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Filipenses 1:27 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio,

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domingo, 28 de agosto de 2011

El Apocalipsis V: El Rollo y el Cordero

La Adoración del Cordero y el Himno de los Elegidos por Albert Durero

14. 2 El rollo y el Cordero (5:1)
(Ap. 5:1) Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. {2} Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? {3} Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo. {4} Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. {5} Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos. {6} Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. {7} Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. {8} Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; {9} y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; {10} y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. {11} Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, {12} que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. {13} Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. {14} Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.

Esta sección debería ser leída con Filipenses 2:5-11 en mente.

(Filipenses 2:5-11) Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, {6} el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, {7} sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; {8} y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. {9} Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, {10} para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; {11} y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Algunos autores han señalado que hay paralelos entre los capítulos 4 y 5.

Algunos autores han señalado que hay paralelos entre los capítulos 4 y 5.
Dios sobre el trono (4:2)
El Cordero sobre el trono (5:6)
Siete espíritus de Dios (4:5)
Siete espíritus de Dios (5:6)
Seres vivientes rodeando el trono (4:6)
Seres vivientes rodeando el trono (5:6)


Debe notarse que la adoración, tanto de Dios en el capítulo anterior como del Cordero en este capítulo, son pruebas de la divinidad del Cordero. La adoración es uno de los temas del capítulo anterior y este capítulo se incluye para demostrar que sólo Dios y el Cordero deben ser adorados. Dios, porque Él es el creador, y el Cordero, porque es el redentor. Ni la bestia ni los ángeles han de ser adorados; sólo Dios (ver 14:7, 9, 19:10, 22:9).

Jesús dijo que las Escrituras dan testimonio de Él (Juan 5.39). Esta es una verdad que se aplica, tanto al Antiguo, como al Nuevo Testamento —incluido el libro de Apocalipsis. Jesús es el «tema principal» -1 Merrill C. Tenney, citado por Warren W. Wiersbe en The Bible Exposition Commentary (Comentario expositivo de la Biblia), vol. 2 (Wheaton, Ill.: Victor Books, 1989), 566. ...de ApocalipsisRay Summers usó como título para su comentario de Apocalipsis la frase que dice: Digno es el Cordero, y en la introducción explicó por qué: El título […] presenta la idea central del libro. Es el Cordero redentor de Dios el que domina la vida de los suyos y la actividad de este libro. Él es el Único que al final obtiene la victoria completa sobre las fuerzas que tratan de destruir la obra y el pueblo de Dios. Cuando el telón cae sobre la última escena de este maravilloso drama, al lector le embarga una emoción tal que le lleva a inclinar su cabeza en señal de reverencia delante de Dios, y a formar parte […] [del] conmovedor coro que canta: «Digno es el Cordero que fue inmolado y nos ha redimido para Dios con su sangre, para recibir las riquezas, la honra, la gloria y el poder». -Ray Summers, Worthy Is the Lamb (Digno es el Cordero) (Nashville: Broadman Press, 1951), viii. El cántico citado por Summers se basa en Apocalipsis 5, el texto que estaremos estudiando en esta lección. Los capítulos 4 y 5, se complementan. El capítulo 4 (el cual estudiamos en la lección anterior) se centra en la adoración a Dios como Creador, mientras que el capítulo 5, presenta la adoración a Cristo como Redentor. Cuando se corrió el telón para mostrar el drama celestial que da comienzo en 5.1, se pudo notar que el trono todavía ocupaba el estrado central. Los ancianos, los seres vivientes, y los siete espíritus, estaban todavía presentes (5.5–6). Esta vez, sin embargo, un aire de anticipación se cernió sobre la escena.

El rollo (vers.o 1) Casi inmediatamente, la tensión empezó a apoderarse de los presentes.

v. 1 - Y vi en Relata Juan que vio «en -La palabra que se traduce por «en» es epi, una preposición griega, cuyo significado literal es «encima de» o «sobre».
la mano derecha del que estaba sentado en el trono Esto significa que, en la visión, el rollo descansaba sobre la mano extendida de Dios.
un libro escrito por dentro y por fuera, El rollo revela la voluntad de Dios para el mundo. En el mundo romano un testamento era atestiguado por siete personas, y cada persona ponía su sello al documento. Los sellos muestran lo secreto del documento. El rollo con siete sellos estaba escrito en ambos lados (5:1), es decir que contiene una gran cantidad de escritura. El rollo revela el plan redentor completo de Dios a lo largo de la historia humana, desde la cruz hasta el fin del tiempo hacia la eternidad. El plan redentor de Dios se cumple literalmente en 21:6, cuando Dios anuncia "Hecho está". Habiendo creado un nuevo cielo y una nueva tierra, vemos a la Nueva Jerusalén, la novia, y Dios anuncia que Él morará con los hombres. El viejo orden de cosas ha pasado y entonces Él dice finalmente que está hecho. Los siete sellos se refieren a la plenitud completa de Su plan. En Ezequiel 2:9-10 también encontramos que cuando Ezequiel fue comisionado por Dios se le dio un rollo con endechas, lamentaciones y ayes. En 10:2 ff., un ángel fuerte sostiene un librito y a Juan se le dice que lo coma y que vuelva a profetizar (10:8-11). El librito se refiere a la profecía de este libro. Para los profetas, el plan de salvación de Dios permanecía sellado, pero una vez que Jesús murió y resucitó, el plan de Dios está revelado completamente a sus siervos, especialmente a Pablo y luego a todas las personas, especialmente los santos (Romanos 16:25-26, Efesios 1:9-10, Efesios 3:6-10, Colosenses 1:25-27). Pero aquí encontramos que el rollo está sellado con siete sellos. Los sellos deben ser quitados a fin de que los contenidos sean revelados y cumplidos. El resto de Apocalipsis está referido con la apertura de los sellos y con revelar los contenidos del rollo. Esta sección trata con las credenciales y la dignidad del único que puede abrir los sellos y revelar su contenido.

Una de las preguntas claves que deben ser contestadas es si los contenidos del rollo siguen en orden cronológico cuando los sellos han sido abiertos o si los contenidos dan más detalles de lo que se describe cuando se abren los sellos.

(vers.o 1). El libro debió de haber sido un rollo de escritura -Todavía no eran comunes los libros con páginas, lo cual no sucedió sino hasta algún tiempo después. En varias traducciones se lee «rollo» en Apocalipsis 5.1, entre las que se incluye la de James Moffatt: The New Testament: A New Translation (El Nuevo Testamento: una nueva traducción) (New York: Harper & Brothers Publishers, n.d.). —una larga banda de papel enrollada alrededor de dos palos. Este rollo tenía dos peculiaridades. En primer lugar, el papel estaba escrito por ambas caras. -Esto nos recuerda el rollo de Ezequiel 2.9–10; sin embargo, el libro de Ezequiel 2, guarda una mejor correspondencia con el «librito» de Apocalipsis 10.2. (Vea las notas sobre 10.2, en la lección «Lo dulce y lo amargo».) ...Era un papel que normalmente se hacía de papiro. Se rebanaba finamente el corazón de la planta de papiro y se unían los pedazos en tiras verticales. Luego se ponía una segunda capa horizontalmente sobre la primera. Se pegaban las dos capas con un adhesivo y se aplanaban ejerciendo presión sobre ellas. Después de que el papel se secaba, se lijaba para dejarlo liso. Por lo general, sólo se escribía sobre una cara del papel, debido a que era difícil escribir sobre la cara en la que la hebra corría verticalmente. En la visión de Juan, ambas caras del rollo habían sido usadas. Lo anterior puede ser indicio de lo completo del mensaje. En segundo lugar, el rollo estaba sellado con siete sellos. -Tal vez, lo que deberíamos imaginarnos, es un rollo sellado con siete sellos a lo largo de su orilla externa. Es posible que el rollo consistiera de siete hojas separadas, cada una de las cuales estaba sellada por separado. Si esto hubiera sido así, la sétima hoja debió de haber sido hecha un rollo y sellada primero, luego, la sexta hoja debió de haber sido enrollada alrededor de la sétima y después sellada, y así sucesivamente. La anterior ordenación nos ayuda a entender cómo después de romper el primer sello se exponía la primera parte del mensaje; sin embargo la anterior explicación tiene las siguientes objeciones: Esta no era la manera usual de preparar los rollos; y si así hubiera sido, Juan sólo podía haber visto el primer sello, el que estaba sobre la primera la hoja.
sellado Había sido una práctica por muchos años, el sellar los documentos importantes (vea Isaías 29.11; Jeremías 32.44; Daniel 6.17; 12.4). Para ello se vertían gotas de cera fundida sobre la orilla expuesta del documento enrollado o plegado. Luego, antes que la cera se endureciera, se marcaba presionándola con un anillo o sello de metal en los que estaba grabada una insignia. El sello servía para tres propósitos: Identificaba al dueño, aseguraba la autenticidad y protegía el contenido. -El contenido de un documento era protegido mediante un sello, del mismo modo que el contenido de un frasco de medicina lo es hoy día: En este caso, cuando encontramos que el sello está roto, sospechamos que el contenido pudo haber sido adulterado. Un comentario adicional sobre la importancia de los sellos, aparece en las notas sobre 7.3, en la lección «La calma en el centro de la tormenta»
con siete sellos El hecho de que este rollo tenía siete sellos indicaba que estaba completamente sellado. -El hecho de que el rollo estaba escrito por ambos lados, y sellado siete veces, también puede ser señal de que el proceso de revelación se había completado. A través de los siglos ha habido hombres que, según el testimonio de sí mismos, Dios les ha dado revelaciones especiales (adicionales) —pero éstas adolecen de un problema, y es que tendrían que añadirse a una revelación que ya Dios terminó de dar (es completa). (Vea 22.18–19.) Nadie podía conocer lo que estaba dentro sin antes romper los sellos. Muchos se preguntan: «¿Qué es este “libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos”?». Causa asombro el hecho de que en los comentarios se lean las más dispares especulaciones sobre este tema -Una de las más interesantes ideas que se han propuesto, es que el rollo era un testamento —idea que se fundamenta en el hecho de que los testamentos romanos se sellaban con siete sellos. Es digna de consideración esta idea porque el libro de Apocalipsis constituye la última voluntad y testamento de Jesús. Sin embargo, si hubiera sido esta analogía lo que el Espíritu Santo se proponía hacer, Él hubiera sido consecuente con ella, lo cual no hizo. (Vea Frank Pack, Revelation [Apocalipsis], Part 1, The Living Word Series [Austin, Tex.: R.B. Sweet Co., 1965], 55–56.) —como si se nos hubiera privado de conocer el contenido del rollo sellado. No tiene sentido la confusión, pues, —a partir del capítulo 6— se nos da una relación pormenorizada del mensaje. Cuando se rompió el primer sello, salió el jinete que montaba un caballo blanco; cuando se rompió el segundo sello, el jinete que montaba un caballo bermejo; y así sucesivamente. Parece obvio que en el rollo estaba escrito el resto del Libro de Apocalipsis: lo que se narra desde el capítulo 6, hasta el 22. -Cuando el sétimo sello fue roto las siete trompetas sonaron. Cuando la sétima trompeta sonó, las siete copas fueron vertidas. Fue a raíz del rompimiento de los siete sellos que se dio la revelación de todo el mensaje. Lo anterior permite afirmar, por lo tanto, que el rollo con los siete sellos contenía la totalidad del mensaje.

La búsqueda (vers.os 2–3)
v. 2 - Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro - ¿Quién es digno de romper el sello y revelar el destino del hombre en el plan de Dios? No cualquier hombre puede hacer esto. Esta es una presentación del Único que es digno. Sin embargo, no es Dios el que abre los sellos. El destino del hombre debe ser logrado por el hombre, pero ¿qué hombre es digno de este honor? Hay un hombre en la historia humana que es digno. Aquél que venció, como nuestro hombre representativo, las fuerzas del mal; quien agrado a Dios en cada aspecto de su vida, aun en la muerte en la cruz. En 22:10, a Juan se le dice que no selle las palabras de la profecía del libro porque el tiempo estaba cerca (para su cumplimiento). De la misma forma, alguien debe romper los sellos y abrir el rollo para que sus contenidos sean cumplidos en la realidad.

La tensión se acrecentó cuando un ángel fuerte se puso de pie sobre el estrado. Éste, pregonando a gran voz que debió de haber resonado por todo el mundo espiritual y también el físico, lanzó este reto: «¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?» (vers.o 2b). La AB elabora más la pregunta, quedando ésta como sigue: «¿Quién es digno de abrir el rollo? Y —¿quién está autorizado, y tiene los méritos, y es moralmente apto— para desatar los sellos?». -The Amplified Bible (La Biblia comentada) (Grand Rapids, Mich.: Zondervan Publishing House, 1965).
y desatar sus sellos? El desatar un sello suponía mucho más que romper la cera; el que abría un sello se hacía responsable del contenido del documento. Después que la pregunta fue hecha, debió de haber habido una pausa —una prolongada pausa— y mientras tanto, Juan esperaba una respuesta. Estaba seguro de que alguno debía de hallarse que pudiera abrir el libro. Después de todo, él había recibido la orden de escribir «las cosas que [iban a] ser después» (1.19b). Además, cuando fue invitado a entrar en el cielo, una voz le dijo: «Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas» (4.1). Así, imaginamos a Juan quedándose sin aliento y esperando que alguien pasara adelante y revelara las respuestas a las preguntas que tanto le estaban inquietando: «¿Qué iba a acontecerles a los cristianos? ¿Iba a salir todo bien? ¿Cómo podía hacer Dios que todo saliera bien?».

v. 3 - Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo
No se encontró a nadie en toda la creación (en el cielo, o en la tierra o debajo de la tierra, comparar con Filipenses 2:10) que fuera digno de abrir el rollo. Más adelante "todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y todas las cosas que en ellos hay" alaban al que puede abrir el rollo (5:13). No puede ser leído hasta que los sellos sean rotos (ver Isaias 29:11).

La tristeza (vers.os 3–4)
La triste realidad era que «ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, -La frase «ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra» es sencillamente una manera enfática de decir: «ninguno en ningún lugar» era capaz de abrir el libro. (Compare el versículo 3b, con Filipenses 2.10b.) podía abrir el libro, ni aun mirarlo» (vers.o 3b).

ni en el cielo El número de los que estaban «en el cielo» debió de haber incluido a ángeles, serafines, querubines y arcángeles, como Miguel.
ni en la tierra La frase «en la tierra» debió de haber abarcado a grandes líderes cristianos, a piadosos santos, y al mismo Juan.
ni debajo de la tierra, La expresión «debajo de la tierra» se refería al lugar donde moran los espíritus de los difuntos, e incluía a notables siervos de Dios, como Abraham, Moisés, David, Elías y Pablo. Éstos pudieron haber sido grandes y buenos siervos, pero ninguno fue hallado digno de abrir el libro. Ninguno pasó adelante. -«Debajo de la tierra» se refiere a la esfera del Hades (invisible), donde los muertos esperan el Juicio Final. Cuando Jesús murió, Su alma fue temporalmente al Hades (Hechos 2.31); pero más adelante en el Nuevo Testamento, se nos dice, en efecto, que Él estuvo «debajo de la tierra» (vea Efesios 4.9). En la traducción de Apocalipsis 5.3, de la AB se lee: «debajo de la tierra [en el reino de los muertos, el Hades]». En ese momento, a Juan debió de haberle parecido que jamás iba a poder enterarse de lo que anhelaba conocer. No sorprende, pues, que haya escrito: «Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo» (vers.o 4).

v. 4 - Y lloraba yo mucho, - Lloraba porque el plan de Dios permanecería sin cumplirse, a menos que se encontrara a alguien que pudiera abrir el rollo y revelar sus contenidos para que se convirtieran en realidad y se cumplieran.

La palabra que se traduce por «lloraba» significa «llorar amargamente, lamentar». Es la misma palabra que usó Lucas cuando escribió acerca del llanto de Jesús sobre Jerusalén (Lucas 19.41). Es un llanto causado por una angustia mucho más profunda que un dolor físico. Juan lloró a causa de su preocupación por sus sufridos hermanos y hermanas —lloró porque no podía conocer la forma como Dios había dispuesto salvarlos. Al ver nosotros el mundo que está perdido en el pecado, al ver el sufrimiento de los que tratan de hacer lo bueno, ¿nos angustiamos tan profundamente como Juan? Hace algún tiempo, me topé con un sermón en el que se comentaba acerca de la despreocupación que a veces nos caracteriza. El título de éste era: «Un mundo rumbo al infierno y una iglesia que no lo llora». Vea cómo llora el anciano Juan y dese cuenta de que hay cosas que merecen que se llore por ellas. ¡Hay «tiempo de llorar» (Eclesiastés 3.4)! -Vea por ejemplo, Joel 2.12; Marcos 14.72; Filipenses 3.18. Muchas veces lloramos por lo insignificante y no nos dejamos conmover por cuestiones que tienen repercusiones eternas.
porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo

«Y VI […] UN CORDERO» (5.5–7)
v. 5 - Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos El anciano presenta al que puede abrir el rollo, es decir el ejecutor de los propósitos de Dios y el heredero de la herencia del mundo (ver 11:15, Johnson). El León de la tribu de Judá se refiere a Génesis 49:9 y es un título de Jesús que descendió, según la carne, de la tribu de Judá. Jesús es la raíz de David así como descendiente de David (Isaias 11:1, 11:10, Jeremías 23:5, Zacarias 3:8, 6:12, Mateo 22:41, Apocalipsis 22:16) y esto tal vez enfatice Su ascendencia humana y real. Jesús ha triunfado como un hombre, es decir ha vencido (ver 3:21). (Nota: triunfar es la misma palabra en griego que vencer). Por lo tanto, es digno de abrir el rollo (v. 9). El triunfó como hombre (Filipenses 2:8), especialmente en la cruz donde desarmó a los poderes y autoridades (Colosenses 2:15), fue muerto (v. 9) y está ahora sentado con Dios "sobre todo principado y autoridad y poder y señorío" (Efesios 1:20-21) y por lo tanto es capaz de abrir el rollo del destino del hombre. Vemos más adelante, en v. 13, el resultado de este triunfo cuando "todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y todas las cosas que en ellos hay" cantan la alabanza de Dios y del Cordero. Él es el segundo Adán, después que hubiera fallado el primer Adán. Es apropiado que el Cordero sea presentado como el que puede abrir el rollo y sus siete sellos porque en 1:1 encontramos que Dios le da esta revelación a Su Hijo (ver v. 7: "Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono"). Este libro es un corrimiento del velo, y así el Cordero puede abrir el rollo y sus siete sellos y revelar su contenido para el beneficio de la iglesia.

Un majestuoso león (vers.o 5)
No fue por mucho tiempo que lloró Juan, ya que uno de los ancianos hizo que cesaran sus lágrimas cuando le dijo que había Uno que era digno: «No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos» (vers.o 5).

He aquí que el León de la tribu de Judá, Los títulos que usó el anciano eran expresiones mesiánicas. «El León de la tribu de Judá» nos recuerda Génesis 49.8–11, donde Jacob, mediante un acto profético, le cedió el cetro a su hijo Judá, haciendo a sus descendientes la tribu de los reyes. El hecho de que «para los escritores bíblicos, el león era la bestia más fuerte y feroz que se conocía», -Merrill C. Tenney, Proclaiming the New Testament: The Book of Revelation (El libro de Apocalipsis), (Grand Rapids, Mich.: Baker Book House, 1963), 28. -el título «el León de la tribu de Judá» debe de significar que se trataba del más grande de los descendientes que alguna vez tendría el cuarto hijo de Jacob.
la raíz de David, La expresión «la raíz de David» nos recuerda Isaías 11, que habla de «la raíz de Isaí» (Isaías 11.10; vea vers.o 1). Isaí era, por supuesto, el padre de David. La importancia primordial de la frase «la raíz de David», reside en que el Mesías tenía que provenir del linaje de David. -La frase «la raíz» también tiene implicaciones secundarias. 1) La palabra «raíz» puede significar «la fuente de». «En lo que a Su humanidad concernía, Jesús tenía sus raíces en David […]; pero en lo que a Su deidad concernía, Jesús es la Raíz de David» (Wiersbe, 584; énfasis suyo). 2) La palabra «raíz» nos recuerda Isaías 53.2: «Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca […]». Cuando Jesús nació, habían pasado siglos desde la última vez que un descendiente de David se había sentado en el trono; la línea davídica había declinado en gran manera.

ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos En la CEV se lee: «El gran descendiente del rey David». Se recalca que Aquel que era León de Judá y raíz de David, había «vencido para abrir el libro». «Vencido» fue una de las palabras que vimos una y otra vez en las cartas a las siete iglesias; es la forma verbal de la palabra griega que se traduce por «victoria». El hecho de que él había sido victorioso, le hizo merecedor de abrir el libro. Es probable que usted ya haya deducido que el pasaje se refiere a Jesús. Por el lado humano, Jesús era descendiente de Judá y David (Mateo 1.1, 3, 6, 17; Hebreos 7.14; Apocalipsis 22.16). -Es aconsejable presentar un cuadro en el que se presenten las generaciones que se sucedieron desde Jacob hasta Jesús, especialmente, si sus oyentes no están familiarizados con la genealogía de Jesús: JACOB —> JUDÁ —> ISAÍ —> DAVID —> JESÚS. (Vea Mateo 1.1–16.) Era, además, un «vencedor»: venció la tentación, los constantes ataques de Satán y las decepciones de la vida. Como lo veremos más adelante, el texto se refiere primordialmente a la victoria de Jesús sobre la muerte.

Un Cordero inmolado (vers.o 6a)
v. 6 - Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, - Juan mira, esperando ver un león y en cambio dice: "vi en medio del trono... un Cordero como inmolado". Esta es la primera mención del Cordero, que aparece 30 veces en el libro. Esta es una clara referencia a Jesús. Tanto Juan como Pedro se refieren a Jesús como el Cordero de Dios (Juan 1:29, 36, 1 Pedro 1:19)"He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" (Juan 1:29). Pablo lo llama a Jesús nuestro cordero de pascua que ha sido sacrificado (1 Corintios 5:7 - Reina-Valera: "nuestra pascua, que es Cristo", Biblia de Jerusalén: "nuestro cordero pascual, Cristo", Versión Popular: "Cristo, que es el Cordero de nuestra pascua"). El Cordero parecía como si hubiera sido inmolado. Esta es una referencia a la crucifixión, pero está parado porque resucitó. En un trazo brillante Juan retrata su tema central de la revelación del Nuevo Testamento: la victoria a través del sacrificio (Mounce). El Cordero de Dios es aludido en Génesis 22:7 cuando Abraham está a punto de sacrificar a Isaac. Isaac pregunta dónde está el cordero para el holocausto y Abraham responde: "Dios se proveerá de cordero para el holocausto". El es el cordero de la Pascua (Éxodo 12:3-21); cuando el ángel destructor vio la sangre del Cordero sobre los dinteles de la puertas es pasó sobre los israelitas y mató los primogénitos de los egipcios en cambio. Isaias 53:3 ff. es uno de los muchas menciones mesiánicas de un cordero en el Antiguo Testamento, pero es probablemente el mayor. Describe al Mesías: "como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca". Jesús está parado en el centro del trono, el centro del cielo; esto también se menciona en 7:17. Esteban, el primer mártir vio a Jesús parado a la diestra de Dios (Hechos 7:55). Apocalipsis 3:21 hace referencia a Jesús sentado sobre el trono de Su Padre, después de haber vencido. El Cordero aquí es simbólico de Jesús. Ningún autor cuestiona que el Cordero es Jesús. Johnson nota que inmolado es literalmente "degollado" y vincula al Mesías al Cordero pascual de Antiguo Testamento. Aquí Juan une al Mesías davídico real del Antiguo Testamento con el Siervo Sufriente de Isaías (Isaias 42-53).

La imagen del Cordero se refiere a la vida y la muerte de Cristo durante su primera venida, cuando vino como un bebé indefenso al mundo y murió una muerte tortuosa en la cruz. Murió una muerte temprana y por lo tanto es Cordero más que oveja. Cordero habla también de Su inocencia. Habla de Su humildad (Filipenses 2:5-8); más adelante en los versículos que siguen muestra su exaltación (Filipenses 2:9-11) y cuando Él venga de nuevo a la tierra será como el león, el Señor de señores y Rey de reyes. Goldsworthy destaca que si queremos ver al León como nuestro Salvador en vez de nuestro juez, primero debemos encontrarlo como el Cordero, es decir como nuestro sustituto por nuestro pecado en la cruz. Entonces, cuando Él venga de nuevo en Su gloria que tiene ahora y que es descrito en Apocalipsis, seremos como Él porque lo veremos tal como Él es (1 Juan 3:2). En Apocalipsis aquí y en otras partes (1:13-18) se revela el Cristo exaltado. Esto tiene que ser aceptado ahora por fe, pero Él será revelado abiertamente al mundo cuando venga de nuevo (1:7, 6:12-17, 19:11-21). En el versículo anterior el anciano dice que el león de la tribu de Judá ha triunfado y, sin embargo, vemos un cordero que lleva las marcas de la muerte. Esto ilustra una de las lecciones que Dios quiere enseñar a su pueblo a través de este libro, que la victoria se logra por medio del sacrificio y la muerte. Así, encontramos que a la bestia se le permite que haga guerra contra los santos y que los venza (13:7). Jesús fue crucificado por hombres malvados y parecía indicar una derrota aparente, pero resucitó y la muerte no lo pudo contener. Encontramos que los santos "han vencido [al diablo] por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte" (12:11). Los de Esmirna que son fieles hasta la muerte recibirán la corona de vida (2:10). Así como Cristo fue obediente hasta la muerte en la cruz y Dios lo exaltó, los que son obedientes hasta la muerte reinarán hasta con Él (Mateo 10:22, 2 Timoteo 2:12, Apocalipsis 2:26, 20:6). Como lo indica Romanos 8:36, los cristianos siguen a su Señor al ser ovejas que son muertas, pero esto no nos separa del amor de Cristo. El Apocalipsis es un comentario sobre este tema.

Juan volvió a tener esperanzas. Se volvió, y esperando ver un león, ¡lo que vio fue un cordero! «Y miré, y vi que en medio del trono -La expresión «en medio del trono», recalca que el Cordero está muy cerca del que está sentado en el trono.
un Cordero como inmolado, y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, -La expresión: «como inmolado», no significa que hubiera dudas acerca de la inmolación del Cordero. En los versículos 9 y 12, se lee la palabra «inmolado» sin el «como». La frase «como inmolado» significa sencillamente que el Cordero parecía que había sido inmolado, porque, en efecto, lo había sido. que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra» (vers.o 6). Es probable que, ante esta visión, Juan parpadeara sorprendido. Pensó que iba a ver una criatura de presencia intimidante; sin embargo, delante suyo estaba el más indefenso e inofensivo de los animales. La palabra que se traduce por «cordero» significa literalmente «corderito». Para poder tener una idea de esta imagen, visualice primero un cordero lactante, tal vez un recién nacido de patitas todavía inseguras y poco firmes. A lo anterior añádale (si su imaginación se lo permite) que la garganta del cordero ha sido cortada, y que la herida está «todavía abierta y sin sanar», -Jimmy Adcox, «Victory Through Surrender» («La victoria se obtiene rindiéndose»), Harding University Lectures (1992): 89. de modo que sus tiernos vellones de lana están manchados del rojo de su propia sangre. La palabra griega que se traduce por «inmolado» es sfatto, una palabra que da a entender una muerte violenta. En la versión NEB se lee: «[un cordero] con señales de haber sido sacrificado en el matadero». Nos interesa más lo que la palabra griega dice acerca del propósito de esta muerte violenta. W.E. Vine hizo notar que sfatto es inmolar, y que es «usado especialmente de víctimas ofrecidas en sacrificio […]». -W.E. Vine, Merrill F. Unger, and William White, Jr., Vine´s Complete Expository Dictionary of Old and New Testament Words (Diccionario expositivo completo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento de Vine) (Nashville: Thomas Nelson Publishers, 1985), 342. (Énfasis nuestro.)

Nuevamente debe de haber llegado usted a la conclusión de que el Cordero inmolado es un símbolo de Cristo y de la muerte de Él en la cruz. Y no se equivoca usted, porque en el anuncio profético que hace Isaías del sacrificio, mediante el cual Jesús ofrenda su vida, dice de Éste que «como cordero fue llevado al matadero» (Isaías 53.7b). También se fortalece la anterior idea con el hecho de que Juan el Bautista señaló a Jesús como «el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo» (Juan 1:29). Otro testimonio es el de Pedro, el cual escribió que los cristianos fuimos «rescatados […] con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación» (1 Pedro 1:18– 19). No debe pasar inadvertido que, en la visión, el Cordero estaba en pie. Había sido inmolado; pero también había sido resucitado. Anteriormente, Jesús había dicho a Juan: «estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos» (1:18b). Así, Él estaba en pie, preparado para abrir los libros. Cuando miramos «el corderito de María», -Adcox, 89. La frase «El corderito de María» es un juego de palabras, que denota a Jesús y a su madre, María. se nos recuerda una vez más que los métodos de Dios no son nuestros métodos (Isaías 55.8). En la batalla contra el mal, tal vez nos parezca más eficaz un feroz león que pueda herir a otros; pero no le parece así a Dios, el cual nos da, más bien, «un cordero inmolado que lleva sobre sí las heridas de los demás». -Bruce M. Metzger, Breaking the Code: Understanding the Book of Revelation (El código es descifrado: El libro de Apocalipsis puede ser entendido) (Nashville: Abingdon Press, 1993), 52. Tal vez nos parezca necesario un puño cerrado; ¡pero Dios desea que entendamos que es una mano traspasada la que obtendrá la victoria! -Adaptado de Adcox, 89.

El poderoso Señor (vers.os 6b–7) 
que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios Este no es ningún Cordero común. Los siete cuernos son un símbolo de fuerza completa y plena (Deuteronomio 33:17). Siete significa completo y el cuerno significa fortaleza o poder (1 Samuel 2:10, Salmos 18:2, Zacarias 1:18-21). Compare con el dragón (12:3) y la bestia con diez cuernos (13:1). Ver también la bestia de Daniel con diez cuernos (Daniel 7:7 ff.). También la bestia de la tierra tiene dos cuernos como un cordero (13:11). Los siete ojos que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra que significan el Espíritu Santo que escudriña el espíritu del hombre (Proverbios 20:27). Compare con los "los siete espíritus que están delante del trono" (1:4) y las siete lámparas de fuego que son los siete espíritus de Dios (4:5). Esta imagen viene de Zacarias 4:2, 10. El mismo pasaje es usado para los dos testigo en 11:4 para demostrar que operan en el poder del espíritu. El candelero de oro con siete lámparas representa al Espíritu Santo. Las siete lámparas son los siete ojos del Señor que recorren toda la tierra (Zacarias 4:10). El candelero con las siete lámparas estaba ubicado en frente de la mesa con el pan de la Presencia sobre ella, fuera del Lugar Santísimo y en el Lugar Santo (Éxodo 26:35) y representa el Espíritu de Dios. En 1:14 y 19:12 los ojos de Cristo son descritos como llama de fuego. Jesús recibió el Espíritu sin límite (Juan 3:34). Johnson ve "los siete espíritus de Dios enviados a la tierra" probablemente como una referencia al Espíritu Santo que es enviado por Cristo al mundo (1:4, 4:5, cf. una visión similar del Espíritu en Juan (14:26, 15:26, 16:7-15).

A estas alturas, ya debe de haberse hecho manifiesto que el Cordero no estaba tan indefenso como en su primera aparición. Se le describe ahora como uno que tiene «siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra» (vers.o 6b). Los cuernos eran símbolo de poder (vea Deuteronomio 33.17). El hecho de que el número de cuernos sea siete (el número que designa lo completo), es testimonio de la omnipotencia del Cordero. También tenía siete ojos: todo lo veía, es decir, era omnisciente(vea 2 Crónicas 16.9a; Zacarías 4.10). Además, a Sus siete ojos se les identifica como «los siete espíritus de Dios [en otras palabras, el Espíritu Santo] -El hecho de que el Espíritu Santo se describa como los ojos de Jesús, alude a la íntima relación entre estos dos miembros de la Deidad: Durante su ministerio terrenal, Jesús no tuvo «el Espíritu por medida» (Juan 3.34); en Filipenses 1.19, al Espíritu Santo se le llama el «Espíritu de Jesucristo» (Vea Hechos 16.7).
enviados por toda la tierra, -Cuando se menciona que Jesús ha enviado al Espíritu Santo «por toda la tierra», ello es una referencia al envío que hizo Jesús del Espíritu Santo a los apóstoles (Juan 14.16–17, 26; 15.26; 16.7–14; Hechos 1.8; 2.1–4, 16– 17, 33; 1 Corintios 2.10), para que pudieran cumplir la gran comisión de «[ir] por todo el mundo [a predicar] el evangelio» (Marcos 16.15). El Espíritu Santo iba a darles poder a los apóstoles para «[convencer] al mundo de pecado, de justicia y de juicio» (Juan 16.8). La frase «por toda la tierra» sugiere que Él era omnipresente. No se trataba, pues, de un indefenso Cordero, ¡sino del mismo Señor (vea 17.14)!

v. 7 - Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono El Cordero es el único que puede tener un acceso tan íntimo a Dios. Él es digno de tomar el rollo (v. 9). Como el hombre perfecto sin pecado y como Dios es capaz de acercarse a Dios por nosotros (1 Timoteo 2:5). Él puede tomar el rollo de la mano derecha de Dios porque Él estará a la diestra de Dios - con los ángeles, autoridades y potestades sujetos a Él (1 Pedro 3:22). Esteban, cuando fue martirizado, vio a Jesús parado a la diestra de Dios (Hechos 7:55-56; ver también Efesios 1:20-22, Colosenses 3:1, Hebreos 1:3). Hebreos 1:13 dice "Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies". Encontramos en Apocalipsis primero una visión de Cristo a la diestra de Dios, luego una descripción de sus enemigos y luego la destrucción de sus enemigos. Este evento aquí refleja el origen mismo de Apocalipsis "que Dios le dio [a Jesús] para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto" (1:1). Ver también Juan 3:35, "El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano", y Juan 5:20-23, 17:2, Mateo 11:27. Dios le ha dado a Cristo la tarea de ejecutar Su plan de salvación. La obra de redención en la cruz está completa, pero sus enemigos no han sido derrotados y Él debe reinar hasta que sean derrotados (1 Corintios 15:24-28, Hebreos 10:13) y le entregue el reino a Su Padre. El resto de Apocalipsis muestra a sus enemigos trabajando para luchar contra la iglesia, y su derrota.

Después, ante la mirada de Juan, «vino [el Cordero], y tomó -El griego dice literalmente: «vino y [lo] ha tomado». (Énfasis nuestro.) Esto indica que el evento simbolizado, realmente ocurrió en el pasado. Daniel tuvo una visión parecida de «uno como hijo de hombre» que venía hasta el Anciano de días (Daniel 7.13), y la mayoría de los eruditos están de acuerdo en que esto se refiere a la glorificación de Jesús después de Su ascensión. Es probable que Apocalipsis 5.7, se refiera al mismo evento. el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono» (vers.o 7). La escena estaba así dispuesta para la apertura del primer sello —lo cual ocurre al comienzo del siguiente capítulo.

«Y CANTABAN […]: DIGNO ERES […]» (5.8–14) 
Un cántico de perdón (vers.o 8–10)
v. 8 - Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; - Ellos caen ante el Cordero que es digno de tomar el rollo de Dios y de abrirlo. Adoran al Cordero como adoraron al que está sentado en el trono en 4:9-11. Esto indica la divinidad del Cordero; adorar a Dios es uno de los mensajes de Apocalipsis. Como representantes de la iglesia los ancianos tienen arpas igual que los santos (Apocalipsis 15:2). El arpa es un símbolo de adoración (Salmo 33:2). Como representantes de la iglesia ellos presentan las oraciones de la iglesia ante Dios.

Antes de que el sello fuera abierto, toda la creación prorrumpió en alabanza —comenzando por los que habían estado en escena desde el capítulo 4«Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; -Los ancianos «se postraron delante del Cordero» para adorarlo, del mismo modo que lo hicieron delante del que está en el trono (4.10). En vista de que sólo Dios ha de ser adorado (19.10; 22.8–9), lo anterior constituye otra prueba de la deidad de Jesús.
todos tenían arpas, todos tenían arpas -La palabra que se traduce por «arpa» es kitara, de donde procede la palabra «guitarra». En tiempos del Nuevo Testamento, la palabra «denotaba una lira o arpa» (Vine, 527). Antes de estudiar el cántico que entonaron, es necesario referirnos a las arpas. Algunos insisten en que es aceptable el uso de instrumentos musicales mecánicos en los cultos cristianos, ya que, según argumentan, «en el cielo tienen arpas». Sin embargo, debe tomarse en cuenta que estas arpas (o liras), y las de los capítulos 14 y 15, no eran más reales que el incienso. También debe tomarse en cuenta que la mención de ellas no justifica que se les toque en los cultos cristianos como tampoco la mención del incienso justifica que a éste se le haga arder en los mismos cultos. Estas arpas eran simbólicas, eran un «símbolo de alabanza». -1 J.W. Roberts, The Revelation to John (The Apocalypse) (La Revelación dada a Juan [El Apocalipsis]), The Living Word Commentary Series (Austin, Tex.: Sweet Publishing Co., 1974), 61.

y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos -Los ancianos que representan a la iglesia también tenían la copa llena de incienso (Levítico 2:1-2, 16:12-13) que son las oraciones de los santos (Salmo 141:2). En el tabernáculo el altar de incienso estaba en el Lugar Santísimo, junto con el Arca del Pacto cubierto de oro (Hebreos 9:3-4). Las oraciones del pueblo de Dios están vinculadas con los propósitos de Dios en la tierra que se desarrollan con la apertura de los sellos. Ver también el séptimo sello con los incensarios de oro, en donde al ángel se le dio incienso para ofrecer, con las oraciones de los santos, sobre el altar de oro ante el trono (8:3). Ahí se establece un vínculo directo entre las oraciones de los santos y la respuesta de Dios, que son las siete trompetas, ya que el incensario de oro que tienen el incienso es también usado para arrojar fuego a la tierra (8:5). Las trompetas y las siete copas (15:7) son las respuestas de Dios a las oraciones de su pueblo. El reivindicará a sus elegidos (Lucas 8:6). Ver la tercera copa (16:5-6).

y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos» (vers.o 8). -La palabra «santo» significa «uno que ha sido puesto aparte». La SEB traduce la palabra en este texto como «el pueblo santo». La palabra «santo» no significa «uno sin pecado». «Santos» es otra designación para los cristianos, incluso cristianos débiles y pecadores (vea 1 Corintios 1.1–2). Henry Swete escribió: «El incienso simboliza las oraciones de la iglesia […] y las liras […], sus salmodias [el acto de cantar salmos]». -Henry B. Swete, The Revelation of St. John (El Apocalipsis de San Juan) (Cambridge: MacMillan Co., 1908; reprint, Grand Rapids, Mich.: Wm. B. Eerdmans Publishing Co., n.d.), 80.

v. 9 - y cantaban un nuevo cántico, diciendo: -Los ancianos cantan una canción parecida que cantan los 144.000 (ver 14:3) adorando a aquél que se hizo hombre y compró a los hombres para Dios. Es una canción nueva porque Jesús recién había ascendido al cielo después de vivir en la tierra, ser crucificado y ascender al cielo. Este es un evento completamente nuevo en la historia del cielo. Antes de la encarnación esta canción no podría haberse cantado. Se menciona una nueva canción en Salmo 33:3, 96:1 y 144:9. Los ancianos se distinguen claramente entre ellos y los redimidos; por lo tanto, no pueden ser hombres redimidos ellos mismos. Los ancianos usan el término ellos para describir a los redimidos en vez de nosotros. Nota: la versión Reina-Valera traduce incorrectamente "nos has redimido" (comparar con la Biblia de Jerusalén: "compraste para Dios hombres..." o Versión Popular: "compraste para Dios gentes...").
Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, -Él es digno de abrir el rollo porque obedeció la voluntad de Dios hasta la muerte, aun muerte de cruz (Filipenses 2:8). Los ancianos le contestan al clamor de los ángeles: "¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?" Los ángeles contestan en v. 12 que Él es digno; todas la criaturas contestan en v. 13. Él fue "coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte" (Hebreos 2:9).

El simbolismo subrayaba el hecho de que los cuatros seres vivientes y los veinticuatro ancianos estaban preparados para alabar al Señor. Ellos, por lo tanto, levantaron sus voces, respondiendo la pregunta que había hecho el ángel fuerte: «¿Quién es digno?». Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos -N. del T.: En vista de que en la versión de la Biblia que el autor usa, se lee «los», él escribe la siguiente nota: Muchos de los manuscritos antiguos usan la primera persona plural, aquí («nos has hecho […], y reinaremos…»). Algunos eruditos creen que el contexto sugiere aquí el uso de la primera persona, y no de la tercera.
y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; - Esto comienza con la frase "con tu sangre nos has redimido para Dios". Él mismo hizo esto. Él vertió Su sangre y al hacerlo ha redimido a los hombres para Dios y fuera del reino de Satanás (14:4). La iglesia ha sido comprada por la sangre de Cristo (1 Corintios 6:19, Hechos 20:28, 1 Pedro 1:18). Han sido comprados "de toda tribu, lengua, pueblo y nación". Esta es una de las grandes claves del evangelismo, esparcir el evangelio a cada uno de estos cuatro grupos (ver Daniel 7:13). Note la naturaleza inclusiva de los redimidos en esta descripción de cuatro partes de los redimidos de los cuatro rincones de la tierra. Esta frase se usa también para los habitantes de la tierra (11:9, 13:7, 14:6) y sin embargo vemos acá que algunos de estos se salvan eventualmente. Vemos aquí que, como Jesús compró (rescató) a los hombres para Dios con su propia sangre Él también tiene el derecho de revelar y cumplir el plan de Dios para la humanidad abriendo los sellos. Johnson nota que la muerte de Jesús aseguró una salvación de aplicación universal a todas las clases de personas en la tierra (cf. 7:9).

...has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; (vers.os 9–10). Anteriormente habían alabado a Dios por ser el Creador (4.11); ahora adoraban al Cordero por ser el Redentor. Cantaron «un nuevo cántico». Era un cántico que, anteriormente, cuando el Cordero no había sido inmolado, ¡no podía ser cantado! -El Antiguo Testamento habla de un «nuevo cántico» que sería cantado cuando el Mesías viniera (por ejemplo, en Isaías 42.8–10). Si desea profundizar más sobre el «nuevo cántico», vea los comentarios sobre 14.3, en la lección «Señor, abre nuestros ojos».

Los cantores celestiales cantaron primero acerca del fundamento de la redención: «[…] porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje […]». Hemos sido «comprados por precio» (1 Corintios 7.23; vea 1 Corintios 6.19–20), ¡y este precio fue la preciosa sangre de Jesús (Hechos 20.28)! Hace algún tiempo, leí acerca de una confesión religiosa que eliminó la palabra «sangre» de sus libros de cánticos porque a sus miembros les parecía «desagradable». Tal libro de cánticos no podrá ser usado jamás en el cielo, ¡porque allí se canta acerca de la sangre que produce la salvación! También cantaron acerca del alcance de la redención: «[…] nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación». -En Apocalipsis, la frase «todo linaje y lengua y pueblo y nación» se usa para referirse a toda la humanidad. (Son cuatro términos los que se usan —y «cuatro» es precisamente el número cósmico, el número de la creación.) Vea, por ejemplo: 7.9; 11.9; 13.7; 14.6. Cada vez que se usa la anterior frase, los términos aparecen en diferente orden, lo cual es otro ejemplo de la compleja organización del libro.

«Linaje» se refiere a todo grupo familiar, «lengua», a todo grupo lingüístico, «pueblo», a todo grupo social, y «nación», a todo grupo étnico. Jesús «murió por todos» (2 Corintios 5.15; énfasis nuestro).

v. 10 - y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, -Esta es una repetición de 1:6; es Jesús que ha hecho de los santos un reino y sacerdotes para servir a Dios por Su muerte sobre la cruz. Han sido rescatados del reino de las tinieblas y han sido traídos al reino de Su Hijo (Colosenses 1:13). Su reinado sobre la tierra podría referirse también al reino del milenio de Jesús con Sus santos. Ellos servirán a Dios; Su pueblo será Sus siervos (ver 1:6, 7:15, 22:3). Para otras referencias a reinar con Cristo en Apocalipsis, ver también 1:6, 7:15, 11:15-17, 22:3, 22:5). En Romanos 5:17 los que reciben el don de la gracia y justicia de Dios reinarán en vida por Jesucristo; esto es reinar en vida ahora, no en el futuro.

Luego cantaron acerca de los resultados de la redención: «[…] y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, -Vea los comentarios sobre 1.6, en la página 6 de la lección «¿Hasta cuando, Señor?».

y reinaremos sobre la tierra Para los premilenaristas, el uso del futuro en «reinaremos», es «prueba» de un futuro reinado de Cristo sobre la tierra, durante el cual (según esta doctrina) los cristianos reinarán con Él. Es necesario hacerle ciertas observaciones a la anterior interpretación: 1) Hay algunos problemas textuales que se desprenden de este pasaje, y los eruditos no se han puesto de acuerdo si es el presente o el futuro el que se debería usar aquí. En la NASB, por ejemplo, se usa el futuro, y en su predecesora (la ASV) se usó el presente. 2) Aun, si se usara el futuro, esto no probaría que los cristianos no están reinando actualmente. G.B. Caird observó: «Cualquier insinuación en el sentido de que el reinado de los cristianos pertenece a una futura era, no viene […] al caso, pues ya se nos ha dicho dos veces que ellos ya son reyes y sacerdotes» (A Commentary on the Revelation of St. John the Divine [Un comentario del Apocalipsis de San Juan el teólogo] [London: Adam & Charles Black, 1966], 77). Jim McGuiggan señaló que en 20.6, es el futuro lo que se usa en lo que se refiere a que los cristianos serán sacerdotes, y luego preguntó: «¿Significa esto que todavía no lo eran? Por cierto que no. Esta es simplemente la manera como Juan les aseguraba a los cristianos que su relación con Jesús no puede ser rota por la muerte ni la persecución» (The Book of Revelation: Looking Into the Bible Series, [El libro de Apocalipsis: Serie estudio de la Biblia] [Lubbock, Tex.: International Biblical Resources, 1976], 93). 3) Apocalipsis enseña que los cristianos fieles están reinando actualmente (vea las notas sobre 1.5–6, en la página 5 y 6 de la lección «¿Hasta cuando, Señor?»), que continuarán reinando después de la muerte, mientras esperan el Juicio Final (20.4–6), y que estarán reinando con el Señor por toda la eternidad (22.5). Por medio de Cristo, llegamos a ser un pueblo especial: «Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios» (1 Pedro 2.9a). Reflexione por un momento sobre la maravillosa declaración que dice: «[…] y reinaremos sobre la tierra». ¿En qué sentido reinaron los cristianos «sobre la tierra» en aquellos tiempos, y en qué sentido reinan hoy día? En los tiempos de Juan, cuando los cristianos eran echados en la cárcel y comidos por los leones, ciertamente no parecía que estuvieran reinando. Hoy día, cuando usted y yo no sabemos qué hacer ante ciertos problemas, tampoco pareciera que estamos reinando. Sin embargo, las apariencias pueden ser engañosas. En el caos del primer siglo, ciertamente daba la apariencia de que Dios ya no estaba en Su trono —pero el capítulo 4, tranquilizó a los cristianos con el mensaje de que sí lo estaba. Por lo tanto, planteamos nuevamente la pregunta: «¿En qué sentido reinaron —y reinan— los cristianos “sobre la tierra”?». Como cristianos que somos, reinamos de diferentes maneras: 1) Somos el reino de Cristo (Apocalipsis 1.6), que es la iglesia (Mateo 16.18– 19). 2) El hecho de que Dios sea nuestro Padre (1 Corintios 1.3), nos hace parte de la familia real. 3) En vista de que Cristo reina actualmente (Hechos 2.33–36; 1 Corintios 15.25), el hecho de que estemos «en Él» (2 Corintios 5.17) nos hace partícipes de su reinado. 4) Por el hecho de haber sido salvados, ya la muerte no reina sobre nosotros; más bien, hemos recibido poder para reinar «en vida por uno solo, Jesucristo» (Romanos 5.17b; vea vers.os 14, 21). Desde la perspectiva de los cristianos que vivían en los tiempos de Juan, es probable que las palabras: «reinaremos sobre la tierra», se refirieran, en primer lugar, a la victoria. Roma estaba tratando de gobernar a los cristianos y obligarlos a adorar a César; pero con el poder de Cristo, los cristianos podían retener el dominio de su vida y destino. Es igual hoy día; si usted y yo le entregamos nuestra vida al Señor, Él nos ayudará a vivir una vida triunfante, «reinaremos sobre» cada obstáculo que la vida nos ponga por delante.

Un cántico de participación (vers.os 11–12) -Son ahora los ángeles que se ponen a adorar al Cordero. Ellos tienen menos importancia que los seres vivientes y los ancianos, que están más cerca del trono. Compare con la descripción en Daniel 7:10"millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él".

v. 11 - Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; - Son ahora los ángeles que se ponen a adorar al Cordero. Ellos tienen menos importancia que los seres vivientes y los ancianos, que están más cerca del trono. Compare con la descripción en Daniel 7:10, "millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él".

Después de que los veintiocho cantores, hubieron cantado acerca de la redención, se les unió un coro angelical. En el versículo 11, se lee: «Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones» (vers.o 11).
y su número era millones de millones No es el propósito de la expresión «millones de millones», -Esta expresión proviene de una palabra griega que significa «incontables» (o «sin número»). ...que se calcule el número de ángeles que hay en el cielo. Sin embargo, se da el uso de múltiplos de «diez» (un número que señalaba lo completo), lo cual significa sencillamente que ¡todos los ángeles del cielo estaban presentes! Esta «compañía de muchos millares de ángeles» (Hebreos 12.22), unió sus voces a la de los ancianos y los seres vivientes.

v. 12 - que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado En 4:11 los ancianos lo adoran a Dios como siendo digno; ahora los ángeles adoran al Cordero como siendo digno. Después de los ancianos y los seres vivientes, los ángeles se unen para adorar al Cordero con una doxología de siete partes. En v. 4 Él es digno porque ha triunfado como hombre, el representante del hombre en el cielo, el segundo Adán. Él cumplió la voluntad de Dios en la tierra y al hacerlo hizo posible que los hombres pudieran entrar en el cielo. Él ahora recibe Su recompensa; está coronado de gloria y honor (Hebreos 2:9). Los ángeles adoran a Cristo como Dios. Note que a Juan se le dice que adore a Dios y no al ángel que le está dando la revelación.

Su cántico No titubeo para decir «su cántico» («el cántico de los ángeles»), a pesar de que algunos enseñan que «la Biblia jamás habla de ángeles que cantan». Los que sostienen esta posición señalan el hecho de que el versículo 12, usa la palabra «decían», y no la palabra «cantaban». Es necesario hacer dos observaciones al respecto: 1) La diferencia que hay entre «decir» y «cantar» algo es mínima — solamente existen diferencias de inflexión y ritmo de la voz (los cuales están incluso ausentes en algunas formas de canto). 2) En el versículo 9, las palabras «cantaban» y «diciendo» se usan de modo intercambiable: «Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: […]». (Énfasis nuestro.) ...ha sido llamado «el cántico del pacto». Aunque Jesús murió por seres humanos, y no por ángeles, ello no significa que los ángeles no estuvieran interesados en la salvación del pueblo de Dios (Lucas 15.10). Los ángeles han estado envueltos desde el comienzo en el cumplimiento del plan de redención de Dios. -Vea, por ejemplo: Mateo 1.20; 4.11; 24.31; 28.2; Lucas 1.11, 26; 2.9–14; 15.10; 16.22; Juan 20.12; Hechos 8.26; 10.3.
es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, En el versículo 12, le rinden honor a Jesús por Su parte en ese plan: «El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, -«Poder» difiere de «fortaleza» (la cual usan algunas versiones) en que ésta es una expresión de poder. Es posible tener poder y no usarlo.
la honra, la gloria las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria La palabra que se traduce por «gloria» es doxa, la palabra de donde procede «doxología», que literalmente significa: «una palabra de gloria». «Doxología» se refiere por lo general a un cántico que alaba la gloria de Dios.
y la alabanza. y la alabanza». La palabra que se traduce por «alabanza» es la misma de donde procede «elogio», que literalmente significa: «una buena palabra». En vista de que la palabra puede referirse tanto a bendición como a alabanza; en algunas traducciones se lee «bendición» en este versículo. Se mencionan cuatro atributos divinos y tres actitudes de devoción —sumando un total de siete ¡lo cual declara la perfección de Jesús! -En el texto griego, sólo se usa un artículo definido (el) para la lista de las siete cualidades, indicando con esto que las siete eran tomadas como un todo. Cada punto de la lista es atribuido a Jesús en alguna otra parte del Nuevo Testamento. Cada una de las cualidades que se le atribuyen a Dios en 4.11, le fueron adscritas aquí al Cordero —otra prueba de la deidad de Jesús.

Un cántico de adoración (vers.os 13–14)
v. 13 - Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: -Luego el resto de la creación sobre la tierra y debajo de la tierra (queriendo decir los muertos) se une en la adoración del Cordero. Toda criatura (no sólo los redimidos) finalmente reconocerá a Jesucristo como Señor. Así de cumple Romanos 14:11 (citado de Isaias 45:22) y Filipenses 2:10. Esto ayuda a demostrar la unidad de las Escrituras y particularmente del libro de Apocalipsis con el resto de las Escrituras. Apocalipsis tiene que ser leído con el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento en mente a la vez. Lo que se quiere decir es que el Cordero, a diferencia de la bestia, es digno de adoración y honor.

Luego, toda la creación unió sus voces para entonar un cántico de alabanza: «Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir […]» (vers.o 13a). Se desea recalcar, con este lenguaje poético, que todas las cosas en todo lugar levantaron su voz. El pasaje nos hace saber que, cada vez que nosotros cantamos alabanzas al Señor, estamos uniendo el corazón y la voz nuestros con los de todos los seres celestiales y terrenales que lo aman y aprecian. Aunque su asamblea sea de «dos o tres congregados» (Mateo 18.20), ¡recuerde que usted forma parte del más magnificente coro del universo! Dos cánticos fueron dirigidos a Dios en el capítulo 4, y dos, a Jesús en el capítulo 5. Este es el quinto cántico, y está dirigido a los dos, a Dios y a Jesús: «Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, -El hecho de que cada uno de los cuatro términos de esta lista esté precedido del artículo definido («el» o «la»), tal como lo está en el texto griego, es señal de que sólo Dios y Jesús merecen ser adorados. Vea las notas sobre 4.11, en las páginas 8 y 9 de la lección «Vea las cosas como Dios». ...la honra, la gloria y el poder, -La palabra que se traduce por «poder» se refiere al continuo ejercicio del poder. ...por los siglos de los siglos» (vers.o 13b).
Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. - La adoración durará por siempre y siempre porque Dios y el Cordero vivirán por siempre y siempre. La adoración será de cuatro partes; la riqueza, la sabiduría y el poder no se incluyen en la doxología de los ángeles. Note que Dios y el Cordero se encuentran unidos en la alabanza y están unidos en otras partes en Apocalipsis:

La ira del que está sentado sobre el trono y el Cordero (6:16)
El Cordero será su pastor y Dios limpiará toda lágrima (7:17)
El reino de Dios y las bodas del Cordero (19:6)
Como el templo y como su luz (21:22) Fuente del río de vida (22:1)
El trono de Dios y del Cordero (22:3)

v. 14 - Los cuatro seres vivientes decían: Amén; Como en 5:8 los ancianos caen ante el Cordero en adoración, quien es digno en forma suprema de adoración, a diferencia de la bestia de 13:4. Cayeron en adoración al Cordero de la misma forma que habían adorado a Dios en 4:10, lo cual indica la divinidad de Cordero, porque sólo Dios debe ser adorado (14:7, 19:10, 22:9). La adoración de los ancianos representa la de la iglesia (ver 5:8) donde los ancianos sostienen las copas doradas llenas de incienso, que son las oraciones de los santos. Después de la alabanza y adoración el Cordero abre los sellos (6:1).

Cuando el coro cantaba alabanzas, «Los cuatro seres vivientes decían: Amén» (vers.o 14a; énfasis nuestro): Toda la creación dijo: «Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza», y los seres vivientes dijeron: «¡Amén!». Cantaron: «Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la honra», y los seres vivientes dijeron: «¡Amén!». Declararon: «Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la gloria», y los seres vivientes dijeron: «¡Amén!». Gritaron: «Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea el poder, por los siglos de los siglos», y los cuatro seres vivientes dijeron: «¡Amén!». «Bendito sea Jehová para siempre. Amén, y Amén» (Salmos 89.52).
y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos. Cuando el cántico acabó, «los […] ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron» (vers.o 14b), tal como lo hicieron antes (4.10; 5.8). ¡Es como dice Habacuc: «Mas Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra» (Habacuc 2.20)!. Nuestros himnarios están llenos de cánticos que reflejan las palabras y sentir de Apocalipsis 5. Tenemos, por ejemplo, el hermoso himno: «Digno eres Tú», del hermano Tillit S. Teddlie: Digno de alabanza es Cristo nuestro Redentor; ¡Digno de gloria, honor y poder! Digno de la adoración de toda nuestra alma, ¡Digno eres Tú! ¡Digno eres Tú! Digno de riquezas, bendiciones y honor, ¡Digno de sabiduría, gloria y poder! Digno de la acción de gracias de cielos y tierra, ¡Digno eres Tú! ¡Digno eres Tú! -Tillit S. Teddlie, “Worthy Art Thou” («Digno eres Tú»), Songs of Faith and Praise, ed. Alton H. Howard (West Monroe, La.: Howard Publishing Co., 1994).

¿Cantamos cánticos como el anterior con el mismo entusiasmo de los cantores del capítulo 5? ¿Nos bendicen los cánticos de igual modo que los cánticos del capítulo 5, debieron de haber bendecido a Juan? Bruce Metzger dijo: Y así, con estas gloriosas afirmaciones de la bondad y misericordia del Dios Todopoderoso y del Cordero, resonando en los oídos de Juan, éste [pudo] resistir con confianza, a pesar de los terrores que estaban a punto de desencadenarse sobre el mundo, y que se describen en los capítulos siguientes. -Metzger, 54Jim McGuiggan insistió en que «si usted y yo creyéramos por lo menos la mitad de lo que dicen nuestros cánticos y oraciones, se notaría la influencia de Cristo» -McGuiggan, 90. (Énfasis nuestro.) ...en nuestra vida y en la manera como le hacemos frente a los problemas. ¿Cree usted en las grandes verdades acerca de la redención que se expresan en Apocalipsis 5? Si cree en ellas, es mi oración que usted le entregue su vida al «Cordero que fue inmolado» por usted. -Si esta lección es usada como sermón, inste a sus oyentes a bautizarse (Marcos 16.16), o a restaurarse (Santiago 5.16). ...El darse usted mismo a Él, le bendecirá en esta vida; luego, algún día podrá usted estar en pie con el dinámico coro y cantar: «¡Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos!».

Continua en El Apocalipsis VI: Los Sellos
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