El Triunfo de la Iglesia por Pedro Pablo Rubens
Siglo I (1-100)
Simón el Mago, llamado también Siimón de Gitta fue un líder religioso samaritano, inicialmente gnóstico (posteriormente modificó sus doctrinas), mencionado en la literatura cristiana primitiva.
Puntos de vista conflictivos
Se encuentran referencias a Simón el Mago en los Hechos de los Apóstoles (Hechos 8:9-24), en las obras patrísticas de Justino Mártir, Ireneo de Lyon e Hipólito, en los Hechos apócrifos de Pedro y en la llamada "literatura clementina". No está claro si todas estas fuentes se refieren a un solo personaje o a varios personajes distintos. Las distintas fuentes de referencia sobre Simón presentan imágenes muy diferentes de su figura, hasta el punto de que existen discusiones sobre si se refieren a la misma persona. Asumiendo que todas las referencias se refieren al mismo personaje del que hablaron los padres de la Iglesia, la referencia más antigua y conocida se encuentra en el capítulo 8 de Hechos de los Apóstoles. En él se relata que Simón, un mago de Samaria, era seguidor del diacono Felipe. Simón el Mago practicaba la magia en la ciudad de Sebaste en Samaria, que fue convertido al cristianismo por Felipe el Evangelista, pero que después trató de comprar a los Apóstoles Pedro y Juan, que fueron enviados a Samaria, para que le concedieran el poder del Espíritu Santo. Simón les ofreció dinero, a cambio del poder, de transmitir el Espíritu Santo, proposición que ambos apóstoles rechazaron escandalizados. (De esta propuesta de Simón el Mago deriva la palabra "simonía", que designa el pecado consistente en pagar por obtener prebendas o beneficios eclesiásticos).
En el texto cristiano apócrifo de los Hechos de Pedro se narra una de las leyendas más conocidas acerca de Simón el Mago. Cuando exhibía sus poderes mágicos en Roma, volando ante el emperador romano Nerón en el Foro Romano, para probar su condición divina, los apóstoles Pedro y Pablo rogaron a Dios que detuviese su vuelo: Simón paró en seco y cayó a tierra, donde fue apedreado. Cirilo de Jerusalén (346 d. C.) da otra versión de este incidente en el prefacio de su Historia de los maniqueos: Simón el Mago viajaba por el aire en un carro tirado por demonios, cuando Pedro y Pablo oraron, y sus oraciones lograron que cayera al suelo, ya cadáver. Para el simonianismo, antigua secta gnóstica, Simón el Mago era dios en forma humana.
Justino e Ireneo
Justino mártir (en sus Apologías y en una obra perdida contra las herejías, que Ireneo utilizó como su fuente principal para una obra similar) e Ireneo (Adversus Haereses) cuentan el mito de Simón y Elena. De acuerdo con este mito, que era el centro de la religión simonista, al principio de los tiempos Dios tuvo su primer pensamiento llamado Ennoia o Sophia, que era una mujer y de ese pensamiento surgieron los ángeles cuando descendió a las regiones inferiores de la creación. Pero los ángeles se rebelaron contra ella por celos y crearon el mundo y lo convirtieron en su prisión, donde apresaron su cuerpo femenino. Desde entonces ella se reencarnó muchas veces, y en cada ocasión resultó humillada. Entre sus muchas reencarnaciones se encontraba Helena de Troya, y finalmente se reencarnó como Elena, una esclava y prostituta de la ciudad fenicia de Tiro. A su vez descendió bajo la forma de Simón el Mago para rescatar a su Ennoia. Tras redimirla de la esclavitud viajó con ella, proclamándose Dios y a ella como su Ennoia, prometiendo que disolvería el mundo que los ángeles habían creado en su rebelión, pero quienes confiasen en él y en Elena regresarían con ellos a los mundos superiores.
Justino e Ireneo ofrecen otras informaciones: que Simón procedía de la ciudad samaritana de Gitta y que los simonianos adoraban a Simón en la forma de Zeus y a Elena en la forma de Atenea. También dice que el emperador Claudio levantó una estatua a Simón en una isla del río Tíber con la inscripción Simoni Deo Sancto "A Simón, el Dios Santo". Sin embargo, en el siglo XVI, en la citada isla se desenterró una estatua dedicada a Semo Sancus, una deidad de los sabinos, lo que ha llevado a muchos eruditos a pensar que Justino confundió al dios Semoni Sancus con Simón el Mago.
Justino e Ireneo ofrecen otras informaciones: que Simón procedía de la ciudad samaritana de Gitta y que los simonianos adoraban a Simón en la forma de Zeus y a Elena en la forma de Atenea. También dice que el emperador Claudio levantó una estatua a Simón en una isla del río Tíber con la inscripción Simoni Deo Sancto "A Simón, el Dios Santo". Sin embargo, en el siglo XVI, en la citada isla se desenterró una estatua dedicada a Semo Sancus, una deidad de los sabinos, lo que ha llevado a muchos eruditos a pensar que Justino confundió al dios Semoni Sancus con Simón el Mago.
Hipólito
Hipólito, en su Philosophumena, ofrece información más detallada sobre el contenido doctrinal del simonianismo, incluyendo un sistema de emanaciones divinas e interpretaciones del Antiguo Testamento. Algunos creen que Hipólito muestra una versión más elaborada del simonianismo, posterior a su fundador, y que en las doctrinas originales del culto eran mucho más sencillas y próximas al relato de Justino mártir e Ireneo.
Interpretaciones radicales
De acuerdo con Hermann Detering, desechando las referencias y datos de Ireneo y Justino, menciona que Simón el Mago podría haber sido un apodo de Pablo de Tarso, que habría sido rechazado por la Iglesia oficialista y que cambió su nombre tras ser rehabilitado. Aunque a primera vista parece una teoría demasiado radical, en algunas ocasiones Simón es descrito de forma muy semejante a Pablo. Otro elemento que apoya esta teoría es que aunque la ortodoxia cristiana a menudo muestra a Marción como seguidor de Simón el Mago, el propio Marción nunca lo menciona, identificándose a sí mismo como discípulo de Pablo. Además el apócrifo Apocalipsis de Esteban presenta a Pablo en un tono muy negativo, mostrándolo como un villano y enemigo del cristianismo, convirtiéndose únicamente al final de su vida. Sin embargo, el actual canon bíblico registra que el martirio de Esteban se produjo antes de la conversión de Pablo (Hechos 6:8; 7:60).
Gnosticismo
El gnosticismo (gnosis: conocimiento). El término proviene del griego Γνωστηκισμóς (gnostikismós); de Γνώσης (gnosis): ‘conocimiento’, es un movimiento espiritual pre-cristiano fruto del sincretismo de elementos iranios con otros mesopotámicos, de escuelas filosóficas griegas como el platonismo y el pitagorismo, y de la tradición apocalíptica judía. Estalla públicamente a mediados del siglo II como una tendencia poderosa e identificable con numerosos maestros, diversidad de escuelas y amplia expansión.
Anticristianismo
El gnosticismo es un conjunto de corrientes sincréticas filosófico-religiosas que llegaron a mimetizarse con el cristianismo en los tres primeros siglos de nuestra era, convirtiéndose finalmente en un pensamiento declarado herético después de una etapa de cierto prestigio entre los intelectuales cristianos. Es preciso resaltar que las creencias gnósticas son fuertemente anticristianas y niegan la encarnación del Verbo, la muerte y resurrección de Jesús, además de tener una pesimista visión del mundo. Es gracias al testimonio de muchos escritos cristianos contra los gnósticos que conocemos muchas de sus creencias. Los dogmas proclamados por el cristianismo primitivo se fijaron para salvar la fe original de la contaminación de ideas gnósticas que comenzaron a proliferar en el mundo helenístico y dentro del imperio romano entre los siglos II al V d. C. Estas sectas y creencias gnósticas son los autores de los llamados “evangelios gnósticos” con los que algunos se ilusionan en encontrar algo más original que lo que sabemos de Jesús, pero para su decepción estos textos no son cristianos, y son muy posteriores a los cuatro que la Iglesia aceptó como auténticos. Eso sí, muchos gnósticos –al igual que algunas sectas de hoy- se autoproclamaban los “verdaderos cristianos”, de ahí la confusión de muchos ante el estratégico uso de la terminología cristiana con contenidos y sentidos ajenos a la revelación bíblica. Los llamados “Evangelios Gnósticos” encontrados en Nag Hammadi y el de Judas son producto de estas sectas, que son posteriores a la época apostólica y no tienen un origen verdaderamente cristiano, de ahí que no se los reconozca como auténticos evangelios. Sin embargo son un importante hallazgo para conocer el gnosticismo de esa época.
El Manuscrito gnóstico de Judas
En el evangelio gnóstico de Judas, Jesús le dice que será el encargado de liberarlo de su cuerpo, con un claro desprecio del mismo y marcando la identidad de Jesús como un ser puramente espiritual, revestido provisoriamente de materia. Judas no habría sido el traidor que vendió a Jesús por 30 monedas de plata, sino el discípulo privilegiado al que encarga la misión más difícil, sacrificarlo, para ayudar a su esencia divina a escapar de la prisión del cuerpo y elevarse al espacio celestial (cosmovisión gnóstica). “Tú serás el apóstol maldito por todos los demás. Tú, Judas, ofrecerás el sacrificio de este cuerpo de hombre del que estoy revestido”.
En el evangelio gnóstico de Judas, Jesús le dice que será el encargado de liberarlo de su cuerpo, con un claro desprecio del mismo y marcando la identidad de Jesús como un ser puramente espiritual, revestido provisoriamente de materia. Judas no habría sido el traidor que vendió a Jesús por 30 monedas de plata, sino el discípulo privilegiado al que encarga la misión más difícil, sacrificarlo, para ayudar a su esencia divina a escapar de la prisión del cuerpo y elevarse al espacio celestial (cosmovisión gnóstica). “Tú serás el apóstol maldito por todos los demás. Tú, Judas, ofrecerás el sacrificio de este cuerpo de hombre del que estoy revestido”.
Tipos de Gnosticismo
En efecto, puede hablarse de un gnosticismo pagano y de un gnosticismo cristiano, aunque el más significativo pensamiento gnóstico se alcanzó como rama heterodoxa del cristianismo primitivo. Según esta doctrina los iniciados no se salvan por la fe en el perdón gracias al sacrificio de Cristo, sino que se salvan mediante la gnosis, o conocimiento introspectivo de lo divino, que es un conocimiento superior a la fe. Ni la sola fe ni la muerte de Cristo bastan para salvarse. El ser humano es autónomo para salvarse a sí mismo. También es una creencia dualista: el bien frente al mal, el espíritu frente a la materia, el ser supremo frente al Demiurgo, el espíritu frente al cuerpo y el alma.
El gnosticismo cristiano, pagano en sus raíces, llegaba a presentarse como representante de su tradición más pura. El texto gnóstico de Eugnosto el Beato parece ser anterior al nacimiento de Jesús de Nazaret. La enorme diversidad de doctrinas y "escuelas gnósticas", hace difícil hablar de un solo gnosticismo. Tampoco es cierto que el gnosticismo fuera un cristianismo marginal, sino que existía una mutua desacreditación como dos religiones enemigas. No solo los cristianos rechazaban a los gnósticos por tergiversar el mensaje y la vida de Jesús con doctrinas orientales y filosofías extrañas, sino que los gnósticos también rechazaban y atacaban a los cristianos por considerarlos seres inferiores espiritualmente. El ataque era mutuo, solo que el gnosticismo por su naturaleza sincretista de mezclar elementos de cualquier religión, asimilaba lo cristiano a su manera y da impresión de tolerante. Pablo luchó esforzadamente contra el gnosticismo pues advirtió que podía devorar al cristianismo y destruirlo. En Corinto conoció a cristianos cultos que había reducido a Jesús a un mito. Entre los colosenses halló a cristianos que adoraban a espíritus y ángeles intermedios. Era difícil combatir al gnosticismo porque, a semejanza de la hidra, tenía muchas cabezas y siempre estaba cambiando.
Aspectos comunes de su pensamiento:
-Su carácter iniciático, por el cual ciertas doctrinas secretas del Cristo o el "ungido" estaban destinadas a ser reveladas a una élite de iniciados. De esta forma, los gnósticos cristianos reclaman constituir testigos especiales de Cristo, con acceso directo al conocimiento de lo divino a través de la gnosis o experimentación introspectiva a través de la cual se podía llegar al conocimiento de las verdades trascendentales. La gnosis era, pues, la forma suprema de conocimiento, solamente al alcance de iniciados.-El mismo conocimiento de las verdades trascendentes producía la salvación, según las diversas corrientes, la importancia de practicar una vida cristiana podía variar, siendo en cualquier caso algo secundario.
Su carácter dualista, por el cual se hacía una escisión tajante entre la materia y el espíritu. El mal y la perdición estaban ligados a la materia, mientras que lo divino y la salvación pertenecían a lo espiritual. Por esa razón no podía existir salvación alguna en la materia ni en el cuerpo. El ser humano solo podía acceder a la salvación a través de la pequeña chispa de divinidad que era el espíritu. Solo a través de la conciencia del propio espíritu, de su carácter divino y de su acceso introspectivo a las verdades trascendentes sobre su propia naturaleza podía este liberarse y salvarse. Esta experimentación casi empírica de lo divino era la gnosis, una experiencia interna del espíritu. Aquí se puede ver en el platonismo un antecedente claro del gnosticismo, tanto en su dualismo materia-espíritu, como en su forma introspectiva de acceder al conocimiento superior, siendo la gnosis una versión religiosa de la mayéutica de Sócrates. Este dualismo también prefigura el futuro maniqueísmo.
-Su peculiar cristología, siendo la materia el anclaje y origen del mal, no es concebible que Jesucristo pudiera ser un ser divino y asociarse a un cuerpo material a la vez, puesto que la materia es contaminadora. Por esa razón surge la doctrina del Cuerpo aparente de Cristo, según la cual la Divinidad no pudo venir en carne, sino que vino en espíritu mostrando a los hombres un cuerpo aparentemente material (docetismo). Otras corrientes sostienen que Jesucristo fue un hombre vulgar que en la época de su ministerio fue levantado, adoptado por una fuerza divina (adopcionismo). Otras doctrinas afirman que la verdadera misión de Cristo era transmitir a los espíritus humanos el principio del autoconocimiento que permitía que las almas se salvaran por sí mismas al liberarse de la materia. Otras enseñanzas proponían incluso que Jesús no era un ser divino.
-Su peculiar cristología, siendo la materia el anclaje y origen del mal, no es concebible que Jesucristo pudiera ser un ser divino y asociarse a un cuerpo material a la vez, puesto que la materia es contaminadora. Por esa razón surge la doctrina del Cuerpo aparente de Cristo, según la cual la Divinidad no pudo venir en carne, sino que vino en espíritu mostrando a los hombres un cuerpo aparentemente material (docetismo). Otras corrientes sostienen que Jesucristo fue un hombre vulgar que en la época de su ministerio fue levantado, adoptado por una fuerza divina (adopcionismo). Otras doctrinas afirman que la verdadera misión de Cristo era transmitir a los espíritus humanos el principio del autoconocimiento que permitía que las almas se salvaran por sí mismas al liberarse de la materia. Otras enseñanzas proponían incluso que Jesús no era un ser divino.
-Peculiares enseñanzas sobre la divinidad, entre estas se encontraba la de que todo espíritu era divino, incluyendo la parte espiritual del hombre (el alma), que no necesitaba a nadie para salvarse a sí mismo, siendo Cristo enviado a revelar esa verdad. Por otra parte, el creador/ordenador de la materia (llamado Demiurgo), al multiplicar con su creación la materia, sería un ser malvado y opuesto al verdadero Ser Supremo del cual surgió.
-Conclusiones éticas muy divergentes, siguiendo la idea de la condenación de la materia, algunas corrientes afirmaban que era necesario el castigo y martirización del cuerpo para, a través del padecimiento de la carne, contribuir a la liberación del espíritu, propugnando un modo de vida ascético. Sin embargo, otras corrientes afirmaban que, siendo la salvación dependiente únicamente de la gnosis del alma, el comportamiento del cuerpo era irrelevante, disculpándolo de toda atadura moral y librándolo a toda clase de goces. Otras enseñanzas reprobaban la multiplicación de la materia, siendo así la procreación un acto condenable. También existían corrientes que, al igual que el platonismo y las filosofías orientales, creían en el retorno cíclico de las almas a la prisión de la materia a través de la reencarnación. El iniciado, igualmente, buscaba romper este ciclo a través de la gnosis (a través de la iluminación, en las religiones orientales).
-Interpretación alegórica del cristianismo y de las escrituras, así, se reinterpretan a la luz gnóstica las historias de la creación, etc. dándoles significados filosóficos.
-Establecimiento de jerarquías espirituales, en la cima de los seres existe un Dios, un ser perfecto e inmanente cuya propia perfección hace que no tenga relación alguna con el resto de seres imperfectos. Es inmutable e inaccesible. Descendiendo en una escala de seres emanados de aquél llegamos al Demiurgo, antítesis y culmen de la degeneración progresiva de los seres espirituales, y origen del mal. En su maldad, el Demiurgo crea el mundo, la materia, encadenando la esencia espiritual de los hombres a la prisión de la carne. En este escenario se libra una batalla entre los principios del bien y el mal, la materia (apariencia) y el espíritu (sustancia). Podemos ver paralelismos claros con el zoroastrismo.
-Establecimiento de jerarquías humanas, en la cima de la jerarquía humana estaban los iniciados, en los que es predominante el espíritu. Ellos pueden experimentar la gnosis y acceder así a la salvación. Por debajo está el resto de los cristianos, en los que predomina el alma sensible y que se pueden salvar siguiendo la guía de los primeros. En la parte más baja están aquéllos en que predomina el cuerpo y que, por tanto, no alcanzarán la salvación.
Historia y fuentes
La palabra traducida como “plenitud” es pleroma, y la declaración que hace Pablo inspirado por Dios, establece públicamente que Jesucristo es el pleroma – ¡la total y completa representación corporal de la divinidad! ¡Amen! Y el principio gnóstico del “elegido” esta puesto como una imitación del concepto de los elegidos de Dios, como los vemos mencionar en los siguientes pasajes bíblicos:
Textos que se piensa que contienen Docetismo:
Evangelio de Felipe
Segundo Tratado del Gran Set
Apocalipsis Gnóstico de Pedro
Evangelio de Judas
Contra epistulam fundamenti (Contra la Epístola Fundamental) de Agustín de Hipona
Evangelio de Pedro
Actos de Juan
Evangelio de Basílides
-Interpretación alegórica del cristianismo y de las escrituras, así, se reinterpretan a la luz gnóstica las historias de la creación, etc. dándoles significados filosóficos.
-Establecimiento de jerarquías espirituales, en la cima de los seres existe un Dios, un ser perfecto e inmanente cuya propia perfección hace que no tenga relación alguna con el resto de seres imperfectos. Es inmutable e inaccesible. Descendiendo en una escala de seres emanados de aquél llegamos al Demiurgo, antítesis y culmen de la degeneración progresiva de los seres espirituales, y origen del mal. En su maldad, el Demiurgo crea el mundo, la materia, encadenando la esencia espiritual de los hombres a la prisión de la carne. En este escenario se libra una batalla entre los principios del bien y el mal, la materia (apariencia) y el espíritu (sustancia). Podemos ver paralelismos claros con el zoroastrismo.
-Establecimiento de jerarquías humanas, en la cima de la jerarquía humana estaban los iniciados, en los que es predominante el espíritu. Ellos pueden experimentar la gnosis y acceder así a la salvación. Por debajo está el resto de los cristianos, en los que predomina el alma sensible y que se pueden salvar siguiendo la guía de los primeros. En la parte más baja están aquéllos en que predomina el cuerpo y que, por tanto, no alcanzarán la salvación.
Historia y fuentes
El Gnosticismo es tan viejo como el hombre mismo –teniendo su inicio cuando Satanás puso duda en el corazón de Eva en cuanto a la autoridad final de la Palabra de Dios. Lo vemos demostrado en lo que Satanás le dijo a Eva que recibiría cuando fuera “iluminada” –cuando sus ojos fueron abiertos a la supuesta “verdad”: Sino que sabe Dios que el día que comáis de el, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. (Génesis 3:5). Satanás odia a Dios con una pasión feroz, nacida de los celos y utiliza cada oportunidad para crear dudas de Su fidelidad. Y la razón por la cual la humanidad esta en el caos espiritual en que se encuentra es porque Adán y Eva fueron “iluminados”. Sus ojos fueron abiertos a una nueva esfera y obtuvieron el conocimiento (Gnosis en griego es la raíz de la palabra gnosticismo) del bien y del mal que Dios mismo había evitado que tuvieran, para su propio bien. Y el diablo continua tentando la raza humana con una gnosis oculta que solo pueden tener por su elección.
Algunos cristianos identifican como gnóstico a Simón el Mago, personaje que aparece en una narración en Hechos de los apóstoles en el Nuevo Testamento. Su personalidad más relevante fue Valentín de Alejandría, que llevó a Roma una doctrina gnóstica intelectualizante. En Roma tuvo un papel activo en la vida pública de la Iglesia. Su prestigio era tal que se le tuvo en consideración como posible obispo de Roma. Otros gnósticos de renombre son Pablo de Samosata, autor de una célebre herejía sobre la naturaleza de Cristo. Carpócrates concibió la idea de la libertad moral de los perfectos, en la práctica una ausencia total de reglas morales. Finalmente, el amplio rango de variación moral del gnosticismo fue visto con recelo y el obispo Ireneo de Lyon lo declaró herejía en el 180 d. C., parecer que comparte la Iglesia Católica. En 1945 fue descubierta una biblioteca de manuscritos gnósticos en Nag Hammadi (Egipto), que ha permitido un conocimiento mejor de sus doctrinas, anteriormente solo conocidas a través de citas, refutaciones, apologías y heresiologías realizadas por Padres de la Iglesia.
Cantidad de millones, muchos de ellos verdaderos creyentes, continúan siendo engañados por la falsa religión del Gnosticismo. Porque muy pocos entienden que la búsqueda de “iluminación espiritual” es la base y el modus operandi de los Rosacruces y la Masonería. De acuerdo a la doctrina del Gnosticismo, el conocimiento oculto –la iluminación espiritual– deberá ser impartida a los denominados “elegidos” antes de que puedan ascender al “pleroma” y formar parte de su concepto de dios. (Pleroma es una palabra griega cuya connotación básica es “conclusión” y es usada para denotar su versión panteísta del cielo.) Pablo, sin embargo, le clava una estaca al débil corazón de tal doctrina cuando afirma sobre Jesucristo:
Algunos cristianos identifican como gnóstico a Simón el Mago, personaje que aparece en una narración en Hechos de los apóstoles en el Nuevo Testamento. Su personalidad más relevante fue Valentín de Alejandría, que llevó a Roma una doctrina gnóstica intelectualizante. En Roma tuvo un papel activo en la vida pública de la Iglesia. Su prestigio era tal que se le tuvo en consideración como posible obispo de Roma. Otros gnósticos de renombre son Pablo de Samosata, autor de una célebre herejía sobre la naturaleza de Cristo. Carpócrates concibió la idea de la libertad moral de los perfectos, en la práctica una ausencia total de reglas morales. Finalmente, el amplio rango de variación moral del gnosticismo fue visto con recelo y el obispo Ireneo de Lyon lo declaró herejía en el 180 d. C., parecer que comparte la Iglesia Católica. En 1945 fue descubierta una biblioteca de manuscritos gnósticos en Nag Hammadi (Egipto), que ha permitido un conocimiento mejor de sus doctrinas, anteriormente solo conocidas a través de citas, refutaciones, apologías y heresiologías realizadas por Padres de la Iglesia.
Cantidad de millones, muchos de ellos verdaderos creyentes, continúan siendo engañados por la falsa religión del Gnosticismo. Porque muy pocos entienden que la búsqueda de “iluminación espiritual” es la base y el modus operandi de los Rosacruces y la Masonería. De acuerdo a la doctrina del Gnosticismo, el conocimiento oculto –la iluminación espiritual– deberá ser impartida a los denominados “elegidos” antes de que puedan ascender al “pleroma” y formar parte de su concepto de dios. (Pleroma es una palabra griega cuya connotación básica es “conclusión” y es usada para denotar su versión panteísta del cielo.) Pablo, sin embargo, le clava una estaca al débil corazón de tal doctrina cuando afirma sobre Jesucristo:
Carta a los Colosenses 2:9 “Pero en el habita corporalmente toda la plenitud de la deidad”.
La palabra traducida como “plenitud” es pleroma, y la declaración que hace Pablo inspirado por Dios, establece públicamente que Jesucristo es el pleroma – ¡la total y completa representación corporal de la divinidad! ¡Amen! Y el principio gnóstico del “elegido” esta puesto como una imitación del concepto de los elegidos de Dios, como los vemos mencionar en los siguientes pasajes bíblicos:
Isaías 42:1 He aquí mi siervo, yo le sostendré; MI ESCOGIDO, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre el mi Espíritu; el traerá justicia a las naciones.
Mateo 24:24 Porque se levantarán falsos cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los ESCOGIDOS.
Romanos 8:33 ¿Quién acusará a los ESCOGIDOS de Dios? Dios es el que justifica.
Colosenses 3:12 Vestíos, pues, como ESCOGIDOS de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia.
Colosenses 3:12 Vestíos, pues, como ESCOGIDOS de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia.
1 Timoteo 5:21 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles ESCOGIDOS, que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad.
Tito 1:1 Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los ESCOGIDOS de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad.
1 Pedro 1:2 ELEGIDOS según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.
2 Juan 1:1 El anciano a la señora ELEGIDA y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad; y no solo yo, sino también todos los que han conocido la verdad.
El Gnosticismo es una sutil falsificación –de hecho, es tan sutil que algunos de los elegidos de Dios siguen siendo engañados por sus enseñanzas. Mateo 24:24 y Marcos 13:22, señalan lo que dijo el Señor acerca de tal engaño, el engaño es una posibilidad distinta para los cristianos. El Gnosticismo ha plagado la Iglesia desde su inserción y en el día de hoy, el grado de engaño se esta intensificando a una velocidad exponencial. También le suena bien al hombre natural –el hombre que no ha sido regenerado, pero a su conveniencia se olvida de que la Biblia dice que Satanás tiene muchos hijos. Las únicas personas que pueden reclamar legítimamente que Dios es su Padre celestial, han nacido en su familia a través del nuevo nacimiento en Cristo Jesús. Pero los miembros de las diferentes y numerosas religiones se llaman unos a otros como “hermanos”, algo que la Biblia expresamente prohíbe.
“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿Qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y que comunión la luz con las tinieblas?” 2 Corintios 6:14.
Un requisito de membresía es que ellos crean en “dios”. Pero la pregunta es ¿en cual dios?, Intencionalmente el promedio de miembros, así como también la verdadera identidad del G. A. D. U. (“Gran Arquitecto del Universo”) es ocultado, y solo una cantidad relativamente pequeña que alcanza el grado mas alto son escogidos (el elegido) para conocer la verdad de que su dios es Lucifer –el brillante, el que ilumina- el “dios de este mundo”:
En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 2 Corintios 4:4
La letra “G” que esta tan prominentemente colocada junto con el cuadrado y el compás en el emblema oficial de la Masonería –reclamada varias veces por los escritores masónicos como “el Gran Geométrico” o el “principio Generativo” para otros –actualmente denota Gnosticismo. Y en uno de los métodos de inscripción utilizados por Francis Bacon (“código K”) la misma carta tiene el valor numérico de 33. (La Masonería de Rita Escocia fue establecida por Bacon, y el grado mas alto que se puede alcanzar es el 33).
¿Se da cuenta de lo sutil que es el Gnosticismo?. Esta clase de oscuridad espiritual se disfraza como luz. Leer Isaías 5:20 y también un texto bíblico clave el cual es: 2 Carta a los Corintios 11:14 Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.
Docetismo
El Docetismo toma este nombre de la raíz griega dokéō (δοκέω), que significa parecer o parecerle a uno. Es una doctrina aparecida a finales del siglo I d. C., que afirmaba que Cristo no había sufrido la crucifixión, ya que su cuerpo sólo era aparente y no real. Es esta idea la que el autor de la I carta de Juan, atribuida al apóstol homónimo, quiere desestimar cuando escribe 1 Juan 1:1. Incluso el filósofo gnóstico Basílides afirmó, para explicar el traslado de la cruz, que fue Simón de Cirene y no Cristo quien la cargó, de manera de argumentar a favor de la presencia aparente y no real física de Jesús, pero éste argumento es erróneo, ya que en el registro bíblico se manifiesta que Simón cargó con la cruz después de que a Jesús le propinaron tanto golpes en la cabeza como azotes en el cuerpo, lo cual deja en evidencia que Jesús no la cargó sencillamente por encontrarse demasiado débil y malherido (Véase Mateo 27:26-32; Lucas 23:25-26), mas no por no hallarse en presencia corporal real. Esta corriente tiene su raíz en la influencia platónica, que afirma que son las ideas las únicas realidades y nuestro mundo es sólo un reflejo, una imagen; además, se nutría de la idea, hasta cierto punto generalizada en aquella época, de que la materia era corrupta, que el cuerpo es la cárcel del espíritu, como decían los griegos. La doctrina docética, enraizada también en el dualismo gnóstico, dividía tajantemente los conceptos de cuerpo y espíritu, atribuyendo todo lo temporal, ilusorio y corrupto al primero y todo lo eterno, real y perfecto al segundo; de ahí que sostuviera que el cuerpo de Cristo fue tan sólo una ilusión y que, de igual modo, su crucifixión existió más que como mera apariencia. El Islam conserva también este punto de vista y sostiene que el cuerpo del profeta Isa (el nombre con que conocen a Jesucristo) sólo fue crucificado como una ilusión.
El Docetismo toma este nombre de la raíz griega dokéō (δοκέω), que significa parecer o parecerle a uno. Es una doctrina aparecida a finales del siglo I d. C., que afirmaba que Cristo no había sufrido la crucifixión, ya que su cuerpo sólo era aparente y no real. Es esta idea la que el autor de la I carta de Juan, atribuida al apóstol homónimo, quiere desestimar cuando escribe 1 Juan 1:1. Incluso el filósofo gnóstico Basílides afirmó, para explicar el traslado de la cruz, que fue Simón de Cirene y no Cristo quien la cargó, de manera de argumentar a favor de la presencia aparente y no real física de Jesús, pero éste argumento es erróneo, ya que en el registro bíblico se manifiesta que Simón cargó con la cruz después de que a Jesús le propinaron tanto golpes en la cabeza como azotes en el cuerpo, lo cual deja en evidencia que Jesús no la cargó sencillamente por encontrarse demasiado débil y malherido (Véase Mateo 27:26-32; Lucas 23:25-26), mas no por no hallarse en presencia corporal real. Esta corriente tiene su raíz en la influencia platónica, que afirma que son las ideas las únicas realidades y nuestro mundo es sólo un reflejo, una imagen; además, se nutría de la idea, hasta cierto punto generalizada en aquella época, de que la materia era corrupta, que el cuerpo es la cárcel del espíritu, como decían los griegos. La doctrina docética, enraizada también en el dualismo gnóstico, dividía tajantemente los conceptos de cuerpo y espíritu, atribuyendo todo lo temporal, ilusorio y corrupto al primero y todo lo eterno, real y perfecto al segundo; de ahí que sostuviera que el cuerpo de Cristo fue tan sólo una ilusión y que, de igual modo, su crucifixión existió más que como mera apariencia. El Islam conserva también este punto de vista y sostiene que el cuerpo del profeta Isa (el nombre con que conocen a Jesucristo) sólo fue crucificado como una ilusión.
Textos que se piensa que contienen Docetismo:
Evangelio de Felipe
Segundo Tratado del Gran Set
Apocalipsis Gnóstico de Pedro
Evangelio de Judas
Contra epistulam fundamenti (Contra la Epístola Fundamental) de Agustín de Hipona
Evangelio de Pedro
Actos de Juan
Evangelio de Basílides
Continua en Las Herejías III: Sectas II