Dibujo de Ulrico Zuinglio, de una edición de 1906 del "Meyers Konversations-Lexikon
Ulrico Zuinglio
teólogo y predicador protestante suizo
Ulrico Zuinglio o Zwinglio, en alemán Huldrych o Ulrich Zwingli (Wildhaus, Suiza, 1 de enero de 1484 - Kappel am Albis, 11 de octubre de 1531) fue el líder de la Reforma Protestante suiza y el fundador de la Iglesia Reformada Suiza. Al estudiar las Escrituras desde el punto de vista de un entendido humanista, llegó, de manera independiente, a conclusiones similares a las de Lutero, que era un doctor biblicus.
Biografía
Primeros años
Nació el 1 de enero de 1484 en Wildhaus, en el valle suizo de Toggenburg, en el seno de una familia de agricultores, siendo el tercer hijo de once. Cursó la educación básica en Weesen, bajo la tutela de su tío Bartolomeo, un clérigo de Weesen. A los diez años, Zwinglio fue enviado a Basilea para obtener su educación secundaria, donde aprendió latín bajo el magistrado Gregory Bünzli. Antes de ir a la Universidad de Viena, cursó algunos estudios en Berna. Llegó a Viena en 1499 y más tarde se inscribió en la Universidad de Basilea, donde hizo un posgrado en 1504 y un doctorado en 1506.
Presbiterado
Zuinglio fue presbítero en Glarus, tras graduarse como doctor en teología (1506). Allí estudió griego y hebreo, leyó a Erasmo de Róterdam y llegó a la conclusión de que muchas de las doctrinas de la Iglesia católica estaban en contradicción con las enseñanzas del Nuevo Testamento.
Zuinglio desarrolló su aversión al servicio mercenario de sus compatriotas durante este período. A partir de 1512, la Confederación Suiza enviaba diversos contingentes armados a sueldo del Papa para luchar contra la corona francesa en Lombardía durante la guerra de la Liga de Cambrai. Zuinglio fue testigo de los sucesos al ser capellán del contingente del cantón de Glaris, asistiendo a las victorias de Pavía y Novara, pero también a la derrota sufrida por los confederados en Marignano, a partir de la cual se acentuó su prédica contra el servicio armado.
La reforma protestante
El 31 de octubre de 1517, Martín Lutero publicó en Wittenberg, Alemania, sus 95 tesis sobre la religión cristiana, en las que atacaba las indulgencias y en general toda forma de intermediación eclesiástica o sacramental de la Iglesia católica.
Poco antes, en 1516, Diebold de Geroldseck lo llamó para predicar en la abadía de Einsiedeln, con lo que Zuinglio entra en contacto con uno de los centros más activos de peregrinación y también de supersticiones. Comienza así su predicación contra estas prácticas y contra el negociante de indulgencias Bernardin Samson, que había llegado a Suiza a instancias del Papa en 1518.
Predica asimismo contra la costumbre de los suizos de alistarse como mercenarios a las órdenes del Papa, lo que le proporcionó el cargo de predicador en Zúrich, cuyo gobierno estaba enfrentado con la autoridad romana. El 1 de enero de 1519 comienza su actividad en Zúrich, donde con su discurso claro y directo va explicando a los feligreses los evangelios. El gobierno de la ciudad decide apoyar las nuevas enseñanzas y dispone en 1520 que todos los predicadores actúen siguiendo las pautas de Zuinglio.
En 1522 Zuinglio publica su primera obra reformadora, dirigida contra el ayuno propugnado por la Iglesia de Roma. Defiende así un acontecimiento real en el que, al parecer, un amigo suyo había comido carne durante el período de ayuno, lo cual justifica Zuinglio con el argumento de que el ayuno va contra la fe cristiana. De la misma época es un escrito enviado por él y diez de sus compañeros al obispo de Constanza, en el que afirmaban su disposición a seguir predicando según los Evangelios y pedían la supresión del celibato. El papa Adriano VI intenta convencerle de que no emprenda nuevas acciones que atenten contra la sustancia de la teología católica.
Ante la acusación de los dominicos de que Zuinglio propagaba la herejía, el Consejo de la ciudad de Zúrich convocó para el 29 de enero de 1523 a un elevado número de teólogos a un debate público (Primera Disputa de Zúrich), en la que se debía discutir sobre las tesis defendidas por Zuinglio. A ella acudieron 600 personas entre clérigos y laicos y, puesto que los enviados del obispo sólo pudieron hacer valer en su favor la tradición y las disposiciones de los concilios, el Concejo decidió adjudicar a Zuinglio la victoria dialéctica.
No sería esa, sin embargo, la única disputa oficial y pública que se celebró en Zúrich. Entre el 26 y el 29 de octubre de 1523 se dirime, en presencia de 900 asistentes, la necesidad de suprimir las imágenes de las iglesias, decisión que se acaba adoptando y que se pondrá en práctica de una manera paulatina. Asimismo, entre el 13 y el 14 de enero de 1524 el tema tratado fue la misa y su posible supresión, lo que finalmente se establece.
Ese mismo año Zuinglio se casa con la viuda Anna Reinhard, con la que vivía de manera marital desde hacía algún tiempo.
La Reforma en Zúrich no afectó, sin embargo, solamente a la religión, sino que, al igual que en otros movimientos reformistas de la época, se trataba de una serie de medidas de regulación social con las que el Concejo pretendía organizar el sistema escolar, el matrimonio, las costumbres, etc. El papel de Zuinglio es capital en este proceso, pues si bien no asume ningún cargo orgánico, su carisma y su predicamiento entre el pueblo lo convierten en una figura determinante del proceso.
Zuinglio publica en 1525 su confesión de fe (De la verdadera y la falsa religión). Su teología, coincidente con la de Lutero en muchos aspectos básicos, opera de una manera más radical en otros, como puede ser la cuestión de la eucaristía, al rechazar Zuinglio la presencia real de Cristo en la comunión. A partir de 1525, la Reforma en Zúrich se completa:
-Se administra la Eucaristía bajo las dos especies,
-Se suprime la misa,
-Se eliminan las imágenes de las iglesias,
-Se decreta la supresión del celibato sacerdotal,
-Se establece y regula una beneficencia para los pobres, financiada con los fondos obtenidos de la secularización de bienes eclesiásticos.
Ese año de 1525 se funda asimismo en la iglesia Grossmünster una escuela para teólogos, donde podrán aprender exégesis bíblica, que luego utilizarán en sus sermones al pueblo.
Importante en la teología de Zuinglio es también su concepción de las relaciones entre el poder laico y el religioso, pues mientras considera que es derecho y obligación del poder terrenal organizar la Iglesia y la sociedad, admite por otro lado la posibilidad de derrocar al grupo gobernante si este no se comporta de manera apropiada a las enseñanzas del Evangelio.
Las relaciones con la otra ala del movimiento reformista, encabezada por Lutero y Melanchton, se ven dificultadas por la concepción que tienen ambas partes sobre la comunión. Estas diferencias devienen claramente insuperables en el intento más importante que se hace de aunar posiciones, cuando en octubre de 1529 el landgrave Felipe I de Hesse invita a Zuinglio y Lutero a una discusión teológica (conocida como Disputa de Marburgo).
La situación política en la Suiza del siglo XVI resulta sin duda determinante para el ulterior desarrollo de la reforma zuingliana. A pesar de la primera Paz de Kappel de 1529, las tensiones entre Zúrich y Berna (que había sido ganada por Zuinglio para su movimiento), por un lado, y los cantones que permanecían católicos, por otro, no podía menos que estallar en un conflicto político - y finalmente también armado, las Guerras de Kappel. La opción de Zuinglio era en este sentido clara: usar las armas para extender la verdad del Evangelio era una obligación de todo buen cristiano.
Como traductor de la Biblia, Ulrico Zuinglio trabajó en estrecha colaboración con Leo Jud. La traducción se conoce hoy en día como la Biblia de Zúrich.
El 11 de octubre de 1531 cayó Zuinglio en la segunda guerra de Kappel.
La Reforma zuingliana
La Reforma de Zuinglio, a pesar de sus evidentes puntos de conexión con Lutero, presenta también características propias. Mientras el fin de Lutero era suprimir las indulgencias o bulas, Zuinglio solo acepta como Iglesia aquello que aparece en las Escrituras. De ahí que las iglesias reformadas sean en gran modo iglesias de la palabra, del verbo, donde no encontramos decoración alguna (fuera de textos bíblicos), una liturgia exigua e inicialmente tampoco música alguna.
Teología de Zuinglio
La piedra angular de la teología de Zuinglio es la Biblia. Zuinglio apeló constantemente a la Escritura en sus escritos. Puso la autoridad de la misma sobre otras fuentes, tales como los concilios ecuménicos o los Padres de la Iglesia, aunque no dudaba en usar otras fuentes para apoyar sus argumentos. Los principios que guiaron las interpretaciones de Zuinglio se derivan de su educación humanística y de su entendimiento, a la luz de la Reforma, de la Biblia. Modificando una interpretación literal de un pasaje, ponía atención al contexto inmediato y trataba de entender el propósito subyacente detrás del mismo. Comparó pasajes de la Escritura y usó analogías, un método que describe en Una exégesis amigable (1527). Dos analogías que utilizó con bastante efectividad fueron entre el bautismo y la circuncisión y entre la Pascua y la Eucaristía.
Zuinglio rechazaba la palabra sacramento en el modo que se empleaba popularmente en su tiempo. Para la gente común, la palabra significaba alguna forma de acción santa en la cual había un poder inherente para liberar la conciencia de pecado. Para Zuinglio, un sacramento era una ceremonia de iniciación o una promesa, señalando que la palabra se derivaba de sacramentum, que significa un juramento. En sus primeros escritos sobre el bautismo, hizo notar que el bautismo era un ejemplo de tal compromiso o promesa. Cuestionó a los católicos acusándolos de superstición al atribuirle al agua del bautismo un cierto poder para limpiar los pecados. Posteriormente, en su conflicto con los Anabaptistas, defendió la práctica del bautismo de infantes, señalando que no había ninguna ley que prohibiera dicha práctica. Argumentaba que el bautismo era un símbolo de un pacto con Dios, por lo tanto reemplazaba la circuncisión del Antiguo Testamento.
Zuinglio abordaba la cuestión de la Eucaristía de manera similar al bautismo. Durante el primer debate de Zúrich en 1523, negó que ocurriera un verdadero sacrificio durante la misa, argumentando que Cristo hizo el sacrificio una sola vez y para toda la eternidad. En consecuencia, la Eucaristía era "un memorial del sacrificio". Siguiendo con este argumento, desarrolló aún más su punto de vista, llegando a la conclusión de que se deben interpretar como "significa" las palabras de la institución. Usó varios pasajes de la Escritura para argumentar en contra de la transubstanciación, así como el punto de vista de Lutero, siendo el texto clave Juan 6:63, "Es el espíritu el que da vida, la carne para nada aprovecha". El enfoque racional de Zuinglio y el uso de la Escritura para entender el significado de la Eucaristía fue una razón por la que no pudo llegar a un consenso con Lutero. De hecho, cuando se reunieron los reformadores suizos con los alemanes en 1529 (Disputa de Marburgo) a instancias de Felipe de Hesse, estaban de acuerdo en casi todos los puntos principales, excepto ese. Punto que Lutero no estaba dispuesto a conceder, ya que iba en contra de su doctrina de la Consubstanciación. Resulta interesante constatar que tiempo después, Melanchton (discípulo de Lutero) llegó a un consenso con los reformadores suizos una vez que la separación con los católicos era definitiva.
El impacto de Lutero en el desarrollo teológico de Zuinglio ha sido durante largo tiempo un tema de interés y discusión entre los eruditos zuinglianos. El propio Zuinglio afirmó vigorosamente su independencia de Lutero. Los estudios más recientes han dado credibilidad a esta afirmación, aunque algunos eruditos aún afirman que su teología dependía de la de Lutero. Parecía que Zuinglio había leído los libros de Lutero buscando confirmación del mismo sobre sus propias opiniones. Sin embargo, Zuinglio sí admiraba bastante a Lutero por oponerse al Papa. Esto, más que la teología de Lutero, fue una influencia clave en las convicciones de Zuinglio como reformador. Lo que Zuinglio consideraba una postura valerosa de Lutero en el Debate de Leipzig, tuvo un impacto decisivo sobre Zuinglio durante sus primeros años como sacerdote, y durante este tiempo Zuinglio alababa y promovía los escritos de Lutero para apoyar sus propias ideas, que eran similares. Como Lutero, Zuinglio era también un estudiante y admirador de Agustín de Hipona. Sus últimos escritos continuaron mostrando características diferentes de las de Lutero, tales como la inclusión de no cristianos en el cielo, como lo describe en Una exposición de la fe.
La Biblia de Zúrich
En estrecha colaboración con Leo Jud tradujo Zuinglio la Biblia entre 1524 y 1529 a un alemán con marcadas características suizas. Esta traducción se conoce hoy en día como la "Biblia zuriquesa" o "Biblia de Zúrich". Más tarde, los teólogos de Zúrich completaron la nueva traducción del griego y hebreo cinco años antes de que Lutero tradujera la Biblia. Por tanto, la Biblia de Zürich es la traducción protestante completa más antigua de toda la Sagrada Escritura y fue impresa por Christoph Froschauer entre 1524 y 1529, quien en 1531 publicó la obra completa ricamente ilustrada.
Música
A Zuinglio le gustaba escuchar música y sabía tocar varios instrumentos, incluyendo el violín, el arpa, la flauta, el dulcimer y la trompa de caza. Algunas veces divertía a los niños de la congregación con el laúd y era tan conocido por sus interpretaciones que sus enemigos se burlaban de él como "el evangélico tañedor del laúd y el pífano". Se han conservado tres de los himnos de Zuinglio: Pestlied, una adaptación del salmo 65, y Kappeler Lied, que se cree que fue compuesto durante la campaña de la primera guerra de Kappel.
Obras
-De vera et falsa religione (Zúrich, 1525)
-Amica exegesis (1527)
-Fidei ratio (Zúrich, 1530)
-Especialmente Christianae fidei brevis et clara expositio ad regem christianum (Zúrich, 1536)
-Sus obras completas aparecieron en Zúrich en 1545 y 1581 (sin contar ediciones posteriores ya en el siglo XIX).
Retratos
Después de que Zuinglio muriera, se hicieron numerosos retratos, la mayoría de los cuales se basan en el del pintor zuriqués Hans Asper. No existe ninguno que se le hiciera en vida. Generalmente se representa a Zuinglio vestido de negro y tocado con una gorra también negra.
-Xilografía de Hans Asper, hacia 1531
-Retrato de Hans Asper, 1549
-Retrato del año 1854
-Vista parcial del vitral de la Iglesia del Salvador en Estrasburgo
Ulrico Zuinglio y su búsqueda de la verdad
Hoy en día muchas personas religiosas pueden comprobar si sus creencias se basan en la Biblia o no. Pero esto no podía hacerse a principios del siglo dieciséis. ¿Por qué? Porque la mayoría de las personas no tenían acceso a la Biblia en su idioma. Por eso, muy pocos podían comparar lo que enseñaba la Iglesia con lo que de verdad decía la Biblia, y los miembros del clero tampoco ayudaban mucho. El libro History of the Christian Church (Historia de la Iglesia cristiana) a dice: “La Iglesia en Suiza era corrupta [...]. El clero era ignorante, supersticioso e inmoral”.
Así estaban las cosas cuando Ulrico Zuinglio se puso a buscar la verdad. ¿Qué fue lo que encontró? ¿Cómo compartió con otros lo que descubrió? ¿Y qué podemos aprender nosotros de su vida y de sus creencias?
Empieza la búsqueda
Cuando tenía unos 20 años, Zuinglio se propuso ser sacerdote católico. En esa época, quien quisiera ser sacerdote tenía que estudiar filosofía, tradiciones de la Iglesia y los escritos de los llamados padres de la Iglesia. Pero no tenía que estudiar la Biblia.
¿Qué fue descubriendo Zuinglio sobre la Biblia? Mientras estaba en la universidad de Basilea, en Suiza, asistió a las clases de Tomás Wyttenbach, que estaba totalmente en contra del sistema de indulgencias de la Iglesia. b Según la biografía Zwingli—God’s Armed Prophet (Zuinglio: el profeta armado de Dios), c Zuinglio “aprendió por medio de Wyttenbach que Cristo murió una sola vez por nuestros pecados” (1 Pedro 3:18). Cuando entendió que solo se pueden perdonar los pecados gracias al sacrificio de Jesús, rechazó la enseñanza de la Iglesia que dice que sus líderes podían perdonar pecados a cambio de dinero (Hechos 8:20). Sin embargo, Zuinglio siguió con sus estudios y llegó a ser pastor católico cuando tenía 22 años.
En esos años, Zuinglio aprendió griego por su cuenta para entender el idioma original de lo que suele conocerse como el Nuevo Testamento. También analizó las obras de Erasmo de Rotterdam y aprendió que la Biblia enseña que Jesús es el único mediador entre Dios y los seres humanos (1 Timoteo 2:5). Por eso Zuinglio empezó a dudar de la enseñanza católica de que se puede recurrir a los santos para hablar con Dios.
Después de cumplir los 30, Zuinglio se dedicó todavía más a buscar la verdad. Pero también sirvió como capellán del Ejército en una serie de guerras que se lucharon en Europa por el control de Italia. En la batalla de Marignano, en 1515, vio como miles de católicos se mataban entre ellos. Unos años más tarde, copió a mano e incluso memorizó gran parte de las Escrituras Griegas. En 1519 vivía en Zúrich, el centro político de Suiza. Allí llegó a convencerse de que la Iglesia debía dejar de enseñar cualquier doctrina que no estuviera basada en la Biblia. ¿Pero cómo podía ayudar a otros a llegar a la misma conclusión?
“Nunca habíamos escuchado nada como esto”
Zuinglio estaba convencido de que, si la gente escuchaba la verdad de la Biblia, dejaría de creer las mentiras religiosas. Cuando lo eligieron sacerdote de Grossmünster, una importante iglesia de Zúrich, ideó un plan atrevido. En vez de leer del leccionario d en latín que el clero había estado recitando durante siglos, en sus sermones leería directamente de la Biblia, capítulo por capítulo, desde el principio hasta el final. En vez de usar las ideas de los padres de la Iglesia para explicar la Biblia, dejaría que la Biblia se explicara a sí misma. Así dejó que los pasajes más fáciles aclararan los más difíciles (2 Timoteo 3:16).
Desde el púlpito, Zuinglio le ayudó a la gente a ver lo práctica que era la Biblia para el día a día. Enseñó las normas morales de la Biblia y explicó que estaba mal adorar a María —la madre de Jesús—, orarles a los santos y vender indulgencias, y también denunció las vidas inmorales que llevaban los miembros del clero. ¿Cómo reaccionó la gente? Después de su primer sermón, algunos dijeron: “Nunca habíamos escuchado nada como esto”. Un historiador escribió lo siguiente sobre el público católico de Zuinglio: “Los que habían dejado de ir a la iglesia porque estaban asqueados de la estupidez y las vidas escandalosas de los sacerdotes ahora volvían a la iglesia”.
En 1522, el clero quiso que las autoridades políticas de Zúrich tomaran medidas drásticas para que la gente no fuera en contra de las doctrinas de la Iglesia. Por eso, acusaron a Zuinglio de herejía. Pero, como no quiso renunciar a sus ideas, renunció a su puesto como sacerdote católico.
¿Qué camino tomó Zuinglio?
Aunque ya no era sacerdote, Zuinglio siguió difundiendo sus ideas y tratando de convencer a otros. Lo que enseñaba lo hizo tan popular entre la gente que llegó a tener influencia entre las autoridades políticas de Zúrich. Gracias a esa influencia, impulsó reformas religiosas en la ciudad. Por ejemplo, en 1523 convenció a las autoridades judiciales de Zúrich de prohibir cualquier enseñanza religiosa que no estuviera basada en la Biblia. En 1524 los convenció para que prohibieran la idolatría. Con la ayuda de otros predicadores de la ciudad y la aprobación de la gente, los magistrados civiles supervisaron la destrucción de altares, ídolos, imágenes y reliquias por todas partes. El libro Zwingli—God’s Armed Prophet comenta: “La Iglesia de Occidente no había visto una destrucción de este tipo desde que los vikingos saquearon los lugares de culto”. Para 1525, también había influido en las autoridades para que convirtieran los edificios que le pertenecían a la Iglesia en hospitales y para que permitieran que los monjes y las monjas se casaran. También propuso que la celebración de la misa fuera reemplazada por algo más sencillo basado en lo que explica la Biblia (1 Corintios 11:23-25). Los historiadores dicen que los esfuerzos de Zuinglio unieron a los líderes políticos y religiosos de Zúrich y sentaron las bases para la Reforma y para la religión protestante.
El trabajo más importante de Zuinglio fue la traducción de la Biblia. Durante la década de 1520, él y un grupo de expertos tradujeron la Biblia usando un método muy sencillo: leían cada versículo del hebreo y griego originales, y de traducciones muy respetadas como la Septuaginta, en griego, y la Vulgata, en latín. Luego, analizaban el significado del versículo y escribían sus conclusiones. Todo este trabajo permitió que en 1531 se publicara la Biblia de Zúrich en un solo volumen.
Quizás Zuinglio tuvo buenas intenciones, pero también fue intolerante, y sus métodos, agresivos. Por ejemplo, en 1525 participó en el juicio a los anabaptistas, que estaban en contra del bautismo de bebés. Más adelante, cuando los tribunales aprobaron la pena de muerte para los que rechazaban ese bautismo, él no se opuso a una sentencia tan dura como esa. También les insistió a los líderes políticos en que se usara la fuerza militar para obligar a la gente a aceptar nuevas ideas. Sin embargo, varias regiones muy católicas de Suiza se resistieron. Esto llevó a una guerra civil en la que Zuinglio acompañó a los soldados desde Zúrich al campo de batalla, donde lo mataron. Tenía 47 años.
El legado de Zuinglio
Aunque Zuinglio no es tan famoso como los reformadores protestantes Martín Lutero y Juan Calvino, sin duda tiene un lugar en la historia. Zuinglio fue más radical que Lutero al romper lazos con el catolicismo romano y le abrió el camino a Calvino. Por eso, se le ha llamado el tercer reformador protestante más importante de la historia.
El legado de Zuinglio deja un sabor agridulce. Para difundir sus ideas, se involucró muchísimo en la política y en la guerra. Y al hacerlo no siguió el ejemplo de Jesucristo, que nunca tuvo nada que ver con la política y les enseñó a sus discípulos a amar a sus enemigos, no a matarlos (Mateo 5:43, 44; Juan 6:14, 15).
Sin embargo, a Zuinglio se le recuerda como un muy buen estudiante de la Biblia, alguien decidido a compartir con otros lo que sabía. Descubrió muchas verdades de la Biblia y ayudó a otros a hacer lo mismo.
Heinrich Bullinger
Heinrich Bullinger (Bremgarten, Suiza, 18 de julio de 1504 - Zúrich, 17 de septiembre de 1575) fue un reformador suizo, el sucesor de Ulrico Zwinglio como jefe de la iglesia de Zúrich y pastor de Grossmünster. Su figura fue mucho menos controvertida que la de Juan Calvino o Martín Lutero, y a pesar de que su importancia ha sido subestimada, la investigación reciente muestra que fue uno de los teólogos más influyentes de la Reforma Protestante en el siglo XVI.
Heinrich Bullinger
Vida
Hijo de Heinrich Bullinger, decano de la iglesia capitular, y de Anna Wiederkehr, nació en Bremgarten, Argovia. El obispo de Constanza, que era supervisor de la zona de Argovia, había sancionado extraoficialmente el concubinato clerical, pero luego se había renunciado a todas las penas de este delito a cambio de una cuota anual. Como tal, Heinrich y Anna fueron capaces de vivir como marido y mujer de forma virtual, y el joven Heinrich fue el quinto hijo nacido de la pareja.
En 1519, a la edad de 15 años, sus padres le enviaron a la Universidad de Colonia con la intención de que siguiera a su padre en la carrera eclesiástica, cuando comenzaban a conocerse las noticias relativas a Martín Lutero. Bullinger sentía que tenía que tomar decisiones por sí mismo y empezó un programa sistemático de lectura que se inició con "Sentencias" de Pedro Lombardo, que luego las comparó con los Padres de la Iglesia y la Biblia. En 1520, se puso a estudiar los tratados de Lutero y llegó a la conclusión de que Lutero era más fiel a los Padres de la Iglesia y la Biblia. Entonces, convencido de la doctrina de Lutero, Bullinger renunció a su intención anterior de entrar en la Orden de los Cartujos.
En 1522, regresó a casa, aceptando un puesto como director del colegio del claustro de Kappel, aunque sólo después de haber negociado condiciones especiales, lo cual significaba que no tenía la necesidad de hacer votos monásticos o asistir a misa. En la escuela, Bullinger inició un programa sistemático de lectura de la Biblia y la exégesis para los monjes. Durante este período escuchó las prédicas de Zuinglio y Jud en varias ocasiones; además bajo la influencia de los valdenses, Bullinger tuvo una comprensión más simbólica de la eucaristía. Se puso en contacto con Zuinglio en septiembre de 1524. En 1528, a instancias del Sínodo de Zúrich, abandonó el claustro de Kappel para convertirse en un ministro ordinario de la parroquia.
En 1529 contrae matrimonio con Anna Adlischweiler, una exmonja. Su matrimonio fue feliz y considerado como un ejemplo a seguir. Su casa estaba llena continuamente de fugitivos, colegas y personas en busca de consejo o ayuda. Bullinger fue un padre atento que cuidó de sus once hijos, con los que gustaba jugar y que le incitaron a escribir numerosos versos de Navidad. Todos sus hijos se hicieron pastores.
Después de la derrota en la batalla de Kappel (11 de octubre de 1531), donde cayó Zuinglio, la región de Argovia tuvo que regresar a la fe católica. Bullinger y otros dos pastores hubieron de abandonar la ciudad. Tras haber ganado una reputación como uno de los líderes de los predicadores protestantes, Bullinger rápidamente recibió ofertas para ocupar el puesto de pastor de Zúrich, Basilea, Berna y Appenzell. Bullinger asumió el cargo de ministro de Zúrich, pronto se granjeó la supervisión sobre los otros ministros de Zúrich, cargo que más tarde sería conocido como el Antistes Zurich.
En diciembre del mismo año, fue elegido, a la edad de 27 años, sucesor de Zuinglio como antistes De la Iglesia de Zúrich. Aceptó la elección sólo después de que el Concejo le hubiera asegurado expresamente que se encontraba en su predicación "libre, independiente y sin restricciones", incluso si se requería la crítica al gobierno. Conservó su cargo hasta su muerte en 1575.
Bullinger rápidamente se estableció como un firme defensor del sistema eclesiológico desarrollado por Zwinglio. En 1532, cuando Jud propuso hacer la disciplina eclesiástica totalmente independiente del poder secular, Bullinger sostuvo que la necesidad de un conjunto independiente de los tribunales de la iglesia termina cuando el magistrado se convierte al cristianismo, y que en un lugar con un magistrado cristiano, las instituciones del Antiguo Testamento eran apropiadas. Sin embargo, Bullinger no sostuvo que la iglesia debe estar totalmente subordinada al Estado.
Murió en Zúrich (1575) y fue sucedido como antistes por Rudolf Gwalther.
Continua en Los Padres Reformados III