Apologetica-Teologia-Ciencias Biblicas

Filipenses 1:27 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio,

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martes, 27 de diciembre de 2011

El Apocalipsis VIII: Las Siete Trompetas

Los ángeles trompeteros de la Capilla Sixtina

Escena 3: Las siete trompetas y los dos testigos


El séptimo sello y las siete trompetas (8:1)
El ángel fuerte y el librito (10:1)
Los dos testigos (11:1)
La séptima trompeta, el tercer ay (11:15)

18. El séptimo sello y las siete trompetas (8:1)

(Ap. 8:1) Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.

{2} Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas. {3} Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. {4} Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. {5} Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto. {6} Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.

18.1 Introducción
Los siete sellos resumen la historia humana desde el punto de vista del cielo y la iglesia. Hay guerra, hambre y pestilencia en general, y sobre la iglesia en particular hay persecución. Luego vendrá el fin. Esto tal vez explique el silencio del séptimo sello. Lo que se describe es similar a las señales del fin de la era como las describe Jesús en Mateo 24. Las siete trompetas, sin embargo, siguen a continuación de la persecución
de los sellados y son las advertencias de Dios a los incrédulos. No afectan la seguridad espiritual eterna del creyente, que es la razón por la que son sellados primero, aunque puedan afectarlo físicamente. Las siete trompetas son la respuesta de Dios a las oraciones de su pueblo, como lo muestra la primera sección (8:1-5). Varios autores señalan que en Levítico 26 a Israel se le advierte que sus calamidades serían multiplicadas siete veces si no escuchan la voz de Dios y continúan en su apostasía. Beasley-Murray señala que, al juntar esto con los siete sellos, trompetas y copas, todo se va intensificando hasta la llegada de Cristo en un clímax sobrecogedor. Debemos notar que la voz de Jesús sonaba como una trompeta (1:10).

Las trompetas siguen el patrón de las plagas de Egipto. La plaga de la sangre en el Nilo, sin embargo, está partida en dos; una parte afecta al mar y la otra las aguas que se beben (ríos y manantiales), y este es un buen ejemplo del "Renacimiento de Imágenes" de Farrar. Usando el Éxodo como nuestro modelo, cuando estos tres desastres aflijan al mundo será una señal para los santos de que pronto serán librados de sus perseguidores. Los efectos de las trompetas son mundiales porque la persecución del pueblo de Dios es mundial (Beasley-Murray). La palabra de Dios a Faraón a través de Moisés fue "Deja ir a mi pueblo, para que me sirva" (Éxodo 8:1). Faraón se resistió y trajo como resultado las plagas. Las trompetas vienen al mundo por su resistencia a dejar que el pueblo de Dios lo adore a Él (persiguiéndolo) y por su resistencia a adorarlo a Dios ellos mismos; ellos prefieren la idolatría en cambio (9:20). Las trompetas, así como los sellos, forman un grupo de cuatro, de dos y de uno. Las últimas tres trompetas que afectan a la humanidad directamente también son llamadas los tres ayes; claramente se busca una intensificación en la severidad. Las cuatro primeras trompetas traen desastres sobre el mundo (se quema la vegetación, el mar, los ríos y los manantiales, es decir el medio ambiente del hombre) y el universo (el sol, la luna, las estrellas).

La quinta y sexta trompeta afectan a la humanidad directamente; las langostas demoníacas atormentan a la humanidad y los doscientos millones de jinetes matan un tercio de la humanidad. La declaración después de la sexta trompeta de que la humanidad no se ha arrepentido indica que el propósito de estos juicios es traer a la humanidad al arrepentimiento. A pesar de estos desastres la humanidad se rehúsa a arrepentirse y de ahí viene el testimonio de la iglesia que aparece en el interludio entre la sexta y la séptima trompeta. Cuando han finalizado su testimonio, la séptima trompeta anuncia el fin del mundo y el reino del mundo se convierte en el reino de Cristo, y viene el día del juicio. Las trompetas son advertencias porque sólo afectan a un tercio de la humanidad. Las siete copas que ocurren más adelante en Apocalipsis son similares y complementarias a las siete trompetas, excepto que son los derramamientos finales de ira y afectan a toda la humanidad que, una vez más, se rehúsa a arrepentirse.

El tema principal es cómo interpretar las siete trompetas. Para el literalista deben ser algún evento futuro, porque claramente no han ocurrido aún. Mounce los considera como escatológicos. Beasley-Murray considera que los sellos, las trompetas y las copas son paralelas y que describen un solo período corto en la historia, es decir el tiempo del fin que precede la venida del reino de Cristo. Hendriksen los considera como desastres y aflicciones de los hombres a lo largo de las edades. Caird comenta que Juan asemeja los desastres de su propio tiempo a las plagas de Egipto. Wilcock argumenta que las trompetas son paralelas a los sellos, mostrando lo que ocurre a lo largo de la historia hasta la Segunda Venida, con referencia especial al sufrimiento de la iglesia. Las trompetas cubren el mismo período, pero son advertencias al mundo. Lenski considera que los sellos son hechos por el hombre, en tanto que las trompetas son milagrosas. Walvoord, al igual que Ladd, arguye que las trompetas no recapitulan los siete sellos sino que las siete trompetas son el séptimo sello, y que el resto del libro está contenido en el séptimo sello, y que las siete copas están contenidas en la séptima trompeta. Esto parece razonable, porque después del sexto sello encontramos a los 144.000 que son sellados en preparación para las siete trompetas.

Luego viene la visión de la gran multitud y luego el séptimo sello, luego del cual siguen las siete trompetas. Sin embargo, esto pone todo después del sexto sello, lo que tiene toda la apariencia de la Segunda Venida de Cristo. Por cierto, la Segunda Venida aparece vez tras vez a lo largo del libro. También el ángel fuerte anuncia que "en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará" (10:7) y apenas hay tiempo para que ocurran los siete sellos dentro de la séptima trompeta. Dado que los dos testigos, que aparecen después de la sexta trompeta, profetizan a lo largo de la era de la iglesia, y la iglesia es cuidada durante el mismo tiempo, y la bestia tiene autoridad durante el mismo tiempo, las trompetas deben sonar a lo largo de la era del evangelio.

Dios siempre está llamando a los hombres al arrepentimiento a lo largo de la historia, y los desastres naturales son sólo un medio de hacer esto. Dios sacude a las naciones para despertar a los hombres de su auto-suficiencia y complacencia. Sin embargo, uno esperaría que los desastres se vuelvan más frecuentes e intensos a medida que se intensifican los dolores de parto de la venida de Cristo. Jesús claramente predice un tiempo de gran aflicción antes del fin, cuando Él venga. Anteriormente, en Mateo 24:8 y Marcos 13:8 Él usa la expresión "principio de dolores (de parto)" cuando habla de falsos profetas, guerras, hambres y terremotos. Esto indica que se volverán más intensos y más frecuentes a medida que Su venida se acerca más y más. En tanto que la opresión demoníaca ha estado con nosotros por miles de años, al final puede esperarse una acometida masiva de parte del enemigo, como lo indica la quinta trompeta, al darse cuenta Satanás que su tiempo está llegando al fin. Así como la bestia puede ser visto como el anticristo pero que también representa los regímenes tiránicos a lo largo de las edades, las siete trompetas pueden ser vistas en términos puramente escatológicos pero también pueden ser vistos como desastres enviados por Dios a lo largo de la historia llamando a los hombres al arrepentimiento. Sin embargo, la sexta trompeta no parece puramente escatológica y más probablemente se refiere a la última gran batalla justo antes de la Segunda Venida. Si uno compara el sexto sello, la sexta trompeta y la sexta copa, todos se refieren a la última batalla, la Segunda Venida o a ambos. Al interpretar las siete trompetas es importantes recordarnos que Juan está escribiendo en el estilo apocalíptico al cual no estamos acostumbrados.

Para aquellos que dicen que es absurdo que las aguas se conviertan en sangre, como en la segunda trompeta, tenemos que contestarles que ocurrió una vez cuando Moisés convirtió al Nilo en sangre. Las primeras cuatro trompetas afectan el medio ambiente del hombre y podrían referirse, por lo tanto, a desastres naturales, y la sangre simbolizaría la muerte. Recuerde que sólo un tercio del mar se volvió sangre, lo que sería extraño si se tomara en forma literal. El simbolismo de estos eventos se observa en la ocurrencia de la frase "la tercera parte" para la destrucción que involucra cada una de las primeras cuatro trompetas. En la cuarta trompeta el simbolismo es extremo en el sentido que un tercio del sol, la luna y las estrellas son afectados de tal forma que una tercera parte de ellos se oscurece. Si comparamos las siete trompetas con las siete copas, que también caen en grupos de cuatro, dos y uno, y que son el derramamiento completo de la ira de Dios, las primeras cuatro copas son complementarias de las primeras cuatro trompetas. Entonces, dado que se dice que las copas son señales (15:1) y por lo tanto simbólicas, las trompetas son también simbólicas de algo real. Las últimas tres trompetas son llamadas los tres ayes y son mucho peores que las primeras tres. La quinta trompeta es posible que se refiera a un desencadenamiento de ataques demoníacos sobre la humanidad que podrían indicar un período futuro de ataques demoníacos sin precedentes. Si uno compara el quinto sello, la quinta trompeta y la quinta copa, representan la persecución de la iglesia, la tribulación para los hombres que no están sellados, y tribulación para los que tienen la marca de la bestia. La sexta trompeta parece ser un evento escatológico específico en la historia, en el que una tercera parte de los hombres son muertos, lo cual parece estar en el futuro. La séptima trompeta se refiere al final de la era, cuando el reino del mundo sea entregado a Cristo.

El sexto sello claramente describe la Segunda Venida de Cristo en ira sobre el mundo. Esto está seguido por el sellado de los 144.000, luego de lo cual hay un atisbo de la gran multitud que ha salido de la gran tribulación y que termina con una descripción de su estado de bendición en términos muy similares a 21:3-7. Entonces es abierto el séptimo sello, seguido de un silencio de media hora. Una cuestión crucial aquí es la siguiente: habiendo abierto los siete sellos y por lo tanto habiendo permitido que sea revelado el contenido del libro, ¿ocurren los contenidos del libro cronológicamente después que se abrió el séptimo sello o revela en más detalle lo que los siete sellos ya nos han dicho? Yo sugeriría que permite que el plan de Dios para el mundo y para Su pueblo sea revelado con más detalle. El resto del libro nos muestra a los enemigos de la iglesia y los juicios de Dios sobre la humanidad con mayor detalle. Más específicamente, las siete trompetas son el juicio de Dios sobre la humanidad en respuesta a las oraciones de su pueblo sufriente. Mientras que los primeros cinco sellos revelan el sufrimiento del hombre en general, los primeros cuatro sellos no son los juicios de Dios sobre la humanidad porque la mayoría tienen su origen en el hombre mismo.

Las primeras seis de las siete trompetas están seguidas por la visión del ángel fuerte y los dos testigos. Que los dos testigos aparezcan entre la trompeta sexta y la séptima es significativo, porque las advertencias de las primeras seis trompetas necesitan ser complementadas y completadas por el testimonio de la iglesia antes que la séptima trompeta anuncie el fin de la era, cuando el arrepentimiento ya no es posible. El propósito de las primeras seis trompetas es traer a los hombres al arrepentimiento; sin embargo, por su cuenta ellos fallan en esta tarea. Si las primeras cuatro trompetas son tomadas como desastres naturales, entonces es la iglesia la que debe explicarlas, predicar el evangelio e instar a la gente a arrepentirse y volver a Dios. Luego sigue la séptima trompeta cuando el reino es entregado a Cristo, su ira ha venido y el tiempo para el juicio ocurre. Parece que el sexto sello y la séptima trompeta anuncian en conjunto la Segunda Venida. Por lo tanto, mientras que las siete trompetas siguen a los siete sellos en la visión de Juan, no los siguen necesariamente en el tiempo histórico. Michael Wilcock trata con este tema con más detalle (p.85-89). Los primeros cuatro sellos tratan con la historia de la humanidad en general, el quinto sello se refiere a la historia de la iglesia, el sexto sello trata con el fin de la historia del hombre. Las trompetas tratan con el mismo marco temporal pero proveen la reacción de Dios a la persecución de Su pueblo que el quinto sello ha revelado. La historia de la humanidad finaliza con la séptima trompeta. Debe ser evidente que hay una recapitulación de la historia en el libro, a partir de las siguientes menciones de la segunda venida:
  • El rapto de los dos testigos (11:12)
  • La cosecha de la tierra (14:14) 
  • La sexta copa, "He aquí, yo vengo como ladrón" (16:15) 
  • El jinete sobre el caballo blanco (19:11) Conclusión de Apocalipsis (22:7, 22:12, 22:20)
Las siete trompetas están modeladas en la caída de Jericó (Josue 6). En Josue 6:8 hay siete sacerdotes con siete trompetas rodeando a Jericó con el arca del pacto detrás. Marcharon alrededor de la ciudad durante seis días y en el séptimo día marcharon alrededor siete veces con los sacerdotes tocando las trompetas. Llevaban el arca del pacto detrás de las trompetas, lo cual significa la presencia de Dios. En la séptima vuelta los sacerdotes tocaron la trompeta más largo, la gente gritó y las paredes cayeron y todos fueron muertos excepto Rahab, la prostituta. El patrón era marchar alrededor de la ciudad y tocar las trompetas durante seis días y al séptimo día marchar alrededor seis veces y la séptima vez un toque largo de la trompeta indica la destrucción de la ciudad. La marcha siete veces alrededor de la ciudad con las trompetas sonando advierte de la destrucción a aquellos dentro de la ciudad, que es destruida cuando suena la trompeta larga. Compare con 11:13 cuando las ciudades de las naciones se desplomaron. La séptima trompeta de Apocalipsis anuncia el reino de Dios y el juicio (11:15). Esto debería ser comparado con las paredes de la Nueva Jerusalén que no se caen (21:12 ff.). Estemos agradecidos de estar recibiendo un reino que no puede ser conmovido, mientras que las cosas creadas son conmovidas (Hebreos 12:27-28). Cuando el mundo escuche las siete trompetas, indicará un desastre inminente como cuando las paredes se iban a caer, pero para la iglesia anuncian la victoria inminente sobre sus enemigos. Si encontramos los juicios de Dios duros debemos acordarnos de las palabras de Jesús referidas a los galileos que Pilato había muerto o aquellos sobre los que cayó la torre de Siloé, "Si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente" (Lc. 13:1-5).

v. 1 - Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora - El silencio indica la solemnidad de los momentos. Podría ser también para que se pudieran escuchar las oraciones de los santos. Podría conectar el séptimo sello con las siete trompetas, pero lo más probable es que sea una pausa dramática. El silencio podría ser también porque ha llegado el Día del Señor (Sofonias 1:7, Habacuc 2:20), el silencio de muerte (Salmo 115:17). Una vez que los siete sellos son abiertos el libro puede ser leído y siguen más detalles.

v. 2 - Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas - Note la frase "vi", que en este caso indica el comienzo de una nueva visión. De nuevo la frase "se les dieron" indica que las siete trompetas vienen con la aprobación y autoridad divinas. La descripción de los ángeles que están parados frente a Dios es similar a la dada por el arcángel Gabriel cuando visitó a María: "Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios" (Lucas 1:19). Los arcángeles y las trompetas están vinculados a la Segunda Venida (1 Tesalonicences 4:16).

v. 3 - Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono - El incensario contenía fuego e incienso que son las oraciones santificadas de todos (note la palabra todos) los santos (ver 5:8). Esta es la primera referencia al altar de oro. Hay otra referencia en conexión con la sexta trompeta (9:13 cuando una voz sale del altar de oro ordenando la liberación de los cuatro ángeles atados junto al río Éufrates. Es probablemente el mismo altar bajo el que están los mártires (6:9). En
Éxodo 30:7 encontramos que el incienso se quemaba día y noche sobre el altar. El altar de oro estaba delante del trono y en Hebreos 9:3 encontramos que el altar terrenal de incienso estaba en el Lugar Santísimo, al lado del Arca del Pacto que encontramos revelado más adelante en 11:19, después que se suena la séptima trompeta. Note las referencias al incensario de oro y el altar de oro. El oro refleja pureza y valor; de aquí, el valor de las oraciones de los santos.

v. 4 - Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos - De nuevo como en el libro y el Cordero (5:8) en donde las copas de oro llenas de oro son las oraciones de los santos, las oraciones de los santos son una de las claves para el cumplimiento del plan de Dios (ver v. 5 y compare con las oraciones de los dos testigos en 11:6. El incienso es simbólico de las oraciones de los santos (Salmo 141:2). La frase "subió a la presencia de Dios" indica que Dios escuchó las oraciones de Sus santos. Compare esto con el clamor de los israelitas cuando estaban en esclavitud en Egipto (Éxodo 2:23, 3:9). Esta es sólo una de las analogías con la historia del Éxodo usadas en Apocalipsis; muchas de las trompetas son también similares a las plagas de Egipto. El incienso puede representar las intercesiones de Cristo (Romanos 8:34) o las del Espíritu (Romanos 8:26-27).

v. 5 - Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; - Después que las oraciones hubieran subido a Dios, el ángel toma el mismo incensario que contenía el incienso y lo llena de fuego del altar y lo arroja a la tierra. El mismo incensario de oro que contenía el incienso junto con las oraciones de los santos es usado para arrojar fuego a la tierra. Las siete trompetas que siguen son, por lo tanto, la respuesta de Dios a las oraciones de los santos, así como las siete copas que contienen la ira de Dios (15:7). También contestan el clamor de los mártires para que su sangre sea vengada (ver la tercera copa).

En el primer éxodo Dios oyó el clamor de su pueblo y los rescató de los que los tenían como esclavos (Éxodo 3:7-8). Para hacer esto tuvo que traer plagas sobre los egipcios. Esto nos recuerda de las palabras del Señor en Lucas 12:49, "Fuego vine a traer a la tierra". En Ezequiel 10:2-7 a un hombre se le dice que tome carbones ardientes de los querubines y que los esparza sobre la tierra. El fuego arrojado sobre la tierra encuentra su cumplimiento en la primera trompeta cuando el granizo y el fuego, mezclados con sangre, fueron arrojados sobre la tierra (8:7). De hecho, el fuego es un rasgo de las primeras seis trompetas.
  • Primera trompeta: vino granizo y fuego mezclados con sangre
  • Segunda trompeta: algo como una montaña grande, ardiendo en fuego fue arrojada al mar
  • Tercera trompeta: una gran estrella, ardiendo como una antorcha
  • Cuarta trompeta: la tercera parte del sol es herida
  • Quinta trompeta: subió humo del pozo como humo de un gran horno
  • Sexta trompeta: una tercera parte de la humanidad muerta por las tres plagas de fuego, humo y azufre que salía de sus bocas
v. 5 - y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto - Estos son una manifestación de la presencia de Dios. Por ejemplo, cuando Dios descendió sobre el monte Sinaí (Éxodo 19:16) fue acompañado por truenos y relámpagos. Ver también el trono en el cielo (4:5), la séptima trompeta (11:19), la séptima copa (16:18). Esto es el resultado de las oraciones de los santos. La séptima plaga sobre los egipcios fue una tormenta que manifestaba truenos y granizo, y relámpagos (Éxodo 9:23,24). El propósito de la plaga era que el nombre de Dios pudiera ser proclamado en toda la tierra y para persuadir a Faraón que dejara ir al pueblo de Dios para que lo pudiera adorar a Él (Éxodo 9:13-18).

Estas manifestaciones de la presencia de Dios (teofanía), truenos, relámpagos y terremotos, vienen todas del trono:
  1. Apocalipsis 4:5, la visión del trono en el cielo
  2. El séptimo sello (8:5)
  3. Después que los dos testigos van al cielo en una nube (11:13)
  4. Después que se hace sonar la séptima trompeta (11:19)
  5. La séptima copa (16:18)
  6. La presencia del Señor en Sinaí (Éxodo 20:18)
v. 6 - Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas - En las Escrituras, las trompetas son usadas para las siguientes ocasiones:
  1. Para anunciar la venida de Dios al monte Sinaí (Éxodo 19:16)
  2. Para anunciar la coronación del rey (Salomón) (1 Reyes 1:34)
  3. Para anunciar la victoria en una batalla (1 Samuel 13:3)
  4. Cuando los israelitas entraron en Jericó (Josue 6:3-9)
  5. Para anunciar la Segunda Venida (1 Tesalonicences 4:16, Sofonias 1:14-18, Mateo 24:31, 1 Corintios. 15:51-52
  6. Advertencia de la Segunda Venida (Joel 2:1)
  7. Para reunir a la gente para que el campamento avance (Números 10:2)
  8. Para la dedicación del templo (2 Crónicas 5:12-13)
  9. Para anunciar el Día de Propiciación (Levítico 25:9) y los días de fiesta (Números 10:10)
  10. Para anunciar el comienzo de una batalla y los días de fiesta (Números 10:9-10)
  11. Para anunciar la llegada del Arca del Pacto a Jerusalén (1 Crónicas 15:24)
  12. Para anunciar el desastre luego del pecado (Isaias 58:1, Jeremias 4:4-6, Jeremias 6:1, 16-19, 51:25-29, Ezequiel 33:1-8, Oseas 7:16, 8:1, Amós 3:6)
  13. La voz del Señor (Apocalipsis. 1:10)
En Apocalipsis 1:10 Juan oyó una voz como una trompeta, así que las siete trompetas deben entenderse como la voz de advertencia de Dios. La trompeta se hace sonar para llamar la atención a aquellos que están a distancia de poder oírla. Las siete trompetas deben ser consideradas como la voz de Dios para advertir al mundo que Dios es Santo y juzgará al hombre por su pecado. Es un llamado al arrepentimiento (ver 9:20) en donde después de la sexta trompeta la humanidad todavía se rehusó a arrepentirse de quebrar la primera y segunda tabla de la ley. Siete es lo completo de su anuncio. Hay bastantes Escrituras que muestran que una trompeta es usada para anunciar un desastre que viene por el pecado de la gente. Las primeras seis trompetas son también la advertencia preliminar de Dios a la humanidad de la llegada inminente de Cristo con la séptima trompeta. La Segunda Venida de Cristo vendrá acompañada por la voz de un arcángel y con el toque de trompeta de Dios (1 Tesalonicences 4:16). 

18.1. 1. Las siete trompetas y las diez plagas de Egipto

Las siete trompetas son una respuesta a las oraciones del pueblo de Dios que se vieron antes en 8:3. Las trompetas son advertencias a la humanidad; las tres últimas (ayes) son peores que las primeras cuatro. Las primeras cuatro trompetas afectan al mundo (tierra, mar y ríos, luz); las tres últimas afectan la vida espiritual del hombre (langostas, caballos). Sólo afectan la tercera parte de la tierra, a diferencia de las copas más adelante que afectan a toda la tierra, y a diferencia de los sellos que afectan la cuarta parte de la tierra. Pueden ser comparados a las plagas de Egipto. Estas plagas fueron dadas también en respuesta a las oraciones del pueblo de Dios y porque Faraón no quería dejar ir al pueblo de Dios para adorarlo (Éxodo 9:13). De la misma forma, las trompetas pueden ser vistas como advertencias para quienes persiguen al pueblo de Dios, para que los dejen ir y lo adoren a Dios (Caird). Si siguen persiguiendo al pueblo de Dios entonces plagas peores afectarán a la humanidad (Éxodo 9:14). La narración del Éxodo es un hilo conductor que atraviesa el libro de Apocalipsis.

El único lugar donde no hubo granizo fue en Gosén, donde la plaga no los dañó (Éxodo 9:26). Las trompetas no dañan al pueblo de Dios que está sellado (7:2, 9:4). De la misma forma la Pascua, en donde el ángel destructor vio la sangre pasó por encima del pueblo de Dios y no mató el primogénito.

La acusación contra el hombre después de la sexta trompeta se da en Apocalipsis 9:20: no se arrepintieron de haber adorado demonios e ídolos, y otros pecados: homicidios, hechicerías, fornicación y hurtos. Los hombres amaron más las tinieblas que la luz (Juan 3:19, Romanos 1:21).

Las diez plagas de Egipto:
Éxodo 7:17-18, el agua del Nilo, cambiada a sangre
Éxodo 8:2, la plaga de las ranas
Éxodo 8:16, la plaga de piojos
Éxodo 8:21, la plaga de moscas
Éxodo 9:3, la plaga del ganado
Éxodo 9:9, la plaga del sarpullido con úlceras
Éxodo 9:17-18, la plaga del granizo
Éxodo 10:4-5, la plaga de las langostas
Éxodo 10:21-22, la plaga de los tres días de oscuridad
Éxodo 11:4-5, la plaga de la muerte de los primogénitos

Las trompetas y las copas son también similares y de nuevo nos recuerdan las plagas egipcias

Las Trompetas y las Copas Comparadas
Trompetas
Copas
Primera
Granizo y hielo mezclados con sangre arrojados a la tierra, los árboles y el pasto verde quemados
Úlceras malignas y pestilentes sobre los que tenían la marca de la bestia y adoran su imagen
Segunda
Un tercio del mar se vuelve sangre, un tercio de los seres vivos en el mar muere, un tercio de los barcos destruidos
El mar se vuelve sangre, todo lo que está en el mar se muere
Tercera
Un tercio de las aguas se vuelve amarga, mucha gente se muere
Los ríos y las fuentes de agua se vuelven sangre
Cuarta
Un tercio del día y de la noche está sin luz
El sol quema a la gente con fuego
Quinta
Las langostas del abismo torturan a la humanidad por cinco meses
El reino se cubre de tinieblas, los hombres se muerden sus lenguas de dolor
Sexta
Un tercio de la humanidad muerta por fuego, humo y azufre, es decir por la guerra
Tres espíritus malos (ranas) reúnen a los reyes de la tierra para la batalla en el Gran Día de Dios en Armagedón
Séptima
Fin de la era, el tiempo del juicio, relámpagos, truenos, terremotos, granizo
El fin de la era, relámpagos, truenos, un gran terremoto y la plaga del granizo

Las trompetas, los sellos y las copas vienen en grupos de cuatro primeros, seguidos de un grupo más severo de tres. Note más abajo la repetición constante de un tercio con las trompetas, es decir no una destrucción completa, porque estas son advertencias a la humanidad:

Primera trompeta:
(Apocalipsis 8:7) El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde.

Segunda trompeta:
(Apocalipsis 8:8) El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.

Tercera trompeta:
(Apocalipsis 8:10) El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas.

Cuarta trompeta:
(Apocalipsis 8:12) El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche.

18. 1. 2. Las Fiestas del Antiguo Testamento y su relevancia al Apocalipsis
Tomado de Rick Toews,

Tema: "Todo esto no es más que la sombra de lo que ha de venir, pero la realidad misma es Cristo"

"Las fiestas solemnes de Jehová, las cuales proclamaréis como santas convocaciones, serán éstas (Levítico 23:2)

LAS FIESTAS DE PRIMAVERA
LA PASCUA Y LA FIESTA DE LOS PANES SIN LEVADURA (Levítico 23:4-8)

Primer mes, día 14, la Pascua comienza al anochecer
Primer mes, día 15, la Fiesta de los Panes sin Levadura (día 1)
Primer mes, día 16, la Fiesta de los Panes sin Levadura (día 2)
Primer mes, día 17, la Fiesta de los Panes sin Levadura (día 3)
Primer mes, día 18, la Fiesta de los Panes sin Levadura (día 4)
Primer mes, día 19, la Fiesta de los Panes sin Levadura (día 5)
Primer mes, día 20, la Fiesta de los Panes sin Levadura (día 6)
Primer mes, día 21, la Fiesta de los Panes sin Levadura (día 7)

La celebración de la Pascua incluía la muerte del Cordero de la Pascua que tipificaba al Cordero de Dios que quitaría el pecado del mundo.

PRIMICIAS (Levítico 23:9-14)
Este día es como la fiesta americana de Acción de Gracias (Thanksgiving). No se celebraba en una fecha en particular, pero sí siempre en un día en particular. Así como la Acción de Gracias se celebra siempre el cuarto jueves en el mes de Noviembre, la presentación de las Primicias siempre se celebraba el primer día de la semana, durante la Fiesta de los Panes sin Levadura.

De acuerdo con Levítico 23:11, el sacerdote debía mecer las primicias en día después del día de reposo. Algunos entienden que el día de reposo que se menciona allá no es el día de reposo al final de cada semana sino el primer día de la Fiesta de los Panes sin Levadura, que debía ser un día de santa convocación (23:7). Cuando miramos a la Fiesta de las Semanas, veremos que esta idea es errónea y que el día de reposo del v. 11 es ciertamente el séptimo día de la semana.

LA FIESTA DE LAS SEMANAS (Levítico 23:15-22)
"Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo [cf. v. 11], desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán. Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová"

La Fiesta de las Semanas debía observarse el día después del séptimo día de reposo - las siete semanas completas (siete días de reposo) desde la presentación de las primicias. Así, la Fiesta de las Semanas debía ser siempre el primer día de la semana. Más aún, debía observarse 50 días después de la presentación de las primicias, lo cual indica que las primicias siempre se presentaban el mismo día de la semana también, el primero.

LAS FIESTAS DE OTOÑO
LA FIESTA DE LAS TROMPETAS (Levítico 23:23-25)
Se observaba el primer día del mes séptimo. El propósito de la Fiesta de las Trompetas no se indica claramente en la Biblia pero, de acuerdo con la tradición judía, era para advertir a la gente del Día de Expiación inminente, que venía nueve días después.

EL DÍA DE EXPIACIÓN (Levítico 23:26-32)
Se observaba el día 10 del séptimo mes. Este era el día cuando la gente era limpiada de pecado. Todo pecado debía haber sido confesado y transferido al santuario para este tiempo, y el Sumo Sacerdote ministraba en el Día de Expiación para quitar los pecados del santuario y hacer que sean llevados al desierto por el chivo expiatorio (Levítico 16)

FIESTA DE LOS TABERNÁCULOS Y ASAMBLEA FINAL (Levítico 23:33-36)
Séptimo mes, día 15: Fiesta de los Tabernáculos (día 1)
Séptimo mes, día 16: Fiesta de los Tabernáculos (día 2)
Séptimo mes, día 17: Fiesta de los Tabernáculos (día 3)
Séptimo mes, día 18: Fiesta de los Tabernáculos (día 4)
Séptimo mes, día 19: Fiesta de los Tabernáculos (día 5)
Séptimo mes, día 20: Fiesta de los Tabernáculos (día 6)
Séptimo mes, día 21: Fiesta de los Tabernáculos (día 7)
Séptimo mes, día 22: Asamblea Final (día 8)

La Fiesta de los Tabernáculos celebraba la cosecha de otoño, así como la Fiesta de las Semanas celebraba la cosecha de primavera.

A QUÉ APUNTABAN LAS FIESTAS
"Que nadie los critique a ustedes por lo que comen o beben, o por cuestiones tales como días de fiesta, lunas nuevas o días de reposo. Todo esto no es más que la sombra de lo que ha de venir, pero la realidad misma es Cristo" (Colosenses 2:16-17).

Jesús vino como el Ungido, el Mesías, casi 2000 años atrás. Y es con esto que están asociadas las festividades que los israelitas observaban alrededor de la cosecha de primavera. Cuando fue crucificado, Jesús murió como el Cordero Pascual; y resucitó como las primicias el día después del día de reposo. El día 50 después de la resurrección de Jesús, el Espíritu Santo vino sobre los apóstoles en el Día de Pentecostés que era la Fiesta de las Semanas. Ese día, 3000 creyeron las palabras de los apóstoles y recibieron salvación (Hechos 2). Jesús prometió que vendría de nuevo (Juan 14:1-3) y Apocalipsis tiene mucho que decir acerca de la preparación para Su Segunda Venida. Las fiestas de primavera tipifican cosas asociadas con la Primera Venida de Jesús, y las fiestas de otoño ilustran cosas asociadas con Su Segunda Venida. Podemos encontrar el cumplimiento de las tres fiestas de otoño en Apocalipsis.

La primera de las fiestas de otoño descritas en Levítico 23 es la Fiesta de las Trompetas. De nuevo, si bien Levítico no nos dice mucho acerca del propósito de este día, los judíos entienden que es una advertencia acerca del Día de Expiación inminente, en el que el pecado debe ser tratado. Yo creo que la Fiesta de las Trompetas se cumple en las siete trompetas de Apocalipsis 8-9, 11. El estudio indica que el sonar de las trompetas coincide con los mensajes de los tres ángeles - Adoren al Dios Creador, Babilonia ha caído, No adoren a Babilonia.

La segunda de las fiestas de otoño es el Día de Expiación. Este era el único día en que el ministerio del Sumo Sacerdote incluía directamente al Arca del Pacto. En ningún otro momento el arca debía ser vista por ojos humanos. Apocalipsis 11:19 es la primera y - si la memoria no me falla - la única vez que se menciona específicamente el arca; y yo creo que se refiere al momento cuando todo se debía confesar y arrepentirse de todo pecado. Note, en los primeros versículos de Apocalipsis 11, que el arca es revelado muy poco tiempo después de que suene la séptima trompeta.

La tercera de las fiesta de otoño es la Fiesta de los Tabernáculos. Esta era la celebración de la cosecha al final del año, así como la Fiesta de las Semanas era una celebración de la cosecha de la primavera. La diferencia está en que la Fiesta de los Tabernáculos era una fiesta mucho más grande (ver Levítico 23). Apocalipsis 14:14-16 describe la cosecha y Apocalipsis 7:9-1 es otra referencia a aquellos que son cosechados de la tierra.

El propósito aquí no ha sido entrar en muchos detalles sino proveer un vistazo general de las festividades anuales y mostrar cómo apuntan a Jesucristo. Yo creo que una comprensión de estas festividades puede ayudarnos a conseguir una perspectiva sobre su ministerio y desarrollar un cuadro coherente de Apocalipsis.

18. 2. La Primera Trompeta (8:7)

(Apocalipsis 8:7) El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde.

v. 7 - El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde - En 7:2-3 vimos a los cuatro ángeles a los que se les había dado poder para dañar la tierra y el mar, pero se les impidió dañar la tierra o el mar hasta que los siervos de Dios no fueran sellados. Aquí vemos al primer ángel cuando suena su trompeta y granizo, fuego y sangre es arrojada sobre la tierra. El pasaje no indica que el ángel arrojó el granizo y el fuego sobre la tierra, sino que ellos tenían el poder sobre estos elementos y fueron los que lo anunciaron. Lenski destaca que una mezcla de fuego y granizo (hielo) no es natural; está más allá de la naturaleza. En v. 5 vimos que como resultado de las oraciones de los santos, fuego del altar fue arrojado sobre la tierra. Aquí ahora vemos los resultados al hacer sonar los primero ángeles la primera trompeta en una serie de siete partes de advertencias. Una tercera parte de la tierra fue quemada y una tercera parte de los árboles, por el fuego que fue arrojado sobre la tierra. "Una tercera parte" indica destrucción parcial. El carácter de no natural de este juicio está indicado en el hecho de que sólo un tercio de la tierra y los árboles fue quemado, pero toda la hierba verde fue quemada (Lenski).

La sangre debe entenderse como indicando muerte, aunque no hay ninguna indicación aquí de muerte humana, como en la cuarta trompeta pero, a diferencia de la segunda y tercera trompeta, en donde murieron personas. Hailey puntualiza que dado que el hombre ha derramado la sangre de los santos, como se indica en el quinto sello, entonces Dios se está vengando con la sangre derramada de los mártires sobre sus cabezas (ver Genesis 9:6, Números 35:33, Isaías 26:21, Joel 3:19, Salmo 79:10). Note la similitud con el juicio de Gog (Ezequiel 38:22), que involucró una plaga y derramamiento de sangre, torrentes de lluvia, granizo y azufre y fuego sobre él y sus tropas. Note que toda la hierba verde es quemada pero un tercio de la tierra y un tercio de los árboles son quemados. Primero la tierra es devastada por el desastre, el medio ambiente del hombre es afectado. Las primeras cuatro trompetas describen desastres "naturales", pero éstos no son naturales sino obra de Dios; advierten al hombre de su corta vida. El granizo se usa para indicar las advertencias de Dios y el juicio, para hacer que los hombres oigan. Esto tiene reminiscencias de la séptima plaga sobre Egipto (Éxodo 9:18). Compare la primera trompeta con la primera copa que es vertida sobre la tierra (16:2). Pero aquí afecta a la gente que adora a la bestia. La primera trompeta afecta sólo la tierra. Isaias 30:10 indica que el Señor habla a los hombres usando fuego, torbellino y granizo. El cap. 11 muestra que Dios también habla al mundo por medio de su iglesia. Uno de los resultados de que un tercio de la tierra sea quemada es el hambre (cf. el tercer sello).

18. 3 La segunda trompeta (8:8)

(Apocalipsis 8:8) El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. {9} Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar, y la tercera parte de las naves fue destruida

v. 8 - El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar - De nuevo el fuego está involucrado en las segundas trompetas como lo estuvo en la primera trompeta. La montaña ardiendo debería recordarnos del monte Sinaí (Éxodo 19:18, Hebreos 12:18). El monte Sinaí estuvo cubierto de humo porque el Señor descendió sobre él en fuego. La montaña era el juicio de Dios sobre los hombres que rompían la ley. Juan puede haber tenido en mente la erupción del Vesubio en 79 d. C. Podría haber también una referencia sutil a la destrucción de Babilonia aquí (Caird, Sweet). En Jeremías 51:63 la destrucción de Babilonia es asemejada a una piedra arrojada en el Éufrates, y en 18:17 encontramos a los capitanes del mar lamentando la destrucción de Babilonia y la pérdida de su comercio. En Jeremías 51:25 Babilonia es asemejada a una montaña quemada.

v. 8 - la tercera parte del mar se convirtió en sangre. Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar, y la tercera parte de las naves fue destruida - Después de la tierra, el mar es afectado. La sangre indica muerte y sólo un tercio es afectado porque es una advertencia. Compare esto con la primera plaga de Egipto en la que el Nilo fue transformado en sangre (Éxodo 7:17). Los dos testigos tienen también el poder de convertir al agua a sangre (11:6). Compare la segunda trompeta con la segunda copa (16:3) en donde todo el mar es convertido en sangre y todo ser viviente en el mar muere. Compare con el uso de Juan de la sangre en 16:6 y 17:6. La segunda trompeta afecta tanto a los seres vivos como a los barcos construidos por el hombre en el mar, lo cual describe desastres naturales en el mar. Podría haber aquí una vinculación con la aflicción que vendrá sobre la humanidad en los últimos días. Lucas 21:25 se refiere al hecho de que habrá "en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas".

18.4. La tercera trompeta (8:10)

(Apocalipsis 8:10) El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. {11} Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas.

v. 10 - El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas - Así como en las dos primeras trompetas el fuego está de nuevo involucrado en la gran estrella ardiendo como una antorcha. Después que la tierra y el mar y los ríos son afectados, la estrella cae del cielo. De nuevo significa que se afecta el medio ambiente del hombre. Sweet asemeja a la estrella al rey de Babilonia en Isaias 14:12 que ha caído del cielo. Jesús dice que vio a Satanás caer como un rayo (Lucas 10:18). Con la quinta trompeta una estrella cae a la tierra (9:1) que es más claramente identificada como Satanás, y finalmente en 12:8 Satanás pierde su lugar en el cielo y es arrojado hacia la tierra y hacia el mar (12:12). Si esta interpretación es correcta, entonces Satanás ha bajado para envenenar la mente de los hombres en contra de Dios y así destruirlos. Compare con el río de mentiras que sale de la boca del dragón (12:15) y otras decepciones satánicas (13:14, 20:8, 10). Sin embargo, esto podría ser sobre-espiritualizar el símbolo. Juan puede estar simplemente describiendo un desastre natural como ser una enfermedad causada por agua sucia que puede hacer que los hombres se arrepientan.

v. 11- el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, - En el caso de la primera plaga (Éxodo 7:17) sobre Egipto, primero murieron todos los peces y en segundo lugar el agua se hizo imbebible. Juan ha tomado estos dos efectos de la plaga y los ha dividido entre la segunda y la tercer trompeta (Caird). En la primera plaga (Éxodo 7:17-19) todo el agua bebible en estanques, reservorios y hasta en baldes de madera o jarras de agua es afectada. El ajenjo es una sustancia muy amarga (Jeremías 9:15, Lamentaciones 3:19) e indica aflicción y miseria. Juan puede haber tenido en mente el agua de Mara, que era amarga pero que el Señor hizo que fuera dulce. Ahí el Señor prometió no traer ninguna de las enfermedades que había traído sobre los egipcios, siempre y cuando obedecieran las leyes de Dios (Éxodo 15:22).

Las aguas amargas por las que mucha gente murió, por lo tanto, probablemente signifiquen agua contaminada y podría incluir inundaciones. Compare la tercera trompeta con la tercera copa en donde los ríos y las fuentes se vuelven sangre (16:4). No hay ninguna referencia a la muerte aunque está implicado por el uso del término sangre.

18.5. La cuarta trompeta (8:12)

(Apocalipsis 8:12) El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche. {13} Y miré, y oí a un ángel volar por en medio del cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están para sonar los tres ángeles!

v. 12 - El cuarto ángel tocó la trompeta , y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche - Primero la tierra y la vegetación, luego el mar, luego los ríos y las fuentes, y finalmente el resto del universo es afectado. Esto es similar a la plaga de oscuridad sobre los egipcios (Éxodo 10:21) y la quinta copa que es la oscuridad total (16:10). La alusión constante a las plagas de los egipcios es una forma de decir que en los últimos días Dios traerá de nuevo castigo sobre aquellos poderes hostiles que oprimen a su pueblo. Son el preludio a ese Éxodo más grande y final en el que la iglesia es sacada del mundo y entra en la presencia eterna de Dios (Mounce). Compare la cuarta trompeta cuando al sol se le da poder para quemar a la gente con fuego (16:8).
  1. La oscuridad está también asociada con el Día del Señor cuando Él venga de nuevo (Amós 5:18, Joel 2:2, Marcos 13:24, Isaias 13:10)
  2. La oscuridad está también asociada con lo demoníaco (Colosenses 1:13) y nos prepara para las próximas dos plagas demoníacas
  3. La oscuridad está asociada con la teofanía de Dios en el juicio (cf. Isaias 13:19, Ezequiel 32:78, Joel 2:10, 3:15, Mateo 24:29, y especialmente con la crucifixión de Cristo, Mateo 27:45 (Johnson))
v. 13 - Y miré, y oí a un ángel volar por en medio del cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están para sonar los tres ángeles! - (Nota: "... un Águila que volaba..." , BJ - "oí un águila que volaba...", VP). El águila (o buitre) grita los tres ayes sobre la humanidad por las tres próximas trompetas que son más intensas que las primeras cuatro y afectan al hombre directamente en vez de hacerlo por medio de su medio ambiente. Está en medio del cielo para que pueda ser visto por todos, y grita con una gran voz para que pueda ser oído por todos. Hay una distinción entre las cuatro primeras trompetas que actúan sobre la tierra, el mar, los ríos, el sol, la luna y las estrellas, es decir el universo físico, y las restantes tres trompetas que afectan a la humanidad directamente; de aquí los tres ayes. 

Los primeros dos ayes son claramente demoníacos. Las langostas torturan a la humanidad, los cuatro ángeles matan a un tercio de la humanidad, la séptima trompeta anuncia que ha llegado el tiempo del juicio de los muertos. Si la criatura que vuela es un buitre, entonces está revoloteando sobre una bestia que está muriéndose que es un símbolo de tristeza (Lucas 17:37). Esta es una advertencia de cosas que están por venir cuando las aves en el medio del cielo se reúnan para la gran cena de Dios (19:17-18, 21). Pero antes que el ángel en medio del cielo proclama el evangelio eterno a aquellos que viven sobre la tierra (14:6). Debe notarse también que una gran voz en 12:12 proclama aflicción sobre la tierra y el mar "porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo." La estrella en 9:1 que cae a la tierra parece claramente satánica.

Continua en El Apocalipsis IX: Los Ayes
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domingo, 18 de diciembre de 2011

El Apocalipsis VII: Los 144 Mil Sellados

Apertura del Quinto Sello de El Greco

16. Los 144.000 sellados (7:1)

(Apocalipsis. 7:1) Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. {2} Vi también a otro ángel que subía donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, {3} diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. {4} Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel. {5} De la tribu de Judá, doce mil sellados. De la tribu de Rubén, doce mil sellados. De la tribu de Gad, doce mil sellados. {6} De la tribu de Aser, doce mil sellados. De la tribu de Neftalí, doce mil sellados. De la tribu de Manasés, doce mil sellados. {7} De la tribu de Simeón, doce mil sellados. De la tribu de Leví, doce mil sellados. De la tribu de Isacar, doce mil sellados. {8} De la tribu de Zabulón, doce mil sellados. De la tribu de José, doce mil sellados. De la tribu de Benjamín, doce mil sellados.

La visión de los 144.000 y la visión de la gran multitud (7:9 ff.) forman un interludio entre los sellos sexto y séptimo. Así como en el interludio entre la sexta y séptima trompeta vemos una descripción de la iglesia que testifica, así también tenemos aquí una descripción de la iglesia. No hay tal interludio entre la sexta y la séptima copa. Antes que se hagan sonar las siete trompetas que sirven como advertencia a la humanidad, la iglesia es sellada primero para protegerla de los desastres que vendrán sobre la humanidad. El número 144.000 es simbólico (cf. 21:12 ff.) y la descripción de los 144.000 sellados describe simbólicamente la iglesia del Antiguo Testamento más la del Nuevo Testamento y no sólo las tribus de Israel del Antiguo Testamento. Tampoco es un grupo selecto de misioneros judíos que surge en los últimos días. Debe notarse que una lista de las doce tribus no es sólo una lista, sino un censo. La razón por la que los 144.000 representan a la iglesia se resumen a continuación:

1 Son descritos como siervos de Dios en v. 3, un término que se refiere a la iglesia y que se usa más de 11 veces en Apocalipsis (ver 1:1, 1:6, 5:10, 6:11, 7:15, 19:2, 19:5, 19:10, 22:3, 22:6, 22:9). El libro de Apocalipsis fue escrito a los siervos de Dios (1:1, 22:6).
2 La Iglesia del NT es llamada la Israel de Dios (Galatas 6:16). Tanto los judíos como los gentiles son miembros del cuerpo de Cristo y comparten las mismas promesas; la iglesia es la descendencia de Abraham (Efesios 3:6, Galatas 3:6-9, 28-29). Ver también Santiago 1:1.
3 Judá es el primogénito en vez de Rubén. Jesús es el primogénito de los muertos (Col. 1:15) y desciende de Judá (Hebreos. 7:14). Note que mientras Jesús estuvo en la tierra pasó por los ritos de iniciación de los judíos (circuncisión) así como de los cristianos (bautismo). Judá se ofreció como sustituto por su hermano Benjamín (Génesis 44:33) y es, por lo tanto, un tipo de Cristo.
4 Leví, la tribu de los sacerdotes, está incluida en el censo. Normalmente se los excluye de un censo (Números 1:47). Los santos son descritos como sacerdotes en 1:6, 5:10 y 20:6.
5 José, que es un tipo de Cristo, es incluido (en vez de Efraín). No se dice nada malo de él (ver v. 8 para más detalles).
6 Dan y Efraín, que se fueron tras la idolatría, están excluidos y Leví y José los reemplazan. No hay idólatras en la iglesia (21:8, 22:15). Ireneo piensa que el anticristo vendrá de Dan y cita Jeremias 8:16.
7 Los que están en el censo del Antiguo Testamento es un pueblo redimido (cf. Éxodo 30:12)
8 El número 144 (12 x 12, es decir AT x NT) y 12.000 aparecen de nuevo en la descripción del Nuevo Testamento (Ap. 21:12-17) que es claramente tanto AT (doce tribus y doce puertas) y la iglesia del NT (doce apóstoles y doce cimientos). Esto podría ser también una descripción de la iglesia judía y gentil, pero el énfasis está en que es una iglesia completa.
9 Los 144.000 se encuentran de nuevo en 14:1 donde tienen el nombre del Cordero y del Padre escritos sobre sus frentes. En la descripción de la Nueva Jerusalén (22:3-4) también encontramos a los siervos de Dios con Su nombre sobres sus frentes. Los 144.000 en 14:1-5 son descritos como seguidores del Cordero, cantan una canción nueva, son puros y sin mancha y son los redimidos de toda la tierra.
10 Milligan señala que si el sello es la antítesis de la marca de la bestia que está en todos sus seguidores, entonces el sello de Dios estará en todos Sus seguidores y no sólo una parte.
11 Dios está sellando a todo su pueblo contra las trompetas venideras, no sólo una parte, así como todo el pueblo de Dios escapó de las plagas que cayeron sobre los egipcios. Todos aquellos que pusieron la sangre del cordero sobre los dinteles y los postes de las puertas escaparon del ángel destructor.

La teología de Juan claramente ve a iglesia como comprendiendo a los santos del AT y del NT. El Antiguo Testamento continúa en el Nuevo Testamento; tanto los judíos como los gentiles son salvados sobre la misma base de fe (Galatas 3:6-14). Esto se hace muy claro en su descripción de la Nueva Jerusalén, cuyas puertas tienen los nombres de las doce tribus de Israel sobre ellas y cuyos cimientos tienen los nombres de los doce apóstoles sobre ellos. Aun donde describe a la iglesia del AT como "una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas" (12:1), después de dar a luz a Cristo se convierte en la iglesia del NT (12:13).

Debe ser claro a partir de las Escrituras del NT que, en lo que se refiere a la iglesia, no hay ni judío ni gentil; todos somos un cuerpo (Ef. 3:6). Los creyentes gentiles, al seguir la fe de Abraham, son espiritualmente hijos de Abraham y herederos de las mismas promesas (Galatas 3:6-9, 28-29). La iglesia es un continuo desde el AT al NT, pero como aquí son sellados antes que se hagan sonar las trompetas, esto reduciría a este grupo a la iglesia del NT más que tanto el AT y el NT. Nuestro Señor tiene un solo cuerpo en la tierra. Juan sin duda tenía las palabras de nuestro Señor en mente, "Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste" (Juan 17:20-21; ver también Juan 17:11).

Hay una modificación a este punto de vista en la que en vez de considerar a los 144.000 como los santos del AT y del NT, podrían ser la iglesia judía y gentil. La línea judía se extiende hacia el período del NT en tanto y en cuanto los judíos acepten a Jesús como el Mesías. Afortunadamente muchos lo están haciendo. Así como en el período del AT había conversos gentiles (por ejemplo, Rut), en el período del NT habrá conversos judíos. En cualquier forma, los 144.000 deben ser considerados la iglesia completa y no sólo una porción de ella. Hay varios comentaristas que consideran a los 144.000 como los conversos judíos al cristianismo, en cuyo caso el análisis anterior también le correspondería a estos judíos cristianos, ya que por definición serían parte de la iglesia y, por lo tanto, participarían de sus características. Sin embargo, el uso del término 144 parecería vincular a este grupo con la Nueva Jerusalén que claramente describe a toda la iglesia, con todos los santos tanto del AT como del NT, judíos o gentiles, y por lo tanto es más probable que se esté refiriendo a la iglesia completa.

(Romanos 11:25-32) Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; {26} y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad. {27} Y este será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados. {28} Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres. {29} Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios. {30} Pues como vosotros también en otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos, {31} así también éstos ahora han sido desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia. {32} Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.

v. 1 - Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol - Esta sección es la respuesta a "¿quién podrá sostenerse en pie?", que viene de Apocalipsis 6:17 y que ahora muestra a aquellos que podrán estar de pie en el día de la gran visitación de Dios. Sólo aquellos que han sido sellados podrán estar de pie en día de su ira (1 Tesalonicences. 1:10). "Después de esto vi" se refiere a la cronología de Juan y tiene que ver con una nueva visión que tuvo y no que los eventos que se describen ahora siguen a los de la sección anterior. Este versículo se refiere a los ángeles con las primeras cuatro trompetas que afectan a toda la tierra (los cuatro vientos de la tierra, las cuatro direcciones cardinales, es decir afectan a toda la tierra geográficamente, mostrando la universalidad del juicio), particularmente las primeras dos trompetas
(8:7-8) que afectan a la tierra, los árboles, el pasto y el mar.

Primera trompeta:

(Ap. 8:7) El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde.

Segunda trompeta:

(Ap. 8:8) El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.

v. 2 - Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar - El ángel viene del este (donde sale el sol). La liberación de Dios era esperada de esa dirección
(Ezequiel 43:1). A los ángeles se les había dado poder para dañar la tierra y el mar, indicando la soberanía de Dios. El sello (gr. sphragis, sust.) del Dios vivo tiene la forma verbal en griego, sphragizo. La misma palabra es usada de Jesús, sobre quien el Padre ha puesto su sello de aprobación (Juan 6:27 - "a éste es a quien el Padre Dios ha marcado con su sello",
BJ; "Dios, el Padr, ha puesto su sello en él", VP); se usa para Abraham que recibió la señal de la circuncisión, un sello de justicia que tuvo por fe mientras todavía no había sido circuncidado
(Romanos 4:11); es el sello de posesión (2 Corintios 1:22); somos marcado en Cristo con el sello del Espíritu Santo (Efesios 1:13, 4:30); el sello de posesión (2 Timoteo 2:19). 

Se usa la misma palabra para los siete sellos, para el sellado del abismo (20:3); para el sellado de los siete truenos (10:4) y para no sellar las palabras del libro (22:10). Vine define sphragis como "sello" o "sello (usado en el anillo del rey)", como en
Apocalipsis 7:2 "el sello del Dios vivo", un emblema de posesión y de seguridad, combinado aquí con el destino (como en Ezequiel 9:4). Las personas a ser
"selladas" son rescatadas de la destrucción y marcadas para la recompensa.

v. 3 - No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios - Las siete trompetas que se hacen sonar más adelante (8:70) son advertencias a los que no han sido salvos de la humanidad, no a los santos quienes por lo tanto deben primeramente ser sellados para marcarlos como distintos del resto de la humanidad. Son los siervos de Dios los que deben ser sellados; el libro de
Apocalipsis está escrito para los siervos de Dios (1:1, 22:6). Los cristianos son referidos como siervos 10 veces en el libro y como santos 12 veces. Note que las plagas de Egipto que se parecen a las trompetas no dañaron al pueblo de Dios; estaban protegidos
(Éxodo 9:4, 9:26, 10:23, 11:7, 12:23). El Señor hizo una distinción entre los egipcios e Israel (Éxodo 11:7). La liberación de Dios de su pueblo es también la experiencia de Noé, Lot y Ester. Antes de morir, Jesús oró para que sus discípulos fueran protegidos por el poder del nombre del Padre (Juan 17:11, cf. Apocalipsis 14:1, donde son sellados en el nombre del Padre y del Cordero). En Juan 17:15 Él ora para que no sean quitados del mundo sino que sean protegidos del poder del maligno. La imagen del sello viene de
Ezequiel 9:4 en donde se le coloca una marca en la frente a aquellos que gimen y claman por las abominaciones que se hacen en medio de Jerusalén; estaban protegidos de la matanza que venía. El sello es de posesión porque son los siervos de Dios, pero también es un sello de protección. En la quinta trompeta a las langostas se les dice que dañen solamente a los que no tienen el sello de Dios sobre sus frentes (9:4). El sello marca a los que pertenecen a Dios. El sello es también el sello del Espíritu Santo (Efesios 1:13). Es el sello de posesión. Fue puesto sobre sus frentes, es decir sus mentes. Nos recuerda la lámina de oro que estaba grabado como con un sello con las palabras "SANTIDAD A JEHOVÁ" que llevaba el Sumo Sacerdote sobre su frente (Éxodo 28:36-38).
Esto lo marca como consagrado al Señor. Contraste esto con el título escrito en la frente de la prostituta,
"BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA" (17:5). En 14:1 los 144.000 son descritos como teniendo el nombre del Cordero y del Padre sobre sus frentes, es decir tres veces sellados por Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. En el bautismo somos bautizados en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (Mateo 28:19). Este sello está en contraste con la marca de la bestia, en la mano derecha o en la diestra, que marca a los que son de la bestia (13:16) y que están sujetos a la ira de Dios (14:9-11, 16:2).

v. 4 - Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel - El oyó el número, 144.000 que es claramente un número simbólico. Más adelante los ve como una gran multitud que nadie podía contar. En el NT la iglesia es descrita como el Israel de Dios (Galatas 6:16) y como linaje de Abraham (Galatas 3:29).

En Romanos 4:16 Abraham es el padre de los que creen. El número 144 también aparece en 21:17 que es el espesor de los muros de la Nueva Jerusalén, una clara referencia a la iglesia completa del AT y del NT. El número 12.000 se encuentra en 21:16 como el largo de la Nueva Jerusalén. De nuevo, esta es una visión de la Nueva Jerusalén cuyas puertas tienen los nombres de las doce tribus de Israel sobre ellas y cuyos cimientos tienen los nombres de los doce apóstoles sobre ellos, porque la ciudad está compuesta de los santos del Antiguo y Nuevo Testamentos. Varios comentaristas dispensacionalistas, particularmente de Norteamérica, sostienen que hay un lugar separado para Israel y la iglesia en su teología, pero esto no está de acuerdo con la teología del NT sobre la iglesia. Los 144.000 no son judíos conversos en los últimos días, sino la iglesia. La iglesia es el verdadero Israel de Dios. Dios obra en el mundo a través de Su iglesia; en el AT fue por medio de las doce tribus y en el NT, por medio de los doce apóstoles. El lugar para Israel o más bien del pueblo judío en los últimos días es como parte de la iglesia. El número mil significa completo, así que 144.000 representa todo el pueblo de Dios del Antiguo y el Nuevo Testamento. El número 144.000 no es un número literal; es la iglesia completa, no parte de ella (144=12 x 12, es decir la iglesia del AT x la iglesia del NT; 1000=10 x 10 x 10, lo cual significa algo completo). El simbolismo debería ser evidente a partir del fraccionamiento del número 144.000 en doce tribus de exactamente 12.000 para cada tribu. Israel fue un nombre dado a Jacob después que luchó con Dios y con los hombres y venció (Génesis 32:28). Una vez más una referencia al pueblo de Dios como vencedores.

v. 4 - ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de Israel - Lo que sigue es claramente un censo de todas las tribus de Israel. Sin embargo, cuando examinamos el censo tiene algunas diferencias significativas de los censos reales tomados en el AT. Cada tribu tiene exactamente 12.000, contado para que el censo pueda ser considerado como simbólico. Cuando fue tomado el primer censo de las tribus tuvieron que pagar un rescate (Éxodo 30:12), así que los que estaban en el censo eran personas redimidas. Los 144.000 se encuentran nuevamente en 14:1 donde tienen el nombre del Cordero y del Padre escritos en sus frentes. En la descripción de la Nueva Jerusalén (22:3-4) también encontramos a los siervos de Dios con Su nombre sobre sus frentes.

v. 5 - De la tribu de Judá, doce mil sellados - Los 144.000 sellados. El primogénito de las doce tribus del Israel del AT es Rubén, quien es mencionado normalmente primero. Normalmente está listado en segundo lugar, después de Judá, pero aquí es la primera tribu y por lo tanto el primogénito es de la tribu de Judá. Jesús es el primogénito de los muertos
(1:5, Colosenses 1:15) y es de la tribu de Judá
(Hebreos 7:14, Apocalipsis 5:5). Es el primogénito de muchos hermanos (Romanos 8:29). La cantidad de gente de cada tribu es 12.000, que es simbólico. Este número también aparece cuando se mide la Nueva Jerusalén. Su largo, ancho y alto es de 12.000 estadios. Tiene doce puertas y sobre cada puerta tiene escrito el nombre de una de las tribus de Israel; la ciudad tenía doce cimientos sobre los que estaban escritos los nombres de los doce apóstoles.

v. 7 - De la tribu de Leví, doce mil sellados Leví es la tribu de los sacerdotes. Se incluye ahora en el censo, aunque normalmente no son contados (Números 1:47, 49) "no contarás la tribu de Leví, ni tomará en cuenta de ellos entre los hijos de Israel". Los santos del NT son un sacerdocio real (1 Pedro 2:9). No hay ahora ninguna necesidad de una tribu separada de sacerdotes.

v. 8 - De la tribu de José, doce mil sellados - José no se menciona normalmente como una tribu; sus hijos
Manasés y Efraín son mencionados normalmente como dos tribus (Génesis 48:5). Sin embargo Efraín se involucró en la idolatría y no se menciona aquí, al igual que Dan que tampoco se menciona. Los idólatras están excluidos de la Nueva Jerusalén (22:15). José es un tipo de Cristo; no se dice nada malo de él en las Escrituras. Tanto José como Cristo fueron juzgados injustamente. José fue acusado injustamente de tratar de violar a la esposa de Potifar (Génesis 39:1-20). Ambos sufrieron: José en la cárcel y Jesús en la cruz. Ambos fueron coronados más tarde con gloria y honor (Génesis 41:39-45, Hebreos 2:9).

El censo, por lo tanto, revela a Cristo como el primogénito. Incluye a los sacerdotes junto con José como un tipo de Cristo. Todos han sido rescatados, pero no hay idólatras en ella; es la iglesia de los redimidos.

17. La gran multitud vestida de ropas blancas (7:9)

(Apocalipsis 7:9)
 Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; {10} y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero. {11} Y todos los ángeles estaban en pie delante el trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios. {12} diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.
{13} Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? {14} Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. {15}
Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. {16} Ya no tendrán hambre y sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; {17} porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. {8:1} Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.

v. 9 - Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, - Primero Juan oye el número, 144.000 (7:1) y son descritos simbólicamente. Ahora mira y ve una gran multitud que nadie podía contar. Esta gran multitud son los mismos 144.000 que a la vez son los mismos de la Nueva Jerusalén (ver Apocalipsis 21:1-4 y 21:12-17, donde la Nueva Jerusalén tiene 12.000 estadios de largo, y es tan ancho y largo como es de alto. Los 144.000 aparecen también en Apocalipsis 14:1-3
donde tienen el nombre del Cordero y de Dios en sus frentes, como los santos en la Nueva Jerusalén (22:4). 

La gran multitud aquí también se encuentra descrita en la Nueva Jerusalén: han sido lavadas sus vestiduras (22:14); están ante el trono de Dios y lo sirven a Dios
(22:3); Dios enjugará toda lágrima (21:4). Juan
también ve una gran multitud en el cielo en 19:1 ff. que adora a Dios porque ha vengado en la gran prostituta la sangre de sus siervos (19:2). Estos son descritos como siervos de Dios (19:5) y como la novia (19:7). Este gran número que nadie podía contar son el cumplimiento de la promesa de Dios a
Abraham que su descendencia sería tan numerosa como las estrellas o los granos de arena del mar (Génesis 15:5, 22:17, Hebreos 11:12).

v. 9 - de
 todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero - Note la descripción de cuatro partes que indica que vienen de los cuatro rincones de la tierra. También apoya el argumento que representan la cantidad completa de los redimidos; no son sólo los gentiles. Estos santos vienen del mismo grupo sobre el que la bestia tiene autoridad (13:7) y para quien el ángel tiene un evangelio eterno (14:6). Esto ilustra la universalidad del evangelio; debemos predicar el evangelio a todas las criaturas, aún a aquellas que adoran a la bestia. Están parados frente al Cordero que contesta la pregunta planteada en 6:17
"¿quién podrá sostenerse en pie?".
Claramente sólo la iglesia puede sostenerse en pie delante de Dios. Porque Dios los ve parados frente al trono y frente al Cordero, están en el cielo (4:2, 5:13, 22:3). Compare esto con la visión de "uno como un hijo de hombre" (Daniel 7:13) al que "todos los pueblos, naciones y lenguas" servirán (Daniel 7:14).

v. 9 - 
vestidos de ropas blancas, - Las ropas blancas son ropas de justicia (v. 14) y se dice que "han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero". Ver también Isaias 6:10. A los mártires se les dio también vestiduras blancas (6:11). Ver también 3:4-5, 3:18. Los ejércitos del cielo están vestidos de lino blanco y limpio (19:14). Las vestiduras blancas son justicia imputada, es decir la justicia de Cristo. Sus propias obras son como trapos de inmundicia (Isaias 64:6, Zacarias 3:3).
v. 9 - con palmas en las manos - Esto nos recuerda de la adoración que se le dio a Jesús antes de morir (Jn. 12:13); las palmas eran emblemas de triunfo. Es también un recordatorio de la fiesta de las enramadas celebrada en la cosecha (Levítico 23:39 ff.). Aquí celebran la cosecha eterna de los santos. Las palmeras están en la ciudad descrita por Ezequiel (Ez. 41:17-18).

v. 10 - y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero - Estos son los que reconocen que su salvación viene de Dios (Isaias 25:9, Apocalipsis 12:10, 19:1) y de Jesús como lo afirma el NT (Efesios 2:4, 2 Tesalonicences 2:13, 1 Timoteo 1:15, Tito 3:4). Dios y el Cordero se encuentran vinculados; su salvación fue el plan de Dios y fue implementado por el Cordero de Dios. Han sido salvados de la ira del Cordero porque han sido sellados. Es interesante considerar que en el cielo hablaremos todos un solo idioma como en los tiempos anteriores a Babel. No hay ahora ninguna necesidad de confusión de idiomas; el hombre está embarcado en una actividad correcta, es decir la adoración de Dios y del Cordero.

v. 11 - todos los ángeles estaban en pie delante el trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios - El resto del cielo ahora se une en un acuerdo para adorar a Dios quien es el único a quien le corresponde la adoración (cf. 4:10, 5:8, 5:14). Los ángeles adoran a Dios y es un ángel que dos veces le dice a Dios que no lo adore a sus pies sino que lo adore a Dios (19:10, 22:8-9). Contraste la adoración de Dios aquí con la adoración de la bestia y el dragón en 13:4.

v. 12 - Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén - Todos se unen en esta doxología de siete partes, como lo hicieron en 5:12.

v. 13 - Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? - Esta es una pregunta retórica y que el anciano pasa a contestar.

v. 14 - Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero - ¿Qué es la gran tribulación? La palabra "gran" es usada frecuentemente en el libro de Apocalipsis (ver Introducción). Ya hemos oído acerca de "la hora de prueba que ha de venir sobre el mundo entero" (3:10). El quinto sello ha mostrado las almas de los mártires debajo del altar, muertos por la palabra de Dios y el testimonio que habían mantenido (6:9). Los que salen de la gran tribulación son los que han lavado sus ropas. Son los redimidos de la Iglesia de Dios. Compare esta descripción de los redimidos en Apocalipsis 22:14 que han lavado sus ropas para que pudieran tener el derecho al árbol de la vida y entrar a la ciudad.

El libro de Apocalipsis habla de dos tribulaciones: una para la iglesia, que es la persecución, y otra para el mundo, que se muestra en las siete trompetas y las siete copas, y especialmente en la segunda venida. Así, tenemos que distinguir entre la tribulación para el creyente y la ira para los incrédulos. Los creyentes son sellados antes que se hagan sonar las trompetas. La gran tribulación es un tiempo de persecución a lo largo de la era de la iglesia pero que aumentará en un crescendo hasta un período de aflicción sin igual justo antes del retorno de Cristo (Mateo 24:29, Daniel 12:1). 

Está descrito desde el punto de vista de los redimidos en el cielo más que desde la historia humana; Él ve su cantidad final incontable. Es la tribulación que todos los creyentes deben atravesar (Hechos 14:22); no es sólo un evento futuro aislado de la historia. Esto debería resultar claro del resto de Apocalipsis que continúa describiendo más persecución que los santos deberán atravesar. Jesús dijo que en el mundo tendrán tribulación, una palabra que incluye la presión, el sufrimiento y la persecución (Juan 16:33, cf. Romanos 12:12, 2 Corintios 1:4, 7:4, 2 Tesalonicenses 1:4, Apocalipsis 1:9, 2:9).

La gran multitud que vio que nadie podía contar, de toda nación, tribu, pueblo y lengua, es más probablemente el conjunto total de los creyentes que sólo los que pasan por la gran aflicción final. Que los 144.000 comprenden tanto los santos del AT como del NT debe poner en claro que la tribulación ocurre a lo largo de las eras de AT y del NT. La Nueva Jerusalén muestra a los santos del AT y del NT. La iglesia del AT sufrió la tribulación bajo Faraón en Egipto, que es un modelo para la persecución del NT en este libro.

Es fácil para la iglesia en occidente que no está bajo la persecución mirar hacia un cumplimiento futuro de la gran tribulación. Sin embargo, los reformadores y la iglesia en China y Rusia no estarán de acuerdo. Ellos han tenido y están teniendo su tribulación ahora. La idea de que el rapto ocurrirá antes de la gran tribulación también va en contra de las Escrituras
(1 Tesalonicences 4:13-17, Mateo 24:30-31) y está demostrado también en este versículo. El libro de Apocalipsis testifica que los santos saldrán de la gran tribulación en este versículo y en los siguientes versículos:

El quinto sello revela a los mártires muertos por la palabra de Dios y el testimonio que habían mantenido (hasta el fin) (6:9).
  1. Cuando los dos testigos terminan sus testimonio son muertos por la bestia (11:7) y luego pasan por un rapto. 
  2. La mayoría de los futuristas consideran a la bestia como el anticristo
  3. A la bestia se le dio poder para guerrear contra los santos y para conquistarlos (13:7)
  4. La segunda bestia hizo que todos los que se rehusaban a adorar la imagen de la primera bestia fueran muertos (13:15). 
  5. La mujer sentada sobre la bestia está ebria con la sangre de los santos (17:6)
Finalmente, Jesús mismo testifica que los elegidos saldrán fuera de la gran tribulación (Mateo 24:20-31, Marcos 13:18-27).

v. 14 - y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero - Esta es una paradoja gloriosa: Él nos ha librado de nuestros pecados por Su sangre (1:5). El blanco indica pureza (1 Juan 1:7, Isaias 1:18). Isaias 61:10 se refiere a las vestiduras de salvación y un manto de justicia. Está conectado también con los israelitas cuando lavaron sus ropas en preparación para que el Señor descendiera sobre el Monte Sinaí (Éxodo 19:10). Aquí indica que deberían estar limpios ceremonialmente para ver al Señor.

v. 15 - Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos - El "por eso" es porque están limpios y han sufrido por Cristo. Las recompensas indicadas aquí están reiteradas en 21:3 ff. "He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo" y son más evidencia de que este grupo es todo el conjunto de creyentes. Están ante Su trono, es decir en Su presencia y lo sirven a Dios, como lo habían hecho cuando vivían en la tierra. Compare a esos que sirven a Dios día y noche con el destino de los que adoran a la bestia y a su imagen, y el diablo que los acusa día y noche. Serán atormentados y no tienen descanso día y noche por siempre jamás (14:11, 20:10). La gran multitud de santos lo sirven día y noche en Su templo, es decir el santuario interior o el Lugar Santísimo, cumpliendo así con Ezequiel 37:26, en donde Dios pondrá Su santuario entre Su pueblo por siempre.

v. 16 - Ya no tendrán hambre y sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno - Este es un retrato del cielo como un conjunto de cosas negativas. Nunca tendrán sed porque tendrán fuentes de agua viva (v. 17). Nunca serán quemados por el sol porque no habrá sol (21:23, 22:5 cf. Isaias 49:10). Esto está en contraste con la cuarta copa con gente quemada (ver
Apocalipsis 16:8). Está también en contraste con los del lago de fuego. Nunca tendrán hambre debido al fruto del árbol de la vida y porque Jesús dijo que era el pan de vida.

v. 17 - porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos - El Cordero será su pastor y nada les faltará (no tendrán sed ni hambre) y Él los guiará a fuentes de agua viva (Salmo 23:1). La fuente de agua viva se encuentra en Apocalipsis 21:6 que surge del Cordero. Ya hemos visto al Cordero parado en el centro del trono (5:6). Dios enjugará toda lágrima de sus ojos; esto se repite en 21:4. Compare con su equivalente del AT en Isaias 25:8 y contrástelo con el llanto de los impíos (Mateo 13:42). Esto elimina la maldición (Génesis 3:17); ya no habrá más maldición (22:3). Compare la similitud de los versículos 15-17 con la descripción dada en Apocalipsis 21:3-6. Estamos viendo el mismo evento, un adelanto del cielo; es el paralelismo del libro. Esta sección puede verse como el cumplimiento de la oración de Jesús antes de ser crucificado, al orar que Sus discípulos estuvieran con Él y lo vieran en Su gloria (Juan 17:24).

8.1 - Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora - Después de estos dos retratos de la iglesia se abre el séptimo sello, seguido de silencio en el cielo. Éste podría ser un tiempo de reflexión sobre lo que ha ocurrido hasta ahora. Podría ser porque el primer cielo y tierra han desaparecido. Las visiones de los 144.000 y la gran multitud forman un interludio entre el sexto y el séptimo sello. Hay también un interludio entre la trompeta sexta y la séptima que muestra a los dos testigos, es decir la iglesia que testifica. Los siguientes versículos muestran otros pasajes bíblicos en donde hay silencio:
  • En Salmo 76 la tierra temió y estuvo en silencio cuando el Señor pronunció juicio desde el cielo
  • En Isaías 18:4 antes de la cosecha de la tierra el Señor mira sobre la tierra desde el cielo en silencio
  • En Isaías 24:8 relata la quietud de los instrumentos musicales y los que hacen fiesta después que el Señor ha devastado la tierra
  • En Isaías 47:5 Babilonia estará en silencio
  • En Isaías 41:1 las islas deberán estar en silencio antes del juicio del Señor
  • En Ezequiel 27:32 Tiro es silenciado
  • En Habacuc 2:18-20 el Señor está en su templo santo y la tierra debe estar en silencio ante Él
  • En Sofonías 1:7 la tierra debe estar en silencio ante el Señor porque el día del Señor está cerca cuando Él castigará a los malos.
  • En Zacarías 2:13 la humanidad debe estar en silencio ante el Señor porque se ha levantado de Su santa morada y viene a juzgar.
Continua en El Apocalipsis VIII: Las Siete Trompetas
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lunes, 14 de noviembre de 2011

El Reino de Juda

Genealogía de los reyes de Israel

El Reino de Judá
El Reino de Judá (en hebreo, מַמְלֶכֶת יְהוּדָה‎, Mamlejet Yehudá) fue un estado del Levante mediterráneo durante la Edad de Hierro. La Biblia hebrea lo describe como el sucesor del Reino Unido de Israel, tras el cisma provocado a la muerte de Salomón.

Desde el punto de vista arqueológico e histórico, numerosos autores como Israel Finkelstein, Nadav Na'aman, Emanuel Pfoh o Mario Liverani, sostienen que la evidencia arqueológica contradice el relato bíbico que lo describe como un extenso reino entre los siglos IX y VIII a. C. Gran parte de los historiadores, aunque no todos, consideran que el reino fue una pequeña entidad, de origen tribal, que se limitaba a Jerusalén y sus alrededores cercanos, dependiente del Reino de Israel.,Tras la caída de Samaria, Judá se convirtió en un reino relativamente importante.

En la arqueología
En el siglo X a. C. y principios del siglo IX a. C, el territorio de Judá parece haber estado escasamente poblado, limitado a pequeños asentamientos rurales, la mayoría de ellos sin fortificaciones. Jerusalén, la mencionada capital del reino, probablemente no surgió como un centro administrativo importante hasta finales del siglo VIII a. C; antes de esto, la evidencia arqueológica sugiere que su población era demasiado pequeña para sostener un reino.

En el siglo VII a. C. su población aumentó enormemente prosperando bajo el vasallaje asirio, pero en el 605 a. C. el Imperio asirio fue derrotado y la competencia siguiente entre la dinastía XXVI de Egipto y el imperio Neobabilónico por el control del Mediterráneo oriental la condujo a la destrucción en una serie de campañas entre 597 a. C. y 582 a. C., el exilio de la comunidad local y la incorporación de Judá como provincia del Imperio neobabilónico.

La prosperidad de Judá bajo el vasallaje asirio (no exenta de momentos de enfrentamiento como la revuelta de Ezequías), terminó con la caída del Imperio Asirio, cosa que disparó la lucha entre la Dinastía XXVI de Egipto y el Imperio Neobabilonio. La situación de Judá en medio de la zona en disputa condujo a la destrucción del reino luego de la serie de campañas que tuvo lugar entre 597 y 582 a. C. y a la que siguió el Cautiverio en Babilonia junto con el establecimiento de una provincia babilónica en el territorio de Judá.

Según la Biblia
El Reino de Juda fue creado a partir de los territorios que formaban parte del Reino de Israel, dominio que durante los reinados de Saúl, David y Salomón constituyó una monarquía unificada. Tras la muerte de Salomón, el territorio israelita fue dividido y del reino inicial surgieron otros dos: el Reino de Judá en su porción sur y otro reino, denominado una vez más Reino de Israel, pero abarcando solo la porción norte del territorio en cuestión. Establecido en Judea, el Reino de Judá suele también ser conocido como el Reino del Sur, para distinguirlo así de la otra monarquía, establecida en el norte, es decir, el Reino de Israel que comprendía Samaria y Galilea, y cuya existencia tuvo lugar en tiempos de la así denominada monarquía hebrea dividida. El Reino de Judá nació como estado independiente algún tiempo después de la muerte del rey Salomón en 928 a. C..

Durante el siglo VII a. C., Jerusalén se convirtió en la capital del Reino de Judá, en medio de un gran auge de población y de poder. Acaso ello en parte se debiera al posible apoyo asirio, que veía en Judá un valioso vasallo proasirio y una importante fuente de aceite de oliva.

Reyes de Juda
Roboam
Roboam fue un rey de Judá que reinó entre 928 y 913 a.C.​ Fue hijo de Salomón con Naamah. Su reinado está consignado en el Primer Libro de Reyes.

Hijo y heredero de Salomón, recibió el reino unificado de Judá e Israel, pero no fue bien recibido por los israelitas (las tribus norteñas). Tuvo que acudir a Siquem a recibir la corona de Israel de manos de los ancianos. Según el relato de I Reyes 12: 1-24, el encuentro comenzó con la queja de los ancianos de la pesada carga y el yugo que les había impuesto Salomón, pidiendo al nuevo rey que les aliviara esos tributos económicos. Roboam, en contra de la opinión de sus consejeros de mayor edad, aceptó el consejo de los jóvenes de su edad y rechazó con dureza la petición, por lo que los israelitas se sublevaron y se apartaron de la dinastía de la Casa de David, proclamando rey a Jeroboam I.

Ante esa situación Roboam se vio obligado a huir precipitadamente a Jerusalén en su propio carro de guerra. En adelante, la casa davídica reinaría sólo en Judá, con las tribus de Judá y Benjamín, aunque el reinado sería más largo y estable que el de las 10 tribus restantes (Israel), que estaría sometido a una sucesión, a menudo violenta, de reyes y dinastías.

Aunque Roboam trató de recuperar el territorio de Israel, desistió a causa (supuestamente) de la profecía del profeta Semeyas, según la cual, ello contravenía la voluntad de Yavé. En el futuro, ambos reinos se enfrentarían frecuentemente, lo que aprovecharían los Estados enemigos vecinos. Así, en el quinto año de reinado de Roboam, se produjo la invasión del faraón Sheshonq I, que pudo saquear el Templo de Jerusalén.

Abias
Abías (en hebreo: אביים Aviyam: ‘mi padre es Yah’) fue el cuarto rey de la casa de David y el segundo del Reino de Judá. Era hijo de Roboam y Macá, y reinó entre el 915 y el 911 a. C. según William F. Albright.

Cuando Abías ascendió al trono volvieron las hostilidades con el Reino de Israel, regido por Jeroboam I, al que derrotó en el monte Semaráyim, acabando con su ejército e hiriéndolo y de esa manera ya no fue una amenaza, ya que «murieron 500 000 soldados». Anexionó a Judá varias poblaciones. Selló una alianza con Tab-Rimmón de Damasco, y su acercamiento a los sirios marcó el inicio de sucesivas intervenciones de estos en los asuntos internos de Israel y Judá.

Una biografía más completa que la del Libro de las crónicas fue escrita por el profeta Iddo, pero el texto se ha perdido.3​ Abías tuvo 14 esposas y 38 hijos. A su muerte fue enterrado junto a sus antepasados en Jerusalén. Fue sucedido por su hijo Asa.

Asa
Asa (en hebreo: אסא) fue el quinto rey de la casa de David y el tercero del Reino de Judá, gobernando entre 913 y 873 a. C. Era hijo de Abías y bisnieto de Salomón. Asa fue celoso cumplidor de la religión judía, y persiguió a los idólatras.1​ Murió tras 41 años de reinado honrado por su pueblo, y le sucedió su hijo Josafat. Rechazó dos intentos de invasión: uno de Egipto y otro de Basá, rey de Israel.

Persecución religiosa
El profeta Azarías ben Oded exhortó a Asa a reforzar la estricta observancia del judaísmo nacional, lo que el rey cumplió,3​ prohibiendo los antiguos cultos religiosos, y destruyendo todos sus santuarios.4​ La reina madre, Maacah, también fue apartada por haber estado involucrada con los dioses, cultos y creencias de los pueblos vecinos. También ilegalizó la prostitución y persiguió a los infractores. En el año 15 de su reinado organizó una gran fiesta en Jerusalén para celebrar la total expulsión de los idólatras. En esa época muchos norteños, en particular de las tribus de Efraín y Manasés, emigraron al Reino de Judá a causa de la prosperidad de que disfrutaba y a los conflictos internos del Reino de Israel tras la caída de la dinastía de Jeroboam I.

Guerra
Asa renovó y reforzó el conjunto de fortalezas construido por su abuelo Roboam aprovechando el largo periodo de paz. Consiguió rechazar un intento de invasión realizado por el ejército egipcio bajo el mando de Zerah el Etíope, del que la crónica no aclara si era un faraón o un general. La batalla tuvo lugar en el valle de Zefat, donde Asa, con 580.000 hombres, derrotó a Zerah y a sus millones de hombres y 300 carros. La paz resultante permitió a Judá mantenerse libre de la opresión de los faraones hasta la época de Josías, dos siglos más tarde.

En el año 36 de su reinado el rey de Israel Basá atacó Judá.6​nota 1​ Basá construyó la fortaleza de Ramah en la frontera, a unos 8 km. de Jerusalén. El resultado fue que la capital se encontraba bajo la presión militar y la situación era precaria. Asa tomó el oro y la plata del Templo y los envió a Ben-Hadad I, rey de Damasco, a cambio de que suprimiera la ayuda que prestaba a Basá. Como resultado, Ben-Hadad atacó Ijon, Dan, y otras ciudades importantes de la tribu de Neftalí, y Basá se vio obligado a retirarse de Ramah. Asa derribó la fortaleza inacabada y utilizó sus materiales para fortalecer Geba y Mizpah, en la frontera.

Fin del reinado
Asa tuvo algunos problemas con puristas religiosos, como el profeta Hanani, que le amonestó por confiar en el rey de Siria para derrotar a Basá en lugar de confiar en la Divina Providencia, y fue encarcelado. También se le reprochó confiar en los médicos y no en Dios para sanar de una enfermedad.

En el trigésimo noveno año de su reinado, Asa, gravemente enfermo, nombró corregente a su hijo Josafat. Murió dos años después y fue enterrado con sus antepasados en Jerusalén, en una tumba que había preparado.

Josafat
Josafat (hebreo: יְהוֹשָׁפָט; "Yaveh es el que juzga") fue el sucesor de Asa, rey de Judá y de Azubá, hija de Silhí. Fue el sexto rey de la casa de David y el cuarto del Reino de Judá. Ascendió al trono con 35 años y reinó 25 (c 873-c 849 a. C.). Su reinado fue contemporáneo de los de Ajab, Ocozías y Joram, reyes de Israel.

Reinado
Hay razones para creer que estuvo asociado con su padre Asa (Mateo 1:8) en el trono durante los últimos años del reinado de éste, pues Asa sufría de los pies. A su vez, el hijo de Josafat, Joram, fue corregente en el trono hacia el fin del reinado de su padre. Se le describe como un buen rey, que no sirvió a dioses extranjeros, aunque muchos de sus súbditos todavía adoraban en los lugares altos, que no habían sido eliminados (1 Reyes 22:43; 2 Cronicas 17:3). En su tercer año envió príncipes, levitas y sacerdotes por todo Judá para enseñar al pueblo los principios de la Ley de Dios (2 Crónicas 17:7-9), y Dios lo bendijo por esta causa. Pudo hacer las paces con Israel y también ganar el respeto y el favor de las naciones vecinas, algunas de las cuales le enviaron regalos (1 Reyes 22:44; 2 Cronicas 17:11). Fue lamentable que relacionara su casa con la de Omrí de Israel, al tomar a Atalía, la idólatra hija de Acab, como esposa para su hijo (2 Reyes 8:18).sin más datos históricos

Alianzas
Mientras visitaba a Acab después de la batalla de Qarqar (853 a. C.), Josafat fue incitado por el rey israelita a ayudarlo en una campaña para reconquistar Ramot de Galaad de los sirios. La campaña fracasó y en la batalla Acab fue mortalmente herido, pero Josafat escapó (1 Reyes 22:1-38; 2 Crónicas 18:1-34). La confraternización de Josafat con el malvado rey de Israel fue severamente reprendida por el profeta Jehú, hijo de Hanani (2 Crónicas 19:1, 2). Al volver del norte, Josafat continuó las reformas religiosas y judiciales iniciadas por su padre (1 Reyes 22:46; 2 Crónicas 17:6). También instituyó un cuerpo judicial en Jerusalén para actuar como suprema corte del país (2 Crónicas 19:4-11).

Más tarde, durante su reinado, los amonitas, moabitas y edomitas se unieron para invadir Judá desde el sur. Josafat buscó a Dios pidiendo liberación y el Señor atendió su oración. Los enemigos empezaron a pelear entre sí y en una sangrienta lucha se destruyeron mutuamente, hasta el punto que "ninguno" escapó (2 Crónicas 20:1-30). Fue probablemente este desastre lo que le dio a Josafat acceso al fuerte edomita de Ezión-geber, aparentemente no ocupado por Judá desde el tiempo de Salomón. Ocozías de Israel se unió a él en una empresa para construir navíos con fines comerciales. Pero los barcos naufragaron, presumiblemente por una tempestad. Ocozías parece haber sugerido un segundo intento, pero Josafat no aceptó la idea, porque había sido reprendido por el profeta Eliezer por haberse unido con el malvado rey de Israel (1 Reyes 22:48, 49; 2 Crónicas 20:35-37). Más tarde, se alió con Joram, otro hijo de Acab, en una campaña contra Moab, que tuvo cierto éxito (2 Reyes 3:4-27). Josafat fue sepultado en las tumbas reales de Jerusalén (2 Crónicas 21:1).

Joram
Joram fue el quinto rey de Judá, que reinó en el período (850 a. C. - 843 a. C.) aproximadamente. Fue hijo y sucesor de Josafat y esposo de Atalía, hija del rey Omrí de Israel. Ascendió al trono a los treinta y dos años de edad al ascender al trono y reinó durante ocho años. Según 2 Reyes 08:16, Joram se convirtió en rey de Judá, en el quinto año de Joram de Israel, cuando su padre Josafat era (todavía), rey de Judá, lo que indica una corregencia. Jehoram de Israel a su vez ascendió al poder cuando era el sgundo año de la corregencia de Joram. Para asegurar su posición, mató a sus seis hermanos. La Biblia dice que <<hizo el mal a los ojos de Yahvéh>> (2 Reyes, 8:18) y lo atribuye a la influencia de la familia de la reina.

Gracias a la influencia de su madre, mantuvo buenas relaciones con Israel, a pesar de lo cual, su posición era insegura, por las revueltas de Edom contra la autoridad de Judá. Cuando Joram marchó contra ellos, su ejército huyó frente a los edomitas, y se vio obligado a reconocer su independencia. Joram pasó a Saír con sus carros de guerra, para tratar de restablecer el dominio de Judá. Los idumeos lo cercaron, pero aunque Joram logró batirlos y romper el cerco, no pudo recuperar el territorio rebelde. También Libná se alzó contra el Reino de Judá.

Joram murió en 843 a. C., a los cuarenta años de edad. Le sucedió su hijo Ocozías. Algunos después, sus otros cuarenta y dos hijos fueron arrestados en Bet-Equed por Jehú, rey de Israel, y degollados en la cisterna de ese sitio.

De acuerdo con la Reina Valera Mateo 1:1-17, Joram es el padre de Uzías. Uzías es el padre de Jotam. Jotam padre de Acaz. Acaz padre de Ezequías. Ezequías padre de Manacés. Manacés padre de Amón. Amón padre de Josías. Josías padre de Jeconías. Jeconías padre de Salatiel. Salatiel padre de Zorobabel. Zorobabel padre de Abiud. Abiud padre de Eliaquim. Eliaquim padre de Azor. Azor padre de Sadoc. Sadoc padre de Aquim. Aquim padre de Eliud. Eliud padre de Eleazar. Eleazar padre de Mathám. Mathám padre de Jacob. Jacob padre de José. José padre de Jesús de Nazareth.

Ocozías
Ocozías (אחזיהו המלך) fue un rey de Judá, hijo de Joram y de Atalía, hija del rey Ajab de Israel. Ocozías llegó al trono a los 42 años (2 Crónicas 22:2). William F. Albright ha datado su reinado en el año 842 a. C.,mientras E. R. Thiele da la fecha del 841 a. C. Bajo la influencia de su madre, Atalía, introdujo nuevos métodos de trabajo, los cuales ofendieron a los hebreos.

Ayudó a su tío, Joram, rey de Israel, en una expedición infructuosa contra Hazael, rey de los arameos. Joram fue herido en la batalla y, cuando Ocozías fue a visitarlo en Jezreel, se encontró en medio de la revuelta de Jehú. Ocozías tuvo que huir para salvar su vida, pero fue herido en el paso de Gur, por lo que le quedaron apenas las fuerzas para llegar a la colina de Megido, donde murió (II Reyes 9:22-28). Así, su reinado se prolongó solo durante un año.

El autor de la inscripción de Tel Dan (encontrada durante unas escavaiones arqueológicas llevadas a cabo entre 1993 y 1994 en Lashish) afirmó haber matado a ambos reyes, tanto a Ocozías, hijo de Joram, como a Joram de Israel; probablemente, el autor de el monumento encontrado fuera el propio Hazael, rey de los arameos. Si bien la inscripción es contemporánea al periodo del que habla, los reyes de este periodo son conocidos por reclamar acciones exageradas, con lo que no queda claro si los dos reyes fueron asesinados por Jehu (como aparece en la Biblia) o bien por Hazael (como aparece en la inscripción).

Atalia
Atalía fue reina de Judá durante el período (842 a. C.-835 a. C.), aproximadamente. Fue el séptimo reinado de Judá.

Era hija de Ajab, rey de Israel, y de Jezabel, la princesa de Tiro que aparece en la Biblia. Sin embargo, algunos eruditos creen que era hermana de Ajab, en lugar de su hija. Al casarse con Joram, se convirtió en reina consorte de Judá. Cuando murió su esposo y también su hijo Ocozías, se alzó con el trono. Pero por escaso tiempo, hasta que la revuelta de Jehú acabó con todos los descendientes de Jezabel tanto en Israel (su hermano Joram ) como en Judá.

Durante su reinado, toleró el culto al dios Baal, por lo que se ganó el odio de los sacerdotes de Yavé. Hizo todo lo posible por exterminar a los descendientes de la casa de David, ejecutando a cuantos príncipes pudo encontrar. Sin embargo, Jehosheba hermana del rey Ocozías, protegió a uno de ellos, llamado Joás, que luego sería rey, entregándolo en secreto al cuidado del sumo sacerdote Joiada, quien lo presentó en público por sorpresa. Después de este golpe de efecto, Atalía fue capturada y ejecutada.

Joas
Joás (hebreo: יְהוֹאָשׁ Yehoash, griego: Ιωάς Iōás, latín: Ioas; Jerusalén, c. 844 a. C. – Bet-Milo, c. 796 a. C.) fue el octavo rey de Judá, que reinó durante el período entre los años 835 a. C. – 796 a. C., aproximadamente.

Él fue el único que, gracias a sus tíos Joiada y Josaba, sobrevivió a una masacre instigada por su abuela paterna Atalía en la que mató a todos los hijos de su difunto hijo, Ocozías de Judá. A través de su abuela paterna, Joás era un descendiente de la casa de Omri.

Familia y coronación
Era hijo de Ocozías y una mujer de Beerseba llamada Sibia, y el único descendiente que escapó con vida de la purga realizada por su abuela paterna, la reina Atalía. Fue ungido por el sumo sacerdote Joiada, que le había protegido en secreto. Comenzó a reinar a la edad de siete años guiado por el sumo sacerdote Joiada.

Obras
Entre sus obras destacadas en la Biblia fue conseguir un gran auge económico en recolección de dinero, para la restauración del templo, dañado gravemente en el reinado de Atalía; con el dinero también se construyeron varios artefactos religiosos, sin embargo no pudo eliminar los templos de otros ídolos del reino, por lo que la gente siguió adorando a otros dioses.

Ejecución de los hijos de Joiada
Todo marchó tranquilo hasta la muerte de su guía Joiada. Joás y otros líderes del reino empezaron a ignorar la religión y a prestar atención a otros cultos, los profetas que advirtieron a Joás no fueron escuchados, y Zacarías, hijo de Joyada le advirtió igualmente, sin embargo Joás ordenó que lo maltrataran y lo ejecutó.

Enfermedad y muerte
Tras estos hechos, Joás recibe una grave consecuencia, los arameos se dirigen a atacar Jerusalén y asesinan a todos los jefes, Joás debe entregarles un botín con todas las cosas preciosas que había conseguido, quedando sin las obras que había realizado para el templo, tras la invasión. Los arameos se fueron pero lo dejaron gravemente enfermo.

Tras la crisis algunos de sus oficiales decidieron conspirar, lo asesinaron hiriéndolo mientras estaba en cama, en Bet-Milo, y en su lugar reinó su hijo Amasías.

Amasías
Hijo y sucesor de Joás, rey de Judá, su primer acción de gobierno fue la persecución de los asesinos de su padre, y conforme a la costumbre, permitió vivir a sus hijos. Fue el primer rey de Judá que empleó un numeroso ejército de mercenarios de Israel, con el que derrotó a Edom. Sin embargo, después de la victoria, adoró algunos de los dioses edomitas, lo que según el autor de Crónicas, fue la causa de su ruina posterior.

Declaró la guerra a Israel, siendo derrotado por Joás, rey de Israel en la batalla de Bet-Semes, hecho prisionero y más tarde, asesinado, mientras que Jerusalén fue saqueada. Fue padre del rey Ozías, y abuelo de Uzías o Azarías. Se calcula que gobernó entre el 797 y el 769 a. C. aproximadamente.

Uzías
Uzías o Azarías (Judá, 825-759 a. C.) fue un rey de Judá que, según la Enciclopedia Católica, reinó en el período 809-759 a. C., pero según E.Thiele, la fecha del reinado sería 767-740 a. C., si bien entre 751 y 740 a. C., ejercería la corregencia, Jotán de Judá, por haber ya contraído la lepra. Era hijo del rey Amasías y de Jecolías, y tuvo un próspero reinado, hasta que fue arruinado por problemas de salud.

Relato bíblico
Uzías inició su reinado en Judá a los dieciséis años3​ para reemplazar al rey Amasías, su padre, que había sido asesinado. Mientras siguió la religión su reinado fue muy próspero. Reconstruyó la ciudad de Elat y la devolvió al territorio de Judá; en la guerra ganó a los filisteos y los obligó a arrasar parte de las murallas de Gat, de Jabné y Asdod; en el lugar donde se arrasaron las murallas construyó ciudades. Triunfó ante los filisteos, un sector de árabes en Gur-Baal y contra los amonitas, que le pagaron tributos. La fama y poderío de Ozías se extendió incluso hasta la frontera con Egipto.

Uzías estaba muy preocupado por la agricultura, mandó a construir varias cisternas, por el numeroso ganado, por los viñadores y por los labradores, además construyó torres en Jerusalén, en la Puerta del Ángulo, en el Ángulo y en la Puerta del Valle, las fortificó y mando a construir también en pleno desierto. Según los historiadores hebreos, durante el reinado de Ozías, el ejército llegó a los 307 500 soldados todos bajo sus órdenes y que le ofrecían lealtad. Al ejército se le realizó censo, se le entregó mucho material y se mandó a construir máquinas, hechas por un ingeniero, que se colocaron en los ángulos y en las torres para arrojar saetas y piedras grandes.

Su fama y poderío llegó muy lejos, Ozías se hizo muy popular incluso en otros territorios, sin embargo empezó a ser muy orgulloso y a desobedecer sus promesas con [Jehová]]. Fue al templo a quemar incienso, los sacerdotes se enojaron con él y le dijeron que estaba renegado, Ozías se enfureció, le brotó lepra en la frente por desobedecer a Jehová y fue enfermando cada vez más, hasta que le fue imposible gobernar. Debió ser aislado del cargo y puesto en una casa alejada, por su imposibilidad se puso a la cabeza del reino su hijo Jotán de Judá, finalmente falleció con lepra y fue sepultado con otros reyes.

Su reinado terminó el año 759 a. C. Ozías es mencionado en el versículo 5 del capítulo 14 del Libro de Zacarías y el autor le relaciona con un terremoto que ocurrió en sus días.

Jotan
Jotám de Judá fue un Rey de Judá, 748-732 Hijo del rey Uzías (Azarías) reino en Juda 16 años

Cuando Uzías fue herido con lepra por invadir ilegalmente el templo y ofrecer incienso ilegalmente, Jotán se encargó de los deberes reales en lugar de su padre, pero su período de Gobierno no se registra sino hasta de la muerte de aquél, cuando tenía 25 años.

Durante su reinado se emprendieron muchas obras de construcción. Erigió la puerta superior del templo, construyó gran parte del muro de Ofel y edificó ciudades en la región montañosa de Judá, así como lugares fortificados y torres en los bosques. (2 Crónicas 27:3-7.)"

Pero Jotán no disfrutó de un reinado pacífico. Guerreó contra los amonitas y finalmente los venció. Como resultado, le pagaron durante tres años un tributo anual de 100 talentos de plata (660.600 dólares [E.U.A.]) y 10.000 medidas de coro (unos 2.200.000 l.) tanto de trigo como de cebada. (2 Crónicas 27:5.) Durante su reinado, el país también empezó a sufrir presiones militares por parte del rey sirio Rezín y el rey israelita Pecajías. (2Reyes 15:37.)

Jotán fue enterrado a su muerte en la Ciudad de David, y su hijo Acaz, que tenía unos cuatro años de edad cuando Jotán llegó a ser rey, ascendió al trono de Judá. (2Crónicas 27:7–28:1.)

Acaz
Ajaz o Acaz fue un rey de Judá que gobernó entre el 734 y el 715 a. C. aproximadamente.

Era hijo y sucesor de Jotán de Judá. Según el Libro de Isaías y el Libro segundo de los reyes, siguió una vida de perversión, al introducir muchas costumbres paganas e idólatras, ignorando los llamamientos de los profetas Isaías, Oseas y Miqueas. Llamó en su ayuda al rey asirio Tiglath-Pileser III, para rechazar los ataques de Israel, Aram y Edom, razón por la cual Judá quedó sometida durante largos años como región vasalla de Asiria. Tiglath-Pileser saqueó Damasco y anexionó Aram.1​Luego atacó a Israel y "tomó Ijon, Abel Beth Maacah, Janoah, Kedesh y Jasor. También tomó Galaad y Galilea, incluyendo todas las tierras de la tribu de Neftalí, y deportó al pueblo a Asiria." Tiglath-Pileser registró este hecho en una de sus inscripciones.

Ezequías
Ezequías (Jiziqyah o Jiziqyahu, Hebreo: חזקיה o חזקיהו, "Yahveh ha fortalecido") fue el decimotercer rey del reino independiente de Judá e hijo del Rey Acaz y de Abiyah (2 Crónicas 29:1), que era hija de un hombre llamado Zacarías (no el profeta). (Abiyah era también conocida como Abi (2 Reyes 18:1-2).) Reinó veintinueve años, aunque según sincronismos cronológicos su reinado fue de 43 años (2 Reyes 18:2). Es también uno de los reyes mencionados en la genealogía de Jesús en el evangelio de Mateo.

Biografía
William F. Albright ha datado su reinado entre 729 a. C. y 686 a. C., mientras E. R. Thiele ofrece las fechas 716 a. C.-687 a. C. Bajo cualquiera de estas cronologías, Ezequías gobernó el reino sureño de Judá durante la conquista y reasentameinto forzado del reino norteño de Israel por los asirios de Senaquerib. Judá absorbió muchos refugiados del reino del norte durante el reinado de Ezequías.

La campaña de los asirios en contra de Judá se relata en el prisma de Senaquerib y en la Biblia. Ambos relatos coinciden en varios puntos:

-Ezequías no se subyugó a Senaquerib.
-Excepto Jerusalén, Senaquerib asoló todas las ciudades amuralladas de Judea (46 según el prisma de Senaquerib). En el asedio de Laquis se deslumbra como se capturó la segunda ciudad en importancia y las tácticas militares empleadas. 
-Ezequías terminó pagando tributo a Senaquerib. 
-Senaquerib envió un gran ejército contra Jerusalén, donde Ezequías junto con todos los habitantes de la ciudad amurallada fueron sitiados. 

En lo que difieren los relatos es en el orden de los dos últimos eventos que definen quien obtuvo la victoria en Jerusalén:
-Según el prisma de Senaquerib, éste encerró a Ezequías en Jerusalén "como a un pájaro" y después sin detallar que ocurrió en Jerusalén, dice que Ezequías le pagó tributo y se sometió a él.
-Según la Biblia (ver 2 Reyes 18 y 19; 2 Crónicas 32; Isaías 36 a 37), cuando Ezequías vio la desvastación de Judea intentó pactar paz en Laquis pagando el tributo antes del asedio a Jerusalén, pero aun así Senaquerib envió un numeroso ejército contra Jerusalén e intentó convencer a sus habitantes de someterse antes de devastar la ciudad. Ezequías, entonces, clamó a Dios, quien le respondió por intermedio del profeta Isaías diciéndole que Él mismo devolvería a Senaquerib por donde había llegado y que los habitantes de Jerusalén durante 2 años comerían de esa victoria, lo cual cumplió enviando un ángel que mató esa noche a 185.000 de los soldados que acampaban fuera de Jerusalén. Tras esto Senaquerib mandó regresar a su ejército; y por su parte Ezequías fue prosperado abundantemente y en su vida no vio más desolación en Judea. Por intermedio de Isaías supo que posteriormente vendría una gran devastación desde Babilonia, que ocurrió alrededor de cien años después con la destrucción del Templo de Salomón por los babilonios a manos del rey Nabucodonosor.

Arqueología
Sello de Ezequías:
En el 2009 fue encontrado en excavaciones lideradas por Eilat Mazar un sello de arcilla con la inscripción "Perteneciente a Ezequías [hijo de] Ajaz [o Acaz], rey de Judá [Judea]".

Túnel del Siloé:
La biblia menciona en 2 Reyes 20:20 y 2 Crónicas 32:30 las obras hídricas hechas por Ezequías.

"2 Reyes 20:20 Los demás hechos de Ezequías y todo su poderío, y cómo hizo el estanque y el acueducto, y trajo agua a la ciudad, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá?"

El Túnel de Ezequías fue descubierto en 1838 por Edward Robinson y se encuentra en la ciudad de Jerusalén.​

Asedio de Laquis
El asedio de Laquis tuvo lugar en el año 701 a. C. y formaba parte de la campaña del rey asirio Senaquerib por conquistar Judea. El asedio terminó con la toma de la ciudad por los asirios.

Precedentes
Tras sobrevivir a la muerte de muchos de sus hermanos – su nombre significa “El dios Sin ha compensado la muerte de sus hermanos”.1​Senaquerib sucedió a su padre Sargón II continuando con la política tradicional de sus antecesores y se enzarzó en enfrentamientos con los estados tributarios que se habían rebelado. Una de esas primeras campañas se dirigió hacia Levante donde el Egipto Kushita promovía constantes revueltas contra el poder asirio.

Ezequías, rey de Judá, lideraba una coalición antiasiria que englobaba a Ascalon, Ecron, Arvad, Biblos, Sidón, Amón, Moab y Edom; además este rey envió embajadores a Babilonia promoviendo la rebelión. Estas iniciativas políticas fueron criticadas por el profeta Isaías.

En 701 a. C., tras sofocar la revuelta de Babilonia, Senaquerib marchó contra los insurrectos para someterlos nuevamente al poder asirio. Primero se dirigió a Cilicia donde la revuelta fue brutalmente aplastada y la ciudad de Tarso completamente destruida. El monarca de Tiro se vio forzado a huir a Chipre, y los asirios impusieron un nuevo príncipe en la ciudad, para a continuación dirigirse hacia el sur. Samsimuruna, Arvad, Biblos, Asdod, Beth-Ammon, Moab, Edom prefirieron someterse y pagar tributos a enfrentarse al temible ejército asirio. Ascalón fue tomada por la fuerza, junto con las ciudades cercanas de Jope y Bet-dagón. Tras la conquista de estas ciudades tendrían lugar las torturas y asesinatos sistemáticos por los medios más atroces, y a fin de impedir las frecuentes rebeliones, los asirios también se sirvieron de las deportaciones masivas. Se calcula que durante el reinado de Senaquerib hubo 408.150 deportados.

Según una inscripción asiria, la ciudad filistea de Ecrón había entregado a su monarca pro-asirio Padi a Ezequías, que le mantuvo encarcelado. Temiendo las brutales represalias asirias, llamaron en su defensa al faraón de Egipto, en contra de la opinión de Isaías. Él Faraón le envió un ejército al mando de su hermano y sucesor Taharqa, que tomó posiciones con los filisteos en la llanura de Eltheke. En la batalla subsiguiente, conocida como batalla de Altaku, el ejército asirio consiguió una victoria completa, haciendo numerosos, prisioneros, incluyendo al estado mayor egipcio.3​ . La Biblia indica que entonces Senaquerib atacó Judá, sitiando y capturando muchas de sus ciudades y pueblos fortificados.

El asedio
El asedio comenzó con proposiciones de los asirios a los sitiados. Les dijeron que si se rendían serían tratados con indulgencia pero que si se obstinaban en luchar toda la fuerza del ejército asirio caería sobre ellos y serían castigados según el acostumbrado modo asirio.4​ Cuando los sitiados se negaron a rendirse, comenzó el cerco.

El primer paso que tomaron los asirios fue rodear la ciudad para impedir que sus habitantes escaparan y después avanzaron los arqueros protegidos por gigantescos escudos (Los asirios poseían un curioso escudo de junco, alto, curvo y grueso. Se manejaba por parejas, mientras uno lo sostenía por el asa, el otro disparaba flechas, estos arqueros despejaron las almenas mientras los ingenieros iniciaban la construcción de una rampa de asedio y de una torre de asalto. Una vez completada la rampa fue pavimentada con losas de piedra para facilitar el tránsito de la torre.

Una vez completado todo ello, los asirios iniciaron el asalto en dos vías; se arrastró la torre por la rampa y se llevó el ariete hasta la sección media de la muralla enemiga. Los arqueros de la torre barrieron las murallas de enemigos, mientras la infantería se aproximaba con escalas para lanzarse al asalto de la ciudad. La lucha debió ser intensa y el asalto duraría varios días hasta que los asirios terminaron tomando completamente la ciudad. La arqueología ha corroborado que el lugar fue saqueado y que centenares de hombres, mujeres y niños fueron pasados por la espada.

Consecuencias
Aunque el cerco de Laquis terminó en éxito asirio, Senaquerib no pudo tomar Jerusalén por causa de la peste. Además el ejército asirio sufrió una fuerte derrota ante un ejército egipcio. Sin embargo Judá perdió 46 ciudades y tuvo que someterse a pagar un tributo. Senaquerib dejó Jerusalén a Ezequías pero dividió parte de su territorio entre Asdod, Gaza y Ecrón con lo que Judá quedó reducido a poco más de una ciudad-estado y paso del 1.er al 2º grado de vasallaje. Más tarde, Senaquerib restituyó los territorios perdidos a Judá porque le interesaba crear un reino-tapón entre Asiria y Egipto.

Manasés
Manasés fue un rey de Judá que gobernó entre (697 y 642 a. C.), siendo corregente entre 697 y 687 a.C., y soberano entre 687 y 642 a. C.

Fue hijo y sucesor de Ezequías. Se declaró vasallo de Asurbanipal, emperador de Asiria, proporcionándole tropas contra Egipto. Manasés siguió una política religiosa opuesta a la ortodoxa de su padre, pues toleró los cultos asirios, incluso en el Templo de Jerusalén, así como elementos sincréticos en el culto a Jehová, incluyendo la invocación a los muertos y los sacrificios de niños, lo que suscitó las protestas de los profetas, que le anunciaron el castigo Divino.

Según los apócrifos Vida de los Profetas (1:1) y Ascensión de Isaías (5:11-14), bajo su reinado murió el profeta Isaías, aserrado durante la persecución provocada por este rey, a lo cual parece referirse Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Hebreos 11, 37». Biblia; traducción Reina-Valera.

Manasés fue aprisionado y torturado por los asirios. Posteriormente lo confinaron por años en un calabozo, donde buscó la redención de Jehová, quien por sus ruegos y súplicas, lo perdonó, pudiendo así recuperar Manasés el trono de Judá, y volviendo al culto ortodoxo.

Para los cristianos modernos, Manasés es un ícono del perdón Divino, ya que tras ser uno de los reyes más sanguinarios y paganos de los judíos, se le perdonó e incluso fue enterrado en la ciudad de David, panteón solo reservado para los reyes fieles, con lo que se deduce que Dios lo perdonó completamente.

Amón
Amón, hijo de Manasés y Meshullemeth, sucedió a su padre como rey de Judá. Estaba casado con Jedidah, la hija de Adaiah de Bozkath. William F. Albright ha datado su reinado en 642-640 a. C.

Amón subió al trono con 22 años, y reinó durante dos. Siguió la práctica de la idolatría, y Sofonías describe su reinado como marcado por la depravación moral. Fue asesinado por sus siervos que conspiraron contra él, y le sucedió su hijo Josías, quien tenía ocho años.

Al final de su reinado la situación internacional era inestable: en el este el imperio asirio comenzaba a desintegrarse y el babilónico aún no lo había sustituido, y al oeste Egipto todavía se estaba recuperando de la dominación asiria. En este vacío de poder Jerusalén fue capaz de gobernarse a sí misma sin la intervención extranjera.

Josías
Josías (en hebreo: יֹאשִׁיָּהוּ, Yošiyyáhu, Jehová me apoya o Jehová me ha sanado) fue rey de Judá entre 639 y 608 a. C., e instituyó reformas importantes. En su reinado se inició la recopilación y edición del Deuteronomio bajo el liderazgo religioso del profeta Jeremías.

Era hijo de Amón y Jedidah, y tuvo cuatro hijos: Joaquim y Jeconías con Zebidah y Sedecías y Joacaz con Hamutal. Joacaz fue su sucesor.

Reinado
Josías subió al trono a los ocho años de edad, debido al asesinato de su padre, y reinó durante treinta y uno. En política interior fue importante el vuelco dado: fomentó el judaísmo y prohibió el resto de prácticas idólatras, destruyendo sus santuarios y objetos de culto, práctica que realizó también en las franjas fronterizas del reino de Israel.

Al subir al trono la situación internacional era inestable: en el este el imperio asirio comenzaba a desintegrarse y el babilónico aún no lo había sustituido, y al oeste Egipto todavía se estaba recuperando de la dominación asiria. Gracias a la debilidad de las grandes potencias, Judá pudo gobernarse a sí mismo.

En el año 612 la capital asiria, Nínive, fue conquistada por Nabopolasar, rey de Babilonia. Josías aprovechó la debilidad asiria y reconquistó algunas zonas del norte del reino de Israel. Tuvo una disputa con Egipto, que temía un fortalecimiento de Mesopotamia y quería precipitarse en ayuda de los asirios. En la primavera de 609 a. C., el faraón Necao II encabezó una importante fuerza para ayudar a los asirios. A la cabeza de un gran ejército, Necao tomó la ruta de la Vía Maris con el apoyo de su flota del Mediterráneo, pero al intentar cruzar por tierra encontró el paso del valle de Jezreel bloqueado por el ejército de Judá dirigido por Josías, aliado de Babilonia. En la batalla de Megido Josías murió.

A pesar de la ayuda egipcia el imperio asirio se derrumbó y Necao regresó a Egipto. Durante su regreso se encontró con que en Judá se había elegido como rey a Joacaz en detrimento de su hermano primogénito, así que el faraón lo destituyó y reemplazó por Joaquim, el heredero de Josías, y se llevó prisionero a Joacaz.

Testimonios de su época
Las principales fuentes de información para su reinado son 2 Reyes y 2 Crónicas, pero existe una considerable evidencia arqueológica, incluyendo una serie de documentos con su sello.

Joacaz
Joacaz, hijo de Josías, fue rey de Judá durante 3 meses (según 2 Reyes 23.31) del año 608 a. C., elegido por el pueblo y depuesto por cortesanos favorables a su hermano mayor, Joaquim.

Tras ser depuesto, fue llevado a Egipto como prisionero, de donde no regresó.

Joaquim
Joaquim (Jeconías) fue un rey de Judá que gobernó en el período (608 a. C.-598 a. C.). Era hermano y sucesor de Joacaz, y su nombre original era Eliaquim. El faraón Necao II invadió Judá, depuso a su antecesor y le instaló a él en el trono, como vasallo. Sin embargo, en 605 a. C., Necao II fue derrotado por Nabucodonosor II en Karkemish, por lo que Babilonia se convirtió en la potencia dominante de la zona, y Joaquim se declaró su vasallo.

Años después, Joaquim no pudo resistir la tentación de ceder a las propuestas de rebelión de sus vecinos fenicios y filisteos. Entonces, Nabucodonosor II incitó a bandas de arameos, amonitas y moabitas a realizar incursiones contra Judá, y él mismo empezó un asedio en Jerusalén con la intención de llevarse prisionero a Joaquim a Babilonia, pero esto no pudo realizarse porque el rey murió antes de que el asedio terminara, probablemente asesinado por los partidarios de la sumisión a Babilonia, y su cuerpo fue arrojado fuera de las murallas de la ciudad.

Joaquín
Joaquín (en hebreo, יְהוֹיָכִין‎), también conocido como Jeconías, fue el penúltimo rey de Judá. Gobernó en el período (598 a. C.-597 a. C.), aproximadamente.

Reinado
Era hijo y sucesor de Joaquim. A los pocos meses de su reinado sufrió la invasión del rey babilonio Nabucodonosor II, que saqueó Jerusalén y deportó a miles de notables a Babilonia, incluyendo al propio rey y al profeta Ezequiel. Las pérdidas materiales fueron enormes, y el pueblo judío quedó dividido entre los deportados y los que permanecieron en Judá. Parece que Ezequiel y otros muchos siguieron reconociendo a Joaquín como rey, a pesar del cautiverio. En el año 562 a. C., Joaquín fue liberado por el sucesor de Nabucodonosor II, Evil-Merodak.

Sedequías
Sedecías o Sedequías (del hebreo: צִדְקִיָּהוּ; moderno: Tsidkiyyahu, tiberiano Ṣiḏqiyyā́hû ; "Yahveh [es] mi rectitud"; griego: Ζεδεκίας, Zedekías; latín: Sedecias) es un personaje bíblico del que se dice que fue el último rey de Judá antes de la destrucción de este reino a manos de los babilonios. Sedecías habría sido nombrado rey por Nabucodonosor II, rey de Babilonia, tras el sitio de Jerusalén en 597 a. C., para suceder a su pariente Joaquín.

Según William F. Albright el reinado de Sedecías comenzó en 606 a. C., mientras que E. R. Thiele apoya como fecha el 597 a. C.. Según ambos, la caída de Jerusalén, que marca el final del reinado de este monarca, se produjo en 586 a. C. Sin embargo, pruebas más recientes fechan la caída de Jerusalén en 587 a. C..

Sedecías era hijo de Josías y Hamutal, y su nombre originario era Matanías. Cuando Nabucodonosor II lo nombró rey tenía 21 años de edad. Sólo obtuvo un reconocimiento parcial, pues algunos siguieron considerando rey a Joaquín, aunque estuviera en cautiverio, ya que durante el largo exilio en Babilonia, el pueblo judío, aunque separado, se mantuvo en contacto mediante la acción de los profetas, como Ezequiel, Jeremías y Daniel. Sedecías, tuvo que enfrentar los confusos y contradictorios profetas Hananias que predicaba el favor de Dios para enfrentar a Babilonia y Jeremías que aconsejaba no hacerlo. Sedecías optó por negarse a pagar tributo a Babilonia y buscó aliarse con Egipto. Nabucodonosor entonces sitió Jerusalén hasta provocar su caída y destrucción en 587 a. C.. y la esclavitud de los judíos. Sedecías y sus nobles huyeron de la ciudad, pero fueron apresados en los llanos de Jericó y llevados a Ribla en la tierra de Hamat, donde se encontraba Nabucodonosor. Por orden de este, Sedecías presenció el degüello de sus hijos, también se ejecutó a los nobles y luego Sedecías fue cegado y llevado cautivo a Babilonia. El Templo de Jerusalén y el palacio real fueron quemados, y se completó la segunda deportación a Babilonia. Judá quedó anexionada a la provincia babilónica de Samaria.

Hijos de Sedequías
Pese a que la Biblia, que no menciona el nombre ni el número de los hijos de Sedecías, dice que fueron degollados, y que, salvo quienes fueron deportados a Babilonia, tampoco hubo sobrevivientes entre la nobleza, el Libro de Mormón sostiene que un hijo de Sedecías de nombre Mulek emigró a América (América ya estaba poblada por emigrantes asiáticos desde el mesolítico, aunque teóricamente se le atribuye el "descubrimiento" a Cristóbal Colón en 1492 d. C.) al inicio del sitio de Jerusalén, que él y sus seguidores vivieron allí unos 300 años, que posteriormente fueron encontrados por los nefitas, pueblo del rey Mosiah I entre el 279 y 130 a. C. y que finalmente se unieron a este pueblo aceptando a Mosíah I como monarca.

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