Apologetica-Teologia-Ciencias Biblicas

Filipenses 1:27 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio,

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miércoles, 31 de julio de 2024

Diccionario de Jesús y los Evangelios (Joel B. Green Jeannine K. Brown y Nicholas Perrin 2013)


Diccionario de Jesús y los Evangelios 

Esta edición en español corresponde a la segunda edición en inglés del Diccionario de Jesús y los Evangelios. Es una versión completamente reconstruida y revisada de la aclamada primera edición en 1992. Desde la publicación de ese volumen innovador, una ola de nuevos descubrimientos y escritos académicos y de investigación han aparecido a orillas de este nuevo siglo muchos de los cuales están documentados en este tomo. Obra de referencia, independiente de la información y la perspectiva esencial para explorar sobre Jesús y los Evangelios. En este volumen se unen dos áreas y perspectivas: la de los académicos y la de los pastores, maestros, estudiantes y lectores interesados que desean tratamientos profundos de los temas claves, en un formato accesible y resumido. Los artículos cubren cada Evangelio, los episodios principales de la vida de Jesús, los temas trascendentales, así como los problemas y métodos de interpretación. Entre otras ventajas, la obra permite múltiples posibilidades para cada uno de los Evangelios por su propio valor y por ser expresados en su propia voz. Bibliografías actualizadas hasta la fecha, poniendo al lector en contacto con los mejores trabajos en este campo. Todo ello, permite que los artículos sirvan como plataforma de lanzamiento para futuras investigaciones. Proporciona una obra de referencia fundamental para el estudio de Jesús y los Evangelios. Incluye artículos sobre los Evangelios, los episodios y los temas. Cubre los aspectos de Jesús y el estudio del Jesús histórico. Cubre el origen judío, helenístico y romano. Incluye bibliografías actualizadas y amplias. Incluye estudios de métodos de estudio de Jesús y los Evangelios. Cuenta con 175 artículos de fondo. Más del noventa por ciento de los artículos son escritos recientes. Escrito por cerca de 100 colaboradores expertos.

Los Autores

Joel B. Green (nacido el 7 de mayo de 1956) es un erudito, teólogo y autor estadounidense del Nuevo Testamento, decano asociado del Centro de Estudios Teológicos Avanzados y profesor de interpretación del Nuevo Testamento en el Seminario Teológico Fuller de Pasadena (California). Green es un autor prolífico que ha escrito sobre una amplia gama de temas relacionados con la erudición y la teología del Nuevo Testamento. Es un anciano ordenado de la Iglesia Metodista Unida.

Jeannine K. Brown es una estudiosa estadounidense del Nuevo Testamento que se centra en los Evangelios , la hermenéutica y el análisis literario del Nuevo Testamento. Es profesora en la Universidad Bethel en Saint Paul, Minnesota. Brown ha ocupado varios puestos académicos y ministeriales a lo largo de su carrera. Ha sido profesora de Nuevo Testamento en el Seminario Bethel desde 1995. Sus principales áreas de investigación y estudio han incluido la hermenéutica bíblica y los Evangelios, en particular los estudios de Mateo.

Nicholas Perrin es un administrador académico y erudito religioso estadounidense, que se desempeñó como el decimosexto presidente de Trinity International University, una universidad cristiana ubicada en Deerfield, Illinois. Perrin trabajó anteriormente como profesor de estudios bíblicos en el Wheaton College, Illinois, donde su trabajo se centró en el Nuevo Testamento y el cristianismo primitivo.

Contenido

Prefacio
Abreviaturas
Transliteraciones
Colaboradores
Artículos 
Índice de Referencias Bíblicas
Índice de Materias
Índice de Artículos

lunes, 13 de mayo de 2024

Comentario Bíblico Matthew Henry


La conocida Exposición del Antiguo y Nuevo Testamento (1708-10) o Comentario completo de seis volúmenes de Henry proporciona un estudio exhaustivo párrafo por párrafo (o sección por sección) de la Biblia, que cubre todo el Antiguo Testamento, y los Evangelios y Hechos en el Nuevo Testamento. Otros trece ministros inconformistas terminaron el sexto volumen de Romanos hasta el Apocalipsis después de la muerte de Enrique, en parte basándose en notas tomadas por los oyentes de Enrique. El comentario completo fue reeditado por George Burder y John Hughes en 1811.

Los comentarios de Henry son principalmente teológicos y tratan del texto de las Escrituras tal como se presenta, siendo su intención principal la explicación con fines prácticos y devocionales, brindando un comentario teológico sobre cada capítulo de las Escrituras. Henry recomendó Synopsis Criticorum de Matthew Poole para un análisis más técnico.

El Comentario de Henry identifica al "hombre de pecado", el foco de la apostasía de los últimos días, y al Anticristo como el papado en su interpretación de 2 Tesalonicenses 2:3. El comentario enumera tres "títulos blasfemos" que, según afirma, se han otorgado a los "obispos de Roma". Este pasaje antipapista en el Comentario no fue escrito directamente por Henry, sino que aparece en el sexto volumen de Romanos al Apocalipsis, completado póstumamente por sus 13 amigos.

El Autor
Matthew Henry (18 de octubre de 1662 - 22 de junio de 1714) fue un ministro y autor británico inconformista que nació en Gales pero pasó gran parte de su vida en Inglaterra . Es mejor conocido por el comentario bíblico en seis volúmenes Exposición del Antiguo y Nuevo Testamento.

Su padre, Philip Henry, un clérigo de la Iglesia de Inglaterra, acababa de ser expulsado en virtud de la Ley de Uniformidad de 1662. Cuando era niño, padecía fiebres frecuentes. A diferencia de la mayoría de los que habían sido expulsados, Philip Henry poseía algunos medios privados y pudo brindarle a su hijo una buena educación. La hermana de Henry era la cronista Sarah Savage.

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jueves, 9 de mayo de 2024

Nueva Concordancia Strong Exhaustiva (James Strong 1890)


La Nueva Concordancia Strong Exhaustiva, es la favorita en el mundo de los que estudian las Escrituras a profundidad, por su alto y amplio contenido teológico y Bíblico. Durante más de un siglo, ha sido una herramienta extraordinaria para profundizar en temas, conceptos y pasajes de la Biblia, difíciles de interpretar. Esta concordancia, ofrece al lector la traducción de una enorme cantidad de palabras en el idioma griego y hebreo, así como el significado en su uso original. Los pasajes de la Biblia, serán más claros y precisos, y producirán un mayor efecto en la mente y en el corazón de quien la estudia.

Investigar a detalle los distintos pasajes de la Biblia, a través de la Nueva Concordancia Strong Exhaustiva, es una experiencia única y valiosa, para comprender más de los tesoros que Dios tiene para sus hijos en las Escrituras.

El Autor
James Strong (Nueva York, 14 de agosto de 1822 - Round Lake, Nueva York, 7 de agosto de 1894) fue un erudito y educador bíblico metodista estadounidense y el creador de la Concordancia de Strong. Profesor de literatura bíblica en la Universidad de Troy entre 1858 y 1861, se convirtió en profesor de teología exegética en el Seminario Teológico Drew en 1868.

Contenido:

-Un sistema numérico de concordancia de Strong.
-Un apéndice que localiza las palabras que no suele incluirse en las concordancias, como las conjunciones, preposiciones y los adverbios.
-Un diccionario de palabras hebreas.
-Un diccionario de palabras griegas.
-Las palabras de Cristo en negritas.
-Un índice temático.
-Una armonía de los Evangelios.
-Una lista de las profecías acerca del Mesías cumplidas en Jesucristo, entre otras cosas más.
-Un apéndice que localiza las palabras que no suele incluirse en las concordancias, como las conjunciones, preposiciones y los adverbios.
-Un diccionario de palabras hebreas.
-Un diccionario de palabras griegas.
-Las palabras de Cristo en negritas.
-Un índice temático.
-Una armonía de los Evangelios.
-Una lista de las profecías acerca del Mesías cumplidas en Jesucristo, entre otras cosas más.

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miércoles, 24 de abril de 2024

Logo el Peso de la Verdad (Debates Teológicos)


Equipo el Peso de la Verdad (2020-2024)

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lunes, 18 de marzo de 2024

La Persona y la Obra del Espíritu Santo (René Pache 1987)

Este libro dirige nuestro pensamiento sobre quién es el Espíritu Santo, qué hizo antes de Pentecostés y qué ha estado haciendo desde entonces en la vida de los hombres. Se ocupa de cuestiones tales como el bautismo, los dones, la plenitud, la morada en el interior y la convicción.

El Autor

René Pache (1904-1979) fue un teólogo, biblista, sacerdote protestante suizo-francés y autor de catorce libros. De 1947 a 1963 fue vicepresidente de la Comunidad Internacional de Estudiantes Evangélicos (IFES), y de 1947 a 1971 fue director de la Biblia de Emaús y del Instituto Misionero de Lausana. Fue uno de los principales autores del Nouveau Dictionnaire de la Bible y del Nouveau Commentaire de la Biblie. En su libro La persone et l'oeuvre du Saint-Esprit criticó la glosolalia. El libro fue traducido al polaco y publicado por la editorial ZKE en 1975 (traducido por Józef Prower de la traducción alemana).

CONTENIDO:

PRIMERA PARTE

¿Quien es el Espíritu Santo?

CAPITULO PRIMERO

La personalidad del Espíritu Santo

CAPITULO II

La divinidad del Espíritu Santo

CAPITULO III

Los símbolos del Espíritu Santo

SEGUNDA PARTE

La obra del Espíritu Santo antes de Pentecostés

CAPITULO PRIMERO

El Espíritu Santo en el Antiguo Testamento 

CAPITULO II

El Santo Espíritu en los evangelios

CAPITULO III

La obra del Espíritu Santo en Jesucristo

CAPITULO IV

El Santo Espíritu y la inspiración de la biblia

TERCERA PARTE

La obra del Espíritu Santo en el corazón del hombre después de Pentecostés

CAPITULO PRIMERO

La dispensación del Espíritu

CAPITULO II

El pecado contra el Espíritu Santo

CAPITULO III

La regeneración y el bautismo del Espíritu Santo

CAPITULO IV

La recepción del Espíritu Santo

CAPITULO V

La Adopción y la certeza de la salvación

CAPITULO VI

La habitación del Espíritu en el corazón del creyente

CAPITULO VII

No entristeztescáis al Espiritu

CAPITULO VIII

La plenitud del Espíritu Santo

CAPITULO IX

La santificación por el Espiritu

CAPITULO X

La consolación, la enseñanza y la dirección del Espiritu

CAPITULO XI

El Espíritu Santo y la iglesia

CUARTA PARTE

El Espíritu Santo y el servicio

CAPITULO PRIMERO

La unción del Espíritu Santo

CAPITULO II

Los dones del Espíritu Santo 

CAPITULO III

El Espíritu Santo y el testimonio

CAPITULO IV

El Espíritu Santo y la oración

CAPITULO V

El Espíritu Santo y la adoración 

QUINTA PARTE

La obra futura del Espíritu 

CAPITULO PRIMERO

El Espíritu Santo e Israel

CAPITULO II

El Espíritu Santo y la resurrección

CAPITULO III

El Espíritu Santo en la eternidad

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lunes, 11 de marzo de 2024

Diccionario Enciclopédico Bíblico Ilustrado (Alfonso Ropero, Alfonso Triviño y Silvia Martinez 2017)



El Diccionario enciclopédico bíblico ilustrado es el más actual, completo y útil por su calidad y contenido en el que se ha conseguido integrar y combinar imágenes e ilustraciones con una detallada información de sus términos.Basado en el contenido del Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia. En esta edición, han sido seleccionadas las partes más importantes y se presta especial atención a las voces clave de la Escritura, ya sea por su contenido teológico, ético o espiritual.Esta obra añade diferenciación y valor respecto al resto de las obras del mercado, por:

• La numeración de Strong

• La traducción literal del significado original en Hebreo-Griego-Arameo

• Su contenido actualizado y ampliado, a nivel, académico y teológico

Se trata de una obra académica, divulgativa y pedagógica capaz de satisfacer cualquier necesidad de conocimiento.

• Traducción de los términos originales de las lenguas bíblicas (hebrero, griego u otras).

• Numeración en correspondencia a la Concordancia de Strong.

• Historia bíblica y política de los pueblos vecinos y contemporáneos.

• Arqueología y geografía. Países, regiones, valles, montes, ríos y desiertos: interpretación y distintas acepciones de su significado.

• Flora y fauna. Animales y plantas mencionadas tanto en sentido natural como simbólico.

• Personajes principales y secundarios. Atención especial a los más significativos por su acción o su relevancia en la historia de la salvación.

• Doctrina y teología. Análisis breve, pero completo, de las ideas y corrientes del pensamiento desde sus orígenes hebreos hasta los días apostólicos.

• Hermenéutica. Información de los métodos de interpretación bíblica utilizados por los judíos y los cristianos primitivos. Introducción y reseña de cada libro bíblico.

• Costumbres y religión. Alimentos de los tiempos bíblicos, ceremonias nupciales, fiestas religiosas, culto, juegos, oficios, agricultura, ganadería, ropa y vestuario.

• Visión canónica de la historia bíblica. Estudio del origen y desarrollo de las ideas y creencias judías a partir de los estratos más antiguos del Antiguo Testamento y su recepción en el cristianismo del Nuevo Testamento.

• Ilustrado con más de 500 fotografías, ilustraciones y gráficos a todo color.

• Más de 50 mapas a color.

• Referencias cruzadas entre palabras y artículos relacionados entre sí.

• Rotulado alfabético lateral para la localización rápida y sencilla de la información.

Los Autores

Alfonso Ropero

fue pastor evangélico durante casi veinte años, decidió entregarse a la investigación y a la escritura. Tiene un máster y un doctorado en teología por el CEIBI (Centro de Investigaciones Bíblicas) y la Universidad Saint Alcuin House. Es profesor de Historia de la Filosofía en el CEIBI y director de su departamento de Humanidades. También ha sido Coordinador Editorial de la colección Grandes Autores de la Fe Cristiana de Editorial Clíe y sustituyó a Eliseo Vila en la dirección de esta editorial. Ha publicado más de un centenar de artículos sobre temas de Teología, Historia y Pensamiento. Participó en diversas reuniones y congresos en universidades nacionales y extranjeras. Ha editado epítomes y compendios de diversos clásicos cristianos y también los Comentarios de Martín Lutero.

Alfonso Triviño

Es Director Ejecutivo de Editorial CLIE. Integra numerosas asociaciones dedicadas a la promoción y venta de literatura cristiana. Es magíster en Executive MBA por la Universidad Politécnica de Cataluña y licenciado en Administración de Empresas Internacionales por la Universidad de Lincoln en el Reino Unido. También ha realizado formación en Ciencias Económicas, Marketing, Medios digitales y Gestión.

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miércoles, 28 de febrero de 2024

Gran Diccionario Enciclopédico de Imágenes y Símbolos de la Biblia (T. Longman-J.C. Whilhoit-L. Ryken 2016)



El «Diccionario enciclopédico de imágenes y símbolos de la Biblia» es la primera obra de referencia contemporánea dedicada a la exploración de las imágenes, símbolos, motivos, metáforas y modelos literarios que se encuentran en la Biblia. 

Todo lector de la Biblia se ha encontrado con el poder que tienen en nosotros las imágenes y símbolos de las Escrituras ya que son enigmáticas y desconcertantes. Estas imágenes con su fuerza oculta se han grabado en la propia lengua y la gramática de la fe cristiana y la cultura occidental, con un sentido completo y profundo, imágenes y símbolos que dicen mucho más que su sentido gramatical, por ejemplo: Mateo 19.24 Reina Valera 1977 (RVR1977) 24 «Otra vez os digo: Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios». El significado de esta imagen o símbolo dice mucho más de lo que gramaticalmente se expresa, e incluso está interiozizado dentro de nuestra cultura cristiana y occidental. Es una imagen y símbolo con un significado amplio. ¿Por qué entonces los diccionarios bíblicos tradicionales y obras de referencia ofrecen tan poca ayuda a los exploradores de la galaxia de imágenes verbales de la Biblia?

Sobresalen en describir muchos conceptos y palabras, pero a menudo son ciegos a las expresiones artísticas y sordos a los significados musicales que se hacen eco de dentro del mundo del texto bíblico, y perdemos una riqueza enorme a no saber interpretarlos en su profundidad. El propósito del Gran diccionario enciclopédico de imágenes y símbolos de la Biblia es servir como libro de referencia que ayude a los lectores de la Escritura, estudiantes y comunicadores cristianos a explorar el fascinante y variado mundo del simbolismo bíblico.

Los escritores de la Biblia –afirman los autores de este diccionario– eran verdaderos artistas desde un punto de vista literario. Por tanto, leer y estudiar la Biblia desde una perspectiva literaria que incluya la aclaración de sus imágenes, símbolos y figuras de lenguaje, aporta una comprensión mucho más amplia de su significado y con ello una mejor captación de su mensaje moral y espiritual.

Aunque pensado y escrito a nivel académico, su principal audiencia no son los eruditos. Los autores se han esforzado en conseguir una obra legible y entendible, que no solo sirva como herramienta de referencia indispensable para complementar los diccionarios bíblicos, sino también que despliegue nuevas vías de lectura y apreciación de la Biblia.

Los Autores
Tremper Longman III (1952) es un erudito, teólogo, profesor y autor del Antiguo Testamento de varios libros, incluido «el Diccionario del Antiguo Testamento: Sabiduría, poesía y escritos». Ganador del premio ECPA Christian Book Award 2009.

James C. Wilhoit (1951) es profesor de Educación Cristiana de Scripture Press en Wheaton College en Wheaton, Illinois. Es autor de «Formación espiritual como si la Iglesia importara», coeditor del «Gran Diccionario de Imágenes y símbolos de la Biblia» (IVP Academic) y coautor, con Leland Ryken, de «Enseñanza bíblica efectiva».

Leland Ryken (1942) Es profesor emérito de inglés en Wheaton College en Wheaton, Illinois. Ha contribuido con una serie de obras al estudio de la literatura clásica desde la perspectiva cristiana, incluida la edición del volumen completo sobre escritura cristiana y literatura «La Imaginación Cristiana». Fue el editor literario de la «Versión estándar en inglés de la Biblia», publicada por Crossway Bibles en 2001. Es autor de «Como leer la Biblia como Literatura» y «Palabras de Placer: una introducción literaria a la Biblia», así como coeditor del «Manual Bíblico de Ryken» y de «La Biblia de Estudio Literaria ESV» (con su hijo, Philip Ryken). Fue colaborador de contenido literario de «La Biblia de estudio ESV», publicada en 2008. Es un orador frecuente en la Sociedad Teológica Evangélica.

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sábado, 10 de febrero de 2024

Comentario Bíblico Concordia (Walter Roehrs-Martin Franzmann 2004)


El «Comentario Bíblico Concordia», una aproximación cristocéntrica y confesional a las Sagradas Escrituras.

Este comentario ha sido desarrollado especialmente para el uso de laicos. Ofrece más beneficios de lo que el lector podría encontrar en comentarios de muchos tomos. Una obra inédita por su claridad de las explicaciones, aproximación reverente al texto, y una perspectiva cristocéntrica de la historia bíblica y profética. En esta obra no encontrará extensos comentarios sobre arqueología antigua o el procedente de términos hebreos o latinos. 

Este comentario tampoco proyecta dudas sobre la veracidad de las narraciones bíblicas. Éste es un comentario para quien desea hallar buena información y se pregunta qué otras opiniones hay sobre un pasaje específico. Este comentario provee todo lo que usted necesita; introducciones fáciles de entender, un bosquejo de cada libro bíblico, y una extensa guía de referencias bíblicas; exactamente lo que usted esperaría de un comentario académico, pero escrito para uso personal e inspirador.
 
Los Autores
Walter Roehrs (1901-1996) fue un pastor luterano del Sínodo de Missouri en Western Ridge, IL, desde 1926 a 1930 y profesor en St. Paul's College, Concordia, MO desde 1930 a 1941; profesor en Concordia Teachers College (ahora Concordia University Chicago), River Forest, IL desde 1941 a 1944; profesor en el Seminario Concordia, St. Louis, MO desde 1944 a 1968. Miembro de la Comisión de Teología y Relaciones Eclesiásticas de la LCMS y del Comité de Literatura de la LCMS. Miembro del personal de Concordia Publishing House, St. Louis, MO y editor de "Concordia Theological Monthly".

Martin Franzmann (1907- 1976) fue un clérigo y teólogo luterano estadounidense. También fue profesor universitario y poeta que escribió numerosos libros e himnos. En 1936, Franzmann aceptó el puesto de profesor de griego e inglés en Northwestern hasta el verano de 1946. En 1946, fue llamado a enseñar en el Seminario Concordia en St. Louis, Missouri. En 1957, se convirtió en presidente de Teología Exegética en Concordia. Se destacó por su postura tradicional sobre la inerrancia bíblica y su inspiración contra la crítica histórica mucho antes de la huelga que condujo a la crisis de Seminex.

Entre sus otros cargos estuvo el de presidente de la Conferencia Sinodal, miembro de la Comisión de Teología y Relaciones Eclesiásticas de la Iglesia Luterana-Sínodo de Missouri y representante de la LCMS en 1962 ante la Federación Luterana Mundial. Dejó la facultad del Seminario Concordia en 1969 para convertirse en tutor en Westfield House, el colegio teológico de la Iglesia Evangélica Luterana de Inglaterra (ELCE), en Cambridge, Inglaterra.

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viernes, 26 de enero de 2024

Historia del Pensamiento Cristiano (Justo L. González 1992)

Historia del Pensamiento Cristiano (Justo L. González 1992)

Historia del Pensamiento Cristiano es una valiosa aportación de carácter teológico e histórico sobre el desarrollo del cristianismo desde sus orígenes. Es una excelente fuente introductoria del tema y es ideal para todas las personas con interés por conocer la historia del cristianismo. El autor Justo Gonzalez, hace un esfuerzo por resaltar las cuestiones fundamentales, sin descuidar detalles que considera importantes para el trasfondo del tema. El libro tiene una estructura esencialmente cronológica de los hechos, a la vez dando continuidad a ciertos temas teológicos de importancia primordial. Incluye:

-Contenido histórico, teológico.
-Historia del pensamiento cristiano por Justo Gonzalez.
-Orden y claridad.
-Contenido extenso, bien documentado.
-Tipografía adecuada para experiencia de lectura agradable.

El Autor
Justo L. González García (La Habana, 9 de agosto de 1937) es historiador, teólogo y escritor cubano. Ha contribuido al desarrollo de la teología metodista en América Latina.

Estudió en el Seminario Unido en Cuba, recibió su M.A. en Yale, y luego recibió el Ph.D. Ha sido la persona más joven en obtener el doctorado en Teología Histórica en dicha institución. Fue profesor del Seminario Evangélico de Puerto Rico durante varios años. Luego se agregó a la facultad de la Candler School of Theology de Atlanta (Georgia, EE. UU.). Actualmente se dedica a las labores literarias, en las que su producción ha sido prolífica y de mucho valor.

CONTENIDO

I Introduccion

II La Cuna del Cristianismo
III Los Padres Apostólicos 
IV Los Apologistas Griegos
V Las Primeras Herejias: retos y respuestas 
VI Ireneo de Lyon
VII Tertuliano
VlII La Escuela de Alejandría: Clemente y Orígenes
IX La Teología Occidental en el Siglo Tercero
X La Teología Oriental después de Origenes
XI La Controversia Arriana y el Concilio de Nicea
XII La Controversia Arriana despues del Concilio de Nicea
XIII La Teología de Atanasio
XIV Los Tres Grandes Capadocios
XV La Doctrina Trinitaria en Occidente
XVI Comienzan las Controversias Cristológicas
XVII La Controversia Nestoriana y el Concilio de Efeso
XVIII El Monofisismo y el Concilio de Calcedonia
XIX ¿Apostólica o Apostata?
XX El  Pensamiento de San Agustín
XXI La Era de los Epigonos
XXII La Teología en Oriente hasta el Sexto Concilio Ecumenico
XXIII El Renacimiento Carolingio
XXIV La Edad Oscura 
XXV El Renacimiento del Siglo XII
XXVI La Teología Oriental desde el avance del Islam hasta la Cuarta Cruzada
XXVII Introducción General al Siglo XIII
XXVIII El Agustinismo del Siglo XIII
XXIX Los Grandes Maestros Dominicos
XXX El Aristotelismo Extremo
XXXI La Teología Oriental hasta la Caída de Constantinopla
XXXII La Teologia Occidental en las postrimerías de la Edad Media
XXXIII El Fin de Una Era
XXXIV Un Nuevo Comienzo 
XXXV La Teología de Martin Lutero
XXXVI Ulrico Zwinglio y los Comienzos de la Tradición Reformada
XXXVII El Anabaptismo y la Reforma Radical  
XXXVIII La Teología Luterana hasta la Fórmula de Concordia
XXXIX La Teología Reformada de Juan Calvino
XL La Reforma en la Gran Bretaña
XLI La Reforma Catolica
XLII La Ortodoxia Luterana 
XLIll La Teología Reformada después de Calvino
XLIV El Despertad de la Piedad Personal
XLV El Nuevo Marco Filósofico
XLVI La Teología Protestante en el Siglo XIX
XLVII La Teología Catolica Romana hasta la Primera Guerra Mundial 
XLVIII La Teología Oriental tras la Caída de Constantinopla 
XLIX La Teología en el Siglo XX

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jueves, 18 de enero de 2024

Teología Sistemática (Charles Hodge 1872)



Obra magna de uno de los teólogos reformados más grandes de Estados Unidos, representativa, por otra parte, de lo mejor de la teología protestante basada en la Palabra de Dios. Es el resultado de cincuenta años de enseñanza en el Princeton Theological Seminary, escrita casi al final de una vida dedicada al estudio, la escritura, la predicación y la formación de estudiantes aspirantes al ministerio cristiano. Erudición y devoción se dan la mano en esta obra insigne, en línea de continuidad con los grandes teólogos de todos los tiempos, para quienes mente y corazón, intelecto y piedad colaboran armoniosa y poderosamente en la construcción del edificio doctrinal cristiano. Para ellos la teología no es un ejercicio especulativo, sino la manifestación de una experiencia vital de salvación académicamente expresada para bien de la generalidad de los creyentes, perplejos ante el desafío de la cultura secular y la certeza del mensaje evangélico.

Teólogo de la Palabra de Dios, Hodge procede a modo de un hombre de ciencia de las cosas divinas reveladas en la Biblia, de donde extrae los datos y los hechos con los que construir un impresionante edificio teológico, según las leyes y coherencia interna de la misma Biblia. «La Biblia -dice- es para el teólogo lo que la naturaleza para el hombre de ciencia. Es su arsenal de hechos, y su método de determinar lo que la Biblia enseña es el mismo que el adoptado por el filósofo natural para determinar qué enseña la naturaleza».

Hodge determina, recoge y combina todos los hechos que Dios ha revelado para mostrar las verdades de la fe en su armonía, consistencia y mutua relación interna. No es una tarea fácil, pero Hodge sale triunfante en esta obra monumental en la que explora la teología, la doctrina relativa a Dios, la Trinidad, su conocimiento y atributos; la antropología, la doctrina relativa al hombre, su creación, su naturaleza y su pecado; la soteriología, la doctrina relativa a la obra de Dios en la salvación del hombre caído; y la escatología, la doctrina relativa al estado del alma en el más allá y la espera del retorno glorioso de Cristo.

El Autor
Charles Hodge (27 de diciembre de 1797 - 19 de junio de 1878) fue un teólogo presbiteriano reformado y director del Seminario Teológico de Princeton entre 1851 y 1878.

Fue un destacado exponente de la Teología de Princeton, una tradición teológica calvinista ortodoxa en América durante el siglo XIX. Argumentó firmemente a favor de la autoridad de la Biblia como Palabra de Dios. Muchas de sus ideas fueron adoptadas en el siglo XX por fundamentalistas y evangélicos.

CONTENIDO

Introducción 
Capitulo 1: SOBRE EL METODO
1. La teología, una ciencia
2. El método teológico
3. El método especulativo
4. El método mistico
5. El método inductivo
6. Las escrituras contienen todos los hechos de la teologia

Capitulo 2: TEOLOGIA
1. Su naturaleza
2. Los Hechos de la naturaleza revelan a Dios
3. La Insuficiencia de la Teología Natural
4. La teología cristiana

Capitulo 3: EL RACIONALISMO
1. Significado y uso del termino
2. Racionalismo deista
3. La segunda forma del racionalismo
4. Dogmatismo, la tercera forma del racionalismo
5. El papel propio de la razón en cuestiones de religión
6. Relación entre la filosofía y la Revelacion
7. Papel de los sentidos en los asuntos de la fe

Capitulo 4: MISTICISMO
1. Significado de las palabras entusiasmo y misticismo
2. El Misticismo en la Iglesia Primitiva
3. El Misticismo durante la Edad Media
4. El Misticismo durante y después de la Reforma
5. El Quietismo
6. Los Quaqueros y Amigos
7. Objeciones a la Teoría Mística
Capitulo 5: LA DOCTRINA CATOLICORROMANA ACERCA DE LA REGLA DE LA FE
1. Declaración de la doctrina
2. La Doctrina Católica Romana acerca de las Escrituras 
3. La Tradicion
4. El Oficio de la Iglesia como Maestra
5. Examen de las doctrinas romanistas
6. Examen de la Doctrina de la iglesia de Roma acerca de la Tradicion
7. El Oficio de la Iglesia como Maestra

Capitulo 6: LA REGLA PROTESTANTE DE LA FE
1. Enunciado de la doctrina
2. Las Escrituras son infalibles, esto es, son dadas por Inspiración Divina
3. Teorías adversas
4. La Integridad de las Escrituras
5. La perspicuidad de las Escrituras. El derecho al juicio privado
6. Normas de interpretación

Parte 1: TEOLOGIA PROPIA

Capitulo 1: EL ORIGEN DE LA IDEA DE DIOS
1. El conocimiento de Dios como cosa innata
2. El conocimiento de Dios no sé debe a un proceso de razonamiento
3. El conocimiento de Dios no sé debe exclusivamente a la Tradición 
4. ¿Se puede Demostrar la Existencia de Dios?

Capitulo 2: TEÍSMO 
1. El argumento ontológico 
2. El argumento cosmológico
3. El argumento teleologico
4. Objeciones al argumento teleologico 
5. El argumento moral o antropologico

Capitulo 3: TEORIAS ANTI-TEISTAS
1. Que se entiende por Anti-Teismo
2. Politeismo
3. Hilozoismo
4. Materialismo
5. Panteismo
Capitulo 4: EL CONOCIMIENTO DE DIOS
1. Dios puede ser conocido
2. Dios no puede ser conocido plenamente 
Capitulo 5: LA NATURALEZA Y LOS ATRIBUTOS DE DIOS
1. Definiciones de Dios
2. Los atributos de divinos
3. La clasificación de los atributos divinos
4. La espiritualidad de Dios
5. Infinitud
6. La Eternidad
7. Inmutabilidad 
8. Conocimiento 
9. La voluntad de Dios
10. El poder de Dios
11. La santidad de Dios 
12. Justicia
13. La bondad de Dios
14. La Verdad de Dios
15. La soberania de Dios 

Capitulo 6: LA TRINIDAD
1. Observaciones preliminares
2. Forma bíblica de la doctrina 
3. El periodo de transición
4. La doctrina de la Iglesia presentada en el Concilio de Nicea 
5. Puntos decididos por los Concilios de Nicea y Constantinopla
6. Examen de la Doctrina Nicena
7. Concepciones filosóficas de la doctrina de la Trinidad
Capitulo 7: LA DEIDAD DE CRISTO 
1. El testimonio del Antiguo Testamento 
2. Las características generales de la enseñanza del Nuevo Testamento acerca de Cristo 
3. Pasajes particulares del nuevo testamento que enseñan la deidad de Cristo 
4. Las epistolas de San Pablo

Capitulo 8: EL ESPIRITU SANTO
1. Su Naturaleza 
2. El oficio del Espíritu Santo 
        
Capitulo 9: LOS DECRETOS DE DIOS
1. La naturaleza de los decretos divinos 
2. Objeciones a la doctrina de los decretos divinos
         
Capitulo 10: LA CREACION 
1. Diferentes teorías sobre el origen del universo 
2. Creación mediata e inmediata
3. Prueba de esta doctrina 
4. Objeciones a esta doctrina 
5. El propósito de la Creación 
6. El relato mosaico de la Creación 

Capitulo 11: PROVIDENCIA 
1. Preservación 
2. Gobierno 
3. Teorías diferentes acerca del gobierno divino 
4. Los principios involucrados en la doctrina escritural de la Providencia

Capitulo 12: MILAGROS
1. Su Naturaleza. Significado y uso de la palabra
2. La posibilidad de los milagros 
3. ¿Puede un milagro ser conocido como tal?
4. El valor de los milagros como prueba de la Revelación divina
          
Capitulo 13: LOS ANGELES
1. Su naturaleza 
2. Su estado 
3. Sus misiones
4. Los angeles malos

Parte II: ANTROPOLOGIA

Capitulo 1: EL ORIGEN DEL HOMBRE
1. La doctrina Escritural
2. Teorías anti-escriturarial
3. La antigüedad del hombre 

Capitulo 2: LA NATURALEZA DEL HOMBRE 
1. La doctrina Escritural
2. Tricotomia
3. Realismo
4. Otra forma de la teoría realista 

Capitulo 3: EL ORIGEN DEL ALMA 
1. Teoría de la Preexistencia
2. Traducianismo
3. Creacionismo
4. Observaciones finales 

Capitulo 4: UNIDAD DE LA RAZA HUMANA 
1. Concepto de especie 
2. Evidencias de la identidad de las Especies 
3. Aplicación de estos criterios al hombre 
4. El argumento filologico y moral 

Capitulo 5: EL ESTADO ORIGINAL DEL HOMBRE 
1. La doctrina Escritural
2. El hombre creado a la imagen de Dios
3. Rectitud original 
4. El dominio sobre las criaturas
5. La doctrina de los Romanistas
6. La doctrina Pelagiana y Racionalista

Capitulo 6: EL PACTO DE OBRAS
1. Dios hizo un pacto con Adán 
2. La promesa 
3. La condición 
4. La pena
5. Las partes
6. La Perpetuidad del pacto

Capitulo 7: LA CAIDA
1. El relato Escritural

Capitulo 8: EL PECADO
1. La naturaleza de la cuestión
2. Teorias filosofícas
3. La doctrina de la Iglesia Primitiva 
4. La teoría Pelagiana
5. La doctrina de Agustin
6. La doctrina de la Iglesia de Roma
7. La doctrina Protestante acerca del pecado 
8. Los efectos del pecado de Adán sobre su posteridad
9. Imputación inmediata 
10. Imputación mediata 
11. La Preexistencia 
12. Teoria Realista
13. El pecado original 
14. El asiento del pecado original 
15. Incapacidad

Capitulo 9: LIBRE ALBEDRIO
1. Diferentes teorías de la voluntad 
2. Definición de términos
3. La certidumbre, consecuente con la libertad

Parte III: SOTERIOLOGIA

Capitulo 1: EL PLAN DE LA SALVACION
1. Dios tiene este plan
2. Supralapsarianismo
3. Infralapsarianismo 
4. Redención hipotética
5. La doctrina Luterana en cuanto al plan de la salvacion
6. La doctrina Remonstrante
7. El Arminianismo Wesleyano
8. El esquema Agustiniano
9. Objeciones al esquema Agustiniano

Capitulo 2: EL PACTO DE LA GRACIA
1. El plan de Salvación es un Pacto
2. Diferentes puntos de vista de la naturaleza de este Pacto
3. Las partes del Pacto 
4. El Pacto de Redencion
5. El Pacto de Gracia 
6. La identidad del Pacto de la Gracia bajo todas las Dispensaciones
7. Diferentes dispensaciones 

Capitulo 3: LA PERSONA DE CRISTO
1. Consideraciones preliminares
2. Los hechos escriturales acerca de la Persona de Cristo
3. La unión hipostatica 
4. Consecuencias de la unión hipostatica
5. Doctrinas erróneas y heréticas acerca de la Persona de Cristo
6. La doctrina de las Iglesias Reformadas
7. Doctrina Luterana
8. Formas posteriores de la doctrina 
9. Formas modernas de la doctrina 

Capitulo 4: LA OBRA MEDIADORA DE CRISTO
1. Cristo, el único Mediador
2. Calificaciones para la obra
3. El triple oficio de Cristo

Capitulo 5: EL OFICIO PROFÉTICO
1. La naturaleza del oficio Profético 
2. Cómo Cristo ejecuta el Oficio de Profeta

Capitulo 6: El OFICIO SACERDOTAL
1. Cristo es un Sacerdote de manera verdadera, no en un sentido figurado
2. Cristo es nuestro único sacerdote
8. Definición de términos

Capitulo 7: LA SATISFACCIÓN DE CRISTO
1. Enunciado de la doctrina 
2. El valor intrínseco de la satisfacción de Cristo 
3. La doctrina de los Escotistas y de los Remonstrantes
4. La satisfacción dada a la justicia
5. La obra de Cristo satisface las demandas de la Ley
6. Prueba de la doctrina
7. Objeciones

Capitulo 8: ¿POR QUIENES MURIÓ CRISTO?
1. Estado de la cuestión
2. Prueba de la doctrina Agustiniana

Capitulo 9: TEORÍAS DE LA EXPIACIÓN
1. La posición ortodoxa 
2. La doctrina de algunos de los Padres
3. La teoría moral
4. La teoría gubernamental
5. La teoría mistica
6. Observaciones finales

Capitulo 10: LA INTERCESIÓN DE CRISTO 
1. Cristo nuestro Intercesor
2. Su Naturaleza 
3. Sus objetos 
4. La Intercesión de los santos 

Capitulo 11: EL OFICIO REGIO DE CRISTO 
1. La Iglesia, el reino de Dios
2. Cristo es el único Rey
3. La naturaleza del reino de Cristo
4. El Reino de Gloria

Capitulo 12: LA HUMILLACIÓN DE CRISTO
1. Incluye Su Encarnación 
2. Fue hecho bajo la Ley
3. Sus padecimientos y muerte 
4. El soporto la ira de Dios
5. Su muerte y sepultura 

Capitulo 13: LA EXALTACIÓN DE CRISTO
1. La Resurrección de Cristo
2. La Ascensión de Cristo
3. Sentado a la diestra de Dios
4. La venida de Cristo a juzgar al mundo

Capitulo 14: LA VOCACIÓN
1. Uso escriturario del termino
2. El llamamiento externo
3. La gracia común 
4. La gracia eficaz
5. Prueba de la doctrina
6. Objeciones
7. Historia de la doctrina

Capitulo 15: REGENERACION

1. Uso del termino 
2. La naturaleza de la regeneracion 
3. La doctrina evangelica
4. Objeciones

Capitulo 16: LA FE

1. Observaciones preliminares 
2. La naturaleza psicológica de la fe
3. Diferentes clases de fe
4. Fe y conocimiento 
5. Fe y sentimientos 
6. Fe y amor
7. El objeto de la fe salvadora
8. Los efectos de la fe

Capitulo 17: JUSTIFICACIÓN

1. Enunciado simbólico de la doctrina 
2. La Justificación es un acto legal 
3. Las obras no son la base de la justificacion
4. La justicia de Cristo es la base de la justificación 
5. La imputación de justicia 
6. Prueba de la doctrina 
7. Las consecuencias de la imputación de la Justicia
8. La relación de la fe con la justificación 
9. Objeciones a la doctrina protestante de la justificación
10. Alejamiento de la doctrina Protestante
11. Posturas modernas acerca de la justificación

Capitulo 18: SANTIFICACIÓN
1. Su naturaleza
2. En qué consiste
3. El método de la santificación  
4. Los frutos de la santificación, o las buenas obras. Su naturaleza
5. La necesidad de las buenas obras
6. La relación de las buenas obras con la recompensa
7. Teorías del perfeccionismo 

Capitulo 19: LA LEY
1. Principios preliminares
2. La división del contenido del Decálogo
3. El prefacio a los Diez Mandamientos 
4. El primer mandamiento
5. La invocacion de santos y angeles
6. El segundo mandamiento
7. El tercer mandamiento
8. El cuarto mandamiento
9. El quinto mandamiento
10. El sexto mandamiento
11. El séptimo mandamiento
12. El octavo mandamiento
13. El noveno mandamiento
14. El décimo mandamiento

Capitulo 20: LOS MEDIOS DE LA GRACIA

1. La palabra
2. Los sacramentos: Su naturaleza
3. Número de los sacramentos
4. La eficacia de los sacramentos
5. La necesidad de los sacramentos
6. La validez de los sacramentos
7. Bautismo
8. La formula del bautismo
9. Los sujetos del bautismo
10. Bautismo de párvulos
11. ¿Quiénes y cuales niños tienen derecho al bautismo?
12. La eficacia del bautismo
13. La doctrina luterana acerca del bautismo
14. Doctrina de la Iglesia de Roma
15. La cena del Señor 
16. La doctrina de la Iglesia Reformada acerca de la Cena del Señor
17. Puntos de vista modernos acerca de la Cena del Señor
18. La doctrina luterana acerca de la Cena del Señor
19. La doctrina de la Iglesia de Roma acerca de la Cena del Señor
20. La oración

Parte IV: ESCATOLOGIA

Capitulo 1: EL ESTADO DEL ALMA DESPUES DE LA MUERTE
1. Doctrina protestante 
2. El sueño del alma
3. La doctrina patristica del estado intermedio 
4. La doctrina de la Iglesia de Roma

Capitulo 2: LA RESURRECCIÓN
1. Doctrina Escrituraria

Capitulo 3: LA SEGUNDA VENIDA
1. Observaciones preliminares
2. La doctrina común de la Iglesia
3. La venida personal de Cristo
4. El llamamiento de los gentiles
5. La conversion de los judios
6. El Anticristo 

Capitulo 4: LOS EVENTOS CONCOMITANTES DE LA SEGUNDA VENIDA
1. La resurrección general
2. El Juicio final
3. El fin del mundo
4. El Reino de los Cielos
2. La teoría del advenimiento premilenial
3. El castigo futuro

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lunes, 11 de diciembre de 2023

El Ordo Salutis I: La Regeneración y el Llamamiento Eficaz



Ordo salutis (latín: "orden de salvación") se refiere a una serie de pasos conceptuales dentro de la doctrina cristiana de la salvación.

Definición
Ordo salutis ha sido definido como, "un término técnico de la dogmática protestante para designar los pasos consecutivos en la obra del Espíritu Santo en la apropiación de la salvación." Aunque existe dentro de la teología cristiana un cierto sentido en el que las fases de la salvación son secuenciales,​ se entiende que algunos elementos ocurren progresivamente y otros instantáneamente. Además, algunos pasos dentro del "orden de la salvación" se consideran objetivos (o monergístico), realizados únicamente por Dios, mientras que otros se consideran subjetivos (o sinergista), en los que interviene el ser humano. Los cristianos anteriores a la Reforma protestante, aunque no utilizaban la frase exacta, trataban de ordenar los elementos de la salvación.​ El término "Ordo salutis" fue utilizado por primera vez por teólogos luteranos a mediados de la década de 1720.

La concepción correcta del Ordo Salutis
Por Herman Hoeksema

Con el fin de obtener una concepción correcta del Ordo Salutis, nosotros debemos tener en mente varias distinciones validas primeramente. Es verdad que en un cierto sentido la justificación puede ser tratada bajo el título de teología en relación con los decretos de Dios, pues en el decreto nosotros ya somos justificados desde la eternidad, esto según Romanos 8:1. “Por consiguiente, no hayahora condenación para los que estánen Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu.” El “ahora” en este texto no debe ser mal entendido como un modificador temporal, sino más bien en el sentido lógico. En otras palabras, nunca ha habido, no hay y nunca habrá ninguna condenación para aquellos quienes están en Cristo Jesús.

La justificación puede además ser tratada en relación a la obra de Cristo en su humillación y exaltación, ya que el sufrimiento y la muerte de Cristo es la base meritoria de nuestra justificación mientras que en Su resurrección, Dios pone Su sello sobre nuestra justificación, esto según Romanos 4:25 “el cual fue entregado por causa de nuestras transgresiones y resucitado por causa de nuestra justificación.”

Note que en ambas frases de este texto el caso acusativo (“por” RV1960) debe ser traducido “a causa de.” Cristo fue entregado a causa de nuestras transgresiones como Él fue resucitado a causa de nuestra justificación. No obstante, en soterología, la cuestión es sobre la aplicación de este beneficio de la justificación al corazón del pecador elegido. Así, se sigue con el propósito de la fe salvífica; que nosotros después de todo, somos justificados por la sola fe. “Por lo tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1). Debemos mantener esta línea subjetiva de la aplicación de los beneficios de la salvación en Cristo Jesús. Es además necesario el distinguir entre lo que es forjado por Dios en la subconsciencia como lo qué es forjado por Dios en la conciencia del pecador.

Nosotros bien podemos hablar indudablemente de y distinguidamente entre, la regeneración en el sentido más estrecho como en el sentido más amplio. En el sentido más amplio la regeneración incluye llamado y conversión. En el sentido más estrecho nadie puede ver el reino de Dios sin antes haber nacido de nuevo; “Respondió Jesús y le dijo: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios.” (Juan 3:3). También podemos hablar de la regeneración que es a través de la Palabra de Dios “En el ejercicio de su voluntad, El nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que fuéramos las primicias de sus criaturas.” (Santiago 1:18). Y que por medio del llamado, en el sentido completo, el pecador regenerado es trasladado antes de cualquier conocimiento, de la oscuridad a la luz admirable de Cristo. Luego a través del mismo llamado él alcanza una fe consciente, que le guía al conocimiento de su justificación, a la adopción como hijo, y a la paz ante Dios. Y así, a través del mismo llamado por la Palabra de Dios, que él es también santificado y habilitado para llevar frutos hacia toda buena obra.

Teniendo todo esto en mente entonces nosotros llegamos a las siguientes conclusiones con respecto a la secuencia del Ordo Salutis, el cual es; regeneración, llamado, fe salvífica, conversión, justificación, santificación, preservación y perseverancia, y glorificación.

Tomado de Reformed Dogmatics por Herman Hoeksema, pp. 24-25. Título en inglés: The Correct Conception of the Ordo Salutis.

CAPITULO 47:
LA REGENERACIÓN Y EL LLAMAMIENTO EFICAZ
LOS TÉRMINOS QUE EN LA BIBLIA SE USAN PARA REGENERACIÓN Y LAS IMPLICACIONES DE ESOS TÉRMINOS

LOS TÉRMINOS QUE TENEMOS QUE CONSIDERAR
La palabra griega "regeneración" (palingenesia) se encuentra nada más en Mat. 19: 28 y Tito 3: 5 y sólo en este último pasaje se refiere al principio de la vida nueva en el individuo cristiano. La idea de este principio se expresa de manera más común por medio del verbo gennao (con anothen en Juan 3: 3), o su compuesto anagenao. Estas palabras significan, bien, engendrar de nuevo o, concebir o nacer, Juan 1: 13; 3: 3, 4, 5, 6, 7. 8; I Ped. 1: 23; I Juan 2: 29; 3: 9; 4: 7; 5: 1, 4, 18. En un pasaje, es decir Sgto. 1: 18, la palabra apokueo, concebir o hacer nacer, es la que se emplea, además, el pensamiento de la producción de una nueva vida está expresado por la palabra ktizo, crear, Ef. 2: 10, y el producto de esta creación se llama una kaine ktisis (nueva criatura), II Cor. 5: 17; Gál. 6: 15, o un kainos anthropos (nuevo hombre), Ef. 4: 24. Por último el término suzoopoieo, hacer vivir con, vivificador con se usa también en un par de pasajes, Ef. 2: 5; Col. 2: 13.

LAS IMPLICACIONES DE ESTOS TÉRMINOS
Estos términos llevan consigo varias implicaciones importantes, a las que debemos dirigir nuestra atención.

1. La regeneración es una obra creadora de Dios, y es, por tanto, una obra en la que el hombre permanece pasivo por completo, y en la que no hay lugar para la cooperación humana.) Este es un punto muy importante, puesto que acentúa el hecho de que la salvación es por completo de Dios.
2. La obra creadora de Dios produce una nueva vida, en virtud de la cual, el hombre, vivificado con Cristo, participa de la vida de resurrección, y puede ser llamado una criatura nueva, "creada en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas", Ef. 2: 10.
3. Deben distinguirse dos elementos en la regeneración, es decir, la generación o la concepción de una vida nueva, y el producirla o hacerla nacer, 'mediante los cuales la vida nueva brota de esas escondidas profundidades. La generación implanta el principio de la nueva vida en el alma, y el nuevo nacimiento hace que este principio comience a presentarse en acción. Esta distinción es de gran importancia para un entendimiento adecuado de la regeneración.

EL USO DEL TERMINO "REGENERACIÓN" EN LA TEOLOGÍA EN LA IGLESIA PRIMITIVA Y EN LA TEOLOGÍA CATOLICORROMANA
En la mente de la iglesia primitiva el término "regeneración" no se mantuvo como un concepto definido con precisión. Se usó para denotar un cambio relacionado en forma estrecha con el lavamiento de los pecados, y no se hizo una distinción clara entre la regeneración y la justificación. Según se le identifica con la gracia bautismal, el primero se entendía de manera especial como una designación de la remisión de los pecados aunque la idea de una cierta renovación moral no estaba excluida. Aun Agustín no trazó aquí una línea estricta; sino que distinguió entre regeneración y conversión. Para él la regeneración incluía, además de la remisión del pecado, nada más un cambio inicial del corazón, seguido por la conversión posterior. Concebía Agustín la regeneraran como una obra de Dios estrictamente solitaria, en la que el sujeto humano, no puede cooperar, y a la que tampoco el hombre puede resistir. De consiguiente, para Pelagio, la "regeneración" no significaba el nacimiento de una criatura nueva, sino el perdón de los pecados en el bautismo, la iluminación de la mente por medio de la verdad y la estimulación de la voluntad por medio de las promesas divinas. La confusión entre la regeneración y la justificación, que ya se descubre en Agustín, se hizo todavía más notable en el escolasticismo. De hecho, del más prominente de los dos conceptos que resultó ser la justificación, se pensaba que incluía la regeneración y se concebía como un acto en el que Dios y el hombre cooperan. La justificación según la explicación común incluía la infusión de gracia, es decir, el nacimiento de una nueva criatura, o regeneración, el perdón de los pecados y el desalojo de la culpa que le correspondía. No obstante, había una diferencia de opinión respecto a, cuál de estos dos elementos es por razón lógica el primero.

Según Tomás de Aquino la infusión de gracia es primero, y el perdón de los pecados se basa sobre esto, cuando menos en cierto sentido; pero según Duns Escoto el perdón de los pecados es primero y sirve de base para la infusión de la gracia. Ambos elementos se efectúan por medio del bautismo ex opera operato.
La opinión de Tomás de Aquino triunfó en la Iglesia. Hasta el día de hoy hay en la iglesia católica romana una cierta confusión entre regeneración y justificación, la cual, sin duda, se debe en gran parte al hecho de que la justificación no se concibe como un acto forense, sino como un acto o proceso de renovación. En ese acto el hombre no está declarado sino hecho justo. Dice Wilmers en su obra, Handbook of the Christian Religion: "Así como la justificación es una renovación y regeneración espiritual, se sigue que el pecado queda verdaderamente destruido por ella, y no como los reformadores sostienen, que nada más queda cubierto o que ya no se imputa".

COMO LA ENTENDIERON LOS REFORMADORES Y LAS IGLESIAS PROTESTANTES
Lutero no pudo escaparse por completo de confundir la regeneración con la justificación.
Además habló de la regeneración o del nuevo nacimiento en un sentido todavía más amplio. Calvino también usó el término en un sentido muy comprensivo. Como una designación de todo el proceso por medio del cual el hombre es renovado, incluyendo además del acto divino que origina la nueva vida también la conversión (arrepentimiento y fe) y la santificación. Varios autores del Siglo XVII fallaron en distinguir entre regeneración y conversión y usan indistintamente ambos términos, tratando lo que ahora llamamos regeneración bajo el título de vocación o de llamamiento eficaz.

Los Cánones de Dort usaron también las dos palabras como sinónimas, y la Confesión Belga parece que habla de la regeneración en un sentido todavía más amplio. Este uso comprensivo del término "regeneración" condujo con frecuencia a la confusión y al descuido sobre distinciones muy necesarias., Por ejemplo, aunque la regeneración y la conversión se identificaran, la regeneración se declaraba todavía como acto solitario de Dios, a pesar del hecho del que en la conversión el hombre, en realidad coopera.
La distinción entre regeneración y justificación se había hecho ya más clara, pero por grados se hizo necesaria, y se estableció también, la costumbre de emplear el término "regeneración" en un sentido más restringido. Turretin define dos clases de conversión : primero, una "habitual" o conversión pasiva, producida por una disposición o hábito del alma, la cual, acentúa él, debiera llamarse mejor "regeneración", y segundo, una "actual" o conversión "activa", en la cual este hábito o disposición implantada se vuelve activo en la fe y el arrepentimiento.

En la teología Reformada de hoy, la palabra "regeneración" se usa por lo general en un sentido más restringido, como una designación de aquel acto divino por medio del cual el pecador queda dotado de nueva vida espiritual y mediante ese acto el principio de la vida nueva entra por primera vez en acción. Concebida así, la regeneración incluye tanto el "ser engendrado de nuevo" como el "nuevo nacimiento", en el que la nueva vida se hace manifiesta. No obstante, en estricta armonía, con el significado literal de la palabra "regeneración" el término "se emplea a veces en un sentido todavía más limitado, para denotar nada más la implantación de la nueva vida en el alma, aparte de las primera s manifestaciones de esta vida. En la moderna teología ancha el término "regeneración" adquiere un significado diferente. Schleiermacher distinguió dos aspectos de regeneración, es decir, la conversión y la justificación y sostuvo que en la regeneración "se produce en el creyente una nueva conciencia religiosa mediante el espíritu cristiano ordinario de la comunidad, y se prepara para la nueva vida, o la 'santificación'. (Pfleiderer) Que el "espíritu cristiano de la comunidad o congregación" es el resultado de un influjo de la vida divina, por medio de Cristo, en la Iglesia, y se llama "el Espíritu Santo" por Schleiermacher. El concepto moderno está bien expresado en las palabras siguientes que son de Youtz: "La interpretación moderna inclina al retorno del uso simbólico del concepto de regeneración. Nuestras realidades éticas tienen que ver con los caracteres transformados. La regeneración expresa así un cambio ético radical y vital, más bien que un principio metafísico, por completo nuevo. La regeneración es un peldaño vital en el desarrollo natural de la vida espiritual, un reajuste radical de los Procesos morales de la vida". Los investigadores en la psicología de la religión, en general, dejan de distinguir entre regeneración y conversión. Consideran que la regeneración es un proceso en el que la actitud del hombre hacia la vida cambia de lo auto céntrico a lo heterocéntrico. Este proceso encuentra su explicación en primer lugar en la vida subconsciente, y no envuelve por necesidad nada que sea sobrenatural. James dice: "Ser convertido, ser regenerado, recibir la gracia, experimentar la religión, adquirir seguridad, son otras tantas frases que denotan el proceso, gradual o repentino, por medio del cual uno mismo, que hasta aquí estaba dividido, consciente de estar equivocado, de ser inferior e infeliz se convierte en una personalidad unificada, conscientemente recta, superior y feliz como consecuencia de su firme apego a las realidades religiosas".

Según Clark, "los investigadores han convenido en distinguir tres diferentes etapas en la conversión:

1. Un período de 'tormenta y lucha', sentido de pecado, o sentimiento de desarmonía interna, lo que la teología conoce como `convicción de pecado' y designado por James como 'enfermedad del alma'.
2. Una crisis emocional que señala un punto de regreso.
3. Una venturosa tranquilidad acompañada por un sentido de paz, descanso, armonía interior, aceptación delante de Dios, y con frecuencia, de reflejos motores y sensorios de varias clases".

LA NATURALEZA ESENCIAL DE LA REGENERACIÓN
Respecto a la naturaleza de la regeneración hay varios errores que -111' debemos evitar. Será bueno mencionar éstos antes de comenzar el estudio de las cualidades positivas de esta obra recreadora de Dios.

LOS ERRORES

1. La regeneración no es un cambio en la substancia de la naturaleza humana, como enseñaban los maniqueos y también en los días de la Reforma Flacio Ilírico, que concebía el pecado original como una substancia que había de ser substituida por otra en la regeneración. Ninguna nueva semilla o germen físico se implanta en el hombre; ni hay tampoco que hacer alguna adición a las facultades del alma, o alguna substracción de ellas.

2. Tampoco es nada más un cambio en una o más de las facultades del alma como, por ejemplo, de la vida emocional (sentimientos o corazón), que remueve la aversión a las cosas divinas, según algunos evangélicos la conciben, o del intelecto, o una iluminación de la mente que está obscurecida por el pecado, como la consideran los racionalistas. La regeneración afecta el corazón, entendida la palabra en el sentido de la Escritura, es decir, como el órgano central del alma que lo controla todo y del cual fluyen las corrientes de la vida. Esto significa que afecta a la naturaleza humana como un todo.

3. Tampoco es un cambio completo o perfecto de toda la naturaleza del hombre, o de alguna parte de ella como para que ya no sea capaz de pecar como enseñaron los extremados anabaptistas y algunos de las sectas fanáticas. Esto no significa que, en principio, no afecte a toda la naturaleza del hombre; sino nada más que no constituye el cambio completo que se obra en el hombre mediante la operación del Espíritu Santo. Es decir, no incluye ni la conversión ni la santificación.

LOS CARACTERES POSITIVOS DE LA REGENERACIÓN
Tenemos que hacer las siguientes confirmaciones positivas acerca de la regeneración:

1. La regeneración consiste en la implantación del principio de la nueva vida espiritual en el hombre, en un cambio radical de la disposición regente del alma, la cual bajo la influencia del Espíritu Santo, da nacimiento a una vida que se mueve en dirección hacia Dios. En principio este cambio afecta al hombre completo : en su intelecto ; I Cor. 2 : 14, 15 ; II Cor. 4 : 6 ; Ef. 1 : 18 ; Col. 3: 10 ; en su voluntad, Sal 110 : 3 ; Fil. 2: 13 ; II Tes. 3 : 5 ; Heb. 13 : 21; y en sus sentimientos o emociones, Sal 42 : 1, 2; Mat. 5: 4; I Ped. 1: 8.

2. Es un cambio instantáneo en la naturaleza del hombre, que afecta al momento al hombre completo, intelectual, emocional y moral. La afirmación de que la regeneración es un cambio instantáneo implica dos cosas:

A. Que no es un trabajo que esté preparado por grados en el alma, según enseñan los católico romanos y todos los semipelagianos; no hay etapa intermedia entre la vida y la muerte; uno vive o está muerto.
B. Que no es un proceso gradual como la santificación. Es verdad que algunos autores Reformados en ocasiones han usado el término "regeneración" como que incluye aun la santificación; pero esto fue en los días cuando el ordo salutis no estaba desarrollado por completo como lo está hoy.

3. En un sentido más limitado es un cambio que ocurre en la vida subconsciente. Es una obra secreta e inescrutable de Dios, que nunca se percibe directamente por el hombre. El cambio puede tener lugar sin que el hombre sea consciente de él al momento, aunque éste no es el caso cuando coinciden la regeneración y la conversión; y aun más tarde, el hombre la percibe sólo en sus efectos. Esto explica el hecho de que el cristiano puede, por una parte, luchar por largo tiempo con dudas e incertidumbres, y por la otra, puede todavía triunfar, por grados, sobre éstas y levantarse a las alturas de la seguridad.

DEFINICIÓN DE REGENERACIÓN
De lo que hemos dicho precedentemente respecto al uso actual de la palabra "regeneración", se sigue que la regeneración puede ser definida de dos maneras. En el sentido estricto de la palabra podemos decir: La regeneración es aquel acto de Dios por medio del cual el principio de la vida nueva queda implantado en el hombre, y se hace santa la disposición regente del alma. Pero para incluir la idea del nuevo nacimiento tanto como la del ser "engendrado otra vez", será necesario completar la definición con las siguientes palabras: "quedando asegurado el primen ejercicio santo de esta nueva disposición".

EL LLAMAMIENTO EFICAZ EN RELACIÓN CON EL LLAMAMIENTO EXTERNO Y LA REGENERACIÓN
INSEPARABLE CONEXIÓN ENTRE EL LLAMAMIENTO EFICAZ Y EL LLAMAMIENTO EXTERNO

El llamamiento de Dios puede decirse que es uno, y la diferencia entre llamamiento externo o interno y eficaz únicamente llama la atención al hecho de que en ese llamamiento hay dos aspectos. Esto no significa que estos dos aspectos estén siempre unidos y vayan siempre juntos. No afirmamos con los luteranos que "el llamamiento interno no sea siempre concurrente con el oír de la palabra". No obstante, significa que cuando el llamamiento interno llega a los adultos es por la mediación de la predicación de la Palabra. Es una y la misma palabra la que se escucha en el llamamiento externo, y que se hace efectiva en el corazón en el llamamiento interno. Por medio de la poderosa aplicación del Espíritu Santo el llamamiento externo pasa a ser directamente interno. Pero aunque este llamamiento esté relacionado en forma estrecha con el externo y forme una unidad con El, hay ciertos puntos de diferencia:

1. Es un llamamiento hecho por la Palabra, aplicada en forma salvadora mediante la operación del Espíritu Santo, I Cor. 1: 23, 24; I Ped. 2: 9.
2. Es un llamamiento poderoso, es decir, un llamamiento que es efectivo para la salvación, Hech. 13: 48; I Cor. 1: 23, 24
3. Se concede irrevocablemente, es decir, un llamamiento que no está sujeto a cambio y que nunca será retirado, Rom. 11:29.

CARACTERÍSTICAS DEL LLAMAMIENTO INTERNO

Deben notarse las siguientes características:

1. Opera mediante la persuasión moral más la operación eficaz del Espíritu Santo. Tenemos que preguntar si en este llamamiento (como distinto de la regeneración) la Palabra de Dios obra en forma creadora, o mediante persuasión moral. Ahora bien, no hay duda acerca de que de la Palabra de Dios se dice a veces que obra de una manera creadora, Gen 1: 3; Sal 33: 6, 9; 147: 15; Rom. 4: 17 (aunque este pasaje debe interpretarse en forma diferente). Pero todos estos pasajes se refieren al poder de la Palabra de Dios, a su mandato autoritativo, y no a la Palabra de la predicación que es la que nos concierne aquí. El Espíritu de Dios obra mediante la predicación de la Palabra sólo de una manera moralmente persuasiva, haciendo más efectiva la persuasión de la Palabra, de tal manera que el hombre escucha la voz de su Dios.
Esto se deduce de la íntima naturaleza de la Palabra, que se dirige al entendimiento y a la voluntad. No obstante, debe recordarse que esta persuasión moral no constituye todavía el todo del llamamiento interno; debe haber además de esto una operación poderosa del Espíritu Santo para aplicar la Palabra al corazón.

2. Obra en la vida consciente del hombre. Este punto está relacionado de manera muy íntima con el precedente. Si la palabra de la predicación no obra en forma creadora sino nada, más de una manera moral y persuasiva, se sigue que puede obrar nada más en la vida consciente del hombre. Se dirige al entendimiento, que el Espíritu capacita con el sentido de la vista espiritual dentro de la verdad, y por medio del entendimiento ejerce influencia en forma efectiva sobre la voluntad, de manera que el pecador se vuelve a Dios. El llamamiento interno necesariamente desemboca en la conversión, es decir, en un regreso consciente fuera del pecado y en dirección hacia la santidad.

3. Es teleológico. El llamamiento interno es de carácter teleológico, es decir, llama al hombre para determinado fin, hacia la gran meta a la cual el Espíritu Santo está dirigiendo al elegido, y, en consecuencia hacia las etapas intermedias que hay en el camino de su destino final. Es un llamamiento al compañerismo con Jesucristo, I Cor. 1: 9; para heredar bendición, I Ped. 3: 9; a la libertad, Gál. 5: 13; a la paz, I Cor. 7: 15; a la santidad, I Tes. 4: 7; hacia una esperanza, Ef. 4: 4; hacia la vida eterna, I Tim. 6: 12; y el reino de Dios y de su gloria, I Tes. 2: 12.

LA RELACIÓN ENTRE EL LLAMAMIENTO EFICAZ Y LA REGENERACIÓN

1. La identificación de los dos en la teología del Siglo XVII. Es un hecho bien conocido que en la teología del Siglo XVII con frecuencia se identificaban del todo, y si no del todo, al menos, hasta donde la regeneración se consideraba que está incluida en el llamamiento. 

Varios de los antiguos teólogos tienen un capítulo aparte sobre el llamamiento, pero ninguno sobre la regeneración. Según la Confesión de Westminster X, 2, el llamamiento eficaz incluye la regeneración.
Este concepto encuentra alguna justificación en el hecho de que Pablo, que usa el término "regeneración" sólo una vez, evidentemente la concibe como incluida en el llamamiento, en Rom. 8: 30. Además, hay un sentido en el que el llamamiento y la regeneración están relacionados como causa y efecto. No obstante, debe recordarse que al hablar del llamamiento como que incluye. o como que está relacionado causalmente con la regeneración no queremos decir nada más lo que técnicamente puede denominarse llamamiento interno o eficaz, sino el llamamiento en general, que incluye aún el llamamiento creador. El uso extensivo en los tiempos de la post Reforma, del término "llamamiento" más bien que "regeneración", para designar el principio de la obra de la gracia en la vida de los pecadores, se debió a un deseo de acentuar la estrecha relación que existe entre la Palabra de Dios y la operación de su gracia. Y el predominio del término "llamamiento" en la época apostólica encuentra su explicación y justificación en el hecho de que, en el caso de aquellos que fueron reunidos en la iglesia, en aquel período misionero, la regeneración y el llamamiento eficaz fueron, por lo general, simultáneos aunque el cambio se reflejaba en la vida consciente de ellos como un poderoso llamamiento de Dios. No obstante, en una presentación sistemática de la verdad debemos distinguir con mucho cuidado entre llamamiento y regeneración.

2. Los puntos de diferencia entre la regeneración y el llamamiento eficaz. La regeneración en el sentido más estricto de la palabra, es decir, como el ser engendrado otra vez, tiene lugar en la vida subconsciente del hombre y es del todo independiente de cualquiera actitud que él asuma con referencia a ella. El llamamiento por otra parte, se dirige a la conciencia, e implica una cierta disposición de la vida subconsciente. Esto se deduce del hecho de que la regeneración obra desde adentro, en tanto que el llamamiento viene desde afuera.

En el caso de los niños hablamos de regeneración más bien que de llamamiento. Además, la regeneración es una operación creadora e hiperfísica del Espíritu Santo, por medio de la cual el hombre queda trasladado de una condición a otra, de una condición de muerte espiritual a una de vida espiritual. El llamamiento eficaz, al contrario, es teleológico, produce la nueva vida y la enfoca en la dirección de Dios.

Asegura el ejercicio de la nueva disposición y hace que la nueva vida entre en acción.

3. El orden relativo del llamamiento y la regeneración. Esto quizá se entienda mejor si notamos las siguientes etapas:

A. Con toda lógica, el llamamiento externo en la predicación de la Palabra (excepto en el caso de los niños) precede, por lo general, o coincide con la operación del Espíritu Santo, por lo cual la vida nueva se produce en el alma del hombre.
B. Entonces por medio de la palabra creadora, Dios genera la nueva vida, cambia la disposición interna del alma, ilumina la mente, despierta los sentimientos y renueva la voluntad. En este acto de Dios queda implantado el oído que capacita al hombre para oír el llamamiento de Dios para la salvación de su alma. Esta es la regeneración en el sentido más estricto de la palabra. En ella la regeneración el hombre permanece del todo pasivo.
C. Habiendo recibido el oído espiritual, el llamamiento de Dios en el evangelio es oído por el pecador y hace, efectivamente, su aposento en el corazón. El deseo de resistir ha sido cambiado en deseo de obedecer, y el pecador se rinde a la influencia persuasiva de la Palabra por medio de la operación del Espíritu Santo. Este es el llamamiento eficaz por medio de la instrumentalidad de la palabra de la predicación aplicada en forma efectiva por el Espíritu de Dios.
D. Por último, este llamamiento eficaz asegura usando la verdad como medio, el primer ejercicio santo de la nueva disposición que ha nacido en el alma. La nueva vida comienza a manifestarse; la vida implantada desemboca en el nuevo nacimiento. Este es el cumplimiento de la obra de la regeneración en el más amplio sentido de la palabra, y el punto en el que se transforma en conversión.
E. Ahora bien, no deberíamos cometer el error de considerar este orden lógico como un orden temporal que tendrá que aplicarse en todos los casos. La vida nueva con frecuencia se implanta en el corazón de los niños mucho antes de que sean capaces de oír el llamamiento del evangelio; no obstante, son capacitados con esta vida sólo cuando el evangelio es predicado. De consiguiente, hay siempre un llamamiento creador de Dios por medio del cual se produce la vida nueva. En el caso de aquellos que viven bajo la administración del evangelio existe la posibilidad de que reciban las semillas de la regeneración mucho antes de que lleguen a los años de discreción y, por tanto, también mucho antes de que el llamamiento eficaz penetre en sus conciencias. No obstante, es muy improbable que siendo regenerados, vivan en pecado durante años y que aun después de haber llegado a la madurez no den evidencia, de ninguna clase, de que en ellos hay vida nueva. Al contrario, en el caso de aquellos que no viven bajo la administración del pacto no hay razón para aceptar un intervalo entre el tiempo de su regeneración y su llamamiento eficaz. En el llamamiento eficaz ellos al momento se dan cuenta de su renovación, e inmediatamente encuentran las semillas de la regeneración que germina en una vida nueva. Esto significa que la regeneración, el llamamiento eficaz y la conversión coinciden.

LA NECESIDAD DE LA REGENERACIÓN
LA MODERNA TEOLOGÍA ANCHA NIEGA ESTA NECESIDAD

La necesidad de la regeneración, tal como se entendía en la iglesia cristiana la niega, como es natural, la moderna teología ancha. No está en acuerdo con la enseñanza de Rousseau de que el hombre es bueno por naturaleza. Cualquier cambio radical o desvío completo en la vida' de un hombre que es esencialmente bueno, sería un cambio para peor. Los partidarios de estos conceptos anchos hablan de la salvación por el carácter, y la única regeneración de la que ellos saben es una concebida como un escalón vital en el desarrollo natural de la vida espiritual, un reajuste radical del proceso moral de la vida". (Youtz.)
Muchos enseñan una serie de renovaciones éticas. Emerton dice: "El carácter ganador de esta manera, probado y retenido, es redención. No hay otra definición que valga. Es la redención del yo más bajo del hombre por el dominio de su yo más elevado. Es lo espiritual que redime lo animal"

ESTA NECESIDAD SE DEDUCE DE LA ENSEÑANZA DE LA ESCRITURA CON REFERENCIA A LA CONDICIÓN NATURAL DEL HOMBRE

La santidad O la conformidad con la ley divina es la condición indispensable para asegurar el favor divino, alcanzar paz de la conciencia y gozar de la comunión con Dios, Heb. 12: 14. Ahora bien, la condición del hombre por naturaleza es, según la Escritura, tanto en disposición como en acto, exactamente lo opuesto de lo que es la santidad que aquí es tan indispensable. El hombre está descrito como muerto a causa de sus transgresiones y pecados, Ef. 2: 1, y esta condición reclama nada menos que una restructuración hacia la vida. Un cambio literal interno se hace necesario, un cambio por medio del cual se cambie toda la disposición del alma.

LA NECESIDAD DE LA REGENERACIÓN TAMBIÉN ESTA AFIRMADA POR LA ESCRITURA

La Escritura no nos deja en duda acerca de la necesidad de la regeneración, pero afirma esto en los términos más claros. Jesús dijo: "De cierto, de cierto te digo que el que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios", Juan 3: 3.262 Esta afirmación del Salvador es absoluta y no deja lugar para las excepciones. La misma verdad se deduce con claridad de las afirmaciones de Pablo como por ejemplo, I Cor. 2: 14: "Pero el hombre natural no percibe las cosas del Espíritu de Dios porque le son locura, ni las puede conocer porque han de ser discernidas espiritualmente", Gál. 6: 15: "Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión es algo, ni la incircuncisión, sino la nueva criatura". Compárese Jer. 13: 23; Rom. 3: 11; Ef. 2: 3, 4.

LA CAUSA EFICIENTE DE LA REGENERACIÓN

Hay sólo tres diferentes conceptos fundamentales que nos vienen a la consideración aquí, y todos los otros son modificaciones de éstos.

LA VOLUNTAD HUMANA

Según Pelagio el concepto de la regeneración es sólo un acto de la voluntad humana, y en la práctica es idéntico con la propia reforma lograda por uno mismo. Con algunas ligeras diferencias este es el concepto de la teología moderna ancha. Una modificación de este concepto es el de los semipelagianos y de los arminianos, que la consideran, al menos en parte, como un acto del hombre que coopera con las influencias divinas aplicadas por medio de la verdad.
 Esta es la teoría sinergética de la regeneración. Estos dos conceptos envuelven una negación de la depravación total del hombre enseriada con tanta claridad en la Palabra de Dios en Juan 5: 42; Rom. 3: 9-18; 7: 18, 23; 8: 7; II Tim. 3: 4; y de la verdad bíblica de que sólo Dios es el que inclina la voluntad del hombre, Rom. 9: 16; Fil. 2: 13.

LA VERDAD

Según el concepto anterior la verdad es un sistema de motivos presentados a la voluntad humana por el Espíritu Santo, y esa verdad es la causa inmediata del cambio de la inmundicia a la santidad. Este fue el concepto de Lyman Beecher y de Charles G. Finney.
Esta teoría acepta que la obra del Espíritu Santo difiere de la del predicador sólo en grado. Ambos obran sólo por persuasión. Pero resulta una teoría insatisfactoria. La verdad puede ser un motivo de santidad sólo si se la ama, en tanto que el hombre natural no ama la verdad, sino la aborrece, Rom. 1: 18, 25. En consecuencia, la verdad presentada en forma externa no puede ser la causa eficiente de la regeneración.

EL ESPÍRITU SANTO

El único concepto adecuado es el que ha tenido la Iglesia de todos los Siglos, que considera al Espíritu Santo la causa eficiente de la regeneración. Esto significa que el Espíritu Santo obra en forma directa sobre el corazón del hombre y cambia su condición espiritual. No hay cooperación de ninguna clase de parte del pecador en esta obra. Es la obra del Espíritu Santo directa y exclusivamente, Ez. 11: 19; Juan 1: 13; Hech. 16: 14; Rom. 9: 16; Fil. 2: 13. La regeneración, pues, tiene que concebirse en su forma solitaria. Dios solamente obra, y el pecador no tiene parte ninguna en esa obra. Esto, de consiguiente, no significa que el hombre no coopere en etapas posteriores en el trabajo de la redención. De la Escritura se desprende con claridad que el hombre lo hace.

EL USO DE LA PALABRA DE DIOS COMO UN INSTRUMENTO EN LA REGENERACIÓN

Se puede preguntar si la Palabra de Dios se usa como un medio en la regeneración o no; o como con frecuencia se hace la pregunta, si la regeneración es mediata o inmediata.

LA IMPORTANCIA ADECUADA DE LA PREGUNTA
Se requiere una discriminación cuidadosa para evitar equivocaciones.

1. Cuando los antiguos teólogos Reformados insistían sobre el carácter inmediato de la regeneración, con frecuencia le daban al término "inmediato" una connotación que ya no tiene en la actualidad. Algunos de los representantes de la Escuela de Saumur, como Cameron y Pajon, enseñaron que en la regeneración el Espíritu Santo ilumina y convence, de manera sobrenatural, la mente o el intelecto en forma tan poderosa que la voluntad no puede fallar en seguir el dictado predominante del juicio práctico. El Espíritu Santo obra en forma inmediata sobre el intelecto y por su medio sobre la voluntad. Según los de Saumur no hay operación inmediata del Espíritu Santo sobre la voluntad del hombre. En oposición a estos hombres los teólogos Reformados acentúan por lo general el hecho de que en la regeneración el Espíritu Santo también obra en forma directa sobre la voluntad del hombre, y no nada más por mediación del intelecto. En la actualidad la pregunta sobre la regeneración mediata o inmediata es un poco diferente, aunque sigue siendo pregunta relacionada. Es la pregunta acerca del uso de la Palabra de Dios como medio en la obra de regeneración.

2. La forma exacta del asunto tiene que notarse con cuidado. El asunto no es, si Dios obra la regeneración por medio de una palabra creadora. Por lo general se admite que así lo hace. Tampoco es, si se emplea la Palabra de verdad, la palabra de la predicación en el nuevo nacimiento, para distinguirlo del ser engendrado divinamente del nuevo hombre, es decir, para asegurar el primer ejercicio santo de la vida nueva. El asunto verdadero es, si Dios, para implantar o generar la vida nueva, emplea la palabra de la Escritura o la palabra de la predicación como instrumento o medio. Al discutir este asunto en tiempos anteriores se sufrió con frecuencia de la falta de una adecuada discriminación.

CONSIDERACIONES QUE FAVORECEN UNA RESPUESTA NEGATIVA

El Dr. Shedd dice: "La influencia del Espíritu Santo puede distinguirse de la de la verdad; de la del hombre sobre el hombre; y de la de cualquier instrumento o medio de que se trate. Su energía actúa en forma directa sobre la misma alma humana. Es la influencia del Espíritu sobre el espíritu; de una de las personas de la Trinidad sobre una persona humana. Ni la verdad, ni un compañero, pueden obrar así en forma directa sobre la esencia del alma misma.

Las siguientes consideraciones favorecen este concepto:

1. La regeneración es un acto creador por el cual el pecador, espiritualmente muerto, queda restaurado a la vida. Pero la verdad del Evangelio puede obrar sólo de una manera moral y persuasiva. Semejante instrumento no tiene efecto sobre un muerto. Defender su uso sería tanto como negar la muerte espiritual del hombre; lo que de ninguna manera se entiende por aquellos que toman esta posición.

2. La regeneración tiene lugar en la esfera de lo subconsciente, es decir, fuera de la esfera de la atención consciente, en tanto que la verdad se dirige por sí misma a la conciencia del hombre. La verdad puede ejercitar su influencia persuasiva sólo cuando la atención del hombre se fija sobre ella.

3. La Biblia hace distinción entre la influencia del Espíritu Santo y la de la Palabra de Dios, y declara que la del Espíritu se hace necesaria para la recepción adecuada de la verdad, Juan 6: 64, 65; Hech. 16: 14; I Cor. 2: 12-15; Ef. 1: 17-20. Nótese particularmente el caso de Lidia, de quien Lucas dice: "Ella estaba oyendo (ekouen, inf.), y el Señor abrió el corazón de ella (dienaixen, aor., un solo acto), para que estuviese atenta (prosechein, inf. de resultado o propósito) a lo que Pablo decía".

PASAJES DE LA BIBLIA QUE PARECEN PROBAR LO CONTRARIO

1. En Santiago 1: 18 leemos: "El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas". Este pasaje no prueba que la nueva generación quede intervenida en su concepción por la Palabra de Dios puesto que el término usado aquí, apokuesen, no se refiere a engendrar, sino a dar nacimiento. Aquellos que creen en la regeneración inmediata no niegan que el nuevo nacimiento, en el que la nueva vida se hace manifiesta por vez primera, esté asegurado por medio de la Palabra.

2. Pedro exhorta a los creyentes a amarse unos a otros fervientemente en atención al hecho de que ellos han sido "renacidos no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre", I Ped. 1: 23. No es correcto decir como algunos lo han hecho, que "la Palabra" en este versículo es la palabra creadora, o la segunda persona de la Trinidad, porque Pedro mismo nos informa que él está recordando la Palabra que había predicado a sus oyentes, versículo 25. Pero está en perfecto orden señalar que aun geennao (la palabra que aquí se usa) no se refiere siempre a un acto de engendrar mediante un ser masculino, sino que puede denotar también el acto sinónimo de dar nacimiento al niño. Esto es por completo evidente según se ve en pasajes como Luc. 1: 13, 57; 23: 29; Juan 16: 21; Gál. 4:24. En consecuencia, no hay autorización para afirmar que Pedro en este pasaje se refiere al acto inicial en la regeneración, es decir, el acto de engendrar. Y si se refiere a regeneración en un sentido más amplio, entonces el pasaje no ofrece ninguna dificultad en relación con el asunto que estamos considerando.

La idea de que se refiere aquí al nuevo nacimiento, está favorecida por el hecho de que los lectores están representados como habiendo nacido de nuevo de una semilla que evidentemente ya había sido implantada en sus almas, compárese Juan 1: 13. No es necesario identificar la semilla con la Palabra.

3. Algunas veces se hace violencia sobre la Parábola del Sembrador para favorecer la idea de que la regeneración tiene lugar por medio de la Palabra. La semilla en esta parábola es la palabra del reino. El argumento es que la vida está en la semilla y brota de la semilla. En consecuencia la nueva vida viene de la semilla de la Palabra de Dios. Pero, en primer lugar, esto se sale de propósito, porque resultaría muy difícil decir que el Espíritu o el principio de la vida nueva está encerrado en la Palabra, en la misma forma en que el germen viviente está encerrado en la semilla.
Esto nos recuerda un concepto un tanto luterano del llamamiento, según el cual el Espíritu está en la Palabra de manera que el llamamiento siempre resulta efectivo si el hombre no pone un tropiezo en el camino. Y en segundo lugar, esto es hacer presión sobre un punto que para nada es el tertium comparationis. El Salvador quiere explicar en esta parábola cómo acontece que la semilla de la Palabra lleva fruto en algunos casos, y en otros no. Lleva fruto sólo en aquellos casos en los que cae en buena tierra, en corazones preparados en tal forma que pueden entender la verdad.

LAS ENSEÑANZAS PERTINENTES DE NUESTROS SÍMBOLOS CONFESIONALES

Los pasajes siguientes se nos presentan aquí para consideración: De la Confesión Belga, los artículos XXIV y XXXV; del Catecismo de Heidelberg la pregunta 54; de los Cánones de Dort, III y IV, Art. 11., 12, 17; y por último, las Conclusiones de Utrecht, adoptadas por nuestra iglesia en 1908. De estos pasajes resultaría del todo evidente que nuestros escritos confesionales hablan de la regeneración en un sentido amplio, en el que incluye tanto el origen de la vida nueva como su manifestación en la conversión. Hasta se nos dirá que la fe regenera al pecador. Hay pasajes que parecen decir que la Palabra de Dios sirve de instrumento en la obra de la regeneración. Pero están redactados en un lenguaje tal que todavía queda en duda si efectivamente enseñan que el principio de la vida nueva queda implantado en el alma por la' instrumentalidad de la Palabra. Fallan en discriminar con cuidado entre los varios elementos que distinguimos en la regeneración.

En las conclusiones de Utrecht leemos : "Hasta donde tiene que ver con el tercer punto, el de la regeneración inmediata el Sínodo declara que esta expresión puede usarse en un buen sentido, hasta donde nuestras iglesias lo han confesado siempre, en contra de los luteranos y de la iglesia católico romana, que la regeneración no se efectúa por medio de la Palabra o de los Sacramentos como tales, sino mediante la obra todopoderosa y regeneradora del Espíritu Santo; que esta obra regeneradora del Espíritu Santo, no obstante, no debe disociarse, en este sentido, de la predicación de la Palabra, como si ambos agentes estuvieran separados uno del otro; porque aunque nuestra Confesión enseña que no debemos tener duda respecto a la salvación de nuestros niños que mueren en la infancia, aunque no hayan oído la predicación del evangelio, y nuestros símbolos confesionales en ninguna parte se definen respecto a la manera en la que se efectúa la regeneración en el caso de estos y de otros niños, no obstante, por otra parte, es cierto que el evangelio es poder de Dios para la salvación de todo aquel que cree, y que en el caso de los adultos la obra regeneradora del Espíritu Santo acompaña a la predicación del evangelio".

CONCEPTOS DIVERGENTES RESPECTO A LA REGENERACIÓN

EL CONCEPTO PELAGIANO
Según los pelagianos, la libertad del hombre v su responsabilidad personal implican que él en todo tiempo es tan capaz para dejar de pecar, como para cometer pecado. Sólo los actos de volición consciente se consideran como pecado. En consecuencia la regeneración consiste nada más en la reforma moral. Significa que el hombre que anteriormente había elegido transgredir la ley, ahora elige vivir en obediencia a ella.

LA REGENERACIÓN BAUTISMAL
1. Esta no siempre se presenta en la misma forma. En la iglesia de Roma. Según la iglesia católico romana la regeneración incluye no sólo la renovación espiritual sino también la justificación o el perdón de los pecados, y se efectúa por medio del bautismo. En el caso de los niños la obra de la regeneración siempre es efectiva: pero no es así en el caso de los adultos. Estos pueden aceptar y utilizar con gratitud la gracia de la regeneración, pero también pueden resistir o hacerla ineficaz. Además, siempre es posible que los que se la han apropiado la pierdan de nuevo.

2. En la iglesia anglicana. La iglesia de Inglaterra no está unánime sobre este punto, sino que representa dos tendencias diferentes. Los llamados puseyitas, en lo esencial, están en acuerdo con la iglesia de Roma. Pero también hay en la iglesia anglicana un partido influyente que distingue dos clases de regeneración: Uno que consiste nada más en el cambio de las relaciones personales con la iglesia y los medios de gracia, y el otro, en un cambio fundamental de la naturaleza humana. Según los de este partido sólo el primero se efectúa Por medio del bautismo. Esta regeneración no incluye la renovación espiritual. Por medio del bautismo el hombre nada más entra en una nueva relación con la iglesia, y se convierte en Hijo de Dios en el mismo sentido en el que los judíos se convertían en hijos de Dios por medio del pacto del cual era sello la circuncisión.

3. En la iglesia luterana. Lutero y sus seguidores no tuvieron éxito en limpiar su iglesia de la levadura de Roma en cuanto a este punto. Globalmente los luteranos sostienen, en oposición a Roma, el carácter solitario de la regeneración. Consideran al hombre, por completo, pasivo en la regeneración e incapaz de contribuir de ninguna manera a ella, aunque los adultos pueden resistirla por largo tiempo. A la vez algunos enseñan que el bautismo, obrando ex opere operato, es el medio usual por el que Dios efectúa la regeneración. Es el medio usual, pero no el único, porque la predicación de la palabra también puede producirla. Hablan de dos clases de regeneración, es decir, regeneratio prima por medio de la cual se engendra la vida nueva, y la regeneratio secunda o renovatio, por medio de la cual la nueva vida se dirige en dirección hacia Dios. Aunque los niños reciben la regeneratio prima por medio del bautismo, los adultos, que reciben la primera regeneración por medio de la palabra, se convierten en participantes de la regeneratio secunda por medio del bautismo. Según los luteranos la regeneración se puede perder. Pero por medio de la gracia de Dios puede ser restaurada en el corazón del pecador penitente y eso sin que sea rebautizado. El bautismo es la prenda de la continua solicitud de Dios para renovar al bautizado y perdonarle sus pecados. Además, la regeneración no siempre se ejecuta instantáneamente, sino que sigue, con frecuencia, un proceso gradual en la vida de los adultos.

EL CONCEPTO ARMINIANO
Según los arminianos la regeneración no es obra exclusiva de Dios, ni es tampoco exclusiva del hombre. Es el fruto de la elección del hombre para cooperar con las influencias divinas ejercidas por medio de la verdad. Hablando estrictamente, la obra del hombre es primera que la de Dios. Ellos no aceptan que haya una obra precedente de Dios por medio de la cual la voluntad del hombre puede inclinarse hacia el bien. Como es natural también creen que la gracia de la regeneración se puede perder. Los arminianos wesleyanos alteran este concepto en tal forma que acentúan el hecho de que la regeneración es obra del Espíritu Santo, hecha en cooperación con la voluntad humana. Aceptan una primera operación del Espíritu Santo para iluminar, despertar y dirigir al hombre. No obstante, creen también que el hombre puede resistir esta obra del Espíritu Santo y que en tanto que lo haga permanece en su condición irregenerada.

EL CONCEPTO DE LOS TEÓLOGOS DE POSICIÓN MEDIA
Este concepto está modelado según el pensamiento panteísta. Después de la encarnación no quedan dos naturalezas separadas en Cristo sino sólo una que es divina-humana, una fusión de la vida divina con la humana: En la regeneración una parte de aquella vida divina humana pasa hasta el pecador. Esto no requiere del Espíritu Santo una operación por separado, en dondequiera que el pecador sea regenerado.
La vida nueva ha sido comunicada a la iglesia de una vez por todas; es en la actualidad la posesión permanente de la iglesia, y pasa de la iglesia a los individuos. La comunión con la iglesia también asegura la participación de la vida nueva. Este concepto ignora por completo el aspecto legal de la obra de Cristo. Además, hace imposible sostener que alguien haya podido ser regenerado antes de que existiera la vida divina-humana de Cristo. Los santos del Antiguo Testamento no pudieron ser regenerados. Schleiermacher, es el padre de este concepto.

EL CONCEPTO TRICOTÓMICO
Algunos teólogos construyeron una teoría peculiar de la regeneración, basándose en el concepto tricotómico de la naturaleza humana. Procedieron sobre la hipótesis de que el hombre consiste de tres partes, cuerpo, alma y espíritu. Se acepta por lo general, aunque hay variaciones sobre este punto, que el pecado tiene su asiento nada más en el alma, y no en el espíritu (pneuma). Si el pecado hubiera penetrado al espíritu el hombre habría quedado irremediablemente perdido, del modo preciso en que están: perdidos los demonios que son meros seres espirituales. El espíritu es la vida superior y divina en el hombre, destinado para gobernar la vida más baja. Debido a la entrada del pecado en el mundo la influencia del espíritu" en la vida más baja se ha debilitado en extremo; pero mediante la regeneración se fortalece otra vez, y se restaura la armonía en la vida del hombre. Esto es, de consiguiente, una teoría puramente racionalista.

EL CONCEPTO DEL LIBERALISMO MODERNO, O AMPLITUDISMO
Los teólogos amplitudistas (liberales) de la actualidad, no tienen todo el mismo concepto de la regeneración. Algunos hablan en términos que nos hacen recordar a Schleiermacher. No obstante, de manera más general patrocina un concepto meramente naturalista. Son adversos a la idea de que la regeneración es una obra sobrenatural y re-creadora de Dios. En virtud de un Dios inmanente cada hombre tiene un principio divino dentro de Él y de esta manera poseen en forma potencial todo lo que es necesario para la salvación. La única cosa necesaria, es que el hombre se haga consciente de su potencialidad divina, y que conscientemente se someta a la dirección del más alto principio que hay adentro de él. La regeneración es, sencilla y éticamente, un cambió de carácter.

PREGUNTAS PARA AMPLIAR EL ESTUDIO
1. ¿Qué otros términos y expresiones usa la Biblia para designar la obra de regeneración?
2. ¿Distingue estrictamente la Biblia entre llamamiento, regeneración, conversión y santificación?
3. ¿Cómo explica usted eso de que la iglesia católica romana incluya hasta la misma justificación en la regeneración?
4. ¿Cómo difieren la regeneración y la conversión?
5. ¿Hay algo tal como gracia previniente, que preceda y que prepare para la regeneración?
6. ¿Qué es la regeneración activa para distinguirla de la pasiva?
7. ¿Perdura la pasividad del hombre en la regeneración por algún tiempo?
8. El concepto de que la Palabra de Dios no sirve de instrumento para efectuar la regeneración ¿no hace que la predicación de la Palabra parezca fútil y por completo innecesaria?
9. ¿No conduce esto a la verja del misticismo?
 
TEOLOGÍA Y DOCTRINA DE LUIS BERKHOF Con la doctrina de Dios comienzan generalmente los trabajos sobre Dogmática o Teología Sistemática. La opinión reinante siempre ha reconocido que este es el procedimiento más lógico, y todavía apunta en la misma dirección. Abundan ejemplos en los que aun aquellos cuyos principios fundamentales parecen requerir otro arreglo, continúan la práctica tradicional.

Continua en el Ordo Salutis II: La Conversión

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