Apologetica-Teologia-Ciencias Biblicas

Filipenses 1:27 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio,

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lunes, 1 de agosto de 2016

La Biblia XIII: Ketuvim/Escritos


Job (1880), por Léon Bonnat

Ketuvim (כְּתוּבִים) o los Escritos
Los Ketuvim (en hebreo: כְּתוּבִים«Escritos») es la tercera de las tres partes en que se divide el Tanaj (la Biblia hebrea), lo que los cristianos conocen como el Antiguo Testamento, luego de la Torá o Pentateuco, y de los Nevi'im.

División de los escritos:

Los Tres Libros Poéticos

(O "Libros de la Verdad") (del hebreo סִפְרֵי אֱמֶ"ת, Sifrei Emet, también acrónimo de los nombres de los tres libros en hebreo):
Salmos
Proverbios
Job

Los Cinco Rollos

Leídos cada uno en otra festividad judía:

Cantar de los Cantares (se lee en Pésaj)
Rut (leído en Shavuot)
Lamentaciones (leído en el ayuno de Tish'á Be'av)
Eclesiastés (leído en Sucot)
Ester (leído en Purim)

Los Libros Históricos


Daniel
Esdras
Nehemías
Crónicas 
Crónicas

Libros Sapienciales

Se denominan Libros Sapienciales o Libros de la Sabiduría a un subconjunto de libros del Tanaj en la versión Septuaginta

Los libros que son siete, son los siguientes:

-Los libros de Job.
-Salmos
-Proverbios.
-Eclesiastes.
-El Libro de la Sabiduría.
-El Cantar de los Cantares (Libro de Salomón), y 
-Sirácides.

Por lo general no siempre se considera que todos los Salmos corresponden a la tradición sapiencial.

En el judaismo, se considera que los Libros de la Sabiduría son parte del Ketuvim o "Escritos". En el judaísmo, se considera que los Libros de la Sabiduría son parte del Ketuvim o "Escritos". En el cristianismo, todas las tradiciones incluyen a Job, Salmos, Proverbios y Eclesiastés en el Antiguo Testamento, mientras que en algunas tradiciones los libros de Sabiduría, Cantar de los Cantares, y Sirácides son considerados Deuterocanónicos

Los Libros Sapienciales se entroncan en la amplia tradición de literatura de la sabiduría que prevaleció en el Antiguo Medio Oriente, que incluye escritos del judaísmo y de muchas otras religiones.

Datos generales y títulos: Origen de la literatura hebrea
Las poesías de estilo salmódico son muy abundantes en las tradiciones literarias sumeria, asiria y babilónica desde la más remota antigüedad. Estas culturas empleaban sobre todo salmos en forma de himnos o lamentaciones. 

Muchos himnos religiosos egipcios (especialmente el "Himno a Atón"), inspiraron en forma directa diferentes salmos, cuyo ejemplo más evidente es el Salmo 104 (ver referencias). La cultura cananea influyó sobre los salmos y probablemente también sobre el resto de la literatura hebrea. El rey David, quien según la Biblia era poeta (no se cuenta con ninguna otra biografía suya), perfeccionó la organización litúrgica y aplicó un poderoso impulso a la poesía salmódica hasta alcanzar la gran variedad y calidad de los poemas reunidos en este libro.

Durante el período de la dominación persa, los salmos estuvieron en pleno apogeo y se fueron diversificando en multitud de estilos y géneros diferentes: himnos, imágenes mesiánicas, lamentaciones individuales o grupales, escatología, súplicas a Dios donde se confiaba en recibir una respuesta, textos didácticos que recuerdan importantes episodios históricos, cánticos de acción de gracias de personas individuales o de la nación entera, etcétera.

La Poesía Hebrea: Peculiaridades
En la poesía clásica europea, ocupan un importante lugar la rima, el ritmo, la métrica y la división en versos. Pero la poesía hebrea es totalmente diferente.

En ella no hallamos ni rima ni métrica; y la división en versos, tal como la conocemos hoy en día, también es algo desconocido en dicha poesía.

No obstante, observamos una especie de división en el Salmo 119, constituida por 22 párrafos de 8 versos cada uno que comienzan con la misma letra hebrea, es decir, los versos 1 a 8 comienzan con la letra aleph, los 9 a 16 con la letra beth, etc. (formando un acróstico).

Al decir esto ya estamos mencionando uno de los recursos estilísticos de la poesía hebrea:

La Aliteración
Esta consiste en que las palabras del comienzo de cada párrafo son similares, no así las últimas. Una variedad de aliteración es comenzar cada verso siguiendo el orden sucesivo del alfabeto hebreo, como por ejemplo en los Salmos 9, 10, 25, 34, 47, 111, 112, 145; también en Proverbios 31:10-31 y en Lamentaciones 1-4 (comparar con el Salmo 119). Otros elementos muy «pictóricos» que suele presentar la poesía hebrea son las comparaciones (ver Salmos 1:3; 22:12-16).

Sin embargo, la característica más importante de esta poesía es el paralelismo. Este recurso permite remarcar o ampliar una expresión por medio de su repetición. Se pueden distinguir tres clases de paralelismos:

Paralelismo por Sinonimia: Por ejemplo, en el Salmo 49:1: “Oíd esto, pueblos todos; escuchad, habitantes todos del mundo”.
El mismo pensamiento es expresado dos veces con diferentes palabras.

Paralelismo de Antítesis: Por ejemplo, en el Salmo 1:6: “Porque Jehová conoce el camino de los justos; mas la senda de los malos perecerá”. Aquí queda remarcada la primera expresión a causa del contraste que presenta la segunda.

Paralelismo de Síntesis: (O de nexo): por ejemplo, en el Salmo 22:4: “En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los libraste”. La sentencia final completa y expande el pensamiento de la primera.

Libro de Job: Éste libro, cuenta la historia de Job (Biblia), un hombre justo y temeroso de Dios que es probado duramente para ver si negaba a Dios y se apartaba de él.
Libro de los Salmos: Este libro contiene salmos y oraciones, mayormente del rey David.
Proverbios: son las enseñanzas de la filosofía teológica que enseñan al hombre a ser como los sabios y a vivir en consecuencia.
Eclesiastés: Es el compendio de las meditaciones de Salomón. Tras investigar la vida y ver que todo es vanidad, discurre que lo único importante en la vida es guardar la Palabra de Dios, por la cual seremos juzgados.
El Cantar de los Cantares: Trata de dos amantes, Salomón y Sulamit, que han sido obligados a separarse.
Libro de la Sabiduría: pertenece al canon católico y ortodoxo. Este libro se dirige a los hermanos de su autor alertándolos sobre la ruina a los que los conducirán la idolatría y el ateísmo si se dejasen llevar por ellos.
Libro del Eclesiástico: El libro está dirigido a los judíos piadosos que quieran vivir la vida según la Ley, sin olvidar a los paganos que quieran saber lo que les espera al convertirse en buenos judíos.

Continua en La Biblia XIII: Libros Poéticos I
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