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Filipenses 1:27 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio,

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lunes, 14 de noviembre de 2011

El Reino de Juda

Genealogía de los reyes de Israel

El Reino de Judá
El Reino de Judá (en hebreo, מַמְלֶכֶת יְהוּדָה‎, Mamlejet Yehudá) fue un estado del Levante mediterráneo durante la Edad de Hierro. La Biblia hebrea lo describe como el sucesor del Reino Unido de Israel, tras el cisma provocado a la muerte de Salomón.

Desde el punto de vista arqueológico e histórico, numerosos autores como Israel Finkelstein, Nadav Na'aman, Emanuel Pfoh o Mario Liverani, sostienen que la evidencia arqueológica contradice el relato bíbico que lo describe como un extenso reino entre los siglos IX y VIII a. C. Gran parte de los historiadores, aunque no todos, consideran que el reino fue una pequeña entidad, de origen tribal, que se limitaba a Jerusalén y sus alrededores cercanos, dependiente del Reino de Israel.,Tras la caída de Samaria, Judá se convirtió en un reino relativamente importante.

En la arqueología
En el siglo X a. C. y principios del siglo IX a. C, el territorio de Judá parece haber estado escasamente poblado, limitado a pequeños asentamientos rurales, la mayoría de ellos sin fortificaciones. Jerusalén, la mencionada capital del reino, probablemente no surgió como un centro administrativo importante hasta finales del siglo VIII a. C; antes de esto, la evidencia arqueológica sugiere que su población era demasiado pequeña para sostener un reino.

En el siglo VII a. C. su población aumentó enormemente prosperando bajo el vasallaje asirio, pero en el 605 a. C. el Imperio asirio fue derrotado y la competencia siguiente entre la dinastía XXVI de Egipto y el imperio Neobabilónico por el control del Mediterráneo oriental la condujo a la destrucción en una serie de campañas entre 597 a. C. y 582 a. C., el exilio de la comunidad local y la incorporación de Judá como provincia del Imperio neobabilónico.

La prosperidad de Judá bajo el vasallaje asirio (no exenta de momentos de enfrentamiento como la revuelta de Ezequías), terminó con la caída del Imperio Asirio, cosa que disparó la lucha entre la Dinastía XXVI de Egipto y el Imperio Neobabilonio. La situación de Judá en medio de la zona en disputa condujo a la destrucción del reino luego de la serie de campañas que tuvo lugar entre 597 y 582 a. C. y a la que siguió el Cautiverio en Babilonia junto con el establecimiento de una provincia babilónica en el territorio de Judá.

Según la Biblia
El Reino de Juda fue creado a partir de los territorios que formaban parte del Reino de Israel, dominio que durante los reinados de Saúl, David y Salomón constituyó una monarquía unificada. Tras la muerte de Salomón, el territorio israelita fue dividido y del reino inicial surgieron otros dos: el Reino de Judá en su porción sur y otro reino, denominado una vez más Reino de Israel, pero abarcando solo la porción norte del territorio en cuestión. Establecido en Judea, el Reino de Judá suele también ser conocido como el Reino del Sur, para distinguirlo así de la otra monarquía, establecida en el norte, es decir, el Reino de Israel que comprendía Samaria y Galilea, y cuya existencia tuvo lugar en tiempos de la así denominada monarquía hebrea dividida. El Reino de Judá nació como estado independiente algún tiempo después de la muerte del rey Salomón en 928 a. C..

Durante el siglo VII a. C., Jerusalén se convirtió en la capital del Reino de Judá, en medio de un gran auge de población y de poder. Acaso ello en parte se debiera al posible apoyo asirio, que veía en Judá un valioso vasallo proasirio y una importante fuente de aceite de oliva.

Reyes de Juda
Roboam
Roboam fue un rey de Judá que reinó entre 928 y 913 a.C.​ Fue hijo de Salomón con Naamah. Su reinado está consignado en el Primer Libro de Reyes.

Hijo y heredero de Salomón, recibió el reino unificado de Judá e Israel, pero no fue bien recibido por los israelitas (las tribus norteñas). Tuvo que acudir a Siquem a recibir la corona de Israel de manos de los ancianos. Según el relato de I Reyes 12: 1-24, el encuentro comenzó con la queja de los ancianos de la pesada carga y el yugo que les había impuesto Salomón, pidiendo al nuevo rey que les aliviara esos tributos económicos. Roboam, en contra de la opinión de sus consejeros de mayor edad, aceptó el consejo de los jóvenes de su edad y rechazó con dureza la petición, por lo que los israelitas se sublevaron y se apartaron de la dinastía de la Casa de David, proclamando rey a Jeroboam I.

Ante esa situación Roboam se vio obligado a huir precipitadamente a Jerusalén en su propio carro de guerra. En adelante, la casa davídica reinaría sólo en Judá, con las tribus de Judá y Benjamín, aunque el reinado sería más largo y estable que el de las 10 tribus restantes (Israel), que estaría sometido a una sucesión, a menudo violenta, de reyes y dinastías.

Aunque Roboam trató de recuperar el territorio de Israel, desistió a causa (supuestamente) de la profecía del profeta Semeyas, según la cual, ello contravenía la voluntad de Yavé. En el futuro, ambos reinos se enfrentarían frecuentemente, lo que aprovecharían los Estados enemigos vecinos. Así, en el quinto año de reinado de Roboam, se produjo la invasión del faraón Sheshonq I, que pudo saquear el Templo de Jerusalén.

Abias
Abías (en hebreo: אביים Aviyam: ‘mi padre es Yah’) fue el cuarto rey de la casa de David y el segundo del Reino de Judá. Era hijo de Roboam y Macá, y reinó entre el 915 y el 911 a. C. según William F. Albright.

Cuando Abías ascendió al trono volvieron las hostilidades con el Reino de Israel, regido por Jeroboam I, al que derrotó en el monte Semaráyim, acabando con su ejército e hiriéndolo y de esa manera ya no fue una amenaza, ya que «murieron 500 000 soldados». Anexionó a Judá varias poblaciones. Selló una alianza con Tab-Rimmón de Damasco, y su acercamiento a los sirios marcó el inicio de sucesivas intervenciones de estos en los asuntos internos de Israel y Judá.

Una biografía más completa que la del Libro de las crónicas fue escrita por el profeta Iddo, pero el texto se ha perdido.3​ Abías tuvo 14 esposas y 38 hijos. A su muerte fue enterrado junto a sus antepasados en Jerusalén. Fue sucedido por su hijo Asa.

Asa
Asa (en hebreo: אסא) fue el quinto rey de la casa de David y el tercero del Reino de Judá, gobernando entre 913 y 873 a. C. Era hijo de Abías y bisnieto de Salomón. Asa fue celoso cumplidor de la religión judía, y persiguió a los idólatras.1​ Murió tras 41 años de reinado honrado por su pueblo, y le sucedió su hijo Josafat. Rechazó dos intentos de invasión: uno de Egipto y otro de Basá, rey de Israel.

Persecución religiosa
El profeta Azarías ben Oded exhortó a Asa a reforzar la estricta observancia del judaísmo nacional, lo que el rey cumplió,3​ prohibiendo los antiguos cultos religiosos, y destruyendo todos sus santuarios.4​ La reina madre, Maacah, también fue apartada por haber estado involucrada con los dioses, cultos y creencias de los pueblos vecinos. También ilegalizó la prostitución y persiguió a los infractores. En el año 15 de su reinado organizó una gran fiesta en Jerusalén para celebrar la total expulsión de los idólatras. En esa época muchos norteños, en particular de las tribus de Efraín y Manasés, emigraron al Reino de Judá a causa de la prosperidad de que disfrutaba y a los conflictos internos del Reino de Israel tras la caída de la dinastía de Jeroboam I.

Guerra
Asa renovó y reforzó el conjunto de fortalezas construido por su abuelo Roboam aprovechando el largo periodo de paz. Consiguió rechazar un intento de invasión realizado por el ejército egipcio bajo el mando de Zerah el Etíope, del que la crónica no aclara si era un faraón o un general. La batalla tuvo lugar en el valle de Zefat, donde Asa, con 580.000 hombres, derrotó a Zerah y a sus millones de hombres y 300 carros. La paz resultante permitió a Judá mantenerse libre de la opresión de los faraones hasta la época de Josías, dos siglos más tarde.

En el año 36 de su reinado el rey de Israel Basá atacó Judá.6​nota 1​ Basá construyó la fortaleza de Ramah en la frontera, a unos 8 km. de Jerusalén. El resultado fue que la capital se encontraba bajo la presión militar y la situación era precaria. Asa tomó el oro y la plata del Templo y los envió a Ben-Hadad I, rey de Damasco, a cambio de que suprimiera la ayuda que prestaba a Basá. Como resultado, Ben-Hadad atacó Ijon, Dan, y otras ciudades importantes de la tribu de Neftalí, y Basá se vio obligado a retirarse de Ramah. Asa derribó la fortaleza inacabada y utilizó sus materiales para fortalecer Geba y Mizpah, en la frontera.

Fin del reinado
Asa tuvo algunos problemas con puristas religiosos, como el profeta Hanani, que le amonestó por confiar en el rey de Siria para derrotar a Basá en lugar de confiar en la Divina Providencia, y fue encarcelado. También se le reprochó confiar en los médicos y no en Dios para sanar de una enfermedad.

En el trigésimo noveno año de su reinado, Asa, gravemente enfermo, nombró corregente a su hijo Josafat. Murió dos años después y fue enterrado con sus antepasados en Jerusalén, en una tumba que había preparado.

Josafat
Josafat (hebreo: יְהוֹשָׁפָט; "Yaveh es el que juzga") fue el sucesor de Asa, rey de Judá y de Azubá, hija de Silhí. Fue el sexto rey de la casa de David y el cuarto del Reino de Judá. Ascendió al trono con 35 años y reinó 25 (c 873-c 849 a. C.). Su reinado fue contemporáneo de los de Ajab, Ocozías y Joram, reyes de Israel.

Reinado
Hay razones para creer que estuvo asociado con su padre Asa (Mateo 1:8) en el trono durante los últimos años del reinado de éste, pues Asa sufría de los pies. A su vez, el hijo de Josafat, Joram, fue corregente en el trono hacia el fin del reinado de su padre. Se le describe como un buen rey, que no sirvió a dioses extranjeros, aunque muchos de sus súbditos todavía adoraban en los lugares altos, que no habían sido eliminados (1 Reyes 22:43; 2 Cronicas 17:3). En su tercer año envió príncipes, levitas y sacerdotes por todo Judá para enseñar al pueblo los principios de la Ley de Dios (2 Crónicas 17:7-9), y Dios lo bendijo por esta causa. Pudo hacer las paces con Israel y también ganar el respeto y el favor de las naciones vecinas, algunas de las cuales le enviaron regalos (1 Reyes 22:44; 2 Cronicas 17:11). Fue lamentable que relacionara su casa con la de Omrí de Israel, al tomar a Atalía, la idólatra hija de Acab, como esposa para su hijo (2 Reyes 8:18).sin más datos históricos

Alianzas
Mientras visitaba a Acab después de la batalla de Qarqar (853 a. C.), Josafat fue incitado por el rey israelita a ayudarlo en una campaña para reconquistar Ramot de Galaad de los sirios. La campaña fracasó y en la batalla Acab fue mortalmente herido, pero Josafat escapó (1 Reyes 22:1-38; 2 Crónicas 18:1-34). La confraternización de Josafat con el malvado rey de Israel fue severamente reprendida por el profeta Jehú, hijo de Hanani (2 Crónicas 19:1, 2). Al volver del norte, Josafat continuó las reformas religiosas y judiciales iniciadas por su padre (1 Reyes 22:46; 2 Crónicas 17:6). También instituyó un cuerpo judicial en Jerusalén para actuar como suprema corte del país (2 Crónicas 19:4-11).

Más tarde, durante su reinado, los amonitas, moabitas y edomitas se unieron para invadir Judá desde el sur. Josafat buscó a Dios pidiendo liberación y el Señor atendió su oración. Los enemigos empezaron a pelear entre sí y en una sangrienta lucha se destruyeron mutuamente, hasta el punto que "ninguno" escapó (2 Crónicas 20:1-30). Fue probablemente este desastre lo que le dio a Josafat acceso al fuerte edomita de Ezión-geber, aparentemente no ocupado por Judá desde el tiempo de Salomón. Ocozías de Israel se unió a él en una empresa para construir navíos con fines comerciales. Pero los barcos naufragaron, presumiblemente por una tempestad. Ocozías parece haber sugerido un segundo intento, pero Josafat no aceptó la idea, porque había sido reprendido por el profeta Eliezer por haberse unido con el malvado rey de Israel (1 Reyes 22:48, 49; 2 Crónicas 20:35-37). Más tarde, se alió con Joram, otro hijo de Acab, en una campaña contra Moab, que tuvo cierto éxito (2 Reyes 3:4-27). Josafat fue sepultado en las tumbas reales de Jerusalén (2 Crónicas 21:1).

Joram
Joram fue el quinto rey de Judá, que reinó en el período (850 a. C. - 843 a. C.) aproximadamente. Fue hijo y sucesor de Josafat y esposo de Atalía, hija del rey Omrí de Israel. Ascendió al trono a los treinta y dos años de edad al ascender al trono y reinó durante ocho años. Según 2 Reyes 08:16, Joram se convirtió en rey de Judá, en el quinto año de Joram de Israel, cuando su padre Josafat era (todavía), rey de Judá, lo que indica una corregencia. Jehoram de Israel a su vez ascendió al poder cuando era el sgundo año de la corregencia de Joram. Para asegurar su posición, mató a sus seis hermanos. La Biblia dice que <<hizo el mal a los ojos de Yahvéh>> (2 Reyes, 8:18) y lo atribuye a la influencia de la familia de la reina.

Gracias a la influencia de su madre, mantuvo buenas relaciones con Israel, a pesar de lo cual, su posición era insegura, por las revueltas de Edom contra la autoridad de Judá. Cuando Joram marchó contra ellos, su ejército huyó frente a los edomitas, y se vio obligado a reconocer su independencia. Joram pasó a Saír con sus carros de guerra, para tratar de restablecer el dominio de Judá. Los idumeos lo cercaron, pero aunque Joram logró batirlos y romper el cerco, no pudo recuperar el territorio rebelde. También Libná se alzó contra el Reino de Judá.

Joram murió en 843 a. C., a los cuarenta años de edad. Le sucedió su hijo Ocozías. Algunos después, sus otros cuarenta y dos hijos fueron arrestados en Bet-Equed por Jehú, rey de Israel, y degollados en la cisterna de ese sitio.

De acuerdo con la Reina Valera Mateo 1:1-17, Joram es el padre de Uzías. Uzías es el padre de Jotam. Jotam padre de Acaz. Acaz padre de Ezequías. Ezequías padre de Manacés. Manacés padre de Amón. Amón padre de Josías. Josías padre de Jeconías. Jeconías padre de Salatiel. Salatiel padre de Zorobabel. Zorobabel padre de Abiud. Abiud padre de Eliaquim. Eliaquim padre de Azor. Azor padre de Sadoc. Sadoc padre de Aquim. Aquim padre de Eliud. Eliud padre de Eleazar. Eleazar padre de Mathám. Mathám padre de Jacob. Jacob padre de José. José padre de Jesús de Nazareth.

Ocozías
Ocozías (אחזיהו המלך) fue un rey de Judá, hijo de Joram y de Atalía, hija del rey Ajab de Israel. Ocozías llegó al trono a los 42 años (2 Crónicas 22:2). William F. Albright ha datado su reinado en el año 842 a. C.,mientras E. R. Thiele da la fecha del 841 a. C. Bajo la influencia de su madre, Atalía, introdujo nuevos métodos de trabajo, los cuales ofendieron a los hebreos.

Ayudó a su tío, Joram, rey de Israel, en una expedición infructuosa contra Hazael, rey de los arameos. Joram fue herido en la batalla y, cuando Ocozías fue a visitarlo en Jezreel, se encontró en medio de la revuelta de Jehú. Ocozías tuvo que huir para salvar su vida, pero fue herido en el paso de Gur, por lo que le quedaron apenas las fuerzas para llegar a la colina de Megido, donde murió (II Reyes 9:22-28). Así, su reinado se prolongó solo durante un año.

El autor de la inscripción de Tel Dan (encontrada durante unas escavaiones arqueológicas llevadas a cabo entre 1993 y 1994 en Lashish) afirmó haber matado a ambos reyes, tanto a Ocozías, hijo de Joram, como a Joram de Israel; probablemente, el autor de el monumento encontrado fuera el propio Hazael, rey de los arameos. Si bien la inscripción es contemporánea al periodo del que habla, los reyes de este periodo son conocidos por reclamar acciones exageradas, con lo que no queda claro si los dos reyes fueron asesinados por Jehu (como aparece en la Biblia) o bien por Hazael (como aparece en la inscripción).

Atalia
Atalía fue reina de Judá durante el período (842 a. C.-835 a. C.), aproximadamente. Fue el séptimo reinado de Judá.

Era hija de Ajab, rey de Israel, y de Jezabel, la princesa de Tiro que aparece en la Biblia. Sin embargo, algunos eruditos creen que era hermana de Ajab, en lugar de su hija. Al casarse con Joram, se convirtió en reina consorte de Judá. Cuando murió su esposo y también su hijo Ocozías, se alzó con el trono. Pero por escaso tiempo, hasta que la revuelta de Jehú acabó con todos los descendientes de Jezabel tanto en Israel (su hermano Joram ) como en Judá.

Durante su reinado, toleró el culto al dios Baal, por lo que se ganó el odio de los sacerdotes de Yavé. Hizo todo lo posible por exterminar a los descendientes de la casa de David, ejecutando a cuantos príncipes pudo encontrar. Sin embargo, Jehosheba hermana del rey Ocozías, protegió a uno de ellos, llamado Joás, que luego sería rey, entregándolo en secreto al cuidado del sumo sacerdote Joiada, quien lo presentó en público por sorpresa. Después de este golpe de efecto, Atalía fue capturada y ejecutada.

Joas
Joás (hebreo: יְהוֹאָשׁ Yehoash, griego: Ιωάς Iōás, latín: Ioas; Jerusalén, c. 844 a. C. – Bet-Milo, c. 796 a. C.) fue el octavo rey de Judá, que reinó durante el período entre los años 835 a. C. – 796 a. C., aproximadamente.

Él fue el único que, gracias a sus tíos Joiada y Josaba, sobrevivió a una masacre instigada por su abuela paterna Atalía en la que mató a todos los hijos de su difunto hijo, Ocozías de Judá. A través de su abuela paterna, Joás era un descendiente de la casa de Omri.

Familia y coronación
Era hijo de Ocozías y una mujer de Beerseba llamada Sibia, y el único descendiente que escapó con vida de la purga realizada por su abuela paterna, la reina Atalía. Fue ungido por el sumo sacerdote Joiada, que le había protegido en secreto. Comenzó a reinar a la edad de siete años guiado por el sumo sacerdote Joiada.

Obras
Entre sus obras destacadas en la Biblia fue conseguir un gran auge económico en recolección de dinero, para la restauración del templo, dañado gravemente en el reinado de Atalía; con el dinero también se construyeron varios artefactos religiosos, sin embargo no pudo eliminar los templos de otros ídolos del reino, por lo que la gente siguió adorando a otros dioses.

Ejecución de los hijos de Joiada
Todo marchó tranquilo hasta la muerte de su guía Joiada. Joás y otros líderes del reino empezaron a ignorar la religión y a prestar atención a otros cultos, los profetas que advirtieron a Joás no fueron escuchados, y Zacarías, hijo de Joyada le advirtió igualmente, sin embargo Joás ordenó que lo maltrataran y lo ejecutó.

Enfermedad y muerte
Tras estos hechos, Joás recibe una grave consecuencia, los arameos se dirigen a atacar Jerusalén y asesinan a todos los jefes, Joás debe entregarles un botín con todas las cosas preciosas que había conseguido, quedando sin las obras que había realizado para el templo, tras la invasión. Los arameos se fueron pero lo dejaron gravemente enfermo.

Tras la crisis algunos de sus oficiales decidieron conspirar, lo asesinaron hiriéndolo mientras estaba en cama, en Bet-Milo, y en su lugar reinó su hijo Amasías.

Amasías
Hijo y sucesor de Joás, rey de Judá, su primer acción de gobierno fue la persecución de los asesinos de su padre, y conforme a la costumbre, permitió vivir a sus hijos. Fue el primer rey de Judá que empleó un numeroso ejército de mercenarios de Israel, con el que derrotó a Edom. Sin embargo, después de la victoria, adoró algunos de los dioses edomitas, lo que según el autor de Crónicas, fue la causa de su ruina posterior.

Declaró la guerra a Israel, siendo derrotado por Joás, rey de Israel en la batalla de Bet-Semes, hecho prisionero y más tarde, asesinado, mientras que Jerusalén fue saqueada. Fue padre del rey Ozías, y abuelo de Uzías o Azarías. Se calcula que gobernó entre el 797 y el 769 a. C. aproximadamente.

Uzías
Uzías o Azarías (Judá, 825-759 a. C.) fue un rey de Judá que, según la Enciclopedia Católica, reinó en el período 809-759 a. C., pero según E.Thiele, la fecha del reinado sería 767-740 a. C., si bien entre 751 y 740 a. C., ejercería la corregencia, Jotán de Judá, por haber ya contraído la lepra. Era hijo del rey Amasías y de Jecolías, y tuvo un próspero reinado, hasta que fue arruinado por problemas de salud.

Relato bíblico
Uzías inició su reinado en Judá a los dieciséis años3​ para reemplazar al rey Amasías, su padre, que había sido asesinado. Mientras siguió la religión su reinado fue muy próspero. Reconstruyó la ciudad de Elat y la devolvió al territorio de Judá; en la guerra ganó a los filisteos y los obligó a arrasar parte de las murallas de Gat, de Jabné y Asdod; en el lugar donde se arrasaron las murallas construyó ciudades. Triunfó ante los filisteos, un sector de árabes en Gur-Baal y contra los amonitas, que le pagaron tributos. La fama y poderío de Ozías se extendió incluso hasta la frontera con Egipto.

Uzías estaba muy preocupado por la agricultura, mandó a construir varias cisternas, por el numeroso ganado, por los viñadores y por los labradores, además construyó torres en Jerusalén, en la Puerta del Ángulo, en el Ángulo y en la Puerta del Valle, las fortificó y mando a construir también en pleno desierto. Según los historiadores hebreos, durante el reinado de Ozías, el ejército llegó a los 307 500 soldados todos bajo sus órdenes y que le ofrecían lealtad. Al ejército se le realizó censo, se le entregó mucho material y se mandó a construir máquinas, hechas por un ingeniero, que se colocaron en los ángulos y en las torres para arrojar saetas y piedras grandes.

Su fama y poderío llegó muy lejos, Ozías se hizo muy popular incluso en otros territorios, sin embargo empezó a ser muy orgulloso y a desobedecer sus promesas con [Jehová]]. Fue al templo a quemar incienso, los sacerdotes se enojaron con él y le dijeron que estaba renegado, Ozías se enfureció, le brotó lepra en la frente por desobedecer a Jehová y fue enfermando cada vez más, hasta que le fue imposible gobernar. Debió ser aislado del cargo y puesto en una casa alejada, por su imposibilidad se puso a la cabeza del reino su hijo Jotán de Judá, finalmente falleció con lepra y fue sepultado con otros reyes.

Su reinado terminó el año 759 a. C. Ozías es mencionado en el versículo 5 del capítulo 14 del Libro de Zacarías y el autor le relaciona con un terremoto que ocurrió en sus días.

Jotan
Jotám de Judá fue un Rey de Judá, 748-732 Hijo del rey Uzías (Azarías) reino en Juda 16 años

Cuando Uzías fue herido con lepra por invadir ilegalmente el templo y ofrecer incienso ilegalmente, Jotán se encargó de los deberes reales en lugar de su padre, pero su período de Gobierno no se registra sino hasta de la muerte de aquél, cuando tenía 25 años.

Durante su reinado se emprendieron muchas obras de construcción. Erigió la puerta superior del templo, construyó gran parte del muro de Ofel y edificó ciudades en la región montañosa de Judá, así como lugares fortificados y torres en los bosques. (2 Crónicas 27:3-7.)"

Pero Jotán no disfrutó de un reinado pacífico. Guerreó contra los amonitas y finalmente los venció. Como resultado, le pagaron durante tres años un tributo anual de 100 talentos de plata (660.600 dólares [E.U.A.]) y 10.000 medidas de coro (unos 2.200.000 l.) tanto de trigo como de cebada. (2 Crónicas 27:5.) Durante su reinado, el país también empezó a sufrir presiones militares por parte del rey sirio Rezín y el rey israelita Pecajías. (2Reyes 15:37.)

Jotán fue enterrado a su muerte en la Ciudad de David, y su hijo Acaz, que tenía unos cuatro años de edad cuando Jotán llegó a ser rey, ascendió al trono de Judá. (2Crónicas 27:7–28:1.)

Acaz
Ajaz o Acaz fue un rey de Judá que gobernó entre el 734 y el 715 a. C. aproximadamente.

Era hijo y sucesor de Jotán de Judá. Según el Libro de Isaías y el Libro segundo de los reyes, siguió una vida de perversión, al introducir muchas costumbres paganas e idólatras, ignorando los llamamientos de los profetas Isaías, Oseas y Miqueas. Llamó en su ayuda al rey asirio Tiglath-Pileser III, para rechazar los ataques de Israel, Aram y Edom, razón por la cual Judá quedó sometida durante largos años como región vasalla de Asiria. Tiglath-Pileser saqueó Damasco y anexionó Aram.1​Luego atacó a Israel y "tomó Ijon, Abel Beth Maacah, Janoah, Kedesh y Jasor. También tomó Galaad y Galilea, incluyendo todas las tierras de la tribu de Neftalí, y deportó al pueblo a Asiria." Tiglath-Pileser registró este hecho en una de sus inscripciones.

Ezequías
Ezequías (Jiziqyah o Jiziqyahu, Hebreo: חזקיה o חזקיהו, "Yahveh ha fortalecido") fue el decimotercer rey del reino independiente de Judá e hijo del Rey Acaz y de Abiyah (2 Crónicas 29:1), que era hija de un hombre llamado Zacarías (no el profeta). (Abiyah era también conocida como Abi (2 Reyes 18:1-2).) Reinó veintinueve años, aunque según sincronismos cronológicos su reinado fue de 43 años (2 Reyes 18:2). Es también uno de los reyes mencionados en la genealogía de Jesús en el evangelio de Mateo.

Biografía
William F. Albright ha datado su reinado entre 729 a. C. y 686 a. C., mientras E. R. Thiele ofrece las fechas 716 a. C.-687 a. C. Bajo cualquiera de estas cronologías, Ezequías gobernó el reino sureño de Judá durante la conquista y reasentameinto forzado del reino norteño de Israel por los asirios de Senaquerib. Judá absorbió muchos refugiados del reino del norte durante el reinado de Ezequías.

La campaña de los asirios en contra de Judá se relata en el prisma de Senaquerib y en la Biblia. Ambos relatos coinciden en varios puntos:

-Ezequías no se subyugó a Senaquerib.
-Excepto Jerusalén, Senaquerib asoló todas las ciudades amuralladas de Judea (46 según el prisma de Senaquerib). En el asedio de Laquis se deslumbra como se capturó la segunda ciudad en importancia y las tácticas militares empleadas. 
-Ezequías terminó pagando tributo a Senaquerib. 
-Senaquerib envió un gran ejército contra Jerusalén, donde Ezequías junto con todos los habitantes de la ciudad amurallada fueron sitiados. 

En lo que difieren los relatos es en el orden de los dos últimos eventos que definen quien obtuvo la victoria en Jerusalén:
-Según el prisma de Senaquerib, éste encerró a Ezequías en Jerusalén "como a un pájaro" y después sin detallar que ocurrió en Jerusalén, dice que Ezequías le pagó tributo y se sometió a él.
-Según la Biblia (ver 2 Reyes 18 y 19; 2 Crónicas 32; Isaías 36 a 37), cuando Ezequías vio la desvastación de Judea intentó pactar paz en Laquis pagando el tributo antes del asedio a Jerusalén, pero aun así Senaquerib envió un numeroso ejército contra Jerusalén e intentó convencer a sus habitantes de someterse antes de devastar la ciudad. Ezequías, entonces, clamó a Dios, quien le respondió por intermedio del profeta Isaías diciéndole que Él mismo devolvería a Senaquerib por donde había llegado y que los habitantes de Jerusalén durante 2 años comerían de esa victoria, lo cual cumplió enviando un ángel que mató esa noche a 185.000 de los soldados que acampaban fuera de Jerusalén. Tras esto Senaquerib mandó regresar a su ejército; y por su parte Ezequías fue prosperado abundantemente y en su vida no vio más desolación en Judea. Por intermedio de Isaías supo que posteriormente vendría una gran devastación desde Babilonia, que ocurrió alrededor de cien años después con la destrucción del Templo de Salomón por los babilonios a manos del rey Nabucodonosor.

Arqueología
Sello de Ezequías:
En el 2009 fue encontrado en excavaciones lideradas por Eilat Mazar un sello de arcilla con la inscripción "Perteneciente a Ezequías [hijo de] Ajaz [o Acaz], rey de Judá [Judea]".

Túnel del Siloé:
La biblia menciona en 2 Reyes 20:20 y 2 Crónicas 32:30 las obras hídricas hechas por Ezequías.

"2 Reyes 20:20 Los demás hechos de Ezequías y todo su poderío, y cómo hizo el estanque y el acueducto, y trajo agua a la ciudad, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá?"

El Túnel de Ezequías fue descubierto en 1838 por Edward Robinson y se encuentra en la ciudad de Jerusalén.​

Asedio de Laquis
El asedio de Laquis tuvo lugar en el año 701 a. C. y formaba parte de la campaña del rey asirio Senaquerib por conquistar Judea. El asedio terminó con la toma de la ciudad por los asirios.

Precedentes
Tras sobrevivir a la muerte de muchos de sus hermanos – su nombre significa “El dios Sin ha compensado la muerte de sus hermanos”.1​Senaquerib sucedió a su padre Sargón II continuando con la política tradicional de sus antecesores y se enzarzó en enfrentamientos con los estados tributarios que se habían rebelado. Una de esas primeras campañas se dirigió hacia Levante donde el Egipto Kushita promovía constantes revueltas contra el poder asirio.

Ezequías, rey de Judá, lideraba una coalición antiasiria que englobaba a Ascalon, Ecron, Arvad, Biblos, Sidón, Amón, Moab y Edom; además este rey envió embajadores a Babilonia promoviendo la rebelión. Estas iniciativas políticas fueron criticadas por el profeta Isaías.

En 701 a. C., tras sofocar la revuelta de Babilonia, Senaquerib marchó contra los insurrectos para someterlos nuevamente al poder asirio. Primero se dirigió a Cilicia donde la revuelta fue brutalmente aplastada y la ciudad de Tarso completamente destruida. El monarca de Tiro se vio forzado a huir a Chipre, y los asirios impusieron un nuevo príncipe en la ciudad, para a continuación dirigirse hacia el sur. Samsimuruna, Arvad, Biblos, Asdod, Beth-Ammon, Moab, Edom prefirieron someterse y pagar tributos a enfrentarse al temible ejército asirio. Ascalón fue tomada por la fuerza, junto con las ciudades cercanas de Jope y Bet-dagón. Tras la conquista de estas ciudades tendrían lugar las torturas y asesinatos sistemáticos por los medios más atroces, y a fin de impedir las frecuentes rebeliones, los asirios también se sirvieron de las deportaciones masivas. Se calcula que durante el reinado de Senaquerib hubo 408.150 deportados.

Según una inscripción asiria, la ciudad filistea de Ecrón había entregado a su monarca pro-asirio Padi a Ezequías, que le mantuvo encarcelado. Temiendo las brutales represalias asirias, llamaron en su defensa al faraón de Egipto, en contra de la opinión de Isaías. Él Faraón le envió un ejército al mando de su hermano y sucesor Taharqa, que tomó posiciones con los filisteos en la llanura de Eltheke. En la batalla subsiguiente, conocida como batalla de Altaku, el ejército asirio consiguió una victoria completa, haciendo numerosos, prisioneros, incluyendo al estado mayor egipcio.3​ . La Biblia indica que entonces Senaquerib atacó Judá, sitiando y capturando muchas de sus ciudades y pueblos fortificados.

El asedio
El asedio comenzó con proposiciones de los asirios a los sitiados. Les dijeron que si se rendían serían tratados con indulgencia pero que si se obstinaban en luchar toda la fuerza del ejército asirio caería sobre ellos y serían castigados según el acostumbrado modo asirio.4​ Cuando los sitiados se negaron a rendirse, comenzó el cerco.

El primer paso que tomaron los asirios fue rodear la ciudad para impedir que sus habitantes escaparan y después avanzaron los arqueros protegidos por gigantescos escudos (Los asirios poseían un curioso escudo de junco, alto, curvo y grueso. Se manejaba por parejas, mientras uno lo sostenía por el asa, el otro disparaba flechas, estos arqueros despejaron las almenas mientras los ingenieros iniciaban la construcción de una rampa de asedio y de una torre de asalto. Una vez completada la rampa fue pavimentada con losas de piedra para facilitar el tránsito de la torre.

Una vez completado todo ello, los asirios iniciaron el asalto en dos vías; se arrastró la torre por la rampa y se llevó el ariete hasta la sección media de la muralla enemiga. Los arqueros de la torre barrieron las murallas de enemigos, mientras la infantería se aproximaba con escalas para lanzarse al asalto de la ciudad. La lucha debió ser intensa y el asalto duraría varios días hasta que los asirios terminaron tomando completamente la ciudad. La arqueología ha corroborado que el lugar fue saqueado y que centenares de hombres, mujeres y niños fueron pasados por la espada.

Consecuencias
Aunque el cerco de Laquis terminó en éxito asirio, Senaquerib no pudo tomar Jerusalén por causa de la peste. Además el ejército asirio sufrió una fuerte derrota ante un ejército egipcio. Sin embargo Judá perdió 46 ciudades y tuvo que someterse a pagar un tributo. Senaquerib dejó Jerusalén a Ezequías pero dividió parte de su territorio entre Asdod, Gaza y Ecrón con lo que Judá quedó reducido a poco más de una ciudad-estado y paso del 1.er al 2º grado de vasallaje. Más tarde, Senaquerib restituyó los territorios perdidos a Judá porque le interesaba crear un reino-tapón entre Asiria y Egipto.

Manasés
Manasés fue un rey de Judá que gobernó entre (697 y 642 a. C.), siendo corregente entre 697 y 687 a.C., y soberano entre 687 y 642 a. C.

Fue hijo y sucesor de Ezequías. Se declaró vasallo de Asurbanipal, emperador de Asiria, proporcionándole tropas contra Egipto. Manasés siguió una política religiosa opuesta a la ortodoxa de su padre, pues toleró los cultos asirios, incluso en el Templo de Jerusalén, así como elementos sincréticos en el culto a Jehová, incluyendo la invocación a los muertos y los sacrificios de niños, lo que suscitó las protestas de los profetas, que le anunciaron el castigo Divino.

Según los apócrifos Vida de los Profetas (1:1) y Ascensión de Isaías (5:11-14), bajo su reinado murió el profeta Isaías, aserrado durante la persecución provocada por este rey, a lo cual parece referirse Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Hebreos 11, 37». Biblia; traducción Reina-Valera.

Manasés fue aprisionado y torturado por los asirios. Posteriormente lo confinaron por años en un calabozo, donde buscó la redención de Jehová, quien por sus ruegos y súplicas, lo perdonó, pudiendo así recuperar Manasés el trono de Judá, y volviendo al culto ortodoxo.

Para los cristianos modernos, Manasés es un ícono del perdón Divino, ya que tras ser uno de los reyes más sanguinarios y paganos de los judíos, se le perdonó e incluso fue enterrado en la ciudad de David, panteón solo reservado para los reyes fieles, con lo que se deduce que Dios lo perdonó completamente.

Amón
Amón, hijo de Manasés y Meshullemeth, sucedió a su padre como rey de Judá. Estaba casado con Jedidah, la hija de Adaiah de Bozkath. William F. Albright ha datado su reinado en 642-640 a. C.

Amón subió al trono con 22 años, y reinó durante dos. Siguió la práctica de la idolatría, y Sofonías describe su reinado como marcado por la depravación moral. Fue asesinado por sus siervos que conspiraron contra él, y le sucedió su hijo Josías, quien tenía ocho años.

Al final de su reinado la situación internacional era inestable: en el este el imperio asirio comenzaba a desintegrarse y el babilónico aún no lo había sustituido, y al oeste Egipto todavía se estaba recuperando de la dominación asiria. En este vacío de poder Jerusalén fue capaz de gobernarse a sí misma sin la intervención extranjera.

Josías
Josías (en hebreo: יֹאשִׁיָּהוּ, Yošiyyáhu, Jehová me apoya o Jehová me ha sanado) fue rey de Judá entre 639 y 608 a. C., e instituyó reformas importantes. En su reinado se inició la recopilación y edición del Deuteronomio bajo el liderazgo religioso del profeta Jeremías.

Era hijo de Amón y Jedidah, y tuvo cuatro hijos: Joaquim y Jeconías con Zebidah y Sedecías y Joacaz con Hamutal. Joacaz fue su sucesor.

Reinado
Josías subió al trono a los ocho años de edad, debido al asesinato de su padre, y reinó durante treinta y uno. En política interior fue importante el vuelco dado: fomentó el judaísmo y prohibió el resto de prácticas idólatras, destruyendo sus santuarios y objetos de culto, práctica que realizó también en las franjas fronterizas del reino de Israel.

Al subir al trono la situación internacional era inestable: en el este el imperio asirio comenzaba a desintegrarse y el babilónico aún no lo había sustituido, y al oeste Egipto todavía se estaba recuperando de la dominación asiria. Gracias a la debilidad de las grandes potencias, Judá pudo gobernarse a sí mismo.

En el año 612 la capital asiria, Nínive, fue conquistada por Nabopolasar, rey de Babilonia. Josías aprovechó la debilidad asiria y reconquistó algunas zonas del norte del reino de Israel. Tuvo una disputa con Egipto, que temía un fortalecimiento de Mesopotamia y quería precipitarse en ayuda de los asirios. En la primavera de 609 a. C., el faraón Necao II encabezó una importante fuerza para ayudar a los asirios. A la cabeza de un gran ejército, Necao tomó la ruta de la Vía Maris con el apoyo de su flota del Mediterráneo, pero al intentar cruzar por tierra encontró el paso del valle de Jezreel bloqueado por el ejército de Judá dirigido por Josías, aliado de Babilonia. En la batalla de Megido Josías murió.

A pesar de la ayuda egipcia el imperio asirio se derrumbó y Necao regresó a Egipto. Durante su regreso se encontró con que en Judá se había elegido como rey a Joacaz en detrimento de su hermano primogénito, así que el faraón lo destituyó y reemplazó por Joaquim, el heredero de Josías, y se llevó prisionero a Joacaz.

Testimonios de su época
Las principales fuentes de información para su reinado son 2 Reyes y 2 Crónicas, pero existe una considerable evidencia arqueológica, incluyendo una serie de documentos con su sello.

Joacaz
Joacaz, hijo de Josías, fue rey de Judá durante 3 meses (según 2 Reyes 23.31) del año 608 a. C., elegido por el pueblo y depuesto por cortesanos favorables a su hermano mayor, Joaquim.

Tras ser depuesto, fue llevado a Egipto como prisionero, de donde no regresó.

Joaquim
Joaquim (Jeconías) fue un rey de Judá que gobernó en el período (608 a. C.-598 a. C.). Era hermano y sucesor de Joacaz, y su nombre original era Eliaquim. El faraón Necao II invadió Judá, depuso a su antecesor y le instaló a él en el trono, como vasallo. Sin embargo, en 605 a. C., Necao II fue derrotado por Nabucodonosor II en Karkemish, por lo que Babilonia se convirtió en la potencia dominante de la zona, y Joaquim se declaró su vasallo.

Años después, Joaquim no pudo resistir la tentación de ceder a las propuestas de rebelión de sus vecinos fenicios y filisteos. Entonces, Nabucodonosor II incitó a bandas de arameos, amonitas y moabitas a realizar incursiones contra Judá, y él mismo empezó un asedio en Jerusalén con la intención de llevarse prisionero a Joaquim a Babilonia, pero esto no pudo realizarse porque el rey murió antes de que el asedio terminara, probablemente asesinado por los partidarios de la sumisión a Babilonia, y su cuerpo fue arrojado fuera de las murallas de la ciudad.

Joaquín
Joaquín (en hebreo, יְהוֹיָכִין‎), también conocido como Jeconías, fue el penúltimo rey de Judá. Gobernó en el período (598 a. C.-597 a. C.), aproximadamente.

Reinado
Era hijo y sucesor de Joaquim. A los pocos meses de su reinado sufrió la invasión del rey babilonio Nabucodonosor II, que saqueó Jerusalén y deportó a miles de notables a Babilonia, incluyendo al propio rey y al profeta Ezequiel. Las pérdidas materiales fueron enormes, y el pueblo judío quedó dividido entre los deportados y los que permanecieron en Judá. Parece que Ezequiel y otros muchos siguieron reconociendo a Joaquín como rey, a pesar del cautiverio. En el año 562 a. C., Joaquín fue liberado por el sucesor de Nabucodonosor II, Evil-Merodak.

Sedequías
Sedecías o Sedequías (del hebreo: צִדְקִיָּהוּ; moderno: Tsidkiyyahu, tiberiano Ṣiḏqiyyā́hû ; "Yahveh [es] mi rectitud"; griego: Ζεδεκίας, Zedekías; latín: Sedecias) es un personaje bíblico del que se dice que fue el último rey de Judá antes de la destrucción de este reino a manos de los babilonios. Sedecías habría sido nombrado rey por Nabucodonosor II, rey de Babilonia, tras el sitio de Jerusalén en 597 a. C., para suceder a su pariente Joaquín.

Según William F. Albright el reinado de Sedecías comenzó en 606 a. C., mientras que E. R. Thiele apoya como fecha el 597 a. C.. Según ambos, la caída de Jerusalén, que marca el final del reinado de este monarca, se produjo en 586 a. C. Sin embargo, pruebas más recientes fechan la caída de Jerusalén en 587 a. C..

Sedecías era hijo de Josías y Hamutal, y su nombre originario era Matanías. Cuando Nabucodonosor II lo nombró rey tenía 21 años de edad. Sólo obtuvo un reconocimiento parcial, pues algunos siguieron considerando rey a Joaquín, aunque estuviera en cautiverio, ya que durante el largo exilio en Babilonia, el pueblo judío, aunque separado, se mantuvo en contacto mediante la acción de los profetas, como Ezequiel, Jeremías y Daniel. Sedecías, tuvo que enfrentar los confusos y contradictorios profetas Hananias que predicaba el favor de Dios para enfrentar a Babilonia y Jeremías que aconsejaba no hacerlo. Sedecías optó por negarse a pagar tributo a Babilonia y buscó aliarse con Egipto. Nabucodonosor entonces sitió Jerusalén hasta provocar su caída y destrucción en 587 a. C.. y la esclavitud de los judíos. Sedecías y sus nobles huyeron de la ciudad, pero fueron apresados en los llanos de Jericó y llevados a Ribla en la tierra de Hamat, donde se encontraba Nabucodonosor. Por orden de este, Sedecías presenció el degüello de sus hijos, también se ejecutó a los nobles y luego Sedecías fue cegado y llevado cautivo a Babilonia. El Templo de Jerusalén y el palacio real fueron quemados, y se completó la segunda deportación a Babilonia. Judá quedó anexionada a la provincia babilónica de Samaria.

Hijos de Sedequías
Pese a que la Biblia, que no menciona el nombre ni el número de los hijos de Sedecías, dice que fueron degollados, y que, salvo quienes fueron deportados a Babilonia, tampoco hubo sobrevivientes entre la nobleza, el Libro de Mormón sostiene que un hijo de Sedecías de nombre Mulek emigró a América (América ya estaba poblada por emigrantes asiáticos desde el mesolítico, aunque teóricamente se le atribuye el "descubrimiento" a Cristóbal Colón en 1492 d. C.) al inicio del sitio de Jerusalén, que él y sus seguidores vivieron allí unos 300 años, que posteriormente fueron encontrados por los nefitas, pueblo del rey Mosiah I entre el 279 y 130 a. C. y que finalmente se unieron a este pueblo aceptando a Mosíah I como monarca.

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jueves, 10 de noviembre de 2011

El Reino del Norte

Reino de Judá (sur) y Reino de Israel (norte), hacia el 830 a. C. Judá comprende la región de Judea, e Israel abarca Samaria y Galilea.

El Reino del Norte

Monarquía dividida. Tras la muerte de Salomón en 928 a. C.., el reino se dividió. Dos de las tribus, aquellas de Judá y Benjamín, aceptaron como monarca a Roboam, hijo de Salomón, y por consiguiente formaron el Reino de Judá. Las tribus restantes se rebelaron contra su autoridad y erigieron un reino distinto, llamado Reino de Israel.

Siquem (Ciudad)
Siquem (שְׁכֶם/שְׁכָם) fue una ciudad de Canaán y fue construida hace 4100 años. La ciudad se convirtió una ciudad israelita de la tribu de Manasés y la primera capital del Reino de Israel.

Está situada dos kilómetros al este de la actual ciudad cisjordana de Nablus. Se estima que la antigua ciudad de Siquem existía ya hace unos cuatro mil años.

Estudios arqueológicos evidencian que la ciudad fue demolida y reconstruida hasta 22 veces antes de su fundación definitiva en el año 200 a. C. Debido a su ubicación, Siquem fue un centro comercial en la región, comercializando uvas, aceitunas y trigo. El faraón Sesostris III, durante el siglo XIX a. C., combatió contra el pueblo de Siquem.

Según Génesis 12, 6: "y Abram atravesó el país hasta el lugar sagrado de Siquem, hasta la encina de Moré. Por entonces estaban los cananeos en el país."

Según Génesis 35, 4: "Ellos entregaron a Jacob todos los dioses extraños que había en su poder, y los anillos de sus orejas, y Jacob los escondió debajo de la encina que hay al pie de Siquem."

De acuerdo al Nuevo Testamento, Esteban, primer mártir cristiano, afirma en su discurso: "Jacob bajó a Egipto donde murió él y también nuestros padres; y fueron trasladados a Siquem y depositados en el sepulcro que había comprado Abraham a precio de plata a los hijos de Jamor, padre de Siquem. (Hechos 7:15-16). La ciudad de Siquem: "es mucho más vieja que Jerusalén. Se menciona 48 veces en la Biblia y se relaciona con la historia bíblica desde Abraham hasta Cristo."

De acuerdo al libro de Josué 24, 32: "Los huesos de José, que los hijos de Israel habían subido de Egipto, fueron sepultados en Siquem, en la parcela de campo que había comprado Jacob a los hijos de Jamor, padre de Siquem, por cien pesos, y que pasó a ser heredad de los hijos de José.". Esta tradición se mantiene hasta la actualidad.

Reyes del Reino del Norte
I Dinastía (Casa de Jeroboam I) (Siquem)
Jeroboam I
Jeroboam fue el primer monarca del norteño Reino de Israel, tras la muerte de Salomón que condujo a la división de reino de Israel y sus tribus. Gobernó los territorios de diez de las tribus israelitas. Su historia es narrada en el Primer Libro de Reyes. Reinó durante el siglo X  a. C., posiblemente entre 928 y 910 a. C..

Contexto
Según 1 Reyes 11:26-39, Jeroboam era hijo de Nabat, de la tribu de Efraín y de la ciudad de Seredá. El nombre de su madre era Serúa (quien más tarde se quedó viuda). Era un funcionario de Salomón. Bajo la influencia de las palabras del profeta Ahías, quien profetizó que él gobernaría las 10 tribus del Norte de Israel, comenzando a formar la conspiración con el fin de convertirse en el rey de las 10 tribus del Norte; pero al ser descubierto, escapó a Egipto (1 Reyes 11:29-40), donde él estuvo durante un tiempo en la protección de Sisac.

Después de la muerte de Salomón, los conflictos de tipo económico generaron tensiones. La conducta altanera de Roboam con respecto a las 10 tribus del norte, contribuyó a generar una rebelión y Jeroboam regresó a Israel aclamado como rey (1 Reyes 12:1-20).

Por medio de su mensajero, el Señor había hablado claramente a Jeroboam acerca de la necesidad de dividir el reino. Esta división debía realizarse, había declarado, "por cuanto me han dejado, y han adorado a Astharoth diosa de los Sidonios, y a Chemos dios de Moab, y a Moloch dios de los hijos de Ammón; y no han andado en mis caminos, para hacer lo recto delante de mis ojos, y mis estatutos, y mis derechos, como hizo David su padre." (1 Reyes 11:33).

Se le había indicado, además, a Jeroboam que el reino no debía dividirse antes que terminase el reinado de Salomón. El Señor había añadido: "Empero no quitaré nada de su reino de sus manos. sino que lo retendré por caudillo todos los días de su vida, por amor de David mi siervo, al cual yo elegí, y él guardó mis mandamientos y mis estatutos: mas yo quitaré el reino de la mano de su hijo, y darélo a ti, las diez tribus." (1 Reyes 11:34-35).

Jeroboam I reconstruyó y fortificó Siquem como la capital de su reino. Casi inmediatamente adoptó el medio de perpetuar la división entre el Norte y el Sur, al erigir un becerro de oro tanto en Dan como en Betel, donde él los estableció como símbolos de Dios, imponiendo a la gente no ir más al Templo de Jerusalén, para así traer las ofrendas de los habitantes de su norteño reino solo los lugares santos que él mismo había erigido.

Es posible que los dos becerros de oro emplazados por Jeroboam I en el norteño Reino de Israel hayan sido inspirados por el toro que representaba al dios El (con el que, en su forma plural, se relaciona el dios de los hebreos). Como Todopoderoso, el dios semítico Él fue luego denominado en plural en idioma hebreo: Elohim ("dioses" o acaso una variante del genitivo hebreo El ha-Elim, es decir, "El Dios de los dioses" [El dios supremo]). Durante centurias, Él había sido el dios canáneo por excelencia, siendo además el principal dios de los nómadas. Poseía funciones éticas y sociales; era tolerante y benigno y recibía, entre otros, los títulos de «Padre de los Dioses», «Rey», «Padre de los Hombres», «Creador de las Criaturas», «Toro», «Amable» y «Misericordioso».

Pero más allá de sus diversos títulos, Él era el nombre especial de un dios sumamente particular y que era persistentemente distinguido de otros dioses como "el dios" (es decir, lo que en un sentido monoteísta sería Dios). De esa manera, no resultaba imposible cambiar la mentalidad de la gente haciendo que Yahvéh tomase la forma del anterior dios semítico, El, contra el cual, podía sostenerse de algún modo tangencial, habría luchado Jacob para ser renombrado entonces como IsraEl (porque que luchó con(tra) El (Génesis 32:23-28).

Así Jeroboam pasó a la historia bíblica como quien hizo pecar a Israel. Esta política idolátrica fue seguida de todos los reyes de Israel. Según 1 Reyes 13:1-9, mientras él estaba ofreciendo incienso en Betel, el profeta Iddo de Judá apareció antes de él con un mensaje de advertencia del Señor. Al intentar detener al profeta y sus palabras, su mano fue secada y el altar se hizo pedazos.

Jeroboam se llenó de un espíritu de desafío contra Dios, e intentó hacer violencia a aquel que había comunicado el mensaje. "Extendiendo su mano desde el altar", clamó con ira: "Prendedle!" Su acto impetuoso fue castigado con presteza. En su ruego urgente a Dios su mano fue sanada (1 Reyes 13:1-9; compare a 2 Reyes 23:15); pero el milagro no tuvo ninguna impresión duradera sobre él.

Vano había sido el esfuerzo de Jeroboam por impartir solemnidad a la dedicación de un altar extraño, cuyo respeto habría hecho despreciar el culto de Yahvéh en el templo de Jerusalén. El mensaje del profeta debiera haber inducido al rey de Israel a arrepentirse y a renunciar a sus malos propósitos, que desviaban al pueblo de la adoración que debía tributar al Dios verdadero. Pero el rey endureció su corazón, y resolvió cumplir su propia voluntad. Su reinado era uno de constante guerra con el reino del Sur, Judá. Mientras el reino del sur no hizo ningún esfuerzo serio para militarmente recuperar el poder sobre el norte, había una lucha que perduró durante los reinados de varios reyes de ambos reinos.

Jeroboam murió poco después que Abiam (Abías), hijo y sucesor en el trono de Judá de Roboam (1 Reyes 14:1-18). En la evaluación de la carrera de Jeroboam, los historiadores tienen que ejercer la precaución debido al hecho que la fuente exclusiva de información disponible sobre él es abiertamente hostil al monarca, sugiriendo el texto bíblico que toda la obra de su vida fue pecaminosa. "El resto de la historia de Jeroboam, las batallas en que tomó parte y otros detalles de su reinado, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel" (1 Reyes 14:19).

Las "Crónicas de los Reyes de Israel", probablemente compiladas por los propios escribanos de estos reyes, son probablemente la fuente para los hechos básicos de la vida y reinado de Jeroboam - aunque el escritor del Libro de Reyes claramente posiblemente hizo un empleo selectivo de datos en estas crónicas, concentrándose en la naturaleza ética de cada rey y su obediencia o desobediencia a la Ley de Dios.

Ajías (Ahías), el profeta que había predicho el ascenso al poder de Jeroboam, también predijo su caída, junto a la de su dinastía y la del Reino del Norte: "De ahora en adelante, el Señor va a sacudir a Israel como la corriente del río sacude las cañas. Lo arrancará de esta buena tierra que dio a sus antepasados, y lo arrojará más allá del río Éufrates, por haber hecho representaciones de Astarté, causando con ello la irritación del Señor" (1 Reyes 14:15).

Jeroboam fue sucedido por su hijo Nadab, quien fue asesinado en el segundo año de su reinado por Baasa, de la tribu de Isacar, que exterminó además a toda la Casa de Jeroboam. La profecía de Ahías se cumpliría hacia el año 721 a. C., cuando los asirios deportaran a gran parte del pueblo hebreo hasta territorios más allá del río Éufrates.

Nadab
Nadab fue el segundo rey de Israel. En hebreo (נדב) - transliterado "ndb" - Su historia está recogida en el 1 de Reyes 15:25-31. Gobernó en Israel, a la muerte de su padre Jeroboam, entre los años 910 a 909 a. C., un periodo de casi dos años. Se sabe que hizo la guerra a los filisteos en la ciudad de Gibetón. Durante el asedio de dicha ciudad, uno de sus generales, Baasa hijo de Ahías de la casa de Isacar, organizó una conjura contra él e hizo que lo mataran junto con toda la familia real, usurpando el trono de Israel.

Los motivos religiosos que se dan para la desgracia del rey Nadab son dos: 
1. Que al igual que su padre pecó contra Dios al mantener y edificar estatuas y lugares de culto a otros dioses.
2. En cumplimiento de la profecía de Ahías de Siló contra su padre, Jeroboam, de que «toda su casa se extinguiría» (Primer libro de reyes, 14:10). Extinguida su casa, le sucedió en el trono el rey Basá.

Tirsa 
Tirsa es un nombre propio femenino en su variante en español. Procede del hebreo תרצה (Tirzah), y significa ella es mi deleite.

Origen
Tirsa es el nombre de un personaje y de una ciudad bíblica del Antiguo Testamento:
El personaje bíblico

Tirsa aparece en el libro de los Números como una de las cinco hijas de Zelofejad, uno de los líderes de la Tribu de Manasés en la época del segundo censo de los israelitas que Moisés realizó durante la estancia en el desierto.1​ La historia de dicho clan toma relevancia para los judíos por el hecho de que, hasta entonces, las hijas no tenían derecho de sucesión. Al no haber tenido hijos varones, ellas debieron hacer un pedido especial a un anciano Moisés, el cual fue concedido. Este hecho les permitió reclamar a Josué las tierras asignadas a su padre. Esto fue tomado como referencia y precedente en la cultura judía. El poeta inglés William Blake le dedicó un poema titulado A Tirsa en 1794.

La ciudad
Tirsa era una ciudad de la zona montañosa de Samaria ubicada al noreste de Siquem. Se la ha identificado con Tell el-Farah. Actualmente es un sitio arqueológico.

Aparece citada por primera vez en el libro de Josué como una de las ciudades menores que los israelitas conquistaron. Ya en tiempos del reino de Israel, Jeroboam I trasladó su residencia a Tirsá. Tras su muerte, su sucesor Nadab, así como los reyes de la siguiente dinastía (Basá, Ela y Zimri) mantuvieron la capitalidad en ella. La ciudad fue tomada durante una revuelta por el jefe del ejército, Omrí, suicidándose el rey Zimri en ella. Omrí reinó por seis años en Tirsá y después edificó Samaria, trasladando allí la capital del reino. La última referencia bíblica alude a un habitante de Tirsá, Menajem, como el asesino del rey Sellum a quién sustituyó en el trono.

II Dinastía (Casa de Baasa) (Tirsá)
Basá
Basá o Baasa (Baal escucha, en hebreo (בעשא) trans. "bħsh'" -) fue el tercer rey de Israel. Su historia está recogida en el Primer Libro de los Reyes. Gobernó en Israel entre los años 909 a 886 a. C., un periodo de casi 24 años en la transición entre la Edad de Hierro I y II. Era hijo de Ahías, de la tribu de Isacar.

Reinado
Tras usurpar el trono de Israel matando a su antecesor, Nadab, y a toda la familia de Jeroboam, durante el sitio de Gibeón. Trasladó la capital del reino desde Siquem a Tirsá. Durante su reinado mantuvo numerosas guerras con el reino de Judá, con el apoyo en un principio de Siria, lo que le movió a fortificar su frontera sur en Ramá, una ciudad comercial. No obstante, su posición dominante se vio afectada cuando Asa, rey de Judá, compró el favor del rey Ben-Hadad I de Siria y consiguió que le atacase. Entonces Basá, por temor a la invasión siria, abandonó la fortificación de Ramá y se retiró a Tirsá, dejando la ciudad a merced del reino de Judá que aprovechó los pertrechos abandonados para fortificar su frontera en Gueba.

Aunque Basá permanecido en el poder de por vida, no fue sin oponentes; siguió cometiendo las mismas faltas que sus antecesores, edificando y manteniendo lugares de culto a otros dioses, por lo que el profeta Jehú impreca contra él la misma profecía que Ahías contra Jeroboam I, profetizando el exterminio de su dinastía. Murió y fue enterrado en Tirsá, sucediéndole en le trono su hijo Ela.

Ela
Ela fue el cuarto rey de Israel. En hebreo (אלה) - transliterado "'lh" - Su historia está recogida en el Primer libro de los Reyes 16:8-11.

Gobernó en Israel entre los años 886 a 885 a. C. un período de casi 2 años. Hijo de Baasa, sucedió a su padre en el trono en Tirsa. Tan sólo sabemos que Zimri, jefe de caballerizas, conspiró contra él y lo mató,.3​ aprovechando que estaba borracho en casa del mayordomo de palacio. Al usurparle el trono Zimri mandó matar a toda la familia real y amigos de Ela.

La Biblia explica el corto reinado de Ela, su fin y el de toda su familia como el cumplimiento de la profecía de Jehú a Baasa, su padre, por los pecados que habían cometido, del mismo modo que se había castigado a la de Jeroboam I en su hijo Nadab. Extinguida su casa, le sucedió en el trono el rey Zimri.

III Dinastía (Casa de Zimri) (Tirsá)
Zimri
Quinto rey de Israel. En hebreo (זמרי) - transliterado "zmri" - Su historia está recogida en el Primer libro de los Reyes 16:9-20.

Gobernó en Israel siete días durante el año 885 a. C en Tirsa. Tras haber usurpado el trono, matando a su antecesor y a su familia se hizo rey de Israel en Tirsa. No obstante las noticias llegaron al resto del ejército, que se encontraba luchando contra los filisteos en Gibetón. El pueblo indignado por el regicidio proclamó al general Omrí como rey de Israel y éste partió a sitiar Tirsa. Zimri desesperado decidió acabar con su vida, prendiendo fuego al palacio consigo mismo dentro. Se explica religiosamente su muerte como consecuencia de su pecado de magnicidio. Tras haberse suicidado, le sucedió en el trono el rey Omrí.

Tibni
Tibni (en hebreo: תִּבְנִי Ṯiḇnî ) era un reclamante del trono de Israel y el hijo de Ginath. Albright ha fechado su reinado a 876 - 871 a. C, mientras que Thiele ofrece las fechas 885 - 880 a. C..

En la Biblia 
Después de Zimri, había terminado su vida, después de un reinado de siete días, el pueblo de Israel se dividió en dos facciones, una al lado de Omri , y la otra con Tibni. Ellos y sus fuerzas lucharon entre sí durante varios años hasta que prevalecieron las fuerzas de Omri y la muerte de Tibni. Parece que Tibni fue regente de más de la mitad del reino de Israel por un período de cuatro años. Tibni tenía un hermano llamado Joram, quien lo secundó en la disputa por el trono y que murió al mismo tiempo que él, probablemente a manos del partido de Omri. La muerte de Tibni se registra pero no se explica.

Historia 
Tibni parece haber sido de origen jerahmeelita como su rival Omri. Se sugirió que Tibni es un apodo que significa "hombre de paja".

Samaria (Ciudad)
Samaria fue una antigua ciudad de la región de Samaria (Israel).

שומרון (Shomron) en hebreo
Σαμάρεια (Samáreia) en griego
السامرة (as-Samira) en árabe

Se encuentra en la Gobernación de Naplusa, dentro de Cisjordania ―territorio palestino ocupado por el Estado de Israel. Fue la capital del Reino de Israel en el siglo IX y VII a. C. Las ruinas de la ciudad se encuentran en las montañas de Samaria y desde 2012 se encuentran bajo la jurisdicción de la Autoridad Palestina.

Historia
Shomron (literalmente ‘torre de vigilancia’) se encuentra en el corazón de las montañas de Israel, a pocos kilómetros al noroeste de Siquem, y adyacente a la ciudad de Sebastia. La colina de Samaria es una elevación alargada, con laderas empinadas aunque no inaccesibles, y una parte superior plana. Según la Historia hebrea, Omri ―que fue rey de Israel hacia el 870 a. C.― le compró esta colina a su propietario, Shemer, por dos talentos de plata. El rey hizo que su gente se mudara desde su villa capital Tirsa e hizo construir un nuevo pueblo en la amplia cumbre de la colina y le dio el nombre de Shomeron, es decir, Samaria (1 Reyes 16:24). El sitio poseía muchas ventajas. Omrí residió aquí durante los últimos seis años de su reinado.

Como resultado de una guerra fracasada con Siria, Omrí parece haber sido obligado a conceder a los sirios el derecho a «tomar» las calles en Samaria (probablemente el permiso a los comerciantes sirios para llevar a cabo su comercio en la capital israelita). Esto implicó la coexistencia de los israelitas con una considerable población siria.

Fue la única ciudad de Israel creada por un rey. Todas las demás poblaciones habían sido tomadas por la fuerza. Pero Samaria fue la elección de Omrí solo. El rey Omrí le dio a la ciudad que había edificado el nombre de su antiguo propietario, pero la evidencia de su fundación es la denominación de Samaria en inscripciones asirias: Beth-Khumri (la casa de Umri). Weall Stanley.

Samaria fue sitiada con frecuencia. En los días del rey Ajab, Ben Hadad II atacó las laderas con treinta y dos reyes vasallos, pero fue derrotado con una gran masacre (1 Reyes 20:1-21). El ejército de Ajab, en comparación con el de Ben Hadad, no era más que «dos pequeñas bandadas de niños»

El siguiente año volvió a atacar junto con Joram de Israel, pero una vez más fue derrotado totalmente y se vio obligado a rendirse a Ajab (1 Reyes 20:28-34).+ La fortificación fue desmantelada durante la destrucción de la ciudad por Juan Hircano (164-104 a. C.) en el año 108 a. C.. Las huellas de la destrucción causada por Hircano fueron encontradas por los arqueólogos, pero la ciudad fue repoblada aparentemente bajo Alejandro Yanai (125-76 a. C.), hijo de Hircano. En el año 63 a. C., Samaria fue anexada a la provincia romana de Siria.

Sebaste
En el año 30 a. C., el emperador Augusto (63 a. C.-14 d. C.) le otorgó esta ciudad a Herodes el Grande, quien le cambió el nombre de Samaria a Sebaste en honor de Augusto ("Sebaste" es la forma femenina del griego Sebastos, que significa Augusto).

Los restos más sobresalientes de este período son:
el Augusteum, que consiste en un templo y una gran explanada construida sobre el palacio de Omride en la cumbre de la acrópolis,
una puerta de la ciudad,
una calle con columnas de este a oeste,
un teatro en la ladera noreste de la acrópolis,
un templo dedicado a Kore en una terraza al norte de la acrópolis, y
un estadio hacia el noreste, en el valle.
Al este de la acrópolis, y en un área que hoy une la ciudad antigua con la moderna villa de Sebastia, se encuentra el foro, flanqueado al oeste por una basílica excavada parcialmente.

El agua para la aldea romana de Sebaste era suministrada por un acueducto subterráneo que la traía desde los manantiales del este hasta la zona del foro. La ciudad estaba rodeada por una muralla de 4 km de circunferencia, con torres que unían las pasarelas en el oeste y el norte. En el área de la aldea moderna y los campos colindantes se excavaron una serie de mausoleos con sarcófagos adornados.

Reconstrucción romana
En el siglo II d. C., cuando la ciudad se estableció como colonia, Septimio Severo la hizo reconstruir, sin ningún cambio importante. Samaria está relacionada con Juan el Bautista, personaje de la Biblia cristiana, cuyo cuerpo decapitado se cree que fue enterrado allí. Una iglesia pequeña basílica, construida en el siglo V, fue excavado en la ladera sur de la Acrópolis. Se cree que ese templo fue el lugar de enterramiento de la cabeza de Juan el Bautista. Un monasterio fue añadido a la misma en una fecha posterior. En el siglo XII también se construyó una catedral latina también dedicada a Juan el Bautista al este del foro romano y los elementos de la muralla romana de la ciudad combina período.

IV Dinastía (Casa de Omri) (Samaria)
Omri 
Omri (en hebreo: עָמְרִי, hebreo moderno: ʿOmri, hebreo tiberiano: ʿOmrî; acortado del hebreo: עָמְרִיָּה, hebreo moderno: ʿOmriyya, hebreo tiberiano: ʿOmriyyāh; en español: "El Señor es mi vida") fue rey de Israel y padre de Ajab. Existen tres cronologías para la época de los reyes que situarían su reinado en los siguientes períodos: La propuesta de Edwin R. Thiele (888 - 880 a. C. para su disputa dinástica con Tibni y 880 a. C. - 874 a. C. para su reinado propiamente dicho); la de William Foxwell Albright (876 a. C. - 869 a. C.); y la propuesta por Gershon Galil (884-873). Su historia está recogida en el Primer Libro de los Reyes 16:15-28. Existen además fuentes arqueológicas que completan el testimonio bíblico.

Ascenso al trono
Fue "comandante del ejército" de Ela, cuando este fue asesinado por Zimri quien usurpó el trono y se nombró rey; sin embargo, las tropas en Gibetón eligieron a Omrí como rey de Israel para destronar a Zimri. Asedió la capital Tirsá donde se encontraba Zimri y consiguió la victoria tras el suicidio de este en su propio palacio. Si bien Zimri fue eliminado, "la mitad del pueblo" apoyaba a Tibni, otro aspirante al trono, hijo de Guinat. Le tomó a Omrí algunos años subyugar a Tibni y, finalmente, se proclamó a sí mismo rey indisputado de Israel en el 31º año de Asa, rey de Judea.

Reinado
Omrí construyó su nueva capital Samaria en una colina comprada a Sémer por dos talentos de plata (cerca de 68 kilos de plata). Según lo descrito en la biblia, al igual que sus antecesores, anduvo en los mismos pecados edificando y manteniendo lugares de culto a falsos dioses ajenos, esto se puede explicar fácilmente, teniendo en cuenta que según nueva evidencia arqueológica, estos reyes eran cananitas, ya que en esa época, el pueblo judío aún no contaba con la identidad religiosa que sus gobernantes le proporcionarían posteriormente.

La arqueología arroja más datos sobre el periodo de Omrí. Arqueólogos como Israel Finkelstein y su estudiante Norma Franklin han encontrado paralelismos entre Samaria y la construcción de otras ciudades, Jezreel, Megiddo y Hazor; suficientes para intuir que se corresponden a una misma etapa o incluso a una misma política fundacional. Por otro lado, se halló una estela en Moab (Estela de Mesha) que comenta como el rey Omri habría sometido y anexionado el reino de Moab y como un líder local llamado Mesha habría expulsado a los israelitas de esta tierra venciendo al hijo de Omri (probablemente Ahab). A partir de Omrí, se establece una nueva dinastía en Israel que perdurará hasta el final de este reino. Existen más testimonios arqueológicos de esta dinastía que también hacen alusión a la nueva capital, que poco a poco se hará haciendo con el nombre del reino. Asimismo, se ha encontrado epigrafía tardía que se refiere al reino de Israel como el de Samaria. Omrí murió y fue enterrado en Samaria. Le sucedió en el trono su hijo Ajab.

Acab
Ajab​ (también conocido como Acab en la Biblia Reina-Valera) 874 y 853 a. C., de acuerdo con el libro bíblico de 1 Reyes En hebreo se conoce como אחאב (que se translitera 'j'b). Su historia está recogida en el primer libro de los Reyes 16:29 a 22:40. Existen además fuentes arqueológicas que completan el testimonio bíblico. Gobernó Israel entre los años 874 y 853 a. C. un período de casi 22 años. Sucedió en el trono a su padre Omrí prosiguiendo con su política fundacional y de defensa del reino. Sabemos que se casó con una princesa fenicia, Jezabel hija de Et-baal rey de Sidón (Tiria). Tuvo numerosas guerras con los sirios consiguiendo defender el territorio hasta el final de sus días. Por lo general se considera su período, junto con el de su padre, el más próspero de Israel.

Política exterior
Al principio de su reinado cesaron las hostilidades con Judá. Acab buscó la paz y la alianza con arameos, cananeos y sus vecinos de Judá ante un recrudecimiento de las relaciones con Siria (en este momento vasallos de Asiria). La guerra con los sirios se encuentra relatada en la Biblia y documentada arqueológicamente, siguiendo la estructura del Libro de Reyes se narran tres batallas:

Primeramente los sirios asedian la capital, Samaria, forzando a Acab a negociar una paz que compromete en un primer lugar su corona. Aunque Acab acepta, el rey de Siria, Hadadezer, que lideraba una coalición de 12 reinos todos vasallos de Asiria), demanda además el saqueo de la ciudad, Acab no acepta estas nuevas condiciones y ataca en un despiste el campamento sirio, venciendo y dispersando a las tropas enemigas. Un año después, los sirios le presentan batalla en una llanura cerca de Afec, nuevamente Israel vence y captura a Ben-Adad dejándolo marchar a cambio de una promesa de paz y de restitución de los territorios israelitas bajo dominio sirio; promesa que no se cumpliría.

Esta última batalla es a la que hace referencia la Estela de Kurkh, que informa de una coalición de varios reinos enviados por el rey de Asiria Salmanasar III, bajo Hadadezer, contra Acab rey de Israel. La estela da información del número de tropas participantes (entre las asirias e israelitas con sus aliados, unos 100.000 hombres). Sirve para su identificación que la Biblia apunta a que los israelitas habrían dado muerte a unos 100.000 hombres en esta batalla; aunque se exagere en las cifras y no se dé ningún nombre del lugar exacto donde se desarrolló el combate, sí se puede establecer un paralelismo más que plausible al tratarse de un número de combatientes excesivamente grande y poco común que difícilmente pueda suceder en otro combate en un período tan corto.

Una última batalla sucedería al final de su reinado, en torno al 853 a. C. El rey de Siria ocupa la ciudad de Ramot de Galaad. Judá e Israel se alían y atacan para recuperarla, aunque no consiguen tomarla. El rey Acab muere en combate, herido de flecha.

Política interior
Nuevamente la Biblia es la fuente principal para la política interior de los reyes de Israel y en particular de Acab, con quien se extiende, y en la que introduce gran parte de la historia del profeta Elías. Se dice que Acab siguió en los mismos pecados que su padre y que sus antecesores al introducir y edificar altares y templos a dioses ajenos (Astoret diosa cananea y Baal). Esta política contraria a la ley de Moisés se entiende en un contexto de mezcla cultural y en el intento de ganarse a los arameos y demás pueblos que habitan en su territorio. La Biblia la hace depender en gran medida de su matrimonio con Jezabel (que no era judía, sino probablemente fenicia). Jezabel instituye un culto ajeno y mantiene a sacerdotes y profetas paganos que entran en conflicto con los profetas de Yahveh. Existe, por tanto, una tensión entre ambos cultos, la Biblia hace referencia a dos hechos importantes que se contraponen en este asunto, el primero es una persecución efectuada por Jezabel contra los profetas de Dios que tienen que ocultarse y otra, el enfrentamiento de Elías con los profetas de Astoret y Baal que saldrían derrotados y degollados a espada (1°Reyes 19:1) los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal y cuatrocientos profetas de Asera (1°Reyes 18:19) por el profeta de Yahveh Elías (1 Reyes 18:40); a lo que sigue una nueva persecución al profeta por Jezabel en venganza. (1 Reyes 19:2-3).

Jezabel también muestra el perfil de mujer cruel, dispuesta a asesinar para conseguir sus objetivos. La Biblia introduce el relato de la viña de Nabot para ilustrarlo. En éste se cuenta cómo tras serle imposible al rey Acab comprar la viña de Nabot por la que se había encaprichado, su mujer decide difamar a Nabot para que le maten y de este modo su marido pueda adquirir la viña de Nabot.

La derrota final de Acab se justifica teológicamente por su pecado de idolatría y por haber dejado escapar a Ben-adad después de la segunda batalla contra los sirios. Profetizada por Elías y Miqueas.

Por lo demás al igual que su padre sigue una política fundacional intensa. De la prosperidad de su reino y del auge cultural propiciado por este rey nos dan cuenta unos marfiles encontrados en Samaría. Fue enterrado en Samaria, le sucedió en el trono su hijo Ocozías.

El nombre de Acab
Este nombre, que significa el hermano es padre es poco común en Israel, aunque más habitual entre los árabes.

Ocozías
Ocozías fue el octavo rey de Israel. En hebreo (אחזיה, transliterado "'jzyh". Ocozías es el nombre tradicional de este rey en español, pero una transcripción más fiel sería Ajazíah). Su historia está recogida en el Primer libro de los Reyes 22:40, Segundo libro de los Reyes 1:1-18 y en el Segundo Libro de las Crónicas 20:35-37.

Gobernó en Israel entre los años 853 a 852 a.C., un periodo de casi dos años. Sucedió a su padre Ajab en trono y anduvo en los mismos pecados que sus padres edificando altares y adorando a dioses ajenos. La confrontación existente entre el clero de Yahveh y el de otros dioses que se llevaba manifestando de forma cruenta desde el reinado de su padre, vuelve a quedar patente. En este caso Ocozías tras haber caído desde una ventana se lesiona y queda encamado; resuelve, por tanto, enviar una embajada al los profetas de Baal-zebul en Ecrón (nombre que deriva en castellano en Belcebú) éstos antes de llegar a este lugar se encuentran con Elías que les profetiza la muerte inminente del rey diciendo: "¿No hay Dios en Israel que tu envías a consultar a Baal-zebul dios de Ecrón?". El rey envía entonces varios acometidos a apresar a Elías pero estos fracasan y el rey muere.

Se dice en el Segundo Libro de las Crónicas además que Ocozías estableció una alianza comercial con Judá, cooperando en la construcción de naves con destino a Tarsis, la Biblia dice que esta misión no llegó a completarse, como castigo a Ocozías y al rey de Judá por confíar en él. Murió sin llegar a dejar descendencia directa, le sucedió en el trono su hermano Joram de Israel.

Joram
Joram fue el noveno rey de Israel. En hebreo (יורם) - transliterado "ywrm". Su historia está recogida en el Segundo libro de los Reyes 3:1 a 27; a continuación se introduce la historia del profeta Eliseo, sucesor de Elías, en la que también se arrojan indirectamente datos del reinado de Joram hasta que se reaunuda la historia en el capítulo 9:1-26.

El reinado de Joram
Gobernó en Israel entre los años 852-841 a. C., un periodo de casi doce años. Hijo de Acab, sucedió a su hermano Ocozías. Aunque retiró los altares al dios Baal siguió conservando los de otros dioses, por lo que se dice que anduvo en los mismos pecados que sus antecesores. Sabemos que durante su reino se desencadenó una guerra contra Moab en la que contó con la alianza de los reinos de Judá y Edom. Por tanto la alianza que había establecido su padre con los arameos y hebreos de Judá vuelve a funcionar en esta batalla en la que consiguen derrotar a Moab y ocupar su territorio. También vuelve haber guerra entre Israel y Siria (vasallos en este momento de los asirios). Nuevamente Ben-Adad sitia la ciudad de Samaria durante un largo período. No obstante se acaba retirando por miedo a que Israel se hubiese aliado con los heteos y egipcios, librándose la ciudad de una derrota segura.

Eliseo y los sirios
La Biblia ilustra parte de los hechos acaecidos a Israel durante este reino a través de la figura de Eliseo. Da dos datos fundamentales, en primer lugar parece que Eliseo espió para Israel los movimientos del rey de Siria y llegó a tener relevancia dentro de la corte, de este modo salvó en una ocasión a Joram de caer en una emboscada. Por otro lado después del abandono del sitio de Samaria, el rey sirio Ben-Adad cae enfermo y Eliseo profetiza que su hijo Hazael herederá el trono y será quien acabe con el reino de Israel.

La muerte de Joram
Eliseo hace ungir a Jehú como nuevo rey de Israel, rechazándose de este modo al rey Joram y a toda su casa como había sido profetizado. En el 841 Joram se encontraba junto con Ocozías rey de Judá defendiendo la ciudad de Ramot de Galaad de los sirios, pero siendo heridos tuvieron que retirarse ambos reyes a Jezrael. Jehu fue allí junto con una tropa y retó a ambos reyes. Estos salieron al encuentro de Jehú a la heredad de Nabot y Jehú mató a Joram y más tarde hizo matar a Ocozías rey de Judá en Meguido. Luego fue a Jezrael y dio muerte a la madre de Joram, Jezabel, a quien mandó que tirasen desde una ventana a un patio donde luego su cadáver fue devorado por los perros. Tanto la muerte de Joram en el huerto de Nabot como la muerte de Jezabel devorada por los perros cumplían de este modo las profecías, ninguno de los dos recibió sepultura en Samaria. También dio muerte a todos los hijos de Acab degollándolos en Jezreel y Samaria. Con la muerte de Joram, la Casa de Omri se extinguió. y Jehú reclamó el trono.

Dinastía (Casa de Jehú) (Samaria)
Jehú
Jehú (hebreo: יֵהוּא, Yehú) es un monarca mencionado en la Biblia, rey del Reino de Israel. Su nombre es una contracción del nombre del Dios hebreo Yahve con el pronombre personal masculino singular hebreo "hu", y significa "Yah es él", o "él es Yah".

Según la Biblia, Jehú fue el décimo soberano del Reino de Israel, con un reinado de 28 años, y fundando la dinastía más duradera del Reino del Norte. Inició su carrera militar en el ejército del rey Ajab (Acab), para luego convertirse en general del rey Joram. Mientras sitiaba la ciudad de Ramot de Galaad que estaba en posesión de los arameos de Damasco, fue ungido como rey de Israel y se le encargó la misión de eliminar la descendencia de Acab y de Ocozías de Judá, y de tomar el trono de Israel, según la profecía de Elías, quien había profetizado como reyes de Siria e Israel a Hazael y Jehú, respectivamente, y como su sucesor al profeta Eliseo.

Representante del Reino de Israel, posiblemente un enviado de Jehú rinde tributo ante el rey asirio Salmanasar. Detalle del segundo registro del Obelisco Negro, 841 a. C.. La inscripción cuneiforme asiria expresa: "El tributo de Iaúa hu-Umri (Jehú, hijo de Omrí)". Durante su reinado tuvo que soportar la presión aramea y asiria en el Este. La Biblia atribuye sus fracasos militares a su falta de fe al conservar el culto a los becerros de oro instaurados por Jeroboam I.

Insurrección
Cuando el rey Joram de Israel abandonó el frente en Ramot de Galaad debido a las heridas que sufrió, dejó a Jehú al mando del ejército israelita, el cual conseguiría finalmente recuperar dicha ciudad. Esto lo volvió popular entre sus tropas, ganándose su afecto y apoyo, por lo cual no le costó mucho convencer a los demás generales que lo apoyaran en su rebelión contra la casa real de Omri. Fue rápidamente aclamado rey de Israel.

Golpe de estado y ascenso al poder
Inmediatamente viajó a Jezreel con sus tropas, al encuentro de Joram, y su sobrino, el rey Ocozías de Judá, quien se hallaba en la ciudad en muestra de apoyo a Joram. Tras varios intentos fallidos de Joram de comunicarse con Jehú mientras éste se acercaba (debido a que los atalayas desertaban al bando de Jehú), el mismo Joram avanzó sin sospechas a recibir a Jehú. Al encontrarlo e intentar saludarlo al lema de "¿Hay paz Jehú?", fue bruscamente rechazado por éste diciendo: "¿Qué tienes que ver tú con la paz después de las prostituciones de tu madre?". En ese momento Joram se dio cuenta del complot en su contra, e intentó escapar, siendo asesinado a manos del mismo Jehú antes de lograr ponerse a salvo, aunque al menos pudo avisar del golpe a Ocozías de Judá, quien pudo escapar hasta Meguido, donde fue muerto por las tropas de Jehú que lo habían perseguido.

Purga
Según el reláto bíblico Jehú se dispuso prontamente a acabar con toda la casa de Ajab para así consolidarse en el trono, empezando por la reina madre Jezabel, quien al verlo le insultó comparándole con el usurpador Zimri, por lo que Jehú enojado, desafió a los eunucos que se encontraban con ella para que la echaran abajo desde la ventana. Luego Jehú entró victorioso al palacio real y después de comer ordenó enterrar el cadáver de Jezabel, pero ya no quedaba nada de éste, ya que los perros y las aves del campo se habían comido su carne, conforme a la palabra de Elías. Luego mató al resto de hijos de Ajab y a todos los parientes de Ocozías de Judá que pudo encontrar. Mediante engaño fingió ser un devoto adorador de Baal invitando a todos los adoradores y profetas de Baal a su templo para asesinarlos. Se reunieron de todo el país atiborrando el templo. Una vez ahí les distribuyeron ropas blancas para identificarlos y se aseguraron de que nohubiera ningún adorador de Yahveh, y cerrando las puertas ordenó a los verdugos asesinarlos a todos. Pero, a pesar de dejar establecida su posición Jehú tuvo que enfrentar el rey sirio Hazael, quien aprovechó el cambio de gobierno para iniciar la invasión de Israel y Judá. Jehú apeló a la ayuda del rey asirio Salmanasar III, aceptando convertirse en vasallo de éste y pagarle tributo. No obstante, luego de la muerte de Salmanasar, le siguieron varios reyes débiles, lo cual le permitió a Hazael volver a invadir Israel, conquistando todos los territorios al este del Jordán a un débil Israel. Jehú fue sucedido por su hijo Joacaz de Israel.

Inscripción asiria
En el Obelisco Negro del Museo Británico fue representado, entre otros, un emisario israelita llamado Ia-ú-a hu-Um-ri (Jehú, hijo de Omrí), quien ofrece tributo postrado ante el rey asirio Salmanasar III; se trataría de un enviado del antiguo Reino de Israel o posiblemente Jehú mismo, cosa que confirma la noción de que el Reino del Norte había dejado de ser un estado soberano.

En 1850, Henry Rawlinson identificó al "Ia-ú-a" postrado ante del rey asirio con el rey bíblico conocido como Jehú. Sin embargo, un año más tarde tal identificación fue cuestionada por el clérigo y asirólogo Edward Hincks, quien relacionó a dicha figura con Oseas, el último monarca del Reino de Israel, en un esfuerzo por hacer coincidir la narración bíblica con las inscripciones asirias, pues de lo contrario la conquista de Asiria sobre Israel se adelantaría en 160 años a lo señalado en la Biblia. Actualmente, sin embargo, prevalece la opinión de que la inscripción innegablemente menciona a "Jehú hijo de Omrí". Por lo que emerge una considerable disparidad entre lo que narran las inscripciones cuneiformes del Obelisco Negro y lo que expresa el relato bíblico, pues ni Jehú ni Oseas fueron hijos de Omrí y la dominación asiria habría ocurrido mucho antes de lo descrito en la versión bíblica.

Joacaz
Joacaz, su pronunciación y transliteración original seria Yeho'ajaz escrito יהואחז. Fue un rey de Israel, hijo de Jehú, fundador de la dinastía más larga y poderosa que hubo en el reino norteño de Israel.

Comenzó a reinar en el año 814 a. C., que fue el año 23 del rey Joás de Judá, fue el undécimo rey de Israel, y reinó por 17 años. Heredó un debilitado reino de su padre ya que Jehú perdió todos los territorios de Transjordania y fueron anexados a los dominios de Hazael, el cual afligió a Joacaz en su primeros años de reinado. Pero seria Ben-Hadad III su mayor verdugo, ya que producto de su propia apostasía, en las guerras quedó su ejército reducido sólo a 50 soldados a caballo, 10 carros, y 10000 soldados de infantería. En su desesperación Joacaz se volvió a Dios, por lo que Dios le proveyó de un salvador, que probablemente fue el rey asirio Adadnarari III, que invadió Siria en el año 806 a. C., saqueó Damasco, y los obligó a pagar tributo, por lo que eliminó al peor enemigo de Israel, y no le molestaron por un buen tiempo. Joacaz fue enterrado en Samaria, y le sucedió su hijo Joás.

Joás
Joás, fue un rey de Israel, hijo y sucesor de Joacaz, de la dinastía de su abuelo Jehú. A diferencia de su padre, Joás fue un guerrero de éxito. Reinó por 16 años, siendo el decimosegundo rey de Israel, y el tercer rey de la dinastía de Jehú. Comenzó a reinar en el 798 a. C., que era el año 37 de Joás, rey de Judá. Su nombre en hebreo es escrito יהואש, transliterado Yeho'ash.

Aunque no quitó los becerros de oro de Jeroboam I, seguía aún la religión nacional de Israel. Cuando el profeta Eliseo estaba agonizando, Joás fue a verlo. Ahí el profeta Eliseo lo hizo disparar una flecha en dirección a Siria, y golpear el suelo, a lo que Joás accedió, pero sólo lo hizo 3 veces. Por ello el profeta le dijo que sólo derrotaría a Siria 3 veces. Lo que se cumplió cuando Joás derrotó 3 veces a Ben-Hadad III y saqueó varias veces Damasco, y como consecuencia Joás recupero todos los territorios que su padre había perdido.

En un principio, sus relaciones con Juda habían sido buenas, a tal punto que Joás accedió a que 100.000 de sus soldados acompañaran a Amasías, el rey de Judá, a una campaña contra los edomitas, pero por palabra de Dios fueron devueltos a su país. Indignados por esto los soldados israelitas hicieron desmanes en Judá, aparte de matar a 3000 personas. Volviendo Amasías de su campaña en Edom, le declaró la guerra a Joás, a lo que el respondió con una metáfora, comparando el cedro (el mejor árbol), para simbolizarse a él, y el cardo (el peor árbol) simbolizando a Amasías. Con la clara intención de comparar su victoria contra Siria, un reino fuerte y la victoria de Amasías sobre Edom, un reino más débil, además le advertía que perdería la batalla. Pero Amasías no escucho la advertencia por lo que siguió en su plan de guerra, enaltecido por su victoria ante los edomitas.

Joás obtuvo una gran victoria ese día en Beit-Shemesh, incluso tomando prisionero a Amasías y llegando a Jerusalén, para lo que derribó gran parte de la muralla, retirándose después con un gran botín. En la estela de Hadad-Nirari, rey de Asiria, se menciona a Joas el Samaritano, entre los reyes que le pagaron tributo. Esta paz con los asirios le sirvió para expandirse y ganar varias batallas.

Probablemente su hijo Jeroboam estuvo como su corregente por varios años. El mismo Jeroboam lo sucedió en el trono. Fue enterrado en Samaria, en las tumbas reales.

Jeroboam II
Jeroboam II, (en hebreo: ירבעם השני, que el pueblo se multiplique, cuyo pueblo es numeroso o YAH contiende por el pueblo) era hijo de Joás y el decimotercer rey del Reino de Israel. Su reinado coincidió con los de Amasías y Uzías de Judá.

Reinado
Su reinado tuvo lugar en un período que abarcó 787-747 a. C. El mismo incluyó una corregencia de once con su padre. Ya sea antes del reinado de Jeroboam o durante los primeros años de su gobierno, el profeta Jonás predijo que el nuevo rey recuperaría los territorios del norte y del este que en tiempos anteriores habían pertenecido a Israel (II Reyes 14, 25), y Jeroboam cumplió esta profecía.

Llegó a ser el rey más fuerte de la dinastía de Jehú, si no de todos los reyes que ocuparon el trono del reino del norte. El registro bíblico acerca de este reinado es sumamente breve, y consiste sólo en 7 versículos (II Reyes 14, 23-29). Sin embargo el corto informe de sus éxitos militares muestra claramente que fue el gobernante del reino del norte con más éxitos en su haber: conquistó Damasco y Hamat junto al Orontes, y recuperó la mayoría de los territorios de Siria y Transjordania hasta el Mar Muerto, de modo que su reino incluyó todo lo que David y Salomón habían dominado, con excepción de Judá; tuvo la fortuna de que Asiria estuviera experimentando un período de debilidad durante su reinado, y así no pudiera impedir sus actividades expansionistas. Murió y fue sepultado en Samaria, y seis meses después de su muerte la dinastía finalizó con el asesinato de su hijo Zacarías (II Reyes 15, 8-11).

Sociedad
El reino gozaba de prestigio político y prosperidad económica. La evidencia arqueológica lo muestra como la época más rica de Israel, debido sobre todo al comercio de aceite de oliva, vino y caballos, tanto con Egipto como con Asiria. A finales del siglo octavo era el estado más densamente poblado del Levante mediterráneo, con alrededor de 350.000 habitantes.

Los profetas Amós y Oseas denunciaban el materialismo y el bajo nivel moral y religioso (Amós 5, 21-22; 2,6-8 y Oseas 6, 6-10) pero también existía cierta medida de tolerancia religiosa: cuando Amós, un ciudadano del reino del sur, pronunció sus profecías contra la casa de Jeroboam en la ciudad del santuario de Bet-el, su sacerdote informó al rey, pero nada se hizo contra Amós excepto pedirle que saliera del territorio de Israel (Amós 7, 10-17).

Evidencia arqueológica
Durante las excavaciones de Megido en 1904 se encontró un sello de jaspe con la figura de un león rugiente y la siguiente inscripción en hebreo: "Para a Shemá, servidor de Jeroboam".

Zacarias
Rey de Israel, hijo de Jeroboam II. Ascendió al trono en 743 a. C., al morir su padre. Tuvo su corte en Samaria. Hay controversia sobre las fechas de su reinado, ya que William Foxwell Albright da 746 a. C.-745 a. C., y E. R. Thiele ofrece 753 a. C.-752 a. C..

La Biblia relata sucintamente su reinado (2 Reyes, 15:8-12) e indica que "Hizo el mal a los ojos de Yahvé como hicieron sus padres". A los 6 meses de su reinado, un hombre llamado Sellum (Shallum) conspiró contra él y lo asesinó en Yibleam, para apoderarse del trono. Con la muerte de Zacarías concluyó la quinta dinastía del Reino de Israel, fundada por Jehú en 841 a. C.

VI Dinastía (Casa de Sellum) (Samaria)
Salum
Sellum o Shallum fue un rey de Israel que ocupó el trono en los años 745 a. C. o 752 a. C..

Era hijo de un hombre llamado Yabesh. En el sexto mes del reinado de Zacarías, Sellum conspiró contra él, lo asesinó en Yibleam y se proclamó rey. La Biblia resume muy sucintamente su reinado (2 Reyes, 15:13-15). Al mes de estar en el trono, un sujeto llamado Menajem se rebeló contra él en Tirsá, entró en Samaria, lo asesinó y ciñó la corona israelita.

VII Dinastía (Casa de Menajem) (Samaria)
Manahem
Menajem o Menahem (743 a. C. -738 a. C.), fue el 16º rey de Israel. De acuerdo con la cronología de Kautsch, gobernó en 743-736 a. C.; según Schrader, de 745 hasta 736 a. C.. William Foxwell Albright ha fechado su reinado en 745-738 a. C., mientras que E. R. Thiele ofrece las fechas 752-742 a. C.

Era hijo de Gadi y ostentó el cargo de jefe del ejército en Tirsa. A la muerte del rey Zacarías, asesinado por Shallum, consiguió eliminar al asesino y quedarse con el trono. Consiguió el apoyo del monarca asirio Tiglatpileser III, para lo cual tuvo que pagar un fuerte tributo. Ejerció un poder tiránico, provocando diversos levantamientos, que reprimió violentamente. Le sucedió su hijo Pecajías (Peqahyah).

Pekaia
Rey de Israel, hijo y heredero del rey Menajem. Según William F. Albright, ascendió al trono al morir su padre (738 a. C.). Se alió con Resin de Damasco contra Judá. La Biblia resume sucintamente su reinado (2 Reyes, 15:23-26) e indica que "hizo el mal a los ojos de Yahvéh". Fue asesinado en Samaria en 737 a. C., en la torre del rey, por su escudero Pecaj, que se adueñó del trono israelita. Edwin. R. Thiele ofrece como fechas de su reinado, 742-740 a. C.

VIII Dinastía (Casa de Pecaj) (Samaria)
Peka
Pecaj o Peka (? - 732 a. C.), hijo de Remaliah, era un oficial del ejército que se convirtió en rey de Israel entre los años 737 y 732 a. C.

Subió al trono tras asesinar a Pecajías, ya que estaba en contra de la política de amistad con Asiria que aquel practicaba, y prefería una alianza con Damasco. Junto con Rasin de Damasco, declaró la guerra al rey de Judá, Ajaz. Este pidió ayuda a Tiglatpileser III, que conquistó Damasco, toda la costa del Mediterráneo y parte del reino de Israel, deportando a sus habitantes. Pecaj fue asesinado debido a una conspiración dirigida por Oseas.

IX Dinastía
Oseas
Oseas fue el último monarca del Reino de Israel, reinó aproximadamente durante el período 730 a. C.-722 a. C..

Impuesto por Tiglatpileser III, con soberanía reducida a Samaria, a la muerte de aquel, se sublevó y buscó la alianza de Egipto, pero fue derrotado por Salmanasar V, cegado y conducido como cautivo a Asiria. Las consecuencias fueron la conversión de Israel en provincia asiria, y la deportación masiva de la población, en especial las clases altas, que fueron sustituidas por colonos arameos y caldeos, en el futuro, conocidos como samaritanos. Los israelitas deportados se diluyeron entre la población asiria, llamándoseles en adelante las diez tribus perdidas.

En el Obelisco Negro del Museo Británico fue representado, entre otros, un emisario israelita que ofrece tributo ante el rey asirio Salmanasar; se trata de un enviado del antiguo Reino de Israel, que confirma el hecho de que el mismo había dejado de ser un estado soberano. En 1851Edward Hincks relacionó al personaje en cuestión no con Jehú, sino con Oseas, quien, según expresa la Biblia, fue hecho siervo de Salmanasar, a quien año a año le pagaba tributo, hasta que dejó de hacerlo y fue eventualmente capturado por conspirar contra el monarca asirio.

Según el texto cuneiforme del Obelisco Negro, la figura representada pertenece a la Casa de Omri. De la información disponible tiende a emerger una considerable disparidad entre lo que narran las inscripciones cuneiformes del Obelisco Negro y lo que expresa el relato bíblico. Datado en 841 a.C., el Obelisco Negro pertenece al siglo IX a.C., mientras que Oseas reinaría un siglo más tarde. Esta discrepancia da lugar a diferentes hipótesis y teorías. A pesar de ello, y más allá de quien sea el personaje que aparece postrado ante un rey asirio en el Obelisco Negro, lo cierto es que se trata de la más antigua imagen visual de un israelita que se conoce en la historia.

El Mito de la Doctrina Efraimita o de las dos Casas reunidas
La doctrina Eframita, también conocida como las dos Casas, promueve que el Reino del Norte de Israel [las 10 Tribus perdidas] es la casa “perdida” de Israel esparcida por todo el mundo. La Casa de Israel es más comúnmente conocida como Efraín, que tuvo lugar de José como una tribu junto con Manasés. La premisa es que Efraín es como la arena del mar y, por tanto, los que tienen un amor de volver a guardar la Ley Mosaica son realmente las tribus “perdidas” de Efraín. Las Escrituras en el Antiguo Testamento que apuntan a Efraín como que tiene una herencia en la tierra de Israel es el tema central en esta posición doctrinal.

Esta doctrina no es nueva. Se difundió por primera vez como el llamado israelismo británicoy también identidad cristiana, en la que se creía que las tribus perdidas terminaron en Gran Bretaña, y las naciones anglosajonas. La doctrina de las Dos Casas / Efraín es más que otra variación del tema central de las tribus “perdidas” que es reconocida por un grupo selecto de personas como su propia “genealogía” [pero oculta hasta que uno llega a ser observante de la Torá]. Los Efraimitas de las Dos casas también creen que tienen una justa participación en la herencia de la tierra en Israel y si su “hermana”, la Casa de Judá [los Judíos], los reconocen y aceptan [ya que todas juntas practicarán la Toráh, trayendo así a las dos Casas juntas – la Casa de Israel / José / Efraín /o el Reino del Norte con la Casa de Judá o Reino del Sur], esto completaría el requisito necesario para marcar el comienzo del regreso del Mesías. Los Judíos se consideran a sí mismos como que son todas las tribus reunidas en una sola, es decir, como Israel. Ellos no designan afiliación tribal distinta aparte de la levítica para un futuro tercer templo.

Efraín no se menciona en el Nuevo Testamento sino sólo como una ciudad. También no se encuentra en Apocalipsis 7, al igual que la tribu de Dan. Los efraimitas hoy tratan de forzar una afiliación tribal en la tribu de José que se menciona en el texto. Sin embargo; claramente dice José, no Efraín. Dios no está confundido: La tribu de Manasés tiene 12000, la tribu de José tiene 12000. No hay 12000 perdidos que se asignará a Efraín. Tampoco hay ninguna asignada a Dan. Tanto Efraín y Dan se rebelaron contra Dios y fueron destituidos para ser un pueblo por su idolatría y la construcción de ídolos dentro de sus ciudades.

Las promesas de Efraín en el Antiguo Testamento estaban supeditadas a su regreso a Dios y a sus mandamientos, requisitos que ellos no estuvieron dispuestos a cumplir, por eso fueron destruidos. El remanente que se mantuvo fiel a Dios vivió en Judá, al igual que el resto de todas las tribus. Vemos que incluso durante la época del reinado de Roboam los de todas las tribus de Israel se unieron ellos mismos a Judá. 2 Crónicas 11:16-2 Crónicas 15: 9.

Durante la deportación de las diez tribus, algunos de ellas fueron dejados atrás, se casaron con los asirios y se convirtieron en los samaritanos. Ellos no se han olvidado quiénes son después de más de 2.000 años transcurridos. En la época de Esdras y Nehemías, los de las tribus que habían sido esparcidos a Asiria y Babilonia que deseaban regresar lo hicieron.

Esdras 2:70 Y los sacerdotes y los levitas, y algunas de las personas, y los cantores, y los porteros y los sirvientes del templo, habitaron en sus ciudades, y todo Israel en sus ciudades.

Esdras 6:16 Y los hijos de Israel , los sacerdotes y los levitas, y el resto de los hijos de la cautividad , hicieron la dedicación de esta casa de Dios con gozo, Esdras 6:21 Comieron la Pascua los hijos de Israel que habían vuelto del destierro y todos aquellos que se habían apartado de la impureza de las naciones de la tierra para unirse a ellos, para buscar al Señor, Dios de Israel, Nehemías 5: 8 Y les dije: Nosotros, conforme a nuestras posibilidades, hemos redimido[a] a nuestros hermanos judíos que fueron vendidos a las naciones; y ahora, ¿venderéis a vuestros hermanos para que sean vendidos a nosotros? Entonces se quedaron callados y no hallaron respuesta[b].

Después del exilio de ambos reinos, y tras el regreso de Babilonia, le siguió un retorno de los exiliados como uno, no dos reinos. Note que Nehemías hace referencia a los que habían sido vendidos a las naciones, no sólo Babilonia. Cuando Babilonia cayó ante Persia, todo el imperio que había estado anteriormente bajo los asirios también cayó bajo Ciro. Por lo tanto, no sólo los exiliados a Babilonia regresaron, sino cualquiera de los que deseaban hacerlo que habían estado allí desde el exilio asirio. Además, fueron hechas ofrendas por Israel después de que regresaron, no sólo por Judá.

Esdras 8:35 Los desterrados[a] que habían venido de la cautividad ofrecieron holocaustos al Dios de Israel: doce novillos por todo Israel, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos, doce machos cabríos como ofrenda por el pecado; todo como holocausto al Señor.

En la época de Jesús, vemos que hubo Judíos de toda tribu en existencia y no se perdieron, sabían quiénes eran. TODO Israel se esparció, no sólo las tribus del norte. De Hechos 2, es evidente que todas las tribus se podían encontrar por todas partes. Como Hechos 2 dice, los “Judíos” de muchos países habían venido a celebrar el Pentecostés, una de las tres fiestas requeridas para que todos los hombres asistieran. Esto significa Judíos de todas las 12 tribus, no de una sola casa o de la otra.

Santiago escribió a las doce tribus que estaban dispersas, note dispersas, no “perdidas”. Para aquellos que les gusta torcer esto para que signifique que Santiago estaba de alguna manera escribiendo a las tribus perdidas, debía haber significado diez tribus, no doce. ¿Y cómo es que Santiago pudo haber sabido que ellas existían en determinados lugares si se perdieron? – ¿cómo les escribiría Santiago una carta si estas tribus estaban perdidas? ¿Podría acaso esperarse que su misiva llegara a sus a sus manos sin de hecho estaban perdidas?. Ya no hay “dos casas”. En Cristo, todos los llamados Judíos de todas las tribus y todos los gentiles de todas las naciones de la tierra, todos son un solo y nuevo hombre en Cristo: Romanos 10:12-Colosenses 3:11-Efesios 2:13-16-Apocalipsis 5: 9-10.

Continua en: El Reino de Juda
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