción con otros profetas).
Capítulos 30–33 (La promesa de Dios de la restauración incluyendo un «nuevo pacto» en Jeremías, interpretado de manera diferente en el judaísmo y en el cristianismo).
Capítulos 34–45 (Sobre todo la interacción con Sedequías y la caída de Jerusalén).
Capítulos 46–51 (El castigo divino a las naciones que rodean a Israel).
Capítulo 52 (Apéndice que relata nuevamente 2 Reyes 24:18-25:30).

Sumario
Contexto histórico
El contexto de Jeremías se describe brevemente en el sobrescrito en el libro: Jeremías comenzó su misión profética en el decimotercer año del rey Josías (alrededor de 627 a. C.) y terminó en el undécimo año del rey Sedequías (586 a. C.), con «la cautividad de Jerusalén en el mes quinto». Durante este período, Josías reformó la religión judaíta, Babilonia destruyó Asiria, Egipto impuso brevemente el estatus de vasallo a Judá, Babilonia derrotó a Egipto e hizo a Judá un vasallo de Babilonia (605 a. C.), Judá se rebeló, pero fue subyugado nuevamente por Babilonia (597 a. C.), y Judá se rebeló una vez más. Esta revuelta fue la final: Babilonia destruyó Jerusalén y su Templo y exilió a su rey y muchos de los principales ciudadanos en 586 a. C., poniendo fin a la existencia de Judá como un reino independiente o casi independiente e instaurando el exilio en Babilonia.

Información general
El libro puede ser convenientemente dividido en partes biográfica, prosa y cadenas poéticas, cada una de los cuales se puede resumir por separado. El material biográfico se encuentra en los capítulos 26–29, 32 y 34–44, y se centra en los acontecimientos que condujeron al sitio y la caída de Jerusalén ante los babilonios en 587 a. C.; proporciona fechas precisas para las actividades del profeta comenzando en 609 a. C. Los pasajes en prosa no biográficos, como el sermón del templo en el capítulo 7 y el pasaje del Pacto en 11:1–17, se encuentran dispersos en todo el libro; muestran claras afinidades con los deuteronomistas, la escuela de escritores y editores que dieron forma a la serie de libros de historia de Jueces a Reyes, y si bien es poco probable que vinieran directamente de Jeremías, es muy posible que tengan sus raíces en las tradiciones acerca de lo que dijo e hizo. El material poético encontrado se encuentra en gran medida en los capítulos 1–25 y consta de oráculos en el que el profeta habla como mensajero de Dios. Estos pasajes, que tratan de la infidelidad de Israel a Dios, el llamado al arrepentimiento, y los ataques contra el sistema religioso y político, son en su mayoría sin fecha, y no tienen ningún contexto claro, pero es ampliamente aceptado que representan las enseñanzas de Jeremías, y que son la etapa más temprana del libro. Junto con ellos, y también, probablemente, un reflejo del auténtico Jeremías, son pasajes más poéticos de carácter más personal, que han sido denominados confesiones de Jeremías o diario espiritual. En estos poemas el profeta sufre por el aparente fracaso de su misión, es consumido por la amargura a los que se le oponen o lo ignoran, y acusa a Dios de traicionarlo.

Composición: Visión general
Jeremías existe en dos versiones, la griega (es decir, una traducción griega de un texto escrito originalmente en hebreo) y la hebrea, representando la traducción griega a la versión anterior.
El texto más largo aparentemente fue desarrollado para reemplazar al más corto; la versión más corta en última instancia se convirtió en canónica en las iglesias ortodoxas griegas, mientras que la más larga fue adoptada en el judaísmo y en las iglesias cristianas occidentales. Está generalmente acordado que los tres tipos de materiales intercalados en todo el libro (poético, narrativo y biográfico) provienen de diferentes fuentes o círculos. Los oráculos auténticos de Jeremías probablemente se encuentran en las secciones poéticas de los capítulos 1–25, pero el libro en su conjunto ha sido fuertemente editado y aumentado por los seguidores (incluyendo quizás al compañero del profeta, el escriba Baruc) y las generaciones posteriores de deuteronomistas. La fecha de las versiones finales del libro (en griego y en hebreo) puede ser sugerida por el hecho de que el griego muestra preocupaciones típicas del período persa temprano, mientras que el masorético (es decir, el hebreo) muestra perspectivas que, aunque conocidas en el período persa, no alcanzaron su realización hasta el segundo II a. C.

Textos y manuscritos
Jeremías existe en dos versiones, una traducción griega, llamada la Septuaginta, que data de los últimos siglos antes de Cristo y se encuentra en los manuscritos cristianos más antiguos, y el texto masorético hebreo de las biblias judías tradicionales; la versión griega es aproximadamente un octavo más corta que la hebrea, y organiza el material de manera diferente. No se encontraron equivalentes de ambas versiones entre los Rollos del Mar Muerto, por lo que es claro que las diferencias marcan etapas importantes en la transmisión del texto. La mayoría de los estudiosos sostienen que el texto hebreo en que se basa la versión de los Setenta es más antigua que el texto masorético, y que el masorético evolucionó bien de esta o de una versión estrechamente relacionada.

Desarrollo literario
El Libro de Jeremías aumentó durante un largo período de tiempo. La etapa griega, esperando la caída de Babilonia y alineándose en lugares con el Segundo Isaías, ya había visto gran redacción (edición), en términos de estructura general; los sobrescritos (frases identificando los pasajes siguientes como las palabras de Dios o de Jeremías); la asignación de los escenarios históricos; y la disposición de material; y pueden haber sido completado por el período tardío del exilio (última mitad del siglo VI a. C.); las etapas iniciales de la versión hebrea masorética pueden haber sido escritas no mucho tiempo después, aunque el capítulo 33:14–26 apunta a un ajuste de tiempos post-exilio.

Jeremías y Baruc
De acuerdo con su apertura versos del libro registra las declaraciones proféticas del sacerdote Jeremías hijo de Hilcías, «a quien vino la palabra de YHWH en los días del rey Josías» y después. Jeremías vivió durante un período turbulento, los últimos años del reino de Judá, desde la muerte del rey Josías (609 a. C.) y la subsiguiente pérdida de la independencia, a través de la destrucción de Jerusalén por los babilonios y el exilio de gran parte de su población (587/586 a. C.).
El libro representa un profeta muy introspectivo, impetuoso y con frecuencia enojado por el papel en el que ha sido empujado, alternando sus esfuerzos para advertir a las personas con súplicas a Dios por misericordia, hasta que recibe la orden de «orar más por este pueblo». Él se dedica al amplio arte de acción, caminando por las calles con un yugo sobre el cuello y participando en otros esfuerzos para atraer la atención. Él es burlado y toma represalias, es lanzado en la cárcel como resultado, y en cierta ocasión es arrojado a un pozo para morir.

Jeremías y los deuteronomistas
Los deuteronomistas fueron una escuela o movimiento que editó los libros de Josué, Jueces, Samuel y Reyes en una historia más o menos unificada de Israel (la denominada Historia Deuteronomista) durante el exilio judío en Babilonia (siglo VI a. C.). Se argumenta que los deuteronomistas jugaron un papel importante en la producción del libro de Jeremías; por ejemplo, hay un lenguaje claramente deuteronomista en el capítulo 25, en el que el profeta mira en retrospectiva, a más de veintitrés años de la profecía desatendida. Desde la perspectiva deuteronomista el papel profético implicaba, más que nada, la preocupación con la ley y el pacto a la costumbre de Moisés. En esta lectura, Jeremías fue el último de una larga línea de profetas enviados a advertir a Israel de las consecuencias de la infidelidad a Dios; a diferencia de los deuteronomistas, para quienes el llamado al arrepentimiento fue siempre central, Jeremías parece en algún momento de su carrera haber decidido que más intercesión era inútil, y que el destino de Israel estaba sellado.

Jeremías como un nuevo Moisés
El sobrescrito del libro afirma que Jeremías estuvo activo durante cuarenta años, desde el año trece de Josías (627 a. C.) hasta la caída de Jerusalén en el año 587 a. C. Se desprende de los últimos capítulos del libro, sin embargo, que él continuó hablando en Egipto después del asesinato de Gedalías, gobernador de Judá designado por Babilonia, en 582 a. C. Esto sugiere que el sobrescrito está tratando de hacer un punto teológico sobre Jeremías al compararlo a Moisés:
Moisés pasó cuarenta años guiando a Israel de la esclavitud en Egipto a la Tierra Prometida, y los cuarenta años de Jeremías viendo a Israel exiliado de la tierra y, en última instancia, el propio Jeremías exiliado en Egipto.

Temas: Pacto
La mayor parte de la predicación profética de Jeremías se basa en el tema de la alianza entre Dios e Israel (Dios protegería a la gente a cambio de su adoración exclusiva a él): Jeremías insiste en que el pacto es condicional, y puede ser roto por la apostasía de Israel (adoración de dioses distintos de Yahweh, Dios de Israel). El pueblo, dice Jeremías, es como una esposa infiel e hijos rebeldes: su infidelidad y rebeldía hace al juicio inevitable. Intercalados con esto están las referencias al arrepentimiento y la renovación, aunque no está claro si Jeremías pensó que el arrepentimiento podría evitar el juicio o si de todas maneras Israel sería juzgado. El tema de la restauración es más fuerte en el capítulo 31:32, que vislumbra un futuro en el que es hecho un nuevo pacto con Israel y Judá, uno que no se romperá. Este es el tema del pasaje del «nuevo pacto» en el capítulo 31:31–34, basándose en la relación en el pasado de Israel con Dios a través de la alianza en el Sinaí para prever un nuevo futuro, en el que Israel va a ser obediente a Dios.

Las «Confesiones» de Jeremías
Los estudiosos han identificado varios pasajes de Jeremías que se pueden entender como «confesiones»; se producen en la primera sección del libro (capítulos 1–25) y son 11:18–12:6, 15:10–21, 17:14–18, 18:18–23 y 20:7–18. En estos pasajes, Jeremías expresa su descontento con el mensaje que él debe entregar, pero también su firme compromiso con el llamado divino a pesar de que él no lo había solicitado. Además, en varias de estas «confesiones», Jeremías ora para que el Señor se vengue de sus perseguidores (por ejemplo, Jeremías 12:3).

Las «confesiones» de Jeremías son un tipo de lamento individual. Estos lamentos se encuentran en otros lugares en los Salmos y el Libro de Job. Como Job, Jeremías maldice el día de su nacimiento (Jeremías 20:14–18 y Job 3:3–10). Del mismo modo, la exclamación de Jeremías «Porque oí la murmuración de muchos, temor de todas partes» (Jeremías 20:10) coincide con Salmos 31:13 exactamente. Sin embargo, los lamentos de Jeremías son únicos por su insistencia en que él ha sido llamado por Yahweh para entregar sus mensajes. Estos lamentos «ofrecen una mirada única a la lucha interna del profeta con la fe, la persecución y el sufrimiento humano».

Gestos proféticos
Los gestos proféticos, también conocidos como actos inscritos o acciones simbólicas, eran una forma de comunicación en la que un mensaje fue entregado mediante la realización de acciones simbólicas. No es exclusivo del libro de Jeremías, estos eran con frecuencia extraños y violaban las normas culturales de la época (por ejemplo, Ezequiel 4:4–8). Sirvieron los efectos de tanto ilustrar a la audiencia y causar que la misma haga preguntas, dando al profeta la oportunidad de explicar el significado de la conducta. El registrador de los eventos en el texto escrito (es decir, el autor del texto) no tenía ni la misma audiencia ni, posiblemente, la misma intención que Jeremías tenía en la realización de estos gestos proféticos. La siguiente es una lista (no exhaustiva) de acciones simbólicas destacables que se encuentran en Jeremías:

Jeremías 13:1-11. El uso, el entierro, y la recuperación de un cinturón de lino.
Jeremías 16:1-9. El rehuir de las costumbres esperadas del matrimonio, luto, y la celebración general.
Jeremías 19:1-13. La adquisición de una jarra de arcilla y la ruptura de dicha jarra delante de los líderes religiosos de Jerusalén.
Jeremías 27-28. El uso de un yugo de bueyes y su posterior rotura por un profeta falso, Ananías.
Jeremías 32:6-15. La compra de un campo en Anatot por el precio de diecisiete shekels de plata.
Jeremías 35:1-19. La ofrenda de vino para los recabitas, una tribu conocida por vivir en tiendas de campaña y negarse a beber vino. Esto se hizo en el Templo, lo cual es una parte importante de la ruptura de las normas sociales.

Interpretación e influencia posterior
Judaísmo
La influencia de Jeremías durante y después del exilio fue considerable en algunos círculos, y tres libros adicionales, el Libro de Baruc, Lamentaciones, y la Carta de Jeremías, le fueron atribuidos en el judaísmo del Segundo Templo (el judaísmo en el período comprendido entre el edificio del Segundo Templo en alrededor de 515 a. C. y su destrucción en el año 70); en la Septuaginta griega se encuentran entre Jeremías y el Libro de Ezequiel, pero solamente Lamentaciones está incluido en las biblias judías modernas y las protestantes (la Carta de Jeremías aparece en las biblias católicas como el sexto capítulo de Baruc). Jeremías es mencionado por su nombre en Crónicas y el Libro de Esdras, ambos fechados en el período persa posterior, y su profecía de que el exilio babilónico duraría 70 años fue retomada y reaplicada por el autor del Libro de Daniel en el siglo II a. C.

Cristianismo
La comprensión de los primeros cristianos de que Jesús representaba un «nuevo pacto» (1 Corintios 11:25 y Hebreos 8:6-13) se basa en Jeremías 31:31-34, donde se anuncia que un futuro Israel se arrepentirá y dará a Dios la obediencia que él exige. La representación de los evangelios de Jesús como un profeta perseguido debe mucho al relato de los sufrimientos de Jeremías en los capítulos 37-44, así como a las «Canciones del Siervo Sufriente» en Isaías.

Continua en La Biblia XII: Profetas Posteriores II

lunes, 7 de marzo de 2016

La Biblia VIII: Códices III

El Códice Ebneriano, Minúscula 105, (XII), Juan 1:5b-10

Manuscrito del Nuevo Testamento escrito en letras minúsculas o cursivas
Un Manuscrito del Nuevo Testamento en minúsculas es una copia de una porción del Nuevo Testamento escrito con una escritura pequeña, cursiva griega (a diferencia de la uncial). La mayoría de los manuscritos en minúsculas fueron escritos en pergamino. El papel no se utilizó hasta el siglo XII.

Los manuscritos del Nuevo Testamento escritos en minúsculas se distinguen de los:
Papiros del Nuevo Testamento — escritos en papiro y son más antiguos que los mss. en minúsculas;
Unciales del Nuevo Testamento — escritos en escritura uncial (incluye todas las letras capitales) también más antiguos que los mss. en minúsculas; y,
Leccionarios del Nuevo Testamento — usualmente escritos en letra minúsculas (pero algunos escritos en letras unciales), generalmente contemporáneos.

Los códices en minúsculas contienen comentarios y material adicional, como, Prolegomena a los cuatro Evangelios, la Epistula ad Carpianum, el tratado de Pseudo-Doroteo en Setenta discípulos y doce apóstoles (82, 93, 117, 459, 613), Lista de los milagros del Señor (p. ej. 536), Lista de las Parábolas de Jesús (p. ej. 273, 536), biografías cortas de los Apóstoles, o sumarios de los viajes de Pablo (p. ej. 468). Hasta el siglo XIX algunos manuscritos tenían notas con la fecha y el lugar de composición de los diferentes libros del NT. Algunos manuscritos informaron sobre el nombre del escriba y la fecha de composición del manuscrito, pero por lo general contados desde la fecha de la creación del mundo (5508 a. E.C.). Esto a la manera bizantina. Únicamente unos cuantos códices en letras minúsculas están fechados a partir del nacimiento de Cristo.

Clasificación de los manuscritos en minúsculas
Hasta el momento de J. J. Wettstein, los manuscritos en minúsculas habían sido indicados por numerales arábigos, pero los números en cada uno de los cuatro grupos de los libros del Nuevo testamento inician con 1, y así "1" podría indicar un libro en alguno de los manuscritos (p. ej. 1eap, 1r, 2e, 2ap). Diversas partes del mismo manuscrito tienen diferentes números (p.ej. 18evv, 113 Hechos, 132 Pablo, y 51 Apoc pertenecían al mismo manuscrito). Únicamente la situación para el primer manuscrito era simple, por el número 1 en los Evangelios (1e), en los Hechos y Cartas católicas (1a), y las cartas de Pablo (1p). Este sistema era complicado. Scrivener, por ejemplo, enumeró a los códices escritos en minúsculas, para ser conocidos por el:

Evangelios .... 739
Hechos y Cartas católicas .... 261
Cartas de Pablo .... 338
Revelación (Apocalipsis).... 122

Esto no significa que el número total de Mss. en minúsculas era 1460, porque algunos de ellos pertenecen al mismo manuscrito. El sistema de Wettstein fue mejorado y corregido por F. H. A. Scrivener, C. R. Gregory, y otros eruditos. Aland renumeró los manuscritos en minúsculas (1r recibió el número 2814, 2ap recibió 2815, 4ap recibió 2816 etc.), y ahora cada manuscrito en minúsculas tiene un número diferente de catálogo.

Mss. en minúsculas renumerados:
  • 1r recibió el número 2814,
  • 2ap recibió 2815,
  • 4ap recibió 2816,
  • 7p recibió 2817,
  • 36a recibió 2818,
  • 753b recibió 2819,
  • 753c recibió 2820,
  • 60r recibió 2821,
  • 1274bap recibió 2822,
  • 1352bap recibió 2824,
  • 1674bap recibió 2825,
  • 1674cap recibió 2826,
  • 1674dap recibió 2827,
  • 1681bap recibió 2828,
  • 1755bap recibió 2829,
  • 1755cap recibió 2830,
  • 2306bap recibió 2831,
  • 2306cap recibió 2832,
  • 2306dap recibió 2833,
  • 2306eap recibió 2834,
  •  1891ap recibió 2835.

      Wettstein conoció 112 códices en minúsculas de los Evangelios, 58 de los Hechos60 de Pablo, y 28 de Revelación (Apocalipsis). Los manuscritos de los Evangelios con los números 260–469 fueron agregados a la lista por Scholz (1794–1852). Gregory en 1908 conoció todos los 2292 manuscritos del Nuevo Testamento en letras minúsculas. Ahora tenemos 2911 códices en minúsculas catalogados por el Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento (INTF) en Münster.

      Epistula ad Carpianum
      La Epistula ad Carpianum (Carta a Carpiano) o Carta de Eusebio es el título dado tradicionalmente a una carta de Eusebio de Cesarea a un cristiano llamado Carpiano. En esta carta, Eusebio explica su ingenioso sistema de armonía de los Evangelios, los Cánones de Eusebio (tablas) que dividen a los cuatro evangelios canónicos, y describen su propósito, en número de diez. Eusebio explica que Amonio de Alejandría había hecho un sistema en el que colocó secciones de los evangelios de Marcos, Lucas y Juan junto a sus secciones paralelas en Mateo. Como este alterado orden del texto normal de los evangelios de Marcos, Lucas y Juan, Eusebio utiliza un sistema en el que colocó las referencias a los textos paralelos en diez tablas o 'cánones'. Mediante el uso de estas tablas, los textos paralelos podrían ser fácilmente observados, pero también permanecía posible leer un Evangelio en su orden normal (el número de secciones era: Mateo 355, Marcos 236, Lucas 342, Juan 232; un total de 1165 secciones). El número de cada «sección amoniana» está escrito en el margen de un manuscrito, y debajo de estos números, otro número fue escrito en tinta de color. Los números de colores que se refieren a uno de los diez cánones de Eusebio, en los que los números de referencia se encontraban en las secciones paralelas de los otros evangelios.1​

      Aparece con las tablas canónicas sobre los folios iniciales de muchos manuscritos griegos del Evangelio (por ejemplo, 021, 65, 108, 109, 112, 113, 114, 117, etc.). La epístola también se encuentra en las ediciones modernas del Nuevo Testamento griego.

      Minúscula Griega
      La escritura minúscula fue un estilo de escritura de la historia del alfabeto griego que se usó como escritura libraria en manuscritos bizantinos desde los siglos IX y X. Reemplazó el estilo anterior de letra uncial, del que difería al utilizar letras más pequeñas, más redondeadas y más conectadas entre sí, además de un mayor número de ligaduras. Las formas básicas de las letras utilizadas en la minúscula griega son las antecesoras de las minúsculas griegas modernas.

      Desde el siglo X en adelante, la mayoría de los manuscritos bizantinos de obras griegas clásicas y escritos cristianos se fueron reescribiendo en el nuevo estilo en minúscula, y pocos de los manuscritos unciales antiguos se conservaron. Por ello, los manuscritos unciales son hoy extremadamente raros, mientras que los manuscritos en minúscula son a menudo las fuentes conservadas más antiguas que atestiguan una obra antigua y por lo tanto pueden ser de importancia central para su estudio filológico. Los manuscritos de la fase más antigua de la escritura minúscula (de mediados del siglo IX a mediados del X) se conocen en la actualidad como códices vetustissimi («códices antiquísimos»). Los de la mitad de del siglo X al XII como códices vetusti («códices antiguos»), y los posteriores como códices recentiores («códices más recientes»).

      La escritura minúscula se mantuvo en uso a lo largo de toda la era bizantina y post-bizantina. En la era moderna, los impresores occidentales utilizaron la escritura libraria minúscula como modelo para desarrollar las primeras fuentes de imprenta griegas. Al igual que con el latín, se hizo común mezlar la escritura minúscula con ciertas letras unciales o mayúsculas, estas últimas para dar énfasis en títulos o iniciales. De esta práctica surgió el sistema ortográfico moderno de oposición mayúscula/minúscula. En la escritura griega moderna, las mayúsculas se basan generalmente en las letras de las antiguas inscripciones, mientras que las minúsculas se basan en la tradición de escritura minúscula bizantina.
      MayúsculaUncialCursivaMinúsculaMinúscula
      con ligaduras
      Minúscula
      moderna
      Αinlineinlineinlineinlineα   
      Βinlineinlineinlineβ
      Γinlineinlineinlineinlineγ
      Δinlineinlineinlineinlineδ
      Εinlineinlineinlineinlineε
      Ζinlineinlineinlineζ
      Ηinlineinlineinlineinlineη
      Θinlineinlineinlineinlineθ
      Ιinlineinlineinlineι
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      Ξinlineinlineinlineξ
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      Minúscula 3
      Minúscula 3 (en la numeración Gregory-Aland), δ 253 (Soden)1​ es un manuscrito griego en minúsculas del Nuevo Testamento en pergamino. Es datado paleográficamente en el siglo XII. Fue uno de los manuscritos utilizados por Erasmo. Anteriormente era conocido como Codex Cosendocensis.

      Descripción
      El códice contiene la totalidad del Nuevo Testamento, excepto el Libro de Apocalipsis, en el siguiente orden: Evangelios, Hechos de los Apóstoles, epístolas generales y epístolas paulinas en 451 hojas de pergamino, con tamaño de 24.5 cm por 17.5 cm. El texto está escrito en una columna por página,2​ 24 líneas por página (16.3 cm por 10.2 cm), en tinta negra. Tiene iota adscrita.

      El texto de los Evangelios está dividido de acuerdo a los κεφαλαια (capítulos), cuyos números se colocan al margen del texto, y los τιτλοι (títulos) en la parte superior de las páginas. También hay una división de acuerdo con las más pequeñas Secciones Amonianas (en Marcos 234; 16:9), con referencias a los Cánones de Eusebio.

      Contiene la Epistula ad Carpianum, las tablas de los Cánones de Eusebio, tablas de los κεφαλαια (tablas de contenido) antes de cada libro, Prolegómenos, ilustraciones (en Juan con Prócoro), y el Aparato Eutaliano en Hechos y las epístolas generales. Las suscripciones al final de cada libro fueron añadidas por una mano posterior.

      Texto
      El texto griego del códice es representativo del tipo textual bizantino, con excepción de las epístolas generales. Hermann von Soden lo clasificó en la familia textual Kx. Aland lo colocó en la Categoría V. Según el Perfil del Método de Claremont pertenece a la familia textual Kx en Lucas 1 y Lucas 20. En Lucas 10, ningún perfil se hizo. El texto de la perícopa de la adúltera (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Juan 7, 53-8, 11». Biblia versión Reina-Valera, es omitido, sin ninguna marca.

      Historia
      El manuscrito es datado por el INTF en el siglo XII.

      Radulfo Roland de Rivo presentaron este manuscrito del monasterio de la Virgen María en el pueblo de Corsendonck, cerca de Turnhout. Más tarde perteneció al monasterio de la Orden Dominicana en Basilea.

      Fue utilizado por Erasmo en su segunda edición del Novum Testamentum en 1519. Fue recopilado por J. Walker para Bentley. Esta recopilación nunca fue publicada. También fue cotejada por Wettstein. Wettstein arguyó que el manuscrito es una alteración del latín.

      El manuscrito fue examinado también por TreschowAlter John Wordsworth. El manuscrito no fue citado en las ediciones Nestle-Aland del Novum Testamentum Graece. Alter lo utilizó en su edición del texto griego del Nuevo Testamento. El códice ahora se encuentra en la Biblioteca Nacional de Austria (Cod. Supl. Gr. 52) en Viena.

      Codex Montfortianus
      Codex Montfortianus, designado como 61 (en la numeración Gregory-Aland) y δ 603 (Soden), es un manuscrito griego en minúsculas del Nuevo Testamento, en papel. Erasmo lo llamó Codex Britannicus. Está datado a principios del siglo XVI, aunque una fecha en el siglo XV es posible por razones paleográficas El manuscrito es famoso por incluir la coma joánica. Tiene notas marginales.

      Descripción
      El códice contiene la totalidad del Nuevo Testamento. El texto está escrito en una columna por página, 21 líneas por página, en 455 hojas de papel (15.8 cm por 12 cm).

      El texto está dividido de acuerdo con los κεφαλαια (capítulos), cuyos números se dan al margen, y sus τιτλοι (títulos) en la parte superior de las páginas. El texto de los Evangelios está dividido de acuerdo con las más pequeñas Secciones Amonianas, con referencias a los Cánones de Eusebio.

      Contiene Prolegómenos, tablas de los κεφαλαια (tablas de contenido) antes de cada libro, y suscripciones al final de cada libro, con números de στιχοι. Los títulos de los libros sagrados fueron escritos en tinta roja. El orden de los libros: Evangelios, epístolas paulinas, Hechos, epístolas generales (Santiago, Judas, 1-2 Pedro, 1-3 Juan), y el libro de Apocalipsis. El orden de las epístolas generales es idéntico al de la minúscula 326.

      Texto
      El texto griego de los Evangelios y Hechos es representativo del tipo textual bizantino. Aland lo colocó en la Categoría V. En las epístolas paulinas y las epístolas generales, su texto es mixto. Aland lo colocó en la Categoría III. En el libro de Apocalipsis, el texto pertenece al tipo de texto bizantino, pero con un gran número de variantes únicas de texto, en una estrecha relación con el Uncial 046 y la minúscula 69.​ En los Evangelios, es cercano a los manuscritos 56, 58. No fue examinado usando el Perfil del Método de Claremont.

      En 1 Juan 5:6 tiene la variante textual δι' ὕδατος καὶ αἵματος καὶ πνεύματος ἁγίου (a través del agua y de la sangre y el Espíritu Santo) junto con los manuscritos: 39, 326, 1837. Bart Ehrman identificó esta lectura como una corrupción ortodoxa del texto. Contiene el coma joánica como parte integral del texto. Un facsímil grabado de la página correspondiente se puede ver en Thomas Hartwell Horne (1818). An Introduction to the Critical Study and Knowledge of the Holy Scriptures. Londres: Cadell and Davies. vol. 2.2. p. 118.

      Historia
      Fue el primer manuscrito griego descubierto que contenía la coma juanina en 1 Juan 5:7-8. Fue copiado de un manuscrito anterior que no tenía la coma. Fue insertada del latín.10​ Su primer propietario conocido fue Froyo, un fraile franciscano; luego, Thomas Clement (1569); después, William Chark (1582); y más tarde Thomas Montfort, de quien deriva su nombre actual, entonces arzobispo de Ussher, causante del cotejo que hizo aparecer al manuscrito en la Walton Polyglott (Mateo 1:1; Hechos 22:29; Romanos 1). Montfort presentó después el manuscrito al Trinity College de Dublín.

      Este códice fue utilizado por Erasmo en su tercera edición del Novum Testamentum (1522). Erasmo imprimió mal εμαις por εν αις en Apocalipsis 2:13.

      Fue descrito por Wettstein​ y Orlando Dobbin. C. R. Gregory lo vio en 1883. El códice se encuentra actualmente en el Trinity College (Ms. 30) en Dublín.

      Minúscula 33Minúscula 33 (en la numeración Gregory-Aland), δ 48 (Soden), llamada Codex Colbertinus 2844 antes de la Revolución Francesa; es un manuscrito griego en minúsculas del Nuevo Testamento en pergamino. Es datado paleográficamente en el siglo IX. El manuscrito es lagunoso. Tiene notas marginales. Según los críticos textuales, es uno de los mejores manuscritos en minúsculas del Nuevo Testamento.
      DescripciónEl códice contiene parte de los profetas del Antiguo Testamento, y todos los libros del Nuevo Testamento (excepto el Apocalipsis de Juan), en 143 hojas de pergamino (37.5 cm por 24.8 cm), con tres lagunas en el Evangelio de Marcos y el Evangelio de Lucas (Marcos 9:31-11:11; 13:11-14:60; Lucas 21:38-23:26).

      El texto está dividido de acuerdo a los κεφαλαια (capítulos), cuyos números se colocan al margen del texto, y los τιτλοι (títulos) en la parte superior de las páginas. Contiene Prolegómenos a las epístolas generales y las epístolas paulinas (folios 73-76), el Aparato Eutaliano.

      Está escrito en minúscula en un pergamino, en 1 columna por página, 48-52 líneas por página. Una parte de prácticamente cada hoja ha sido destruida por la humedad. Las hojas se unieron tan firmemente entre sí (sobre todo en el libro de los Hechos) que cuando se separan, una parte de la tinta está adherida a la página opuesta. El texto tiene errores de iotacismo. Los bordes de las hojas están muy dañadas.

      El orden de los libros es: Evangelios, Hechos, epístolas generales, epístolas paulinas (Hebreos está colocado antes de 1 Timoteo). Terminando la Epístola a los Romanos tiene el siguiente orden de versículos: 16:23; 16:25-27; 16:24 (como en los códices P 104 256 263 365 436 459 1319 1573 1852 arm).

      Texto
      El versículo Mateo 21:44 es omitido, como en los manuscritos P104, Codex Bezae, algunos manuscritos de la Vetus Latina (b, d, e, ff1, ff2, r1), syrs, y el Diatessaron. Este versículo no se encuentra gracias a la posible falta de interpolaciones occidentales. No tiene el texto de Mateo 16:2b-3.

      Mateo 8:13 Tiene un texto adicional: και υποστρεψας ο εκατονταρχος εις τον οικον αυτου εν αυτη τη ωρα ευρεν τον παιδα υγιαινοντα (y cuando el centurión volvió a casa en esa hora, encontró a su esclavo sanado) como en los códices א, C, (N), Θ, (0250), f1, (1241), g1, syrh.

      En Mateo 16:12 tiene una variante textual única της ζυμης των Φαρισαιων (la levadura de los fariseos). Esta variante no es apoyada por ningún otro manuscrito.

      En Mateo 27:9, en la frase επληρωθη το ρηθεν δια Ιερεμιου του προφητου (cumplió lo dicho por el profeta Jeremías), la palabra Ιερεμιου (Jeremías) es omitida, al igual que en los manuscritos: Codex Beratinus, Codex Vercellensis (a) (Vetus Latina), y Codex Veronensis (b), en syrs, syrp, y copbo.

      En Lucas 4:17 tiene la variante textual καὶ ἀνοίξας τὸ βιβλίον (y abrió el libro), junto con los manuscritos A, B, L, W, Ξ, 892, 1195, 1241, ℓ 547, syrs, h, pal, copsa, bo, contra la variante καὶ ἀναπτύξας τὸ βιβλίον (y desenrolló el libro) apoyada por א, Dc, K, Δ, Θ, Π, Ψ, f1, f13, 28, 565, 700, 1009, 1010 y muchos otros manuscritos.

      En Hechos 20:28 lee κυριου του (del Señor), junto con los manuscritos P74 C* D E Ψ 36 453 945 1739 1891. Las otras lecturas de este versículo son: του Θεου (de Dios) y του κυριου και του Θεου (del Señor y Dios).

      En Hechos 28:29, se omite la totalidad del versículo και ταυτα αυτου ειποντος απηλθον οι Ιουδαιοι πολλην εχοντης εν εαυτοις συζητησιν (Y cuando hubo dicho estas palabras, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí); la omisión es apoyada por los manuscritos P4, Codex Sinaiticus, Alexandrinus, Vaticanus, Codex Laudianus, Codex Athous Lavrensis, Codex Vaticanus 2061, 81, 1175, 1739, 2464.

      En Romanos 8:1 lee Ιησου κατα σαρκα περιπατουσιν αλλα κατα πνευμα, en vez de Ιησου. La lectura del manuscrito es apoyada por אc, Dc, K, P, 104, 181, 326, 330, (436 omite μη), 456, 614, 630, 1241, 1877, 1962, 1984, 1985, 2492, 2495, Byz, Lect.

      En 1 Corintios 2:1 lee μαρτυριον junto con B D G P Ψ 81 104 181 326 330 451 614 629 630 1241 1739 1877 1881 1962 1984 2127 2492 2495 Byz Lect it vg syrh copsa arm eth. Otros manuscritos leen μυστηριον, o, σωτηριον.

      En 1 Corintios 3:4 lee ουκ ανθρωποι junto con P46, Sinaiticus, Alexandrinus, Vaticanus, Ephraemi, Codex Vaticanus 2061, 81, 1175, 1506, 1739, 1881; Sinaiticus2, Ψ, y los manuscritos bizantinos leen ουχι σαρκικοι; D F G 629 leen ουχι ανθρωποι.

      En 1 Corintios 7:5 lee προσευχη τη (oración), junto con P11, P46, א*, A, B, C, D, F, G, P, Ψ, 6, 81, 104, 181, 629, 630, 1739, 1877, 1881, 1962, it vg, cop, arm, eth. Otros manuscritos leen τη νηστεια και τη προσευχη (ayuno y oración), o, τη προσευχη και νηστεια (oración y ayuno).

      En 2 Timoteo 1:11 lee καὶ διάκονος (y servidor), otros manuscritos dicen καὶ διδάσκαλος (y maestro), o, καὶ διδάσκαλος ἐθνῶν (y maestro de naciones).

      Su texto griego de los Evangelios es un excelente representante del tipo textual alejandrino, pero con algunas lecturas bizantinas, sobre todo en los Hechos de los Apóstoles y las epístolas paulinas.Aland lo colocó en la Categoría II en los Evangelios, y en la Categoría I en el resto de libros del Nuevo Testamento.​ Según el Perfil del Método de Claremont, representa el tipo textual alejandrino como su miembro débil.

      Historia
      Scholz y Martin dataron el manuscrito en el siglo XI. Gregory lo fechó en el siglo IX o X. Actualmente está datado por el INTF en el siglo IX.

      La minúscula fue llamada «la reina de las cursivas» por J. G. Eichhorn (1752-1827), pero ahora tiene varios rivales (81, 892, 1175, 1739). El manuscrito fue examinado por muchos estudiosos, como Griesbach, que recopiló el texto en Mateo 1-18. También fue estudiado por Birch y otros. El texto del códice fue totalmente cotejado por S. P. Tregelles en 1850.​ Tregelles dijo que, de todos los manuscritos que él recopiló (presumiblemente excluyendo los palimpsestos), este fue el más difícil de leer. Fue examinado y descrito por Paulin Martin. C. R. Gregory vio el manuscrito en dos ocasiones, en 1884 y en 1885. El manuscrito fue incluido en un aparato crítico por Kurt Aland, en su 25ª edición del Novum Testamentum Graece (1963).

      El códice ahora se encuentra en la Bibliothèque nationale de France (Cod. Gr. 14) en París.

      Leccionarios del Nuevo Testamento
      Un Leccionario del Nuevo Testamento es una copia escrita de un leccionario, o libro de lecturas bíblicas del Nuevo Testamento. Los Leccionarios podrían ser escritos en letras griegas unciales o minúsculas,1​ en pergamino, papiro, vitela, o papel.

      Los leccionarios del Nuevo Testamento son distintos a los:
      Papiros del Nuevo Testamento
      Unciales del Nuevo Testamento
      Minúsculas del Nuevo Testamento

      Los leccionarios que contienen lecturas de los Evangelios son llamados Evangeliaria o Evangelistaria, aquellos que contienen los Hechos o las Epístolas, Apostoli o Praxapostoli. Ellos aparecieron a partir del siglo VI.

      Antes de Scholz solamente se conocían 57 leccionarios de los Evangelios y 20 Apostoloi. Scholz agregó a la lista 58-181 Evangelistarioi y 21-58 Apostoloi.3​ Gregory en 1909 enumeró 2234 leccionarios. En el presente 2453 manuscritos leccionarios han sido catalogados por el (INTF) en Münster. El texto leccionario es básicamente bizantino con influencia cesarea detectable. Los leccionarios usualmente coinciden con el Texto Recibido pero con algunas departuras.

      Lista de leccionarios nombrados o notables
      Los numerales (#) son del sistema actual estándar de Caspar René Gregory.
      Se estima que las fechas tienen una variación de aproximadamente 50 años (excepto los leccionarios fechados por los escribas). Contienen solo las lecciones de los Evangelios (Evangelistarion), y otras lecciones del resto del NT aparte de Revelación (Apostolos). A veces se puede indicar la porción que sobrevive de un códice, es muy limitada a libros específicos, capítulos o incluso versículos. Los artículos enlazados, si existen, generalmente especifican en detalles, por versículos.



      Leccionarios 1–500
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ 1XEvangelistarion (uncial)Biblioteca Nacional de Francia, Gr. 278ParísFrancia
      El Leccionario 1 (designado por la sigla ℓ 1 en la clasificación de Gregory-Aland) es un antiguo manuscrito del Nuevo Testamento, paleográficamente fechado del Siglo X d. C.​ En otra época era conocido como Codex Colbertinus 700.

      Este codex contienen lecciones de los evangelios, pero con algunas lagunas. Fue escrito en griego, y actualmente se encuentra en la Biblioteca Nacional de Francia (Gr. 278).
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ 2XEvangelistarion (uncial)Biblioteca Nacional de Francia, Gr. 280ParísFrancia
      El Leccionario 2 (designado por la sigla ℓ 2 en la clasificación de Gregory-Aland) es un antiguo manuscrito del Nuevo Testamento, paleograficamente fechado del Siglo X d.C. y fue escrito en griego. Son un total de 257 hojas de 28,6 x 21,8 cm. El texto está escrito en dos columnas, con entre 18 líneas por columna. Este codex contienen lecciones de los evangelios, pero con algunas lagunas.

      Actualmente se encuentra en la Biblioteca Nacional de Francia (Gr. 280). El texto griego de este códice es una representación del tipo textual bizantino.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ 3XIEvangelistarion (uncial)Colegio Lincoln, Gr. 15OxfordR.U.
      El Leccionario 3 (designado por la sigla ℓ 3 en la clasificación de Gregory-Aland) es un antiguo manuscrito del Nuevo Testamento, paleográficamente fechado en el Siglo XI d.C. y fue escrito en griego.

      Son un total de 281 hojas de 29 x 22,5 cm. El texto está escrito en dos columnas, con unas 19 líneas por columna. Este codex contienen lecciones de los evangelios, pero con algunas lagunas. Actualmente se encuentra en la Lincoln College (Gr. II. 15).
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ 5XEvangelistarion (uncial)Biblioteca Bodleiana, Barocci 202OxfordR.U.
      El Leccionario 5, designado por la sigla ℓ 5 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo X.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas de los Evangelios de Juan, Mateo y Lucas, con lagunas al principio y al final. El texto está escrito en Caligrafía uncial, en 150 hojas de pergamino (31 cm por 23 cm), 2 columnas por página, 19 líneas por página, 12.7 letras por línea.

      Mateo 19:16
      διδασκαλε (maestro) — א, B, D, L, f1, 892txt, 1010, 1365, ℓ 5, ita, d, e, ff1, copbo, eth, geo, Origen, Hilary;
      διδασκαλε αγαθε (buen maestro) — C, K, W, Δ, Θ, f13, 28, 33, 565, 700, 892mg, 1009, 1071, 1079, 1195, 1216, 1230, 1241, 1242, 1253, 1344, 1546, 1646, 2148, 2174, Byz, Lect, it, vg, syr, copsa, arm, eth, Diatessaron.

      Historia
      El manuscrito perteneció a Colbert. Fue examinado por John Mill y Johann Jakob Wettstein.2​ En el manuscrito se citan de forma esporádica las críticas del Nuevo Testamento griego de UBS (UBS3). El códice se encuentra ahora en la Biblioteca Bodleiana, en Oxford, Inglaterra.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ 71204EvangelistarionBiblioteca Nacional de Francia, Gr. 301ParisFrancia
      El Leccionario 7, designado por la sigla ℓ 7 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Está fechado por el colofón del año 1204.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas del Evangelio, en 316 hojas de pergamino (30,9 cm por 23,2 cm). El texto está escrito en letra griega minúscula, en dos columnas por página, 23 líneas por página. Contiene notas musicales.

      Historia
      El manuscrito fue escrito por el sacerdote Georg Rhodiu. El manuscrito se citan esporádicamente las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3). Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca nacional de Francia, en París, Francia.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ 8XIVEvangelistarionBiblioteca Nacional de Francia, Gr. 312ParisFrancia
      El Leccionario 8, designado por la sigla ℓ 8 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XIV.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas del Evangelio, en 309 hojas de pergamino (34 cm por 28 cm). El texto está escrito en letra griega minúscula, en dos columnas por página, 28 líneas por página. No contiene notas musicales.

      Historia
      El manuscrito fue escrito por un monje llamado Cosmas. El manuscrito no ha sido citado en las ediciones del Nuevo Testamento griego de UBS. Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca nacional de Francia, en París, Francia.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ 9XIIIEvangelistarionBiblioteca Nacional de Francia, Gr. 307ParisFrancia
      El Leccionario 9, designado por la sigla ℓ 9 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XIII.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas del Evangelio, en 260 hojas de pergamino (30 cm por 23,8 cm). El texto está escrito en letra griega minúscula, en dos columnas por página, 24 líneas por página.
      contiene notas musicales.

      Historia
      El manuscrito perteneció a Colbert. El manuscrito no ha sido citado en las ediciones del Nuevo Testamento griego de UBS. Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca nacional de Francia, en París, Francia
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ10XIIIEvangelistarionBiblioteca Nacional de Francia, Gr. 287ParisFrancia
      El Leccionario 10, designado por la sigla ℓ 10 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XIII.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas del Evangelio, en 142 hojas de pergamino (32,2 cm por 24,5 cm).2​ El texto está escrito en letra griega minúscula, en dos columnas por página, 23 líneas por página.

      Historia
      El manuscrito fue examinado por Wettstein, Scholz, y Martin Paulin. Gregory vio el manuscrito en 1885.3​ El manuscrito ha sido citado en las ediciones del Nuevo Testamento griego de UBS. Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca nacional de Francia, en París, Francia.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ11XIIIEvangelistarionBiblioteca Nacional de Francia, Gr. 309ParisFrancia
      El Leccionario 11, designado por la sigla ℓ 11 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XIII.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas del Evangelio, en 142 hojas de pergamino (30 cm por 23 cm). El texto está escrito en letra griega minúscula, en dos columnas por página, 22 líneas por página. Contiene notas musicales.

      Historia
      El manuscrito fue escrito perteneció a Colbert. El manuscrito se citan esporádicamente las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3). Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca nacional de Francia, en París, Francia.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ12XIIIEvangelistarionBiblioteca Nacional de Francia, Gr. 310ParisFrancia
      El Leccionario 12, designado por la sigla ℓ 12 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XIII.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas del Evangelio, en 366 hojas de pergamino (30,5 cm por 23 cm). El texto está escrito en letra griega minúscula, en dos columnas por página, 24 líneas por página. Contiene notas musicales.

      Historia
      El Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento lo relaciona también con el siglo XIII. El manuscrito se citan esporádicamente las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3). Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca nacional de Francia, en París, Francia.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ13XIIEvangelistarionBiblioteca Nacional de Francia,
      Coislin Gr. 31
      ParisFrancia
      El Leccionario 13, designado por la sigla ℓ 13 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XII.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas del Evangelio, en 283 hojas de pergamino (37 cm por 25,7 cm). El texto está escrito en Caligrafía uncial, en dos columnas por página, 18 líneas por página.1​ Contiene imágenes.

      Historia
      En la actualidad el códice se encuentra en la Biblioteca nacional de Francia, en París. El manuscrito se cita de forma esporádica en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3). Fue examinado por Wettstein, Scholz, y Martin Paulin. Gregory lo vio en 1885.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ14XVIEvangelistarionBiblioteca Nacional de Francia, Gr. 315ParisFrancia
      El Leccionario 14 (designado por la sigla ℓ 14 en la clasificación de Gregory-Aland) es un antiguo manuscrito del Nuevo Testamento, paleograficamente fechado en el siglo XII d. C.

      Este codex contienen lecciones de los evangelios de Mateo, Lucas y Juan (conocido como Evangelistarium). Fue escrito en griego, y actualmente se encuentra en la Biblioteca Nacional de Francia (Gr. 315).
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ50XIVEvangelistarion (Uncial)
      Museo Histórico Estatal, V. 10, S. 226
      MoscúRusia
      El Leccionario 50, designado por la sigla ℓ 50 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XI.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas del Evangelio, en 231 hojas de pergamino (37 cm por 27 cm). El texto está escrito en Caligrafía uncial, en dos columnas por página, 17 líneas por página. Contiene notas musicales.

      Historia
      El manuscrito fue examinado por Christian Frederick Matthaei (fechado por el siglo XIV). En la actualidad el códice se encuentra en el Museo Estatal de Historia, en Moscú, Rusia. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3).
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ51XIVEvangelistarion (Uncial)
      Museo Histórico Estatal, V. 20, S. 224
      MoscúRusia
      El Leccionario 51, designado por la sigla ℓ 51 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XIV.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas del Evangelio, en 44 hojas de pergamino (21,5 cm por 16,5 cm).2​ El texto está escrito en letra minúscula, en dos columnas por página, 19 líneas por página.

      Historia
      El manuscrito fue examinado por Christian Frederick Matthaei. En la actualidad el códice se encuentra en el Museo Estatal de Historia, en Moscú, Rusia. El manuscrito se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3).
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ52XIVEvangelistarion Apostolos
      Museo Histórico Estatal, V. 261, S. 279
      MoscúRusia
      El Leccionario 52, designado por la sigla ℓ 52 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XIV.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas del Evangelio, en 244 hojas de pergamino (23,3 cm por 16,5 cm). El texto está escrito en Caligrafía uncial, en dos columnas por página, en 19 líneas por página. Contiene algunos evangelios del Antiguo Testamento.

      Historia
      El manuscrito fue examinado por Christian Frederick Matthaei. En la actualidad el códice se encuentra en el Museo Estatal de Historia, en Moscú, Rusia. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3).
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ53XVEvangelistarion Apostolos
      Museo Histórico Estatal, V. 262, S. 280
      MoscúRusia
      El Leccionario 53, designado por la sigla ℓ 53 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XV.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas del Evangelio del Nuevo Testamento, en 332 hojas de pergamino (21,8 cm por 14,4 cm). El texto está escrito en letras minúsculas, en dos columnas por página, 24 líneas por página.

      Historia
      El manuscrito provino del monasterio del Monte Athos, fue examinado por Christian Frederick Matthaei. En la actualidad el códice se encuentra en el Museo Estatal de Historia, en Moscú, Rusia. El manuscrito se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3).
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ541470Evangelistarion Apostolos
      Museo Histórico Estatal, V. 263, S. 281
      MoscúRusia
      El Leccionario 54, designado por la sigla ℓ 54 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Está fechado por el colofón para el año 1470.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas del Evangelio del Nuevo Testamento, en 344 hojas de pergamino (21 cm por 14,8 cm). El texto está escrito en letra minúscula, en dos columnas por página, 24 líneas por página.

      Historia
      El manuscrito fue escrito por un monje llamado Dometius, proveniente del Monasterio de Vatopediou, en el Monte Athos; fue examinado por Christian Frederick Matthaei. En la actualidad el códice se encuentra en el Museo Estatal de Historia, en Moscú, Rusia. El manuscrito se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3).
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ861336Evangelistarion
      Biblioteca Nacional de Francia, Gr. 311
      ParisFrancia
      El Leccionario 86 (designado por la sigla ℓ 86 en la clasificación de Gregory-Aland) es un antiguo manuscrito del Nuevo Testamento, paleograficamente fechado del Siglo XIV d.C. y fue escrito en griego.

      Son un total de 382 hojas de 34,2 x 25,6 cm. El texto está escrito en dos columnas, con entre 20 líneas por columna. Este codex contienen lecciones de los evangelios. Actualmente se encuentra en la Bibliothèque nationale de France (Gr. 311).
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ132XIVEvangelistarionBiblioteca Vaticana, Ottob. gr. 326Vaticano
      El Lecionário 132 (designado por la sigla ℓ 132 en la clasificación de Gregory-Aland) es un antiguo manuscrito en griego del Nuevo Testamento, paleograficamente fechado en el Siglo XIV

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas de los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan (conocido como Evangelistarium), con muchas lagunas al fin del texto.2​ Fue escrito en griego, y actualmente se encuentra en la Biblioteca del Vaticano.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ150XIVEvangelistarion (Uncial)Biblioteca Británica, MS Harl 5598LondresR.U.
      El Leccionario 150 (designado por la sigla ℓ 150 en la clasificación de Gregory-Aland) es un antiguo manuscrito del Nuevo Testamento, paleográficamente fechado del Siglo X d.C. y fue escrito en griego.

      Son un totalde 374 hojas de 35,2 x 26,7 cm. El texto está escrito en dos columnas, con entre 21 líneas por columna. Este códice contiene lecciones de los evangelios. Actualmente se encuentra en la Biblioteca británica, (MS Harley 5598).
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ194XIVEvangelistarion (Uncial)Biblioteca Bodleiana, Canon. Gr. 85OxfordR.U.
      El Leccionario 194, designado por la sigla ℓ 194 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo X.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas de los Evangelios de Juan, Mateo y Lucas, en 259 hojas de pergamino (32,5 cm x 23,5 cm). El texto está escrito en Caligrafía uncial, en dos columnas por página, 18 líneas por página. Contiene notas musicales.

      Historia
      Por lo general, está fechado en el siglo X. Se añadió a la lista de los manuscritos del Nuevo Testamento por Frederick Henry Ambrose Scrivener (número 203). Caspar René Gregory lo vio en 1883. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3). Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca Bodleiana, en Oxford, Inglaterra.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ195XIVEvangelistarion (Uncial)Biblioteca Bodleiana, Canon. Gr. 92OxfordR.U.
      El Leccionario 195, designado por la sigla ℓ 195 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XI.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas de los Evangelios de Juan, Mateo y Lucas. El texto está escrito en Caligrafía uncial, en 483 hojas de pergamino (40,5 cm x 28,5 cm), 2 columnas por página, 14 líneas por página. Es muy espléndido, con letras doradas al inicio; contiene notas musicales.

      Historia
      Frederick Henry Ambrose Scrivener y Caspar René Gregory datan el manuscrito del siglo X, el Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento lo relaciona con el siglo XI. Se añadió a la lista de los manuscritos del Nuevo Testamento por Scrivener (número 203). Gregory lo vio en 1883. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3). Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca Bodleiana, en Oxford, Inglaterra.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ196XVIEvangelistarion Biblioteca Bodleiana, Canon. Gr. 119OxfordR.U.
      El Leccionario 196, designado por la sigla ℓ 196 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XV.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas de los Evangelios de Juan, Mateo y Lucas. El texto está escrito en Caligrafía uncial, en 155 hojas de pergamino (29 cm por 18 cm), en una columna por página, 26 líneas por página.

      Historia
      Frederick Henry Ambrose Scrivener y Caspar René Gregory datan el manuscrito del siglo XV, el Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento lo relaciona también con el siglo XV. Se añadió a la lista de los manuscritos del Nuevo Testamento por Scrivener (número 204). Gregory lo vio en 1883. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3). Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca Bodleiana, en Oxford, Inglaterra.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ197XVIApostolarionBiblioteca Bodleiana, Canon. Gr. 126, fol. 252-259OxfordR.U.
      El Leccionario 197, designado por la sigla ℓ 197 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XV.

      Descripción
      El códice contiene tres lecciones de las Epístolas del leccionario (Apostolarium). Solo 8 hojas (21,5 cm por 15,5 cm) del códice han sobrevivido. El texto está escrito en Caligrafía uncial, en una columna por página, 20 líneas por página.

      Historia
      Caspar René Gregory data el manuscrito del siglo XV, el Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento lo relaciona también con el siglo XV. Se añadió a la lista de los manuscritos del Nuevo Testamento por Frederick Henry Ambrose Scrivener (número 205). Caspar René Gregory lo vio en 1883. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3). Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca Bodleiana, en Oxford, Inglaterra.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ198XIIEvangelistarionBiblioteca Bodleiana, E. D. Clarke. 45OxfordR.U.
      El Leccionario 198, designado por la sigla ℓ 198 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XV.

      Descripción
      El códice contiene las enseñanzas de los evangelios de Juan, Mateo y Lucas, en 276 hojas de pergamino (29,5 cm por 23 cm). El texto está escrito en letra minúscula, en dos columnas por página, 24 líneas por página. Contiene notas musicales. Algunas hojas estaban resumidas en desorden. El manuscrito es «espléndido pero estropeado por la humedad».

      Historia
      Frederick Henry Ambrose Scrivener y Caspar René Gregory datan el manuscrito del siglo XII, el Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento lo relaciona también con el siglo XII. Se añadió a la lista de los manuscritos del Nuevo Testamento por Scrivener (número 206). Gregory lo vio en 1883. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3). Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca Bodleiana, en Oxford, Inglaterra.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ199XIIIEvangelistarionBiblioteca Bodleiana, E. D. Clarke. 46OxfordR.U.
      El Leccionario 199, designado por la sigla ℓ 199 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XV.

      Descripción
      El códice contiene las enseñanzas de los evangelios de Juan, Mateo y Lucas, en 243 hojas de pergamino (28 cm por 22,5 cm). con algunas lagunas al principio y al final.2​ El texto está escrito en letras griegas minúsculas, en dos columnas por página, 21-24 líneas por página. Contiene notas musicales.

      Historia
      Caspar René Gregory data el manuscrito del siglo XIII, el Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento lo relaciona también con el siglo XIII. Se añadió a la lista de los manuscritos del Nuevo Testamento por Frederick Henry Ambrose Scrivener (número 207). Gregory lo vio en 1883. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3).3​ Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca Bodleiana, en Oxford, Inglaterra.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ200XIIEvangelistarionBiblioteca Bodleiana, E. D. Clarke. 47OxfordR.U.
      El Leccionario 200, designado por la sigla ℓ 200 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XV.

      Descripción
      El códice contiene las enseñanzas de los evangelios de Juan, Mateo y Lucas, en 292 hojas de pergamino (27 cm por 21 cm). El texto está escrito en letras griegas minúsculas, dos columnas por página, 23 líneas por página. Contiene notas musicales.

      Historia
      Frederick Henry Ambrose Scrivener y Caspar René Gregory datan el manuscrito del siglo XII,​ el Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento lo relaciona también con el siglo XII. Se añadió a la lista de los manuscritos del Nuevo Testamento por Scrivener (número 208). Gregory lo vio en 1883. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3). Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca Bodleiana, en Oxford, Inglaterra.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ201XIIIEvangelistarionBiblioteca Bodleiana, Canon. Gr. 48OxfordR.U.
      El Leccionario 201, designado por la sigla ℓ 201 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XV.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas de los Evangelios de Juan, Mateo, Lucas, con algunas lagunas. El texto está escrito en letras griegas minúsculas, en 187 hojas de pergamino (26,5 cm x 19,5 cm), en dos columnas por página, 27 líneas por página. Según el escribano del manuscrito el leccionario se encuentra "descuidado y mal escrito".

      Historia
      Frederick Henry Ambrose Scrivener y Caspar René Gregory datan el manuscrito del siglo XIII, el Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento lo relaciona también con el siglo XIII. Se añadió a la lista de los manuscritos del Nuevo Testamento por Scrivener (número 209). Gregory lo vio en 1883. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3).Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca Bodleiana, en Oxford, Inglaterra.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ202XIIEvangelistarionBiblioteca Bodleiana, Cromw 27OxfordR.U.
      El Leccionario 202, designado por la sigla ℓ 202 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XV.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas de los Evangelios de Juan, Mateo, Lucas, en 323 hojas de pergamino (27 cm por 22,5 cm). El texto está escrito en letras griegas minúsculas, en dos columnas por página, 22 líneas por página. Contiene notas musicales y un menologio.

      Historia
      Frederick Henry Ambrose Scrivener data el manuscrito del siglo XI y Caspar René Gregory del siglo XII, el Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento lo relaciona también con el siglo XII. Se añadió a la lista de los manuscritos del Nuevo Testamento por Scrivener (número 210). Gregory lo vio en 1883. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3). Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca Bodleiana, en Oxford, Inglaterra.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ2031067?EvangelistarionBiblioteca Bodleiana, Auct. F. 6. 25OxfordR.U.
      El Leccionario 203, designado por la sigla ℓ 203 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XI.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas de los Evangelios de Juan, Mateo, Lucas, en 305 hojas de pergamino (28.5 cm by 20.5 cm). El texto está escrito en letras griegas minúsculas, en una columna por página, 24 líneas por página. Contiene notas musicales.

      Historia
      Frederick Henry Ambrose Scrivener data el manuscrito del siglo XI y Caspar René Gregory delsiglo XIII, el Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento lo relaciona también con el siglo XI. Se añadió a la lista de los manuscritos del Nuevo Testamento por Scrivener (número 211). Caspar René Gregory lo vio en 1883. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3). Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca Bodleiana, en Oxford, Inglaterra.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ204XIEvangelistarion Biblioteca Bodleiana, Rawl. G. 2OxfordR.U.
      El Leccionario 204, designado por la sigla ℓ 204 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XI.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas de los Evangelios de Juan, Mateo, Lucas, en 305 hojas de pergamino (23 cm por 17,5 cm). El texto está escrito en letras griegas minúsculas, en una columna por página, 10 líneas por página. Contiene notas musicales.

      Historia
      Frederick Henry Ambrose Scrivener y Caspar René Gregory datan el manuscrito del siglo XI, el Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento lo relaciona también con el siglo XI. Se añadió a la lista de los manuscritos del Nuevo Testamento por Scrivener (número 212). Caspar René Gregory lo vio en 1883. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3). Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca Bodleiana, en Oxford, Inglaterra.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ205XEvangelistarion (Uncial)Biblioteca Bodleiana, Barocci 197OxfordR.U.
      El Leccionario 205, designado por la sigla ℓ 205 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo X.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas del Evangelio, en 5 hojas de pergamino (29,5 cm por 19 cm). El texto está escrito en caligrafía uncial, en dos columnas por página, 20 líneas por página. Contiene notas musicales.

      Historia
      Frederick Henry Ambrose Scrivener y Caspar René Gregory datan el manuscrito del siglo XI, el Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento lo relaciona también con el siglo X. Se añadió a la lista de los manuscritos del Nuevo Testamento por Scrivener (número 201). Gregory lo vio en 1883. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3). Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca Bodleiana, en Oxford, Inglaterra.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ206aXIEvangelistarionIglesia cristiana, Wake 13OxfordR.U.
      El Leccionario 206, designado por la sigla ℓ 206 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XI.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas de los evangelios de Juan, Mateo y Lucas, en 255 hojas de pergamino (30,8 cm por 23 cm).2​ El texto está escrito en letra minúscula, en dos columnas por página, 14 líneas por página, 7 cartas en hilera con letras grandes y en negrita.

      Historia
      Frederick Henry Ambrose Scrivener y Caspar René Gregory datan el manuscrito del siglo XI,​ el Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento lo relaciona también con el siglo XI. Se añadió a la lista de los manuscritos del Nuevo Testamento por Scrivener (número 213). Gregory lo vio en 1883. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3). Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca Bodleiana, en Oxford, Inglaterra.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ207XIIEvangelistarionIglesia cristiana, Wake 14OxfordR.U.
      El Leccionario 207, designado por la sigla ℓ 207 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XII.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas de los evangelios de Juan, Mateo y Lucas, en 246 hojas de pergamino (29,3 cm por 22,5 cm). El texto está escrito en letra minúscula, en dos columnas por página, 19 líneas por página. Contiene notas musicales e imágenes.

      Historia
      Frederick Henry Ambrose Scrivener y Caspar René Gregory datan el manuscrito del siglo XII, el Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento lo relaciona también con el siglo XII. Se añadió a la lista de los manuscritos del Nuevo Testamento por Scrivener (número 214). Gregory lo vio en 1883. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3). Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca Bodleiana, en Oxford, Inglaterra.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ208XIEvangelistarionIglesia cristiana, Wake 15OxfordR.U.
      El Leccionario 208, designado por la sigla ℓ 208 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XII.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas de los evangelios de Juan, Mateo y Lucas, en 217 hojas de pergamino (25 cm por 19,5 cm). El texto está escrito en letra griega minúscula, en dos columnas por página, 22 líneas por página.​ Contiene notas musicales e imágenes.

      Historia
      Según el colofón fue escrito por un monje llamado Leoncio, en 1068. Frederick Henry Ambrose Scrivener y Caspar René Gregory datan el manuscrito del siglo XI, el Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento lo relaciona también con el siglo XII.

      Se añadió a la lista de los manuscritos del Nuevo Testamento por Scrivener (número 215). Gregory lo vio en 1883. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3). Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca Bodleiana, en Oxford, Inglaterra.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ209XIIEvangelistarionIglesia cristiana, Wake 16OxfordR.U.
      El Leccionario 209, designado por la sigla ℓ 209 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XII.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas de los evangelios de Juan, Mateo y Lucas, en 217 hojas de pergamino (24,3 cm por 19,5 cm). El texto está escrito en letra griega minúscula, en dos columnas por página, en 21 cuadernillos, 21 líneas por página. Contiene notas musicales.

      Historia
      Frederick Henry Ambrose Scrivener data el manuscrito del siglo XIII y Caspar René Gregory del siglo XII, el Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento lo relaciona también con el siglo XII. Se añadió a la lista de los manuscritos del Nuevo Testamento por Scrivener (número 216). Gregory lo vio en 1883. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3). Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca Bodleiana, en Oxford, Inglaterra.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ210XIIEvangelistarionIglesia cristiana, Wake 17OxfordR.U.
      El Leccionario 210, designado por la sigla ℓ 210 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XII.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas de los evangelios de Juan, Mateo y Lucas, en 227 hojas de pergamino (24,2 cm por 18,6 cm). El texto está escrito en letra griega minúscula, en dos columnas por página, 21 líneas por página. Contiene notas musicales e imágenes.

      Historia
      Frederick Henry Ambrose Scrivener data el manuscrito del siglo XIII o IV y Caspar René Gregory del siglo XII o XIII, el Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento lo relaciona también con el siglo XII. Se añadió a la lista de los manuscritos del Nuevo Testamento por Scrivener (número 217). Gregory lo vio en 1883. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3). Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca Bodleiana, en Oxford, Inglaterra.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ211XIIEvangelistarionIglesia cristiana, Wake 18OxfordR.U.
      El Leccionario 211, designado por la sigla ℓ 211 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XII.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas de los evangelios de Juan, Mateo y Lucas, en 209 hojas de pergamino (31,2 cm por 20,5 cm). El texto está escrito en letra griega minúscula, en dos columnas por página, entre 28 y 30 líneas por página. Contiene imágenes.

      Historia
      Frederick Henry Ambrose Scrivener data el manuscrito del siglo XIV y Caspar René Gregory del siglo XII o XIII, el Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento lo relaciona también con el siglo XII. Se añadió a la lista de los manuscritos del Nuevo Testamento por Scrivener (número 217). Gregory lo vio en 1883. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3). Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca Bodleiana, en Oxford, Inglaterra.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ212XIEvangelistarionIglesia cristiana, Wake 18OxfordR.U.
      El Leccionario 212, designado por la sigla ℓ 212 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XI.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas de los evangelios de Juan, Mateo y Lucas, en 248 hojas de pergamino (28,4 cm por 21,7 cm). El texto está escrito en letra griega minúscula, en dos columnas por página, en 20 líneas por página. Contiene notas musicales.

      Historia
      El manuscrito fue escrito en Constantinopla. Frederick Henry Ambrose Scrivener data el manuscrito del siglo XIII o XIV y Caspar René Gregory del siglo XII o XIII,2​ el Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento lo relaciona también con el siglo XI. Se añadió a la lista de los manuscritos del Nuevo Testamento por Scrivener (número 212). Gregory lo vio en 1883. El manuscrito no se cita en las ediciones del Nuevo Testamento griego (UBS3).3​ Actualmente, el códice se encuentra en la Biblioteca Bodleiana, en Oxford, Inglaterra.

      Leccionarios 501–
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ1965XIIEvangelistarionUniversidad DRUe, Gk MS 10DurhamE.U.
      El Leccionario 1965, designado por la sigla ℓ 1965 (en la numeración Gregory-Aland). Se trata de un manuscrito griego en letra minúscula del Nuevo Testamento, escrito en 181 hojas de pergamino (26,5 cm x 19,2 cm). Paleográficamente ha sido asignado al siglo XII. Está escrito en dos columnas por página, de 23 a 24 líneas por página.

      Descripción
      El códice contiene las enseñanzas del Evangelio.

      Historia
      El códice se encuentra en la Colección Kenneth Willis Clark, de la Universidad de Duke, en Durham, Estados Unidos.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ2137XIIEvangelistarionUniversidad de Münster, Museo BíblicoMs. 17MunsterAlemania
      El Leccionario 2137, designado por la sigla ℓ 2137 (en la numeración Gregory-Aland), es un manuscrito griego del Nuevo Testamento. Paleográficamente ha sido asignado al siglo XII.

      Descripción
      El códice contiene enseñanzas del Evangelio, en 213 hojas de pergamino (32 cm por 24,5 cm), en cuadernillos de 8 hojas. El texto está escrito en letra griega minúscula, en dos columnas por página, en 24 líneas por página.1​ El manuscrito fue digitalizado por el Centro de Estudio de los Manuscritos del Nuevo Testamento.

      Localización
      El códice se encuentra localizado en el Museo de la Biblia, en Münster, Alemania.
      #FechaContenidoInstituciónCiudad, EstadoPaís
      ℓ2144XIIEvangelistarionUniversidad DRUe, Gk MS 27DurhamE.U.
      El Leccionario 2144, designado por la sigla ℓ 2144 (en la numeración Gregory-Aland). Se trata de un manuscrito griego en letra minúscula del Nuevo Testamento, escrito en 5 hojas de pergamino (22,5 cm x 15,3 cm). Paleográficamente ha sido asignado al siglo XII y/o XIII.

      Descripción
      El códice contiene las enseñanzas del Evangelio. Está escrito en dos columnas por página, 28 líneas por página.

      Historia
      El códice se encuentra en la Colección Kenneth Willis Clark, de la Universidad de Duke, en Durham, Estados Unidos.

      Marginalia
      Marginalia (plurale tantum) es el término general para designar las notas, glosas y comentarios editoriales hechos en el margen de un libro. El término también se usa para describir dibujos y manuscritos ilustrados medievales. No se deben confundir las marginalia con signos, marcas (por ejemplo estrellas, cruces, entre otros) o garabatos hechos por el lector en los libros. La manera formal de agregar notas descriptivas a un documento es llamada anotación.

      Los escolios de los manuscritos clásicos son la forma más antigua de marginalia que se conoce. El último teorema de Fermat es, probablemente, la nota al margen más famosa. El término fue acuñado por Samuel Taylor Coleridge quien realizó extensas notas al margen en todos los libros que leyó. Ya han sido publicados cinco volúmenes que reúnen únicamente sus marginalia. Edgar Allan Poe tituló algunas de sus reflexiones como Marginalia.

      Algunas marginalia famosas fueron trabajos serios, o borradores, escritos en las márgenes debido a la escasez de papel. Voltaire compuso en los márgenes de los libros durante su estancia en prisión y Sir Walter Raleigh escribió una declaración en los márgenes justo antes de su ejecución. John Bethune fue un poeta inglés de escasos recursos cuyo único papel disponible fue el espacio que tomó prestado de los libros. Las marginalia pueden agregarle o restarle valor a un libro, dependiendo de su autor y del libro. Por ejemplo, unas marginalia de Tony Blair en un libro escrito por Winston Churchill, añadirían valor; unas notas de un estudiante en un libro popular como Oliver Twist no lo harían.

      Científicos que realizan investigaciones sobre la interfaz de usuario han estudiado el fenómeno de las anotaciones al margen. En estos estudios han descubierto que, en diversas facultades universitarias, estudiantes bien informados buscaban entre las pilas de libros de texto usados los que pudieran estar más anotados. Esto demuestra el aprecio de los estudiantes a las anotaciones de sus predecesores.

      En la última década del siglo XX intentaron desarrollarse y comercializar sistemas de lectura de e-books que permitieran agregar una cantidad limitada de marginalia. Al comienzo del nuevo milenio fue desarrollado un sistema de lectura de e-books, llamado Sony Librie EBR-1000EP, que incluye un teclado QWERTY para permitir la creación de marginalia y marcadores.

      Caligrafía uncial
      La caligrafía uncial (del latín unciālis, «de una pulgada») es un tipo de escritura en el que todo el texto se escribía en letras mayúsculas, tomando «mayúscula» en su sentido paleográfico, es decir, un tipo de letra que queda determinado por dos líneas paralelas horizontales (la minúscula requiere cuatro). Fue de uso común entre los siglos III VII, principalmente por los escribas latinos y griegos. Desde el siglo VIII y hasta el siglo XIII este tipo de escritura se utilizó a menudo en títulos y letras capitales.

      Nombre
      Lleva el nombre de uncial por un error de comprensión de un texto de san Jerónimo,1​ ​ donde habla —refiriéndose a unas letras capitales— de litterae unciales.​ ​ Dado que las letras características de esta caligrafía son la A, la D, la E y la M, algunos autores han propuesto llamarla Escritura ADEM.​ ​

      Origen
      Es probable que la primera escritura uncial se haya desarrollado a partir de la última caligrafía romana cursiva antigua. Se empleó particularmente para escribir y copiar textos cristianos. Se cree que las características más propias de este tipo de escritura se deban a algún maestro de escritura africano,​ aunque también se ha afirmado que provenga del mundo jurídico romano, que a partir del siglo ii había desarrollado una forma particular de escritura.

      Características
      Al principio, las formas se caracterizaban por un trazo simple, con letras de formas redondeadas, aprovechando las nuevas superficies del pergamino y la vitela y ligada al uso de la pluma de ave, en contraposición a las letras angulares de múltiples trazos, más adecuadas para superficies rugosas y ásperas como el papiro.

      En los ejemplos más antiguos de escritura uncial, como el fragmento De bellis macedonicis en la Biblioteca Británica, todas las letras están desconectadas las unas de las otras, y la separación entre palabras normalmente no se utiliza. Sin embargo, la separación de palabras es una característica del uso posterior de la uncial. Como la escritura evolucionó a lo largo de los siglos, los caracteres se volvieron más complejos. En concreto, alrededor del 600 comienzan a aparecer en muchos manuscritos trazos básicos exagerados y floreados. Los rasgos ascendentes y descendentes fueron las alteraciones más importantes, seguidos por giros de la herramienta en los trazos básicos y en la superposición de trazos. La escritura minúscula más compacta surge alrededor del 800.


      Alfabeto completo de una particular versión de la escritura uncial.

      Extensión local y temporal
      Su uso se extendió por todo el Occidente latino medieval desde el siglo iv hasta el ix. Y cuando la letra capital clásica es abandonada hacia el siglo VI, será la caligrafía empleada para textos de mayor dignidad e importancia. Los principales scriptoria que extendieron el uso de la uncial eran de África e Italia, especialmente Roma. El momento cuando surgió la escritura minúscula más compacta, se ha fijado alrededor del año 800 y alguno de los estilos unciales evolucionados sirvió de base para estos caracteres más pequeños y simplificados. La caligrafía uncial se siguió utilizando, sobre todo para copias de la Biblia, disminuyendo alrededor del siglo X. En la actualidad, existen más de 500 copias de escritura uncial que han sobrevivido, la mayoría anteriores al renacimiento carolingio.

      Scriptio Continua
      Scriptio continua ("Escritura continua" en Latín) es un estilo de escritura en el que no se utilizan espacios para separar las palabras, además de escribirse todo en mayúsculas y sin signos de puntuación. En occidente, desde los primeros textos griegos, hasta alrededor del 1000 d. C., los textos alfabéticos fueron escritos sin separación entre palabras, y en los primeros años en mayúsculas. Todavía en el idioma tailandés, otros abugidas del sureste asiático, y en lenguajes que usan caracteres chinos (como el chino y el japonés) no se separan las palabras en un texto (aunque a veces se separan las oraciones), ni existen minúsculas. El chino moderno difiere del antiguo en que al menos usa signos de puntuación, aunque estos fueron tomados de occidente.

      Antes del invento del codex (libro), los escritos griegos y latinos se hacían en pergaminos. En la Roma clásica leer era devolver la voz al texto. El lector ya conocía el texto, usualmente de memoria, y el pergamino le servía como una ayuda. Leer era más parecido a interpretar una partitura que a la lectura actual de un texto. El sistema de lectura silenciosa más rápida no era el estándar, aunque lentamente se fue imponiendo, haciendo necesaria la introducción de los signos de puntuación.2 La separación sistemática de las palabras en un texto fue introducida por copistas irlandeses alrededor del siglo VIII, aunque demoró siglos en extenderse. Puede parecer que la dificultad extra de entregar al lector la tarea de distinguir las palabras e introducir la puntuación al texto sea una actitud elitista (pues, en ningún momento la población letrada romana fue de más del 20%), orientada a dificultar el aprendizaje, pero aparentemente los lectores preferían el texto no marcado, pues frente a él se demuestra la inteligencia del lector, al devolver al texto su significado original. Sin embargo, los romanos eran conscientes de que había frases que podían ser interpretadas de maneras contradictorias, como INCULTOLOCO, que puede ser in culto loco (en lugar culto) o inculto loco (lugar inculto), y que no siempre podían ser diferenciadas por su contexto. En los tiempos modernos es común que los niños que aprenden a escribir lo hagan en scriptio continua. Lo normal es que la separación de las palabras y los signos de puntuación vayan apareciendo gradualmente. Primero se separan los nombres propios. Las preposiciones lo hacen bastante después, encontrándose incluso a nivel universitario casos problemáticos (como apesar por a pesar).

      Folio (hoja)
      Folio (del latín folium, hoja, plural, folia) es una hoja de papel o de pergamino en un códice, cuaderno o libro. Los manuscritos comúnmente se numeran en folios (foliación) y no por páginas (paginación), sobre todo a partir del siglo XIII, normalmente, con números romanos. La abreviatura de folio suele ser f., fº fol y la de folios, ff. fols. La cara frontal de un folio se denomina recto y la trasera verso y son abreviadas por r y v respectivamente. Un folio también es usado para indicar un volumen donde la hoja impresa se ha doblado una vez y en cada hoja se imprimen dos páginas por cada lado. Si se dobla dos veces (en un cuarto), se obtendrían cuatro páginas por lado y si se doblara tres veces (en un octavo), 8 páginas por lado.

      Diferencia entre hoja y folio
      Folio no es lo mismo que hoja. La hoja puede ser una lámina delgada de cualquier materia, como el metal, la madera, el papel, etc. También en los libros y cuadernos, cada una de las partes iguales que resultan al doblar el papel para formar el pliego.

      Vitela
      La vitela (del latín vitella, diminutivo de vitŭla'ternera') es un tipo de pergamino de superficie particularmente pulida, caracterizado por combinar delgadez y durabilidad, y fabricado a partir de la piel de becerros nacidos muertos (no natos) o recién nacidos. Desde hace siglos las vitelas, muy apreciadas como un bien material de gran valor, son destinadas a ser el soporte de manuscritos ilustrados, ilustraciones de precisión en el ámbito de la historia natural (ilustraciones botánicas, zoológicas o mineralógicas), o también para constituir las páginas de libros y códices.

      No ha de confundirse la vitela​ con el papel vitela. ​Mientras que la vitela es de origen animal, pues es un tipo de pergamino, el papel vitela es de origen vegetal, como la mayor parte de los papeles. Mientras que las vitelas se usaban en Europa desde hace numerosos siglos, el papel vitela fue inventado en los años 1780 por el impresor francés Francisco Ambrosio Didot.

      Procedimiento de fabricación
      La vitela era originalmente un material translúcido u opaco producido a partir de piel de becerro que tenía que ser mojada, sometida a un proceso con cal y esquilada. Luego era secada a temperatura ambiente bajo tensión, usualmente dada por un dispositivo de madera llamado marco estirador. Sin embargo, la vitela animal puede incluir cualquier otro material hecho de piel, de oveja o prácticamente de cualquier otra piel obtenida de un animal relativamente pequeño, por ejemplo, un antílope. Con el tiempo, los términos «vitela» y «pergamino» se volvieron confusos; tradicionalmente la primera está hecha de piel de becerro, y en consecuencia tenía uno de sus lados un poco más granulado, mientras que el segundo era producido con la piel de una oveja o cabra u otra clase de piel, y en consecuencia no tenía un lado granulado. La distinción importante entre vitela (o pergamino) y cuero es que la primera es más clara porque está preparada esencialmente por el remojo de la piel en cal y un secado bajo tensión.

      Manuscritos
      La mayoría de los manuscritos de la Edad Media, tanto los ilustrados como los que no, fueron escritos sobre vitela. La mejor calidad se obtenía usando la vitela uterina, hecha con las pieles de animales recién nacidos o aún no nacidos. Algunos textos budistas también han sido escritos en vitela. Un cuarto de las 180 copias de la primera edición de la Biblia de Gutenberg de Johannes Gutenberg, impresa en 1455 con tipos móviles, fue también impreso en vitela, presumiblemente porque su mercado esperaba de él un libro de alta calidad. Muy pronto el papel acabó por ser usado por la mayoría de las impresiones de libros, ya que el papel era más barato y fácil de manejar a través de la imprenta. En el arte, la vitela fue usada ampliamente para pintura, especialmente si iban a ser enviadas a largas distancias, siendo utilizada para dibujos, acuarelas y especialmente miniaturas, antes de que el lienzo comenzara a ser empleado masivamente alrededor del año 1500

      La vitela blanda o el pergamino blando se usaron predominantemente en los siglos XVI y XVII, y a veces eran dorados pero no solían ser ornamentados. En los siglos siguientes, la vitela se ha empleado más comúnmente como cuero, ya que puede ser teñida con prácticamente cualquier color. En la Bibliothèque Municipale de Troyes (Ms. 504) existen unos manuscritos sobre vitela que datan del año 600 y que están en excelentes condiciones.

      Usos modernos
      Hoy en día, debido a la baja demanda y el complicado proceso de manufactura, la vitela es cara y difícil de encontrar. Existe una imitación moderna, hecha con algodón. Este material es considerablemente más barato que la verdadera vitela de origen animal, y puede encontrarse en muchas librerías técnicas o artísticas. Usualmente traslúcido, este «papel vitela» se utiliza en aplicaciones como los planos de arquitectura. Algunas marcas de papel de escribir u otros tipos de papel emplean el término «vitela» o vellum (término latino utilizado en inglés) simplemente para sugerir un cierto grado de calidad, pero lo cierto es que es papel industrial convencional.

      Las actas del Parlamento Británico se imprimen aún hoy en día sobre vitelas de cabra para conservarlas archivadas3​ ​ (es decir que son vitelas de verdadero origen animal, no papel vitela o imitaciones realizadas con algodón). Se estima justificada la confianza en la durabilidad de la verdadera vitela pues, a título de ejemplo, un libro de salmos irlandeses fue descubierto en julio de 2006, en un pantano en Irlanda, después de más de 1000 años.

      Continua en La Biblia IX: Variantes I
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