Reino de Israel como monarquía unida en tiempos de Saúl y David, 1020-966 a.C. El territorio continuó unido hasta la muerte de Salomón en 928 a.C.
Reino de Israel
El Reino de Israel (en hebreo: ממלכת יִשְׂרָאֵל, Mamlejet Isra'el) tiene sus referentes en la Biblia y conoció dos períodos: el primero de ellos comprende un "reino unido" conocido como Reino de Israel e involucra a Saúl, David y Salomón (1030-930 a. C.); el segundo implica un reino resultante de la división del reino anterior y que solo abarcó la parte norte de ese reino inicial (930-720 a. C.). Dado que ambos son conocidos con el nombre de Reino de Israel y con el propósito de diferenciarlos, a uno de los dos reinos resultantes de la división (del aquél reino primigenio que perteneció a Salomón) se lo denomina reino del norte (en contraposición al reino del sur, al que también se conoce como el Reino de Judá). Luego de 210 años de existencia, el Reino del Norte fue conquistado y destruido por el imperio asirio. Las ciudades principales del Reino del Norte fueron: Siquem, Tirsa y Samaria.
Origen y alcance inicial
Según el relato bíblico, los hebreos constituyen los descendientes de un grupo étnico monoteísta descendiente de los patriarcas posdiluvianos Abraham, Isaac y Jacob. Las referencias bíblicas del libro del Éxodo indican que los hebreos llegaron procedentes del Antiguo Egipto a través del desierto hasta Canaán y la conquistaron. Durante unos 200 años fueron gobernados por Jueces de Israel que aparecían como caudillos temporales para liberar al pueblo de sus enemigos vecinos. Finalmente, con la entronización de Saúl quedaría el país constituido como reino.
El territorio que daría lugar al Reino de Israel fue compuesto a partir de aquellos asignados a las tribus de Zabulón, Isacar, Aser, Neftalí, Dan, Manasés, Efraín, Rubén, Simeón y Gad, todos ellos descendientes de Jacob. Su vida estaba regida por la ley mosaica. Su capital terminaría siendo Samaria, durante el reinado de Omri.
Narrativa Bíblica
Sinopsis cronológica del reino de Israel
Elaborada de acuerdo al esquema histórico basado en la Biblia, con las fechas dadas por Thiele.
-1030 a. C. a 1010 a. C. Reinado de Saúl, posiblemente un tipo de jefatura.
-1010 a. C. a 1003 a. C. Reinado de Isbaal, hijo de Saúl, sobre las tribus del norte
-1010 a. C. a 1003 a. C. Reinado de David, en Hebrón sobre la tribu de Judá.
-1003 a. C. a 966 a. C. Reinado de David, desde Jerusalén, sobre el reino unido de Israel
-966 a -928 Reinado de Salomón en el reino unido de Israel.
-928 Rebelión de las tribus del norte contra Roboam y separación de Judá: surgen dos reinos; hasta
722, el reino de Israel es gobernado por veinte monarcas en nueve períodos dinásticos.
-875 Acoso sirio; traslado de la capital de Tirsá a Samaria; alianza Israel-Fenicia
-838 Israel tributaria de Salmanasar III
-782 a. C. a 753 a. C. Reinado de Jeroboam II, considerado el más importante de los reyes de Israel (reino del Norte)
-748 Israel tributaria de Asiria
-732 El reino de Israel cae en manos Asirias
-726 Salmanasar V invade el norteño reino de Israel y asedia la ciudad de Samaria.
-722 Sargón II toma la ciudad de Samaria y lleva numerosos israelitas cautivos a Asiria.
Monarquía Unida
Los reyes de Israel en tiempos de la monarquía unida fueron Saúl, David y Salomón.
Israel dividido en dos reinos
Alrededor del año 930 a. C., después de la muerte del rey Salomón y a excepción de Judá y Benjamín, diez tribus de Israel (llamadas las diez tribus del norte) se negaron a aceptar a Roboam, el hijo y sucesor de Salomón, como su rey. La rebelión contra Roboam surgió después de que él se negara a aligerar la carga de los impuestos y servicios que su padre había impuesto a sus súbditos.
Jeroboam, que no era de la descendencia de David, fue enviado a Egipto por los descontentos. La tribu de Efraín, y todo Israel levantó el grito de edad, "Cada uno a sus tiendas, oh Israel". Roboam huyó a Jerusalén, y en el año 930 a. C. (a veces datado 920 a. C.), Jeroboam fue proclamado rey sobre todo Israel en Siquem. Después de la revuelta en Siquem al principio sólo la tribu de Judá permaneció fiel a la casa de David. Poco después la tribu de Benjamín se unió a Judá. El reino del norte siguió siendo llamado Reino de Israel, mientras que el reino del sur fue llamado Reino de Judá.
Debido a que el Reino de Israel tuvo dos monarcas llamados Jeroboam, la opinión de académicos e historiadores respecto a cuál Jeroboam se refiere la inscripción del antiguo sello israelita no es del todo unánime; John Boardman y Zvi Yavetz lo ligan específicamente a Jeroboam II. Lawrence J. Mykytiuk, por otra parte, supone que el nombre Jeroboam en la inscripción del antiguo sello puede referirse a Jeroboam I.
Siquem fue la primera capital del norteño Reino de Israel, que comprendía ahora solo Samaria y Galilea. Posteriormente, la capital del Reino de Israel fue Tirsa. El rey Omri construyó su nueva capital en Samaria, que continuó siéndolo hasta la destrucción del reino del norte en manos de los asirios. Durante el asedio de tres años de Samaria por los asirios, Salmanasar V murió y fue sucedido por Sargón II de Asiria. Así, alrededor de 720 a.C., después de dos siglos, el reino del norte y las diez tribus que lo habitaban se perdieron para siempre.
Entre los arqueólogos contemporáneos, Samaria es un sitio arqueológico al que concensualmente aceptan pertenecer a la época bíblica de alrededor del año 850 a.C. Evidencia de ello se halla en la estela de Mesha, que presenta inscripciones en el alfabeto paleohebreo, registra la victoria del rey Mesha de Moab contra Omri de Israel y su hijo Ahab.
Reino de Judá
El Reino de Judá existió como estado independiente durante 344 años, es decir, hasta el año 586 a.C., cuando fue conquistado por el imperio neobabilónico.
Cultura
Religión
El clima religioso del reino de Israel parece haber seguido dos tendencias principales. La primera, la de YHWH, y el segundo el culto de Baal como se detalla en la Biblia hebrea, y en el llamado "ciclo de Baal" descubierto en Ugarit.
Se registra en la Biblia que Jeroboam construyó dos lugares de culto, uno en Betel y otro en el extremo norte de Dan, para ser una alternativa al Templo de Jerusalén. No quería que la gente de su reino tuviera lazos religiosos a Jerusalén, la capital del rival Reino de Judá. Erigió además becerros de oro a la entrada de los templos para representar lo que él propulsó en términos del Reino de Israel. Estos actos fueron conocidos como el "camino de Jeroboam" o los "errores de Jeroboam". Según el relato bíblico de I Reyes 12:26–30, luego de haber sido establecido el norteño Reino de Israel, Jeroboam I consideró las prácticas sacrificiales de los israelitas: su inquietud era que los sacrificios se realizaban en Jerusalén, ciudad que en ese entonces formaba parte del sureño Reino de Judá, cosa podría causar que los súbditos de Jeroboam se alineasen con su rival, el sureño rey Roboam. A fin de descentralizar la importancia del Templo de Jerusalén, Jeroboam emplazó dos becerros de oro, uno en Betel y el otro en Dan.
Los dos becerros de oro pudieron haber sido sustitutos de los querubines del Arca de la Alianza. También es posible que los dos becerros de oro emplazados por Jeroboam en el Reino de Israel hayan sido inspirados por el toro que representaba al dios El (con el que, en su forma plural, se relaciona el dios de los hebreos). Como Todopoderoso, el dios semítico Él fue luego denominado en plural en idioma hebreo: Elohim ("dioses" o acaso una variante del genitivo hebreo El ha-Elim, es decir, "El dios de los dioses" [El dios supremo]). Durante centurias, Él había sido el dios canáneo por excelencia, siendo además el principal dios de los nómadas. Poseía funciones éticas y sociales; era tolerante y benigno y recibía, entre otros, los títulos de «Padre de los Dioses», «Rey», «Padre de los Hombres», «Creador de las Criaturas», «Toro», «Amable» y «Misericordioso». Pero más allá de sus diversos títulos, Él era el nombre especial de un dios sumamente particular y que era persistentemente distinguido de otros dioses como "el dios" (es decir, lo que en un sentido monoteísta sería Dios).
Acab, por su parte, permitió la adoración de Baal y convirtió su culto en componente importante de la religión del Reino de Israel; su esposa Jezabel, devota con inclinaciones paganas, adoró a Baal.
Profetas del Reino de Israel
El texto bíblico da cuenta del distanciamiento y la separación de Dios respecto a Saúl. También describe que Saúl, poseído por la ira ante la admiración del pueblo y su propia familia por David, terminó por perder la razón.
Isbaal
Isbaal (hebreo: אֶשְׁבַּעַל Eshbaal a veces trasliterado como Ishbaal, Ashbaal o Eshbaal) según el Primer Libro de las Crónicas y mencionado bajo la forma Isboset o Ishboshet (hebreo: אִֽישְׁבֹּשֶׁת, Ishboshet) en el Segundo Libro de Samuel, fue uno de los cuatro hijos del rey Saúl y su sucesor en el trono sobre una parte del reino de Israel. En la Septuaginta aparece como Ασαβαλ (Asabal) o Ισβααλ (Isbaal) en Crónicas y como Ιεβοσθε (Iebosthe) en Samuel. Su reinado corresponde a dos años de finales del siglo XI a. C. o principios del X a. C.
Nombre
El nombre Ishboshet se relaciona con la palabra בֹּ֫שֶׁת (boshet) que significa vergüenza o confusión,4 y que se usa en el contexto de la adoración a dioses distintos de Yahveh. Así,por ejemplo Jerubaal (בֹּ֫שֶׁת, Yĕrubba`al), otro nombre de Gedeón, fue llamado Jeruboset (יְרֻבֶּשֶׁת Jerubboshet) y el propio Mefibaal, sobrino de Isbaal, es denominado Mefiboset (מְפִיבֹשֶׁת Mefiboshet).5 Al respecto, el consenso entre los estudiosos es la tesis enunciada en primer lugar por Abraham Geiger, según la cual los nombres fueron cambiados posteriormente, para evitar la mención del dios Baal. En su origen, sin embargo, Baal era una advocación perfectamente válida para desginar a Yahveh en cuando dueño de la Tierra Prometida.6 El estudioso Matitiahu Tsevat, en cambio, ve en boshet una forma cananea del acadio bāštu, una palabra que evoca a la deidad protectora (una especie de ángel de la guarda) del personaje.
En el primero de ellos, Isbaal es llevado a Mahanaim, en Transjordania, por Abner, el antiguo comandante de Saúl, quien lo proclama rey. Al respecto, como señala Kunz, "queda en claro que Abner es el único agente" mientras que Isbaal lo sigue como una figura pasiva.. Después de la muerte de su padre Saúl y sus tres hermanos en la batalla contra los filisteos en el monte Gilboa; Isbaal recibe el poder como herencia y gobierna "todo Israel" (2 Sam 2: 9,) desde Manahaim. Sin embargo, hay un adversario, David, un capitán aventurero y antiguo oficial de Saúl, pasado a los filisteos, quien domina la casa de Judá desde Hebrón. David, de quien se cuenta ha sido ungido ya en vida de Saúl, comienza a comportarse como soberano de su propia tribu y a buscar contactos diplomáticos con otras tribus de la confederación israelita e incluso con ciudades vecinas como Jabes de Galaad (2 Samuel 2: 4-6)
Según el resumen formal de su reinado, Isbaal tenía cuarenta años cuando ascendió al trono de Israel y gobernó por dos años. Esto plantea algunos problemas en relación a los siete años que, según otros textos reinó David en Hebrón; por eso se ha sugerido corregir la lectura y considerar que ambos reinados fueron simultáneos, o bien a postular que la diferencia de cinco años se debe al tiempo que demoró Isbaal en ser reconocido como rey o bien a un interregnum entre su muerte y la proclamación de David como soberano del reino unificado.
Ishbaal ben Beda
II Dinastía (Casa de David) (Jerusalen)
David
David (hebreo: דָּוִד, «el amado» o «el elegido de Dios»; c. 1040-966 a. C.) fue un rey israelita, sucesor de Saúl y segundo monarca legítimo del Reino de Israel (Isboset, hijo de Saúl, fue proclamado por el ejército y gobernó dos años en el norte hasta su asesinato- Ver 2 Samuel 2:8), que logró unificar su territorio e incluso expandirlo, hasta comprender las ciudades de Jerusalén y Samaria, Petra, Zabah y Damasco. La historia de David figura en la Biblia, en los Libros del profeta Samuel y en el Libro de los Salmos. David fue uno de los grandes gobernantes de Israel y padre de otro de ellos, Salomón. Es venerado como rey y profeta en el judaísmo, el cristianismo y el islam.
Percepción histórica
David es considerado como un rey justo, valiente, apasionado; guerrero, músico y poeta, pero un rey, también, no exento de pecados. Según la Biblia, él fue elegido por Dios en persona para gobernar Israel. Se le atribuye la autoría de gran parte del Libro de los Salmos. Aparentemente vivió entre los años 1040 y 966 a. C., reinó en Judá entre el 1010 y 1006 a. C. y sobre el reino unido de Israel entre el año 1006 y el 966 a. C..
Los Libros de Samuel son la crónica principal de su vida y su reinado, continuando con sus descendientes en el Libro de los Reyes. Se han preservado pocas referencias arqueológicas, pero la estela de Tel Dan y la estela de Mesha podrían determinar la existencia, a mediados del siglo IX a. C., de una dinastía real hebrea llamada «Casa de David». Además de existir otras referencias en este grabado sobre la descendencia del rey David. Así también, la costumbre de dejar genealogías en las familias hebreas lo hace aparecer en varias de ellas en la misma Biblia.
La vida de David es importante para el judaísmo y el cristianismo . Su biografía se basa casi exclusivamente en los libros de Samuel, donde se lo describe además como «rubio, de hermosos ojos, prudente y muy bella presencia».
Orígenes
David perteneció a la familia de Isaí, de la tribu de Judá. Según 1 Samuel 16:11 y 17:12, era el menor de los ocho hijos de Isaí y, como era costumbre en esos tiempos, el menor era el más postergado y al que se le daban las tareas pastoriles. Tres de sus hermanos mayores fueron soldados del rey Saúl. Samuel, el profeta, viajó hasta Belén, por mandato de Dios, para buscar al nuevo «ungido». Los candidatos -dijo Dios- debían ser de la familia de Isaí.
El rey Saúl había pecado al desobedecer a Dios durante la batalla de Michmash, donde debía destruir a todos los enemigos amalecitas y no lo hizo. Por ello, Dios decidió retirarle su bendición y envió al profeta Samuel en busca de un nuevo «ungido», de un nuevo rey para Israel. Su destino era Belén, donde vivía Jesé, un pastor con sus hijos. Uno de ellos era el elegido y Samuel, como profeta, debía saber cual. Para evitar un castigo del rey Saúl, el profeta se excusó alegando que viajaba para realizar un sacrificio. Una vez en casa de Jesé, el profeta conoció a siete de sus ocho hijos, pero ninguno fue el ungido. Cuando preguntó si faltaba alguno, Jesé llamó al más pequeño: David, y cuando el profeta lo vio, supo que era él. Allí, delante de su padre y hermanos mayores, le ungió como futuro rey de Israel. Era además David, un varón prudente y de buen parecer, rubio y de buen semblante.
David, al servicio del rey Saúl (1 Samuel 16:14-23)
David, con la gracia de Dios, fue nombrado músico a cargo del arpa y paje de armas. Estas tareas las compaginaba con su trabajo como pastor. Tan bueno era tocando el arpa, que escuchando la melodía, Saúl se relajaba. El rey Saúl le concedió su buena disposición.
David vence a Goliat, por Gustave Dore
David y Goliat
Israel, bajo las órdenes del rey Saúl, estaba en guerra con los filisteos. Un gigante llamado Goliat de Gat, de seis codos y un palmo de estatura y miembro de las tropas de choque filisteas (1 Samuel 17:4), desafió al ejército israelita durante cuarenta días, proponiendo que escogieran a su mejor hombre para hacerle frente. En palabras de Goliat, si él resultaba derrotado y muerto por el israelita, los filisteos serían esclavos de Israel, pero si él vencía y mataba al escogido de Israel, los israelitas serían esclavos de los filisteos (1 Samuel 17:8-9). Los hebreos temían en gran manera a Goliat y se escabullían del reto.
David, cuyo padre le había pedido que viajara al campamento para saber cómo estaban sus hermanos mayores y llevarles algo de comida, escuchó el desafío del gigante (1 Sam 17:23). Según la Biblia, la condición de pastor llevó a David a estar preocupado por defender a sus rebaños de los ataques de fieras salvajes y, utilizando su talento, se servía del cayado y una honda. Con ello se presentó ante el rey Saúl y se propuso para luchar contra el gigante. Con la anuencia de Saúl, David se vistió con la armadura del rey, pero al no estar acostumbrado a utilizarla, se deshizo de ella y se dirigió al campo de batalla solo con su honda. Por el camino recogió cinco piedras lisas en un arroyo y se plantó delante del gigante Goliat. Éste se burló de él y tuvo en menos al más joven de los hijos de Jesé que se presentaba para tener un combate singular con él. Pero David proclamó: Toda la Tierra sabrá que hay Dios en Israel. Y toda esta asamblea sabrá que no por la espada ni por la lanza salva Yahveh, porque de Yahveh es el combate y os entrega en nuestras manos.
David (1 Samuel 17:46-47)
Y con su honda de boleo, David le incrustó una piedra en la frente a Goliat y, cuando cayó, aprovechó para cortarle la cabeza con la espada del propio filisteo. La Biblia de Jerusalén señala que se ha comparado este combate singular con los combates individuales de la Ilíada. En alusión a este combate, la expresión «honda de David» simboliza que no existe enemigo desdeñable por pequeño que sea, si el acierto le acompaña. David vencedor de Goliat constituye además un símbolo del valor que tienen el tesón y la voluntad férrea desarrolladas frente a un enemigo en apariencia muy superior.
David, el fugitivo
Después de vencer al gigante, David consiguió la confianza de los criados y del pueblo, se ganó la amistad de Jonatán y el amor de Mical quien fue su primera esposa y ambos eran hijos de Saúl. Y, precisamente eso, produjo los celos del rey Saúl, que ordenó capturarle. David tuvo que huir al desierto con un escuadrón de 200 guerreros leales y se convirtió en el paladín de los oprimidos. Allí aceptó la protección del rey filisteo Aquis de Gat, enemigo de Israel, y situó a su familia y los suyos en la ciudad filistea de Siclag. Cuando Aquis se fue a la guerra contra el rey Saúl, David no pudo acompañarle porque los otros nobles no confiaban en él.
David, rey de Judá
Esta batalla, que tuvo lugar en Gilboá, acabó con la vida del rey Saúl y de su hijo Jonatán, amigo de David. La Casa de Saúl estaba prácticamente anulada y David se dirigió a la ciudad de Hebrón para ser nombrado rey de Judá. Pero los norteños no estaban de acuerdo con tal decisión y buscaron a un descendiente lejano del difunto rey para nombrarle como sucesor. El escogido fue Isboset, al que nombraron rey. Éste intentó ganarse la confianza del reino, pero dos caudillos seguidores de David decidieron asesinarle en su propia casa. Cuando se presentaron ante el rey David esperaban una recompensa, pero se encontraron con la muerte. David no estuvo de acuerdo con la muerte de su enemigo y decidió ejecutarles por asesinato.
En Hebrón, el rey David no conseguía la confianza de los norteños y decidió que, para unir a las doce tribus israelitas, debía buscar una ciudad neutral donde gobernar. Sin embargo, con la muerte del hijo del difunto rey Saúl, los ancianos de Israel se acercaron a Hebrón manifestando lealtad a David, que por entonces tenía 30 años.
David, rey de Israel
Esa ciudad neutral fue Jebús, que por entonces no estaba en manos de la gente de Judá ni en manos de los israelitas del norte, sino ocupada por los jebuseos. Una vez reconocido por los líderes de todas las tribus, David conquistó la fortaleza de Jebús y la hizo su capital. Una ciudad que pasó a ser conocida como la Ciudad de David y, posteriormente, Jerusalén.
Hueso y carne tuya somos. Líderes de las doce tribus israelíes al rey David (2 Sam 5:1-3)
Jerusalén como capital
El rey David era el líder de una teocracia que pretendía instalar «el reino de Dios en la Tierra». Por su parte, el rey Hiram de Tiro envió mensajeros a la capital y comenzó a suministrarle a David, madera de cedro, carpinteros y albañiles para que pudiera construirse la casa de David. Este quería construir un templo para Yahvé, pero el profeta Natan le dijo, por orden de Dios, que el templo debía esperar una generación, pues se habían cometido muchos crímenes. Sin embargo, Dios hizo un pacto con el rey David: la Casa de David nunca se extinguiría.
Tu trono será establecido para siempre. Yahvé al rey David
David conquistó Soba, Aram (la actual Siria), Edom y Moab (la actual Jordania), así como las tierras de los filisteos y de otros territorios. En muchos casos exterminó a gran parte de sus habitantes cananeos.
David y Betsabé
Durante el sitio de Rabbah, el rey David decidió no ir a la batalla y quedarse en Jerusalén. Después de una siesta y desde la terraza, el rey observó que, en una casa vecina, una hermosa mujer estaba bañándose. David quedó prendado de ella y quiso saber quién era: Betsabé, la mujer de un soldado hitita principal llamado Urías que estaba luchando en el sitio de Rabbah. Pero ni eso paró al rey.
La dejó embarazada mientras su marido luchaba en el sitio y el adulterio de la mujer, en Israel, era penalizado con la muerte. Con tal de evitar esto, David pidió a su marido que volviera del sitio y hacerle creer que él mismo había embarazado a su mujer. Pero, no lo consiguió. Urías se negó a quedarse en casa, con su mujer, mientras sus compañeros luchaban en la batalla.
El rey David, preocupado por perder a la mujer de la que estaba enamorado, decidió cambiar su estrategia. Pidió al comandante del sitio que situara al esposo en el lugar más difícil de la batalla, con la intención de que muriera en combate. Así, nadie sospecharía del adulterio y el rey podría seguir con Betsabé. Urías murió en combate y David se casó con ella y llegó a ser su esposa preferida y ella llegó a amarle con devoción.
El profeta le advirtió que Dios le quitaría la tranquilidad y que le enviaría zozobras continuas, que su reinado sería agitado, lleno de disturbios civiles violentos e intrigas. Y también le advirtió que él no moriría por haber dejado embarazada a una mujer casada y haber ordenado la muerte de su marido, pero que sí lo haría el hijo que iba a nacer. Su hijo vivió siete días, durante los cuales el rey ayunó. Pero cuando murió, el rey se vistió y volvió a comer. Sus sirvientes le preguntaron por qué se lamentó cuando su hijo todavía estaba vivo, pero no cuando ya había muerto.
Mientras el niño aún vivía, yo ayunaba y lloraba. Pensaba que tal vez el Señor tendría compasión de mí y que el niño pudiera vivir. Pero ahora que ha muerto, ¿por qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, pero él no volverá a mí. Rey David, a sus siervos
La rebelión de Absalón
Tal como lo había profetizado Natan, los errores del rey fueron la causa de diversos trastornos y zozobras a la llamada Casa de David. Uno de sus hijos, Absalón, se rebeló contra su padre y llegaron a luchar por el derecho al trono. Un día, Absalón quedó atrapado por su cabello en las ramas de un roble y Joab, el comandante de tropas de David, le clavó tres flechas y lo mató (2 Samuel 18:14). Así, toda una facción festejaba esa muerte como una victoria, pero, cuando la noticia de la victoria fue llevada al rey David, éste no se alegró:
¡Oh hijo mío, Absalón, hijo mío, hijo mío, Absalón! Me habría muerto en lugar de ti, Absalón, hijo mío, mi hijo!. Rey David al saber la muerte de su hijo y rival.
Todo ese tiempo de conflictos deterioraron la imagen de David y su espíritu. Los sinsabores continuarían, pues su hijo Adonías también pretendía reinar. Ambicionó el trono de su padre, que ya había perdido gran parte de su anterior prestigio.
Recta final
El rey David, ya anciano, estaba postrado en la cama y su hijo Adonías aprovechó este hecho para proclamarse rey. Betsabé y el profeta Natan, conociendo la actitud hostil del joven, pidieron a David que nombrara como heredero a otro de sus hijos. Concretamente a Salomón. Éste había sido elegido por Dios y este acuerdo entre David y su mujer preferida sólo concretaba los designios divinos.
No derramar sangre [...] No buscar revanchas y seguir los preceptos del Señor. Consejo del rey David a su hijo y heredero al trono Salomón.
También le prometió continuar la línea hereditaria en el trono de Judá por siempre. David murió aproximadamente a los 70 años y fue enterrado en la Ciudad de David, futura Jerusalén. Gobernó cuarenta años sobre Israel, siete en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén.
David en las religiones abrahámicas
Judaísmo
En el Judaísmo, el reinado de David representa la formación de un Estado Judío coherente, con su capital política y religiosa en Jerusalén y la institución de un linaje real que culminará en la Era mesiánica. La supuesta descendencia de David como hijo de una conversa (Ruth) es tomado como prueba de la importancia de los conversos dentro del judaísmo. El hecho de que Dios no le haya permitido construir un templo perpetuo es tomado como prueba del imperativo de paz en asuntos de estado. David es también visto como una figura trágica; su inexcusable toma de Betsabé, y la pérdida de su hijo son vistas como tragedias centrales en el judaísmo.
Nota del Libro de Rut: Booz se casó con Rut y fueron padres de Obed, que fue padre de Isaí e Isaí fue padre de David. Por lo que Rut sería la bisabuela del Rey David.
Cristianismo
En el cristianismo, David tiene importancia como el ancestro del Mesías. Muchas profecías del Antiguo Testamento indicaban que el Mesías descendería de la línea de David; los Evangelios de Mateo y Lucas trazan el linaje de Jesús hasta David para completar este requerimiento. David es una figura simbólica del creyente cristiano. Los salmos que escribió muestran a un hombre que depende de Dios, tanto en los momentos de adversidad, como en los de gloria y de arrepentimiento.
David es conmemorado en la Iglesia católica el 29 de diciembre. En la Iglesia ortodoxa, él es celebrado en el segundo domingo de diciembre antes de Navidad, junto a los demás ancestros de Cristo; y también en el domingo después de Navidad, junto a José de Nazaret y Santiago el Justo.
Islam
En el Corán, David es conocido como Dawud (داود), y es considerado uno de los profetas del islam, para quien fueron revelados por Alah los Salmos de «Zabur». Como en el judaísmo, se cuenta que David mató a Goliat (Jalut) lanzándole una piedra. La creencia general dice que durante su reinado se pusieron los cimientos de la Cúpula de la Roca. Los Musulmanes rechazan la descripción bíblica de David como un adúltero y un asesino, debido a la creencia islámica en la infalibilidad y superioridad moral de los profetas.
Historia de David
Evidencia arqueológica
Estela de Tel Dan.
Una inscripción encontrada en Tel Dan de c. 850-835 a. C. contiene la frase "de David" (ביתדוד). "Si la lectura de בית דוד [Casa de David] en la estela de Tel Dan es correcta... entonces tenemos evidencia sólida de que en el siglo IX antes de Cristo el rey arameo era considerado el fundador de la dinastía de Judea como alguien llamado דוד" [David].,
Estela de Mesa de Moab
La Estela de Mesa de Moab, que data de aproximadamente el mismo período, también puede contener el nombre de David, aunque la lectura es incierta. Kenneth Kitchen ha propuesto que la inscripción de C. 945 a. C. en la que faraón egipcio Sheshonq I habla de "las tierras altas de David", pero esta no ha sido ampliamente aceptada.
La interpretación de la evidencia arqueológica sobre el alcance y la naturaleza de Judá y Jerusalén en el siglo X antes de Cristo es un tema de intenso debate. Israel Finkelstein y Zeev Herzog, de la Universidad de Tel Aviv, piensan que el registro arqueológico no apoya la opinión de que Israel en ese momento era un estado importante, sino más bien un pequeño reino tribal. Finkelstein dice en su documental La Biblia desenterrada (2001): "Sobre la base de los estudios arqueológicos, Judá se mantuvo relativamente vacía de población permanente, muy aislados y marginados hasta después de la hora prevista para David y Salomón, sin grandes centros urbanos y sin jerarquía pronunciada de caseríos, aldeas y ciudades. De acuerdo con Zeev Herzog "la monarquía unida de David y Salomón, que es descrita por la Biblia como un poder regional, era a lo sumo un pequeño reino tribal ". Por otra parte William Dever, en su ¿Qué hicieron los escritores bíblicos y que sabían? sostiene que la evidencia arqueológica y antropológica apoya el relato bíblico de un Estado de Judea en el siglo X antes de Cristo.
Restos de la Edad de Bronce y la Edad de Hierro de la Ciudad de David, se han investigado extensamente en los años 1970 y 1980, bajo la dirección de Yigael Shiloh de la Universidad Hebrea, pero no se han descubierto pruebas significativas de su ocupación durante el siglo X a. C. En el año 2005 Eilat Mazar encontró una estructura de grandes piedras que, según ella, se correspondería con el palacio de David, pero el lugar está contaminado y hasta la fecha ha sido imposible determinarlo con precisión. En el resto del territorio de Judá y del Israel bíblicos, no existen inscripciones reales del siglo X antes de Cristo, ni evidencia de una burocracia real (el equivalente del sello LMLK) ni inscripciones que aporten pruebas al respecto. Investigaciones acerca de la localización y cambios en los patrones de asentamiento de población han demostrado que entre los siglos XVI y VIII a. C., período que incluye los reinos bíblicos de David y Salomón, la población de la región montañosa de Judá no eran más que unas 5.000 personas, la mayoría de ellos pastores seminómadas, con la zona urbanizada entera constando de una veintena de pequeños pueblos.
Arqueología bíblica
Evidencia bíblica
La evidencia bíblica de David proviene de I Samuel, II Samuel, y del libro de las Crónicas (también dos libros en la tradición cristiana) -aunque casi la mitad de los salmos llevan por título «Salmo de David", estas adiciones son posteriores, ya que ningún salmo se puede atribuir a David con certeza debido a la falta de evidencia arqueológica-, sin embargo, solo Samuel vuelve a contar desde un punto de vista teológico diferente, y contiene poca, si no toda la información disponible allí, y la evidencia bíblica de David, por tanto, depende casi exclusivamente en el material contenido en los capítulos desde I Samuel 16 a I Reyes 2.
La cuestión de la historicidad de David se convierte así en la cuestión de la fecha, la integridad del texto, la autoría y la fiabilidad del 1 y 2 Samuel. Desde que Martin North formuló su análisis de la tradición deuteronómica eruditos bíblicos han aceptado que estos dos libros forman parte de una historia continua de Israel, compilados no antes de finales del siglo VII a. C., aunque con la incorporación de obras anteriores y fragmentos. Los textos de Samuel sobre David "parecen haber sido objeto de dos actos separados de revisión editorial". Los escritores originales muestran un sesgo en contra de Saúl, y en favor de David y Salomón. Muchos años después, los Deuteronomistas editaron el material de manera adecuada a sus creencias religiosas y mensaje, con la inserción de los informes y las anécdotas que reforzaban la doctrina monoteísta. Se estima que algún material en I y II Samuel, en especial lo tocante a las listas de los funcionarios, sea muy antiguo, posiblemente incluso date de la misma época de David o Salomón. Estos documentos estuvieron probablemente en manos de los Deuteronomistas cuando se comenzó a compilar el material.
Más allá de esto, toda la gama de posibles interpretaciones está disponible; John Bright, en su "History of Israel" toma los textos de Samuel por su valor nominal, mientras que eruditos como Thomas L. Thompson rechazan la historicidad de los textos bíblicos. El profesor Baruch Halpern ha representado a David como un vasallo de toda la vida de Aquis, el rey filisteo de Gat, Israel Finkelstein y Neil Asher Silberman han identificado como la sección más antigua y más fiable de Samuel aquellos capítulos que describen a David como el líder carismático de una banda de forajidos que captura Jerusalén y la hace su capital. Steven McKenzie, profesor asociado de la Biblia Hebrea del Rhodes College, de Memphis, Tennessee, y autor de "King David: A Biography", afirma su creencia de que David realmente provenía de una familia acomodada, fue "ambicioso y despiadado", y un tirano que asesinó a sus oponentes, incluyendo a sus propios hijos.
Legado
La exultante vida y los hechos de David son objeto de estudios por parte de religiosos de todos los credos monoteístas.
Genealogía
Según Ruth 4:18-22, David es el descendiente de la décima generación de Judá, el cuarto hijo del patriarca Jacob (Israel). La línea genealógica es la siguiente: Judá → Fares → Hezrón → Ram → Aminadab → Naasón → Salmon → Booz (el marido de Ruth) → Obed → Isaí → David.
El Nuevo Testamento describe en la genealogía de Jesús a David y Adán, con tres bloques de catorce "generaciones" de cada ser igualmente esquemático. En el mundo antiguo, cada letra del alfabeto tenía un valor numérico, el valor para el nombre de "David" es de catorce años: de las catorce "generaciones", lo que subraya la ascendencia davídica de Cristo y de su identidad como el Mesías esperado.
Familia de David
"Y David y toda la Casa de Israel tocaban [...] sistros y címbalos de dedo (Tanaj, 2 Samuel 6:5). David nació en Belén, en el territorio de la Tribu de Judá. Su padre se llamaba Isai. Su madre no se nombra en la Biblia, pero el Talmud la identifica como Nitzevet, hija de Adael. David tenía siete hermanos y era el menor de todos ellos. Tenía ocho esposas: Michal, la segunda hija de rey Saúl, Ahinoam de Jezreel, Abigaíl, la carmelita, antes esposa del malvado Nabal, Maachâ, hija de Talmai, rey de Gesur, Haggith, Abital, Egla y Betsabé, anteriormente la esposa de Urías el hitita.
El Libro de las Crónicas proporciona la lista de los hijos que David tuvo con sus varias esposas y concubinas. En Hebrón, tuvo seis hijos (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «1 Crónicas 3, 1-3». Biblia; traducción Reina-Valera: Amnón, mediante Ahinoam; Daniel, por Abigail; Absalón, por Maachâ; Adonías, por Haguit; Sefatías, por Abital e Itream, por Egla. Con su esposa Betsabé, sus hijos fueron: Samúa, Sobab, Nathan y Salomón. Sus hijos nacidos en Jerusalén por otras madres incluyen: Ibhar, Elisúa, Elifelet, Noga, Nefeg, Jafía, Elisama y Eliada (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «2 Samuel 5, 14-16». Biblia; traducción Reina-Valera. Según Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «2 Crónicas 11:18». Biblia; traducción Reina-Valera, Jerimot, que no se menciona en ninguno de las genealogías, se menciona como otro de los hijos de David. Según Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «2 Samuel 9:11». Biblia; traducción Reina-Valera, David adoptó a Mefiboset, el hijo de Jonathan, su cuñado y su mejor amigo.
David también tenía al menos una hija, Tamar hija de Maachâ, que fue violada por Amnón, su medio hermano. Su violación conduce a la muerte de Amnón (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «2 Samuel 13:1-29». Biblia; traducción Reina-Valera. Absalón, hermano de Tamar de la misma madre, espera dos años, y después venga a su hermana enviando a sus criados para matar a Amnón en una fiesta que había preparado para todos los hijos del rey. «2 Samuel 13».
Descendientes de David
Los siguientes son algunos de los nombres más notables que se han atribuido como parte de la descendencia de David:
Jesús de Nazaret (Yeshua , de Natzrat, c. 7-4 a.C. - c. 26-36 d.C.).
Maimonides (Rabbi Moshe ben Maimón, RaMbaM, c. 1135-1204)
La familia Abravanel.
Rabbi Judah Loew, Maharal de Praga.
El Baal Shem Tov
Najman de Breslav (Rebbe Najmán de Breslov).
Eliezer Silver
Rabbi Menachem Mendel Lewin Schneerson
Haile Selassie I de Etiopía.
La Casa Real de Georgia.
Salomón
El texto bíblico se refiere a Salomón como el tercer y último monarca del reino unido de Israel (es decir, antes de la separación del territorio israelita en los reinos de Judá e Israel). Hijo del rey David, Salomón logró reinar sobre un extenso territorio durante casi cuatro décadas, posiblemente entre los años 965 y 928 a.C. Durante el reinado de Salomón se construyó el primer Templo de Jerusalén y a él se le atribuye la autoría de los textos bíblicos titulados Libro de Eclesiastés, Libro de los Proverbios y Cantar de los Cantares. En el Tanaj y la Biblia hebrea se lo conoce también como Jedidías.
En los textos mencionados se dice del rey Salomón que:
-Heredó un considerable imperio conquistado por su padre el rey David, que se extendía desde el Valle Torrencial en la frontera con Egipto, hasta el río Éufrates, en Mesopotamia.
-Tenía una gran riqueza y sabiduría.
-Administró su reino a través de un sistema de 12 distritos.
-Poseyó un gran harén, el cual incluía a «la hija del faraón».
-Honró a otros dioses en su vejez.
-Consagró su reinado a grandes proyectos de construcción.
-En el Corán, Salomón es considerado uno de los más importantes profetas. Los musulmanes se refieren generalmente a él con la variante árabe, Sulayman.
Salomón en la Biblia
Salomón fue el segundo de los hijos que tuvieron el rey David y Betsabé. En la Biblia, el profeta Natán informa a David de que Dios ha ordenado la muerte a su primer hijo como castigo por el pecado del rey, quien había enviado a la muerte a Urías, marido de Betsabé, para casarse con su esposa (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «2 Samuel 12, 14». Biblia; traducción Reina-Valera: «Has hecho blasfemar a los enemigos de Dios» (literalmente: ‘has despreciado los preceptos de Dios’). Tras una semana de oración y ayuno, David supo la noticia de la muerte de su hijo y se casó con Betsabé quien quedó embarazada, esta vez de Salomón.
La historia de Salomón se narra en el Primer Libro de los Reyes, 1-11, y en el Segundo Libro de las Crónicas, 1-9. Sucedió a su padre, David, en el trono de Israel hacia el año 970 a. C.. Su padre lo eligió como sucesor a instancias de Betsabé y Natán, aunque tenía hijos de más edad habidos con otras mujeres. Fue elevado al trono antes de la muerte de su padre, ya que su medio hermano Adonías se había proclamado rey.
Adonías fue más tarde ejecutado por orden de Salomón, y el sacerdote Abiatar, partidario suyo, fue depuesto de su cargo, en el que fue sustituido por Sadoc. También fue asesinado el general Joab sin respetar el derecho de asilo del templo. Del relato bíblico parece deducirse que a la ascensión de Salomón al poder tuvo lugar una purga en los cuadros dirigentes del reino, que fueron reemplazados por personas leales al nuevo rey.
En la Biblia dice: Yahvé se apareció a Salomón… y le dijo: Pide lo que quisieres que yo te dé. Y Salomón dijo:… Da pues a tu siervo un corazón magnánimo para juzgar a tu pueblo, para discernir entre lo bueno y lo malo [para poder gobernar....]
Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «1 Reyes 3:5-9». Y respondió Dios: lo he hecho conforme a tus palabras: he aquí que te he dado corazón sabio y entendido. «1 Reyes 3, 11,12».
Cabe destacar que dicha sabiduría estaba basada en seguir los mandamientos" [estatutos]: Salomón amó a Yahvé, andando en los estatutos de su padre David «1 Reyes 3, 3».
Él tenía muy claro que "La Ley de Yahvé… hace sabio al ingenuo"
A ese tipo de sabiduría se refería el profeta Baruc: Él [Dios] halló todos los caminos de la sabiduría, y la ha dado a Jacob, su siervo, a Israel, a quien ama. Así apareció en la tierra la sabiduría y ha vivido con los hombres. «Baruc 3, 37-38».
También el apóstol Pablo habla de ella: Hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta,...la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor. «1 Corintios 2, 6-8».
Esa "rectitud" y "justicia" que se difundía en la sociedad al aplicar la Ley de Dios lograba la prosperidad de su reino, alcanzando el mayor esplendor de la monarquía israelita. Mantuvo en general la paz con los reinos vecinos, y fue aliado del rey Hiram I de Tiro, quien lo auxilió en muchas de sus empresas. Emprendió numerosas obras arquitectónicas, entre las que destaca por encima de todas la construcción del Templo de Jerusalén como lugar para la permanencia del arca de la Alianza, aunque destaca también la erección de un fabuloso palacio, la construcción de un terraplén que unía el templo con la ciudad de Jerusalén. En sus construcciones participó un gran número de técnicos extranjeros, como albañiles y broncistas de Tiro o carpinteros de Gebal. Entre todos ellos destaca el arquitecto Hiram, y se importaron lujosos materiales también procedentes de Fenicia. Durante el transcurso de su reinado la monarquía hebrea tuvo su momento de mayor prosperidad y el esplendor de su nación llamó la atención de la reina de Saba. Se hablaba también del llamado Juicio de Salomón. Gobernante y pueblo se regían bajo la Ley de Yahvé. (El pueblo entero lo obedecía). Finalmente... se había establecido el Reino de Dios en la tierra: Salomón...en el trono del reino de Yahvé sobre Israel. «1 Crónicas 28:5». Y se sentó Salomón por rey en el trono de Yahvé en lugar de David su padre, y fue prosperado; y lo obedeció todo Israel. «1 Crónicas 29:23». Después de terminado el templo, en una oración que Salomón le hace a Yahvé le recuerda la promesa hecha a su padre David la cual fue “…no te faltara varón delante de mí, que se siente en el trono de Israel, con tal de que tus hijos guarden mi camino… ”Dios les concedía tranquilidad en sus fronteras. El orden y la alegría primaban.
No obstante, para consolidar el poder político de Israel en la región, contrajo matrimonio con una de las hijas del faraón del Antiguo Egipto Siamón. Salomón se fue rodeando de todos los lujos y fue adquiriendo la grandeza externa de un monarca oriental. Esto hizo, sin embargo, que en la segunda mitad de su reinado cayera en la idolatría, inducido por sus numerosas esposas extranjeras. De acuerdo con de. «1 Reyes 11:3». «tuvo -contrariando la Ley- setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas, y esas mujeres le desviaron el corazón»
La seguridad interna y el control de las vías de comunicación habían facilitado una amplia expansión del comercio hebreo. Se dice en la Biblia que sus naves llegaron hasta Ofir, en algún lugar del Mar Rojo, donde cargaron 14.300 kg de oro. Tanto el rey como el pueblo se dedicaron a comerciar; fueron atrapados por el ansia de riquezas y cayeron en el materialismo. Aquí se dio el punto de inflexión hacia un modo de vida que posteriormente sería causa de reproches por parte de los profetas: “andan descarriados, todos se han pervertido. No hay quien practique el bien, no hay ni uno” En vez de administrar justicia, los propios hebreos… “oprimían a los pobres” “acechaban… a las personas. Sus casas estaban llenas de fraudes; con esos fraudes se han engrandecido y se han hecho ricos…”
En las transacciones, el rey demostraba que ya no era justo. Reavivó el tema de la esclavitud en los infieles. Permitió sacerdotes que en muchos casos eran indignos. Se cubrió de elementos de guerra (carros y caballos). Aquél pecado de Salomón (priorizar la obtención de riquezas por sobre la Ley de Dios) fue la causa de que a su muerte se dividiera el reino de Israel. [La división de Israel era inexorable, pero ocurriría en la generación de su hijo]. Pero aunque cometió este pecado (caer en la vanidad, la soberbia...), se arrepintió y luego escribió el Libro de Eclesiastés para aconsejar a otros a que no siguieran su ejemplo. Allí menciona «vanidad de vanidades, todo es vanidad» y esto se refiere a su vida inicua. Salomón escribe este libro como un testimonio y ejemplo de que las cosas de este mundo no son duraderas. Lo sucedió su hijo Roboam, cuya madre era Naamá, amonita. Pero pronto, la parte norte aparecería como 'rebelde' (10 de las doce tribus de Israel, todas excepto Judá y Benjamín). Así quedaría dividido el reino.
Causas de la división del reino
Durante la primera mitad de su reinado, se regían bajo la Ley de Yahvé (y el pueblo entero lo obedecía). Pero en la segunda mitad de su reinado sus esposas extranjeras le “desviaron el corazón”.
Al poco tiempo abandonó la "rectitud" y "justicia" que lo había caracterizado y todo el reino fue copiando la forma de vida de las naciones vecinas (priorizando las ganancias materiales, es decir, el materialismo. Las construcciones emprendidas por el rey y el boato de su corte exigían enormes contribuciones en dinero y mano de obra, que la parte más próspera del pueblo -también ya imbuido de codicia- no quería aportar.48 Los privilegios concedidos a Judá hicieron crecer el descontento entre las diez tribus del Norte (las más acaudaladas), donde Jeroboam se hizo eco de este descontento y se puso al frente del levantamiento que llevará más tarde a la separación de los reinos de Israel y de Judá.
Datación
Francis Wilford intentó fechar el nacimiento y fallecimiento de Salomón, pero estuvo equivocado en su datación.
Salomón en el imaginario colectivo
En la tradición de la Iglesia ortodoxa etíope, se señala que Salomón tuvo un hijo con la reina de Saba, llamado Menelik I, quien sería futuro rey de Etiopía, y de quien la tradición dice que sacó el Arca de la Alianza de Israel, llevándosela a su reino: el libro Kebra Nagast relata esta historia.
En Las mil y una noches, varios cuentos árabes lo señalan como un poderoso rey, el cual poseía cualidades de hechicería que le permitieron consolidar un imperio y encarcelar a los numerosos demonios del desierto (ifrit). A los ifrit (genios), los encerró en vasijas de barro selladas con el nombre de Dios, por negarse estos a seguir los mandatos del Altísimo y someterse a los hombres. En el relato es llamado Sulaymán, hijo de Daud (David).
La presencia del monarca más sabio y justo de la historia no se limita a la Biblia, la Torá y el Corán, ya que también es nombrado en la Leyenda Áurea, un influyente libro medieval que contiene historias, mitos y leyendas de santos, cuando narra la leyenda de la Vera Cruz. Su sello, el hexagrama, también conocido como "La Estrella de David", es la piedra angular del judaísmo, símbolo del «Hagia Sophia» (Sabiduría Divina) que reinó durante cuarenta años en Israel y ha pasado a simbolizar la unión de la conciencia y el inconsciente. Relacionando el triángulo con el vértice hacia arriba con la conciencia, la sabiduría, lo divino; mientras que el triángulo invertido se vincula al mundo del inconsciente, a las tinieblas, la oscuridad y lo negativo.
También se relacionan con él "las minas del rey Salomón", o dentro del esoterismo medieval "el anillo de Salomón", que le fue otorgado por el Arcángel Gabriel y que el poder mágico del célebre y sabio rey hebreo radicaba en su anillo, ya que gracias a él, Salomón consiguió dominar el mundo de los espíritus y pudo llevar a cabo la gran empresa de construir el templo de Jerusalén. Esta tradición tardía decía Que conocía el lenguaje de los animales y que su padre: el rey David, le enseñó el lenguaje de los pájaros, o también llamado el idioma natural. Que su curiosidad era tal que adquirió conocimientos sobre cristales, piedras, la transmutación de los metales, los misterios de la alquimia, el mundo vegetal y la vida eterna; además tenía el don de hacer milagros, escribiendo cientos de libros al respecto, destacando el desaparecido "Manuscrito secreto de Salomón", que contiene hechizos, invocaciones, fórmulas, talismanes, que actualmente es el texto más buscado por los estudiosos de las artes esotéricas.
Continua en: El Reino del Norte
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Reino de Israel
El Reino de Israel (en hebreo: ממלכת יִשְׂרָאֵל, Mamlejet Isra'el) tiene sus referentes en la Biblia y conoció dos períodos: el primero de ellos comprende un "reino unido" conocido como Reino de Israel e involucra a Saúl, David y Salomón (1030-930 a. C.); el segundo implica un reino resultante de la división del reino anterior y que solo abarcó la parte norte de ese reino inicial (930-720 a. C.). Dado que ambos son conocidos con el nombre de Reino de Israel y con el propósito de diferenciarlos, a uno de los dos reinos resultantes de la división (del aquél reino primigenio que perteneció a Salomón) se lo denomina reino del norte (en contraposición al reino del sur, al que también se conoce como el Reino de Judá). Luego de 210 años de existencia, el Reino del Norte fue conquistado y destruido por el imperio asirio. Las ciudades principales del Reino del Norte fueron: Siquem, Tirsa y Samaria.
Origen y alcance inicial
Según el relato bíblico, los hebreos constituyen los descendientes de un grupo étnico monoteísta descendiente de los patriarcas posdiluvianos Abraham, Isaac y Jacob. Las referencias bíblicas del libro del Éxodo indican que los hebreos llegaron procedentes del Antiguo Egipto a través del desierto hasta Canaán y la conquistaron. Durante unos 200 años fueron gobernados por Jueces de Israel que aparecían como caudillos temporales para liberar al pueblo de sus enemigos vecinos. Finalmente, con la entronización de Saúl quedaría el país constituido como reino.
El territorio que daría lugar al Reino de Israel fue compuesto a partir de aquellos asignados a las tribus de Zabulón, Isacar, Aser, Neftalí, Dan, Manasés, Efraín, Rubén, Simeón y Gad, todos ellos descendientes de Jacob. Su vida estaba regida por la ley mosaica. Su capital terminaría siendo Samaria, durante el reinado de Omri.
Narrativa Bíblica
Sinopsis cronológica del reino de Israel
Elaborada de acuerdo al esquema histórico basado en la Biblia, con las fechas dadas por Thiele.
-1030 a. C. a 1010 a. C. Reinado de Saúl, posiblemente un tipo de jefatura.
-1010 a. C. a 1003 a. C. Reinado de Isbaal, hijo de Saúl, sobre las tribus del norte
-1010 a. C. a 1003 a. C. Reinado de David, en Hebrón sobre la tribu de Judá.
-1003 a. C. a 966 a. C. Reinado de David, desde Jerusalén, sobre el reino unido de Israel
-966 a -928 Reinado de Salomón en el reino unido de Israel.
-928 Rebelión de las tribus del norte contra Roboam y separación de Judá: surgen dos reinos; hasta
722, el reino de Israel es gobernado por veinte monarcas en nueve períodos dinásticos.
-875 Acoso sirio; traslado de la capital de Tirsá a Samaria; alianza Israel-Fenicia
-838 Israel tributaria de Salmanasar III
-782 a. C. a 753 a. C. Reinado de Jeroboam II, considerado el más importante de los reyes de Israel (reino del Norte)
-748 Israel tributaria de Asiria
-732 El reino de Israel cae en manos Asirias
-726 Salmanasar V invade el norteño reino de Israel y asedia la ciudad de Samaria.
-722 Sargón II toma la ciudad de Samaria y lleva numerosos israelitas cautivos a Asiria.
Monarquía Unida
Como entidad territorial y política unificada , el reino unido de Israel existió desde aproximadamente 1030 a. C. hasta 928 a. C. El mismo implicó la unión de todos los territorios habitados por las doce tribus de Israel en un área que actualmente corresponde al moderno estado de Israel, los territorios palestinos y parte del reino de Jordania.
Israel dividido en dos reinos
Alrededor del año 930 a. C., después de la muerte del rey Salomón y a excepción de Judá y Benjamín, diez tribus de Israel (llamadas las diez tribus del norte) se negaron a aceptar a Roboam, el hijo y sucesor de Salomón, como su rey. La rebelión contra Roboam surgió después de que él se negara a aligerar la carga de los impuestos y servicios que su padre había impuesto a sus súbditos.
Jeroboam, que no era de la descendencia de David, fue enviado a Egipto por los descontentos. La tribu de Efraín, y todo Israel levantó el grito de edad, "Cada uno a sus tiendas, oh Israel". Roboam huyó a Jerusalén, y en el año 930 a. C. (a veces datado 920 a. C.), Jeroboam fue proclamado rey sobre todo Israel en Siquem. Después de la revuelta en Siquem al principio sólo la tribu de Judá permaneció fiel a la casa de David. Poco después la tribu de Benjamín se unió a Judá. El reino del norte siguió siendo llamado Reino de Israel, mientras que el reino del sur fue llamado Reino de Judá.
Debido a que el Reino de Israel tuvo dos monarcas llamados Jeroboam, la opinión de académicos e historiadores respecto a cuál Jeroboam se refiere la inscripción del antiguo sello israelita no es del todo unánime; John Boardman y Zvi Yavetz lo ligan específicamente a Jeroboam II. Lawrence J. Mykytiuk, por otra parte, supone que el nombre Jeroboam en la inscripción del antiguo sello puede referirse a Jeroboam I.
Siquem fue la primera capital del norteño Reino de Israel, que comprendía ahora solo Samaria y Galilea. Posteriormente, la capital del Reino de Israel fue Tirsa. El rey Omri construyó su nueva capital en Samaria, que continuó siéndolo hasta la destrucción del reino del norte en manos de los asirios. Durante el asedio de tres años de Samaria por los asirios, Salmanasar V murió y fue sucedido por Sargón II de Asiria. Así, alrededor de 720 a.C., después de dos siglos, el reino del norte y las diez tribus que lo habitaban se perdieron para siempre.
Entre los arqueólogos contemporáneos, Samaria es un sitio arqueológico al que concensualmente aceptan pertenecer a la época bíblica de alrededor del año 850 a.C. Evidencia de ello se halla en la estela de Mesha, que presenta inscripciones en el alfabeto paleohebreo, registra la victoria del rey Mesha de Moab contra Omri de Israel y su hijo Ahab.
Reino de Judá
El Reino de Judá existió como estado independiente durante 344 años, es decir, hasta el año 586 a.C., cuando fue conquistado por el imperio neobabilónico.
Cultura
Religión
El clima religioso del reino de Israel parece haber seguido dos tendencias principales. La primera, la de YHWH, y el segundo el culto de Baal como se detalla en la Biblia hebrea, y en el llamado "ciclo de Baal" descubierto en Ugarit.
Se registra en la Biblia que Jeroboam construyó dos lugares de culto, uno en Betel y otro en el extremo norte de Dan, para ser una alternativa al Templo de Jerusalén. No quería que la gente de su reino tuviera lazos religiosos a Jerusalén, la capital del rival Reino de Judá. Erigió además becerros de oro a la entrada de los templos para representar lo que él propulsó en términos del Reino de Israel. Estos actos fueron conocidos como el "camino de Jeroboam" o los "errores de Jeroboam". Según el relato bíblico de I Reyes 12:26–30, luego de haber sido establecido el norteño Reino de Israel, Jeroboam I consideró las prácticas sacrificiales de los israelitas: su inquietud era que los sacrificios se realizaban en Jerusalén, ciudad que en ese entonces formaba parte del sureño Reino de Judá, cosa podría causar que los súbditos de Jeroboam se alineasen con su rival, el sureño rey Roboam. A fin de descentralizar la importancia del Templo de Jerusalén, Jeroboam emplazó dos becerros de oro, uno en Betel y el otro en Dan.
Los dos becerros de oro pudieron haber sido sustitutos de los querubines del Arca de la Alianza. También es posible que los dos becerros de oro emplazados por Jeroboam en el Reino de Israel hayan sido inspirados por el toro que representaba al dios El (con el que, en su forma plural, se relaciona el dios de los hebreos). Como Todopoderoso, el dios semítico Él fue luego denominado en plural en idioma hebreo: Elohim ("dioses" o acaso una variante del genitivo hebreo El ha-Elim, es decir, "El dios de los dioses" [El dios supremo]). Durante centurias, Él había sido el dios canáneo por excelencia, siendo además el principal dios de los nómadas. Poseía funciones éticas y sociales; era tolerante y benigno y recibía, entre otros, los títulos de «Padre de los Dioses», «Rey», «Padre de los Hombres», «Creador de las Criaturas», «Toro», «Amable» y «Misericordioso». Pero más allá de sus diversos títulos, Él era el nombre especial de un dios sumamente particular y que era persistentemente distinguido de otros dioses como "el dios" (es decir, lo que en un sentido monoteísta sería Dios).
Acab, por su parte, permitió la adoración de Baal y convirtió su culto en componente importante de la religión del Reino de Israel; su esposa Jezabel, devota con inclinaciones paganas, adoró a Baal.
Profetas del Reino de Israel
Samuel, 1050-1010 a. C.
Micaías, 870-852 a. C.
Elías, el oponente de las invenciones religiosas bajo Acab y Jezabel, 870-852 a. C.
Eliseo, el sucesor elegido de Elías, 855-798 a. C.
Amós, 780-760 a. C.
Oseas, 760-722 a. C.
I Dinastía (Casa de Saúl) (Gabaa) Saúl
Micaías, 870-852 a. C.
Elías, el oponente de las invenciones religiosas bajo Acab y Jezabel, 870-852 a. C.
Eliseo, el sucesor elegido de Elías, 855-798 a. C.
Amós, 780-760 a. C.
Oseas, 760-722 a. C.
I Dinastía (Casa de Saúl) (Gabaa) Saúl
Saul (en hebreo שָׁאוּל|Ša’ul, que significa "deseado" o "implorado", en griego Σαούλ Saoul, en latín; Saul, en árabe طالوت}}, Ṭālūt o شاؤل}}, Ša'ūl), fue el primer rey de Israel según la Biblia. Su reinado se ubica tradicionalmente en los últimos años del siglo XI a. C., y se considera que marca la transición para el pueblo hebreo desde una federación de tribus a un Estado.
El relato bíblico, puesto por escrito entre uno y tres siglos después, indica que Saúl era hijo de Kis (o Cis) de la tribu de Benjamín y que fue ungido rey por el profeta Samuel. El monarca estableció su sede en Gaba, en el territorio de su propia tribu. Su esposa fue Ahinoam, hija de Ahimaaz, con la cual tuvo cuatro hijos y tres hijas, siendo los varones; Jonatán, Abinadab, Malquisúa, y Isbaal (a veces transcripto como Es-baal y también llamado Isboset) y las mujeres; Merab y Mical. También tuvo una concubina llamada Rizpah hija de Aiah, quien le dio dos hijos; Armoni y Mefiboset (o Mefibaaal). Después de algunas batallas victoriosas, fue derrotado por los filisteos en la batalla del monte Gilboa, suicidándose con su propia espada para evitar la captura. En ese mismo combate murieron tres de sus hijos por lo cual la sucesión al trono quedó en disputa entre el único hijo sobreviviente; Isbaal y el yerno (y antiguo oficial) de Saúl, casado con Mical, David. No se conoce la duración del reinado de Saúl, ni la extensión del territorio bajo su control, ya que no aparecen en el texto bíblico y hasta el presente no hay evidencias contemporáneas de su reinado. Se suele considerar que reinó entre veinte y ventidós años.
Origen y reinado
Según la Biblia, su padre Kish perdió sus asnos y envió a su hijo y un criado a buscarlos en la región montañosa de Efraín, y de allí a la tierra de Salisa, pero no las hallaron. Entonces pasaron por la tierra de Saalim, y tampoco. Después pasaron por la tierra de Benjamín, pero no las hallaron. Así que decidieron volver, pero de paso consultarían al Vidente sobre la ubicación de los asnos.
Ante el pedido del pueblo israelita al entonces anciano juez Samuel para que nombrara un rey que los librara de los invasores filisteos, aquel, aunque creía que Dios debía ser el único soberano de Israel, consultó a Yahveh y este reveló que señalaría su ungido. Samuel vio que Saúl era el escogido y lo dejó quedarse en su casa, al día siguiente derramó aceite sobre su cabeza diciendo ¿No te ha ungido Yavé como el soberano de su heredad?; luego dio instrucciones de buscar determinadas personas con instrumentos musicales "profetizando", Saúl se encontró con esas personas dónde el Espíritu de Dios descendió sobre él, "profetizó" en medio de ellos.
Hombre de gran valor y gran estatura, se mostró al principio un rey firme, que derrotó a los amonitas, moabitas y filisteos en numerosas ocasiones, y estableció su capital en la ciudad liberada de Jabes de Galaad.
Caída de Saúl
Saúl había preparado una campaña militar contra los filisteos pero esperaba a Samuel para que este ofreciera sacrificio a Yahvé, dado que Samuel tardaba tanto en aparece Saúl ofreció el sacrificio él mismo, pero es ese momento llega Samuel, sumamente indignado por desobedecer sus instrucciones. Saúl reorienta su campaña hacia los amalecitas; logra una victoria total exterminando todo hombre, mujer y niño, pero deja vivo al rey; Samuel otra vez aparece indignado y mata al rey.
Debido a ello Samuel buscó un nuevo ungido en David, quien marchó a la corte de Saúl como arpista. Samuel ungió a David y éste entró en servicio en la corte de Saúl. Mas la victoria de David sobre Goliat, acompañada de los subsecuentes triunfos militares de David, provocaron los celos del rey Saúl, quien, debido a que Dios se había alejado de él, intentó matarlo; pero gracias a la ayuda de su amigo Jonatán, y de su esposa, Mical (hijos del propio Saúl), David logró huir.
Saúl fue a buscarlo a la ciudad de Nob y condenó a muerte a los sacerdotes de ese lugar. Pero los oficiales del rey no se atrevieron a levantar la mano en contra de los sacerdotes del Señor. Así que el rey le ordenó a Doeg el Edomita que los matara, este mató a 85 sacerdotes y demás a la población de Nob, hombres y mujeres, a niños y recién nacidos, y hasta a los bueyes, asnos y ovejas. Más tarde Saúl fue a pedir consejo a Samuel pero apenas entró a su casa, Saúl quedó "profetizando" como la primera vez y sus guardaespaldas lo sacaron arrastrando. Después le informaron que David estaba en el desierto de Engadi. Este preparó una emboscada pero se contuvo de matar a Saúl por ser ungido del Señor así que le perdona la vida, el rey regresa a su palacio y David se exilia a territorio filisteo por un año y cuatro meses.
Saúl consulta a la adivina de Endor
Samuel murió y fue enterrado en Ramá, su lugar de origen, en tanto los filisteos reunieron sus tropas para ir a la guerra contra Israel. Sául consultó a Dios pero este no le respondió, así que fue a buscar un adivina en un lugar llamado Endor, a esta adivina en un caso excepcional, Dios le permite ver a Samuel (profeta) que ya había muerto. Samuel le habló a Saúl y le dijo que él iba a morir con sus hijos, que iba a perder la batalla y que Dios le iba a quitar el reino, por consultar a los adivinos.
Muerte de Saúl
El relato bíblico, puesto por escrito entre uno y tres siglos después, indica que Saúl era hijo de Kis (o Cis) de la tribu de Benjamín y que fue ungido rey por el profeta Samuel. El monarca estableció su sede en Gaba, en el territorio de su propia tribu. Su esposa fue Ahinoam, hija de Ahimaaz, con la cual tuvo cuatro hijos y tres hijas, siendo los varones; Jonatán, Abinadab, Malquisúa, y Isbaal (a veces transcripto como Es-baal y también llamado Isboset) y las mujeres; Merab y Mical. También tuvo una concubina llamada Rizpah hija de Aiah, quien le dio dos hijos; Armoni y Mefiboset (o Mefibaaal). Después de algunas batallas victoriosas, fue derrotado por los filisteos en la batalla del monte Gilboa, suicidándose con su propia espada para evitar la captura. En ese mismo combate murieron tres de sus hijos por lo cual la sucesión al trono quedó en disputa entre el único hijo sobreviviente; Isbaal y el yerno (y antiguo oficial) de Saúl, casado con Mical, David. No se conoce la duración del reinado de Saúl, ni la extensión del territorio bajo su control, ya que no aparecen en el texto bíblico y hasta el presente no hay evidencias contemporáneas de su reinado. Se suele considerar que reinó entre veinte y ventidós años.
Origen y reinado
Según la Biblia, su padre Kish perdió sus asnos y envió a su hijo y un criado a buscarlos en la región montañosa de Efraín, y de allí a la tierra de Salisa, pero no las hallaron. Entonces pasaron por la tierra de Saalim, y tampoco. Después pasaron por la tierra de Benjamín, pero no las hallaron. Así que decidieron volver, pero de paso consultarían al Vidente sobre la ubicación de los asnos.
Ante el pedido del pueblo israelita al entonces anciano juez Samuel para que nombrara un rey que los librara de los invasores filisteos, aquel, aunque creía que Dios debía ser el único soberano de Israel, consultó a Yahveh y este reveló que señalaría su ungido. Samuel vio que Saúl era el escogido y lo dejó quedarse en su casa, al día siguiente derramó aceite sobre su cabeza diciendo ¿No te ha ungido Yavé como el soberano de su heredad?; luego dio instrucciones de buscar determinadas personas con instrumentos musicales "profetizando", Saúl se encontró con esas personas dónde el Espíritu de Dios descendió sobre él, "profetizó" en medio de ellos.
Hombre de gran valor y gran estatura, se mostró al principio un rey firme, que derrotó a los amonitas, moabitas y filisteos en numerosas ocasiones, y estableció su capital en la ciudad liberada de Jabes de Galaad.
Caída de Saúl
Saúl había preparado una campaña militar contra los filisteos pero esperaba a Samuel para que este ofreciera sacrificio a Yahvé, dado que Samuel tardaba tanto en aparece Saúl ofreció el sacrificio él mismo, pero es ese momento llega Samuel, sumamente indignado por desobedecer sus instrucciones. Saúl reorienta su campaña hacia los amalecitas; logra una victoria total exterminando todo hombre, mujer y niño, pero deja vivo al rey; Samuel otra vez aparece indignado y mata al rey.
Debido a ello Samuel buscó un nuevo ungido en David, quien marchó a la corte de Saúl como arpista. Samuel ungió a David y éste entró en servicio en la corte de Saúl. Mas la victoria de David sobre Goliat, acompañada de los subsecuentes triunfos militares de David, provocaron los celos del rey Saúl, quien, debido a que Dios se había alejado de él, intentó matarlo; pero gracias a la ayuda de su amigo Jonatán, y de su esposa, Mical (hijos del propio Saúl), David logró huir.
Saúl fue a buscarlo a la ciudad de Nob y condenó a muerte a los sacerdotes de ese lugar. Pero los oficiales del rey no se atrevieron a levantar la mano en contra de los sacerdotes del Señor. Así que el rey le ordenó a Doeg el Edomita que los matara, este mató a 85 sacerdotes y demás a la población de Nob, hombres y mujeres, a niños y recién nacidos, y hasta a los bueyes, asnos y ovejas. Más tarde Saúl fue a pedir consejo a Samuel pero apenas entró a su casa, Saúl quedó "profetizando" como la primera vez y sus guardaespaldas lo sacaron arrastrando. Después le informaron que David estaba en el desierto de Engadi. Este preparó una emboscada pero se contuvo de matar a Saúl por ser ungido del Señor así que le perdona la vida, el rey regresa a su palacio y David se exilia a territorio filisteo por un año y cuatro meses.
Saúl consulta a la adivina de Endor
Samuel murió y fue enterrado en Ramá, su lugar de origen, en tanto los filisteos reunieron sus tropas para ir a la guerra contra Israel. Sául consultó a Dios pero este no le respondió, así que fue a buscar un adivina en un lugar llamado Endor, a esta adivina en un caso excepcional, Dios le permite ver a Samuel (profeta) que ya había muerto. Samuel le habló a Saúl y le dijo que él iba a morir con sus hijos, que iba a perder la batalla y que Dios le iba a quitar el reino, por consultar a los adivinos.
Muerte de Saúl
La guerra contra los filisteos supuso una derrota para los Israelitas, todo el ejército fue aniquilado y murieron los hijos varones de Saúl: Jonatán, Abinadab y Malquisúa. Saúl mismo fue alcanzado por flechas. Al verse gravemente herido, Saúl le dijo a su escudero que lo matara pero este se negó, así que Saúl se suicidó con su espada. El escudero también se mató. Los filisteos dejaron los cadáveres de Saúl y sus hijos en el muro de Betsán. Algunos habitantes del pueblo Jabés de Galaad entraron de incógnito a territorio filisteo, recuperaron los cuerpos y los enterraron.
El texto bíblico da cuenta del distanciamiento y la separación de Dios respecto a Saúl. También describe que Saúl, poseído por la ira ante la admiración del pueblo y su propia familia por David, terminó por perder la razón.
Isbaal
Isbaal (hebreo: אֶשְׁבַּעַל Eshbaal a veces trasliterado como Ishbaal, Ashbaal o Eshbaal) según el Primer Libro de las Crónicas y mencionado bajo la forma Isboset o Ishboshet (hebreo: אִֽישְׁבֹּשֶׁת, Ishboshet) en el Segundo Libro de Samuel, fue uno de los cuatro hijos del rey Saúl y su sucesor en el trono sobre una parte del reino de Israel. En la Septuaginta aparece como Ασαβαλ (Asabal) o Ισβααλ (Isbaal) en Crónicas y como Ιεβοσθε (Iebosthe) en Samuel. Su reinado corresponde a dos años de finales del siglo XI a. C. o principios del X a. C.
Nombre
El nombre Ishbaal significa "Varón de Baal"; 1está formado por los elementos אִישׁ ('ish) que designa al género masculino, y בַּעַל (Ba'al) "señor o dueño"2, pero también el epìteto genérico de las divinidades cananeas, entendido más tarde como el nombre propio de un dios canaeo; Baal.
El nombre Ishboshet se relaciona con la palabra בֹּ֫שֶׁת (boshet) que significa vergüenza o confusión,4 y que se usa en el contexto de la adoración a dioses distintos de Yahveh. Así,por ejemplo Jerubaal (בֹּ֫שֶׁת, Yĕrubba`al), otro nombre de Gedeón, fue llamado Jeruboset (יְרֻבֶּשֶׁת Jerubboshet) y el propio Mefibaal, sobrino de Isbaal, es denominado Mefiboset (מְפִיבֹשֶׁת Mefiboshet).5 Al respecto, el consenso entre los estudiosos es la tesis enunciada en primer lugar por Abraham Geiger, según la cual los nombres fueron cambiados posteriormente, para evitar la mención del dios Baal. En su origen, sin embargo, Baal era una advocación perfectamente válida para desginar a Yahveh en cuando dueño de la Tierra Prometida.6 El estudioso Matitiahu Tsevat, en cambio, ve en boshet una forma cananea del acadio bāštu, una palabra que evoca a la deidad protectora (una especie de ángel de la guarda) del personaje.
Reinado
La tradición bíblica, única disponible, sobre este personaje no es muy extensa; tres capítulos en los libros de Samuel (2 Sam 2: 4) y dos referencias genealógicas en Crónicas (1 Cr 8:33, 1 Cr 9,39). Los mismos relatos de Samuel, sin embargo, en los cuales se narra su reinado en Mahanaim lo muestran como una figura marginal, una especie de "rey en las sombras". Los episodios en los cuales es protagonista son su entronización, sin que se mencione la unción, su conflicto con el general Abner y, por último, su asesinato.
En el primero de ellos, Isbaal es llevado a Mahanaim, en Transjordania, por Abner, el antiguo comandante de Saúl, quien lo proclama rey. Al respecto, como señala Kunz, "queda en claro que Abner es el único agente" mientras que Isbaal lo sigue como una figura pasiva.. Después de la muerte de su padre Saúl y sus tres hermanos en la batalla contra los filisteos en el monte Gilboa; Isbaal recibe el poder como herencia y gobierna "todo Israel" (2 Sam 2: 9,) desde Manahaim. Sin embargo, hay un adversario, David, un capitán aventurero y antiguo oficial de Saúl, pasado a los filisteos, quien domina la casa de Judá desde Hebrón. David, de quien se cuenta ha sido ungido ya en vida de Saúl, comienza a comportarse como soberano de su propia tribu y a buscar contactos diplomáticos con otras tribus de la confederación israelita e incluso con ciudades vecinas como Jabes de Galaad (2 Samuel 2: 4-6)
Según el resumen formal de su reinado, Isbaal tenía cuarenta años cuando ascendió al trono de Israel y gobernó por dos años. Esto plantea algunos problemas en relación a los siete años que, según otros textos reinó David en Hebrón; por eso se ha sugerido corregir la lectura y considerar que ambos reinados fueron simultáneos, o bien a postular que la diferencia de cinco años se debe al tiempo que demoró Isbaal en ser reconocido como rey o bien a un interregnum entre su muerte y la proclamación de David como soberano del reino unificado.
Muerte
Fue asesinado por dos de los capitanes de su ejército, Recab y Baana, quienes esperaban una recompensa por parte de David; este, sin embargo, mandó a ajusticiarlos. La cabeza de Isbaal fue enterrada en la tumba de Abner, en Hebrón.
Fue asesinado por dos de los capitanes de su ejército, Recab y Baana, quienes esperaban una recompensa por parte de David; este, sin embargo, mandó a ajusticiarlos. La cabeza de Isbaal fue enterrada en la tumba de Abner, en Hebrón.
Ishbaal ben Beda
Según un informe de la Autoridad de Antigüedades de Israel, el nombre "Ishbaal Ben Beda" aparece en una inscripción del siglo X a. C. encontrada en Khirbet Qeiyafa.
II Dinastía (Casa de David) (Jerusalen)
David
David (hebreo: דָּוִד, «el amado» o «el elegido de Dios»; c. 1040-966 a. C.) fue un rey israelita, sucesor de Saúl y segundo monarca legítimo del Reino de Israel (Isboset, hijo de Saúl, fue proclamado por el ejército y gobernó dos años en el norte hasta su asesinato- Ver 2 Samuel 2:8), que logró unificar su territorio e incluso expandirlo, hasta comprender las ciudades de Jerusalén y Samaria, Petra, Zabah y Damasco. La historia de David figura en la Biblia, en los Libros del profeta Samuel y en el Libro de los Salmos. David fue uno de los grandes gobernantes de Israel y padre de otro de ellos, Salomón. Es venerado como rey y profeta en el judaísmo, el cristianismo y el islam.
Percepción histórica
David es considerado como un rey justo, valiente, apasionado; guerrero, músico y poeta, pero un rey, también, no exento de pecados. Según la Biblia, él fue elegido por Dios en persona para gobernar Israel. Se le atribuye la autoría de gran parte del Libro de los Salmos. Aparentemente vivió entre los años 1040 y 966 a. C., reinó en Judá entre el 1010 y 1006 a. C. y sobre el reino unido de Israel entre el año 1006 y el 966 a. C..
Los Libros de Samuel son la crónica principal de su vida y su reinado, continuando con sus descendientes en el Libro de los Reyes. Se han preservado pocas referencias arqueológicas, pero la estela de Tel Dan y la estela de Mesha podrían determinar la existencia, a mediados del siglo IX a. C., de una dinastía real hebrea llamada «Casa de David». Además de existir otras referencias en este grabado sobre la descendencia del rey David. Así también, la costumbre de dejar genealogías en las familias hebreas lo hace aparecer en varias de ellas en la misma Biblia.
La vida de David es importante para el judaísmo y el cristianismo . Su biografía se basa casi exclusivamente en los libros de Samuel, donde se lo describe además como «rubio, de hermosos ojos, prudente y muy bella presencia».
Orígenes
David perteneció a la familia de Isaí, de la tribu de Judá. Según 1 Samuel 16:11 y 17:12, era el menor de los ocho hijos de Isaí y, como era costumbre en esos tiempos, el menor era el más postergado y al que se le daban las tareas pastoriles. Tres de sus hermanos mayores fueron soldados del rey Saúl. Samuel, el profeta, viajó hasta Belén, por mandato de Dios, para buscar al nuevo «ungido». Los candidatos -dijo Dios- debían ser de la familia de Isaí.
El rey Saúl había pecado al desobedecer a Dios durante la batalla de Michmash, donde debía destruir a todos los enemigos amalecitas y no lo hizo. Por ello, Dios decidió retirarle su bendición y envió al profeta Samuel en busca de un nuevo «ungido», de un nuevo rey para Israel. Su destino era Belén, donde vivía Jesé, un pastor con sus hijos. Uno de ellos era el elegido y Samuel, como profeta, debía saber cual. Para evitar un castigo del rey Saúl, el profeta se excusó alegando que viajaba para realizar un sacrificio. Una vez en casa de Jesé, el profeta conoció a siete de sus ocho hijos, pero ninguno fue el ungido. Cuando preguntó si faltaba alguno, Jesé llamó al más pequeño: David, y cuando el profeta lo vio, supo que era él. Allí, delante de su padre y hermanos mayores, le ungió como futuro rey de Israel. Era además David, un varón prudente y de buen parecer, rubio y de buen semblante.
David, al servicio del rey Saúl (1 Samuel 16:14-23)
David, con la gracia de Dios, fue nombrado músico a cargo del arpa y paje de armas. Estas tareas las compaginaba con su trabajo como pastor. Tan bueno era tocando el arpa, que escuchando la melodía, Saúl se relajaba. El rey Saúl le concedió su buena disposición.
David vence a Goliat, por Gustave Dore
David y Goliat
Israel, bajo las órdenes del rey Saúl, estaba en guerra con los filisteos. Un gigante llamado Goliat de Gat, de seis codos y un palmo de estatura y miembro de las tropas de choque filisteas (1 Samuel 17:4), desafió al ejército israelita durante cuarenta días, proponiendo que escogieran a su mejor hombre para hacerle frente. En palabras de Goliat, si él resultaba derrotado y muerto por el israelita, los filisteos serían esclavos de Israel, pero si él vencía y mataba al escogido de Israel, los israelitas serían esclavos de los filisteos (1 Samuel 17:8-9). Los hebreos temían en gran manera a Goliat y se escabullían del reto.
David, cuyo padre le había pedido que viajara al campamento para saber cómo estaban sus hermanos mayores y llevarles algo de comida, escuchó el desafío del gigante (1 Sam 17:23). Según la Biblia, la condición de pastor llevó a David a estar preocupado por defender a sus rebaños de los ataques de fieras salvajes y, utilizando su talento, se servía del cayado y una honda. Con ello se presentó ante el rey Saúl y se propuso para luchar contra el gigante. Con la anuencia de Saúl, David se vistió con la armadura del rey, pero al no estar acostumbrado a utilizarla, se deshizo de ella y se dirigió al campo de batalla solo con su honda. Por el camino recogió cinco piedras lisas en un arroyo y se plantó delante del gigante Goliat. Éste se burló de él y tuvo en menos al más joven de los hijos de Jesé que se presentaba para tener un combate singular con él. Pero David proclamó: Toda la Tierra sabrá que hay Dios en Israel. Y toda esta asamblea sabrá que no por la espada ni por la lanza salva Yahveh, porque de Yahveh es el combate y os entrega en nuestras manos.
David (1 Samuel 17:46-47)
Y con su honda de boleo, David le incrustó una piedra en la frente a Goliat y, cuando cayó, aprovechó para cortarle la cabeza con la espada del propio filisteo. La Biblia de Jerusalén señala que se ha comparado este combate singular con los combates individuales de la Ilíada. En alusión a este combate, la expresión «honda de David» simboliza que no existe enemigo desdeñable por pequeño que sea, si el acierto le acompaña. David vencedor de Goliat constituye además un símbolo del valor que tienen el tesón y la voluntad férrea desarrolladas frente a un enemigo en apariencia muy superior.
David, el fugitivo
Después de vencer al gigante, David consiguió la confianza de los criados y del pueblo, se ganó la amistad de Jonatán y el amor de Mical quien fue su primera esposa y ambos eran hijos de Saúl. Y, precisamente eso, produjo los celos del rey Saúl, que ordenó capturarle. David tuvo que huir al desierto con un escuadrón de 200 guerreros leales y se convirtió en el paladín de los oprimidos. Allí aceptó la protección del rey filisteo Aquis de Gat, enemigo de Israel, y situó a su familia y los suyos en la ciudad filistea de Siclag. Cuando Aquis se fue a la guerra contra el rey Saúl, David no pudo acompañarle porque los otros nobles no confiaban en él.
David, rey de Judá
Esta batalla, que tuvo lugar en Gilboá, acabó con la vida del rey Saúl y de su hijo Jonatán, amigo de David. La Casa de Saúl estaba prácticamente anulada y David se dirigió a la ciudad de Hebrón para ser nombrado rey de Judá. Pero los norteños no estaban de acuerdo con tal decisión y buscaron a un descendiente lejano del difunto rey para nombrarle como sucesor. El escogido fue Isboset, al que nombraron rey. Éste intentó ganarse la confianza del reino, pero dos caudillos seguidores de David decidieron asesinarle en su propia casa. Cuando se presentaron ante el rey David esperaban una recompensa, pero se encontraron con la muerte. David no estuvo de acuerdo con la muerte de su enemigo y decidió ejecutarles por asesinato.
En Hebrón, el rey David no conseguía la confianza de los norteños y decidió que, para unir a las doce tribus israelitas, debía buscar una ciudad neutral donde gobernar. Sin embargo, con la muerte del hijo del difunto rey Saúl, los ancianos de Israel se acercaron a Hebrón manifestando lealtad a David, que por entonces tenía 30 años.
David, rey de Israel
Esa ciudad neutral fue Jebús, que por entonces no estaba en manos de la gente de Judá ni en manos de los israelitas del norte, sino ocupada por los jebuseos. Una vez reconocido por los líderes de todas las tribus, David conquistó la fortaleza de Jebús y la hizo su capital. Una ciudad que pasó a ser conocida como la Ciudad de David y, posteriormente, Jerusalén.
Hueso y carne tuya somos. Líderes de las doce tribus israelíes al rey David (2 Sam 5:1-3)
Jerusalén como capital
El rey David era el líder de una teocracia que pretendía instalar «el reino de Dios en la Tierra». Por su parte, el rey Hiram de Tiro envió mensajeros a la capital y comenzó a suministrarle a David, madera de cedro, carpinteros y albañiles para que pudiera construirse la casa de David. Este quería construir un templo para Yahvé, pero el profeta Natan le dijo, por orden de Dios, que el templo debía esperar una generación, pues se habían cometido muchos crímenes. Sin embargo, Dios hizo un pacto con el rey David: la Casa de David nunca se extinguiría.
Tu trono será establecido para siempre. Yahvé al rey David
David conquistó Soba, Aram (la actual Siria), Edom y Moab (la actual Jordania), así como las tierras de los filisteos y de otros territorios. En muchos casos exterminó a gran parte de sus habitantes cananeos.
David y Betsabé
Durante el sitio de Rabbah, el rey David decidió no ir a la batalla y quedarse en Jerusalén. Después de una siesta y desde la terraza, el rey observó que, en una casa vecina, una hermosa mujer estaba bañándose. David quedó prendado de ella y quiso saber quién era: Betsabé, la mujer de un soldado hitita principal llamado Urías que estaba luchando en el sitio de Rabbah. Pero ni eso paró al rey.
La dejó embarazada mientras su marido luchaba en el sitio y el adulterio de la mujer, en Israel, era penalizado con la muerte. Con tal de evitar esto, David pidió a su marido que volviera del sitio y hacerle creer que él mismo había embarazado a su mujer. Pero, no lo consiguió. Urías se negó a quedarse en casa, con su mujer, mientras sus compañeros luchaban en la batalla.
El rey David, preocupado por perder a la mujer de la que estaba enamorado, decidió cambiar su estrategia. Pidió al comandante del sitio que situara al esposo en el lugar más difícil de la batalla, con la intención de que muriera en combate. Así, nadie sospecharía del adulterio y el rey podría seguir con Betsabé. Urías murió en combate y David se casó con ella y llegó a ser su esposa preferida y ella llegó a amarle con devoción.
El profeta le advirtió que Dios le quitaría la tranquilidad y que le enviaría zozobras continuas, que su reinado sería agitado, lleno de disturbios civiles violentos e intrigas. Y también le advirtió que él no moriría por haber dejado embarazada a una mujer casada y haber ordenado la muerte de su marido, pero que sí lo haría el hijo que iba a nacer. Su hijo vivió siete días, durante los cuales el rey ayunó. Pero cuando murió, el rey se vistió y volvió a comer. Sus sirvientes le preguntaron por qué se lamentó cuando su hijo todavía estaba vivo, pero no cuando ya había muerto.
Mientras el niño aún vivía, yo ayunaba y lloraba. Pensaba que tal vez el Señor tendría compasión de mí y que el niño pudiera vivir. Pero ahora que ha muerto, ¿por qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, pero él no volverá a mí. Rey David, a sus siervos
La rebelión de Absalón
Tal como lo había profetizado Natan, los errores del rey fueron la causa de diversos trastornos y zozobras a la llamada Casa de David. Uno de sus hijos, Absalón, se rebeló contra su padre y llegaron a luchar por el derecho al trono. Un día, Absalón quedó atrapado por su cabello en las ramas de un roble y Joab, el comandante de tropas de David, le clavó tres flechas y lo mató (2 Samuel 18:14). Así, toda una facción festejaba esa muerte como una victoria, pero, cuando la noticia de la victoria fue llevada al rey David, éste no se alegró:
¡Oh hijo mío, Absalón, hijo mío, hijo mío, Absalón! Me habría muerto en lugar de ti, Absalón, hijo mío, mi hijo!. Rey David al saber la muerte de su hijo y rival.
Todo ese tiempo de conflictos deterioraron la imagen de David y su espíritu. Los sinsabores continuarían, pues su hijo Adonías también pretendía reinar. Ambicionó el trono de su padre, que ya había perdido gran parte de su anterior prestigio.
Recta final
El rey David, ya anciano, estaba postrado en la cama y su hijo Adonías aprovechó este hecho para proclamarse rey. Betsabé y el profeta Natan, conociendo la actitud hostil del joven, pidieron a David que nombrara como heredero a otro de sus hijos. Concretamente a Salomón. Éste había sido elegido por Dios y este acuerdo entre David y su mujer preferida sólo concretaba los designios divinos.
No derramar sangre [...] No buscar revanchas y seguir los preceptos del Señor. Consejo del rey David a su hijo y heredero al trono Salomón.
También le prometió continuar la línea hereditaria en el trono de Judá por siempre. David murió aproximadamente a los 70 años y fue enterrado en la Ciudad de David, futura Jerusalén. Gobernó cuarenta años sobre Israel, siete en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén.
David en las religiones abrahámicas
Judaísmo
En el Judaísmo, el reinado de David representa la formación de un Estado Judío coherente, con su capital política y religiosa en Jerusalén y la institución de un linaje real que culminará en la Era mesiánica. La supuesta descendencia de David como hijo de una conversa (Ruth) es tomado como prueba de la importancia de los conversos dentro del judaísmo. El hecho de que Dios no le haya permitido construir un templo perpetuo es tomado como prueba del imperativo de paz en asuntos de estado. David es también visto como una figura trágica; su inexcusable toma de Betsabé, y la pérdida de su hijo son vistas como tragedias centrales en el judaísmo.
Nota del Libro de Rut: Booz se casó con Rut y fueron padres de Obed, que fue padre de Isaí e Isaí fue padre de David. Por lo que Rut sería la bisabuela del Rey David.
Cristianismo
En el cristianismo, David tiene importancia como el ancestro del Mesías. Muchas profecías del Antiguo Testamento indicaban que el Mesías descendería de la línea de David; los Evangelios de Mateo y Lucas trazan el linaje de Jesús hasta David para completar este requerimiento. David es una figura simbólica del creyente cristiano. Los salmos que escribió muestran a un hombre que depende de Dios, tanto en los momentos de adversidad, como en los de gloria y de arrepentimiento.
David es conmemorado en la Iglesia católica el 29 de diciembre. En la Iglesia ortodoxa, él es celebrado en el segundo domingo de diciembre antes de Navidad, junto a los demás ancestros de Cristo; y también en el domingo después de Navidad, junto a José de Nazaret y Santiago el Justo.
Islam
En el Corán, David es conocido como Dawud (داود), y es considerado uno de los profetas del islam, para quien fueron revelados por Alah los Salmos de «Zabur». Como en el judaísmo, se cuenta que David mató a Goliat (Jalut) lanzándole una piedra. La creencia general dice que durante su reinado se pusieron los cimientos de la Cúpula de la Roca. Los Musulmanes rechazan la descripción bíblica de David como un adúltero y un asesino, debido a la creencia islámica en la infalibilidad y superioridad moral de los profetas.
Historia de David
Evidencia arqueológica
Estela de Tel Dan.
Una inscripción encontrada en Tel Dan de c. 850-835 a. C. contiene la frase "de David" (ביתדוד). "Si la lectura de בית דוד [Casa de David] en la estela de Tel Dan es correcta... entonces tenemos evidencia sólida de que en el siglo IX antes de Cristo el rey arameo era considerado el fundador de la dinastía de Judea como alguien llamado דוד" [David].,
Estela de Mesa de Moab
La Estela de Mesa de Moab, que data de aproximadamente el mismo período, también puede contener el nombre de David, aunque la lectura es incierta. Kenneth Kitchen ha propuesto que la inscripción de C. 945 a. C. en la que faraón egipcio Sheshonq I habla de "las tierras altas de David", pero esta no ha sido ampliamente aceptada.
La interpretación de la evidencia arqueológica sobre el alcance y la naturaleza de Judá y Jerusalén en el siglo X antes de Cristo es un tema de intenso debate. Israel Finkelstein y Zeev Herzog, de la Universidad de Tel Aviv, piensan que el registro arqueológico no apoya la opinión de que Israel en ese momento era un estado importante, sino más bien un pequeño reino tribal. Finkelstein dice en su documental La Biblia desenterrada (2001): "Sobre la base de los estudios arqueológicos, Judá se mantuvo relativamente vacía de población permanente, muy aislados y marginados hasta después de la hora prevista para David y Salomón, sin grandes centros urbanos y sin jerarquía pronunciada de caseríos, aldeas y ciudades. De acuerdo con Zeev Herzog "la monarquía unida de David y Salomón, que es descrita por la Biblia como un poder regional, era a lo sumo un pequeño reino tribal ". Por otra parte William Dever, en su ¿Qué hicieron los escritores bíblicos y que sabían? sostiene que la evidencia arqueológica y antropológica apoya el relato bíblico de un Estado de Judea en el siglo X antes de Cristo.
Restos de la Edad de Bronce y la Edad de Hierro de la Ciudad de David, se han investigado extensamente en los años 1970 y 1980, bajo la dirección de Yigael Shiloh de la Universidad Hebrea, pero no se han descubierto pruebas significativas de su ocupación durante el siglo X a. C. En el año 2005 Eilat Mazar encontró una estructura de grandes piedras que, según ella, se correspondería con el palacio de David, pero el lugar está contaminado y hasta la fecha ha sido imposible determinarlo con precisión. En el resto del territorio de Judá y del Israel bíblicos, no existen inscripciones reales del siglo X antes de Cristo, ni evidencia de una burocracia real (el equivalente del sello LMLK) ni inscripciones que aporten pruebas al respecto. Investigaciones acerca de la localización y cambios en los patrones de asentamiento de población han demostrado que entre los siglos XVI y VIII a. C., período que incluye los reinos bíblicos de David y Salomón, la población de la región montañosa de Judá no eran más que unas 5.000 personas, la mayoría de ellos pastores seminómadas, con la zona urbanizada entera constando de una veintena de pequeños pueblos.
Arqueología bíblica
Evidencia bíblica
La evidencia bíblica de David proviene de I Samuel, II Samuel, y del libro de las Crónicas (también dos libros en la tradición cristiana) -aunque casi la mitad de los salmos llevan por título «Salmo de David", estas adiciones son posteriores, ya que ningún salmo se puede atribuir a David con certeza debido a la falta de evidencia arqueológica-, sin embargo, solo Samuel vuelve a contar desde un punto de vista teológico diferente, y contiene poca, si no toda la información disponible allí, y la evidencia bíblica de David, por tanto, depende casi exclusivamente en el material contenido en los capítulos desde I Samuel 16 a I Reyes 2.
La cuestión de la historicidad de David se convierte así en la cuestión de la fecha, la integridad del texto, la autoría y la fiabilidad del 1 y 2 Samuel. Desde que Martin North formuló su análisis de la tradición deuteronómica eruditos bíblicos han aceptado que estos dos libros forman parte de una historia continua de Israel, compilados no antes de finales del siglo VII a. C., aunque con la incorporación de obras anteriores y fragmentos. Los textos de Samuel sobre David "parecen haber sido objeto de dos actos separados de revisión editorial". Los escritores originales muestran un sesgo en contra de Saúl, y en favor de David y Salomón. Muchos años después, los Deuteronomistas editaron el material de manera adecuada a sus creencias religiosas y mensaje, con la inserción de los informes y las anécdotas que reforzaban la doctrina monoteísta. Se estima que algún material en I y II Samuel, en especial lo tocante a las listas de los funcionarios, sea muy antiguo, posiblemente incluso date de la misma época de David o Salomón. Estos documentos estuvieron probablemente en manos de los Deuteronomistas cuando se comenzó a compilar el material.
Más allá de esto, toda la gama de posibles interpretaciones está disponible; John Bright, en su "History of Israel" toma los textos de Samuel por su valor nominal, mientras que eruditos como Thomas L. Thompson rechazan la historicidad de los textos bíblicos. El profesor Baruch Halpern ha representado a David como un vasallo de toda la vida de Aquis, el rey filisteo de Gat, Israel Finkelstein y Neil Asher Silberman han identificado como la sección más antigua y más fiable de Samuel aquellos capítulos que describen a David como el líder carismático de una banda de forajidos que captura Jerusalén y la hace su capital. Steven McKenzie, profesor asociado de la Biblia Hebrea del Rhodes College, de Memphis, Tennessee, y autor de "King David: A Biography", afirma su creencia de que David realmente provenía de una familia acomodada, fue "ambicioso y despiadado", y un tirano que asesinó a sus oponentes, incluyendo a sus propios hijos.
Legado
La exultante vida y los hechos de David son objeto de estudios por parte de religiosos de todos los credos monoteístas.
Genealogía
Según Ruth 4:18-22, David es el descendiente de la décima generación de Judá, el cuarto hijo del patriarca Jacob (Israel). La línea genealógica es la siguiente: Judá → Fares → Hezrón → Ram → Aminadab → Naasón → Salmon → Booz (el marido de Ruth) → Obed → Isaí → David.
El Nuevo Testamento describe en la genealogía de Jesús a David y Adán, con tres bloques de catorce "generaciones" de cada ser igualmente esquemático. En el mundo antiguo, cada letra del alfabeto tenía un valor numérico, el valor para el nombre de "David" es de catorce años: de las catorce "generaciones", lo que subraya la ascendencia davídica de Cristo y de su identidad como el Mesías esperado.
Familia de David
"Y David y toda la Casa de Israel tocaban [...] sistros y címbalos de dedo (Tanaj, 2 Samuel 6:5). David nació en Belén, en el territorio de la Tribu de Judá. Su padre se llamaba Isai. Su madre no se nombra en la Biblia, pero el Talmud la identifica como Nitzevet, hija de Adael. David tenía siete hermanos y era el menor de todos ellos. Tenía ocho esposas: Michal, la segunda hija de rey Saúl, Ahinoam de Jezreel, Abigaíl, la carmelita, antes esposa del malvado Nabal, Maachâ, hija de Talmai, rey de Gesur, Haggith, Abital, Egla y Betsabé, anteriormente la esposa de Urías el hitita.
El Libro de las Crónicas proporciona la lista de los hijos que David tuvo con sus varias esposas y concubinas. En Hebrón, tuvo seis hijos (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «1 Crónicas 3, 1-3». Biblia; traducción Reina-Valera: Amnón, mediante Ahinoam; Daniel, por Abigail; Absalón, por Maachâ; Adonías, por Haguit; Sefatías, por Abital e Itream, por Egla. Con su esposa Betsabé, sus hijos fueron: Samúa, Sobab, Nathan y Salomón. Sus hijos nacidos en Jerusalén por otras madres incluyen: Ibhar, Elisúa, Elifelet, Noga, Nefeg, Jafía, Elisama y Eliada (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «2 Samuel 5, 14-16». Biblia; traducción Reina-Valera. Según Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «2 Crónicas 11:18». Biblia; traducción Reina-Valera, Jerimot, que no se menciona en ninguno de las genealogías, se menciona como otro de los hijos de David. Según Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «2 Samuel 9:11». Biblia; traducción Reina-Valera, David adoptó a Mefiboset, el hijo de Jonathan, su cuñado y su mejor amigo.
David también tenía al menos una hija, Tamar hija de Maachâ, que fue violada por Amnón, su medio hermano. Su violación conduce a la muerte de Amnón (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «2 Samuel 13:1-29». Biblia; traducción Reina-Valera. Absalón, hermano de Tamar de la misma madre, espera dos años, y después venga a su hermana enviando a sus criados para matar a Amnón en una fiesta que había preparado para todos los hijos del rey. «2 Samuel 13».
Descendientes de David
Los siguientes son algunos de los nombres más notables que se han atribuido como parte de la descendencia de David:
Jesús de Nazaret (Yeshua , de Natzrat, c. 7-4 a.C. - c. 26-36 d.C.).
Maimonides (Rabbi Moshe ben Maimón, RaMbaM, c. 1135-1204)
La familia Abravanel.
Rabbi Judah Loew, Maharal de Praga.
El Baal Shem Tov
Najman de Breslav (Rebbe Najmán de Breslov).
Eliezer Silver
Rabbi Menachem Mendel Lewin Schneerson
Haile Selassie I de Etiopía.
La Casa Real de Georgia.
Salomón
El texto bíblico se refiere a Salomón como el tercer y último monarca del reino unido de Israel (es decir, antes de la separación del territorio israelita en los reinos de Judá e Israel). Hijo del rey David, Salomón logró reinar sobre un extenso territorio durante casi cuatro décadas, posiblemente entre los años 965 y 928 a.C. Durante el reinado de Salomón se construyó el primer Templo de Jerusalén y a él se le atribuye la autoría de los textos bíblicos titulados Libro de Eclesiastés, Libro de los Proverbios y Cantar de los Cantares. En el Tanaj y la Biblia hebrea se lo conoce también como Jedidías.
En los textos mencionados se dice del rey Salomón que:
-Heredó un considerable imperio conquistado por su padre el rey David, que se extendía desde el Valle Torrencial en la frontera con Egipto, hasta el río Éufrates, en Mesopotamia.
-Tenía una gran riqueza y sabiduría.
-Administró su reino a través de un sistema de 12 distritos.
-Poseyó un gran harén, el cual incluía a «la hija del faraón».
-Honró a otros dioses en su vejez.
-Consagró su reinado a grandes proyectos de construcción.
-En el Corán, Salomón es considerado uno de los más importantes profetas. Los musulmanes se refieren generalmente a él con la variante árabe, Sulayman.
Salomón en la Biblia
Salomón fue el segundo de los hijos que tuvieron el rey David y Betsabé. En la Biblia, el profeta Natán informa a David de que Dios ha ordenado la muerte a su primer hijo como castigo por el pecado del rey, quien había enviado a la muerte a Urías, marido de Betsabé, para casarse con su esposa (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «2 Samuel 12, 14». Biblia; traducción Reina-Valera: «Has hecho blasfemar a los enemigos de Dios» (literalmente: ‘has despreciado los preceptos de Dios’). Tras una semana de oración y ayuno, David supo la noticia de la muerte de su hijo y se casó con Betsabé quien quedó embarazada, esta vez de Salomón.
La historia de Salomón se narra en el Primer Libro de los Reyes, 1-11, y en el Segundo Libro de las Crónicas, 1-9. Sucedió a su padre, David, en el trono de Israel hacia el año 970 a. C.. Su padre lo eligió como sucesor a instancias de Betsabé y Natán, aunque tenía hijos de más edad habidos con otras mujeres. Fue elevado al trono antes de la muerte de su padre, ya que su medio hermano Adonías se había proclamado rey.
Adonías fue más tarde ejecutado por orden de Salomón, y el sacerdote Abiatar, partidario suyo, fue depuesto de su cargo, en el que fue sustituido por Sadoc. También fue asesinado el general Joab sin respetar el derecho de asilo del templo. Del relato bíblico parece deducirse que a la ascensión de Salomón al poder tuvo lugar una purga en los cuadros dirigentes del reino, que fueron reemplazados por personas leales al nuevo rey.
En la Biblia dice: Yahvé se apareció a Salomón… y le dijo: Pide lo que quisieres que yo te dé. Y Salomón dijo:… Da pues a tu siervo un corazón magnánimo para juzgar a tu pueblo, para discernir entre lo bueno y lo malo [para poder gobernar....]
Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «1 Reyes 3:5-9». Y respondió Dios: lo he hecho conforme a tus palabras: he aquí que te he dado corazón sabio y entendido. «1 Reyes 3, 11,12».
Cabe destacar que dicha sabiduría estaba basada en seguir los mandamientos" [estatutos]: Salomón amó a Yahvé, andando en los estatutos de su padre David «1 Reyes 3, 3».
Él tenía muy claro que "La Ley de Yahvé… hace sabio al ingenuo"
A ese tipo de sabiduría se refería el profeta Baruc: Él [Dios] halló todos los caminos de la sabiduría, y la ha dado a Jacob, su siervo, a Israel, a quien ama. Así apareció en la tierra la sabiduría y ha vivido con los hombres. «Baruc 3, 37-38».
También el apóstol Pablo habla de ella: Hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta,...la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor. «1 Corintios 2, 6-8».
Esa "rectitud" y "justicia" que se difundía en la sociedad al aplicar la Ley de Dios lograba la prosperidad de su reino, alcanzando el mayor esplendor de la monarquía israelita. Mantuvo en general la paz con los reinos vecinos, y fue aliado del rey Hiram I de Tiro, quien lo auxilió en muchas de sus empresas. Emprendió numerosas obras arquitectónicas, entre las que destaca por encima de todas la construcción del Templo de Jerusalén como lugar para la permanencia del arca de la Alianza, aunque destaca también la erección de un fabuloso palacio, la construcción de un terraplén que unía el templo con la ciudad de Jerusalén. En sus construcciones participó un gran número de técnicos extranjeros, como albañiles y broncistas de Tiro o carpinteros de Gebal. Entre todos ellos destaca el arquitecto Hiram, y se importaron lujosos materiales también procedentes de Fenicia. Durante el transcurso de su reinado la monarquía hebrea tuvo su momento de mayor prosperidad y el esplendor de su nación llamó la atención de la reina de Saba. Se hablaba también del llamado Juicio de Salomón. Gobernante y pueblo se regían bajo la Ley de Yahvé. (El pueblo entero lo obedecía). Finalmente... se había establecido el Reino de Dios en la tierra: Salomón...en el trono del reino de Yahvé sobre Israel. «1 Crónicas 28:5». Y se sentó Salomón por rey en el trono de Yahvé en lugar de David su padre, y fue prosperado; y lo obedeció todo Israel. «1 Crónicas 29:23». Después de terminado el templo, en una oración que Salomón le hace a Yahvé le recuerda la promesa hecha a su padre David la cual fue “…no te faltara varón delante de mí, que se siente en el trono de Israel, con tal de que tus hijos guarden mi camino… ”Dios les concedía tranquilidad en sus fronteras. El orden y la alegría primaban.
No obstante, para consolidar el poder político de Israel en la región, contrajo matrimonio con una de las hijas del faraón del Antiguo Egipto Siamón. Salomón se fue rodeando de todos los lujos y fue adquiriendo la grandeza externa de un monarca oriental. Esto hizo, sin embargo, que en la segunda mitad de su reinado cayera en la idolatría, inducido por sus numerosas esposas extranjeras. De acuerdo con de. «1 Reyes 11:3». «tuvo -contrariando la Ley- setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas, y esas mujeres le desviaron el corazón»
La seguridad interna y el control de las vías de comunicación habían facilitado una amplia expansión del comercio hebreo. Se dice en la Biblia que sus naves llegaron hasta Ofir, en algún lugar del Mar Rojo, donde cargaron 14.300 kg de oro. Tanto el rey como el pueblo se dedicaron a comerciar; fueron atrapados por el ansia de riquezas y cayeron en el materialismo. Aquí se dio el punto de inflexión hacia un modo de vida que posteriormente sería causa de reproches por parte de los profetas: “andan descarriados, todos se han pervertido. No hay quien practique el bien, no hay ni uno” En vez de administrar justicia, los propios hebreos… “oprimían a los pobres” “acechaban… a las personas. Sus casas estaban llenas de fraudes; con esos fraudes se han engrandecido y se han hecho ricos…”
En las transacciones, el rey demostraba que ya no era justo. Reavivó el tema de la esclavitud en los infieles. Permitió sacerdotes que en muchos casos eran indignos. Se cubrió de elementos de guerra (carros y caballos). Aquél pecado de Salomón (priorizar la obtención de riquezas por sobre la Ley de Dios) fue la causa de que a su muerte se dividiera el reino de Israel. [La división de Israel era inexorable, pero ocurriría en la generación de su hijo]. Pero aunque cometió este pecado (caer en la vanidad, la soberbia...), se arrepintió y luego escribió el Libro de Eclesiastés para aconsejar a otros a que no siguieran su ejemplo. Allí menciona «vanidad de vanidades, todo es vanidad» y esto se refiere a su vida inicua. Salomón escribe este libro como un testimonio y ejemplo de que las cosas de este mundo no son duraderas. Lo sucedió su hijo Roboam, cuya madre era Naamá, amonita. Pero pronto, la parte norte aparecería como 'rebelde' (10 de las doce tribus de Israel, todas excepto Judá y Benjamín). Así quedaría dividido el reino.
Causas de la división del reino
Durante la primera mitad de su reinado, se regían bajo la Ley de Yahvé (y el pueblo entero lo obedecía). Pero en la segunda mitad de su reinado sus esposas extranjeras le “desviaron el corazón”.
Al poco tiempo abandonó la "rectitud" y "justicia" que lo había caracterizado y todo el reino fue copiando la forma de vida de las naciones vecinas (priorizando las ganancias materiales, es decir, el materialismo. Las construcciones emprendidas por el rey y el boato de su corte exigían enormes contribuciones en dinero y mano de obra, que la parte más próspera del pueblo -también ya imbuido de codicia- no quería aportar.48 Los privilegios concedidos a Judá hicieron crecer el descontento entre las diez tribus del Norte (las más acaudaladas), donde Jeroboam se hizo eco de este descontento y se puso al frente del levantamiento que llevará más tarde a la separación de los reinos de Israel y de Judá.
Datación
Francis Wilford intentó fechar el nacimiento y fallecimiento de Salomón, pero estuvo equivocado en su datación.
Salomón en el imaginario colectivo
En la tradición de la Iglesia ortodoxa etíope, se señala que Salomón tuvo un hijo con la reina de Saba, llamado Menelik I, quien sería futuro rey de Etiopía, y de quien la tradición dice que sacó el Arca de la Alianza de Israel, llevándosela a su reino: el libro Kebra Nagast relata esta historia.
En Las mil y una noches, varios cuentos árabes lo señalan como un poderoso rey, el cual poseía cualidades de hechicería que le permitieron consolidar un imperio y encarcelar a los numerosos demonios del desierto (ifrit). A los ifrit (genios), los encerró en vasijas de barro selladas con el nombre de Dios, por negarse estos a seguir los mandatos del Altísimo y someterse a los hombres. En el relato es llamado Sulaymán, hijo de Daud (David).
La presencia del monarca más sabio y justo de la historia no se limita a la Biblia, la Torá y el Corán, ya que también es nombrado en la Leyenda Áurea, un influyente libro medieval que contiene historias, mitos y leyendas de santos, cuando narra la leyenda de la Vera Cruz. Su sello, el hexagrama, también conocido como "La Estrella de David", es la piedra angular del judaísmo, símbolo del «Hagia Sophia» (Sabiduría Divina) que reinó durante cuarenta años en Israel y ha pasado a simbolizar la unión de la conciencia y el inconsciente. Relacionando el triángulo con el vértice hacia arriba con la conciencia, la sabiduría, lo divino; mientras que el triángulo invertido se vincula al mundo del inconsciente, a las tinieblas, la oscuridad y lo negativo.
También se relacionan con él "las minas del rey Salomón", o dentro del esoterismo medieval "el anillo de Salomón", que le fue otorgado por el Arcángel Gabriel y que el poder mágico del célebre y sabio rey hebreo radicaba en su anillo, ya que gracias a él, Salomón consiguió dominar el mundo de los espíritus y pudo llevar a cabo la gran empresa de construir el templo de Jerusalén. Esta tradición tardía decía Que conocía el lenguaje de los animales y que su padre: el rey David, le enseñó el lenguaje de los pájaros, o también llamado el idioma natural. Que su curiosidad era tal que adquirió conocimientos sobre cristales, piedras, la transmutación de los metales, los misterios de la alquimia, el mundo vegetal y la vida eterna; además tenía el don de hacer milagros, escribiendo cientos de libros al respecto, destacando el desaparecido "Manuscrito secreto de Salomón", que contiene hechizos, invocaciones, fórmulas, talismanes, que actualmente es el texto más buscado por los estudiosos de las artes esotéricas.
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todo es mui sierto dios es grande y su reyno vivira...
ResponderBorrarbien dicho amo a DIOS y terngo la facilidad de ir a el LEYENDO LA BIBLIA y uniendome a una iglesia cristiana...^^
BorrarQue bendicion leerte ke estas congregandote en una iglesia, es lo mejor , no existe un discipulo de JEUS sin iglesia.
BorrarLes pediria que pongan su nombres o perfil social o si tienen alguna pagina, la forma de hacerlo es aca abajo donde dice:
COMENTAR o RESPONDER COMO: ahi despliegas la pestaña y ves, si tienes correo Hotmail o Google,o si tienes facebook, puedes poner donde dice Nombre/URL y le das en Continuar o si estas registrado en otra pagina, pones la direccion y listo. GRACIAS y que el señor JESUCRISTO los proteja.
hola, si asi es, Dios es maravilloso cada dia ,siempre es fiel y el sabe todo, consultemos siempre su voluntad y nos ira bien, cada dia es nueva su misericordia y bienvenido a esta pagina ,que el señor jesucristo te guie, saludos soldado de cristo.
ResponderBorrarHAHAHA ESTE ES EL LUGAR DONDE CRISTO LLORA Y EL DIABLO TIENE MIEDO...
ResponderBorrarque habras querido decir con ese comentario, amigo quien quiera que seas, lo cierto es que a jesucristo nadie lo tiene y su palabra sigue firme por los siglos de los siglos...
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