Apologetica-Teologia-Ciencias Biblicas

Filipenses 1:27 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio,

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viernes, 12 de abril de 2019

La Literatura Cristiana Antigua II

Imagen de la Biblioteca Ambrosiana de Milán

Fragmento Muratoriano
El fragmento muratoriano, o fragmento de Muratori, también llamado canon muratoriano, es la lista más antigua conocida de libros considerados canónicos del Nuevo Testamento. En la lista figuran los nombres de los libros que el autor consideraba admisibles, con algunos comentarios. Está escrito en latín, aunque muchos historiadores suponen que se trata de la traducción al latín de un texto escrito originalmente en griego en la segunda mitad del siglo ii. Fue descubierto por Ludovico Antonio Muratori (1672-1750) en la Biblioteca Ambrosiana de Milán, y publicado por él mismo en 1740.

Aunque se conserva en un códice (Cod Ambr. I.101 supp.) del siglo VIII, la lista se ha fechado en torno al año 170, ya que se refiere como reciente al papado de Pío I, muerto en 157: "Pero el Pastor fue escrito por Hermas en la ciudad de Roma bastante recientemente, en nuestros propios días, cuando su hermano Pío ocupaba la silla del obispo en la iglesia de la ciudad de Roma".

Los libros canónicos mencionados en esta lista son aproximadamente los mismos que se tienen hoy por canónicos neotestamentarios, con algunas variaciones. El Fragmento acepta cuatro evangelios, dos de ellos son Lucas y Juan —falta el principio del manuscrito, donde estarían los nombres de los dos primeros—, los Hechos de los Apóstoles, y trece epístolas de Pablo, pero no se menciona la Epístola a los Hebreos. Considera falsificaciones las epístolas supuestamente escritas por Pablo a los laodiceanos y a los alejandrinos. Sólo se mencionan dos epístolas de Juan, sin describirlas. Figuran también en el fragmento como canónicos los apocalipsis de Juan y Pedro, aunque este último con ciertas reservas: "el cual algunos de los nuestros si permiten que sea leído en la iglesia".

Didascalia apostolorum
La Didascalia de los apóstoles (Didascalia apostolorum) es el nombre de una obra de la literatura cristiana del siglo III, escrita en siríaco, emparentada por su contenido con las llamadas Constituciones apostólicas y la Didaché. Tanto Galtier como Charles, consideran que la redacción original de la Didascalia data del siglo II. No se sabe nada de su autor.

Trata principalmente de los deberes de los obispos, del rito de ordenación de los diáconos, de los trabajos encomendados a las diaconisas y los auxilios a dar a cristianos en dificultad. También aborda temas doctrinales como la resurrección, la Pascua, el bautismo y el perdón de los pecados. El texto polemiza con los cristianos que creen que deben seguir la Ley del Antiguo Testamento e invita a los cristianos convertidos del judaísmo a dejar tradiciones y legislación que no sea la del decálogo.

Además del texto siríaco existen versiones en árabe, etíope y algunas partes en latín. Al parecer fue escrito originalmente en griego, Epifanio lo cita en esa lengua en sus Constitutiones apostolorum. El texto actual, dado que contiene algunas repeticiones y contradicciones, no sería el original. Por ejemplo, ofrece prácticas distintas y hasta contradictorias para la vivencia del ayuno pascual.

La «Didascalia Apostolorum Syriaca»
La Didascalía, o la Doctrina católica de los Doce Apóstoles y de los santos discípulos de nuestro Salvador, es una constitución eclesiástica compuesta, según las últimas investigaciones, en la primera mitad y acaso en los primeros decenios del siglo III, para una comunidad de cristianos convertidos del paganismo de la Siria septentrional. La obra sigue el modelo de la Didaché (véase p.37-48) y utiliza las Constituciones Apostólicas como fuente principal de los seis primeros libros.

El desconocido autor de la Didascalía parece ser de origen judío. Era obispo y poseía bastantes conocimientos de medicina, pero le faltaba una formación teológica precisa. Recurre casi continuamente a la Escritura y utiliza, además, la Didaché, a Hermas, Ireneo, el Evangelio de Pedro y los Hechos de Pablo.

Contenido.
Los primeros capítulos son avisos, dirigidos especialmente a los maridos y mujeres. Se exhorta a ser cautos con la literatura pagana y con la promiscuidad en los baños (1-2). Siguen luego reglas sobre la elección y consagración de obispos, sobre la ordenación de sacerdotes y diáconos y la instrucción de catecúmenos (3). Se definen los derechos y los deberes del obispo (4-9), recomendándole particularmente el trato suave con el pecador arrepentido (5-7) y el cuidado de los pobres (8). Precávese contra los falsos hermanos y contra el testimonio que un pagano pueda dar contra un cristiano, y se dan normas relativas a los pleitos (10-11). En el capítulo 12 tenemos una buena descripción de las reuniones litúrgicas y de los lugares destinados al culto: 

En vuestras asambleas, en las santas iglesias, organizad vuestras reuniones según buenos modelos. Disponed los sitios para los hermanos con diligencia y mucha prudencia. Que haya un lugar reservado para los presbíteros en el centro de la parte oriental de la casa, y colocad el trono del obispo en medio de ellos; que los presbíteros se sienten con él; pero que los seglares se sienten en lo que queda de la parte oriental del edificio. Es necesario que los presbíteros se coloquen en la parte oriental de la casa juntamente con el obispo; luego los seglares y, finalmente, las mujeres, de modo que, cuando nos levantemos para orar, los jefes de la asamblea se levanten los primeros, luego los hombres seglares y, por fin, las mujeres, porque la ley es que debemos orar hacia el este, pues ya sabéis que está escrito: "Alabad a Dios, que está sentado en los cielos de los cielos hacia oriente" (Ps. 68). En cuanto a los diáconos, que uno de ellos esté constantemente vigilando los dones de la Eucaristía, y que haya otro en la parte de fuera de la puerta para observar a los que entran; y después, cuando hayáis presentado vuestras ofrendas, que ambos sirvan juntos en la iglesia. Y si alguno se halla fuera de su lugar, que el diácono que está dentro le reprenda y le haga levantarse y ocupar el lugar que le corresponde (12).

Los cristianos no deben ser remisos en la asistencia al servicio eucarístico por ir al trabajo o a los espectáculos (13). Vienen después reglas sobre las viudas (14-15), sobre los diáconos y diaconisas (16) y sobre la caridad cristiana (17-18). Se exhorta a los obispos a atender diligentemente a los cristianos perseguidos o encarcelados por el nombre de Cristo. Es obligación de todos los fieles atender solícitamente con sus bienes a las necesidades de los confesores (19). Puesto que los fieles tienen la esperanza cierta de la resurrección, nadie puede tener excusas para eludir el martirio (20). Los días ordinarios de ayuno durante el año son los miércoles y viernes (esto está tomado de la Didaché). Pero hay otro ayuno señalado para la semana anterior a la Pascua: debe durar "desde el lunes, seis días completos, hasta la noche que sigue al sábado" (21). Después de una sección que trata de la educación de los niños (22), el autor aborda la cuestión del peligro que suponen las herejías: "Ante todo precaveos contra todas las odiosas herejías. Huid de ellas como del fuego; huid también de los que se adhieren a ellas." Los que dividen el rebaño con falsas doctrinas o con cismas serán condenados al fuego eterno (23). Dios ha abandonado la Sinagoga por la Iglesia de los gentiles, pero Satanás ha hecho otro tanto. Ya no tienta a los judíos, sino que se dedica a dividir el único rebaño en sectas. Esto empezó ya en tiempo de los Apóstoles (24); ellos fueron quienes, según el contexto del capítulo 25, escribieron la Didascalía: "Cuando las herejías amenazaron con invadir toda la Iglesia, nos reunimos los doce Apóstoles en Jerusalén y deliberamos sobre las medidas que debíamos adoptar. Nos pareció bien a todos unánimemente escribir esta Didascalía católica, para que todos estéis en la certeza. Cuando volvieron a sus respectivas comunidades, los Apóstoles confirmaron a los creyentes en la fe. "Habiendo decretado, establecido y confirmado unánimemente, partimos cada uno por su lado, confirmando a la Iglesia, porque está ocurriendo lo que ya había sido anunciado: ya habían aparecido lobos disfrazados, los falsos Cristos y los profetas de la mentira" (26).

En la Didascalía hay poco dogma, puesto que su principal objetivo es dar una instrucción moral y reglas canónicas para el mantenimiento del orden y de la disciplina en la Iglesia. Cuando aborda discusiones doctrinales lo hace para refutar el gnosticismo y el judaísmo. Esto no obstante, nos proporciona información abundante para la historia de la vida y de las costumbres cristianas. Trata, por ejemplo, detalladamente toda la cuestión de la penitencia. Contra las tendencias rigoristas, enseña que pueden perdonarse todos los pecados, incluso el de herejía, siendo la única excepción el pecado contra el Espíritu Santo:

Que los que se arrepienten del error sean admitidos en la Iglesia; pero los que se adhieren obstinadamente al error, y no se arrepienten, los segregamos y decretamos que salgan de la Iglesia y que sean separados de los fieles. Ya que profesan herejías, no se debe mantener comunión con ellos ni de palabra ni de oración. Son, en efecto, los enemigos de la Iglesia (25).

El escritor menciona explícitamente el adulterio y la apostasía entre los pecados que pueden perdonarse. Hace esta amonestación a los obispos:

Curad y recibid a los que se arrepienten de sus pecados. Si no recibes a los que se arrepienten, porque no eres misericordioso, pecas contra el Señor Dios, pues no obedeces a nuestro Señor y Dios al no obrar como El obró. El perdonó a aquella mujer que había pecado, a quien los ancianos llevaron a su presencia, dejándola en sus manos para que la juzgara, marchándose ellos. El, que es el único que escruta los corazones, le preguntó: "¿Te han condenado los ancianos, hija mía?" Ella respondió: "No, Señor." Y nuestro Salvador le dijo: "Tampoco yo te condeno; vete y no peques más." ¡Obispos!, que en esto nuestro Salvador, nuestro Rey y nuestro Dios sea para vosotros un signo: Sed como El y seréis mansos, humildes, misericordiosos y clementes (6).

El autor cita luego el texto íntegro de la oración de Manasés, y añade: Habéis oído, queridos hijos. Manases rindió un culto impío a los falsos ídolos e hizo perecer a los justos; pero, cuando se arrepintió, el Señor le perdonó. No hay pecado peor que el culto de los ídolos, y, con todo, aún se le dio ocasión de arrepentimiento (6).

No hay nada que indique, ni de lejos, que después del bautismo no haya perdón de pecados. Encontramos una liturgia muy desarrollada de la penitencia pública, una noción clara de su carácter sacramental, pero ninguna alusión a la penitencia privada.

Según A. v. Harnack y E. Schwartz, la Didascalía, en su forma actual, contiene párrafos dirigidos contra Novaciano, pero se habrían añadido posteriormente; la obra seria anterior al heresiarca. Sea de esto lo que fuere, lo cierto es que no tenemos la menor prueba de que en el original hubiera ninguna manifestación de rigorismo en la cuestión de la penitencia.

Tradición textual.
1. El texto griego se ha perdido, a excepción de algunos pocos fragmentos. Como esta obra fue la fuente principal de los seis primeros libros de las Constituciones Apostólicas, se puede reconstruir la mayor parte de su texto.

2. El texto completo nos ha llegado en una traducción siríaca. P. A. de Lagarde lo editó por vez primera en 1854 de un manuscrito de París, el Codex Sangermanensis (Parisiensis) orient. 38, del siglo IX o X. En 1903, la señora M. D. Gibson publicó otra recensión de un manuscrito mesopotámico del año 1036, descubierto por J. R. Harris (Codex Mesopotamicus o Harrisianus); ella da también la lista de las variantes del Sangermanensis, de otro Codex Mesopotamicus que contiene solamente un pequeño fragmento, de un Codex Cantabrigiensis y de un Codex Musei Borgiani. Según todas las apariencias, la versión siríaca se hizo a poco de haberse publicado el original griego.

3. Una traducción latina antigua, que comprende casi las tres octavas partes de toda la obra, fue publicada por E. Hauler en 1900 de un palimpsesto de la Biblioteca del cabildo catedral de Verona (Codex Veronensis lat. LV 53). Esta traducción parece ser de fines del siglo IV.

4. La Didascalia siríaca, o mejor, el original griego, desaparecido, sirvió también de base para las Didascalias árabe y etiópica.

Autor
Johannes Quasten

Constituciones apostólicas
Constituciones apostólicas es el nombre de una obra cristiana del siglo IV supuestamente redactada por los apóstoles y transmitida a través de Clemente de Roma. Está compuesta de ocho libros de propósito diverso, entre los que se encuentran la Didascalia apostolorum (los primeros seis libros) y la Didaché.

Tiene una gran importancia para conocer aspectos, en especial de naturaleza disciplinar o litúrgica, del cristianismo primitivo y su evolución. Por ejemplo, uno de los elementos que menciona y que no están recogidos en la Didascalia es la recomendación del bautismo de niños. El libro séptimo además de algunas partes de la Didaché ofrece una serie de oraciones y ritos usados en ceremonias litúrgicas así como para la catequesis de catecúmenos.

En el libro octavo se usa la Tradición apostólica de Hipólito de Roma para introducir nuevos y preciosos ritos litúrgicos, como el primer ordo missae completo que se conserva. También añade algunas normativas disciplinares para las vírgenes, las viudas y para algunas órdenes como los exorcistas. Concluye con los Cánones apostólicos.

Las investigaciones sobre el texto permiten afirmar que el autor o recopilador fue único y que vivían en Constantinopla o en Siria. Además, que era semi-arriano. El texto fue condenado por el Concilio Quinisexto, lo cual redujo su uso e influencia.

Cánones Apostólicos
Se dio el nombre de Cánones apostólicos a ciertos cánones redactados en los primeros siglos de la Iglesia, que se creyó vulgarmente que eran obra de los apóstoles. Dicha opinión adoptaron, entre otros autores de nota, Justiniano y San Juan Damasceno.

Es indudable, sin embargo, que los tales cánones no son obra de los apóstoles, por diversas razones:

1 porque acerca de ellos guardaron alto silencio los escritores más antiguos que debieron hacer mención de ellos, tales como San Jerónimo, Eusebio, Sozomeno, y hasta San Cipriano, acérrimo defensor de la reiteración del bautismo conferido por los herejes, el cual hubiera podido citar uno de esos cánones, que terminantemente apoya la reiteración
2 porque contienen muchas cosas inadaptables a los tiempos apostólicos, como los nombres de Cantor, Lector, Hipodiacono, desconocidos en aquellos tiempos, la división de parroquias, anual celebración de concilios, etc.
3 porque contienen ciertas decisiones contrarias a la doctrina generalmente recibida en la Iglesia, como la obligación ya insinuada de reiterar el bautismo conferido por los herejes, la trina inmersión necesaria para el valor del bautismo, etc.

En orden al tiempo en que estos cánones fueren divulgados, piensan algunos, que esto sucedió a fines del siglo III o a principios del IV; otros que en tiempo de Nectario de Constantinopla, habiéndose hecho mención de ellos en un concilio celebrado por él, en el año de 394; otros, en fin y es lo más probable que dichos cánones salieron a luz en el siglo V, en la colección de cánones que publicó Teodoreto, obispo de Ciro, con el título de Reglas eclesiásticas, en la que comprendió ochenta y cinco cánones de los apóstoles. Puesto que si los griegos hubiesen tenido antes noticia de estos cánones, no hubieran mantenido ocultos por tan largo espacio de tiempo tan preciosos documentos y habrían hecho mención de ellos en otras colecciones anteriores y especialmente en el antiguo código de la Iglesia oriental, el cual, según se asegura, existía ya en 451. Con respecto al número de los cánones apostólicos en la Iglesia oriental, se recibieron los ochenta y cinco comprendidos en la citada colección de Teodoreto; mas la latina solo admitía los cincuenta que Dionisio el Exiguo conservó en la versión de aquella colección, habiendo suprimido los otros como menos conformes a la creencia y disciplina de la Iglesia.

Por lo demás, hay que reconocer que estos cánones contienen disposiciones de alta importancia que revelan la disciplina vigente en los cuatro primeros siglos de la Iglesia; disposiciones que fueron tomadas de varios concilios particulares celebrados en aquellos siglos en la Iglesia oriental y en parte también de algunos estatutos de los apóstoles trasmitidos por la tradición. Por ello, se les dio quizá el nombre de cánones apostólicos, si bien algunos de ellos no están exentos de toda mancha de error, según arriba se notó.

Hexapla
La Hexapla es una obra exegética de Orígenes, comenzada hacia el 212. Se trata de la transcripción en seis columnas (de ahí el nombre de la obra) del texto hebreo del Antiguo Testamento. Es considerada como la primera edición crítica del Antiguo Testamento.

Las columnas corresponden a:
Versión en hebreo
Versión en hebreo pero con caracteres griegos (facilita la pronunciación)
Versión griega de Aquila de Sinope
Versión griega de Símaco el ebionita
La Septuaginta
Versión griega de Teodoción

Orígenes indicaba en la columna de la Septuaginta su relación con la hebrea: adiciones, textos faltantes. Los salmos incluyen tres versiones más (es decir, el texto queda en nueve columnas).

La obra completa se ha perdido dado que al parecer no se hicieron nunca copias de ella y permanecía como obra de consulta de la Biblioteca de Cesarea. Sin embargo, se conservan numerosos fragmentos. No concuerdan los exegetas modernos sobre los motivos que llevaron a Orígenes a un trabajo de esta índole. Las motivaciones dadas son, por ejemplo, facilitar las discusiones y las traducciones; dar con el texto original o más antiguo.

Derecho Canónico
1. EDAD APOSTÓLICA
Los apóstoles y los ancianos de Jerusalén, para dirimir la cuestión de los judaizantes, fueron conscientes de que podían dar disposiciones válidas también para los hermanos de Antioquía y ejercieron un verdadero poder legislativo (Cf. He 15,23-28).

Pablo era consciente de que podía hacerse intérprete autorizado del derecho divino positivo (Cf. 1Cor 7,10-11) y de que podía dar disposiciones autoritativas también sobre materias que el Señor no había regulado directamente (Cf. 1Cor 7,12-19.25-40), seguro de que estaba asistido por el Espíritu de Dios (Cf. 1Cor 7,40b). En este sentido pueden interpretarse también las instrucciones dadas por el autor de las cartas pastorales. Desde el siglo I se desarrolló en la Iglesia una actividad recopilatona de normas que nos muestra cómo desde el principio la actividad jurídica en la Iglesia era muy intensa y abarcaba materias parecidas a las de hoy.

Podemos dividir estas colecciones de normas en períodos.

2. COLECCIONES ANTERIORES AL "CORPUS IURIS CANONICI"

2.1. Colecciones pseudoapostólicas (ss.II-V)
Doctrina Duodecim Apostolorum o Didaché (ss. I-II): con tiene preceptos morales, normas litúrgico-sacramentales y normas sobre la jerarquía.
Didascalia (s. 111): su contenido es similar al de la Didaché, pero ofreciendo el testimonio de una disciplina más articulada en el episcopado.
Traditio Apostolica S. Hippolyti (220 aprox.): contiene el ritual romano de la ordenación de todos los grados y ministerios en la Iglesia primitiva y trata de varias instituciones eclesiásticas.
Constitutiones Apostolicae (ss. IV-V): es una colección de normas relativas a las costumbres y a la liturgia; depende de las recopilaciones anteriores, pero contiene también algunas herejías.
Canones 85 Apostolici (s. IV): forman la última parte de las Constitutiones Apostolicae y tratan de las obligaciones, de las cualidades de la ordenación de los clérigos, de los delitos y de las penas. Hay varios cánones que provienen de los sínodos orientales de los cuatro primeros siglos.

2.2. Colecciones de la unidad católica-regional (ss. V-VI)
Del siglo y en Oriente proceden las colecciones de leyes eclesiásticas y de leyes civiles juntamente. También en África existen colecciones de concilios regionales y provinciales. En España se recogen también los cánones de los concilios orientales, los cánones de Galia, de África y de Roma. En Francia se recogen a su vez los cánones de Oriente, de España y de Roma. En Italia aparece el llamado renacimiento gelasiano, que va de Gelasio I (492-496) al papa Hormisdas (5 14-523). Es un hecho muy importante porque confluyen en Roma todas las recopilaciones regionales. Las recopilaciones más importantes son:

la Versio Hispano: anterior al renacimiento gelasiano, contiene los cánones de los primeros concilios;
la Versio Prisca, parecida a la anterior;
la Collectio Dionysiana: recopilada en Roma en el siglo VI por el monje escita Dionisio; contiene los cánones de los primeros concilios, a los que se añade una serie de decretales; tuvo mucha importancia y autoridad; se redactaron tres ediciones entre el 497 y el 523; Adriano I se la ofreció completa a Carlomagno y llegó a tener un carácter oficial; se la llamó Collectio Dionysio-Hadriana en Francia se conoció con el nombre de Liber canonuni

2.3. Colecciones de la diversidad nacional-regional (ss. VI-VIII)
En el siglo VI, debido a la formación y consolidación de los reinos germánicos, se cae en un fuerte particularismo regional-nacional. La jerarquía eclesiástica se debilita y en algunas partes ya casi no funciona. Donde funciona todavía sigue influyendo la Dionusiana. En el siglo VII se agudiza el particularismo, en cuanto que en el derecho eclesiástico entran cada vez más los diversos derechos germánicos, muy diferentes a veces entre sí. En Italia se producen recopilaciones menos importantes, pero que añaden nuevos textos, o bien recopilaciones de Formulae, según las cuales se escribían las actas de los papas o de la curia romana. En Oriente se observa una omisión sistemática de los cánones occidentales y se recogen sólo los africanos. Las decretales de los papas no se traducen ni se divulgan. Es importante la Collectio Truhana del siglo VII, ya que fija las fuentes del derecho. En este período es notable la función que desempeñó la Iglesia de España. A pesar de la invasión y de la persecución por parte de los visigodos arrianos, se conservó la disciplina antigua romana, universal, mediante todas las colecciones anteriores al regionalismo. En el 586 se produce la conversión de los visigodos al catolicismo; y así pues, se vio favorecida la unidad legislativa por el restablecimiento de la jerarquía.

Este fenómeno de España es importante, ya que en las demás naciones el influjo de los derechos germánicos, que tuvo como consecuencia el fraccionamiento de la disciplina eclesiástica, llevó a un debilitamiento de la autoridad de la jerarquía eclesiástica, y por tanto a una sumisión progresiva de la Iglesia a la autoridad civil. El concilio Toledano IV (633) tuvo como resultado la redacción de la Collectio Hispana, que es una colección tácitamente oficial, ya que tiene como autor a la misma jerarquía. Luego fue reconocida por Alejandro III (1159-1181) como Corpus canonum authenticum Ecclesiae Hispanae. Este reconocimiento fue confirmado luego por Inocencio III (1198-1216).

Al mismo tiempo se desarrolló el derecho de la Iglesia en las islas célticas y en Bretaña. Es un derecho consuetudinario, basado en una disciplina contraria a la de la Iglesia romana por falta de relaciones y en una rígida conservación de tradiciones locales en oposición a los sajones, que habían invadido las islas célticas. Los monasterios son el centro de la vida religiosa y civil del país, y esto aumenta la confusión, el fraccionamiento y el subjetivismo del derecho en aquellas zonas.

Son de este período los Libri paenitentiales, que tanto influjo tendrán en toda la Iglesia en lo que atañe a la disciplina de la penitencia con la venida de los monjes celtas al continente después de la invasión de los sajones y de los vikingos.

En Galia se consigue la unidad política con el reino de los francos. pero se observa un debilitamiento de la autoridad eclesiástica; por eso los vínculos entre las mismas Iglesias de la Galia son muy lábiles. Las relaciones con Roma son escasísimas. Se conserva el ius antiquum como sustrato, pero queda corrompido por el añadido de leyes, con lo que se llega a tal particularismo que cada Iglesia tiene su liber canonum.

2.4. Colecciones del renacimiento franco (ss. VIII-IX)
Con la aparición del feudalismo se tiene una fuerte instrumentalización de la Iglesia por parte de los primeros príncipes carolingios. Por causa de esto la jerarquía se debilita cada vez más el clero, en general, cae en una depravación cada vez mayor.

Se observa un conflicto estridente entre la confusión y la anarquía que reina en el ámbito eclesiástico y la exigencia por parte va de Pipino el Breve de dar mayor unidad y orden a todo el reino. Se ve que un medio para realizar este intento sería la reforma de la disciplina y de las costumbres, tanto del clero como de los fieles, por medio de una unificación del derecho y de las colecciones. Por esto se quiere volver al derecho auténtico, antiguo, universal, pontificio. añadiendo los elementos de la sana tradición gálica y de la insular que se había introducido con la venida de los monjes celtas.

En el 742 comienza una serie de concilios reformatorios.

De este período es la Dionysio-Hadriana, de la que ya hemos hablado; otra colección es la Dacheriana: expresa el espíritu de la reforma carolingia, que se expone en el prefacio de la misma. Indica además la autenticidad de los textos. Utiliza textos universales, y particulares sólo cuando faltan los primeros. Sin embargo, la reforma carolingia obtiene sólo en parte sus efectos. En realidad, la jerarquía, debido al sistema patrimonial que se había establecido con las iglesias privadas y con las investiduras laicas, estaba demasiado radicalmente secularizada y corrompida, sometida por completo al arbitrio del poder secular.

Resulta insuficiente recurrir al ius antiquum por la oposición de los príncipes feudales a la reforma. Los papas de entonces, demasiado débiles, no supieron intervenir con nuevas normas. Dada esta situación y dada la finalidad que se quiere alcanzar, se desarrolla la llamada recopilación espuria. Se forma en Francia una oficina, no sabemos en qué lugar, con muchos empleados, con la finalidad de recoger de todos los monasterios y los archivos de Francia documentos que pudieran desatar los vínculos que sometían a la Iglesia a la potestad secular, establecer sólidamente la jerarquía y la organización eclesiástica, obligar a los clérigos a la estricta observancia de su sagrado oficio, reformar las costumbres de los laicos. Se recurre entonces a aquellas normas que restauran la disciplina antigua: los antiguos concilios de Oriente y de Occidente, las decretales de los papas, el derecho romano, las capitulares, la Sagrada Escritura, los santos padres. En este sentido se puede llamar reforma romana, ya que de manera particular propugna y transmite la disciplina de la Iglesia occidental. Sin embargo, cuando no se encuentran documentos auténticos útiles para la consecución de los fines que se proponen, se alteran algunos de los documentos encontrados o se hacen ex novo.

Toda esta actividad se desarrolla entre el 845 y el 857 o, todo lo más, entre el 847 y el 852. Pero hay que reconocer que con este fenómeno se tiene un nuevo período de la historia de las fuentes del derecho eclesiástico, ya que a través de estos documentos falsos se subrayan precisamente algunas de las instituciones ya afirmadas por colecciones anteriores. Recordemos los Capitularia Benedicti Levtiae y las Decretales pseudo-Isidorianae que contienen el famoso espúreo de la Donatio Constantini.

2.5. Colecciones entre la reforma carolingia y la reforma gregoriana (ss. IX-X1)
Aumentan los apócrifos y con ellos aumenta la confusión, dado que el recurso a los mismos no logró sanar los males por los que se utilizaban. Los monjes de Cluny se hacen promotores de una reacción contra la incertidumbre de la disciplina eclesiástica y la depravación generalizada. Es el comienzo de la reforma gregoriana el que promoverá la potestad suprema universal de los papas como solución a los problemas de la época, junto con un vivo renacimiento espiritual.

Es importante el Decretum Burchardi Wormatiensis: asienta los principios básicos de la nueva reforma. De hecho es obra de la reforma episcopal en Alemania. Es una colección universal, bien ordenada, práctica.

2.6. Colecciones de la reforma gregoriana (s. x)
Los principios fundamentales de la reforma gregoriana son abolición de las investiduras laicas, lucha contra la simonía, con carácter universal, reivindicación de la autoridad suprema universal, retorno a la antigua disciplina y a la tradición, uso solamente de textos antiguos auténticos (pero entre ellos están también las decretales pseudo-lsidorianas, que se consideraban entonces genuinas), lucha contra los textos espúreos, rechazo de los textos de la autoridad inferior contrarios a los de la autoridad suprema, juicio de la Santa Sede sobre la autoridad de los textos, lucha c injerencia de la autoridad civil.

De este período son:

El Dietatus Papae Gregorii VII: es un índice de los derechos de la Santa Sede, con la indicación de los textos probatorios
La Collectio 74 titulorum: fue el Liber annualis de la curia romana y de los papas. Es la segunda colección oficial de la Sede, a pesar de que no es auténtica.

2.7. Colecciones de la reforma gregoriana evolucionada (s.XI)
A pesar de la actividad de la reforma, siguen teniendo vigor las colecciones antiguas en lo que no se refiere a materias que contienen directamente la reforma. Además, muchos textos de la reforma son considerados como demasiado rígidos y sufren progresivas modificaciones. Esto se verifica también porque los papas que suedieron a Gregorio VII prosiguieron la lucha de forma más diplomática (especialmente Urbano II) y, una vez ganada la batalla principal, la que se dio contra las investiduras laicas, se inclinaron por un arreglo y una transacción del conflicto.

Se introducen entonces nuevas colecciones que siguen con menor rigor los principios de selección de los textos. Vuelven a aparecer textos espúreos o alterados.

De este período son las Collectiones Ivonis Carnuiensis: Tripartita; Decretum: Panormia.

2.8. Escritos y colecciones que preparan el Decreto de Graciano (ss. XI-XII)

Frente a las muchas discordancias entre las colecciones que corrían y las discordancias dentro de las mismas colecciones, surgen algunos intentos de conciliación de los textos.

Los criterios que empiezan a seguirse son los de escoger los textos más genuinos, más perfectos y más aceptados por los papas. La misma interpretación de los textos empieza a hacerse más atenta y científica. Respecto a la conciliación de los textos se sigue el criterio de la distinción entre leyes necesarias e inmutables y leyes contingentes y mudables, entre leyes de autoridades superiores y de autoridades inferiores, y sobre todo entre ley y dispensa.

La ciencia canónica empieza a utilizar el método escolástico introducido por Abelardo, que se aplica también para el estudio del derecho romano, que vuelve a florecer con la escuela de Bolonia. Se establece un vínculo entre el derecho canónico y la teología.

3. FORMACIÓN DEL "CORPUS IURIS CANONICI"
A ejemplo de las Pandectas de la Codificación de Justiniano, que acababa de recuperarse, se siente la necesidad de una unificación de la disciplina eclesiástica para poner fin a la incertidumbre de la misma y a no pocos abusos. Esa unificación tenía que ser interna: conciliación de las normas diversas y en parte opuestas; y también externa: unidad de recopilación de la masa de normas dispersas por las varias colecciones.

3.1. "Decreto" de Graciano (1140)
Esta obra fue realizada por el monje Graciano, maestro de teología en Bolonia (muerto antes del 1160). Utiliza la ayuda de sus discípulos en el monasterio de los santos Félix y Nabor en donde vivía -especialmente de Paucapalea-, que continuarían su obra, añadiéndole incluso las llamadas Paleae.

La intención de Graciano es la de recoger los textos que en diversos tiempos y regiones determinaron la disciplina eclesiástica y darles a todos unidad según reglas de selección, de interpretación y de conciliación elaboradas sistemáticamente mediante una aplicación universal, general, sistemática, homogénea, total, de forma que se obtenga un cuerpo coherente y orgánico de normas que puedan aplicarse siempre y en todas partes. De aquí nace la Concordia discordantium canonum o Decretum, que marca el verdadero comienzo de la ciencia canónica. Conviene, sin embargo, tener muy en cuenta que el derecho canónico no surge con Graciano, sino su estudio científico: enseña a deducir de los textos antiguos su sentido genuino, a aplicar las normas antiguas a las exigencias contemporáneas, a resolver las controversias y a suplir las lagunas.

Pero el Decretum tiene que considerarse como obra privada, ya que nunca fue aprobado como Codex authenticus.

3.2. Colecciones entre el "Decreto" y las "Decretales" de Gregorio IX (1191-1226)
Después del Decreto se produjo un gran florecimiento de la ciencia y de las instituciones de derecho canónico, bien sea por el ejercicio efectivo del primado de jurisdicción por parte de los papas, bien por la gran autoridad doctrinal que va asumiendo cada vez más la escuela de Bolonia. En ella se desarrollan las Glossae al Decreto y a las nuevas Decretales pontificias que van saliendo.

Empiezan a aparecer las llamadas Collectiones Exiravagantium:

colecciones de decretales pontificias.

Entre ellas tenemos:

Compilatio I antiqua (1191): recoge las normas omitidas por Graciano y las emanadas después del Decreto.
Compilatio II antiqua (1210-1212): recoge las decretales anteriores a Inocencio III.
Compilatio III antiqua (1210): decretales de Inocencio III. Es la primera colección redactada por orden del papa y promulgada auténticamente por él a través de la comunicación a la escuela de Bolonia. Quedan derogadas las colecciones privadas de las decretales de Inocencio III.
Compilatio IV antiqua (1215-1216): es una recopilación que sigue siendo privada.
Compilatio V antiqua (l226): es una recopilación auténtica; el papa Honorio III mandó incluso que se utilizara en las escuelas y en los juicios.

3.3. "Decretales" de Gregorio IX (1234)
Se desarrolla mucho el ius decretalium, pero con numerosas repeticiones, abrogaciones, derogaciones, con perjuicio de la aplicación del derecho y del estudio en las escuelas. Además aumenta más aún la confusión del uso, todavía vigente, de las viejas recopilaciones.

Se siente entonces la necesidad de una recopilación universal, única, exclusiva, auténtica, que ofrezca de forma compendiada todo el ius decretalium y que proceda de la autoridad legislativa, no ya de las escuelas.

Con esta intención nace el Liber Extra, llamado actualmente Decretales de Gregorio IX: no es una mera recopilación, sino una nueva redacción del derecho.

3.4. "Liber VI Bonifacii VIII" (1298)
Debido a la invasión en los tribunales y en las escuelas de colecciones auténticas y privadas de las decretales posteriores al Liber Extra, se hizo necesaria esta nueva recopilación. Es una recopilación universal, única, exclusiva, auténtica, en cuanto que fue promulgada a través de la comunicación a las escuelas de Bolonia, París y Salamanca. Tiene una índole más abstracta y general; por eso mismo es más parecida a las codificaciones modernas.

3.5. "Clementinae" (1317)
En este período se hizo necesaria una intensa actividad legislativa por la evolución y la incertidumbre en que se movían varias instituciones canónicas, por la defensa de la libertad de la Iglesia y de las personas en la Iglesia, por la reforma de las costumbres, etc.

Clemente V promueve esta recopilación, pero muere antes de su promulgación, que fue hecha por Juan XXII con el envío de la misma a Bolonia, París y Salamanca. Es auténtica, única, universal, pero no exclusiva. Es la última colección auténtica hasta el Liber primus Bullarum de Benedicto XIV, en el siglo XVIII, pues una vez asentado el fundamento auténtico del derecho puede dejarse la iniciativa a los privados.

3.6. "Collectiones extravagantes" (fin s. XV)
Sucesivamente se fueron añadiendo a lo que es considera do como el Corpus Juris Canonici todas las decretales posteriores a las Clementinae: Extravagantes Ioannis XXII; Extravagantes communes. Estas colecciones son privadas y cada una conserva su propio valor.

4. DEL "CORPUS IURIS CANONICI" AL "CODEX IURIS CANONICI (ss. XVI-XX)
Después de la formación del Corpus luris Canonici no hace ninguna otra colección comprensiva de las fuentes legislativas de la Iglesia. Las colecciones posteriores al Corpus tienen una índole no sistemática. Entre ellas recordamos:

Los Bullaria, que por iniciativa privada y en varias ediciones recogen las constituciones y las decretales pontificias. De las actas de algunos pontífices se hacen también ediciones oficiales (Benedicto XIV, Gregorio XVI, Pío IX, León XIII, Pío X). Las colecciones de los cánones de los concilios, ecuménicos o particulares. Entre éstas tiene especial importancia la relativa del concilio de Trento.

Las colecciones de decreta, responsa, decisiones de las congregaciones romanas, de los tribunales y de los oficios de la curia romana. Entre estas colecciones es especialmente importante la 1a. Congregación del concilio, que tenía la facultad de interpretar auténticamente los cánones del concilio de Trento. También serán importantes las colecciones de la Congregación de Ritos y de las decisiones de la Rota Romana.

-- Las Acta Sanctae Sedis: son el periódico --oficial desde 23 de mayo de 1904- que de 1865 al 1908 publica, como medio promulgación, las actas pontificias y de la curia romana.

Las Acta Apostolicae Sedis: son el Commentarium officiale de la Santa Sede, que desde 1909 sustituyó a las Acta Sane Sedis.

5. EL "CODEX IURIS CANONICI"

5.1. El Código de 1917 (CIC 1917)
La multiplicidad de las leyes canónicas y la dificultad su consulta y aplicación hacían necesaria una revisión y una reordenación de toda la materia.

Ya en el concilio Vaticano I se habían hecho algunas peticiones en este sentido. Más tarde, Pío IX y León XIII habían reordenado íntegramente algunas materias e instituciones. Pío X, con el motu proprio, Arduum Sane, del 19 de marzo de 1904, instituyó una comisión para la redacción del Código. Los trabajos duraron doce años, y el día de Pentecostés de 1917 (27 de mayo) Benedicto XV promulgó con la bula Providentissima Mater el Codex luris Canonici, que entró en vigor para toda la Iglesia el día de Pentecostés de 1918 (19 de mayo).

El Codex tuvo una larga y compleja elaboración, que se des arrolló bajo la guía de un insigne jurista como el cardenal Pedro Gasparri, que fue primer secretario y luego presidente de la comisión cardenalicia nombrada por Pío X para la preparación y redacción del Codex. Esta comisión, dividida en subcomisiones, examinó los postulados que en carta del 25 de marzo de 1904 se habían pedido a todos los obispos, y teniendo presentes los esquemas propuestos por varios redactores sobre los diversos temas formulados en breves cánones, que comprendían solamente la parte dispositiva (tal como se podía deducir de las leyes vigentes contenidas en el Corpus luris Canonici, en las actas del concilio de Trento, de los sumos pontífices, de las congregaciones romanas y también de los tribunales eclesiásticos, con las innovaciones que se consideraban oportunas), trazó un primer esquema completo de las disposiciones, discutidas en cada caso y determinadas estructuralmente. Este esquema fue enviado luego a los obispos, a los abades nullius, a los superiores de las órdenes religiosas, a los peritos, con una invitación para que sugirieran enmiendas. Estas enmiendas fueron valoradas por la comisión, que elaboró un nuevo esquema predefinitivo, que fue una vez más revisado y discutido en cada una de sus partes hasta llegar a la aprobación de la redacción definitiva.

El Codex es sólo para la Iglesia latina y no obliga a la Iglesia oriental, a excepción de aquellas materias que por su naturaleza se, refieren también a esta última (can. 1).

El Codex es ley única, auténtica, exclusiva, estable y universal. Benedicto XV, con el motu proprio Cum iuris, del 15 de septiembre de 1917, instituyó una comisión para la interpretación auténtica del Código. Las responsa de esta Comisión, publicadas en las "AAS", tienen el mismo valor jurídico que las normas contenidas en el Codex.

5.2. El Código de 1983 (CIC 1983)
Pertenece a la naturaleza misma del derecho canónico evolucionar y adaptarse a las nuevas exigencias pastorales; incluso después de la codificación continúa una rica producción de normas.

El 25 de enero de 1959 Juan XXIII anuncia el sínodo y el concilio ecuménico como un punto de partida para la del Código. En 1963 el mismo Papa anuncia la creación de la comisión de la reforma del Código, que debería comenzar sus trabajos del concilio. En 1964 Pablo VI nombró 70 consultores. Desde la primera sesión de los consultores en 1965 5 problema de si había que redactar dos Códigos (uno para la Iglesia latina y otro para las Iglesias orientales), junto con un fundamental, o uno solo. Se optó por la primera solución. En el sínodo de los obispos de 1967 se expusieron los principios directivos para el trabajo de la comisión

La reforma del Código se había hecho todavía más y necesaria después del Vaticano II, para lograr que la Iglesia reflexionase, incluso en su dimensión jurídica, el espíritu eminentemente pastoral del concilio y mostrase más visiblemente la imagen que en el presente período de la historia tiene la Iglesia de sí misma y que ha intentado expresar en los decretos conciliares. Después del concilio hubo una rica producción de normas transitorias para aplicar los decretos conciliares, que abrogaron cánones del CIC 1917 y que fueron la base para la redacción del nuevo Código. Después de los primeros esbozos de esquemas entre el 1963 y el 1972, las subcomisiones redactaron tres esquemas (1977, 1980 y 1982), de los que los dos primeros fueron enviados a estudio de los obispos, abades nullius, superiores religiosos, peritos, etc. El tercero (1982) fue redactado después de la sesión plenaria de 1981, compuesta de cardenales y obispos de todo el mundo. Al mismo tiempo se extendió la Lex Ecclesiae Fundamentalis.

El texto A de 1966 fue rechazado por la comisión centra. El texto B fue aprobado sustancialmente en 1967. La elaboración de la LEE fue aprobada además por el sínodo de los obispos en 1967 y por la comisión para la revisión del Código en 1968. En 1969 el texto C o textus prior fue sometido al parecer de la comisión para la reforma del Código, al de la Congregación para la doctrina dé la fe y al de la comisión teológica. Tomando nota de las observaciones recibidas, se redactó en 1970 el textus emendatus, que se sometió al examen de todo el episcopado. En 1971 se hizo público al sínodo de los obispos. De 1.313 respuestas a la pregunta de si los obispos creían oportuna la redacción de una LEE, hubo 593 placet, 462 placet iuxta modum y 251 non placet; al contrario, a la pregunta de si gustaba el esquema redactado, hubo 61 placet, 798 placet iuxta modum y 422 non placet. Finalmente, el papa Juan Pablo II decidió no promulgar la LEF y que parte de ella se integrara en el Código, cuya promulgación se tuvo el 25 de enero de 1983 con la constitución apostólica Sacrae disciplinae leges. Después de diez meses de vacatio legis, el Código entró en vigor el 27 de noviembre de 1983. Al año siguiente se nombró la comisión de interpretación auténtica 3, que se convirtió luego en el Pontificio Consejo para la interpretación del texto de las leyes (Cf. n. 738)

El Código de Derecho Canónico se refiere sólo a la Iglesia latina (can. 1). En general, no define los ritos que hay que observar en las celebraciones litúrgicas; por tanto, las normas litúrgicas, emanadas antes de la promulgación del mismo, siguen en vigor, a no ser que sean contrarias a los cánones (can. 2). Finalmente, los cánones del Código no abrogan los pactos estipulados entre la Santa Sede y las naciones u otras sociedades políticas ni las derogan (can. 3).

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martes, 2 de abril de 2019

Los Padres Reformados VI




John Knox

John Knox
predicador escocés
John Knox (Haddington, Reino de Escocia 1514-Edimburgo, Reino de Escocia 24 de noviembre de 1572) fue un predicador protestante escocés, líder de la Reforma Escocesa y considerado el fundador de La Iglesia Presbiteriana de Escocia. Influido por los primeros reformadores, como George Wishart, se unió al movimiento reformista de la Iglesia escocesa. Estuvo involucrado en los eventos eclesiásticos y políticos relacionados con la muerte de David Beaton en 1546 y en la intervención de la regente de Escocia, María de Guisa. Fue hecho prisionero por las fuerzas francesas al año siguiente, y tras su puesta en libertad en 1549 se exilió a Inglaterra. Es reconocido como el Padre de la Reforma Protestante en Escocia.

Nacido en Giffordgate, se cree que Knox se educó en la Universidad de St Andrews y trabajó como notario-sacerdote. Influido por los primeros reformadores escoceses, como George Wishart, se unió al movimiento para reformar la iglesia escocesa. Se vio involucrado en los acontecimientos eclesiásticos y políticos que resultaron en el asesinato del cardenal David Beaton en 1546 y la intervención de la regente de Escocia, María de Guisa, una mujer noble francesa. El año siguiente fue tomado prisionero por las fuerzas francesas y exiliado a Inglaterra en su liberación en 1549.

Mientras estuvo en el exilio, Knox recibió la licencia para trabajar en la Iglesia de Inglaterra, donde se alzó en las filas para servir al rey Eduardo VI de Inglaterra como capellán real. Ejerció una influencia reformadora en el texto del Libro de Oración Común. En Inglaterra, conoció y se casó con su primera esposa, Margery Bowes. Cuando María Tudor ascendió al trono de Inglaterra y restableció el catolicismo romano, Knox se vio obligado a renunciar a su cargo y abandonar el país. Knox se mudó a Ginebra y luego a Fráncfort. En Ginebra, conoció a Juan Calvino, de quien obtuvo experiencia y conocimiento de teología reformada y política presbiteriana. Él creó un nuevo orden de servicio, que finalmente fue adoptado por la iglesia de Escocia. Abandonó Ginebra para dirigir la iglesia de refugiados ingleses en Fráncfort, pero se vio obligado a abandonar las diferencias relativas a la liturgia, lo que puso fin a su asociación con la Iglesia de Inglaterra.

A su regreso a Escocia, Knox dirigió la Reforma protestante de Escocia, en asociación con la nobleza protestante escocesa. El movimiento puede ser visto como una revolución, ya que condujo al derrocamiento de María de Guisa, que gobernó el país en nombre de su hija pequeña María, reina de Escocia. Knox ayudó a escribir la nueva confesión de fe y el orden eclesiástico para la recién creada iglesia reformada, "la Kirk". Continuó sirviendo como el líder religioso de los protestantes durante todo el reinado de María. En varias entrevistas con la Reina, Knox la reprendió por apoyar las prácticas católicas. Cuando fue encarcelada por su presunto papel en el asesinato de su esposo, Enrique Estuardo, Lord Darnley, y el Rey Jacobo VI fue entronizado en su lugar, Knox pidió abiertamente su ejecución. Continuó predicando hasta sus últimos días.

Biografía
Primeros años 1505-1546
Nació en algún momento entre 1505 y 1515 en o cerca de Haddington, la ciudad del condado de East Lothian. Su padre, William Knox, era un comerciante. Todo lo que se sabe de su madre es que su apellido de soltera era Sinclair y que murió cuando John Knox era un niño. Su hijo mayor, William, llevó el negocio de su padre, lo que ayudó en las comunicaciones internacionales de Knox. Knox probablemente fue educado en la escuela de gramática en Haddington. En este tiempo, el sacerdocio era el único camino para aquellos cuyas inclinaciones eran académicas en lugar de mercantiles o agrícolas. Continuó sus estudios en la Universidad de St Andrews o posiblemente en la Universidad de Glasgow. Estudió con John Major, uno de los más grandes eruditos de la época. Knox fue ordenado sacerdote católico en Edimburgo en la víspera de Pascua de 1536 por William Chisholm, obispo de Dunblane. Knox aparece por primera vez en los registros públicos como sacerdote y notario en 1540. Todavía cumplía estas funciones en 1543 cuando se describió a sí mismo como un "ministro del altar sagrado en la diócesis de St Andrews, notario por autoridad apostólica "En escritura notarial de fecha 27 de marzo. En lugar de asumir deberes parroquiales en una parroquia, se convirtió en tutor de dos hijos de Hugh Douglas de Longniddry. También enseñó al hijo de John Cockburn de Ormiston. Ambos de estos lairds habían abrazado las nuevas ideas religiosas de la Reforma.

Abrazando la Reforma Protestante 1546-1547
Knox no registró cuándo ni cómo se convirtió a la fe protestante, pero tal vez las influencias formativas clave en Knox fueron Patrick Hamilton y George Wishart. Wishart era un reformador que había huido de Escocia en 1538 para escapar del castigo por herejía. Primero se mudó a Inglaterra, donde en Bristol predicó contra la veneración de la Virgen María. Se vio obligado a hacer una retractación pública y fue quemado en efigie en la Iglesia de San Nicolás como un signo de su abjuración. Luego se refugió en Alemania y Suiza. Mientras se encontraba en el continente, tradujo la Primera Confesión Helvética al inglés. Regresó a Escocia en 1544, pero el momento de su regreso fue desafortunado. En diciembre de 1543, James Hamilton, duque de Châtellerault, el regente designado para la infanta María, reina de Escocia, había decidido con la Reina Madre, María de Guisa y el cardenal David Beaton perseguir a la secta protestante que había echado raíces en Escocia. Wishart viajó por toda Escocia predicando a favor de la reforma y cuando llegó a East Lothian, Knox se convirtió en uno de sus socios más cercanos. Knox actuó como su guardaespaldas, portando una espada de dos manos para defenderlo. En diciembre de 1545, Wishart fue capturado por orden de Beaton por el conde de Bothwell y llevado al Castillo de St Andrews. Knox estuvo presente la noche de la detención de Wishart y se preparó para seguirlo en cautiverio, pero Wishart lo convenció para que no tomara este curso diciendo: "No, regresa con tus hijos y que Dios te bendiga. Uno es suficiente para un sacrificio". Wishart fue posteriormente procesado por el acusador público de herejes de Beaton, el archidiácono John Lauder. El 1 de marzo de 1546, fue quemado en la hoguera en presencia de Beaton.

Knox había evitado ser arrestado por Lord Bothwell a través del consejo de Wishart para volver a la tutoría. Se refugió con Douglas en Longniddry. Varios meses después, todavía estaba a cargo de los alumnos, los hijos de Douglas y Cockburn, que se cansaban de moverse de un lugar a otro mientras eran perseguidos. Jugó con la idea de huir a Alemania y llevarse a sus alumnos con él. Mientras Knox seguía siendo un fugitivo, Beaton fue asesinado el 29 de mayo de 1546, en su residencia, el Castillo de St Andrews, por una banda de cinco personas en venganza por la ejecución de Wishart. Los asesinos se apoderaron del castillo y, finalmente, sus familias y amigos se refugiaron con ellos, alrededor de ciento cincuenta hombres en total. Entre sus amigos estaba Henry Balnaves, un exsecretario de estado en el gobierno, que negoció con Inglaterra el apoyo financiero de los rebeldes. Douglas y Cockburn sugirieron a Knox que llevara a sus hijos a la seguridad relativa del castillo para continuar su instrucción en la doctrina reformada. Knox llegó al castillo el 10 de abril de 1547. Los poderes de Knox como predicador llamaron la atención del capellán de la guarnición, John Rough. Mientras Rough predicaba en la iglesia parroquial sobre el principio protestante de la elección popular de un pastor, propuso a Knox a la congregación para ese cargo. A Knox no le gustó la idea. Según su propia cuenta, se echó a llorar y huyó a su habitación. Sin embargo, dentro de una semana, estaba dando su primer sermón a una congregación que incluía a su antiguo maestro, John Major. Expuso el capítulo séptimo del Libro de Daniel, comparando al Papa con el Anticristo. Su sermón estuvo marcado por su consideración de la Biblia como su única autoridad y la doctrina de la justificación solo por la fe, dos elementos que permanecerían en sus pensamientos durante el resto de su vida. Unos días después, se organizó un debate que le permitió emitir tesis adicionales, incluido el rechazo de la misa, el purgatorio y las oraciones por los muertos.

Confinamiento en las galeras francesas 1547-1549
La capellanía de Knox de la guarnición del castillo no duraría mucho. Mientras que Hamilton estaba dispuesto a negociar con Inglaterra para detener su apoyo a los rebeldes y volver a poner el castillo bajo su control, María de Guisa decidió que solo podía ser tomado por la fuerza y pidió al rey de Francia, Enrique II, que interviniera. El 29 de junio de 1547, 21 galeras francesas se acercaron a St Andrews bajo el mando de Leone Strozzi, antes de Capua. Los franceses sitiaron el castillo y forzaron la rendición de la guarnición el 31 de julio. Los nobles protestantes y otros, incluido Knox, fueron tomados prisioneros y obligados a remar en las galeras francesas. Los esclavos de la galera fueron encadenados a bancos y remaron durante todo el día sin cambiar de postura, mientras que un oficial los vigilaba con un látigo en la mano. Navegaron a Francia y navegaron por el Sena a Ruan. Los nobles, algunos de los cuales tendrían un impacto más adelante en la vida de Knox, como William Kirkcaldy y Henry Balnaves, fueron enviados a varias prisiones de castillos en Francia. Knox y los otros esclavos de galeras continuaron a Nantes y se quedaron en el Loira durante todo el invierno. Fueron amenazados con torturar si no daban los signos apropiados de reverencia cuando se realizaba la misa en la nave. Knox relató un incidente en el que un escocés, posiblemente él mismo, ya que solía narrar anécdotas personales en tercera persona, debía mostrar su devoción a una imagen de la Virgen María. Al prisionero le dijeron que le diera un beso de veneración. Él se negó y cuando la imagen se acercó a su rostro, el prisionero tomó la imagen y la arrojó al mar, diciendo: "Deje que la Virgen se salve a sí misma: es lo suficientemente ligera: que aprenda a nadar". Después de eso, según Knox, los prisioneros escoceses ya no se vieron obligados a realizar tales devociones. En el verano de 1548, las galeras regresaron a Escocia para buscar barcos ingleses. La salud de Knox estaba ahora en su punto más bajo debido a la severidad de su confinamiento. Estaba enfermo de fiebre y otros en el barco temían por su vida. Incluso en este estado, recordó Knox, su mente permaneció aguda y consoló a sus compañeros prisioneros con la esperanza de ser liberados. Mientras los barcos yacían en alta mar entre San Andrews y Dundee, las agujas de la iglesia parroquial donde predicaba aparecieron a la vista. James Balfour, compañero de prisión, le preguntó a Knox si reconocía el hito. Respondió que lo sabía bien, reconoció el campanario del lugar donde predicó por primera vez y declaró que no moriría hasta que hubiera predicado allí de nuevo. En febrero de 1549, después de pasar un total de 19 meses en la prisión de galeras, Knox fue puesto en libertad. Es incierto cómo obtuvo su libertad. Más adelante en el año, Enrique II organizó con Eduardo VI de Inglaterra la liberación de todos los prisioneros castellanos restantes.

Exilio en Inglaterra 1549-1554
En su liberación, Knox se refugió en Inglaterra. La Reforma en Inglaterra fue un movimiento menos radical que sus contrapartes continentales, pero hubo una brecha definitiva con Roma. El arzobispo de Canterbury, Thomas Cranmer, y el regente del rey Eduardo VI, el duque de Somerset, tenían una actitud decididamente protestante. Sin embargo, quedaba mucho trabajo por aportar ideas reformadas al clero y al pueblo. El 7 de abril de 1549, Knox recibió la licencia para trabajar en la Iglesia de Inglaterra. Su primer encargo fue en Berwick-upon-Tweed. Se vio obligado a usar el recientemente publicado Libro de oración común, que mantuvo la estructura del Rito Sarum al tiempo que adaptaba el contenido a la doctrina de la Iglesia reformada de Inglaterra. Knox, sin embargo, modificó su uso para concordar con el énfasis doctrinal de los reformadores continentales. En el púlpito predicó doctrinas protestantes con gran efecto a medida que su congregación creció.

En Inglaterra, Knox conoció a su esposa, Margery Bowes (murió c. 1560). Su padre, Richard Bowes (fallecido en 1558), era descendiente de una antigua familia de Durham y su madre, Elizabeth Aske, era la heredera de una familia de Yorkshire, los Askes de Richmondshire. Elizabeth Bowes presumiblemente conoció a Knox cuando estaba empleado en Berwick. Varias cartas revelan una estrecha amistad entre ellos. No se registra cuando Knox se casó con Margery Bowes. Knox intentó obtener el consentimiento de la familia Bowes, pero su padre y su hermano Robert Bowes se oponían al matrimonio. Hacia el final de 1550, Knox fue nombrado predicador de la Iglesia de San Nicolás en Newcastle upon Tyne. Al año siguiente fue nombrado uno de los seis capellanes reales que sirven al Rey. El 16 de octubre de 1551, John Dudley, primer duque de Northumberland, derrocó al duque de Somerset para convertirse en el nuevo regente del joven rey. Knox condenó el golpe de Estado en un sermón en el Día de Todos los Santos. Cuando Dudley visitó Newcastle y escuchó su predicación en junio de 1552, tuvo sentimientos encontrados sobre el predicador de la marca de fuego, pero vio a Knox como un activo potencial. Se le pidió a Knox que viniera a Londres a predicar ante la Corte. En su primer sermón, abogó por un cambio para la segunda edición del Libro de Oración Común. La liturgia requería que los fieles se arrodillaran durante la comunión. Knox y los otros capellanes consideraron esto como una idolatría. Se desencadenó un debate en el que el arzobispo Cranmer fue llamado a defender la práctica. El resultado final fue un compromiso en el que se incluyó en la segunda edición la famosa Rúbrica Negra, que declaró que no se pretende la adoración mientras se arrodilla, Poco después, Dudley, quien veía a Knox como una herramienta política útil, le ofreció el obispado de Rochester. Knox se negó, y regresó a Newcastle. El 2 de febrero de 1553, Cranmer recibió la orden de nombrar a Knox como vicario de la Iglesia Allhallows en Londres, y lo colocó bajo la autoridad del obispo de Londres, Nicholas Ridley. Knox regresó a Londres para entregar un sermón ante el Rey y la Corte durante la Cuaresma y nuevamente se negó a tomar el puesto asignado. Entonces le dijeron a Knox que predicara en Buckinghamshire y permaneció allí hasta la muerte de Edward el 6 de julio. La sucesora de Edward, Mary Tudor, restableció el catolicismo romano en Inglaterra y restauró la misa en todas las iglesias. Como el país ya no es seguro para los predicadores protestantes, Knox partió para el continente en enero de 1554 con el consejo de sus amigos.

De Ginebra a Fráncfort y a Escocia 1554-1556
Knox desembarcó en Dieppe, Francia, y continuó a Ginebra, donde Calvino había establecido su ministerio pastoral. Cuando Knox llegó, Calvino estaba en una posición difícil. Recientemente el consejo de Ginebra había ejecutado por herejía al erudito Miguel Servet. Knox le hizo a Calvino cuatro preguntas políticas difíciles: si un menor podía gobernar por derecho divino, si una mujer podía gobernar y transferir la soberanía a su marido, si la gente debía obedecer a los gobernantes impíos o idólatras, y qué partido deberían seguir las personas piadosas si se resistían a un idólatra gobernante. Calvino dio respuestas cautelosas y lo remitió al reformador suizo Heinrich Bullinger en Zúrich. Las respuestas de Bullinger fueron igualmente cautelosas; Pero Knox ya había tomado una decisión. El 20 de julio de 1554, publicó un folleto en el que atacaba a María Tudor y a los obispos que la habían llevado al trono [46]. También atacó al Sacro Emperador Romano, Carlos V, llamándolo "no menos enemigo de Cristo que Nerón".

Pero Knox se encontró con un conflicto a su llegada. El primer grupo de refugiados que llegaron a Fráncfort se suscribió a una liturgia reformada y usó una versión modificada del Libro de Oración Común. Sin embargo, los refugiados recién llegados recientemente, incluido Edmund Grindal, el futuro arzobispo de Canterbury, favorecieron una aplicación más estricta del libro. Cuando Knox y su colega, William Whittingham, escribieron a Calvino para pedirle consejo, se les dijo que evitaran la discusión. Por lo tanto, Knox acordó una orden de servicio temporal basada en un compromiso entre las dos partes. Este delicado equilibrio se alteró cuando llegó un nuevo grupo de refugiados que incluía a Richard Cox, uno de los principales autores del Libro de Oración Común. Cox llevó el folleto de Knox que atacaba al emperador a la atención de las autoridades de Fráncfort, quienes informaron a Knox que se fuera. Su salida de Fráncfort el 26 de marzo de 1555 marcó su última ruptura con la Iglesia de Inglaterra. Después de su regreso a Ginebra, Knox fue elegido para ser ministro en un nuevo lugar de culto solicitado por Calvino. Mientras tanto, Elizabeth Bowes escribió a Knox, pidiéndole que regresara a Margery en Escocia, lo que hizo a fines de agosto. A pesar de las dudas iniciales sobre el estado de la Reforma en Escocia, Knox descubrió que el país había cambiado significativamente desde que se lo llevaron a la cocina en 1547. Cuando recorrió varias partes de Escocia predicando las doctrinas reformadas y la liturgia, muchos de los presentes le dieron la bienvenida. La nobleza incluía dos futuros regentes de Escocia, el Conde de Moray y el Conde de Mar. Aunque la reina regente, María de Guisa, no hizo ningún movimiento contra Knox, sus actividades causaron preocupación entre las autoridades de la iglesia. Los obispos de Escocia lo vieron como una amenaza para su autoridad y lo convocaron a aparecer en Edimburgo el 15 de mayo de 1556. Fue acompañado al juicio por tantas personas influyentes que los obispos decidieron anular la audiencia. Knox ahora era libre de predicar abiertamente en Edimburgo. William Keith, el conde Mariscal, quedó impresionado e instó a Knox a escribir a la reina regente. La carta de Knox, inusualmente respetuosa, la instó a apoyar la Reforma y derrocar a la jerarquía de la iglesia. La reina María tomó la carta como una broma y la ignoró.

Regreso a Ginebra 1556-1559
Poco después de que Knox enviara la carta a la reina regente, repentinamente anunció que sentía que su deber era regresar a Ginebra. El año anterior, el 1 de noviembre de 1555, la congregación en Ginebra había elegido a Knox como su ministro y él decidió ocupar el cargo. Escribió una carta final de consejo a sus partidarios y se fue de Escocia con su esposa y su suegra. Llegó a Ginebra el 13 de septiembre de 1556.

Knox llevó una vida ajetreada en Ginebra. Predicó tres sermones por semana, cada uno de los cuales duró más de dos horas. Los servicios utilizaron una liturgia derivada de Knox y otros ministros de las Formes des Prières Ecclésiastiques de Calvin. La iglesia en la que predicaba, la Iglesia de Notre Dame la Neuve, ahora conocida como el Auditorio de Calvin, había sido otorgada por las autoridades municipales, a solicitud de Calvin, para el uso de las congregaciones inglesas e italianas. Los dos hijos de Knox, Nathaniel y Eleazar, nacieron en Ginebra, con Whittingham y Myles Coverdale como sus respectivos padrinos. En el verano de 1558, Knox publicó su folleto más conocido, La primera explosión de la trompeta contra el monstruo regimiento de mujeres. Al llamar "régimen" o regla de las mujeres "monstruosa", quiso decir que era "antinatural". Knox afirma que su propósito era demostrar "cuán abominable ante Dios es el Imperio o la Regla de una mujer malvada, sí, de un traiteresse y un bastardo". Las gobernantes que Knox tenía en mente eran la reina Mary I de Inglaterra y Mary of Guise, la reina viuda de Escocia y regente en nombre de su hija, Mary, la reina de Escocia. Esta posición bíblica no era inusual en los días de Knox; sin embargo, incluso él sabía que el panfleto era peligrosamente sedicioso. Por lo tanto, lo publicó anónimamente y no le dijo a Calvin, quien negó conocerlo hasta un año después de su publicación, que lo había escrito. En Inglaterra, el panfleto fue condenado oficialmente por la proclamación real. El impacto del documento se complicó más tarde ese año, cuando Elizabeth Tudor se convirtió en reina de Inglaterra. Aunque Knox no había apuntado a Elizabeth, la había ofendido profundamente, y ella nunca lo perdonó. Con un protestante en el trono, los refugiados ingleses en Ginebra se prepararon para regresar a casa. El propio Knox decidió regresar a Escocia. Antes de su partida, se le otorgaron diversos honores, incluida la libertad de la ciudad de Ginebra. Knox se fue en enero de 1559, pero no llegó a Escocia hasta el 2 de mayo de 1559, debido a la negativa de Elizabeth a emitirle un pasaporte a través de Inglaterra.

Revolución y fin de la regencia 1559-1560
Dos días después de que Knox llegó a Edimburgo, se dirigió a Dundee, donde se había reunido un gran número de simpatizantes protestantes. Knox fue declarado fuera de la ley, y la reina regente convocó a los protestantes a Stirling. Ante el temor de la posibilidad de un juicio sumario y ejecución, los protestantes procedieron en cambio a Perth, una ciudad amurallada que podría defenderse en caso de un asedio. En la iglesia de San Juan Bautista, Knox predicó un sermón de fuego y un pequeño incidente precipitó en un motín. Una muchedumbre entró en la iglesia y pronto fue destruida. La mafia luego atacó a dos frailes en la ciudad, saqueando sus imágenes de oro y plata y rompiendo. María de Guisa reunió a esos nobles leales a ella y a un pequeño ejército francés. Ella envió al conde de Argyll y lord Moray a ofrecer términos y evitar una guerra. Ella prometió no enviar tropas francesas a Perth si los protestantes evacuaban la ciudad. Los protestantes estuvieron de acuerdo, pero cuando la reina regente entró en Perth, ella se quedó con soldados escoceses en la nómina francesa. Lord Argyll y Lord Moray consideraron que esto era traicionero. Ambos cambiaron de bando y se unieron a Knox, que ahora se basaba en St Andrews. El regreso de Knox a St Andrews cumplió la profecía que hizo en las galeras de que un día predicaría nuevamente en su iglesia. Cuando dio un sermón, el efecto fue el mismo que en Perth. La gente se dedicaba al vandalismo y al saqueo.

Con los refuerzos protestantes que llegaban de los condados vecinos, la reina regente se retiró a Dunbar. Por ahora, la furia de la mafia se había extendido por el centro de Escocia. Sus propias tropas estaban al borde del motín. El 30 de junio, los Señores Protestantes de la Congregación ocuparon Edimburgo, aunque solo pudieron mantenerla durante un mes. Pero incluso antes de su llegada, la mafia ya había despedido a las iglesias y los frailes. El 1 de julio, Knox predicó desde el púlpito de St Giles, el más influyente de la capital. Los Lores de la Congregación negociaron su retiro de Edimburgo por los Artículos de Leith firmados el 25 de julio de 1559, y María de Guisa prometió libertad de conciencia. Knox sabía que la reina regente pediría ayuda a Francia. Así que negoció por carta con el nombre falso John Sinclair con William Cecil, el asesor principal de Isabel I de Inglaterra, para obtener apoyo inglés. Knox navegó en secreto a Lindisfarne, en la costa noreste de Inglaterra a fines de julio, para encontrarse con James Croft y Sir Henry Percy en Berwick upon Tweed. Knox era indiscreto y las noticias de su misión pronto llegaron a María de Guisa. Regresó a Edimburgo y le dijo a Croft que tenía que regresar a su rebaño, y sugirió que Henry Balnaves debería ir con Cecil. Cuando las tropas francesas adicionales llegaron a Leith, el puerto marítimo de Edimburgo, los protestantes respondieron retomando Edimburgo. Esta vez, el 24 de octubre de 1559, la nobleza escocesa depuso formalmente a María de Guisa de la regencia. Su secretario, William Maitland de Lethington, desertó al lado protestante, trayendo sus habilidades administrativas. A partir de entonces, Maitland asumió las tareas políticas, liberando a Knox para el papel de líder religioso. Para la etapa final de la revolución, Maitland apeló al patriotismo escocés para luchar contra la dominación francesa. Tras el Tratado de Berwick, finalmente llegó el apoyo de Inglaterra y, a fines de marzo, un importante ejército inglés se unió a las fuerzas protestantes escocesas. La repentina muerte de Mary of Guise en el Castillo de Edimburgo el 10 de junio de 1560 allanó el camino para poner fin a las hostilidades, la firma del Tratado de Edimburgo y la retirada de las tropas francesas e inglesas de Escocia. El 19 de julio, Knox celebró un Servicio Nacional de Acción de Gracias en St Giles.

Reforma en Escocia 1560-1561
El 1 de agosto, el Parlamento escocés se reunió para resolver cuestiones religiosas. Knox y otros cinco ministros fueron llamados a redactar una nueva confesión de fe. Dentro de cuatro días, la Confesión Escocesa fue presentada al Parlamento, votada y aprobada. Una semana después, el Parlamento aprobó tres actos en un día: el primero abolió la jurisdicción del Papa en Escocia, el segundo condenó todas las doctrinas y prácticas contrarias a la fe reformada, y el tercero prohibió la celebración de la misa en Escocia. Antes de la disolución del Parlamento, a Knox y los otros ministros se les encomendó la tarea de organizar la iglesia recientemente reformada o la Kirk. Trabajarían durante varios meses en el Libro de Disciplina, el documento que describe la organización de la nueva iglesia. Durante este período, en diciembre de 1560, la esposa de Knox, Margery, murió, dejando a Knox para cuidar a sus dos hijos, de tres años y medio y dos años. John Calvin, que había perdido a su propia esposa en 1549, escribió una carta de condolencia. El parlamento volvió a reunirse el 15 de enero de 1561 para considerar el Libro de Disciplina. El Kirk se iba a ejecutar en líneas democráticas. Cada congregación era libre de elegir o rechazar a su propio pastor, pero una vez que fue elegido no podía ser despedido. Cada parroquia debía ser autosuficiente, en la medida de lo posible. Los obispos fueron reemplazados por diez a doce "superintendentes". El plan incluía un sistema de educación nacional basado en la universalidad como principio fundamental. Ciertas áreas de la ley fueron colocadas bajo la autoridad eclesiástica. Sin embargo, el Parlamento no aprobó el plan, principalmente por razones de financiación. El Kirk iba a ser financiado con el patrimonio de la Iglesia católica en Escocia. Gran parte de esto estaba ahora en manos de los nobles, quienes se mostraron reacios a renunciar a sus posesiones. La decisión final sobre el plan se retrasó debido al inminente regreso de Mary, la reina de Escocia.

Knox y la reina María 1561-1564
El 19 de agosto de 1561, se dispararon cañones en Leith para anunciar la llegada de Queen Mary a Escocia. Cuando asistió a la misa celebrada en la capilla real en el Palacio de Holyrood cinco días después, esto provocó una protesta en la que uno de sus sirvientes fue empujado. Al día siguiente, emitió una proclamación de que no habría alteración en el estado actual de la religión y que sus sirvientes no deberían ser molestados o molestados. Muchos nobles aceptaron esto, pero no Knox. El domingo siguiente, protestó desde el púlpito de San Giles. Como resultado, solo dos semanas después de su regreso, Mary convocó a Knox. Ella lo acusó de incitar a una rebelión contra su madre y de escribir un libro contra su propia autoridad. Knox respondió que mientras sus súbditos consideraran que su gobierno era conveniente, él estuvo dispuesto a aceptar su gobierno, y señaló que el Apóstol Pablo había estado dispuesto a vivir bajo el gobierno de Nerón. Mary notó, sin embargo, que él había escrito contra el principio del propio gobierno femenino. Él respondió que no debía preocuparse por lo que nunca le había hecho daño. Cuando Mary le preguntó si los sujetos tenían derecho a resistir a su gobernante, él respondió que si los monarcas excedían sus límites legales, podrían resistirlos, incluso por la fuerza.

El 13 de diciembre de 1562, Mary volvió a llamar a Knox después de que pronunciara un sermón en el que denunciaba ciertas celebraciones que Knox había interpretado como regocijadas a costa de la Reforma. Ella acusó a Knox de que hablaba irreverentemente de la Reina para que pareciera despreciable a sus súbditos. Después de que Knox dio una explicación del sermón, Mary declaró que no culpó a Knox por las diferencias de opinión y le pidió que en el futuro acudiera directamente a ella si se enteraba de algo que no le gustaba. A pesar de su gesto amistoso, Knox respondió que él continuaría expresando sus convicciones en sus sermones y no la esperaría. Durante la Pascua de 1563, algunos sacerdotes de Ayrshire celebraron la misa, desafiando así la ley. Algunos protestantes intentaron hacer cumplir la ley ellos mismos deteniendo a estos sacerdotes. Esto llevó a Mary a convocar a Knox por tercera vez. Ella le pidió a Knox que usara su influencia para promover la tolerancia religiosa. Él defendió sus acciones y notó que ella estaba obligada a respetar las leyes y, si no lo hacía, otros lo harían. Mary sorprendió a Knox al aceptar que los sacerdotes serían llevados ante la justicia.

El último encuentro de Knox con Mary se debió a un incidente en Holyrood. Mientras Mary estaba ausente de Edimburgo en su progreso de verano en 1563, una multitud se abrió camino hacia su capilla privada mientras se celebraba la misa. Durante el altercado, la vida del sacerdote fue amenazada. Como resultado, dos de los cabecillas, los burgueses de Edimburgo, iban a ser juzgados el 24 de octubre de 1563. Para defender a estos hombres, Knox envió cartas llamando a los nobles para que se reunieran. María obtuvo una de estas cartas y le preguntó a sus asesores si esto no era un acto de traición. Stewart y Maitland, queriendo mantener buenas relaciones tanto con Kirk como con la Reina, le pidieron a Knox que admitiera que estaba equivocado y que resolviera el asunto en silencio. Knox se negó y se defendió frente a Mary y al Consejo Privado. Argumentó que había convocado una asamblea legal, no ilegal, como parte de sus deberes como ministro de Kirk. Después de que se fue, los concejales votaron por no acusarlo de traición.

Días finales en Edimburgo 1564-1572
El 26 de marzo de 1564, Knox despertó nuevamente la controversia cuando se casó con Margaret Stewart, hija de un viejo amigo, Andrew Stewart, 2.º Lord Ochiltree, miembro de la familia Stuart y un pariente lejano de la Reina, Mary Stuart. El matrimonio era inusual porque era un viudo de cincuenta años, mientras que la novia solo tenía diecisiete años. Se conocen muy pocos detalles de su vida doméstica. Tenían tres hijas, Martha, Margaret y Elizabeth. Cuando la Asamblea General se reunió en junio de 1564, estalló una discusión entre Knox y Maitland sobre la autoridad del gobierno civil. Maitland le dijo a Knox que se abstuviera de provocar emociones debido a la insistencia de María en celebrar una misa y citó a Martin Luther y John Calvin sobre la obediencia a los gobernantes terrenales. Knox replicó que la Biblia señala que Israel fue castigado cuando siguió a un rey infiel y que los reformadores continentales estaban refutando los argumentos hechos por los anabaptistas que rechazaron todas las formas de gobierno. El debate reveló su influencia menguante en los acontecimientos políticos, mientras la nobleza continuaba apoyando a María. El 29 de julio de 1565, cuando Mary se casó con Henry Stuart, Lord Darnley, algunos de los nobles protestantes, entre ellos James Stewart, primer conde de Moray, se alzaron en rebelión. Knox reveló su propia objeción mientras predicaba en presencia del nuevo Rey consorte el 19 de agosto de 1565. Hizo alusiones pasivas a los gobernantes impíos que hicieron que Darnley se marchara. Knox fue convocado y se le prohibió predicar mientras el tribunal estaba en Edimburgo.

El 9 de marzo de 1566, el secretario de Mary, David Rizzio, fue asesinado por conspiradores leales a Darnley. Mary escapó de Edimburgo a Dunbar y el 18 de marzo regresó con una fuerza formidable. Knox huyó a Kyle en Ayrshire, donde completó la mayor parte de su obra magna, Historia de la Reforma en Escocia. Cuando regresó a Edimburgo, encontró a los nobles protestantes divididos sobre qué hacer con María. Lord Darnley había sido asesinado y la reina casi de inmediato se casó con el principal sospechoso, el conde de Bothwell. La acusación de asesinato por lo tanto sobre ella, se había visto obligada a abdicar y fue encarcelada en el castillo de Lochleven. Lord Moray se había convertido en regente del rey Jacobo VI. Otros viejos amigos de Knox, Lord Argyll y William Kirkcaldy, estuvieron junto a María. El 29 de julio de 1567, Knox predicó el sermón de coronación de Jacobo VI en la iglesia de Stirling. Durante este período Knox tronó contra ella en sus sermones, incluso hasta el punto de pedir su muerte. Sin embargo, la reina pudo escapar el 2 de mayo de 1568. La lucha en Escocia continuó como una guerra civil. Lord Moray fue asesinado el 23 de enero de 1570. El regente que lo sucedió, el conde de Lennox, también fue víctima de violencia. El 30 de abril de 1571, el controlador del Castillo de Edimburgo, Kirkcaldy de Grange, ordenó a todos los enemigos de la Reina que abandonaran la ciudad. Pero para Knox, su antiguo amigo y compañero de cocina, hizo una excepción. Si Knox no se iba, podría quedarse en Edimburgo, pero solo si permanecía cautivo en el castillo. Knox optó por irse, y el 5 de mayo partió hacia St Andrews. Continuó predicando, habló a los estudiantes y trabajó en su Historia. A finales de julio de 1572, luego de una tregua, regresó a Edimburgo. Aunque en ese momento era extremadamente débil y su voz débil, continuó predicando en St Giles. Después de inducir a su sucesor, Lawson de Aberdeen, como ministro de St Giles el 9 de noviembre, Knox regresó a su casa por última vez. Con sus amigos y algunos de los mejores nobles escoceses que lo rodeaban, pidió que se leyera la Biblia en voz alta. En su último día, el 24 de noviembre de 1572, su joven esposa leyó la primera carta de Pablo a los corintios. Un testimonio de Knox fue pronunciado en su tumba en el cementerio de St Giles por James Douglas, IV conde de Morton y recién elegido regente de Escocia: "Aquí está uno que nunca temió a ninguna carne". Después de la destrucción del cementerio en 1633, no se puede establecer el lugar preciso de la tumba de Knox.

Principales obras
  • An Epistle to the Congregation of the Castle of St Andrews; with a Brief Summary of Balnaves on Justification by Faith (1548)
  • A Vindication of the Doctrine that the Sacrifice of the Mass is Idolatry (1550)
  • A Godly Letter of Warning or Admonition to the Faithful in London, Newcastle, and Berwick (1554)
  • Certain Questions Concerning Obedience to Lawful Magistrates with Answers by Henry Bullinger (1554)
  • A Faithful Admonition to the Professors of God’s Truth in England (1554)
  • A Narrative of Proceedings and Troubles of the English Congregation at Frankfurt on the Maine (1554–1558)
  • A Letter to the Queen Dowager, Regent of Scotland (1556)
  • A Letter of Wholesome Counsel Addressed to his Brethren in Scotland (1556)
  • The Form of Prayers and Ministration of the Sacraments Used in the English Congregation at Geneva (1556)
  • The First Blast of the Trumpet Against the Monstrous Regiment of Women (1558)
  • A Letter to the Queen Dowager, Regent of Scotland: Augmented and Explained by the Author (1558)
  • The Appellation from the Sentence Pronounced by the Bishops and Clergy: Addressed to the Nobility and Estates of Scotland (1558)
  • A Letter Addressed to the Commonalty of Scotland (1558)
  • On Predestination in Answer to the Cavillations by an Anabaptist (1560)
  • The History of the Reformation in Scotland (1586–1587)

William Perkins (teólogo)
William Perkins (1558-1602) fue un influyente clérigo inglés y teólogo de Cambridge , que recibió una licenciatura y una maestría de la universidad en 1581 y 1584 respectivamente, y también uno de los líderes más destacados del movimiento puritano en la Iglesia de Inglaterra durante la era isabelina. Aunque no aceptó por completo las prácticas eclesiásticas de la Iglesia de Inglaterra, Perkins se ajustó a muchas de las políticas y procedimientos impuestos por el Acuerdo isabelino . Sin embargo, siguió simpatizando con los puritanos no conformistas e incluso enfrentó medidas disciplinarias por su apoyo.

Perkins fue un autor prolífico que escribió más de cuarenta obras, muchas de las cuales se publicaron póstumamente. Además de escribir, también se desempeñó como miembro del Christ's College y como profesor en la iglesia de St. Andrew en Cambridge. Fue un firme defensor de la teología reformada, en particular de la teología supralapsariana de Theodore Beza . Además, fue un firme defensor de los ideales protestantes, específicamente las cinco solae con un énfasis particular en solus Christus y sola Scriptura.

Primeros años de vida
Perkins nació de Thomas y Anna Perkins en Marston Jabbett en la parroquia de Bulkington , Warwickshire , Inglaterra en 1558, el año en que la protestante Isabel I sucedió a su hermana católica María como Reina de Inglaterra . Perkins vivió toda su vida bajo el reinado de Isabel I, muriendo un año antes de la muerte de la Reina en 1603. La relación de Perkins con Isabel era ambigua: por un lado, ella era la Buena Reina Bess, la monarca bajo la cual Inglaterra finalmente y firmemente se convirtió en una nación protestante; por otro lado, Perkins y los otros miembros del movimiento puritano estaban frustrados porque el acuerdo isabelino no había ido lo suficientemente lejos y presionaron para una mayor Reforma.

Se sabe poco de la infancia y la educación de Perkins. En algún momento de su juventud quedó cojo, lo que le obligó a escribir con la mano izquierda. Su familia era evidentemente adinerada, ya que en junio de 1577, a los 19 años, Perkins se inscribió como pensionista en el Christ's College de Cambridge y se formó en la tradición del marco escolástico reformado. Recibió su licenciatura en 1581 y su maestría en 1584.

Según una historia no verificable, Perkins fue condenado por su error después de oír a una madre de Cambridge decirle a su hijo: "Cállate la lengua o te entregaré al borracho Perkins de allá". Sea o no cierta la historia, está claro que Perkins tuvo un despertar religioso en algún momento entre 1581 y 1584 durante su estancia en Cambridge. El perfil biográfico de Perkins escrito por Thomas Fuller lo retrata como "muy salvaje en su juventud", hábil en matemáticas, poseedor de "una rara felicidad en la lectura rápida de libros" y predicando, al principio de su ministerio, con una severidad que mitigó en años posteriores:

Pronunciaba la palabra condenar con tal énfasis que dejó un eco lúgubre en los oídos de sus oyentes un buen rato después... Pero en su vejez alteró su voz y remitió gran parte de su rigidez anterior; a menudo profesando que predicar la misericordia era el oficio propio de los ministros del Evangelio.

Los sermones de Perkins, escribió Fuller, "no eran tan claros que los piadosos eruditos no los admiraran, ni tan eruditos que los sencillos no los comprendieran".

De esta manera, Perkins inició una asociación que duraría toda su vida con el ala "puritana moderada" de la Iglesia de Inglaterra, que sostenía opiniones similares a las de los teólogos calvinistas continentales Theodore Beza , Girolamo Zanchi y Zacharias Ursinus . El círculo de Perkins en Cambridge incluía a Laurence Chaderton y Richard Greenham.

Perkins como clérigo y miembro de Cambridge
Después de su ordenación, Perkins también predicó sus primeros sermones a los prisioneros de la cárcel de Cambridge. En una ocasión célebre, Perkins se encontró con un joven que iba a ser ejecutado por sus crímenes y que temía estar pronto en el infierno : Perkins convenció al hombre de que, a través de Cristo , Dios podía perdonar sus pecados , y el joven, anteriormente angustiado, enfrentó su ejecución con una compostura varonil como resultado.

En 1584, después de recibir su título de maestría, Perkins fue elegido miembro del Christ's College, cargo que ocupó hasta 1594. En 1585, se convirtió en profesor de San Andrés el Grande en Cambridge, cargo que ocupó hasta su muerte.

La vocación eclesiástica de Perkins
Como "puritano moderado", Perkins se oponía firmemente a los no conformistas y otros separatistas que se negaban a adaptarse a la Iglesia de Inglaterra. También se opuso al programa del régimen isabelino de imponer uniformidad a la iglesia. Por ejemplo, cuando el arzobispo de Canterbury, John Whitgift, encarceló a Francis Johnson por apoyar una forma presbiteriana de gobierno eclesiástico , Perkins lo defendió. Este no fue un incidente aislado, y compareció ante la comisión más de una vez.

El 13 de enero de 1587, Perkins predicó un sermón denunciando la práctica de arrodillarse para recibir la comunión, y finalmente fue llamado ante el vicerrector como resultado. Durante la última serie de juicios contra los ministros puritanos en 1590-1591, Perkins confirmó que había discutido el Libro de Disciplina con ministros puritanos, pero afirmó que no podía recordar con quién había hablado.

Perkins se casó con Timothye Cradocke de Grantchester el 2 de julio de 1595. (Anteriormente había renunciado a su beca en el Christ's College, ya que solo los hombres solteros podían ser becarios). Se convirtieron en padres de siete hijos, tres de los cuales murieron en la juventud por diversas causas, y uno de los cuales nació después de que el propio Perkins hubiera muerto.

Opiniones teológicas
Perkins fue un defensor de la " doble predestinación " y fue un actor importante en la introducción del pensamiento de Theodore Beza en Inglaterra. Consideraba que el concepto reformado del Pacto de Gracia , que es central para la soteriología reformada y la doble predestinación, era una doctrina de gran valor consolador. Fue responsable de la publicación en inglés del famoso cuadro de Beza sobre la doble predestinación. Escribiendo menos de un siglo después de la muerte de Perkins, su biógrafo Thomas Fuller relata una objeción que las opiniones de Perkins sobre la doble predestinación a menudo suscitaban:

Algunos objetan que su doctrina, al referir todo a un decreto absoluto, paraliza toda actividad y corta los tendones de los esfuerzos de los hombres por alcanzar la salvación. Pues, al atribuirlo todo al viento del Espíritu de Dios (que sopla donde quiere), no deja nada a los remos de la diligencia del hombre, ni para ayudar ni para obstaculizar la consecución de la felicidad, sino que, más bien, abre una amplia puerta a la seguridad licenciosa.

Además de adoptar una soteriología reformada, Perkins también se adhirió firmemente a las doctrinas de solo Christo y sola Scriptura que "sirven como las dos piedras angulares de lo que Perkins concibió como predicación bíblica". También fue un gran defensor de la interpretación literal utilizando la regula fidei , o Regla de Fe . Este principio defiende que las partes poco claras de las Escrituras deben interpretarse por las partes claras en lugar de por la tradición o la especulación. Sin embargo, dejó espacio para el lenguaje figurativo o analógico cuando el contexto lo exigía.

Influencia
Aunque relativamente desconocido para los cristianos modernos, Perkins ha tenido una influencia que es sentida por los cristianos de todo el mundo. y fue muy respetado en la Iglesia Isabelina. Además, las opiniones de Perkins sobre la doble predestinación lo convirtieron en un objetivo importante de Jacobus Arminius , el clérigo reformado holandés que se opuso a la doctrina de la predestinación. También fue influyente en el desarrollo teológico del filósofo y teólogo puritano estadounidense Jonathan Edwards. Además, algunos consideran que la hermenéutica de Perkins es un modelo que debe ser emulado.

Durante su vida, Perkins alcanzó una enorme popularidad, y las ventas de sus obras llegaron a superar incluso a las de Calvino . Cuando murió, sus escritos vendían más copias que los de muchos de los reformadores más famosos juntos.

Desde su puesto en Cambridge, Perkins pudo influir en toda una generación de clérigos ingleses. Entre sus alumnos se incluyen:
  • William Ames , teólogo puritano cuya "médula de la teología" fue la teología sistemática más popular de la época, se convirtió en profesor de teología en Franeker , Países Bajos.
  • John Robinson , fundador del congregacionalismo en Leiden y pastor del grupo que luego fundó la Colonia Plymouth
  • Thomas Goodwin , ministro congregacionalista y teólogo puritano que fue parte vital de la Asamblea de Westminster
  • Paul Baynes , predicador puritano y sucesor de Perkins como profesor en la iglesia de San Andrés el Grande en Cambridge.
  • Samuel Ward , predicador puritano y rector del Sidney Sussex College, Cambridge
  • Phineas Fletcher , un poeta
  • Thomas Draxe , puritano y teólogo inglés
  • Thomas Taylor , predicador puritano y doctor en teología en Cambridge
  • James Ussher , arzobispo de Armagh
  • James Montagu , maestro de Sidney Sussex y más tarde obispo de Winchester
  • Richard Sibbes , predicador puritano de Gray's Inn y maestro en Catherine's Hall, conocido por su elocuencia y sus reconfortantes sermones.
  • John Cotton , ministro puritano y teólogo colonial estadounidense de la colonia de la bahía de Massachusetts
  • Thomas Hooker , ministro puritano colonial estadounidense y fundador de la colonia de Connecticut
  • Thomas Shepard , ministro y teólogo puritano colonial estadounidense conocido por su liderazgo en la controversia antinomiana.
Muerte
En 1602, Perkins sufrió de " cálculos ". Después de varias semanas de sufrimiento, murió el 22 de octubre de 1602 a la edad de 44 años.

James Montagu pronunció su sermón fúnebre tomando como texto Josué 1:2: « Mi siervo Moisés ha muerto». Fue enterrado en la iglesia de San Andrés, que había pastoreado durante dieciocho años.

Publicaciones de Perkins
  • Una traducción húngara de una obra de Perkins, 1648
  • Defensio pro Alexandro Discono (1584)
  • Una advertencia contra la idolatría de los últimos tiempos (1584)
  • Cuatro grandes mentirosos que luchan por ganar la piedra de afilar de plata: también, una resolución al conde (1585)
  • Tratado que tiende a declarar si un hombre se encuentra en el estado de condenación o en el estado de gracia; y si se encuentra en el primero, cómo puede salir de él con el tiempo; si se encuentra en el segundo, cómo puede discernirlo y perseverar en él hasta el fin. Los puntos tratados se exponen en la página siguiente (1590)
  • Armilla aurea, id est, serie Miranda causarum et salutis & damnationis iuxta verbum Dei: Eius synopsin continet anexa tabula (1590)
  • Cadena de oro o descripción de la teología: contiene el orden de las causas de salvación y condenación, según la palabra de Dios. En la tabla adjunta se puede ver una visión de dicho orden (1591)
  • El fundamento de la religión cristiana: reunido en seis principios. Y debe ser aprendido de la gente ignorante, para que puedan escuchar sermones con provecho y recibir la Cena del Señor con consuelo (1591)
  • Prophetica, sive, De sacra et vnica ratione concionandi tractatus (1592)
  • Un caso de conciencia: el más grande que jamás haya existido; cómo un hombre puede saber si es hijo de Dios o no. Resuelto por la palabra de Dios. A lo cual se añade un breve discurso, tomado de Jeremías Zanchius (1592)
  • Exposición del Padrenuestro: en el modo de catequizar al servicio de los ignorantes (1592)
  • Dos tratados: I. De la naturaleza y práctica del arrepentimiento. II. Del combate de la carne y el espíritu (1593)
  • Exposición del Padre nuestro: a modo de catecismo (1593)
  • Una dirección para el gobierno de la lengua según la palabra de Dios (1593
  • Exposición del Símbolo o Credo de los Apóstoles: según el tenor de las Escrituras y el consentimiento de los Padres ortodoxos de la Iglesia (1595)
  • Un bálsamo para el enfermo, o un tratado que contiene la naturaleza, las diferencias y los tipos de muerte, así como la manera correcta de morir bien. Y puede servir para la instrucción espiritual de 1. los marineros cuando se hacen a la mar. 2. los soldados cuando van a la batalla. 3. las mujeres cuando están de parto (1595)
  • Una declaración del verdadero modo de conocer a Cristo crucificado (1596)
  • Un católico reformado, o una declaración que muestra cuán cerca podemos llegar a la actual Iglesia de Roma en varios puntos de religión, y en qué aspectos debemos apartarnos de ellos para siempre: con un aviso a todos los partidarios de la religión romana, mostrando que dicha religión está en contra de los principios y fundamentos católicos del catecismo (1597)
  • Sobre la manera y el orden de la predestinación: y sobre el alcance de la gracia divina, una discusión cristiana y clara (1598)
  • Un resumen de muestras o las armonías del Antiguo y el Nuevo Testamento (1598)
  • Una advertencia contra la idolatría de los últimos tiempos: Y una instrucción sobre el culto religioso o divino (1601)
  • La verdadera ganancia: más valiosa que todos los bienes del mundo (1601)
  • Cómo vivir, y bien: en todos los estados y épocas, especialmente cuando faltan las ayudas y las comodidades (1601)
Después de su muerte:
  • Las obras de ese famoso y digno ministro de Cristo, en la Universidad de Cambridge, M. W. Perkins: reunidas en un solo volumen y recientemente corregidas según sus propias copias. Con capítulos diferenciados y el contenido de cada libro, y una tabla general del conjunto (1603)
  • La reforma de la codicia: Escrito en el capítulo 6 de Mateo, desde el versículo 19 hasta el final de dicho capítulo (1603)
  • Un comentario o exposición sobre los primeros cinco capítulos de la Epístola a los Gálatas, escrito por el piadoso, erudito y juez divino (1604)
  • Lecciones sobre los tres primeros capítulos de la Revelación: predicadas en Cambridge en el año Dom. 1595 (1604)
  • Gvilielmi Perkinsi Problema de Romanæ fidei ementito Catholicismo.: Estq[ue] Antidotum contra Thesaurum Catholicum Iodoci Coccij. Et [propaideia] iuventutis in lectione omnium patrum (1604)
  • Primera parte de Los casos de conciencia: En la cual se plantean y resuelven especialmente tres cuestiones principales concernientes al hombre, considerado simplemente en sí mismo, según la palabra de Dios (1604)
  • La sofistería de Satanás contestada por nuestro Salvador Cristo, y manifestada aún más en diversos sermones (1604)
  • Hepieíkeia: o, un tratado de equidad y moderación cristiana (1604)
  • M. Perkins, su Exhortación al arrepentimiento, de Sofonías: predicada en dos sermones en Sturbridge Faire. Junto con dos tratados sobre los deberes y la dignidad del ministerio: publicados públicamente en la Biblioteca de Cambridge. Con un prefacio que anuncia la publicación de todas las obras suyas que se esperan; con un catálogo de todos los detalles de ellas, leídos y publicados diligentemente por un predicador de la palabra (1605)
  • Obras nuevamente corregidas según sus propias copias (1605)
  • Del llamamiento al ministerio: dos tratados que describen los deberes y dignidades de ese llamamiento (1605)
  • El combate entre Cristo y el diablo representado, o Un comentario sobre las tentaciones de Cristo (1606)
  • Una exposición piadosa y erudita sobre toda la epístola de Ivde... (1606)
  • Tratado cristiano y sencillo sobre la manera y el orden de la predestinación y sobre la generosidad de la gracia de Dios (1606)
  • El arte de profetizar, o, Un tratado sobre la sagrada y única manera verdadera y el método de predicar (1607)
  • Una nube de testigos fieles que conduce a la Canaán celestial, o un comentario sobre el capítulo 11 de Hebreos (1607)
  • Un tratado sobre la imaginación del hombre: cómo mostrar sus malos pensamientos naturales: su falta de buenos pensamientos: la manera de reformarlos (1607)
  • Un discurso sobre el maldito arte de la brujería: hasta donde se revela en las Escrituras y se manifiesta por la verdadera experiencia... (1608)
  • Todo el tratado de los casos de conciencia: dividido en tres libros (1608)
  • Economía cristiana: o, Breve estudio de la manera correcta de erigir y ordenar una familia: según las Escrituras (1609)
  • Un grano de mostaza, o la mínima medida de gracia que es o puede ser eficaz para la salvación (1611)
  • Una resolución al campesino que demuestra que es absolutamente ilegal comprar o usar nuestros pronósticos anuales (1618)
  • Toque de campana de muerte: o, La campana que anuncia la muerte del enfermo: convocando a todas las conciencias enfermas a prepararse para la llegada del gran día de la perdición, para que no se les cierre la puerta de la misericordia: apropiado para todos aquellos que desean llegar a la Jerusalén celestial. A lo que se añaden oraciones apropiadas para los jefes de familia. Novena edición. (1628)
Reimpresiones recientes:
  • La obra de William Perkins , editada por Ian Breward (1970)
  • Las obras de William Perkins, ed. Joel R. Beeke y Derek WH Thomas, 10 vols. (Grand Rapids, Michigan: Reformation Heritage Books, 2014-2020).