Sana Doctrina

Filipenses 1:27 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio, Judas 1:3 Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.

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martes, 18 de julio de 2017

La Biblia XXII: Las Cartas Personales

Imagen del Papiro 87 (en la numeración Gregory-Aland), con un fragmento de los versículos 13-15 de la Epístola a Filemón. Data del año 250.

Primera epístola a Timoteo
La primera epístola a Timoteo es una carta pastoral del Nuevo Testamento que forma un grupo homogéneo con la Segunda epístola a Timoteo y la epístola a Tito. Su estilo y vocabulario son diferentes de los demás escritos paulinos por lo que la mayoría de los teólogos consideran que no fueron escritas por el apóstol Pablo o que no fue él mismo quien les dio su forma literaria, sino alguno de sus discípulos.

La primera carta o epístola a Timoteo tiene un enfoque ético, a partir del cual hace recomendaciones prácticas para la vida sana de la Iglesia y de sus integrantes. Además, expresa una preocupación por la palabrería y discusiones sin fin de falsos doctores que se apartan de las palabras de Jesucristo, "están cegados por el orgullo y no saben nada". La carta fundamentalmente es doctrina (enseñanza) de las prácticas cristianas. Existe a tal fin un capítulo (capítulo 3) entero sobre el orden eclesiástico de sus conductores y sus condiciones, refieriéndose a los obispos (capítulo 3, versículo 5) de la siguiente manera: pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿Cómo cuidará de la iglesia de Dios?. Usa gobernar (PROISTEMI) para la casa del obispo y cuidar (EPIMELOMAI) para la iglesia, y esta palabra en griego es la misma que se usa para quien cuida amorosamente de un enfermo o herido como en la parábola del buen samaritano (cúidalo hasta mi regreso), mientras que para la palabra griega gobernar refiriéndose a su casa usa Proistemi que significa hacer cumplir las reglas.

El autor comenta el problema de la falsa ciencia. Por entonces había un grupo de cristianos muy importante, que estaba siendo llevado por la doctrina de los gnósticos.

Asimismo el capítulo 2 de esta epístola, a partir del versículo 9 condena a la mujer por haber sido la culpable del pecado original, considerándola inferior respecto al varón y colocándola en una posición de sumisión, al afirmar en el versículo 11 y 12 que "La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio."

Fecha
La fecha de la carta es tema de discusión. Quienes creen que es de autoría paulina, opinan que fue escrita alrededor del año 61 d. C., posiblemente desde Roma donde Pablo habría salido recientemente de la llamada primera prisión en Roma. Por el contrario, quienes consideran que la carta no está escrita por Pablo, creen que fue escrita por algún discípulo suyo tras su muerte.

La carta es mencionada en escritos de Ignacio, Policarpo y Tertuliano en el siglo II.

Biografía de Timoteo
Se sabe que Timoteo fue discípulo de Pablo de Tarso y que era hijo de madre judía y padre griego (Hechos de los apóstoles capítulo 16:1). Originario de la ciudad de Listra, su madre se llamó Eunice y su abuela Loida (2 Timoteo 1:5). El vocablo Timoteo es una palabra griega que significa el que honra a Dios (timo Theus). Pablo le circuncidó, pues en aquella época había judíos celosos del rito y para que Timoteo fuese bien aceptado en esos círculos debió hacerlo (Hechos de los apóstoles 16:3). Acompañó a Pablo en sus viajes misioneros, existiendo relatos del año 49 d. C. donde se menciona. La importancia de la carta y el interés pastoral de Pablo de enseñarla a Timoteo era porque Timoteo representaba la primera generación de cristianos que no habían tenido relación directa con los hechos de Jesús. Timoteo habría conocido la fe de su madre y de su abuela (2 Timoteo 1:5) quienes por lo encontrado en la Segunda epístola a Timoteo habrían sido judeocristianas. Timoteo representaba a la generación que estaba pasando de la era apostólica a la no apostólica y de la judaica mesiánica a la universal. Timoteo se había convertido con el ministerio de Pablo, fue su compañero en los viajes misioneros, y llegó a ser pastor de la iglesia en Efeso. Pablo fue como su padre y mentor espiritual.

Timoteo
Timoteo, a quien el libro de los Hechos de los Apóstoles describe como un «discípulo», «hijo de una mujer judía creyente y de padre griego» (Hechos 16:1.), fue un cristiano del siglo I citado en numerosos pasajes del Nuevo Testamento, siempre asociado con la figura de Pablo de Tarso. Fue sin duda uno de los más fieles colaboradores del Apóstol, tanto en sus viajes misioneros en los que formó parte del equipo misional paulino, como también en calidad de portador de sus mensajes o de sus epístolas, o incluso comitente de alguna de sus cartas auténticas, tal el caso de la Epístola a Filemón. Mencionado 6 veces en los Hechos de los Apóstoles, 17 veces en las epístolas paulinas, y 1 vez en la Epístola a los hebreos, 2​ Timoteo tuvo sin dudas una marcada importancia histórica a los ojos del apóstol Pablo, quien llegó a considerarlo casi como un alter ego, como se infiere del gran elogio que traza de él en su Epístola a los filipenses, su comunidad dilecta:

Espero en el Señor Jesús poder enviaros pronto a Timoteo, para quedar también yo animado con vuestras noticias. Pues a nadie tengo de tan iguales sentimientos que se preocupe sinceramente de vuestros intereses [...] Vosotros conocéis su probada virtud, pues como un hijo junto a su padre ha servido conmigo en favor del Evangelio. Pablo de Tarso, Epístola a los filipenses 2:19-22

Más aún, el hecho de que Timoteo haya sido destinatario de dos escritos neotestamentarios, la Primera y la Segunda epístola a Timoteo escritas por Pablo o por autores que recurren a la autoridad de la tradición paulina (si se tratara de escritos pseudoepigráficos), muestra la importancia que Timoteo tuvo como pastor en el siglo I.

Según la Historia Ecclesiae (3 ,4) de Eusebio de Cesarea, Timoteo fue constituido obispo de Éfeso por el propio Pablo. Se lo venera como santo en la Iglesia católica, en la Iglesia copta y en la Iglesia ortodoxa. La información que se tiene sobre él proviene mayormente de la Biblia.

Hipótesis
Richard G. Fellows sostuvo que Timoteo y Tito (otro discípulo de Pablo) fueron en realidad la misma persona, tratada en el segundo caso con un nombre informal. La mayoría de los especialistas paulinos desestiman esta hipótesis al considerar a Timoteo y Tito como dos personas distintas, en consonancia con el pasaje la Segunda epístola a Timoteo que, teniendo a Timoteo por destinatario, menciona que Tito se ha marchado a Dalmacia (2 Timoteo 4:9-10)

Segunda epístola a Timoteo
La Segunda epístola a Timoteo forma parte de las cartas pastorales del Nuevo Testamento de la Biblia, junto con la Primera epístola a Timoteo y la Epístola a Tito

En ella Pablo, de forma dramática dice: "a mí ya me sacrifican, y el tiempo de mi partida está cercano". Al borde de ser ejecutado por su fe, el autor declara que de Dios "no se recibe un espíritu de temor o cobardía, sino de fortaleza, de amor y sobriedad". Tras afirmar que "todos" los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús sufrirán persecuciones, desea a sus enemigos que "la conversión les haga conocer plenamente la verdad y se liberen del lazo del diablo".

Advierte sobre los egoístas, avaros, fanfarrones y otros que son "más amantes de placeres que de Dios y tienen apariencia de piedad pero niegan su eficacia".

Dudas de Timoteo
La resurrección gnóstica
2 Timoteo 2:16-18
16 Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. 17 Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, 18 que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos.

Es evidente que el escritor de 2 Timoteo, hablaba en contra de los gnósticos de esa época ya que en otro versículo advierte sobre la falsa ciencia (gnosis o conocimiento). Teniendo claro ese detalle vemos aquí algo sorprendente. ¿Que resurrección enseñaban los gnósticos?, ¿la espiritual o la física?, resulta obvio que alguien que se haya tomado un poquito de trabajo de investigar a los antiguos gnósticos (nada que ver con los actuales), se daría inmediatamente cuenta que los gnósticos, de los primeros siglos enseñaban la resurrección espiritual, el conocimiento interior, es mas ellos desechaban todo lo carnal o físico, pensaban al igual que Pablo que el problema del ser humano estaba en la carne o cuerpo, motivo por el cual seria insólito pensar que Hemineo y Fileto, enseñaran que ya había ocurrido una resurrección física, ellos como maestros gnósticos enseñaban la resurrección del espíritu. Y Pablo enseñaba lo mismo. Esto lo vemos en:

Efesios 2:5-6 
5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,

¿Quién es el Pablo auténtico? ¿el que enseña que la 1 resurrección (la espiritual YA HA ACONTECIDO) ¿o el Pablo que en 2 Timoteo ataca duramente a los maestros gnosticos Himineo y Fileto por enseñar lo mismo y a todo lo que huele a gnóstico?, ¿quien es el Pablo autentico? ¿aquel que enseñaba que fue "Abducido" al tercer cielo, clara enseñanza gnostica, que no seria entendida por una persona de esa época pero si por un iniciado gnostico, el mismo Pablo dice que no sabe como subio al tercer cielo, si en cuerpo o en espíritu, dando a entender que subió en espíritu, el mismo Pablo enseña en innumerables versículos cosas gnósticas: 1 Corintios 13:12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.

El mismo Pablo enseña que todo lo carnal o terrenal ES ADVERSARIO O SATANÁS DE DIOS, al igual que los gnósticos, el mismo Pablo enseña una resurrección ESPIRITUAL, como los GNÓSTICOS, ¿y entonces? porque en Timoteo LOS ATACA.

La solución seria que TIMOTEO NO FUE ESCRITO POR PABLO. Los estudiosos de hoy opinan que muchas de las epístolas atribuidas a Pablo no son de Pablo. De las trece epístolas que contiene el Nuevo Testamento, sólo siete se aceptan hoy como auténticas en su mayor parte.

Como mencionamos antes, la opinión general es que las epístolas a Timoteo y a Tito, las llamadas «pastorales», no son de Pablo. Estudios realizados con ordenadores han confirmado de forma indudable que el autor de las pastorales no es el de las epístolas a los Galatas, los Romanos y los Corintios, que se consideran escritas realmente por Pablo.

En la colección más antigua de epístolas atribuidas a Pablo no están las pastorales. De hecho, ni siquiera oímos hablar de las pastorales hasta Ireneo de Lyon (c. 190). No aparecen como parte del canon cristiano hasta después de esta fecha. Ni tan siquiera Eusebio, el gran propagandista ortodoxo, las incluye en su Biblia, (c. 325).

Este detalle es importante, toda vez que sólo en las pastorales se muestra Pablo contrario a los gnósticos. A diferencia de las epístolas paulinas auténticas, las pastorales presentan a Pablo como organizador de la Iglesia, puntal de su disciplina y enemigo inquebrantable de todos los herejes. Condena los mitos gnósticos como «fábulas profanas y cuentos de viejas» y recomienda a sus seguidores que no presten «su atención a fábulas y genealogías interminables, que son más a propósito para promover disputas que para realizar el plan de Dios». Obviamente, a finales del siglo I la imagen de Pablo como maestro gnóstico ya era una amenaza suficiente para que alguien sintiese la necesidad de responder a ella creando un Pablo indiscutiblemente literalista.

Este Pablo es creado para dar consejos específicos: «Guarda el propósito de la fe. Evitando las palabrerías profanas, y también las objeciones de la falsa ciencia; algunos que la profesaban se han apartado de la fe». También nos lo muestran autoritario cuando impone el poder de la jerarquía de la Iglesia, y escribe: «A los culpables, reprende los delante de todos, para que los demás cobren temor». Ataca en particular a «Himeneo y Fileto», dos maestros gnósticos que «se han desviado de la verdad» y enseñan la doctrina gnóstica afirmando «que la resurrección ya ha sucedido»; ¡Aunque en sus epístolas auténticas Pablo afirma que él mismo ya ha «resucitado», y que todo creyente también como así esta declarado en Efesios 2:5-6.

Ya hemos visto que Timoteo NO FUE ESCRITO POR PABLO Y QUE ENCIMA CONTRADICE LAS ENSEÑANZAS DE ESTE, aparte Timoteo minimiza la acción de la mujer en una clara expresión machista del escritor de Timoteo , aquí en este escrito lo veremos mas claro.

Entre las cartas auténticas de Pablo están 1 Tesalonicenses, Gálatas, Filipenses, 1 y 2 de Corintios, Romanos y Filemón. Las cartas de la cautividad (Colosenses, Efesios y quizás 2 Tesalonicenses), parece que no proceden del mismo Pablo, sino de su círculo, las podemos llamar "postpaulinas". Las cartas pastorales (1 y 2 Timoteo y Tito), reflejan un momento posterior y más institucionalizado de la Iglesia, se suelen llamar "deuteropaulinas". Las cartas postpaulinas, deuteropaulinas y 1 Pedro reflejan en parte la imagen del matrimonio y la familia que tenía aquella cultura ambiental. Sus autores pretenden realizar un difícil equilibrio entre la cultura ambiental y el mensaje de Jesús.

Actividad pastoral de la mujer en las primeras comunidades Las mujeres desempeñaron en las primeras comunidades cristianas algunas actividades importantes en el anuncio y en la práctica de la fe. Son muchas las mujeres que, en lenguaje paulino, "trabajaron duro" por el Señor (Romanos 16:12). 

Los Hechos de los Apóstoles nos hablan de Lidia (Hechos 16:14-15), negociante de púrpura, la primera convertida en Filipo, muy activa en la comunidad. Mencionan también a Dámaris, (17:34), a algunas profetisas (21:9), y a unas que confeccionan ropa para los pobres (9:36-37).

Pablo revela a través de sus cartas que diversas mujeres participan activamente en el movimiento cristiano, al mismo nivel que los varones, y ejercen funciones misioneras, de enseñanza y de liderazgo de las comunidades. Conocemos a Ninfa que, junto con Filemón y Arquipo, eran líderes de una iglesia en su casa (Colosenses 4:15). Evodia y Síntique son dos mujeres importantes en la actividad pastoral de Filipo. Pablo les pide que se pongan de acuerdo, puesto que "lucharon conmigo al servicio del Evangelio" (Filipenses 4:2-3). Priscila, con su marido Aquila, son los jefes de una iglesia en Efeso primero (1 Corintios 16:19) y en Roma después (Romanos 16:3-5). Este matrimonio precedió a Pablo en la tarea misionera y colaboró con él en diversas partes, pero nunca estuvo subordinado a él. Se les menciona siete veces y en cuatro ocasiones se nombra primero a la mujer. Además, Priscila siempre es nombrada por su nombre y no por el de su marido, señal de que era muy conocida en su actividad pastoral. Era mujer instruida, pues intervino en la enseñanza cristiana de Apolo, que era un hombre muy culto (Hechos 18:26). 

En Romanos, Pablo saluda a María, Trifena, Trifosa y Perside, de las que dice que "han trabajado mucho en el Señor" (Romanos 16:6, 12). Saluda a la madre de Rufo, "que ha sido para mí como una segunda madre" (Romanos 16:13). De una mujer, Junías, junto con su marido Andrónico, dice Pablo que "son compañeros de cárcel, apóstoles notables y se entregaron a Cristo antes que yo" (Romanos 16:7). Saluda a otras dos parejas, Folólogo y Julia, Nereo y su hermana, que seguramente son también misioneros (Romanos 16:15).

Especial mención merece Febe, que probablemente es la portadora de la carta a los Romanos; de ella Pablo dice que es "diaconisa de la Iglesia de Cencrea", y pide que la ayuden "en todo lo que sea necesario, puesto que ella ayudó a muchos y entre ellos a mí", dice él. En el sentido paulino, el diácono era responsable de una Iglesia, con el oficio de misionar y enseñar. Por Pablo sabemos también que diversos apóstoles y el mismo Cefas misionaban acompañados de "alguna mujer hermana" (1 Corintios 9:5). O sea, que en tiempo de Pablo diversas mujeres aparecen colaborando con él en la enseñanza, como misioneras itinerantes o responsables de una Iglesia, como apóstoles y diáconos. Y Pablo las estima y se alegra de ello. Tanto es así, que hoy día hay quienes designan a Pablo como promotor de la actividad pastoral de la mujer.

Igualdad de la mujer
El movimiento de Jesús había producido una verdadera revolución en lo referente a la dignificación de la mujer. Pablo nos trasmite la gran proclama de este movimiento misionero, anterior a él: "Ya no hay diferencia entre judío y griego, entre quien es esclavo y quien es hombre libre; no se hace diferencia entre hombre y mujer. Pues todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús" (Gálatas 3:2). Es ésta una magnífica expresión del entusiasmo de entrada en una nueva forma de existencia, tan distinta a la de la sociedad reinante. Muchas mujeres entraron entusiasmadas en el cristianismo, pues en él encontraban posibilidades de participación y protagonismo, que les eran negadas en la sociedad en general.

Algunos textos de Pablo han sido interpretados como menospreciadores de la mujer y, por consiguiente, contrarios a su igualdad con el varón. Veamos algunos casos, generalmente mal interpretados por no considerarlos dentro del contexto histórico y, además, por verlos desde la perspectiva de los textos deuteropaulinos.

1. Ciertamente él alguna vez aconseja a las jóvenes que no se casen (1 Corintios 7:32-34). Pero este consejo hay que situarlo en su contexto histórico. En primer lugar, en aquel ambiente tan machista, a veces era la única forma de poder servir al Señor en las comunidades. Se trata de un consejo de sentido común. Pero además debemos saber que se trataba de un consejo subversivo según el orden reinante en Roma. El emperador Augusto había dado un decreto por el que imponía sanciones y fuertes impuestos a los solteros; y a las viudas sólo se les permitía permanecer en su estado si habían cumplido más de cincuenta años. Más tarde, Domiciano reforzaría aún más esta legislación. El consejo de Pablo era un desafío a las leyes y a los valores culturales dominantes, pues se dirigía especialmente a personas de los centros urbanos del imperio.

Pero Pablo no sólo afirma las ventajas del celibato. También defiende el matrimonio en contra de las tendencias ascéticas que lo negaban. El énfasis con que subraya la reciprocidad y la igualdad de las relaciones entre los sexos es notable y no encuentra parangón ni en la sociedad judía ni en la pagana de su tiempo (ver 1 Corintios 7:3-5, 10-11). En esto Pablo recoge fielmente la tradición de Jesús. Y, por cierto, nunca pone la unión matrimonial en función de la procreación. Pablo hace aún más.

Defiende la estabilidad del matrimonio incluso cuando uno de los cónyuges se hace cristiano y el otro no (1 Corintios 7:12-13), a pesar de que el judaísmo, en este caso, consideraba roto el vínculo.

2. En cuanto al problema del velo de las mujeres, ciertamente se trata de un texto enrevesado y ambiguo (1 Corintios 11:2-16), pero se encuentran en él aportes interesantes. El primer dato es la constatación del hecho de que algunas mujeres oraban y profetizaban en el culto como dirigentes (1 Corintios 11, 5). El problema está en si deben hacerlo con la cabeza descubierta o no. Pues las mujeres corintias expresaban su conciencia de igualdad y libertad actuando públicamente sin velo. Así rompían la costumbre de entonces y con ello producían grave escándalo entre los cristianos no instruidos y entre los paganos. Ante esto Pablo quiere que se respeten las conciencias más débiles, como acababa de decir en la misma carta, en el capítulo 8, refiriéndose al hecho de que algunos cristianos comían carne sacrificada a los ídolos. El principio que da entonces, vale también para lo del velo: "Es cierto que somos libres, pero cuídense que esa misma libertad no haga caer a los débiles" (1 Corintios 8:9). En el caso del velo, comienza usando un argumento sacado de la cultura y la filosofía ambiental: la subordinación de la mujer al hombre; pero enseguida se corrige afirmando que "bien es verdad que en el Señor no se puede hablar del varón sin la mujer, ni de la mujer sin el varón. Pues si Dios ha formado del hombre a la mujer, el hombre nace de la mujer, y ambos vienen de Dios" (1 Corintios 11:11-12). En toda esta sección de la carta (caps. 11-14) habla Pablo de la "edificación de la comunidad". En ella reconoce la igualdad de los dos sexos y admite las funciones dirigentes de las mujeres en las asambleas, pero les pide por prudencia que no hagan ostentación de su libertad con un comportamiento externo que planteaba graves problemas a la evangelización.

Las cartas paulinas posteriores a Pablo
El pensamiento de Pablo es desarrollado después de él en una línea en la que cada vez predomina más el punto de vista masculino machista. En las cartas a los Colosenses y a los Efesios y en la 1 de Pedro encontramos los famosos "códigos domésticos" que, en sustancia, legitiman la estructura patriarcal de la familia y el puesto del padre como señor absoluto (Colosenses 3:18 - 4,1; Efesios 5:21 - 6:9; 1 Pedro 2:18 - 3:7; 5:1-5). Y se exige la sumisión de la mujer a su marido (1 Pedro 3:1; Tit 2:,5).

Más tarde, en las cartas pastorales, el proceso de institucionalización está bastante avanzado y, lógicamente también, el de patriarcalización. Ahora la mujer debe oír en silencio; ya no puede enseñar (1 Timoteo 2:11-12), LO QUE SE OPONE A LA COSTUMBRE DE PABLO, Y la justificación que da el autor es ciertamente, DESPRECIATIVA (1 Timoteo 2:13-14). El Pablo auténtico no veía nunca a la mujer ni como tentación para el hombre ni como responsable del primer pecado (Romanos 5:12-19). El autor de 1 Timoteo acaba restringiendo el papel de la mujer a la mera maternidad (1 Timoteo 2:15), cosa que PABLO en 1 corintios NUNCA MENCIONA.

En estas cartas deuteropaulinas la legitimación del orden patriarcal va acompañada de la aceptación del orden político del imperio (1 Timoteo 2:1-2; Tito 3:1). El modelo de la casa patriarcal sirve para configurar la vida y las relaciones internas de la comunidad cristiana. Por eso se pide que se elija como obispo a un padre de familia probado y de buena casa (1 Timoteo 3:2-7; Tito 1:7-9).

Al hablar del problema de las viudas (1 Timoteo 5:2-16) se habla de ellas con cierta rudeza y se quiere reducir su número. A las jóvenes se les ordena casarse. Y sólo se puede aceptar oficialmente a las viudas después de haber cumplido sesenta años y haber dado muestras de vivir los valores de la sociedad patriarcal (1 Timoteo 5:9-10). En 1 Timoteo 2:12 el autor dice de forma contundente: "A la mujer no le consiento enseñar ni imponerse a los hombres; le corresponde estar quieta, porque Dios formó primero a Adán y luego a Eva. Además, a Adán no lo engañaron; fue la mujer quien se dejó engañar y cometió el pecado".

ESTE TIPO DE ARGUMENTACIÓN CONTRARIA A LA DE PABLO, se repetirá continuamente en ambientes eclesiásticos, incluso hasta nuestros días. Pero en aquel tiempo, hasta este texto tan duro tenía su explicación. El autor de tamaña prohibición se está refiriendo a un grupo de señoras ricas de Efeso, recién convertidas, que opinaban y discutían de todo, como si fueran grandes doctoras, con lo que creaban serios problemas en su comunidad. Por eso se les pide seriamente que sean más modestas y se pongan a aprender con humildad.

Como resumen, podemos decir que en las cartas posteriores a Pablo (ENTRE LAS QUE ESTAN LAS DE TIMOTEO) SUS AUTORES SE DEJARON INFLUENCIAR POR LA CULTURA DE SU TIEMPO Y ENSEÑARON COSAS CONTRARIAS A LAS QUE REALMENTE ENSEÑABA PABLO. Nos encontramos constantemente con dos datos en tensión: el dato dignificante y liberador propio de Jesús y el dato discriminatorio de aquel ambiente cultural. Por un lado asumen la novedad introducida por Jesús en relación con la igualdad de la mujer; por otro, no consiguen hacer valer esa novedad en su cultura y sigue pensando en la sumisión de la mujer. Mantienen una ambiguedad entre el elemento cultural y el que procede de Jesús.

Referente a los que dicen de que en la biblia no esta todo y hay algo que no debiera estar (como por ejemplo las cartas machistas y anti resurrección del espíritu de Timoteo), asi debe ser. Resulta increíble que en el canon bíblico no estén las cartas HISTÓRICAS DE LOS MACABEOS, una verdadera fuente de riqueza histórica y que sin embargo estén las cartas de Timoteo,escritas tiempo después de los escritos de Pablo y que contradicen a este.

Las epístolas fraudulentas de Timoteo son el principal argumento que esgrimen los machistas a fin de desacreditar a las mujeres y hacerlas inferior a los hombres, estas epístolas en donde se denigra a la mujer y se la minimiza fueron en realidad escritas por personas contrarias a Pablo, en el cual veían un peligroso contrincante que no solo decía que la ley había sido abolida y clavada en la cruz,de que el y los cristianos ya estábamos resucitados y sentados en lugares celestiales,sino que también igualaba al hombre y a la mujer diciendo que ya no hay varón ni hembra ni judío ni griego. Pablo se estaba transformando en una amenaza popular. Pablo según los hebreos era un apostata de la fe hebrea, y encima daba igual lugar a la mujer, motivo por el cual se escribió Timoteo a fin de dejar a la mujer en un muy bajo lugar, en una actitud machista y anticristiana.

Afortunadamente hay gracias a los eruditos y gracias a la ayuda de la computación, vemos que Timoteo NO FUE ESCRITO POR PABLO y que dichas epístolas CONTRADICEN SERIAMENTE LAS ENSEÑANZAS DE PABLO, y si la contradicen es que REALMENTE NO SON INSPIRADAS Y NO DEBERÍAN ESTAR EN LA BIBLIA Y SI EN UN CESTO DE BASURA, estas e`pistolas lo único que han hecho es crear GRAN POLÉMICA Y DEBATE TEOLÓGICO EN QUE SI LA MUJER ES INFERIOR AL HOMBRE, cosa que no es así, ya que para dios el hombre y la mujer son una sola carne. La verdad tarde o temprano sale a luz.....si hay libros en la biblia que no son inspirados hay que denunciarlos....y si hay algunos son INSPIRADOS y no están en la biblia, también hay que denunciarlo....como los libros de LOS MACABEOS.

Colosenses esta entre las cartas QUE NO SON ESCRITAS POR PABLO, se ha demostrado que debido al lexico...las palabras comunes usadas por pablo...el fondo....la doctrina...etc...estas cartas...entre las cuales esta colosences NO FUERON ESCRITAS POR PABLO (demostracion científica por computadora y por sabios eruditos que asi lo demuestran). Precisamente eso es una de las cosas mas GRAVES...que diga que es una carta de PABLO y que luego mediante su escritura habitual se demuestre que no la escribio Pablo(esta teoria hoy esta aceptada incluso por judios mesianicos....ya sabemos que los judios no mesianicos son enemigos de pablo.....pero el hecho de que los judios mesianicos digan que esas cartas no son de pablo ya dan credito. Hay una cosa muy importante del machismo exacerbado del escritor, dice que eva se salvara si se mantiene en sumisión y si tiene hijos ¿?. Sin embargo NO DICE NADA DEL PECADO DE ADAN....y encima le hecha todo el fardo a EVA.....diciendo: Adan NO FUE ENGAÑADO¿? SINO QUE EVA SIENDO ENGAÑADA INCURRIÓ EN TRANSGRESIÓN. MAS CLARO AGUA ......MACHISMO PURO. EL DECIR QUE EVA SE SALVARA SI SE MANTIENE EN SUMISIÓN Y TENIENDO HIJOS es una clara blasfemia a la obra redentora de Yeshua y contraria a toda enseñanza bíblica de salvación...lo que demuestra que timoteo NO ES UN LIBRO INSPIRADO

Todos conocemos EL DOBLE LENGUAJE BÍBLICO DE PABLO, el mismo dice que a los judios se hizo judio, al gentil se hizo gentil, al griego, griego, eso es como decir ¡chicos tengo varias caras cual quereis ver hoy?. Pablo en 1 corintios 11 demuestra su machismo, pero en muchos versos demuestra que la mujer es igual al hombre, pero lo de Timoteo es de risa, es una verdadera vejación a la mujer, y encima dice que la mujer SE SALVARA ENGENDRANDO HIJOS Y MANTENIÉNDOSE EN SUMISIÓN, ¡ESO YA ES EL COLMO¡. ESO NO PUEDE SER INSPIRADO POR DIOS NO SABIA YO ENTONCES QUE EL SACRIFICIO DE YESHUA NO SERVIA PARA NADA. NO SABIA YO QUE TENIENDO HIJOS YA ERES SALVA ...de saberlo hubiera pedido ser mujer en esta vida...aunque Timoteo INSINUA QUE ADAN YA ES SALVO....ya que dice que EL NO FUE ENGAÑADO¿?. Y NO DICE NADA QUE DEBE DE HACER ALGO PARA SER SALVO....¡¡¡¡¡¡¡POR FAVOR¡¡¡¡¡ ¿NO SE DAN CUENTA QUE ESTOS VERSOS CONTRADICEN LA SALVACION BIBLICA QUE ES POR MEDIO DE YESHUA Y NO POR TENER HIJOS?.

Respuesta
Sin entrar en el contenido de las 2 epístolas de Timoteo, ya Policarpo (69 d.c.), Ignacio y Clemente de Roma (muerto en el 100 d.c), afirman que son auténticas de Pablo. No se cuales son los primeros catálogos bíblicos para ti, pero para los que sé ya estaban contenidas ambas epístolas.

¿ Qué explicación hay para que en el tiempo más próximo a Pablo no hubiera duda de su autenticidad y las haya ahora que el ateísmo está más beligerante ante el hecho religioso?

No sólo en Tímoteo Pablo denuncia el gnosticismo sino también en las cartas de "la cautividad". Leer Colosenses 2,8 (BJ)" Mirad que nadie os esclavice mediante la vana falacia de una filosofía, fundada en tradiciones humanas, según los elementos del mundo y no según Cristo."

Pablo dice lo mismo en Timoteo que en otros escritos del gnósticismo. Si uno no es "inspirado" tampoco el otro ¿con cual nos quedamos?.

Tanto al iniciar Colosenses como al concluir, Pablo se cita a si mismo como el escritor. Nunca había leído de Colosenses qu no fuera de Pablo el escritor, si hasta pone que esta preso, cosa totalmente aceptada.

Aquí puedes leer que Colosenses ya estaba incluida como epistola adjudicada a Pablo, se cita una fuente del 200 d.c.:




En Efesios 5,22-24 dice que la mujer debe estar sometida a su esposo como lo está al Señor, ya que el esposo es la cabeza de la mujer como Jesús lo es de la Iglesia" ¿ Tampoco Efesios Es Inspierado Ni Escrito Por Pablo apóstol ?

EN 1 Corintios, capítulo 11, versículo 3, Pablo vuelve a repetir más o menos lo mismo sobre que el hombre manda sobre la mujer como Jesús manda sobre el hombre. spyrebel ¿ Tampoco los Corintios son de Pablo y tampoco son inspirados?

Tampoco Timoteo es tan machista exacerbado, en el capitulo 5 v. 8 dice que el hombre debe atender a la familia y si no lo hace es peor que uno que repudia la fe o que no tenga fe, por lo que a la mujer no se le degrada pues tiene que estar bien atendida si se quiere ser un buen cristiano.

Siguiendo esta línea, me dirás que los libro de 1a y 2a de Pedro tampoco son ni de Pedro ni inspirados, puesto que Pedro en 1ªde Pedro 3,7 afirma que la mujer es el vaso debil. ¿tampoco los libros de Pedro son de Pedro o no son Inspirados? !!

El autor de esas cartas dice que son inspiradas, por ejemplo 2 Tim.3,16 (RV1960):" Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redarg:uir, para corregir, para instruir en justicia, ".

Los escritores no dicen que escriben por su propia motivación, sino que cuando lo hacen, cuando escriben, lo hacen empujados por la fuerza de dios o, lo que se le llama ·"espiritu santo"·, al menos eso es lo que se puede leer en 2 Pedro 1,20-21(RV'60)"entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo

Si eso fue así, pues nos encontrariamos ante una "escritura inspirada por dios".... Todo esto es válido para el creyente,para el cree sentir la fe, puesto que el ateo puede negar que Jesús existiera, y si lo admitiera como que realmente existió, no admitira que fuera "hijo de dios" sino un simple hombre que creía serlo.

Para el creyente es importante saber si un evangelio o libro de la bíblia es realmente de un escritor que demostró tener fe en Jesús, puesto que si no , lo que leyera no podría ser inspirado. Así si se demuestra que Timoteo no es de Pablo, pues no puede ser inspirado, porque a Pablo si se le supone guiado por el Espiritu Santo al ser elegido apostol.

No hay doble lenguaje del Apostol Pablo, sino que es la demostración que Jesús venía a abrir el mensaje y la salvación no sólo al pueblo judío, sino también al resto de las naciones, de hay que cuando se dirija a gentiles o griegos cambie el lenguaje, pero el mensaje es el mismo para todos.
Piensa que Pablo pasó por varias cárceles y en diferentes partes del Mediterráneo a lo largo de su vida, eso creo que puede ser el motivo de los diferentes estilos de escritura en el apóstol Pablo.

No hay machismo en Timoteo, ni más ni menos. También en la 2 a los Corintios habla de Eva como la engañada, léelo en el cap. 11 v. 3. ¿Dice Timoteo que la mujer para ser salva ha de tener hijos?

en el anterior mensaje cité Timoteo 5,8 dónde al hombre que no cuide de su esposa sería considerado como alguien que rechaza la fe o alguien sin fe algulan. No me parece eso de risa.

Que la mujer siempre está sujeta a la autoridad del hombre es una constante tanto en el A.T como en el N.Testamento, ya sea Pablo o Pedro.

El relato del Génesis dice que fue Eva la engañada, y que Eva persuadió a Adán a que le siguiera, por lo que no sería contradictorio. Y lo que debe hacer el Hombre para ser salvo está toda la Bíblia a su disposición. La Bíblia no está dirigida a la salvación de la MUJER, sino para todos, Hombres incluidos. Los libros de los MACABEOS jamás estuvieron en el canón hebreo.

Es más, hoy día tampoco los hebreos lo incluyen, si para ellos no son sagrados ¿ porqué lo van a ser para los cristianos? 

Hasta Josefo, que sabía de otros libros no canónicos, da el número exacto de cuales eran los libros sagrados para los Hebreos: 22 libros, que se transforman en 39 en la versión moderna. Para los judios, sólo son canónicos aquellos escritos mientras había una clara identificación en la sucesión de los profetas, y cuando se escriben los MACABEOS, esa sucesión ya no se conoce con exactitud y por ello no los incluyen ni los mismos hebreos. El hecho que en las versiones antiguas de la Septuaginta se incluyeran, no es ninguna prueba feaciente, puesto que ni están en todas ni se conserva ningún original de las que lo incluyen para certificarlo. Y el motivo no es otro que cuando se escribieron las primeras septuagintas no existian la mayoria de los apócrifos. En contra de su canonización está el hecho de que algunas versiones de los judios "de habla griega" de Alejandría si que los incluían, pero nunca los judíos de palestina los incluyeron. Como es feaciente que el concilio judio de Jamnia (+-90 a.C.) los rechazo como "de origen divino" y no los incluyó en el canon.

Luego tenemos la mayor de las pruebas: NINGÚN ESCRITOR DEL NUEVO TESTAMENTO LOS CITA, así como si lo hacen de casi todo los canónicos, "casualmente" no citan ni a los MACABEOS ni ningún otro apócrifo del Antiguo Testamento, para mi, eso es concluyente.

En los posteriores "Padres de la Iglesia" como Orígenes, Atanasio, Cirilo de Jerusalén, Gregorio Nacianceno y Anfíloco los ponían como libros de segundo orden o los ignoraban directamente. Luego está el que escribió la VULGATA, Jerónimo, que no los incluyo tampoco. Siendo Jerónimo el primero que los llamó "apócrifos".

Agustín era partidario de incluirlos, pero finalmente dijo que era muy diferentes al canon hebreo y por ello en su canon tampoco aparece. El mismo libro es prueba de que no es "inspirado":

a) Los MACABEOS se dividen en dos libros, si se compara uno con el otro se ve que no pudo ser el mismo autor el escritor de ambos.
b) Contradice la armonía de la Bíblia que no hay tortura del pecador tras la muerte. Eso ha sido doctrina de la Iglesia Católica hasta el siglo XX, ahora el Vaticano ha echado marcha atrás y niega que le pecador sufra tortura al morir.
c) Este libro avala la intersección de "los santos", cosa contraria a que la única intersección entre el cristiano y Dios es su hijo Yeshua. (el Vaticano lo utiliza para la doctrina de intersección de los santos)
d) El relato apoya el orar por los muertos, cuando toda la Bíblia hace hincapié que los muertos nada sienten, por lo que nada puede hacerse por ellos.
e) El escritor en 2 de Macabeo afirma que no escribe inspirado, como bien deja claro al acabar el libro: "Yo también terminaré aquí mismo mi relato. Si ha quedado bello y logrado en su composición, eso es lo que yo pretendía; si imperfecto y mediocre, he hecho cuanto me era posible". (2 Macabeos 15:37, 38, BJ.) Tras esto creo que no cabe seguir argumentando si es o no "inspirado"

Y el hecho que hasta el 1546 -Concilio de Trento-, la Iglesia Católica los incluyeran en el canón Bíblico no es ningún motivo de "inspiración".

Epístola a Tito
La Epístola a Tito es una breve carta de Pablo de Tarso a Tito, enviada desde Nicópolis a Creta, donde el mismo Pablo lo había puesto como obispo en la Iglesia. Está incluida en el Nuevo Testamento de la Biblia y es una de las tres epístolas pastorales, junto con la primera epístola a Timoteo y la segunda epístola a Timoteo.

Introducción
Tito era un gentil que se había convertido al cristianismo; fue uno de los compañeros de Pablo en su trabajo misionero (Segunda de Corintios 7.6-16 ; 8.6-16-17;23; Gálatas 2.1-3 y Segunda Timoteo 4.10). Pablo lo había dejado en la isla de Creta para que organizara y dirigiera las iglesias de allí (Tito 1.5). En la epístola a Tito, el apóstol habla acerca de los deberes y la manera de actuar de los dirigentes de las iglesias; habla también acerca de las responsabilidadades del mismo Tito en sus relaciones con los varios grupos de personas de las iglesias. El apóstol recomienda que use su autoridad para bien del pueblo de Dios y que su manera de actuar sea tan recta que sirva de ejemplo para todos (Tito 2.7). Dice que la vida cristiana es posible por la bondad y el amor de Dios; el cual <nos salvó no por obras de justicia que nosotros hubiésemos hecho sino por su misericordia> Tito 3.5

Contenido
Después de los saludos (1.1-4) Pablo trata 3 asuntos importantes:

1) el carácter y las responsabilidades de los líderes de las iglesias (1.5-16)
2) los consejos que Tito, de acuerdo con la verdadera doctrina del evangelio (2.1), debe dar a los grupos de iglesia (2.2-10)
3) cómo deben comportarse los cristianos en medio de un pueblo pagano e inmoral (3.1-11)

Al final de la carta se trata de asuntos personales (3.12.14) y manda saludos a Tito y a otros cristianos en creta.

Mensaje: Conducta cristiana: en todo tiempo y lugar sin avergonzarse del evangelio. Los líderes deben comportarse con responsabilidad para dar el ejemplo.
Doctrina cristiana: las falsas doctrinas son un peligro y la iglesia tiene la responsabilidad de trasmitir las verdades del evangelio de Cristo.
Certeza cristiana: somos salvos no por nuestros propios esfuerzos humanos sino por la Gracia de Dios.

Fecha y lugar
Lo único que se puede decir es que esta carta fue escrita antes de la segunda carta a timoteo.

Pablo no dice exactamente donde estaba cuando se escribió la carta; al parecer no estaba preso. Menciona sus planes de ir a Nicópolis para pasar el invierno.

Tito
Tito (fallecido hacia el año 69) es un personaje bíblico, destinatario de la Epístola a Tito de Pablo de Tarso y mencionado en otras de sus cartas. De origen griego, probablemente fue convertido al cristianismo por el propio Pablo, quien se dirigió a él con el apelativo de verdadero hijo en la fe común (Tito 1:4.).

Pese a que no se menciona a Tito en los Hechos de los Apóstoles, de las epístolas de Pablo se puede deducir que Tito tuvo una relación estrecha con el apóstol y que le acompañó en sus viajes. En torno al año 50, Tito acompañó a Bernabé y a Pablo al Concilio de Jerusalén, donde se discutió sobre la libertad de adhesión a la ley hebrea para los nuevos conversos de origen pagano (Galatas 2:9.).

Por la Epístola a Tito se conoce que Tito había sido puesto al frente de la iglesia de Creta; posteriormente se encargó de la de Nicópolis en el Epiro.

Según la tradición, murió siendo obispo de Gortina, en Creta. En dicha ciudad se conservan las ruinas de una basílica dedicada a él. En la capital de la isla, Heraclión, tiene una iglesia bajo su advocación, en la que se conservan sus reliquias desde 1966 (anteriormente estuvieron en Venecia, donde se trasladaron durante el dominio turco de la isla de Creta).

Tito/Timoteo
Richard G. Fellows sostiene que el Tito mencionado en la Segunda epístola a los corintios y en la epístola a los gálatas en realidad es Timoteo, tratado con un nombre informal. Según su teoría, el personaje aludido en 1 Corintios 4:17, 1 Corintios 16:10, 2 Corintios 2:13, 2 Corintios 7:6, 2 Corintios 7:13, 2 Corintios 7:14, 2 Corintios 12:18, y Hechos 19:22, se refieren a un mismo viaje con un único Tito/Timoteo.

Sin embargo, la gran mayoría de los especialistas paulinos desestiman esta hipótesis al considerar a Timoteo y Tito como dos personas distintas, en consonancia con el pasaje la Segunda epístola a Timoteo que, teniendo a Timoteo por destinatario, menciona que Tito se ha marchado a Dalmacia (2 Timoteo 4, 9-10.).

Festividad
La Iglesia Ortodoxa celebran su festividad el 25 de agosto. La Iglesia Católica tradicionalmente lo hacía el 4 de enero, hasta que el papa Pío IX la trasladó al 6 de febrero. En 1969, con la reforma del calendario de los santos de Pablo VI, san Tito pasó a celebrarse el 26 de enero, el mismo día que otro discípulo de Pablo, Timoteo.

Epístolas a Timoteo
Las dos Epístolas de Pablo a Timoteo, junto con la escrita a Tito, forman un grupo peculiar en el epistolario paulino, llamado en el siglo XVIII epístolas pontificales, y desde el siglo XVIII epístolas o cartas pastorales.

Están muy relacionadas entre sí por el fondo, por la forma y por sus circunstancias históricas, por lo que los autores suelen estudiarlas en bloque. Como las demás epístolas paulinas, son inspiradas y forman parte del Nuevo Testamento. Aunque el Apóstol buscaba con estas cartas el bien e instrucción de las comunidades cristianas, las epístolas llamadas pastorales no las escribe directamente a ellas, sino a los pastores que las dirigen, dándoles instrucciones para el mejor ejercicio de su ministerio.

En las tres, más que precisar el contenido del mensaje cristiano, que ya es conocido, recuerda San Pablo la obligación de conservarlo íntegro y defenderlo de los falsos maestros u profetas, y para ello la de cuidar la organización y orientación de la vida cristiana de la comunidad de fieles; de este modo, algunos quieren ver en ellas ciertos testimonios del derecho eclesiástico primero. También las epístolas pastorales llenan providencialmente con datos históricos de interés el vacío que existe entre el final de los Hechos de los Apóstoles y la muerte de Pedro y Pablo, aparte de los puntos doctrinales que tocan... (Las dos Epístolas a Timoteo se citarán abreviadamente como 1 Tim y 2 Tim).

Timoteo
El destinatario inmediato de las dos Epístolas era natural de Listra de Licaonia, de padre gentil y madre judía (Hechos 16:1) y educado desde niño en el conocimiento y amor a la Sagrada Escritura por su madre, Eunice, y su abuela Loida (2 Timoteo 1:5; 3:15). Probablemente convertido y bautizado por el propio San Pablo en su primera visita a Listra, se le asoció como compañero en el segundo viaje apostólico, sometiéndose antes a la costumbre judìa, es decir a la circuncisión, por disposición del Apóstol, para ser mejor recibido por los judíos y no obstaculizar su conversión (Hechos 16,3). Pablo encomendó a este discípulo de toda su confianza (cfr. Filipenses 2:19-23) misiones especiales en Tesalónica (1 Tesalonicences 3:2-6), en Corinto (1 Corintios 4:17; 16:10), en Macedonia (Hechos 19,22), en Filipos (Filipenses 2:19-24) y sobre todo en Éfeso (1 Timoteo 1:3). Es posible que acompañase a Pablo en su último viaje a Jerusalén, durante la prisión de Cesarea y en la travesía marítima hacia Roma. Ciertamente está a su lado en la primera cautividad romana y prueba de ello es que el nombre de Timoteo aparece junto al de Pablo en el saludo de las cartas a los Filipenses, Colosenses y Filemón. Se ignora si acompañó al Apóstol, liberado ya de sus cadenas, en su viaje a España, pero con él andaba sin duda en sus nuevos viajes por el Oriente, quedándose por petición de su maestro en Éfeso, para atender las necesidades de la Iglesia allí. Requerido urgentemente por Pablo, que de nuevo se encuentra prisionero en Roma (2 Timoteo 4:9-21), acude a su lado, asistiéndole y sirviéndole de consuelo verosímilmente hasta el último momento.

Fue indudablemente Timoteo figura destacada en la Iglesia del primer siglo y en sus relaciones con el Apóstol. Destinatario de dos cartas, su nombre aparece además citado 6 veces en el Libro de los Hechos y 18 en las Epístolas de Pablo. Su salud no era fuerte (cfr.Timoteo 5:23) y se le considera de carácter tímido (cfr. 1 Cor 16,10). Su entrega, desinterés, humildad y fidelidad dieron pie el aprecio de su maestro, que a duras penas prescindía de su compañía. Se le venera como obispo de Éfeso, y según una tradición tardía, murió mártir el año 97. Recientemente se ha creído descubrir sus reliquias en Térmoli (cfr. A. Ferrua, Le reliquie di San Timoteo, « Civiltá Cattolica» 1947, 3,328-336).

Primera epístola
Ocasión y fecha de redacción
De la lectura de la carta se deduce que Pablo ha estado recientemente en Éfeso y ha observado el estado de cosas en la comunidad cristiana: hay falsos predicadores que ponen en peligro la fe de aquellos fieles; éstos están necesitados de una mejor formación religiosa; hay que hacer una elección esmerada de los ministros sagrados; el culto cristiano está necesitado de mejor organización. Pablo tiene que ir a Macedonia y, al partir con intención de volver, ruega a Timoteo que se quede en Éfeso para ir solucionando estos problemas, comenzando por el de los falsos doctores (1,3; 4,13). Ausente de Éfeso, sin saber cuándo volverá, decide escribir esta carta: «Esto te escribo con la esperanza de ir a verte pronto, para que, si tardo, veas cómo te conviene conducirte en la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo, columna y fundamento de la verdad» (3,14-15). La preocupación de Pablo por la Iglesia en Éfeso, donde ha evangelizado durante tres años, el deseo de echar una mano al discípulo querido en su difícil apostolado, su ausencia forzada y la urgencia de los problemas son los motivos que dieron ocasión a esta preciosa carta, escrita con toda probabilidad desde Macedonia.

Pero ¿cuándo la escribió? Los hechos que hemos citado hay que compaginarlos con los minuciosos datos recogidos por Lucas en Act (cap. 19 y 20), referentes a la evangelización de Éfeso, salida de Pablo para Macedonia, adonde antes había enviado a Timoteo, para continuar más tarde viaje a Jerusalén, sin haber vuelto a Éfeso (Act 20, 16), y de Jerusalén volverá el Apóstol a Roma en calidad de prisionero. Es, pues, evidente que la situación histórica que supone la primera carta no pudo tener lugar antes de la cautividad romana de Pablo, sino después de ella. Por otra parte, la gran difusión de las doctrinas erróneas y la recomendación hecha a Timoteo de no elegir para el episcopado a ningún neófito (3,6) indican y hacen suponer que la Iglesia no se ha fundado allí recientemente, sino que está bastante desarrollada, y esto nos lleva igualmente a una época de tiempo posterior a la primera cautividad de Pablo. Por eso, hay que poner, como reconocen la tradición y los diversos autores, la composición de la carta en los a. 63-66, más probablemente ca. 64-65.

Contenido
Aunque la carta sea sobre todo pastoral, también contiene enseñanzas doctrinales, a veces importantes. Como el que no quiere, o mejor, como el que no puede menos, Pablo va sembrando su carta de afirmaciones: «Cristo vino al mundo para salvar a los pecadores» (1,15), «uno es el mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, que se entregó a sí mismo para redención de todos» (2,5-6), «la Iglesia, columna y fundamento de la verdad» (3,15), «toda criatura de Dios es buena» (4,4). Además, de las mismas instrucciones pastorales brotan enseñanzas interesantes, por ejemplo, sobre la vida y organización de la Iglesia, que se presenta no amorfa y carismática, sin relaciones mutuas de los miembros entre sí, sino por el contrario organizada y jerarquizada, como «una casa o familia» de Dios con superiores y súbditos. Pero la carta es eminentemente pastoral a base de instrucciones, normas, avisos, exhortaciones y consejos, que se refieren a:

1) los falsos doctores (1,3-11; 4,1-7; 6,1-10);
2) los ministros sagrados (3,1-16; 5,17-25);
3) la comunidad de fieles (2,1-15; 5,1-16; 6,1-2.17-19);
4) la persona de Timoteo (1,18-20; 4,7-16; 6,11-16.20).

-Honda preocupación sentía el Apóstol por algunos, que «alardean de doctores de la Ley, sin entender lo que dicen o lo que afirman», que enseñan «doctrinas extrañas, fábulas y genealogías inacabables», «prohíben las bodas y se abstienen de alimentos», son «embaucadores e hipócritas», que tienen la piedad «por materia de lucro» y se dejan llevar por la avaricia, «se extravían de la fe y a sí mismos se atormentan con muchos dolores». Estas extrañas doctrinas no son las doctrinas gnósticas de mediados del siglo II, sino especulaciones en torno a la Ley y a las genealogías bíblicas, con mezcla de elementos judíos y helenistas, como parece que hubo entre los colosenses y antes entre los esenios de Oumrán. T. ha de oponerse a estos falsos maestros «nutrido en las palabras de la fe y de la buena doctrina», «desechando las fábulas profanas y los cuentos de viejas», «evitando las palabrerías vanas y las contradicciones de la falsa ciencia», y requiriendo a los que lo hacen no sigan enseñando esas doctrinas, más aptas «para engendrar disputas que para el plan de salud de Dios mediante la fe» (1,4).

Pablo recuerda la importancia de la elección de ministros sagrados (obispos, presbíteros, diáconos) como encargados de la predicación y de la enseñanza (cfr. 5,17). Expone las cualidades humanas, sociales y pedagógicas de que deben estar adornados, y desde luego morales, si bien se dan por supuestas las virtudes estrictamente cristianas. Entre otras cualidades, exige el Apóstol que sea una sola vez casado (no en segundas nupcias), «capaz de enseñar», y que en su casa haya manifestado tener dotes de gobierno, «pues quien no sabe gobernar su casa, ¿cómo va a cuidar de la Iglesia de Dios?» (3,5). Excluye también a los «neófitos», por no considerarlos suficientemente maduros y estar más expuestos a peligros, y considera conveniente que gocen de buena fama «ante los de fuera». Que Pablo daba mucha importancia a la buena selección de los que estaban al frente de los fieles se deduce del grave consejo que da a Timoteo: «No seas precipitado en imponer las manos a nadie, no vengas a participar de los pecados ajenos. Guárdate puro» (5,22); estas palabras son desde luego referentes a la ordenación, y no al perdón de los pecadores.

-Con relación a la comunidad de los fieles y cómo debe tratar a las diversas clases de personas que la forman, Pablo da a Timoteo instrucciones muy concretas y oportunas: que en sus reuniones oren «por todos los hombres, por los reyes y por todos los constituidos en dignidad», los hombres «levantando las manos puras», las mujeres con recato y modestia, no enseñando sino aprendiendo en silencio; que trate a los ancianos con todo respeto, a los jóvenes como a hermanos, a las jóvenes como a hermanas, «con toda castidad»; le da normas particulares sobre el comportamiento con las viudas, según las tres distintas situaciones en que pueden encontrarse (5,3-16); le aconseja honre a los presbíteros y no reciba acusación contra un presbítero «si no fuese apoyada por dos o tres testigos»; a los siervos debe inculcarles respeto y sumisión a sus amos, y a los ricos que «no sean altivos ni pongan su confianza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios» (6,17).

-Finalmente, esparcidos entre las diversas instrucciones están consejos muy particulares, que como un padre a su hijo querido da Pablo a su discípulo: «Ejercítate en la piedad» (4,7); «que nadie tenga en poco tu juventud; antes sirvas de ejemplo a los fieles en la palabra, en la conversación, en la caridad, en la fe, en la castidad» (4,12); «no descuides la gracia, que posees, conferida por la imposición de manos de los presbíteros» (4,14); «combate los buenos combates de la fe, asegúrate la vida eterna» (6,12); y el último consejo antes de despedirse: «guarda el depósito a ti confiado» (6,20).
Segunda epístola

Ocasión y fecha de composición
Por la carta sabemos que Pablo está prisionero, abandonado de todos, excepto de Lucas, sin esperanza de liberación, antes bien, presintiendo cercano su fin (4,6.10-11). En esas angustiosas circunstancias, Pablo piensa en el discípulo predilecto Timoteo, «por quien ora sin cesar y a quien está deseoso de ver» (1,3-4). El Apóstol considera necesaria su presencia, juntamente con la de Marcos, en esos momentos y se decide a escribirle. Dos veces le dice: «date prisa en venir a mí» (4,9.21). Además, no le sufría el corazón en aquella soledad no comunicar al discípulo su crítica situación y las novedades ingratas.

Podía quizá pensar también Pablo que sus postreras palabras antes de la inmolación fortalecerían el ánimo de Timoteo, inclinado a la timidez, que no contaría ya en adelante con su apoyo y autoridad; y finalmente, el Apóstol querría insistir una vez más en sus recomendaciones para que con toda valentía se opusiera a las falsas corrientes doctrinales. Cuanto acabamos de decir pudo muy bien dar ocasión a esta carta, testamento espiritual de aquel gran enamorado de Cristo y apóstol por el mundo de su mensaje de salvación.

En cuanto a la fecha y lugar en que fue escrita, los autores coinciden en afirmar que fue en Roma algunos meses antes de la muerte de San Pablo, probablemente hacia el verano u otoño del 66, en su segunda cautividad romana. A esta conclusión cierta conducen los datos, que aporta esta carta, sobre su desamparo y ninguna esperanza de liberación (cfr. 1,15; 4,10.16-18), que reflejan una situación totalmente distinta de la que rodeaba a Pablo en la primera cautividad romana, según aparece en Act y en las epístolas de la cautividad, por donde sabemos que le acompañaban gran número de fieles colaboradores, y él esperaba verse pronto en libertad (cfr. Act 28, 30-31; Phil 1,12.25-26; 2,23-24; Col 4,7-14; Philm 2224). Además, a Tráfimo no pudo Pablo dejarle enfermo en Mileto (cfr. 4,20) sino después de verse libre de la prisión, no antes, puesto que sabemos estaba con el Apóstol en Jerusalén (cfr. Act 21,29), y desde allí vino Pablo prisionero a Roma sin pasar por Mileto. Este dato y otros de 1 Tim y de la de Tito, amén de los testimonios explícitos de la tradición (Clemente R., Fragmento de Muratori) llevan a admitir como un hecho que el Apóstol disfrutó, después de dos años de prisión, de un periodo de libertad, por lo menos provisional, y de actividad apostólica, que terminó con una nueva prisión en Roma, pero ignorando en qué circunstancias, cómo y cuándo fue hecho prisionero.

Contenido
Es más breve que 1 Tim, pero con un carácter personal de intimidad mucho más acusado. Su contenido puede sintetizarse en estos tres capítulos:

1) exhortaciones y recomendaciones a Timoteo;
2) instrucciones sobre la conducta a observar con los nuevos doctores;
3) noticias personales directa o indirectamente.

-Al discípulo joven, que tiene que enfrentarse con un apostolado difícil, le exhorta a ser valiente en el ejercicio de su ministerio (1,6-2,13), haciendo revivir la gracia de la ordenación, donde recibió «no un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de templanza»; le ayudarán a sentirse animado el recuerdo de su elección divina y el ejemplo de Cristo y de Pablo, de quienes no debe avergonzarse; «fiado en el poder de Dios», «confiado en la gracia de Cristo» debe entregarse totalmente al ministerio, como se entregan a lo suyo el soldado, el atleta y el labrador. Le recomienda guardar «el buen depósito», y lo que oyó de Pablo debe encomendarlo «a hombres fieles capaces de enseñar a otros» (1,14; 2,2).

-Con relación a los nuevos doctores, que falsean la verdad, le da instrucciones concretas positivas y negativas (2,14-4,8): que no se ocupe «en disputas vanas, que para nada sirven»; que evite «las cuestiones vanas y tontas, sabiendo que engendran altercados», y que se guarde de esos hombres impíos, «que siempre están aprendiendo, sin lograr jamás llegar al conocimiento de la verdad» (3,7). Positivamente le recomienda: «permanece en lo que has aprendido y te ha sido confiado, considerando de quiénes lo aprendiste» y le recuerda las utilidades de la S. E., divinamente inspirada, en el ministerio (3,14-17); vendrá un tiempo «en que no sufrirán la sana doctrina» y se volverán a las fábulas, «pero tú vela en todo, soporta los trabajos, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio» (4,3-5).

-Al principio y al final de la carta le da noticias muy personales (1,3-5; 15-18; 4,9-22): Pablo se acuerda de Timoteo en sus oraciones todos los días y está deseoso de verle; le comunica su inminente muerte: «a punto estoy de derramarme en libación, siendo ya inminente el tiempo de mi partida» (4,6-8); le da cuenta de dónde están algunos discípulos y de cómo otros le han abandonado, «sólo Lucas está conmigo», y le ruega que se dé prisa en venir a su lado y traiga consigo a Marcos y lo que dejó olvidado en casa de Carpio.

Autenticidad de las Epístolas
Desde el principio la tradición cristiana, cuyos testimonios implícitos y explícitos son en número abrumador en este caso, ha atribuido la paternidad de las dos cartas a Timoteo al apóstol Pablo. Eusebio de Cesarea, gran investigador del canon del Nuevo Testamento, cataloga las dos cartas entre los escritos «omologumenos», es decir, reconocidos por todas las iglesias, sin discusión ninguna, como divinamente inspirados y como auténticos del Apóstol. En 1804, por vez primera en la historia, el protestante Schmidt expuso dudas sobre el origen paulino de 1 Tim, y tres años más tarde Schleiermacher lo niega en absoluto. Eichorn extiende la negación a las tres cartas pastorales en 1812, y diversos críticos racionalistas y protestantes liberales seguirán esa opinión, considerando las dos cartas como escritas por un autor anónimo hacia la mitad o a principios del siglo II. Dicha opinión carece de pruebas, y hoy muchos seguidores de la corriente protestante liberal admiten, como ya hizo Harnack, mayor o menor cantidad de fragmentos auténticamente paulinos, sobre todo en la 2 Tim. Aparte de la cuestión indubitable de que son inspiradas y forman parte del Nuevo Testamento, todos los autores católicos y bastantes del campo acatólico mantienen la tesis tradicional que reconoce la paternidad paulina, por no haber razones de peso para abandonarla. En esa línea se expresó la Pontificia Comisión Bíblica en su Respuesta de 12 jun. 1913 (Denz. 2172).

Epístola a Filemón
La Epístola de Pablo a Filemón, conocida simplemente como Filemón, es uno de los libros del Nuevo Testamento cristiano. Es una carta co-escrita por el apóstol Pablo, mientras se encontraba prisionero, y Timoteo, y dirigida Filemón, un líder en la iglesia de Colosas. Se ocupa de los temas del perdón y la reconciliación. Pablo no se identifica a sí mismo como un apóstol con autoridad, sino como «prisionero de Jesucristo», llamando a Timoteo «nuestro hermano», y tratando a Filemón como «colaborador» y «hermano». Onésimo, un esclavo que se había apartado de su amo Filemón, regresaba con esta epístola donde Pablo rogaba a Filemón que lo reciba como un «querido hermano».

Filemón era un cristiano acomodado, posiblemente obispo (Pablo lo llama "nuestro querido amigo y colaborador" en Filemón 1:1) de su ciudad, Colosas. Esta carta es la más corta de las atribuidas a Pablo, consta sólo de 445 palabras y 25 versículos.

Autenticidad y significado
Sobre su autenticidad, según el orientalista Ernest Renan, aunque existen sobre ella "objeciones serias", la Carta a Filemón pertenece al conjunto de las epístolas "probables", lo mismo que la Epístola a los colosenses, de la que se considera un apéndice. A su juicio, si la Epístola a los colosenses es falsa, también la misiva a Filemón lo es, aunque esta última sea calificada por él como "una pequeña obra maestra". Según Renan, "pocas páginas tienen un acento de sinceridad tan pronunciada".

La mayoría de estudiosos no comparten las sospechas de Renan y consideran la Epístola a Filemón dentro de las siete cartas indudablemente escritas por san Pablo. Martín Lutero, en su Biblia (1534), señala el amor cristiano como el tema fundamental de la Carta a Filemón y así lo explica en su introducción:

Esta epístola nos da un ejemplo magistral y tierno del amor cristiano. Vemos cómo san Pablo toma partido por el pobre Onésimo y, con su mejor habilidad, defiende su causa ante su amo. (...) Lo que Cristo hizo por nosotros ante Dios Padre, lo hace san Pablo por Onésimo ante Filemón. Porque Cristo se despojó a sí mismo de sus derechos y logró conmover al Padre con amor y humildad, y así el Padre descartó imponer sus derechos y su ira, y nos recibirá en su seno gracias al favor de Cristo, que defendió nuestra causa y tomó partido por nosotros completamente. Todos somos sus Onésimos si creemos. Martín Lutero

El problema de la esclavitud
Durante los primeros cuatro siglos de la era cristiana se creyó que Pablo escribió esta carta a Filemón para rogarle que fuera clemente con su esclavo evadido, Onésimo, que volvía a su casa. Esa lectura parece parcial, ya que lo que hace realmente san Pablo, con habilidad y delicadeza, es rogarle a Filemón que le deje quedarse con él:

Yo querría retenerlo a mi lado para que me ayudase en tu lugar en mi prisión por el Evangelio; pero nada he querido hacer sin tu consentimiento. Carta a Filemón, 1:13

Tampoco hay en la carta ninguna pista que induzca a pensar que Filemón fuera un amo severo que necesitara ser aplacado.8​ Ni siquiera dice explícitamente que Onésimo se hubiera escapado. La traducción católica dice que "se separó"9​ y la protestante de Casiodoro de Reina dice: "se apartó de ti por algún tiempo".

Históricamente, sin embargo, siempre se creyó que se escapó de Filemón y así lo cuenta Gabriel Pérez, de la Universidad Pontificia de Salamanca, en sus comentarios a la carta:

Se escapó de la casa de su señor, habiéndole robado alguna cosa. Huyendo de la justicia, llega a Roma, donde tuvo la suerte de encontrarse con Pablo, que le convierte a Cristo. (...) Pablo ruega en nombre de los más delicados sentimientos cristianos a Filemón que lo reciba de nuevo con toda la amabilidad.

La imprecisión del texto ha propiciado todo tipo de comentarios por parte de los exégetas cristianos. El teólogo protestante suizo Jean-Fréderic Ostervald destaca el buen proceder de san Pablo al devolver lo que no es suyo (un esclavo), y añade que "aunque la Religión Cristiana no abole las diferentes relaciones que hay entre los hombres, y permite que subsistan estas condiciones, ella [la Religión] los vuelve a todos iguales ante Dios y respecto a la salvación".

Este tipo de interpretación ha llevado a profesores como Diarmaid MacCulloch, de la Universidad de Oxford, a considerar la Epístola a Filemón como "un documento cristiano fundacional de la justificación de la esclavitud".

Existe, sin embargo, la interpretación contraria. Así la explica Peter T. O'Brien, del Moore Theological College de Sídney, Australia: "Si (nótese el quizás10​) el propósito de Dios está detrás de todo esto, entonces la intención divina era que Filemón debería recibir a Onésimo en una nueva relación (como un hermano cristiano) para siempre libre".

Debido a su ambigüedad, durante el siglo XIX la epístola fue esgrimida en el debate sobre la abolición de la esclavitud, primero en el Reino Unido y luego en Estados Unidos. Ambas posturas, la esclavista y la abolicionista, utilizaron la Epístola a Filemón como prueba.

Según algunos estudiosos, el versículo fundamental de la carta es el 16, cuando san Pablo pide a Filemón que no reciba a Onésimo como un esclavo: y no como esclavo, sino como algo mejor que un esclavo: como un hermano querido, que, siéndolo mucho para mí, ¡cuánto más lo será para ti, no sólo como amo, sino también en el Señor! Filemón 1:16

A juicio de Pérez, este pasaje "encierra la solución que el Evangelio trae al problema de la esclavitud. Pablo no podía suprimirla, pero da el principio que contiene el germen de su abolición: en Cristo no hay esclavo y libre, siervo y señor. Somos todos hijos de un mismo padre, hermanos todos de Jesucristo".

El papa Benedicto XVI se refirió a esta epístola en su segunda encíclica, Spe salvi, haciendo hincapié en el poder del cristianismo como poder transformador de la sociedad: Los hombres que, según su estado civil se relacionan entre sí como dueños y esclavos, en cuanto miembros de la única Iglesia se han convertido en hermanos y hermanas unos de otros: así se llamaban mutuamente los cristianos. Habían sido regenerados por el Bautismo, colmados del mismo Espíritu y recibían juntos, unos al lado de otros, el Cuerpo del Señor. Aunque las estructuras externas permanecieran igual, esto cambiaba la sociedad desde dentro. Benedicto XVI

Filemón
Filemón († 68) es un cristiano de las primeras comunidades, líder de la Iglesia en Colosas, a quien Pablo destina una de sus cartas. Dicha carta, que lleva su nombre, hace parte de los textos canónicos del Nuevo Testamento de la Biblia.

Al convertirse al cristianismo, Filemón vivía en Colosas, junto a su esposa Apia, al parecer eran ricos, porque poseían algunos esclavos, entre ellos Onésimo, el cual se había escapado de su amo, y es el motivo por el que Pablo le escribe la carta, para que Filemón acogiera a Onésimo no más como esclavo, sino como hermano en Cristo. En su casa acogía una comunidad cristiana. Según se deduce de la carta escrita por Pablo, debía ser un signo de fortaleza y ejemplo de fe, para los cristianos de Colosas.

La tradición señala que Filemón fue uno de los setenta discípulos escogidos por Jesús para la predicación evangélica, junto a otros miembros de su familia, entre ellos, Arquipo, también mencionado en la carta a Filemón.

Las iglesias de Colosas y de Gaza lo mencionan en su episcopologio, como obispo fundador de ambas diócesis. Así mismo, la iglesia le venera como mártir, junto a la memoria de su mujer Apia y del esclavo Onésimo, quienes padecerían el martirio, hacia el año 68, bajo la persecución del emperador Nerón. El Martirologio romano señala la fiesta, para la Iglesia católica, junto con la memoria de su esposa Apia, el 22 de noviembre, mientras que la Iglesia ortodoxa la celebra en varias fechas (4 de enero (junto a la de los otros 69 discípulos de Cristo), 19 de febrero, 6 de julio y 22 de noviembre). La Iglesia apostólica armenia lo conmemora el 5 de junio y los luteranos el 19 de febrero.

Apia
Apia es una cristiana de las primeras comunidades, mencionada como una de los destinatarios de la Epístola a Filemón, del apóstol Pablo, uno de los libros canónicos del Nuevo Testamento de las escrituras cristianas.

Según la tradición, avalada por Juan Crisóstomo, Apia era esposa de Filemón, líder de la iglesia de Colosas que se reunía en la casa del matrimonio. Arquipo, mencionado también como destinario de Pablo, podría ser su hijo.

Toda la familia de Apia, incluido su esclavo Onésimo, padecerían el martirio, durante la persecución de Nerón. Fueron condenados a muerte por lapidación, por no haber ofrecido sacrificios a los dioses. Las iglesias cristianas tradicionales, que aceptan el culto de los santos, los veneran como tales. La memoria de Apia, es recogida por el Martirologio romano actual, para el día 22 de noviembre.

Onésimo
Onésimo († ca. 90-95), también conocido como Onésimo de Bizancio y, en algunas iglesias ortodoxas, el Sagrado Apóstol Onésimo, era un sirviente de Filemón, personaje importante e influyente de Colosa de Frigia, convertido al cristianismo por Pablo.

Onésimo, cuando huía de la justicia por haberle robado a su amo, se encontró con Pablo, quien se hallaba entonces prisionero en Roma. El apóstol lo convirtió al Cristianismo, lo bautizó y lo envió a la casa de Filemón con una carta de recomendación, que decía lo siguiente:

Te suplico en favor de mi hijo Onésimo, al que engendré en la prisión. Antes, él no te prestó ninguna utilidad, pero ahora te será muy útil, como lo es para mí. Te lo envío como si fuera yo mismo. Con gusto lo hubiera retenido a mi lado, para que me sirviera en tu nombre mientras estoy prisionero a causa del Evangelio. Pero no he querido realizar nada sin tu consentimiento, para que el beneficio que me haces no sea forzado, sino voluntario. Tal vez, él se apartó de ti por un instante, a fin de que lo recuperes para siempre, no ya como un esclavo, sino como algo mucho mejor, como un hermano querido. Si es tan querido para mí, cuánto más lo será para ti, que estás unido a él por lazos humanos y en el Señor. Pablo, Carta a Filemón

Según parece, Filemón perdonó y concedió la libertad a Onésimo por haberse arrepentido, y lo mandó a reunirse de nuevo con Pablo. Según cuenta Jerónimo de Estridón, Onésimo se volvió un predicador cristiano y luego Obispo de Éfeso por orden del Apóstol Pablo.

A toda vuestra comunidad recibí, en el nombre de Dios, en Onésimo, varón de calidad inenarrable y obispo vuestro según la carne. Votos le hago a Dios por que le améis según Jesucristo ¡Y ojalá que todos os asemejéis a él! Porque bendecido sea Aquél que os hizo gracia de que merecierais poseer obispo como ese...

Onésimo levanta al cielo, con sus alabanzas, vuestra disciplina en Dios. Ignacio de Antioquía, en su Carta a los Efesios.

Posteriormente, Onésimo fue apresado y llevado a Roma, donde murió lapidado. Venerado como Santo, su fiesta es el 16 de febrero.

Continua en La Biblia XXIII: A los Hebreos
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lunes, 10 de julio de 2017

La Biblia XXI: A las Cinco Iglesias II

Mapa de las regiones de Asia. Pablo atravesó Siria, Cilicia, Pisidia, Galacia, Frigia, Misia y Tróade.

Epístola a los filipenses
La Epístola a los filipenses es un libro de la Biblia en el Nuevo Testamento. Se trata de una carta que tiene en Pablo de Tarso su autor prácticamente indisputado, y en los cristianos de Filipos sus destinatarios. Escrita entre los años 54 y 61 d. C. en prisión, consta de 4 capítulos. Su propósito principal fue agradecer a los cristianos de Filipos la ofrenda que ellos le enviaron. Pablo trata también temas como la humildad, el gozo, la unidad y la vida cristiana.

Filipos era una ciudad griega de la provincia de Macedonia, donde Pablo había fundado una comunidad cristiana cerca del año 50 d. C. durante su segundo viaje misional.

Datación
Las dataciones de la Epístola a los filipenses suelen agruparse según se sostenga que fue escrita en Éfeso (hacia el año 56), en Cesarea (58-60) o en Roma (61).

Según la datación tradicional, la epístola habría sido escrita alrededor del año 60 a 62 d. C., desde la prisión en Roma, la denominada «primera prisión». Se sabe que fue redactada en prisión porque así lo señala la misma carta, al hacer referencia a sus «prisiones» o «cadenas» (Filipenses 1, 7.; Filipenses 1, 12-17.) y al «pretorio» (Filipenses 1, 13.). La datación tradicional sostiene que el primer periodo de prisión de Pablo en Roma data del 59 d. C. al 61 d. C.

La gran mayoría de los autores modernos datan la carta más tempranamente. Joseph A. Fitzmyer señala que la Epístola a los filipenses habría sido escrita muy probablemente a raíz de un encarcelamiento en Éfeso, ca. 56 d. C. Vidal García la data de 53-54, también en la prisión de Pablo en Éfeso, y no en las posteriores en Cesarea y en Roma. También la Escuela bíblica y arqueológica francesa de Jerusalén data esta carta de la prisión de Éfeso en 56-57 d. C. Las alusiones al pretorio (Filipenses 1, 13.) y a la «casa del César» (Filipenses 4, 22.) no ofrecen dificultad, porque había destacamentos pretorianos en todas las grandes ciudades —tal el caso de Éfeso— y no solo en Roma.

Contenido
Capítulo 1
Filipenses 1, 7. Se interpreta que Pablo escribió esta carta desde la prisión de Éfeso. Los hechos de los apóstoles mencionan que tuvo problemas en aquella ciudad con Demetrio y los plateros Hechos.. A esta situación parece aludir cuando dice: En mis prisiones, en mi defensa y en la confirmación del Evangelio sois todos participantes de mi gracia.

Insiste en ello poco después cuando dice: mis cadenas se han a conocer en todo el pretorio (Filipenses 1, 13-14.).

Capítulo 2
(Filipenses 2:6-11)

Pablo exhorta a los filipenses a mantener la unidad y la paz en su comunidad, y a tal fin los invita a seguir el ejemplo de humildad dado por el Señor: «Tened entre vosotros los sentimientos propios de una vida en Cristo Jesús. Él, a pesar...» (v. 5); estas palabras enlazan con el texto del Cántico que para Nácar-Colunga es de extrema importancia dogmática porque en él se declara el triunfo de Cristo por la cruz y el anonadamiento sin dejar de ser Dios.] Se rebajó, por eso Dios lo levantó.

Pablo está urgiendo a la comunidad de Filipos la unidad eclesial, cuyo presupuesto básico es la humildad (Filipenses 2:1-4). Les propone ahora, como acicate, un formidable ejemplo: la humillación de Cristo que desemboca en su glorificación.

Los vv. 6-11 constituyen un precioso himno a Jesucristo. En él aparecen los elementos característicos de los himnos cristológicos.

El tema central de la perícopa es el contraste entre la humillación de Cristo y la gloria de su resurrección, por la que queda constituido Señor de cielos y tierra.

Pablo piensa en el Cristo histórico, en el complejo teándrico: Dios y hombre. Pues bien, como Hijo de Dios, tenía por esencia todos los atributos divinos. Pudo haber manifestado exteriormente la gloria, que desde siempre poseía, y, por lo tanto, aparecer glorioso en su humanidad. Pero no lo hizo así. Hecho hombre, asumió la condición puramente humana, como uno de tantos, cargado con las debilidades comunes a los mortales, excepto el pecado. Su humillación culminó en la obediencia a la muerte de cruz. Por este anonadamiento y obediencia, el Padre lo glorificó constituyéndolo sobre toda la creación, y ordenando que toda criatura reconozca a Jesucristo como Señor, como Dios. En Cristo se cumplió, como en ningún otro, lo que él había advertido a los demás: «El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido» (Mateo 23:12).

Capítulo 3
Filipenses 3:1-2.. La carta a los filipenses tiene una cesura de carácter que no pasa desapercibida. Se puede decir que transcurre plácidamente cuando, de pronto, Pablo espeta: ¡Ojo a los perros! ¡Guardaos de los malos obreros! ¡Cuidado con la mutilación!.

Estas advertencias y el polémico contenido que viene después sustenta la hipótesis de que esta epístola es en realidad una fusión de dos cartas independientes o que fue escrita con alternancia de dos estados de ánimo diferentes. Los capítulos 1 y 2 serían de la carta laudatoria y el capítulo 3 de la carta polémica. En cuanto al capítulo 4 es en su mayor parte tranquilo aunque algunos versículos pueden considerarse como pertenecientes a la polémica.

Filipenses 3:5-6. contiene unos apuntes biográficos donde Pablo declara su origen judío, en concreto de la raza de Israel, de la tribu de Benjamín.7​ Añade, además, que es por la ley, fariseo. Este dato tiene su complemento en el libro de los Hechos donde se dice que fue alumno de Gamaliel,8​ un reputado escriba conocido también a través de fuentes judías.

Capítulo 4
Filipenses 4:15-16.. Pablo mantenía una relación especial con la comunidad de Filipos que Pablo recuerda agradecido. Afirma que Filipos se hacía cargo de su debe y de su haber, es decir, que le pagaba sus deudas y que sostuvieron su actividad en Tesalónica. Este hecho es también recordado en 2 Corintios 11:7-9..

Copia manuscrita antigua
La copia más antigua que se conserva de la Epístola a los filipenses es el papiro 16 (en la numeración Gregory-Aland), designado como P16. Contiene los pasajes 3,10-17 y 4,2-8. Ese manuscrito fue datado paleográficamente de finales del siglo III. Fue descubierto por Grenfell y Hunt en Oxirrinco en 1910.

Filipos
Filipos (latín Philippi, griego Φίλιπποι, Phílippï) fue una ciudad de Macedonia oriental fundada por Filipo II de Macedonia, que le dio su nombre (antes se llamaba Crénides, latín Crenides, es decir, lugar de las fuentes, por las diversas fuentes del río Angites). Cerca había minas de oro, especialmente las de Asyla. Estaba cercana al río Gangas o Gangites.

Orígenes
Filipos es una fundación del rey de Macedonia, Filipo II, en el lugar de la colonia tasia de Crénides (Κρηνἱδες), en el valle del monte Orbelos (nombre antiguo del monte Lekani), en el borde norte de la marisma que ocupaba en la antigüedad toda la llanura que lo separaba del monte Pangeo al sur.

El objetivo de esta fundación era tanto tomar el control de las minas de oro vecinas como establecer una guarnición en un punto de paso estratégico: el sitio controlaba la ruta entre Anfípolis y Neápolis, un segmento de la gran carretera real que atravesaba de este a oeste, Macedonia y que será más tarde reconstruida por los romanos bajo el nombre de Vía Egnatia

Después de la conquista macedonia de Anfípolis, Pidna y Potidea, Filipo II dotó a la nueva ciudad de importantes fortificaciones para defenderla de las tribus tracias, que cortaban en parte el paso entre las marismas y el Orbelos, y envió allí colonos. Hizo emprender el saneamiento de las marismas, de lo que da testimonio al escritor Teofrasto. Filipos conservó una verdadera autonomía dentro del Reino macedonio: una ciudad con sus propias instituciones políticas (ekklesía del demo). El descubrimiento de nuevas minas de oro cerca de la ciudad, en Asyla, contribuyó al enriquecimiento del reino de Filipo II, que obtenía unos 1000 talentos al año y estableció allí un taller monetario. La integración definitiva de la ciudad en el reino macedonio tendría lugar bajo Filipo V.

La ciudad fue a pesar de todo de tamaño modesto (¿2.000 habitantes?): cuando los romanos destruyeron definitivamente el reino argéada de Macedonia en 167 a. C. y lo dividieron en cuatro estados distintos (merides), fue Anfípolis y no Filipos la designada como capital del estado de Macedonia oriental.

No se conoce nada o casi nada de la ciudad en esta época, excepto el recinto, el teatro, los cimientos de una casa bajo el foro romano, un pequeño templo y sobre todo un heroón (templo consagrado a un héroe). Este monumento recubre la tumba de un tal Exekestos quizás situada en el ágora, y ligada al culto de κτίστης (ktístès) (héroe fundador) de la ciudad.

Época romana
Fue visitada en algunas ocasiones por el apóstol Pablo (49, 56 y 57). Cuando Macedonia fue dividida en dos provincias por Teodosio el Joven, Filipos fue la capital de Macedonia Primera.

La ciudad reaparece en las fuentes con ocasión de la guerra civil que siguió al asesinato de Julio César. Sus herederos Marco Antonio y Octavio se enfrentaron a los partidarios de la República, Marco Junio Bruto y Cayo Casio Longino, en una doble batalla decisiva en la llanura al oeste de la ciudad en octubre de 42 a. C. Un bando estaba dirigido por Augusto y el otro por Bruto; en un primer combate este último venció, pero en el segundo, veinte días después, fue derrotado. Vencedores, Marco Antonio y Octavio licenciaron una parte de sus veteranos, probablemente de la legio XXVIII, los cuales se instalaron en la ciudad, refundada como colonia romana bajo el nombre de Colonia Victrix Philippensium.

Augusto le dio entonces, (41 a. C.) el rango de colonia (Colonia Victrix Philippensium) con derecho italiano. En 30 a. C., Octavio reorganizó la colonia y procedió a un nuevo licenciamiento de veteranos, quizás de pretorianos y de italianos: la ciudad tomó el nombre de Colonia Iulia Philippensis, convertido en Colonia Augusta Iulia Philippensis después de enero de 27 a. C., cuando Octavio recibió él mismo el nombre definitivo del Senado.

A continuación de este licenciamiento -y quizás después del primero— el territorio de Filipos fue centuriado y distribuido a los colonos. La ciudad mantuvo sus límites macedonios, materializados por el recinto, y su plano no es más que parcialmente revisado con la implantación del foro un poco al este del emplazamiento probable del ágora.

La colonia conoció un resurgimiento importante ligado a la riqueza de que le aportó su rico territorio y su posición privilegiada en la Vía Egnatia'. Esta riqueza se tradujo por un marco monumental particularmente imponente respecto al tamaño del área urbana: el foro se ordenó en dos terrazas de una parte y otra de la calle principal en varias fases entre el emperador romano Claudio y los Antoninos, el teatro es agrandado y dispuesto para recibir los juegos romanos. Una abundante epigrafía latina testimonia esta prosperidad.

Época paleocristiana
En 49 o 50, la ciudad recibió la visita del apóstol Pablo. Acompañado de Silas, Timoteo, y quizás de Lucas, el presunto autor de los Hechos de los Apóstoles, predica por primera vez en suelo europeo en Filipos, y bautiza allí a una comerciante de púrpura llamada Lidia, en un río al oeste de la ciudad: había allí entonces una comunidad judía, y una sinagoga atestiguado por la epigrafía.

Pablo habría visitado la ciudad en otras dos ocasiones, en 56 y 57. La epístola a los filipenses dataría de 54-55 y testimonia el impacto inmediato de la palabra paulina. El desarrollo subsecuente del cristianismo en Filipos está bien atestiguado, sobre todo por una carta de Policarpo de Esmirna dirigida a la comunidadd filipense hacia el 160, y por la epigrafía funeraria.

La primera iglesia atestiguada en la ciudad es de tamaño modesto y corresponde probablemente al origen de una casa de oración: esta Basílica de Pablo, identificada por una inscripción de un pavimento de mosaico, está datado hacia el 343, por la mención del obispo Porfirio, cuya presencia está atestiguada en el concilio de Sárdica ese año.

Aunque no subsiste ninguna huella arqueológica ni literaria, la tradición de la fundación apostólica de Filipos y el culto martiriológico del santo, son las explicaciones más verosímiles para explicar al menos en parte la formidable prosperidad de la ciudad en el siglo V y VI. Se ve, como en las otras ciudades, se multiplican las fundaciones eclesiásticas: siete iglesias diferentes son construidas entre mitad del siglo IV y finales del siglo VI, de las que algunas rivalizan en tamaño y en adornos con las más hermosas fundaciones tesalonicianas, incluso constantinopolitanas. El parentesco del plano y de la decoración arquitectónica de la basílica B con Santa Sofía y Santa Irene de Constantinopla otorgan un lugar privilegiado a esta iglesia en la historia del arte paleocristiano. El complejo episcopal que toma el lugar de la Basílica de Pablo a partir del siglo V, construida alrededor de una iglesia octogonal, rivaliza también con las iglesias de la capital.

En la misma época, las murallas de la ciudad son reconstruidas para hacer frente a la inseguridad creciente en los Balcanes. ·n 473, la ciudad es sitiada por los ostrogodos que no llegan a tomarla pero queman los arrabales.

Épocas bizantina y otomana
En 838 pasó a los búlgaros y los bizantinos intentaron recuperarla por su posición estratégica. En 969 volvía a estar en manos de los bizantinos y Nicéforo II Focas restauró las fortificaciones y la acrópolis.

En 473 fue asolada por los godos que causaron miles de muertes. Debilitada por las invasiones eslavas de finales del siglo VI que arruinaron la economía agraria de Macedonia, así como probablemente por la gran peste de 547, la ciudad fue casi totalmente destruida por un seísmo hacia 619, del que no se recuperaba: algunas planificaciones testimonian el mantenimiento de una actividad muy reducida en el siglo VI. La ciudad no era más que un pueblo.

El Imperio bizantino mantuvo allí quizás una guarnición en el siglo VIII, pero en 838, Filipos fue tomada por los búlgaros del Kavján Isbul, que celebraron su victoria con una inscripción monumental sobre el estilóbato de la Basílica B, entonces parcialmente ruinosa. El sitio de Filipos tenía una importancia estratégica bastante grande para los bizantinos que no intentaron retomarla enseguida, lo que se produjo en 850: varios sellos de funcionarios y oficiales bizantinos fechados de la primera mitad del siglo IX, testimonian la presencia de ejércitos bizantinos en la ciudad.

Hacia 969, el emperador Nicéforo II Focas hizo reconstruir las fortificaciones de la acrópolis de una parte de la ciudad. Fue beneficiada por la debilitación de la amenaza búlgara y el resurgimiento del Imperio bizantino. En 1077, el obispo Basilio Kartzimopolos hizo reconstruir una parte de las defensas interiores de la ciudad. Conoció entonces un nuevo período de prosperidad del que da testimonio el geógrafo árabe Al Idrisi, que la menciona como un centro de negocios y de producción de vino hacia 1150.

Brevemente ocupada por los francos después de la Cuarta Cruzada y la caída de Constantinopla (1204). Hacia el 1205 cayó en manos de los latinos que unos años después la perdieron ante los serbios. Una notable fortificación quedó en el recorrido de la antigua Vía Egnatia. El pretendiente al trono de Bizancio Mateo Cantacuzeno, fue capturado en esta ciudad por los serbios en 1354.

La fecha del abandono definitivo de la ciudad no es conocida, probablemente en el siglo XV, pero cuando el viajero francés Pierre Belon la visitó en el siglo XVI, no subsistían más que las ruinas, explotadas por ellas turcos como canteras. Los turcos se habían establecido en las cercanías, en un pueblo vecino, en la llanura, llamado Felibedjik (Philibedjik), cuyo topónimo fue conservado en primer lugar en un pueblo turco vecino Philibedjik (desaparecido en el siglo XIX), y luego por un pueblo griego de las montañas.

Exploración arqueológica del sitio
Señalada o descrita brevemente por los viajeros desde el siglo XVI, la ciudad fue objeto de una primera descripción arqueológica en 1856 por Perrot, luego en 1861 sobre todo por L. Heuzey y H. Daumet en su célebre Mission archéologique de Macédoine.

Hay que esperar, sin embargo, al verano de 1914 para que comenzaran las primeras excavaciones arqueológicas, enseguida interrumpidas por la Primera Guerra Mundial: fueron realizadas por la Escuela francesa de Atenas, EfA, que las retomó en 1920 y las prosiguió sistemáticamente hasta 1937, con la excavación del teatro, del foro, de las basílicas A y B, de las termas del sur y de la muralla,. Después de la Segunda Guerra Mundial, los arqueólogos griegos retomaron la exploración del sitio: la Sociedad Arqueológica de 1958 a 1978, luego el Servicio arqueológico y la Universidad de Tesalónica despejaron el barrio episcopal del Octógono, las grandes moradas particulares, una nueva basílica cerca del Museo y otras dos en la necrópolis al este de la ciudad.

Epístola a los colosenses
La Epístola a los Colosenses es uno de los veintisiete libros que constituyen el Nuevo Testamento. Es una breve carta dirigida a los cristianos de la ciudad de Colosas, en Frigia, al sudoeste de Asia Menor. La carta se presenta como obra de Pablo de Tarso, autor de otras epístolas incluidas en el Nuevo Testamento, y la tradición eclesiástica no cuestionó su autoría. Sin embargo, desde principios del siglo XIX se ha puesto en cuestionamiento que fuese Pablo el auténtico autor. En la actualidad, su autoría está en debate.

Autoría
La tradición eclesiástica ha venido atribuyendo la epístola a el apóstol Pablo, y sólo desde el siglo XIX se ha cuestionado esta idea. En la actualidad, las opiniones están divididas.

Los autores modernos partidarios de la autenticidad de la epístola se basan sobre todo en:
-la tradición unánime de la Iglesia desde la época de Ireneo (escribió entre (177 - 190 d. C.)
-la presencia en ella de ideas características del pensamiento teológico de Pablo,
-la afinidad de la situación en ella descrita con la Epístola a Filemón, cuya autenticidad no se ha cuestionado: en ambas epístolas, el autor está en prisión, y en las dos figuran los mismos colaboradores.

Quienes descartan que la epístola sea auténticamente paulina se basan en:

-Diferencias de vocabulario.
-Diferencias de estilo literario.
-Concepciones teológicas diferentes. Señala Antonio Piñero especialmente dos: el énfasis que se hace en la creación del universo a través de Cristo (cf. 1,16), y el concepto cósmico de Iglesia, como cuerpo de Cristo (cf. 1,18-24), cuando en el resto de las epístolas paulinas la palabra "iglesia" tiene siempre el sentido de comunidad cristiana local.
-La imagen que la epístola presenta del apóstol: más que a un personaje vivo, parece reflejar a un personaje del pasado.

Fecha de composición
En la epístola hay elementos que permiten afirmar que fue escrita en prisión (cf. 4,10; 4,16). Por ello, los partidarios de la autoría de Pablo consideran que fue escrita durante alguno de los períodos de encarcelamiento del apóstol narrados en los Hechos de los Apóstoles: su primera prisión en Roma, durante la cual disfrutó de una relativa libertad para predicar (cf. Hechos 28,16-28), su segundo encarcelamiento en dicha ciudad, su prisión en Cesarea Marítima (cf. Hechos 23,12-27,1), o incluso en Éfeso (cf. Hechos 9). En todo caso, debió ser compuesta poco antes de la Epístola a los Efesios. Quienes niegan la autoría paulina, en general, no se pronuncian sobre una fecha y lugar de composición concretos, aunque consideran que debió de ser escrita en fecha relativamente próxima a la muerte del apóstol, y, en todo caso, antes de Efesios.

Los autores que aceptan su atribución a Pablo en Roma durante su primer encarcelamiento allí, probablemente en la primavera de 57 o, según otros, en el año 62. Poco después escribió la Epístola a los efesios.

Contexto
La carta va dirigida a la comunidad cristiana de la ciudad de Colosas, en Frigia, región situada en el sudoeste de Asia Menor. Colosas era una ciudad pequeña, relativamente cercana a Éfeso y Mileto. La comunidad cristiana de Colosas estaba en contacto con las de otras dos localidades próximas, Hierápolis y Laodicea (cf. 4,13-16), con las que intercambiaban los textos que les eran remitidos por los líderes cristianos.2​ De acuerdo con el propio texto de la epístola, la comunidad no ha sido fundada por Pablo, ya que el autor (sea Pablo o uno de sus seguidores, habla, en cualquier caso, en nombre del apóstol) afirma que ni ellos ni los de Laodicea lo han visto nunca personalmente (cf. 2,1), sino probablemente por un tal Epafrás (cf. 1,7).

El motivo de la epístola son las disensiones que han surgido en el seno de la comunidad a causa de la predicación de algunas personas cuyos nombres no se citan. La doctrina de estos predicadores puede reconstruirse a partir de la propia epístola. Se trata de una "filosofía" (cf. 2,8) que postula la existencia de poderes intermedios entre Dios y los hombres (en el texto llamados "principados" y "potestades", cf. 2,10), que pueden asimilarse a los ángeles. Dada la insistencia del autor de Colosenses en que únicamente en Cristo reside la plenitud de la Deidad (cf. 2,9), puede deducirse que para los predicadores de Colosas Cristo ocupaba un lugar subordinado con respecto a estos "principados" y "potestades",2​ a quienes consideraban que debía rendirse culto (en 2,18 el autor de la epístola advierte explícitamente contra el "culto de los ángeles"). Esta "filosofía" prescribía además ciertas prácticas (cf. 2,20-22), relacionadas con la comida y la bebida, así como con festividades como la del novilunio y la del sábado (cf. 2,16). Para Piñero, esta doctrina apunta a "una mixtura de gnosis y de tradiciones judías", y está relacionada con las religiones mistéricas.

Estructura
Según Gabriel Pérez Rodríguez, la estructura de la epístola es la siguiente:

Introducción (1,1-14)
Primera parte, de carácter teórico-doctrinal (1,15-2,23)
Segunda parte, exhortación moral (3,1-4,1)
Conclusión (4,2-18)

Esta estructura coincide con la de otras epístolas paulinas, como Romanos y Gálatas.

Temática
CapítuloTemas
1"La voluntad de Dios"
1Fidelidad
1"Conocimiento espiritual"
1Oración
1(v13)Liberación
1(v22)Conducta
3(v5)"Vieja Vida"
4[Deberes]] Cristianos
Simbología
CapítuloSímbolo
3(v16)Himno
3(v16)Salmos
4(v3)Puerta
4(v6)Sal

Tíquico
Tíquico es uno de los setenta discípulos y un compañero de Pablo de Tarso. No sabemos nada acerca de su conversión al cristianismo .

Historia  
Él nació en la provincia romana de Asia ( Hechos 20: 4 ), nacido probablemente en Éfeso . Él aparece junto a Pablo en su tercer viaje misionero, de Corinto , por Macedonia y Asia Menor , a Jerusalén . Estaba con Pablo durante su primera cautividad y se envía a Asia como un portador de las epístolas a los Colosenses ya los Efesios ( Ef 06:21 y Colosenses 4: 7-8 ). De acuerdo con Tito 3:12 , Pablo intención de enviar a Tíquico y Artemis a Creta para hacer frente a la falta de Tito . Parece, sin embargo, que fue enviado Artemis es debido a que durante la segunda cautividad de Pablo en Roma, Tíquico fue enviado desde allí a Éfeso ( 2 Timoteo 4:12 ).

Nada más sabemos sobre la carrera posterior de Tíquico con certeza y hay varias ciudades que lo claman para sí como obispo. El " Menologio de Basilio II ", que se celebra el 9 de abril, lo cita como obispo de Colofón y sucesor Sóstenes . Otras tradiciones hacen que sea todavía obispo de Calcedonia y Neapolis .

Aristarco
Aristarco de Tesalónica, a quien el libro de los Hechos de los Apóstoles describe como un «macedonio de la ciudad de Tesalónica» (Hechos 27, 2.), fue un cristiano del siglo I citado en cinco pasajes del Nuevo Testamento, siempre asociado con la figura de Pablo de Tarso.

Historicidad de Aristarco
En general, la historicidad de Aristarco no es cuestionada,1​ dada su mención en calidad de «colaborador» por parte de Pablo de Tarso en una de sus cartas auténticas, la Epístola a Filemón (Filemón 1, 23-24.), a la que se suma la ratificación por parte de otro escrito neotestamentario de carácter epistolar, la Carta a los colosenses, en la cual se titula a Aristarco «compañero de prisión» del propio Apóstol (Colosenses 4, 10.). Se trata, pues, de un cristiano cuya actividad apostólica se situó en la década del año 50.

Según los Hechos de los Apóstoles, Aristarco fue capturado –junto con otro macedonio llamado Gayo– por la plebe en Efeso y corrió peligro de ser linchado en el teatro durante la llamada «revuelta de los orfebres», una sublevación hostil provocada por un tal Demetrio contra Pablo durante su tercer viaje y secundada por otros plateros consagrados a la diosa Artemisa. La prédica de Pablo habría irritado a Demetrio, quien fabricaba pequeños santuarios de plata copiando el de Artemis de Éfeso, con no pocas ganancias para él. En ese pasaje, los Hechos mencionan a Aristarco como «compañero (de viaje) de Pablo» (Hechos 19, 29.). Más tarde, Aristarco estuvo con Pablo en Tróade (Hechos 20, 1-6.), y también en Cesarea Marítima, al embarcarse Pablo en calidad de prisionero en una nave de Adramitio hacia las costas de Asia (Hechos 27, 1-2.), con Roma por destino final.

Colaborador de Pablo
Pablo de Tarso definió a Aristarco con el término «colaborador» (Filemón 1, 23-24.). El Ápostol utilizó el mismo vocablo para una serie distinguida de personalidades, muchas de las cuales conformaban lo que algunos especialistas modernos denominan el «equipo paulino».4​ Entre ellos se cuentan los esposos Priscila y Aquila, a quienes denominó «colaboradores míos en Cristo Jesús» (Romanos 16, 3.), ​Timoteo (Romanos 16, 21.), Tito (2 Corintios 8, 23.), Urbano (Romanos 16, 9.), Epafrodito (Filipenses 2, 25.), Clemente (Filipenses 4, 3.), Filemón (Filemón 1, 1.), Marcos, Demas y Lucas (Filemón 1, 24.). La importancia del término «colaborador» viene dada porque Pablo utilizó la misma palabra para calificar su propia labor misionera, al considerarse a sí mismo y a su equipo «colaboradores de Dios» (1 Corintios 3, 9.), de la misma forma que llamó a Timoteo «colaborador nuestro en el evangelio de Cristo» (1 Tesalonicenses 3, 2.).

La generosidad macedonia
Pablo de Tarso tuvo una larga y fructífera relación, tanto personal como epistolar, con las comunidades de Macedonia (Tesalónica, Filipos y Berea), a las que tenía en gran estima por su generosidad. En la Segunda epístola a los corintios, el Apóstol llegó a alabar a los macedonios con el fin de animar a los corintios a que los emularan (2 Corintios 8, 1-4.).

Se ha sugerido que Aristarco de Tesalónica era la misma persona que aparece en una lista de poliarcas de la ciudad. Si así fuese, sería una de las personas de más riqueza e importancia de Tesalónica.

Pero los macedonios no solo proporcionaron ayuda material a la Iglesia naciente, sino también personal, enviando a varios de los miembros de su comunidad. Algunos íntimos colaboradores de Pablo vinieron de Macedonia: además de Aristarco, se encontraban Sópatros y Segundo (Hechos 20, 4.), Jasón (Hechos 17, 6.; Romanos 16, 21.) y Gayo (Hechos 19, 29.). Todos fueron colaboradores asociados a Pablo para el apostolado activo, provenientes de una comunidad que padeció persecuciones (1Tesalonicenses 1, 6.; 1Tesalonicenses 2, 14.), de la misma forma que Pablo había sufrido la hostilidad del entorno.

Conmemoración de Aristarco
El Martirologio romano incluye a Aristarco el día 4 de agosto: «Conmemoración de san Aristarco de Tesalónica, que fue discípulo de san Pablo, fiel compañero en sus viajes y prisionero con él en Roma (s. I)». Se suele ubicar la muerte de Aristarco bajo el mandato del emperador Nerón, al igual que la de Pablo de Tarso.11​ Conforme a una tradición, fue decapitado con Pablo en Roma, sin saberse más de él.

En la Iglesia ortodoxa, se considera a Aristarco como el primer obispo de Apamea en Siria. Se lo venera como santo y se lo conmemora el 14 de abril,13​ y el 27 de septiembre, Se lo incluyó en una lista de setenta discípulos del cristianismo primitivo, en alusión a la mención de setenta y dos discípulos presente en un pasaje del Evangelio de Lucas (Lucas 10, 1.).

Epafrás
Epafrás, en griego antiguo Ἐπαφράς (siglo I), fue un predicador cristiano que evangelizó a los colosenses, y es considerado el fundador de la Iglesia de Colosas (Colosenses 1:7). Es mencionado dos veces en el Nuevo Testamento, en la Epístola a los colosenses, y en la Epístola a Filemón.1​Cuando San Pablo fue hecho prisionero en Roma, Epafrás acudió a él con noticias favorables relacionadas con la iglesia colosense. Permaneció con Pablo en Roma y fue, en cierto sentido, su «compañero de prisiones» (Filemón 1:23-24). Pablo dio testimonio de la perseverancia que Epafrás tuvo en la oración por Colosas, y de su trabajo tanto allí como en Laodicea y Hierápolis. (Colosenses 4:12-13).

Demas
Demas (nombre abreviado de Demetrio, (que significa “perteneciente a Deméter", diosa griega de la agricultura) es un personaje bíblico mencionado en tres epístolas de Pablo de Tarso en el Nuevo Testamento.

Compañero de Pablo
En torno al año 60, Pablo estaba encarcelado por primera vez en Roma y desde allí escribe varias epístolas a congregaciones (o iglesias) en las que incluye los saludos de Demas.

En la que escribe a la congregación de Colosas, Pablo cita a Demas junto al médico Lucas el Evangelista y el propio apóstol. En esa misma época, Pablo escribe a un compañero cristiano también de Colosas, Filemón, a quién transmite los saludos de Demas.

Finalmente, en torno al año 65 (según otras fuentes años 66 o 67) en su segunda epístola a Timoteo3​ también escrita en Roma, Pablo acusa a Demas de haberle abandonado “por amor de este siglo”, o según otras traducciones bíblicas por amor “a este mundo” en contraposición con la esperanza cristiana de una vida futura superior.

Aunque Pablo no menciona explícitamente la causa del abandono de Demas (si es por amor a lo material o por temor al martirio que efectivamente acabó con la vida de Pablo en los días de Nerón) queda claro en su declaración la opinión del apóstol de la pérdida que significaba para Demas su postura. Posiblemente regresó a su ciudad natal, Tesalónica.

Arquipo
Arquipo (siglo I) fue un cristiano de las primeras comunidades, mencionado en la Epístola a Filemón del apóstol Pablo.

Arquipo es considerado discípulo de Pablo, al parecer muy querido por él, puesto que aparte de mencionarlo en la epístola a Filemón, lo hace en su carta a los colosenses: “digan a Arquipo que esté atento al ministerio que recibió para servir al Señor y que lo cumpla bien” (Colosenses 4,15). Según la tradición, Arquipo era hijo de Filemón y Apia, y se tiene por el primer obispo de la diócesis de Laodicea (Frigia), mientras que otros aseguran que lo fue de Gaza (Palestina). Los cristianos orientales aseguran que hizo parte de los primeros setenta discípulos del Señor. La exégesis moderna considera todas estas tradiciones, producto de la literatura cristiana, por lo cual lo único que se puede considerar histórico es su relación con el apóstol Pablo y su veneración antigua.

Arquipo es considerado mártir, junto a Filemón y Apia, y es venerado como tal por las iglesias que aceptan el culto de los santos. En la Iglesia católica su memoria fue inscrita en el Martirologio romano, basándose en el Martirologio de Adón, para el día 20 de marzo. Los cristianos de las iglesias orientales de rito bizantino es el 22 de noviembre.

Colosas
Colosas (Κολοσσαί en griego antiguo, Colossae en latín) era una antigua ciudad de Frigia, en la península de Anatolia, cuyo nombre puede ser una deformación del término colosal. La ciudad estaba junto al río Licos, afluente del río Menderes, y situada a 18 kilómetros de Laodicea (en las proximidades de la actual ciudad turca de Denizli), cerca de la vía que unía Éfeso y el Éufrates. El lugar nunca ha sido excavado.

En el año 396 a. C., en el transcurso de las Guerras Médicas, el sátrapa persa Tisafernes fue atraído a Colosas mediante un señuelo y asesinado por un agente de su rival Ciro el Joven. Plinio el Viejo afirmó que la lana de Colosas daba su nombre a la flor de la violeta persa. Durante el periodo helenístico, la ciudad fue un importante centro de comercio, sin embargo, en el siglo primero su tamaño e importancia se había reducido considerablemente.

Es conocida principalmente por la epístola del apóstol san Pablo, conocida como Carta o Epístola a los colosenses, carta enviada a la comunidad cristiana de Colosas en el año 57 o 62. En aquel tiempo la ciudad estaba bajo jurisdicción romana, formando parte de la provincia de Asia. Aunque la mayoría de la población era de origen frigio, habitaban también la ciudad judíos, griegos y romanos.

Al parecer, Pablo no había visitado la ciudad antes de escribir su epístola a los colosenses, ya que expresa a Filemón en su epístola el deseo de visitar la ciudad nada más sea liberado de prisión. Parece ser que fue Epafrás el fundador de la comunidad cristiana de la ciudad.

La población entró en decadencia, posiblemente debido a un terremoto, y sus ruinas fueron ocupadas por la ciudad bizantina de Chonai o Konia,3​ la actual Honaz (Turquía). Chonai fue el lugar de nacimiento de los escritores medievales Nicetas Acominato y su hermano Miguel.

Milagro de Chonæ
En el arte ruso y bizantino, el tema del milagro del Arcángel Miguel en Konia está íntimamente ligado con este lugar. Relata la tradición, que Epafrás halló una fuente de agua en las inmediaciones de la ciudad. La bendijo y la consagró a Miguel Arcángel, por lo que se construyó una capilla ahí mismo, llamada Chairotipa o Cherotipa. Dos siglos después, mientras esa capilla era custodiada por un monje llamado Arquipo, los paganos desviaron los ríos Lykokastros y Kouphos, con la intención de acabar con la fuente, con la capilla y con el sacristán. Hallábase Arquipo rezando en el interior, cuando se le apareció San Miguel y le dijo «Ponte en pie y sal, para contemplar el poder invencible de Dios». Salieron ambos, y el arcángel, después de extender el brazo y hacer la señal de la cruz en dirección de las aguas, exclamó «¡Canalizaos,aguas,por aquí!» y golpeó con su bastón el suelo, con lo que se abrió un agujero tan vasto que bastó para llevarse el flujo torrencial de agua que hacia la capilla se dirigía. Esa cascada hasta nuestros días puede verse. En griego, "canalizar" se dice χωνί (joní), de donde sale el nombre de Chonæ o Konia. Este evento lo conmemora la Iglesia Oriental el 6 de septiembre. En el Kremlin moscovita, el hoy desaparecido Monasterio Chúdov (es decir del Milagro), donde los zares rusos eran bautizados, estaba dedicado al milagro de Konia.

Primera epístola a los tesalonicenses
La Primera epístola a los tesalonicenses o 1 Tesalonicenses es uno de los veintisiete libros que conforman el Nuevo Testamento cristiano. Así mismo, es una de las trece epístolas atribuidas, por la tradición, a Pablo de Tarso, una de las siete menores y, en tanto que primera cronológicamente de todas ellas, las mayores y las menores, una candidata a ser considerada obra inaugural de la literatura cristiana. Como su nombre indica, se trata de una epístola dirigida a la comunidad cristiana de Tesalónica y se dice primera porque existe también una segunda carta en el canon bíblico, dirigida a esta misma comunidad. Por su temática, se puede considerar una obra de la escatología cristiana, sin menoscabo de que también contiene una exhortación moral y un extenso apunte biográfico, que ocupa la mitad de la carta y donde Pablo desgrana recuerdos de su prédica.

Como todas las cartas de Pablo, 1 Tesalonicenses está inmersa en un contexto histórico complejo sin cuyo conocimiento es imposible interpretar correctamente su contenido. Para situar dicho contexto es menester, sin embargo, decidir el peso que se va a asignar a los distintos relatos que lega la tradición, dado que a veces no armonizan bien o directamente se contradicen. Dependiendo de esos pesos nos habremos adscrito a una u otra escuela. En el caso de 1 Tesalonicenses, los documentos relevantes son, la propia epístola y el libro neotestamentario de los Hechos de los apóstoles. El resto de la literatura paulina participa también en estas consideraciones, aunque de manera puntual. Destacan la primera epístola a los corintios, importante porque contiene información sobre Corinto, ciudad en la que Pablo redactó su carta a la vecina Tesalónica. También la Epístola a los Gálatas, por la narración del esclarecedor incidente de Antioquía, y Romanos, por algunos pasajes retrospectivos. Con todo este material se pueden reconstruir con cierta seguridad los largos preliminares y la circunstancia final en que Pablo escribió la epístola. Las personas son muy importantes porque, una vez roto el círculo de sus colaboradores antioquenos, Silas entre ellos, en esta etapa de la vida de Pablo se consolidan nuevos nombres que, como Lucas o Timoteo, han pasado a formar parte plena y destacada de la tradición cristiana.

El segundo viaje de Pablo
La carta a los Tesalonicenses fue escrita durante el transcurso del segundo viaje de Pablo, un viaje que comienza y termina en Antioquía de Siria y que se desarrolla a lo largo de dos continentes, Europa y Asia. El contexto previo de este viaje es complejo. Antioquía es una ciudad importante en la historia del cristianismo primitivo pues se dice que allí comenzaron los discípulos a llamarse cristianos Hechos .. También podría decirse que es el lugar donde los discípulos dejaron, por eso mismo, de llamarse judíos. Pablo no participó en la fundación de esa comunidad pero, según el libro de los Hechos, se incorporó en algún momento posterior a instancias del apóstol Bernabé Hechos 11, 25.. Bernabé y él, a instancias del Espíritu Santo, realizaron el llamado primer viaje Hechos 13:2-4. que les llevó primero a Chipre y luego al Asia Menor, actual Turquía. Las comunidades formadas en Asia fueron visitadas durante el segundo viaje. No así la de Chipre, que desaparece ya del horizonte paulino.

En el periodo entre el primer y el segundo viaje tuvo lugar la Asamblea de los Apóstoles o Concilio de Jerusalén. Dicho concilio nos llega descrito a través de Lucas Hechos. y Pablo Gálatas. que ofrecen dos versiones con interesantes diferencias. Lo común, sin embargo, es que en aquella asamblea se decidió que habría una misión para los judíos o circuncisos y otra para los paganos o incircuncisos Gálatas.. Según el relato de los Hechos, estos últimos quedaron exonerados de seguir la ley judía, salvo en lo que concierne a la prohibición de comer carnes sacrificadas a dioses paganos. Pablo, en su carta a los Corintios, opina que el ídolo no es nada en el mundo 1 Corintios 8:4. pero que conviene guardar las apariencias para evitar las flaquezas de los hermanos 1 Corintios 8:10..

Después la asamblea de los apóstoles, ocurre lo que se viene a llamar el incidente de Antioquía, que es mencionado en los Hechos Hechos 15:34-41. y por Pablo Galatas 2:11-14.. Ambos relatos presentan tales diferencias que no es posible conciliarlos, pero su consecuencia parece la misma. Pablo abandona Antioquía acompañado por Silas y comienza su segundo viaje de misión, cuyo objetivo es la formación de comunidades pagano cristianas.

El trayecto asiático
El segundo viaje de Pablo transcurrió por dos veces en suelo asiático pero la segunda vez es posterior a la redacción de 1 Tesalonicenses por lo que no se tendrá en cuenta. Pablo abandonó Antioquía acompañado de Silas o Silvano. Para saber algo de este trayecto hay que recurrir al relato de Hechos. Lucas ofrece un itinerario del que cabe destacar dos puntos: su paso por Listra y Derbe donde recluta al joven Timoteo Hechos 16:1-3. y su llegada a Troas o Tróade, cerca de Troya Hechos 16:8.. Entre estos dos puntos recorre algunas comunidades confirmando discípulos Hechos 15:41.. El itinerario asiático es guiado por dos veces por el Espíritu Santo que encamina a Pablo hasta esa marítima ciudad. Allí, Lucas relata un hecho sobrenatural que motivaría el tránsito de Pablo a Europa.

De noche, Pablo tuvo una visión. Vio un varón macedonio que le dijo: Ven y ayúdanos (Hechos 16,10).

Este suceso, del que no se tiene constancia directa por Pablo sería la señal esperada para encaminar la misión. En este punto del relato aparece el primero de ciertos fragmentos de los Hechos que se caracterizan por estar en primera persona del plural. Luego que tuvo la visión, buscamos la manera de pasar a Macedonia, suponiendo que Dios quería que los evangelizáramos. (Hechos 16:10)

Autor y datación
Es posible que haya sido la primera de las Epístolas de Pablo, escrita hacia fines del año 51, tras el regreso de Timoteo desde Macedonia, puesto que transmite sus comentarios sobre el estado de la Iglesia en Tesalónica (Hechos 18, 1-5.; 1Tesalonicenses 3, 6.). Pablo emplea la carta como medio para corregir la iglesia tesalonicense y proporcionarles instrucción moral; se destacan en ella los temas del martirio por Jesús y la fe en la proximidad de la segunda venida (Parusía). Parousia es una palabra griega cuyo significado es la presencia física de alguien de mucha importancia, se usaba para un embajador que venía o un gran representante. Esta carta está incluida en la Vetus Latina, figura en el fragmento Muratori. Es citada por Ireneo de Lyon en el siglo II.

Contenido
Prescripto
La forma de escribir una carta, sobre todo la forma de comenzarla, difiere según el tiempo y el lugar en que se ha escrito. De hecho, se puede proceder al revés y datar una carta por el formulario que utiliza. Cada época ha tenido sus propias costumbres en lo que a escribir se refiere. En tiempos de Pablo se usaban dos modelos: el oriental y el occidental. En ambos casos la carta o escrito se precedía de un encabezamiento o prescripto (pre-escrito) en el que de forma obligada se hacían constar los remitentes, los destinatarios y un saludo. Estos tres elementos se llamaban, por este orden: superscripto, adscripto y salutatio.

El formulario occidental o grecorromano era breve e impersonal. Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo a las doce tribus de la dispersión, salud. (Santiago 1:1)

El oriental utilizaba una frase en tercera persona con los remitentes en nominativo y los destinatarios en dativo. Estos elementos básicos podían enriquecerse con frases de relativo.

Pablo, apóstol por llamamiento de Cristo Jesús, por voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes a la Iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús y pueblo santo por llamamiento junto con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: gracia y paz a vosotros de parte de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. (1 Corintios 1:1-3) pudiendo llegar a ser muy complejas. (Romanos 1:1-7)

La Epístola a los Tesalonicenses comienza con un discretito prescripto oriental. Pablo, Silvano y Timoteo a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros gracia y paz.(1,1)

Los remitentes son Pablo, Silas y Timoteo, componentes del equipo misional que fundó la comunidad, lo que da a la carta un carácter oficial. Los tres provenían de Asia y en el momento de escribir la carta se encuentran reunidos en Corinto.

El destinatario de la carta es la iglesia de los tesalonicenses (gr:ekklesia tessalonikeon). lo que no tendría nada de particular de no ser porque en el año 50 no existía aún la Iglesia. En efecto, el término ekklesia no tenía en boca de Pablo el mismo sentido que se le atribuye hoy. En general, una ekklesia era una asociación de personas. y ya se usaba en el cristianismo primitivo para designar a las comunidades locales cristianas. Por tanto, Pablo no escribe a la Iglesia. Escribe a la asamblea que quedaba constituida cada vez que se reunía la comunidad. De ahí que al final de la carta exhorte a que sea leída a todos los hermanos (5,27). De ahí también que defina y distinga la asamblea como: asamblea de Dios Padre y de Jesucristo. La ciudad de Tesalónica era prolífica en congregaciones o asambleas religiosas con sus particulares dioses y cultos. En el culto predicado por Pablo, el Dios es Dios y asimismo Padre, algo novedoso dentro de los cultos paganos y que proviene del judaísmo. La iglesia de Pablo es también una comunidad escatológica que se distingue por haber sido elegida por Dios.

El saludo de la carta a vosotros, gracia y paz (gr. jaris kai eirênê) es característico de la correspondencia paulina. Se trata de una mezcla personal del saludo griego salud (gr. jairein) y del oriental misericordia y paz (gr. eleos kai eirênê). Jairein (saludar, alegrarse) es convertido en jaris (gracia) que Pablo utiliza ya con un contenido soteriológico. El término eirene tiene el sentido del saludo hebreo shalom (paz, bienestar, plenitud interior). Con este saludo, que utiliza en todas su cartas, Pablo reúne los dos mundos de que procede.

Proemio
En la carta a los Tesalonicenses, el proemio comprende los versículos 1,2-10. Sigue al prescripto y antecede al scripto. Antes de la predicación cristiana, los proemios ya se utilizaban en la literatura pero Pablo les va a dar el carácter de una acción de gracias. Asimismo, los utiliza para anticipar los contenidos de la carta.

Damos gracias continuamente a Dios por vosotros y siempre os recordamos en nuestras oraciones, haciendo memoria ante nuestro Dios y Padre de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestra caridad y de la perseverante esperanza en nuestro Señor Jesucristo. (1,2-3)

La acción de gracias utiliza la primera persona del plural. Un uso que sólo es roto en tres ocasiones a lo largo de la carta:45​ ...al menos yo, Pablo, una y otra vez... (2,18), ...he mandado a saber de vuestro estado... (3,5), ...os conjuro por Jesucristo... (5,27). Este uso constante del plural revela nuevamente el carácter oficial de la carta, pues redacta el equipo misional y no tanto Pablo. Es la carta menos personal de Pablo.

En el versículo 3 menciona a la fe (gr. pistis), la caridad (gr. agape) y la esperanza (gr. elpidos). Son tres términos que aparecen con frecuencia en las cartas de Pablo. La primera cita se realiza aquí. La segunda estaría al final de la carta en (5,8) en caso de que no sea una glosa posterior como algunos autores afirman.

La fe, la esperanza y la caridad son una aportación original de la teología cristiana. A lo largo de los siglos adquirirán un significado complejo. En la literatura paulina, sin embargo, su sentido es muy transparente: Fe en Jesucristo, esperanza en la resurrección y caridad o amor al prójimo. Si para la teología posterior son una división clásica y también objeto de especulación, en Pablo son realidades vivas. La teología de Pablo es una teología de la esperanza. y la 1 Tesalonicenses es una carta escrita para devolver la esperanza a una comunidad inmersa en la duda. Caridad y fe no están tan presentes y encontrarán mejor acomodo en Corintios y Romanos. Según Becker, la 1 Tesalonicenses está estructurada de forma ternaria sobre las tres virtudes. De ahí que prefiera considerarla como una unidad.

1 Tesalonicenses 1, 4-5. En estos dos versos, Pablo describe cómo fue la predicación en Tesalónica. Muy especial tuvo que ser para decir que: no fue sólo en palabras sino en el Espíritu Santo y muy persuasivamente. Es evidente que el contexto de dicha afirmación era conocido por los destinatarios. A la hora de reconstruirlo, es necesario arriesgar una interpretación.

1Tesalonicenses 1, 6. Continuando con el recuerdo de la predicación en la ciudad señala Pablo que fue hecha y recibida con gran tribulación, lo que alude a los constantes problemas que encontraba Pablo, por parte de las comunidades judías.

1Tesalonicenses 1, 7-10. En estos versos, Pablo pone a la comunidad como ejemplo para otros. Se afirma que Tesalónica, al ser un puerto internacional, fue uno de los semilleros del cristianismo y que desde allí se expandió a todo el imperio.

Ministerio en Tesalónica
1 Tesalonicenses 2, 1-2. En este verso, Pablo alude no sólo a las dificultades que tuvo para predicar en Tesalónica sino también en Filipos, de dónde venía. No se puede colegir gran cosa de las cartas, pero los Hechos ofrecen una versión plausible en líneas generales de lo que pudo ocurrir.

1Tesalonicenses 2, 3-6. En estos versos, Pablo continúa con el recuerdo de su prédica y viene a decir que lo hicieron desinteresadamente, sin buscar la vanagloria o el dinero. Sobre este punto se extiende también Pablo en las dos cartas a los Corintios. Es difícil decidir el contexto por el que las hace. Obviamente, la manutención de un maestro espiritual podía dar lugar a tensiones. Pablo insiste en sus cartas que trabajaba para no ser una carga.

1Tesalonicenses 2, 7-8. Pablo se entretiene con un afectuoso apunte que da idea del paternal cariño que tenía a esta comunidad.
1Tesalonicenses 2, 9. Contiene un apunte biográfico sobre la independencia económica de Pablo. Trabajábamos día y noche para no ser gravosos a nadie, punto que es tocado en (2 Co 11, 9). Según (Hch 18, 3), Pablo era fabricante de lonas.
1Tesalonicenses 2, 10-13. Ver el comentario a 1Tesalonicenses 2, 3-6.
1Tesalonicenses 2, 14-16. Ver el comentario a 1Tesalonicenses 1, 6..
1Tesalonicenses 2, 17-3, 13. Después de su precipitada marcha de Tesalónica, Pablo intentó regresar muchas veces. Preocupado por la suerte de esta joven comunidad, envió a Timoteo y quedó sólo en Atenas. En este punto existe una discrepancia entre Hechos y el relato de la carta. Asimismo, se da a entender que Silas no estaba en ese momento con él.
1Tesalonicenses 4, 1-12. En estos versos desarrolla Pablo una exhortación moral sencilla aconsejando abstenerse de la fornicación en aras de la santificación. Otro tema que menciona es la caridad de la que reconoce bien provista a la comunidad. Otras recomendaciones son llevar una vida quieta y laboriosa.
1Tesalonicenses 4, 13-5, 3. Los siguientes versículos tienen un contenido escatológico y por ellos se puede decir que 1 Tesalonicenses es una obra de la escatología cristiana. El asunto que tratan es el de la resurrección de los muertos. Se sobreentiende que la comunidad de Tesalónica debió preguntarle a Pablo si los que morían antes de la parusía resucitarían también. La respuesta de Pablo es afirmativa. Es el primer desarrollo teológico. Estos versos también sostienen la opinión de que 2 Tesalonicenses es una obra deuteropaulina.
1Tesalonicenses 5, 4-11. En estos versos desarrolla la consecuencia moral de la inminencia del fin del mundo, en la que Pablo creía. Estar vigilantes es su recomendación. Para 1Tesalonicenses 5, 8., ver el comentario a 1Tesalonicenses 1, 3..
1Tesalonicenses 5, 12-18. Estos versos contienen unos amables ruegos que Pablo finca en la caridad de unos a otros.
1Tesalonicenses 5, 19-20. Contiene una mención del Espíritu Santo en relación con las profecías.

Polémicas
La sinanoga de Tesalónica. El libro de los hechos Hechos 17:2. menciona que en la ciudad de Tesalónica existía una sinagoga.

Estancia en Tesalónica. El libro de los hechos Hechos 17:2. menciona que Pablo discutió con ellos durante tres sábados. Algunos autores piensan que una estancia inferior a un mes contradice el propio testimonio de la carta.

El paradero de Silas. Silas acompañó a Pablo desde Antioquía. Aparece como remitente en esta carta y como predicador en la comunidad de Corinto 2 Corintios 1:19.. Después de eso, desaparece completamente y ya no se sabe lo que con él ocurre. La carta primera de Pedro le menciona 1 Pedro 5, 12., lo cual da pie a pensar, que Silas, asociado primero a la misión de Pablo pasó en algún momento a la misión petrina.

Segunda epístola a los tesalonicenses
La Segunda Epístola a los Tesalonicenses, también conocida como Segunda Carta a los Tesalonicenses, es uno de los libros del Nuevo Testamento, de la Biblia Cristiana. Es normalmente atribuida a Pablo, Apóstol de los Gentiles, aunque el profesor Antonio Piñero, en su libro "Los apocalipsis", indica que los especialistas están divididos casi al 50 % respecto a si es una epístola auténticamente paulina.

La Segunda Epístola a los Tesalonicenses fue probablemente escrita en Corinto, Grecia, no muchos meses después que la Primera. Aparentemente la Primera Carta fue malentendida, especialmente respecto a la Segunda Venida de Cristo (Parusía). Los Cristianos de Tesalónica se hicieron la idea que Pablo había mencionado que "el día de Cristo" se venía con prontitud, que su venida estaba a punto de ocurrir. Este error es corregido en 2 Tesalonicences 2, 1-12..

Contenido
Capítulo 2
Tesalonicenses. La existencia de epístolas paulinas pseudoepigráficas encuentra una curiosa confirmación en este pasaje y en esta epístola donde dice:
no os turbéis por epístola... como si fuera nuestra.

Para dar sentido a estas palabras es necesario presumir que por la comunidad de Tesalónica circulaba una falsa epístola de Pablo a la que se alude aquí. De ser así, Pablo estaría advirtiendo a los Tesalonicenses que fuesen cautos. Lo curioso es que hoy se presume que quién realiza esta advertencia era precisamente un falso Pablo. Sea cierto o no, se confirma la existencia de falsificaciones.

Salónica
Salónica o Tesalónica ([θɛsalɔˈnikʲi] en griego, Θεσσαλονίκη, Thessaloníki3​ o Σαλονίκη, Saloníki) es la segunda ciudad de Grecia, capital de la región de Macedonia Central y un puerto importante del norte del Egeo. Tiene una población (incluyendo las afueras) de 1.104.460 habitantes.

Toponimia
La ciudad recibe su nombre de Thessalonikē, esposa del rey Casandro de Macedonia e hija del rey Filipo II de Macedonia. El nombre proviene de la fusión de las palabras Θεσσαλία ('Tesalia') y νίκη ('victoria') que se dio a la hija del rey después de su victoria en Tesalia contra los tiranos de Feres. El nombre alternativo Salónica, antiguamente el más común en bastantes idiomas europeos, deriva de la variante Σαλονίκη (Saloníki) en griego popular. No es infrecuente escuchar Thessaloníki o Saloníki con la ele oscura típica del dialecto griego hablado en Macedonia. Otras denominaciones importantes en la historia de la ciudad incluyen سلانيك (Selānīk) en turco otomano y Selânik en turco moderno, Солун (Solun) en las lenguas eslavas de la región, Sãrunã en arumano, y Selanik en judeoespañol.

Geografía
La ciudad se levanta en la desembocadura de la llanura formada por los ríos Aliákmonas, Gallikos y Axios, que van a parar al golfo Termaico. La ciudad está situada en el final del valle del Ardar, en el golfo de Tesalónica, emplazada en la Via Egnatia que conectaba la acrópolis con la costa. A Tesalónica llegan también las carreteras procedentes del Adriático, como la vía Egnatia, y las que vienen de los Balcanes. Por eso Tesalónica se convierte en el puerto principal de Macedonia, en sustitución del obstruido de Pella. Conserva restos de las murallas de la época helenística. En las laderas y la parte baja está la antigua ciudad turca, que fue destruida en 1917, fue reconstruida y conserva monumentos como iglesias bizantinas así como el arco de Galerio, que son visitados asiduamente por los turistas.

Clima
El clima de la ciudad es mediterráneo. Puede tener episodios de frío intenso en pleno invierno debido a los vientos de componente norte y noreste provenientes de la estepa rusa, que hacen que las temperaturas caigan bruscamente. Algunos años se dan temperaturas negativas durante todo el día con estos vientos continentales.

Economía
Es un importante centro industrial, que posee refinerías de petróleo, industrias petroquímicas, industrias agroalimentarias, destilerías, industria textil, manufacturas de tabaco, fabricación de maquinaria y astilleros.

Historia
Antigüedad
Fue fundada en 316 -315 a. C. por el rey Casandro de Macedonia que unifica y sustituye los asentamientos levantados en la localidad denominada Terma. De su mujer Thessalonikē (hija de Filipo II de Macedonia y hermanastra de Alejandro Magno), recibió su nombre. Filipo había nombrado así a su hija porque conoció su nacimiento el día de su victoria sobre los Tesalios.

Imperio romano
Tras la caída del Reino de Macedonia en 146 a. C., Tesalónica pasó a ser parte de la República romana. Durante la época romana fue la capital de las cuatro provincias de Macedonia, y se convirtió en un importante centro comercial sobre la Vía Egnatia, una calzada romana que conectaba Bizancio (más tarde Constantinopla) con Durazzo (actualmente Durrës en Albania). En 58 a. C. Cicerón estuvo exiliado en Tesalónica.

En las excavaciones que se han venido haciendo, ha salido a la luz la antigua ágora con sus edificios de la época helenística y de la época romana del siglo I a. C. En su museo se guarda una rica colección de antigüedades, desde la época del Neolítico hasta los tiempos históricos.

La ciudad de Tesalónica es conocida en el ámbito de la religión cristiana por albergar a mediados del siglo I una comunidad a la que Pablo de Tarso dirigió dos epístolas, incluidas hoy en el canon bíblico.

En el 300, el emperador Galerio la elige como residencia imperial. En el 380 Teodosio I proclama en ella el edicto por el que se hace oficial el símbolo de Nicea. La ciudad sufrió la represión del emperador Teodosio I en 390 cuando mandó matar a unos siete mil tras sofocar una revuelta, por lo que fue temporalmente excomulgado.

Imperio bizantino
Tras la caída del Imperio de Occidente, quedó en manos del Imperio bizantino y fue asediada por los eslavos en el siglo VII. Aunque no pudieron conquistar la ciudad, finalmente una considerable comunidad eslava se estableció en ella. Los santos Cirilo y Metodio nacieron en Tesalónica y el emperador bizantino Miguel III los envió a las regiones eslavas del norte como misioneros del cristianismo. De la época bizantina son los mosaicos conservados en la basílica de Hagia Sophia y en la iglesia de San Jorge. La ciudad fue ocupada por los árabes en 904 y por los reyes normandos de Sicilia en 1185, causando considerable destrucción y pérdida de vidas humanas. En 1204, con la caída del Imperio bizantino debido a la conquista de Constantinopla por parte de la Cuarta Cruzada, Tesalónica y su territorio circundante —el reino de Tesalónica— se convirtió en la mayor posesión del Imperio latino. Sin embargo, fue conquistada en 1224 por el Despotado de Epiro que la mantuvo hasta 1246, cuando fue recuperada por los bizantinos, los cuales, incapaces de mantenerla, se la vendieron a Venecia.

Imperio otomano
Los otomanos la ocuparon en 1430, y la llamaron «Selânik» (Salónica). Con el tiempo, la mayor parte de sus habitantes serían sefardíes expulsados de España en 1492 por los Reyes Católicos.8​ Fueron bien acogidos e invitados por el sultán y así fue como se instalaron en varias ciudades con problemas de población, entre ellas Tesalónica. Con la llegada de esta comunidad, la ciudad se enriqueció y tuvo un gran desarrollo económico ayudado por el comercio y la industria que además se abrieron al comercio de los países occidentales, hasta llegar a su culminación en los siglos XVIII y XIX.

Cuando, tras las Guerras Balcánicas, la ciudad pasó de control otomano a griego, la principal comunidad de la ciudad seguía siendo la judía sefardí, de lengua ladina.8​ Esta fue aniquilada durante la ocupación del Eje en la Segunda Guerra Mundial.

Reino de Grecia
Tras la Primera Guerra Balcánica (1912) pasó a formar parte de Grecia. Durante la Primera Guerra Mundial, el gobierno provisional dirigido por Eleftherios Venizelos, partidario de los Aliados franco-británicos se estableció en la ciudad, en contra de los deseos del rey, de origen alemán y proneutral. El puerto se convirtió en una importante base de suministros para las tropas aliadas que operaban en Macedonia.

La ciudad casi fue destruida en un incendio en 1917, de probable origen fortuito. Tras este incendio la mitad de la población judía abandonó la ciudad (muchos fueron a París y a Israel). En 1922, la ciudad recibió a numerosos exiliados griegos provenientes de la ciudad de Esmirna (en turco İzmir), los cuales aportaron a la ciudad sus características culturales. La ciudad fue reconstruida en el período de entreguerras.

Durante la II Guerra Mundial fue tomada por las tropas alemanas en 1941, que ejecutaron a la mayor parte de sus habitantes judíos (unos cincuenta mil). Tras la guerra, la ciudad recuperó su nombre de Tesalónica.

Patrimonio
Su riqueza histórica, artística y arqueológica fue reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988 con la denominación Monumentos paleocristianos y bizantinos de Tesalónica y en 1997 fue la Capital Europea de la Cultura.

La Torre Blanca (Lefkos Pyrgos) es uno de los principales monumentos y el símbolo iconográfico más reconocible de Tesalónica. Se construyó en el mismo lugar de una torre franca más antigua. Actualmente alberga un museo sobre la historia de la ciudad y sus alrededores configuran uno de los lugares de encuentro preferidos por los tesalonicenses.
El Arco de Galerio es muy conocido localmente con el nombre «Kamara» (arco en griego). La plaza alrededor del monumento está siempre llena de gente porque es un punto de encuentro habitual de los tesalonicenses. A 50 metros de Kamara está la Rotonda o iglesia de San Jorge, donde se sitúa el mausoleo de Galerio.
El Agios Georgios (iglesia de San Jorge) o Rotonda, como mejor se conoce, es un edificio construido en el 306 d.C. de estructura cilíndrica con tres cuerpos, y que pasó de ser el mausoleo de Galerio a una iglesia cristiana en cuyo interior se pueden ver unos impresionantes mosaicos y un fresco del siglo IV. En 1590 fue convertida en mezquita y se le añadió un minarete que es el único que se conserva en pie actualmente en Tesalónica.
El Palacio de Galerio es uno de los monumentos más importantes de la antigüedad tardía. Se construyó entre el 250 y el 311 d. C como sede oficial de la parte oriental del Imperio Romano durante dos períodos 229-303 y 308-311 d. C. Según fuentes históricas importantes, además de Galerio, emperadores del siglo IV tales como Teodosio I se alojaron en este palacio. Se localiza en la actual Plaza Navarinou.
Las murallas de la ciudad, rodeadas de imponentes fortificaciones como el Heptapirgion, la Torre del Triángulo (o de la Cadena) y la Fortaleza de Vardar.
El Museo Arqueológico de Tesalónica (AMTH; sus siglas en inglés) es considerado uno de los museos más importantes de Grecia. Su colección incluye hallazgos arqueológicos de Tesalónica, sus alrededores y de todo el norte de Grecia.
El Museo de la Cultura Bizantina (MBP; sus siglas en griego) fue galardonado en el 2005 con el Premio del Consejo de Europa. El museo presenta al visitante diversos aspectos de la vida durante los períodos bizantino y post-bizantino: el arte, la ideología, la estructura social, la religión, y cómo los cambios históricos y la situación política afectaban a la vida diaria de la gente.9​
El Foro Romano de Tesalónica fue el centro administrativo de la ciudad a partir de la época romana. Su construcción comenzó a finales del siglo II d.C. como reforma de un ágora existente del período imperial temprano donde también se ha encontrado un baño del período helenístico. Se realizaron otras intervenciones entre los siglos III y IV d.C. El complejo se organiza en torno a una superficie pavimentada rectangular. Tres de los lados formaban pórticos de dos pisos con doble hilera de columnas de orden corintio que dan acceso a los espacios públicos. En el siglo V las funciones administrativas de la ciudad fueron transferidas al complejo del Palacio de Galerio.9​
La Agia Sofía (Santa Sofía), iglesia de gran tamaño rodeada de jardines también con hermosos mosaicos.
La Panagía Ahiropíitos, basílica paleocristiana del siglo V.
El Bey Haman, baño turco de 1444.
La Hamza Bey Dazmí, mezquita de 1468.
El Bezesten, edificio turco alrededor del que se despliega el mercado.
La Agios Dimitrios, basílica con hermosos mosaicos y una cripta del siglo V.
La Dódeka Apóstoli construida entre los años 1310 y 1314.
La Iglesia de Agía Ekaterini de finales del XIII.
El Monasterio de Vlatadon desde cuyos jardines se obtiene una fantástica vista de la ciudad.

Continua en La Biblia XXII: Las Cartas Personales
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