La Torre de Babel, Grabado de Gustave Dore
La Torre de Babel (en hebreo: מגדל בבל Migdal Babel; y en griego antiguo Πύργος τῆς Βαβέλ, Pirgos tēs Babel).
Ubicación
El nombre deriva probablemente del acadio Bab-il («Puerta de Dios»), traducción a su vez del nombre original Sumerio de Babilonia: Ka-dingirra(k).
De acuerdo con el relato bíblico, y el nombre de la ciudad derivaría del verbo hebreo balbál («confundir»), puesto que allí sería donde Dios confundiera las lenguas de los hombres. Sin embargo, es comúnmente aceptado que esta no es sino una más de las numerosas etimologías populares.
Babel es el nombre hebreo bíblico por el que se conoce a la ciudad mesopotámica de Babilonia. De acuerdo con el Génesis, se trata de la primera de las cuatro ciudades originales del reino fundado por Nemrod, el poderoso cazador delante de Jehová.
Según esta misma narración, estaba situada en «una llanura en la tierra de Sinar» donde se llevó a cabo un intento infructuoso de erigir una torre de altura suficiente para alcanzar el cielo: la célebre torre de Babel.
Según arqueólogos esta torre escalonada pudo haber tenido de entre 60 y 90 metros de altura.
Varios Arqueólogos occidentales durante 4 siglos intentaron ubicar esta famosa torre bíblica, la buscaron en la zona del actual Irak, en Akar Quf en el Oeste de Bagdad, y en Birs Nimrud en donde están situadas las ruinas de la antigua Borsippa, ubicada cerca de los restos de la antigua Babilonia. Robert Koldewey, encontró una estructura en 1913 en la ciudad de Babilonia que el identifico como la torre de Babel.
Libro de Génesis 11:1-9
1 Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. 2 Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. 3 Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. 4 Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo;
Herodoto
Se conserva una muy interesante y detallada descripción de este zikkurratu (zigurat) en los escritos de Heródoto, llamado el «Padre de la Historia», quien visitó Babilonia.
En medio de cada uno de los dos grandes cuarteles en que la ciudad se divide, hay levantados dos alcázares. En el uno está el palacio real, rodeado con un muro grande y de resistencia, y en el otro un templo de Júpiter Belo con sus puertas de bronce. Este templo, que todavía duraba en mis días, es cuadrado y cada uno de sus lados tiene dos estadios. En medio de él se va fabricada una torre maciza que tiene un estadio de altura y otro de espesor. Sobre esta se levanta otra segunda, después otra tercera, y así sucesivamente hasta llegar al número de ocho torres. Alrededor de todas ellas hay una escalera por la parte exterior, y en la mitad de las escaleras un rellano con asientos, donde pueden descansar los que suben. En la última torre se encuentra una capilla, y dentro de ella una gran cama magníficamente dispuesta, y a su lado una mesa de oro. No se ve allí estatua ninguna, y nadie puede quedarse de noche, fuera de una sola mujer, hija del país, a quien entre todas escoge Dios, según refieren los Caldeos, que son sus sacerdotes.
Hoy solo se conservan ruinas de ella ya que su construcción fue hecha con materiales muy sensibles a la intemperie.
Construcción
No se sabe exactamente cuándo fue construido Etemenanki, la torre de Babel, pero probablemente existía antes del reino de Hammurabi (hacia 1792-1750 a. C.). Hasta hace poco se pensaba que la Torre de Babel, la mítica construcción mencionada en la Biblia cuyos restos fueron hallados en 1913 en Akar Quf por el arqueólogo Robert Koldewey, medía 90 metros de altura. Pero un nuevo estudio realizado por el historiador español Juan Luis Montero, de la Universidad de A Coruña, sugiere que era de 60 metros de altura.
La hipótesis se basa en que en Mesopotamia no existió ningún edificio macizo de 90 metros construido con adobe, material que no soportaría una altura de esa envergadura, como tampoco el suelo arcilloso de Babilonia aguantaría la tensión de una torre de 700.000 toneladas de peso, según el investigador. El experto murciano investigó además otros zigurats de adobe llegando a la conclusión de que la altura no supera nunca el 70 por ciento de su base, y en el caso de Babel la base era de 90 metros.
Montero propone una Torre de Babel de 400.000 toneladas de peso, levantada con 25 millones de piezas de adobe y ladrillo, con 60 metros de altura distribuidos en seis terrazas de 48 metros de altura total y un templo en la cumbre de 12 metros, al que se accedía por rampas organizadas en zigzag en la fachada principal, o bien distribuidas en espiral, y de una anchura de 3 metros.
La base de esta torre habría sido un cuadrado de 92 metros de lado, y su altura original habría sido aumentada en tiempos de Nabopolasar y Nabucodonosor II (605-592 a. C.), para hacerla una digna exponente de su poderío y grandeza. Cálculos basados en otras excavaciones arqueológicas determinaron que esta torre escalonada pudo haber tenido entre 60 y 90 m de altura.Se estima que la construcción más antigua de la «Casa de la Fundación del Cielo y de la Tierra» se construyó durante el III milenio a. C.
Después del diluvio, Dios le ordenó a la humanidad, "Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra." (Génesis 9:1). La humanidad decidió hacer exactamente lo contrario: "Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra." (Génesis 11:4). La humanidad decidió construir una gran ciudad y congregarse todos allí. Ellos decidieron construir una gigantesca torre como símbolo de su poder, para hacerse un nombre (Génesis 11:4). Esta torre es recordada como la torre de Babel.
Dios para evitar el éxito de la edificación, hizo que los constructores comenzasen a hablar diferentes idiomas y así se dispersaron por toda la Tierra.
Destrucción
Esta torre fue destruida por los Arameos y por los Asirios. La ciudad de Babilonia fue destruida en 689 a. C. por Senaquerib, Rey Asirio, quien dice haber destruido el Etemenanki (interpretado como «la mansión de lo alto entre el cielo y la tierra.»)
La ciudad fue restaurada por los reyes neobabilónicos. Tardó 88 años en ser reconstruida. Su característica central era el templo de Marduk (Esagila), para el cual estaba relacionado el zigurat Etemenanki.
Esta fue reconstruida varias veces por los Babilonios como el príncipe caldeo, Nabopolasar y Nabucodonosor II.
En los tiempos de Nabopolasar y Nabucodonosor II, la base de esta construcción habría sido un cuadrado de 92 metros de lado y su altura habría sido aumentada. Los 7 pisos del zigurat alcanzan una altura de 91 metros y contiene un templo en la cima, de este modo se hacia una digna exponente de su poderío y grandeza.
Las Lenguas
Libro de Génesis 11:6-9
6 Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. 7 Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. 8 Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. 9 Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.
Los sobrevivientes del Diluvio universal, a fin de «hacerse célebres» y «evitar ser dispersados» sobre la superficie de la Tierra iniciaron la construcción de una torre que «llegara hasta el Cielo». Puesto que al trabajar todos los hombres juntos en un mismo fin haría que consiguiesen todo aquello que se propusiesen, Dios decidió confundir sus lenguas (es decir, inventar los distintos idiomas) para que ya no se entendieran entre sí y no pudieran seguir colaborando.
Dios confundió las lenguas de la humanidad para que ya no se pudiesen comunicar con los demás (Génesis 11:7). El resultado fue que las personas se congregaron con otras personas que hablaron el mismo idioma y luego fueron juntos y se establecieron en otras partes del mundo (Génesis 11:8-9). Dios confundió las lenguas en la torre de Babel para hacer cumplir Su orden que la humanidad se difundiera por el mundo entero, Génesis 9:1.
Algunos maestros de la Biblia creen también que Dios creó las diferentes razas de la humanidad en la torre de Babel. Esto es posible, pero no se enseña en el texto bíblico. Parece más probable que las diferentes razas existían antes de la torre de Babel y que Dios confundió las lenguas, al menos parcialmente, basado en las diferentes razas. Desde la torre de Babel, la humanidad se dividió basado en el idioma (y posiblemente la raza) y se establecieron en varias partes del mundo.
Génesis 10:5, 20 y 31 describen los descendientes de Noé esparciéndose sobre la tierra "por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones." ¿Cómo es posible esto, ya que Dios no confundió las lenguas hasta la torre de Babel en Génesis 11? Génesis 10 registra los descendientes de los tres hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet. Enumera a sus descendientes durante varias generaciones. Con la larga esperanza de vida de la época (véase Génesis 11:10-25), las genealogías en Génesis 10 probablemente cubren varios cientos de años. El relato de la torre de Babel, en Génesis 11:1-9, proporciona más detalles sobre el tiempo cuando los idiomas estaban confusos. Génesis 10 nos habla de diferentes idiomas. Génesis 11 nos dice cómo se originaron los diferentes idiomas.
En el Libro del Profeta Jeremías 51.41 se habla de un rey de Sesac (ששך, Sheshakh), que se identifica generalmente como una codificación atbash (método muy común de cifrado (criptografía) del alfabeto hebreo) para no nombrar Babilonia (בבל, Babel) por su nombre, a fin de evitar problemas políticos.
Babilonia aparece también largamente mencionada en el Libro del Profeta Isaías y en el Apocalipsis, identificada como fuente de lascivia y soberbia, llegando a ser descrita como «La Gran Ramera».
El Nuevo Testamento de la Biblia, se termina redondeando la historia de la dispersión de las lenguas hecha en el Génesis con el relato de la torre de Babel. En el libro de Hechos de los Apóstoles (2.1-41) se hace mención al descenso del Espíritu Santo y la restauración del hombre. Esta restauración se manifestó en el Pentecostés con el milagro del "hablar en lenguas". Si en el principio el hombre terminó confundido, ahora esa confusión se supera en el entendimiento mutuo que hay en las personas que se encuentran con el Señor. El milagro del "hablar en lenguas" del Pentecostés refleja que el amor de Dios es el nuevo idioma que permite a los hombres entenderse mutuamente. El hombre ya no debe buscar la confrontación contra Dios o contra su prójimo, porque Dios es amor y al contrario, al identificarse con Él, es posible que todos nos podamos encontrar y nos podamos entender.
Confirman que existió un solo idioma antes de la Torre de Babel
Los antepasados de Europa y Asia hablaron un un lenguaje común hace unos 15.000 años, sugiere una investigación reciente.
Los antepasados de Europa y Asia hablaron un un lenguaje común hace unos 15.000 años, sugiere una investigación reciente.
Mediante el uso de un software avanzado, investigadores británicos consiguieron determinar, que algunas palabras cambiaron muy poco en el transcurso del tiempo, lo que comprueba la existencia de una gran familia de lenguas, que unifica los siete grupos de Eurasia, hasta ahora considerados los más antiguos, afirma Marcos Pagel, profesor de Biología Evolutiva y experto en lenguaje, según publica Live Science.
"Podimos rastrear ecos del lenguaje de hace 15.000 años atrás, que corresponde a aproximadamente el final de la última edad de hielo", dijo el coautor del estudio Mark Pagel, de la Universidad de Reading, en el Reino Unido.
La idea de un lenguaje humano universal se menciona en la Biblia, en el que la humanidad hablaba una lengua común, pero fueron castigados después de tratar de construir la Torre de Babel. Fue desde entonces que surgieron los diferentes idiomas que hoy existen.
Los lingüistas basaron sus investigaciones en la existencia de sonidos similares entre palabras, que determina que tienen un origen ancestral común. En estudios anteriores, Mark Pagel, demostró la evolución de 7.000 lenguas actualmente habladas en el planeta, analizando el uso del lenguaje y por qué algunas palabras desaparecieron.
"La manera como usamos ciertas palabras en el lenguaje cotidiano es, de alguna manera, común a todas las lenguas de la humanidad. Descubrimos que los sustantivos, pronombres y adverbios son reemplazados con menos frecuencia, es decir, una vez cada 10.000 años o más", afirmó Pagel.
Expuso como ejemplo palabras como: "yo", "nosotros", "usted" y "mamá", que pertenecen dentro de las 50 palabras que se han conservado durante siglos y que ahora siguen presentes en diferentes familias lingüísticas, que parecían no tener relación entre sí.
Hay 700 idiomas contemporáneos, que compartirían el mismo origen. Ellos “descienden de una lengua única, utilizado por el hombre por 15.000 años”, explicó Pagel, que publicó su estudio científico recientemente y fue reconocido por la Academia Británica de Ciencias.
Pagel resalta que todavía es necesario otros estudios para saber realmente cómo fue esa "lengua original" que la Biblia menciona.
Nimrod
Libro de Genesis 10:8-10
8 Y Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra. 9 Este fue vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová. 10 Y fue el comienzo de su reino Babel,...
Nimrod o Nemrod, quien fue el primero en hacerse rey después del Diluvio, y a quien la Biblia identifica como un poderoso cazador opuesto a Dios, es señalado como el verdadero gestor de la idea de llevar a cabo esta enorme empresa. Algunos han intentado identificarlo con Sharrukin o Sargón I de Akkad, el fundador del primer Imperio Semita (Acadio) de que se tiene memoria. Otros creen ver en este vigoroso cazador la figura del dios Asirio, Ninurta, dios de la guerra y de la caza que, como Nimrod, se placía en cazar a sus enemigos.
Varias ruinas preservan el nombre de Nemrod, y también aparece en la midrash. La tradición lo presenta como un tirano impío que construyó la Torre de Babel. Dice la tradición que al no disponer de piedra para la construcción, se dedicaron a fabricar ladrillos y como tampoco contaban con cal y entonces usaron betún como argamasa.
La mención que en la Biblia se hace de Nimrod, es bastante limitada en el ámbito socio-económico actual. Según la "hipótesis documental" del origen de la Biblia, son los escritores de la Tradición yahvista quienes hacen la más antigua mención de Nemrod que se conoce hasta hoy, y que data del año 950 a. C.
Sin embargo, para aquellos que consideran a Moisés como el autor del libro del Génesis, la referencia es aún mucho más antigua, entre el año 1480 a. C. y el 1450 a. C.
Es descrito como hijo de Cush, nieto de Cam, bisnieto de Noé; y como "el primero que llegó a ser poderoso en la tierra" y un "poderoso cazador en oposición a Dios".
También se menciona en 1 Crónicas y en el libro del profeta Miqueas, capítulo 5, verso 6.
Nimrod se dice que fue el fundador del primer reino formado después del Diluvio Mundial y, por ende, el primer rey que existió. El Génesis señala que edificó Babel, Urhuk, Akkad y Calneh en la región sur de Mesopotamia, y Nínive, Resen, Rehoboth-Ir y Calach en el Norte.
Judíos y cristianos han interpretado las palabras "delante del Señor" en la frase "osado cazador delante del Señor", como indicativo de rebelión. Por otro lado, la mayoría de los expertos aseveran que las palabras "delante del Señor" significan sólo eso, "delante del Señor", y que no son de ninguna manera un indicativo del carácter o actitud de Nimrod. Sin embargo, esas mismas palabras se usan con frecuencia en la Biblia para referirse al carácter y el proceder de los individuos como por ejemplo con los reyes de Israel:
"Y Asa hizo lo recto ante los ojos del Señor, como David su padre." (1 Reyes 15: 11)
"Y Nadab, hijo de Jeroboam, comenzó a reinar sobre Israel... E hizo lo malo ante los ojos del Señor..." (1 Reyes 15: 25, 26)
Otro dato que crea conflicto es que Nemrod, siendo descendiente de Cam, reinara sobre territorio de Sem. Pero esa aparente contradicción desaparece si se toma en cuenta que no es hasta que Dios confunde las lenguas de la gente que ocurre la división territorial mencionada. Antes de los eventos de la Torre de Babel, la mayor parte de la humanidad estaba conglomerada en un mismo sitio. Incluso uno de los objetivos de la Torre era precisamente ese, el que todos pudieran vivir juntos como una sola nación, sin ser esparcidos sobre la faz de la tierra (Génesis 11: 4).
Algunos sugieren que las conquistas imperiales atribuidas a Nemrod pueden estar basadas en las conquistas del rey asirio Tukulti-Ninurta I (Dalley et al., 1998, p. 67). Alexander Hislop, en su escrito The Two Babylons (Chapter 2, Section II, Sub-Section I) concluye en que Nemrod debe ser reconocido como Ninus, quien según la mitología griega fue un rey de Mesopotamia y esposo e hijo de Semíramis; y también con todas las divinidades de las diferentes culturas del Mediterráneo y con la religión persa de Zoroastro.
otra teoría más antigua lo identifica con Sargón el Grande, abuelo de Naram-Sin, ya que, según la Lista Real Sumeria, ese rey primero edificó Agade (Akkad). La aseveración de la Lista de los Reyes Sumerios de que fue Sargón quien edificó Akkad ha sido muy cuestionada
En definitiva, las leyendas sobre Nimrod son abundantes y contradictorias entre sí. En lo que sí concuerdan todas las tradiciones es en que fue el primer monarca de la historia de la humanidad. Esto pudiera ser una evidencia de que la frase "delante del Señor" en el libro del Génesis identifica a Nimrod como un opositor a Dios, dado que en la Biblia se deja ver que los gobiernos monárquicos no son los favoritos del Dios hebreo (1 Samuel 8), quien muestra preferencia por un orden social sencillo, de estilo patriarcal, que sólo lo reconozca a Él como rey.
A Nimrod también se le adjudica la construcción de las primeras metrópolis que existieron en el mundo después del Diluvio, lo que pudiera tomarse como algo opuesto a la voluntad de Dios, quien pareciera preferir que los seres humanos vivieran en el campo en contacto con la naturaleza, y no apiñados en ciudades. Esto sin olvidar que a Caín (personaje negativo por excelencia) se le atribuye la creación de la primera ciudad después de la caída (Génesis 4: 17).
Nimrod Consiguió dominar a todos estos pueblos e introducirlos en la idolatría y el paganismo bajo su reinado. Así fue que dirigió e impulsó la construcción de la gran Torre de Babel que simbolizaba la rebelión del hombre contra el Supremo Hacedor (Torá)
“Vigoroso cazador delante de Yah" y, por lo tanto, un hombre grande, fuerte y de aspecto feroz. A causa de su poder y habilidad como cazador exitoso de animales salvajes que atacaban a las personas, él se convirtió en un héroe y líder entre la gente de su tribu (Gén. 10:8-9). Igual que muchos otros de su tiempo, él conocía las leyes de su Creador, pero odiaba esas leyes. Se convirtió en jefe del pueblo que se agrupó en la tierra de Senaar. Es probable que hubiese muchas familias a las que no les gustaba el modo en que él les dio órdenes, pero cuando quiera los animales feroces atacaban, Nemrod y sus guerreros peleaban para proteger a la gente del poblado.
Antes que hubiesen pasado muchos más años, el poblado se había convertido en una ciudad. Era la primera gran ciudad y fue conocida como Babilonia, y el nombre de la ciudad fue Babel o Babilonia (Génesis 10:10).
Aunque la Biblia no lo dice, desde tiempos antiguos la tradición ha considerado a Nimrod como el constructor de la Torre de Babel. Dado que la torre fue edificada en su territorio y durante su reinado, se asume que fue bajo su dirección que la construcción se inició.
La construccion de la torre es parte de la demostración de rebeldia de este gobernante hacia Dios, severamente enojado aun por el accionar de Dios al enviar diluvio sobre la humanidad, decide que si eleva una construccion que llegue hasta el cielo Dios ya no podra castigarlos como lo hizo, quedando así libres de él y sometiendo al pueblo solo a su voluntad como rey.
El pueblo acepta esta condicion por la necesidad generada, este lugar les ofrecia alimentos, seguridad y prosperidad, es decir estaban a merced de la necesidad y con sus mentes dispuestas a un nuevo cambio. En castigo a esta rebelión cada pueblo comenzó a hablar en un lenguaje diferente, creándose repentinamente una gran confusión, discordia y lucha entre ellos. Las obras de la Torre se interrumpieron y los sobrevivientes se dispersaron paulatinamente a los confines de la tierra. Nimrod permaneció en Babel con su pueblo, donde continuó con su perversidad.
De los descendientes de Nimrod y su esposa encontraran mucho material hasta llegar a la idolatria actual. En fin, Nimrod no murio por una roca del cielo, ni por lluvia de fuego, ni castigo divino, simplemente quedo con algunos en su ciudad, el resto se aparto solo.
Con el tiempo el fin de Babilonia se llevo consigo a quienes quedaron en ella.
Flavio Josefo
El historiador judeo-romano Flavio Josefo en sus Antigüedades judías, narra la historia que se encuentra en la Biblia hebrea y mencionó la Torre de Babel. Él escribió que era Nimrod, que había construido la torre y que Nimrod era un tirano, que trató de apartar a la gente de Dios. En este relato, Dios confundió a la gente en lugar de destruir, porque la aniquilación por medio de la inundación no les había enseñado a ser piadosos.
Y Nebrodes (Nimrond) paulatinamente convirtió su gobierno en una tiranía, viendo que la única forma de quitar a los hombres el temor a Dios era el de atarlos cada vez más a su propia dominación. Afirmó que si Dios se proponía ahogar al mundo de nuevo, haría construir una torre tan alta que las aguas jamás las alcanzarían... La multitud estuvo dispuesta a seguir los dictados de Nebrodes y a considerar una cobardía someterse a Dios. Y levantaron la torre; trabajaron sin pausas y como eran muchos los brazos que intervenían, comenzó a levantarse muy rápidamente. Pero como eran tan gruesa y tan fuerte, que por su gran altura parecía menos de lo que era. Estaba construida por ladrillos cocidos unidos por betún para que no pasara agua. Cuando Dios los vio trabajar como locos decidió no destruirlos por completo, ya que no habían aprendido nada de la destrucción de los pecadores anteriores; provocó, en cambio, la confunsión entre ellos haciéndoles hablar en distintas lenguas para que no se entendieran.
Antigüedades judías (cap. 4: 2-3)
La Tierra de Sinar
Senaar, Sinar o Shinaar (ʃɪ.nɑʔɑr; en hebreo: שִׁנְעָר Šinʻar; Septuaginta en griego: Σεννααρ Sennaar) es la palabra hebrea que se aplica a la llanura aluvial situada en el valle formado por el Tigris y el Éufrates esto es, la Mesopotamia.
En el Libro de Génesis 10:10, se dice que las "cabeceras del reino" de Nimrod, Babel, Erec, Acad y Calne, eran ciudades situadas "en la tierra de Sinar". El versículo Génesis 11:2 señala la llanura de Sinar como el sitio donde se reunieron descendientes de Noé y construyeron la Torre de Babel.
En Génesis 14:1,9, el rey Amrafel gobierna Sinar, que se menciona además en Josué 7:21; Isaías 11:11; Daniel 1:2; y Zacarías 5:11, como sinónimo general de Babilonia.
Según la tradicion hebrea fue la tierra donde escogieron asentarse las familias que migraron desde las montañas de Ararat y sus inmediaciones después del Diluvio Universal.
Contexto geográfico
Se trata de una llanura aluvial que depende enteramente de los ríos que la conforman para dar vida a su flora y fauna.
Historia
Las primeras poblaciones de que se tiene noticia cierta son los sumerios, que dieron nombre a este país, llamado en los registros antiguos tierra de Súmer. Aquí florecieron las primeras ciudades de que se tenga noticia, como, por ejemplo, Kadingira (conocida mejor como Babilonia), Sippar, Kish, Borsippa, Uruk, Ur, Eridú, etc.
Posteriormente, ciertas poblaciones semitas, a las que se suele denominar acadios (por la posterior ciudad de Akkad que dio nombre a la región septentrional de la Baja Mesopotamia o tierra de Senaar), se hicieron preponderantes en la región y llegaron a fundar, con Sargón I de Akkad, el primer Imperio semita de que se tenga memoria.
La tierra de Senaar o súmer, quedó dividida en dos regiones: el territorio de Akkad, al norte, y el territorio de Sumeria al sur, pasando la línea divisoria aproximadamente a la altura de la ciudad de Nippur.
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