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Filipenses 1:27 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio,

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lunes, 19 de marzo de 2012

El Apocalipsis XIV: El Cordero y Los 144.000

144,000 con Trompetas, 1860 woodcut por Julius Schnorr von Karolsfeld

Apocalipsis: El cordero y los 144.000

25. El cordero y los 144.000 (14:1)

(Ap. 14:1) Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y de su Padre escrito en la frente. {2} Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. {3} Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. {4} Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; {5} y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.

Después de la serie de visiones con el dragón y las dos bestias sigue una serie de visiones más cortas antes de la visión de las últimas siete plagas. El pasaje plantea la pregunta, ¿por qué está colocado aquí? En 15:2 vemos un grupo de santos que claramente se indica que son victoriosos sobre la bestia. Sin embargo, el punto principal es contrastar a los sellados con la marca de la bestia con los sellados con el nombre del Cordero y del Padre. También muestra que los 144.000 de 7:3 están preservados a salvo ahora en el cielo a pesar de haber sido derrotados y martirizados por las dos bestias del capítulo anterior. Juan se repite de nuevo en 15:2 al mostrarnos los victoriosos sobre la bestia, pero nuestro Dios se repite para que nosotros, sus hijos, podamos recibir el mensaje.

Caird señala que Apocalipsis es una exposición del Salmo 2, y tiene una referencia al monte de Sion en v. 6, "yo he puesto mi rey sobre Sion, mi santo monte". Él ve a los 144.000 como el ejército del Señor del Señor que sigue a Cristo por donde va (v. 4), los encuentra nuevamente siguiendo a Cristo en 19:14, 19, y de nuevo en 17:14. En ambas escenas el contexto es de una batalla. Él considera su numeración en el censo (7:4) como un llamado militar, lo cual contesta también la pregunta de por qué no se contaminaron con mujeres. La fuente de este simbolismo son las regulaciones para la guerra santa que requería que los hombres fueran puros ceremonialmente (Dt. 23:10-11, cf. 2 Sam. 11:11). Él ve a los 144.00 como mártires y por lo tanto las primicias de la gran recolecta de los santos. Como Jesús, el Cordero del sacrificio, no se encontró ninguna mentira en sus bocas; son sin mancha (1 Pedro 1:19, 2:22-24).

v. 1 - Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y de su Padre escrito en la frente - "Después miré" presenta una nueva sección que contrasta a los que reciben la marca de la bestia, en la sección anterior, con los que se describen aquí, que no reciben la marca de la bestia pero que en cambio tienen el nombre del Cordero y del Padre en su frente. Son aquellos que son victoriosos sobre la bestia. De nuevo, en 15:2, encontramos a los que han sido victoriosos sobre la bestia y su imagen y sobre el número de su nombre. Esta escena es similar a Zac. 14:4: cuando el Señor vuelva se parará sobre el monte Sion y con Él estarán sus seguidores (ver también Hch. 1:9-12). Sin embargo, más adelante encontramos que Juan oye un sonido del cielo (v. 2) y están cantando un cántico nuevo ante el trono (v. 3) y han sido redimidos de la tierra (v. 3), así que por lo tanto el monte Sion está en el cielo (ver también Heb. 12:22, Joel 2:32, Miq. 4:7). Los mismos 144.000 que fueron sellados en 7:3 están ahora en el cielo; están junto al Cordero, los que fueron sellados entonces son los que ahora han sido salvados. Ninguno se ha perdido. Había 144.000 sellados y hay 144.000 en el cielo (Jn. 6:39, 10:28-30, 17:12,18:9). Fueron marcados en Cristo con un sello, el Espíritu Santo prometido que la garantía de su herencia en el cielo (Ef. 1:13-14). Este pasaje nos dice más acerca del sello: tenían su nombre (el del Cordero) y el del Padre escrito en sus frentes (22:3), es decir sellados por el Padre y el Hijo, el sello de protección y de posesión. Esto está en contraste con los seguidores de la bestia que tienen el nombre de la bestia en su mano derecha o su frente (13:16). Los santos son bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Mt. 28:19, Hch. 2:38). El nombre significa que no sólo son posesión de Dios como esclavos sino que también son parte de la familia de Dios. Toman su nombre del Padre y del Hijo como hijos adoptados a la familia de Dios, tanto en el cielo como en la tierra (Ef. 1:5, 3:14-15).

La referencia al monte de Sion es probablemente otra referencia al Salmo 2 donde Cristo es instalado como Rey sobre Sion, el monte santo de Dios. El monte de Sion es donde mora Dios (Is. 8:18). Es también donde mora su pueblo. Joel 2:32 señala que habrá liberación en el monte de Sion cuando llegue el día grande y terrible del Señor. Note que en Ap. 22:3-4 los siervos de Dios los sirven y Su nombre estará sobre sus frentes. Estos siervos son los mismos que los 144.00 que son también siervos (7:3-4) y que representan a toda la iglesia. En 17:14 encontramos también al Cordero junto con Sus seguidores llamados, elegidos y fieles.

v. 2 - Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas - En 19:6 oyó lo que parecía una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas y como la voz de grandes truenos, que decía, "¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!" Así como la voz de Dios sonaba como un trueno, en 10:3 la voz del ángel sonaba como siete truenos.

El sonido que oyó Juan del cielo era de una gran multitud cantando (ver v. 3). En Ap. 15:2 los que han sido victoriosos sobre la bestia y su imagen y sobre el número de su nombre también, como estos, tenían arpas que les dio Dios. Si comparamos este grupo con los 144.000 sellados de 7:1 y la gran multitud de 7:9, entonces los dos grupos que tocan arpas, los 144.000 de aquí y los victoriosos sobre la bestia son un único grupo. Tenían arpas que les dio Dios y los ancianos también tenían arpas, lo que es un símbolo de adoración.

v. 3 - Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra - Los siguientes tres versículos dan una descripción de los redimidos. La primera impresión de uno es que son un grupo especial de santos. Sin embargo, una inspección más cuidadosa revela que tienen las características de todos los redimidos.

Los redimidos cantan esta canción delante de Dios, ante los seres vivientes y los ancianos. Algunos señalarían que los ancianos entonces no pueden ser representativos de los redimidos. Sólo los redimidos pueden cantar esta canción. Se menciona un cántico nuevo mucho antes y es cantada por los ancianos (5:9) en adoración del que compró a los hombres para Dios. Los redimidos también tienen un nombre nuevo (2:17). Era un cántico nuevo para los ancianos porque la encarnación de Cristo y Su ascensión al cielo es un evento nuevo en el cielo. Es una nueva canción para los redimidos porque su salvación está completa; están ahora en el cielo por primera vez. Su redención está completada. Como redimidos, sólo ellos la pueden cantar. Los ángeles no pueden ser redimidos así que no pueden cantar esta canción. Sólo aquellos nacidos en la tierra pueden cantar esta canción. Es una nueva experiencia y por lo tanto, una nueva canción (Hendriksen). Is. 25:9 nos da una idea de cómo podrá ser esta canción.

"He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará;
éste es Jehová a quien hemos esperado,
nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación."


v. 4 - Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero - La virginidad aquí significa pureza, y no debe tomarse literalmente (2 Cor. 11:2); significa que fueron fieles a su Señor. Son la novia de Cristo y, por lo tanto, son vírgenes espiritualmente. No fueron infieles a su Señor. El sexo dentro del matrimonio no es pecado. Esto también puede tomarse como evitar el sexo durante la batalla (Caird). Siguen al Cordero, Jesucristo, lo cual significa que son sus discípulos (Jn. 1:43, Jn. 10:4). En 19:14 los ejércitos del cielo también se encuentran siguiendo al Cordero a la batalla. En 17:14 también encontramos a la bestia haciendo guerra contra el Cordero - y con Él estarán sus seguidores llamados, escogidos y fieles. Seguir al Cordero por dondequiera que va conduce normalmente a la cruz (Jn. 13:36). Franzman comenta que el objetivo y la corona de vida de la iglesia, la novia del Cordero, es que esté unida por siempre con Él. Es por lo tanto natural que hasta que alcance ese objetivo y hasta que consiga esa corona su vida consista en seguirlo a Él (cf. Jer. 2:2).

v. 4 - Estos fueron redimidos de entre los hombres - Estos son los redimidos del Señor, comprados de toda tribu y lengua y pueblo y nación (cf. Ap. 5:9, Sal. 74:2). Como en el censo de los 144.000 en 7:3 ff., que son redimidos, éstos también son los redimidos del Señor (ver también "redimidos" en v. 3).

v. 4 - como primicias - Los cristianos son una nueva creación. Aquí los cristianos son las primicias (Stg. 1:18); contraste esto con la cosecha de las uvas de la tierra, que son los incrédulos que son pisoteados en el gran lagar de la ira de Dios. En el Antiguo Testamento las primicias de la cosecha eran siempre ofrecidas al Señor (Dt. 26:9-10) y le pertenecían al Señor. Note que Stg. 1:18 no sugiere que las primicias sean mártires; sugiere que los santos son las primicias. Los 144.000 son las primicias de la cosecha de la tierra; le pertenecen al Señor. El resto de la cosecha no. Compare la cosecha de la tierra (santos) en 14:14-16 con la cosecha de las uvas de 14:17-20 (hombres destinados a la ira).

Caird dice que "la idea detrás de ofrecer las primicias era que todas las cosas vivas le pertenecen a Dios y no deben ser dedicados a propósitos seculares sin un reconocimiento de Sus derechos. La dedicación de las primicias "redimía" la cosecha, y así la liberaba para su uso común. Los derechos de Dios en general están garantizados por su posesión de una parte (Ex. 39:22, Lev. 23:15-22, Num. 28:26, Dt. 16:9-12). De la misma forma, los primogénitos de los hombres le pertenecen a Dios, pero se ha hecho provisión para su redención, porque Dios ha aceptado a los levitas en su lugar (Num. 8:14-18) para que sean un símbolo de la santidad a la cual estaba llamada toda la nación. En el Nuevo Testamento Jesús es llamado las primicias porque su resurrección fue la señal y la garantía de una cosecha mayor (1 Cor. 15:20, 23) y el Espíritu es llamado las primicias porque es el compromiso de la herencia venidera (Rom. 8:23, 2 Cor. 1:22, 5;5, Ef. 1:14). Así, cuando Juan dice que los mártires han sido rescatados de toda la humanidad para ser primicias, debe querer decir que la ofrenda de sus vidas a Dios en sacrificio es la ceremonia inaugural de la gran cosecha.

v. 5 - y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios - Compare a los santos que no mienten con los mentirosos de 21:8. Compárelos también con el pasaje de Efesios acerca de la iglesia (Ef. 5:27) donde la iglesia es descrita como "santa y sin mancha". Ver también Sof. 3:13 en donde "el remanente de Israel no hará injusticia ni dirá mentira, ni en boca de ellos se hallará lengua engañosa". Ellos lo siguen a Cristo en el martirio y así como no se encontró engaño en Su boca (Is. 53:9) y fue un cordero sin defecto, ellos también están sin culpa (1 Pedro 1:19). Estos dos últimos versículos son la única indicación de que son mártires, pero como el mártir es un testigo, el caso a favor de que este grupo esté compuesto sólo de mártires no puede ser establecido con certeza. A diferencia de los adoradores de la bestia, no han sido engañados para adorar a la bestia y para creer la mentira (2 Tes. 2:11). Su confesión (testimonio) de Jesucristo fue la verdad suprema (1:9, 6:9, 11:7, 12:11, 12:17, 17:6, 19:10, 20:4). No habían negado el nombre de Jesús ante los hombres (la mentira suprema) y estaban en consecuencia de pie ante el Cordero (14:1).

26. Los tres ángeles (14:6)

(Ap. 14:6) Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo. {7} diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. {8} Otro ángel le siguió diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación. {9} Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, {10} él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; {11} y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. {12} Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. {13} Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.

Después de la visión de las dos bestias, él ve a los 144.000 con el Cordero en el monte de Sion y luego ve los tres ángeles. Cada uno de los tres ángeles proclama juicio. El primero anuncia a todo el mundo que el juicio está empezando, pero hace un llamado especial a aquellos que están en la tierra para que adoren a Dios porque es el Creador. El segundo, pronuncia juicio sobre Babilonia la grande que ha hecho a las naciones beber el vino enloquecedor de sus adulterios. El tercero, pronuncia un juicio terrible de tormento eterno mediante fuego y azufre sobre aquellos que adoran a la bestia y tienen su marca. Vinculado a esto hay un llamado a la paciencia de parte de los santos, seguido de una bendición sobre aquellos que mueren en el Señor de ahora en adelante. Después de esto viene la Segunda Venida y la cosecha de la tierra. La Segunda Venida y el castigo de la bestia, el falso profeta y Satanás y de los que adoran a la bestia y el juicio de Babilonia la Grande son tratados con mayor detalles más adelante.

v. 6 - Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo - El evangelio eterno es proclamado a toda la humanidad (ver 11:9) y es universalmente válido. Note la descripción en cuatro partes que indica que vienen de los Cuatro Rincones de la tierra. Este es el último llamado antes del juicio que viene, que son las siete copas. Después será demasiado tarde (ver Mt. 24:14) porque el evangelio habrá sido predicado a toda nación sobre la tierra. Note que este llamado ocurre entre el águila que vuela en la mitad del cielo gritando "¡Ay, ay, ay!" para los últimos tres toques de trompeta y las aves reunidas en el medio del cielo para la gran cena del Señor. Es un último llamado.

v. 7 - diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas - El evangelio, en su forma más sencilla, consiste en temer a Dios, darle gloria y adorar a Dios como creador (Hch. 14:15) porque la creación misma declara al Creador (Sal. 19:1, Rom. 1:20). Sin embargo, el hombre se rehusa a hacer esto y prefiere la idolatría en cambio (9:20). Adoran a la bestia en vez de Dios (13:4). Los santos, sin embargo, en contraste reconocen a Dios como Creador y por lo tanto lo adoran (11:1). No adoran a la bestia (20:4). La hora de Su juicio ha llegado, es decir la cosecha de las uvas y el lagar de la ira de Dios, las siete copas y el juicio de Babilonia la Grande, pronunciado por el segundo ángel en el versículo siguiente. Son los cielos, la tierra, el mar y las fuentes de las aguas las que son afectadas por el juicio de Dios sobre de las primeras cuatro de las siete copas, y de ahí su mención aquí (cf. Ex. 20:11): Copa 1 (la tierra), copa 2 (el mar), copa 3 (las fuentes de las aguas) y copa 4 (el sol). En otra parte en Apocalipsis encontramos que Dios es reconocido como Creador, primero por los ancianos (4:11) y por el ángel fuerte (10:6). Sin embargo, la humanidad ha suprimido la verdad acerca de Dios, "y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles" (Rom. 1:23). Los hombres prefieren adorar a la bestia antes que a Dios (ver 13:4). La humanidad, mediante una teoría no probada de la evolución, prefiere ser el producto del azar y descender de animales antes que ser creados por la voluntad de Dios (4:11) y en la imagen de Dios (Gn. 1:27). "Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador" (Rom. 1:25). La idolatría lleva a la depravación y a la maldad (Rom. 1:24 ff., ver también Ap. 9:20-21).

v. 8 - Otro ángel le siguió diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación - La caída de Babilonia es proclamada también por un ángel en 18:2 y descrita en 17:16 ff. Su mensaje interpreta en parte la "hora del juicio" que había advertido el primer ángel: "¡Ha caído, ha caído Babilonia la gran ciudad!" (Swete). Esta es una introducción a la caída de Babilonia la Grande (ver Ap. 17), citado de Jer. 51:7-8 e Is. 21:9. Babilonia la Grande es una referencia a Dn. 4:30 cuando Nabucodonosor se congratula sobre sus logros, "¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?" Inmediatamente se convirtió en una bestia y fue arrojado de entre los hombres. Para Juan, Roma es un tipo de Babilonia y el Emperador Romano es un tipo de Nabucodonosor, que no le dio gloria a Dios. Babilonia sedujo al mundo con sus adulterios (18:3). Babilonia se menciona por primera vez en Gn. 10:10. Ella es la prostituta que ha seducido y ha corrompido a las naciones del mundo intoxicándolas con la influencia de su maldad (adulterios). Las ciudades siempre tienden a concentrar el mal dentro de la humanidad. Babilonia es un símbolo para el espíritu de impiedad que en cada edad seduce a los hombres fuera de la adoración del Creador hacia la adoración de las cosas creadas. Las ciudades, en su esplendor, son un monumento al hombre. Piense en la torre de Babel o en los rascacielos de Manhattan.

v. 9 - Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, {10} él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero - El primer ángel proclamó el evangelio eterno a aquellos que viven en la tierra que era el de temer a Dios, darle gloria y adorarlo a Dios como Creador. En contraste con los que adoran a Dios (14:1-5) el tercer ángel detalla el castigo para los que adoran a la bestia y a su imagen.

Anteriormente en Ap. 13:1-2, la bestia de la tierra obligó a los habitantes de la tierra a adorar a la primera bestia del mar (13:12) y a adorar a su imagen (13:15) y a recibir la marca de la bestia (13:16). Al hacerlo estaban adorando a Satanás (13:4) que le había dado autoridad a la bestia. Aquellos que no adoraron a la imagen fueron muertos o no pudieron comprar (13:15-17). El ángel ahora pronuncia juicio sobre estas persona que sí adoraron a la bestia y por lo tanto rompieron el primer y segundo mandamiento (Ex. 20:3-5). Aquellos que adoran a la bestia se unirán a la bestia (19:20). Estos son aquellos cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero (13:8, 20:15). Su pecado era tener la marca de la bestia sobre la frente, el lugar reservado para el nombre de Dios (Platt, cf. 7:3). Tener la marca de la bestia más probablemente indica que pertenecen a la bestia, en contraste de aquellos que tienen el sello de Dios sobre sus frentes (7:3; 14:1).

Beber el vino de la ira de Dios es una metáfora común del Antiguo Testamento (Job 21:20, Sal. 75:8, Is. 51:17, Jer. 25:15). Una figura similar es usada en la expresión "el lagar de la ira de Dios" en 14:19 (cf. Babilonia a quien Dios le dio la copa llena del vino del furor de su ira, 16:19). La ira de Dios es derramada con toda fuerza; no está mezclada con la misericordia. El castigo será en la presencia de los santos ángeles y el Cordero, lo que lo hace más personal. Esta es la primera vez que el castigo por fuego y azufre ocurre y es una referencia al juicio de Dios sobre Sodoma y Gomorra (Gn. 19:24, Lc. 17:29, ver también 2 Pedro 2:6, Judas 1:7). Esto se cumple finalmente en Ap. 19:20, 20:10, cuando la bestia y el dragón son consignados al lago de fuego y azufre, y en 20:15, 21:8 cuando sus seguidores se unen a ellos. Nuestro horror sobre este juicio debe ser entendido a la luz del odio eterno de Dios de la maldad; el carácter de Dios nunca cambia.

v. 11 - y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre - El humo de su tormento sube por los siglos de los siglos (cf. Is. 34:10). Su castigo es eterno así como el de Satanás (20:10, ver también Mt. 25:41-46, Judas 1:7) porque Dios vive por los siglos de los siglos (15:7) y su odio del pecado es eterno. No tienen reposo de día ni de noche, en contraste con los redimidos que sirven a Dios día y noche (7:15) y no tienen dolor (21:4) y descansan de sus trabajos (v. 13). Aquellos que adoran a la bestia se unirán a la bestia (19:20, 20:15, 21:8). Esto contrasta con el castigo de ser arrojados en el horno de fuego amenazado por Nabucodonosor a aquellos que se rehusaban a adorar su imagen (Dn. 3:15).

v. 12 - Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús - Este es el último de tres llamados a la "paciencia" de los santos (1:9, 13:10) frente al sufrimiento (2 Cor. 1:6). Los santos, que obedecen los mandamientos de Dios y permanecen fieles a Jesús, son contrastados aquí con aquellos que adoran a la bestia (14:9), que no obedecen los mandamientos de Dios y no son fieles a Jesús (sus pecados son listados en 9:20-21, 16:9, 21:8, 22:15, que rompen la mayoría de los diez mandamientos). Los santos no deben volver sus espaldas a la fe bajo persecución (12:17) o ante la tentación de unirse a aquellos que adoran a la bestia. Si lo hacen, entonces se unirán a ellos también en su castigo eterno. La ventaja temporal ganada por adorar a la bestia no vale sus consecuencias eternas. La pequeña ganancia temporal no vale la consecuencia eterna de castigo, en tanto el pequeño dolor momentáneo conduce a la gloria eternal (cf. 2 Cor. 4:17).

v. 13 - Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen - Se le dice que escriba (1:19), lo cual enfatiza la bendición (cf. 19:9, 21:5). Esta es una de las siete bendiciones en Apocalipsis. Si el versículo anterior es una advertencia, entonces este versículo es un aliento para aquellos que deben morir por su fe. Aquellos que mueren en el Señor irán a estar con el Señor y descansarán de sus trabajos. Esta frase está agregada para alentar a los que deben morir por su fe, ya que la paciencia incluye la posibilidad del martirio. Su trabajo es permanecer fieles a Jesús. Este es el trabajo supremo (ver Jn. 6:29, "Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado". Esto está en completo contraste con el v. 11, donde no hay descanso día y noche para aquellos que adoran a la bestia y a su imagen, pero éste es un libro de contrastes. "Sus obras con ellos siguen" enfatiza de nuevo las consecuencias eternas de nuestras acciones temporales, así como adorar a la bestia tiene consecuencias eternas negativas. Hay alguna incertidumbre acerca del texto. Podría querer decir "bienaventurados los que mueren de aquí en adelante", o "bienaventurados los que mueren en el Señor, porque de ahí en adelante (es decir después de la muerte) descansarán de sus trabajos. Cuando un hombre se muere no puede llevarse sus posesiones con él, pero los actos que hizo cuando estuvo vivo (sean buenos o malos) lo siguen (2 Cor. 5:10), Ver también Ap. 20:12, donde los muertos son juzgados por lo que han hecho. Para el predicador, podría ampliar sobre el tema de las riquezas en esta vida presente comparado con las riquezas de la vida venidera (ver también 1 Tim. 6:17-19, Lc. 12:32-33, Lc. 12:19-21).

27. La cosecha de la tierra (14:14)

(Ap. 14:14) Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. {15} Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado; pues la mies de la tierra está madura. {16} Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada. {17} Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda. {18} Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras. {19} Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. {20} Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios.

En las Escrituras hay una cantidad de referencias a las dos cosechas, una cosecha de granos y una cosecha de uvas para producir vino a partir del jugo del lagar (Num. 18:27, Dt. 15:14, 2 Reyes 6:27). En el pasaje siguiente se mencionan dos cosechas. La primera es la cosecha de los justos; la segunda, la de los malvados.

v. 14 - Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda - "Miré" indica una nueva visión. La nube blanca nuevamente indica la Segunda Venida. La hoz es una referencia a la Segunda Venida y a la cosecha de la era (Mt. 13:37, Mr. 4:26 y también Joel 3:12-13). "Uno semejante al Hijo del Hombre" es Cristo (1:13) y está tomado de la visión de Daniel de "uno como un hijo del hombre" (Dn. 7:13, ver también Ap. 1:7, Mr. 12:26, Mt. 24:30). En contraste al hombre que se había vuelto como una bestia por usurpar la autoridad de Dios, vendrá el día cuando las riendas del gobierno estarán para siempre en las manos de un hombre digno del nombre (Baldwin). Nota: la palabra griega para corona usada aquí es stephanos, no diadema (usada en 19:12). Stephanos se usa para la corona de oro usada por el jinete del caballo blanco en 6:2.

v. 15 - Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado; pues la mies de la tierra está madura - El fin de la era ha llegado (Mt. 13:39). El ángel sale del templo, lo que significa la presencia de Dios, porque sólo Dios puede decidir el fin de la era (Mt. 24:36, Hch. 1:7). El ángel actúa como el mensajero de Dios.

v. 16-17 - Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada. {17} Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda - Vemos aquí que Cristo tiene una hoz y la tierra es cosechada. Luego vemos que el ángel también tiene una hoz y recoge las uvas de la tierra para el lagar de la ira de Dios. Es probable que la cosecha que recoge Cristo es su pueblo, el trigo. Estas son las primicias de la cosecha mencionada en Ap. 14:4. Los ángeles también participan en la cosecha (Mt. 13:41). Quitan los yuyos de los malos que son dejados después del rapto de los elegidos.

v. 18 - Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras - Las palabras del ángel son similares a Joel 3:13, lo que es claramente un juicio. El ángel encargado del fuego, es decir el fuego del juicio, vino del altar donde se ofrece el incienso y las oraciones de los santos (8:3). Este mismo incensario es llenado con fuego y arrojado a la tierra (8:5) como un preludio a las siete trompetas. Las uvas de la ira significan que el tiempo que Dios considera para la Segunda Venida y la cosecha de la era ha llegado. El ángel encargado del fuego luego ordena al ángel con la hoz que recoja la uvas porque están maduras. El hombre ha completado sus pecados hasta el tope (Joel 3:13).

v. 19 - Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios - El lagar de la ira de Dios aparece en Is. 63:2-6, Lam. 1:15, Joel 3:13 (ver también Ap. 19:15, donde se dice que Cristo pisa el lagar de la ira de Dios. Ese pasaje trata con la segunda venida de Cristo, al igual que este pasaje. El lagar es una expresión de la ira de Dios y de día de su venganza. Hendriksen lo ve como representando al infierno, pero es más probable que sea la masacre que resulta del día de Su venganza cuando ejecuta juicio sobre la tierra (Sof. 1:14-18, Lam. 1:15 cf. Ap. 19:15, 21). En esta referencia a la ira de Dios las personas son las uvas que son prensadas en el lagar y su sangre es el jugo de uva. Juan usa una figura similar en 14:10 donde los que adoran a la bestia tomarán el vino de la furia de Dios. Ver también la referencia a Babilonia, donde Dios le dio la copa llena del vino de la furia de su ira (16:19) que resultó en que fuera consumida por fuego (18:8, 19:3).

v. 20 - Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios - La palabra griega para sangre, haima, puede ser usada figurativamente para el jugo de uvas. Son pisoteadas en el lagar fuera de la ciudad por allí es donde están los malvados (ver Ap. 22:15). Su ira no es contra su pueblo dentro de la ciudad que es la Nueva Jerusalén. Así como los gentiles pisotean su ciudad santa (11:2), Jesús pisotea a los malvados fuera de la ciudad (19:15). Mil seiscientos estadios (295 km, el largo de Israel aproximadamente) es un número simbólico derivado del cuadrado de 4, el número de la tierra (7:1) multiplicado por el cuadrado de 10, el número de lo completo (5:11). Por lo tanto significa "completo" en relación con el mundo creado y la incapacidad de que nadie pueda escapar al juicio de Dios (Wilson). Ver también la descripción del juicio sobre Faraón en Ez. 32:6, "regaré de tu sangre la tierra donde nadas, hasta los montes..."

Continua en El Apocalipsis XV: Los Siete Angeles con Siete Plagas

viernes, 16 de marzo de 2012

El Apocalipsis XIII: La Bestia del Mar

Bestias del mar y de la tierra. Del Augsburger Wunderzeichenbuch, siglo XVI

Apocalipsis: La bestia del mar

23. La bestia del mar (13:1)

(Ap. 13:1) Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. {2} Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad. {3} Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, {4} y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? {5} También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses. {6} Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo. {7} Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. {8} Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. {9} Si alguno tiene oído, oiga. {10} Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos.

Anteriormente, en 12:17, vimos que el dragón "se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia". Ahora vemos cómo hace guerra contra los santos por medio de la bestia que sale del mar mientras observa el diablo ("Y el dragón se plantó a la orilla del mar", VP). La bestia fue revelada antes en 11:7 como la bestia que subió del Abismo que hace guerra contra los dos testigos y los mata cuando han finalizado su testimonio. Es presentado aquí como un secuaz del Diablo; hasta se parece al diablo con sus diez cuernos y siete cabezas. El diablo delega su poder, su trono y su autoridad a la bestia. Es la encarnación del Diablo sobre la tierra, mediante quien el diablo hace guerra contra los santos y los vence. Las armas usadas son el encarcelamiento y la muerte. Todos los que juran lealtad a la bestia están jurando lealtad al diablo. Él es la consumación de las cuatro bestias que vio Daniel, y por lo tanto representa un imperio político mundial impío y bestial. Más adelante en Apocalipsis él cabalga sobre la prostituta y representa a un emperador, así que emperador e imperio son intercambiables. Él tiene autoridad durante el mismo tiempo que los gentiles pisotean el patio exterior, el mismo tiempo que los dos testigos profetizan y el mismo tiempo que la iglesia es cuidada en el desierto. La bestia ejerce autoridad sobre el mundo entero y representa el poder político; la segunda bestia representa el poder religioso y económico. Hendriksen comenta que la primera bestia es la mano de Satanás y la segunda bestia es su mente. "La primera representa el poder de persecución de Satanás operando en y a través de las naciones de este mundo y sus gobiernos. La segunda simboliza las religiones falsas y las filosofías de este mundo". El resume a la bestia, el falso profeta y Babilonia como los tres agentes del ataque de Satanás contra la tierra, a saber "persecución anticristiana, religión anticristiana y seducción anticristiana".

La bestia puede ser interpretada como el Imperio Romano en el tiempo de Juan y los imperios impíos subsiguientes desde entonces, culminando en forma suprema en el imperio del anticristo. El mensaje de esta sección es que a la bestia se le dio poder para conquistar a los santos que son las únicas personas que no quieren adorar a la bestia. Esto requiere de paciencia y de fe de parte de los santos. En vista del hecho de que él mata a los dos testigos al final de su testimonio, o sea que silencia el testimonio de la iglesia (11:7), y en vista de que en 17:11 "la bestia que era, y no es, es también el octavo", la bestia es principalmente el anticristo al final de la era. Sin embargo, la bestia también pertenece a los siete reyes, lo cual indica que pertenece a una sucesión de regímenes tiránicos que persiguen a los santos. Como dice 1 Jn. 2:18, "según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conoceremos que es el último tiempo." Cinco de los siete reyes han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure un breve tiempo (17:10). Mientras que el hombre de pecado no se ha revelado aún, el poder secreto del pecado ya está obrando en el mundo (2 Tes. 2:3-6).

Las principales referencias en el Nuevo Testamento a las autoridades humanas son dadas por Jesús en Mt. 22:17-21 (cf. Mr. 12:14, Lc. 20:22), Pablo en Rom.13:1-7 y Pedro en 1 Pedro 2:13-17 ff. Debe notarse que la respuesta de Jesús ante la pregunta de pagar impuestos a César es repetida en cada uno de los evangelios sinópticos (Mt. 22:17, etc.). Él propugnó el principio de que uno debería "dar al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios". La actitud de Jesús ante la violencia está ilustrada cuando Pedro le cortó la oreja a un siervo del sumo sacerdote y le dijo, "Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán..." (Mt. 26:52). Pablo destaca que las autoridades que gobiernan han recibido su autoridad de Dios y están instituidos por Dios, y que rebelarse ante ellas significa rebelarse ante Dios. Son los representantes de Dios para castigar a los que hacen el mal, y el cristiano debe someterse a su autoridad. Pablo les dice a sus lectores: "Pagad a todos lo que debéis; al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra" (Rom 13:7). Sin duda Pablo tenía en mente a las autoridades romanas. Pedro también insta a sus lectores a someterse, "por causa del Señor, a toda institución humana, ya sea al rey, como superior, ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien". También los insta a que muestren el debido respeto a todos, que amen a la hermandad de los creyentes, que teman a Dios y que honren al rey. Sigue luego argumentando que uno debería soportar el dolor del sufrimiento injusto sin represalia, igual que Jesús.

Jesús, Pablo y Pedro estaban hablando básicamente de instituciones humanas que mantienen la ley y el orden. Cuando Pablo fue tratado injustamente por los judíos, apeló al César por justicia. Estas instituciones son requeridas por la naturaleza caída del hombre. Sin el mantenimiento de la ley y el orden habría anarquía. ¿Pero qué hacer con aquellas autoridades que toman para sí lo que le pertenece a Dios, la adoración que sólo le pertenece a Dios. Es a esto que se refiere el capítulo 13 de Apocalipsis. Aun aquí la Biblia no argumenta a favor de la rebelión civil bajo regímenes tiránicos, sino más bien continuar obedeciendo y temiendo a Dios más que al hombre, aun cuando esto signifique la muerte. Uno puede ver un ejemplo de esto en los apóstoles que continuaron enseñando en contra de los deseos del sumo sacerdote y los saduceos. Ellos dijeron, "Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hch. 5: 29). Cuando uno dice esto debe estar preparado para enfrentar las consecuencias. Uno debe notar que las autoridades habían sobrepasado la autoridad que Dios les había dado. Si el emperador exige la adoración que le pertenece a Dios, entonces uno debe obedecer a Dios antes que al emperador, aun cuando signifique morir. La autoridad del emperador de exigir tal cosa claramente no proviene de Dios (los ejemplos del AT de aquellos que se opusieron a tal tipo de orden son: Sadrac, Mesac y Abednego, Dn. 3). La paciencia y la fe de parte de los santos son requeridas más que venganza; la venganza le pertenece a Dios. Finalmente, en el sermón de la montaña Jesús pronuncia una bendición sobre los que son perseguidos por la justicia y por causa de Él (Mt. 5:10-11). La justicia y Jesús ambos prohiben el comportamiento violento contra el estado. Jesús establece nuestra actitud en su forma más positiva y radical en Mt. 5:44 cuando dice, "Amad a vuestros enemigos... y orad por los que os... persiguen". Pablo, en Rom. 12:14 dice, "Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis".

v. 1 - Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia - Esta es una continuación de 12:17 cuando el dragón se fue a hacer guerra contra el resto de su descendencia, es decir la Iglesia. En 12:12 se declara un Ay contra la tierra y el mar porque el diablo ha descendido a vosotros, así que es natural que veamos al dragón parado en la orilla del mar ("Y el dragón se plantó a la orilla del mar", VP), el límite entre la tierra y el mar, cuando sale la primera bestia del mar; más adelante, sale una segunda bestia de la tierra. Lo que se describe ahora es cómo el dragón hace guerra contra ella usando a sus aliados, la bestia del mar y la bestia de la tierra. La palabra griega usada para bestia (therion: G2342) significa un animal salvaje, no domesticado, sin restricciones. Se dan ejemplos en el v. 2, es decir un leopardo, un oso y un león. La misma palabra griega usada para bestias es usada en el cuarto sello, "le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra" (6:8). Esta es la misma bestia que la mujer (prostituta) monta (17:3). La bestia sale del mar y el mar indica pueblos, multitudes, naciones y lenguas (17:15, Is. 17:12), es decir los grupos de personas en el mundo: Egipto, Asiria, Bablilonia, Medo-persia, Grecia, Roma. Dios describe a estos imperios como bestiales. Esta es la misma bestia que sube del abismo. Abismo puede significar también el abismo mencionado tan atrás como 11:7 cuando mata a los dos testigos. El simbolismo de la bestia que sale del mar viene de Dn. 7:2 ff. 

Jack Deere, en su libro "Surprised at the Voice of God" (Kingsway, 1996) comenta sobre los sueños de Daniel. Otro beneficio del simbolismo en los sueños es que a menudo revela la perspectiva de Dios. Por ejemplo, cuando el rey pagano Nabucodonosor soñó acerca de los imperios mundiales, él vio a los imperios sucesivos en términos de una estatua hermosa. Sin embargo, cuando Daniel soñó acerca de estos mismo imperios, los vio en términos de bestias. El sueño de Nabucodonosor representa el punto de vista del mundo de los imperios humanos, en tanto que el de Daniel representa la perspectiva divina.

v. 1 - tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo - La descripción de la bestia es similar a la del dragón (12:3 - un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas). La bestia se parece al dragón, en la misma forma que Cristo es la imagen del Padre. Los diez cuernos significan poder; siete cabezas, es decir una multiplicidad que es difícil de matar. También puede representar sus varias encarnaciones, como reyes o reinos. Las coronas (diademas) representan autoridad real. Los diez cuernos son también como la cuarta bestia de Daniel que también tenía diez cuernos que son diez reyes (Dn. 7:24). Las diez coronas sobre sus cuernos son coronas reales (diadema) que tanto el dragón (12:3) como Cristo (19:12) usan. Estos diez cuernos son diez reyes (17:12). El número diez y el siete deben ser tomados simbólicamente, con el significado de completo. La bestia es mencionada también en 17:3 y explicada con mayor detalle en 17:7 ff. Los diez cuernos son explicados como diez reyes en 17:12. Las siete cabezas son siete montes, refiriéndose a la Roma del tiempo de Juan, y son también siete reyes (17:9). La bestia debe ser contrastada con el Cordero. La bestia es la encarnación del Diablo. Como debe ser contrastado con el Cordero, debe ser visto como una persona, pero una persona con un reino y un pueblo que lo obedece.

v. 1 - y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo - Los nombres blasfemos sobre sus cabezas indican su carácter, es decir orgulloso, arrogante, odia a Dios, el gobierno humano independiente y desafiante de Dios. Se edifica a sí mismo a cualquier costo con el fin de aumentar su poder y su riqueza. Compare este nombre blasfemo con el nombre de la prostituta BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA (17:5). Contraste esto con los Santos que tienen el nombre del Cordero y del Padre escritos en sus frentes (14:1). Algunos de los emperadores romanos exigían que se los adorara, y esto es claramente una blasfemia. Los emperadores romanos tomaron el título de divus o sebastos, que significa divino. Frecuentemente el nombre mismo de Dios o Hijo de Dios era dado a los emperadores. Y Nerón en sus monedas se llamaba a sí mismo El Salvador del Mundo. Que un hombre se llamara divino era un insulto blasfemo a Dios. Más aún, los últimos emperadores tomaron su título de la palabra latina dominus, o su equivalente griego kurious; ambos significan señor y en el Antiguo Testamento son el título especial de Dios y en el Nuevo Testamento el título especial de Jesucristo (Barclay). En Daniel el cuerno hablaba jactanciosamente (Dn. 7:8, 7:11, 7:25). Cada vez que César exige lo que le pertenece sólo a Dios se vuelve una bestia (Mt. 22:21).

v. 2 - Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león - La bestia es espantosa, en contraste con el cordero. La bestia nos recuerda las tres primeras bestias de Daniel 7. Daniel ve cuatro bestias: león, oso, leopardo con cuatro cabezas y una cuarta bestia con dientes de hierro y diez cuernos. Estas están combinadas en una bestia en esta visión. Daniel preguntó por la interpretación de las bestias. Son reinos que surgen de la tierra; son poderes políticos (Dn. 7:16-18). Las cuatro bestias de Daniel (en Dn. 7) representan los imperios de Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma (Gleason). Son paralelos a la estatua de Dn. 2 en donde la cabeza de oro representa a Nabucodonosor y el imperio babilonio, el pecho y los brazos de plata era el comienzo medo-persa comenzando con Ciro el Grande, el vientre y los muslos de bronce era el imperio greco-macedonio establecido por Alejandro el Grande y el cuarto imperio, simbolizado por las piernas de hierro era el Imperio Romano. Los pies y los diez dedos están hechos de hierro y arcilla; la debilidad de la arcilla indica que no puede ser un poder mundial duradero. La roca que golpeó y destruyó la estatua es el reino de Dios que aplastará a todos esos reinos y los llevará a su fin pero él mismo durará por siempre (Dn. 2:44, cf. el cetro de hierro de Ap. 2:27, 12;5, 19:15, Gleason). Considere esta descripción asombrosa de Faraón, rey de Egipto de Ez. 32:2, "a leoncillo de naciones eres semejante, y eres como el dragón de los mares...".

De los pueblos, multitudes, naciones y lenguas vinieron los súperpoderes (ej: Roma, Rusia, China, despiadados y arrogantes. Estas bestias tienen las mismas características que las naciones descritas. El leopardo, rápido para caer sobre la presa, el oso que magulla, el león que tiene la fuerza para destruir a su presa. Por ejemplo, Rusia ha sido llamada el gran oso. 

En Ap. 17:11 la bestia es descrita como el octavo rey, así que rey y su reino son intercambiables. Si pensamos en grandes dictaduras, como la de Stalin, Mao, Hitler, esto no nos debe sorprender. Alternativamente, podemos pensar en la bestia como un Imperio o un emperador. Juan definitivamente ve a la bestia como el Emperador Romano más adelante en Ap. 17, pero de nuevo imperio y emperador son intercambiables.

Finalmente, en la última generación es el anticristo, el pequeño cuerno de la cuarta bestia (Dn. 7:8), que conduce a las naciones de la tierra contra Cristo y su ejército (19:19) y es destruido y arrojado al fuego (Dn. 7:11). Dn. 7:13 contiene una clara referencia a la Segunda Venida de Cristo. Note que el pequeño cuerno es (un tipo de) el anticristo; la cuarta bestia es su reino. Caird señala que por su pecado de idolatría Nabucodonosor había sido convertido en una bestia, comió pasto como el ganado, dejó crecer su pelo como las plumas de un águila y sus uñas como las garras de las aves (Dn. 4:33). Fue restaurado como hombre sólo cuando reconoció la soberanía de Dios. En contraste a la bestia está el león de la tribu de Judá, el Cordero, el verdadero soberano de los reyes de la tierra.

v. 2 - Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad - Vemos aquí que la bestia es un instrumento de Satanás de quien deriva su poder, trono y autoridad. El dragón le dio su poder (dunamis) para ejercer su autoridad (exousia) efectivamente. En v. 7 él ejercita su poder para hacer guerra contra los santos y conquistarlos. Este poder es delegado también a la bestia de la tierra para realizar señales milagrosas para engañar a los habitantes de la tierra e infundirle aliento a la imagen de la primera bestia (13:13-15). La palabra griega para trono que se usa acá es la misma palabra usada para el trono de Dios (thronos) y es la misma palabra que se usa para el trono de Satanás en 2:13. En v. 4 encontramos que los hombres adoraron al dragón porque le había dado autoridad a la bestia; en v. 5 encontramos que la bestia ejerce su autoridad por cuarenta y dos meses; en v. 7 encontramos que le fue dada autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación, es decir todos los pueblos del mundo, es decir el reino de Satanás. En v. 12 encontramos que la bestia de la tierra ejercitó toda la autoridad de la primera bestia en su nombre.

Tres veces en el evangelio de Juan Satanás es llamado el príncipe del mundo (Jn. 12:31, 14:30, 16:11) y en Mt. 4:8-9 claramente era dueño del mundo que le ofreció a Jesús si se postraba y lo adoraba. En 1 Jn. 5:19 se nos dice que todo el mundo está bajo el control del maligno. En esta sección vemos cómo Satanás controla al mundo por medio de la bestia. La tercera bestia de Daniel recibió poder para gobernar (Dn. 7:6). El diablo usa gente y poderes políticos para llevar a cabo sus propósitos acá en la tierra, de la misma forma que Dios usa la iglesia, que es su cuerpo, para llevar a cabo Su propósito acá en la tierra. Los dos están diametralmente opuestos. Mientras que la bestia podrá hacer la persecución real, es el diablo el que está detrás de todo como lo deja en claro 2:10, "el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados". La bestia acepta la oferta satánica que Jesús rechazó (Mt. 4:8, Pawson). El dragón salió para hacer guerra contra los santos que estaban a la orilla del mar para observar a la bestia cuando sale del mar y que haría guerra contra los santos (12:17).

v. 3 - Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada - La herida fatal que había sido sanada es una parodia del "Cordero como inmolado" (ver 5:6). En v. 14 encontramos que una espada causó la herida. Esta herida habla de muerte y resurrección, es decir una civilización cae y en su lugar surge otra. También podría referirse al juicio de Satanás en la cruz, el cumplimiento de Gn. 3:15 en donde "él (Jesús) aplastará su cabeza". Satanás recibió un golpe fatal en la cruz (Jn. 12:31, 16:11, Col. 2:15). El golpe de gracia será dado finalmente cuando Cristo venga nuevamente (ver 20:10). La bestia tiene una apariencia similar a la de Satanás (compare 12:3 con 13:1). Recuerde que Satanás ya ha sido echado del cielo y arrojado a la tierra (12:7-9) presumiblemente como resultado de la victoria de Cristo en la cruz. No hay ninguna necesidad de aplicar la herida fatal sanada al mito de Nerón redivivo (resucitado), aunque esto bien podría haberse aplicado en el tiempo de Juan.

Este mito es un ejemplo de una herida fatal que fue sanada: Nerón murió por suicidio pero luego surgió Domiciano que compartía características similares a las de Nerón. Nerón era tan malvado que muchos no creyeron que la muerte fuera su fin. Surgió la expectativa de que podría reaparecer en una forma resucitada (Morris). Puede también referirse al auge y caída de los dictadores tiránicos; al caer uno, otro surge para tomar su lugar.

v. 3 - y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia - Los que siguen a la bestia (es decir, sus seguidores) deben contrastarse con los 144.000 que tienen el nombre del Cordero y de su Padre sobre sus frentes y que siguen al Cordero por donde vaya (14:1-4). Toda la tierra se refiere a los no regenerados, es decir todos los que no son santos. En 17:8 encontramos que la causa de su asombro cuando ven a la bestia es porque era, y no es, y será.

v. 4 - y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo - Este poder político ha excedido su autoridad legítima recibida de Dios al permitirse que sea adorado. La adoración pertenece sólo a Dios, así que quiebran el primero y el segundo mandamiento (Ex. 20:3-5). Esta adoración puede que no sea explícita; podría ser su rechazo a permitir al pueblo de Dios adorar a Dios como Él debe ser adorado. Cada vez que un estado hace esto, excede su poder legítimo (ver Rom. 13:1-7). Note que Juan iguala la adoración a la bestia como adoración al dragón. Por lo tanto, la adoración del emperador es igualada a la adoración de Satanás. Éste sería el caso con el Imperio Romano, que permitía la adoración del emperador, especialmente durante los reinados de Nerón y Domiciano. Nota: al adorar a Satanás, los hombres están haciendo lo que Jesús mismo se rehusó a hacer cuando fue tentado por el diablo en el desierto (Mt. 4:8-10). Jesús le citó Dt. 6:13 al diablo, "A Jehová tu Dios temerás, y a él sólo servirás". A quién adoramos es uno de los temas clave de Apocalipsis (ver 4:10, 5:14, 7:11, 9:20, 14:7, 19:10, 22:9). Los hombres que adoran a la bestia son todos los habitantes del mundo cuyos nombres no han sido escritos en el libro de la vida del Cordero (v. 8). Preston y Hanson, citados por Mounce, destacan que el hombre está hecho para adorar a algún poder absoluto y en el análisis final le dará su lealtad a la bestia (cuyo poder está en infligir sufrimiento) o al Cordero (cuyo poder está en aceptar el sufrimiento). En Lc. 20:25 Jesús dice que debemos "darle al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios". Está bien pagar impuestos a César y honrarlo a César, pero sólo Dios debe ser adorado. El momento en que César exige ser adorado se vuelve la bestia. Hailey nota que al rendirle honor al emperador, el mundo estaba adorando al que le había dado su autoridad al poder romano. Esta adoración es la contrapartida a la adoración a Dios, porque al adorar a Cristo a quien Dios le dio autoridad, el cristiano adora a Dios que envió a Cristo y quien proveyó todas las bendiciones a través de Él. Así que al adorar a la bestia estamos adorando a Satanás que le dio su autoridad a la bestia. La bestia, al aceptar la adoración que le pertenece a Cristo, niega que Jesús es el Cristo y se convierte en el anticristo, en el sentido de anti="en reemplazo de" Cristo (Jn. 4:1-3).

También debemos ver que la adoración involucra obedecer a la bestia (ver la definición de Pablo de adoración espiritual en Rom. 12:1, donde debemos ofrecer nuestros cuerpos como sacrificio vivo y sigue diciendo que debemos ser renovados en nuestras mentes). En 3:16 encontramos que los que reciben la marca de la bestia la reciben en su mano derecha (indicativa de sus acciones) y sobre sus frentes (indicativa de su mente). Así, aquellos que adoran o siguen a la bestia lo hacen en sus acciones y en su pensamiento.

v. 4 -¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? - Esta es una parodia del versículo del Antiguo Testamento en Salmos 35:10, "Jehová ¿Quién como tú?", Sal. 71:19, "Oh Dios, ¿quién como tú?", y Ex. 15:11, "¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses?" La adoración de la bestia es una parodia de la adoración a Dios. El poder de la bestia es muy real: "¿Quién podrá luchar contra ella?" Esta pregunta es contestada más adelante en 19:19-20, cuando la bestia y los reyes de la tierra hacen guerra sobre el jinete del caballo blanco que es el Rey de reyes y Señor de señores, pero la bestia es capturada y arrojada viva al lago de fuego y azufre. Mounce nota que la motivación para la adoración no es su grandeza moral sino el poder sobrecogedor de su fuerza. Compare "¿Quién podrá luchar contra ella?" con "¿Quién podrá sostenerse en pie?" contra la ira del Cordero en 6:17. La respuesta se da en 19:19 ff. Sólo Cristo puede hacer guerra contra la bestia; no la iglesia.

v. 5 - También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses - Las palabras jactanciosas y las blasfemias son reminiscencias del pequeño cuerno de Daniel que tenía ojos como los ojos de hombre y una boca que hablaba grandes cosas (Dn. 7:8, 20, 25; ver también Ap. 11:36). La frase "se le dio" y cuarenta y dos meses indican una limitación divina. Los cuarenta y dos meses son un período hasta que venga Cristo (ver discusión sobre 11:2). Este es el mismo período que los gentiles pisotean la ciudad santa (11:2) y el mismo tiempo en que la iglesia testifica (1260 días, 11:3), y el mismo tiempo que es cuidada la mujer en el desierto (12:6, 14). Es decir, es la era del evangelio que es el período del testimonio de la iglesia en la tierra (Hch. 1:8). Así, la bestia ejerce su autoridad durante la era del evangelio. Algunos comentaristas ven a las cuarenta y dos semanas como un período literal de tres años y medio que corresponden a la última mitad de la semana de Daniel (Dn. 9:27).

v. 6 - Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo - En v. 1 tenía siete cabezas.... y sobre cada cabeza un nombre blasfemo. Lo encontramos nuevamente en 17:3 cubierto de nombres blasfemos. Es el anti-Dios, impío y diabólico. Esta es la actitud del mundo y se expresa finalmente por medio del anticristo que se proclama a sí mismo como Dios (2 Tes. 2:4). Él sigue a su amo, el Diablo (diabolos) quien calumnia al pueblo de Dios (cf. 2:9). El diablo (diabolos) se menciona cuatro veces en Apocalipsis. Es similar al rey del norte de Daniel (Dn. 11:36) quien se exaltará y se magnificará por encima de todo dios, y dirá cosas jamás oídas acerca del Dios de dioses, y también al pequeño cuerno de Daniel que habló jactanciosamente (Dn. 7:20). Esta blasfemia ocurre cuando los gobernantes tienen poder y autoridad absolutos. Los que moran en el cielo pueden ser vistos como la iglesia que vive idealmente en el cielo (Fil. 3:20, Ef. 2:6). Herodes es un tipo del anticristo (Hch. 12:21), como lo es Nabucodonosor, quien no glorificó a Dios y se volvió una bestia (Dn. 4:32). Compare la blasfemia aquí con los siervos de Dios "los que temen tu nombre" (11:18).

v. 7 - Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación - En Dn. 7:21 es el pequeño cuerno de la cuarta bestia la que hace guerra contra los santos y los derrota. La tercera bestia de Daniel recibió autoridad para gobernar (Dn. 7:6). Ya hemos visto tres advertencias sobre la persecución: en 2:10, la iglesia en Esmirna es advertida que el diablo pondrá a algunos de ellos en prisión y algunos hasta morirán; en 6:9, en el quinto sello, Juan ve las almas de aquellos que habían sido muertos por la palabra de Dios y el testimonio de Jesús; en 11:7, cuando los dos testigos, es decir la iglesia, han finalizado su testimonio, la bestia sube del Abismo y los atacará, los vencerá y los matará. El capitulo aquí contiene una advertencia explícita a los Santos, que hará guerra contra ellos y los vencerá, y en v. 10 esto requiere "la paciencia y la fe de los santos". Note las palabras "se le permitió..." Parte del mensaje de este libro es que, aunque la bestia tenga éxito en matar a los santos, Dios está todavía en el trono y en control. La bestia parecerá haber vencido a los santos, pero de la misma forma que el mundo parece haber vencido a Cristo en la cruz, de hecho le da la victoria a los santos sobre la bestia y su imagen. Los vencedores se encuentran cantando el canto de Moisés y del Cordero en 15:2-4 (ver también 12:11). Note que los dos testigos vuelven de nuevo a la vida (11:11). Así como el mundo gritó "¡Crucifícale!", así el mundo odiará y perseguirá a los santos. Si lo persiguieron a Jesús, perseguirán a los santos (Jn. 15:20). Así como algunos judíos le dieron su lealtad a César cuando crucificaron a Jesús ("No tenemos más rey que César", Jn. 19:15), el mundo le dará su lealtad a la bestia y perseguirá a los santos. Detrás de la bestia, por supuesto, está el dragón que está haciendo guerra contra los santos (12:17). Note la descripción en cuatro partes (tribu, pueblo, lengua y nación) de aquellos sobre los que tiene autoridad la bestia, lo que indica que vienen de los cuatro rincones de la tierra. El reino de la bestia es un reino mundial. La bestia trabaja muy estrechamente con la prostituta (Roma o Babilonia) sentada sobre la bestia y ebria con la sangre de los santos (17:6). Pero la bestia hará guerra contra el Cordero y será vencida (17:14, 19:19-20). Aquí, y en los versículos anteriores referentes a la blasfemia, la bestia es el anticristo en el sentido de estar "contra" Cristo.

Aquí se nos advierte con anticipación que la bestia, es decir las naciones tiránicas, tendrán éxito en vencer a los santos, poniéndolos en la cárcel y matando a los santos. Estar advertidos es estar preparados. Por lo tanto, los Santos no deben sorprenderse cuando sus perseguidores ganen (ej: Rusia, China, etc.). Su actitud debe ser de paciencia. Daniel (Dn. 7:21) y Apocalipsis indican que ellos ganan al final. Así como el hombre tuvo éxito en crucificar a Jesús, así el hombre tendrá éxito persiguiendo a los santos. Un siervo no es más que su amo; si lo persiguieron a Jesús, perseguirán a la iglesia (Jn. 15:20). En este punto nos debemos hacer la pregunta: ¿Por qué permite Dios que Su pueblo sufra así? La respuesta que da Caird es para que el mal siga su curso destructivo y se consuma, dándole a la humanidad la oportunidad más grande posible de arrepentirse. El martirio, como la cruz, es el costo de la paciencia divina (2 Pedro 3:9).

v. 8 - Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo - Así como la bestia tiene autoridad política sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación, también tiene autoridad religiosa. Todos los que no lo conocen a Dios, adorarán a la bestia. "Todos los moradores de la tierra" es un término que incluye a todos porque todos, fuera de los santos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida del Cordero, adorarán a la bestia (ver también 17:8). Esta persuasión es tan grande que todo el mundo adora a la bestia. Son, por supuesto, engañados. En 1 Tes. 2:9-12 encontramos que aunque son engañados por el hombre de pecado y los milagros falsos satánicos y las señales y maravillas, es Dios también que les envía una falsa ilusión para que crean la mentira. Él hace esto porque ellos se han rehusado a amar la verdad y así ser salvos, aun después de las advertencias de las trompetas (9:20-21). Sólo los nombres del pueblo de Dios están en el libro de la vida del Cordero (21:27). Para el "libro de la vida" ver también Sal. 69:28, Fil. 4:3.

El Cordero fue muerto antes de la fundación del mundo porque fue decidido en la eternidad pasada, así como Dios escogió a los que están en el libro de la vida antes de la creación del mundo (1 Pedro 1:20, Ef. 1:4). La adoración de la bestia del mar es orquestada por la bestia de la tierra (ver v. 12-15) quien usa señales y maravillas y la amenaza de muerte para hacer que la gente de la tierra adore a la primera bestia. Debe notarse que en 1 Pedro 2:17 se nos dice que temamos y honremos al rey. No se nos dice que adoremos al rey; eso le corresponde sólo a Dios. Aquellas personas que conocen a su Dios no quebrarán el primer y segundo mandamiento para adorar a la bestia (Ex. 20:3-6). Es loable que un hombre soporte el dolor del sufrimiento injusto así como Cristo mismo hizo (1 Pedro 2:19-24).

v. 9 - Si alguno tiene oído, oiga - Una palabra solemne a los santos para que escuchen el próximo versículo. Esta es la única repetición de la fórmula usada para las siete iglesias (ver 2:7). El versículo anterior implica que los santos, cuyos nombres están escritos en el libro de la vida, no adorarán a la bestia, pero esto tiene consecuencias que debemos mirar con detenimiento en el próximo versículo.

v. 10 - Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto - Este versículo indica las consecuencias asociadas con la no adoración de la bestia, se decir la cárcel y la muerte. Esto está tomado de las palabras del Señor a Jerusalén, que estaba por destruir por el pecado de su pueblo (Jer. 15:2-3). Esto enfatiza la inevitabilidad de la persecución. Note que la cárcel y la muerte son las dos formas de persecución sobre las que fue advertida la iglesia de Esmirna (2:10). No tiene sentido y no es cristiano resistir con la espada. Jesús advirtió en Mt. 26:52 que todos los que tomen espada, a espada perecerán. Esto indica la inevitabilidad de la cárcel o la muerte causadas por la bestia. Ocurrirá; que los santos estén advertidos. La muerte por persecución es parte de la suerte del santo. En 12:11 los santos vencen a Satanás "por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte". Pablo nos dice que venzamos al mal con el bien y que nos sometamos a las autoridades que gobiernan (Rom. 12:21-13:1-7). Lo mismo hace Pedro (1 Pedro 2:13, en v. 19 dice "esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente". Él lo pone a Cristo como el ejemplo supremo de uno que pasó por un sufrimiento injusto; Él no había cometido ningún pecado y no se vengó ni hizo amenazas, sino que se encomendó a Dios (1 Pedro 2:21-23).

v. 10 - Aquí está la paciencia y la fe de los santos ("Aquí se requiere la paciencia en el sufrimiento y la fe de los santos", BJ - "Por eso, los que pertenecen al pueblo de Dios necesitan fortaleza y fe", VP) - Se requiere la paciencia en el sufrimiento y la fe de los santos porque deben someterse sin resistencia al ataque vencedor de la bestia (Caird) así como Juan se sometió a su exilio en Patmos (1:9). Uno no puede remediar un mal con otro mal (1 Pedro 3:9). Jesús no se vengó de sus acusadores (1 Pedro 2:23). Recuerde la advertencia de Jesús sobre la persecución en Lc. 12:4, "No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed." La paciencia y la fe frente al sufrimiento es uno de los temas de este libro y se requiere de los santos. También se encuentra en 1:9. En 14:12 nos advierte que la paciencia y la fe es requerida porque los que adoran a la bestia y a su imagen sufrirán el tormento eterno. La paciencia frente al sufrimiento se encuentra en otras partes de las Escrituras: "sufridos en la tribulación" (Rom. 12:12); ver también 2 Cor. 1:6, Col. 1:11, Stg. 5:7-11. En 6:9 y 20:4 encontramos las almas de los mártires que han sido fieles hasta la muerte. Fueron muertos por su obediencia a la palabra de Dios y el testimonio de Jesús que habían mantenido hasta la muerte. Ver también Mt. 5:11-12 (bienaventurados sois cuando os vituperen...), Mt. 5:38-39 (no resistáis al que es malo), Mt. 5:43-48 (amad a vuestros enemigos). Jesús no absorbió el mal y la injusticia hecha contra Él aun hasta el punto de dejar a la gente malvada que lo crucificara hasta la muerte, y Él espera que sus seguidores sigan Su ejemplo (1 Pedro 2:21-23). No debemos enfrentar el mal con el mal, sino con el bien (Rom. 12:17-21). Ver "The cross of Jesus", Cap. 7, Leon Morris, The Paternoster Press, 1994.

24. La bestia de la tierra (13:11)

(Ap. 13:11) Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como un dragón. {12} Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. {13} También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. {14} Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se la ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió. {15} Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. {16} Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; {17} y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marco o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. {18} Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis. 

Este es el segundo de los secuaces del diablo. La bestia de la tierra es conocida también como el falso profeta y completa la trinidad no santa del Dragón, la bestia y el falso profeta. Si el Diablo le da toda su autoridad a la primera bestia y la segunda bestia le da gloria a la primera bestia, entonces tenemos una falsificación del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Si la primera bestia representa el poder político, esta representa el poder religioso. Más adelante es llamado el falso profeta, se parece a un cordero y habla como el diablo. Es un falso Cristo. Él recibe su autoridad del poder político y su función es obligar a los habitantes de la tierra a que adoren a la primera bestia. Él realiza milagros falsos, señales y maravillas como lo hará el anticristo. Al igual que la religión falsa, puede ser una filosofía falsa hecha por el hombre que apoya al estado como el nazismo o el comunismo. También ejerce el control económico dentro del estado, así que nadie puede comprar o vender a menos que tenga la marca de la bestia sobre su mano derecha o sobre su frente. Los santos no reciben la marca y como resultado sufren por esto. El número de la bestia es 666; 6 es el número del hombre porque el hombre fue creado el sexto día. Por lo tanto, 666 es una trinidad de seis, es decir la religión o la filosofía del hombre.

Podemos ver algunas de las formas que el dragón y la bestia hacen guerra contra la iglesia a través de la bestia de la tierra:

1. Se parece a Cristo (un cordero) pero habla como un dragón, es decir habla mentiras y falsa doctrina; es un falso profeta
2. Realiza señales falsas y maravillas que engañan al mundo y podría engañar a los elegidos
3. Mata a todos los que se rehusan a adorar la imagen de la bestia. Esto es persecución
4. Obliga a todos a recibir la marca en la mano derecha o en la frente sin la cual nadie puede comprar o vender. Esto es control económico

v. 11 - Después vi otra bestia que subía de la tierra - El diablo había sido arrojado a la tierra (12:4) y en 12:12 se pronuncia un Ay sobre la tierra y el mar porque el diablo ha bajado allí y está lleno de ira. La primera bestia salió del mar, es decir gente, naciones, y la segunda bestia salió de la tierra. La tierra es significativa; podría sugerir un hombre (nota: el hombre salió de la tierra, Gn. 2:7) o perteneciente al hombre. Esto se sugiere aun más en v. 18: el número de la bestia es el número del hombre, 666. Seis es el número del hombre porque fue creado el sexto día. Seis es uno menos que la perfección. Stg. 3:14-17 contrasta la sabiduría de la tierra que conduce a la envidia y a la ambición egoísta, que son terrenales, no espirituales y del diablo, con la sabiduría que viene del cielo que es pura, pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Pablo contrasta a Adán que era del polvo de la tierra con Jesús que vino del cielo (1 Cor. 15:47-48, cf. Jn. 3:31).

v. 11 - tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como un dragón - Parece bastante inofensivo hasta que abre su boca para proferir mentiras completamente satánicas y engaño, así como el dragón trato de destruir la iglesia con su río de mentiras en 12:15. Parece un cordero, es decir Cristo, pero viene como un lobo vestido de oveja y por adentro como un lobo feroz (Mt. 7:15). Este cordero es diferente al que fue muerto (5:6). Tiene dos cuernos como una oveja, es decir como Cristo que tenía siete cuernos, pero no ha sido muerto (Cristo sin la cruz) y hablando como un dragón. Los dos cuernos representan su testimonio. Compare con los dos testigos que son los verdaderos profetas de Dios. Él es la falsificación de Cristo (5:6) pero habla las palabras (mentiras) del dragón, es decir Satanás. Esto indica la falsa religión y la falsa filosofía que imita a la falsa religión; es una falsificación de la cosa verdadera. Él opera mediante el engaño; parece un cordero pero cuando habla dice mentiras. Más adelante la bestia de la tierra es llamada el falso profeta (16:13). Su objetivo es engañar al mundo y a los santos, si puede, para que acepten la marca de la bestia y para que adoren su imagen (19:20). Esto completa la trinidad no santa: el dragón, la bestia del mar y la bestia de la tierra (el falso profeta). Jesús nos advierte acerca de los falsos profetas y los falsos mesías que aparecerían antes del fin y que engañarían a muchas personas (Mt. 24:4, 5, 11, 23, 24). Esta bestia parece personificar al anticristo en el sentido de "en vez de" Cristo, aunque como Juan lo llama más adelante el falso profeta (que apunta a un falso Cristo) parece estar hablando de dos personajes. Berkhof señala que Daniel se refiere a la naturaleza política del anticristo y Pablo (2 Tes. 2) se refiere a la naturaleza religiosa del anticristo. Estos dos aspectos están combinados en Apocalipsis (ver la sección sobre el anticristo, en la introducción).

v. 12 - Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada - Debemos notar la progresión de autoridad delegada. Primero del dragón a la bestia (13:2); luego, de la primera bestia a la bestia de la tierra. Hasta el dragón sólo puede actuar con el permiso de Dios que está claramente en control y juzgará finalmente al dragón. La autoridad de la primera bestia es mundial, como se ve en v. 7. La segunda bestia está respaldada por el estado y, por lo tanto, por el diablo. Él tiene la aprobación de la primera bestia y ejerce toda su autoridad en nombre de ella; esta es una coalición entre la religión y el estado. Uno que está en presencia de alguien está dispuesto a cumplir con los requerimientos de esa persona. La misma preposición se usa para los dos testigos en 11:4: "estos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra". Como antítesis de estos dos testigos, los falsos profetas derivan su autoridad y ministerio de la primera bestia. Note los dos cuernos de la bestia comparados con los dos testigos. El falso profeta comparado con el verdadero profeta de Dios. Su objetivo es hacer que todos los habitantes adoren a la primera bestia (v. 15). Es un papel sacerdotal (cf. Dt. 10:8, 2 Cr. 29:11, Jer. 33:18, Ez. 44:15). Un verdadero profeta alienta a la gente a que adore a Dios, pero el falso profeta obliga a que sea adorada la bestia. Así como Cristo recibió Su autoridad del Padre, la segunda bestia deriva su autoridad de la primera bestia. Su objetivo es obligar, es decir forzar, al mundo a adorar a la primera bestia y quebrar el primer y segundo mandamiento (Ex. 20:3-5). Esto lo hace mediante señales milagrosas (v. 13), engaño (v. 14) y por la fuerza. Él representa el poder religioso, la falsa religión o la falsa filosofía. Considere el comunismo que es la filosofía que sostiene los grandes poderes como Rusia y China. La bestia sería el estado. A fin de explicar el orden creado el hombre ha reemplazado al Dios Creado con la teoría hecha por los hombres de la evolución. El hombre tiene que tener un sistema de creencia y si rechaza al cristianismo entonces debe reemplazarlo con algo. Estos son todos los prototipos de la religión final mundial que conducen y culminarán en una religión que permite la adoración del anticristo, el acto final de idolatría de la humanidad. Adoraron a la primera bestia y le darán su lealtad, y por tanto a Satanás. La herida fatal que había sido sanada (v. 3), fue causada por una espada (v. 14).

v. 13 - También hace grandes señales - En Dt. 13:1 el pueblo de Dios es advertido que no sigan a profetas que realizan señales y maravillas si inducen a la gente a seguir a otros dioses. Esto no significa que todas las señales y maravillas están mal; la iglesia, como los dos testigos, también realiza señales y maravillas (11:6). Así como la iglesia realiza milagros auténticos en el curso de su testimonio, el falso profeta realiza milagros falsos como los magos egipcios copiaron las primeras tres plagas sobre Egipto (Ex. 7:10-12, 7:22, 8:7) pero no pudieron copiar la cuarta plaga. Note que las señales milagrosas son demoníacas, son falsas, son usadas por él para engañar al mundo. Tanto en Ap. 16:13 como en 19:20 es llamado el falso profeta. Él autentica su tarea mediante el engaño, así como el Señor autentica Su palabra mediante señales y maravillas. El hombre de pecado también realizará milagros falsos (2 Tes. 2:9). Se da un comentario solemne sobre esto en 2 Tes. 2:10-12 (ver comentario sobre v. 8). La hechicería era común en el tiempo de Juan (Hch. 8:9). Mt. 7:22-23 demuestra claramente que profetizar y realizar muchos milagros no es una prueba de que uno es cristiano, porque el Señor les dice, "Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad". El falso profeta es también una parodia del Espíritu Santo y sus dones (1 Cor. 12:7-11), y encontramos una parodia de la trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo; Dragón, Bestia del mar, Falso Profeta.

v. 13 - de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres - La bestia es el falso profeta y es la falsificación de Elías, el verdadero profeta que hizo descender fuego del cielo en dos oportunidades (1 Reyes 1:10, 2 Reyes 18:38), y la bestia de la tierra produce milagros falsos. Es también la falsificación de los milagros obrados por los dos testigos (11:5-6). Se los describe como teniendo el poder de detener la lluvia como hizo Elías, y sale fuego de sus bocas. La bestia es descrita aquí como la falsificación de la iglesia. Cada vez que la iglesia está testificando en poder, entonces la bestia estará produciendo falsificaciones. Hay algunos que estarán de acuerdo con que representa a la iglesia apóstata, representada históricamente por la Iglesia de Roma. Note que es una figura pública, no está oculta, como Satanás. Así como los dos testigos representan el testimonio público de la iglesia. Nota: esto es también la falsificación del fuego de Dios que desciende del cielo y devora a los que se rebelan contra Dios en la rebelión final de Satanás (20:9).

v. 14 - Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se la ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió - En 19:20 es llamado falso profeta y se mencionan también sus señales y su engaño. El falso profeta está vinculado a la bestia y al dragón en 16:13 (ver también 13:12, donde ejerce toda la autoridad de la primera bestia). Él obra por engaño. Note la advertencia dada por Cristo en Mt. 24:24 que "se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos". Ver también Mt. 24:4-5. Se nos advierte que no seamos engañados por estos milagros, aunque el mundo será engañado. Nosotros tenemos que estar en guardia. Ver también la advertencia de Pablo en 2 Tes. 2:9 "... cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos." Es exitoso porque trabaja por engaño. Es claramente un tipo del anticristo que muestra todo tipo de milagros falsos, señales y prodigios (2 Tes. 2:9). Hace el trabajo del diablo haciendo que todo el mundo se desvíe (12:9). Note de nuevo las palabras "se le ha permitido", implicando la soberanía de Dios sobre todo. En 2 Tes. 2:11 Dios mismo envía un poder engañoso sobre ellos para que crean la mentira. El engaño (planao) se menciona en 2:20 cuando Jezabel engaña a los siervos de Dios hacia la inmoralidad sexual, en 12:9, 20:3, 8 y 10, donde el diablo engaña a los moradores de la tierra y en 18:23 donde se refiere a la prostituta que engaña a las naciones.

v. 14 - mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió - En 13:4 se nos dice que los hombres adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia y también adoraron a la bestia. En 13:8 se nos dice que todos los habitantes de la tierra adorarán a la bestia - todos cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero. En 13:11 la bestia que sale de la tierra hizo que la tierra y sus habitantes adoren a la primera bestia. Luego realiza grandes y milagrosas señales para engañar a los habitantes de la tierra. Ahora, en las etapas finales de la idolatría, ordena a los habitantes de la tierra a que erijan una imagen (eikon) en honor de la primera bestia para que la gente pueda adorar la imagen (v. 15) que está en contra del primer y segundo mandamiento (Ex. 20:3-6). Adoran la obra de sus propias manos (ver 9:20) como hacen todos los idólatras (Lenski). Uno de los propósitos principales de este libro es dejar en claro que sólo Dios debe ser adorado. La palabra imagen (eikon) es usada en el Nuevo Testamento para describir la imagen de la cabeza de los emperadores sobre las monedas (Mt. 22:20). Jesús es la imagen del Padre (1 Cor. 11:7, Col. 1:15) y Pablo la usa para describir los íconos que los hombres hicieron cuando "cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles" (Rom. 1:23). En vez de adorar al Cordero que fue inmolado (5:12) y que murió pero que vive por los siglos de los siglos (1:18), adoran a la imagen de la bestia que fue herida pero vivió. La misma idea es expresada en la estatua de Nabucodonosor hecha de oro y que medía sesenta codos por seis codos (Dn. 3:1, RV). Note el uso del seis (la VP convierte las medidas en metros, 30m de alto por 3m de ancho). Note el elemento de coerción y de autoridad: él les mandó que erigieran una imagen a la bestia. En el tiempo de Juan esto habría sido un busto o una estatua del emperador. En muchos países alrededor del mundo es común encontrar retratos del líder nacional en la pared o en el lugar de trabajo.

Aquí encontramos más información acerca de la herida fatal que había sido sanada (13:3, 12) causada por una espada. La espada corta (gr. machaira) no es probable que sea la palabra de Dios (1:16, 19:15, donde se usa rhomphaia, espada larga). En 19:21 la espada larga es usada para matar a los reyes de la tierra y sus ejércitos; aquí la espada corta es usada para herir a la bestia. La palabra para espada, machaira, es una palabra común para espada en el NT. Es usada para la espada que usó Pedro para cortarle la oreja al siervo cuando lo arrestaban a Jesús (Jn. 18:10) y para la espada del espíritu (Ef. 6:17) y la palabra de Dios (Heb. 4:12). Es usada en otras partes de Apocalipsis para la espada que mató a los mártires (6:4) y la espada usada por la bestia para matar a los santos (13:10).

v. 15 - Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase - Se le dio poder para infundir aliento a la imagen. Esto es una falsificación de la creación de Dios en donde Dios da el aliento de vida y el hombre se vuelve un ser viviente. Su habla es una falsificación de la palabra de Dios (Hughes). Contraste esto con el aliento de Dios que volvió a la vida a los dos testigos (11:11). A diferencia de Baal (1 Reyes 18:29) el ídolo podía hablar. Es interesante que en la descripción de Juan de los ídolos en 9:20 dice que "no pueden ver, ni oír, ni andar"; no dice que no puedan hablar (cf. Is. 45:20, Jer. 10:5, Hab. 2:18).

Debemos notar nuevamente que la fuente de la voz es el dragón a través de la línea de autoridad delegada, desde el dragón hasta la bestia del mar (13:2) hasta la bestia de la tierra (13:12) y ahora la imagen de la bestia. Así como Dios habla Su palabra, el Diablo habla mentiras (12:15). A la bestia se le dio una boca para pronunciar palabras jactanciosas y blasfemias (13:5-6). La bestia de la tierra habló como el dragón (13:11). Los espíritus malos salen de la boca del dragón, la bestia y el falso profeta (16:13-14). Así también salen palabras de la imagen de la bestia. Las palabras son causadas por demonios (cf. 16:14). Son una señal milagrosa (13:13). El Cordero lucha con la palabra de Dios, la espada del espíritu que sale de la boca (1:26, 2:16, 19:15, 21), así que la imagen de la bestia habla mentiras y muerte. Como Nabucodonosor, obliga a todos a adorar a la imagen de la bestia so pena de muerte. Aquellos que se rehusan a adorar la imagen están en el libro de vida del Cordero (13:8). Al rehusarse a adorar la imagen delatan su identidad como adoradores de Dios (11:1) y son muertos (Beasley-Murray) pero luego los vemos en el cielo como victoriosos sobre la bestia y su imagen (15:2)

Considere la falsa religión (hinduismo, islamismo, etc.) o la falsa filosofía como el comunismo. Es esto lo que le da poder y sustenta al estado. Si tomamos a Mao como nuestro modelo de la bestia, entonces el Partido es su ministro de propaganda (falso profeta) y su imagen equivaldría a los muchos retratos de Mao alrededor de China. Sin embargo, debemos notar que Mao no tenía un gobierno mundial. No es simpático de decir, pero la religión falsa se aplicaría también a la Iglesia Católica Romana, antes de la Reforma, que también estaba basada en Roma. Considere los títulos papales como Santo Padre - esto es claramente blasfemo - y la infalibilidad papal, porque sólo Dios es infalible. Considere prácticas tales como las indulgencias, que son simonía, es decir comprar el perdón.

v. 15 - para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase - La adoración y la idolatría son nuevamente el tema aquí. Esto nos recuerda la historia de Sadra, Mesac y Abednego (Dn. 3:5-6) cuando se da la orden, "cualquiera que no se postre y adore, inmediatamente será echado dentro de un horno de fuego ardiendo" (Dn. 3:6). Esto nos da una pista acerca de la identidad de la bestia que en este caso es Nabucodonosor, es decir un gobernante mundial que gobernó Babilonia, la gran ciudad. La descripción de Daniel de Nabucodonosor en Dn. 4:22 dice, "creciste y te hiciste fuerte, pues creció tu grandeza y ha llegado hasta el cielo, y tu dominio hasta los confines de la tierra". Dn. 3:7 indica que "todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado", so pena de muerte. A los santos se les requiere la misma valentía que Sadrac, Mesac y Abednego que dijeron, "No es necesario que te respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado" (Dn. 3:16-18). El fuego de Nabucodonosor es temporario, pero el fuego de Dios es eterno. Aquellos que adoran la imagen de la bestia evitan el fuego del hombre pero terminarán en el fuego de Dios en cambio (14:9-11, 20:15, 21:8). Si bien Cristo puede que no los salve del horno del mundo, los salvará del lago de fuego que es la segunda muerte. Si un cristiano se rehusaba a un acto de adoración al César era pasible de la pena de muerte. Aquí la bestia obliga a la gente a la idolatría. Sólo aquellos que conocen a su Dios se rehusan a adorar la imagen (Dn. 11:32). Encontramos a aquellos que han sido victoriosos sobre la bestia y su imagen en 15:2. Esto implica que ser victorioso sobre la bestia es ser un mártir (cf. 12:11). Resistir unirse a aquellos que adoran la imagen involucra paciencia de parte de los santos (14:12), junto con muerte o cárcel. Sin embargo, el castigo impuesto por Dios por adorar a la imagen es severa (14:9-11). La imagen es mencionada tres veces en este capítulo y siete veces más en Apocalipsis (Walvoord).

v. 16 - Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente - Además de forzar a la gente a adorar a la imagen, él también obliga a todos a que reciban un marca sobre la mano o sobre la frente. Esta marca está en la mano y en la frente y es por lo tanto claramente visible; no está oculta. Tenía gran poder sobre todas las clases de la sociedad. Note los tres pares, que dan seis en total: pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos. Contraste esta marca en la mano y en la frente con el mandamiento de Dios a los israelitas en Dt. 6:8, "las atarás (las palabras de los mandamientos) como una señal en tu mano (significando fuerza, es decir acciones), y estarán como frontales en tus ojos (es decir la mente)". Es también una parodia de la liberación de Dios de la esclavitud en Egipto, sólo que es esclavitud. Ver Ex. 13:16 "Te será, pues, como una señal sobre tu mano, y por un memorial delante de tus ojos, por cuanto Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte". Pero los cristianos no reciben la marca (20:4). Esta marca es una parodia del sellado de los siervos de Dios en 7:2, quienes tienen el nombre del Cordero y del Padre escritos sobre sus frentes para escapar de la destrucción que está por caer sobre la tierra. Así que los seguidores de la bestia escapan de su ira contra la iglesia llevando su marca (Mounce). La marca afecta su acción (mano) y pensamiento (frente). Identifica a aquellos que adoran a la bestia.

La marca (gr. charagma) no debe ser tomada literalmente como la mayoría del simbolismo de Juan. La marca recibida es una parodia o falsificación del sello recibido por los hijos de Dios (ver 14:1). Este sello no es un sello visible. Tienen el nombre del Cordero y del Padre escritos sobre sus frentes. Si no tomamos esto como una marca literal entonces es probable que la marca de la bestia no sea una marca literal. Aquí está descrita en v. 17 como "la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre" que se identifica como 666 en v. 18. Está vinculada estrechamente con aquellos que adoran a la bestia y a su imagen. Los marca como de él (de la bestia). Es recibida sobre la mente, lo que significa su mente, o sobre la mano, los que significa sus acciones, es decir cualquiera que sigue la filosofía o lleva a cabo las acciones de la bestia. Las características de aquellos que han sido marcados así se describen en 21:8 (también en 22:15): todo aquél que ama (marca en la frente) y practica (marca en la mano) la mentira. De Rom. 12:1 aquellos que adoran a la bestia son los que se conforman a este siglo (mundanos) y no renuevan su entendimiento; no obedecen la voluntad de Dios. La marca puede significar posesión, devoción, aceptación de la autoridad de la bestia. Así como el sello de Dios marca a los que son de Él, la marca de la bestia marca a los que son de él. No sólo el ganado, sino también los esclavos eran marcados como señal de posesión. Tal vez Juan estaba pensando también en las marcas de la cruz que Jesús llevó en sus manos y las marcas causadas por la corona de espinas. Aquellos que reciben la marca serán castigados junto con la bestia (14:9-11, 19:20). Aquellos que adoran a la bestia y su imagen y aquellos que reciben la marca de su nombre son lo mismo (4:11). Los santos son aquellos que no han adorado a la bestia o a su imagen y no han recibido la marca en sus frentes o en sus manos (20:4). Los santos son aquellos que adoran a Dios(11:1), obedecen los mandamientos de Dios y permanecen fieles a Jesús (14:12).

Barclay tiene los siguientes comentarios sobre la marca. La palabra para la marca de la bestia es charagma, y podría venir de más de una costumbre antigua.

1. A veces los esclavos domésticos eran marcados con la marca de su dueño. Pero normalmente eran marcados sólo si se habían escapado o habían sido culpables de alguna falta grave. Tal marca era llamada stigma; todavía usamos la palabra en español (estigma). Si la marca estaba relacionada con esto, significa que los que adoran a la bestia son de su propiedad. Nota: la palabra usada para siervos en Apocalipsis significa esclavos [de Cristo] así que en la misma forma aquellos marcados por la bestia son sus esclavos o siervos.
2. Algunas veces los soldados se marcaban ellos mismo con el nombre de su general, si eran soldados devotos de él. Esto, hasta cierto punto, se corresponde con la costumbre moderna de tatuarse la persona el nombre de una persona especialmente querida. Si la marca está conectada con esto, significa que aquellos que adoran a la bestia son sus seguidores devotos.
3. En cada contrato de compra y venta había un charagma, un sello, y sobre el sello estaba el nombre del emperador y la fecha. Si la marca está conectada con esto, significa que los que adoran a la bestia aceptan su autoridad. Nota: esto podría ser también un sello de posesión.
4. Toda moneda tenía la cabeza y la inscripción del emperador estampados sobre ella, para mostrar que era su propiedad. Si la marca está conectada con esto, significa que los que la llevan son la propiedad de la bestia
5. Cuando un hombre quemaba su pizca de incienso al César, se le daba un certificado que decía que lo había hecho. La marca de la bestia podría ser un certificado de adoración que un cristiano podría conseguir sólo al precio de negar su fe.

El único otro uso en el Nuevo Testamento de la palabra charagma, fuera de Apocalipsis, está en Hch. 17:29 cuando Pablo habla a los hombres de Atenas, "Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura (imagen, charagma) de arte y la imaginación de hombres." Pablo está contrastando a los ídolos con el Dios viviente que hizo el mundo y todo lo que hay en él (ver Hch. 17:24 cf. Ap. 14:7). Debemos notar entonces la relación estrecha entre la marca y la adoración de la imagen (13:15) que es un acto de idolatría (cf. 2:14, 2:20, 9:20, 21:8, 22:15) y por lo tanto recibir la marca significa ser marcado como un idólatra.

v. 17 - y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marco o el nombre de la bestia, o el número de su nombre - La segunda bestia, además de tener poder religioso (v. 15) tiene también poder económico. Nadie podía comprar o vender a menos que tuviera la marca de la bestia sobre su frente o sobre su mano. Es significativo que las monedas de ese tiempo tuvieran la cabeza del emperador sobre ellas (Mt. 22:19-21) y algunos emperadores usaban títulos divinos sobre las monedas como lo hizo Antíoco Epífanes (Gleason) quien es un tipo del anticristo. El número del nombre se está refiriendo más probablemente a una gematria. La penalidad por adorar a la bestia y su imagen es proclamada por el tercer ángel en 14:9-11 y es el tormento eterno. La primera copa es derramada sobre los que tienen la marca de la bestia y adoran su imagen. Los que son victoriosos sobre la bestia y su imagen y el número de su nombre cantarán la canción de Moisés y del Cordero en el cielo (15:2). Reinarán con Cristo por mil años (20:4).

v. 18 - Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis - Aquí se nos advierte que se requiere sabiduría, como en 17:9 donde se requiere sabiduría para interpretar las siete cabezas de la bestia. ¡El que tiene entendimiento que cuente el número de la bestia! Es decir que use su mente. En las siete cartas a las iglesias al que tenía oído se le decía que lo usara (Lenski). Es el número del hombre, lo que significa literalmente que es el número de un hombre, pero note que en griego el artículo definido está omitido así que la versión Reina-Valera está en lo correcto al decir que el número de hombre y no el número de un hombre (ver también Hailey). El número del hombre es seis porque fue creado el día sexto. En Apocalipsis el número siete representa lo completo, como los siete días de la semana. Dios descansó el séptimo día de la creación (Gn. 2:2).

Algunos interpretan este acertijo en la forma de una gematria, en donde el número representa las letras del nombre de un hombre pero que no ha sido resuelto satisfactoriamente al día de hoy. Pero la comprensión más sencilla es que si 7 significa completo entonces 6 siempre se queda corto de 7 y, por lo tanto, 666 es una trinidad de imperfecciones, es la religión del hombre. Por cierto Nerón, Domiciano, Mao, Stalin y Hitler encajan en el papel de la bestia muy bien. Cualquier iglesia bajo persecución identificará fácilmente quién es su bestia. Para cualquier iglesia que no está bajo persecución es sólo una especulación vacía, tendrán que esperar hasta que la bestia sea revelada (2 Tes. 2:3-7). Tal vez debamos hacer caso de las palabras del ángel a Daniel (Dn. 12:9), "estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin". Sólo entonces podremos identificar el último y más grande anticristo al que el Señor matará con el aliento de su boca. Sin embargo, todos los santos necesitan ser capaces de interpretar las señales de los tiempos, y una comprensión de los principios involucrados en el libro de Apocalipsis será por lo tanto de valor. Lenski muestra que Juan escribe el número no en palabras, sino en letras griegas: cxs, c=600; x=60; s=6 (chi_xi_sigma: G5516). Este es el número 6 más su múltiplo de 10, es decir 60, más su múltiplo de 10 x 10 (lo completo intensificado), es decir 600 - por lo tanto, 666, tres veces sin llegar al 7 divino (cf. las medidas de la estatua de Nabucodonosor, 60 x 6 codos, Dn. 3:1).

v. 18 - seiscientos sesenta y seis - Hay explicaciones alternativas. Es difícil señalar a una persona, pero esto es probablemente intencional. Cada vez que usted trate de ser específico generalmente termina teniendo que torcer algún hecho histórico para que encaje. El punto es que Juan está dando principios que se aplican a lo largo de la era del evangelio y no a un punto específico del tiempo. Recuerde que Juan está viendo la historia humana desde la perspectiva del cielo. Como lo deja en claro Juan en su epístola, "el anticristo ha venido, así ahora han surgido muchos anticristos" (1 Jn. 2:18). El número puede ser interpretado simbólicamente como el número del hombre, una trinidad de seis, o específicamente de un hombre, el anticristo.

1. Nos dice que es el número del hombre. 6 es el número del hombre porque fue creado el sexto día; 666 es una trinidad, es decir que indica a un hombre aceptando adoración debida a Dios. Esto está reflejado en el anticristo (ver 2 Tes. 2:3-4) que se proclama a sí mismo como Dios. Esto ocurrió en el tiempo de Domiciano que reclamó la divinidad. Esto encaja también con Mt. 24:11 y 24:23-24. Aquí Jesús advierte que habrá falsos Cristos realizando grandes señales y prodigios para engañar aun a los elegidos.

2. El número 666 es una trinidad (Satanás, bestia, falsa profeta). Puede ser considerado también la religión del hombre, o su filosofía hecha por el hombre, pero se queda corto de la verdadera religión que es revelada por Dios. La evidencia está más a favor de un hombre, un gobernador o emperador. Sin embargo, el falso profeta (un hombre) dará falsas doctrinas. El producto resultante será una religión falsa o una filosofía falsa. Aquellos que tienen la marca son, por lo tanto, los que siguen o creen en el sistema religioso falso o el sistema filosófico. Por ejemplo, el marxismo, el confucionismo, el budismo, todos se quedan cortos de la religión verdadera revelada divinamente. No llegan a entrar en el descanso de Dios. Seis siempre se queda corto de la perfección (siete). Yerra el blanco, la misma esencia del pecado. Milligan señala que Juan estaría bien consciente del judaísmo pervertido de su tiempo que terminó crucificando a su Señor; era la religión de los hombres (Mr. 7:6-8).

3. 666 puede ser también una gematria en que las letras del alfabeto son usadas también como números, tanto en hebreo como en griego. Se han hecho varios intentos, la mayoría sin éxito; traduciendo el griego Nerón Kaisar al hebreo da 666, lo que es interesante. El principio es que Nerón sería un ejemplo de la bestia de la tierra, y otros surgirían después de él (ej: Domiciano). El nombre Jesús en griego es 888, IHSOUS (10, 8, 200, 70, 400, 200). Si la audiencia de Juan lo sabía, como sostiene Sweet, entonces 666 indicaría inmediatamente que 666 era la falsificación del diablo de Jesús, es decir el (o un) anticristo. Si Nerón es el tipo, entonces los ejemplos modernos serían Hitler (considere el nazismo, la filosofía que ayudó a mantenerlo en el poder), Mao (comunismo), Stalin (comunismo); el cumplimiento final es el anticristo. Si a=100, b=101, c=102, etc. entonces HITLER=666. Los primeros seis numerales romanos I V X L C D suman 666. J. B. Smith, citado por Walvoord dice, "todos los números desde 1 a 36 suman 666. La bestia en el sentido mal ocurre exactamente 36 veces (6 x 6) en Apocalipsis. Mounce agrega que todos los números de 1 a 8 también suman 36, y 8 es el número del anticristo porque es el octavo rey (17:11). El principal problema con el uso de la gematria es que muchos nombres pueden dar el resultado 666; no hay un nombre único. Algunos textos hasta han sido alterados para dar 616 que puede dar Nerón César en latín o Gaios Kaisar (Calígula) en griego (ver Sweet). Si tomamos el número de Jesús como 888, esto encaja en el patrón de 7 días de la creación, donde el octavo día es el primer día del nuevo orden. Los judíos creían que los siete días de la creación correspondían a 7.000 años, basados en Sal. 90:4 donde un día equivale a mil años. El sexto día pertenece al anticristo y el séptimo, al milenio. El hecho de que el anticristo es un octavo rey indica que es la falsificación de Cristo (17:11), el penúltimo que reclama ser el último (Sweet). El número resume el carácter de la bestia. Para el judío, seis queda corto del número sagrado siete que es la perfección. Triplicándolo representa el potencial del mal del que no puede haber ninguno mayor, un destino horrendo del que no puede haber otro peor (Milligan).

¿Indica el Apocalipsis que habrá una religión mundial cuando se revele el anticristo? Ap. 13:7 indica que la primera bestia tendrá autoridad sobre "toda tribu, pueblo, lengua y nación". Esta descripción de cuatro partes indica los Cuatro Rincones de la tierra. Y 13:8 indica que todos los habitantes de la tierra adorarán a la bestia, excepto los santos. La segunda bestia ejerce control religioso y económico sobre el mundo. Realiza señales milagrosas que engañan a los habitantes de la tierra (13:14). Él obliga a los habitantes de la tierra a que adoren a la primera bestia y su imagen (13:12, 15). Él fuerza a todos, de todos los estratos de la sociedad, a aceptar la marca de la bestia sin la cual nadie puede comprar o vender (13:16-17). Por lo tanto, la respuesta a nuestra pregunta es que durante el reino del anticristo habrá una adoración mundial de la bestia y de su imagen, pero los santos lo resistirán hasta la muerte. Dado que la adoración de la bestia es forzada es probable que la religión mundial anterior a la revelación de la bestia sea voluntaria. Debe notarse que con los viajes modernos, los medios y las comunicaciones la estructura a través del cual un reino mundial de la bestia está siendo construido. Cada hogar tiene hasta su propio equipo de TV. Es probable que muy pronto será posible para una persona tener una marca identificatoria, aun invisible, en la mano o en la frente que identificará en forma única a la persona y será usada para comprar y vender. ¿Es esta la marca de la bestia? Primero, esta marca no se aplicaba a las generaciones anteriores y sin embargo hubo muchos que siguieron a la bestia de su generación. Goldsworthy señala que tomar una interpretación literal de la marca como 666 tiende a desplomarse bajo su propio peso, porque entonces cada individuo estaría estampado con exactamente la misma marca, que tiene valor para identificar a los miembros de un grupo pero no para distinguir a uno del otro. De nuevo, los 144.000 a los que se refiere el cap. 7 y 14 tienen la marca de Dios en sus frentes, pero no tomamos esto en forma literal; simboliza que están sellados en forma segura como la posesión propia del Padre, la redención que es recibida por fe y sellada por el Espíritu de Dios. De forma similar, la marca de la bestia simboliza la incredulidad, el rechazo de Cristo y del evangelio (Goldsworthy). Esta expectativa de una marca literal surge porque interpretamos Apocalipsis en forma literal en vez de simbólica, como debería ser interpretado. También debemos notar que tanto los ricos como los pobres tienen la marca, y es poco probable que tuviera algo que ver con las tarjetas de crédito, que sólo tienen los ricos.

Sin embargo, hay un peligro aquí. Si buscamos algún dictador mundial que tenga control económico sobre los individuos así como un control político y religiosos y que por lo tanto se parece al "anticristo", esto no significa necesariamente que el fin está por llegar a menos que el otro pre-requisito de la segunda venida se cumpla, es decir la predicación del evangelio a todas las naciones (Mt. 24:14). No debemos permitir que la especulación sobre la naturaleza de la marca de la bestia aparte a la iglesia de su misión principal, es decir predicar el evangelio. Cada uno de los cuatro evangelios termina con la gran comisión (Mt. 28:18-20, Mr. 16:15-20, Lc. 24:46-29, Jn. 20:21-23), y Hechos comienza con él (Hch. 1:7-8). Los dos testigos continuaron profetizando hasta que la bestia los mató (11:7). Las dos bestias representan tanto el poder político y eclesiástico de la bestia. Los padres fundadores de América separaron a la iglesia del estado. Reconocieron que una amalgama de la iglesia con el estado era potencialmente letal para ambos, iglesia y estado. La separación era para impedir que el estado interfiriera con la iglesia y para impedir que la iglesia tuviera poder político con el cual pudiera obligar a la gente. Reconoció la distinción entre dar a César lo que le pertenece a César y dar a Dios lo que le pertenece a Dios. Cuando César empieza a reclamar aquellas cosas que le pertenecen a Dios, se vuelve la bestia. En China hay una iglesia oficial auspiciada por el estado; de nuevo, esto es peligroso porque las demandas de Cristo sobre su pueblo están por encima de las del estado. Cuando el emperador Constantino se declaró cristiano, esto quitó la persecución pero tuvo un efecto desastroso sobre la iglesia. La persecución mantiene a la iglesia pura, pero cuando se convierte en la religión oficial la iglesia se vuelve débil y endeble y finalmente se vuelve apóstata. La iglesia apóstata no ha retrocedido solamente, sino que se ha apartado tanto que es parte de la estructura política de la bestia. Por lo tanto, algunos ven a la iglesia apóstata como Babilonia la grande, cap. 17. La iglesia apóstata se ha vuelto tan mundana que no puede distinguirse del mundo.

Finalmente, ¿cómo deberíamos reaccionar a la bestia del mar y de la tierra? La bestia del mar, que representa a la persecución, requiere paciencia de parte de los santos. La bestia de la tierra, que representa decepción, requiere sabiduría, para saber la diferencia entre el Cordero que fue inmolado y el Cordero que habla como el diablo. 666 representa la religión humana de obras, lo mejor que puede hacer el hombre, pero se queda corto respecto de la obra completa terminada de Cristo en la cruz.

El duplicado en Apocalipsis 13 y 17
El Apocalipsis ofrece numeroso duplicados, explicado según Allo con la teoría de la ley de las ondulaciones: “Una visión esquemática que contiene toda la revelación contemplada, se explicita luego en divisiones más amplias que ella, idénticas a la primera en cuanto al fondo, pero aportando una nueva precisión y claridad”. Vamos a ver el duplicado constituido por la visión de la bestia, en los capítulos 13 y 17.

Capítulo 13
Capítulo 17
diez cuernos y siete cabezas
siete cabezas y diez cuernos
nombres blasfemos
nombres blasfemos
llena de admiración
se llenarán de admiración
los hombres de la tierra, cuyo nombre no está escrito en el libro de la vida
los habitantes de la tierra, cuyo nombre no está escrito en el libro de la vida
desde la creación del mundo
desde la creación del mundo

Sin embargo hay también diferencias:

- En un texto habla de que la bestia surge del mar y en el otro texto habla del abismo.
- En el texto del capítulo 13 parece que la bestia iba a perecer porque una de sus cabezas había sido herida de muerte, mientras que en el otro texto no dice nada.

De todos modos, hay unanimidad sobre la interpretación general: La bestia simboliza al imperio romano (a Nerón), las cabezas a los emperadores. Los dos textos tratan de la <<resurrección>> de la bestia. Hay una doble explicación simbólica de las siete cabezas: La primera, compara las siete cabezas con siete colinas por lo que habla de Roma. La segunda, se pregunta ¿cómo puede existir una de las cabezas (v. 10: cinco han pasado, una es, la otra no ha venido), si la bestia no existe?

En conclusión parece tratarse de dos variaciones diferentes de un solo y mismo tema, de dos tradiciones diferentes. Pero vemos que son dos tradiciones paralelas y que además la interpretación simbólica de la primera ha sido desplazada y unida a la de la segunda, prescindiendo de toda lógica. Con los duplicados del Apocalipsis, sería posible reconstruir dos textos primitivos escritos en fechas diferentes y fundidos más tarde en un solo texto por una mano diferente.

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