Apologetica-Teologia-Ciencias Biblicas

Filipenses 1:27 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio,

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martes, 11 de agosto de 2015

La Biblia X: La Torá (Hipótesis Documentaria)

"Creación de la Luz”, momento inicial del Pentateuco (grabado sobre metal de Gustave Doré). “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. Entonces dijo Dios: Sea la luz. Y hubo luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz día, y a las tinieblas llamó noche. Y fue la tarde y fue la mañana: un día”. — Génesis 1:1-5

El Pentateuco
(Del griego πέντε [pénte]‘cinco’, y τεύχος [téukhos],
‘rollo’, ‘estuche’; es decir, «cinco rollos», por los estuches cilíndricos donde se guardaban enrollados los textos hebreos) es el conjunto formado por los cinco primeros libros de la Biblia, que la tradición atribuye al patriarca hebreo Moisés. El Pentateuco es considerado canónico por todas las confesiones cristianas y forma parte de todas las Biblias. Se corresponde con los que en la tradición hebrea forman la Torá —La Ley—, núcleo de la religión judía.

Está contenido a su vez en el Tanaj, el cual es considerado sagrado por todas las religiones abrahámicas (judaísmo, cristianismo e islam). No obstante lo anterior y que es uno de sus tres textos sagrados, los musulmanes creen que el texto sufrió corrupción (tahrif) por los escribas judíos y cristianos por lo que no confían del todo en él. Mientras que los hebreos los nombran por la primera palabra significativa de cada uno, los cristianos han seguido tradicionalmente la nomenclatura de la versión griega de los LXX.

Contenido
Correspondiéndose con la categoría de los llamados libros históricos de la Biblia, los libros del Pentateuco narran en forma más o menos ordenada la historia y las vicisitudes del pueblo de Israel. Los cinco textos abarcan desde la creación del Universo hasta la muerte del patriarca y legislador Moisés. En él aparecen los Diez Mandamientos del libro del Éxodo y los 603 "mandamientos" del Levítico. El Pentateuco versa sobre la providencial elección del pueblo israelita por Dios como su pueblo escogido. Paradójicamente, esta elección divina significaría para los israelitas una amarga serie de desgracias por su desobediencia a Dios. De esta forma, cuenta el establecimiento de una teocracia, el otorgamiento de la tierra prometida a sus seguidores, la asunción de la ley ética, civil y religiosa, y el largo periplo de los hebreos para salir de su esclavitud en Egipto y llegar a la tierra de Canaán. El Pentateuco o Torah en su idioma original [hebreo] nos enseña la elección del pueblo Israelíta por Dios (por algo fue escrito por los hebreos), no para descartar al mundo sino el medio de Dios para librar al mundo de la idolatría. Con el Pentateuco y el resto del Tanaj aparecería el monoteísmo abrahámico hacia el siglo IV a. C. y su concepto de verdad única y exclusiva.

Alineamiento histórico
Aunque comienza de un modo extremadamente amplio —la creación del mundo—, a medida que la Humanidad crece, se esparce, se multiplica y diferencia, el Pentateuco comienza a restringir cada vez más la línea histórica que seguirá, concentrándose muy pronto única y exclusivamente en la fracción de la que saldrá el Pueblo Elegido. A poco de encontrarla, se restringe aún más, narrando solamente las penurias y éxitos de los israelitas desde su salida de Egipto y su llegada a Canaán. La mayoría de estas historias sirven de marco a una prolija y minuciosa exposición de las normas que Yahveh otorga a los hebreos, lo que ha valido a los cinco libros el apelativo de “La Ley” (la Torá).

Autoría: El autor
Tradicionalmente se ha atribuido a Moisés la composición de los Cinco Libros. Así lo admitieron desde tiempos remotos los judíos, y de la misma forma lo admitieron los primeros cristianos. De ser cierto esto situaría su escritura hacia el siglo XV a. C.
aproximadamente. Este hecho comenzó, sin embargo, a ser puesta en duda a partir del siglo XVII d. C., con la Ilustración, y ya para el XVIII había un muy fuerte movimiento “antimosaico” que cuestionaba la autoría de Moisés. Argumentos contra la autoría de Moisés.

Argumentos contra la autoria de Moisés
A lo largo de la colección completa, pero particularmente dentro de secciones específicas de cada libro, se evidencian diferencias léxicas, estilísticas, narraciones contadas más de una vez, etc. El ejemplo clásico lo constituye el hecho de que en ciertas partes del texto se llama a Dios con un nombre distinto al que se usa en otras (la célebre dicotomía entre las tradiciones yahvista y eloísta). Si se usa uno de ellos, el otro no se menciona jamás. Los dos nombres de Dios no se mezclan nunca, a lo largo de ninguno de los cinco libros. Esto hace pensar que los autores fueron más de uno, que usaban sustantivos distintos. Según esta hipótesis su antigüedad variaría según las fuentes entre los años 950 y 400 a. C..

Julius Wellhausen (1844-1918) formuló la llamada hipótesis documentaria, de acuerdo con la cual se reconocen en el texto cuatro fuentes distintas, que habrían sido objeto de la síntesis que conocemos por redactores tardíos, de la época del cautiverio de Babilonia. A lo largo del siglo XX se han elaborado interpretaciones derivadas y alternativas otras a la de Wellhausen, con grados diversos de rigor, consistencia y poder explicativo. Todas coinciden en una autoría múltiple de los textos del Pentateuco.

Quizá el argumento más fuerte sea el propio Deuteronomio, el cual en su capítulo 34, habla acerca de la muerte de Moisés, su sepultura, lo que ocurrió con su cuerpo, la tristeza de su pueblo y varias otras cosas que ocurrieron en forma posterior al deceso. Nunca Moisés pudo haber escrito esos textos.

Postura oficial de la Iglesia Católica
A principios del siglo XX, la Iglesia católica quiso zanjar la discusión encomendando a sus teólogos el análisis y evaluación de los argumentos en pro y en contra de la autoría mosaica del Pentateuco.
La Comisión Bíblica así formada publicó sus conclusiones en 1906, las cuales dicen que, si bien queda margen para la duda, los argumentos contra Moisés no son convincentes. Por lo tanto, la postura oficial del catolicismo es que el Pentateuco es sustancialmente obra de Moisés. Esta conclusión se apoya en la obvia e incontrovertible antigüedad de los textos de la colección, aunque nadie discute que el autor puede haberse servido de escribas y amanuenses, incluso de equipos completos de ellos, que muy bien pueden haber incluido textos de cosecha propia, quitado secciones o modificado muchas otras. A ello se agrega la posibilidad de que, a través de los muchos siglos transcurridos, se han sucedido las modificaciones, mutilaciones y agregados a los libros en cuestión. De modo que en la actualidad, para la Iglesia Católica, a pesar de que la impronta general de los cinco textos puede muy bien atribuirse a Moisés, parece muy probable que en el Pentateuco se hayan reunido varias fuentes mediatas que habrían aportado contenido a la esencial autoría mosaica.

Fuentes
Los expertos admiten en el Pentateuco cuatro fuentes o escuelas (“tradiciones”) principales:

Tradición yahvista, datada entre los siglos X a. C. IX a. C.;
Tradición elohísta, hacia el siglo VIII a. C.;
Tradición deuteronómica, en torno al siglo VII a. C.; y
Tradición sacerdotal, entre los siglos VI a. C. y V a. C..

La Tradición Yahvista
La Tradición yahvista, de acuerdo a la Hipótesis documentaria, es una de las cuatro fuentes principales a partir de las cuáles se escribieron los libros del Tanaj (para los judíos) o Antiguo Testamento (para los cristianos), datada entre los siglos X a. C. y IX a. C.. Es la fuente más antigua, y sus relatos representan la mitad del Génesis y la primera mitad del Éxodo, además de fragmentos de Números.

Se denomina yahvista (abreviada J) porque sus autores suelen designar a Dios con el nombre Yahvé (es decir, el tetragrámaton «YHWH»); suelen describir a Dios con reacciones y actitudes humanas, como un Dios familiar y cercano, y tienen un interés especial en el territorio del Reino de Judá y en personas relacionadas con su historia. Redactada ca. 950 a. C., fue más tarde incorporada a la Torá (ca. 400 a. C.)

Antecedentes
El autor yahvista del Génesis fue identificado por primera vez en 1753, por el médico francés, Jean Astruc (1684-1766) en su obra Conjeturas sur les mémoires originaux dont il paraît que Moïse s'est servi pour le livre compositor de la Genèse ("Conjeturas sobre las memorias originales aparentemente utilizadas por Moisés para componer el libro del Génesis"). El término se convirtió en "Tradición yahvista", o "Tradición jehovista" para los estudiosos alemanes, de acuerdo con la transcripción alemana del nombre de Yahvé.

Julius Wellhausen (1844-1918) incorporó la hipótesis de la fuente llamada Tradición yahvista en su Hipótesis documental, que se convirtió en el origen de la crítica histórica.

Naturaleza del texto yahvista
En esta fuente, el nombre de Dios se escribe siempre con el tetragrama YHWH, que los estudiosos transliteraron en los tiempos modernos como Yahvé (o como Jahveh, en ortografía alemana: Jahweh), y en épocas anteriores, como Jehová, o simplemente como el Señor, que es el caso en la traducción King James.
La traducción del Tetragrámaton por el Señor se remonta a la primera traducción de la Torá o
Pentateuco al griego (siglo III-II a. C.) en la obra conocida como Biblia de los LXX o
Septuaginta por la expresión "kyrios" (Señor).
Aunque anteriormente el nombre de Dios, por respeto reverencial, se dejó de utilizar entre los judíos de Israel, siendo sustituido por el apelativo "Adonai", que en hebreo se traduce también por el Señor.

El autor (apodado J) tiene especial fascinación por las tradiciones relativas a Judá, el cuarto hijo de Jacob, incluidas las relativas a su relación con su vecino Edom; también apoya la causa del reino de Judá contra el de Israel sugiriendo, por ejemplo, que Israel ponga su mano en Siquem (su capital) para masacrar a sus habitantes. Aunque apoya a los sacerdotes descendientes de Aarón que se establecieron en
Jerusalén, la capital de Judá, también trata a Dios como un ser humano, capaz de pesar, y de ser disuadido, que aparece en persona en ciertos acontecimientos. En muchos casos, en J, Dios se presenta como a punto de emprender alguna terrible venganza sobre la humanidad, pero es disuadido. Por ejemplo, en relación con las actividades en Sodoma y las otras ciudades del valle, J presenta a Dios como a punto de destruir las ciudades pero, paulatinamente, Dios es disuadido por Abraham, hasta que consiente salvarlas si tan sólo hubiera diez personas dignas dentro de ellas. Del mismo modo, durante el éxodo, J presenta las quejas de los israelitas, y su negativa a obedecer las leyes en sentido estricto, Dios como líder está a punto de abandonar, destruir a todos ellos, pero se arrepiente del mal que piensa hacer cuando le disuade Moisés (Éxodo 32:14).

El documento yahvista es notable por su elegancia y la riqueza de las emociones descritas.

La Tradición Elohista
De acuerdo con la hipótesis documentaría, la tradición elohísta es una de las cuatro fuentes a partir de las cuáles se escribieron los libros del Tanaj (para los judíos) o Antiguo testamento de la Biblia (según los cristianos). Se data hacia el siglo IX a. C.
Esta fuente se denomina elohísta, abreviada E, porque sus redactores suelen denominar a su dios con el nombre de Elohim. Presenta a un dios poderoso, menos antropomórfico que el dios Yhwh de la anterior tradición yahvista, la fuente J.

Desde finales del siglo XIX se ha argumentado que la tradición elohísta fue redactada en el norte de Israel (región de Efraín) hacia el 850 a. C., y junto con la tradición yavista conformó la versión JE (yahvista-elohísta) hacia el 750 a. C., y finalmente fueron incorporadas en la Torá hacia el 400 a. C.

La tradición elohísta promueve más a Israel que a Judá, y más a los sacerdotes levitas que a los sacerdotes aaronitas de Judá. Incluye a Abraham y la misión de sacrificar a Isaac, a Moisés y las plagas de Egipto, a Aarón y el becerro de oro, el Pacto de la Alianza, y a José como un intérprete de sueños. Reconstrucciones recientes sugieren que la tradición elohísta pudo haber sido escrita antes de la tradición yavista, o consideran que E existió independientemente de J sin que se efectuara una fusión previa JE anterior a la edición final del Pentateuco o bien dejan de lado por completo la tradición elohísta, proponiendo una secuencia de DJP (Deuteronomista, Yavista, Sacerdotal), escrita desde el reinado de Josías hasta el pos-exilio.

La Tradicion Deuteronomica
La tradición deuteronómica es, de acuerdo a la hipótesis documentaria, una de las cuatro fuentes a partir de las cuales se escribieron los libros del Tanaj o Antiguo Testamento. Datada en torno al siglo VI a. C., surge en un momento de crisis de la unidad de Israel.

Se cree que la parte deuteronómica de la Torá, y el Deuteronomio se compusieron originalmente como una obra única, desde la investigación de Martin Noth. Desde del trabajo de Noth, algunos estudiosos atribuyen dos fases distintas en el texto, (la primera denominada Dtr1, y la segunda Dtr2), aunque la mayoría siguen considerando que ambas fueron del mismo autor. Martin Noth sostuvo que no había una unidad en el lenguaje subyacente y el contenido cultural de los libros Deuteronomio y II Reyes (Noth 1943). La Tradición deuteronómica sería de un solo autor y conocida antes de exilio de Babilonia, pero la edición y la escritura serían de la época del exilio babilónico, a mediados de siglo VI a. C.

La verdadera identidad del autor de la Tradición deuteronómica es dudosa: los estudiosos estiman que el autor fue Baruch (el hijo de Neriyah), el escriba Jeremías, o tal vez Jeremías, debido a la similitud de estilo entre Jeremías y la inclusiones directas de Jeremías (no atribuidas) en D, así como la afiliación de Jeremías a los sacerdotes de Shiloh, en el período que vivió Jeremías. Tiene un estilo de predicación, insistiendo en que Israel es el pueblo elegido por Dios para su liberación. Casi toda esta tradición está recogida en el Deuteronomio, aunque hay fragmentos de sus obras en otros textos. Esta tradición tendría su origen en la reforma del rey Josías.

La Tradición Sacerdotal
La tradición sacerdotal o tradición presbiteral (P) es, de acuerdo con la Hipótesis documentaria, la más reciente de las cuatro fuentes a partir de las cuales se escribieron los libros del Tanaj o Antiguo Testamento, datada entre los siglos VI a. C. y V a. C. Se estima que esta fuente data de una época cercana a la caída del reino de Israel en el norte; sus autores serían los sacerdotes de Jerusalén. Se interesa por las genealogías, ritos, leyes y fechas. No debe confundirse presbiteral con presbiterial.

Otras teorías estiman que los documentos más antiguos de la tradición sacerdotal se elaboraron tras el exilio babilónico. Su origen se encontraría en la reforma religiosa de Esdras y Nehemías tras el regreso del cautiverio de Babilonia.

Naturaleza de la tradición sacerdotal
Se estima que la tradición sacerdotal es, en gran medida, génesis del libro de Levítico. Serían las opiniones de los sacerdotes y de Aarón, y siempre se indica la presencia de este último cuando Moisés está cumpliendo obligaciones en nombre de Dios, lo que sugiere que el buen funcionamiento de los milagros depende de ambos; a veces, también se duda de la capacidad de Moisés para tomar las funciones de dirigente; por ejemplo, especificando que después de recibir los Diez Mandamientos, había cambiado tanto que nadie podía verlo.

La tradición sacerdotal es reconocible por las listas repetitivas, por las largas y laboriosas interrupciones de la narrativa, las descripciones frías y sin emoción y, en general, por una calidad literaria más bien pobre. La tradición sacerdotal se refiere a Dios en los términos de Elohim o El Shaddai, y es tratado como un ser trascendental y distante, que se comunica a través de los sacerdotes, en contraposición a los documentos de la tradición jahvista. En la tradición sacerdotal Dios es justo, pero también es despiadado y brutal y aplica severos castigos cuando se violan las leyes, como la masacre del 12.000 personas en una plaga, por la única razón de haber expresado sus quejas. También es considerada su estilo, por la mayoría de los investigadores, muy poco elegante y la mayoría piensa que, como consecuencia, se puede reconocer un texto de la tradición sacerdotal a primera vista.

Papel del autor
La importancia del autor del Pentateuco fue enorme para el judaísmo, y puede resumirse en tres actividades principales:

Política
La importancia política de Moisés estriba en el hecho de haber sido el adalid y conductor de la salida de la esclavitud y de la consecución de sus objetivos de libertad y unidad. El Éxodo y Moisés están indisolublemente unidos.

Religiosa
El papel religioso de Moisés no se conoce con certeza. Fue sin duda un patriarca, pero la novedad y originalidad de la religión judía no permite establecer con seguridad si fue un sacerdote, un profeta o un teólogo.

Legislativa
Las leyes que aún hoy siguen rigiendo la vida judía parecen ser obra de Moisés, lo que le ha valido el título de “Legislador”. Las leyes que componen la segunda parte del Deuteronomio se atribuyen a su pluma en el propio libro, explicándose que en la persona del patriarca confluyen la tradición religiosa, la administración de la Alianza con Yahveh y la autoridad sobre la ética y la moral. En el Éxodo (20-23) puede leerse el Código de la Alianza, compleja legislación que regula el Pacto entre Dios y el Hombre y que hoy la mayoría de los autores judíos y cristianos atribuye a la pluma de Moisés.

Sentido religioso
El Pentateuco es la base y la regulación de la vida judía, y así lo ha sido desde la propia fecha de su composición, porque explica las relaciones concretas de Dios con el mundo y el hombre. Toda persona puede encontrar en estos libros la explicación clara y simple de las razones de su existencia y su destino. Desde el principio, los libros no solo se ocupan de responder pormenorizadamente a las preguntas que atormentan al hombre (¿De dónde salió el mundo?. ¿De dónde venimos y hacia dónde vamos?. ¿Por qué sufrimos y por qué morimos?), sino que resuelven preguntas más técnicas y, si se quiere, más complejas, como los porqués de la relación única de Yahveh con Israel, el Pacto, la justicia, la Ley y la tradición. El Pentateuco, además, está lleno de promesas gloriosas: promete a Adán Eva la redención, y también augustos hechos futuros a Noé, Abraham, Isaac Jacob. Lo que implica promesas genera esperanza, y es por ello que no se considera casual que el Pentateuco termine antes de la llegada de los judíos a la Tierra Prometida. Como libro de esperanza, deja las puertas abiertas a la imaginación, a la fe y a los fervores religiosos que se consumarán en los demás libros del Antiguo Testamento y para los cristianos en la venida gloriosa de Jesús.

Hipotesis Documentaria
La hipótesis documentaria, hipótesis documental (DH) hipótesis de Wellhausen, propone que los primeros cinco escritos del Antiguo Testamento (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, que juntos se conocen como la Torá o Pentateuco) son una combinación de documentos que provienen de cuatro fuentes de origen y narrativa originalmente independiente, que eran fuentes paralelas, y que se combinaron posteriormente por una serie de redactores (editores) y dieron origen al Pentateuco como lo conocemos en la actualidad. La hipótesis fue desarrollada durante los siglos XVIII y XIX en un intento por reconciliar las incoherencias del texto bíblico. A finales del siglo XIX se acordó, en general, que había cuatro fuentes principales que fueron combinadas por una serie de redactores (R) en algún punto de la historia dando origen a los libros conocidos hoy en día. Estas cuatro fuentes eran la yahvista jehovaísta (J); la elohista (E); la deuteronomista o deuteronómica (D), y la sacerdotal (P)

Varios académicos fomentaron el estudio y desarrollo de conocimientos en el campo bíblico para el fortalecimiento de la hipótesis documentaría, entre ellos:

Johann Karl Wilhelm Vatke. (1806-1882) mejor conocido como Wilhelm Vatke, fue un teólogo protestante alemán que hizo parte de una generación de eruditos bíblicos que dio las bases para estudios revolucionarios en el campo bíblico y sobre todo la manera en que se aborda el análisis del Antiguo Testamento.

Edouard Guillaume Eugène Reuss. (1804-1891) en la misma ciudad. Fue un teólogo, profesor de la Facultad de Teología protestante de Estrasburgo (1838-1888). Protestante liberal, insistió en el conocimiento profundo de la Biblia y su historia. Jugó un papel importante en la difusión de la investigación de la escuela filológica alemana (hipótesis documental, un problema sinóptico) en Francia. Él nació en Estrasburgo, donde se produjo su filología, sigue Gotinga de Johann Gottfried Eichhorn, y la Universidad de Halle , donde estudió idiomas orientales en Wilhelm Gesenius, y en París con Silvestre Sacy (1827-1828).

En 1828 se convirtió en asistente en la Universidad de Estrasburgo. De 1829 a 1834 enseñó la crítica bíblica y lenguas orientales en la Facultad de Teología protestante de Estrasburgo, a continuación, fue nombrado conferenciante, y finalmente, en 1836, en profesor de Teología y en 1864 profesor de Antiguo Testamento en ese misma universidad. A diferencia de su hijo Rudolf (1841-1924), historiador de la Alsacia, sus simpatías son claramente con Alemania, incluso si tiene una fuerte cultura francesa y publicar una edición completa de las obras de Calvino: en 1838 en opinión Erwinia. Publicó un artículo con el título Wir Deutsch reden en la que combate el "idioma francés" que se está extendiendo cada vez más en su alsaciana sociedad, por lo tanto la anexión en 1870 llena sus deseos, queda convertido en la Universidad de Estrasburgo y alemánia conserva su cátedra hasta su jubilación en 1888. Fue miembro de la Deutsche Gesellschaft Morgenländische. En la Iglesia Luterana (ECAAL) Reuss es parte de los liberales. También es un colaborador permanente de la teología y la filosofía cristiana de Timothée Colani "que quería ser abierto a la investigación crítica y el pensamiento moderno" . Sus teorías críticas unen en parte las de Karl Heinrich Graf y Julius Wellhausen: en un sentido que es su precursor, y de hecho se trata de un momento en que el maestro de Graf. Originalmente, el nuevo movimiento, sin embargo, es reacio a publicar los resultados de sus estudios.

Karl Heinrich Graf. (1815-1869)
 fue un erudito y orientalista alemán del Antiguo Testamento. Nació en Mülhausen en Alsacia y murió en Meissen, en Sajonia. Estudió la exégesis bíblica y los idiomas orientales en la Universidad de Strassburgo bajo
Édouard Reuss, y después de haber ocupado varios puestos de enseñanza, fue nombrado instructor en francés y hebreo en la Landesschule de Meissen, recibiendo en 1852 el título de profesor. Graf fue uno de los principales fundadores de la crítica del Antiguo Testamento. En su trabajo principal, Die geschichtlichen Bücher des Alten Testaments
(1866), intentó demostrar que la legislación sacerdotal de Éxodo, Levítico y Números es de origen posterior al libro de Deuteronomio. Sin embargo, mantenía la opinión aceptada de que las narraciones elohistas formaban parte de la Grundschrift (Libro de Orígenes) y, por lo tanto, pertenecía a las porciones más antiguas del Pentateuco. Las razones que se apremiaban contra la afirmación de que la legislación sacerdotal y las narraciones elohistas estaban separadas por un espacio de 500 años eran tan fuertes que inducían a Graf en un ensayo, Die sogenannte Grundschrift des Pentateuchs, publicado poco antes de su muerte, El Grundschrift todo como post-exilic y como la última parte del Pentateuco. La idea ya había sido expresada por Reuss, pero como Graf fue el primero en introducirla en Alemania, la teoría, tal como la desarrolló Julius Wellhausen ha sido llamada la hipótesis de Graf-Wellhausen. Graf también escribió, un estudio de Jacques Lefèvre d'Étaples (Strassburg, 1842), Der Segen Moses Deut. 33 (1857) y Der Prophet Jeremia erklärt (1862). Ver TK Cheyne. Fundadores de la Crítica del Antiguo Testamento (1893); Y el libro de Otto Pfleiderer traducido al inglés por JF Smith como desarrollo de la teología (1890).

Abraham Kuenen. (1828-1891) fue un teólogo protestante holandés , hijo de un boticario. Kuenen nació en Haarlem . En la muerte de su padre fue necesario que él dejara la escuela y tomara un lugar humilde en el negocio. Por la generosidad de sus amigos fue educado en el gimnasio de Haarlem y después en la Universidad de Leiden. Estudió teología y obtuvo su título de doctor por una edición de treinta y cuatro capítulos de Génesis de la versión árabe del Pentateuco samaritano . En 1853 se convirtió en profesor extraordinarius de teología en Leiden, y en 1855 profesor titular. Se casó con una hija de Willem Muurling , uno de los fundadores de la escuela de Groningen , que hizo la primera brecha pronunciada con la teología calvinista en la Iglesia Reformada de los Países Bajos. Kuenen pronto se convirtió en uno de los principales partidarios de la teología moderna, de la que JH Scholten y Karel Willem Opzoomer (1821) fueron los principales fundadores, y de los cuales Leiden se convirtió en la sede. Su primera gran obra, una introducción histórico-crítica al Antiguo Testamento, Historisch-Kritisch Onderzoek en el het onstaan ​​y en el verzameling de Boeken des Ouden Verbonds (3 vols., 1861-1865; 2a ed., 1885-1893; T Weber y CT Müller, 1885-1894), siguió las líneas de esta escuela dominante de Heinrich Ewald. Pero en poco tiempo estuvo bajo la influencia de JW Colenso y aprendió a considerar la narración profética de Génesis, Éxodo y Números como algo más antiguo que lo que los alemanes denominaban Grundschrift (Libro de Orígenes). En 1869-1870 publicó su libro sobre la religión de Israel, De Godsdienst tot den ondergang van den Joodschen Staat ( traducción inglesa, 1874-1875).

Esto fue seguido en 1875 por un estudio de la profecía hebrea, De profeten en de profetie onder Israel (Eng. Trans., 1877), en gran medida polémico en su alcance, y especialmente dirigido contra los que descansan dogmas teológicos en el cumplimiento de la profecía. En 1882 Kuenen fue a Inglaterra para impartir un curso de conferencias de Hibbert, religiones nacionales y religión universal; En el año siguiente presidió el congreso de orientalistas celebrado en Leiden. En 1886 su volumen en el Hexateuch fue publicado en Inglaterra. Murió en Leiden el 10 de diciembre de 1891.

Kuenen fue también el autor de muchos artículos, artículos y reseñas; Una serie sobre el Hexateuch, que apareció en Theologisch Tijdschrift, de la que en 1866 se convirtió en editor conjunto, es uno de los mejores productos de la crítica moderna. Sus obras coleccionadas fueron traducidas al alemán y publicadas por Karl Budde en 1854. Varias de sus obras han sido traducidas al inglés por Philip Wicksteed. 

Sin embargo el más destacado de todos fue Julius Wellhausen (1844-1918), un teólogo cristiano, erudito bíblico y orientalista alemán que contribuyó al desarrollo de la hipótesis al ordenar las fuentes de manera cronológica como JEDP, creando un marco coherente para demostrar una hipotética evolución en la historia religiosa del pueblo hebreo, que dependía del poder de la tradición sacerdotal y que fue creciendo y centralizándose con el pasar del tiempo. La formulación de Wellhausen fue la siguiente:

tradición yahvista (J); escrita en el año 950 a. C. en el Reino de Judá
tradición elohista (E); escrita en el año 850 a. C. en el Reino de Israel.
tradición deuteronómica (D); escrita en el año 621 a. C. en Jerusalén durante un periodo de reforma religiosa.
tradición sacerdotal (P); escrita en el año 450 a. C. por los kohanim (sacerdotes judíos) durante el exilio en Babilonia.

La hipótesis de Wellhausen se convirtió en la opinión dominante sobre el origen del Pentateuco durante gran parte del siglo XX. La mayoría de expertos contemporáneos aceptaron, de alguna manera, la hipótesis documental de la Biblia, los académicos, de hecho, siguen recurriendo a la terminología de Wellhausen y sus conocimientos. Mientras que la hipótesis ha sido criticada y cuestionada por otros modelos, especialmente en la última parte del siglo XX, su terminología y las ideas que expone siguen proporcionando el marco para las teorías modernas sobre la naturaleza compuesta y orígenes de la Torá y la compilación Bíblica en general.

Los inicios de la hipótesis documentaria
Autoría mosaica
Durante muchos años tanto judíos como cristianos aceptaban la idea tradicional de que Moisés fue el escritor de la Torá (Pentateuco) bajo la directa inspiración y mandato de Jehová, esta teoría fue objeto de incesantes estudios durante el siglo XVII. Pocos rabinos y filósofos se cuestionaron cómo Moisés
podría haber descrito su propia muerte, o cómo dio una lista de reyes de Edom antes de que esos reyes vivieran. Nadie dudaba de la veracidad de la tradición ya que el propósito de los estudios era resaltar la antigüedad y la autoridad de las enseñanzas del Pentateuco, y no de dar una demostración sobre quién escribió los libros.

Jeffrey Tigay, dice que a partir de la simple cuestión de cómo reconciliar las incoherencias del texto, y rehusando aceptar explicaciones forzadas, para que armonizara, los estudiosos llegaron finalmente a la teoría de que la Torá estaba integrada por varios textos seleccionados que fueron entretejidos, a veces incoherentemente, de fuentes que tratan del mismo asunto y de temas relacionados.

El razonamiento seguido en este tipo de análisis es similar al de los sabios talmúdicos y, más tarde, los rabinos, quienes sostuvieron que estas cláusulas incompatibles y la terminología en un solo párrafo de la Mishná tiene que haberse originado por diferentes sabios, y reconocen que Moisés no pudo haber escrito los pasajes de la Torá pues contiene información no disponible para él, como el último capítulo de Deuteronomio, que describe su muerte y sus consecuencias.

En 1651 Thomas Hobbes, en el capítulo 33 de su obra Leviatán, expuso un conjunto de pruebas intentando demostrar que el Pentateuco nunca pudo haber sido escrito por Moisés, citando varios pasajes bíblicos como Deuteronomio 34:6 Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy, lo que implica un autor que vivió mucho tiempo después de la muerte de MoisésGénesis 12:6 y el cananeo estaba entonces en la tierra, lo que indica que el autor vivió en una época en la que los cananeos ya no habitaban esos territorios, sin embargo, durante toda la vida de Moisés la tierra si estuvo habitada por este pueblo) y Números 21:14 Por tanto se dice en el libro de las guerras del Señor, lo que hizo en el mar Bermejo, y en los arroyos de Arnón, ...en referencia a una narración oral posterior a la época de Moisés. Después de este estudio, Hobbes llegó a la conclusión de que ninguno de estos textos nació de la autoría mosáica. Otros, entre ellos Isaac de La-Peyrère, Baruch Spinoza, Richard Simon, y John Hampden, llegaron a la misma conclusión, pero sus trabajos fueron condenados y considerados herejía. Varios de estos autores fueron encarcelados y forzados a retractarse, incluso se atentó contra la vida de Spinoza.

Primeros detractores
En 1753, Jean Astruc publicó (anónimamente) Conjectures sur les memoires originaux, dont il parait que Moses s'est serví pour composer le livre de la Genèse (Conjeturas sobre las memorias originales, aquellas que Moisés habría usado para componer el libro del Génesis). Los motivos de Astruc fueron refutar a Hobbes y Spinoza ―«la enfermedad del último siglo», como llamó a su trabajo―. Para llevar a cabo esto, aplicó al Génesis herramientas del análisis literario que los estudiosos ya usaban con textos clásicos, como la Ilíada, para identificar las variantes literarias tradicionales y llegar al texto más auténtico. Comenzó por identificar dos peculiaridades que parecían mostrar variantes literarias coherentes:

-El uso del Elohim Yhwh (Yahvé) como el nombre de Dios.
-La aparición de historias duplicadas, como los dos relatos de la creación en el primer y segundo capítulos de Génesis, y los dos relatos del Sara y de un rey extranjero (Génesis 12 y Génesis 20).

A continuación, estableció columnas, y asignó a estas los versículos de "Elohim" en una columna, y los de "Yhwh" en otra, y los de los relatos duplicados en otras dos columnas, al lado de estos. Las cuatro columnas paralelas así construidas contenían dos narraciones largas y dos cortas. Astruc sugirió que estos eran los documentos originales usados por Moisés, y el Génesis que Moisés había escrito se vería exactamente así, cuatro relatos paralelos destinados a ser leídos por separado. Las columnas paralelas así construidas, resultaban contener dos narraciones largas, cada una dedicada a los mismos acontecimientos. Astruc sugirió que estas narraciones largas eran los documentos originales escritos por Moisés, y que al ser relatos paralelos debían ser leídos por separado. Según Astruc, un editor, mucho tiempo después combinó las cuatro columnas en una sola narración, creando las confusiones y repeticiones observadas por Hobbes Spinoza.

Aportes fundamentales
Las herramientas adoptadas por Astruc para hallar las fuentes bíblicas fueron ampliamente desarrolladas por los posteriores expertos bíblicos, la mayoría alemanes, y, aunque Astruc era detractor de la teoría, terminó aportando y fortaleciendo su desarrollo. De 1780 en adelante Johann Gottfried Eichhorn extendió el análisis de Astruc más allá del Génesis a todo el Pentateuco, y por 1823 llegó a la conclusión de que Moisés no había participado en la escritura de este. En 1805, Wilhelm de Wette concluyo que el libro de Deuteronomio pertenecía a una tercera fuente independiente (tradición deuteronómica). En 1822, Friedrich Bleek identificó a el Libro de Josué como una continuación del Pentateuco, ya que demuestra una continuación directa al Deuteronomio. Otros estudiosos lograron identificar signos de la tradición deuteronómica en el Libro de los Jueces, el Libro de Samuel, y el Primer libro de los Reyes.

En 1853 Hermann Hupfeld sugirió que la tradición elohista era en realidad dos fuentes originalmente independientes. Así, aisló la tradición sacerdotalHupfeld también enfatizo la importancia de un "Redactor" (R), o último editor, en la producción de la Torá desde las cuatro fuentes, ya que no todos los escritos y pasajes del Pentateuco están basados en las cuatro fuentes, existe evidencia firme de numerosas secciones pequeñas que fueron insertadas por este "Redactor", un ejemplo identificado es el Código de santidad contenido en Levítico 17 a 26.

Los expertos bíblicos también trataron de identificar el orden y las fechas en que fueron escritas las cuatro fuentes. También se propusieron ideas sobre quienes fueron los posibles autores y sus motivaciones para escribirlas. En 1805, De Wette llegó a la conclusión de que ninguno de los textos del Pentateuco fue compuesto antes de los tiempos de David; Spinoza propuso que fue obra de los sacerdotes del templo de Jerusalén durante el reinado de Josías en 621 a. C.. Durante mucho tiempo los estudiosos argumentaron varios tipos de orden de escritura como: PEJD, EJDP o JEDP, sin embargo definir el orden exacto de escritura supone un problema que está lejos de resolverse.

Esquema de la hipótesis
La hipótesis documentaria de Wellhausen propone que la Torá originalmente se conformaba por cuatro narraciones distintas, cada narración era independiente y completa en si misma, cada una relataba los mismos incidentes y personajes, pero cada relato tenía un "mensaje" e "intención" distinta de los otros. Las cuatro fuentes fueron combinadas en múltiples ocasiones por editores ("redactores") que se esforzaron por mantener, en lo posible, la mayor cantidad de documentos originales:

Tradición yahvista (J)La fuente más antigua trata de narraciones que constituyen la mitad del Génesis y del Éxodo más unos fragmentos de Números. Describe a un dios parecido a un ser humano, llamado Yahveh (o más bien Yhwh) en todas partes, y tiene un especial interés en el territorio del reino de Judea y personas relacionadas con su historia. Tiene un estilo elocuente. Originalmente compuesto hacia el 950 a. C., no mucho antes de la división del Reino Unido de Israel en el reino del norte de Israel y el reino del sur de Judá en el año 922 a. C., por lo que es la fuente más antigua.

Tradición elohista (E)
E
es paralela a J, a menudo duplicando las descripciones. Constituye una tercera parte del Génesis y la primera mitad del Éxodo, además de fragmentos de Números. Describe a un dios parecido a un ser humano, inicialmente llamado Elohim, Yahveh después del incidente de la zarza ardiente, donde Elohim se revela a sí mismo como Yahveh. Se centra en el reino de Israel y en el Shiloh sacerdocio, tiene un estilo moderadamente elocuente. Originalmente compuesto ca. 850 a. C..

Tradición deuteronómica (D)
D
toma la forma de una serie de sermones acerca de la ley, y consiste en la mayor parte del Deuteronomio. Su término distintivo para dios es Yhwh Elohainu, traducido como ‘El señor nuestro Dios. Originalmente compuesto hacia el 650-621 a. C..

Tradición sacerdotal (P) Priest
Preocupados con la centralización del sacerdocio, y con listas (especialmente genealógicas), fechas, números y leyes. P describe un dios distante y despiadado, a quien llaman ElohimP copia partes de E, pero altera detalles para resaltar la importancia del sacerdocio. P consiste en cerca de un quinto del Génesis, partes substanciales de Éxodo y Números, y casi todo el Levítico. P tiene un bajo nivel de estilo literario. Compuesto ca. 550-400 a. C..

Redactor (R)
Los redactores de la Torá comenzaron con la combinación de J E para crear la versión JE, hacia el año 750 a. C. La adición de generó JED. Los redactores denominados P, pusieron el trabajo en su forma definitiva ca. 400 a. C. Gran parte de esta tradición fue escrita durante el exilio del pueblo judío en Babilonia, provocado por la ocupación de Israel que hiciese el Rey Nabucodonosor.

La hipótesis de Wellhausen (o hipótesis de Graf-Wellhausen)En 1877, Julius Wellhausen publicó Die Komposition des Hexateuch ("La composición del Hexateuco"), en donde estableció la hipótesis de las cuatro fuentes del origen del Pentateuco. Fue seguido en 1878 por Prolegomena zur geschichte Israels (‘prolegómenos a la historia de Israel’), un trabajo que rastrea el desarrollo de la religión de los antiguos israelitas a partir de un punto de vista totalmente secular, no sobrenatural. Wellhausen aportó pocas novedades, pero tamizó y combinó los estudios de siglos anteriores de manera coherente, y completó una teoría tan convincente de los orígenes de la Torá y del judaísmo, que dominó el debate académico sobre el tema en los siguientes cien años.

Clasificación de las fuentes
Los criterios de Wellhausen para distinguir entre las diversas fuentes fueron desarrollados por sus predecesores durante los siglos anteriores: el estilo (incluyendo la opción del vocabulario aunque no exclusivamente), nombres divinos, y duplicaciones (y ocasionalmente triplicaciones). fue identificado con un rico estilo narrativo; E era algo menos elocuente; tenía un lenguaje seco y legalista.

Temas de vocabulario, como el uso de diversos nombres de Dios, o el uso de la denominación monte Horeb (E y D) o bien la de monte Sinaí (J y P) la montaña de Dios; objetos rituales, como el Arca de la alianza, mencionado frecuentemente en J, pero nunca en E; el estatus de los Jueces (nunca mencionado en P) y profetas (mencionados solo en E y D); el medio de comunicación entre Dios y los hombres (el Dios de J se reúne en persona con Adán Abraham, el Dios de se comunica por medio de los sueños, el de solamente puede acercarse por medio de los sacerdotes): todos estos y otros más forman el conjunto de herramientas para distinguir entre las fuentes y los versículos asignados a ellos.

Fechas de las fuentes
El punto de inicio de Wellhausen para fechar las fuentes fue el tema descrito en 2 Reyes 22:8-20: un rollo de la Torá (que puede ser traducida como
‘instrucción’ o ‘ley’) descubierto en el templo de Jerusalén por los altos sacerdotes Hilkiah en el año dieciocho del reino de Josías, quien ascendió al trono cuando apenas tenía ocho años. Narra que Josías inició una campaña de reforma religiosa, destruyendo todos los altares, excepto el del Templo, prohibiendo todo sacrificio, excepto en el Templo, insistiendo en la exclusiva adoración a Yahveh.

En el siglo IVJerónimo especuló que la instrucción del "rollo" podría haber estado en el Deuteronomio; De Wette, en 1805, sugirió que podría haber estado solamente el código de leyes en el Deuteronomio 12-26, que Hilkiah encontró, y eso tal vez lo escribió el mismo, solo o con la colaboración de Josías. Los historiadores deuteronomistas dudaron en darle crédito a Josías: en I Reyes 13 es nombrado como el que sería enviado por Yahveh para masacrar a los sacerdotes apóstatas de Beth-el, en una profecía hecha, supuestamente, 300 años antes de su nacimiento.

Con (Tradición deuteronómica), fechado en la Historia, Wellhausen procedió a situar las fuentes restantes. El acepta la conclusión de Karl Heinrich Graf, que las fuentes fueron escritas en este orden: JEDP. Esto contradecía la opinión general de los estudiosos de la época, quienes veían la fuente como la primera, "la guía oficial aprobada para el culto divino", y la discusión que sostuvo Wellhausen para situar P fue la gran innovación de los Prolegómenos, atribuyendo E a los inicios de la monarquía, aproximadamente para J 950 a. C., y para E 850 a. C.; P es situada a principios del periodo posexilio persa, cerca del 500 a. C..

Argumentó estas fechas basándose en lo que en aquel tiempo se conocía como la evolución natural de la práctica religiosa: en la sociedad pre-monárquica y a principios de la descrita en el Génesis, los Magistrados y Samuel, se levantaron altares donde los patriarcas o héroes elegían, como Josúe; cualquiera podía ofrecer sacrificios, y eran ofrecidas partes a sacerdotes como ofrenda del sacrificio; durante la monarquía tardía comienza a centralizarse los sacrificios y a ser controlados por el sacerdocio. Mientras que festividades israelitas, como la Pascua Pésaj, fueron instituidas para vincular al pueblo con la monarquía en una celebración común de la historia nacional; en los tiempos del posexilio, el templo de Jerusalén estaba firmemente establecido como el único santuario, y solo los descendientes de Aarón podían ofrecer sacrificios, las festividades estaban vinculadas al calendario, en vez de a las estaciones, y el calendario de los derechos sacerdotales era estrictamente asignado.

Las cuatro fueron combinadas por una serie de "redactores" (editores), primero J con E para formar JE, luego JE con para formar el texto JED, y finalmente JED con P para formar JEDP, la Torá final. Retomando una tradición académica que se remonta a Spinoza y Hobbes, Wellhausen llamó a Esdras el redactor final, el líder del posexilio, quien restableció la comunidad judía en Jerusalén a instancias del emperador persa Ciro en el 458 a. C..

Después de Wellhausen
Durante gran parte del siglo XX, la hipótesis de
Wellhausen creó el marco donde se discutió el origen del Pentateuco, e incluso la Santa Sede, firme crítica del estudio bíblico secular en el siglo XIX, llegó a aceptar los métodos, pero no los resultados, de la fuente y de la crítica formada. Algunas modificaciones importantes fueron introducidas, en particular por Albrecht Alt y Martin Noth, quien aboga por la transmisión oral de las antiguas creencias fundamentales ―el Éxodo desde Egipto, la conquista de la Tierra prometida, los pactos, la revelación en el Sinaí, Horeb, etc.―. Al mismo tiempo, los trabajos de la Escuela de Arqueología Bíblica Estadounidense, como el de William F. Albright y Ciro Gordon parecen confirmar que, aunque al Génesis y al Éxodo se les dio su forma definitiva en el primer milenio a. C., siguen firmemente la realidad material del segundo milenio. El efecto de tales mejoras, fue ayudar a ampliar la aceptación de la hipótesis básica, de tranquilizar a los creyentes, que incluso si la forma final del Pentateuco no se debió al mismo Moisés, y «a pesar de las fecha tardía del Pentateuco, podemos recuperar una imagen creíble de la época de Moisés e incluso de la Edad patriarcal. De ahí que la oposición a la Hipótesis documental disminuyera gradualmente, y a mediados del siglo XX, fue aceptada casi universalmente».

El consenso comienza a colapsar a finales de los años sesenta, con la propagación de las nuevas herramientas de estudio y un creciente reconocimiento de las limitaciones del marco de trabajo analítico de Wellhausen. El resultado han sido propuestas que modifican tanto el modelo documental que es irreconocible, o incluso abandonarlo enteramente a favor de modelos alternativos donde se ve el Pentateuco como producto de un solo autor o como el punto final de un proceso de creación de toda la comunidad. Cabe mencionar algunas figuras de las últimas décadas del siglo XX, H. H. Schmid casi completamente eliminó J, dejando solo un último "redactor" Deutoronomista;

Rolf Rendtorff Erhard Blum vieron el desarrollo del Pentateuco desde un aumento gradual de pequeñas unidades a trabajos cada vez más grandes, un proceso que elimina tanto a como a E, e implica un modelo fragmentario en vez de un modelo documental para los orígenes del Antiguo testamento; y John Van Seters, usando un modelo diferente, prevé un proceso continuo de la administración de suplementos, en el que los últimos autores modificaron las primeras composiciones y cambiaron el enfoque de la narración. La propuesta contemporánea más radical vino de Thomas L. Thompson, quien sugirió que la redacción final de la Tora ocurre al principio de la monarquía Hasmonea. Los asmoneos o hasmoneos (en hebreo חשמונאים, Ḥašmōnaʔim) fueron los sucesores directos de los macabeos que lograron establecer un poderoso reino en lo que hoy es Israel, en contraste con las expansiones del Imperio seléucida. Con los asmoneos, las fronteras del reino judío llegaron casi a las dimensiones de los remotos tiempos de David y Salomón. Aunque descendían directamente de los macabeos («Juan Hircano I era hijo de Simón, el último de los Macabeos» ), lo cierto es que tuvieron grandes diferencias en sus acciones, los ideales que los movían y sus aspiraciones políticas. Su apogeo duró el doble del de sus inmediatos ancestros, desde el 134 a. C., hasta el advenimiento del Imperio romano en Israel en el 63 a. C..

El desafío en el consenso de Wellhausen fue quizás mejor resumido por R. N. Whybray, quien señaló que de los varios modelos posibles para la composición documental del Pentateuco, documental, complementario y fragmentario, el documental fue el más difícil de demostrar, por un tiempo los modelos complementario y fragmentario proponen modelos relativamente simples, lógicos y pueden explicar la desigualdad del texto final, el proceso previsto por DH es complejo y muy específico en sus suposiciones sobre el antiguo Israel y el desarrollo de su religión. Whybray continuaba afirmando que estas suposiciones eran ilógicas y contradictorias, y no ofrecían auténtico poder explicativo: por ejemplo, ¿Por qué los verdaderos autores de las diferentes fuentes evitarían la duplicación, mientras el "redactor" final las acepta?. "Por lo tanto, la hipótesis solamente puede mantenerse en el supuesto de que, mientras la coherencia es la característica distintiva de las diversas fuentes, la incoherencia era el sello distintivo de los "redactores".

La hipótesis documental todavía tiene muchos seguidores, especialmente en los Estados Unidos, donde William H. Propp ha completado dos volúmenes de traducción y comentarios sobre el Éxodo editado por la prestigiosa Anchor Bible Series dentro de un marco DH, [21] y Antony F. Campbell y Mark A. O'Brien han publicado Fuentes del Pentateuco la presentación de la Torá continua ordenados en las siguientes fuentes de divisiones Martin Nort.

Elliott Richard Friedman, en Who wrote the Bible? (‘¿quién escribió la Biblia?’, de 1987) y The Bible with sources revealed (‘la Biblia con fuentes reveladas’de 2003) es, en esencia, una extensa respuesta para Whybray, explicando, en términos basados en la historia del Antiguo Israel, como los redactores pudieron tolerar la incoherencia, contradicción y repetición, en efecto, estaban obligados a ello por el marco histórico en el que trabajaban.

Las clásicas divisiones en cuatro fuentes de
Friedman difieren de Wellhausen en aceptar las fechas de Yehezkel Kaufmann de para el reino de Hezekiah; Esto, en sí mismo, no es una pequeña modificación de Wellhausen, para quien unas fechas posteriores de P eran esenciales para el desarrollo del modelo histórico de religión de Israel. Friedman argumentó que J aparece un poco antes de 722 a. C., seguido por E, y combinado JE poco después. P fue escrito, refutando a JE (c. 715-687 a. C.), y D era el último en aparecer, en el momento de Josías (c. 622 a. C.), antes del "redactor", que Friedman identifica con Esdras, compusiera la Torá final.

Pero mientras la terminología e hipótesis documental siguen siendo debatidos por los académicos, sobre el origen del Pentateuco ya no domina ese debate, tal como ocurría durante los dos primeros tercios del siglo XX. Las verdades consagradas en la introducción (el tema de los orígenes del Pentateuco) han desaparecido, y en su lugar se enfrentan los estudiosos de numerosas teorías que son extremadamente complejas y, a menudo, redactadas en un estilo expositivo que no es apto para los pusilánimes (según John van Seter, la descripción de un trabajo seminal).

Como sea, el enfrentamiento entre los eruditos lo único que ha dejado en claro es que el Pentateuco no tiene un único autor, y que ha sido construido a lo largo de los siglos, por lo que si acaso existió un texto de un único autor del Pentateuco, este fue alterado con adiciones, supresiones y modificaciones con el paso del tiempo. Esto es lo que asegura el islamismo: Según el Corán, el Pentateuco fue revelado originalmente por Dios directamente a Moisés. Sin embargo, este texto original de la revelación divina fue alterado con el tiempo, modificado de variadas formas con el paso de los siglos, y de esta forma, si bien hoy día aún persisten partes de la revelación divina en lo que conocemos como Pentateuco, el texto actual no es 100% confiable ni es 100% revelación divina.

Continua en La Biblia X: La Tora (Génesis/Éxodo)
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