Manuscritos del Mar Muerto
Llamados así por hallarse en grutas situadas en Qumrán, a orillas del mar Muerto, son una colección de 972 manuscritos. La mayoría de los manuscritos datan de entre los años 250 a. C. y 66 d. C., antes de la destrucción del segundo Templo de Jerusalen por los romanos en el año 70 d. C.
Visión General
La casi totalidad de los manuscritos están redactados en hebreo y arameo y solo algunos ejemplares utilizan el griego. Los primeros siete manuscritos fueron descubiertos accidentalmente por pastores beduinos a finales de 1946 o principios de 1947, en una cueva en las cercanías de las ruinas de Qumrán, en la orilla noroccidental del mar Muerto. Posteriormente, hasta el año 1956, se encontraron manuscritos en un total de 11 cuevas de la misma región.
Parte de los manuscritos hallados en el mar Muerto constituyen el testimonio más antiguo del texto bíblico encontrado hasta la fecha. En Qumrán se han descubierto aproximadamente 200 copias, la mayoría muy fragmentadas, de todos los libros de la Biblia hebrea, con excepción del libro de Ester (aunque tampoco se han hallado fragmentos de Nehemías, que en la Biblia hebrea forma parte del libro de Esdras). Del libro de Isaías se ha encontrado un ejemplar completo. Otra parte de los manuscritos son libros no incluidos en el canon de la Tanaj, comentarios, calendarios, oraciones y normas de una comunidad religiosa judía específica, que la mayoría de expertos identifica con los esenios. La mayoría de los manuscritos se encuentran hoy en el Museo de Israel en Jerusalén, en el Museo Rockefeller de Jerusalén, así como en el Museo Arqueológico Jordano en Ammán (Jordania). Algunos manuscritos o fragmentos se encuentran también en la Biblioteca Nacional de Francia en París o en manos privadas, como la Colección Schøyen en Noruega.
Descubrimiento
Se sabe que hace años en la región fueron descubiertas en diferentes circunstancias, vasijas de barro con manuscritos bíblicos y otros escritos en hebreo y griego. Un hallazgo ocurrió en una vasija de barro cerca de Jericó, en el año 217 y Orígenes utilizó manuscritos de los Salmos descubiertos allí; luego en el siglo IX se informó de otro hallazgo realizado por judíos que informaron de ello a una iglesia cristiana. Los primeros siete rollos que con certeza proceden de las cuevas de Qumran, de pergamino, fueron encontrados en 1947 por Jum'a y su primo
Mohammed ed-Dhib, dos pastores beduinos de la tribu Ta'amireh en una cueva de Qumrán. Lo hallaron por casualidad mientras perseguían a una de sus cabras.
Los primeros siete rollos, de pergamino, fueron encontrados en 1947 por Jum'a y su primo
Mohammed ed-Dhib, dos pastores beduinos de la tribu Ta'amireh en una cueva de Qumrán. Se cuenta que utilizó algunos en una hoguera para calentarse, al carecer del conocimiento de la importancia del hallazgo. Estos rollos fueron vendidos (troceados, para aumentar su precio), mediante diversas vicisitudes a dos anticuarios de Belén. Cuatro de ellos fueron vendidos (por una pequeña cantidad) al archimandrita del monasterio sirio-ortodoxo de San Marcos en
Jerusalén, Atanasio Josué Samuel (más conocido como Mar Samuel). Los tres siguientes, al final, fueron a parar al profesor judío Eleazar Sukenik, arqueólogo de la Universidad Hebrea de Jerusalén que dándose cuenta del valor de los mismos los compró en 1954.
Posteriormente se publicaron copias de los rollos, causando un masivo interés en arqueólogos bíblicos, cuyo fruto sería el hallazgo de otros seiscientos pergaminos, y cientos de fragmentos.
Lo más importante de este hallazgo es su antigüedad, que permite estudiar importantes fuentes teológicas y organizativas del judaísmo y del cristianismo. La mayoría de los manuscritos datan de entre los años
250 a. C. y 66 d. C., estando entre ellos los textos más antiguos de que se dispone en lengua hebrea del
Tanaj o
Antiguo Testamento bíblico. Se cree que fueron ocultados por los esenios debido a las revueltas judías contra los romanos en esos años. Como los manuscritos fueron hallados en
11 cuevas, la denominación de cada fragmento se realizó indicando primero el número de la cueva en la que fue hallado seguido por la letra Q (o sea
1Q, 2Q y siguientes). En febrero de
2017, arqueólogos de
la Universidad Hebrea de Jerusalén anunciaron el descubrimiento de la
cueva 12 en unas colinas al oeste de
Qumrán, cerca de la orilla noroeste del
Mar Muerto.
Biblioteca
Entre los manuscritos se encuentran, los libros del
Tanaj, incluida:
-Una versión más extensa del Libro
1 de Samuel, con la excepción de
Ester, así como algunos
Deuterocanónicos, como el
Sirácida y
el Libro de Tobías.
-Citas ínfimas (los
teffilim, o pequeñas tiras de cuero), con citas del
Exodo y del
Deuteronomio, tiras que se ponían en un estuche y que se llevaban en el brazo o sobre la cabeza.
-
Comentarios sobre cada Libro de la Escritura, desde un punto de vista
Esenio.
-Textos de
la Regla de la Comunidad y
la Regla de la Guerra.
-Los Manuales, Reglamentos y Oraciones propias de la comunidad que habitó el sitio, entre los cuales destacan:
*
El Documento de Damasco (4QD, 5QD, 6QD), que ya había sido encontrado en
1896 en el depósito de una sinagoga, en una versión manuscrita por los
karaitas del siglo
IX; y
*La Regla de la Comunidad (1QS, 4Q257). Una serie de normas que regían la vida de esa extrañísima comunidad llamada
los Esenios.
Diversos textos religiosos
Inter-Testamentarios como:
-El Libro de Enoc.
-El Testamento de los Doce Patriarcas hijos de Jacob o Testamento de los Patriarcas, es un libro apócrifo bíblico
seudoepigráfico, intertestamentario, que refiere discursos y recomendaciones atribuidas los
doce hijos de
Jacob, antes de morir.
-El Libro de los Jubileos, que expone un calendario solar, diferente a los que usaban los fariseos y saduceos en el Templo y que conducía a un conflicto por las fechas de celebración de las fiestas de la
Ley, pero que concuerda tanto con el calendario del
Libro de Enoc, con las normas de la comunidad de
Qumrán y es explícitamente citado en
el Documento de Damasco (XVI 3-4).
-
Un rollo de cobre con cuestiones contables y relativas a la localización de determinados tesoros.
El traductor de estos manuscritos,
Florentino García Martínez, escribió que, con la única excepción del
rollo de cobre, se trata de una
"biblioteca sectaria", pues los rollos forman un conjunto articulado de concepciones teológicas, escatológicas, morales y éticas
(1992:36-39). Las normas de la comunidad citan y hacen referencia a todos los textos bíblicos,
apócrifos y
seudoepigráficos encontrados, de manera que estos sustentan a aquellas, que a su vez se consideran intérpretes de textos inspirados que están en la
"biblioteca". El uso del antiguo calendario solar hebreo por la comunidad, claramente diferente al oficialmente vigente en el
siglo I, distingue a la biblioteca de los textos de otras corrientes judías, como los
Fariseos y Saduceos.
En el año 2010 se concretó un proyecto entre la empresa Google y la Autoridad de Antigüedades de Israel, con un costo de 3,5 millones de dólares, que tiene como objetivo digitalizar los 3.000 fragmentos del documento, los que estarán disponibles en Internet en un plazo de 5 años. Este incluirá las traducciones de los textos. El 26 de septiembre de 2011 el Museo de Israel lanzó su proyecto digital de los Manuscritos del Mar Muerto, que permite a los usuarios explorar estos antiguos manuscritos bíblicos con un nivel de detalle imposible de alcanzar hasta la fecha.
Concepciones
Las concepciones de los miembros de esta comunidad chocan con las de los poderes sociales. En el comentario Esenio de Habacuc (1Qp Habacuc VII:2-5), rendir culto a las armas e insignias de guerra se considera sinónimo de idolatría, tal como lo expone
Jeremías 7:18 acerca del culto al ejército: “Los hijos recogen leña, los padres prenden fuego, las mujeres amasan para hacer tortas al ejército y se liba en honor a otros dioses para exasperarme”,
dice en las versiones hebreas y manuscritos griegos
Sinaítico y Vaticano, los más antiguos. Este versículo fue modificado tardíamente por la Vulgata latina y a posteriori por el griego Alexandrino en el siglo V d. C., que colocan en Jeremías 7:18 en vez de "ejército",
las palabras "Reina de los Cielos", tomadas del
capítulo 44 (17-25), tal vez por temor a enfrentar el viraje de la jerarquía de la iglesia oficial en favor de los ejércitos imperiales, en contra de los primeros cristianos.
En el Documento de Damasco, (IX:1-6,9) insiste en que no se debe tomar venganza y sólo Dios puede vengar y repite como Pablo (Romanos 12:19) “no te harás justicia por tu mano”, una cita del Testamento de los Doce Patriarcas (Gad 6:10). Contra el derecho de gentes romano y la propia costumbre del Antiguo Testamento, el mismo Documento (XII:6-7) declara:
"ninguno extienda su mano para derramar sangre de alguno de los gentiles por causa de riqueza o ganancia, ni tampoco tome nada de sus bienes".
Otro escrito de Qumrán (1Q27:9-10) dice:
¿No odian todos los pueblos la maldad? Y sin embargo todos marchan de su mano. ¿No sale de la boca de todas las naciones la alabanza a la verdad? y sin embargo ¿Hay acaso un labio o una lengua que persevere en ella? ¿Qué pueblo desea ser oprimido por otro más fuerte que él? ¿Quién desea ser despojado abusivamente de su fortuna? Y sin embargo ¿cuál es el pueblo que no oprime a su vecino? ¿Dónde está el pueblo que no ha despojado la riqueza de otro?
Se aclara así la separación entre la visión
Esenia y el nacionalismo
Zelota. De ninguna manera los
Esenios veían una alternativa contra Roma en el establecimiento nacional judío oficial. Se aclara también el papel de los Fariseos, quienes para algunos símbolo de severidad o celo por la ley, mientras en realidad eran legalistas liberales, de
“interpretaciones fáciles” (CD-A I 18; 4Q267 f.2 I 21), que “cuelan el mosquito pero dejan pasar el camello” (Mateo 23:24); el camello es el rico (Mateo 19:24).
Los Fariseos cambiaban los preceptos de Dios por sus tradiciones (Marcos 7:9-13); declaraban santos sus bienes para no darlos solidariamente, inventaban sistemas para burlar los Jubileos (en los que había que devolver la tierra a quienes la habían perdido) y los años sabáticos (en los que se debían perdonar las deudas) y evadir todos los compromisos con los más necesitados. Así, permitían declarar cosa sagrada aquello con que se debía auxiliar a los ancianos, para evitar donárselo (Mateo 13:3-6). En cambio, el Documento de Damasco ordenó a los Esenios que nadie declarara sagrado nada de su propiedad (XVI:16).
Doctores fariseos, como el rabino Hillel (presidente del sanedrín, quien murió el 10 a. C.) ingeniaron soluciones para evadir la condonación de deudas de los años sabáticos y la reforma agraria de los jubileos, dispuestas para recomponer la equidad social cada 7 años (año sabático) y cada 50 años (Jubileo). El rabino Hillel se inventó el prosboul para transferir las deudas al tribunal y no perdonarlas cuando era debido. Según S. W. Baron, los reyes —especialmente los Herodes— atropellaron a los campesinos con tributos: el campesino se obligaba con deudas para pagarlos y luego perdía la tierra y hasta la libertad.
Los fariseos eran realmente "celosos de la riqueza"
(Lucas 16:14 y Reglamento de la Comunidad de Qumrân XIX:2) y enfatizaban en una observancia ritual del sábado y no en el amor al prójimo. Mientras los Fariseos ("vosotros" Mateo 12:11) permitían que un sábado se sacara de un pozo a una res accidentada, para salvar una propiedad, se oponían a curar a las personas en sábado.
Los Esenios, como escribieron en el Documento de Damasco (XI:12-15), se oponían a preocuparse por las riquezas el sábado, o a mandar a los criados a cuidar de ellas. Si a un rico se le caía una vaca al pozo, mandaba a un trabajador a sacarla, así fuera sábado, pero un pobre no tenía suficientes vacas para no encerrarlas el sábado o no tenía ninguna. En cambio,
“un hombre pobre o rico podía accidentarse un sábado y en ese caso, los Esenios mandaban quitarse las ropas y rescatar con ellas a la persona que hubiera caído al agua inmediatamente, el mismo sábado”, (4Q 265, f.1, c.II:6-7).
Contra la hipocresía y el legalismo característico de una vida de burla a la voluntad de Dios, se propusieron el amor y la misericordia, que varios apócrifos intertestamentarios muestran como la característica por excelencia de Dios.
Relaciones con el cristianismo primigenio
El estudio del contenido y significado de los Manuscritos del Mar Muerto, ratifica con profundidad la relación entre el cristianismo primitivo y los israelitas que esperaban el Reino de Dios, enfrentados a los sacerdotes y escribas fariseos y saduceos, las castas dominantes judías, que los persiguieron (como atestiguan repetidamente los mismos manuscritos).
De acuerdo al Documento de la Pontificia Comisión Bíblica "El Pueblo Judío y sus Escrituras Sagradas en La Biblia Cristiana"
(2001), nros. 12-13:
La expresión más clara del modo cómo los contemporáneos de Jesús interpretaban las Escrituras aparece en los manuscritos del Mar Muerto, manuscritos copiados entre el siglo II a. C. y el año 60 d. C., en un período bien próximo al del ministerio de Jesús y de la formación de los Evangelios. (...) Desde el punto de vista de la forma y del método, el Nuevo Testamento, en particular los Evangelios, presenta grandes parecidos con Qumrán en el modo de utilizar las Escrituras. (...) El uso similar de la Escritura deriva de una perspectiva de base parecida en las dos comunidades, la de Qumrán y la del Nuevo Testamento. (...) Una y otra tenían la convicción de que la plena comprensión de las profecías había sido revelada a su fundador y transmitida por él: en Qumrán,"el Maestro de Justicia"; para los cristianos, Jesús.
Por tanto no se puede confundir a los esenios autores de estos manuscritos con los cristianos. Con frecuencia se trató de identificar a Jesús de Nazaret con el Maestro de Justicia que fundó la congregación esenia autora de los manuscritos, pero el nombre de Jesús no se menciona allí ni una sola vez, ni siquiera mediante alusión o clave y tanto los análisis de la antigüedad de los rollos encontrados, como los estudios arqueológicos y el análisis histórico muestran que el Maestro de Justicia vivió a comienzos del siglo II a. C.. Otra cosa es la evidencia real de que algunas enseñanzas de los manuscritos son similares o antecedentes teológicos de las aparecidas posteriormente en el Evangelio de Juan y otros libros del Nuevo Testamento.
Se puede afirmar entonces que los manuscritos y especialmente la corriente espiritual y el testimonio de vida de los esenios autores de los Manuscritos del Mar Muerto fueron una fuente del cristianismo primitivo y prepararon en el desierto el camino de Jesús. La propia vida de Juan el Bautista en las cercanías de Qumrán, podría llegar a interpretarse como un elemento que preparó el camino para el mensaje del nazareno. Los esenios de Damasco, como la oposición galilea y los zelotas de Masada, enfatizaron su disidencia celebrando las fiestas religiosas con un calendario diferente al oficial: el antiguo hebreo, de origen cananeo o amonita (Morgenstern 1955), dispuesto en El Libro de los Jubileos, el Libro de Enoc, 4Q 327 y el "Rollo del Templo" (una serie de disposiciones para las fiestas y sacrificios).
Así, Jesús celebró su última cena en Pésaj según el calendario de Damasco (Jaubert 1957; ver: Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Mateo 26, 17-20». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource).; Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Marcos 14, 12-17». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource).; Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Lucas 22, 7-14». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource).). Era un martes por la noche según nuestro punto de vista o el inicio del miércoles según el punto de vista judío y no un jueves como dice la tradición. Luego, Jesús murió el día (miércoles o tal vez un jueves) en cuya noche se celebraba la cena de la Pascua oficialista (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Juan 18:28, 39». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource).; Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Juan 19:31». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource).) según el calendario lunar (de origen babilónico-griego), rechazado por la Comunidad de Qumrân y por los Rollos.
Jesús habría sido así el Cordero sacrificado para la Pascua oficial, pero él celebró la Pascua según el calendario esenio, que además es el mismo que siguen la mayoría de los libros del Tanaj, por ejemplo Ezequiel (no así Ester que no ha sido encontrado en Qumrán). Como demostró Jaubert (1953), el calendario esenio era el observado por los redactores sacerdotales de las Crónicas y por el Pentateuco y, se usó en Judea durante toda la época de la hegemonía persa y según Barthélemy (1955), hasta que comenzó la época helénica.
Las disputas por el calendario no estaban aisladas de las cuestiones más candentes de la época, sino que simbolizaban el debate sobre el seguimiento a la voluntad de Dios en la vida social y política. Así, el Libro de los Jubileos no se limita a proclamar un calendario, sino que abiertamente ataca a la monarquía y dice (11: 2) que la corrupción de los descendientes de Noé se hizo evidente porque propiciaron el dominio de un hombre sobre los otros, establecieron la monarquía e hicieron la guerra de una nación contra otra. Gira en torno al Jubileo, institución socioeconómica que expresa el amor mutuo que Dios quiere entre el pueblo y afirma (23:21) que quienes son movidos por la riqueza y la avaricia no invocan a Dios con justicia y verdad (ver Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Juan 4, 23». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource). y 4Q176).
Aparte de estos detalles y su interpretación, los Manuscritos del Mar Muerto son claves para la comprensión más clara de cómo se desarrollaron el cristianismo y el judaísmo. Evidencian un judaísmo distinto al oficial de entonces y de hoy y establecen un temática que sería fundamental en el origen del cristianismo.
Diferentes escritos de Qumrán enfatizan temas claves resaltados por Jesús y los cristianos:
La Nueva Alianza (Documento de Damasco VI:19 Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Mateo 26, 28». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource).);
La venida del Hijo del Hombre, el Hijo de Dios, llamado Hijo del Altísimo (4Q246), que expiaría por los pecados de los demás (4Q540; Documento de Damasco XIV:19)
El Mesías engendrado por Dios (1Q28a) y a la vez Siervo Sufriente (4Q381, 4Q540);
El Espíritu Santo (1QHa XX; Documento de Damasco II:12, VII:4, 4Q267);
El "Pozo de Agua Viva" (1QHa XVI);
Bautismo, tiempo en el desierto después de la conversión (4Q414);
Cena Sagrada de pan y vino (1Q28a; 1QS VI);
El sacerdocio de Melquisedec y su identificación con el Mesías (11Q13; Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Hebreos 7». Biblia versión Reina-Valera;
Rechazo a todo celo por la riqueza material (Regla de la Comunidad XI:2 con Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Lucas 16:4». Biblia versión Reina-Valera; 4Q267,2,II con Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «1Timoteo 6, 10». Biblia versión Reina-Valera. Condena del saqueo y explotación (4Q267,IV; 4Q390);
Los hijos de la Luz (Regla de la Comunidad III:13, 4Q260)
Justificación por la Fe y salvación por la Gracia (1QH V; 11Q5 XIX);
Humildad, pobreza de espíritu (1Q33 XIV; 4Q491), bienaventurados los humildes (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Mateo 5, 3-4». Biblia versión Reina-Valera. 11Q5, 1QHa VI), "responder humildemente al arrogante" (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Mateo 5, 40». Biblia versión Reina-Valera.
Caridad, amor, compartir (4Q259 III; 4Q267 18 III);
La imperfección de los juicios humanos en contraste con la Justicia divina, rechazo a la venganza humana (4Q269 Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Romanos 12, 17, 19, 21». Biblia versión Reina-Valera, no dar a un hombre la recompensa del mal", ni hacer justicia por cuenta propia (Documento de Damasco IX:9, 4Q269) sino responder al mal con bien (Regla de la Comunidad X:17-18, 4Q258);
Perdón para quien se convierte (Regla de la Comunidad X:20)
corrección fraterna mutua (1QS V; 5Q12 Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Mateo 18, 15-17». Biblia versión Reina-Valera, confesión (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Santiago 5, 16». Biblia versión Reina-Valera, y enmienda mejor que sacrificio de animales (1QS IX);
La caída de los reyes de la tierra (1QM XI), el Tiempo del Juicio, la Nueva Jerusalén (2Q24; 5Q15);
La comunidad de amor (1QS II) y fe como templo de Dios;
Rechazo al repudio de la esposa (Documento de Damasco IV:21; 4Q271);
Condena de interpretaciones "fáciles" (4Q169) de la Palabra de Dios, rechazo a cambiar la Palabra de Dios por las tradiciones humanas... (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Mateo 15, 3-9». Biblia versión Reina-Valera.
Denuncia de la hipocresía de los fariseos (1QHa XII) y de las prácticas de los saduceos (1Q14; 4Q162): Ellos buscaron interpretaciones fáciles, escogieron ilusiones, buscaron brechas; eligieron el cuello hermoso, justificaron al culpable y condenaron al justo; transgredieron la alianza, quebrantaron el precepto, se unieron contra la vida del justo, su alma aborreció a todos los que caminan con rectitud, los persiguieron con la espada y fomentaron la disputa del pueblo. (Documento de Damasco I:18-21, 4Q267);
Creían en la resurrección (1QH 1:29,34; 4Q521).
Acerca de los manuscritos
Los documentos digitalizados accesibles ahora a través del Proyecto Digital de los Manuscritos del Mar Muerto incluyen:
El Gran Rollo de Isaías (1QIsa): Datado aproximadamente del año 125 a. C. contiene el texto íntegro del libro de Isaías y es el único manuscrito de la antigüedad que conserva una copia completa de un libro bíblico.
Regla de la Guerra (1QM): Data de finales del siglo I a. C. o principios de nuestra era y describe el enfrentamiento entre los “Hijos de la Luz” y los “Hijos de las Tinieblas” que tendrá una duración de 49 años y acabará con la victoria de los “Hijos de la Luz” y la restauración de las prácticas en el Templo acordes con las creencias de estos.
Rollo del Templo (11Q19): Datado de finales del siglo I a. C. o comienzos del siglo I d. C., presenta una serie de normas para la construcción del Templo y el culto en él, proporcionando un plan para un Templo imaginario o futuro. Con apenas una décima de milímetro de grosor, el Rollo del Templo es el manuscrito más fino de cuantos se han encontrado en el Mar Muerto.
Regla de la Comunidad (1QS): Datado del siglo I a. C., es un documento clave para conocer el modo de vida de la Comunidad. En ella se tratan temas como la admisión de nuevos miembros, las normas de comportamiento en las comidas comunitarias, oraciones, rituales de purificación y principios teológicos.
Comentario a Habacuc (1QpHab): Datado de la segunda mitad del siglo I a. C., el manuscrito interpreta el libro del profeta bíblico Habacuc en el Capitulo 1-2, con un estilo peculiar y característico que lo convierte en una importante fuente de conocimiento sobre la vida espiritual de la secta de Qumrán, vertiendo luz sobre la percepción que la comunidad tenía de sí misma.
¿Qué son los Rollos del mar Muerto?
Los Rollos del mar Muerto son antiguos manuscritos judíos, la mayoría de ellos redactados en hebreo, si bien hay algunos en arameo, y unos pocos, en griego. Muchos de estos rollos y fragmentos cuentan con más de dos mil años de antigüedad, pues datan de antes del nacimiento de Jesús. Entre los primeros que se consiguieron de los beduinos había siete manuscritos largos en diferente estado de conservación. A medida que se exploraron más cuevas, se fueron hallando otros rollos y miles de fragmentos.
Entre
1947 y
1956 se descubrieron documentos en un total de once grutas de las proximidades de
Qumrán, cerca del mar Muerto. Tras ordenar el material hallado, se reunieron
800 manuscritos, una cuarta parte de los cuales, es decir, poco más de
200, son copias de porciones del texto hebreo de la Biblia. El resto son antiguos escritos judíos no bíblicos, tanto apócrifos como seudoepigráficos. Entre los escritos que más entusiasmaron a los eruditos figuraban documentos hasta entonces desconocidos. Contenían interpretaciones de asuntos de la ley judía, reglas para la comunidad de la secta que habitaba
Qumrán, oraciones y poemas litúrgicos, así como obras escatológicas que revelan creencias sobre los últimos días y el cumplimiento de las profecías bíblicas. También se hallaron documentos únicos: los precursores más antiguos del comentario versículo por versículo de los textos bíblicos.
¿Quiénes escribieron los Rollos del mar Muerto?
Diversos métodos de datación de documentos antiguos indican que los manuscritos se copiaron o redactaron entre el
siglo III a. C. y el
siglo I d. C.. Algunos especialistas han aventurado la posibilidad de que ciertos judíos de
Jerusalén ocultaran los escritos en las cuevas antes de la destrucción del templo, en
70 d. C.. Sin embargo, la mayoría de los investigadores consideran que esta opinión no armoniza con el contenido de los documentos, pues muchos exponen creencias y costumbres que contradecían las de las autoridades religiosas de
Jerusalén. Los manuscritos revelan la existencia de una comunidad que creía que Dios había rechazado a los sacerdotes y el servicio del templo de
Jerusalén, y que veía en el culto que le rendía ese grupo del desierto una especie de sustituto del servicio del templo. Parece poco probable que las autoridades del templo de
Jerusalén escondieran una colección que tuviera tales documentos.
Aunque es muy posible que existiera una escuela de copistas en
Qumrán, lo más probable es que los creyentes recogieran muchos de los rollos en otros lugares y los llevaran allí. En cierto sentido, los Rollos del mar Muerto forman una amplia biblioteca, y como tal, quizá contenga una gran variedad de ideas que no reflejan necesariamente las creencias religiosas de sus lectores. No obstante, los textos que aparecen en numerosas copias contienen, con toda probabilidad, los intereses y doctrinas del grupo.
¿Cuál es la verdad sobre los Rollos del mar Muerto?
Hace más de cincuenta años, la piedra que lanzó un pastor beduino a una cueva condujo a lo que algunos han calificado como el mayor hallazgo arqueológico del
siglo XX. Tras investigar el ruido que produjo la piedra al romper una vasija de barro, el beduino halló el primero de los Rollos del mar Muerto, como se les llamó más tarde.
Estos rollos han sido centro de atención y de polémica tanto en los círculos de eruditos como en los medios de comunicación. Entre el público abunda la confusión y la desinformación. Se han esparcido rumores sobre maniobras de encubrimiento inducidas por el temor de que los manuscritos revelen datos que debiliten la fe de cristianos y judíos. Pues bien, ¿cuál es su verdadera trascendencia? Después de más de medio siglo, ¿conocemos todos los hechos?.
Se desvanecen los rumores de encubrimiento
En los años posteriores al hallazgo de los Rollos del mar Muerto, se publicaron varias obras que pusieron a disposición de eruditos de todo el mundo las primeras averiguaciones. Pero en el caso de los miles de fragmentos de una de las grutas, conocida como la
cueva 4, hubo muchos más problemas. Se hallaban en manos de un pequeño equipo internacional de expertos creado en el Museo Arqueológico de Palestina, en Jerusalén oriental (entonces parte de
Jordania), del que no formaba parte ningún erudito israelí ni judío.
El equipo adoptó la norma de negar el acceso a los rollos hasta la publicación de los resultados oficiales de su investigación. El número de especialistas se mantenía limitado, y cuando alguno moría, solamente se elegía un sustituto. La cantidad de trabajo exigía un equipo mucho más amplio y, en ocasiones, mayor pericia en hebreo y arameo antiguos.
James Vander Kam lo expresó de la siguiente manera: “Ocho expertos, por muy cualificados que fueran, formaban un equipo demasiado pequeño para encargarse de decenas de miles de fragmentos”.
Tras
la guerra de los Seis Días (1967), Jerusalén oriental y sus rollos cayeron en manos israelíes, pero no hubo ningún cambio en los criterios del equipo de investigación. Como el retraso en la publicación de los rollos de la cueva 4 se prolongó durante décadas, varios eruditos levantaron las voces en protesta. En
1977, el profesor
Geza Vermes, de
la Universidad de Oxford, lo llamó el escándalo académico por excelencia del
siglo XX. Se comenzaron a propagar rumores de que la Iglesia Católica ocultaba deliberadamente información que causaría estragos en el cristianismo.
Por fin, en la década de los ochenta se incrementó la cantidad de investigadores a veinte. Entonces, en
1990, bajo la dirección del editor en jefe recién nombrado, Emanuel Tov, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, el equipo aumentó de nuevo hasta alcanzar más de cincuenta especialistas, y se fijó un calendario estricto para la presentación de las ediciones eruditas de los rollos restantes.
En
1991 llegó por sorpresa un avance muy importante. Primero se publicó A
Preliminary Edition of the Unpublished Dead Sea Scrolls (Edición preliminar de los Rollos inéditos del mar Muerto), una obra que se llevó a cabo con la ayuda de computadoras y basándose en una copia de la concordancia del equipo. Después,
la Biblioteca Huntington, de
San Marino (California), anunció que pondría a disposición de los eruditos el juego completo de fotografías de los rollos. Al poco tiempo, con la publicación del libro
A Facsimile Edition of the Dead Sea Scrolls (Edición en facsímil de los Rollos del mar Muerto) se sacaron a la luz las fotografías de los rollos anteriormente inéditos. De modo que durante la última década, todos los Rollos del mar Muerto se han hecho disponibles para su examen. La investigación demuestra que no había nada oculto. Ya que se están publicando las ediciones oficiales definitivas de los rollos, solo cabe esperar que comience el análisis exhaustivo. Ha nacido una nueva generación de expertos en los manuscritos.
Aporte a la lingüística del Antiguo Testamento
Pocos temas han despertado un interés tan grande. El número de conferencias ha sido y sigue siendo extraordinario. Apenas hay congreso de estudios orientales o de estudios bíblicos que no le consagre, varias ponencias. Cuantas revistas científicas dicen relación más o menos directa con estos estudios, le han dedicado frecuentes y sustanciosos artículos. La bibliografía es copiosísima, contándose las obras por centenares.
Sin embargo, y a pesar del buen número de manuscritos bíblicos hallados, hemos creído observar un vacío en estos estudios: la aportación de los manuscritos del Mar Muerto a la exégesis lingüística del Antiguo Testamento. Se han hecho diversas alusiones y observaciones muy atinadas e incluso se han escrito algunos artículos que constituyen una magnífica aportación a este fema. Pero falta un trabajo sistemático de los diversos manuscritos bíblicos del Mar Muerto, confrontándolos con el texto masorético para hacer resaltar sus discrepancias y variantes y compararlos luego con las diversas versiones antiguas: Targum arameo, Pesifa o versión siríaca, Septuaginta, Vulgata y Ve tus Latina.
Convencidos de la utilidad de estos trabajos para la exégesis lingüística bíblica, nos hemos propuesto enfrentar con el tema de la aportación de los manuscritos del Mar Muerto a la exégesis lingüística del Antiguo Testamento, y abordarlo sistemáticamente. En una primera etapa estamos confeccionando las listas exhaustivas de todas las variantes, incluso las puramente ortográficas, que en relación con el textus receptus ofrecen los manuscritos del Mar Muerto. Estas lisias han de ser naturalmente aprovechadas para el corpus de variantes que acompañará al texto hebreo de la Políglota Matritense del C. S. I. C. y de Irt B. A. C, cuya preparación corre a cargo de la sección hebrea del Seminario Filológico «Cardenal Cisneros». En una segunda etapa tenemos intención de estudiar detenidamente cada una de estas variantes. Y finalmente, en una tercera, pensamos llegar a sus sistematización o agrupación. De las variantes que ofrecen los manuscritos de Qumrán, un número muy elevado son puramente ortográficas, y señalamos de paso que en el Comentario de Habacuc son proporcionalmente menos que en el Rollo de Isaías.
Otro número considerable son más bien fonéticas, insistiendo en que buen número de las consideradas corrientemente como ortográficas son de orden fonético y ofrecen un interés extraordinario para la gramática y la fonética históricas del hebreo, es decir, para el conocimiento de la evolución de la lengua. Un tercer grupo de variantes lo constituyen las diferentes lecciones que revelan una palabra o concepto distinto entre el texto masorético y los manuscritos del Mar Muerto. Reconociendo todo el interés que para el estudio de la historia de la lengua, de la fonética histórica, de la historia de la ortografía, etc., en una palabra, para la lingüística hebrea, constituyen las variantes de los dos primeros grupos, debemos hacer constar que para nosotros, y ya que enfocamos el estudio desde el punto de vista de la exégesis bíblica, nuestro interés esencial ha de centrarse en las del grupo tercero.
No queremos dejar de señalar y de hacer resaltar que no pocas variantes del Mar Muerto están confirmadas por antiguas versiones, y también que algunas de las variantes están de. acuerdo con propuestas de corrección hechas anteriormente por diversos autores. Concretamente, en el Comentario de Habacuc encontramos que DHp en lugar de n&; 'Hp de Habacuc 1:9 está confirmado por varias versiones antiguas: Targum, Siríaco, Teodoción, Vulgata y Teodoreto.
En Habacuc 1:11 varios tratadistas del Libro de Habacuc habían propuesto leer Deuteronomio 1 en lugar de OtiM del texto masorético. Así, Nicolardot en 1908 (o sea, cuarenta años antes de aparecer el rollo de Habacuc de Qumrán) proponía que en lugar de se leyese ti$)\ y se omitiese el N que le sigue, remitiendo a los testimonios de varios críticos. No andaba muy lejos el aparato crítico de Kittel al proponer la lectura VH^NÍ? 1H3 0^1.
Es de notar asimismo que en nuestro
Rollo de Habacuc se repite varias veces el fenómeno de emplear en el texto bíblico citado una lección variante del
Texto Masorético, empleando sin embargo la lección masorética en el comentario o paser. Proceder que responde sin duda al propósito de hacer constar que conocía las dos lecciones. Véase, por ejemplo,
Habacuc 1:11; 2:15-16. Insistimos en el hecho de que en estos casos lo normal suele ser emplear la variante en el texto bíblico citado y la misma lección masorética en el comentario. ¿Cuál de las dos lecciones es la primitiva? ¿Por qué el comentarista usa las dos y prefiere una de ellas en el texto citado?.
Literatura de Qumrán
Entre
los Rollos del Mar Muerto se encontraron numerosos fragmentos de textos no bíblicos; sin embargo, sólo unos pocos están relativamente completos. Aunque estos manuscritos no proporcionan demasiada información histórica, describen la vida y las creencias de quienes vivían en
Qumrán, y son por lo tanto, de gran importancia para comprender el pensamiento religioso de los tiempos de Jesús. Los principales documentos encontrados y publicados pueden dividirse de la siguiente manera:
El Documento de Damasco
En la
geniza o
guenizá (recinto para depositar manuscritos en desuso) de una sinagoga de
El Cairo se descubrieron, a fines del
siglo XIX, muchos valiosos manuscritos judíos de los comienzos de la Edad Media. Había allí dos textos parcialmente idénticos, de una secta judía cuyos miembros, a falta de un nombre más exacto, han sido llamados
"sadoquitas" o
"pactantes de Damasco". Cuando
Salomón Schechter, su descubridor, los publicó en
1910, causaron muchas controversias entre los eruditos, pues eran algo único en su género dentro de la literatura judía. Los eruditos llegaron a la conclusión de que los autores de esta obra pertenecían a una secta que se separó del núcleo principal de los judíos por considerar que ese núcleo se había apartado de la Ley. Los miembros de la secta se unieron entre sí mediante un
"Nuevo Pacto" y practicaban su propia forma de vida y de ritual. Posteriormente salieron de Palestina y emigraron a Damasco. Unos pocos eruditos opinaron que la secta había sido fundada en el
siglo VII d. C.; pero la mayoría de los investigadores que se expresaron en cuanto a este tema situaron su origen entre el
siglo II a. C. y
70 d. C.. La estrecha relación de estos manuscritos con el seudoepigráfico
Testamento de los doce patriarcas, el Libro de los jubileos y
el Libro de Enoc indican que tuvieron su origen en la época de
los Macabeos o a comienzos del período romano.
El Documento de Damasco contiene admoniciones y reglamentos:
El sábado debía guardarse de acuerdo con las mismas reglas que observaban los fariseos del período del Nuevo Testamento. Debía evitarse la contaminación causada por baños ritualmente inmundos o alimentos prohibidos, por trato con los gentiles y por fornicación, mientras que se encomiaban la monogamia y la confesión de los pecados. También es evidente que se creía con mucha firmeza en la doctrina de la predestinación, en ángeles buenos y malos, en un Mesías esperado y en una vida eterna.
La Regla de la Comunidad
Según se desprende del texto referido a la Regla de la Comunidad, los Esenios eran un grupo judío “fuertemente estructurado, con su propia jerarquía y sus funcionarios, cuyos miembros ponían en común todos sus bienes, participaban en comidas comunitarias, y se hallaban sometidos a una disciplina muy estricta, con penas y castigos para cualquier transgresión”, comenta Florentino García Márquez en la reseña 'Los manuscritos de Qumrán'. En suma, un grupo de judíos conviviendo hace más de dos mil años bajo mismas reglas que los kibutz del siglo XX.
La Reglas de la Secta
Un manuscrito bien conservado, comúnmente llamado
Manual de disciplina, contiene reglamentos de vida y conducta para los miembros de la secta. Se ve que debían vivir en estricta obediencia a
la ley de Moisés. Estas reglas señalan claramente que la secta de Qumrán es la misma que aparece en el Documento de Damasco.
El Manual de disciplina presenta una sociedad religiosa bajo un gobierno democrático, con dirigentes escogidos por votación. No existía la propiedad privada. El dinero era guardado y gastado por el dirigente máximo en beneficio de la comunidad. En el Manual se señalan diferentes pecados y el castigo que merecían: estaba prohibido hacer declaraciones falsas o necias, calumniar o dañar a un vecino, interrumpir el discurso de otro, o dormir durante una reunión de la comunidad.
El Manual de disciplina concluye con un himno. Un fragmento de dos columnas de otro documento menciona mujeres y niños, por lo cual puede deducirse que, por lo menos, algunos de los esenios se casaban.
La Regla de Guerra
Este documento fue llamado por el profesor E. L. Sukenik, "Una guerra de los hijos de la luz contra los hijos de las tinieblas". Describe la guerra que los miembros de la secta de Qumrán tenían que pelear contra el mundo impío. Se bosquejan las reglas que gobernarían esta guerra y se presentan los himnos que debían cantarse una vez que se conquistara la victoria.
Salmos de Gratitud
Es una colección de unos 40 cánticos espirituales, compuestos de frases de Isaías, Jeremías y Job, pero que muestran una estrecha relación con los salmos canónicos. Su autor, posiblemente el "Maestro de justicia", aparece como un hombre perseguido, consciente de sus pecados, pero a la vez confiado de que está lleno del Espíritu Santo, y de que le han sido revelados los secretos de Dios para capacitarlo como dirigente de sus seguidores.
Apócrifos y Seudoepigráficos
Entre los documentos apócrifos se han encontrado copias fragmentarias de Tobit, Eclesiástico y la Epístola de Jeremías. Entre los seudoepigráficos, han aparecido copias del libro de jubileos, del libro de Enoc y del Testamento de los doce patriarcas. También puede clasificarse como seudoepigráfico al Génesis apócrifo, que es una versión legendaria y elaborada de los relatos de los patriarcas. Otra obra de la cual se han encontrado fragmentos de diversos manuscritos, describe la Jerusalén celestial. En otra obra hay salmos de Josué. También aparecen una visión de Amram (padre de Moisés) y una oración de Nabonido, en la cual agradece al Dios Altísimo por haberlo sanado de una enfermedad de siete años de duración.
El Rollo de Cobre
En este rollo de delgada hoja de cobre aparece una larga inscripción que describe los escondites de grandes tesoros de incienso y metal precioso. Se discute si este documento es un registro histórico o una ficción.
Rollo del Templo
Este manuscrito se divide en cuatro secciones. La primera tiene que ver con la pureza ritual; la segunda, con las fiestas religiosas; la tercera, con la construcción del templo - de donde obtuvo su nombre -, y la cuarta, tiene por tema el rey y el ejército de Israel.
Misceláneos
Entre los documentos misceláneas se encuentran obras de carácter
litúrgico,
proverbios, una obra que se refiere a
la rotación de las familias sacerdotales en su servicio, y
horóscopos. Además de los elementos ya mencionados, han aparecido cartas, ostracones inscritos y contratos.
Los documentos del
Qumrám presentan las instrucciones en cuanto a los rituales de la ceremonia de iniciación, cuando se pronunciaban fuertes maldiciones contra quienes se desviaran de lo reglamentado, pero también se pronunciaba una bendición basada en
Números 6:24-26: "Te bendiga él con todo lo bueno y te guarde de todo mal. Ilumine él tu corazón con prudencia vivificadora, y te conceda conocimiento eterno. Levante él su amante rostro a ti para paz eterna"
(Manual de disciplina ii. 2-4).
Los miembros de la secta debían purificarse mediante la inmersión en agua, comer juntos, estudiar la ley constantemente y vivir una vida santa y piadosa. Entre los manuscritos de Qumrán se han encontrado todos los libros del Antiguo Testamento, excepto Ester, y de varios hay más de una copia. Esto, más el número de comentarios bíblicos, subraya la importancia que la comunidad le daba al estudio de la Biblia. Los reglamentos del Manual de disciplina son similares a los que, según Filón (que todo hombre probo sea libre 75-91), y Josefo (Antigüedades xviii. l. 18-22; Guerra de los judíos ii. 8.2), tenían los esenios. Por lo tanto, se ha aceptado que la secta de Qumrán era esenia o tenía alguna relación con los esenios. Puesto que Juan el Bautista vivió en las cercanías de Qumrán, y vivió una vida de ascetismo y practicó el bautismo por inmersión, algunos eruditos han sugerido que los esenios influyeron en él. También se han señalado algunas relaciones entre la literatura de Qumrán y el Evangelio de Juan. Es notable el contraste entre "el espíritu de verdad y el del error" y "entre la luz y las tinieblas" que aparecen tanto en el Manual de disciplina como en el cuarto Evangelio (Juan 8:12; 11:10; 12:35; 14:17; 15:26; 16:13).
Se han visto otros paralelos entre los escritos de Qumrán y los de Pablo. De especial interés es el uso de los términos "misterio" y "conocimiento", palabras importantes en el vocabulario de Pablo, que anteriormente se creía que eran de origen gentil (Romanos 16:25; 1 Corintios 2:7; Efesios 3:3).
Ahora se sabe que estos términos se usaban en el culto entre los judíos, lo cual arroja luz sobre el uso que Pablo les dio. Aunque ya han pasado décadas desde que comenzaron a aparecer los materiales de Qumrán y de las cuevas vecinas, no se ha completado el estudio y la publicación de todos los fragmentos; sin embargo, el gran volumen de material ya estudiado ha proporcionado valiosa información sobre la secta de Qumrán, y, por lo tanto, sobre el judaísmo de los tiempos de Cristo y ha sugerido interesantes relaciones con el Nuevo Testamento.
Comentarios Bíblicos
En la cueva 1 se encontró una copia casi completa de un comentario sobre los dos primeros capítulos de Habacuc. También se han conservado fragmentos de comentarios sobre Salmos, Isaías, Nahúm y Miqueas. Estas dos obras muestran un tipo especial de interpretación bíblica en la cual se aplican las palabras de los profetas a la secta y los tiempos en los cuales ésta floreció. Con frecuencia se denomina "Maestro de justicia" a su dirigente, y "Sacerdote impío" a su principal antagonista. Los caldeos de Habacuc 1:6 son denominados quitim, y se insinúa que son los romanos. Además de los comentarios de libros bíblicos han aparecido colecciones (florilegios) de pasajes bíblicos con sus correspondientes comentarios.