Después de tomar el rollo de Dios y de ser adorado por toda la creación, el Cordero ahora abre los siete sellos para revelar su contenido. Los sellos, como las trompetas, están en un grupo de cuatro, dos y uno. La apertura de los primeros cuatro sellos es presentada por cada uno de los cuatro seres vivientes por turno. Cada uno de los cuatro seres vivientes revela un jinete; el cuarto jinete resume los primeros tres, "se les dio poder sobre la cuarta parte de la tierra", BJ; "se les dio poder sobre la cuarta parte del mundo", VP (RV traduce "y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra"). El poder de estos jinetes está limitado a un cuarto. Con las trompetas, más adelante, está limitado a un tercio. El quinto sello revela a aquellos que han sido muertos por la palabra de Dios y su testimonio, que es la iglesia perseguida. El sexto sello revela el día del Señor que trae la ira del Cordero. La apertura del séptimo sello revela el silencio. Los siete sellos resumen la historia humana desde el punto de vista del cielo y de la iglesia. Hay guerra, hambre y pestilencia en general y sobre la iglesia en particular hay persecución. Luego vendrá el fin, trayendo terror al mundo. Esto tal vez explique el silencio del séptimo sello. Lo que describen los sellos es similar a las señales del fin de la era, como las describe Jesús en Mateo 24. Habrá guerras, hambres y terremotos (Mateo 24:6-8), persecución (Mateo 24:9-14), los cuerpos celestes son conmovidos (Mateo 24:29) y "entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra" (Mateo 24:30). Después de abrir los siete sellos el rollo puede leerse y encontramos más detalles; pero esto empieza en el capítulo 8. Los siete sellos describen la tribulación que es, en su mayor parte, hecha por el hombre (guerras, hambres y persecución), pero bajo el control de Dios. Las siete trompetas son desastres enviados por Dios con el objetivo de persuadir al hombre a que se arrepienta. Las siete copas son el derramamiento final de la ira de Dios sobre la humanidad impenitente. El hecho que Cristo abra los siete sellos indica Su soberanía sobre el futuro.
15.1 El primer sello (6:1)
(Ap. 6:1) Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira. {2} Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo para vencer.
v. 1 - Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos - Jesús abre los sellos después de la adoración de la creación, pero especialmente la de la iglesia. Juan mira con anticipación cuando el Cordero abre el primer sello. Jesús abre los sellos pero no el libro; la apertura de los sellos es preliminar a la apertura del libro. Jesús abre los sellos para permitirnos ver el curso futuro de la historia, la que no está oculta de los santos (1:1, 22:6, 10). Dios le ha confiado a Jesús revelar el curso futuro de la historia de Su iglesia (cf. 1:1 y "el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía" 19:10). Debemos notar el hecho que el Cordero abre los siete sellos, lo cual significa que está en control general de los eventos representados en los siete sellos, lo que debería ser tremendamente consolador para la iglesia.
v. 1 - y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira - Cada uno de los cuatro seres vivientes presenta los primeros cuatro sellos. El trueno enfatiza la orden: ¡Ven!, que llama a escena al primer caballo. Note que la apertura de los sellos no es pasiva sino que trae a escena eventos de la historia humana.
v. 2 - Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo para vencer - El primero de los cuatro jinetes del Apocalipsis. Esta imagen está tomada de Zacarías (Zac. 1:8, 6:1-8) en donde hay cuatro carros tirados por caballos de distintos colores; estos son los cuatro espíritus del cielo que salen de estar en la presencia de Dios a todo el mundo. Los cuatro caballos cubren cada dirección de la brújula. Es decir, afectan a toda la tierra. Algunos ven en el jinete del caballo blanco el mismo jinete que en Ap. 19:11, es decir Cristo (ver Hendriksen). Esto no es seguro; el jinete en 19:11 tiene una espada y éste tiene un arco. El arco es más probable que sea el de los partos, que eran los únicos arqueros montados del mundo antiguo. Se le dio una corona. ¿Es probable que se refiera a Cristo, quien tenía muchas coronas? (ver 19:12, pero ver comentario sobre 14:14). La corona aquí es la corona del vencedor (gr. stephanos), a diferencia de la corona real (diadema). La corona del vencedor es apropiada para alguien que sale para conquistar. La corona no el mismo tipo de corona que usa la bestia (13:1) o que usa Cristo en 19:12. Ambos usan la corona real (diadema), aunque el "Hijo del Hombre" en 14:14 usa la corona del vencedor.
El cuarto caballo resume a los primeros tres y es claramente malvado. El primer caballo significa el deseo de conquistar que es normalmente la razón de la guerra, el próximo sello y del hambre (tercer sello). El cuarto sello describe la muerte por espada, hambre, enfermedades y fieras de la tierra. También debe notarse que el sexto sello de la ira del Cordero cae sobre reyes, príncipes, generales y (hombres) poderosos, entre otros, que son responsables de la guerra. Ap. 19:18 también describe los reyes, generales, hombres poderosos, caballos y sus jinetes y el resto cuya carne comían las aves en medio del cielo. Los cuatro caballos cubren las cuatro direcciones de la brújula; son una unidad, así como las primeras trompetas y copas afectan a toda la tierra. Los primeros cuatro sellos son presentados por los seres vivientes; los restantes, no. El primer jinete que representa la conquista es la lectura más directa del texto, aunque el hecho que esté montado en un caballo blanco trae algunos problemas para esta interpretación. Pero Juan puede estar pensando simplemente en Zac. 1:8, 6:3 que tienen un caballo blanco. Otros argumentan que Cristo no puede ser comandado por criaturas celestiales, así que el jinete debe ser la conquista de la palabra de Dios, como fue profetizado por Cristo (Marcos 13:10). Sin embargo, ver 14:15 donde a uno semejante al Hijo del Hombre se le dice siegue. Hay al menos un versículo en donde la flecha es comparada a la palabra de Dios: "Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba" (Is. 49:2).
Grimsrud argumenta que el caballo blanco significa guerra triunfante porque los cuatro jinetes representan a la guerra y sus males consecuentes: guerra, lucha, hambre y enfermedad, y hace el siguiente comentario: "Conquista es usado 11 veces en el libro aludiendo a la conquista por el testigo fiel (una vez en cada una de las siete cartas, en 5:5 para el Cordero, y en 12:11 y 15:2 de los siervos fieles). Tres veces se refiere a la conquista por violencia (aquí, en 11:7 donde la bestia mata a los dos testigos, y en 13:7 donde la bestia guerrea contra y conquista a los santos). En todos los pasajes de "conquista", Cristo y sus seguidores conquistan muriendo; Satanás y los poderes malignos, matando."
Johnson identifica al jinete sobre el caballo blanco con el anticristo y sus fuerzas que buscan conquistar a los seguidores de Cristo. Cada uno de los cuatro sellos, entonces, representa el conflicto dirigido hacia los cristianos para probarlos y separarlos de los falsos discípulos (v. 10). Sigue diciendo que esta interpretación no elimina necesariamente el hecho de que los sellos también pueden referirse a los juicios sobre la humanidad en general. Pero, como el quinto sello enfatiza el clamor de los cristianos martirizados, tal vez el pensamiento de la persecución cristiana pertenece también a los primeros cuatro sellos. Cada uno de ellos desata eventos que separan a la fe falsa de la verdadera. La destrucción de Jerusalén es un punto en cuestión (Lc. 21:20 ff.). El caballo blanco sale para conquistar, y al hacerlo, el juicio cae sobre la incredulidad de Israel (Lc. 21:22-23), y a la vez está la prueba de los creyentes para separar la paja del trigo (cf. Lc. 21:12-19).
Hay quienes ven al primer jinete como la conquista en general y el anticristo en particular (Preacher's Outline & Sermon Bible) y que dicen lo siguiente:
1 Es el engañador, y por lo tanto aparece de blanco (Mt. 24:5, 2 Tes. 2:11)
2 La corona que usa es diferente de la corona usada por Cristo en Ap. 19. Es la corona del conquistador (stephanos) y no la corona real de un rey (diadema). Sin embargo, note que el que es "semejante al Hijo del Hombre" y que está sentado sobre una nube lleva la corona (stephanos) de oro sobre su cabeza (14:14)
3 El arco simboliza la conquista. En el AT es siempre un símbolo de poder militar (Sal. 46:9, Jer. 51:51, Os. 1:5)
4 Para ser consistente, un debería relacionar a este jinete con los otros tres, que aparecen como destructivos
5 Note que este jinete ya tiene el arco, pero se le da la corona y sale para conquistar; por lo tanto es un falso Cristo
a. Este jinete tiene un arco pero Cristo no tienen un arco; un arma de guerra no es parte de su ser
b. A este jinete se le da una corona, pero a Cristo no se le da una corona. Él fue coronado, ya sea por toda la eternidad o en Su ascensión
c. El jinete sale para conquistar, pero Cristo siempre ha estado conquistando los corazones de los hombres. Este jinete que sale para conquistar es uno que ya tienen un arco y se le da una corona en algún punto del tiempo. Desde ese momento sale para conquistar (cf. el pequeño cuerno en Dn. 7; el hombre de pecado y la bestia y el gobernante del Imperio Romano restaurado de Ap. 13; la abominación de la desolación de Mt. 24:15)
Sin embargo, interpretar al primer jinete como Cristo conquistando a las naciones está más en armonía con todo el libro. Si el jinete es Cristo, entonces la conquista es el evangelio, los mártires que vemos en el quinto sello están ahí como resultado de la persecución que surge por la conquista del evangelio. El argumento de Hendriksen a favor de que Cristo es el jinete es como sigue:
1 En 5:5 Cristo es retratado como el que ha triunfado
2 El color del caballo es blanco. Este color está asociado con lo santo y lo celestial. Por ejemplo, vestiduras blancas, nube blanca, trono blanco, piedra blanco, etc. Por lo tanto el jinete no puede ser el diablo sino el anticristo
3 El jinete lleva una corona, lo cual armoniza con 14:14 donde Cristo lleva una corona de oro
4 La palabra conquista o vence (gr. nikao) se refiere, con dos excepciones (11:7, 13:7), a Cristo o a los creyentes (ver 3:21b). Compare Juan 16:33 con Ap. 3:21b. Ver también Ap. 5:5 y 6:2.
5 Compare el jinete sobre el caballo blanco aquí con el jinete sobre el caballo blanco en 19:11 quien claramente es Cristo. En 5:5, Cristo conquistó en la cruz; en 6:2 está conquistando ahora por medio del evangelio; y en 19:11 va a conquistar en el gran día del juicio, que es la razón por la que lleva muchas coronas.
6 La idea de un Cristo conquistador está en armonía con el propósito del libro (ver arriba v., y 1:13 ff., 2:26, 26, 3:21, 5:5, 6:16, 11:15, 12:11, 14:1 ff., 14:14 ff., 17:14, 19:11. Note especialmente 17:14, "Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles".
7 El jinete sobre el caballo en 6:2 está en armonía con Mt. 10:34 en donde dice que no ha venido para traer paz sobre la tierra sino espada, refiriéndose a la persecución. El jinete sobre el caballo blanco es seguido por el jinete sobre el caballo bermejo que lleva una espada, y el quinto sello ve las almas de los mártires debajo del altar
8 Compare con Sal. 45:3-5. Ver también Heb. 1:18 que cita este salmo, donde el jinete es el Hijo
9 Compare con Zac. 1:8 ff. Ver también Hab. 3:8, 9, Is. 41:2
Para resumir el primer jinete y su relación con los otros sellos, hay cuatro puntos de vista:
a. El primer jinete representa el deseo de conquista y, como tal, forma parte integral de los cuatro jinetes quienes son todos malvados y están resumidos en el cuarto jinete. La conquista trae con ella la guerra, hambre y muerte. Sin embargo, el color blanco normalmente se asocia con el bien y no con el mal, pero puede indicar victoria (Lenski). El jinete lleva la corona del vencedor
b. Un paso más allá es decir que el jinete es el anticristo que trae el caos y la miseria sobre el mundo, como está indicado por los jinetes segundo, tercero y cuarto, y el quinto sello muestran la persecución resultante de los cristianos por el anticristo, seguido por el sexto sello que representa el final, cuando Cristo vuelva.
c. El primer jinete es Cristo que conquista por el poder del evangelio y los otros sellos, del 2 al 5, representan las diversas formas de persecución que resultan de la proclamación del evangelio del primer sello. Es tal vez apropiado que Jesús, que es el principio y el fin, aparezca sobre un caballo blanco tanto al principio como al final de las visiones sobre el futuro.
d. El primer jinete es la palabra de Dios (ver Lenski). Esto nuevamente armoniza con el jinete sobre el caballo blanco en el capítulo 19, cuyo nombre es la Palabra de Dios, y también con Mt. 24:14 y el modelo de Mateo 24 de interpretación de todas los sellos (ver comentarios después de 6:8). El evangelio es predicado, y al mismo tiempo hay guerra, hambre y muerte por diversas causas. Este punto de vista tiene el mejor sentido en términos del propósito de Apocalipsis, porque la persecución surge a causa de la palabra de Dios, como está indicado por los mártires del quinto sello que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios (6:9). Considere los dos testigos que son muertos porque profetizan (11:7) y los decapitados por la palabra de Dios (20:4). En Is. 49:2 el profeta Isaías se compara con una saeta bruñida oculta en la aljaba del Señor que, en el contexto del versículo que se refiere también a su boca como una espada aguda, debe ser la palabra de Dios. Considere que los ejércitos del Señor, que son los santos (ver 17:14), así como Cristo, también montan caballos blancos (19:14) y es mediante esto que es predicado el evangelio. Finalmente considere que el evangelio también va por toda la tierra en las cuatro direcciones cardinales al igual que la guerra, el hambre y la muerte.
15.2 El segundo sello (6:3)
(Ap. 6:3) Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y mira. {4} Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada.
v. 4 - Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada - ¿Guerra o persecución? A la luz de Mt. 24:6-7, y a la luz del cuarto caballo que resume los otros tres, el equilibrio estaría hacia el lado de la guerra. Hacer que los hombres se maten unos a otros, más que hacer que maten a los santos. A la luz del resto del libro, el autor es bastante capaz de indicar la persecución en forma clara. Algunos comentaristas citan la siguiente escritura en apoyo de la persecución, "No he venido para traer paz, sino espada" (Mt. 10:34). Compare esto con la sexta trompeta (9:15) en donde un tercio de la humanidad es muerta por soldados a caballo. El color bermejo corresponde a su misión de derramar sangre. La espada es la espada corta romana (machaira). Note que a su jinete se le dio poder para que los hombres se maten. "Se le dio" indica la aprobación permisiva de Dios. Hendriksen, sin embargo, arguye persuasivamente que la matanza es de creyentes y no la guerra en general:
1 En el contexto, la persecución sigue al primer jinete que es Cristo y el evangelio
2 Cita a Mt. 10:34 "No he venido para traer paz, sino espada" (machaira)
3 La palabra matanza, cuando es usada por Juan, se refiere a la matanza de incrédulos, excepto en 13:3 donde la cabeza muerta pertenece a la bestia (cf. 1 Juan 3:12, la muerte de Abel), Ap. 5:6, 5:9, 5:12 (el Cordero), 6:9 (los mártires debajo del altar), 13:8 (el Cordero), 18:24 (los santos).
4 Cuando se abre el quinto sello, revela las almas de los santos muertos, lo cual encaja con la muerte de los santos en el segundo sello
6 La machaira usada en la escritura se refiere a un cuchillo sacrificial, como en el sacrificio de Isaac
7 El libro está escrito a creyentes que estaban siendo muertos, así que la persecución, y no la guerra, es el tema. Cada vez que el jinete sobre el caballo blanco aparece (Cristo y el evangelio), el jinete del caballo bermejo siempre sigue (ver Mt. 5:10,11, Lc. 21:2, Hch. 4:1, 5:17, etc.). Considere a Esteban y Pablo, Publio y Policarpo, etc.
15.3. El tercer sello (6:5)
(Ap. 6:5) Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. {6} Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino.
v. 5 - Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano - El negro podría indicar vegetación seca o aun quemada (ver Lam. 5:10). La balanza se usa para pesar el alimento (Ez. 4:16). La balanza también puede pensarse que representa la injusticia, ya que el jinete afecta sólo a los que son pobres.
v. 6 - Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino - Esto indica hambre y escasez. Una libra de trigo es suficiente buena comida para una persona, no para su familia. Hay comida pobre (cebada) disponible. Los productos de lujo como el aceite y el vino no son dañados. Los olivos y los las viñas están enraizadas más profundamente, así que pueden soportar la sequía. Walvoord comenta que el hambre es la secuela de la guerra. Esta es la situación con el mundo occidental y el tercer mundo hoy, ya que toma para sí la comida de lujo dejando apenas suficiente alimento para el tercer mundo (hambre e injusticia). Babilonia es condenada por su lujo excesivo (18:3). Los mercaderes comerciaban aceite, vino y trigo con Babilonia (18:13), pero la cebada no se menciona porque es comida del pobre y no es un lujo. El hambre es también una de las condiciones que conducen a los últimos tiempos (Mt. 24:7). El hambre puede conducir a la inestabilidad política que es también una causa de la guerra. Hendriksen argumenta que los pobres que apenas podían comprar cebada eran cristianos. De Apocalipsis aprendemos algo de las condiciones de los creyentes de ese tiempo:
1 No podían permanecer como miembros de los gremios de comerciantes, lo cual involucraría comer alimento sacrificado a los ídolos e inmoralidad sexual (cf. Pérgamo y Tiatira) y, por lo tanto, sería difícil ganarse la vida.
2 Los que no tenían la marca de la bestia no podrían comprar ni vender (13:17)
3 Generalmente los pobres tendían a convertirse en cristianos (Stg. 2:5, cf. 1 Cor.1:26)
Los jinetes segundo y tercero van juntos en su misión de perseguir al pueblo de Dios y al extender la opresión, la injusticia y la penuria económica a lo largo de los siglos de la existencia de la iglesia.
15. 4 El cuarto sello (6:7)
(Ap. 6:7) Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira. {8} Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.
v. 8 - Miré, y he aquí un caballo amarillo - El caballo tiene un color verde-amarillento enfermizo (gr. chloros, de donde viene la palabra cloro), como una persona muerta. Este caballo resume el trabajo de los otros tres, es decir muerte por espada y plaga y por las fieras de la tierra. Este versículo es también parecido a 13:10 donde la indicación clara es para perseguir por la bestia en forma de cautividad, o ser muerto por espada.
v. 8 - y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía - El Hades es la morada de los espíritus después de la muerte y, por lo tanto, siempre está muy cerca de la muerte. La Muerte y el Hades, la morada de la muerte, están personificados aquí, como en 20:13. Pero Jesús tiene autoridad sobre ambos (ver 1:18).
v. 9 - y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra - Se les dio poder sobre un cuarto de la tierra, así que era un poder universal pero limitado. Compare con las trompetas, donde un tercio de la tierra es afectada, y las copas tienen un efecto total. Ver también los cuatro tipos de destructores de Jeremías (Jer. 15:2) y los cuatro juicios pavorosos de Ezequiel (Ez. 5:12, 17, 14:21, en LXX la misma palabra rhomphia es usada para espada). Note el hecho que se les dio poder, indicando la soberanía de Dios. La palabra "matar" usada aquí no la matanza (sacrificial) como en el segundo sello. La espada acá es rhomphia, no machaira; es una espada larga y pesada, y se refiere a la guerra en general (Hendriksen). Estos son generales en carácter y afectan a toda la humanidad, y son simbólicos de todas las aflicciones universales que afectan a los creyentes y al resto del mundo a lo largo de la dispensación actual. Para la iglesia estas aflicciones son usadas por Cristo para la santificación de la iglesia y la extensión del reino (Hendriksen). Compare con Rom. 8:35.
¿Cuál es la interpretación de los cuatro jinetes? No hay ninguna interpretación fácil de los cuatro caballos del apocalipsis. Sin embargo (según Billy Graham) se parecen muchísimo a Mt. 24, especialmente cuando se compara con el quinto sello que habla de la persecución de los santos y el sexto sello que es paralelo a Mt. 24:29. Los sellos de Apocalipsis pueden considerarse un comentario y una expansión de Mt. 24 que es una historia del mundo desde el punto de vista del cielo.
Esta sección, y de hecho el resto del Apocalipsis, es también un comentario sobre Rom. 8:28-39:
(Rom. 8:28) Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. {29} Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. {30} Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. {31}¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? {32} El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? {33} ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. {34} ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. {35} ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? {36} Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero. {37} Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. {38} Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, {39} ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Dolores de parto (Mt. 24:8) - Este es un versículo clave. Con una mujer en trabajo de parto los dolores de parto se vuelven más rápidos y más intensos a medida que se acerca el nacimiento, es decir los terremotos, las guerras, hambres y falsos profetas (finalizando con el anticristo) seguidos por la venida de Cristo. Las visiones de Apocalipsis se vuelven más detalladas y más intensas a medida que avanzan. Los sellos, por lo tanto, son el desarrollo del plan de Dios en la iglesia y en la historia humana.
Los cuatro jinetes pueden usarse para mostrar que Cristo es soberano sobre los eventos contemporáneos con los que Juan estaría familiarizado (Caird):
60 d.C. | Terremotos |
62 | Derrota del ejército romano por los vologueses partos en la frontera este |
64 | Persecución de los cristianos después del incendio de Roma |
70 | Guerra de cuatro años entre judíos y romanos que finaliza con Jerusalén en ruinas |
68 | Suicidio de Nerón, seguido de caos político |
79 | Erupción del Vesubio que hizo desaparecer la ciudad de Nápoles y creó un manto de oscuridad tan extendido que los hombres pensaban que había llegado el fin del mundo. Cuando el polvo volcánico cubre el cielo la luna parece roja |
92 | Hambre de granos serio |
81-92 | Reinado de Domiciano, instituye la adoración del emperador, persecución |
95 | Escritura de Apocalipsis |
Como con las siete trompetas y las siete copas, las primeras cuatro afectan a la tierra, las últimas tres tienen un significado más espiritual: afectan al hombre directamente en su espíritu más que en el cuerpo.
15.5 El quinto sello (6:9)
(Ap. 6:9) Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. {10} Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? {11} Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.
v. 9 - Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían - Hemos visto antes al Cordero como inmolado (5:6, 9, 12); ahora vemos a los que siguen al Cordero y que han sido muertos por su obediencia a la palabra de Dios y el testimonio que habían mantenido hasta la muerte (cf. Esmirna y Antipas; ver también 11:7, 12:11, 17:6). La misma palabra para muerto (sphazo) se usa tanto para Cristo como para estos mártires y significa literalmente "despedazados"; siguen los pasos de su amo. Más adelante vemos también las almas de aquellos que han sido decapitados por su testimonio de Jesús y por la palabra de Dios (20:4). La secuencia de los cuatro sellos es interrumpida por un cuadro de los mártires, porque por su martirio algunos podrían arrepentirse de sus caminos errados (Caird). Esta escena de los mártires aparece antes del sexto sello, cuando Cristo viene en juicio y es demasiado tarde para arrepentirse. Ver también los dos testigos que aparecen entre la sexta y la séptima trompeta. ¿Dónde está el altar? Está ante el trono de Dios en el cielo (8:3).
En el AT la sangre era derramada debajo del altar del holocausto (Lev. 4:7). Esto indica que su muerte por martirio es vista como un sacrificio en el altar en el cielo (cf. machaira del segundo sello). Habían ofrecido sus cuerpos como un sacrificio vivo (Rom. 12:1). Él vio sus almas así que ellos estaban vivos, lo cual demuestra que aunque el hombre puede destruir el cuerpo no puede destruir el alma (Mt. 10:28).
v. 9 - habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían - Este es uno de los temas del libro, que cada vez que los hombres obedecen la palabra de Dios y testifican acerca de Cristo con sus palabras y obras, seguirá la persecución.
El punto principal del libro es ser obediente hasta la muerte, y que al hacerlo serán victoriosos sobre los poderes del mal y ganarán su vida (eternal). La palabra griega para mártir, martus, significa "un testigo". Ver también 11:7 en donde los dos testigos han finalizado su testimonio y la bestia del abismo los ha atacado, los ha vencido y los ha matado. Encontramos que la bestia guerrea contra los santos y los mata (13:7), la bestia de la tierra ha erigido una imagen de la bestia del mar y ha matado a todos los que se han rehusado a adorar la imagen (13:15) y encontramos que la mujer (Babilonia) está ebria con la sangre de los santos (17:6). Aquellos que adoran a la bestia y su imagen y reciben su marca están destinados para el tormento eterno (14:9 ff.). En 20:4 también encontramos "las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos". Esta persecución y martirio está de acuerdo con las palabras de Jesús en Mateo, "os entregarán a tribulación, y os matarán" (Mt. 24:9), "y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin" (Mt. 24:14). Ver también Mt. 10:21, 5:11, Juan 15:20. El testimonio de los mártires por sus palabras, obras y muerte es parte del plan de Dios.
v. 10 - Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? - Este clamor aparece varias veces en las Escrituras (Sal. 79:10, 119:84). Es Dios quien vengará su sangre; la venganza no es de ellos (Dt. 32:43, Rom. 12:19). Su clamor es por justicia, no retribución, así como la sangre de Abel clama a Dios por justicia (Gn. 4:10). El clamor es contestado en Ap. 16:5-7 cuando es derramada la tercera copa como el castigo justo por matar a los santos y a los profetas, y en Ap. 19:2 cuando condenó a la gran prostituta, en ella se encontró la sangre de los mártires y todos los muertos en la tierra (18:24). En 19:2 la misma palabra griega para venganza es usada (ekdikeo, cf. Lucas 18:3, Rom. 12:19, 2 Cor. 10:6).
v. 11 - Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos - La vestidura blanca es la vestidura de justicia (Is. 6:10, ver también Ap. 7:13). La idea de esperar "hasta que se completara en número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos" es que la persecución está completamente bajo el control de Dios. Él sabe y ha establecido la cantidad que ha de ser muerto, así como sabe la cantidad de cabellos en nuestra cabeza. Hay un número que está fijado bajo la voluntad y presciencia de Dios (ver Ap. 7:4). En 14:13 se nos dice que "descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen." El martirio parece ser un retroceso para la iglesia pero en realidad hace que avance el evangelio. De ahí el famoso dicho de Tertuliano: "la sangre de los mártires es la semilla de la iglesia" (Hughes).
15. 6 El sexto sello (6:12)
(Ap. 6:12) Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí que hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; {13} y las estrellas cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. {14} Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar. {15} Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; {16} y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; {17} porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?
v. 12 - Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto - Un gran terremoto acompañará la Segunda Venida (Is. 29:6, Ez. 38:19, Zac. 14:4).
Otras veces que aparecen terremotos en Apocalipsis:
- El séptimo sello (8:5)
- Los dos testigos suben al cielo (11:13)
- La séptima trompeta (11:19)
- La séptima copa (16:18)
v. 12 - el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre - Este pasaje es una clara referencia a la segunda venida de Cristo en juicio contra las naciones, como fue profetizado por Joel 2:30-31 y Mt. 24:29.
v. 13-14 - y las estrellas cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. {14} Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar - Citado de Is. 34:4 (ver también Hab. 3:6, Miq. 1:4). Estos signos anuncian el final de la era (Mt. 24:29, "el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias del cielo serán conmovidas"). No puede haber ninguna duda de que esto se refiere a la Segunda Venida de Cristo. Note la similitud con la séptima copa (16:20, "y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados") Hay también una similitud con el día del juicio cuando la tierra y el cielo huyen de Su presencia (20:11).
De la misma forma, cuando Cristo vuelva "hará estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación de Jehová de los ejércitos, y en el día del ardor de su ira" (Is. 13:13).
v. 15 - Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes - Hay un gran terror; el día del Señor afecta a todos los hombres, desde los más altos hasta los más bajos. Ver la descripción de los de Ap. 19:17 quienes se reúnen para la gran cena del Señor, lo que claramente describe la segunda venida. Ellos huyen a las cuevas para esconderse de Su ira (Is. 2:10, 29, 21, ver también Is. 13:6-8, 24:21, 34:12, Sof. 1:14). Esta descripción en siete partes cubre a todos los hombres, desde los más altos hasta los más bajos.
v. 16 - y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero - Todas las naciones lamentarán cuando vean aparecer al Hijo del Hombre (Mt. 24:30). Ser enterrados por una montaña es mejor que ver a Dios y experimentar la ira del Cordero, citado de Oseas 10:8 (ver también Is. 2:19-21). Tanto Dios como el Cordero están vinculados aquí por la ira (ver también Ap. 14:10). Esto es también parecido a un dicho de Jesús a la mujer de Jerusalén cuando estaba siendo conducido a la cruz (Lucas 23:28-31), cuando estaba aludiendo a Jerusalén en 70 d.C., pero esto también prefigura el último día (ver Mt. 24). Es claro del contexto que aquí, en Apocalipsis, se está refiriendo la último día.
v. 17 - porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie? - Cuando Jesús venga de nuevo Él vendrá con ira para el mundo. Es "el gran día de su ira" (Sal. 110:5, Is. 13:9, Sof. 1:14 ff. Rom. 2:5). Es un día único (Zac. 14:7); ¿quién puede soportar el día de su ira? Malaquías y Joel plantearon la misma pregunta: Mal. 3:2 "¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste?", Joel 2:11 "grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?" También Nahum 1:16. La respuesta a "¿quién podrá soportar?" está dado en la próxima sección de los 144.000 sellados (especialmente 7:9). Ver también 1 Tes. 1:10 donde es Jesús quien nos rescata de la ira venidera. La ira de Dios también aparece en la séptima trompeta (11:18), sobre los que adoran a la bestia (14:10), cuando las uvas son cosechadas en el lagar de la ira de Dios (14:19), con las siete copas (15:1), la destrucción de Babilonia (16:19), el jinete sobre el caballo blanco (19:15).
Continua en El Apocalipsis VII: Los 144 mil Sellados
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