Apologetica-Teologia-Ciencias Biblicas

Filipenses 1:27 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio,

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lunes, 10 de julio de 2017

La Biblia XXI: A las Cinco Iglesias II

Mapa de las regiones de Asia. Pablo atravesó Siria, Cilicia, Pisidia, Galacia, Frigia, Misia y Tróade.

Epístola a los filipenses
La Epístola a los filipenses es un libro de la Biblia en el Nuevo Testamento. Se trata de una carta que tiene en Pablo de Tarso su autor prácticamente indisputado, y en los cristianos de Filipos sus destinatarios. Escrita entre los años 54 y 61 d. C. en prisión, consta de 4 capítulos. Su propósito principal fue agradecer a los cristianos de Filipos la ofrenda que ellos le enviaron. Pablo trata también temas como la humildad, el gozo, la unidad y la vida cristiana.

Filipos era una ciudad griega de la provincia de Macedonia, donde Pablo había fundado una comunidad cristiana cerca del año 50 d. C. durante su segundo viaje misional.

Datación
Las dataciones de la Epístola a los filipenses suelen agruparse según se sostenga que fue escrita en Éfeso (hacia el año 56), en Cesarea (58-60) o en Roma (61).

Según la datación tradicional, la epístola habría sido escrita alrededor del año 60 a 62 d. C., desde la prisión en Roma, la denominada «primera prisión». Se sabe que fue redactada en prisión porque así lo señala la misma carta, al hacer referencia a sus «prisiones» o «cadenas» (Filipenses 1, 7.; Filipenses 1, 12-17.) y al «pretorio» (Filipenses 1, 13.). La datación tradicional sostiene que el primer periodo de prisión de Pablo en Roma data del 59 d. C. al 61 d. C.

La gran mayoría de los autores modernos datan la carta más tempranamente. Joseph A. Fitzmyer señala que la Epístola a los filipenses habría sido escrita muy probablemente a raíz de un encarcelamiento en Éfeso, ca. 56 d. C. Vidal García la data de 53-54, también en la prisión de Pablo en Éfeso, y no en las posteriores en Cesarea y en Roma. También la Escuela bíblica y arqueológica francesa de Jerusalén data esta carta de la prisión de Éfeso en 56-57 d. C. Las alusiones al pretorio (Filipenses 1, 13.) y a la «casa del César» (Filipenses 4, 22.) no ofrecen dificultad, porque había destacamentos pretorianos en todas las grandes ciudades —tal el caso de Éfeso— y no solo en Roma.

Contenido
Capítulo 1
Filipenses 1, 7. Se interpreta que Pablo escribió esta carta desde la prisión de Éfeso. Los hechos de los apóstoles mencionan que tuvo problemas en aquella ciudad con Demetrio y los plateros Hechos.. A esta situación parece aludir cuando dice: En mis prisiones, en mi defensa y en la confirmación del Evangelio sois todos participantes de mi gracia.

Insiste en ello poco después cuando dice: mis cadenas se han a conocer en todo el pretorio (Filipenses 1, 13-14.).

Capítulo 2
(Filipenses 2:6-11)

Pablo exhorta a los filipenses a mantener la unidad y la paz en su comunidad, y a tal fin los invita a seguir el ejemplo de humildad dado por el Señor: «Tened entre vosotros los sentimientos propios de una vida en Cristo Jesús. Él, a pesar...» (v. 5); estas palabras enlazan con el texto del Cántico que para Nácar-Colunga es de extrema importancia dogmática porque en él se declara el triunfo de Cristo por la cruz y el anonadamiento sin dejar de ser Dios.] Se rebajó, por eso Dios lo levantó.

Pablo está urgiendo a la comunidad de Filipos la unidad eclesial, cuyo presupuesto básico es la humildad (Filipenses 2:1-4). Les propone ahora, como acicate, un formidable ejemplo: la humillación de Cristo que desemboca en su glorificación.

Los vv. 6-11 constituyen un precioso himno a Jesucristo. En él aparecen los elementos característicos de los himnos cristológicos.

El tema central de la perícopa es el contraste entre la humillación de Cristo y la gloria de su resurrección, por la que queda constituido Señor de cielos y tierra.

Pablo piensa en el Cristo histórico, en el complejo teándrico: Dios y hombre. Pues bien, como Hijo de Dios, tenía por esencia todos los atributos divinos. Pudo haber manifestado exteriormente la gloria, que desde siempre poseía, y, por lo tanto, aparecer glorioso en su humanidad. Pero no lo hizo así. Hecho hombre, asumió la condición puramente humana, como uno de tantos, cargado con las debilidades comunes a los mortales, excepto el pecado. Su humillación culminó en la obediencia a la muerte de cruz. Por este anonadamiento y obediencia, el Padre lo glorificó constituyéndolo sobre toda la creación, y ordenando que toda criatura reconozca a Jesucristo como Señor, como Dios. En Cristo se cumplió, como en ningún otro, lo que él había advertido a los demás: «El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido» (Mateo 23:12).

Capítulo 3
Filipenses 3:1-2.. La carta a los filipenses tiene una cesura de carácter que no pasa desapercibida. Se puede decir que transcurre plácidamente cuando, de pronto, Pablo espeta: ¡Ojo a los perros! ¡Guardaos de los malos obreros! ¡Cuidado con la mutilación!.

Estas advertencias y el polémico contenido que viene después sustenta la hipótesis de que esta epístola es en realidad una fusión de dos cartas independientes o que fue escrita con alternancia de dos estados de ánimo diferentes. Los capítulos 1 y 2 serían de la carta laudatoria y el capítulo 3 de la carta polémica. En cuanto al capítulo 4 es en su mayor parte tranquilo aunque algunos versículos pueden considerarse como pertenecientes a la polémica.

Filipenses 3:5-6. contiene unos apuntes biográficos donde Pablo declara su origen judío, en concreto de la raza de Israel, de la tribu de Benjamín.7​ Añade, además, que es por la ley, fariseo. Este dato tiene su complemento en el libro de los Hechos donde se dice que fue alumno de Gamaliel,8​ un reputado escriba conocido también a través de fuentes judías.

Capítulo 4
Filipenses 4:15-16.. Pablo mantenía una relación especial con la comunidad de Filipos que Pablo recuerda agradecido. Afirma que Filipos se hacía cargo de su debe y de su haber, es decir, que le pagaba sus deudas y que sostuvieron su actividad en Tesalónica. Este hecho es también recordado en 2 Corintios 11:7-9..

Copia manuscrita antigua
La copia más antigua que se conserva de la Epístola a los filipenses es el papiro 16 (en la numeración Gregory-Aland), designado como P16. Contiene los pasajes 3,10-17 y 4,2-8. Ese manuscrito fue datado paleográficamente de finales del siglo III. Fue descubierto por Grenfell y Hunt en Oxirrinco en 1910.

Filipos
Filipos (latín Philippi, griego Φίλιπποι, Phílippï) fue una ciudad de Macedonia oriental fundada por Filipo II de Macedonia, que le dio su nombre (antes se llamaba Crénides, latín Crenides, es decir, lugar de las fuentes, por las diversas fuentes del río Angites). Cerca había minas de oro, especialmente las de Asyla. Estaba cercana al río Gangas o Gangites.

Orígenes
Filipos es una fundación del rey de Macedonia, Filipo II, en el lugar de la colonia tasia de Crénides (Κρηνἱδες), en el valle del monte Orbelos (nombre antiguo del monte Lekani), en el borde norte de la marisma que ocupaba en la antigüedad toda la llanura que lo separaba del monte Pangeo al sur.

El objetivo de esta fundación era tanto tomar el control de las minas de oro vecinas como establecer una guarnición en un punto de paso estratégico: el sitio controlaba la ruta entre Anfípolis y Neápolis, un segmento de la gran carretera real que atravesaba de este a oeste, Macedonia y que será más tarde reconstruida por los romanos bajo el nombre de Vía Egnatia

Después de la conquista macedonia de Anfípolis, Pidna y Potidea, Filipo II dotó a la nueva ciudad de importantes fortificaciones para defenderla de las tribus tracias, que cortaban en parte el paso entre las marismas y el Orbelos, y envió allí colonos. Hizo emprender el saneamiento de las marismas, de lo que da testimonio al escritor Teofrasto. Filipos conservó una verdadera autonomía dentro del Reino macedonio: una ciudad con sus propias instituciones políticas (ekklesía del demo). El descubrimiento de nuevas minas de oro cerca de la ciudad, en Asyla, contribuyó al enriquecimiento del reino de Filipo II, que obtenía unos 1000 talentos al año y estableció allí un taller monetario. La integración definitiva de la ciudad en el reino macedonio tendría lugar bajo Filipo V.

La ciudad fue a pesar de todo de tamaño modesto (¿2.000 habitantes?): cuando los romanos destruyeron definitivamente el reino argéada de Macedonia en 167 a. C. y lo dividieron en cuatro estados distintos (merides), fue Anfípolis y no Filipos la designada como capital del estado de Macedonia oriental.

No se conoce nada o casi nada de la ciudad en esta época, excepto el recinto, el teatro, los cimientos de una casa bajo el foro romano, un pequeño templo y sobre todo un heroón (templo consagrado a un héroe). Este monumento recubre la tumba de un tal Exekestos quizás situada en el ágora, y ligada al culto de κτίστης (ktístès) (héroe fundador) de la ciudad.

Época romana
Fue visitada en algunas ocasiones por el apóstol Pablo (49, 56 y 57). Cuando Macedonia fue dividida en dos provincias por Teodosio el Joven, Filipos fue la capital de Macedonia Primera.

La ciudad reaparece en las fuentes con ocasión de la guerra civil que siguió al asesinato de Julio César. Sus herederos Marco Antonio y Octavio se enfrentaron a los partidarios de la República, Marco Junio Bruto y Cayo Casio Longino, en una doble batalla decisiva en la llanura al oeste de la ciudad en octubre de 42 a. C. Un bando estaba dirigido por Augusto y el otro por Bruto; en un primer combate este último venció, pero en el segundo, veinte días después, fue derrotado. Vencedores, Marco Antonio y Octavio licenciaron una parte de sus veteranos, probablemente de la legio XXVIII, los cuales se instalaron en la ciudad, refundada como colonia romana bajo el nombre de Colonia Victrix Philippensium.

Augusto le dio entonces, (41 a. C.) el rango de colonia (Colonia Victrix Philippensium) con derecho italiano. En 30 a. C., Octavio reorganizó la colonia y procedió a un nuevo licenciamiento de veteranos, quizás de pretorianos y de italianos: la ciudad tomó el nombre de Colonia Iulia Philippensis, convertido en Colonia Augusta Iulia Philippensis después de enero de 27 a. C., cuando Octavio recibió él mismo el nombre definitivo del Senado.

A continuación de este licenciamiento -y quizás después del primero— el territorio de Filipos fue centuriado y distribuido a los colonos. La ciudad mantuvo sus límites macedonios, materializados por el recinto, y su plano no es más que parcialmente revisado con la implantación del foro un poco al este del emplazamiento probable del ágora.

La colonia conoció un resurgimiento importante ligado a la riqueza de que le aportó su rico territorio y su posición privilegiada en la Vía Egnatia'. Esta riqueza se tradujo por un marco monumental particularmente imponente respecto al tamaño del área urbana: el foro se ordenó en dos terrazas de una parte y otra de la calle principal en varias fases entre el emperador romano Claudio y los Antoninos, el teatro es agrandado y dispuesto para recibir los juegos romanos. Una abundante epigrafía latina testimonia esta prosperidad.

Época paleocristiana
En 49 o 50, la ciudad recibió la visita del apóstol Pablo. Acompañado de Silas, Timoteo, y quizás de Lucas, el presunto autor de los Hechos de los Apóstoles, predica por primera vez en suelo europeo en Filipos, y bautiza allí a una comerciante de púrpura llamada Lidia, en un río al oeste de la ciudad: había allí entonces una comunidad judía, y una sinagoga atestiguado por la epigrafía.

Pablo habría visitado la ciudad en otras dos ocasiones, en 56 y 57. La epístola a los filipenses dataría de 54-55 y testimonia el impacto inmediato de la palabra paulina. El desarrollo subsecuente del cristianismo en Filipos está bien atestiguado, sobre todo por una carta de Policarpo de Esmirna dirigida a la comunidadd filipense hacia el 160, y por la epigrafía funeraria.

La primera iglesia atestiguada en la ciudad es de tamaño modesto y corresponde probablemente al origen de una casa de oración: esta Basílica de Pablo, identificada por una inscripción de un pavimento de mosaico, está datado hacia el 343, por la mención del obispo Porfirio, cuya presencia está atestiguada en el concilio de Sárdica ese año.

Aunque no subsiste ninguna huella arqueológica ni literaria, la tradición de la fundación apostólica de Filipos y el culto martiriológico del santo, son las explicaciones más verosímiles para explicar al menos en parte la formidable prosperidad de la ciudad en el siglo V y VI. Se ve, como en las otras ciudades, se multiplican las fundaciones eclesiásticas: siete iglesias diferentes son construidas entre mitad del siglo IV y finales del siglo VI, de las que algunas rivalizan en tamaño y en adornos con las más hermosas fundaciones tesalonicianas, incluso constantinopolitanas. El parentesco del plano y de la decoración arquitectónica de la basílica B con Santa Sofía y Santa Irene de Constantinopla otorgan un lugar privilegiado a esta iglesia en la historia del arte paleocristiano. El complejo episcopal que toma el lugar de la Basílica de Pablo a partir del siglo V, construida alrededor de una iglesia octogonal, rivaliza también con las iglesias de la capital.

En la misma época, las murallas de la ciudad son reconstruidas para hacer frente a la inseguridad creciente en los Balcanes. ·n 473, la ciudad es sitiada por los ostrogodos que no llegan a tomarla pero queman los arrabales.

Épocas bizantina y otomana
En 838 pasó a los búlgaros y los bizantinos intentaron recuperarla por su posición estratégica. En 969 volvía a estar en manos de los bizantinos y Nicéforo II Focas restauró las fortificaciones y la acrópolis.

En 473 fue asolada por los godos que causaron miles de muertes. Debilitada por las invasiones eslavas de finales del siglo VI que arruinaron la economía agraria de Macedonia, así como probablemente por la gran peste de 547, la ciudad fue casi totalmente destruida por un seísmo hacia 619, del que no se recuperaba: algunas planificaciones testimonian el mantenimiento de una actividad muy reducida en el siglo VI. La ciudad no era más que un pueblo.

El Imperio bizantino mantuvo allí quizás una guarnición en el siglo VIII, pero en 838, Filipos fue tomada por los búlgaros del Kavján Isbul, que celebraron su victoria con una inscripción monumental sobre el estilóbato de la Basílica B, entonces parcialmente ruinosa. El sitio de Filipos tenía una importancia estratégica bastante grande para los bizantinos que no intentaron retomarla enseguida, lo que se produjo en 850: varios sellos de funcionarios y oficiales bizantinos fechados de la primera mitad del siglo IX, testimonian la presencia de ejércitos bizantinos en la ciudad.

Hacia 969, el emperador Nicéforo II Focas hizo reconstruir las fortificaciones de la acrópolis de una parte de la ciudad. Fue beneficiada por la debilitación de la amenaza búlgara y el resurgimiento del Imperio bizantino. En 1077, el obispo Basilio Kartzimopolos hizo reconstruir una parte de las defensas interiores de la ciudad. Conoció entonces un nuevo período de prosperidad del que da testimonio el geógrafo árabe Al Idrisi, que la menciona como un centro de negocios y de producción de vino hacia 1150.

Brevemente ocupada por los francos después de la Cuarta Cruzada y la caída de Constantinopla (1204). Hacia el 1205 cayó en manos de los latinos que unos años después la perdieron ante los serbios. Una notable fortificación quedó en el recorrido de la antigua Vía Egnatia. El pretendiente al trono de Bizancio Mateo Cantacuzeno, fue capturado en esta ciudad por los serbios en 1354.

La fecha del abandono definitivo de la ciudad no es conocida, probablemente en el siglo XV, pero cuando el viajero francés Pierre Belon la visitó en el siglo XVI, no subsistían más que las ruinas, explotadas por ellas turcos como canteras. Los turcos se habían establecido en las cercanías, en un pueblo vecino, en la llanura, llamado Felibedjik (Philibedjik), cuyo topónimo fue conservado en primer lugar en un pueblo turco vecino Philibedjik (desaparecido en el siglo XIX), y luego por un pueblo griego de las montañas.

Exploración arqueológica del sitio
Señalada o descrita brevemente por los viajeros desde el siglo XVI, la ciudad fue objeto de una primera descripción arqueológica en 1856 por Perrot, luego en 1861 sobre todo por L. Heuzey y H. Daumet en su célebre Mission archéologique de Macédoine.

Hay que esperar, sin embargo, al verano de 1914 para que comenzaran las primeras excavaciones arqueológicas, enseguida interrumpidas por la Primera Guerra Mundial: fueron realizadas por la Escuela francesa de Atenas, EfA, que las retomó en 1920 y las prosiguió sistemáticamente hasta 1937, con la excavación del teatro, del foro, de las basílicas A y B, de las termas del sur y de la muralla,. Después de la Segunda Guerra Mundial, los arqueólogos griegos retomaron la exploración del sitio: la Sociedad Arqueológica de 1958 a 1978, luego el Servicio arqueológico y la Universidad de Tesalónica despejaron el barrio episcopal del Octógono, las grandes moradas particulares, una nueva basílica cerca del Museo y otras dos en la necrópolis al este de la ciudad.

Epístola a los colosenses
La Epístola a los Colosenses es uno de los veintisiete libros que constituyen el Nuevo Testamento. Es una breve carta dirigida a los cristianos de la ciudad de Colosas, en Frigia, al sudoeste de Asia Menor. La carta se presenta como obra de Pablo de Tarso, autor de otras epístolas incluidas en el Nuevo Testamento, y la tradición eclesiástica no cuestionó su autoría. Sin embargo, desde principios del siglo XIX se ha puesto en cuestionamiento que fuese Pablo el auténtico autor. En la actualidad, su autoría está en debate.

Autoría
La tradición eclesiástica ha venido atribuyendo la epístola a el apóstol Pablo, y sólo desde el siglo XIX se ha cuestionado esta idea. En la actualidad, las opiniones están divididas.

Los autores modernos partidarios de la autenticidad de la epístola se basan sobre todo en:
-la tradición unánime de la Iglesia desde la época de Ireneo (escribió entre (177 - 190 d. C.)
-la presencia en ella de ideas características del pensamiento teológico de Pablo,
-la afinidad de la situación en ella descrita con la Epístola a Filemón, cuya autenticidad no se ha cuestionado: en ambas epístolas, el autor está en prisión, y en las dos figuran los mismos colaboradores.

Quienes descartan que la epístola sea auténticamente paulina se basan en:

-Diferencias de vocabulario.
-Diferencias de estilo literario.
-Concepciones teológicas diferentes. Señala Antonio Piñero especialmente dos: el énfasis que se hace en la creación del universo a través de Cristo (cf. 1,16), y el concepto cósmico de Iglesia, como cuerpo de Cristo (cf. 1,18-24), cuando en el resto de las epístolas paulinas la palabra "iglesia" tiene siempre el sentido de comunidad cristiana local.
-La imagen que la epístola presenta del apóstol: más que a un personaje vivo, parece reflejar a un personaje del pasado.

Fecha de composición
En la epístola hay elementos que permiten afirmar que fue escrita en prisión (cf. 4,10; 4,16). Por ello, los partidarios de la autoría de Pablo consideran que fue escrita durante alguno de los períodos de encarcelamiento del apóstol narrados en los Hechos de los Apóstoles: su primera prisión en Roma, durante la cual disfrutó de una relativa libertad para predicar (cf. Hechos 28,16-28), su segundo encarcelamiento en dicha ciudad, su prisión en Cesarea Marítima (cf. Hechos 23,12-27,1), o incluso en Éfeso (cf. Hechos 9). En todo caso, debió ser compuesta poco antes de la Epístola a los Efesios. Quienes niegan la autoría paulina, en general, no se pronuncian sobre una fecha y lugar de composición concretos, aunque consideran que debió de ser escrita en fecha relativamente próxima a la muerte del apóstol, y, en todo caso, antes de Efesios.

Los autores que aceptan su atribución a Pablo en Roma durante su primer encarcelamiento allí, probablemente en la primavera de 57 o, según otros, en el año 62. Poco después escribió la Epístola a los efesios.

Contexto
La carta va dirigida a la comunidad cristiana de la ciudad de Colosas, en Frigia, región situada en el sudoeste de Asia Menor. Colosas era una ciudad pequeña, relativamente cercana a Éfeso y Mileto. La comunidad cristiana de Colosas estaba en contacto con las de otras dos localidades próximas, Hierápolis y Laodicea (cf. 4,13-16), con las que intercambiaban los textos que les eran remitidos por los líderes cristianos.2​ De acuerdo con el propio texto de la epístola, la comunidad no ha sido fundada por Pablo, ya que el autor (sea Pablo o uno de sus seguidores, habla, en cualquier caso, en nombre del apóstol) afirma que ni ellos ni los de Laodicea lo han visto nunca personalmente (cf. 2,1), sino probablemente por un tal Epafrás (cf. 1,7).

El motivo de la epístola son las disensiones que han surgido en el seno de la comunidad a causa de la predicación de algunas personas cuyos nombres no se citan. La doctrina de estos predicadores puede reconstruirse a partir de la propia epístola. Se trata de una "filosofía" (cf. 2,8) que postula la existencia de poderes intermedios entre Dios y los hombres (en el texto llamados "principados" y "potestades", cf. 2,10), que pueden asimilarse a los ángeles. Dada la insistencia del autor de Colosenses en que únicamente en Cristo reside la plenitud de la Deidad (cf. 2,9), puede deducirse que para los predicadores de Colosas Cristo ocupaba un lugar subordinado con respecto a estos "principados" y "potestades",2​ a quienes consideraban que debía rendirse culto (en 2,18 el autor de la epístola advierte explícitamente contra el "culto de los ángeles"). Esta "filosofía" prescribía además ciertas prácticas (cf. 2,20-22), relacionadas con la comida y la bebida, así como con festividades como la del novilunio y la del sábado (cf. 2,16). Para Piñero, esta doctrina apunta a "una mixtura de gnosis y de tradiciones judías", y está relacionada con las religiones mistéricas.

Estructura
Según Gabriel Pérez Rodríguez, la estructura de la epístola es la siguiente:

Introducción (1,1-14)
Primera parte, de carácter teórico-doctrinal (1,15-2,23)
Segunda parte, exhortación moral (3,1-4,1)
Conclusión (4,2-18)

Esta estructura coincide con la de otras epístolas paulinas, como Romanos y Gálatas.

Temática
CapítuloTemas
1"La voluntad de Dios"
1Fidelidad
1"Conocimiento espiritual"
1Oración
1(v13)Liberación
1(v22)Conducta
3(v5)"Vieja Vida"
4[Deberes]] Cristianos
Simbología
CapítuloSímbolo
3(v16)Himno
3(v16)Salmos
4(v3)Puerta
4(v6)Sal

Tíquico
Tíquico es uno de los setenta discípulos y un compañero de Pablo de Tarso. No sabemos nada acerca de su conversión al cristianismo .

Historia  
Él nació en la provincia romana de Asia ( Hechos 20: 4 ), nacido probablemente en Éfeso . Él aparece junto a Pablo en su tercer viaje misionero, de Corinto , por Macedonia y Asia Menor , a Jerusalén . Estaba con Pablo durante su primera cautividad y se envía a Asia como un portador de las epístolas a los Colosenses ya los Efesios ( Ef 06:21 y Colosenses 4: 7-8 ). De acuerdo con Tito 3:12 , Pablo intención de enviar a Tíquico y Artemis a Creta para hacer frente a la falta de Tito . Parece, sin embargo, que fue enviado Artemis es debido a que durante la segunda cautividad de Pablo en Roma, Tíquico fue enviado desde allí a Éfeso ( 2 Timoteo 4:12 ).

Nada más sabemos sobre la carrera posterior de Tíquico con certeza y hay varias ciudades que lo claman para sí como obispo. El " Menologio de Basilio II ", que se celebra el 9 de abril, lo cita como obispo de Colofón y sucesor Sóstenes . Otras tradiciones hacen que sea todavía obispo de Calcedonia y Neapolis .

Aristarco
Aristarco de Tesalónica, a quien el libro de los Hechos de los Apóstoles describe como un «macedonio de la ciudad de Tesalónica» (Hechos 27, 2.), fue un cristiano del siglo I citado en cinco pasajes del Nuevo Testamento, siempre asociado con la figura de Pablo de Tarso.

Historicidad de Aristarco
En general, la historicidad de Aristarco no es cuestionada,1​ dada su mención en calidad de «colaborador» por parte de Pablo de Tarso en una de sus cartas auténticas, la Epístola a Filemón (Filemón 1, 23-24.), a la que se suma la ratificación por parte de otro escrito neotestamentario de carácter epistolar, la Carta a los colosenses, en la cual se titula a Aristarco «compañero de prisión» del propio Apóstol (Colosenses 4, 10.). Se trata, pues, de un cristiano cuya actividad apostólica se situó en la década del año 50.

Según los Hechos de los Apóstoles, Aristarco fue capturado –junto con otro macedonio llamado Gayo– por la plebe en Efeso y corrió peligro de ser linchado en el teatro durante la llamada «revuelta de los orfebres», una sublevación hostil provocada por un tal Demetrio contra Pablo durante su tercer viaje y secundada por otros plateros consagrados a la diosa Artemisa. La prédica de Pablo habría irritado a Demetrio, quien fabricaba pequeños santuarios de plata copiando el de Artemis de Éfeso, con no pocas ganancias para él. En ese pasaje, los Hechos mencionan a Aristarco como «compañero (de viaje) de Pablo» (Hechos 19, 29.). Más tarde, Aristarco estuvo con Pablo en Tróade (Hechos 20, 1-6.), y también en Cesarea Marítima, al embarcarse Pablo en calidad de prisionero en una nave de Adramitio hacia las costas de Asia (Hechos 27, 1-2.), con Roma por destino final.

Colaborador de Pablo
Pablo de Tarso definió a Aristarco con el término «colaborador» (Filemón 1, 23-24.). El Ápostol utilizó el mismo vocablo para una serie distinguida de personalidades, muchas de las cuales conformaban lo que algunos especialistas modernos denominan el «equipo paulino».4​ Entre ellos se cuentan los esposos Priscila y Aquila, a quienes denominó «colaboradores míos en Cristo Jesús» (Romanos 16, 3.), ​Timoteo (Romanos 16, 21.), Tito (2 Corintios 8, 23.), Urbano (Romanos 16, 9.), Epafrodito (Filipenses 2, 25.), Clemente (Filipenses 4, 3.), Filemón (Filemón 1, 1.), Marcos, Demas y Lucas (Filemón 1, 24.). La importancia del término «colaborador» viene dada porque Pablo utilizó la misma palabra para calificar su propia labor misionera, al considerarse a sí mismo y a su equipo «colaboradores de Dios» (1 Corintios 3, 9.), de la misma forma que llamó a Timoteo «colaborador nuestro en el evangelio de Cristo» (1 Tesalonicenses 3, 2.).

La generosidad macedonia
Pablo de Tarso tuvo una larga y fructífera relación, tanto personal como epistolar, con las comunidades de Macedonia (Tesalónica, Filipos y Berea), a las que tenía en gran estima por su generosidad. En la Segunda epístola a los corintios, el Apóstol llegó a alabar a los macedonios con el fin de animar a los corintios a que los emularan (2 Corintios 8, 1-4.).

Se ha sugerido que Aristarco de Tesalónica era la misma persona que aparece en una lista de poliarcas de la ciudad. Si así fuese, sería una de las personas de más riqueza e importancia de Tesalónica.

Pero los macedonios no solo proporcionaron ayuda material a la Iglesia naciente, sino también personal, enviando a varios de los miembros de su comunidad. Algunos íntimos colaboradores de Pablo vinieron de Macedonia: además de Aristarco, se encontraban Sópatros y Segundo (Hechos 20, 4.), Jasón (Hechos 17, 6.; Romanos 16, 21.) y Gayo (Hechos 19, 29.). Todos fueron colaboradores asociados a Pablo para el apostolado activo, provenientes de una comunidad que padeció persecuciones (1Tesalonicenses 1, 6.; 1Tesalonicenses 2, 14.), de la misma forma que Pablo había sufrido la hostilidad del entorno.

Conmemoración de Aristarco
El Martirologio romano incluye a Aristarco el día 4 de agosto: «Conmemoración de san Aristarco de Tesalónica, que fue discípulo de san Pablo, fiel compañero en sus viajes y prisionero con él en Roma (s. I)». Se suele ubicar la muerte de Aristarco bajo el mandato del emperador Nerón, al igual que la de Pablo de Tarso.11​ Conforme a una tradición, fue decapitado con Pablo en Roma, sin saberse más de él.

En la Iglesia ortodoxa, se considera a Aristarco como el primer obispo de Apamea en Siria. Se lo venera como santo y se lo conmemora el 14 de abril,13​ y el 27 de septiembre, Se lo incluyó en una lista de setenta discípulos del cristianismo primitivo, en alusión a la mención de setenta y dos discípulos presente en un pasaje del Evangelio de Lucas (Lucas 10, 1.).

Epafrás
Epafrás, en griego antiguo Ἐπαφράς (siglo I), fue un predicador cristiano que evangelizó a los colosenses, y es considerado el fundador de la Iglesia de Colosas (Colosenses 1:7). Es mencionado dos veces en el Nuevo Testamento, en la Epístola a los colosenses, y en la Epístola a Filemón.1​Cuando San Pablo fue hecho prisionero en Roma, Epafrás acudió a él con noticias favorables relacionadas con la iglesia colosense. Permaneció con Pablo en Roma y fue, en cierto sentido, su «compañero de prisiones» (Filemón 1:23-24). Pablo dio testimonio de la perseverancia que Epafrás tuvo en la oración por Colosas, y de su trabajo tanto allí como en Laodicea y Hierápolis. (Colosenses 4:12-13).

Demas
Demas (nombre abreviado de Demetrio, (que significa “perteneciente a Deméter", diosa griega de la agricultura) es un personaje bíblico mencionado en tres epístolas de Pablo de Tarso en el Nuevo Testamento.

Compañero de Pablo
En torno al año 60, Pablo estaba encarcelado por primera vez en Roma y desde allí escribe varias epístolas a congregaciones (o iglesias) en las que incluye los saludos de Demas.

En la que escribe a la congregación de Colosas, Pablo cita a Demas junto al médico Lucas el Evangelista y el propio apóstol. En esa misma época, Pablo escribe a un compañero cristiano también de Colosas, Filemón, a quién transmite los saludos de Demas.

Finalmente, en torno al año 65 (según otras fuentes años 66 o 67) en su segunda epístola a Timoteo3​ también escrita en Roma, Pablo acusa a Demas de haberle abandonado “por amor de este siglo”, o según otras traducciones bíblicas por amor “a este mundo” en contraposición con la esperanza cristiana de una vida futura superior.

Aunque Pablo no menciona explícitamente la causa del abandono de Demas (si es por amor a lo material o por temor al martirio que efectivamente acabó con la vida de Pablo en los días de Nerón) queda claro en su declaración la opinión del apóstol de la pérdida que significaba para Demas su postura. Posiblemente regresó a su ciudad natal, Tesalónica.

Arquipo
Arquipo (siglo I) fue un cristiano de las primeras comunidades, mencionado en la Epístola a Filemón del apóstol Pablo.

Arquipo es considerado discípulo de Pablo, al parecer muy querido por él, puesto que aparte de mencionarlo en la epístola a Filemón, lo hace en su carta a los colosenses: “digan a Arquipo que esté atento al ministerio que recibió para servir al Señor y que lo cumpla bien” (Colosenses 4,15). Según la tradición, Arquipo era hijo de Filemón y Apia, y se tiene por el primer obispo de la diócesis de Laodicea (Frigia), mientras que otros aseguran que lo fue de Gaza (Palestina). Los cristianos orientales aseguran que hizo parte de los primeros setenta discípulos del Señor. La exégesis moderna considera todas estas tradiciones, producto de la literatura cristiana, por lo cual lo único que se puede considerar histórico es su relación con el apóstol Pablo y su veneración antigua.

Arquipo es considerado mártir, junto a Filemón y Apia, y es venerado como tal por las iglesias que aceptan el culto de los santos. En la Iglesia católica su memoria fue inscrita en el Martirologio romano, basándose en el Martirologio de Adón, para el día 20 de marzo. Los cristianos de las iglesias orientales de rito bizantino es el 22 de noviembre.

Colosas
Colosas (Κολοσσαί en griego antiguo, Colossae en latín) era una antigua ciudad de Frigia, en la península de Anatolia, cuyo nombre puede ser una deformación del término colosal. La ciudad estaba junto al río Licos, afluente del río Menderes, y situada a 18 kilómetros de Laodicea (en las proximidades de la actual ciudad turca de Denizli), cerca de la vía que unía Éfeso y el Éufrates. El lugar nunca ha sido excavado.

En el año 396 a. C., en el transcurso de las Guerras Médicas, el sátrapa persa Tisafernes fue atraído a Colosas mediante un señuelo y asesinado por un agente de su rival Ciro el Joven. Plinio el Viejo afirmó que la lana de Colosas daba su nombre a la flor de la violeta persa. Durante el periodo helenístico, la ciudad fue un importante centro de comercio, sin embargo, en el siglo primero su tamaño e importancia se había reducido considerablemente.

Es conocida principalmente por la epístola del apóstol san Pablo, conocida como Carta o Epístola a los colosenses, carta enviada a la comunidad cristiana de Colosas en el año 57 o 62. En aquel tiempo la ciudad estaba bajo jurisdicción romana, formando parte de la provincia de Asia. Aunque la mayoría de la población era de origen frigio, habitaban también la ciudad judíos, griegos y romanos.

Al parecer, Pablo no había visitado la ciudad antes de escribir su epístola a los colosenses, ya que expresa a Filemón en su epístola el deseo de visitar la ciudad nada más sea liberado de prisión. Parece ser que fue Epafrás el fundador de la comunidad cristiana de la ciudad.

La población entró en decadencia, posiblemente debido a un terremoto, y sus ruinas fueron ocupadas por la ciudad bizantina de Chonai o Konia,3​ la actual Honaz (Turquía). Chonai fue el lugar de nacimiento de los escritores medievales Nicetas Acominato y su hermano Miguel.

Milagro de Chonæ
En el arte ruso y bizantino, el tema del milagro del Arcángel Miguel en Konia está íntimamente ligado con este lugar. Relata la tradición, que Epafrás halló una fuente de agua en las inmediaciones de la ciudad. La bendijo y la consagró a Miguel Arcángel, por lo que se construyó una capilla ahí mismo, llamada Chairotipa o Cherotipa. Dos siglos después, mientras esa capilla era custodiada por un monje llamado Arquipo, los paganos desviaron los ríos Lykokastros y Kouphos, con la intención de acabar con la fuente, con la capilla y con el sacristán. Hallábase Arquipo rezando en el interior, cuando se le apareció San Miguel y le dijo «Ponte en pie y sal, para contemplar el poder invencible de Dios». Salieron ambos, y el arcángel, después de extender el brazo y hacer la señal de la cruz en dirección de las aguas, exclamó «¡Canalizaos,aguas,por aquí!» y golpeó con su bastón el suelo, con lo que se abrió un agujero tan vasto que bastó para llevarse el flujo torrencial de agua que hacia la capilla se dirigía. Esa cascada hasta nuestros días puede verse. En griego, "canalizar" se dice χωνί (joní), de donde sale el nombre de Chonæ o Konia. Este evento lo conmemora la Iglesia Oriental el 6 de septiembre. En el Kremlin moscovita, el hoy desaparecido Monasterio Chúdov (es decir del Milagro), donde los zares rusos eran bautizados, estaba dedicado al milagro de Konia.

Primera epístola a los tesalonicenses
La Primera epístola a los tesalonicenses o 1 Tesalonicenses es uno de los veintisiete libros que conforman el Nuevo Testamento cristiano. Así mismo, es una de las trece epístolas atribuidas, por la tradición, a Pablo de Tarso, una de las siete menores y, en tanto que primera cronológicamente de todas ellas, las mayores y las menores, una candidata a ser considerada obra inaugural de la literatura cristiana. Como su nombre indica, se trata de una epístola dirigida a la comunidad cristiana de Tesalónica y se dice primera porque existe también una segunda carta en el canon bíblico, dirigida a esta misma comunidad. Por su temática, se puede considerar una obra de la escatología cristiana, sin menoscabo de que también contiene una exhortación moral y un extenso apunte biográfico, que ocupa la mitad de la carta y donde Pablo desgrana recuerdos de su prédica.

Como todas las cartas de Pablo, 1 Tesalonicenses está inmersa en un contexto histórico complejo sin cuyo conocimiento es imposible interpretar correctamente su contenido. Para situar dicho contexto es menester, sin embargo, decidir el peso que se va a asignar a los distintos relatos que lega la tradición, dado que a veces no armonizan bien o directamente se contradicen. Dependiendo de esos pesos nos habremos adscrito a una u otra escuela. En el caso de 1 Tesalonicenses, los documentos relevantes son, la propia epístola y el libro neotestamentario de los Hechos de los apóstoles. El resto de la literatura paulina participa también en estas consideraciones, aunque de manera puntual. Destacan la primera epístola a los corintios, importante porque contiene información sobre Corinto, ciudad en la que Pablo redactó su carta a la vecina Tesalónica. También la Epístola a los Gálatas, por la narración del esclarecedor incidente de Antioquía, y Romanos, por algunos pasajes retrospectivos. Con todo este material se pueden reconstruir con cierta seguridad los largos preliminares y la circunstancia final en que Pablo escribió la epístola. Las personas son muy importantes porque, una vez roto el círculo de sus colaboradores antioquenos, Silas entre ellos, en esta etapa de la vida de Pablo se consolidan nuevos nombres que, como Lucas o Timoteo, han pasado a formar parte plena y destacada de la tradición cristiana.

El segundo viaje de Pablo
La carta a los Tesalonicenses fue escrita durante el transcurso del segundo viaje de Pablo, un viaje que comienza y termina en Antioquía de Siria y que se desarrolla a lo largo de dos continentes, Europa y Asia. El contexto previo de este viaje es complejo. Antioquía es una ciudad importante en la historia del cristianismo primitivo pues se dice que allí comenzaron los discípulos a llamarse cristianos Hechos .. También podría decirse que es el lugar donde los discípulos dejaron, por eso mismo, de llamarse judíos. Pablo no participó en la fundación de esa comunidad pero, según el libro de los Hechos, se incorporó en algún momento posterior a instancias del apóstol Bernabé Hechos 11, 25.. Bernabé y él, a instancias del Espíritu Santo, realizaron el llamado primer viaje Hechos 13:2-4. que les llevó primero a Chipre y luego al Asia Menor, actual Turquía. Las comunidades formadas en Asia fueron visitadas durante el segundo viaje. No así la de Chipre, que desaparece ya del horizonte paulino.

En el periodo entre el primer y el segundo viaje tuvo lugar la Asamblea de los Apóstoles o Concilio de Jerusalén. Dicho concilio nos llega descrito a través de Lucas Hechos. y Pablo Gálatas. que ofrecen dos versiones con interesantes diferencias. Lo común, sin embargo, es que en aquella asamblea se decidió que habría una misión para los judíos o circuncisos y otra para los paganos o incircuncisos Gálatas.. Según el relato de los Hechos, estos últimos quedaron exonerados de seguir la ley judía, salvo en lo que concierne a la prohibición de comer carnes sacrificadas a dioses paganos. Pablo, en su carta a los Corintios, opina que el ídolo no es nada en el mundo 1 Corintios 8:4. pero que conviene guardar las apariencias para evitar las flaquezas de los hermanos 1 Corintios 8:10..

Después la asamblea de los apóstoles, ocurre lo que se viene a llamar el incidente de Antioquía, que es mencionado en los Hechos Hechos 15:34-41. y por Pablo Galatas 2:11-14.. Ambos relatos presentan tales diferencias que no es posible conciliarlos, pero su consecuencia parece la misma. Pablo abandona Antioquía acompañado por Silas y comienza su segundo viaje de misión, cuyo objetivo es la formación de comunidades pagano cristianas.

El trayecto asiático
El segundo viaje de Pablo transcurrió por dos veces en suelo asiático pero la segunda vez es posterior a la redacción de 1 Tesalonicenses por lo que no se tendrá en cuenta. Pablo abandonó Antioquía acompañado de Silas o Silvano. Para saber algo de este trayecto hay que recurrir al relato de Hechos. Lucas ofrece un itinerario del que cabe destacar dos puntos: su paso por Listra y Derbe donde recluta al joven Timoteo Hechos 16:1-3. y su llegada a Troas o Tróade, cerca de Troya Hechos 16:8.. Entre estos dos puntos recorre algunas comunidades confirmando discípulos Hechos 15:41.. El itinerario asiático es guiado por dos veces por el Espíritu Santo que encamina a Pablo hasta esa marítima ciudad. Allí, Lucas relata un hecho sobrenatural que motivaría el tránsito de Pablo a Europa.

De noche, Pablo tuvo una visión. Vio un varón macedonio que le dijo: Ven y ayúdanos (Hechos 16,10).

Este suceso, del que no se tiene constancia directa por Pablo sería la señal esperada para encaminar la misión. En este punto del relato aparece el primero de ciertos fragmentos de los Hechos que se caracterizan por estar en primera persona del plural. Luego que tuvo la visión, buscamos la manera de pasar a Macedonia, suponiendo que Dios quería que los evangelizáramos. (Hechos 16:10)

Autor y datación
Es posible que haya sido la primera de las Epístolas de Pablo, escrita hacia fines del año 51, tras el regreso de Timoteo desde Macedonia, puesto que transmite sus comentarios sobre el estado de la Iglesia en Tesalónica (Hechos 18, 1-5.; 1Tesalonicenses 3, 6.). Pablo emplea la carta como medio para corregir la iglesia tesalonicense y proporcionarles instrucción moral; se destacan en ella los temas del martirio por Jesús y la fe en la proximidad de la segunda venida (Parusía). Parousia es una palabra griega cuyo significado es la presencia física de alguien de mucha importancia, se usaba para un embajador que venía o un gran representante. Esta carta está incluida en la Vetus Latina, figura en el fragmento Muratori. Es citada por Ireneo de Lyon en el siglo II.

Contenido
Prescripto
La forma de escribir una carta, sobre todo la forma de comenzarla, difiere según el tiempo y el lugar en que se ha escrito. De hecho, se puede proceder al revés y datar una carta por el formulario que utiliza. Cada época ha tenido sus propias costumbres en lo que a escribir se refiere. En tiempos de Pablo se usaban dos modelos: el oriental y el occidental. En ambos casos la carta o escrito se precedía de un encabezamiento o prescripto (pre-escrito) en el que de forma obligada se hacían constar los remitentes, los destinatarios y un saludo. Estos tres elementos se llamaban, por este orden: superscripto, adscripto y salutatio.

El formulario occidental o grecorromano era breve e impersonal. Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo a las doce tribus de la dispersión, salud. (Santiago 1:1)

El oriental utilizaba una frase en tercera persona con los remitentes en nominativo y los destinatarios en dativo. Estos elementos básicos podían enriquecerse con frases de relativo.

Pablo, apóstol por llamamiento de Cristo Jesús, por voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes a la Iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús y pueblo santo por llamamiento junto con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: gracia y paz a vosotros de parte de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. (1 Corintios 1:1-3) pudiendo llegar a ser muy complejas. (Romanos 1:1-7)

La Epístola a los Tesalonicenses comienza con un discretito prescripto oriental. Pablo, Silvano y Timoteo a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros gracia y paz.(1,1)

Los remitentes son Pablo, Silas y Timoteo, componentes del equipo misional que fundó la comunidad, lo que da a la carta un carácter oficial. Los tres provenían de Asia y en el momento de escribir la carta se encuentran reunidos en Corinto.

El destinatario de la carta es la iglesia de los tesalonicenses (gr:ekklesia tessalonikeon). lo que no tendría nada de particular de no ser porque en el año 50 no existía aún la Iglesia. En efecto, el término ekklesia no tenía en boca de Pablo el mismo sentido que se le atribuye hoy. En general, una ekklesia era una asociación de personas. y ya se usaba en el cristianismo primitivo para designar a las comunidades locales cristianas. Por tanto, Pablo no escribe a la Iglesia. Escribe a la asamblea que quedaba constituida cada vez que se reunía la comunidad. De ahí que al final de la carta exhorte a que sea leída a todos los hermanos (5,27). De ahí también que defina y distinga la asamblea como: asamblea de Dios Padre y de Jesucristo. La ciudad de Tesalónica era prolífica en congregaciones o asambleas religiosas con sus particulares dioses y cultos. En el culto predicado por Pablo, el Dios es Dios y asimismo Padre, algo novedoso dentro de los cultos paganos y que proviene del judaísmo. La iglesia de Pablo es también una comunidad escatológica que se distingue por haber sido elegida por Dios.

El saludo de la carta a vosotros, gracia y paz (gr. jaris kai eirênê) es característico de la correspondencia paulina. Se trata de una mezcla personal del saludo griego salud (gr. jairein) y del oriental misericordia y paz (gr. eleos kai eirênê). Jairein (saludar, alegrarse) es convertido en jaris (gracia) que Pablo utiliza ya con un contenido soteriológico. El término eirene tiene el sentido del saludo hebreo shalom (paz, bienestar, plenitud interior). Con este saludo, que utiliza en todas su cartas, Pablo reúne los dos mundos de que procede.

Proemio
En la carta a los Tesalonicenses, el proemio comprende los versículos 1,2-10. Sigue al prescripto y antecede al scripto. Antes de la predicación cristiana, los proemios ya se utilizaban en la literatura pero Pablo les va a dar el carácter de una acción de gracias. Asimismo, los utiliza para anticipar los contenidos de la carta.

Damos gracias continuamente a Dios por vosotros y siempre os recordamos en nuestras oraciones, haciendo memoria ante nuestro Dios y Padre de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestra caridad y de la perseverante esperanza en nuestro Señor Jesucristo. (1,2-3)

La acción de gracias utiliza la primera persona del plural. Un uso que sólo es roto en tres ocasiones a lo largo de la carta:45​ ...al menos yo, Pablo, una y otra vez... (2,18), ...he mandado a saber de vuestro estado... (3,5), ...os conjuro por Jesucristo... (5,27). Este uso constante del plural revela nuevamente el carácter oficial de la carta, pues redacta el equipo misional y no tanto Pablo. Es la carta menos personal de Pablo.

En el versículo 3 menciona a la fe (gr. pistis), la caridad (gr. agape) y la esperanza (gr. elpidos). Son tres términos que aparecen con frecuencia en las cartas de Pablo. La primera cita se realiza aquí. La segunda estaría al final de la carta en (5,8) en caso de que no sea una glosa posterior como algunos autores afirman.

La fe, la esperanza y la caridad son una aportación original de la teología cristiana. A lo largo de los siglos adquirirán un significado complejo. En la literatura paulina, sin embargo, su sentido es muy transparente: Fe en Jesucristo, esperanza en la resurrección y caridad o amor al prójimo. Si para la teología posterior son una división clásica y también objeto de especulación, en Pablo son realidades vivas. La teología de Pablo es una teología de la esperanza. y la 1 Tesalonicenses es una carta escrita para devolver la esperanza a una comunidad inmersa en la duda. Caridad y fe no están tan presentes y encontrarán mejor acomodo en Corintios y Romanos. Según Becker, la 1 Tesalonicenses está estructurada de forma ternaria sobre las tres virtudes. De ahí que prefiera considerarla como una unidad.

1 Tesalonicenses 1, 4-5. En estos dos versos, Pablo describe cómo fue la predicación en Tesalónica. Muy especial tuvo que ser para decir que: no fue sólo en palabras sino en el Espíritu Santo y muy persuasivamente. Es evidente que el contexto de dicha afirmación era conocido por los destinatarios. A la hora de reconstruirlo, es necesario arriesgar una interpretación.

1Tesalonicenses 1, 6. Continuando con el recuerdo de la predicación en la ciudad señala Pablo que fue hecha y recibida con gran tribulación, lo que alude a los constantes problemas que encontraba Pablo, por parte de las comunidades judías.

1Tesalonicenses 1, 7-10. En estos versos, Pablo pone a la comunidad como ejemplo para otros. Se afirma que Tesalónica, al ser un puerto internacional, fue uno de los semilleros del cristianismo y que desde allí se expandió a todo el imperio.

Ministerio en Tesalónica
1 Tesalonicenses 2, 1-2. En este verso, Pablo alude no sólo a las dificultades que tuvo para predicar en Tesalónica sino también en Filipos, de dónde venía. No se puede colegir gran cosa de las cartas, pero los Hechos ofrecen una versión plausible en líneas generales de lo que pudo ocurrir.

1Tesalonicenses 2, 3-6. En estos versos, Pablo continúa con el recuerdo de su prédica y viene a decir que lo hicieron desinteresadamente, sin buscar la vanagloria o el dinero. Sobre este punto se extiende también Pablo en las dos cartas a los Corintios. Es difícil decidir el contexto por el que las hace. Obviamente, la manutención de un maestro espiritual podía dar lugar a tensiones. Pablo insiste en sus cartas que trabajaba para no ser una carga.

1Tesalonicenses 2, 7-8. Pablo se entretiene con un afectuoso apunte que da idea del paternal cariño que tenía a esta comunidad.
1Tesalonicenses 2, 9. Contiene un apunte biográfico sobre la independencia económica de Pablo. Trabajábamos día y noche para no ser gravosos a nadie, punto que es tocado en (2 Co 11, 9). Según (Hch 18, 3), Pablo era fabricante de lonas.
1Tesalonicenses 2, 10-13. Ver el comentario a 1Tesalonicenses 2, 3-6.
1Tesalonicenses 2, 14-16. Ver el comentario a 1Tesalonicenses 1, 6..
1Tesalonicenses 2, 17-3, 13. Después de su precipitada marcha de Tesalónica, Pablo intentó regresar muchas veces. Preocupado por la suerte de esta joven comunidad, envió a Timoteo y quedó sólo en Atenas. En este punto existe una discrepancia entre Hechos y el relato de la carta. Asimismo, se da a entender que Silas no estaba en ese momento con él.
1Tesalonicenses 4, 1-12. En estos versos desarrolla Pablo una exhortación moral sencilla aconsejando abstenerse de la fornicación en aras de la santificación. Otro tema que menciona es la caridad de la que reconoce bien provista a la comunidad. Otras recomendaciones son llevar una vida quieta y laboriosa.
1Tesalonicenses 4, 13-5, 3. Los siguientes versículos tienen un contenido escatológico y por ellos se puede decir que 1 Tesalonicenses es una obra de la escatología cristiana. El asunto que tratan es el de la resurrección de los muertos. Se sobreentiende que la comunidad de Tesalónica debió preguntarle a Pablo si los que morían antes de la parusía resucitarían también. La respuesta de Pablo es afirmativa. Es el primer desarrollo teológico. Estos versos también sostienen la opinión de que 2 Tesalonicenses es una obra deuteropaulina.
1Tesalonicenses 5, 4-11. En estos versos desarrolla la consecuencia moral de la inminencia del fin del mundo, en la que Pablo creía. Estar vigilantes es su recomendación. Para 1Tesalonicenses 5, 8., ver el comentario a 1Tesalonicenses 1, 3..
1Tesalonicenses 5, 12-18. Estos versos contienen unos amables ruegos que Pablo finca en la caridad de unos a otros.
1Tesalonicenses 5, 19-20. Contiene una mención del Espíritu Santo en relación con las profecías.

Polémicas
La sinanoga de Tesalónica. El libro de los hechos Hechos 17:2. menciona que en la ciudad de Tesalónica existía una sinagoga.

Estancia en Tesalónica. El libro de los hechos Hechos 17:2. menciona que Pablo discutió con ellos durante tres sábados. Algunos autores piensan que una estancia inferior a un mes contradice el propio testimonio de la carta.

El paradero de Silas. Silas acompañó a Pablo desde Antioquía. Aparece como remitente en esta carta y como predicador en la comunidad de Corinto 2 Corintios 1:19.. Después de eso, desaparece completamente y ya no se sabe lo que con él ocurre. La carta primera de Pedro le menciona 1 Pedro 5, 12., lo cual da pie a pensar, que Silas, asociado primero a la misión de Pablo pasó en algún momento a la misión petrina.

Segunda epístola a los tesalonicenses
La Segunda Epístola a los Tesalonicenses, también conocida como Segunda Carta a los Tesalonicenses, es uno de los libros del Nuevo Testamento, de la Biblia Cristiana. Es normalmente atribuida a Pablo, Apóstol de los Gentiles, aunque el profesor Antonio Piñero, en su libro "Los apocalipsis", indica que los especialistas están divididos casi al 50 % respecto a si es una epístola auténticamente paulina.

La Segunda Epístola a los Tesalonicenses fue probablemente escrita en Corinto, Grecia, no muchos meses después que la Primera. Aparentemente la Primera Carta fue malentendida, especialmente respecto a la Segunda Venida de Cristo (Parusía). Los Cristianos de Tesalónica se hicieron la idea que Pablo había mencionado que "el día de Cristo" se venía con prontitud, que su venida estaba a punto de ocurrir. Este error es corregido en 2 Tesalonicences 2, 1-12..

Contenido
Capítulo 2
Tesalonicenses. La existencia de epístolas paulinas pseudoepigráficas encuentra una curiosa confirmación en este pasaje y en esta epístola donde dice:
no os turbéis por epístola... como si fuera nuestra.

Para dar sentido a estas palabras es necesario presumir que por la comunidad de Tesalónica circulaba una falsa epístola de Pablo a la que se alude aquí. De ser así, Pablo estaría advirtiendo a los Tesalonicenses que fuesen cautos. Lo curioso es que hoy se presume que quién realiza esta advertencia era precisamente un falso Pablo. Sea cierto o no, se confirma la existencia de falsificaciones.

Salónica
Salónica o Tesalónica ([θɛsalɔˈnikʲi] en griego, Θεσσαλονίκη, Thessaloníki3​ o Σαλονίκη, Saloníki) es la segunda ciudad de Grecia, capital de la región de Macedonia Central y un puerto importante del norte del Egeo. Tiene una población (incluyendo las afueras) de 1.104.460 habitantes.

Toponimia
La ciudad recibe su nombre de Thessalonikē, esposa del rey Casandro de Macedonia e hija del rey Filipo II de Macedonia. El nombre proviene de la fusión de las palabras Θεσσαλία ('Tesalia') y νίκη ('victoria') que se dio a la hija del rey después de su victoria en Tesalia contra los tiranos de Feres. El nombre alternativo Salónica, antiguamente el más común en bastantes idiomas europeos, deriva de la variante Σαλονίκη (Saloníki) en griego popular. No es infrecuente escuchar Thessaloníki o Saloníki con la ele oscura típica del dialecto griego hablado en Macedonia. Otras denominaciones importantes en la historia de la ciudad incluyen سلانيك (Selānīk) en turco otomano y Selânik en turco moderno, Солун (Solun) en las lenguas eslavas de la región, Sãrunã en arumano, y Selanik en judeoespañol.

Geografía
La ciudad se levanta en la desembocadura de la llanura formada por los ríos Aliákmonas, Gallikos y Axios, que van a parar al golfo Termaico. La ciudad está situada en el final del valle del Ardar, en el golfo de Tesalónica, emplazada en la Via Egnatia que conectaba la acrópolis con la costa. A Tesalónica llegan también las carreteras procedentes del Adriático, como la vía Egnatia, y las que vienen de los Balcanes. Por eso Tesalónica se convierte en el puerto principal de Macedonia, en sustitución del obstruido de Pella. Conserva restos de las murallas de la época helenística. En las laderas y la parte baja está la antigua ciudad turca, que fue destruida en 1917, fue reconstruida y conserva monumentos como iglesias bizantinas así como el arco de Galerio, que son visitados asiduamente por los turistas.

Clima
El clima de la ciudad es mediterráneo. Puede tener episodios de frío intenso en pleno invierno debido a los vientos de componente norte y noreste provenientes de la estepa rusa, que hacen que las temperaturas caigan bruscamente. Algunos años se dan temperaturas negativas durante todo el día con estos vientos continentales.

Economía
Es un importante centro industrial, que posee refinerías de petróleo, industrias petroquímicas, industrias agroalimentarias, destilerías, industria textil, manufacturas de tabaco, fabricación de maquinaria y astilleros.

Historia
Antigüedad
Fue fundada en 316 -315 a. C. por el rey Casandro de Macedonia que unifica y sustituye los asentamientos levantados en la localidad denominada Terma. De su mujer Thessalonikē (hija de Filipo II de Macedonia y hermanastra de Alejandro Magno), recibió su nombre. Filipo había nombrado así a su hija porque conoció su nacimiento el día de su victoria sobre los Tesalios.

Imperio romano
Tras la caída del Reino de Macedonia en 146 a. C., Tesalónica pasó a ser parte de la República romana. Durante la época romana fue la capital de las cuatro provincias de Macedonia, y se convirtió en un importante centro comercial sobre la Vía Egnatia, una calzada romana que conectaba Bizancio (más tarde Constantinopla) con Durazzo (actualmente Durrës en Albania). En 58 a. C. Cicerón estuvo exiliado en Tesalónica.

En las excavaciones que se han venido haciendo, ha salido a la luz la antigua ágora con sus edificios de la época helenística y de la época romana del siglo I a. C. En su museo se guarda una rica colección de antigüedades, desde la época del Neolítico hasta los tiempos históricos.

La ciudad de Tesalónica es conocida en el ámbito de la religión cristiana por albergar a mediados del siglo I una comunidad a la que Pablo de Tarso dirigió dos epístolas, incluidas hoy en el canon bíblico.

En el 300, el emperador Galerio la elige como residencia imperial. En el 380 Teodosio I proclama en ella el edicto por el que se hace oficial el símbolo de Nicea. La ciudad sufrió la represión del emperador Teodosio I en 390 cuando mandó matar a unos siete mil tras sofocar una revuelta, por lo que fue temporalmente excomulgado.

Imperio bizantino
Tras la caída del Imperio de Occidente, quedó en manos del Imperio bizantino y fue asediada por los eslavos en el siglo VII. Aunque no pudieron conquistar la ciudad, finalmente una considerable comunidad eslava se estableció en ella. Los santos Cirilo y Metodio nacieron en Tesalónica y el emperador bizantino Miguel III los envió a las regiones eslavas del norte como misioneros del cristianismo. De la época bizantina son los mosaicos conservados en la basílica de Hagia Sophia y en la iglesia de San Jorge. La ciudad fue ocupada por los árabes en 904 y por los reyes normandos de Sicilia en 1185, causando considerable destrucción y pérdida de vidas humanas. En 1204, con la caída del Imperio bizantino debido a la conquista de Constantinopla por parte de la Cuarta Cruzada, Tesalónica y su territorio circundante —el reino de Tesalónica— se convirtió en la mayor posesión del Imperio latino. Sin embargo, fue conquistada en 1224 por el Despotado de Epiro que la mantuvo hasta 1246, cuando fue recuperada por los bizantinos, los cuales, incapaces de mantenerla, se la vendieron a Venecia.

Imperio otomano
Los otomanos la ocuparon en 1430, y la llamaron «Selânik» (Salónica). Con el tiempo, la mayor parte de sus habitantes serían sefardíes expulsados de España en 1492 por los Reyes Católicos.8​ Fueron bien acogidos e invitados por el sultán y así fue como se instalaron en varias ciudades con problemas de población, entre ellas Tesalónica. Con la llegada de esta comunidad, la ciudad se enriqueció y tuvo un gran desarrollo económico ayudado por el comercio y la industria que además se abrieron al comercio de los países occidentales, hasta llegar a su culminación en los siglos XVIII y XIX.

Cuando, tras las Guerras Balcánicas, la ciudad pasó de control otomano a griego, la principal comunidad de la ciudad seguía siendo la judía sefardí, de lengua ladina.8​ Esta fue aniquilada durante la ocupación del Eje en la Segunda Guerra Mundial.

Reino de Grecia
Tras la Primera Guerra Balcánica (1912) pasó a formar parte de Grecia. Durante la Primera Guerra Mundial, el gobierno provisional dirigido por Eleftherios Venizelos, partidario de los Aliados franco-británicos se estableció en la ciudad, en contra de los deseos del rey, de origen alemán y proneutral. El puerto se convirtió en una importante base de suministros para las tropas aliadas que operaban en Macedonia.

La ciudad casi fue destruida en un incendio en 1917, de probable origen fortuito. Tras este incendio la mitad de la población judía abandonó la ciudad (muchos fueron a París y a Israel). En 1922, la ciudad recibió a numerosos exiliados griegos provenientes de la ciudad de Esmirna (en turco İzmir), los cuales aportaron a la ciudad sus características culturales. La ciudad fue reconstruida en el período de entreguerras.

Durante la II Guerra Mundial fue tomada por las tropas alemanas en 1941, que ejecutaron a la mayor parte de sus habitantes judíos (unos cincuenta mil). Tras la guerra, la ciudad recuperó su nombre de Tesalónica.

Patrimonio
Su riqueza histórica, artística y arqueológica fue reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988 con la denominación Monumentos paleocristianos y bizantinos de Tesalónica y en 1997 fue la Capital Europea de la Cultura.

La Torre Blanca (Lefkos Pyrgos) es uno de los principales monumentos y el símbolo iconográfico más reconocible de Tesalónica. Se construyó en el mismo lugar de una torre franca más antigua. Actualmente alberga un museo sobre la historia de la ciudad y sus alrededores configuran uno de los lugares de encuentro preferidos por los tesalonicenses.
El Arco de Galerio es muy conocido localmente con el nombre «Kamara» (arco en griego). La plaza alrededor del monumento está siempre llena de gente porque es un punto de encuentro habitual de los tesalonicenses. A 50 metros de Kamara está la Rotonda o iglesia de San Jorge, donde se sitúa el mausoleo de Galerio.
El Agios Georgios (iglesia de San Jorge) o Rotonda, como mejor se conoce, es un edificio construido en el 306 d.C. de estructura cilíndrica con tres cuerpos, y que pasó de ser el mausoleo de Galerio a una iglesia cristiana en cuyo interior se pueden ver unos impresionantes mosaicos y un fresco del siglo IV. En 1590 fue convertida en mezquita y se le añadió un minarete que es el único que se conserva en pie actualmente en Tesalónica.
El Palacio de Galerio es uno de los monumentos más importantes de la antigüedad tardía. Se construyó entre el 250 y el 311 d. C como sede oficial de la parte oriental del Imperio Romano durante dos períodos 229-303 y 308-311 d. C. Según fuentes históricas importantes, además de Galerio, emperadores del siglo IV tales como Teodosio I se alojaron en este palacio. Se localiza en la actual Plaza Navarinou.
Las murallas de la ciudad, rodeadas de imponentes fortificaciones como el Heptapirgion, la Torre del Triángulo (o de la Cadena) y la Fortaleza de Vardar.
El Museo Arqueológico de Tesalónica (AMTH; sus siglas en inglés) es considerado uno de los museos más importantes de Grecia. Su colección incluye hallazgos arqueológicos de Tesalónica, sus alrededores y de todo el norte de Grecia.
El Museo de la Cultura Bizantina (MBP; sus siglas en griego) fue galardonado en el 2005 con el Premio del Consejo de Europa. El museo presenta al visitante diversos aspectos de la vida durante los períodos bizantino y post-bizantino: el arte, la ideología, la estructura social, la religión, y cómo los cambios históricos y la situación política afectaban a la vida diaria de la gente.9​
El Foro Romano de Tesalónica fue el centro administrativo de la ciudad a partir de la época romana. Su construcción comenzó a finales del siglo II d.C. como reforma de un ágora existente del período imperial temprano donde también se ha encontrado un baño del período helenístico. Se realizaron otras intervenciones entre los siglos III y IV d.C. El complejo se organiza en torno a una superficie pavimentada rectangular. Tres de los lados formaban pórticos de dos pisos con doble hilera de columnas de orden corintio que dan acceso a los espacios públicos. En el siglo V las funciones administrativas de la ciudad fueron transferidas al complejo del Palacio de Galerio.9​
La Agia Sofía (Santa Sofía), iglesia de gran tamaño rodeada de jardines también con hermosos mosaicos.
La Panagía Ahiropíitos, basílica paleocristiana del siglo V.
El Bey Haman, baño turco de 1444.
La Hamza Bey Dazmí, mezquita de 1468.
El Bezesten, edificio turco alrededor del que se despliega el mercado.
La Agios Dimitrios, basílica con hermosos mosaicos y una cripta del siglo V.
La Dódeka Apóstoli construida entre los años 1310 y 1314.
La Iglesia de Agía Ekaterini de finales del XIII.
El Monasterio de Vlatadon desde cuyos jardines se obtiene una fantástica vista de la ciudad.

Continua en La Biblia XXII: Las Cartas Personales
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