Apologetica-Teologia-Ciencias Biblicas

Filipenses 1:27 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio,

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martes, 11 de agosto de 2015

La Biblia X: La Torá (Hipótesis Documentaria)

"Creación de la Luz”, momento inicial del Pentateuco (grabado sobre metal de Gustave Doré). “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. Entonces dijo Dios: Sea la luz. Y hubo luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz día, y a las tinieblas llamó noche. Y fue la tarde y fue la mañana: un día”. — Génesis 1:1-5

El Pentateuco
(Del griego πέντε [pénte]‘cinco’, y τεύχος [téukhos],
‘rollo’, ‘estuche’; es decir, «cinco rollos», por los estuches cilíndricos donde se guardaban enrollados los textos hebreos) es el conjunto formado por los cinco primeros libros de la Biblia, que la tradición atribuye al patriarca hebreo Moisés. El Pentateuco es considerado canónico por todas las confesiones cristianas y forma parte de todas las Biblias. Se corresponde con los que en la tradición hebrea forman la Torá —La Ley—, núcleo de la religión judía.

Está contenido a su vez en el Tanaj, el cual es considerado sagrado por todas las religiones abrahámicas (judaísmo, cristianismo e islam). No obstante lo anterior y que es uno de sus tres textos sagrados, los musulmanes creen que el texto sufrió corrupción (tahrif) por los escribas judíos y cristianos por lo que no confían del todo en él. Mientras que los hebreos los nombran por la primera palabra significativa de cada uno, los cristianos han seguido tradicionalmente la nomenclatura de la versión griega de los LXX.

Contenido
Correspondiéndose con la categoría de los llamados libros históricos de la Biblia, los libros del Pentateuco narran en forma más o menos ordenada la historia y las vicisitudes del pueblo de Israel. Los cinco textos abarcan desde la creación del Universo hasta la muerte del patriarca y legislador Moisés. En él aparecen los Diez Mandamientos del libro del Éxodo y los 603 "mandamientos" del Levítico. El Pentateuco versa sobre la providencial elección del pueblo israelita por Dios como su pueblo escogido. Paradójicamente, esta elección divina significaría para los israelitas una amarga serie de desgracias por su desobediencia a Dios. De esta forma, cuenta el establecimiento de una teocracia, el otorgamiento de la tierra prometida a sus seguidores, la asunción de la ley ética, civil y religiosa, y el largo periplo de los hebreos para salir de su esclavitud en Egipto y llegar a la tierra de Canaán. El Pentateuco o Torah en su idioma original [hebreo] nos enseña la elección del pueblo Israelíta por Dios (por algo fue escrito por los hebreos), no para descartar al mundo sino el medio de Dios para librar al mundo de la idolatría. Con el Pentateuco y el resto del Tanaj aparecería el monoteísmo abrahámico hacia el siglo IV a. C. y su concepto de verdad única y exclusiva.

Alineamiento histórico
Aunque comienza de un modo extremadamente amplio —la creación del mundo—, a medida que la Humanidad crece, se esparce, se multiplica y diferencia, el Pentateuco comienza a restringir cada vez más la línea histórica que seguirá, concentrándose muy pronto única y exclusivamente en la fracción de la que saldrá el Pueblo Elegido. A poco de encontrarla, se restringe aún más, narrando solamente las penurias y éxitos de los israelitas desde su salida de Egipto y su llegada a Canaán. La mayoría de estas historias sirven de marco a una prolija y minuciosa exposición de las normas que Yahveh otorga a los hebreos, lo que ha valido a los cinco libros el apelativo de “La Ley” (la Torá).

Autoría: El autor
Tradicionalmente se ha atribuido a Moisés la composición de los Cinco Libros. Así lo admitieron desde tiempos remotos los judíos, y de la misma forma lo admitieron los primeros cristianos. De ser cierto esto situaría su escritura hacia el siglo XV a. C.
aproximadamente. Este hecho comenzó, sin embargo, a ser puesta en duda a partir del siglo XVII d. C., con la Ilustración, y ya para el XVIII había un muy fuerte movimiento “antimosaico” que cuestionaba la autoría de Moisés. Argumentos contra la autoría de Moisés.

Argumentos contra la autoria de Moisés
A lo largo de la colección completa, pero particularmente dentro de secciones específicas de cada libro, se evidencian diferencias léxicas, estilísticas, narraciones contadas más de una vez, etc. El ejemplo clásico lo constituye el hecho de que en ciertas partes del texto se llama a Dios con un nombre distinto al que se usa en otras (la célebre dicotomía entre las tradiciones yahvista y eloísta). Si se usa uno de ellos, el otro no se menciona jamás. Los dos nombres de Dios no se mezclan nunca, a lo largo de ninguno de los cinco libros. Esto hace pensar que los autores fueron más de uno, que usaban sustantivos distintos. Según esta hipótesis su antigüedad variaría según las fuentes entre los años 950 y 400 a. C..

Julius Wellhausen (1844-1918) formuló la llamada hipótesis documentaria, de acuerdo con la cual se reconocen en el texto cuatro fuentes distintas, que habrían sido objeto de la síntesis que conocemos por redactores tardíos, de la época del cautiverio de Babilonia. A lo largo del siglo XX se han elaborado interpretaciones derivadas y alternativas otras a la de Wellhausen, con grados diversos de rigor, consistencia y poder explicativo. Todas coinciden en una autoría múltiple de los textos del Pentateuco.

Quizá el argumento más fuerte sea el propio Deuteronomio, el cual en su capítulo 34, habla acerca de la muerte de Moisés, su sepultura, lo que ocurrió con su cuerpo, la tristeza de su pueblo y varias otras cosas que ocurrieron en forma posterior al deceso. Nunca Moisés pudo haber escrito esos textos.

Postura oficial de la Iglesia Católica
A principios del siglo XX, la Iglesia católica quiso zanjar la discusión encomendando a sus teólogos el análisis y evaluación de los argumentos en pro y en contra de la autoría mosaica del Pentateuco.
La Comisión Bíblica así formada publicó sus conclusiones en 1906, las cuales dicen que, si bien queda margen para la duda, los argumentos contra Moisés no son convincentes. Por lo tanto, la postura oficial del catolicismo es que el Pentateuco es sustancialmente obra de Moisés. Esta conclusión se apoya en la obvia e incontrovertible antigüedad de los textos de la colección, aunque nadie discute que el autor puede haberse servido de escribas y amanuenses, incluso de equipos completos de ellos, que muy bien pueden haber incluido textos de cosecha propia, quitado secciones o modificado muchas otras. A ello se agrega la posibilidad de que, a través de los muchos siglos transcurridos, se han sucedido las modificaciones, mutilaciones y agregados a los libros en cuestión. De modo que en la actualidad, para la Iglesia Católica, a pesar de que la impronta general de los cinco textos puede muy bien atribuirse a Moisés, parece muy probable que en el Pentateuco se hayan reunido varias fuentes mediatas que habrían aportado contenido a la esencial autoría mosaica.

Fuentes
Los expertos admiten en el Pentateuco cuatro fuentes o escuelas (“tradiciones”) principales:

Tradición yahvista, datada entre los siglos X a. C. IX a. C.;
Tradición elohísta, hacia el siglo VIII a. C.;
Tradición deuteronómica, en torno al siglo VII a. C.; y
Tradición sacerdotal, entre los siglos VI a. C. y V a. C..

La Tradición Yahvista
La Tradición yahvista, de acuerdo a la Hipótesis documentaria, es una de las cuatro fuentes principales a partir de las cuáles se escribieron los libros del Tanaj (para los judíos) o Antiguo Testamento (para los cristianos), datada entre los siglos X a. C. y IX a. C.. Es la fuente más antigua, y sus relatos representan la mitad del Génesis y la primera mitad del Éxodo, además de fragmentos de Números.

Se denomina yahvista (abreviada J) porque sus autores suelen designar a Dios con el nombre Yahvé (es decir, el tetragrámaton «YHWH»); suelen describir a Dios con reacciones y actitudes humanas, como un Dios familiar y cercano, y tienen un interés especial en el territorio del Reino de Judá y en personas relacionadas con su historia. Redactada ca. 950 a. C., fue más tarde incorporada a la Torá (ca. 400 a. C.)

Antecedentes
El autor yahvista del Génesis fue identificado por primera vez en 1753, por el médico francés, Jean Astruc (1684-1766) en su obra Conjeturas sur les mémoires originaux dont il paraît que Moïse s'est servi pour le livre compositor de la Genèse ("Conjeturas sobre las memorias originales aparentemente utilizadas por Moisés para componer el libro del Génesis"). El término se convirtió en "Tradición yahvista", o "Tradición jehovista" para los estudiosos alemanes, de acuerdo con la transcripción alemana del nombre de Yahvé.

Julius Wellhausen (1844-1918) incorporó la hipótesis de la fuente llamada Tradición yahvista en su Hipótesis documental, que se convirtió en el origen de la crítica histórica.

Naturaleza del texto yahvista
En esta fuente, el nombre de Dios se escribe siempre con el tetragrama YHWH, que los estudiosos transliteraron en los tiempos modernos como Yahvé (o como Jahveh, en ortografía alemana: Jahweh), y en épocas anteriores, como Jehová, o simplemente como el Señor, que es el caso en la traducción King James.
La traducción del Tetragrámaton por el Señor se remonta a la primera traducción de la Torá o
Pentateuco al griego (siglo III-II a. C.) en la obra conocida como Biblia de los LXX o
Septuaginta por la expresión "kyrios" (Señor).
Aunque anteriormente el nombre de Dios, por respeto reverencial, se dejó de utilizar entre los judíos de Israel, siendo sustituido por el apelativo "Adonai", que en hebreo se traduce también por el Señor.

El autor (apodado J) tiene especial fascinación por las tradiciones relativas a Judá, el cuarto hijo de Jacob, incluidas las relativas a su relación con su vecino Edom; también apoya la causa del reino de Judá contra el de Israel sugiriendo, por ejemplo, que Israel ponga su mano en Siquem (su capital) para masacrar a sus habitantes. Aunque apoya a los sacerdotes descendientes de Aarón que se establecieron en
Jerusalén, la capital de Judá, también trata a Dios como un ser humano, capaz de pesar, y de ser disuadido, que aparece en persona en ciertos acontecimientos. En muchos casos, en J, Dios se presenta como a punto de emprender alguna terrible venganza sobre la humanidad, pero es disuadido. Por ejemplo, en relación con las actividades en Sodoma y las otras ciudades del valle, J presenta a Dios como a punto de destruir las ciudades pero, paulatinamente, Dios es disuadido por Abraham, hasta que consiente salvarlas si tan sólo hubiera diez personas dignas dentro de ellas. Del mismo modo, durante el éxodo, J presenta las quejas de los israelitas, y su negativa a obedecer las leyes en sentido estricto, Dios como líder está a punto de abandonar, destruir a todos ellos, pero se arrepiente del mal que piensa hacer cuando le disuade Moisés (Éxodo 32:14).

El documento yahvista es notable por su elegancia y la riqueza de las emociones descritas.

La Tradición Elohista
De acuerdo con la hipótesis documentaría, la tradición elohísta es una de las cuatro fuentes a partir de las cuáles se escribieron los libros del Tanaj (para los judíos) o Antiguo testamento de la Biblia (según los cristianos). Se data hacia el siglo IX a. C.
Esta fuente se denomina elohísta, abreviada E, porque sus redactores suelen denominar a su dios con el nombre de Elohim. Presenta a un dios poderoso, menos antropomórfico que el dios Yhwh de la anterior tradición yahvista, la fuente J.

Desde finales del siglo XIX se ha argumentado que la tradición elohísta fue redactada en el norte de Israel (región de Efraín) hacia el 850 a. C., y junto con la tradición yavista conformó la versión JE (yahvista-elohísta) hacia el 750 a. C., y finalmente fueron incorporadas en la Torá hacia el 400 a. C.

La tradición elohísta promueve más a Israel que a Judá, y más a los sacerdotes levitas que a los sacerdotes aaronitas de Judá. Incluye a Abraham y la misión de sacrificar a Isaac, a Moisés y las plagas de Egipto, a Aarón y el becerro de oro, el Pacto de la Alianza, y a José como un intérprete de sueños. Reconstrucciones recientes sugieren que la tradición elohísta pudo haber sido escrita antes de la tradición yavista, o consideran que E existió independientemente de J sin que se efectuara una fusión previa JE anterior a la edición final del Pentateuco o bien dejan de lado por completo la tradición elohísta, proponiendo una secuencia de DJP (Deuteronomista, Yavista, Sacerdotal), escrita desde el reinado de Josías hasta el pos-exilio.

La Tradicion Deuteronomica
La tradición deuteronómica es, de acuerdo a la hipótesis documentaria, una de las cuatro fuentes a partir de las cuales se escribieron los libros del Tanaj o Antiguo Testamento. Datada en torno al siglo VI a. C., surge en un momento de crisis de la unidad de Israel.

Se cree que la parte deuteronómica de la Torá, y el Deuteronomio se compusieron originalmente como una obra única, desde la investigación de Martin Noth. Desde del trabajo de Noth, algunos estudiosos atribuyen dos fases distintas en el texto, (la primera denominada Dtr1, y la segunda Dtr2), aunque la mayoría siguen considerando que ambas fueron del mismo autor. Martin Noth sostuvo que no había una unidad en el lenguaje subyacente y el contenido cultural de los libros Deuteronomio y II Reyes (Noth 1943). La Tradición deuteronómica sería de un solo autor y conocida antes de exilio de Babilonia, pero la edición y la escritura serían de la época del exilio babilónico, a mediados de siglo VI a. C.

La verdadera identidad del autor de la Tradición deuteronómica es dudosa: los estudiosos estiman que el autor fue Baruch (el hijo de Neriyah), el escriba Jeremías, o tal vez Jeremías, debido a la similitud de estilo entre Jeremías y la inclusiones directas de Jeremías (no atribuidas) en D, así como la afiliación de Jeremías a los sacerdotes de Shiloh, en el período que vivió Jeremías. Tiene un estilo de predicación, insistiendo en que Israel es el pueblo elegido por Dios para su liberación. Casi toda esta tradición está recogida en el Deuteronomio, aunque hay fragmentos de sus obras en otros textos. Esta tradición tendría su origen en la reforma del rey Josías.

La Tradición Sacerdotal
La tradición sacerdotal o tradición presbiteral (P) es, de acuerdo con la Hipótesis documentaria, la más reciente de las cuatro fuentes a partir de las cuales se escribieron los libros del Tanaj o Antiguo Testamento, datada entre los siglos VI a. C. y V a. C. Se estima que esta fuente data de una época cercana a la caída del reino de Israel en el norte; sus autores serían los sacerdotes de Jerusalén. Se interesa por las genealogías, ritos, leyes y fechas. No debe confundirse presbiteral con presbiterial.

Otras teorías estiman que los documentos más antiguos de la tradición sacerdotal se elaboraron tras el exilio babilónico. Su origen se encontraría en la reforma religiosa de Esdras y Nehemías tras el regreso del cautiverio de Babilonia.

Naturaleza de la tradición sacerdotal
Se estima que la tradición sacerdotal es, en gran medida, génesis del libro de Levítico. Serían las opiniones de los sacerdotes y de Aarón, y siempre se indica la presencia de este último cuando Moisés está cumpliendo obligaciones en nombre de Dios, lo que sugiere que el buen funcionamiento de los milagros depende de ambos; a veces, también se duda de la capacidad de Moisés para tomar las funciones de dirigente; por ejemplo, especificando que después de recibir los Diez Mandamientos, había cambiado tanto que nadie podía verlo.

La tradición sacerdotal es reconocible por las listas repetitivas, por las largas y laboriosas interrupciones de la narrativa, las descripciones frías y sin emoción y, en general, por una calidad literaria más bien pobre. La tradición sacerdotal se refiere a Dios en los términos de Elohim o El Shaddai, y es tratado como un ser trascendental y distante, que se comunica a través de los sacerdotes, en contraposición a los documentos de la tradición jahvista. En la tradición sacerdotal Dios es justo, pero también es despiadado y brutal y aplica severos castigos cuando se violan las leyes, como la masacre del 12.000 personas en una plaga, por la única razón de haber expresado sus quejas. También es considerada su estilo, por la mayoría de los investigadores, muy poco elegante y la mayoría piensa que, como consecuencia, se puede reconocer un texto de la tradición sacerdotal a primera vista.

Papel del autor
La importancia del autor del Pentateuco fue enorme para el judaísmo, y puede resumirse en tres actividades principales:

Política
La importancia política de Moisés estriba en el hecho de haber sido el adalid y conductor de la salida de la esclavitud y de la consecución de sus objetivos de libertad y unidad. El Éxodo y Moisés están indisolublemente unidos.

Religiosa
El papel religioso de Moisés no se conoce con certeza. Fue sin duda un patriarca, pero la novedad y originalidad de la religión judía no permite establecer con seguridad si fue un sacerdote, un profeta o un teólogo.

Legislativa
Las leyes que aún hoy siguen rigiendo la vida judía parecen ser obra de Moisés, lo que le ha valido el título de “Legislador”. Las leyes que componen la segunda parte del Deuteronomio se atribuyen a su pluma en el propio libro, explicándose que en la persona del patriarca confluyen la tradición religiosa, la administración de la Alianza con Yahveh y la autoridad sobre la ética y la moral. En el Éxodo (20-23) puede leerse el Código de la Alianza, compleja legislación que regula el Pacto entre Dios y el Hombre y que hoy la mayoría de los autores judíos y cristianos atribuye a la pluma de Moisés.

Sentido religioso
El Pentateuco es la base y la regulación de la vida judía, y así lo ha sido desde la propia fecha de su composición, porque explica las relaciones concretas de Dios con el mundo y el hombre. Toda persona puede encontrar en estos libros la explicación clara y simple de las razones de su existencia y su destino. Desde el principio, los libros no solo se ocupan de responder pormenorizadamente a las preguntas que atormentan al hombre (¿De dónde salió el mundo?. ¿De dónde venimos y hacia dónde vamos?. ¿Por qué sufrimos y por qué morimos?), sino que resuelven preguntas más técnicas y, si se quiere, más complejas, como los porqués de la relación única de Yahveh con Israel, el Pacto, la justicia, la Ley y la tradición. El Pentateuco, además, está lleno de promesas gloriosas: promete a Adán Eva la redención, y también augustos hechos futuros a Noé, Abraham, Isaac Jacob. Lo que implica promesas genera esperanza, y es por ello que no se considera casual que el Pentateuco termine antes de la llegada de los judíos a la Tierra Prometida. Como libro de esperanza, deja las puertas abiertas a la imaginación, a la fe y a los fervores religiosos que se consumarán en los demás libros del Antiguo Testamento y para los cristianos en la venida gloriosa de Jesús.

Hipotesis Documentaria
La hipótesis documentaria, hipótesis documental (DH) hipótesis de Wellhausen, propone que los primeros cinco escritos del Antiguo Testamento (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, que juntos se conocen como la Torá o Pentateuco) son una combinación de documentos que provienen de cuatro fuentes de origen y narrativa originalmente independiente, que eran fuentes paralelas, y que se combinaron posteriormente por una serie de redactores (editores) y dieron origen al Pentateuco como lo conocemos en la actualidad. La hipótesis fue desarrollada durante los siglos XVIII y XIX en un intento por reconciliar las incoherencias del texto bíblico. A finales del siglo XIX se acordó, en general, que había cuatro fuentes principales que fueron combinadas por una serie de redactores (R) en algún punto de la historia dando origen a los libros conocidos hoy en día. Estas cuatro fuentes eran la yahvista jehovaísta (J); la elohista (E); la deuteronomista o deuteronómica (D), y la sacerdotal (P)

Varios académicos fomentaron el estudio y desarrollo de conocimientos en el campo bíblico para el fortalecimiento de la hipótesis documentaría, entre ellos:

Johann Karl Wilhelm Vatke. (1806-1882) mejor conocido como Wilhelm Vatke, fue un teólogo protestante alemán que hizo parte de una generación de eruditos bíblicos que dio las bases para estudios revolucionarios en el campo bíblico y sobre todo la manera en que se aborda el análisis del Antiguo Testamento.

Edouard Guillaume Eugène Reuss. (1804-1891) en la misma ciudad. Fue un teólogo, profesor de la Facultad de Teología protestante de Estrasburgo (1838-1888). Protestante liberal, insistió en el conocimiento profundo de la Biblia y su historia. Jugó un papel importante en la difusión de la investigación de la escuela filológica alemana (hipótesis documental, un problema sinóptico) en Francia. Él nació en Estrasburgo, donde se produjo su filología, sigue Gotinga de Johann Gottfried Eichhorn, y la Universidad de Halle , donde estudió idiomas orientales en Wilhelm Gesenius, y en París con Silvestre Sacy (1827-1828).

En 1828 se convirtió en asistente en la Universidad de Estrasburgo. De 1829 a 1834 enseñó la crítica bíblica y lenguas orientales en la Facultad de Teología protestante de Estrasburgo, a continuación, fue nombrado conferenciante, y finalmente, en 1836, en profesor de Teología y en 1864 profesor de Antiguo Testamento en ese misma universidad. A diferencia de su hijo Rudolf (1841-1924), historiador de la Alsacia, sus simpatías son claramente con Alemania, incluso si tiene una fuerte cultura francesa y publicar una edición completa de las obras de Calvino: en 1838 en opinión Erwinia. Publicó un artículo con el título Wir Deutsch reden en la que combate el "idioma francés" que se está extendiendo cada vez más en su alsaciana sociedad, por lo tanto la anexión en 1870 llena sus deseos, queda convertido en la Universidad de Estrasburgo y alemánia conserva su cátedra hasta su jubilación en 1888. Fue miembro de la Deutsche Gesellschaft Morgenländische. En la Iglesia Luterana (ECAAL) Reuss es parte de los liberales. También es un colaborador permanente de la teología y la filosofía cristiana de Timothée Colani "que quería ser abierto a la investigación crítica y el pensamiento moderno" . Sus teorías críticas unen en parte las de Karl Heinrich Graf y Julius Wellhausen: en un sentido que es su precursor, y de hecho se trata de un momento en que el maestro de Graf. Originalmente, el nuevo movimiento, sin embargo, es reacio a publicar los resultados de sus estudios.

Karl Heinrich Graf. (1815-1869)
 fue un erudito y orientalista alemán del Antiguo Testamento. Nació en Mülhausen en Alsacia y murió en Meissen, en Sajonia. Estudió la exégesis bíblica y los idiomas orientales en la Universidad de Strassburgo bajo
Édouard Reuss, y después de haber ocupado varios puestos de enseñanza, fue nombrado instructor en francés y hebreo en la Landesschule de Meissen, recibiendo en 1852 el título de profesor. Graf fue uno de los principales fundadores de la crítica del Antiguo Testamento. En su trabajo principal, Die geschichtlichen Bücher des Alten Testaments
(1866), intentó demostrar que la legislación sacerdotal de Éxodo, Levítico y Números es de origen posterior al libro de Deuteronomio. Sin embargo, mantenía la opinión aceptada de que las narraciones elohistas formaban parte de la Grundschrift (Libro de Orígenes) y, por lo tanto, pertenecía a las porciones más antiguas del Pentateuco. Las razones que se apremiaban contra la afirmación de que la legislación sacerdotal y las narraciones elohistas estaban separadas por un espacio de 500 años eran tan fuertes que inducían a Graf en un ensayo, Die sogenannte Grundschrift des Pentateuchs, publicado poco antes de su muerte, El Grundschrift todo como post-exilic y como la última parte del Pentateuco. La idea ya había sido expresada por Reuss, pero como Graf fue el primero en introducirla en Alemania, la teoría, tal como la desarrolló Julius Wellhausen ha sido llamada la hipótesis de Graf-Wellhausen. Graf también escribió, un estudio de Jacques Lefèvre d'Étaples (Strassburg, 1842), Der Segen Moses Deut. 33 (1857) y Der Prophet Jeremia erklärt (1862). Ver TK Cheyne. Fundadores de la Crítica del Antiguo Testamento (1893); Y el libro de Otto Pfleiderer traducido al inglés por JF Smith como desarrollo de la teología (1890).

Abraham Kuenen. (1828-1891) fue un teólogo protestante holandés , hijo de un boticario. Kuenen nació en Haarlem . En la muerte de su padre fue necesario que él dejara la escuela y tomara un lugar humilde en el negocio. Por la generosidad de sus amigos fue educado en el gimnasio de Haarlem y después en la Universidad de Leiden. Estudió teología y obtuvo su título de doctor por una edición de treinta y cuatro capítulos de Génesis de la versión árabe del Pentateuco samaritano . En 1853 se convirtió en profesor extraordinarius de teología en Leiden, y en 1855 profesor titular. Se casó con una hija de Willem Muurling , uno de los fundadores de la escuela de Groningen , que hizo la primera brecha pronunciada con la teología calvinista en la Iglesia Reformada de los Países Bajos. Kuenen pronto se convirtió en uno de los principales partidarios de la teología moderna, de la que JH Scholten y Karel Willem Opzoomer (1821) fueron los principales fundadores, y de los cuales Leiden se convirtió en la sede. Su primera gran obra, una introducción histórico-crítica al Antiguo Testamento, Historisch-Kritisch Onderzoek en el het onstaan ​​y en el verzameling de Boeken des Ouden Verbonds (3 vols., 1861-1865; 2a ed., 1885-1893; T Weber y CT Müller, 1885-1894), siguió las líneas de esta escuela dominante de Heinrich Ewald. Pero en poco tiempo estuvo bajo la influencia de JW Colenso y aprendió a considerar la narración profética de Génesis, Éxodo y Números como algo más antiguo que lo que los alemanes denominaban Grundschrift (Libro de Orígenes). En 1869-1870 publicó su libro sobre la religión de Israel, De Godsdienst tot den ondergang van den Joodschen Staat ( traducción inglesa, 1874-1875).

Esto fue seguido en 1875 por un estudio de la profecía hebrea, De profeten en de profetie onder Israel (Eng. Trans., 1877), en gran medida polémico en su alcance, y especialmente dirigido contra los que descansan dogmas teológicos en el cumplimiento de la profecía. En 1882 Kuenen fue a Inglaterra para impartir un curso de conferencias de Hibbert, religiones nacionales y religión universal; En el año siguiente presidió el congreso de orientalistas celebrado en Leiden. En 1886 su volumen en el Hexateuch fue publicado en Inglaterra. Murió en Leiden el 10 de diciembre de 1891.

Kuenen fue también el autor de muchos artículos, artículos y reseñas; Una serie sobre el Hexateuch, que apareció en Theologisch Tijdschrift, de la que en 1866 se convirtió en editor conjunto, es uno de los mejores productos de la crítica moderna. Sus obras coleccionadas fueron traducidas al alemán y publicadas por Karl Budde en 1854. Varias de sus obras han sido traducidas al inglés por Philip Wicksteed. 

Sin embargo el más destacado de todos fue Julius Wellhausen (1844-1918), un teólogo cristiano, erudito bíblico y orientalista alemán que contribuyó al desarrollo de la hipótesis al ordenar las fuentes de manera cronológica como JEDP, creando un marco coherente para demostrar una hipotética evolución en la historia religiosa del pueblo hebreo, que dependía del poder de la tradición sacerdotal y que fue creciendo y centralizándose con el pasar del tiempo. La formulación de Wellhausen fue la siguiente:

tradición yahvista (J); escrita en el año 950 a. C. en el Reino de Judá
tradición elohista (E); escrita en el año 850 a. C. en el Reino de Israel.
tradición deuteronómica (D); escrita en el año 621 a. C. en Jerusalén durante un periodo de reforma religiosa.
tradición sacerdotal (P); escrita en el año 450 a. C. por los kohanim (sacerdotes judíos) durante el exilio en Babilonia.

La hipótesis de Wellhausen se convirtió en la opinión dominante sobre el origen del Pentateuco durante gran parte del siglo XX. La mayoría de expertos contemporáneos aceptaron, de alguna manera, la hipótesis documental de la Biblia, los académicos, de hecho, siguen recurriendo a la terminología de Wellhausen y sus conocimientos. Mientras que la hipótesis ha sido criticada y cuestionada por otros modelos, especialmente en la última parte del siglo XX, su terminología y las ideas que expone siguen proporcionando el marco para las teorías modernas sobre la naturaleza compuesta y orígenes de la Torá y la compilación Bíblica en general.

Los inicios de la hipótesis documentaria
Autoría mosaica
Durante muchos años tanto judíos como cristianos aceptaban la idea tradicional de que Moisés fue el escritor de la Torá (Pentateuco) bajo la directa inspiración y mandato de Jehová, esta teoría fue objeto de incesantes estudios durante el siglo XVII. Pocos rabinos y filósofos se cuestionaron cómo Moisés
podría haber descrito su propia muerte, o cómo dio una lista de reyes de Edom antes de que esos reyes vivieran. Nadie dudaba de la veracidad de la tradición ya que el propósito de los estudios era resaltar la antigüedad y la autoridad de las enseñanzas del Pentateuco, y no de dar una demostración sobre quién escribió los libros.

Jeffrey Tigay, dice que a partir de la simple cuestión de cómo reconciliar las incoherencias del texto, y rehusando aceptar explicaciones forzadas, para que armonizara, los estudiosos llegaron finalmente a la teoría de que la Torá estaba integrada por varios textos seleccionados que fueron entretejidos, a veces incoherentemente, de fuentes que tratan del mismo asunto y de temas relacionados.

El razonamiento seguido en este tipo de análisis es similar al de los sabios talmúdicos y, más tarde, los rabinos, quienes sostuvieron que estas cláusulas incompatibles y la terminología en un solo párrafo de la Mishná tiene que haberse originado por diferentes sabios, y reconocen que Moisés no pudo haber escrito los pasajes de la Torá pues contiene información no disponible para él, como el último capítulo de Deuteronomio, que describe su muerte y sus consecuencias.

En 1651 Thomas Hobbes, en el capítulo 33 de su obra Leviatán, expuso un conjunto de pruebas intentando demostrar que el Pentateuco nunca pudo haber sido escrito por Moisés, citando varios pasajes bíblicos como Deuteronomio 34:6 Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy, lo que implica un autor que vivió mucho tiempo después de la muerte de MoisésGénesis 12:6 y el cananeo estaba entonces en la tierra, lo que indica que el autor vivió en una época en la que los cananeos ya no habitaban esos territorios, sin embargo, durante toda la vida de Moisés la tierra si estuvo habitada por este pueblo) y Números 21:14 Por tanto se dice en el libro de las guerras del Señor, lo que hizo en el mar Bermejo, y en los arroyos de Arnón, ...en referencia a una narración oral posterior a la época de Moisés. Después de este estudio, Hobbes llegó a la conclusión de que ninguno de estos textos nació de la autoría mosáica. Otros, entre ellos Isaac de La-Peyrère, Baruch Spinoza, Richard Simon, y John Hampden, llegaron a la misma conclusión, pero sus trabajos fueron condenados y considerados herejía. Varios de estos autores fueron encarcelados y forzados a retractarse, incluso se atentó contra la vida de Spinoza.

Primeros detractores
En 1753, Jean Astruc publicó (anónimamente) Conjectures sur les memoires originaux, dont il parait que Moses s'est serví pour composer le livre de la Genèse (Conjeturas sobre las memorias originales, aquellas que Moisés habría usado para componer el libro del Génesis). Los motivos de Astruc fueron refutar a Hobbes y Spinoza ―«la enfermedad del último siglo», como llamó a su trabajo―. Para llevar a cabo esto, aplicó al Génesis herramientas del análisis literario que los estudiosos ya usaban con textos clásicos, como la Ilíada, para identificar las variantes literarias tradicionales y llegar al texto más auténtico. Comenzó por identificar dos peculiaridades que parecían mostrar variantes literarias coherentes:

-El uso del Elohim Yhwh (Yahvé) como el nombre de Dios.
-La aparición de historias duplicadas, como los dos relatos de la creación en el primer y segundo capítulos de Génesis, y los dos relatos del Sara y de un rey extranjero (Génesis 12 y Génesis 20).

A continuación, estableció columnas, y asignó a estas los versículos de "Elohim" en una columna, y los de "Yhwh" en otra, y los de los relatos duplicados en otras dos columnas, al lado de estos. Las cuatro columnas paralelas así construidas contenían dos narraciones largas y dos cortas. Astruc sugirió que estos eran los documentos originales usados por Moisés, y el Génesis que Moisés había escrito se vería exactamente así, cuatro relatos paralelos destinados a ser leídos por separado. Las columnas paralelas así construidas, resultaban contener dos narraciones largas, cada una dedicada a los mismos acontecimientos. Astruc sugirió que estas narraciones largas eran los documentos originales escritos por Moisés, y que al ser relatos paralelos debían ser leídos por separado. Según Astruc, un editor, mucho tiempo después combinó las cuatro columnas en una sola narración, creando las confusiones y repeticiones observadas por Hobbes Spinoza.

Aportes fundamentales
Las herramientas adoptadas por Astruc para hallar las fuentes bíblicas fueron ampliamente desarrolladas por los posteriores expertos bíblicos, la mayoría alemanes, y, aunque Astruc era detractor de la teoría, terminó aportando y fortaleciendo su desarrollo. De 1780 en adelante Johann Gottfried Eichhorn extendió el análisis de Astruc más allá del Génesis a todo el Pentateuco, y por 1823 llegó a la conclusión de que Moisés no había participado en la escritura de este. En 1805, Wilhelm de Wette concluyo que el libro de Deuteronomio pertenecía a una tercera fuente independiente (tradición deuteronómica). En 1822, Friedrich Bleek identificó a el Libro de Josué como una continuación del Pentateuco, ya que demuestra una continuación directa al Deuteronomio. Otros estudiosos lograron identificar signos de la tradición deuteronómica en el Libro de los Jueces, el Libro de Samuel, y el Primer libro de los Reyes.

En 1853 Hermann Hupfeld sugirió que la tradición elohista era en realidad dos fuentes originalmente independientes. Así, aisló la tradición sacerdotalHupfeld también enfatizo la importancia de un "Redactor" (R), o último editor, en la producción de la Torá desde las cuatro fuentes, ya que no todos los escritos y pasajes del Pentateuco están basados en las cuatro fuentes, existe evidencia firme de numerosas secciones pequeñas que fueron insertadas por este "Redactor", un ejemplo identificado es el Código de santidad contenido en Levítico 17 a 26.

Los expertos bíblicos también trataron de identificar el orden y las fechas en que fueron escritas las cuatro fuentes. También se propusieron ideas sobre quienes fueron los posibles autores y sus motivaciones para escribirlas. En 1805, De Wette llegó a la conclusión de que ninguno de los textos del Pentateuco fue compuesto antes de los tiempos de David; Spinoza propuso que fue obra de los sacerdotes del templo de Jerusalén durante el reinado de Josías en 621 a. C.. Durante mucho tiempo los estudiosos argumentaron varios tipos de orden de escritura como: PEJD, EJDP o JEDP, sin embargo definir el orden exacto de escritura supone un problema que está lejos de resolverse.

Esquema de la hipótesis
La hipótesis documentaria de Wellhausen propone que la Torá originalmente se conformaba por cuatro narraciones distintas, cada narración era independiente y completa en si misma, cada una relataba los mismos incidentes y personajes, pero cada relato tenía un "mensaje" e "intención" distinta de los otros. Las cuatro fuentes fueron combinadas en múltiples ocasiones por editores ("redactores") que se esforzaron por mantener, en lo posible, la mayor cantidad de documentos originales:

Tradición yahvista (J)La fuente más antigua trata de narraciones que constituyen la mitad del Génesis y del Éxodo más unos fragmentos de Números. Describe a un dios parecido a un ser humano, llamado Yahveh (o más bien Yhwh) en todas partes, y tiene un especial interés en el territorio del reino de Judea y personas relacionadas con su historia. Tiene un estilo elocuente. Originalmente compuesto hacia el 950 a. C., no mucho antes de la división del Reino Unido de Israel en el reino del norte de Israel y el reino del sur de Judá en el año 922 a. C., por lo que es la fuente más antigua.

Tradición elohista (E)
E
es paralela a J, a menudo duplicando las descripciones. Constituye una tercera parte del Génesis y la primera mitad del Éxodo, además de fragmentos de Números. Describe a un dios parecido a un ser humano, inicialmente llamado Elohim, Yahveh después del incidente de la zarza ardiente, donde Elohim se revela a sí mismo como Yahveh. Se centra en el reino de Israel y en el Shiloh sacerdocio, tiene un estilo moderadamente elocuente. Originalmente compuesto ca. 850 a. C..

Tradición deuteronómica (D)
D
toma la forma de una serie de sermones acerca de la ley, y consiste en la mayor parte del Deuteronomio. Su término distintivo para dios es Yhwh Elohainu, traducido como ‘El señor nuestro Dios. Originalmente compuesto hacia el 650-621 a. C..

Tradición sacerdotal (P) Priest
Preocupados con la centralización del sacerdocio, y con listas (especialmente genealógicas), fechas, números y leyes. P describe un dios distante y despiadado, a quien llaman ElohimP copia partes de E, pero altera detalles para resaltar la importancia del sacerdocio. P consiste en cerca de un quinto del Génesis, partes substanciales de Éxodo y Números, y casi todo el Levítico. P tiene un bajo nivel de estilo literario. Compuesto ca. 550-400 a. C..

Redactor (R)
Los redactores de la Torá comenzaron con la combinación de J E para crear la versión JE, hacia el año 750 a. C. La adición de generó JED. Los redactores denominados P, pusieron el trabajo en su forma definitiva ca. 400 a. C. Gran parte de esta tradición fue escrita durante el exilio del pueblo judío en Babilonia, provocado por la ocupación de Israel que hiciese el Rey Nabucodonosor.

La hipótesis de Wellhausen (o hipótesis de Graf-Wellhausen)En 1877, Julius Wellhausen publicó Die Komposition des Hexateuch ("La composición del Hexateuco"), en donde estableció la hipótesis de las cuatro fuentes del origen del Pentateuco. Fue seguido en 1878 por Prolegomena zur geschichte Israels (‘prolegómenos a la historia de Israel’), un trabajo que rastrea el desarrollo de la religión de los antiguos israelitas a partir de un punto de vista totalmente secular, no sobrenatural. Wellhausen aportó pocas novedades, pero tamizó y combinó los estudios de siglos anteriores de manera coherente, y completó una teoría tan convincente de los orígenes de la Torá y del judaísmo, que dominó el debate académico sobre el tema en los siguientes cien años.

Clasificación de las fuentes
Los criterios de Wellhausen para distinguir entre las diversas fuentes fueron desarrollados por sus predecesores durante los siglos anteriores: el estilo (incluyendo la opción del vocabulario aunque no exclusivamente), nombres divinos, y duplicaciones (y ocasionalmente triplicaciones). fue identificado con un rico estilo narrativo; E era algo menos elocuente; tenía un lenguaje seco y legalista.

Temas de vocabulario, como el uso de diversos nombres de Dios, o el uso de la denominación monte Horeb (E y D) o bien la de monte Sinaí (J y P) la montaña de Dios; objetos rituales, como el Arca de la alianza, mencionado frecuentemente en J, pero nunca en E; el estatus de los Jueces (nunca mencionado en P) y profetas (mencionados solo en E y D); el medio de comunicación entre Dios y los hombres (el Dios de J se reúne en persona con Adán Abraham, el Dios de se comunica por medio de los sueños, el de solamente puede acercarse por medio de los sacerdotes): todos estos y otros más forman el conjunto de herramientas para distinguir entre las fuentes y los versículos asignados a ellos.

Fechas de las fuentes
El punto de inicio de Wellhausen para fechar las fuentes fue el tema descrito en 2 Reyes 22:8-20: un rollo de la Torá (que puede ser traducida como
‘instrucción’ o ‘ley’) descubierto en el templo de Jerusalén por los altos sacerdotes Hilkiah en el año dieciocho del reino de Josías, quien ascendió al trono cuando apenas tenía ocho años. Narra que Josías inició una campaña de reforma religiosa, destruyendo todos los altares, excepto el del Templo, prohibiendo todo sacrificio, excepto en el Templo, insistiendo en la exclusiva adoración a Yahveh.

En el siglo IVJerónimo especuló que la instrucción del "rollo" podría haber estado en el Deuteronomio; De Wette, en 1805, sugirió que podría haber estado solamente el código de leyes en el Deuteronomio 12-26, que Hilkiah encontró, y eso tal vez lo escribió el mismo, solo o con la colaboración de Josías. Los historiadores deuteronomistas dudaron en darle crédito a Josías: en I Reyes 13 es nombrado como el que sería enviado por Yahveh para masacrar a los sacerdotes apóstatas de Beth-el, en una profecía hecha, supuestamente, 300 años antes de su nacimiento.

Con (Tradición deuteronómica), fechado en la Historia, Wellhausen procedió a situar las fuentes restantes. El acepta la conclusión de Karl Heinrich Graf, que las fuentes fueron escritas en este orden: JEDP. Esto contradecía la opinión general de los estudiosos de la época, quienes veían la fuente como la primera, "la guía oficial aprobada para el culto divino", y la discusión que sostuvo Wellhausen para situar P fue la gran innovación de los Prolegómenos, atribuyendo E a los inicios de la monarquía, aproximadamente para J 950 a. C., y para E 850 a. C.; P es situada a principios del periodo posexilio persa, cerca del 500 a. C..

Argumentó estas fechas basándose en lo que en aquel tiempo se conocía como la evolución natural de la práctica religiosa: en la sociedad pre-monárquica y a principios de la descrita en el Génesis, los Magistrados y Samuel, se levantaron altares donde los patriarcas o héroes elegían, como Josúe; cualquiera podía ofrecer sacrificios, y eran ofrecidas partes a sacerdotes como ofrenda del sacrificio; durante la monarquía tardía comienza a centralizarse los sacrificios y a ser controlados por el sacerdocio. Mientras que festividades israelitas, como la Pascua Pésaj, fueron instituidas para vincular al pueblo con la monarquía en una celebración común de la historia nacional; en los tiempos del posexilio, el templo de Jerusalén estaba firmemente establecido como el único santuario, y solo los descendientes de Aarón podían ofrecer sacrificios, las festividades estaban vinculadas al calendario, en vez de a las estaciones, y el calendario de los derechos sacerdotales era estrictamente asignado.

Las cuatro fueron combinadas por una serie de "redactores" (editores), primero J con E para formar JE, luego JE con para formar el texto JED, y finalmente JED con P para formar JEDP, la Torá final. Retomando una tradición académica que se remonta a Spinoza y Hobbes, Wellhausen llamó a Esdras el redactor final, el líder del posexilio, quien restableció la comunidad judía en Jerusalén a instancias del emperador persa Ciro en el 458 a. C..

Después de Wellhausen
Durante gran parte del siglo XX, la hipótesis de
Wellhausen creó el marco donde se discutió el origen del Pentateuco, e incluso la Santa Sede, firme crítica del estudio bíblico secular en el siglo XIX, llegó a aceptar los métodos, pero no los resultados, de la fuente y de la crítica formada. Algunas modificaciones importantes fueron introducidas, en particular por Albrecht Alt y Martin Noth, quien aboga por la transmisión oral de las antiguas creencias fundamentales ―el Éxodo desde Egipto, la conquista de la Tierra prometida, los pactos, la revelación en el Sinaí, Horeb, etc.―. Al mismo tiempo, los trabajos de la Escuela de Arqueología Bíblica Estadounidense, como el de William F. Albright y Ciro Gordon parecen confirmar que, aunque al Génesis y al Éxodo se les dio su forma definitiva en el primer milenio a. C., siguen firmemente la realidad material del segundo milenio. El efecto de tales mejoras, fue ayudar a ampliar la aceptación de la hipótesis básica, de tranquilizar a los creyentes, que incluso si la forma final del Pentateuco no se debió al mismo Moisés, y «a pesar de las fecha tardía del Pentateuco, podemos recuperar una imagen creíble de la época de Moisés e incluso de la Edad patriarcal. De ahí que la oposición a la Hipótesis documental disminuyera gradualmente, y a mediados del siglo XX, fue aceptada casi universalmente».

El consenso comienza a colapsar a finales de los años sesenta, con la propagación de las nuevas herramientas de estudio y un creciente reconocimiento de las limitaciones del marco de trabajo analítico de Wellhausen. El resultado han sido propuestas que modifican tanto el modelo documental que es irreconocible, o incluso abandonarlo enteramente a favor de modelos alternativos donde se ve el Pentateuco como producto de un solo autor o como el punto final de un proceso de creación de toda la comunidad. Cabe mencionar algunas figuras de las últimas décadas del siglo XX, H. H. Schmid casi completamente eliminó J, dejando solo un último "redactor" Deutoronomista;

Rolf Rendtorff Erhard Blum vieron el desarrollo del Pentateuco desde un aumento gradual de pequeñas unidades a trabajos cada vez más grandes, un proceso que elimina tanto a como a E, e implica un modelo fragmentario en vez de un modelo documental para los orígenes del Antiguo testamento; y John Van Seters, usando un modelo diferente, prevé un proceso continuo de la administración de suplementos, en el que los últimos autores modificaron las primeras composiciones y cambiaron el enfoque de la narración. La propuesta contemporánea más radical vino de Thomas L. Thompson, quien sugirió que la redacción final de la Tora ocurre al principio de la monarquía Hasmonea. Los asmoneos o hasmoneos (en hebreo חשמונאים, Ḥašmōnaʔim) fueron los sucesores directos de los macabeos que lograron establecer un poderoso reino en lo que hoy es Israel, en contraste con las expansiones del Imperio seléucida. Con los asmoneos, las fronteras del reino judío llegaron casi a las dimensiones de los remotos tiempos de David y Salomón. Aunque descendían directamente de los macabeos («Juan Hircano I era hijo de Simón, el último de los Macabeos» ), lo cierto es que tuvieron grandes diferencias en sus acciones, los ideales que los movían y sus aspiraciones políticas. Su apogeo duró el doble del de sus inmediatos ancestros, desde el 134 a. C., hasta el advenimiento del Imperio romano en Israel en el 63 a. C..

El desafío en el consenso de Wellhausen fue quizás mejor resumido por R. N. Whybray, quien señaló que de los varios modelos posibles para la composición documental del Pentateuco, documental, complementario y fragmentario, el documental fue el más difícil de demostrar, por un tiempo los modelos complementario y fragmentario proponen modelos relativamente simples, lógicos y pueden explicar la desigualdad del texto final, el proceso previsto por DH es complejo y muy específico en sus suposiciones sobre el antiguo Israel y el desarrollo de su religión. Whybray continuaba afirmando que estas suposiciones eran ilógicas y contradictorias, y no ofrecían auténtico poder explicativo: por ejemplo, ¿Por qué los verdaderos autores de las diferentes fuentes evitarían la duplicación, mientras el "redactor" final las acepta?. "Por lo tanto, la hipótesis solamente puede mantenerse en el supuesto de que, mientras la coherencia es la característica distintiva de las diversas fuentes, la incoherencia era el sello distintivo de los "redactores".

La hipótesis documental todavía tiene muchos seguidores, especialmente en los Estados Unidos, donde William H. Propp ha completado dos volúmenes de traducción y comentarios sobre el Éxodo editado por la prestigiosa Anchor Bible Series dentro de un marco DH, [21] y Antony F. Campbell y Mark A. O'Brien han publicado Fuentes del Pentateuco la presentación de la Torá continua ordenados en las siguientes fuentes de divisiones Martin Nort.

Elliott Richard Friedman, en Who wrote the Bible? (‘¿quién escribió la Biblia?’, de 1987) y The Bible with sources revealed (‘la Biblia con fuentes reveladas’de 2003) es, en esencia, una extensa respuesta para Whybray, explicando, en términos basados en la historia del Antiguo Israel, como los redactores pudieron tolerar la incoherencia, contradicción y repetición, en efecto, estaban obligados a ello por el marco histórico en el que trabajaban.

Las clásicas divisiones en cuatro fuentes de
Friedman difieren de Wellhausen en aceptar las fechas de Yehezkel Kaufmann de para el reino de Hezekiah; Esto, en sí mismo, no es una pequeña modificación de Wellhausen, para quien unas fechas posteriores de P eran esenciales para el desarrollo del modelo histórico de religión de Israel. Friedman argumentó que J aparece un poco antes de 722 a. C., seguido por E, y combinado JE poco después. P fue escrito, refutando a JE (c. 715-687 a. C.), y D era el último en aparecer, en el momento de Josías (c. 622 a. C.), antes del "redactor", que Friedman identifica con Esdras, compusiera la Torá final.

Pero mientras la terminología e hipótesis documental siguen siendo debatidos por los académicos, sobre el origen del Pentateuco ya no domina ese debate, tal como ocurría durante los dos primeros tercios del siglo XX. Las verdades consagradas en la introducción (el tema de los orígenes del Pentateuco) han desaparecido, y en su lugar se enfrentan los estudiosos de numerosas teorías que son extremadamente complejas y, a menudo, redactadas en un estilo expositivo que no es apto para los pusilánimes (según John van Seter, la descripción de un trabajo seminal).

Como sea, el enfrentamiento entre los eruditos lo único que ha dejado en claro es que el Pentateuco no tiene un único autor, y que ha sido construido a lo largo de los siglos, por lo que si acaso existió un texto de un único autor del Pentateuco, este fue alterado con adiciones, supresiones y modificaciones con el paso del tiempo. Esto es lo que asegura el islamismo: Según el Corán, el Pentateuco fue revelado originalmente por Dios directamente a Moisés. Sin embargo, este texto original de la revelación divina fue alterado con el tiempo, modificado de variadas formas con el paso de los siglos, y de esta forma, si bien hoy día aún persisten partes de la revelación divina en lo que conocemos como Pentateuco, el texto actual no es 100% confiable ni es 100% revelación divina.

Continua en La Biblia X: La Tora (Génesis/Éxodo)
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miércoles, 5 de agosto de 2015

La Biblia IX: El Tanaj

Tanaj en español. Biblia de Alba, 1422-1433, fols. 68v-69r: Moisés y el cruce del Mar Rojo.

La Tanaj
El Tanaj (del acrónimo en hebreo תַּנַךְ tanakh) es el conjunto de los 39 libros de la Biblia hebrea. Constituye, junto a otros libros, aquello que los cristianos denominan “Antiguo Testamento”. Los textos están escritos mayoritariamente en hebreo antiguo. También hay algunos pasajes en arameo antiguo (Libro de Daniel, Libro de Esdras, y otros). El texto hebreo tradicional recibe el nombre de texto masorético. El Antiguo Testamento católico y ortodoxo contiene siete libros no incluidos en el Tanaj, llamados Deuterocanónicos. Las traducciones de la Biblia que utilizan los grupos cristianos protestantes se adhieren al canon hebreo, o sea, solo treinta y nueve libros del Tanaj. Para los católicos y los ortodoxos, sin embargo, el Antiguo Testamento lo componen 46 libros en lugar de 24. Las Iglesias protestantes incluyen 39 libros en el Antiguo Testamento, omitiendo 7 libros conocidos como Deuterocanónicos. En ambos casos, las cifras derivan, al menos en principio, de una diferente repartición del conjunto del texto original. En un principió, la palabra Torá en su uso más genérico también sirve para la Biblia judía en su totalidad (las tres partes), aunque en su más limitado sentido se refiere a la primera parte del Tanaj, cuyo nombre recibe.

Terminología
El acrónimo Tanaj son las tres letras iniciales hebreas (con la puntuación diacrítica que sirve de vocal) de cada una de las tres partes que componen las escrituras judías:

La Torá (תּוֹרָה), ‘Instrucción’ o ‘Ley’
Los Nevi'im (נְבִיאִים), ‘Profetas’
Los Ketuvim (כְּתוּבִים), ‘Escritos’ 
o ‘Hagiógrafos’


La letra inicial kaf de כְּתוּבִים (Ketuvim) (se escribe de derecha a izquierda) es letra final en el acrónimo תַּנַ"ךְ (Tanaj), y por ser última letra toma la forma de kaf final ( ךְ ) y se pronuncia suave, como J, no como K; por eso es Tanaj y no “Tanak”. En un principió, la palabra Torá en su uso más genérico también sirve para la Biblia judía en su totalidad (las tres partes), aunque en su más limitado sentido se refiere a la primera parte del Tanaj, cuyo nombre recibe.

En el ámbito académico, muchos estudiosos de ciencias bíblicas defienden el uso del término Biblia hebrea (o escrituras hebreas) como sustituto de los términos menos neutrales con connotaciones judías o cristianas (como Tanaj o Antiguo Testamento).​ A su vez, otros estudiosos le ven al término Biblia hebrea una interpretación más bien lingüística (textos escritos originalmente en hebreo y arameo antiguos), por lo que siguen usando los otros términos para referirse a los compendios concretos de libros judíos y cristianos.
En hebreo, la palabra Tanaj sirve para la Biblia judía mientras que para la Biblia cristiana (tanto Antiguo como Nuevo Testamento) se usa la palabra latina ביבליה (Biblia, que coincide con la forma española). A su vez, la traducción de la palabra Tanaj a otros idiomas en el ámbito judío es sencillamente Biblia en el idioma que corresponde (Bible, Bibel, Bijbel, etc.).

Historia
La lista (o canon) de libros bíblicos hebreos inspirados quedó establecida definitivamente para el judaísmo en el siglo II d. C. por el consenso de un grupo de sabios rabinos que habían conseguido escapar del asedio de Jerusalén en el año 70 y que habían fundado una escuela en Yamnia. A estos libros se les conoce como protocanónicos, y forman el Canon Palestinense o Tanaj. Este canon significó el rechazo de algunos libros, que pasaron a conocerse como deuterocanónicos, que un grupo de maestros judíos había incluido en el Canon de Alejandría o Biblia de los Setenta en el siglo II a. C. La forma “deuterocanónico” significa ‘segundo canon’ en contraste con el término “protocanónico” que significa ‘primer canon’. Sin embargo el primer canon, en orden cronológico, fue el de Alejandría.

Contenido
Géneros y temas
El Tanaj incluye diversos géneros. Más de la mitad consiste en narraciones, es decir, descripciones de acontecimientos ambientados en el pasado. El Levítico y gran parte del Éxodo y los Números contienen material jurídico. El Libro de los Salmos es una colección de himnos, pero en otras partes del Tanaj, como Éxodo 15, 1 Samuel 2 y Jonás 2, se incluyen canciones. Libros como Proverbios y Eclesiastés son ejemplos de literatura sapiencial.

Otros libros son ejemplos de profecía. En los libros proféticos, un profeta denuncia el mal o predice lo que Dios hará en el futuro. Un profeta también puede describir e interpretar visiones. El Libro de Daniel es el único libro del Tanaj que suele describirse como literatura apocalíptica. Sin embargo, otros libros o partes de libros han sido llamados proto-apocalípticos, como Isaías 24-27, Joel, y Zacarías 9-14.

Un tema central a lo largo del Tanaj es el monoteísmo, la adoración a un solo Dios. El Tanaj fue creado por los israelitas, un pueblo que vivía en el contexto cultural y religioso del antiguo Cercano Oriente. Las religiones del antiguo Cercano Oriente eran politeístas, pero los israelitas rechazaron el politeísmo en favor del monoteísmo. La biblista Christine Hayes escribe que la Biblia hebrea fue "el registro de la revolución religiosa y cultural [de los israelitas]".

Según el especialista en la Biblia John Barton, "YHWH se presenta sistemáticamente a lo largo de las [Escrituras hebreas] como el Dios que creó el mundo, y como el único Dios del que Israel debe ocuparse".[6]​ Esta relación especial entre Dios e Israel se describe en términos de un pacto. Como parte del pacto, Dios entrega a su pueblo la tierra prometida como posesión eterna. El Dios de la alianza es también un Dios de redención. Dios libera a su pueblo de Egipto e interviene continuamente para salvarlo de sus enemigos. El Tanaj impone requisitos éticos, incluyendo la justicia social y la pureza ritual (Tumah y taharah). El Tanaj prohíbe la explotación de viudas, huérfanos y otros grupos vulnerables. Además, el Tanaj condena el asesinato, el robo, el soborno, la corrupción, el comercio engañoso, el adulterio, el incesto, el bestialismo y los actos homosexuales. Otro tema del Tanaj es la teodicea, que muestra que Dios es justo aunque el mal y el sufrimiento estén presentes en el mundo.

Narrativa
El Tanaj comienza con el relato de la creación del Génesis.​ Génesis 12-50 remonta los orígenes israelitas a los patriarcas: Abraham, su hijo Isaac y su nieto Jacob. Dios promete a Abraham y a sus descendientes la bendición y la tierra. El pacto que Dios hace con Abraham se materializa con la circuncisión masculina. Los hijos de Jacob se convierten en los antepasados de las doce tribus de Israel. El hijo de Jacob José es vendido como esclavo por sus hermanos, pero se convierte en un hombre poderoso en Egipto. Durante una hambruna, Jacob y su familia se establecen en Egipto. Los descendientes de Jacob vivieron en Egipto 430 años. Después del Éxodo, los israelitas vagan por el desierto durante 40 años.​ Dios da a los israelitas la Ley de Moisés para guiar su comportamiento. La ley incluye reglas tanto para el ritual religioso como para la ética. Este código moral exige justicia y cuidado de los pobres, las viudas y los huérfanos. La historia bíblica afirma el amor incondicional de Dios por su pueblo, pero aun así lo castiga cuando no cumple el pacto Dios conduce a Israel a la tierra prometida de Canaán, que conquistan al cabo de cinco años. Durante los siguientes 470 años, los israelitas fueron dirigidos por jueces. Posteriormente, el gobierno pasó a ser una monarquía. El Reino unido de Israel fue gobernado primero por Saúl y luego por David y su hijo Salomón. Fue Salomón quien construyó el Primer Templo en Jerusalén. Tras la muerte de Salomón, el reino unido se dividió en el Reino de Israel septentrional con capital en Samaria y el Reino de Judá meridional centrado en Jerusalén. El reino del norte sobrevivió durante 200 años hasta que fue conquistado por el Asirio en el 722 a. C.. El Reino de Judá sobrevivió durante más tiempo, pero fue conquistado por el Babilonios en 586 a. C. El Templo fue destruido y muchos judaizantes murieron. El Templo fue destruido, y muchos judíos fueron exiliados a Babilonia. En 539 a. C., Babilonia fue conquistada por Ciro el Grande de Persia, que permitió a los exiliados volver a Judá. Entre 520 y 515 a. C., el Templo fue reconstruido.

Libros
Los libros en el Tanaj se agrupan en tres conjuntos: la Ley o Instrucción (Torá), los Profetas (Nevi'im) y los Escritos (Ketuvim). A continuación se enumeran los libros que pertenecen a cada apartado:

Torá (תּוֹרָה) Ley o Instrucción
La Torá se conoce también como el Pentateuco, del griego πέντεpente, ‘cinco’, y τεῦχος, teûjos‘funda para libros’; proveniente del hebreo חֲמִשָּׁה חֻמְשֵׁי תּוֹרָה, Jamishá Jumshei Torá, ‘los cinco quintos de la Torá’ o simplemente חֻמָּשׁ, Jumash, ‘cinco’, una conjugación de חמש (Jamesh).

Génesis (בֵרֵאשִׁית) [bereshit ‘en el comienzo’]
Éxodo (שְמוֹת) [shmot ‘nombres’]
Levítico (וָיִקְרָא) [vayikra ‘(y) lo llamó’]
Números (בַמִדְבָר) [bamidbar ‘en el desierto’]
Deuteronomio (דְבָרִים) [dvarim ‘palabras’ 
/"cosas"/"leyes".]

Nevi'im (נְבִיאִים) o los Profetas
Los Profetas Anteriores 
Josué (יֵהוֹשע) o (יֵהוֹשוּע) [Yahoshua ‘Yah es salvación’, ‘salvador’]
Jueces (שוֹפְטִים) [Shoftim ‘jueces’]
Samuel (I Samuel y II Samuel) (שְמוּאֶל) [Shmuel ‘Dios escucha’]
Reyes (I Reyes y II Reyes) (מֶלַכִים) [melajim ‘reyes’]


Los Profetas Posteriores
Isaías (יֶשַעָיה) [Yeshayah ‘Dios salvará’] o (יֶשַעָיהוּ) [Yeshayahu]
Jeremías (יִרְמִיה) [Irmiya ‘Dios levanta’] o (יִרְמִיהוּ) [Irmiyahu]
Ezequiel (יֶחֵזְקֵאל) [Yejezquel ‘Dios fortalecerá’]

El libro de los 12 profetas menores: (תְרֶי עַשַר) [treyə asar, en arameo, ‘doce’]
Oseas (הוֹשֶע) [Osheha ‘salvó’]
Joel (יוֹאֶל) [‘Yah es Dios’]
Amós (עַמוֹס) [Amos ‘ocupado’, ‘el que lleva la carga’]
Abdías (עוֹבַדְיה) [Ovdyəa ‘Dios trabajó’]
Jonás (יוֹנַה) [Yona ‘palomas’]
Miqueas (מִיכַה) [Mija, hay quienes piensan que significa ‘¿quién como Dios?’]
Nahum (נַחוּם) [Najum ‘confortado’]
Habacuc (חָבַקוּק) [Javacuc, una planta, en acadio, ‘abrazado’]
Sofonías (צְפַנְיה) [Tzfania ‘norte de Dios’, ‘ocultado de Dios’ o ‘agua de Dios’]
Hageo (חָגַי) [Jagayə ‘vacación’ en lenguas semíticas, ‘mis vacaciones’ en hebreo]
Zacarías (זכַרְיה) [Zaharia o Zejaría ‘Dios se acuerda’]
Malaquías (מַלְאַכָי) [Malají ‘ángel’, o ‘mis ángeles’]

Ketuvim (כְּתוּבִים) o los Escritos
Salmos (תְּהִילִים) [Tehilim ‘alabanzas’]
Proverbios (מִשְׁלֵי) [Mishlei ‘parecerse’, ‘ser semejante’; en su forma intensiva, ‘comparar’, ‘asemejar’]
Job (אִיּוֹב) [Iyov ‘aquel que soporta penalidades’]
El Cantar de los Cantares (שִׁיר הַשִּׁירִים) [Shir HaShirim, superlativo, ‘el más hermoso de los cantos’, ‘el canto por excelencia’]
Rut (רוּת) [Rut ‘la compañera fiel’]
Lamentaciones (איכה) [Eija]
Eclesiastés (קֹהֶלֶת) [Qohéleth ‘el congregador’]; (ἐκκλησιαστής) [Ekklesiastés ‘miembro de la congregación’ o ‘miembro de la asamblea’]
Ester (אסתר) [Ester] o (הדסה) [Hadasa] [‘mirto’, ‘arrayán’ o ‘murta’], [Ester, 
en asirio-babilónico, ‘astro’ ‘estrella’]
Daniel (דָּנִיּאֵל) [Daniyyel Dios es mi Juez’ o ‘juicio de Dios].
Esdras (עזרא) [Ezrá ‘al que Dios ayuda’
y Nehemías (נְחֶמְיָה) [Nejemyahu o Nəḥemya ‘reconfortado por el Señor’]
Crónicas (I Crónicas
 y II Crónicas) [Divrei HaYamim Alef, Bet]

Lenguaje y pronunciación
El sistema de escritura original del texto hebreo era un abjad: consonantes escritas con algunas letras vocálicas aplicadas (matres lectionis). Durante la temprana Edad Media, los eruditos conocidos como Masoretas crearon un único sistema formalizado de vocalización. Esto fue realizado principalmente por Aaron ben Moses ben Asher, en la escuela de Tiberias, basándose en la tradición oral para la lectura del Tanaj, de ahí el nombre de vocalización tiberiana. También incluía algunas innovaciones de Ben Naftali y de los Exiliados babilónico.​ A pesar del proceso comparativamente tardío de codificación, algunas fuentes tradicionales y algunos judíos ortodoxos sostienen que la pronunciación y cantilación derivan de la revelación en el Sinaí, ya que es imposible leer el texto original sin pronunciaciones y pausas de cantilació. La combinación de un texto מקרא mikra), la pronunciación (ניקוד niqqud) y la cantilación (טעמים te`amim) permiten al lector comprender tanto el significado simple como los matices en la fluidez de las frases del texto.

Número de palabras distintas utilizadas
El número de palabras distintas en la Biblia hebrea es de 8.679, de las cuales 1.480 son hapax legomena,[19]​: 112 palabras o expresiones que aparecen una sola vez. El número de raíces semíticas distintas, en las que se basan muchas de estas palabras bíblicas, es de aproximadamente 2000.

Traducciones
El Tanaj está siendo actualmente traducido del hebreo antiguo y el arameo antiguo al hebreo moderno en el Estado de Israel, en la llamada traducción Tanaj Ram.

Tanaj Ram
El Tanaj Ram (hebreo: תָּנָ"ךְ רָם) es una traducción de la Biblia Hebrea o Antiguo Testamento cristiano desde los textos hebreos y arameos originales al hebreo moderno hablado actualmente en el Estado de Israel. La traducción está siendo realizada por el lingüista polaco-israelí Avraham Ahuvyá. Los derechos de la traducción están reservados a nombre de la RAM-Publishing House Ltd. y de Miskal Ltd. La palabra Ram es un acrónimo del nombre de Rafi Moses, editor de la traducción y presidente de la RAM-Publishing House.

Biblia Hebrea
Biblia hebrea o Biblia hebraica es un término genérico para referirse a los libros de la Biblia escritos originalmente en hebreo y arameo antiguos. Se ajusta muy estrechamente al concepto judío Tanaj y al cristiano Antiguo Testamento (particularmente en la versión de algunos grupos cristianos (Evangélicos), que no incluyen las partes Deuterocanónicas del
Antiguo Testamento y el Anagignoskomena ortodoxo). El término Biblia hebrea no implica ningún género de denominación, numeración u ordenación de libros, que es muy variable. En el estudio erudito de hoy, es común referirse a las tres ediciones de la obra denominada Biblia hebrea editada por Rudolf Kittel. En este contexto es frecuente la abreviatura
BH, BHK (K por Kittel), o (donde se refieren a las distintas ediciones), BH1, BH2 BH3. Las primeras dos ediciones aparecieron entre 1906 1913
respectivamente; la diferencia entre ellas es leve, salvo por una lista de errores en la segunda. La segunda edición fue reimpresa varias veces. Reprodujo el texto hebreo encontrado en la tercera edición ha sido reemplazada por la Biblia Hebraica Stuttgartensia.

Manuscrito bíblico
Un manuscrito bíblico es una copia escrita a mano de una porción de texto de la Biblia. La palabra biblia proviene del griego biblia (libros); manuscrito viene del latín manu (mano) y scriptum (escrito). El manuscrito original (el pergamino original que físicamente escribió el autor) es llamado autógrafo. Los manuscritos bíblicos varían en tamaño: desde los diminutos rollos que contienen versos individuales de escrituras judías (véase Filacteria) hasta los grandes códices políglotas (libros multilenguajes) que contienen ambos, la Biblia hebrea (Tanaj) y la griega cristiana (Nuevo Testamento), así como las obras extracanónicas. El estudio de los manuscritos bíblicos es importante porque las copias manuscritas de los libros pueden contener errores. La ciencia de la crítica textual intenta reconstruir el texto original de los libros, especialmente de aquellos publicados antes de la invención de la imprenta.

Los manuscritos de la Biblia Hebrea (o Tanaj)
El Códice de Alepo (c. 920 d.C.) y el Códice de Leningrado (c. 1008 d.C.) son los manuscritos más antiguos en lenguaje hebreo del Tanaj. En 1947 se encontraron en Qumrán los rollos del Mar Muerto y con ese descubrimiento los códices manuscritos completos más antiguos del Tanaj se dataron de un milenio antes (ver Tanaj en Qumrán). Antes de este descubrimiento, los manuscritos existentes más antiguos del Antiguo Testamento estaban en griego en manuscritos como el Códice Vaticano y el Códice Sinaítico. De los aproximadamente 800 manuscritos encontrados en Qumrán, 220 son del Tanaj. Se representan todos los libros del Tanaj, excepto el Libro de Ester; sin embargo, la mayoría son fragmentos. Notablemente existen dos rollos del Libro de Isaías, uno completo (1QIsa), y uno aproximadamente un 75% completo (1QIsb). Esos manuscritos generalmente datan entre 150 a. e. c. a 70 e. c. Los antiguos escribas judíos desarrollaron muchas prácticas para proteger las copias de sus escrituras de los errores.

Códex Aleppo 
El Códex Aleppo o Códice de Alepo (en hebreo: כֶּתֶר אֲרָם צוֹבָא, Keter Aram Tsova) es el más antiguo y completo manuscrito​ del Tanaj de acuerdo con la Masora tiberiana, producido y editado por el respetado masoreta Aaron ben Moses ben Asher.

Datado en 930 d.C., cerca de un tercio de él, incluye casi toda la Torá. Se le considera el manuscrito original de máxima autoridad masoreta. Según la tradición familiar, estas escrituras hebreas fueron preservadas de generación en generación.​ Así el Códice de Alepo es visto como fuente original y la mayor autoridad para el texto bíblico y los rituales judíos. Este probó haber sido el texto más fiel a los principios de los masoretas. El Códice de Alepo tiene una larga historia de consultas por las autoridades rabínicas. Los estudios modernos lo demuestran como la más exacta representación de los principios masoréticos, que se pueden encontrar en todo el manuscrito, conteniendo poquísimos errores entre los millones de detalles ortográficos que componen el texto.

Autoridad
Las consonantes usadas en el códice fueron recopiadas por el escritor Shlomo ben Buya'a en Israel, 920. El texto fue vocalizado con puntos consonantales en el estilo masorético por Aaron ben Moses ben Asher. Bem Moses fue el último y mayor miembro prominente de la dinastía de Ben-Asher, que dio forma a la versión más exacta de la Masorá y, consecuentemente, del Tanaj. El Códice de Leningrado, que data aproximadamente de la misma época que el Códice de Alepo, fue reivindicado también como obra de Ben-Asher. El Códice de Alepo fue el manuscrito usado por el rabino y académico Maimónides (1135-1204) cuando estableció los parámetros exactos para la escritura de los rollos de la Torá, de Hilkhot Sefer Torah (“las leyes de los rollos de la Torá”) en su Mishneh Tora.

Tradición textual
Al comienzo y al final del manuscrito le faltan algunas páginas.

Visto que el Códice de Alepo estaba completo (hasta 1947, año en el que fue incendiada la sinagoga en la que se encontraba), se seguía la tradición textual tiberiana en el orden de sus libros, similar al Códice de Leningrado, y que combina con la tradición más antigua de los manuscritos bíblicos. Tora y Nevi'im aparecen en el mismo orden encontrado en la mayoría de las bíblias impresas, pero difiere en el orden para los libros según el Ketuvim. En el Códice de Aleppo, el orden de Ketuvim es: I Crónicas, Libro de los Salmos, Job, Proverbios, Rut, Cantar de los Cantares, Eclesiastés, Lamentaciones, Ester, Daniel, Esdras-Nehemías. Al texto actual le falta casi entera la Tora (Genesis y la mayor parte del Deuteronomio). Comienza con la última palabra del Deuteronomio 28:17 (ומשארתך). Después de este, en los libros de Nevi'im se publican en su orden tradicional (Josué, Jueces, Samuel, I Reyes, Isaías, Jeremías, Ezequiel, y los doce profetas menores). Faltan Eclesiastés, Lamentaciones, Ester, Daniel, y Esdras-Nehemías.

Códice de Leningrado
El Códice de Leningrado (Codex Leningradensis, L) catalogado como "Firkovich B 19”, es uno de los más antiguos manuscritos del texto masorético de la Biblia hebraica y la copia completa más antigua disponible. Fue escrito en pergamino y está fechado en el año 1008, de acuerdo con el colofón. Este manuscrito ha servido como texto básico para las traducciones modernas de la Biblia y se encuentra en la famosa biblioteca pública de San Petersburgo, en Rusia. Actualmente, el Códice de Leningrado se encuentra reproducido textualmente en la Biblia Hebraica de Rudolf Kittel (1937) y en la Biblia Hebraica Stuttgartensia (BHS), (1977). Sirve también como una fuente para que los eruditos trabajen en la recuperación de detalles de las partes faltantes del Códex Aleppo.

Contenido
El texto bíblico encontrado en el códice, contiene en letra hebraica, junto con las marcas vocálicas Niqud y los signos de entonación para el canto propios del hebreo tiberiano. Además posee notas masoréticas en sus márgenes. Tiene también varios suplementos técnicos que tratan de los detalles textuales y lingüísticos, muchos de los cuales están pintados en formularios geométricos. El códex fue escrito sobre pergamino.

El orden de los libros en el Códice de Leningrado sigue la tradición textual Tiberiana (sefardita), que combina la tradición más antigua de manuscritos bíblicos. Este ordenamiento para los libros difiere del de la mayoría de Biblias hebraicas impresas para los libros del Ketuvim judaico. En el Códex de Leningrado el Ketuvim está ordenado de la siguiente forma: I Crónicas, Salmos, Job, Proverbios, Rut, Cantar de los Cantares, Eclesiastés, Lamentaciones, Esther, Daniel y Esdras-Nehemías.

El Códice de Leningrado, ha sido conservado correctamente y está en excelentes condiciones, aún después de un milenio de copiado. Provee además motivos de base para el arte judaico medieval. Dieciséis de sus páginas contienen diseños geométricos decorativos que iluminan los pasajes del texto. La página de firmas muestra una estrella con los nombres de los copistas en los bordes. El manuscrito más antiguo que se conoce está fechado en 916, contiene los profetas posteriores en hebreo y está escrito en vitela en Rusia.

Historia
De acuerdo con el colofón, el códice fue copiado en El Cairo, siendo uno de los manuscritos copiados en 1008 - "de los libros corregidos, preparados y anotados por Aaron ben Moses ben Asher, el instructor”.​ Un solo copista, Samuel ben Jacob Jam'a, escribió tanto las consonantes, las vocales, como también las notas masoréticas.

Se le atribuye ser un manuscrito aún más fiel que el tradicional Códex Aleppo. Su propietario anterior, el líder karaíta y coleccionista Abraham Firkovich, no dejó ningún indicio sobre cómo adquirió el códice en 1838. Algún tiempo después, en 1863, fue transferido a la Biblioteca Nacional da Rusia en San Petersburgo. Después de 1924 se le denominó Codex Leningradensis por el nombre que entonces tenía la ciudad donde se encuentra.

Ediciones Modernas
En 1935 el Códice de Leningrado fue prestado al Seminario del Antiguo Testamento de la Universidad de Leipzig por dos años y entonces Paul E. Kahle usó su texto como base para la transcripción del texto hebraico de la tercera edición de la Biblia Hebraica de Rudolf Kittel (BHK), publicada en Stuttgart en 1937. El Códice fue usado también para la traducción de la Biblia Hebraica Stuttgartensia en 1977 y será usado para la Biblia Hebraica Quinta (BHQ). Como un trabajo original hecho por los masoretas tiberianos, el Códice de Leningrado está por diversos siglos, bien al frente de otros manuscritos hebraicos, que habían sido usados por todas las ediciones hebraicas hasta la Biblia de Kittel.

The Westminster Leningrad Codex​ es una versión digital, del Códice de Leningrado mantenida por el Centro J. Alan para investigaciones bíblicas avanzadas en el Seminario Teológico de Westminster. Esta versión electrónica ha sido verificada e incluye varias correcciones; actualmente incluye notas y herramientas de transcripción y para analizar la sintaxis.

Ediciones Judaicas
El Códice de Leningrado sirvió también como base para dos importantes ediciones judaicas de la Tanaj:
The Dotan edition, la Biblia hebraica oficial de la Fuerzas de Defensa de Israel , 1990. The New Jewish Publication Society of America Version, JPS Hebrew-English Tanakh (Philadelphia, 1999).

Manuscritos existentes del Tanaj
VersiónEjemplosLenguajeFecha de
Composición
Antigua Copia
Rollos del Mar Muerto   Tanaj en QumránHebreo,
paleohebreo
y Griego (Septuaginta)
    150 a. C. -        70 d. C.               150 a. C. - 70 d. C.
SeptuagintaCódice Vaticano, Códice Sinaítico y otros papiros antiguosGriego300-100 a. C.Siglo II a. C. (fragmentos)
Siglo IV d. C.(completo)
PeshittaSiríacoprincipios del Siglo V d. C.
VulgataCódice AmiatinoLatínprincipios del Siglo V d. C.
principios del Siglo VIII d. C. (completo)
MasoréticoCódice de Alepo, Códice de Leningrado y otros manuscritos incompletosHebreoca. 100 d. C.Siglo X d. C.
Pentateuco samaritanoAlfabeto samaritano200-100 a. C.el manuscrito más antiguo existente se data del Siglo XI d. C., el manuscrito más antiguo disponible a los eruditos se data del Siglo XVI d. C.
TargumArameo500-1000 d. C.Siglo V d. C.

Rollos del Mar Muerto

Septuaginta

Peshitta
La Peshitta (Siríaco: simple, común) es una versión cristiana de la Biblia en idioma siríaco.

El nombre Peshitta
'Peshitta proviene del siríaco (dialecto del arameo tardío) mappaqtâ pšîṭtâ (ܡܦܩܬܐ ܦܫܝܛܬܐ), literalmente "version simple" o pšîṭtâ "común" (popular) o también, "íntegra". Fue escrita en alfabeto siríaco, y ha sido transliterada al alfabeto latino en diferentes formas: Peshitta, Peshittâ, Pshitta, Pšittâ, Pshitto, Fshitto.

Historia y contenido
El nombre 'Peshitta' fue aplicado a esta versión desde el siglo IX, por Moshe bar Kepha. Obviamente tenía una historia larga y compleja antes de recibir tal nombre.

Antiguo Testamento
El Antiguo Testamento de la Peshitta es una traducción directa del hebreo, que probablemente data del siglo II. En el Nuevo Testamento fueron originalmente excluidos algunos libros cuya canonicidad por entonces era disputada. Desde el siglo V se convirtió en la versión modelo de la Biblia, reemplazando versiones anteriores de los Evangelios. De hecho, el Antiguo y el Nuevo Testamento corresponden a trabajos separados de traducción.

El Antiguo Testamento de la Peshitta es la más antigua obra de la literatura siríaca conservada. La mayoría de las obras cristianas de la época fueron escritas en griego o son traducciones del griego, pero el Antiguo Testamento de la Peshitta fue traducido del hebreo, de manuscritos afines al que posteriormente sería el Texto Masorético de las Biblias hebreas medievales y modernas. Aunque algunos expertos sugirieron que podría haber sido traducida del arameo desde los Tárgumes, esta opinión es ahora descartada, aunque se acepta que hay influencia interpretativa de las versiones de los Targumes en el Pentateuco y los Libros de Crónicas, así como algunos pasajes derivados de la Septuaginta. especialmente en Isaías y el libro de los Salmos, probablemente para facilitar su uso litúrgico. Los Deuterocanónicos fueron traducidos de la Septuaginta, excepto el Sirácida, que fue traducido del hebreo, y Tobías, que falta en las versiones antiguas de la Peshitta que en cambio sí incluyen 2 Baruc.

El estilo y calidad de la traducción es variable. Algunas partes pueden haber sido traducidas por judíos que hablaban el siríaco. Por ser el siríaco originario de la región de Edesa, es probable que la traducción provenga de allí, pero la región de Arbil, la antigua Adiabena, por su numerosa población judía durante el siglo II, se ha sugerido como otro probable lugar de origen. Algunos expertos ha sugerido que ciertas características del arameo occidental en el texto podría indicar un origen en Siria o Palestina, aunque el análisis de esas características en complejo.

Nuevo Testamento
La mayoría de los expertos consideran que el Nuevo Testamento fue traducido de manuscritos griegos (sólo muy pocos sostienen hoy en día que el idioma original del Nuevo Testamento fuese el arameo).

El origen de la traducción del Nuevo Testamento es difícil de establecer, por la existencia de las otras dos versiones siríacas anteriores: el Diatessaron y la Vetus Syra. La traducción más antigua, probablemente es el Diatessaron ("uno mediante cuatro"), de Taciano. El texto que data del año 175, es una narración continua y armónica que integra los cuatro Evangelios, en una época en que tal vez cada Evangelio por separado no tenía un carácter oficial. Recibió un comentario elogioso de Efrén de Siria, quien destacó los principales aspectos de su contenido. Cuando la práctica común de las iglesias exigió el uso separado de los cuatro libros. El obispo Teodoreto de Ciro, en el Éufrates, en 423, recolectó y archivó más de 200 copias del Diatessaron y las remplazó por versiones de los cuatro Evangelios diferenciados.

Una edición con el Antiguo y Nuevo Testamento, excluido el Diatessaron, es conocida como "Antigua siríaca" (Vetus Syra). Se conservan dos manuscritos del siglo V de los Evangelios (Palimpsesto Sinaítico y Evangelios Curetonianos), traducciones libres de cada libro griego, influenciadas por el Diatessaron. Estas traducciones posiblemente datan del siglo III o comienzos del Siglo IV. La versión Antigua siríaca utiliza la Peshitta para las citas del Antiguo Testamento en el Nuevo Testamento y no la versión griega, siendo este hecho un testimonio de la gran antigüedad de la Peshitta. La Historia Eclesiástica (4.29.5) de Eusebio evidencia que esta versión incluyó traducciones de los Hechos de los Apóstoles y de las cartas de Pablo, ya que afirma que Taciano no quiso usarlas.

Versión común
El nombre de Rabbula, obispo de Edesa (m. 435) ha sido popularmente vinculado a la producción de la Peshitta. Sin embargo es improbable que él participara en la traducción, porque a comienzos del siglo V, la Peshitta ya era usada como versión común por las iglesias sirias.

La Peshitta no contiene la Segunda epístola de Pedro ni la Segunda ni la Tercera epístola de Juan ni la Epístola de Judas ni tampoco el Apocalipsis. En las disputas entre la iglesia siria occidental y el Imperio bizantino, se requirió una versión más estrechamente relacionada con las versiones griegas. Philoxenus de Mabbog (muerto en 523), produjo un Nuevo Testamento, pero parece ser que sólo tradujo aquellos libros que no estaban incluidos en la Peshitta, para complementarla. En el siglo VII, fue producida una versión completa basada en el canon griego. La Hexapla Siria es una versión siríaca basada en la quinta columna de la Hexapla de Orígenes y se ha convertido en su más importante testigo. La versión producida bajo la supervisión de Tomás de Harkel, es una traducción estrechamente ligada a los manuscritos griegos, aunque esporádicamente contiene algunas lecturas de la versión Antigua.

A pesar de la existencia de esas traducciones, la Peshitta permaneció como la versión común de las distintas iglesias siríacas, y las traducciones más eruditas (llamadas "espirituales" en esa época) permanecieron en los escritorios de los teólogos sirios. En la iglesia siria oriental, así como en las tradiciones más antiguas (especialmente en las obras de Teodoro de Mopsuestia) la exégesis generalmente provee el texto literal griego al lado de la traducción de la Peshitta. El Codex Khaboris que data en el siglo XII, contiene la versión del Nuevo Testamento de la Peshitta.

Ediciones contemporáneas
La Peshitta levemente revisada y con los libros faltantes añadidos, es la Biblia prototipo para las iglesias de tradición siríaca: Iglesia Asiria de Oriente, Antigua Iglesia del Oriente, Iglesia Ortodoxa Siriana, Iglesia Ortodoxa Malankara, Iglesia Católica Siria, Iglesia Católica Caldea, Iglesia Católica Maronita, Iglesia Católica Siro-Malabar, Iglesia Católica Siro-Malankara e Iglesia Malankara Santo Tomasiana. Los cristianos sirios de la India utilizan ahora con frecuencia traducciones al idioma malabar. Las versiones en árabe han llegado a ser muy utilizadas por las iglesias del Medio Oriente.

En 1901, P. E. Pusey and G. H. Gwilliam publicaron un texto crítico de la Peshitta con una traducción al latín. En 1905, la British and Foreign Bible Society una versión de los Evangelios (no crítica), que en 1920 incluyó todo el Nuevo Testamento. En 1933 se publicó una obra en inglés, editada por George M. Lamsa, que se conoce como la Biblia de Lamsa, aunque no se le considera una traducción formal en virtud de que Lamsa mezcla el texto original con sus muy personales conceptos esotéricos y nacionalistas asirios incrustados dentro del texto bíblico, por lo cual no es una traducción bíblica, sino una narración mixta de textos bíblicos, esoterismo, conceptos personales y desviaciones doctrinales, dotada de elementos extrabíblicos, al igual que la obra "Escritura Santa. Traducción Castellana del Arameo Galileo", del señor José L. Hernández (obra influenciada y basada fuertemente en la obra en inglés de George Lamsa, pero que utiliza un lenguaje vulgar y coloquial, a veces inentendible, pretendiendo elocuencia). Ambas obras pretenden ser traducciones de la Peshitta, pero son rotundamente desestimadas por académicos y traductores formales, así como toda la literatura relacionada que ellos produjeron. Ni la obra de Lamsa ni la de Hernández son traducciones de la Peshitta.

Desde 1961, el Peshitta Institute de Leiden ha publicado la más completa edición crítica de la Peshitta en una serie de fascículos. En 1996, la primera edición de la Comparative Edition of the Syriac Gospels: Aligning the Old Syriac Sinaiticus, Curetonianus, Peshitta and Harklean Versions de George Anton Kiraz (con la versión de Harklean preparada por Andreas Juckel) fue publicada por Brill. La segunda (2002) y tercera (2004) ediciones fueron impresas por Gorgias Press LLC.

En español existe la Biblia Peshitta en Español, única traducción formal con sello cristiano del Texto Peshitta en este idioma. Goza de gran aceptación entre académicos y seminarios cristianos hispanohablantes. Fue publicada en 2007 por Broadman&Holman Publishing Group de Nashville, Tennessee, USA. Es la única traducción formal del Texto Peshitta que incluye el Antiguo y Nuevo Testamento, y ha recibido el reconocimiento y aprobación de eruditos y téologos de diversas instituciones y sociedades bíblicas cristianas. Está basada en el Texto Peshitta, y cotejada con la traducción de la Peshitta arameo-hebreo, arameo-inglés de Murdock, el texto hebreo del Antiguo Testamento y el griego del Nuevo Testamento, así como con diversas obras de traducciones regulares del hebreo, arameo y griego al español, inglés, hebreo y francés. La traducción fue llevada a cabo en Hermosillo, Sonora, México.

Vetus Latina
Vetus Latina es el nombre colectivo dado a los textos bíblicos en Latín, que fueron traducidos a partir del siglo II, desde la lengua griega (Septuaginta o Versión de los Setenta para la mayoría de los libros del Antiguo Testamento y originales griegos para los libros del Nuevo Testamento), antes que la Vulgata de Jerónimo se convirtiera en el estándar de la Biblia para los cristianos latino-parlantes en occidente. La frase Vetus Latina significa (versión) latina vieja en latín, y la Vetus Latina a veces es conocida como la Antigua Biblia Latina.

No existe una única Biblia "Vetus Latina", pues hay una gran colección de textos bíblicos en forma de manuscritos que contienen testimonios de traducciones al latín de pasajes bíblicos anteriores a Jerónimo. Tras comparar el evangelio de Lucas en Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Lucas». Biblia versión Reina-Valera. en manuscritos de la Vetus Latina, Bruce M. Metzger contó "no menos de 27 lecturas distintas".

Ante este testimonio de traducciones previas, muchos estudiosos agregan frecuentemente citas a pasajes bíblicos que aparecen en los trabajos de los Padres Latinos, algunos de los cuales son idénticos a ciertos grupos de manuscritos. Por tanto, muchas de las "versiones" Vetus Latina no fueron generalmente promulgadas como traducciones de la Biblia para ser usadas en la Iglesia entera, sino preparados ad hoc para el uso local de comunidades cristianas, o para ilustrar otros discursos cristianos o sermones.

Hay algunos textos que parece ser fueron llevados a un más alto valor, como algunos manuscritos de los evangelios en latín que contienen los cuatro evangelios canónicos, aunque difieren sustancialmente unos de otros en la traducción. Otros pasajes bíblicos, sin embargo, difieren sólo en ciertos fragmentos. El lenguaje de las traducciones Vetus latina tiene muy mala calidad, como Agustín de Hipona lamentaba en De Doctrina Christiana (2,16). Abundan los solecismos gramaticales y algunos reproducen el griego o el hebreo literalmente, tal cual aparecen en la Septuaginta. Igualmente, varias traducciones Vetus latina reflejan algunas de las versiones circulantes de la Septuaginta, como por ejemplo los manuscritos africanos (como el Codex Bobiensis) que preservan fragmentos del estilo de texto occidental, mientras que algunos manuscritos europeos están cercanos al estilo de texto bizantino. Hay muchas características gramaticales que vienen del uso de formas gramaticales del Latín vulgar en el texto.

Por ejemplo, la siguiente cita del Salterio Galicano es un verso que ha sido frecuentemente salmodiado en el Libro de los Salmos (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Salmos». Biblia versión Reina-Valera., 121:6 en otras versiones) : Rogate quae ad pacem sunt Ierusalem, es decir, "rogad a los que están por la paz de Jerusalén". La Biblia de Jerusalén traduce el mismo texto como "Orad por la paz en Jerusalén". En la frase en cuestión, que es traducción literal de la Septuaginta, el antecedente elíptico del pronombre relativo neutro plural "quae" (que) es complemento directo del verbo principal "rogate" (rogad, suplicad), al tiempo que el pronombre al que antecede hace las veces de sujeto de la oración subordinada, cuyo verbo es "sunt" (son, están). Por otra parte, el traductor se vale de la expresión ad pacem (literalmente, "hacia la paz") en lugar de la más idiomática in pace, así como del topónimo Ierusalem, que aparece en la oración como un nombre propio indeclinable cuya función gramatical debe inferirse del contexto. Su traducción más plausible sería, según el sentido de la frase, la del nombre en genitivo ("...de Jerusalén"), aunque tampoco es desdeñable su análisis como dativo o, incluso, locativo. La versión de la Vetus Latina procura respetar el orden y el uso de las palabras del original griego de la Septuaginta y al hacerlo así está creando un peculiar estilo de latín. Por contraste, San Jerónimo, en versión posterior sobre textos originales hebreos, traduce el verso de la cita como "rogate pacem Ierusalem", es decir, "rogad por la paz de Jerusalén".

Sustitución por la Vulgata
Con la publicación de la Vulgata de Jerónimo, que ofrecía un texto en latín único y consistente estilísticamente desde las lenguas originales, la Vetus Latina cayó en desuso gradualmente.

Jerónimo, en una carta, dice que su nueva versión no fue inicialmente del gusto de los cristianos que estaban familiarizados con el fraseo de las traducciones antiguas. Sin embargo, ya que no era frecuente encontrar copias completas de la Biblia, las traducciones Vetus latina de varios libros de la Biblia fueron copiadas en manuscritos junto con las traducciones de la Vulgata, con lo que inevitablemente se intercambiaban algunos textos. Traducciones en Latín Antiguo de libros sencillos puede hallarse en manuscritos hasta el siglo XIII. Sin embargo, con la autoridad de un santo canonizado detrás de ella, la Vulgata generalmente desplazó a la Vetus Latina y fue reconocida como texto bíblico oficial de la Iglesia católica en el Concilio de Trento.

A continuación se muestra una comparación entre el texto de Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Lucas». Biblia versión Reina-Valera. del Códice Bezae, de tipo Vetus latina y la Vulgata:
Vetus Latina​Latin Vulgate​
Et factum est eum in Sabbato secundoprimo abire per segetes discipuli autem illius coeperunt vellere spicas et fricantes manibusFactum est autem in sabbato secundo, primo, cum transíret per sata, vellebant discípuli eius spicas, et manducabant confricantes manibus.
manducabant. Quidam autem de farisaeis dicebant ei, Ecce quid faciunt discipuli tui sabbatisQuidam autem pharisæorum, dicebant illis : Quid facitis quod non licet in sabbatis ?
quod non licet ? Respondens autem IHS dixit ad eos, Numquam hoc legistis quod fecit David quando esurit ipse et qui cum eo erat ?Et respondens Jesus ad eos, dixit : Nec hoc legistis quod fecit David, cum esurisset ipse, et qui cum illo erant ?
Intro ibit in domum Dei et panes propositionis manducavit et dedit et qui cum erant quibus non licebat manducare si non solis sacerdotibus ?quomodo intravit in domum Dei, et panes propositionis sumpsit, et manducavit, et dedit his qui cum ipso erant : quos non licet manducare nisi tantum sacerdotibus ?
Los textos Vetus latina sobreviven aún en la liturgia, como en el siguiente texto (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Lucas». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource).):
Vetus LatinaLatin Vulgate​
Gloria in excelsis Deo, et in terra pax hominibus bonae voluntatisGloria in altissimis Deo, et in terra pax in hominibus bonæ voluntatis
Salmos
Los antiguos Salmos latinos constituyen un caso especial. Aquí, la liturgia latina de la Iglesia católica continúa usando textos del Salterio Galicano, que es una versión de los Salmos de la Vetus Latina, levemente revisada por san Jerónimo antes de que comenzara a preparar su traducción Vulgata. Estos Salmos ya habían llegado a ser ampliamente usados en la liturgia, y su fraseo era familiar al de los adoradores a pesar de sus ocasionales divergencias con respecto al uso del latín clásico.

Jerónimo también tradujo los Salmos del original Hebreo; el nuevo Salterio de Jerónimo se llamó Iuxta Hebraea, pero esta nueva versión no pudo desplazar al Salterio Galicano en el uso litúrgico, y al final el Galicano se usó como el salterio de la Vulgata. El Galicano es el salterio que es cantado en el canto gregoriano y usado en la música clásica. En 1979, la Iglesia católica publicó una versión de los Salmos, la Nova Vulgata, y la autorizó para uso litúrgico; para entonces, las liturgias latinas eran poco usadas, y la Nova Vulgata ha tenido poco impacto.

Vulgata
La Vulgata es una traducción de la Biblia hebrea y griega al latín, realizada a finales del siglo IV (en el 382 d.C.) por Jerónimo de Estridón.

Fue encargada por el papa Dámaso I dos años antes de su muerte (366-384). La versión toma su nombre de la frase vulgata editio (edición divulgada) y se escribió en un latín corriente en contraposición con el latín clásico de Cicerón, que Jerónimo de Estridón dominaba. El objetivo de la Vulgata era ser más fácil de entender y más exacta que sus predecesoras. La Biblia latina utilizada antes de la Vulgata, la Vetus Latina, no fue traducida por una única persona o institución y ni siquiera se editó de forma uniforme. La calidad y el estilo de los libros individuales variaba. Las traducciones del Antiguo Testamento provenían casi todas de la Septuaginta griega. En el siglo IV, pudo haber sido añadido la coma joánica (en latín, comma johanneum), como una glosa en los versículos de la Primera epístola de Juan 5:7-8, y luego fue agregada al texto de la epístola, en la Vulgata latina, cerca del año 800.

Conservación
Un número de manuscritos tempranos que atestiguan la Vulgata sobreviven hoy. Fechado en el siglo VIII, el códice Amiatinus es el manuscrito completo más antiguo. El códice Fuldensis, que data aproximadamente del 545, es anterior aunque los evangelios son una versión corregida del Diatessaron.

En la Edad Media la Vulgata sucumbió a los cambios inevitables forjados por el error humano, en el copiado incontable del texto en los monasterios a través de Europa. Desde sus días más tempranos, las lecturas del Vetus Latina fueron introducidas. Las notas marginales fueron interpoladas erróneamente en el texto. Ninguna copia era igual a otra. Cerca del año 550, Casiodoro hizo la primera tentativa de restauración de la Vulgata a su pureza original. Alcuino de York supervisó esfuerzos para copiar una Vulgata restaurada, que él presentó a Carlomagno en 801. Tentativas similares fueron repetidas por Teodulfo, Obispo de Orleans (787? - 821); Lanfranc, Arzobispo de Canterbury (1070-1089); San Esteban Harding, el abad de Císter (1109-1134), y el diácono Nicolás Maniacoria (sobre el principio del siglo XIII).

Aunque el advenimiento de la imprenta redujo mucho el potencial del error humano y aumentó la consistencia y la uniformidad del texto, las ediciones más tempranas de la Vulgata reprodujeron simplemente los manuscritos que estaban disponibles fácilmente para los editores. De los centenares de ediciones, la más notable es la de Mazarin, publicada por Johann Gutenberg en 1455, famosa por su belleza y antigüedad. En 1504 la primera Vulgata con variantes de lectura fue publicada en París. Uno de los textos de la Biblia Políglota Complutense fue una edición de la Vulgata, hecha con los manuscritos antiguos y corregida para convenir con el griego. Erasmo publicó una edición corregida y cotejada con el griego y el hebreo en 1516. En 1528, Robertus Stephanus. La edición crítica de Juan Hentenius de Lovaina siguió en 1547.

Vulgata de Stuttgart
Una mención final se debe hacer a la edición de la Vulgata publicada por la Sociedad Bíblica Alemana (Deutsche Bibelgesellschaft), en Stuttgart. Intenta reconstruir el texto original que publicó Jerónimo hace 1.600 años mediante la comparación crítica de los manuscritos importantes. Una característica importante en la edición de Stuttgart para los estudiosos de la Vulgata es la inclusión de todos los prólogos de Jerónimo a diferentes libros. Contiene en el apéndice de apócrifos, el salmo 151, la epístola a los Laodicenses, además de los libros 3 y 4 de Esdras y la Oración de Manasés. Además, sus prefacios contemporáneos son una fuente de la información valiosa sobre la historia de la Vulgata.

Texto Masoretico
El texto masorético es la versión hebraica de la Biblia usada oficialmente entre los judíos. En el cristianismo se utiliza con frecuencia como base para las traducciones del Antiguo Testamento. Fue compuesta, editada y difundida por un grupo de hebreos conocido como masoretas entre el siglo I y el siglo X d. C. Contiene variantes, algunas significativas, respecto de la versión griega llamada Septuaginta.

La palabra hebrea mesorah (מסורה) se refiere a la transmisión de una tradición. De hecho, en sentido amplio, se refiere a toda la cadena de la tradición hebrea. Pero en el ámbito del texto masorético la palabra asume un significado específico, relacionado con notas marginales en los manuscritos (y más tarde impresos) de la Biblia Hebraica en las que hay particularidades del texto, relacionadas sobre todo con la pronunciación exacta de la palabra.

Los más antiguos manuscritos completos del texto masorético vienen del siglo IX d. C., pero existen fragmentos más antiguos que parecen pertenecer a la misma familia textual. Por ejemplo, entre los Manuscritos del Mar Muerto, los fragmentos encontrados en otros puntos del desierto de Judea y el texto masorético, algunos de estos difieren en una letra de cada mil. En cambio otros fragmentos tienen diferencias mucho más acusadas.

Etimología
El término hebreo masorah (tradición) aparece en diversas formas. Tiene su origen en el Libro de Ezequiel 20:37 con el significado original de cadena. La inmutabilidad del texto era una característica propia, que lo “encadenaba” o lo “ligaba” al contexto. Cuando, en el curso del tiempo, la Masorah se volvió una disciplina tradicional, el término comenzó a significar “entregar” y asumió el significado de “tradición”.

Lengua y forma
El lenguaje del texto masorético es en parte hebraico y en parte arameo. Las anotaciones masoréticas se han encontrado con diversas formas:

-en trabajos diversos (por ejemplo Oklah we-Oklah)
-en la forma de notas escritas en los márgenes y al final de los códices.

En algunos casos las notas están escritas entre líneas. La primera palabra de cada libro bíblico está también, por lo general, rodeado de notas. Estas últimas se llaman masorah inicial; las notas en los márgenes a un lado o entre columnas son llamadas masorah pequeña o interna; las de los márgenes de abajo o arriba masorah grande o externa. El nombre gran masorah se aplica algunas veces a las notas lexicales que se colocan al final de la Biblia impresa, llamada masorah final. La masorah pequeña consiste en breves notas con referencias a lecturas marginales, a estadísticas que indican el número de veces en que una forma particular se encuentra en las Escrituras, a una pronunciación precisa o errada y a letras escritas de manera anómala.

La masorah grande es más abundante en notas. La final comprende todas las rúbricas más largas para las que los espacios no podrían encontrarse en el margen y están puestas en orden alfabético en la forma de una concordancia. La cantidad de notas que contiene la masorah final está condicionada por la cantidad de espacios vacíos en cada página. En los manuscritos esto varía también con el salario que se daba a quien copiaba.

Origen
El Talmud y algunos manuscritos de los caraítas afirman que una copia de referencia de la Biblia hebraica se conservaba en el Templo de Jerusalén para ser usada por los copistas; existían además correctores pagados de los libros bíblicos entre los empleados del templo. Esta copia es mencionada también en la Carta a Aristeas núm. 30;2 en las afirmaciones de Filón (preámbulo de su análisis de la constitución política de los hebreos) y en Flavio Josefo, Contra Apionem I, 8.

Otra historia talmúdica, quizás en referencia a tiempos antiguos, cuenta que tres rollos de la Torá fueron encontrados en el Templo pero que eran distintos. La cuestión fue resuelta con una decisión por parte de una mayoría por una de las tres versiones.

Masorah numérica
En la antigüedad clásica los escribas eran pagados por su trabajo según el número de textos copiados. Los libros de la Biblia, en prosa, se prestaban mal a ello, y los escribas comenzaron a contar las letras. A partir de este uso se desarrolló con el tiempo la masorah numérica, que cuenta y reagrupa los elementos del texto. La recolección de manuscritos y la importancia de sus diferencias ha dado material para la Masorah crítica. La relación estrecha que existía (desde los Soferim hasta los Amoraim) entre el maestro de la tradición y el masoreta -que muchas veces eran la misma persona- explica la masorah exegética. Finalmente el desarrollo de un sistema gráfico de acentuación y vocalización ha dado pie al nacimiento de la masorah gramatical.

Fijación del texto
La subdivisión en palabras, libros, secciones, parágrafos, versículos y capítulos (citados probablemente en orden cronológico); la definición de la ortografía, pronunciación y musicalidad; la introducción o la definitiva adopción de caracteres cuadrados y las cinco finales; algunos retoques textuales para protegerse contra la blasfemia; la enumeración de letras, palabras, versículos, etc. y la sustitución de algunas palabras en las lecturas públicas fueron las primeras realizaciones de los masoretas. Como no se podía ni pensar en modificar el texto original de la Biblia, los primeros masoretas adoptaron algunos subterfugios: marcaban las divisiones con espacios, y hacían referencia a enseñanzas halaquicas o hagádicas, con modificaciones de las formas de las letras, puntos y otros signos. Las glosas estaban permitidas solo en las copias privadas y se pueden atestiguar desde el Rabbí Meir (años 100 a 150).

Tikkune Soferim
Las primeras fuentes rabínicas, que son de alrededor del año 200; mencionan muchos pasajes de las Escrituras en los que se concluye inevitablemente que la antigua lectura debía ser diversa de la del texto actual. La explicación de este fenómeno está dada en la expresión las Escrituras han usado un lenguaje eufemístico, por ejemplo para evitar los términos antropomorfismo y antropopatismo.

El Rabbí Simon Ben Pazzi (del siglo III) llama a estas lecturas correcciones de los escribas, hipotizando que los escribas en verdad han hecho cambios. Esta visión fue adoptada por los Midrash sucesivos y por la mayoría de los masoretas. En las obras masoréticas, estos cambios se atribuyen a:

a Esdras y Nehemias;
a Esdras y al Soferim; o
a Esdras, Nehemias, Zacarías, Hageo, y Baruch.
Todas estas atribuciones significan una sola cosa: que los cambios han sido realizados por hombres de la Gran Sinagoga.

El término tikkun Soferim ha sido interpretado por diversos estudiosos de muchas maneras. Algunos lo consideran una corrección del lenguaje bíblico autorizada por los Soferim con fines homiléticos. Otros que indica un cambio de mentalidad de los escritores o de los redactores originales de las Escrituras que, por ejemplo, habrían evitado poner en papel conceptos que, según las expectativas de algunos lectores, podrían haberse expresado. Hay fenómenos en el texto bíblico que obligan a suponer que al mismo tiempo se hicieron correcciones textuales. Estas correcciones pueden ser clasificadas bajo las siguientes categorías:

remoción de expresiones inoportunas usadas al dirigirse a Dios; por ejemplo, la sustitución de maldecir con bendecir en algunos pasajes, conservación del tetragrama: por ejemplo, la sustitución de Elohim con YHWH en algunos pasajes, evita el uso de nombres de dioses falsos para referirse a Yahveh; por ejemplo, el cambio del nombre Ishbaal a Ishbosheth, conservación de la unidad de culto divino en Jerusalén.

Mikra e ittur
Entre los primeros términos técnicos usados en relación con las actividades de los escribas están los mikra soferim e ittur soferim. En las escuelas geónicas el primer término se usaba para indicar algunos cambios de vocal que se realizaron en algunas palabras; el segundo, la cancelación en algunos pasajes del subjuntivo vav donde algunos lo habían leído erróneamente. La objeción a tal explicación es que los primeros cambios pertenecen más bien a la categoría general de los expedientes para fijar la pronunciación, mientras que los segundos en la de Qeri y Ketiv. Se han dado muchas explicaciones en relación con esto, sea por parte de estudiosos antiguos que de modernos, sin llegar a ofrecer una solución satisfactoria.

Letras suprimidas y palabras bosquejadas
Hay cuatro palabras que tienen una letra suspendida sobre la línea. Una de ellas (cf. Jueces 18:30) se debe a una corrección del original por respeto en relación con Moisés. El origen de los otros tres (Salmos 80:14; Job 38:13 y 15) es dudoso. Según algunos, se debe a letras mayúsculas erradas; según otros, son insertos sucesivos de consonantes débiles omitidas antes.

En quince pasajes de la Biblia algunas palabras están estigmatizadas. El significado de los puntos es también discutido. Según algunos [¿quién?] son signos de borrado, otros creen [¿quién?] que indican que en algunos manuscritos coleccionados las palabras estigmatizadas faltan, por lo que la lectura es dudosa; otros sostienen [¿quién?] que se trata solo de un expediente mnemónico para señalar explicaciones homiléticas que los antiguos habían relacionado con esas palabras; finalmente, algunos afirman [¿quién?] que los puntos tenían el objetivo de impedir la omisión por parte de los copistas de elementos textuales que, a primera vista o tras una comparación con pasajes paralelos, parecían superfluos. En el lugar de los puntos algunos manuscritos muestran barras verticales u horizontales. Las primeras dos explicaciones resultan inaceptables porque las lecturas tan defectuosas se podrían reconducir a Qeri y Ketiv, cosa que, en caso de duda, la mayoría de los manuscritos podría decidir. Las últimas dos teorías tienen la misma probabilidad.

Masoreta
Los masoretas eran judíos que trabajaron entre los siglos VII y X de nuestra era en las ciudades de Tiberíades y Jerusalén como sucesores de los soferim o escribas en la responsabilidad de hacer copias fidedignas de las escrituras sagradas. El término hebreo masoret significa "tradición". Designa la compilación de tradiciones rabínicas relativas al texto bíblico que los masoretas recogieron en los márgenes superior e inferior de cada página de un manuscrito.

Contexto
Eran rabinos y escribas estudiosos que compilaban el llamado texto masorético, que es el texto más usado para hacer traducciones visto por muchos estudiosos como el más fiable del Antiguo Testamento. Los masoretas empezaron su trabajo siglos después de Cristo y lo siguieron hasta el siglo XI, con unas adiciones hasta el siglo XVI.

El Códex de Aleppo, del siglo X, es la versión más antigua conocida del texto masorético de la Biblia hebrea. Desafortunadamente una parte de él se quemó en 1947. El Códex Leningradense que data del año 1008 es la versión masorética completa más antigua que se conserva actualmente.

Etimología
La palabra masoreta tiene su raíz en la palabra hebrea mesoret (מסורת), que quiere decir 'tradición' y cómo estaba pasando a lo largo del tiempo. Llegó a usarse para referirse a las notas que los masoretas pusieron en los textos. Estas notas generalmente tenían información sobre como deletrear palabras, pronunciación, palabras con letras perdidas, ciertas palabras que eran ofensivas y se tenían que leer de otro forma. También se aplica el nombre de mesoret a la doctrina rabínica que seguían para conservar la pureza de los textos.

Lengua y forma
La lengua de las notas es en parte hebreo y en parte arameo. Las anotaciones se encuentran en diversas formas:

-en trabajos separados, como el Sefer Olah ve-Olah,
-en forma de notas escritas en los márgenes y al final de los códices.

Las notas introducidas en los márgenes superior o inferior reciben el nombre de masoret magna, las situadas en los laterales son la masoret parva y al final de un texto masoret finalis.

Estilo
Los masoretas también agregaron vocales, acentos, y marcaciones sobre el canto al texto, y notas marginales. El idioma hebreo no tuvo la mayoría de las vocales gráficas hasta mucho después que se escribieran los textos originales de la Biblia, y no fue hasta mucho después a partir del X.

Los masoretas eran muy cuidadosos en su forma de copiar las Escrituras. Aun replicaba a las letras que se escribían más grande o pequeña, o chuecas. También incluyeron otras cosas irregulares como unos puntos extraordinarios con que los soferim marcaron ciertas letras o palabras en quince pasajes del texto hebreo. No hay consenso sobre el significado de estos puntos extraordinarios. La masoret de los textos hebreos, es decir, la escritura en letra pequeña al margen de la página y al final del texto, contiene una nota al lado de varios pasajes hebreos en la que se lee: «Esta es una de las dieciocho enmiendas de los soferim», u otra frase similar.

Obras
Con el transcurso del tiempo los soferim o copistas del Tanaj, habían comenzado a introducir cambios en las Escrituras: Cambiaron el texto hebreo primitivo en 134 pasajes a fin de que leyese ´Adho·nái en lugar de YHWH (el nombre de Dios). En otros pasajes se utilizó como sustituto la palabra ´Elo·hím. Los masoretas se dieron cuenta de las alteraciones que habían hecho los soferim y las registraron en el margen o al final del texto hebreo. Estas notas marginales llegaron a conocerse como la masoret, (del hebr. "masoret", tradición) f. Doctrina de los rabinos que fija la interpretación de los textos sagrados judíos para conservar su pureza. Gracias a los masoretas, tenemos todavía hoy copias del Antiguo Testamento que son muy similares a los antiguos libros. Ese hecho fue probado cuando se descubrieron los rollos del Mar Muerto, que coinciden en una alta proporción con las versiones masoréticas y aún más que las copias más nuevas que se nos habían trasmitido sobre el tiempo por otras fuentes. Cerca del 60% de los rollos encontrados en Qumrán, son versiones proto-masoréticas; un 20% más son variantes con estilo propio; en tanto el restante 20% se relaciona con la Septuaginta, la versión Samaritana y otras fuentes.​ La coincidencia entre el Texto masorético y la mayoría de los rollos de Qumrán no debe entenderse letra por letra, sino en líneas generales.​ Lo que se concluye es que textos correspondientes a una versión antepasada del Texto Masorético ya se divulgaba en el siglo II a. C. y que además circulaban otras versiones. A partir del trabajo de los masoretas se aseguró que cada copia del Tanaj era igual, y hasta también se podía leer de la misma forma.

Escuelas
Las escuelas de escribas y eruditos de la Torá de trabajo entre los siglos VII y XI radicaban principalmente en Palestina, en las ciudades de Tiberíades y Jerusalén, y en Babilonia. Los masoretas no eran todos de la misma familia y aun entre ellos había diferentes escuelas, entre ellos los de Aarón ben Moisés ben Ashur y Ben Neftalí, que vivieron en el siglo X y compilaron dos versiones distintas del texto masorético.

Sofer
El sofer (en hebreo סופר סת”ם) es un escriba judío que tiene la facultad de transcribir la Torá y textos religiosos como los Tefillin (véase Filacteria) y Mezuzá. También es de competencia de los soferim la escritura de Megillot, Nevi'im Gittin. Los soferim son expertos en caligrafía hebrea, y su labor conlleva la observancia de normas de escritura muy precisas tanto en lo relacionado con las formas y trazado de las letras como en los instrumentos que se emplean.

Filacteria
Filacteria (en hebreo: תפילין, Tefilín) es un término que deriva del griego phylakterion («protección, amuleto»), que pasó al latín como phylacterĭa y se refiere a unas pequeñas envolturas o cajitas de cuero donde se encuentran o guardan pasajes de las Escrituras en la religión judía. En el Judaísmo no se utiliza el nombre de "filacteria", ya que su significado original (amuleto) se considera idolatría, prohibida en esta religión.

Una de las correas se ata sobre el brazo izquierdo (o derecho, si la persona es zurda) dando siete vueltas al mismo y la otra se coloca sobre la cabeza. Según Halajá, los varones judíos a partir de los trece años deben colocárselos diariamente, con excepción de Shabat y demás festividades judías. La tradición las relaciona con determinados pasajes del Éxodo y el Deuteronomio en la Torá en las que HaShem exige a los judíos que porten sus palabras como recuerdo de la salida de Egipto.

En las primeras representaciones de los apóstoles cristianos se colocaron en sus brazos izquierdos filacterias, al modo tradicional judío, costumbre que se fue extendiendo hasta que la cultura occidental cristiana las incorporó en la iconografía religiosa. Así, en el arte medieval, el uso del término se extendió a cualquier cinta o pequeño rollo de papel enrollado con citas, leyendas o símbolos, en especial religiosos o heráldicos como salutación, gloria, etc.

Mezuzá
Mezuzá (del hebreo מְזוּזָה«jamba de la puerta»; plural mezuzot) es un pergamino que tiene escrito dos versículos de la Torá; se encuentra albergado en una caja o receptáculo que se encuentra adherido a la jamba derecha de los pórticos de las casas y ciudades judías. Es una de las características más singulares de las moradas de los judíos. El precepto de fijar una mezuzá en las puertas de las casas judías es uno de los más antiguos y arraigados del judaísmo, y tiene sus fuentes en el Deuteronomio.

Descripción
La mezuzá consiste en un rollo de pergamino donde están inscritas dos plegarias: la más solemne del judaísmo, «Shemá Israel» (hebreo, "שְׁמַע יִשְׂרָאֵל", "Escucha, oh Israel")​ y «Vehayá im shamoa» ("וְהָיָה אִם שָׁמֹעַ", "En caso que me oyéreis ").​ La mezuzá es albergada en una caja, generalmente cilíndrica, que puede tener muchos tamaños y decoraciones. Existe la falsa noción que la mezuzá es el cilindro o receptáculo en vez del pergamino que se encuentra dentro; esto se debe a que siempre que una persona ve o piensa en la mezuzá tiene en mente la caja que lo contiene, dado que el pergamino en su interior permanece invisible para la gran mayoría de la gente.

La inscripción de las oraciones en el pergamino es llevada a cabo por un escriba ritual especializado, llamado Sofer Stam, que es quien también escribe a mano los rollos de la Torá. En su parte externa, la mezuzá lleva inscritas la palabra "שַׁדַּי""Shadai", uno de los nombres de Dios, que hay quienes interpretan como iniciales de «El que cuida las puertas de Israel».

La mezuzá se fija en la base del tercio superior de la jamba derecha del pórtico principal de la casa, en posición inclinada, como compromiso entre las posturas encontradas de Rashi, según quien la mezuzá debería colocarse en posición vertical, y la de Rabbenu Tam, que sostuvo que debiera posicionarse horizontalmente. Se estila también, aunque con menor celo, colocar mezuzót (plural de mezuzá) en las puertas internas, excepto baños. Respecto a las cajas que contienen las mezuzót, las hay ostentosas, fruto de finos trabajos de orfebrería y confeccionadas con los materiales varios, y las hay de las más simples, incluso de plástico, siendo ritualmente irrelevante, ya que la única parte importante del arreglo es la mezuzá misma, que va dentro del receptáculo. El receptáculo es meramente un medio para procurar la mayor probidad posible, conservándola incólume e intacta.

En el Éxodo Dios les indica a los judíos marcar las jambas de su casa con sangre de un cordero para que, cuando caiga la plaga sobre Egipto, las casas marcadas no sean visitadas por la desgracia.5​ ​ Si bien hay quien propone que esta marca en la puerta está vinculada con la mezuzá, no hay una conexión textual o directa entre una cosa y la otra. Hay judíos que suelen tocar la mezuzá con la mano al pasar ante ella, tanto a la entrada como a la salida.

Pentateuco Samaritano
El Pentateuco samaritano, a veces llamado Torá samaritana, (en hebreo: תורה שומרונית torah shomroniyt), es una versión del pentateuco en idioma hebreo, los primeros cinco libros de la biblia, usada por los samaritanos. Los eruditos consultan el Pentateuco samaritano cuando tratan de determinar el significado del texto del Pentateuco original para continuar el desarrollo del las familias textuales. Los rollos del grupo de los rollos del Mar Muerto han sido identificados como un tipo-textual de Pentateuco proto-samaritano.​

Las prácticas samaritanas están basadas en su versión de los cinco libros de Moisés, los cuales son un poco diferentes del Texto Masorético o del texto de la Septuaginta griega. Algunas diferencias son menores, como la edad de diferentes personas mencionadas en la genealogía, mientras otras son mayores, como el mandamiento de ser monógamos, que aparece en el texto samaritano.(Léase Lev 18:18). Se le ha dado especial importancia al Rollo de Abisúa, que es utilizado en la Sinagoga samaritana de Nablus. Los samaritanos afirman que fue escrito por Abisúa, el biznieto de Aarón (1 Crónicas 6:50) trece años después de la entrada a la tierra de Israel bajo el liderazgo de Josué, hijo de Nun.​ Los eruditos modernos, sin embargo, han observado que el rollo parece incluir residuos de trabajo por escribas diferentes de diferentes siglos, con el texto más antiguo fechado al siglo XII a.C..​

Antecentes
Los samaritanos afirman que ellos son descendientes del Reino de Israel del norte, que había sido dividido con el Reino de Judá del sur después de la muerte del Rey Salomón (ver 1 Reyes 12). El reino del norte fue conquistado por los asirios, y el del sur por los babilonios. Los judíos nunca aceptaron esta historia del origen samaritano, confiando en cambio en el relato que aparece en II Reyes 17:24-41. Los samaritanos rechazan el Talmud y usan sus tradiciones orales propias, que han sido pasadas a travees de las generaciones y las que ellos creen que es la práctica original que Moisés enseño a los niños de Israel en el Monte Sinaí. Allí ha habido numerosos conflictos entre judíos y samaritanos en la historia.

Diferencias con el texto masorético
El Pentateuco samaritano está escrito en el idioma hebreo, pero en el alfabeto samaritano, este difiere de alfabeto hebreo, y fue la forma en general usada antes del cautiverio de babilonia. Existen otras peculiaridades en la escritura. Frank Moore Cross (1966) considera que las formas arcaicas y las formas pseudo-arcaicas apuntan a fechas macabeas.​

Se afirmó que hay diferencias significativas entre las versiones hebreas y samaritanas en las lecturas de varias oraciones. En alrededor de dos mil de las seis mil instancias en las que le texto samaritano y el judío (texto masorético) difieren, la septuaginta (LXX) coincide con el samaritano. Por ejemplo, Éxodo 12:40 en el samaritano y en la LXX se lee: "Y la morada de los hijos de Israel y sus padres que habían morado en la tierra de Canaán y en Egipto fue de cuatrocientos treinta años".

En el Texto Masorético, el pasaje se lee: "Y la morada de los hijos de Israel, que moraron en Egipto, fue de cuatrocientos treinta años." (Éxodo 12:40 HE)

La versión samaritana de los Diez Mandamientos les ordena construir el altar en el Monte Guerizim, que sería el lugar en el que todos los sacrificios deberían ser ofrecidos. En 1616 comenzó un interés más alto en el Pentateuco samaritano, cuando el viajero Petro della Valle trajo una copia del texto de Damasco. En consecuencia, se trajeron otras copias a Europa, después a América. En 1645 fue publicada una copia del texto en la políglota de Le Jay (París) por Jean Morin, un Jesuita convertido del calvinismo al catolicismo, quien creía que la Septuaginta y el texto samaritano eran superiores al texto hebreo masorético. Fue republicado otra vez en la políglota de Walton's en 1657.

La evaluación erudita del Pentateuco samaritano ha cambiado después del descubrimiento de los rollos del Mar Muerto, algunos de estos manuscritos muestran un texto que corresponde estrechamente al texto del Pentateuco samaritano. Esto muestra que, aparte de las claras referencias samaritanas para la adoración de Dios en el Monte Gerizim, la diferencia en esa fecha entre las versiones samaritanas y no samaritanas no estaba tan clara como se pensaba anteriormente.

Apoyo del texto samaritano
Algunos eruditos bíblicos protestantes6​ creen que la lectura de Gerizim es actualmente la lectura original, ya que es la montaña para proclamar bendiciones, y ella es muy verde y rica en vegetación (contraria al Mt. Ebal, que es estéril y la montaña para proclamar maldiciones), entre otros argumentos.

También, Benjamin Kennicott sostiene que, la versión hebrea no puede ser más auténtica solo porque es la versión hebrea:

"Vemos entonces que a medida que la evidencia de un texto destruye la evidencia de otro y, como existe, de hecho, la autoridad de versiones en oposición a la autoridad de versiones sin argumentos exactos o más bien sin argumentos en absoluto, estos se pueden sacar de aquí para corregir la corrupción en ambos lados".​

Apoyo del texto masorético
Un fragmento de los rollos del Mar Muerto — conocido como 4Q41(981) — de Deuteronomio 5:1-25 no contiene ninguna referencia al Monte Gerizim, pero es igual al texto masorético.

El texto masorético es neutral con respecto al "lugar de adoración" en lugar de estar inclinado hacia el punto de vista de los Judíos (que Jerusalén es el "lugar electo"). Por otro lado el texto samaritano se inclina específicamente hacia el Monte Guerizim, de acuerdo a la opinión de los samaritanos.8​

El Nuevo Testamento esta de acuerdo con la versión masorética designando a Jerusalén como el "lugar electo".

Samaritanos 
Los samaritanos (en hebreo שומרונים (Shomronim) en árabe السامريون (as-Sāmariyyūn) ) son un grupo étnico y religioso que se considera descendiente de las doce tribus de Israel. Hablan árabe o hebreo moderno. Para sus ceremonias religiosas utilizan el hebreo samaritano o el arameo samaritano.

Historia
Según la tradición, son descendientes de Manasés y Efraím, hijos de José. En el año 926 a. C., las tribus del norte se rebelaron contra el Rey Roboam, hijo de Salomón. De esta rebelión surgieron dos reinos: el de Israel, en el norte, con su capital en Siquem (hoy Nablús) y el de Judá, en el sur, con su capital en Jerusalén. En el año 875 a. C. el rey de Israel, Omrí, trasladó la capital a Samaria.

En el año 740 a. C. los asirios conquistaron a las diez tribus de Israel. La Biblia cuenta que el pueblo original marchó al exilio (en realidad sólo la élite intelectual) y fue reemplazado por gente foránea a quien se le dio cierta instrucción religiosa similar a la judía. Aunque el pueblo samaritano, originado con esta mezcla, reconocía la Torá, fue despreciado por el pueblo judío. En realidad sólo la élite eclesiástica e intelectual sufrió el exilio asirio, al sustraerse del pueblo a los depositarios del saber más ortodoxo, este generó liderazgos con una tradición judaica, pero distinguida de la ortodoxia reemplazada, lo que fue explicado por las élites desarraigadas como una mezcla ilegítima.

Entre el siglo IV a. C. al VIII d. C., la lengua samaritana fue una rama occidental del idioma arameo, usada comúnmente para hablar y escribir, produciéndose entonces la traducción del Targum samaritano. Luego, en el habla corriente fue desplazada por el árabe y en los escritos fue muy influida por el árabe y también por el hebreo.

Creencias
El Memar Marqah es el texto más importante para los samaritanos, después del Pentateuco y es la fuente teológica más antigua de la tradición samaritana. Formula cinco creencias fundamentales.

-Sólo Yahveh es Dios y no hay nadie como Él.
-Moisés fue el profeta por excelencia elegido por Dios.
-Observar la Ley dada por Yahveh a Moisés. Los samaritanos son guardianes de la Ley.
-El monte Garizim o Gerizim es santo, la casa de Dios (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Génesis». Biblia versión Reina-Valera, lugar escogido por Él para su santuario, el ombligo del mundo (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Jueces». Biblia versión Reina-Valera.
-La venida del Ta'eb, el restaurador de todas las cosas, iniciará la época de la venganza y recompensa. El santuario del monte Garizim será restaurado, los impíos serán destruidos y los justos serán premiados (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Deuteronomio 32, 35». Biblia versión Reina-Valera.

Monte Garizim.
Según las Crónicas Samaritanas, la separación de los judíos fue causada por el sacerdote Elí, que decidió ir a Silo a construir un santuario para rivalizar con el de Garizim. Dicen que los propios judíos reconocen la corrupción que reinaba en ese santuario (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «1Samuel 2, 12-17». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource).). Aseguran que los sacerdotes de Garizim se opusieron a la designación del rey Saúl, quien luego, como monarca, destruyó el santuario de Garizim. Dicen que los samaritanos se opusieron tanto a los reyes de Judá como a los del norte. Cuando fue destruido el reino del norte de Israel por los asirios, una parte de los samaritanos fueron deportados y cuando regresaron restablecieron el culto en Garizim. Reconstruyeron el Templo del lugar en el siglo IV a. C. pero fue destruido en el 128 a.C por el monarca judío Juan Hircano, hijo de Simón Macabeo. Su ciudad sagrada es Nablús, antiguamente llamada Siquem o Sicar, donde según Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Génesis». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource)., Jacob erigió un altar a Dios y según Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Génesis». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource). fue entregada por él como herencia a su hijo predilecto, José y allí fue sepultado éste (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Josué». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource).). Durante el Pesaj los samaritanos hacen sacrificios en el Monte Gerizim cerca Nablús, porque de acuerdo con el Pentateuco Samaritano (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Deuteronomio 27, 4». Biblia versión Reina-Valera, ese es el monte sagrado.

Los samaritanos solamente aceptan a Moisés como único profeta y no reconocen la tradición oral del Talmud, el libro de los Profetas ni el de los Escritos porque se guían exclusivamente por los cinco libros de la Torá. Usan un código llamado Hillukh que trata de aplicar la Torá a la vida social. Generalmente los samaritanos son educados por sus rabinos (llamados "Cohanim", plural de "Cohén") como parte del pueblo hebreo pero no del pueblo judío.

Era Moderna
La población actual de samaritanos es de 750 (2012), divididos en su sagrado Monte Gerizim y Jolón cerca de Tel Aviv, donde tienen su barrio llamado Nevé-Pinjás. Hasta los años 1980, la mayoría de los samaritanos vivía en la ciudad de Nablus bajo el Monte Garizim.

En 1954, el segundo presidente israelí, Yitzhak Ben-Zvi, creó la comunidad samaritana en Jolón. Los samaritanos generalmente no quieren tomar parte en el conflicto entre palestinos e israelíes. Debido a su población reducida, a su endogamia y a su negativa a aceptar conversos, los samaritanos han tenido problemas de enfermedades genéticas. Sólo en tiempos recientes han aceptado que los hombres de la comunidad se casen con mujeres no samaritanas (judías). Los samaritanos en el Monte Gerizim hablan el árabe como primer idioma y el hebreo moderno como segundo. La mayoría de los samaritanos de Jolón (especialmente las generaciones jóvenes) tienen al hebreo como su lengua materna, aunque también entienden el árabe. El hebreo samaritano y el arameo samaritano son utilizados en la liturgia y no se hablan en la vida cotidiana.

Samaritanos en el Nuevo Testamento
En el Nuevo Testamento hay varios episodios referidos a samaritanos. En la parábola del "buen samaritano" (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Lucas 10, 25-37». Biblia versión Reina-Valera, se explica la importancia del amor al prójimo basándose en las diferencias religiosas entre judíos y samaritanos. En el episodio de la "mujer samaritana" (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Juan 4:5-42». Biblia versión Reina-Valera se menciona que aunque en esa época los judíos no se trataban con los samaritanos, Jesús le pide agua a una samaritana que se convierte en activa predicadora de su mensaje. Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909). «Hechos 8, 4-19». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource). se refiere a la exitosa difusión del cristianismo en Samaria a partir de la predicación de Felipe el Diácono y luego de Pedro y Juan. Es posible que una temprana conversión al cristianismo de grupos samaritanos haya sido una de las causas de la reducción del número de samaritanos. Sin embargo para el siglo VI, cuando el emperador Justiniano I hizo construir en el monte Garizim una iglesia rodeada por un muro, aún había suficientes samaritanos como para rebelarse en el año 529, bajo la dirección de Juliano ben Sabar, contra la usurpación de la montaña sagrada.

Targum
Un Tárgum (hebreo: תרגום‎, con vocalización, תַּרְגּוּם,1​ plural: תרגומים tárgumim​) originalmente era una traducción al arameo de la Biblia hebrea producida o compilada en el antiguo Israel y Babilonia desde el período de Segundo Templo hasta comienzos de la Edad Media (finales del primer milenio). Targum también significa "interpretación", además de "traducción".

Origen
El arameo fue la lengua franca durante cientos de años en las comunidades judías de Israel y Babilonia. Para facilitar el estudio de la Tanaj y hacer más inteligible su lectura pública, se necesitó un texto con autoridad. Como los targumes reflejan la interpretación rabínica (Midrash), claramente huyen de los antropomorfismos, en favor de lecturas alegóricas3​ (Maimónides nota esto frecuentemente en su Guía de perplejos). Ambos targumes contienen además de traducciones, notables expansiones midráshicas.

Los dos Targumim "oficiales"
Los dos más importantes targumim para propósitos litúrgicos son:

-Tárgum de Onquelos de la Torá (Ley)
-Tárgum de Jonathan de los Nevi'im (profetas)

Estos dos tárgumes son mencionados en el Talmud de Babilonia como targum dilan ("nuestro Tárgum"), otorgándoles una especie de oficialidad. En las sinagogas de los tiempos talmúdicos, el Tárgum de Onquelos fue una lectura alternada con la Torá, verso por verso, así como el Tárgum de Jonathan fue leído con la Haftarah (selección de los Profetas). Esta tradicíon es seguida aún en las sinagogas de los judíos mizrajíes yemenitas. Ellos, que son los únicos que continúan usando el Tárgum como texto litúrgico, preservan además la tradición de la pronunciación del arameo de acuerdo al dialecto babilónico.

Además de la función pública del Tárgum en la sinagoga, el Talmud menciona su utilización en el contexto del estudio personal (Berakhot 8a-b). Los manuscritos medievales, a veces presentan los textos hebreos interpolados, verso por verso, con los targumim oficiales. Esta práctica de los escribas, se originó tanto en el uso público como en los requerimientos del estudio personal.

Los dos tárgumes "oficiales" son considerados orientales o babilónicos. Sin embargo, los expertos estiman que se originaron en [Israel]], debido al marcado sustrato del arameo occidental, a pesar de la "orientalización" posterior de los textos. En la medida en que las comunidades judías dejaron de hablar en arameo, la lectura pública del Tárgum junto con la Torá y el Haftarah fue abandonada. Fue sustituida por la lectura de otras traducciones, como la versión árabe de la Torá de Saadia Gaon (llamado Tafsir). En Yemen cada verso era leído tres veces (en hebreo, arameo y árabe).

El estudio privado con el Tárgum nunca fue completamente abandonado y siguió siendo una fuente primordial para la exégesis; por ejemplo sirvió de fuente a los comentarios de la Torá, de Rashi. El Tárgum es impreso al lado del texto en ediciones judías de la Biblia y las autoridades halájicas propician el uso de traducciones del Targum y de comentarios midráshicos como el de Rasdi, a los idiomas locales, para facilitar los estudios.

Otros targumim de la Torá
Hay varios tárgumes occidentales de la Torá, uno de los cuales fue llamado tradicionalmente Targum Yerushalmi ("Targum de Jerusalén") o "Targum de Palestina". Este fue erróneamente atribuido a Jonathan ben Uzziel, por lo que se le conoce como "Targum Pseudo-Jonathan". Abunda en paráfrasis y aunque es heterogéneo y de edición tardía (menciona a Mahoma y a Constantinopla, contiene una antigua tradición de hagadá. Un Targum fragmentario, Yerushalmi II, contienen 850 versículos, que mezclan textos antiguos con otros más recientes. En la Géniza de El Cairo fueron encontrados fragmentos de targumim, editados en 1930, que representan tradiciones antiguas. El Targum Neofiti data del siglo II, pero las versiones conservadas contienen múltiples retoques bajo la influencia del Targum de Onquelos.​

Targum Ketuvim
El Talmud expresamente manifiesta que no hay un Targum oficial de los Ketuvim ("Escritos"), lo cual se explica en principio porque los Escritos no cumplían un papel litúrgico. Además el Talmud (Megilah 3a) dice que Jonathan ben Uzziel quería componer un targum de los Ketuvim, pero "una voz del cielo" (bat kol) públicamente se lo prohibió, para impedir que se revelen las profecías sobre la fecha de la llegada del Mesías. Sin embargo, varios escritos (el libro de los Salmos, Job, Crónicas) tienen targumim originados casi todos en occidente (Palestina), pero la falta de uso litúrgico dificultó su preservación. De Palestina, la tradición de targum de los Ketuvim pasó a Italia y desde allí, durante la Edad Media, a los judíos askenazíes y sefardíes.

Tárgum de Onquelos
Tárgum de Onquelos, también llamado Onkelos o Unkelus (אונקלוס), es el tárgum oriental oficialmente considerado como +tárgum de Babilonia de la Torá. Sin embargo, se cree que sus orígenes provienen de Occidente, de la tierra de Israel. Se atribuye su autoría a Onquelos.

Algunos atribuyen la traducción al arameo a Aquila de Sinope, o creen que Onquelos resulta de una traducción defectuosa del griego al arameo. La traducción es singular en cuanto evita cualquier tipo de personificación. Samuel D. Luzzatto considera que el trabajo estuvo originalmente destinado a la gente simple, argumento fuertemente refutado por Nathan Marcus Adler en la introducción a Netinah La-Ger. Desde tiempos talmúdicos a nuestros días las comunidades judías yemenitas recitan el Tárgum verso a verso alternando con los versos en hebreo. El Talmud establece que «una persona completa su parte de la escritura junto a la comunidad, leyéndola dos veces, y una el tárgum». Muchos atribuyen este pasaje como referido al Tárgum de Onquelos.

Continua en La Biblia X: La Tora (Hipótesis Documentaria)
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