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lunes, 4 de abril de 2016

Los Rollos del Mar Muerto I: Hallazgo

Cuevas cercanas a Qumrán

Los manuscritos de Qumrán, los esenios y la reconstrucción de la Biblia
Los manuscritos del Mar Muerto fueron escritos hace 24 siglos por una de las sectas más extrañas del mundo. 
Los esenios vivían en cuevas y trabajaron como escribas haciendo copias del Antiguo Testamento.
La colaboración de Google con el Museo de Israel permite consutar por internet los manuscritos de Qumrán

Cuando un pastor beduino penetró en 1947 una cueva en busca de una cabra perdida y descubrió antiguos rollos encerrados en vasijas, se desató una de las historias paleográficas más fascinantes de la historia. Esos rollos contenían extractos o pasajes enteros de los libros de la Biblia. Se les denominó los rollos del Mar Muerto. Muy pronto surgieron teorías curiosas sobre su contenido: unos afirmaban que esos textos daban una vuelta a los Textos Sagrados, los cuales habían sido deformados a lo largo de los siglos por la historiografía cristiana. Muy pronto surgieron teorías curiosas sobre su contenido: unos afirmaban que esos textos daban una vuelta a los Textos Sagrados, los cuales habían sido deformados a lo largo de los siglos por la historiografía cristiana. Otros, añadieron que la Iglesia no quería dar a conocer su contenido pues contenían reveladoras contradicciones sobre Jesús. Los hubo que dijeron que era el mejor testimonio del Nuevo Testamento, y hasta que Jesús formó parte de aquella comunidad que escribió y guardó esos textos: los enigmáticos Esenios. Nada de eso es verdad. Los textos hallados en las cuevas de Qumrán, a orillas del Mar muerto por un pastor beduino, son fragmentos procedentes de unos 800 manuscritos que, en su origen, se presentaron en forma de rollos. Muchos de esos manuscritos son copias de copias, pues en la antigüedad, el papiro era desgraciadamente, la forma más popular de transmitir el saber. Y el papiro se deteriora fácilmente.

Antiguo Testamento¿Qué contenían entonces? En parte son textos bíblicos, del Antiguo Testamento, y en parte son textos religiosos no bíblicos de diverso signo, como reglas morales y legales. Existen unos 200 manuscritos bíblicos entre los que se encuentran 32 copias del Libro de los Salmos, 28 copias del Deuteronomio, 21 copias del Libro de Isaías, citas ínfimas (los teffilim, o pequeñas tiras de cuero), con citas del Exodo y del Deuteronomio, tiras que se ponían en un estuche y que se llevaban en el brazo o sobre la cabeza. Los manuscritos esenios permitieron completar algunos pasajes oscuros de las Sagradas Escrituras, pero no descubrieron nada realmente fascinante, a pesar de que se trató de uno de los hallazgos arqueológicos más importantes del siglo XX.


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Qumrán
Qumrán es el nombre árabe contemporáneo dado a unas ruinas, donde habría habitado una comunidad de la congregación judía de los esenios, situadas en una terraza a cerca de dos kilómetros del Mar Muerto.
Hace años, no muchos, empezaron a correr noticias acerca de unos descubrimientos sensacionales en el desierto de Judá. Se hablaba de unos manuscritos antiquísimos, posiblemente anteriores a la era cristiana. Un rollo de Isaías completo; un comentario de Habacuc; un extraño «manual de disciplina», etc.

Las noticias acerca de los primeros hallazgos y vicisitudes que corrieron los manuscritos descubiertos son harto conocidas y han sido suficientemente divulgadas, incluso con anécdotas más o menos curiosas, para repetirlas una vez más. La exploración sistemática de las varias cuevas y las excavaciones arqueológicas en torno a Qumrán han proporcionado no pocos datos de un interés extraordinario desde los puntos de vista arqueológico, exegético, histórico, filológico y religioso.

Para estos manuscritos, que empezaron llamándose del Mar Muerto por la proximidad de ese mar, y luego de Ain Feska por el manantial que surge a unos kilómetros al sur de la cueva, se ha adoptado hoy universalmente el nombre de Qumrán, por el lugar arqueológico de Hirbet Kumrán, muy cerca de la cueva y donde las excavaciones llevadas a cabo recientemente han descubierto la casa de la comunidad de los dueños de los famosos manuscritos. Según los nómadas de la región, Qumrán es un nombre, lo cual quiere decir que ignoran su significado. F. de Saulcy identifica Qumrán con la ciudad Gomorra bíblica: y (rooppa) en la LXX). J. T. MilikQumrán < Oolmán < Calamón (= Papyron), por la rica vegetación de cañas o papiros de la región. H. Michaud interpreta Qumrán como un plural de Qamir, que sería el participio activo masculino singular de una raíz qmr, raíz atestiguada por el árabe clásico:

a) qamara — jugar a juegos de azar,
b) qamira — ser blanco, o también velar durante la noche.

Según esto, para Contineau, Hirbet, Qumrán sería la ruina de los jugadores. H. Michaud, en cambio, lo interpreta como la ruina de los que velan durante la noche, confirmado en efecto por la práctica de la secta de velar un tercio de la noche (1 O S 6, 7-8), o bien la ruina de los blancos, por el hábito blanco de esos monjes.

Qumrán (en hebreo, קומראן) es un valle del desierto de Judea en las costas occidentales del mar Muerto, en Cisjordania, cerca del kibbutz de Kalia (Israel). La importancia de este uadi (es un vocablo de origen árabe utilizado para denominar las ramblas, es decir, los cauces secos o estacionales de ríos, arroyos y torrentes que drenan regiones cálidas y áridas o desérticas), es la presencia de las ruinas (quiryat) de Qumrán y de las cuevas descubiertas en 1947, que contenían un valioso tesoro arqueológico y bíblico. El sitio fue construido durante o antes del reinado de Juan Hircano entre 134 y 104 a. C., y tuvo diferentes etapas de ocupación hasta probablemente la caída de Jerusalén en el año 70, cuando Tito y la Legion X Fretensis destruyeron el asentamiento de los esenios en el 68.

Localizacion
Qumrán es el nombre árabe contemporáneo dado a unas ruinas donde es posible que habitara una comunidad de la congregación judía de los esenios, situadas en una terraza a unos dos kilómetros del mar Muerto y 13 km al sur de Jericó, sobre los acantilados que se hallan tras la estrecha franja costera, cerca del oasis de Ayin Feshja, a 375 metros bajo el nivel del mar Mediterráneo.
Cerca de estas ruinas, entre los riscos al occidente, se encuentra un conjunto de cuevas donde en 1947 unos beduinos descubrieron casualmente rollos con textos religiosos. Excavaciones arqueológicas realizadas desde 1950 en once cuevas han permitido encontrar diversos manuscritos sobre la historia, tesis, estatutos y reglamentos de la Comunidad de la Alianza que habitó el sitio; libros apócrifos intertestamentarios, y las versiones de libros de la Biblia en hebreo y arameo más antiguas que se conocen. Desde 1951 fueron excavadas también las ruinas.

Historia
La construcción original data del siglo VIII a. C. y duró abandonada varios siglos antes de ser reutilizada por los esenios; era una pequeña fortaleza, con algunas habitaciones en el interior y una cisterna circular para el abastecimiento de agua. Autores creen que era el sitio que algunos escritos antiguos llaman Secacah. Lo que quedaba en pie, fue ocupado por una comunidad hacia el 135 a. C. o unos años antes, cuando se añadieron dos cisternas rectangulares, una red de acequias, y dos hornos de alfarería. Los escritos de la comunidad, se refirieron desde entonces al sito como Damasco.

Hacia el 100 a. C. la construcción fue ampliada notablemente para servir a un número mayor de personas. Fue construido un sistema mucho más complejo de abastecimiento de agua alimentado por una corriente estacional que corría cerca, y llevado por un túnel y canales hacia grandes cisternas de almacenamiento, tres de ellas enormes. Se levantó una torre maciza cuadrada que protegía la entrada, y se construyeron también depósitos y salones amplios, uno de ellos con bancos a lo largo de las paredes, apto para reunir muchas personas y otro, al lado, con una cocina y una despensa adyacentes, vajillas y otras señales de haber servido como comedor. La mayoría de las personas que usaban estos salones no tenían instalaciones adecuadas para residir permanentemente allí, por lo que se supone que una parte habitaba extramuros, en campamentos en Ayin Feshja y sitios cercanos, donde hombres y mujeres practicaban labores agrícolas o pastoriles para garantizar su sustento, tal y como lo exigían las propias reglas de la comunidad encontradas en las cuevas.

La construcción principal tenía 40 por 30 metros y el conjunto se extiende 80 metros a lo ancho y tiene 90 m de profundidad en su ala oeste, 40m en el centro y 70 m en el ala este.

Se encontró en Qumrán un ostracón (tiesto inscrito) con varias líneas en escritura hebrea. Es un contrato en el que un hombre llamado Honi dona sus posesiones, incluido un edificio, un olivar y un huerto de higueras, a un grupo llamado yajad (hebreo, juntos, comunidad). Si esta lectura es correcta, sirve de evidencia para identificar a la congregación que vivía en Qumrán, y el nombre por el cual los miembros del grupo se designaban así mismos. Este término aparece en otros manuscritos de los esenios. Se han encontrado mil doscientas tumbas, cubiertas de piedra y alineadas en sentido norte-sur, contrariando la costumbre judía. Aunque la mayor parte de los enterramientos son de varones, hay también de mujeres y unos pocos de niños. El único lugar donde se han encontrado tumbas judías similares, una docena, es En el-Ghuweir, 15 km al sur de Qumrán, donde hay unas ruinas de dimensión mucho menor, que datan del siglo I a. C..

La antigua fortaleza parece haber sido abandonada tras un terremoto o por otras causas en el 31 a. C. y reocupada desde el 4 a. C. Entonces fueron reconstruidas todas las instalaciones. Se han encontrado una gran cantidad de piezas de cerámica idéntica a la descubierta en la primera cueva, e incluso una jarra idéntica a la usada para depositar los rollos, así como tres mesas largas cubiertas de yeso y varios tinteros que datan de esta época final de la ocupación del sitio y que indican que en el primer piso había un lugar destinado para escribir o copiar manuscritos como los encontrados en las cuevas. La construcción fue destruida por los romanos en el 68 d. C. y ellos mantuvieron allí por un tiempo corto un puesto militar.

El Mar Muerto
(Hebreo: יָם הַ‏‏מֶּ‏‏לַ‏ח, Yam Hamelajen árabe: البحر الميت, al-Baḥr al-Mayyit). Es un lago endorreico (es el lago que no evacua cantidades significativas de agua ni por desagüe superficial ni por infiltración, es decir, que evapora en su superficie toda el agua que colecta de su cuenca hidrográfica) salado.
Situado en una profunda depresión a 416,5 m bajo el nivel del mar, entre Israel, Cisjordania (territorio en disputa con la Autoridad Nacional Palestina) y Jordania. Ocupa la parte más profunda de una depresión tectónica atravesada por el río Jordán y que también incluye el lago de Tiberíades. Los griegos de la Antigüedad lo llamaban lago Asfaltites, por los depósitos de asfalto que se encuentran en sus orillas, conocidos y explotados desde la Edad Antigua. Tiene unos 80 km de largo y un ancho máximo de unos 16 km; su superficie es aproximadamente de 810 km². Recibe agua del río Jordán, de otras fuentes menores y de la escasa precipitación que se produce sobre el lago, y el nivel de sus aguas es el resultado del balance entre estos aportes y la evaporación.

Reconstrucción exacta
Al cotejarse los manuscritos de Qumrán con las versiones modernas de la Biblia, muchos exegetas y paleógrafos respiraron tranquilos al comprobar que la historiografía cristiana, después de todo, había trabajado con enorme exactitud: había logrado componer unos escritos sagrados bastante certeros.
Hay que recordar que lo que conocemos como el Antiguo Testamento, tal y como la conocemos, fue recopilada por primera vez en la historia en el siglo III a. C., cuando 70 sabios judíos fueron a Alejandría para aportar a la famosa biblioteca la historia del pueblo de Israel (el antiguo testamento), a petición del rey Ptolomeo I.

Se tradujo al griego del arameo y hebreo antiguos. Así nació la llamada Septuaginta=Biblia de los Setenta=Tanaj=Pentateuco=Antiguo Testamento, en la que se basa el texto cristiano actual. Posteriormente nació una recopilación hebrea que se llamó texto masorético (tradición, en hebreo) la cual se hizo en el siglo IX d. C. Es la versión hebraica.

Sin rastro físico
Pero de los textos originales, al igual que los textos de los filósofos griegos presocráticos, no hay ningún rastro físico. Todo aquello se esfumó debido a su débil soporte de transmisión (el papiro, la vitela, el cuero). Pero durante años, se han hecho miles y miles de copias de copias. Sin embargo, cada copia siempre tenía algún error de interpretación o de transcripción, de modo que la paleografía cristiana se ha esmerado en comparar copias con otras copias para recomponer un texto lo más parecido al original.

Los manuscritos de Qumrán demostraron que el trabajo de los doxógrafos y paleógrafos cristianos fue serio y atinado durante siglos, y que en Qumrán solo había textos del Antiguo Testamento. Y a pesar de que, más recientemente, el padre Josep O’Callahan, (experto papirólogo), vio en algunos de estos trozos de Qumrán pequeñas frases del Nuevo Testamento, un examen más profundo constató que la vida de Jesús no estaba recogida en los manuscritos.

Textos Públicos
Los textos son públicos desde 1991, cuando las autoridades arqueológicas de Israel (que controlan el acceso a los documentos desde la Guerra de los Seis Días en 1967), permitieron la libre consulta a todos los documentos. Desde esa fecha, se han ido fotografiando, y desde hace pocos años, se podían consultar en Internet en este formato. Pero ahora, con Google, se podrán consultar de una forma mucho más cómoda: digitalizados.  Y además, Google Maps aporta la localización exacta de aquellos manuscritos.

En el año 2010 se concretó un proyecto entre la empresa Google y la Autoridad de Antigüedades de Israel, con un costo de 3,5 millones de dólares, que tiene como objetivo digitalizar los 3.000 fragmentos del documento, los que estarán disponibles en Internet en un plazo de 5 años. Estos incluirán traducciones de los textos. El 26 de septiembre de 2011 el Museo de Israel lanzó su proyecto digital de los Manuscritos del Mar Muerto, que permite a los usuarios explorar estos antiguos manuscritos bíblicos con un nivel de detalle imposible de alcanzar hasta la fecha.

El hallazgo arqueológico más importante del siglo XX
Los manuscritos del Mar Muerto constituyen el mayor descubrimiento arqueológico del siglo XX, y fueron encontrados a fines de la década de 1940; se trata de una antigua colección de textos que incluye los manuscritos bíblicos más antiguos conocidos, que datan de hace 2.000 años. Estos son algunos interesantes datos sobre su descubrimiento y su incalculable importancia histórica

Se trata de una antigua colección de textos que incluye los manuscritos bíblicos más antiguos conocidos, que datan de hace un poco mas de 2000 años.

-Unos Beduinos, entre ellos pastores adolescentes encontraron accidentalmente el primer conjunto de manuscritos tras buscar una cabra perdida: fue a finales de 1946, cerca del antiguo asentamiento de Qumrán, en la orilla noroeste del Mar Muerto. Uno de los jóvenes arrojó una piedra dentro de una caverna y se sorprendió al escuchar el sonido que produjo; él y sus compañeros entraron en la caverna y encontraron una colección de grandes vasijas de barro, siete de las cuales contenían los pergaminos que ahora conocemos como rollos del Mar Muerto, desatándose una de las historias paleográficas más fascinantes de la historia. Cuando se supo del valor del descubrimiento, buscadores de tesoros y arqueólogos desenterraron decenas de miles de fragmentos en 10 cuevas cercanas, completando entre 800 y 900 manuscritos.

-Nadie sabe a ciencia cierta quién escribió los Rollos del Mar Muerto. El origen de los Rollos del Mar Muerto, que fueron escritos entre 150 a. C y el 70 d. C, sigue siendo objeto de debate académico. De acuerdo con la teoría predominante, son obra de una población judía que habitaba Qumran hasta que las tropas romanas destruyeron el asentamiento, alrededor del 70 d. C.
-Casi la totalidad de la Biblia hebrea se representa en estos manuscritos. Los Rollos del Mar Muerto incluyen fragmentos de todos los libros del Antiguo Testamento excepto el libro de Ester; este libro se habría desintegrado con el tiempo o aún no se ha descubierto.
-El hebreo no es la única lengua en la que están escritos. La mayoría de los Rollos del Mar Muerto están en hebreo, pero otros están en arameo; además, varios textos ofrecen traducciones de la Biblia hebrea al griego.
-Los Rollos del Mar Muerto incluyen una guía a un tesoro escondido. Uno de los manuscritos más intrigantes es el Rollo de Cobre, una especie de antiguo mapa del tesoro que describe 64 escondites subterráneas alrededor de Israel que contienen riquezas escondidas para su custodia. Ninguno de estos tesoros se ha recuperado, posiblemente porque los romano saquearon Judea durante el siglo I d. C..

Antiguo Testamento
¿Qué contenían entonces?. En parte son textos bíblicos, del Antiguo Testamento, y en parte son textos religiosos no bíblicos de diverso signo, como reglas morales y legales. Existen unos 200 manuscritos bíblicos entre los que se encuentran:

-32 copias del Libro de los Salmos,
-28 copias del Deuteronomio,
-21 copias del Libro de Isaías,
-citas ínfimas (los teffilim, o pequeñas tiras de cuero), con citas del Éxodo y del Deuteronomio, tiras que se ponían en un estuche y que se llevaban en el brazo o sobre la cabeza.

Los manuscritos Esenios permitieron completar algunos pasajes oscuros de las Sagradas Escrituras, pero no descubrieron nada realmente fascinante, a pesar de que se trató de uno de los hallazgos arqueológicos más importantes del siglo XX.



Los Manuscritos del Mar Muerto o Rollos de Qumrán
Llamados así por hallarse en grutas situadas en Qumrán, a orillas del mar Muerto, son una colección de 972 manuscritos. La mayoría de los manuscritos datan de entre los años 250 a. C. y 66 d. C., antes de la destrucción del segundo Templo de Jerusalen por los romanos en el año 70 d. C.

Visión General
La casi totalidad de los manuscritos están redactados en hebreo y arameo y solo algunos ejemplares utilizan el griego. Los primeros siete manuscritos fueron descubiertos accidentalmente por pastores beduinos a finales de 1946 o principios de 1947, en una cueva en las cercanías de las ruinas de Qumrán, en la orilla noroccidental del mar Muerto. Posteriormente, hasta el año 1956, se encontraron manuscritos en un total de 11 cuevas de la misma región.

Parte de los manuscritos hallados en el mar Muerto constituyen el testimonio más antiguo del texto bíblico encontrado hasta la fecha. En Qumrán se han descubierto aproximadamente 200 copias, la mayoría muy fragmentadas, de todos los libros de la Biblia hebrea, con excepción del libro de Ester (aunque tampoco se han hallado fragmentos de Nehemías, que en la Biblia hebrea forma parte del libro de Esdras). Del libro de Isaías se ha encontrado un ejemplar completo. Otra parte de los manuscritos son libros no incluidos en el canon de la Tanaj, comentarios, calendarios, oraciones y normas de una comunidad religiosa judía específica, que la mayoría de expertos identifica con los esenios. La mayoría de los manuscritos se encuentran hoy en el Museo de Israel en Jerusalén, en el Museo Rockefeller de Jerusalén, así como en el Museo Arqueológico Jordano en Ammán (Jordania). Algunos manuscritos o fragmentos se encuentran también en la Biblioteca Nacional de Francia en París o en manos privadas, como la Colección Schøyen en Noruega.

Descubrimiento
Se sabe que hace años en la región fueron descubiertas en diferentes circunstancias, vasijas de barro con manuscritos bíblicos y otros escritos en hebreo y griego. Un hallazgo ocurrió en una vasija de barro cerca de Jericó, en el año 217 Orígenes utilizó manuscritos de los Salmos descubiertos allí; luego en el siglo IX se informó de otro hallazgo realizado por judíos que informaron de ello a una iglesia cristiana. Los primeros siete rollos que con certeza proceden de las cuevas de Qumran, de pergamino, fueron encontrados en 1947 por Jum'a y su primo Mohammed ed-Dhib, dos pastores beduinos de la tribu Ta'amireh en una cueva de Qumrán. Lo hallaron por casualidad mientras perseguían a una de sus cabras.

Los primeros siete rollos, de pergamino, fueron encontrados en 1947 por Jum'a y su primo Mohammed ed-Dhib, dos pastores beduinos de la tribu Ta'amireh en una cueva de Qumrán.
Se cuenta que utilizó algunos en una hoguera para calentarse, al carecer del conocimiento de la importancia del hallazgo. Estos rollos fueron vendidos (troceados, para aumentar su precio), mediante diversas vicisitudes a dos anticuarios de Belén. Cuatro de ellos fueron vendidos (por una pequeña cantidad) al archimandrita del monasterio sirio-ortodoxo de San Marcos en JerusalénAtanasio Josué Samuel (más conocido como Mar Samuel). Los tres siguientes, al final, fueron a parar al profesor judío Eleazar Sukenik, arqueólogo de la Universidad Hebrea de Jerusalén que dándose cuenta del valor de los mismos los compró en 1954. Posteriormente se publicaron copias de los rollos, causando un masivo interés en arqueólogos bíblicos, cuyo fruto sería el hallazgo de otros seiscientos pergaminos, y cientos de fragmentos.

Lo más importante de este hallazgo es su antigüedad, que permite estudiar importantes fuentes teológicas y organizativas del judaísmo y del cristianismo. La mayoría de los manuscritos datan de entre los años 250 a. C. y 66 d. C., estando entre ellos los textos más antiguos de que se dispone en lengua hebrea del Tanaj Antiguo Testamento bíblico. Se cree que fueron ocultados por los esenios debido a las revueltas judías contra los romanos en esos años. Como los manuscritos fueron hallados en 11 cuevas, la denominación de cada fragmento se realizó indicando primero el número de la cueva en la que fue hallado seguido por la letra Q (o sea 1Q, 2Q y siguientes). En febrero de 2017, arqueólogos de la Universidad Hebrea de Jerusalén anunciaron el descubrimiento de la cueva 12 en unas colinas al oeste de Qumrán, cerca de la orilla noroeste del Mar Muerto.

Biblioteca
Entre los manuscritos se encuentran, los libros del Tanaj, incluida:

-Una versión más extensa del Libro 1 de Samuel, con la excepción de Ester, así como algunos Deuterocanónicos, como el Sirácida y el Libro de Tobías.
-Citas ínfimas (los teffilim, o pequeñas tiras de cuero), con citas del Exodo y del Deuteronomio, tiras que se ponían en un estuche y que se llevaban en el brazo o sobre la cabeza.
-Comentarios sobre cada Libro de la Escritura, desde un punto de vista Esenio.
-Textos de la Regla de la Comunidad y la Regla de la Guerra.
-Los Manuales, Reglamentos y Oraciones propias de la comunidad que habitó el sitio, entre los cuales destacan:
  *El Documento de Damasco (4QD, 5QD, 6QD), que ya había sido encontrado en 1896 en el depósito de una sinagoga, en una versión manuscrita por los karaitas del siglo IX; y
  *La Regla de la Comunidad (1QS, 4Q257). Una serie de normas que regían la vida de esa       extrañísima comunidad llamada los Esenios.

Diversos textos religiosos Inter-Testamentarios como:
-El Libro de Enoc.
-El Testamento de los Doce Patriarcas hijos de Jacob o Testamento de los Patriarcas, es un libro apócrifo bíblico seudoepigráfico, intertestamentario, que refiere discursos y recomendaciones atribuidas los doce hijos de Jacob, antes de morir.
-El Libro de los Jubileos, que expone un calendario solar, diferente a los que usaban los fariseos y saduceos en el Templo y que conducía a un conflicto por las fechas de celebración de las fiestas de la Ley, pero que concuerda tanto con el calendario del Libro de Enoc, con las normas de la comunidad de Qumrán y es explícitamente citado en el Documento de Damasco (XVI 3-4).
-Un rollo de cobre con cuestiones contables y relativas a la localización de determinados tesoros.

El traductor de estos manuscritos, Florentino García Martínez, escribió que, con la única excepción del rollo de cobre, se trata de una "biblioteca sectaria", pues los rollos forman un conjunto articulado de concepciones teológicas, escatológicas, morales y éticas (1992:36-39). Las normas de la comunidad citan y hacen referencia a todos los textos bíblicos, apócrifos y seudoepigráficos encontrados, de manera que estos sustentan a aquellas, que a su vez se consideran intérpretes de textos inspirados que están en la "biblioteca". El uso del antiguo calendario solar hebreo por la comunidad, claramente diferente al oficialmente vigente en el siglo I, distingue a la biblioteca de los textos de otras corrientes judías, como los Fariseos y Saduceos.

En el año 2010 se concretó un proyecto entre la empresa Google y la Autoridad de Antigüedades de Israel, con un costo de 3,5 millones de dólares, que tiene como objetivo digitalizar los 3.000 fragmentos del documento, los que estarán disponibles en Internet en un plazo de 5 años. Este incluirá las traducciones de los textos. El 26 de septiembre de 2011 el Museo de Israel lanzó su proyecto digital de los Manuscritos del Mar Muerto, que permite a los usuarios explorar estos antiguos manuscritos bíblicos con un nivel de detalle imposible de alcanzar hasta la fecha.

Concepciones
Las concepciones de los miembros de esta comunidad chocan con las de los poderes sociales. En el comentario Esenio de Habacuc (1Qp Habacuc VII:2-5), rendir culto a las armas e insignias de guerra se considera sinónimo de idolatría, tal como lo expone Jeremías 7:18 acerca del culto al ejército: “Los hijos recogen leña, los padres prenden fuego, las mujeres amasan para hacer tortas al ejército y se liba en honor a otros dioses para exasperarme”, dice en las versiones hebreas y manuscritos griegos Sinaítico Vaticano, los más antiguos. Este versículo fue modificado tardíamente por la Vulgata latina y a posteriori por el griego Alexandrino en el siglo V d. C., que colocan en Jeremías 7:18 en vez de "ejército", las palabras "Reina de los Cielos", tomadas del capítulo 44 (17-25), tal vez por temor a enfrentar el viraje de la jerarquía de la iglesia oficial en favor de los ejércitos imperiales, en contra de los primeros cristianos.

En el Documento de Damasco(IX:1-6,9) insiste en que no se debe tomar venganza y sólo Dios puede vengar y repite como Pablo (Romanos 12:19) “no te harás justicia por tu mano”, una cita del Testamento de los Doce Patriarcas (Gad 6:10). Contra el derecho de gentes romano y la propia costumbre del Antiguo Testamento, el mismo Documento (XII:6-7) declara: "ninguno extienda su mano para derramar sangre de alguno de los gentiles por causa de riqueza o ganancia, ni tampoco tome nada de sus bienes". Otro escrito de Qumrán (1Q27:9-10) dice:

¿No odian todos los pueblos la maldad? Y sin embargo todos marchan de su mano. ¿No sale de la boca de todas las naciones la alabanza a la verdad? y sin embargo ¿Hay acaso un labio o una lengua que persevere en ella? ¿Qué pueblo desea ser oprimido por otro más fuerte que él? ¿Quién desea ser despojado abusivamente de su fortuna? Y sin embargo ¿cuál es el pueblo que no oprime a su vecino? ¿Dónde está el pueblo que no ha despojado la riqueza de otro?

Se aclara así la separación entre la visión Esenia y el nacionalismo Zelota. De ninguna manera los Esenios veían una alternativa contra Roma en el establecimiento nacional judío oficial. Se aclara también el papel de los Fariseos, quienes para algunos símbolo de severidad o celo por la ley, mientras en realidad eran legalistas liberales, de “interpretaciones fáciles” (CD-A I 18; 4Q267 f.2 I 21), que “cuelan el mosquito pero dejan pasar el camello” (Mateo 23:24); el camello es el rico (Mateo 19:24).

Los Fariseos cambiaban los preceptos de Dios por sus tradiciones (Marcos 7:9-13); declaraban santos sus bienes para no darlos solidariamente, inventaban sistemas para burlar los Jubileos (en los que había que devolver la tierra a quienes la habían perdido) y los años sabáticos (en los que se debían perdonar las deudas) y evadir todos los compromisos con los más necesitados. Así, permitían declarar cosa sagrada aquello con que se debía auxiliar a los ancianos, para evitar donárselo (Mateo 13:3-6). En cambio, el Documento de Damasco ordenó a los Esenios que nadie declarara sagrado nada de su propiedad (XVI:16).

Doctores fariseos, como el rabino Hillel (presidente del sanedrín, quien murió el 10 a. C.) ingeniaron soluciones para evadir la condonación de deudas de los años sabáticos y la reforma agraria de los jubileos, dispuestas para recomponer la equidad social cada 7 años (año sabático) y cada 50 años (Jubileo). El rabino Hillel se inventó el prosboul para transferir las deudas al tribunal y no perdonarlas cuando era debido. Según S. W. Baron, los reyes —especialmente los Herodes— atropellaron a los campesinos con tributos: el campesino se obligaba con deudas para pagarlos y luego perdía la tierra y hasta la libertad.

Los fariseos eran realmente "celosos de la riqueza" (Lucas 16:14 y Reglamento de la Comunidad de Qumrân XIX:2) y enfatizaban en una observancia ritual del sábado y no en el amor al prójimo. Mientras los Fariseos ("vosotros" Mateo 12:11) permitían que un sábado se sacara de un pozo a una res accidentada, para salvar una propiedad, se oponían a curar a las personas en sábado.

Los Esenios, como escribieron en el Documento de Damasco (XI:12-15), se oponían a preocuparse por las riquezas el sábado, o a mandar a los criados a cuidar de ellas. Si a un rico se le caía una vaca al pozo, mandaba a un trabajador a sacarla, así fuera sábado, pero un pobre no tenía suficientes vacas para no encerrarlas el sábado o no tenía ninguna. En cambio, “un hombre pobre o rico podía accidentarse un sábado y en ese caso, los Esenios mandaban quitarse las ropas y rescatar con ellas a la persona que hubiera caído al agua inmediatamente, el mismo sábado”, (4Q 265, f.1, c.II:6-7).

Contra la hipocresía y el legalismo característico de una vida de burla a la voluntad de Dios, se propusieron el amor y la misericordia, que varios apócrifos intertestamentarios muestran como la característica por excelencia de Dios.

Relaciones con el cristianismo primigenio
El estudio del contenido y significado de los Manuscritos del Mar Muerto, ratifica con profundidad la relación entre el cristianismo primitivo y los israelitas que esperaban el Reino de Dios, enfrentados a los sacerdotes y escribas fariseos y saduceos, las castas dominantes judías, que los persiguieron (como atestiguan repetidamente los mismos manuscritos).

De acuerdo al Documento de la Pontificia Comisión Bíblica "El Pueblo Judío y sus Escrituras Sagradas en La Biblia Cristiana" (2001), nros. 12-13:

La expresión más clara del modo cómo los contemporáneos de Jesús interpretaban las Escrituras aparece en los manuscritos del Mar Muerto, manuscritos copiados entre el siglo II a. C. y el año 60 d. C., en un período bien próximo al del ministerio de Jesús y de la formación de los Evangelios. (...) Desde el punto de vista de la forma y del método, el Nuevo Testamento, en particular los Evangelios, presenta grandes parecidos con Qumrán en el modo de utilizar las Escrituras. (...) El uso similar de la Escritura deriva de una perspectiva de base parecida en las dos comunidades, la de Qumrán y la del Nuevo Testamento. (...) Una y otra tenían la convicción de que la plena comprensión de las profecías había sido revelada a su fundador y transmitida por él: en Qumrán,"el Maestro de Justicia"; para los cristianos, Jesús

Por tanto no se puede confundir a los esenios autores de estos manuscritos con los cristianos. Con frecuencia se trató de identificar a Jesús de Nazaret con el Maestro de Justicia que fundó la congregación esenia autora de los manuscritos, pero el nombre de Jesús no se menciona allí ni una sola vez, ni siquiera mediante alusión o clave y tanto los análisis de la antigüedad de los rollos encontrados, como los estudios arqueológicos y el análisis histórico muestran que el Maestro de Justicia vivió a comienzos del siglo II a. C.. Otra cosa es la evidencia real de que algunas enseñanzas de los manuscritos son similares o antecedentes teológicos de las aparecidas posteriormente en el Evangelio de Juan y otros libros del Nuevo Testamento.

Se puede afirmar entonces que los manuscritos y especialmente la corriente espiritual y el testimonio de vida de los esenios autores de los Manuscritos del Mar Muerto fueron una fuente del cristianismo primitivo y prepararon en el desierto el camino de Jesús. La propia vida de Juan el Bautista en las cercanías de Qumrán, podría llegar a interpretarse como un elemento que preparó el camino para el mensaje del nazareno. Los esenios de Damasco, como la oposición galilea y los zelotas de Masada, enfatizaron su disidencia celebrando las fiestas religiosas con un calendario diferente al oficial: el antiguo hebreo, de origen cananeo o amonita (Morgenstern 1955), dispuesto en El Libro de los Jubileos, el Libro de Enoc, 4Q 327 y el "Rollo del Templo" (una serie de disposiciones para las fiestas y sacrificios).

Así, Jesús celebró su última cena en Pésaj según el calendario de Damasco (Jaubert 1957; ver: Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Mateo 26, 17-20». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource).; Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Marcos 14, 12-17». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource).; Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Lucas 22, 7-14». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource).). Era un martes por la noche según nuestro punto de vista o el inicio del miércoles según el punto de vista judío y no un jueves como dice la tradición. Luego, Jesús murió el día (miércoles o tal vez un jueves) en cuya noche se celebraba la cena de la Pascua oficialista (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Juan 18:28, 39». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource).; Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Juan 19:31». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource).) según el calendario lunar (de origen babilónico-griego), rechazado por la Comunidad de Qumrân y por los Rollos.

Jesús habría sido así el Cordero sacrificado para la Pascua oficial, pero él celebró la Pascua según el calendario esenio, que además es el mismo que siguen la mayoría de los libros del Tanaj, por ejemplo Ezequiel (no así Ester que no ha sido encontrado en Qumrán). Como demostró Jaubert (1953), el calendario esenio era el observado por los redactores sacerdotales de las Crónicas y por el Pentateuco y, se usó en Judea durante toda la época de la hegemonía persa y según Barthélemy (1955), hasta que comenzó la época helénica.

Las disputas por el calendario no estaban aisladas de las cuestiones más candentes de la época, sino que simbolizaban el debate sobre el seguimiento a la voluntad de Dios en la vida social y política. Así, el Libro de los Jubileos no se limita a proclamar un calendario, sino que abiertamente ataca a la monarquía y dice (11: 2) que la corrupción de los descendientes de Noé se hizo evidente porque propiciaron el dominio de un hombre sobre los otros, establecieron la monarquía e hicieron la guerra de una nación contra otra. Gira en torno al Jubileo, institución socioeconómica que expresa el amor mutuo que Dios quiere entre el pueblo y afirma (23:21) que quienes son movidos por la riqueza y la avaricia no invocan a Dios con justicia y verdad (ver Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Juan 4, 23». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource). 4Q176).

Aparte de estos detalles y su interpretación, los Manuscritos del Mar Muerto son claves para la comprensión más clara de cómo se desarrollaron el cristianismo y el judaísmo. Evidencian un judaísmo distinto al oficial de entonces y de hoy y establecen un temática que sería fundamental en el origen del cristianismo.

Diferentes escritos de Qumrán enfatizan temas claves resaltados por Jesús y los cristianos:
La Nueva Alianza (Documento de Damasco VI:19 Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Mateo 26, 28»Biblia versión Reina-Valera (Wikisource).);
La venida del Hijo del Hombre, el Hijo de Dios, llamado Hijo del Altísimo (4Q246), que expiaría por los pecados de los demás (4Q540; Documento de Damasco XIV:19)
El Mesías engendrado por Dios (1Q28a) y a la vez Siervo Sufriente (4Q381, 4Q540);
El Espíritu Santo (1QHa XX; Documento de Damasco II:12, VII:4, 4Q267);
El "Pozo de Agua Viva" (1QHa XVI);
Bautismo, tiempo en el desierto después de la conversión (4Q414);
Cena Sagrada de pan y vino (1Q28a; 1QS VI);
El sacerdocio de Melquisedec y su identificación con el Mesías (11Q13; Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Hebreos 7». Biblia versión Reina-Valera;
Rechazo a todo celo por la riqueza material (Regla de la Comunidad XI:2 con Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Lucas 16:4». Biblia versión Reina-Valera; 4Q267,2,II con Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «1Timoteo 6, 10». Biblia versión Reina-Valera. Condena del saqueo y explotación (4Q267,IV; 4Q390);
Los hijos de la Luz (Regla de la Comunidad III:13, 4Q260)
Justificación por la Fe y salvación por la Gracia (1QH V; 11Q5 XIX);
Humildad, pobreza de espíritu (1Q33 XIV; 4Q491), bienaventurados los humildes (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Mateo 5, 3-4». Biblia versión Reina-Valera11Q5, 1QHa VI)"responder humildemente al arrogante" (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Mateo 5, 40». Biblia versión Reina-Valera.
Caridad, amor, compartir (4Q259 III; 4Q267 18 III);
La imperfección de los juicios humanos en contraste con la Justicia divina, rechazo a la venganza humana (4Q269 Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Romanos 12, 17, 19, 21»Biblia versión Reina-Valera, no dar a un hombre la recompensa del mal", ni hacer justicia por cuenta propia (Documento de Damasco IX:9, 4Q269) sino responder al mal con bien (Regla de la Comunidad X:17-18, 4Q258);
Perdón para quien se convierte (Regla de la Comunidad X:20)
corrección fraterna mutua (1QS V; 5Q12 Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Mateo 18, 15-17». Biblia versión Reina-Valera, confesión (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Santiago 5, 16»Biblia versión Reina-Valera, y enmienda mejor que sacrificio de animales (1QS IX);
La caída de los reyes de la tierra (1QM XI), el Tiempo del Juicio, la Nueva Jerusalén (2Q24; 5Q15);
La comunidad de amor (1QS II) y fe como templo de Dios;
Rechazo al repudio de la esposa (Documento de Damasco IV:21; 4Q271);
Condena de interpretaciones "fáciles" (4Q169) de la Palabra de Dios, rechazo a cambiar la Palabra de Dios por las tradiciones humanas... (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Mateo 15, 3-9». Biblia versión Reina-Valera.
Denuncia de la hipocresía de los fariseos (1QHa XII) y de las prácticas de los saduceos (1Q14; 4Q162): Ellos buscaron interpretaciones fáciles, escogieron ilusiones, buscaron brechas; eligieron el cuello hermoso, justificaron al culpable y condenaron al justo; transgredieron la alianza, quebrantaron el precepto, se unieron contra la vida del justo, su alma aborreció a todos los que caminan con rectitud, los persiguieron con la espada y fomentaron la disputa del pueblo. (Documento de Damasco I:18-21, 4Q267);
Creían en la resurrección (1QH 1:29,34; 4Q521).
Aunque al revisar el tratamiento de estos temas y al establecer la datación de los manuscritos respectivos, parece claro que los rollos de Qumrán no fueron escritos por los cristianos, es imposible sostener que no tienen nada que ver con el cristianismo primigenio, cuyo camino indudablemente fue allanado de alguna forma por los esenios.
Este es el tiempo de preparar el camino en el desierto (4Q258)
Se separan de en medio del domicilio de los hombres de iniquidad, para marchar al desierto para abrir allí el camino de Aquel. Como está escrito: "en el desierto, preparad el camino de ***, enderezad en la estepa una calzada para nuestro Dios" (1QS VIII Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Lucas 3:2-11». Biblia versión Reina-Valera.

Pues los cielos y la tierra escucharán a su Mesías, y todo lo que hay en ellos no se apartará de los preceptos santos. ¡Reforzaos, los que buscáis al Señor en su servicio!. ¿Acaso nos encontraréis en eso al Señor, todos los que esperan en su corazón. Porque el Señor mirará a los piadosos y llamará a los justos, y sobre los pobres posará su Espíritu, y a los fieles los renovará con su poder. Pues honrará a los piadosos sobre el trono de la realeza eterna, liberando a los prisioneros, dando la vista a los ciegos, enderezando a los torcidos. Por siempre me uniré a los que esperan. En su misericordia Él juzgará y a nadie le será retrasado el fruto de la obra buena; y el Señor obrará acciones gloriosas como no han existido, como Él lo ha dicho, pues curará a los malheridos, y a los muertos los hará vivir, anunciará buenas noticias a los humildes, colmará a los indigentes, conducirá a los expulsados y a los hambrientos los enriquecerá. (4Q521;Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Lucas 4, 17-22». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource).; Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Mateo 11, 2-6». Biblia versión Reina-Valera.

Los textos descubiertos en Qumrán podrían mostrar entonces antecedentes inmediatos del Evangelio.
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El proyecto
El Museo de Israel le da la bienvenida a la página web del Proyecto Digital de los Manuscritos del Mar Muerto, un proyecto desarrollado en colaboración con Google que permite, por primera vez en la historia, el acceso directo a los manuscritos desde cualquier parte del planeta. A través de esta web los usuarios podrán consultar y explorar los manuscritos, realizar búsquedas y cargar rápidamente imágenes de alta resolución con un nivel de detalle hasta ahora inalcanzables. Las imágenes vienen acompañadas por textos y vídeos explicativos que aportan información inicial sobre los manuscritos y su historia.

Datados de entre el siglo III y el I a. C., los rollos del Mar Muerto incluyen los manuscritos bíblicos más antiguos preservados hasta la fecha y ofrecen un testimonio directo de la sociedad judía en la tierra de Israel durante el periodo del Segundo Templo, la época del nacimiento del cristianismo y del judaísmo rabínico. Hasta la fecha se han digitalizado cinco rollos completos de la colección del Museo de Israel, que están ahora disponibles online.

“El Museo de Israel tiene el enorme privilegio de albergar en su Santuario del Libro los manuscritos más completos y mejor preservados de cuantos se han encontrado en el Mar Muerto”. Afirma James S. Snyder, Director Anne y Jerome Fisher del Museo de Israel. “Estos documentos son uno de los hallazgos más importantes de la cultura del mundo monoteísta y representan un conjunto único piezas de la colección enciclopédica del Museo. Gracias a la colaboración con Google podemos hacer llegar ahora estos tesoros al gran público”.

Los cinco manuscritos que hasta el momento se han digitalizado son el Gran Rollo de Isaías, la Regla de la Comunidad, el Comentario a Habacuc, el Rollo del Templo y la Regla de la Guerra. Al realizar consultas de búsqueda, Google redirige a los usuarios directamente a los manuscritos online. Para minimizar el daño que el proceso de digitalización pudiera causar a los delicados manuscritos se han utilizado en cada fotografía tubos de flash protegidos contra rayos UV con una exposición de 1/4000 por segundo. El fotógrafo Ardon Bar-Hama ha sido el responsable de fotografiar los manuscritos con una resolución de 1.200 megapíxeles (unas 200 veces superior a la resolución de una cámara digital estándar), lo que hace que la imagen se pueda ampliar hasta el punto de mostrar detalles imperceptibles a simple vista, permitiendo así a los usuarios examinar el texto de manera precisa. Además, el Gran Rollo de Isaías permite realizar búsquedas por columna, capítulo y versículo, dispone de una herramienta que permite mostrar el texto del contenido traducido al inglés y otra que posibilita que los usuarios envíen versículos traducidos a su propio idioma.

“El Proyecto de los Manuscritos del Mar Muerto con el Museo de Israel enriquece y preserva una importante parte de la herencia mundial haciéndola accesible al mundo por medio de Internet”, afirma el Prof. Yossi Matias, Director General del Centro de I+D de Google en Israel. “Tras haber participado en el pasado en proyectos similares como Art Project de Google, la colección del Museo del Holocausto Yad Vashem en Jerusalén o el Museo del Prado en Madrid, hemos podido comprobar cómo el acceso a documentos y colecciones online facilita que usuarios de todo el mundo puedan aumentar sus conocimientos y comprensión de eventos históricos clave. Esperamos poder poner algún día al alcance de todo el mundo el conjunto del conocimiento depositado en las distintas colecciones y archivos históricos y ello incluye la digitalización y acceso online de manuscritos adicionales del Mar Muerto”.

El Proyecto Digital de los Manuscritos del Mar Muerto se ha llevado a cabo con el apoyo de George Blumenthal y el Centro de Estudios Judaicos Online, cuyo sueño y visión ha sido siempre la creación de un marco que permita a investigadores y al público en general el acceso a los manuscritos. Por parte del Museo de Israel el Dr. Adolfo D. Roitman, Lizbeth and George Krupp Curator de los Manuscritos del Mar Muerto y Director del Santuario del Libro y la Dra. Susan Hazan, Curator de Multimedia, han sido los encargados de dirigir el proyecto en colaboración con Eyal Fink, ingeniero de programación y Eyal Miller, Director de Desarrollo de Nuevos Negocios del centro I+D de Google en Israel.

Acerca de los manuscritos 
Los documentos digitalizados accesibles ahora a través del Proyecto Digital de los Manuscritos del Mar Muerto incluyen:

El Gran Rollo de Isaías (1QIsa): Datado aproximadamente del año 125 a. C. contiene el texto íntegro del libro de Isaías y es el único manuscrito de la antigüedad que conserva una copia completa de un libro bíblico.
Regla de la Guerra (1QM): Data de finales del siglo I a. C. o principios de nuestra era y describe el enfrentamiento entre los “Hijos de la Luz” y los “Hijos de las Tinieblas” que tendrá una duración de 49 años y acabará con la victoria de los “Hijos de la Luz” y la restauración de las prácticas en el Templo acordes con las creencias de estos.
Rollo del Templo (11Q19): Datado de finales del siglo I a. C. o comienzos del siglo I d. C., presenta una serie de normas para la construcción del Templo y el culto en él, proporcionando un plan para un Templo imaginario o futuro. Con apenas una décima de milímetro de grosor, el Rollo del Templo es el manuscrito más fino de cuantos se han encontrado en el Mar Muerto.
Regla de la Comunidad (1QS): Datado del siglo I a. C., es un documento clave para conocer el modo de vida de la Comunidad. En ella se tratan temas como la admisión de nuevos miembros, las normas de comportamiento en las comidas comunitarias, oraciones, rituales de purificación y principios teológicos.
Comentario a Habacuc (1QpHab): Datado de la segunda mitad del siglo I a. C., el manuscrito interpreta el libro del profeta bíblico Habacuc en el Capitulo 1-2, con un estilo peculiar y característico que lo convierte en una importante fuente de conocimiento sobre la vida espiritual de la secta de Qumrán, vertiendo luz sobre la percepción que la comunidad tenía de sí misma.

¿Qué son los Rollos del mar Muerto?
Los Rollos del mar Muerto son antiguos manuscritos judíos, la mayoría de ellos redactados en hebreo, si bien hay algunos en arameo, y unos pocos, en griego. Muchos de estos rollos y fragmentos cuentan con más de dos mil años de antigüedad, pues datan de antes del nacimiento de Jesús. Entre los primeros que se consiguieron de los beduinos había siete manuscritos largos en diferente estado de conservación. A medida que se exploraron más cuevas, se fueron hallando otros rollos y miles de fragmentos.

Entre 1947 1956 se descubrieron documentos en un total de once grutas de las proximidades de Qumrán, cerca del mar Muerto. Tras ordenar el material hallado, se reunieron 800 manuscritos, una cuarta parte de los cuales, es decir, poco más de 200, son copias de porciones del texto hebreo de la Biblia. El resto son antiguos escritos judíos no bíblicos, tanto apócrifos como seudoepigráficos. Entre los escritos que más entusiasmaron a los eruditos figuraban documentos hasta entonces desconocidos. Contenían interpretaciones de asuntos de la ley judía, reglas para la comunidad de la secta que habitaba Qumrán, oraciones y poemas litúrgicos, así como obras escatológicas que revelan creencias sobre los últimos días y el cumplimiento de las profecías bíblicas. También se hallaron documentos únicos: los precursores más antiguos del comentario versículo por versículo de los textos bíblicos.

¿Quiénes escribieron los Rollos del mar Muerto?
Diversos métodos de datación de documentos antiguos indican que los manuscritos se copiaron o redactaron entre el siglo III a. C. y el siglo I d. C.. Algunos especialistas han aventurado la posibilidad de que ciertos judíos de Jerusalén ocultaran los escritos en las cuevas antes de la destrucción del templo, en 70 d. C.. Sin embargo, la mayoría de los investigadores consideran que esta opinión no armoniza con el contenido de los documentos, pues muchos exponen creencias y costumbres que contradecían las de las autoridades religiosas de Jerusalén. Los manuscritos revelan la existencia de una comunidad que creía que Dios había rechazado a los sacerdotes y el servicio del templo de Jerusalén, y que veía en el culto que le rendía ese grupo del desierto una especie de sustituto del servicio del templo. Parece poco probable que las autoridades del templo de Jerusalén escondieran una colección que tuviera tales documentos.

Aunque es muy posible que existiera una escuela de copistas en Qumrán, lo más probable es que los creyentes recogieran muchos de los rollos en otros lugares y los llevaran allí. En cierto sentido, los Rollos del mar Muerto forman una amplia biblioteca, y como tal, quizá contenga una gran variedad de ideas que no reflejan necesariamente las creencias religiosas de sus lectores. No obstante, los textos que aparecen en numerosas copias contienen, con toda probabilidad, los intereses y doctrinas del grupo.

¿Cuál es la verdad sobre los Rollos del mar Muerto?
Hace más de cincuenta años, la piedra que lanzó un pastor beduino a una cueva condujo a lo que algunos han calificado como el mayor hallazgo arqueológico del siglo XX. Tras investigar el ruido que produjo la piedra al romper una vasija de barro, el beduino halló el primero de los Rollos del mar Muerto, como se les llamó más tarde.

Estos rollos han sido centro de atención y de polémica tanto en los círculos de eruditos como en los medios de comunicación. Entre el público abunda la confusión y la desinformación. Se han esparcido rumores sobre maniobras de encubrimiento inducidas por el temor de que los manuscritos revelen datos que debiliten la fe de cristianos y judíos. Pues bien, ¿cuál es su verdadera trascendencia? Después de más de medio siglo, ¿conocemos todos los hechos?.

Se desvanecen los rumores de encubrimiento
En los años posteriores al hallazgo de los Rollos del mar Muerto, se publicaron varias obras que pusieron a disposición de eruditos de todo el mundo las primeras averiguaciones. Pero en el caso de los miles de fragmentos de una de las grutas, conocida como la cueva 4, hubo muchos más problemas. Se hallaban en manos de un pequeño equipo internacional de expertos creado en el Museo Arqueológico de Palestina, en Jerusalén oriental (entonces parte de Jordania), del que no formaba parte ningún erudito israelí ni judío.

El equipo adoptó la norma de negar el acceso a los rollos hasta la publicación de los resultados oficiales de su investigación. El número de especialistas se mantenía limitado, y cuando alguno moría, solamente se elegía un sustituto. La cantidad de trabajo exigía un equipo mucho más amplio y, en ocasiones, mayor pericia en hebreo y arameo antiguos. James Vander Kam lo expresó de la siguiente manera: “Ocho expertos, por muy cualificados que fueran, formaban un equipo demasiado pequeño para encargarse de decenas de miles de fragmentos”.

Tras la guerra de los Seis Días (1967), Jerusalén oriental y sus rollos cayeron en manos israelíes, pero no hubo ningún cambio en los criterios del equipo de investigación. Como el retraso en la publicación de los rollos de la cueva 4 se prolongó durante décadas, varios eruditos levantaron las voces en protesta. En 1977, el profesor Geza Vermes, de la Universidad de Oxford, lo llamó el escándalo académico por excelencia del siglo XX. Se comenzaron a propagar rumores de que la Iglesia Católica ocultaba deliberadamente información que causaría estragos en el cristianismo.

Por fin, en la década de los ochenta se incrementó la cantidad de investigadores a veinte. Entonces, en 1990, bajo la dirección del editor en jefe recién nombrado, Emanuel Tov, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, el equipo aumentó de nuevo hasta alcanzar más de cincuenta especialistas, y se fijó un calendario estricto para la presentación de las ediciones eruditas de los rollos restantes.

En 1991 llegó por sorpresa un avance muy importante. Primero se publicó A Preliminary Edition of the Unpublished Dead Sea Scrolls (Edición preliminar de los Rollos inéditos del mar Muerto), una obra que se llevó a cabo con la ayuda de computadoras y basándose en una copia de la concordancia del equipo. Después, la Biblioteca Huntington, de San Marino (California), anunció que pondría a disposición de los eruditos el juego completo de fotografías de los rollos. Al poco tiempo, con la publicación del libro A Facsimile Edition of the Dead Sea Scrolls (Edición en facsímil de los Rollos del mar Muerto) se sacaron a la luz las fotografías de los rollos anteriormente inéditos. De modo que durante la última década, todos los Rollos del mar Muerto se han hecho disponibles para su examen. La investigación demuestra que no había nada oculto. Ya que se están publicando las ediciones oficiales definitivas de los rollos, solo cabe esperar que comience el análisis exhaustivo. Ha nacido una nueva generación de expertos en los manuscritos.

Aporte a la lingüística del Antiguo Testamento
Pocos temas han despertado un interés tan grande. El número de conferencias ha sido y sigue siendo extraordinario. Apenas hay congreso de estudios orientales o de estudios bíblicos que no le consagre, varias ponencias. Cuantas revistas científicas dicen relación más o menos directa con estos estudios, le han dedicado frecuentes y sustanciosos artículos. La bibliografía es copiosísima, contándose las obras por centenares.

Sin embargo, y a pesar del buen número de manuscritos bíblicos hallados, hemos creído observar un vacío en estos estudios: la aportación de los manuscritos del Mar Muerto a la exégesis lingüística del Antiguo Testamento. Se han hecho diversas alusiones y observaciones muy atinadas e incluso se han escrito algunos artículos que constituyen una magnífica aportación a este fema. Pero falta un trabajo sistemático de los diversos manuscritos bíblicos del Mar Muerto, confrontándolos con el texto masorético para hacer resaltar sus discrepancias y variantes y compararlos luego con las diversas versiones antiguas: Targum arameo, Pesifa o versión siríaca, Septuaginta, Vulgata y Ve tus Latina.

Convencidos de la utilidad de estos trabajos para la exégesis lingüística bíblica, nos hemos propuesto enfrentar con el tema de la aportación de los manuscritos del Mar Muerto a la exégesis lingüística del Antiguo Testamento, y abordarlo sistemáticamente. En una primera etapa estamos confeccionando las listas exhaustivas de todas las variantes, incluso las puramente ortográficas, que en relación con el textus receptus ofrecen los manuscritos del Mar Muerto. Estas lisias han de ser naturalmente aprovechadas para el corpus de variantes que acompañará al texto hebreo de la Políglota Matritense del C. S. I. C. y de Irt B. A. C, cuya preparación corre a cargo de la sección hebrea del Seminario Filológico «Cardenal Cisneros». En una segunda etapa tenemos intención de estudiar detenidamente cada una de estas variantes. Y finalmente, en una tercera, pensamos llegar a sus sistematización o agrupación. De las variantes que ofrecen los manuscritos de Qumrán, un número muy elevado son puramente ortográficas, y señalamos de paso que en el Comentario de Habacuc son proporcionalmente menos que en el Rollo de Isaías.

Otro número considerable son más bien fonéticas, insistiendo en que buen número de las consideradas corrientemente como ortográficas son de orden fonético y ofrecen un interés extraordinario para la gramática y la fonética históricas del hebreo, es decir, para el conocimiento de la evolución de la lengua. Un tercer grupo de variantes lo constituyen las diferentes lecciones que revelan una palabra o concepto distinto entre el texto masorético y los manuscritos del Mar Muerto. Reconociendo todo el interés que para el estudio de la historia de la lengua, de la fonética histórica, de la historia de la ortografía, etc., en una palabra, para la lingüística hebrea, constituyen las variantes de los dos primeros grupos, debemos hacer constar que para nosotros, y ya que enfocamos el estudio desde el punto de vista de la exégesis bíblica, nuestro interés esencial ha de centrarse en las del grupo tercero.

No queremos dejar de señalar y de hacer resaltar que no pocas variantes del Mar Muerto están confirmadas por antiguas versiones, y también que algunas de las variantes están de. acuerdo con propuestas de corrección hechas anteriormente por diversos autores. Concretamente, en el Comentario de Habacuc encontramos que DHp en lugar de n&; 'Hp de Habacuc 1:9 está confirmado por varias versiones antiguas: Targum, Siríaco, Teodoción, Vulgata y Teodoreto.

En Habacuc 1:11 varios tratadistas del Libro de Habacuc habían propuesto leer Deuteronomio 1 en lugar de OtiM del texto masorético. Así, Nicolardot en 1908 (o sea, cuarenta años antes de aparecer el rollo de Habacuc de Qumrán) proponía que en lugar de se leyese ti$)\ y se omitiese el N que le sigue, remitiendo a los testimonios de varios críticos. No andaba muy lejos el aparato crítico de Kittel al proponer la lectura VH^NÍ? 1H3 0^1. 

Es de notar asimismo que en nuestro Rollo de Habacuc se repite varias veces el fenómeno de emplear en el texto bíblico citado una lección variante del Texto Masorético, empleando sin embargo la lección masorética en el comentario o paser. Proceder que responde sin duda al propósito de hacer constar que conocía las dos lecciones. Véase, por ejemplo, Habacuc 1:11; 2:15-16. Insistimos en el hecho de que en estos casos lo normal suele ser emplear la variante en el texto bíblico citado y la misma lección masorética en el comentario. ¿Cuál de las dos lecciones es la primitiva? ¿Por qué el comentarista usa las dos y prefiere una de ellas en el texto citado?.

Literatura de Qumrán
Entre los Rollos del Mar Muerto se encontraron numerosos fragmentos de textos no bíblicos; sin embargo, sólo unos pocos están relativamente completos. Aunque estos manuscritos no proporcionan demasiada información histórica, describen la vida y las creencias de quienes vivían en Qumrán, y son por lo tanto, de gran importancia para comprender el pensamiento religioso de los tiempos de Jesús. Los principales documentos encontrados y publicados pueden dividirse de la siguiente manera:

El Documento de Damasco
En la geniza guenizá (recinto para depositar manuscritos en desuso) de una sinagoga de El Cairo se descubrieron, a fines del siglo XIX, muchos valiosos manuscritos judíos de los comienzos de la Edad Media. Había allí dos textos parcialmente idénticos, de una secta judía cuyos miembros, a falta de un nombre más exacto, han sido llamados "sadoquitas" o "pactantes de Damasco". Cuando Salomón Schechter, su descubridor, los publicó en 1910, causaron muchas controversias entre los eruditos, pues eran algo único en su género dentro de la literatura judía. Los eruditos llegaron a la conclusión de que los autores de esta obra pertenecían a una secta que se separó del núcleo principal de los judíos por considerar que ese núcleo se había apartado de la Ley.  Los miembros de la secta se unieron entre sí mediante un "Nuevo Pacto" y practicaban su propia forma de vida y de ritual. Posteriormente salieron de Palestina y emigraron a Damasco. Unos pocos eruditos opinaron que la secta había sido fundada en el siglo VII d. C.; pero la mayoría de los investigadores que se expresaron en cuanto a este tema situaron su origen entre el siglo II a. C. y 70 d. C.. La estrecha relación de estos manuscritos con el seudoepigráfico Testamento de los doce patriarcasel Libro de los jubileos el Libro de Enoc indican que tuvieron su origen en la época de los Macabeos o a comienzos del período romano.

El Documento de Damasco contiene admoniciones y reglamentos:

El sábado debía guardarse de acuerdo con las mismas reglas que observaban los fariseos del período del Nuevo Testamento. Debía evitarse la contaminación causada por baños ritualmente inmundos o alimentos prohibidos, por trato con los gentiles y por fornicación, mientras que se encomiaban la monogamia y la confesión de los pecados. También es evidente que se creía con mucha firmeza en la doctrina de la predestinación, en ángeles buenos y malos, en un Mesías esperado y en una vida eterna.

La Regla de la Comunidad
Según se desprende del texto referido a la Regla de la Comunidad, los Esenios eran un grupo judío “fuertemente estructurado, con su propia jerarquía y sus funcionarios, cuyos miembros ponían en común todos sus bienes, participaban en comidas comunitarias, y se hallaban sometidos a una disciplina muy estricta, con penas y castigos para cualquier transgresión”, comenta Florentino García Márquez en la reseña 'Los manuscritos de Qumrán'. En suma, un grupo de judíos conviviendo hace más de dos mil años bajo mismas reglas que los kibutz del siglo XX.

La Reglas de la Secta
Un manuscrito bien conservado, comúnmente llamado Manual de disciplina, contiene reglamentos de vida y conducta para los miembros de la secta. Se ve que debían vivir en estricta obediencia a la ley de Moisés. Estas reglas señalan claramente que la secta de Qumrán es la misma que aparece en el Documento de Damasco.

El Manual de disciplina presenta una sociedad religiosa bajo un gobierno democrático, con dirigentes escogidos por votación. No existía la propiedad privada. El dinero era guardado y gastado por el dirigente máximo en beneficio de la comunidad. En el Manual se señalan diferentes pecados y el castigo que merecían: estaba prohibido hacer declaraciones falsas o necias, calumniar o dañar a un vecino, interrumpir el discurso de otro, o dormir durante una reunión de la comunidad.

El Manual de disciplina concluye con un himno. Un fragmento de dos columnas de otro documento menciona mujeres y niños, por lo cual puede deducirse que, por lo menos, algunos de los esenios se casaban.

La Regla de Guerra
Este documento fue llamado por el profesor E. L. Sukenik, "Una guerra de los hijos de la luz contra los hijos de las tinieblas". Describe la guerra que los miembros de la secta de Qumrán tenían que pelear contra el mundo impío. Se bosquejan las reglas que gobernarían esta guerra y se presentan los himnos que debían cantarse una vez que se conquistara la victoria.

Salmos de Gratitud
Es una colección de unos 40 cánticos espirituales, compuestos de frases de Isaías, Jeremías y Job, pero que muestran una estrecha relación con los salmos canónicos. Su autor, posiblemente el "Maestro de justicia", aparece como un hombre perseguido, consciente de sus pecados, pero a la vez confiado de que está lleno del Espíritu Santo, y de que le han sido revelados los secretos de Dios para capacitarlo como dirigente de sus seguidores.

Apócrifos y Seudoepigráficos
Entre los documentos apócrifos se han encontrado copias fragmentarias de Tobit, Eclesiástico y la Epístola de Jeremías. Entre los seudoepigráficos, han aparecido copias del libro de jubileos, del libro de Enoc y del Testamento de los doce patriarcas. También puede clasificarse como seudoepigráfico al Génesis apócrifo, que es una versión legendaria y elaborada de los relatos de los patriarcas.
Otra obra de la cual se han encontrado fragmentos de diversos manuscritos, describe la Jerusalén celestial. En otra obra hay salmos de Josué. También aparecen una visión de Amram (padre de Moisés) y una oración de Nabonido, en la cual agradece al Dios Altísimo por haberlo sanado de una enfermedad de siete años de duración.

El Rollo de Cobre
En este rollo de delgada hoja de cobre aparece una larga inscripción que describe los escondites de grandes tesoros de incienso y metal precioso. Se discute si este documento es un registro histórico o una ficción.

Rollo del Templo
Este manuscrito se divide en cuatro secciones. La primera tiene que ver con la pureza ritual; la segunda, con las fiestas religiosas; la tercera, con la construcción del templo - de donde obtuvo su nombre -, y la cuarta, tiene por tema el rey y el ejército de Israel.

Misceláneos
Entre los documentos misceláneas se encuentran obras de carácter litúrgico, proverbios, una obra que se refiere a la rotación de las familias sacerdotales en su servicio, y horóscopos. Además de los elementos ya mencionados, han aparecido cartas, ostracones inscritos y contratos.


Los documentos del Qumrám presentan las instrucciones en cuanto a los rituales de la ceremonia de iniciación, cuando se pronunciaban fuertes maldiciones contra quienes se desviaran de lo reglamentado, pero también se pronunciaba una bendición basada en Números 6:24-26:  "Te bendiga él con todo lo bueno y te guarde de todo mal. Ilumine él tu corazón con prudencia vivificadora, y te conceda conocimiento eterno. Levante él su amante rostro a ti para paz eterna" (Manual de disciplina ii. 2-4).

Los miembros de la secta debían purificarse mediante la inmersión en agua, comer juntos, estudiar la ley constantemente y vivir una vida santa y piadosa. Entre los manuscritos de Qumrán se han encontrado todos los libros del Antiguo Testamento, excepto Ester, y de varios hay más de una copia. Esto, más el número de comentarios bíblicos, subraya la importancia que la comunidad le daba al estudio de la Biblia. Los reglamentos del Manual de disciplina son similares a los que, según Filón (que todo hombre probo sea libre 75-91), y Josefo (Antigüedades xviii. l. 18-22; Guerra de los judíos ii. 8.2), tenían los esenios. Por lo tanto, se ha aceptado que la secta de Qumrán era esenia o tenía alguna relación con los esenios. Puesto que Juan el Bautista vivió en las cercanías de Qumrán, y vivió una vida de ascetismo y practicó el bautismo por inmersión, algunos eruditos han sugerido que los esenios influyeron en él. También se han señalado algunas relaciones entre la literatura de Qumrán el Evangelio de Juan. Es notable el contraste entre "el espíritu de verdad y el del error" y "entre la luz y las tinieblas" que aparecen tanto en el Manual de disciplina como en el cuarto Evangelio (Juan 8:12; 11:10; 12:35; 14:17; 15:26; 16:13).

Se han visto otros paralelos entre los escritos de Qumrán y los de Pablo. De especial interés es el uso de los términos "misterio" y "conocimiento", palabras importantes en el vocabulario de Pablo, que anteriormente se creía que eran de origen gentil (Romanos 16:25; 1 Corintios 2:7; Efesios 3:3).
Ahora se sabe que estos términos se usaban en el culto entre los judíos, lo cual arroja luz sobre el uso que Pablo les dio. Aunque ya han pasado décadas desde que comenzaron a aparecer los materiales de Qumrán y de las cuevas vecinas, no se ha completado el estudio y la publicación de todos los fragmentos; sin embargo, el gran volumen de material ya estudiado ha proporcionado valiosa información sobre la secta de Qumrán, y, por lo tanto, sobre el judaísmo de los tiempos de Cristo y ha sugerido interesantes relaciones con el Nuevo Testamento.

Comentarios Bíblicos
En la cueva 1 se encontró una copia casi completa de un comentario sobre los dos primeros capítulos de Habacuc. También se han conservado fragmentos de comentarios sobre Salmos, Isaías, Nahúm y Miqueas. Estas dos obras muestran un tipo especial de interpretación bíblica en la cual se aplican las palabras de los profetas a la secta y los tiempos en los cuales ésta floreció. Con frecuencia se denomina "Maestro de justicia" a su dirigente, y "Sacerdote impío" a su principal antagonista. Los caldeos de Habacuc 1:6 son denominados quitim, y se insinúa que son los romanos.
Además de los comentarios de libros bíblicos han aparecido colecciones (florilegios) de pasajes bíblicos con sus correspondientes comentarios.

Manuscritos Nuevo Testamento

Papiro 7Q5
El 7Q5 es la manera como se codifica uno de los restos de papiro bajo el número 5 de la séptima cueva de Qumram. Fue uno de los múltiples restos de papiro descubiertos entre 1947 y 1955. El papiro está escrito en griego por un solo lado en tinta negra y es de color castaño grisáceo. Su tamaño es el de una estampilla con una dimensión de 3,9 centímetros de altura máxima con 2,7 centímetros de anchura máxima.

El papiro fue clasificado por M. Baillet, J.T. Milik y R. de Vaux, los primeros que clasificaron el material encontrado en Qumram, como de "difícil interpretación", entre los restantes 18 papiros de la Cueva VII, al no encontrar ninguna identificación posible ni dentro de la literatura veterotestamentaria ni dentro de la literatura griega clásica. La importancia del 7Q5 se presentó a partir de 1972 cuando el papirólogo español Josep O’Callaghan Martínez (1922-2001) publicó unas conclusiones de sus propios estudios en los que aseguraba que tres de los fragmentos de papiro de la Cueva VII podrían ser textos neotestamentarios. De las tres propuestas de identificación neotestamentaria de O'Callaghan, la del papiro 7Q5 es la que generó el más álgido debate y la que le trajo como consecuencia su aislamiento del mundo intelectual y bíblico por una década, al ser tenido su análisis del papiro como absurdo por exégetas reconocidos. La reapertura del debate se dio después de que el destacado papirólogo alemán Carsten Thiede reivindicara que la identificación de O'Callaghan no era absurda y que sus investigaciones habían sido serias desde el punto de vista científico. Aunque no se ha determinado de forma concluyente que el 7Q5 corresponda al texto de Marcos 6:52-53, tampoco ha habido una propuesta lo suficientemente contundente para desmentirlo. De probarse que 7Q5 es el fragmento de un texto neotestamentario, muchas conclusiones tenidas como definitivas en relación a la datación de los evangelios tendrían que replantearse y se estaría más cerca del llamado "Jesús Histórico". El papiro se encuentra en la actualidad custodiado por el Museo de Israel entre los demás documentos y materiales encontrados en las cuevas del Mar Muerto. 

En 1947 fueron descubiertas las cuevas de Qumrán cerca de las ruinas del mismo nombre (Khirbeh Qumrán). Si bien las ruinas eran conocidas desde siempre, su significado real y la identidad de sus habitantes originarios sería dado por el descubrimiento de las cuevas. Las cuevas fueron encontradas accidentalmente por beduinos cuando la parte occidental del Mar Muerto estaba bajo soberanía de Jordania (en 1967 pasaría al Estado de Israel). De acuerdo a las primeras identificaciones y a los informes preliminares, entre los documentos de Qumrán no existen textos neotestamentarios. En su mayoría los rollos pertenecen a los profetas, salmos, libros históricos, apócrifos como El Libro de Enoc y las reglas de la comunidad esenia bajo el liderazgo del Maestro de Justicia.

Hipótesis no demostradas
El descubrimiento de las cuevas del Mar Muerto significó el mayor descubrimiento de la historia para los estudios bíblicos, la arqueología bíblica, la papirología y otros muchos estudios y disciplinas relacionados. Se trataba de los documentos más antiguos conservados con dataciones que iban de entre el año 50 a. C. al 50 d. C., y que daba credibilidad a la estructura bíblica veterotestamentaria.
Pero muchos estudiosos buscaron además respuestas a los orígenes del cristianismo y de personajes del siglo I como Juan el Bautista, Jesucristo, Pablo y Juan el Evangelista. El descubrimiento de Qumrán fue también el descubrimiento de una secta judía olvidada por la historia, pero de una gran importancia: los esenios entre los cuales se presentan coincidencias con el cristianismo, pero al mismo tiempo puntos que los distancian. Por esta razón muchos han visto a los esenios como un grupo influyente en la génesis del cristianismo e incluso se han esbozado propuestas como la pertenencia de Juan el Bautista a dicha comunidad y una posterior expulsión e incluso una relación directa de este grupo con Jesús, con Pablo y con Juan el Evangelista. Todas estas hipótesis no han sido probadas.

Descubrimiento de la Cueva VII
Las once cuevas descubiertas en el valle de Qumrán fueron numeradas y el material encontradas en ellas de la misma forma. De esta manera cada uno de los rollos o papiros está codificado primero con el número de la cueva, después con la letra y posteriormente por el número que le corresponde. Entre las once cuevas una de ellas se ha destacado por ser la de mayor dificultad en la identificación del material ya que los papiros están en grave estado de deterioro. Por otra parte tiene características únicas:

La única con documentación solo en griego (las otras cuevas tienen material solo en hebreo o en aramaico y en la IV Cueva hay sólo cuatro textos griegos). La única cueva con sólo papiros (las demás cuevas no tienen papiros sino pergaminos). No había documentos en hebreo o en aramáico en la cueva. Había un fragmento del apócrifo de Baruc inexistente en las demás cuevas. El 7Q3 es el papiro más grande de la cueva y permanece inidentificado. Los papiros estaban dentro de una ánfora con una inscripción en tinta negra que dice Rumah ("Roma") en hebreo y que es posible que designe el dueño de los papiros. Pese a esto, los estudiosos iniciales de Qumrán no le prestaron mayor atención a la VII Cueva, mientras se dedicaron con mayor fascinación a las restantes cuyo contenido estaba en mejor estado.

Identificaciones iniciales
Los editores encargados de la clasificación de los documentos encontrados en las cuevas de Qumrán determinaron que los 19 papiros eran de difícil interpretación dado su pésimo estado de conservación y las pocas letras legibles. Los papiros identificados fueron los siguientes:

7Q1: Éxodo 28:4-7.
7Q2: Epístola de Jeremías, versículos de Baruc.

Los demás papiros fueron identificados por M.Baillet, J.T. Milik y R. de Vaux en 1962 como "probable procedencia bíblica". El papiro con el peor estado de conservación es el 7Q17 (una sola letra legible).

Identificación de O'Callaghan
El papirólogo español Josep O'Callaghan, profesor del Instituto Pontificio Bíblico de Roma y director del Seminario Papirológico de Sant Cugat de Barcelona, publicó en 1972 los resultados de sus propias investigaciones acerca de los papiros de la VII Cueva. Para ello, O'Callaghan adelantó sus propios experimentos con los papiros en Israel. En las conclusiones de sus experimentos, el papirólogo determinó las siguientes identificaciones:

7Q4:   1 Timoteo 3:16; 4:1-3.
7Q5:   Marcos 6:52-53.
7Q6,   1: Marcos 4:28.
7Q6,   2:3 Hechos 28:28.
7Q7:   Marcos 12:17.
7Q8:   Santiago 1:23.
7Q9:   Romanos 5:11-12.
7Q10: 2 Pedro 1:15.
7Q15: Marcos 6:48.

Rechazo a la propuesta de O´Callaghan y rehabilitación
Un contraste del papiro para demostrar la evidencia de las letras y las partes deterioradas que obstaculizan naturalmente la identificación. Las identificaciones de O'Callaghan fueron rechazadas de manera inmediata por los estudiosos bíblicos, si bien no hubo pronunciamentos en contra por parte de la papirología. Para muchos se trataba de un evidente intento de forzar la investigación en búsqueda, a como diera lugar, de textos neotestamentarios. La propuesta de O'Callaghan le valió su aislamiento del mundo de la investigación bíblica y la pérdida de su autoridad en dicho campo. Sin embargo, en 1982 un estudioso alemán de gran prestigio sería el encargado de reavivar el tema desde una perspectiva diferente. Se trataba del también papirólogo y teólogo Carsten Peter Thiede (1952-2004) quien demostró que si bien la identificación de O'Callaghan era de difícil demostración, no era completamente absurda.

Método
El papiro primordial de la interpretación de O'Callaghan fue el 7Q5 y sólo a partir de esa propuesta desarrolló las demás interpretaciones. La identificación de restos de papiro antiguo no es novedosa y para ello se han desarrollado programas que contienen toda la literatura antigua conocida. El punto central en relación con los papiros de 7Q y con la excepción de 7Q1 y 7Q2 es que los mismos no coincidían ni con la literatura griega antigua ni con los textos del Antiguo Testamento. Los intérpretes originales no experimentaron con textos del Nuevo Testamento por varias razones:

No se tiene evidencia de la presencia de textos neotestamentarios dentro de las cuevas de Qumrán.
La antigüedad de los papiros de 7Q son anteriores al año 50, lo que los pone a fechas anteriores a las dataciones tenidas como oficiales de los documentos del Nuevo Testamento. De esta manera, los papiros no fueron confrontados con documentos del Nuevo Testamento antes de las pruebas de O'Callaghan por ser considerados incongruentes con lo que se daba como un hecho. El papirólogo hizo las pruebas primero con textos griegos clásicos y veterotestamentarios y por último con textos neotestamentarios con la conciencia de que ello podría ser absurdo dado el estado de la cuestión. Porque sencillamente se me hacía muy difícil pensar que me encontraba ante papiros neotestamentarios datables, poco más o menos, como la mitad del siglo I. Y así, por razones de prudencia y reserva científica, he diferido algo la divulgación del descubrimiento. La manera en la que O'Callaghan presenta sus conclusiones demuestra la comprensión del significado del descubrimiento y las contestaciones que esta podrían acarrear al contradecir axiomas científicos establecidos: (...) parece que los famosos manuscritos permiten una aproximación inmediata al texto del Nuevo Testamento. Se trata de los papiros griegos hallados en la cueva 7, explorada el año 1955, y cuyos resultados se dieron a conocer en 1962.

Descripción física
En un primer momento, el papiro no pudo ser clasificado satisfactoriamente porque las ocho letras griegas legibles y aceptadas por todos no coinciden con ningún texto veterotestamentario ni ningún otro texto de la literatura antigua conocido. Los primeros editores describen el fragmento de papiro de la siguiente manera:

Fragmento de papiro, bastante deteriorado, desfasado a derecha. Superficie rugosa, la parte de atrás es lisa. La escritura pertenece al estilo 'Zierstil' y es datable entre el 50 a. C. y el 50 d. C. La altura de las letras es de 2 a 3 mm. (1.3). Líneas de 7 a 9 mm.

Descripciones básicas:
Escrito en estilo ornamentado o "Zierstil": Este estilo de los escribas fue utilizado entre los años 50 a. C. y 50 (época herodiana).
Número de renglones: 5.
Scriptio: Continua, es decir, sin interrupción de espacios y frases.
Dimensiones: 3,9 de altura máxima por 2,7 centímetros de anchura máxima.
Número de letras: 20.
Número de letras legibles: dato no seguro.
Distribución espacial de las letras: insegura porque, si es el texto de Marcos, faltan tres palabras en comparación con el texto actual.
Color: Castaño claro grisaceo.
Color de la tinta: Negro.
Lados escritos: Una sola cara.
Nota: Se nota una pequeña pausa entre la última y la penúltima letra visible del segundo renglón.

Letras
Letra 
Primer renglón.
Boismard: Punto que podría el resto de Ε (épsilon), Θ (theta), Ο (ómicron)
o Ϲ (sigma).
O'Callaghan: Ε (épsilon).

Segundo renglón.
Boismard: Τ (Tau), antecedida de un punto, vestigio de una letra sin
identificar.
O'Callaghan: T (Tau), el vestigio del punto anterior puede ser Y.

Segundo renglón.
Boismard: Ω (omega)
O'Callaghan:  Ω (omega con iota suscrita)

Segundo renglón.
Boismard:  Posiblemente Α (alfa), pero es de grave deterioro.
O'Callaghan: Η (eta): Es sobre esta letra que se centran sus opositores.

Tercer renglón.
Boismard: Η ΚΑΙ (eta es propuesta)
O'Callaghan: Η ΚΑΙ (eta propuestas coincidente)

Tercer renglón.
Boismard: ΤΩ
O'Callaghan: ΤΙ

Cuarto renglón.
Boismard: ΝΝΗϹ
O'Callaghan: ΝΝΗϹ: la clave de la interpretación ocallaghiana

Quinto renglón.
Boismard: ΦΗ ΕϹ
O'Callaghan: ΦΗ ΕΑ

υ del segundo renglón

Benoit clasificó esta letra como de difícil interpretación y propuso una posible Α, pero O'Callaghan propone Υ, una de las identificaciones más rebatidas. Benoit dice que esta letra es de difícil identificación. La compara con la υ del cuarto renglón que tiene 3 mm, mientras este tiene 3.5 mm. Sin embargo la variación en el tamaño no contradice la identificación dado que es un manuscrito. A esta identificación se oponen Benoit, Boismard, Gordon D. Fee y S. Pickering, pero Thiede Herbert Hunger concluye que la identificación como υ es auténtica. Para D. Fee el principal problema de la identificación ocallaghiana radica en este punto.

En ello coincide también G. Staton que dice: Si bien es improbable que una antigua copia del Evangelio de Marcos llegase a la cueva 7, esto no sería imposible. La teoría que 7Q5 sea parte del Evangelio de Marcos no fracasa por esta razón, pero más sencillamente porque la letra decisiva ilegible del segundo renglón no puede ser una nu. El 12 de abril de 1992 la División de Identificación y Ciencias Forenses de la Policía Nacional de Israel, adelantó una rigurosa inspección en el fragmento original y el diagnóstico presentado estuvo a favor de la interpretación de la letra como nu (ν). La inspección fue transmitida en directo por la Televisión de Baviera y con la presencia de notables científicos interesados en el tema.

ννησ del cuarto renglón
La clave de la identificación ocallaghiana radica en esta combinación ννησ (ΝΝΗϹ), las cuales no pudieron ser rastreadas anteriormente en ningún texto veterotestamentario con satisfacción. O'Callaghan se decidió a probar con el Nuevo Testamento consciente de que ello podría ser considerado absurdo por los demás científicos que en general concluyen que en Qumran no existen textos del Nuevo Testamento probados. En tal caso ννησ coincide con palabra "Gennesaret". La combinación había sugerido a otros investigadores una genealogía como muchas de las que abundan en los libros del Antiguo Testamento, pero ninguna propuesta había sido lo suficientemente satisfactoria, como no lo serían los intentos de identificaciones en contra de la propuesta de O'Callaghan hechas posteriormente. O'Callaghan probó primero con el texto en el que se menciona Genesaret en referencia al lago de Galilea que aparece en la Biblia de la LXX en I Macabeos 11, 67, en donde se lee Gennésar, pero ninguna de las otras letras coincide, lo que descarta la identificación. En tal caso procedió a hacer el experimento con textos neotestamentarios y Marcos 6:52-53 presenta una coincidencia mucho más lógica. Por otro lado, los elementos paleográficos corresponden a la primera mitad del siglo I.

επι την γην
Si la identificación es correcta, el texto de 7Q5 omite la expresión επι την γην (hacia la orilla), que debe seguir en la cuarta línea. Sin embargo, otros documentos antiguos bíblicos suelen omitir expresiones que se encuentran en los documentos contemporáneos. En numerosos casos los escribas omitían expresiones con el fin de conservar lo que se denomina esticometría, es decir, lo que modernamente podemos llamar la "justificación del texto" en un editor de textos. Los críticos de la propuesta ocallaghiana no han insistido mucho en esta omisión por esa misma razón.

διαπερασαντες o τιαπερασαντες
Otra característica de 7Q5 es que, si es el texto marquiano, la palabra διαπερασαντες (diaperasantes, "que atraviesan") viene escrita con Τ (tau) y no con Δ (delta) por lo que sería "tiaperasantes". Esta objeción fue desmontada bien pronto ante otro descubrimiento esta vez procedente del Templo de Jerusalén. Entre el Atrio de los gentiles y el Templo propiamente, se ponía un aviso real que prohibía a los gentiles cruzar hacia los atrios de Israel. El aviso estaba escrito en una piedra en griego, que era la lengua franca de la época y la última encontrada había sido ordenada por el rey Herodes el Grande en el cual advertía que el gentil que atravesara la barrera de piedra podía ser condenado a muerte. La expresión "atravesar" (διαπερασαντες que se lee diaperasantes) aparece en la inscripción herodiana con tau tal como propone la interpretación marquiana de 7Q5. Este descubrimiento llevó a encontrar otros casos similares en los que el griego antiguo cambiaba delta por tau y de esta manera fue defendida la propuesta διαπερασαντες como διαπερασαντες en 7Q5.

Spatium antes de και
Otra de las claves de la interpretación ocallaghiana es el espacio (spatium) que antecede a και y que marca el final del versículo 52 y el inicio del 53 y que corresponde a la manera en la que los escribas marcaban el cambio de un párrafo.

Identificaciones ocallaghianas por renglones
1. ε / 2. υτ.ω_.η  / 3. _η_και.τι / 4. ννησ / 5. Φη.σ.α

En mayúsculas como en el original:
1. Ε / 2. ΥΤ.Ω_.Η / 3. _Η_ΚΑΙ.ΤΙ / 4. ΝΝΗϹ / 5. ΦΗ.Ϲ.Α

Marcos 6:52-53
El texto referido como posibilidad de identificación de 7Q5 es del Marcos 6:52-53. Nótese que la expresión "epi tēn gēn" (a tierra) debe ser eliminada para encajar en el texto:

52 pues no habían comprendido lo de los panes, y sus corazones estaban endurecidos. 53 Cuando cruzaron, fueron a tierra en Genesaret, y amarraron el bote a tierra

Transliteración del griego en caracteres latinos:
52 dioti den énoēsan ek tōn artōon epeidē hē kardía autōn ēto pepōrōmenē 53 kai diaperasantes ēlthon epi tēn gēn Gennēsaret kai elimenisthēsan.

Texto en griego:
52 ΔΙΟΤΙ ΔΕΝ ΕΝΟΗΣΑΝ ΕΚ ΤΩΝ ΑΡΤΩΝ ΕΠΕΙΔΗ Η ΚΑΡΔΙΑ ΑΥΤΩΝ ΗΤΟ ΠΕΠΩΡΩΜΕΝΗ 53 ΚΑΙ ΔΙΑΠΕΡΑΣΑΝΤΕΣ ΗΛΘΟΝ ΕΠΙ ΤΗΝ ΓΗΝ ΓΕΝΝΗΣΑΡΕΤ ΚΑΙ ΕΛΙΜΕΝΙΣΘΗΣΑΝ

Las letras que están registradas en el fragmento según la interpretación ocallaghiana en negrilla (excepto el punto del primer renglón):

52 ΔΙΟΤΙ ΔΕΝ ΕΝΟΗΣΑΝ ΕΚ ΤΩΝ ΑΡΤΩΝ ΕΠΕΙΔΗ Η ΚΑΡΔΙΑ ΑΥΤΩΝ ΗΤΟ ΠΕΠΩΡΩΜΕΝΗ 53 ΚΑΙ ΔΙΑΠΕΡΑΣΑΝΤΕΣ ΗΛΘΟΝ ΕΠΙ ΤΗΝ ΓΗΝ ΓΕΝΝΗΣΑΡΕΤ ΚΑΙ ΕΛΙΜΕΝΙΣΘΗΣΑΝ

Otras pruebas
Numerosas pruebas se han llevado a cabo desde entonces al papiro sea para desmentir la propuesta ocallaghiana sea para demostrarla. Una de ellas fue el análisis llevado a cabo por la División de Identificación y Ciencias Forenses de la Policía de Israel en 1992 para dirimir la identificación de la difícil letra ilegible propuesta por O'Callaghan como N.

Prueba matemática
Otra de las pruebas científicas vino de la matemática y fue requerida al célebre especialista español Alberto Dou Mas de Xaxàs. El matemático acudió al cálculo de posibilidades de que las letras y espacios del papiro coincidieran con cualquier combinación posible, existente o no, en griego con un número limitado de palabras. Dou discutió el asunto con un estadígrafo y finalmente se animó a realizar el cálculo matemático basándose en dos hipótesis generales de cálculo:

¿Qué probabilidades existen de que se encuentre casualmente otro texto con el mismo número de espacios y letras del 7Q5, distribuido entre líneas de 20 y 23 letras, como tiene el texto de Marcos(Hipótesis P2).

¿Qué probabilidades existen de que se encuentre otro texto con líneas más largas, de entre 37 y 42 letras, suponiendo de que el texto no sea de Marcos? (Hipótesis P3). Dou recurrió a la informática para realizar el cálculo con precisión absoluta. Después de algunos días de trabajo, las operaciones matemáticas arrojaron el siguiente resultado:

Para la hipótesis P2 las probabilidades de que se encuentre casualmente otro texto con el mismo número de espacios y letras del 7Q5 es de una posibilidad en 36 mil billones. Para la hipótesis P3 las probabilidades de que se encuentre otro texto con líneas más largas si no es Marcos, son de 1 contra 430 billones. Dou, sin embargo, se pone en una posición aún más exigente y afirma que al equilibrar desde el punto de vista del cálculo de probabilidades, un texto literario expresivo con un inexpresivo texto matemático, se da lugar a un error de difícil estimación. Para compensar "por exceso", Dou realiza nuevas y complejas operaciones matemáticas que arrojan nuevas cifras:

Para la hipótesis P2 el texto expresivo, las posibilidades son de una contra 900 mil millones. Para la hipótesis P3 el texto expresivo, la nueva cifra es de una contra 10 mil millones. De tal manera que, incluso en el caso de mayor exigencia científica, la probabilidad de que el 7Q5 sea cualquier otro texto hipotéticamente posible en griego y no sea el texto de Marcos es de una contra 10 mil millones. Estadísticamente, una cifra así es considerada como definitivamente segura.

La cifra del profesor Dou, por tanto, indica que la hipótesis de que el 7Q5 no sea Marcos 6:52-53 sería técnicamente imposible. Otra de las consecuencias importantes del estudio de probabilidades del profesor Dou es que en el supuesto de que se tratase de un papiro identificado como un texto de literatura griega todavía desconocido para nosotros, éste hipotético texto no será en absoluto independiente de Marcos 6:52-53 sino que estará en íntima relación con él. "Esto, científicamente hablando, ya no es una hipótesis, es una tesis". Con estas palabras acompañó Dou la entrega a O´Callaghan de las 30 páginas conteniendo los estudios matemáticos.

Programa Ibycus
La otra prueba destacada dentro de la historia del 7Q5 vino de la informática al ser sometido al rastreo de la base de datos del Thesaurus Linguae Graecae del programa Íbico desarrollado por David W. Packard y en el cual se registra toda la literatura griega antigua con un total aproximado de 99 millones de palabras en su base de datos para 2008. La Universidad de Liverpool sometió el fragmento a un sondeo de la base de datos de Ibycus en 1972, año en el cual tenía 42 millones de palabras registradas y los resultados favorecieron una vez más la interpretación ocallaghiana. A esta prueba informática se relaciona el nombre del destacado profesor alemán Kurt Aland, férreo oponente de la interpretación ocallaghiana, quien hizo varias pruebas utilizando el Ibycus y fue sorprendido por los informáticos alterando datos para justificar sus tesis. Sin embargo para expertos como Daniel B. Wallace el Ibycus tiene los siguientes límites:

La ilegibilidad de algunas letras obliga a darle al programa esas letras como ya identificadas dentro del texto propuesto. Si se da al programa un texto propuesto (al caso Marcos), el programa no puede rastrear otro texto desconocido que posiblemente sea el del fragmento. Otros estudiosos no ven las objeciones de Wallace como un problema a la identificación informática al concluir que una identificación de un papiro no es tarea absoluta de un programa y que Ibycus no concluyó que 7Q5
fuese parte del Evangelio de Marcos, sino que presentó al Evangelio de Marcos como el candidato con más probabilidades.

Propuestas de E.A. Muro y E. Puech
Después de la identificación ocallaghiana de 1972, numerosas identificaciones y propuestas se llevaron adelante, en muchos casos con el fin de desvirtuar la de O'Callaghan. Pero las más célebres han sido las de E.A. Muro en EEUU y E. Puech en Israel, cuyas propuestas y su autoridad científica se constituyeron en el principal factor que descalificara de manera tajante la propuesta ocallaghiana en la década de los 70. Florentino García Martínez, quien tradujo los escritos de Qumrán, incluyó las identificaciones de Muro y Puech como ciertas y dio por falsa de manera definitiva la interpretación de O'Callaghan sin una cuidadosa revisión.

Según Luis Heriberto RivasMuro y Puech "han detectado hasta siete fragmentos que pertenecían a la misma hoja de papiro que 7Q5" y, de acuerdo a dicha identificación, 7Q5 pertenecería a el Libro Apócrifo de Henoc. A pesar de la autoridad de los dos autores mencionados por Rivas, su identificación ha tenido una más álgida contestación y descalificación que la ocallaghiana:

Los "siete fragmentos" encontrados por ambos estudiosos nunca fueron hechos públicos o no existen evidencias de su existencia. Hasta el momento 7Q5 sigue siendo una pieza única. Los estudios de Muro y Puech, tendientes a identificar 7Q5, no utilizaron a 7Q5, sino que lo supusieron, es decir, no existe en realidad un esquema que pueda ser llamado "identificación 7Q5 de Muro y Puech". La hipótesis "Libro de Henoc" fue probada en cambio con 7Q4. No existe ninguna paridad posible entre 7Q5 y Libro de Henoc. Al probar la identificación con 7Q4Muro y Puec no tienen en cuenta que existe el fragmento, e incluyen a 7Q8 y 7Q9 como parte de un mismo corpus del 7Q4. Puech elaboró sus propios diseños de papiros y no trabajó con los originales.

Razones contra dicha identificación
Para Daniel B. Wallace, la principales objeciones se resumen en tres puntos así:

El mal estado del papiro. La carencia de pruebas contundentes que prueben que el Evangelio de Marcos fue escrito antes del año 68. Aunque muchos quieren ver similitudes entre esenios y cristianos, un análisis más detallado demuestra que tienen contrariedades irreconciliables y por lo tanto no se ve como lógico que los esenios hayan conservado textos cristianos entre sus documentos.
Para J.M.Vernet el siguiente es el cuadro de objeciones:

Tamaño demasiado pequeño del papiro. Sólo tiene 20 letras, de las cuales algunas son de difícil interpretación. Carencia de la expresión "epi ten gen" (sobre la tierra). Razones a favor. La principal razón a favor de la identificación ocallaghiana es sin duda su resistencia a las objeciones que la pone como la identificación más factible aunque no definitiva. Si bien no se ha encontrado el eslabón perdido que dé por certero que 7Q5 es un fragmento del Evangelio de Marcos, tampoco se ha encontrado una propuesta lo suficientemente científica que la desmienta. Los estudiosos que la desmienten siempre lo hacen desde un punto de vista retórico más que experimental. Entre otras razones a favor de la identificación ocallaghiana se presentan:

No se han presentado objeciones a la interpretación por parte de los papirólogos, es decir, el círculo al que en realidad pertenece O'Callaghan. La mayoría de las objeciones han venido por parte de los exégetas. Otras ciencias que han sido invitadas a la investigación no han desmentido la interpretación (matemáticas con el cálculo de probabilidades de Dou e informática con la base de datos de Ibycus).
Otros fragmentos de papiro griego de la literatura antigua, incluso más pequeños, han sido identificados y admitidos sin mayores objeciones, por lo que se puede concluir que las objeciones a la interpretación ocallaghiana están basadas en gran parte sobre lo que significa que el 7Q5 sea un texto neotestamentario más que la identificación en sí. A pesar de los puntos divergentes entre esenios y cristianos, un texto cristiano en las bibliotecas esenias no tiene porqué ser ilógico. La particularidad de la Cueva 7, por otra parte, en relación a las demás cuevas, puede significar que dicha cueva haya sido utilizada para conservar documentos foráneos a la comunidad de Qumrán.

Las pruebas de O'Callaghan conservan el rigor científico y aunque defiende la identificación, no la da como contundente. Una de las características de los estudios de O'Callaghan y posteriormente de Thiede, es que ambos hicieron siempre sus observaciones con el fragmento original en Israel. Por otro lado, muchos de los objetores lo hicieron con copias y nunca revisaron el original. Algunos de los más álgidos opositores de la interpretación ocallaghiana, especialmente en Estados Unidos, moderaron su posición al realizar estudios más detallados, como James Charlesworth y Daniel B. Wallace.

Consecuencias
Si se encuentra el eslabón perdido que determine de manera contundente la identidad de 7Q5 (por ejemplo otro fragmento del mismo corpus u otro texto griego que ratifique la identificación ocallaghiana o la refute), se pueden prever diferentes consecuencias. En el caso en que se concluya de manera absoluta que se trata de un fragmento del Evangelio de Marcos, datado hipotéticamente de una fecha comprendida entre los años 68 y 73, tendría que haber sido redactado en una fecha más temprana, anterior a 68, año en el cual la comunidad de Qumrán fue destruida por los romanos. Como el 7Q5 fue datado entre el 50 a. C. y el 50, es factible que -siendo de Marcos- implique que existían fragmentos escritos del Evangelio cronológicamente cercanos al Jesús histórico. Una identificación contundente de 7Q5 como un fragmento del evangelio de Marcos representaría un revés intelectual para quienes concluyen que los evangelios canónicos fueron redactados tardíamente, incluso después del siglo II, y para aquellos que hipotetizan que los relatos evangélicos sobre Jesús son míticos.

En la actualidad, el papiro confirmado más antiguo de un Evangelio que se conserva es el P52 que corresponde al Evangelio de Juan y que está datado hacia la mitad del siglo II, es decir, aproximadamente cien años después del 7Q5.

Continua en Los Rollos del Mar Muerto II: Los Esenios
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