Título de la confesión escocesa
Confesión de Basilea
La Confesión de Basilea es una de las numerosas manifestaciones de fe hechas por la Iglesia Reformada en Suiza. Fue hecha pública en 1534 y debe ser distinguida de la Primera y Segunda Confesiones helvéticas. Su autor fue Oswald Myconius, quien la redactó sobre la base de una confesión más breve promulgada por Juan Ecolampadio, su predecesor en la Iglesia en Basilea. Aunque fue un intento por un acercamiento con la posición del partido reformista que todavía se inclinaba hacia la antigua fe y con el sector anabaptista, su publicación provocó una gran controversia, especialmente por sus declaraciones sobre la eucaristía. Los teólogos de Estrasburgo incluso reprocharon a los de Basilea por celebrar una cena sin Cristo. Hasta el año 1826, la Confesión (también conocida como la Confesión de Mülhausen por haber sido adoptada también por esta ciudad) fue leída públicamente desde los púlpitos de Basilea todos los Miércoles de Ceniza en cada Semana Santa. En 1872, una resolución del gran concejo de la ciudad prácticamente la anulo.
Confesiones helvéticas
Las Confesiones Helvéticas (en latín: Confessiones Helveticae, en alemán: Helvetisches Bekenntnis) son dos documentos que expresan los credos comunes de las iglesias calvinistas de Suiza.
Historia
Primera Confesión Helvética
La Primera Confesión Helvética (Confessio Helvetica prior), también conocida como Segunda Confesión de Basilea (Confessio Basileensis posterior), fue creada en 1536 como la primera confesión conjunta de la Confederación germanófona.
En un esfuerzo por establecer una unión con los luteranos, delegados de Zúrich, Berna, Basilea, Schaffhausen, Sankt Gallen, Mulhouse, Constanza y Biel se reunieron en Basilea del 30 de enero al 4 de marzo de ese año. También acudieron los teólogos Martin Bucer y Wolfgang Capito de Estrasburgo.
La versión latina de los 27 artículos de la Confesión, que tenía como objetivo un acercamiento intraprotestante, fue creada bajo la dirección de Heinrich Bullinger, Simon Grynaeus, Leo Jud, Kaspar Megander y Oswald Myconius. El primer borrador fue escrito en latín y los delegados de Zürich objetaron su fraseología luterana. Finalmente se aceptó el 26 de febrero de 1536,[1] la traducción al alemán de Leo Jud, que se basaba más claramente en la teología de Zwinglio que el modelo latino.
Segunda Confesión Helvética
La Segunda Confesión Helvética (Confessio Helvetica posterior) sigue siendo la confesión calvinista más extendida en la actualidad, junto con el Catecismo de Heidelberg.
Fue escrita por Heinrich Bullinger a partir de 1561 como confesión personal y entregado a la Asamblea de Zúrich como testamento espiritual en 1564. Como el elector Federico III del Palatinado quería justificar su conversión a la fe reformada en el Reichstag de Augsburgo, Bullinger le envió esta confesión a petición suya. Federico dispuso que los cantones reformados suizos lo imprimieran en 1566 con el título Confessio et expositio simplex orthodoxae fidei et dogmatum Catholicorum syncerae religionis Christianae, y se distribuyó rápidamente.
La Segunda Confesión Helvética fue aceptada por todas las iglesias reformadas en la Suiza de habla alemana con la excepción de Basilea (que prefirió seguir con su propia Confesión de Basilea), también fue aceptada en Ginebra, así como por los calvinistas de Escocia, Polonia, Austria y Hungría.
La Confesión, el documento confesional reformado más extenso, consta de treinta capítulos. Se basa en el Credo de los Apóstoles, pero en los dos primeros capítulos trata cuestiones hermenéuticas básicas como el principio sola scriptura y la relación entre las escrituras y la tradición. La nota marginal Praedicatio verbi Dei est Verbum Dei ("La predicación de la palabra de Dios es la palabra de Dios") se hizo popular. En la segunda mitad de la Confessio hay, además de las cuestiones básicas de fe, reglas para dar forma a la vida cristiana y de la iglesia (reglas de adoración, días festivos, reglas de alimentación, matrimonio, etc.)
La Segunda Confesión Helvética fue también incluida en el Libro de Confesiones de la Iglesia Presbiteriana Unida de los Estados Unidos de América, adoptado por la Iglesia presbiteriana (Estados Unidos).
Ediciones
- Ernst Saxer, Confessio Helvetica Prior von 1536, en: Heiner Faulenbach, Eberhard Busch et al., Reformierte Bekenntnisschriften. vol. 1,2: 1535–1549. Neukirchen-Vluyn: 2006.
- Emidio Campi: Confessio Helvetica Posterior, en: Reformierte Bekenntnisschriften. vol. 2,2: 1562–1569. Neukirchen-Vluyn: 2009.
- Walter Hildebrandt, Rudolf Zimmermann, Das zweite helvetische Bekenntnis. Zúrich: Zwingli-Verlag, 1936 (Zúrich: TVZ, 1998).
- Georg Plasger, Matthias Freudenberg, Reformierte Bekenntnisschriften. Göttingen: 2005.
Artículos de Esmalcalda
Los Artículos de Esmalcalda (en alemán: Schmalkaldische Artikel) son un resumen de la doctrina luterana, escritos por Martín Lutero en 1537 para una reunión con la liga de Esmalcalda para prepararse para un concilio ecuménico de la Iglesia que se intentaba llevar a cabo. El patrocinador de Lutero, el elector Juan Federico I de Sajonia, le pidió que preparara esos artículos para la reunión de la Liga en 1537, que se volvería a llevar a cabo en Esmalcalda. La Liga se había organizado en 1531 como la unión de varios territorios y ciudades luteranos, para proveer de un frente unido militar y políticamente contra los políticos y ejércitos católicos, dirigidos por el emperador Carlos V. Cuando se reunió la Liga de Escalmalda, Lutero se encontró muy enfermo con un caso severo de cálculos renales, por lo cual no pudo asistir a la reunión. La liga finalmente decidió no adoptar los artículos que Lutero había escrito. Lo que pasó es que fueron influenciados para no adoptar los Artículos de Esmalcalda por Philipp Melanchthon, al cual le preocupaba que el escrito de Lutero sería considerado como divisivo por algunos. A Melanchthon se le pidió que escribiera una declaración clara acerca del Papado y eso mismo hizo, un documento que fue adoptado en la reunión como el Tratado sobre el Poder la Primacía del Papa. Los Artículos de Esmalcalda fueron muy valorados por Juan Federico quien ordenó que fueran parte de su último deseo y testamento. Y aunque no se adoptaron en la reunión de la Liga de Esmalcalda en 1537, fueron muy usados y se incorporaron dentro del Libro de la Concordia en 1580 como una de las Confesiones Luteranas de la fe.
Lutero resumió, lo que él consideraba, era la enseñanza más importante del cristianismo:
El primer y más importante artículo es este: Jesucristo, nuestro Dios y Señor, murió por nuestros pecados y fue resucitado para nuestra justificación (Romanos 3:24-25). Sólo Él es el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo (Juan 1:29), y Dios cargó en Él la iniquidad de todos nosotros (Isaías 53:6). Todos han pecado y son justificados gratuitamente, sin sus propias obras y méritos, por Su gracia, a través de la redención que es en Cristo Jesús, en Su sangre (Romanos 3:23-25). Esto es lo que es necesario creer. Esto no se puede adquirir o entender por ninguna obra, ley o mérito. Por lo tanto, es claro y cierto que sólo esta fe nos justifica... Nada de este artículo se puede renunciar o abandonar, aún si el cielo y la tierra y todo lo demás cayera (Marcos 13:31)
Aunque nunca se llevó a cabo el referido concilio, los Artículos de Esmalcalda se vieron como un suplemento a las otras Confesiones de la Iglesia Luterana y se siguen usando aún hasta el día de hoy. Están incluidos en el Libro de la Concordia.
Confesión Escocesa
libro de John Knox
La Confesión Escocesa (Scots Confession, también llamada Confesión Escocesa de 1560) es una confesión de fe escrita en 1560 por seis promotores de la Reforma Protestante en Escocia. La confesión fue la primera norma de la Iglesia protestante en Escocia.
En agosto de 1560 el parlamento escocés acordó reformar la religión del país. Para permitirles decidir cómo debía ser la Fe Reformada, el Parlamento encargó a John Knox y a otras cinco personas (John Winram, John Spottiswoode, John Willock, John Douglas y John Row), preparar una Confesión de Fe. Esto lo hicieron en 4 días. Los 25 capítulos de la Confesión contienen una declaración contemporánea de la fe cristiana tal y como la entendían los seguidores de Juan Calvino durante su vida. Si bien la Confesión y los documentos que la acompañaban fue el producto de un esfuerzo conjunto de los seis, se suele atribuir su autoría a John Knox.
Aunque el Parlamento aprobó la Confesión, la reina María I de Escocia rehusó reconocerla, y la Confesión se convirtió en ley solamente en 1567. Se mantuvo como la Confesión de la Iglesia de Escocia hasta que se reemplazó por la Confesión de Fe de Westminster en 1648.
Todavía hoy, es parte fundamental de muchas iglesias reformadas y especialmente presbiterianas en el mundo, y aunque su relevancia como documento quedó relegado ante la confesión de Westminster, sigue teniendo algo de importancia histórica y tradicional.
Confesión belga
La confesión belga o confesión bélgica es un texto histórico escrito en 1561, y está considerado una de las más antiguas confesiones del tiempo de la Reforma Protestante. El autor del documento fue Guido de Bres, un predicador que murió en 1567 siendo considerado un mártir.
El documento consta de treinta y siete artículos o apartados, en los que sus autores plasmaron el pensamiento surgido a través del movimiento de Juan Calvino y otros teólogos que, partiendo de Agustín de Hipona y otros santos católicos, redactaron el canon protestante de la Biblia. Los documentos en los que se basa el texto son los credos de los apóstoles, el niceno, el de Calcedonia y el de Atanasio.
Treinta y nueve artículos
Los Treinta y Nueve Artículos de Religión (comúnmente abreviados como los Treinta y Nueve Artículos o los XXXIX Artículos), finalizados en 1571, son las declaraciones históricamente definitorias de las doctrinas y prácticas de la Iglesia de Inglaterra con respecto a las controversias de la Reforma Inglesa. Los Treinta y Nueve Artículos forman parte del Libro de Oración Común utilizado por la Iglesia de Inglaterra y la Comunión Anglicana mundial (incluyendo la Iglesia Episcopal), así como por denominaciones fuera de la Comunión Anglicana que se identifican con la tradición anglicana (ver movimiento anglicano continuo).
Cuando Enrique VIII rompió con la Iglesia Católica Romana y fue excomulgado, comenzó la reforma de la Iglesia de Inglaterra, que estaría encabezada por el monarca (él mismo), en lugar del papa. En este punto, necesitaba determinar cuáles serían sus doctrinas y prácticas en relación con la Iglesia de Roma y los nuevos movimientos protestantes en Europa continental. Se escribieron una serie de documentos definitorios y se reemplazaron durante un período de treinta años a medida que la situación doctrinal y política cambiaba desde la excomunión de Enrique VIII en 1533, hasta la excomunión de Isabel I en 1570. Estas posiciones comenzaron con los Diez Artículos en 1536, y concluyeron con la finalización de los Treinta y Nueve Artículos en 1571. Los Treinta y Nueve Artículos en última instancia sirvieron para definir la doctrina de la Iglesia de Inglaterra en relación con la doctrina calvinista y la práctica católica.
Los artículos pasaron por al menos cinco revisiones importantes antes de su finalización en 1571. El primer intento fueron los Diez Artículos en 1536, que mostraban algunas inclinaciones ligeramente protestantes, resultado del deseo inglés de una alianza política con los príncipes luteranos alemanes. La siguiente revisión fueron los Seis Artículos en 1539, que se alejaron de todas las posiciones reformadas, y luego el Libro del Rey en 1543, que restableció la mayoría de las doctrinas católicas anteriores. Durante el reinado de Eduardo VI, hijo de Enrique VIII, se escribieron los Cuarenta y dos artículos bajo la dirección del Arzobispo Thomas Cranmer en 1552. Fue en este documento donde el pensamiento calvinista alcanzó su máximo apogeo de influencia en la Iglesia Inglesa. Estos artículos nunca se pusieron en acción, debido a la muerte de Eduardo VI y el retorno de la Iglesia Inglesa al catolicismo bajo María I, la hija mayor de Enrique VIII.
Finalmente, tras la coronación de Isabel I y el restablecimiento de la Iglesia de Inglaterra como separada de la Iglesia Católica, los Treinta y Nueve Artículos de Religión fueron iniciados por la Convocación de 1563, bajo la dirección de Matthew Parker, el Arzobispo de Canterbury.
Los Treinta y Nueve Artículos fueron finalizados en 1571 y se incorporaron al Libro de Oración Común. Aunque no fue el fin de la lucha entre monarcas y ciudadanos católicos y protestantes, el libro ayudó a estandarizar el idioma inglés y tuvo un efecto duradero en la religión en el Reino Unido y en otros lugares a través de su amplio uso.
Historia
En esa época, la Iglesia de Inglaterra estaba en búsqueda de una posición doctrinaria con respecto a la Iglesia católica y los movimientos protestantes continentales. En el lapso de 30 años se escribieron y reemplazaron una serie de documentos definitorios en la medida que la situación doctrinal y política se modificó desde la excomunión de Enrique VIII en 1533, hasta la excomunión de Isabel I en 1570.
Antes de la muerte del rey Enrique en 1547, se promulgaron varias declaraciones sentando posiciones. El primer intento fueron Los Diez Artículos en 1536, que tenían una ligera orientación Protestante; el resultado del deseo inglés de una alianza política con el príncipe luterano alemán. La siguiente revisión fueron los Seis Artículos en 1539 los cuales se alejaron de todas las posiciones reformistas, y el Libro del Rey en 1543 el cual restableció casi en su totalidad las doctrinas católicas previas. Luego, durante el reinado de Eduardo VI en 1552, los Cuarenta y dos Artículos fueron escritos bajo la dirección del arzobispo Thomas Cranmer. Es en este documento donde el pensamiento calvinista alcanza el cenit de su influencia en la Iglesia de Inglaterra. Estos artículos nunca se implementaron, a causa de la muerte del rey y la reunión de la Iglesia de Inglaterra con Roma bajo el reinado de Maria I.
Finalmente, al ser coronada Isabel I y restablecerse la Iglesia de Inglaterra los Treinta y nueve artículos de religión fueron promulgados por una Convocatoria de la Iglesia en 1563, bajo la dirección de Matthew Parker, entonces arzobispo de Canterbury, que se alejó de algunas de las ideas calvinistas más extremistas y creó la peculiar doctrina reformista inglesa.
Los artículos, concluidos en 1571, tendrían un efecto duradero en la religión en el Reino Unido y en otras partes al ser incorporados en y ser propagados mediante el Libro de Oración Común (Book of Common Prayer).
Artículos de las Seis (1539)
Temeroso de quedar aislado diplomáticamente y de una alianza católica, Enrique VIII continuó su acercamiento a la Liga de Esmalcalda Luterana. En mayo de 1538, tres teólogos luteranos de Alemania - Franz Burchard, vicecanciller de Sajonia; Georg von Boineburg, doctor en derecho; y Friedrich Myconius, superintendente de la iglesia en Gotha - llegaron a Londres y sostuvieron conferencias con obispos y clérigos ingleses en el Palacio de Lambeth del arzobispo hasta septiembre.
Los alemanes presentaron, como base de acuerdo, una serie de artículos basados en la Confesión Luterana de Augsburgo. Los obispos Tunstall, Stokesley y otros no se dejaron convencer por estos argumentos protestantes y hicieron todo lo posible para evitar el acuerdo. Estaban dispuestos a separarse de Roma, pero su plan era unirse a la Iglesia Griega y no a los protestantes del continente. Los obispos también se negaron a eliminar lo que los alemanes consideraban abusos (por ejemplo, misas privadas por los difuntos, celibato clerical obligatorio y negación del vino de la comunión al laicado) permitidos por la Iglesia Inglesa. Stokesley consideraba que estas costumbres eran esenciales porque la Iglesia Griega las practicaba.[8] Como el Rey no estaba dispuesto a romper con estas prácticas, los alemanes habían abandonado Inglaterra para el 1 de octubre.
Mientras tanto, Inglaterra estaba en plena agitación religiosa. Los protestantes impacientes se dedicaron a reformas adicionales: algunos sacerdotes decían la misa en inglés en lugar de latín y se casaban sin autorización (el propio arzobispo Cranmer estaba casado en secreto). Los protestantes mismos estaban divididos entre reformadores establecidos que sostenían creencias luteranas que afirmaban la presencia real de Cristo en la Eucaristía y radicales que sostenían opiniones Anabaptistas y Sacramentarias negando la presencia real. En mayo de 1539, un nuevo Parlamento se reunió, y el Lord Canciller Thomas Audley dijo a la Cámara de los Lores que el Rey deseaba uniformidad religiosa. Se nombró un comité de cuatro obispos conservadores y cuatro reformistas para examinar y determinar la doctrina. El 16 de mayo, el Duque de Norfolk señaló que el comité no había acordado nada y propuso que los Lores examinaran seis preguntas doctrinales controversiales que se convirtieron en la base de los Seis Artículos.
Estas son las preguntas debatidas en relación con los Seis Artículos:
- ¿Podría la Eucaristía ser el verdadero cuerpo de Cristo sin transustanciación?
- ¿Era necesario administrarla a los laicos en ambas especies?
- ¿Se debían observar los votos de castidad como parte de la ley divina?
- ¿Debería ser obligatorio el celibato clerical?
- ¿Eran necesarias (legítimas) las misas privadas (votivas) por ley divina?
- ¿Era necesaria la confesión auricular (es decir, la confesión a un sacerdote) como parte de la ley divina?
Durante el siguiente mes, estas preguntas fueron discutidas en el Parlamento y la Convocatoria con la participación activa del Rey. El resultado final fue una afirmación de enseñanzas tradicionales en todo menos en la sexta pregunta. La comunión en una sola especie, el celibato clerical obligatorio, los votos de castidad y las misas votivas fueron considerados una forma legítima. Los protestantes lograron una pequeña victoria en la confesión auricular, que fue declarada "expediente y necesaria de ser retenida" pero no requerida por la ley divina. Además, aunque la presencia real fue afirmada en terminología tradicional, la palabra transubstanciación en sí misma no apareció en la versión final.
Fórmula de la Concordia
declaración de fe luterana
La Fórmula de la Concordia (1577) (del latín: Formula concordiae) es una declaración de fe (también llamada credo, o "símbolo") autoritaria luterana, la cual en sus dos partes (Epítome y Declaración Sólida) constituye la sección final del libro luterano Corpus Doctrinae o Cuerpo de Doctrina, conocido como el Libro de la Concordia (la mayoría de las referencias a estos textos son a la edición original de 1580). El Epítome es una presentación breve y concisa de los doce artículos del libro; la Declaración Sólida es una exposición detallada. La doctrina aprobada se presenta en "tesis"; la doctrina rechazada en "antítesis". Puesto que el documento original fue escrito en alemán, se hizo una traducción al latín del Libro de la Concordia publicado en 1584.
Significado y composición
La promulgación y firma de este documento fue un factor importante en la unificación y preservación del luteranismo. Fue llevado a cabo por la petición del Elector Augusto de Sajonia y fue el trabajo conjunto de un grupo de teólogos luteranos y clérigos de finales del siglo XVI, los cuales se reunieron del 9 de abril al 7 de junio de 1576 en Torgau, donde estaba el gobierno del Electorado de Sajonia en ese tiempo: Jakob Andreä (1528–1590), Martin Chemnitz (1522–1586), Nikolaus Selnecker (1528–1592), David Chytraeus (1531–1600), Andreas Musculus (1514–1581), Christoph Körner (1518–1594), Caspar Heyderich (1517–1586), Paul Crell (1532–1579), Maximilian Mörlin (1516–1584), Wolfgang Harder (1522–1602), Daniel Gräser, Nicholas Jagenteufel (1520–1583), Johannes Cornicaelius, John Schütz (1531–1584), Martin Mirus (1532–1593), Georg Listenius (d. 1596) y Peter Glaser (1528–1583). Y un conjunto más pequeño de este grupo se reunió un año después (Andreä, Chemnitz, Selnecker, Chytraeus, Musculus y Körner) en el convento de Berge cerca de Magdeburgo, del 1 al 14 de marzo y en mayo de 1577. Los más importantes autores de la Fórmula de la Concordia fueron Jakob Andreä y Martin Chemnitz.
Teniendo ante ellos dos documentos anteriores (La Concordia suabo-sajona, esbozada por Andreä en 1574 y la llamada Fórmula de Maulbron de 1576), el primer grupo de teólogos redactó el Libro de Torgau. Andreä condensó este en lo que se llegaría a conocer como el Epítome, la primera parte de la Fórmula de la Concordia. Su título, tal y como se encontraba en la primera publicación de 1576, decía así: [Un] Pequeño Resumen de los artículos que, controvertidos entre los téologos de la Confesión de Augsburgo por muchos años, se resolvieron de una manera cristiana en Torgau en el mes de junio de 1576, por los teólogos que se reunieron y suscribieron.
A lo largo de los once meses siguientes a la publicación del Libro de Torgau, las enmiendas sugeridas habían sido enviadas a Andreä y a Chemnitz, y se consideró necesaria una nueva revisión, por lo cual el segundo grupo (Andreä, Chemnitz, Selnecker, Chytraeus, Musculus y Körner) revisaron el Libro de Torgau para dejarlo en su forma final, conocida como el Libro de Bergic o la Declaración Sólida de la Fórmula de la Concordia (dependiendo de la traducción, la Declaración Sólida también se conoce como la Declaración detallada de la Fórmula de la Concordia). Se le presentó al Elector Augusto de Sajonia el 28 de mayo de 1577.
Seguidamente fue firmada por tres electores del Sacro Imperio Romano Germánico, veinte duques y príncipes, veinticuatro condes, cuatro barones, treinta y cinco ciudades imperiales libres y más de 8000 pastores. Estos constituían más de las dos terceras partes de la Iglesia Luterana en Alemania en esa época. Todos los clérigos del electorado de Sajonia tenían que suscribirlo o bien escribir sus objeciones con respecto a la Fórmula de la Concordia. Circuló una rima por ese entonces que decía: "Escribid, queridos Señores, escribid, para que podáis seguir en la parroquia" (en alemán: schreibt, lieber Herre, schreibt, dass Ihr bei der Pfarre bleibt).
La Fórmula de la Concordia no fue aceptada por los luteranos en Hesse, Dos Puentes, Anhalt, Pomerania, Holstein, Dinamarca, Suecia, Núremberg, Estrasburgo y Magdeburgo, y el gobierno de la reina Isabel I de Inglaterra hizo cabildeo en sus embajadas alemanas para impedir que fuera aceptada por los Estados alemanes.
Artículos de la Fórmula de la Concordia
Son los siguientes:
I. Pecado Original
II. Libre albedrío
III. La justificación por fe ante Dios
IV. Buenas Obras
V. La Ley y el Evangelio
VI. El tercer uso de la Ley
VII. La Santa Cena del Señor
VIII. La Persona de Cristo
IX. El Descenso de Cristo al Infierno
X. Ceremonias de la Iglesia ("Adiaphora", o Cosas Indiferentes)
XI. El Preconocimiento Eterno y la Elección de Dios.
XII. Otras sectas y herejías.
Declaración de Savoy
libro de John Owen
La Declaración de Savoy es una confesión de fe congregacionalista. Su título completo es Una Declaración de la Fe y el Orden reconocido y practicado en las Iglesias Congregacionalistas de Inglaterra. Fue redactada en octubre de 1658 por Independientes ingleses y congregacionalistas reunidos en el Hospital Savoy de Londres. Consiste en un prólogo, una confesión y una plataforma de disciplina.
La Asamblea de Savoy
La Asamblea de Savoy se reunió en el Savoy durante once o doce días a partir del 12 de octubre de 1658. Representantes, en su mayoría laicos, estuvieron presentes de más de cien iglesias independientes. Thomas Goodwin, quien era un teólogo de Westminster y autor de la Confesión de Fe de Westminster, y John Owen fueron los líderes en un comité de seis teólogos designados para redactar una confesión. Los escritores fueron influenciados por la Plataforma de Cambridge, que era la declaración de gobierno eclesiástico producida por las iglesias congregacionales en Nueva Inglaterra. La Confesión de Fe de Westminster de 1647 de la Iglesia de Inglaterra se utilizó como plantilla básica.
Confesión
Thomas Goodwin, autor de la Confesión de Fe de Westminster, consideró la Declaración de Savoy como una revisión de la Confesión de Westminster con lo "más reciente y mejor". Los autores de la Declaración de Savoy adoptaron, con algunas modificaciones, las definiciones doctrinales de la confesión de Westminster, reconstruyendo solo la parte relacionada con el gobierno eclesiástico; el principal efecto de la Declaración de la asamblea de Savoy fue confirmar la teología de Westminster. Se añadió un nuevo capítulo titulado Del Evangelio y la Extensión de su Gracia. Otros cambios incluyen una sustitución de los capítulos 30 y 31 de la Confesión de Westminster concernientes al gobierno de la iglesia congregacional. En estos capítulos se afirma la autonomía de las iglesias locales. También se incluyeron las palabras "la obediencia activa de Cristo" en el capítulo 11: De la Justificación. Mientras que "la asamblea votaba casi por unanimidad que tanto la obediencia activa como la pasiva de Cristo eran necesarias para la justificación", las palabras "activa" así como "entera" fueron omitidas. Dado que se requiere una redacción exacta, la Declaración de Savoy lo hace explícito.
La Declaración sería adoptada por el Sínodo Reformador en la Nueva Inglaterra Colonial en 1680.
Plataforma de Disciplina
Titulado formalmente Sobre la Institución de Iglesias y el Orden establecido en ellas por Jesucristo, la plataforma está compuesta por 30 artículos y expone los principios de la política eclesiástica de la Iglesia Congregacional.
Es un documento nuevo, no una revisión ni del anterior Plataforma Congregacionalista de Cambridge ni del Formulario de Gobierno de la Iglesia Presbiteriana producido por la Asamblea de Westminster, en la que estuvieron presentes importantes redactores de Savoy.
Confesión de Fe (1689)
La Confesión de Fe de 1689, también llamada la Segunda Confesión de Fe Bautista de Londres, fue escrita por Bautistas Particulares, quienes se apegaron a una soteriología calvinista en Inglaterra para dar una expresión formal de su fe cristiana desde una perspectiva bautista y congregacionalista.
Historia
La confesión se publicó por primera vez en Londres en 1677 bajo el título "Una Confesión de Fe preparada por los ancianos y hermanos de muchas congregaciones de cristianos (bautizados por profesión de fe) en Londres y el resto de Inglaterra. Con un apéndice sobre el Bautismo". Se basó en la Confesión de Fe de Westminster (1646) y la Declaración de Savoya (1658), con modificaciones para reflejar los puntos de vista bautistas sobre el gobierno eclesiástico y el bautismo.
La confesión fue publicada nuevamente, bajo el mismo título, en 1688 y 1689.
Después de que el Acta de Tolerancia de 1689 fuese aprobada, permitiendo así la libertad de culto a los inconformistas, las iglesias bautistas particulares de Inglaterra y Gales celebraron su primer Asamblea General en Londres, en donde se invitó a más de cien iglesias para que enviaran dos mensajeros por congregación -uno de los cuales debía ser el ministro ordenado- a las reuniones que se celebrarían desde el 3 al 12 de septiembre para considerar el estado de las iglesias bautistas particulares y, especialmente, para idear las formas legítimas para levantar un ministerio más numeroso y mejor equipado, apartados de cualquier identificación con los anabaptistas. Entre las muchas cosas hechas por esta primera Asamblea estuvo la aprobación del documento de 1677. El prefacio oficial del documento se aseguró de que el documento final fuera conocido como la "Confesión de Fe Bautista de 1689".
Bautistas reformados y bautistas tradicionales en Inglaterra
La redacción de la Confesión de Fe de 1689 está relacionada con la historia de los primeros bautistas ingleses y con las diferencias entre los bautistas "generales" y "particulares".
A principios del siglo XVII , los bautistas ingleses no eran tanto una denominación cristiana establecida, sino, en el contexto del protestantismo, una organización de iglesias con caracteres no completamente definidos, pero unidos por convicción de que el bautismo debe administrarse solo a los responsables creyentes. Sin embargo, con el surgimiento del arminianismo, muchas iglesias bautistas comenzaron a abrazar sus principios, a saber, que Cristo murió por toda la humanidad (no solo por los elegidos , su pueblo, como afirma la ortodoxia calvinista), para dar a todos la posibilidad de salvación mediante la fe (redención "general"). Bajo esa comprensión, el bautismo llegaba ser entendido como la máxima expresión del individuo en elegir a Cristo, en lugar de ser un signo de las promesas de Dios en Él. Esto y otras implicaciones, fueron razón para que los bautistas de estricta observancia calvinista vieran peligrar su ortodoxia hacia el sinergismo arminiano o el semipelagianismo de Roma. De ahí la necesidad de los bautistas calvinistas de especificar con precisión sus persuasiones como puntos fijos esenciales, así como su identidad específica, es decir, la de los bautistas "particulares", calvinistas o reformados.
En el mismo período, todos los bautistas (tanto "generales" como "particulares") sufrieron persecución abierta o encubierta por parte de la Iglesia de Inglaterra, y algunas otras iglesias paidobautistas. Todos los bautistas habían salido de estas iglesias convencidos de que la Biblia no ofrecía ninguna justificación para el bautismo de infantes, no para un sistema episcopal ni presbiteriano de gobierno de la iglesia, así como el monarca ni ningún poder representante suyo podía interferir en los asuntos de las iglesias locales. No obstante, otros creyentes disidentes (llamados "inconformistas"), como presbiterianos y congregacionalistas paidobautistas, también sufrieron persecuciones, pero su fuerza numérica e influencia les permitió escapar más de lo que los Bautistas pudieron. La afirmación de que los bautistas son adultos convertidos que pueden ser bautizados, los pone en contradicción no solo con la Iglesia de Inglaterra, sino también con los presbiterianos y congregacionalistas (que aceptaron el bautismo infantil).
La Confesión de Fe de 1644 y la Guerra Civil Inglesa
Durante el siglo XVII se deterioraron las relaciones de los puritanos ("inconformistas") con la monarquía . Muchos líderes puritanos eran miembros del Parlamento y esta tensión conduce a una guerra civil que durará desde 1642 hasta 1649 . El rey Carlos I fue depuesto y condenado a muerte, convirtiendo así a Inglaterra en una república durante un breve período de tiempo .
Es en este contexto que los bautistas particulares aprovechan la oportunidad para escribir y publicar su Confesión de Fe . Siete de sus iglesias locales envían representantes para redactar este documento. Su propósito es diferenciar formalmente sus creencias de las de los bautistas generales. El documento está terminado en 1644 y, aunque no muy detallado, refleja claramente la teología calvinista ortodoxa. Este documento se conoce como la " Primera Confesión de Fe Bautista " y es anterior a la conocida Confesión de Fe de Westminster (escrita en 1646 ).
La Confesión de Fe de 1644 se diferencia de la Confesión de Westminster en dos aspectos importantes. Primero, rechaza la noción de que el papel de la Ley de Dios es persuadirnos de que somos pecadores, afirmando que el terror que inspira la ley no es necesario para hacer lo que solo el evangelio puede hacer. En segundo lugar, rechaza la noción de la generación eterna del Hijo en el contexto de la Trinidad.
Con la abolición de la Monarquía, la Confesión de Fe de Westminster se declara oficial tanto para la Iglesia de Inglaterra (anglicana) como para la Iglesia de Escocia (presbiteriana). Menos congregacionalistas crean su propia versión de la Confesión de Fe de Westminster, la Declaración de Saboya. La Confesión de Fe Bautista de 1644 , aunque similar en teología, de ninguna manera podría compararse por extensión a las dos siguientes confesiones, y la necesidad de una segunda confesión bautista se vuelve clara.
Problemas con la Restauración
Después de la ejecución de Carlos I, los presbiterianos escoceses junto con los anglicanos ingleses y los congregacionalistas, a pesar de compartir la misma teología, están divididos sobre el papel que se le asignará a la monarquía: los primeros la apoyan y los segundos se oponen. Oliver Cromwell, un congregacionalista, gobernó Inglaterra como Lord Protector hasta su muerte en 1658. La Monarquía se restablece con Carlos II en 1660. Las relaciones entre Escocia e Inglaterra, así como entre sus respectivos puritanos, continúan siendo difíciles, especialmente cuando se aprueban las leyes que gobiernan las prácticas del culto. En 1662 el Acta de Uniformidad ilegaliza cualquier culto que no use el nuevo Libro de Oración Común en todas las iglesias anglicanas, presbiterianas, congregacionales y bautistas locales de Inglaterra. Además, la Iglesia Anglicana se disuelve de la Confesión de Fe de Westminster y regresa, como su propia Confesión de Fe, a sus Treinta y Nueve Artículos de Religión originales.
La Confesión de Fe de 1677
El resultado de todo esto, con el restablecimiento de la Monarquía, es que en toda Inglaterra, negándose a cumplir con las nuevas leyes para el culto, los bautistas son nuevamente perseguidos. En 1677, un mayor número de bautistas particulares se reunió para elaborar una confesión de fe más grande que sus predecesores. El proceso de redacción sigue el modelo de la Confesión de Westminster, que fue utilizada por muchas iglesias bautistas particulares, a pesar de las diferencias en la organización de la iglesia y el modo de bautismo.
En 1677, el documento difiere de las Confesiones de Westminster y Savoy en dos aspectos importantes. En primer lugar, tenía que definir los poderes de la asociación de los Bautistas (denominación) en relación con las comunidades locales individuales. En segundo lugar, y aún más importante desde el punto de vista bautista, debía dejar clara la afirmación del bautismo de creyentes en lugar y en contra del bautismo de infantes, dejando claro al mismo tiempo que no tenía relación con el anabautismo. de la época de la Reforma del siglo XVI.
La persecución y el secreto significan que este documento no se publica oficialmente, aunque su contenido se da a conocer a las iglesias miembros.
La Ley de Tolerancia de 1689
En 1689, la Ley de Tolerancia de Maryland fue aprobada en Inglaterra, permitiendo la libertad religiosa y el pluralismo de las expresiones confesionales cristianas junto con la Iglesia de Inglaterra y la Iglesia de Escocia. Esto permite que los representantes de más de 100 iglesias bautistas particulares en el Reino Unido se reúnan en Londres del 3 al 12 de septiembre de 1689 para aprobar oficialmente el documento de 1677. A pesar de que el documento fue redactado en 1677, su prefacio oficial significa que desde entonces se conoce como la Confesión de Fe Bautista de 1689.
Efectos históricos de la Confesión de 1689
La Confesión Bautista de 1689 -junto con las Confesiones de Westminster y Saboya- ha llegado a ser considerado como una de las confesiones de fe Post Reforma reformadas más importantes del mundo de habla inglesa, traducidas gradualmente y aceptadas en todo el mundo por iglesias relacionadas. No hay duda de que la Confesión de 1689 depende mucho del trabajo ya realizado por los editores de las otras dos confesiones anteriores, pero esto no debe llevar a subestimar su importancia e influencia específicamente en las iglesias bautistas y reformadas a partir de ese momento. Además, debe tenerse en cuenta que, por el contexto de persecución religiosa y la negativa contra los movimientos heréticos anaptistas, se hizo necesario que las iglesias bautistas particulares demostraran que no se había alejado de la ortodoxia reformada; sino que por el contrario, su lectura de la teología pactual constituía un desarrollo más bíblicamente apropiado que la visión pactual tradicional.
Bautistas particulares fundaron y desarrollaron iglesias hermanas en la América colonial, tanto que en 1707 se formó la Asociación Bautista de Filadelfia . Esta asociación adoptó como expresión de su fe, en 1742, la Confesión de 1689 con la aprobación tácita de las iglesias y sus miembros. Con la adición de dos capítulos (sobre el canto de los Salmos y sobre la imposición de manos), recibe el nombre de Confesión de Fe de Filadelfia. Otras asociaciones bautistas calvinistas formadas en la segunda mitad del siglo XVIII adoptarán esta Confesión bajo el nombre de "La Confesión Bautista".
Durante el Segundo Gran Despertar en América, bautistas particulares y otras expresiones calvinistas del cristianismo protestante sufren fuertes ataques de evangelistas como Charles Grandison Finney y teólogos como Nathaniel William Taylor. Muchos bautistas particulares se retiran así al hipercalvinismo, a pesar del hecho de que la Confesión de 1689 no apoya tales extremos de la teología reformada. La Confesión de Fe Bautista de 1689 sigue siendo, hasta el día de hoy, un documento muy importante que define la fe de las iglesias Bautistas Reformadas a nivel internacional, permitiéndoles tener una Confesión de Fe histórica.
La Confesión Bautista comparada con la Doctrina de Congregacionalistas y Anabautistas
Con origen en el separatismo y el congregacionalismo británicos, la teología de los primeros bautistas es en muchos sentidos una modificación bautista de la teología reformada. Se considera que la Iglesia Congregacionalista comenzó en un escrito publicado por Robert Browne en 1592. Una idea principal entre los congregacionalistas es que cada congregación en sí misma es suficiente para formar la parte visible de la iglesia, upensamiento que se remonta a John Wyclif y los Lollards . El movimiento congregacionalista temprano consideró que la iglesia debe ser "pura", es decir, que sólo los cristianos nacidos de nuevo son dignos de ser miembros de la iglesia. Este pensamiento lleva a la idea de rechazar el bautismo infantil y, a modo bautista, solo aceptar el bautismo de adultos.
Sin embargo, los bautistas también tienen algunas raíces en la Reforma radical con teólogos como Balthasar Hubmaier y Menno Simons. Los anabautistas rechazaron el bautismo infantil y en su lugar predicaron el bautismo a una edad consciente, siendo pioneros en el punto de vista de la Iglesia Libre de que la fe cristiana requiere una postura consciente. La mayoría de los anabautistas creían que los creyentes en Jesús debían organizarse en congregaciones que fueran claras alternativas a la iglesia y la sociedad establecidas. Muchos anabautistas eran defensores entusiastas de un estilo de vida caracterizado por el pacifismo, educación parroquial, cuidado, comunidad de bienes y sencillez, algo que se veía como una consecuencia evidente de una espiritualidad basada en el Jesús de los Evangelios. Junto a los anabautistas, los bautistas reformados se han distanciado del bautismo de infantes y del estado iglesia. A diferencia de los anabautistas, a los bautistas se les permite:
- Convertirse en juez y trabajar para el gobierno
- Jurar
- Participar en la guerra
Charles Spurgeon
Charles Spurgeon fue uno de los predicadores más importantes del siglo XIX y sus colecciones de sermones todavía se imprimen en la actualidad. Fue fiel a la confesión bautista de 1689 y la publicó con algunos ajustes menores. El calvinismo moderado de Spurgeon y la lealtad al legado reformado dado en la Confesión Bautista de 1689 pueden ilustrarse con los siguientes puntos:
- Confesionalmente estaba consciente y confiaba en que la palabra sola despierta la fe en los elegidos, sin la necesidad de ayudar a la multitud con diversos efectos y acusaciones
- No practicó la costumbre de invitar a aquellos que quieren entregar su vida a Jesús a venir al altar para interceder (los llamados "llamados al altar")
- En sus sermones, prevaleció el espíritu del Antiguo Puritano , y se adhirió estrictamente a las enseñanzas inspiradoras de tiempos antiguos , y el Antiguo y el Nuevo Testamento tenían el mismo peso.
Confesión Bautista de 1689 hoy
La Confesión de 1689 sigue siendo hoy un documento muy importante para los bautistas reformados de todo el mundo, siendo esta su principal adherencia confesional. También hay investigaciones que se basan en la teología dada en la confesión, un ejemplo es la revista The Reformed Baptist Theological Review
Dentro de la rama de la Convención Bautista del Sur que está más reformada, sucede que las congregaciones se adhieren a la Confesión Bautista de 1689. Un pastor de una de estas congregaciones declara los siguientes beneficios para que una congregación se adhiera a una confesión:
- Es una descripción detallada de lo que cree la congregación y puede usarse como guía en el nombramiento de pastores, maestros y otros líderes de la congregación.
- Aquellos que están considerando convertirse en miembros saben qué esperar de la teología y la enseñanza de la congregación. También es bueno para discusiones sobre problemas de aprendizaje.
- Una confesión puede facilitar la unidad.
- La sabiduría acumulada en una confesión puede proporcionar crecimiento espiritual en una iglesia.
Problemas de aprendizaje controvertidos
Durante la Reforma , era común que los protestantes tuvieran una visión muy negativa del Papa . Además de las protestas contra el comercio de la indulgencia , Lutero había adoptado muchas posiciones teológicas controvertidas para su época, protestando contra la teología de la escolástica y la influencia de la filosofía aristotélica , contra el poder del Papa y los sínodos , y que la Biblia no era la única autoridad de la iglesia. Lutero había llamado al Papa el anticristo , y esto también era algo que muchos parecían poder confirmar a través de la lectura de la Biblia que hicieron entonces. Esto se puede ver en el Presbyterian La Confesión de Westminster, pero también en la Confesión de 1689:
"El Señor Jesucristo es la cabeza de la iglesia. Por el nombramiento del Padre, toda la autoridad requerida para el llamamiento, establecimiento, orden y gobierno de la iglesia se invierte suprema y soberanamente en Él. Es imposible que el Papa de Roma en un verdadero sentido sea la cabeza de la iglesia, porque él es el anticristo, descrito en las Escrituras como 'el hombre de pecado', 'el hijo de perdición', que 'se exalta a sí mismo' en la iglesia contra Cristo y "sobre todo lo que se llama Dios", a quien "el Señor destruirá con el resplandor de su venida".„
- Una fe para confesar: la confesión de fe bautista de 1689 reescrita en inglés moderno 26: 4
Hoy en día, muchos bautistas reformados no creen que esta sea una interpretación correcta de lo que enseña la Biblia, creen que la visión de los reformadores del Papa se basa en una falta de exegética en el difícil área de la escatología .
Confesar el bautismo
A menudo usted describe el bautismo porque no tiene ninguna confesión o credo, pero generalmente incluye los tres antiguos credos de la iglesia . La doctrina puede variar bastante entre diferentes congregaciones y denominaciones y también ha variado bastante a lo largo de la historia. La Sociedad Bautista Sueca lo describe de la siguiente manera en su sitio web:
"No hay doctrina bautista, sin embargo, ciertos principios son históricamente comunes al movimiento bautista.„
- En qué creemos - Sociedad Bautista Sueca
El predicador bautista Spurgeon, en cambio, mira los beneficios de una confesión escrita, como la Confesión Bautista de 1689:
"No se emite como una regla autorizada o un código de fe, por el cual usted puede ser encadenado, sino como un medio de edificación en la justicia. Es una expresión excelente, aunque no inspirada, de la enseñanza de esas Sagradas Escrituras por las que se deben medir todas las confesiones. „
- Sobre la Confesión Bautista de 1689 - CH Spurgeon
Hay una corriente importante en el Bautismo cuyo principio más importante es la libertad del individuo en materia teológica y que ve peligros en las confesiones escritas, pero también hay una corriente que ve la confesión escrita como algo muy útil.Cree que las confesiones son importantes incluso para los bautistas. Desde la Confesión de los Anabautistas de Schleitheim en 1527, hasta las Convenciones Bautistas del Sur La Fe y Mensaje Bautista en 2000, ha habido una corriente en el movimiento bautismal y el Bautismo que ha encontrado importante escribir en lo que uno cree. Los propósitos de una confesión escrita han variado, pero estos tres puntos a menudo se repiten:
- Facilitar la enseñanza en las congregaciones.
- Una herramienta para enseñar sobre los fundamentos de la fe
- Una ayuda en apologética cuando la ortodoxia de los bautistas ha sido cuestionada por el mundo exterior
Influencia
La Confesión de Fe Bautista de 1689 ha logrado ser la declaración bautista más influyente e importante. Convirtiéndose en su tiempo en la norma de la Ortodoxia Calvinista Bautista en Inglaterra.
Para 1742, la Confesión de 1689, con dos artículos añadidos (sobre el canto de los salmos y la imposición de manos) fue adoptada en América del Norte por la Asociación Bautista de Filadelfia después de años de aprobación tácita por parte de iglesias individuales y miembros de la congregación.
La Asociación de Ketocklon, Virginia, la adoptó en 1766, al igual que la Asociación de Charleston, Carolina del Sur, y la Asociación de Warren, Rhode Island, ambas en 1767. A través de estas asociaciones, y otras, la doctrina y las prácticas de la Confesión de 1689 le dio forma a gran parte del pensamiento primitivo entre los bautistas en Estados Unidos.
La Confesión de Fe Bautista de 1689 ha llegado a ser una de las afirmaciones más importantes de la fe evangélica en la historia de la iglesia.
Contenido
La confesión consta de 32 capítulos, además de una introducción y una lista de firmantes.
- De las Sagradas Escrituras
- De Dios y la Santísima Trinidad
- Del decreto de Dios
- De la creación
- De la Divina Providencia
- De la caída del hombre, del pecado y de su castigo
- Del pacto de Dios
- De Cristo el Mediador
- De libre albedrío
- Del llamamiento eficaz
- De la justificación
- De adopción
- De la santificación
- De la fe salvadora
- Del arrepentimiento para vida y salvación
- De buenas obras
- De la perseverancia de los santo
- De la seguridad de la gracia y la salvación
- De la ley de Dios
- Del evangelio y la extensión de la gracia
- De la libertad cristiana y la libertad de conciencia
- Del culto religioso y el día de reposo
- De los juramentos y votos legítimos
- Del Magistrado Civil
- De casamiento
- De la Iglesia
- De la comunión de los santos
- Del Bautismo y la Cena del Señor
- Del bautismo
- De la cena del Señor
- Del estado del hombre después de la muerte y de la resurrección de los muertos
- Del juicio final
Confesiones
- El valor continuo de la ley - mientras que Cristo "abrogó" las leyes ceremoniales levíticas , la confesión cita a Cristo para haber "fortalecido esta obligación" que "para siempre ata a todos".
- Prohíbe las oraciones por los difuntos, sean fieles o condenados
- Sabadismo - Se prescribe un día de reposo semanal y se cree que "continuará hasta el fin del mundo", pero se ignora un día de reposo anual del séptimo año (cf. Lev. 25ss.)
- El matrimonio es una ordenanza heterosexual monógama.
- Matrimonios mixtos: los cristianos no deben casarse con otras religiones, ni con nadie que crea "herejías condenables", sino que deben casarse "en el Señor" y, por lo tanto, no deben estar "en yugo desigual".
- Obispos: los "obispos" son adoptados como un "oficio" junto con los "ancianos", "diáconos" y "pastores"
- Tormento eterno
- Una mirada abierta sobre el milenio, la confesión no adopta una visión particular sobre el milenio (cf. capítulo 32).
Confesión de Fe Bautista de New Hampshire
La Confesión de Fe Bautista de New Hampshire fue redactada por el reverendo John Newton Brown y adoptada por la Convención Bautista de New Hampshire. Llegó a ser aceptada ampliamente por los bautistas en los Estados Unidos como una declaración clara y concisa de su fe.
Historia
El 24 de julio de 1830, la Convención Bautista de New Hampshire llamó a un comité para preparar y presentar a la siguiente sesión anual, una declaración de fe y práctica, junto con un pacto, para que fuera recibida y consistente con los puntos de vistas de las iglesias de la convención.
Ira Person, Nathaniel Williams y William Taylor fueron nombrados como miembros del comité para formular esta declaración de fe. El borrador fue analizado por otro comité formado por Ira Person, Baron Stow, Jonathan Going y John Newton Brown para ser renovado el 26 de junio de 1832. En el 15 de enero de 1833 fue aprobada y publicada entre los bautistas de New Hampshire. Con revisiones menores, John Newton Brown, de la Sociedad Bautista Americana de Publicaciones, reeditó la Confesión de Fe en 1853.
Influencia
La Confesión de Fe Bautista de New Hampshire fue aceptada ampliamente por los bautistas en los Estados Unidos, especialmente en los estados del norte y oeste, como una declaración clara y concisa de su fe, la cual proporcionaba una gran comprensión de la teología bautista histórica, en armonía con las doctrinas de las mayores confesiones bautistas, pero expresada en una forma más leve, llegando a influir desde entonces en muchas confesiones bautistas, incluyendo la famosa declaración de la Fe y el Mensaje Bautista de 1925 de la Convención Bautista del Sur.
Cuadrilátero de Lambeth
El Cuadrilátero de Lambeth (o "Cuadrilátero Chicago-Lambeth") consta de cuatro elementos que los anglicanos consideran bases esenciales para la reunión de las iglesias. Su origen se encuentra en el libro The Church Idea, an Essay Toward Unity ("La idea Iglesia, un ensayo hacia la unidad") escrito en 1870 por William Reed Huntingdon. En 1886, sus planteamientos fueron acogidos por la Convención General de la Iglesia Episcopal en los Estados Unidos. Esta fue adoptada con modificaciones por la Conferencia de Lambeth celebrada dos años más tarde. (ver texto abajo) La conferencia de 1920 utilizó el Cuadrilátero como parte de su "Llamada a todo el pueblo cristiano" en pro de la reunión, pero hizo una paráfrasis en vez de citarlo textualmente.
Texto
- Las Santas Escrituras de los Testamentos Antiguos y Nuevos como 'conteniendo todas las cosas necesarias por la salvación', como la regla y norma última de la fe.
- El Credo Apostólico como credo bautismal; el Credo Niceno, como definición suficiente de la fe cristiana.
- Los dos Sacramentos ordenados por Cristo mismo — Bautismo y la Cena del Señor — administrados sin falta con las palabras de institución de Cristo, y de los elementos ordenados por él.
- El episcopado histórico, adaptado localmente en cuanto a sus métodos administrativos a las variadas necesidades de las naciones y pueblos llamados por Dios a la unidad de su Iglesia.
Declaración de verdades fundamentales
Las 16 verdades fundamentales de las Asambleas de Dios
Esta “Declaración de verdades fundamentales” contiene las 16 doctrinas de las Asambleas de Dios. Todas las iglesias de las Asambleas de Dios se adhieren a estas doctrinas que son principios no negociables de la fe. Cuatro de ellas, la salvación, el bautismo en el Espíritu Santo, la sanidad divina y la segunda venida de Cristo se consideran doctrinas cardinales que son esenciales para la misión central de la iglesia de alcanzar al mundo para Cristo.
La Biblia es nuestra regla suficiente de fe y conducta. Esta Declaración de verdades fundamentales tiene por objeto simplemente ser una base para la confraternidad entre nosotros (v.g., que todos hablemos una misma cosa, 1 Corintios 1:10 [RVR1960/NVI]; Hechos 2:42 [RVR1960/NVI]). La fraseología que se usa en esta declaración no es inspirada ni está en disputa, pero la verdad que se presenta se considera esencial para un ministerio del evangelio completo. No afirma que esta declaración contenga toda la verdad bíblica, sólo que abarca nuestra necesidad tocante a estas doctrinas fundamentales.
- La inspiración de las Escrituras
- El único Dios verdadero
- La Deidad del Señor Jesucristo
- La caída del hombre
- La salvación del hombre
- Las ordenanzas de la iglesia
- El bautismo en el Espíritu Santo
- La evidencia física inicial del bautismo en el Espíritu Santo
- La santificación
- La Iglesia y su misión
- El ministerio
- Sanidad divina
- La esperanza bienaventurada
- El reino milenario de Cristo
- El juicio final
- Los cielos nuevos y la tierra nueva
1. La inspiración de las Escrituras
Las Escrituras, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, son verbalmente inspiradas por Dios y son la revelación de Dios para el hombre, la regla infalible y autoritaria de fe y conducta
2 Timoteo 3:15-17 [RVR1960/NVI]
1 Tesalonicenses 2:13 [RVR1960/NVI]
2 Pedro 1:21 [RVR1960/NVI]
2. El único Dios verdadero
El único Dios verdadero se ha revelado como el eterno existente en sí mismo "YO SOY", el Creador del cielo y de la tierra y Redentor de la humanidad. Se ha revelado también encarnando los principios de relación y asociación como el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo
Deuteronomio 6:4 [RVR1960/NVI]
Isaías 43:10-11 [RVR1960/NVI]
Mateo 28:19 [RVR1960/NVI]
Lucas 3:22 [RVR1960/NVI]
LA DEIDAD ADORABLE
a. Definición de vocablos
Los vocablos “trinidad” y “personas” según se relacionan con la Deidad, aunque no se encuentran en la Biblia, son vocablos que están en armonía con ella, por lo tanto podemos comunicar a los demás nuestro entendimiento inmediato de la doctrina de Cristo respecto al Ser de Dios, según se distingue de "muchos dioses y muchos señores". Por tanto podemos hablar debidamente del Señor nuestro Dios, que es un solo Señor, como una Trinidad o como un Ser de tres personas, sin apartarnos por ello de las enseñanzas bíblicas.
Mateo 28:19 [RVR1960/NVI]
2 Corintios 13:14 [RVR1960/NVI]
Juan 14:16-17 [RVR1960/NVI]
b. Distinción y relación en la Deidad
Cristo enseñó una distinción de personas en la Deidad que expresó en términos específicos de relación, como Padre, Hijo y Espíritu Santo, pero que esta distinción y relación, en lo que a su forma se refiere es inescrutable e incomprensible, pues la Biblia no lo explica.
Lucas 1:35 [RVR1960/NVI]
1 Corintios 1:24 [RVR1960/NVI]
Mateo 11:25-27 [RVR1960/NVI]
Mateo 28:19 [RVR1960/NVI]
2 Corintios 13:14 [RVR1960/NVI]
1 Juan 1:3-4 [RVR1960/NVI]
c. Unidad del Único Ser del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Por lo tanto, de la misma manera, hay eso en el Padre que lo constituye Padre y no Hijo; hay eso en el Hijo que lo constituye Hijo y no Padre; y hay eso en el Espíritu Santo que lo constituye Espíritu Santo y no Padre ni Hijo. Por lo que el Padre es el Engendrador; el Hijo es el Engendrado; y el Espíritu Santo es el que procede del Padre y del Hijo. Así que, por cuanto estas tres personas de la Deidad están en un estado de unidad, existe un solo Señor Dios Todopoderoso y tiene un solo nombre.
Juan 1:18 [RVR1960/NVI]
Juan 15:26 [RVR1960/NVI]
Juan 17:11 [RVR1960/NVI]
Juan 17:21 [RVR1960/NVI]
Zacarías 14:9 [RVR1960/NVI]
d. Identidad y cooperación en la Deidad
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo no son idénticos en lo que respecta a persona; ni se les confunde en cuanto a relación; ni están divididos en cuanto a la Deidad; ni opuestos en cuanto a cooperación. El Hijo está en el Padre y el Padre está en el Hijo en cuanto a relación. El Hijo está con el Padre y el Padre está con el Hijo, en cuanto a confraternidad. El Padre no procede del Hijo, sino el Hijo procede del Padre, en lo que respecta a autoridad. El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, en cuanto a naturaleza, relación, cooperación y autoridad. Por tanto, ninguna de las personas de la Deidad existe ni opera separada o independientemente de las otras.
Juan 5:17-30 [RVR1960/NVI]
Juan 5:32 [RVR1960/NVI]
Juan 5:37 [RVR1960/NVI]
Juan 8:17-18 [RVR1960/NVI]
e. El título Señor Jesucristo
El título “Señor Jesucristo” es un nombre propio. En el Nuevo Testamento nunca se le aplica al Padre ni al Espíritu Santo. Por tanto pertenece exclusivamente al Hijo de Dios.
Romanos 1:1-3 [RVR1960/NVI]
Romanos 1:7 [RVR1960/NVI]
2 Juan 3 [RVR1960/NVI]
f. El Señor Jesucristo, Dios con nosotros
El Señor Jesucristo, en lo que respecta a su naturaleza divina y eterna, es el verdadero y unigénito Hijo del Padre, pero en lo que respecta a su naturaleza humana, es el verdadero Hijo del Hombre. Por lo tanto, se le reconoce como Dios y hombre; quien por ser Dios y hombre, es "Emanuel", Dios con nosotros.
Mateo 1:23 [RVR1960/NVI]
1 Juan 4:2 [RVR1960/NVI]
1 Juan 4:10 [RVR1960/NVI]
1 Juan 4:14 [RVR1960/NVI]
Apocalipsis 1:13 [RVR1960/NVI]
Apocalipsis 1:17 [RVR1960/NVI]
g. El título Hijo de Dios
Siendo que el nombre Emanuel abarca lo divino y lo humano, en una sola persona, nuestro Señor Jesucristo, el título Hijo de Dios describe su debida deidad, y el título Hijo del Hombre su debida humanidad. De manera que el título Hijo de Dios pertenece al orden de la eternidad, y el título Hijo del Hombre al orden del tiempo.
Mateo 1:21-23 [RVR1960/NVI]
2 Juan 3 [RVR1960/NVI]
1 Juan 3:8 [RVR1960/NVI]
Hebreos 7:3 [RVR1960/NVI]
Hebreos 1:1-13 [RVR1960/NVI]
h. Transgresión de la doctrina de Cristo
Por tanto, es una transgresión de la doctrina de Cristo decir que el Señor Jesús derivó el título de Hijo de Dios sólo del hecho de la encarnación, o por su relación con la economía de la redención. De modo que negar que el Padre es un Padre verdarero y eterno y que el Hijo es un Hijo verdadero y eterno es negar la distinción y relación en el Ser de Dios; una negación del Padre y del Hijo; y una substitución de la verdad de que Jesucristo fue hecho carne.
2 Juan 9 [RVR1960/NVI]
Juan 1:1 [RVR1960/NVI]
Juan 1:2 [RVR1960/NVI]
Juan 1:14 [RVR1960/NVI]
Juan 1:18 [RVR1960/NVI]
Juan 1:29 [RVR1960/NVI]
Juan 1:49 [RVR1960/NVI]
1 Juan 2:22-23 [RVR1960/NVI]
1 Juan 4:1-5 [RVR1960/NVI]
Hebreos 12:2 [RVR1960/NVI]
i. Exaltación de Jesucristo como Señor
El Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo, después de limpiarnos del pecado con su sangre, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, sujetándose a El ángeles, principados, y potestades. Después de ser hecho Señor y Cristo, envió al Espíritu Santo para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla y confiese que Jesucristo es el Señor para la gloria de Dios el Padre hasta el fin, cuando el Hijo se sujete al Padre para que Dios sea todos en todo.
Hebreos 1:3 [RVR1960/NVI]
1 Pedro 3:22 [RVR1960/NVI]
Hechos 2:32-36 [RVR1960/NVI]
Romanos 14:11 [RVR1960/NVI]
1 Corintios 15:24-28 [RVR1960/NVI]
j. Igual honor para el Padre y el Hijo
Siendo que el Padre ha dado al Hijo todo juicio, no es solo un deber de todos en el cielo y en la tierra postrarse ante El, sino que es un gozo inefable en el Espíritu Santo adscribir al Hijo todos los atributos de la deidad y rendirle todo el honor y la gloria contenidos en todos los nombres y títulos de la Deidad excepto los que denotan relación (ver Distinción y relación en la Deidad; Unidad del único ser del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo; e Identidad y cooperación en la Deidad), honrando así al Hijo como se honra al Padre.
Juan 5:22-23 [RVR1960/NVI]
1 Pedro 1:8 [RVR1960/NVI]
Apocalipsis 5:6-14 [RVR1960/NVI]
Filipenses 2:8-9 [RVR1960/NVI]
Apocalipsis 7:9-10 [RVR1960/NVI]
Apocalipsis 4:8-11 [RVR1960/NVI]
3. La Deidad del Señor Jesucristo
El Señor Jesucristo es el eterno Hijo de Dios. La Biblia declara:
Su nacimiento virginal,
Mateo 1:23 [RVR1960/NVI]
Lucas 1:31 [RVR1960/NVI]
Lucas 1:35 [RVR1960/NVI]
Su vida sin pecado,
Hebreos 7:26 [RVR1960/NVI]
1 Pedro 2:22 [RVR1960/NVI]
Sus Milagros,
Hechos 2:22 [RVR1960/NVI]
Hechos 10:38 [RVR1960/NVI]
Su obra vicaria en la cruz,
1 Corintios 15:3 [RVR1960/NVI]
2 Corintios 5:21 [RVR1960/NVI]
Su resurrección corporal de entre los muertos,
Mateo 28:6 [RVR1960/NVI]
Lucas 24:39 [RVR1960/NVI]
1 Corintios 15:4 [RVR1960/NVI]
Su exaltación a la diestra de Dios.
Hechos 1:9 [RVR1960/NVI]
Hechos 1:11 [RVR1960/NVI]
Hechos 2:33 [RVR1960/NVI]
Filipenses 2:9-11 [RVR1960/NVI]
Hebreos 1:3 [RVR1960/NVI]
4. La caída del hombre
El hombre fue creado bueno y justo; porque Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza". Sin embargo, el ser humano por su propia voluntad cayó en transgresión, incurriendo así no sólo la muerte física sino también la espiritual, que es la separación de Dios.
Génesis 1:26-27 [RVR1960/NVI]
Génesis 2:17 [RVR1960/NVI]
Génesis 3:6 [RVR1960/NVI]
Romanos 5:12-19 [RVR1960/NVI]
5. La salvación del hombre
La única esperanza de redención para el hombre es a través de la sangre derramada de Jesucristo, el Hijo de Dios.
Condiciones para la salvación.
La salvación se recibe a través del arrepentimiento para con Dios y la fe en el Señor Jesucristo. El hombre se convierte en hijo y heredero de Dios según la esperanza de vida eterna por el lavamiento de la regeneración, la renovación del Espíritu Santo y la justificación por la gracia a través de la fe.
Lucas 24:47 [RVR1960/NVI]
Juan 3:3 [RVR1960/NVI]
Romanos 10:13-15 [RVR1960/NVI]
Efesios 2:8 [RVR1960/NVI]
Tito 2:11 [RVR1960/NVI]
Tito 3:5-7 [RVR1960/NVI]
Evidencias de la salvación.
La evidencia interna de la salvación es el testimonio directo del Espíritu.
Romanos 8:16 [RVR1960/NVI]
La evidencia externa ante todos los hombres es una vida de justicia y verdadera santidad.
Efesios 4:24 [RVR1960/NVI]
Tito 2:12 [RVR1960/NVI]
6. Las ordenanzas de la iglesia
El bautismo en agua
Las Escrituras establecen la ordenanza del bautismo en agua por inmersión. Todos los que se arrepienten y creen en Cristo como Salvador y Señor deben ser bautizados. De esta manera declaran ante el mundo que han muerto con Cristo y que han sido resucitados con El para andar en nueva vida.
Mateo 28:19 [RVR1960/NVI]
Marcos 16:16 [RVR1960/NVI]
Hechos 10:47-48 [RVR1960/NVI]
Romanos 6:4 [RVR1960/NVI]
La santa comunión.
La Cena del Señor, que consiste en la participación de las especies eucarísticas–el pan y el fruto de la vid–es el símbolo que expresa nuestra participación de la naturaleza divina de nuestro Señor Jesucristo (2 Pedro 1:4 [RVR1960/NVI]); un recordatorio de sus sufrimientos y su muerte (1 Corintios 11:26 [RVR1960/NVI]); y una profecía de su segunda venida (1 Corintios 11:26 [RVR1960/NVI]); y un mandato para todos los creyentes "¡hasta que él venga!
7. El bautismo en el Espíritu Santo
Todos los creyentes tienen el derecho de recibir y deben buscar fervientemente la promesa del Padre, el bautismo en el Espíritu Santo y fuego, según el mandato del Señor Jesucristo. Esta era la experiencia normal y común de toda la primera iglesia cristiana. Con el bautismo viene una investidura de poder para la vida y el servicio y la concesión de los dones espirituales y su uso en el ministerio.
Lucas 24:49 [RVR1960/NVI]
Hechos 1:4 [RVR1960/NVI]
Hechos 1:8 [RVR1960/NVI]
1 Corintios 12:1-31 [RVR1960/NVI]
Esta experiencia es distinta a la del nuevo nacimiento y subsecuente a ella.
Hechos 8:12-17 [RVR1960/NVI]
Hechos 10:44-46 [RVR1960/NVI]
Hechos 11:14-16 [RVR1960/NVI]
Hechos 15:7-9 [RVR1960/NVI]
Con el bautismo en el Espíritu Santo el creyente recibe experiencias como:
- la de ser lleno del Espíritu, Juan 7:37–39 [RVR1960/NVI], Hechos 4:8 [RVR1960/NVI]
- una reverencia más profunda para Dios, Hechos 2:43 [RVR1960/NVI], Hebreos 12:28 [RVR1960/NVI]
- una consagración más intensa a Dios y dedicación a su obra, Hechos 2:42 [RVR1960/NVI]
- y un amor más activo para Cristo, para su Palabra y para los perdidos, Marcos 16:20 [RVR1960/NVI]
8. La evidencia física inicial del bautismo en el Espíritu Santo
El bautismo de los creyentes en el Espíritu Santo se evidencia con la señal física inicial de hablar en otras lenguas como el Espíritu los dirija.
Hechos 2:4 [RVR1960/NVI]
El hablar en lenguas en este caso es esencialmente lo mismo que el don de lenguas, pero es diferente en propósito y uso.
1 Corintios 12:4-10 [RVR1960/NVI]
1 Corintios 12:28 [RVR1960/NVI]
(REGRESAR AL INICIO)
9. La santificación
La santificación es un acto de separación de todo lo malo, y de dedicación a Dios.
Romanos 12:1-2 [RVR1960/NVI]
1 Tesalonicenses 5:23 [RVR1960/NVI]
Hebreos 13:12 [RVR1960/NVI]
La Biblia prescribe una vida de "santidad sin la cual nadie verá al Señor".
Hebreos 12:14 [RVR1960/NVI]
Por el poder del Espíritu Santo podemos obedecer el mandato que dice: "Sed santos porque yo soy santo".
1 Pedro 1:15-16 [RVR1960/NVI]
La santificación se efectúa en el creyente cuando este reconoce su identidad con Cristo en su muerte y su resurrección, y por fe se propone vivir cada día en esta unión con Cristo, y somete todas sus facultades al dominio del Espíritu Santo.
Romanos 6:1-11 [RVR1960/NVI]
Romanos 6:13 [RVR1960/NVI]
Romanos 8:1-2 [RVR1960/NVI]
Romanos 8:13 [RVR1960/NVI]
Gálatas 2:20 [RVR1960/NVI]
Filipenses 2:12-13 [RVR1960/NVI]
1 Pedro 1:5 [RVR1960/NVI]
(REGRESAR AL INICIO)
10. La Iglesia y su misión
La Iglesia es el cuerpo de Cristo, la morada de Dios por el Espíritu Santo, con el encargo divino de llevar a cabo su gran comisión. Todo creyente, nacido del Espíritu Santo, es parte integral de la asamblea general e iglesia de los primogénitos, que están inscritos en los cielos.
Efesios 1:22-23 [RVR1960/NVI]
Efesios 2:22 [RVR1960/NVI]
Hebreos 12:23 [RVR1960/NVI]
Siendo que el propósito de Dios en relación con el hombre es buscar y salvar lo que se había perdido, ser adorado por el ser humano y edificar un cuerpo de creyentes a la imagen de su Hijo, la principal razón de ser de las Asambleas de Dios como parte de la Iglesia es:
Ser una agencia de Dios para la evangelización del mundo.
Hechos 1:8 [RVR1960/NVI]
Mateo 28:19-20 [RVR1960/NVI]
Marcos 16:15-16 [RVR1960/NVI]
Ser un cuerpo corporativo en el que el hombre pueda adorar a Dios.
1 Corintios 12:13 [RVR1960/NVI]
Ser un canal para el propósito de Dios de edificar a un cuerpo de santos siendo perfeccionados a la imagen de su Hijo.
Efesios 4:11-16 [RVR1960/NVI]
1 Corintios 12:28 [RVR1960/NVI]
1 Corintios 14:12 [RVR1960/NVI]
Ser un pueblo que muestra el amor y la compasión de Dios a todo el mundo.
Salmo 112:9 [RVR1960/NVI]
Gálatas 2:10 [RVR1960/NVI]
Gálatas 6:10 [RVR1960/NVI]
Santiago 1:27 [RVR1960/NVI]
Las Asambleas de Dios existe expresamente para dar continuo énfasis a esta razón de ser según el modelo apostólico del Nuevo Testamento enseñando a los creyentes y alentándolos a que sean bautizados en el Espíritu Santo. Esta experiencia:
Los capacita para evangelizar en el poder del Espíritu con señales y milagros.
Marcos 16:15-20 [RVR1960/NVI]
Hechos 4:29-31 [RVR1960/NVI]
Hebreos 2:3-4 [RVR1960/NVI]
Agrega una dimensión necesaria a la adoración y a la relación con Dios.
1 Corintios 2:10-16 [RVR1960/NVI]
1 Corintios 12 [RVR1960/NVI]
1 Corintios 13 [RVR1960/NVI]
1 Corintios 14 [RVR1960/NVI]
Los capacita para responder a la plena manifestación del Espíritu Santo en la expresión de frutos, dones y ministerios como en los tiempos del Nuevo Testamento para la edificación del cuerpo de Cristo.
Gálatas 5:22-26 [RVR1960/NVI]
Mateo 25:37-40 [RVR1960/NVI]
Gálatas 6:10 [RVR1960/NVI]
1 Corintios 14:12 [RVR1960/NVI]
Efesios 4:11-12 [RVR1960/NVI]
1 Corintios 12:28 [RVR1960/NVI]
Colosenses 1:29 [RVR1960/NVI]
(REGRESAR AL INICIO)
11. El ministerio
Nuestro Señor ha provisto un ministerio que constituye un llamamiento divino y ordenado con el cuádruple propósito de dirigir a la iglesia en:
La evangelización del mundo.
Marcos 16:15-20 [RVR1960/NVI]
La adoración a Dios.
Juan 4:23-24 [RVR1960/NVI]
La edificación de un cuerpo de santos para perfeccionarlos a la imagen de su Hijo.
Efesios 4:11 [RVR1960/NVI]
Efesios 4:16 [RVR1960/NVI]
Satisfacer las necesidades humanas con ministerios de amor y compasión.
Salmo 112:9 [RVR1960/NVI]
Gálatas 2:10 [RVR1960/NVI]
Gálatas 6:10 [RVR1960/NVI]
Santiago 1:27 [RVR1960/NVI]
12. Sanidad divina
La sanidad divina es una parte integral del evangelio. La liberación de la enfermedad ha sido provista en la expiación y es el privilegio de todos los creyentes.
Isaías 53:4-5 [RVR1960/NVI]
Mateo 8:16-17 [RVR1960/NVI]
Santiago 5:14-16 [RVR1960/NVI]
13. La esperanza bienaventurada
La resurrección de los que han muerto en Cristo y su arrebatamiento junto con los que estén vivos cuando sea la venida del Señor es la esperanza inminente y bienaventurada de la Iglesia.
1 Tesalonicenses 4:16-17 [RVR1960/NVI]
Romanos 8:23 [RVR1960/NVI]
Tito 2:13 [RVR1960/NVI]
1 Corintios 15:51-52 [RVR1960/NVI]
14. El reino milenario de Cristo
La segunda venida de Cristo incluye el rapto de los santos, que es nuestra esperanza bienaventurada, seguido por el regreso visible de Cristo con sus santos para reinar sobre la tierra por mil años.
Zacarías 14:5 [RVR1960/NVI]
Mateo 24:27 [RVR1960/NVI]
Mateo 24:30 [RVR1960/NVI]
Apocalipsis 1:7 [RVR1960/NVI]
Apocalipsis 19:11-14 [RVR1960/NVI]
Apocalipsis 20:1-6 [RVR1960/NVI]
Este reino milenario traerá la salvación de Israel como nación,
Ezequiel 37:21-22 [RVR1960/NVI]
Sofonías 3:19-20 [RVR1960/NVI]
Romanos 11:26-27 [RVR1960/NVI]
y el establecimiento de una paz universal.
Isaías 11:6-9 [RVR1960/NVI]
Salmo 72:3-8 [RVR1960/NVI]
Miqueas 4:3-4 [RVR1960/NVI]
15. El juicio final
Habrá un juicio final en el que los pecadores muertos serán resucitados y juzgados según sus obras. Todo aquel cuyo nombre no se halle en el Libro de la Vida, será confinado a sufrir castigo eterno en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda, junto con el diablo y sus ángeles, la bestia y el falso profeta.
Mateo 25:46 [RVR1960/NVI]
Marcos 9:43-48 [RVR1960/NVI]
Apocalipsis 19:20 [RVR1960/NVI]
Apocalipsis 20:11-15 [RVR1960/NVI]
Apocalipsis 21:8 [RVR1960/NVI]
16. Los cielos nuevos y la tierra nueva
"Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia".
2 Pedro 3:13 [RVR1960/NVI]
Apocalipsis 21:22 [RVR1960/NVI]
Continua en Las Confesiones de Fe IV