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Filipenses 1:27 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio,

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domingo, 17 de agosto de 2014

La Biblia IV: Lenguas Bíblicas

Calendario Hebreo de Gézer
 con caracteres hebreos arcaicos, siglo X a. C

Lenguas orientales bíblicas
Las lenguas bíblicas o lenguas orientales que conciernen a la Biblia son: el arameo, el hebreo y el griego helenístico.

Todo el Antiguo Testamento (AT) está escrito en hebreo, menos algunas pequeñas secciones que están en arameo (Libro de Jeremías 10:11, Libro de Daniel 2,4-7, 28; Esdras 4,8-6,18; 7, 12-26) y algunos libros de la versión griega del LXX (Libro de Tobías, Libro de Judit, Sabiduría, Sirácida, Libro de Baruc, Libros de los Macabeos) pero no presentes en el Tanaj; estos últimos libros, llamados "deuterocanónicos" y recogidos en el canon católico, están excluidos del canón hebreo y de la Biblia protestante.

El Nuevo Testamento (NT) está escrito en griego llamadó koiné (común), la lengua hablada. Jesús conocía con toda seguridad las tres lenguas.

Lenguas arameas
El arameo (del hebreo אֲרַמִּי aramí, «de la tierra de Aram (Siria)») es una rama de las lenguas semíticas con una historia de al menos 3000 años, por lo que podría hablarse propiamente de lenguas arameas. El arameo antiguo fue el idioma original de grandes secciones de algunos libros de la Biblia, como el Libro de Daniel y el Libro de Esdras, así como el idioma principal del Talmud, el Bahir y el Zohar. Aunque hay pruebas de que se hablara en la Judea del siglo I,1​ es todavía hoy la principal lengua de algunas pequeñas comunidades no arabófonas de Oriente Medio. El grupo arameo pertenece a la familia de las lenguas semíticas, que a su vez forman parte de la macrofamilia afroasiática, como el árabe, y al grupo de lenguas semíticas noroccidentales que incluye a las lenguas cananeas. El hebreo es una lengua semítica.

Aspectos históricos, sociales y culturales
Distribución geográfica
Durante el siglo XII a. C., los arameos ―primitivos hablantes de este idioma― comenzaron a establecerse en un territorio que corresponde a los actuales Siria, Irak y el este de Turquía. Desde allí se expandieron a un territorio más amplio, que iba desde la costa oriental del Mediterráneo hasta la orilla oriental del Tigris. La lengua común más hablada actualmente en Oriente Medio es el árabe, pero el arameo aún tiene importancia como lengua litúrgica y literaria entre los judíos, mandeos y entre algunos cristianos. Adicionalmente, la turbulencia vivida durante los últimos dos siglos en esta región, ha dispersado a hablantes de arameo por todo el mundo.

Variedades del arameo
En rigor, el arameo no es un único idioma homogéneo, sino un grupo de idiomas bien diferenciados aunque relacionados. Las variedades modernas son fragmentaciones resultantes de la larga historia del arameo (reflejada en su amplia literatura y en su uso por parte de comunidades diferentes, que forman comunidades separadas de diferentes religiones). La diversidad de las lenguas arameas es tal que existen variedades ininteligibles entre sí, en tanto que otras tienen cierto grado de inteligibilidad mutua. Algunas incluso son conocidas por un nombre distinto, como el siríaco, un dialecto del arameo hablado por comunidades cristianas del este.

Los dialectos arameos se clasifican tanto histórica como geográficamente. Por períodos históricos se distingue entre las lenguas arameas modernas, conocidas también como neoarameo, las que se encuentran restringidas al uso literario y aquellas que están extintas. Con ciertas excepciones, esta lógica lo distingue entre las categorías antiguo, medio y moderno. En cuanto a los dialectos modernos, la distinción es geográfica, por lo que los dialectos modernos se clasifican en arameo oriental y arameo occidental, cuyo límite puede delinearse aproximadamente a ambos lados del río Éufrates, o ligeramente al oeste del mismo. Un esquema tradicional del arameo contemporáneo es el siguiente:

Neoarameo oriental
Neoarameo noriental
Turoyo
Neoarameo occidental

Sistema de escritura
El primer sistema utilizado para escribir el arameo estaba basado en el alfabeto fenicio. Posteriormente, el arameo desarrolló su estilo distintivo de escritura, el cual fue adoptado por los israelitas y otros habitantes de Canaán para sus propias lenguas, por lo que actualmente es mejor conocido como alfabeto hebreo. Este es el sistema de escritura empleado en el arameo bíblico.

Existen también otros sistemas de escritura para el arameo, uno desarrollado por las comunidades cristianas, una forma cursiva conocida como alfabeto siríaco, y otro, una modificación del alfabeto arameo conocida como alfabeto mandeo. Además de estos sistemas de escritura, algunos derivados del alfabeto arameo se han usado a través de la historia por grupos particulares, como el alfabeto nabateo en Petra y el alfabeto palmireño en Palmira. En tiempos modernos, el turoyo ha sido escrito en ocasiones con un alfabeto latino adaptado.

Historia
A continuación una historia comprehensiva del arameo. Esta se divide en tres grandes períodos:

Arameo antiguo (1100 a. C.-200 d. C.), que incluye:
El arameo bíblico de la Biblia hebrea.
El arameo de Jesucristo.
Arameo medio (200-1200), que incluye:
El siríaco literario.
El arameo de los Talmudes, Tárgumim y Midráshim.
Arameo moderno (1200 en adelante), que incluye:
Varias formas vernáculas modernas.
Esta clasificación se basa en la usada por Klaus Beyer

Arameo antiguo
Este período incluye el arameo hablado por los arameos desde su origen hasta que se consolida como lengua franca de la región. El arameo antiguo comprende más de trece siglos de historia de la lengua. Este amplio espacio de tiempo ha sido escogido de manera que cubre todos los dialectos que se encuentran actualmente extintos. El punto más importante en la historia del arameo antiguo se da alrededor de 500 a. C., cuando se transforma en arameo imperial. Los diferentes dialectos del arameo de la región toman relevancia cuando el griego reemplaza al arameo como la lengua del poder en la región.

Arameo antiguo temprano
Comprende el arameo desde su origen. Fue el idioma hablado en las ciudades-estado de Damasco, Hamath y Árpád. Existe gran cantidad de inscripciones que evidencian el uso más temprano del lenguaje, que data del siglo X a. C. Estas inscripciones son principalmente documentos diplomáticos entre las ciudades-estado arameas. La escritura del arameo en este período parece estar basada en el alfabeto fenicio, y existe unicidad en el lenguaje escrito. El dominio del Imperio Asirio por Tiglatpileser III en la región de 
Aram a mediados del siglo VIII a. C. conllevó al establecimiento del arameo como lingua franca del Creciente Fértil.

Arameo antiguo tardío
Cuando el arameo se expandió durante el siglo VIII a. C., perdió su homogeneidad, y diferentes dialectos comenzaron a emerger en Mesopotamia, Babilonia, el Levante y Egipto, siendo los más extendidos los influidos por el acadio en Babilonia. De esta forma se describen en el Segundo libro de Reyes,2​ en el que funcionarios de Ezequías, rey de Judea, pretenden negociar con los embajadores asirios en arameo, de tal manera que el pueblo no entienda. Alrededor de 600 a. C. Adón, un rey cananeo, escribe al faraón egipcio en arameo.

El caldeo se utilizó como lengua común de la dinastía caldea de Babilonia, y se usó para describir el arameo bíblico, que luego fue escrito en un estilo más tardío. Este dialecto no debe confundirse con el Neo-Arameo Caldeo.

Arameo imperial
Alrededor del año 500 a. C., Darío I estableció el arameo como lengua oficial en la mitad occidental del Imperio persa aqueménida. El dialecto local del arameo oriental ya era utilizado en aquel tiempo por los burócratas de Babilonia, por lo que el edicto de Darío colocó al arameo sobre una base sólida. El nuevo arameo imperial fue grandemente estandarizado, su ortografía se basaba más en sus raíces históricas que en la pronunciación de cualquier dialecto hablado, en tanto que la influencia del persa le dio una nueva claridad, flexibilidad y robustez. El arameo imperial es también conocido como arameo oficial o arameo bíblico. Durante siglos después de la caída del Imperio aqueménida en 331 a. C. ante Alejandro Magno, el arameo imperial, como fuera establecido por Darío, permaneció como lenguaje dominante de la región.

El término arameo aqueménida se emplea para describir el arameo imperial que se utilizaba durante el Imperio aqueménida. Este período del arameo se considera generalmente desde la proclamación de Darío I alrededor del 500 a. C. hasta aproximadamente un siglo después de la caída del imperio en 331 a. C. Muchos de los documentos que atestiguan esta forma de arameo provienen de Egipto, particularmente de Elefantina, y el mejor conocido de todos es Palabras de Ahiqar, un libro de aforismos instructivos muy similares al libro de Proverbios (de la Biblia hebrea). La uniformidad del arameo aqueménida es tal que la mayoría de las veces es difícil determinar en dónde fue escrito un fragmento particular del lenguaje. Solo un examen cuidadoso del texto revela alguna palabra foránea prestada de una lengua local. En 2008 se publicó un grupo de treinta documentos arameos, datables en el siglo IV a. C., que fueron hallados en Bactriana. La importancia del hallazgo se debe a la escasez de material en arameo aqueménida fuera de Egipto y de la Biblia.3​

Arameo postaqueménida
Moneda de Alejandro Magno con una inscripción en arameo.
La unidad de la lengua y literatura arameas no fue destruida inmediatamente por la conquista de Alejandro Magno. El arameo sobrevivió de forma muy similar al que decretó Darío I en el siglo V a. C., hasta inicios del siglo II d. C. Los seléucidas impusieron el idioma griego como oficial en la administración de Siria y Mesopotamia desde el comienzo de su dominio, por lo que este sustituyó al arameo como idioma común de la región ya a partir del siglo III. Sin embargo, el arameo continuó floreciendo en Judea, a través del desierto de Siria, y se extendió a Arabia y Partia como una declaración de independencia antiheelenística.

Dentro de esta categoría se encuentra el arameo asmoneo, oficial en Judea entre 142 y 37 a. C., el cual tuvo influencia en el arameo de los textos de Qumrán y fue el principal lenguaje de textos teológicos no bíblicos de la comunidad esenia. El Tárgum, traducción de la Biblia hebrea al arameo, fue realizado en este arameo. El asmoneo también aparece en citas en el Mishná y el Tosefta. Su escritura es diferente del arameo aqueménida, ya que la ortografía hace un énfasis en la pronunciación más que en formas etimológicas.

El tárgum de Babilonia es el último dialecto postaqueménida encontrado en el Tárgum Ónquelos y el Targum Jonatan, los tárgum oficiales. El tárgum asmoneo original llegó a Babilonia entre los siglos II y III y fue modificado de acuerdo al dialecto babilónico contemporáneo para crear el lenguaje estándar de los targum. Esta combinación formó la base de la literatura judía de Babilonia en los siglos siguientes.

El targum de Galilea es similar al de Babilonia en el hecho de que se formó de la combinación del asmoneo literario con el dialecto de Galilea, alrededor del siglo II. Sin embargo, no se le adjudica autoridad, y la evidencia documental muestra que el texto ha sido corregido en tanto y en cuanto se ha necesitado mejorarlo. A partir del siglo XI, cuando el targum de Babilonia se volvió normativo, la versión de Galilea se ha visto influida notablemente por él.

El arameo babilonio documental es un dialecto utilizado desde el siglo III. Es el dialecto de los documentos privados de Babilonia, y a partir del siglo XII, de todos los documentos privados judíos en arameo. Se basa en el asmoneo con muy pocos cambios, seguramente porque muchos de los documentos en este dialecto eran documentos legales, por lo que el lenguaje debía ser común a los judíos en general, y el asmoneo era en aquel entonces el viejo estándar.

El arameo nabateo era el lenguaje del reino árabe de Petra, que entre 200 a. C. y 106 d. C. abarcaba la ribera oriental del Jordán, la península de Sinaí y el norte de Arabia. Los nabateos preferían el arameo al árabe probablemente por sus actividades comerciales en caravanas. El dialecto estaba basado en el aqueménida con algo de influencia del árabe, modificando la l por n y utilizando ciertos extranjerismos. Existen inscripciones nabateas de principios del reino, pero la mayoría datan de los primeros cuatro siglos de nuestra era. El lenguaje se escribió con caracteres cursivos precursores del alfabeto árabe moderno. El uso de extranjerismos se incrementó hasta que en el siglo IV el nabateo se fusionó con el árabe.

El arameo palmireano es el dialecto hablado en la ciudad de Palmira, en el desierto de Siria, desde 44 a. C. hasta 274 a. C. Se escribía con caracteres redondeados, que más tarde dieron paso al alfabeto siríaco. De forma similar al nabateo, tuvo influencias del árabe, aunque en menor medida. El arameo arsácida fue el lenguaje oficial del Imperio Parto entre 247 a. C. y 224 a. C. Fue el que continuó la tradición del arameo aqueménida oficializado por Darío, aunque con el correr del tiempo sufrió las influencias del arameo hablado, el georgiano y el persa. Luego de la conquista de los partos por el Imperio sasánida, el arsácida ejerció considerable influencia sobre el nuevo idioma oficial.

Arameo antiguo oriental tardío
Todos los dialectos mencionados en el subtítulo anterior eran descendientes del Arameo Imperial. Ello no obstante, los diversos dialectos regionales del arameo antiguo tardío convivieron con aquellos, muchas veces como lenguas habladas. La evidencia de estos dialectos se conoce únicamente a través de su influencia en palabras y nombres sobre un dialecto más estándar. Sin embargo, estos dialectos hablados se convirtieron en lenguajes escritos en el siglo II a. C. y reflejan una corriente de dialectos del arameo que no eran dependientes del Imperial y muestran una clara división entre las regiones de Mesopotamia, Babilonia en el oriente, y Judea y Siria en el occidente.

En el oriente, los dialectos palmireano y arsácida se mezclaron con los lenguajes regionales, creando una mezcla entre el dialecto imperial y el regional. Posteriormente, el arsácida se convirtió en mandeo, el lenguaje ritual del mandeísmo. En el reino de Osroene, centrado en Edesa y fundado en 132 a. C., el dialecto regional se convirtió en el idioma oficial, el Sirio antiguo.

El arameo mesopotámico oriental floreció en el lado este del Tigris, con evidencia en Hatra, Assur y Tur Abdin. Taciano, el autor del "Diatesaron", era originario de Asiria y posiblemente escribió su trabajo en Mesopotamio Oriental y no en sirio antiguo o griego. En Babilonia, el dialecto regional utilizado por la comunidad judía era el babilonio antiguo judío, el cual se vio cada vez más influido por el arameo bíblico y el targúmico babilonio.

Arameo antiguo occidental tardío
Los dialectos regionales occidentales del arameo siguieron un curso similar a los del oriente, aunque son bastante distintos del arameo imperial y de los dialectos orientales. El arameo llegó a coexistir con los dialectos cananeos, desplazando eventualmente el fenicio en el siglo I a. C. y al hebreo en el siglo IV d. C.

La forma mejor atestiguada de arameo antiguo occidental tardío es la utilizada por la comunidad judía. Esta forma se conoce como palestino judío antiguo, siendo su forma más antigua el jordano oriental antiguo, que probablemente provino de la región de Cesarea de Filipo. Este es el dialecto en que se encuentra escrito el más antiguo manuscrito de Enoc (170 a. C.). La siguiente fase distintiva del idioma se conoce como judaico antiguo hacia el siglo II. Este lenguaje se puede encontrar en varias inscripciones y cartas personales, citas preservadas del Talmud y recibos de Qumrán. La primera edición de «La Guerra de los Judíos» de Flavio Josefo se escribió en judaico antiguo.

El jordano oriental antiguo siguió empleándose hacia el siglo I por comunidades paganas que habitaban al este del río Jordán, y se conoce también este dialecto como palestino pagano antiguo. Se escribía con una letra cursiva similar a la del sirio antiguo. Existe la posibilidad de que haya surgido un dialecto palestino cristiano antiguo a partir del pagano, el cual puede estar relacionado con una tendencia al arameo occidental encontrada en los evangelios sirios antiguos (véase Peshita).

Dialectos hablados en el tiempo de Jesús
En las vecindades de Israel ―además de los dialectos hebreos de Khumrán y de la Mishná (extensamente atestados en los manuscritos del Mar Muerto)―, en el tiempo de Jesús se hablaban siete dialectos del arameo occidental. Eran probablemente distintos aunque mutuamente inteligibles.

Dialectos arameos entre las lenguas semíticas de la antigüedad.
El judeo antiguo era el dialecto dominante de Jerusalén y Judea. En la región de Ein Gedi se hablaba el dialecto judeo suroriental. Samaria tenía su propio dialecto distintivo, el arameo samaritano en el que las consonantes he, jet y ayin se pronunciaban todas como álef.

El arameo galileo, el dialecto de la región natal de Jesús, es conocido únicamente por medio de unos cuantos topónimos, las influencias del galileo targúmico, alguna literatura rabínica y unas cuantas cartas privadas. Probablemente se caracterizaba por que los diptongos nunca se simplificaban a vocales sencillas.

Al este del Jordán se hablaban varios dialectos de jordano oriental. En la región de Damasco y las montañas de Antilíbano se hablaba el arameo damasceno, deducido a partir del arameo occidental moderno. Finalmente, al norte en Alepo, se hablaba el dialecto occidental arameo orontés.

Además del hebreo y el arameo, el griego se usaba en los centros urbanos, aunque los papeles exactos de estos lenguajes hablados son todavía motivo de debate. Se sugiere que el hebreo era un lenguaje local, el arameo un lenguaje internacional del Oriente Medio, y el griego el lenguaje administrativo del Imperio romano. Los tres lenguajes se influyeron mutuamente, en especial el hebreo y el arameo, dándose la incorporación de palabras hebreas en el arameo judío (sobre todo palabras religiosas). Inversamente, vocablos arameos ingresaron al hebreo.

De igual manera, la versión griega del Nuevo Testamento conserva a menudo semitismos no griegos, incluyendo transliteraciones de palabras semíticas:

Algunas de origen hebreo: la orden de Jesús Ephphatha, εφφαθα, una forma del imperativo hippataj, הִפָּתַח, «¡Sea abierto!»
Otras de origen arameo: la palabra Talitha, Ταλιθα, que puede representar el sustantivo Ţalyĕthā, טַלְיְתָא, «adolescente»​
Y otras que pueden ser tanto hebreas como arameas, como Rabbounei Ραββουνει que puede ser Ribboni, רִבּוֹנִי, «mi maestro» en ambos idiomas
La evidencia sugiere un ambiente lingüístico complejo, y es necesario ser cuidadoso cuando se analizan datos.

En 2004, la producción de la película La Pasión de Cristo hizo uso profuso de diálogos en arameo, especialmente reconstruido por William Fulco. A pesar de los esfuerzos, hablantes de arameo calificaron al idioma utilizado como forzado y poco familiar. Además el arameo usado en la película es arameo siríaco del siglo VII y VIII y no arameo palestino como el empleado en Judea en el siglo I.

Arameo medio
Se considera al siglo III como el límite cronológico entre el arameo antiguo y el arameo medio, ya que durante este siglo la naturaleza de varios lenguajes y dialectos arameos empieza a cambiar. Los descendientes del arameo imperial dejan de existir como lenguas vivas, y los lenguajes regionales del este y oeste comenzaron a producir nuevas literaturas. A diferencia de muchos de los dialectos del arameo antiguo, se conoce bastante acerca del vocabulario y la gramática del arameo medio.

Arameo oriental medio
Solamente dos de las lenguas arameas orientales continuaron existiendo en este período. Hacia el norte de la región, el siríaco antiguo se transformó en siríaco medio; mientras que al sur, el judío babilonio antiguo produjo el judío babilonio medio. Simultáneamente, el dialecto post-aqueménida arsácida se transformó en el precursor de la nueva lengua mandea.

Siríaco medio
El siríaco medio es el lenguaje clásico, litúrgico y literario de la Iglesia católica siria actual. Su apogeo acaeció entre los siglos IV y VI, comenzando con la traducción de la Biblia a este idioma, la Peshita y la prosa y poesía de Efrén de Siria. A diferencia de su predecesor, el siríaco medio es una lengua netamente cristiana, aunque con el tiempo se transformó en la lengua de aquellos que se oponían al dominio del liderazgo bizantino de la iglesia en Oriente. La actividad misionera condujo a la expansión del siríaco a través de Persia, India y China.

Abun dbashmayo
Arameo judío babilonio medio
El arameo judío babilonio medio se utilizó por escritores judíos en Babilonia entre los siglos IV y XI. Es identificado más comúnmente como la lengua del Talmud babilonio, completado en el siglo VII y la literatura postalmúdica, que son los productos literarios más importantes del judaísmo babilonio. Las fuentes epigráficas más importantes de este dialecto son los cientos de tazones mágicos arameos inscritos con caracteres judíos.

Mandeo
El mandeo es un dialecto hermano del arameo judío babilonio, aunque es tanto lingüística como culturalmente distinto. El mandeo clásico es la lengua en que se compuso la literatura religiosa mandea. Se caracteriza por una ortografía altamente fonética.

Arameo occidental medio
Los dialectos del arameo occidental antiguo continuaron con el palestino judío medio, arameo samaritano y palestino cristiano. De estos tres, solo el palestino judío medio continuó como lenguaje escrito. El judío medio, descendiente del judío antiguo, dejó de ser el dialecto dominante y era utilizado únicamente en el sur de Judea. De forma similar, el jordano oriental medio continuó como un dialecto menor derivado del jordano oriental antiguo.

Arameo palestino judío medio
En 135, después de la revuelta de Bar Cojva, muchos líderes judíos expulsados de Jerusalén se trasladaron a Galilea. El dialecto galileo emergió entonces de la oscuridad, y se transformó en el estándar de los judíos en occidente. Este dialecto era hablado no solamente en Galilea sino también en las áreas circundantes. En esta lengua se compuso el Talmud de Jerusalén, completado alrededor del siglo V, y los Midrásh, una serie de comentarios y enseñanzas bíblicas. El estándar moderno de la puntuación de las vocales en el hebreo bíblico (sistema tiberiano del siglo X) se encuentra muy probablemente basado en la pronunciación del dialecto galileo del palestino judío medio.

Arameo samaritano
El dialecto arameo de la comunidad samaritana se encuentra testimoniado por primera vez por una tradición documental que puede datarse hasta el siglo IV. Su pronunciación moderna se basa en la forma utilizada en el siglo X.

Arameo cristiano palestino
La lengua de los cristianos occidentales hablantes de arameo se evidencia desde el siglo VI, pero probablemente existía desde el siglo IV. El lenguaje en sí mismo proviene del palestino cristiano antiguo, pero sus convenciones de escritura se encontraban basadas en el sirio medio inicial y se encontraba fuertemente influido por el griego (El nombre de Jesús, en arameo Yeshu, se encuentra escrito como Yesûs en palestino cristiano).

Arameo moderno (neoarameo)
Hoy en día alguna de las lenguas arameas es hablada por más de cuatrocientas mil personas, entre ellos judíos, cristianos, musulmanes y mandeos que habitan en áreas remotas, preservando sus tradiciones por medio de imprentas y últimamente por medios electrónicos. Las lenguas arameas modernas se encuentran ahora más separadas entre sí que en cualquier otro momento en la historia, debido a la inestabilidad política de los últimos doscientos años en Oriente Medio que ha afectado a los hablantes de arameo moderno, produciendo una diáspora mundial. En el año de 1915, los cristianos hablantes de arameo que habitaban en el este de Turquía fueron objeto de persecuciones que marcaron el final del Imperio otomano. En 1948, el recién fundado Estado de Israel atrajo a la mayoría de los judíos hablantes de arameo. Sin embargo, esta migración ha causado que pequeños grupos de judíos hablantes de neoarameo se perdieran literalmente dentro de un mar de hablantes de hebreo moderno, lo que podría hacer inminente la extinción de muchos dialectos de arameo judío.

Arameo oriental moderno
El arameo oriental moderno existe como una gran variedad de dialectos y lenguas. Existe una diferencia significativa entre el arameo hablado por judíos, cristianos y mandeos. Dos de las variedades más importantes son el neoarameo asirio y el mandeo.

Las lenguas cristianas son muchas veces llamadas Siríaco Moderno, Siríaco Oriental Moderno o Neoarameo Oriental (llamadas también Sureth o Suret) y se encuentran profundamente influidas por la lengua litúrgica y literaria sirio medio. Sin embargo, estos dialectos también tienen raíces en numerosos dialectos locales principalmente orales, y no son descendientes directos del sirio medio. Los dialectos de este grupo no son mutuamente inteligibles.

El siríaco occidental moderno, también llamado neoarameo central está generalmente representado por el turoyo, la lengua de Tur Abdin. Una lengua emparentada, el mlahso se ha extinguido recientemente.

Las lenguas arameas judías modernas son actualmente habladas principalmente en Israel, y la mayoría se consideran en peligro de extinción. Los dialectos judíos provenientes de las comunidades que habitaron entre el lago Urmia y Mosul no son inteligibles. En algunos lugares como Urmia, los cristianos y los judíos hablan dialectos ininteligibles de arameo oriental moderno en el mismo lugar. En otros como Mosul, los dialectos de ambas religiones son similares y permiten conversación.

Algunos mandeos que habitan en la provincia de Khuzestán en Irán hablan mandeo moderno, que es muy distinto de cualquier otro dialecto arameo.

Arameo occidental moderno
Muy poco queda del arameo occidental. Aún se habla en el pueblo cristiano de Maalula en Siria, y en los pueblos musulmanes de Bakh'a y Jubb'adin, así como por algunas personas que emigraron de estos pueblos a Damasco y otras ciudades de Siria. Todos los hablantes de estos dialectos hablan también árabe, que es el idioma principal en estos pueblos. Corre serio peligro por no haber políticas de normalización y difusión.

Comparacion Lexica
Los numerales en diferentes variantes arameas modernas son:
GLOSANororientalTuroyoOccidentalPROTO-
ARAMEO
Arameo
asirio
BarzaniArameo
de Bohtan
CaldeoHertevinHulauláLishán
Didán
Lishana
Deni
Lishanid NoshanMandeoSenaya
'1'xaxaxaxaːʔhˁaxaxaxaʔxahədɔxaħa ħðoɑħħɑð*ħad
'2'trɛtretratreʔtertetretretreʔtretrentreːtreiθᵊr*tren
'3'tˤlaːθatˤlˤaːtˁlotatˁlaːθatˁlatatəlhˁatahatˁlˁaːhatˁlaˈhˁaklɔːθɔtˤlaːsˤatloθoeθlɑθ*tlāθa
'4'arˤpaʔaːrbaarbaʔarbaʔarbaʔarbaarbaʔarbaʔarbaɑɹbɔʔarbaarˤbˤoɑrpɑˤ*ʔarbāˤ
'5'xamʃaxamʃaxamʃaxamʃahˁamʃaxamʃaxamʃaxamʃaxamʃahɑmʃɔxamʃaħamʃoħɑmmeʃ*ħamʃa
'6'əʃtaʔəʃtaəʃtaʔəʃtaʔeʃtaʔəʃtaəʃtaʔəʃtaʔiʃtaʃɛttʰɔʔeʃtaəʃtoseθː*ʔəʃta~
*ʃetta
'7'ʃawwaʃuːwaʃawaʃoʔaʃoʔaʃoauʃwaʃøʔaʃoʔaʃʊwwɔʃowaʃawˤoeʃbɑˤ*ʃabˤa
'8'tmanyatmanyatmanyatmanyatmanyatmanyatmanyatmanyatmanyatʰəmɔːnɔtmenyatmənyoθmoːn*tmanya
'9'əʧːaʔəʧːaəʧːatəʃʔaʔeʧʔaʔəʧˁaəʧːaʔəʧˁaʔiʧˁaɛʧʧɔteʃʕatəʃˤoeŧʃɑˤ*teʃʕa~
*ʔətʃˤa*
'10'əʃraʔəʃˤrˤaəsˁraʔəsrˁaʔesˁaʔəsraaəsraʔəsˁrˁaʔisraæsrɔʕesˤraˤasrˤoeˤsɑr*ʕəsra
Descripción lingüística
Fonología
La reconstrucción de la fonología de los diferentes estadios del arameo es complicada debido a la escasez de datos respecto algunos aspectos, y que el sistema de escritura es sólo consonántico. Si bien de tanto en tanto se tienen transcripciones de términos arameos en akkadio, griego o demótico donde sí se señalan las vocales, esa evidencia es fragmentaria y difícil de interpretar. El inventario consonántico para el arameo arcaico se ha reconstruido como:
LabialCoronalDorsalGutural
Inter-
dental
Alveo-
dental
PalatalVelarUvularFaringalGlotal
Oclusivasordaptkʔ
sonorabdg
enfáticat ʼ <  >k ʼ < q >
Fricativasordaθ < š >sšħ <  >h
sonorað < z >zʕ
enfáticaθ ʼ <  >s ʼ <  >
Lateralsordaɬ < š >
sonoral
enfáticaɬ ʼ < q >
Sonorantewj < y >ʀ < r >
Nasal
En la tabla anterior sólo se indica un signo cuando el fonema y su transcripción usan la misma letra, y sólo cuando difieren se dan la transcripción usual. Nótese que cada uno de los grafemas < z, ṣ, q > se usa para transcribir dos fonemas diferentes, mientras que < š > transcribe tres fonemas diferentes, esto se debe a que en estadios más tardíos de arameo las distinciones fonémicas originales se perdieron. En cuanto al inventario vocálico más antiguo habría sido /i, ī, a, ā, u, ū/, idéntico al del protosemítico. Este sistema experimentó cambios notables en estadios posteriores:

arameo imperial, en este estadio se dieron los cambio /ɬ/ > /s/, /ɬʼ/ > /ʕ/ y /θ, ð, θʼ/ > /t, d, tʼ/. Estos cambios redujeron notablemente el número de consonantes dentales. Esos cambios se reflejaron en la escritura: así el fonema /ð/ escrito inicialmente < z > pasó a escribirse < d > y algo parecido sucedió con los fonemas que cambiaron.
arameo medio, /a/ > /i/ en sílabas cerradas, las /i, u/ tónicas pasaron a ser /e(ː), o(ː)/, en todos los dialectos /ai/ > /eː/ > /ei/ y /au/ > /oː/ > /ou/ (aunque estos cambios se dieron en momentos diferentes en cada dialecto, aunque todos acabaran experimentándolos). Además en la primera sílaba pretónica se pierden las vocales breves (aunque si se produce un grupo consonántico complicado la posición de la vocal queda marcada por [ə]). Además en esta época la cantidad vocálica deja de ser fonémicamente distintiva. En algunos dialectos, no todos, se dan además cambios como /ā/ > /ɔ/, /u/ átona > /ɔ/ en algunos contextos fonéticos, /i, a/ átonas > /ɛ/ en algunos contextos fonéticos. Así en los dialectos que experimentaron todos estos cambios el sistema vocálico pasó a ser heptavocálico /i, e, ɛ, a, ɔ, o, u/ (mientras que en uno donde los últimos cambios no ocurrieron quedaría como pentavocálico /i, e, a, o, u/.
arameo tardío, en este estadio existían diversos sistemas vocálicos, o como mínimo sistemas de diacríticos para denotar los vocales, estos sistemas dependían de los diferentes dialectos distinguiéndose el arameo tiberiano, el arameo babilonio, el arameo nestoriano y el arameo jacobita.

Alfabeto paleohebreo
El "alfabeto" paleohebreo es una rama del alfabeto semítico antiguo abyad y relacionado cercanamente al alfabeto fenicio. Se remonta al siglo X a. C. o antes. Fue empleada como escritura del idioma hebreo por los Israelitas, quienes más tarde se dividirían en los judíos y samaritanos. Los judíos reemplazaron el "alfabeto" paleohebreo por el hebreo cuadrado. Los Samaritanos, que ahora suman menos de mil personas, siguen utilizando un derivado del "alfabeto" paleohebreo, conocido como el alfabeto samaritano.

Letras
Letra hebreaLetra paleohebreaNombre en español
א’Á·lef
בBehthBeth
גGuí·melGuí·mel
דDá·lethDá·leth
הHe’He’
וWawWaw
זZá·yinZá·yin
חJehthJehth
טTehthTehth
יYohdhYohdh
כ/ךKafKaf
לLá·medhLámed
מ/םMemMem
נ/ןNunNun
סSá·mekjSá·mekj
ע‛Á·yin‛Á·yin
פ/ףPe’Pe’
צ/ץTsa·dhéhTsa·dhéh
קQohfQohf
רRehschRehsch
שSchinSchin
תTawTaw
Origen
La inscripción más antigua que se conoce del alfabeto paleohebreo fue descubierta en la piedra de la pared en Tel Zayit, en el Valle Beth Guvrin en las tierras bajas de la antigua Judea. Las 22 letras fueron talladas en un lado de la piedra de 38 lb (17 kg). La siguiente sería el calendario de Gézer fechado a finales del siglo X a. C. La escritura del calendario Gézer tiene gran parecido a las semejantes inscripciones fenicias contemporáneos de Biblos. Son visibles claras características hebreas en la escritura de las inscripciones moabitas de la Estela Mesa. Las inscripciones hebreas del siglo VIII presentan muchos rasgos específicos y exclusivos, lo que lleva a la conclusión de los eruditos modernos de que ya en el siglo X a. C. el alfabeto paleohebreo ya se utilizaba por amplios círculos de escribas. A pesar que solo se han encontrado unas cuantas inscripciones hebreas del siglo X, la cantidad de material epigráfico a partir del siglo VIII muestra la extensión gradual de la alfabetización entre la gente del Reino de Israel y el Reino de Judá.

En 1855 se encontró una inscripción fenicia de veintidós líneas entre las ruinas de Sidón. Cada línea contenía cerca de cuarenta o cincuenta caracteres. Se publicó una copia facsímile de la escritura en la United States Magazine (Revista de Estados Unidos) en julio de 1855. La inscripción estaba en la tapa de una piedra grande, sarcófago tallada en un estilo egipcio muy fino. La escritura era sobre todo una historia genealógica de un rey de Sidón enterrado en el sarcófago. Estaba en idioma hebreo a excepción de unas pocas palabras.

Desarrollo posterior
La escritura hebrea independiente evolucionó desarrollando numerosas características cursivas, las características lapidarias del alfabeto fenicio comenzaron a ser cada vez menos pronunciadas con el paso del tiempo.

Disminución del uso
Después de la captura de Babilonia de Judea, cuando la mayoría de los nobles fueron llevados al exilio, el alfabeto paleohebreo continuó siendo utilizado por las personas que se quedaron. Un ejemplo de tales escritos son el tarro siglo VI a. C. de Gabaón, en la que los nombres de los viticultores se inscribieron. A partir del siglo V a. C., en adelante, cuando el idioma arameo, y la escritura se introdujo en un medio de la comunicación oficial, el alfabeto paleohebreo fue preservado principalmente para escribir el Tanaj por un grupo de escribas eruditos. Algunos fragmentos paleohebreos de la Torá fueron encontrados entre los Rollos del Mar Muerto en los manuscritos: 4Q12, 6Q1: Génesis. 4Q22: Éxodo. 1Q3, 2Q5, 4T11, 4Q45, 4Q46, 6Q2: Levítico. La gran mayoría de las monedas asmoneas, así como las monedas de la Primera Guerra Judeo-Romana y la revuelta de Bar Kojba, llevó al paleohebreo a ser leyenda. El alfabeto paleohebreo cayó completamente fuera de uso sólo después de 135 d. C..

Uso del paleohebreo por los samaritanos
En algún momento en los siglos I II a.C. el alfabeto samaritano comenzó a apartarse del judío. A diferencia de los judíos, los samaritanos han continuado utilizando esta escritura para la escritura de ambos textos hebreos y arameos hasta el día presente. Una comparación de las inscripciones samaritanas más antiguas, las medievales y los manuscritos modernos claramente indican que la escritura samaritana es una escritura estática que se utilizó principalmente para libros.

De acuerdo con el Talmud de Babilonia
Los sabios del Talmud no compartían una postura uniforme sobre el tema del Paleo-Hebreo. Algunos afirmaron que el Paleo-Hebreo fue el guión original utilizado por los israelitas en la época del Éxodo,​ mientras que otros creían que Paleo-Hebreo simplemente sirvió como un recurso provisional, en un momento en que el guión original (la escritura asiria) se perdió.​ De acuerdo con ambas opiniones, Esdras el Escriba (c. 500 a. C.) introdujo o reintrodujo la escritura asiria para ser utilizado como el alfabeto primario para el idioma hebreo.​ Los argumentos dados para ambas opiniones tienen sus raíces en la tradición judía escrita y/o la tradición oral.

Una tercera opinión​ en el Talmud afirma que el guión no cambió por completo. Parecería que el sabio que expresó esa opinión no creía que el Paleo-Hebreo alguna vez existió, a pesar de los sólidos argumentos que lo apoyan. Su posición se basa en un versículo bíblico,​ lo que hace referencia a la forma de la letra "vav". El sabio sostiene además que, dada la orden para copiar un rollo de la Torá directamente de otro, la secuencia de comandos no pudo concebiblemente haber sido modificado en ningún punto. Esta tercera opinión fue aceptada por los primeros eruditos judíos.​ Este argumento, sin embargo, también es débil porque se le permitió escribir la Torá al griego.

Uso actual en las bíblias con el nombre sagrado
La escritura en paleohebreo recientemente ha sido revivida para un uso específico en varias Biblias con el Nombre Sagrado: se incluye la Zikarown Say’fer, La Besorah y las Halleluyah Scriptures. Esas traducciones utilizan para ellas el Tetragrámaton y otros nombres divinos, incorporando esos nombres escritos en esta escritura en medio del texto inglés.

Idioma Hebreo
El hebreo (en hebreo: עִבְרִית, rom.: ʿivrit, pron.: [ʔivˈʁit] o [ʕivˈɾit]) es una lengua semítica de la familia afroasiática hablada, escrita y leída por más de seis millones de personas en Israel y por las comunidades judías de la Diáspora, que comprenden más de 80 países.3​ Desde la Antigüedad, el hebreo es la lengua escrita, litúrgica y de oración empleada por el judaísmo, donde funciona como lengua sacra; consecuentemente allí se la denomina לשון הקודש (lashon ha-Kodesh, ‘lengua de lo sagrado’).3​ Según la tradición israelita, el hebreo es la lengua escogida por Dios para transmitir su mensaje a la humanidad, de ahí que se la suela denominar lashon ha-Kodesh.3​

Desde la Antigüedad, y más allá de haber sido o no permanentemente hablada a lo largo de sus más de tres milenios de existencia, el hebreo se mantiene e incluso renueva como un importante elemento común y de cohesión en lo que concierne a las diferentes comunidades judías, ya se encuentren en Israel o fuera de dicho país. El idioma hebreo es, junto con el árabe, idioma oficial del Estado de Israel.

Filiacion Linguistica
El hebreo pertenece al grupo noroccidental de las lenguas semíticas y al subgrupo cananeo. Dicho subgrupo incluye también al fenicio-púnico, al moabita y al amonita. Al otro subgrupo de las lenguas semíticas noroccidentales pertenece el arameo, cuyas similaridades con el hebreo y el fenicio son sumamente evidentes. Posiblemente algunas variedades de fenicio y algunas de hebreo fueran mutuamente inteligibles en un alto grado.

La palabra hebreo (ivrît) no fue usada en la lengua hasta el período asirio. En la Biblia se menciona «la lengua de Canaán» en Isaías 19:18.6​ Pero en II Reyes 18: 26, 28 hay una referencia específica a la lengua hebrea durante el período asirio. El Libro de Nehemías, por otra parte, recuerda que los jerosolimitanos hablaban yehûdît (la lengua de Judea, literalmente idioma «judeo»). El Libro de Isaías y el Segundo Libro de Crónicas se refieren al hebreo como «la lengua de Judá».

La similitud entre el hebreo bíblico y el fenicio, así como también de algunas palabras cananeas que aparecen en las cartas de Amarna desde el siglo XIV a. C., demuestra que la lengua de los israelitas no difería mucho de la de los cananeos. Varias características son comunes al hebreo y el cananeo. Las palabras en Deuteronomio 26:5, «un arameo a punto de perecer fue mi padre» acaso sugieran que algunos ancestros de los israelitas hablaban arameo y que luego adoptaron la lengua de los cananeos, a la que más tarde se conocería como hebreo.10​ Sin embargo, no está claro si ese pasaje transmite información sobre historia lingüística.

Con todo, las afinidades del hebreo con la lengua cananea podrían ser explicadas sobre la hipótesis de que los israelitas y sus ancestros ya hablaban una lengua fuertemente relacionada con aquella de los cananeos.​

Historia
El hebreo es una lengua con treinta y tres siglos de historia escrita. La tradición hebraica remonta sus raíces a la Torá y la época de Moisés. En un período de tamaña extensión, la lengua ha sufrido diversos procesos de cambio lingüístico, existiendo diferencias entre el hebreo antiguo y el hebreo moderno: ambas lenguas están emparentadas, si bien a veces difieren en pronunciación, gramática y léxico.

Clasificaciones según etapas históricas
Considerando los períodos en que la lengua hebrea se establece una diferencia entre el antiguo hebreo hablado en la Antigüedad y, el hebreo moderno, la forma de lengua usada tras su renacimiento en los tiempos modernos. En muchas cuestiones las dos formas difieren notablemente, en particular el hebreo moderno cuenta con numerosos neologismos asociados a fenómenos modernos, y objetos desconocidos en la antigüedad. Además las dos lenguas difieren notablemente en su fonología, ya que la lengua moderna renació principalmente entre hablantes de lenguas europeas que no poseían algunos de los sonidos específicos del hebreo antiguo y que se perdieron en la forma estandarizada de hebreo moderno.

Existe una clasificación adicional que establece una distinción entre los tres períodos históricos de mayor importancia para el idioma hebreo pre-moderno: Hebreo antiguo - Hebreo bíblico o clásico. - Hebreo mishnáico. - Hebreo medieval. - Hebreo moderno

Hebreos Antiguo
En la estela de Tel Dan, escrita en hebreo a mediados del siglo VIII a. C., conmemora las victorias del rey sirio Hazael sobre Joram, hijo de Acab, rey de Israel, y sobre Ocozías hijo de Joram rey de Judá, de la dinastía de David. Es la mención escrita más antigua respecto a esta dinastía. Dado que el hebreo antiguo fue usado durante un lapso de casi 14 siglos en ese período la lengua sufrió cambios por lo que el hebreo más antiguo difiere en ciertos aspectos del hebreo más tardío, una periodificación aproximada del antiguo hebreo es la siguiente:

Hebreo bíblico arcaico, del siglo X a. C. al siglo VI a. C. correspondiéndose con el período monárquico hasta el exilio en Babilonia.
Hebreo bíblico tardío, del siglo V a. C. al siglo III a. C. que corresponde con la dominación persa.
Hebreo de los rollos del Mar Muerto, testimoniado entre los siglos III a. C. y el siglo I correspondiéndose con el período helenístico y romano anterior a la destrucción del templo de Jerusalén. Es el estadio de la lengua usada en los manuscritos del Mar Muerto (Qumrán).
Hebreo de la Mishná, testimoniado entre los siglos I y III-IV.
El hebreo dejó de hablarse alrededor del siglo IV, aunque siguió utilizándose en la literatura y, sobre todo, en la liturgia y con propósitos académicos. En Palestina fue sustituido como lengua hablada principalmente por el arameo. En cuanto a la diáspora judía, sus lenguas comunes han sido históricamente sobre todo dos: el yídish entre los judíos llamados asquenazíes (centro y este de Europa) y el ladino o judeoespañol entre los llamados sefardíes, procedentes de la península ibérica.

Hebreo moderno
El hebreo como lengua hablada fue recuperado por el sionismo a finales del siglo XIX, gracias al trabajo de, entre otros, Eliezer Ben Yehuda, para servir de lengua nacional al futuro Estado judío.

Como en un principio, la mayoría de hablantes de hebreo moderno tenían antepasados europeos, y durante siglos el hebreo fue una lengua de uso litúrgico y académico, y era una lengua muerta de tipo litúrgico, el renacimiento del hebreo como lengua materna de una comunidad fue acompañado de una notable influencia de tipo sustrato de las lenguas europeas. En particular las faringales, y algunas fricativas se han perdido. También en gramática el uso de la lengua como lengua vehicular en Israel ha hecho surgir nuevos usos no presentes en el hebreo bíblico. Sin embargo, las olas de refugiados judíos, expulsados de los países árabes a partir de 1948, en números que igualaron y, con el tiempo, sus descendientes, superaron en número a los de origen europeo, se reivindicó, en cierta medida, la pronunciación tradicional.

Fuentes
La Biblia es la principal fuente para el hebreo clásico y dicha lengua se usa también en varias inscripciones de la Antigüedad.15​ Entre las inscripciones célebres figuran aquellas del Calendario de Gézer (siglo X a. C.), una lista de meses definidos por el trabajo agrícola característico realizado en ellos; las inscripciones Kuntillet 'Ajrud y Khirbe el-Qom (de finales del siglo IX o principios del VIII a. C.), que mencionan a Yahveh y a su Asherah; los Ostraka de Samaria (siglo VIII a. C.) recoge pagos de vino, aceite, etc.; la inscripción del túnel de Siloé (finales del siglo VIII a. C.), encontrada en el túnel construido por Ezequías bajo la ciudad de David para llevar agua del manantial de Gihon hasta la Reserva de Siloam; las inscripciones en las Ostraka de Lachish (principios del siglo VI a. C.) con mensajes militares antes de la invasión babilónica; el Ostracon de Arad (del mismo periodo) recogiendo las provisiones suministradas a los soldados; y la Estela de Mesha (c. 830 a. C.), en la que el rey moabita Mesha se jacta de sus victorias sobre los israelitas, con contenidos redactados en lenguaje prácticamente idéntico al hebreo bíblico.

Aspectos dialectales históricos
El hebreo antiguo no era una lengua completamente homogénea. Es bien conocido que había diferencias dialectales entre los israelitas. Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Jueces 12, 5-6». Biblia versión Reina-Valera. recoge que los fugitivos efraimitas eran incapaces de decir "*shibboleth" y en cambio decían "sibboleth" y por eso delataban su origen a sus enemigos galaaditas.

La Biblia hebrea fue transmitida por la gente en Judá, pero restos de otro dialecto -presumiblemente septentrional- han sido preservados en la Biblia. El cántico de Débora (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Jueces 5». Biblia versión Reina-Valera, que parece ser de origen septentrional, usa el masculino plural acabado en -în en el v.10 y la partícula relativa sa- en el v.7, donde el dialecto de Judá habría usado -îm y aser, respectivamente. Hubo otras diferencias entre el hebreo del norte y del sur, como en la segunda persona del singular femenino del pronombre y en el sufijo pronominal. Un relato como el de II Reyes (en el que el profeta del norte Elisha aparece)​ ha retenido también algo de su dialecto septentrional. Luego, algunas inscripciones septentrionales muestran diferencias dialectales. Por ejemplo, la palabra de la Biblia hebrea para casa es bayit, pero las inscripciones norteñas tienen bt, que refleja probablemente una pronunciación [bet], y "año" es st en contraste con el sureño snh. El libro de Oseas contiene muchas dificultades lingüísticas y textuales, y algunas de ellas pueden quizá ser explicadas como resultado del dialecto norteño del profeta.

Evolucion Historica
El hebreo cambió con el paso del tiempo. La lengua del libro de las Crónicas, por ejemplo, es diferente del de Reyes. El arameo se convirtió en la lengua dominante en la región Siro-Palestina e influyó al hebreo y, finalmente, lo desplazó en algunas áreas. Nehemías 13.24 se queja de que algunos niños de matrimonios mixtos ya no podrían hablar la lengua de Judá sino que hablaban "la lengua de Ashdod". Es posible que esto se refiera no a un vestigio de la lengua filistea (aunque esto es algo que no debe ser descartado) sino al arameo.

La lengua del Eclesiastés difiere marcadamente de la de los textos del preexilio, y las peculiaridades lingüísticas de la Canción de Salomón son con frecuencia atribuidas a una fecha tardía. Alguna gente, sin embargo, podría todavía escribir en el estilo primitivo, como se puede ver en el juicio de Jesús ben Sira, escrito alrededor del 180 a. C. y en el parcial escrito de Qumrán. Con todo, tales ensayos de composición en hebreo clásico fueron intentos de arcaización. El prólogo a la traducción griega de Sirach también contiene el uso primitivo del término hebreo para la lengua del antiguo Israel.

La escritura rabínica de los primeros siglos de la era común usa una forma del hebreo que es usualmente conocida como hebreo misnaico (de la colección de tratados legales conocida como Misná, de ca. 200). Fue entonces generalmente creído que esta lengua nunca había sido usada por la gente común sino que fue una lengua erudita creada bajo la influencia del arameo. Ahora es generalmente reconocido que los rabís no confeccionaron una lengua erudita sino que usaron una forma del hebreo que se desarrolló en los últimos siglos a.C. Esta conclusión emerge desde un estudio de la naturaleza de la lengua y de las referencias en los textos rabínicos hasta su uso por la gente ordinaria, y este uso vernáculo sin duda deja entrever su presencia en el trasfondo de los rollos Copper de Qumrán y en algunas cartas de la Segunda Revuelta Judía (132-135).

Aunque el hebreo se usó en Judá en el primer siglo como vernáculo, también se hablaron el arameo y el griego, y hay evidencias de que el arameo fue dominante al norte de Galilea. Jesús vino de Galilea y, probablemente, habló arameo. Algunas de sus palabras citadas en los Evangelios están en arameo, aunque algunas (tales como "*abba" y "ephphatta") puedan ser tanto hebreo como arameo. No es improbable que también hablase hebreo, especialmente en sus visitas a Judea. Algunos estudios (ver enlaces externos) indican que lo más probable es que Jesús hablara hebreo con "acento de Galilea".

Varios versículos en el Nuevo Testamento parecen, a primera vista, referirse a la lengua hebrea, y la palabra griega traducida como Hebreo (hebraisti) se refiere a esa lengua en Apocalipsis 9,11; 10,16. Pero también se usan del arameo palabras tales como Gabbatha en Golgotha en Juan 19,13-17 y ello, probablemente, denota una lengua semítica (distinta del griego) hablada por los judíos, incluyendo tanto al hebreo como al arameo, más que referirse al hebreo en distinción del arameo. Igualmente, la expresión aramea Akeldema se dice en Hechos 1.19 en "su lengua", o sea, la lengua de la gente de Jerusalén.

Algún tiempo después de la Segunda Revuelta Judía, el hebreo murió como lengua vernácula en Palestina, probablemente a finales del siglo II o III. Sin embargo, siguió siendo usada por los judíos como una lengua religiosa, erudita y literaria, y también es hablado en ciertas circunstancias. Fue revivida como vernácula sólo a fines del siglo XIX, y hoy es la lengua viva del estado de Israel.

Escritura
La lengua hebrea se escribe de derecha a izquierda con un alfabeto de veintidós letras. Originalmente, denotaban sólo consonantes, pero la V ו, Y י y la H ה también se usan para representar ciertas vocales largas y vocales al final de palabra (V = /u/; Y = /i/; H = /a/, /o/ y /e/; V é Y fueron usadas más tarde para /o/ y /e/, respectivamente) hasta, al menos, el siglo X a. C. y V é Y en el interior de palabra hasta el siglo IX. Estas consonantes auxiliares, escritas para denotar vocales, se emplean también en otras lenguas semíticas, y se denominan nikud (puntos).

En los textos procedentes de Qumrán y en escritos tardíos, las letras se usaron con más profusión para representar las vocales. El sistema completo de representación de vocales, añadiendo puntos a las consonantes, se desarrolló mucho más tarde, entre los siglos V y X.

El actual sistema de vocalización reproduce, entonces, la pronunciación corriente de unos mil años después del final del periodo bíblico, aunque sin duda está basado en las primeras tradiciones de lectura de la Biblia.

Fonología
Esta sección hace una descripción del hebreo moderno, que difiere en un cierto número de aspectos del hebreo antiguo o bíblico. En la pronunciación el hebreo moderno presenta una reducción del número de consonantes.

Vocales
El inventario vocálico del hebreo moderno es:
AnteriorCentralPosterior
Cerradaiu
Mediaeo
Abiertaa
Este inventario difiere notablemente del de hebreo antiguo que constaba de más elementos.

Consonantes
El inventario consonántico del hebreo moderno viene dado por:
LabialCoronalDorsalGlotal
Oclusiva simplep, bt, dk, gʔ
Africada simpleʦ
Fricativaf, vs, z; ʃχ, ʁh
Aproximantelj
Nasalmn
Gramatica
En la gramática presenta un acercamiento a la sintaxis de las lenguas europeas, así como una importante cantidad de préstamos léxicos procedentes de estas lenguas.

Desde el punto de vista tipológico el hebreo es una lengua sintética con un alto grado de fusión. En cuanto al orden básico el hebreo tienen SVO y usa preposiciones, con tendencia a ser núcleo inicial. Un alineamiento morfosintáctico de tipo nominativo-acusativo.

Hebreo y Español
Las coincidencias entre el español y el hebreo antiguo son escasas, mientras que las existentes entre el español y el hebreo moderno son más numerosas. La razón de esto es que la lengua antigua tenía una exigua influencia de las lenguas origen del español, el latín y el griego, mientras que el hebreo moderno ha adoptado numerosos préstamos de ambos idiomas. Además, la adopción por el Estado de Israel de la norma de pronunciación sefardí (frente a la asquenazí) supuso que la pronunciación moderna del hebreo sea casi igual a la de los judíos expulsados de España en 1492, y naturalmente próxima a la del español. Un ejemplo de ambas similitudes serían los nombres hebreos de numerosas ciencias: ביולוגיה (byológuia), גאוגרפיה (gueográfia), היסטוריה (história), etc.

Entre las coincidencias está la presencia de dos géneros gramaticales (masculino y femenino) así como la relativa libertad del orden sintáctico en las frases. El orden SVO y el uso de preposiciones, así como una morfología nominal más o menos sencilla junto a una morfología verbal más compleja y de tipo fusionante.
Entre las diferencias entre el hebreo antiguo (junto con otras lenguas semíticas) y el español están la presencia en el primero de las consonantes guturales ʕayin y het; las consonantes enfáticas tet, tsadik y kuf (tipos de /t/, /s/ y /k/); la sibilante sin (probablemente, la misma que hay en dialectos sur-arábigos modernos) junto con samej (/s/) y sin (/s/). En el hebreo moderno, sin embargo, tales consonantes se pronuncian con sonidos exactamente iguales que en el español:

- ʕayin no se pronuncia - het como j /x/ - tet como t /t/ - tsadik como ts /ts/ - kuf como 'c, q /k/ - sin como s /s/ - samej como s /s/

Otras diferencias son el uso de la forma dual para ciertas formas de algunos nombres que aparencen en parejas (ej. ojos, orejas, pies); el hecho de que muchas palabras deriven de raíces de tres consonantes; y un sistema verbal en el que el uso de ciertas vocales y consonantes denota diferencias en el significado (ej. katab "él escribió"; niktab "eso fue escrito"; hiktîb "él hizo escribir") y en el que hay dos formas, las llamadas perfecto e imperfecto, que fueron usadas en los últimos tiempos para denotar el pasado y el futuro, pero que habían sido empleadas en los primeros tiempos de forma que todavía se debate. Las escasas similitudes semánticas entre ambas lenguas se deben, además de la influencia latina y griega sobre el hebreo moderno, a la influencia del árabe sobre el español, que introdujo palabras semíticas similares en algunos casos al hebreo: לימון limón (limón). Existen además préstamos directos del hebreo bíblico al español, como 'aleluya', 'amén' o 'mesías', así como gran cantidad de nombres de pila como Juan, José, María, Jesús, Ana, Manuel, Santiago, etc.

El Alfabeto Hebreo
El alefato o alfabeto hebreo,​ algunas veces denominado mediante su forma hebrea álef-bet​ (אָלֶף-בֵּית), es la serie formada por las consonantes hebreas. Está compuesto por 22 caracteres, de los cuales cinco tienen una grafía distinta al final de las palabras. Se utiliza para escribir el idioma hebreo, el yidish y, en menor medida, el judeoespañol.

El álef-bet es propia y originalmente un abyad, es decir, sólo contiene caracteres consonánticos. La puntuación diacrítica de los masoretas se utiliza únicamente como una ayuda en el aprendizaje del idioma, puesto que originalmente el idioma hebreo —tanto moderno como antiguo— no la utiliza, es el lector quien la provee. El hebreo arcaico se empleó desde su creación hasta los patriarcas. El hebreo antiguo aparece en la época de los Reyes (Saúl, David, Salomón, etc.), y el hebreo cuadrado o moderno aparece por primera vez en el siglo III a. C.

Es la manera más común de escritura en hebreo, incluso en la prensa escrita y la prosa. A su vez, como en español, hay diferentes estilos de letras: de molde, imprenta y estilo cursivo o manuscrito. A continuación se muestran las 22 letras que forman el Álef-Bet, incluyendo las cinco letras de uso exclusivo al final de las palabras llamadas "sofit", así como las letras con puntuación:
Letraא אב בג גד דה הו וז זח חט טי יכ כ
NombresAlef (אל"ף)Bet(בי"ת)Guímel(גימ"ל)Dálet(דל"ת)Hei(ה"א)Vav (ו"ו)Zayn(זי"ן)Jet(חי"ת)Tet (טי"ת)Yod (יו"ד)Kaf(כ"ף)
Pronunciación/ʔ//b/, /v//g/, /ʤ//d/, /ð//h//v/, /β/, /o:/, /u:/, /w//z/, /ʒ//χ/, /ħ//t//j/, /i/, /y//k/, /x/
Letraל למ מנ נס סע עפ פצ צק קר רש שת ת
NombresLámed(למ"ד)Mem(מ"ם)Nun (נו"ן)Sámej(סמ"ך)Ayin(עי"ן)Pei (פ"א)Tzadi(צד"י)Qof(קו"ף)Resh(רי"ש)Shin(שי"ן)Tav(ת"ו)
Pronunciación/l//m//n//s//ʕ//p/, /ʔ/, /f/, /β//vvʦ/, /tʃ//k//ʁ//ʃ/, /s//t/, /θ/
Letras Sofit
Existen 5 letras hebreas que son reemplazadas gráficamente por otras con igual sonido y nombre cuando aparecen al final de una palabra, llamadas sofit. La palabra kamnafetz sirve para recordar los nombres de las cinco letras sofit existentes.
Letraךםןףץ
NombresKaf Sofit (כ"ף סופית)Mem Sofit (מ"ם סופית)Nun Sofit (נו"ן סופית)Pei Sofit (פ"א סופית)Tzadi Sofit (צד"י סופית)
Pronunciación/χ//m//n//p/, /ʔ/, /f/, /β//ʦ/, /tʃ/
Alfabeto con puntuación
Se utiliza principalmente como método de enseñanza del idioma hebreo y en poesía. Se emplea siempre al escribir en yidis.
Letraאבּבגגּג׳דדּד׳הווּוֹוו) , ו׳)זז׳חטי
NombresAlef(אל"ף)Bet, Vet(בי"ת)Guímel (גימ"ל)Dálet (דל"ת)He(ה"א)Waw (ו"ו)Zain (זי"ן)Jet(חי"ת)Tet(טי"ת)Yod(יו"ד)
Pronunciación/ʔ//b//v//g//ʤ//d//ð//h/ o /ʔ//v/ o /β//uː//oː//w//z//ʒ//x//t//j/ o /y/
Letraיִכּכלמנסעפּפצצ׳קרשׁשׂתּתת׳
NombresYod(יו"ד)Kaf (כ"ף)Lámed(למ"ד)Mem(מ"ם)Nun(נו"ן)Samekh(סמ"ך)Ayn(עי"ן)Pei (פ"א)Tzadi (צד"י)Kuf(קו"ף)Resh (רי"ש)Shin (שי"ן)Taf (ת"ו)
Pronunciación/i//k//χ//l//m//n//s//ħ//p/ o /ʔ//f/ o /β//ʦ//tʃ//k//ʁ//ʃ//s//t//θ/
Letras sofit
Letraךךּםןףץץ׳
NombresKaf Sofit (כ"ף סופית)Mem Sofit (מ"ם סופית)Nun Sofit (נו"ן סופית)Pei Sofit (פ"א סופית)Tsadi Sofit (צד"י סופית)
Pronunciación/k//χ//m//n//f/, /β//ʦ//tʃ/
Distintas formas de letra cursiva
Hebreo cursivoEs una manera más fácil de escribir hebreo. Equivale a nuestra letra cursiva.
Hebreo cursivoHebrew letter Alef handwriting.svgHebrew letter Bet handwriting.svgHebrew letter Gimel handwriting.svgHebrew letter Daled handwriting.svgHebrew letter He handwriting.svgHebrew letter Vav handwriting.svgHebrew letter Zayin handwriting.svgHebrew letter Het handwriting.svgHebrew letter Tet handwriting.svgHebrew letter Yud handwriting.svgHebrew letter Kaf-final handwriting.svgHebrew letter Kaf handwriting.svg
Hebreoאבגדהוזחטיכך
Hebreo cursivaHebrew letter Lamed handwriting.svgHebrew letter Mem-final handwriting.svgHebrew letter Mem handwriting.svgHebrew letter Nun-final handwriting.svgHebrew letter Nun handwriting.svgHebrew letter Samekh handwriting.svgHebrew letter Ayin handwriting.svgHebrew letter Pe-final handwriting.svgHebrew letter Pe handwriting.svgHebrew letter Tsadik-final handwriting.svgHebrew letter Tsadik handwriting.svgHebrew letter Kuf handwriting.svgHebrew letter Resh handwriting.svgHebrew letter Shin handwriting.svgHebrew letter Taf handwriting.svg
Hebreoלמםנןסעפףצץקרשת
Hebreo RashiEs un hebreo semicursivo.
Hebreo cursivoHebrew letter Alef Rashi.pngHebrew letter Bet Rashi.pngHebrew letter Gimel Rashi.pngHebrew letter Daled Rashi.pngHebrew letter He Rashi.pngHebrew letter Vav Rashi.pngHebrew letter Zayin Rashi.pngHebrew letter Het Rashi.pngHebrew letter Tet Rashi.pngHebrew letter Yud Rashi.pngHebrew letter Kaf-final Rashi.pngHebrew letter Kaf-nonfinal Rashi.png
Hebreoאבגדהוזחטיכ ך
Hebreo cursivoHebrew letter Lamed Rashi.pngHebrew letter Mem-final Rashi.pngHebrew letter Mem-nonfinal Rashi.pngHebrew letter Nun-final Rashi.pngHebrew letter Nun-nonfinal Rashi.pngHebrew letter Samekh Rashi.pngHebrew letter Ayin Rashi.pngHebrew letter Pe-final Rashi.pngHebrew letter Pe-nonfinal Rashi.pngHebrew letter Tsadik-final Rashi.pngHebrew letter Tsadik-nonfinal Rashi.pngHebrew letter Kuf Rashi.pngHebrew letter Resh Rashi.pngHebrew letter Shin Rashi.pngHebrew letter Taf Rashi.png
Hebreoלמ םנ ןסעפ ףצ ץקרשת
Signos de puntuación (Niqud)
SímboloNombreAFITransliteraciónUnicode
ְsheva[e̞], Øə, e, ', ningunaU+05B0
ִhiriq[i]iU+05B4
ֵzeire[e̞]eU+05B5
ֶsegol[e̞]eU+05B6
ַpataj[a]aU+05B7
ָkamatz[a]aU+05B8
ֹholam[o̞]oU+05B9
ֹdages[o̞]oU+05B9
ּdagesh[b], [g], [d], [k], [p], [t]b, g, d, k, p, tU+05BC
ּmapiq[h]hU+05BC
ֻkubutz[u]uU+05BB
ֿrafeEste símbolo es utilizado en el hebreo biblíco y también en yiddish. Sirve para distinguir פּ [p] de פֿ [f]; también para indicar silencio en una letra como en ה o א.U+05BF
ׂpunto de Shin[ʃ]shU+05C1
ׁpunto de Sin[s]sU+05C2
Numeración hebrea
En el hebreo todas las letras tienen a su vez un valor numérico, como se aprecia en la siguiente tabla:
Letra
Valor
LetraValorLetra
Valor
א1י10ק100
ב2כ20ר200
ג3ל30ש300
ד4מ40ת400
ה5נ50ך500
ו6ס60ם600
ז7ע70ן700
ח8פ80ף800
ט9צ90ץ900

Griego Helenistico
La koiné (en griego ἡ κοινὴ γλῶσσα hē koinḕ glṓssa, 'lengua común', o, más frecuentemente, ἡ κοινὴ διάλεκτος hē koinē diálektos, 'habla común')1​ fue una variedad de la lengua griega utilizada en el mundo helenístico, es decir, en el periodo subsiguiente a las conquistas de Alejandro Magno. A esta variedad también se le ha llamado a veces griego helenístico.

Historia
Esta lengua conforma una unión territorial importante, ya que podía ser utilizada en lugares tan dispares que abarcan desde Roma hasta Egipto, e incluso algunos enclaves en India, conviviendo con lenguas autóctonas como el arameo en Siria, el copto en Egipto o con el latín, esta última la lengua de los militares y funcionarios en Occidente.

En la koiné, el ático constituye el elemento base, con ciertas influencias de otros elementos como el jónico en la forma y construcción de la frase.

Se distinguen distintos tipos de koiné, entre ellos la koiné egipcia, conocida gracias a los papiros de la Biblia de los Setenta y la koiné literaria, en escritores como Polibio.

La lengua del Nuevo Testamento también es la koiné, con una importante aportación de préstamos léxicos de las lenguas semíticas (el arameo y el hebreo, básicamente).

Descripción lingüística
Las diferencias principales entre el griego clásico y el griego helenístico o koiné son básicamente de pronunciación, más que gramaticales. Si bien es cierto que el paso del griego clásico ha supuesto una "simplificación morfológica", reflejada eliminación del número de formas flexivas diferentes de cada palabra (en griego clásico un verbo regular con todas sus voces, tiempos y modos tenía en torno a más de un centenar de formas, en griego moderno estas formas sólo son una veintena).2​

Fonología
Varias de las vocales y diptongos del griego clásico sufren una confusión en griego helenístico, es decir, dejan de pronunciarse de manera distintiva y pasan a tener que fusionar su sonido. Así, por ejemplo, i, ei, ē, oi, u, todas ellas pronunciadas de manera diferente en griego clásico (como [i, eɪ, ɛː, oɪ, y]) pasan a sonar [i] en griego helenístico,3​ como muestran las frecuentes confusiones de grafía en los textos de las personas menos cultas.

Fonética
Además de los cambios fonológicos mencionados, tiene lugar una evolución de las consonantes oclusivas sonoras [b], [d], [g] a [β], [ð] y [ɣ] respectivamente y de las oclusivas aspiradas [pʰ], [tʰ], [kʰ] a [f], [θ] y [x] respectivamente. Estas últimas además se mantendrán en la pronunciación del griego moderno.

Estos cambios son meramente articulatorios y por lo tanto sólo afectan a la fonética de la lengua.

Morfología
A pesar de ciertas reducciones en el número de formas distintas en la conjugación verbal el sistema de declinación de nombres y adjetivos sufre pocas variaciones, siendo las principales la regularización analógica de algunos subtipos de las tres declinaciones principales.

El griego del Nuevo Testamento
El griego del Nuevo Testamento es esencialmente griego koiné, no obstante suele ser considerado como variedad independiente por la importante influencia que tienen el arameo y el hebreo (lenguas maternas de sus escritores) en la sintaxis y en léxico; así como por la incorporación de neologismos cristianos. Para entender adecuadamente esta influencia hay que tener en cuenta que la lengua vehicular de la parte oriental del imperio Romano era el griego y por tanto ésta fue la elegida por los judíos cristianos para su predicación tanto a los paganos como a los judíos de la diáspora en Grecia, Egipto y otros territorios orientales del Imperio. Otra gran influencia en la redacción del Nuevo Testamento es la Biblia de los Setenta (traducción griega del Antiguo Testamento del siglo III a.C) tanto por su importancia en el griego empleado como por su presencia a través de citas.

Características del griego koiné del Nuevo Testamento son el predominio de la coordinación sobre la subordinación; repetición de partículas como καί, δέ, ίδού dando al estilo sencillez, soltura y en ocasiones monotonía y empleo de locuciones, modismos y figuras de dicción al modo semítico. En el léxico se introducen nuevas palabras como: ἀββᾶ (padre), πάσχα (pascua) y algunas palabras griegas adoptan un nuevo significado: δόξα (gloria),​ δύναμις (milagro),​ ὀφείλημα (pecado).

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