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lunes, 4 de febrero de 2019

Los Padres Reformados III

Retrato por Lucas Cranach el Viejo, en 1543

Philipp Melanchthon
Felipe Melanchthon, de nacimiento Philipp Schwartzerdt (Bretten, 16 de febrero de 1497-Wittenberg, 19 de abril de 1560) fue un teológo y erudito alemán, figura central en la historia de la Reforma Protestante. Colaborador cercano de Martín Lutero, Melanchthon fue el primer teólogo sistemático del movimiento reformista, jugando un papel crucial en la articulación y desarrollo de sus doctrinas teológicas. Además de su labor religiosa, Melanchthon tuvo profunda influencia particularmente en el ámbito de la educación, donde sus diseños curriculares y visiones pedagógicas sentaron las bases para los sistemas educativos modernos.

Junto a Lutero y Juan Calvino, se le considera reformador, teólogo y forjador del protestantismo.

Biografía
Cursó estudios en las universidades de Heidelberg y Tubinga. Al ingresar en el primero de estos dos centros, a los 12 años de edad, su tío, el humanista y hebraísta Johannes Reuchlin, le aconsejó que cambiara su nombre por Melanchthon (su apellido en griego, que significa "tierra negra"). Gracias a la influencia de su tío, en 1518 obtuvo la cátedra de lengua griega en la Universidad de Wittenberg. El discurso que pronunció al acceder a la misma atrajo notablemente la atención de Martín Lutero, catedrático de Teología Bíblica en Wittenberg desde 1512 y que ejerció una profunda influencia en él. Estudió Teología y se licenció en 1519. En 1521 escribió Loci communes rerum theologicarum, una disertación en favor de la Reforma protestante, y reemplazó a Lutero como líder de esta causa en Wittenberg cuando su mentor fue confinado en el castillo de Wartburg. En 1526 se convirtió en catedrático de Teología y participó, con otros 27 delegados, en la unificación de las constituciones de las iglesias reformadas de Alemania.

Melanchthon y Lutero estaban comprometidos con el seguimiento de Cristo, pero encontraban muchos problemas dentro de la Iglesia católica. Denunciaban lo que consideraban un culto exagerado a los santos y la coacción de la conciencia en el sacramento de la penitencia (confesión y absolución). Creían que esto no podía ofrecer la certeza de la salvación; en su lugar, afirmaban la justificación por la fe. Ambos rechazaban la doctrina de la transubstanciación, es decir, que el pan y el vino de la eucaristía son convertidos por el Espíritu Santo en la carne y la sangre de Cristo. Sin embargo, afirmaban que el cuerpo y la sangre de Cristo están presentes con los elementos de pan y vino en el sacramento de la Cena del Señor. Esta visión luterana de la unión sacramental contrasta con la concepción de la Iglesia católica de que el pan y el vino dejan de ser pan y vino en su consagración (aunque conservando las apariciones de ambos).

Melanchthon hizo de su diferencia entre la ley y el evangelio el núcleo del luteranismo evangélico. Utilizó los términos "ley" y "evangelio" indistintamente para referirse a los mandatos de Dios tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.

En 1529 acompañó a Juan de Sajonia a la Dieta de Espira y fue uno de los firmantes de la Protesta de Espira, por la cual los príncipes luteranos en minoría del Imperio reclamaron la tolerancia religiosa al emperador Carlos V, acto del cual tomó su nombre el protestantismo.

Melanchthon fue el creador de la palabra psicología para designar la disciplina a la que se refería como "el estudio del alma". Partiendo del radical griego psykho' "alma", derivado a su vez de psykhé "soplo de vida", 'aliento', más el sufijo logia "ciencia", "disciplina", 'tratado' (formado a partir de logos 'palabra'). A partir del siglo XVII, con la oposición de los pensadores de la época a la palabra creada por Melanchthon, comenzó a usarse como "estudio del funcionamiento de la mente humana" o del "comportamiento humano". Hasta el segundo cuarto del siglo XIX la disciplina no fue aceptada en el ámbito científico.

Como representante de la Reforma ante la Dieta de Augsburgo (ciudad del Sacro Imperio Romano Germánico), en 1530 presentó las Confesiones de Augsburgo, 28 artículos de fe redactados en colaboración con Lutero. El tono de este credo era tan conciliador que sorprendió incluso a los católicos. Un año después publicó Apología, en defensa de la Confesión de Augsburgo, profundizando en algunos de sus aspectos específicos en Variaciones (1540). Debido a su intención de lograr un entendimiento entre protestantes y católicos o, al menos, entre las distintas facciones protestantes, los seguidores más estrictos del luteranismo consideraron heréticas sus opiniones. Fue comprensivo con la doctrina evangélica y durante un tiempo conservó la mayoría de las ceremonias católicas por considerarlas adiaphora (del griego, "cosas indiferentes"), es decir, materias de escasa trascendencia que era mejor tolerar, por lo cual a sus seguidores les llamaron adiaforistas.

Profesor en Wittenberg
Melanchthon y Lutero con Cristo crucificado en medio
Reconocido ya como reformador, se le opuso en Tubinga. Aceptó la llamada de Martín Lutero a la Universidad de Wittenberg por recomendación de su tío abuelo, y se convirtió en profesor de griego allí en 1518 a la edad de 21 años. Estudió la Escrituras, especialmente de Pablo, y la doctrina de la evangélica. Asistió a la Debate de Leipzig (1519) como espectador, pero participó con sus propios comentarios. Después de que sus opiniones fueron atacadas por Johann Eck, replicó basándose en la autoridad de las Escrituras en su Defensio contra Johannem Eckium (Wittenberg, 1519).

Disputas teológica
A principios de 1521, Melanchthon defendió a Lutero en su Didymi Faventini versus Thomam Placentinum pro M. Luthero oratio (Wittenberg, s.f.). Argumentó que Lutero sólo rechazaba las prácticas papales y eclesiásticas que estaban en desacuerdo con las Escrituras. Pero mientras Lutero estaba ausente en el castillo de Wartburg, durante los disturbios provocados por los profetas de Zwickau, Melanchthon vaciló.

La aparición de la obra de Melanchthon Loci communes rerum theologicarum seu hypotyposes theologicae (Wittenberg y Basilea, 1521) fue de importancia posterior para la Reforma. Melanchthon discutió los "pensamientos principales" de la Carta a los Romanos de Pablo y utilizó esta plataforma para presentar una nueva doctrina del cristianismo; una en la que la fe en Dios era más importante que las buenas obras. Loci communes contribuyó al auge gradual de la tradición Escolástica luterana, y los teólogos posteriores Martin Chemnitz, Mathias Haffenreffer, y Leonhard Hutter lo ampliaron. Melanchthon continuó dando conferencias sobre los clásicos.

En un viaje en 1524 a su ciudad natal, se encontró con el legado papal, Cardenal Lorenzo Campeggio, quien intentó apartarlo de la causa de Lutero. En su Unterricht der Visitatorn an die Pfarherrn im Kurfürstentum zu Sachssen (1528) Melanchthon presentó la doctrina evangélica de la salvación, así como reglamentos para iglesias y escuelas.

En 1529, Melanchthon acompañó al elector a la Dieta de Espira. Sus esperanzas de persuadir al Sacro Imperio Romano Germánico para que reconociera la Reforma no se cumplieron. Una actitud amistosa hacia la Suiza en la Dieta fue algo que cambió más tarde, llamando a la doctrina de Huldrych Zwingli sobre la Cena del Señor "un dogma impío".

Sus últimos días
El carácter humanista de Melanchton fue muy resistido por los teólogos luteranos ortodoxos, veteranos de las primeras batallas. Así y todo, logró reunir gran cantidad de discípulos que mantuvieron, propagaron e incluso perfeccionaron sus propuestas.

Felipe Melanchton, el reformador, amigo leal de Lutero, valioso protagonista en la traducción de la Biblia y padre de la Educación Alemana, falleció en Wittenberg, cuna de la Reforma Protestante, el 19 de abril de 1560. Murió orando por la unión de las Iglesias "en Cristo" y quejándose por la rabies theologorum (la rabia de los teólogos) de su propio campo, que desde la muerte de Lutero habían librado batalla contra él.

Varios artistas de la época lo retrataron: Durero le hizo un grabado en 1526 y Lucas Cranach el Joven una xilografía en 1561, basada seguramente en un boceto que tomó en su capilla ardiente

Su nombre figura entre las celebraciones del Calendario de Santos Luterano.

Obras
Loci communes (título completo "Loci communes rerum theologicarum seu hypotyposes theologicae") (1521)
Confesiones de Augsburgo (1530)
Apología (1531)
Variaciones (1540)

Felipe Melanchton: la mano derecha de Lutero y autor de la Confesión de Augsburgo

¿QUIÉN FUE FELIPE MELANCHTHON? Algunos sostienen que fue un firme defensor de la fe luterana. Otros opinan que fue un débil profesor cuyo grito de guerra era «¿Por qué no podemos llevarnos todos bien?» La respuesta puede ser que se tratara de ambas cosas. Todos coinciden que fue un brillante académico y teólogo sistemático.

Melanchthon asistió a la Universidad de Heidelberg, obteniendo el título de licenciatura en 1511. A los 17 años recibió un título de maestría en la Universidad de Tubinga. Su tío abuelo Johann Reuchlin lo recomendó a Federico el Sabio, que buscaba un profesor de griego para su recientemente formada universidad en Wittenberg. Melanchthon llegó el 25 de agosto de 1518, diez meses después de que Lutero clavara las 95 tesis. Melanchthon era un joven de sólo 21 años, pequeño y de contextura delgada. No era una figura imponente, pero un día el mundo llegaría a conocerlo como un gigante de la Reforma.

Lutero reconoció y admiró inmediatamente los dones del nuevo profesor. Las clases de Melanchthon eran muy concurridas, no solo por estudiantes sino por pueblerinos y nobles que colmaban la sala para escuchar al excepcional orador. Él se resistió a las frecuentes solicitudes de Lutero para que alcanzara un título de doctor en teología, pero sólo accedió a una licenciatura en teología. Terminó ese grado en su primer año en Wittenberg.

A pesar de que Melanchthon permaneció siendo un laico, él y Lutero fueron amigos muy cercanos por el resto de sus vidas. No estaban de acuerdo en todo, pero eran mutuamente leales y admiraban y dependían de los dones que el otro había recibido. Melanchthon fue el sistemático en la teología de Lutero. Lutero una vez dijo: «nací para ir a la guerra y dar batalla a las sectas y demonios. Es por ello que mis libros son tormentosos y belicosos… Pero el maestro Felipe viene suave y pulcramente, cultiva y planta, siembra y riega con placer, ya que Dios le ha dado en abundancia los talentos.»

Se lo conoce como el Preceptor Germano por su rol en la formación del sistema educativo de Alemania y también por su Loci Communes, un libro de teología luterana organizado por contenidos. Lo más notorio es que él fue el autor de la Confesión de Augsburgo, la explicación principal de la fe luterana y uno de los documentos principales de la Reforma Luterana.

En la primavera de 1530 el emperador convocó una dieta que tendría lugar en Augsburgo. Lutero, Melanchthon y su compañero reformador Juan Bugenhagen se pusieron en camino hacia Augsburgo. Lutero no pudo asistir en persona porque el Edicto de Worms lo había convertido en un bandido en esa parte del país. En vez de ir allí, se quedó en Coburgo para sentarse y elucubrar mientras los demás partieron viaje. El 25 de junio, el canciller Beyer leyó en voz alta la Confesión de Augsburgo al emperador Carlos V en la Dieta de Augsburgo. Aquí, los príncipes protestantes de Alemania jurarían lealtad a las Confesiones.

A menudo, los historiadores hablan sobre el deseo de Melanchthon de unificación tanto con católicos como con calvinistas. A veces es descrito como alguien de carácter débil en su defensa a las enseñanzas de Lutero, con la esperanza de encontrar un terreno en común con diferentes puntos de vista. Con el paso del tiempo, modificó sus obras anteriores, incluyendo la Confesión de Augsburgo. Esto provocó la ira de los que no estaban de acuerdo con sus alteraciones. Hasta el día de hoy, congregaciones en la Iglesia Luterana – Sínodo de Misuri se suscriben a la Confesión de Augsburgo Inalterada, en inglés ICA. Estas letras pueden ser encontradas en la piedra angular de su iglesia.

Fuente: lutheranreformation.org
Traducción: Ana Laura Schuckmann, Buenos Aires, Argentina.

Felipe (Philipp) Melanchthon
Philipp Melanchthon
Melanchthon al lado de Lutero en Wittenberg

Melanchthon se acostumbró muy rápidamente en Wittenberg. Un factor decisivo fue seguramente su encuentro con Martín Lutero. La relación entre Melanchthon y Lutero fue siempre de gran intensidad. Desde muy temprano, su trabajo conjunto en la universidad se había transformado en una íntima amistad. Cuán intensa fue esta relación, queda claro en la siguiente frase de Melanchthon sobre su amigo Lutero: "Preferiría morir antes que estar separado de este hombre."

Lutero no tuvo problemas para convencer a Melanchthon de la Reforma. La relación entre los colegas académicos y compañeros en la lucha por la Reforma estuvo caracterizada por un "amistoso espíritu de cuerpo" (Heinz Scheible).

Melanchthon y la teología
Ya en 1518, al escuchar el discurso inaugural de Melanchthon en la universidad de Wittenberg, Lutero quedó impresionado por las cualidades del jóven profesor de griego. Melanchthon continuó en Wittenberg sus estudios de teología y obtuvo un grado académico en esta disciplina. Dictó numerosas cátedras en los ramos bíblicos, y también en asuntos teológicos se convirtió para Lutero en un solicitado perito e interlocutor.

El sabio universal
Como científico y erudito universitario que también se ocupaba de filosofía, historia, medicina e incluso física, prefirió permanecer durante toda su vida en la facultad más "baja", la de filosofía.

Debido a esto Melanchthon se convirtió en el autor más leído por los estudiantes de su tiempo. Algunas de sus obras fueron textos de estudios en las escuelas y universidades hasta 1800.

Lutero introdujo a Melanchthon a la teología reformista, y éste, en cambio, enseñó a Lutero el idioma griego. El fue también quien motivó a Lutero a traducir la Biblia a un alemán comprensible para todos. (Véase también: Lutero en el castillo de Wartburg)

Melanchthon en las disputas y negociaciones religiosas
Ya durante el primer gran conflicto entre Lutero y la iglesia de Roma, la disputa de Leipzig de 1519, Melanchthon está presente. Durante esta disputa con Juan (Johannes) Eck , un avezado teólogo pontificio, Melanchthon le pasa a Lutero papelitos con citas bíblicas que refutan la supremacía del papa, el tema en discusión. También en todas las negociaciones futuras, Melanchthon fue un colaborador importante, y cuando el reformador proscrito no podía aparecer en persona, actuaba también como líder de los protestantes.

Lutero, este profeta entre los reformadores, trabajó incansablemente en la nueva teología, pero muchas veces le faltaba la sistemática. Esta es la tarea de Melanchthon: en 1521 redacta la primera recopilación de las ideas reformatorias, los "Loci Communes". Tan entusiasmado queda Lutero con este libro que hasta considera incluírlo en la Biblia.

Durante la Dieta de Augsburgo en el año 1530, Melanchthon representa la causa de la Reforma, ya que Lutero está proscrito y no puede salir del electorado de Sajonia. Las difíciles negociaciones con la contraparte católica romana son magistralmente llevadas por Melanchthon. Sobre la base de varios textos preparados con anterioridad, y los resultados de las negociaciones, Melanchthon redacta el primer gran credo de la reforma, la "Confessio Augustana". Hasta el día de hoy, en su ordenación los pastores evangélicos se comprometen a ser fieles a esta confesión, entre otras.

Después de la muerte de Lutero, Melanchthon se convierte en el portavoz de la reforma. Si bien no exento de críticas, Melanchthon se mantuvo hasta el fin de sus días como el exponente más sobresaliente de la reforma en Alemania.

Notas biográficas:
1497 nace Melanchthon (el appellido es la forma latinizada del propio alemán "Schwarzerd" -tierra negra) en Bretten
1509 comienza sus estudios en la universidad de Heidelberg
1511 Bachillerato (primer grado académico)
1512 se traslada a Tubinga (Tübingen)
1514 Magister Artium
1518 llega a Wittenberg como profesor de griego; remarcable discurso inaugural;
Melanchthon toma parte en todas las negociaciones importantes de los protestantes
Es el colaborador más importante de Lutero
Realiza en el electorado de Sajonia una profunda reforma escolar y universitaria que servirá de modelo a otros países
Por eso ya en vida recibe el apodo de "Praeceptor Germaniae" (maestro de Alemania)
Es autor de los "Loci Communes" (primera dogmática evangélica, 1521) y la "Confessio Augustana" (Confesión de Augsburgo, credo de la reforma, 1530)
Después de la muerte de Lutero asume el liderazgo de la Reforma-
Fallece en Wittenberg en 1560

https://www.luther.de/es/themen/melanch.html

Martín Bucero
teólogo reformista alemán
Martín Bucero (en alemán Martin Bucer, escrito en alto alemán moderno Martin Butzer; Schlettstadt, 11 de noviembre de 1491. jul. - Cambridge, 28 de febrero de 1551 jul.) fue un teólogo alemán involucrado en la Reforma protestante en Estrasburgo y que influyó en las doctrinas y prácticas luteranas, calvinistas y anglicanas. Originalmente era miembro de la Orden de Predicadores, pero después de conocer a Martín Lutero en 1518 hizo arreglos para anular sus votos monásticos. Seguido a esto, comenzó a trabajar para la Reforma con el apoyo de Franz von Sickingen, caballero del Sacro Imperio.

Sus esfuerzos para reformar la Iglesia en Wissembourg condujeron a su excomunión de la Iglesia católica y se vio obligado a huir a Estrasburgo. Allí, Bucero se unió a un grupo de reformistas que incluía a Matthäus Zell, Wolfgang Capito y Caspar Hedio. Actuó como mediador entre los líderes reformistas Lutero y Zuinglio, quienes diferían sobre la doctrina de la eucaristía. Más tarde, Bucero trató de interceder en discusiones sobre los artículos comunes de la fe, como la Confesión Tetrapolitana y la Concordia de Wittenberg —en esta última tuvo una importante colaboración de Felipe Melanchthon—.

Bucero creía que se podría convencer a los católicos del Sacro Imperio a unirse a la Reforma. A través de una serie de conferencias organizadas por el emperador Carlos V, trató de unir a protestantes y católicos para crear una iglesia nacional alemana independiente de la autoridad papal. No pudo lograr esto, ya que varios acontecimientos políticos condujeron a la Guerra de Esmalcalda y el retroceso del protestantismo en el Sacro Imperio. En 1548, Bucero fue persuadido, bajo coacción, a firmar el llamado «Interim de Augsburgo», que impuso ciertas prácticas de origen católico. Sin embargo, continuó promoviendo reformas hasta que Estrasburgo aceptó el «Interim», ya que fue expulsado de la ciudad durante el proceso.

En 1549 se exilió en Inglaterra, en donde, bajo la dirección de Thomas Cranmer, influyó en la segunda revisión del Libro de Oración Común. Murió en Cambridge a los 59 años. Aunque su ministerio no creó una nueva denominación cristiana, muchas corrientes protestantes le han reconocido como uno de sus fundadores y le consideran como uno de los pioneros del ecumenismo.

Contexto histórico
En el siglo XVI, el Sacro Imperio Romano Germánico era un importante Estado centralizado. El imperio se dividía en muchos principados y ciudades-Estado que proporcionaron un poderoso control sobre el gobierno del emperador del Sacro Imperio. La división de poderes entre el emperador y los diversos estados hizo posible la Reforma en Alemania, ya que las entidades federadas defendieron a los reformistas dentro de sus territorios.​ En el electorado de Sajonia, Martín Lutero recibió el apoyo del elector Federico III y sus sucesores, Juan y Federico. Felipe I de Hesse —cuyas posesiones estaban a medio camino entre Sajonia y Renania— también apoyó la Reforma y ocupó un lugar destacado en la vida de Lutero y Bucero. El emperador Carlos V tuvo que equilibrar las demandas de sus súbditos imperiales. Al mismo tiempo, se distraía por las guerras con Francia, el Imperio otomano y en Italia. La rivalidad política tuvo gran influencia en los acontecimientos eclesiásticos dentro del Sacro Imperio.

Además de los principados, las ciudades imperiales libres —nominalmente bajo el control del emperador, pero realmente gobernados por concejos que actuaron como gobiernos soberanos— estaban esparcidos por todo el Sacro Imperio. A medida que la Reforma se establecía, se produjeron enfrentamientos en muchas ciudades, entre reformistas locales y magistrados conservadores de las ciudades. En una ciudad imperial libre (Estrasburgo) Martín Bucero comenzó su obra. Situada en la frontera occidental del Sacro Imperio, esta ciudad era aliada de poblaciones suizas al borde del dominio imperial. Algunas habían adoptado una religión reformada distinta del luteranismo, en la que los conceptos sociales humanistas y la ética comunitaria desempeñaban un papel más importante. Junto a un grupo de ciudades imperiales libres en el sur y oeste del territorio alemán, Estrasburgo siguió este modelo de Reforma. Era administrada por un gobierno local complejo bajo el control de unas cuantas familias poderosas y gremios acaudalados. En el tiempo de Bucero, el malestar social crecía a medida que los artesanos de bajo estrato resentían su inmovilidad social y la disparidad de ingresos. Los ciudadanos no tenían prevista la revolución, pero eran receptivos a nuevas ideas que pudieran transformar sus vidas.

Infancia y juventud
Martín Bucero nació en Schlettstadt (Alsacia), una ciudad imperial libre del Sacro Imperio. Su padre y abuelo, ambos llamados Claus Butzer, construían barriles para el comercio. No hay datos sobre la madre.​ Probablemente, Bucero asistió a una prestigiosa escuela de gramática de Schlettstadt, donde los artesanos enviaban a sus hijos.​ Completó sus estudios en el verano de 1507 y se inició su noviciado en la Orden de Predicadores. Más tarde, afirmó que su abuelo le había obligado a entrar a la Orden. Después de un año, fue consagrado como acólito en la iglesia de San Guillermo de Estrasburgo —administrada por los guillermitas— e hizo sus votos como fraile dominico. En 1510, fue consagrado diácono. Hacia 1515 estudiaba teología en un monasterio de los dominicos en Heidelberg. Al año siguiente, tomó un curso de dogmática en Maguncia, donde fue ordenado sacerdote. Volvió a Heidelberg en enero de 1517 para inscribirse en la universidad. En esta época fue influido por el humanismo y empezó a comprar libros publicados por Johann Froben y Erasmo.​ En 1518, el catálogo de libros de Bucero incluía las principales obras de santo Tomás de Aquino,​ líder de la escolástica medieval y la Orden de Predicadores.

En abril de 1518, Johann von Staupitz, vicario general de los agustinos, invitó Martín Lutero a Wittenberg para discutir su teología en la disputa de Heidelberg.​ Allí, Bucero se reunió por primera vez con Lutero. En una larga carta a su mentor, Beato Renano, Bucero le contó lo que aprendió y comentó sobre algunas de las noventa y cinco tesis de Lutero. Estaba de acuerdo con gran parte de ellas y percibía que las ideas de Lutero y Erasmo estaban en concordancia. Debido a que reunirse con Lutero era riesgoso en ese momento, pidió a Renano que guardara la carta para que no cayera en manos equivocadas. También redactó su testamento, que contenía el inventario de sus libros. A principios de 1519, Bucero recibió el grado de baccalaureus. Sin embargo, en verano de ese año, manifestó sus opiniones teológicas en una disputa en la facultad en Heidelberg y reveló su ruptura con la doctrina de Aquino y la escolástica. Los eventos que le obligaron a abandonar la Orden surgieron del acercamiento a nuevas ideas y el creciente contacto con otros humanistas y reformistas. Uno de sus compañeros, Jacob van Hoogstraaten, gran inquisidor de Colonia, trató de perseguir al erudito humanista Johannes Reuchlin. Otros estudiosos, como el noble Ulrich von Hutten y el caballero imperial Franz von Sickingen, se posicionaron del lado de Reuchlin. La cacería de Hoogstraten fue frustrada, pero después empezó a planear un ataque contra Bucero. En una carta fechada el 11 de noviembre de 1520, Bucero advirtió al reformista Wolfgang Capito que Hoogstraaten amenazaba con hacerlo un ejemplo de castigo, como había hecho con un seguidor de Lutero meses atrás. Para escapar de la jurisdicción dominica, necesitaba liberarse de sus votos monásticos. Capito y otros pudieron acelerar la anulación de los votos y, el 29 de abril de 1521, Bucero se liberó formalmente de la Orden de Predicados.

En los siguientes dos años, estuvo protegido por Sickingen y Hutten.​ También trabajó durante un tiempo en la corte del elector palatino Luis V como capellán de Federico, su hermano menor. Sickingen era una figura importante en la corte de Luis. Este nombramiento permitió que Bucero viviera en Núremberg, la ciudad más poderosa del Sacro Imperio y cuyos funcionarios de gobierno eran mayoritariamente reformistas. Allí conoció a muchas personas que compartían sus puntos de vista, como los humanistas Willibald Pirckheimer y Andreas Osiander, futuro reformista de esa ciudad. En septiembre de 1521, Bucero aceptó una oferta de trabajo de Sickingen como pastor en Landstuhl —donde el caballero imperial tenía un castillo— y se trasladó a esa localidad de mayo de 1522. En el verano de 1522, se casó con una ex monja católica, Elisabeth Silbereisen.

Sickingen también le ofreció financiamiento de sus estudios en Wittenberg. En su camino, Bucero se detuvo en la ciudad de Wissembourg, cuyo líder reformista, Heinrich Motherer, le pidió que fuera su capellán. Accedió a interrumpir su viaje y comenzó a trabajar de inmediato, con sermones diarios en los que atacaba las prácticas tradicionales de la Iglesia católica y las órdenes monásticas. De acuerdo a sus creencias, la Biblia era la única fuente de conocimiento para alcanzar la salvación (sola scriptura) y la misa no debía considerarse como una «recrucificación de Cristo», sino un recibimiento del don de la salvación divina a través de Cristo. Además, acusó a los monjes de crear reglas adicionales a lo que estaba establecido en la Biblia. Resumió sus convicciones en seis tesis y pidió una disputación pública. Sus oponentes —los franciscanos y dominicos locales— lo ignoraron, pero sus prédicas incitaron a la gente del pueblo a amenazar a los monasterios de la ciudad. El obispo de Espira le respondió con la excomulgación y, aunque el ayuntamiento continuó apoyándolo, otros acontecimientos amenazaron la vida de Bucero. Su benefactor, Sickingen, fue derrotado y asesinado durante la Revuelta de los Caballeros de 1522, mientras que Hutten huyó a Suiza. El ayuntamiento pidió a Bucero y Motherer que se fueran y, el 13 de mayo de 1523, ambos escaparon a la cercana Estrasburgo.

Reformista en Estrasburgo
Excomulgado y sin medios de subsistencia, se encontraba en una situación precaria cuando llegó a Estrasburgo. No era ciudadano de la ciudad, una condición que concedía la protección por parte de las autoridades. El 9 de junio de 1523, Bucero escribió una carta urgente al reformista de Zúrich (Ulrico Zuinglio), pidiéndole una llegada segura a Suiza. Para su suerte, el Concejo de Estrasburgo estaba bajo la influencia del protestante Matthäus Zell y, durante los primeros meses, Bucero trabajó como su capellán no oficial y dando clases sobre los libros de la Biblia. El 24 de agosto de 1523, el gremio más grande en la ciudad, Gärtner o «los jardineros», le designó como el pastor de la iglesia de Santa Aurelia.[42]​ Un mes más tarde, el concejo aceptó su solicitud de ciudadanía. Durante su estancia en Estrasburgo, se unió a un grupo de reformistas notables: Zell —quien hacía de predicador en las misas—, Wolfgang Capito —el teólogo más influyente en la ciudad— y Caspar Hedio —el predicador de la catedral—. Una de las primeras acciones de Bucero en la causa de la Reforma fue un debate con Thomas Murner, un monje que había criticado a Lutero en sátiras. Mientras el ayuntamiento trataba de no meterse en asuntos religiosos, el número de personas que apoyaban la Reforma y la hostilidad hacia los clérigos tradicionales había crecido considerablemente.

El antagonismo llegó a su cúspide cuando Conrad Treger, el prior provincial de los agustinos, denunció a los predicadores reformistas y burgueses de la ciudad como herejes. El 5 de septiembre de 1524, turbas enfurecidas irrumpieron en los monasterios y saquearon y destruyeron las imágenes religiosas. Muchos opositores de la Reforma fueron arrestados, incluyendo a Treger. Luego de que el concejo solicitó una declaración oficial de los reformistas, Bucero elaboró doce artículos que resumían las enseñanzas de la Reforma, como la justificación por la fe (sola fide). Rechazó la misa y conceptos católicos como los votos monásticos, la veneración de santos y el purgatorio. Se negó a reconocer la autoridad papal y, en su lugar, enfatizó la obediencia al gobierno local. El 12 de octubre, Treger fue liberado y huyó de Estrasburgo. Con su partida, la oposición abierta a la Reforma terminó en la ciudad.

El primer logro de los reformistas fue la creación de un nuevo culto de adoración —en ese momento, los que vivían en Estrasburgo siguían la liturgia de Zuinglio—. Presentaron propuestas para unificar los cultos de adoración del movimiento de la Reforma desarrollados por los teólogos de Wittenberg y Zúrich. En Grund und Ursach (Fundamentos y causas), publicado en diciembre de 1524, Bucero atacó la doctrina de la misa como un «sacrificio» y rechazó las vestiduras litúrgicas, el altar mayor y cualquier forma de ritual. Para mayo de 1525, las reformas se habían aplicado en las iglesias parroquiales de la ciudad, pero el ayuntamiento decidió permitir que la misa continuara en la catedral y las colegiatas de Santo Tomás, San Pedro el Joven y San Pedro el Viejo.

Conversaciones con Lutero y Zuinglio
A partir de 1524, se concentró en el tema que dividía a los líderes reformistas: la eucaristía. En esta discusión, trató de mediar entre Martín Lutero y Ulrico Zuinglio. Los dos teólogos estaban en desacuerdo sobre si el cuerpo y la sangre de Cristo estaban, verdaderamente, presentes en el pan y el vino durante la celebración de la Cena del Señor. Lutero creía en la presencia real de Jesús, pero Zuinglio consideraba que era una presencia simbólica. A finales de 1524, Bucero había abandonado la idea de la presencia real y, después de algunos estudios exegéticos, aceptó la interpretación de Zuinglio. No obstante, no creía que la Reforma dependiera de cualquiera de las posiciones, sino sobre la fe en Cristo y otros asuntos secundarios. En este sentido, se diferenció de la postura de Zuinglio.

En marzo de 1526, Bucero publicó Apologia, en la que defendió sus puntos de vista. Propuso una fórmula que esperaba satisfacer ambas partes: las diferentes interpretaciones de las Sagradas Escrituras eran aceptables y la unidad de la iglesia estaba asegurada, siempre y cuando ambas partes tuvieran «fe como de la un niño en Dios». Bucero indició que su interpretación y la de Zuinglio sobre la eucaristía eran las únicas correctas, mientras que la de los teólogos de Wittenberg podrían estar en un error, pero los aceptó como hermanos que estaban de acuerdo en los mismos fundamentos de fe. También publicó dos traducciones de obras de Lutero y Johannes Bugenhagen, con una interpolación de su propia interpretación de la Cena del Señor en el texto. Esto indignó a los teólogos de Wittenberg y dañó sus relaciones con Bucero.​ En 1528, cuando Lutero publicó Vom Abendmahl Christi, Bekenntnis (lit., El compromiso de la Santa Cena de Cristo), en la que detalla su concepto de la unión sacramental. Bucero respondió con el tratado Vergleichnung D. Luthers, und seins gegentheyls, vom Abendmal Christi (Conciliación entre el Dr. Lutero y sus oponentes en cuanto a la Cena de Cristo), que tomó la forma de un diálogo entre dos mercaderes: en Núremberg apoyaron a Lutero y en Estrasburgo a Bucero y, aparentemente, este último venció. Bucero señaló que mientras Lutero había negado la impanación —la idea de que Cristo «se hizo pan»—​ no existía desacuerdo entre él y Zuinglio, porque entonces creía en una presencia espiritual de Cristo en la eucaristía. Lutero rechazó con dureza esta interpretación de Bucero.

Durante este tiempo, Bucero y Zuinglio permanecieron en cercano contacto, discutieron otros aspectos teológicos, como el uso de imágenes religiosas y la liturgia. En ocasiones, Bucero no dudada en expresar su desacuerdo a Zuinglio, aunque la unidad entre Estrasburgo y las iglesias suizas tenía prioridad sobre esas diferencias. En 1527, Bucero y Capito asistieron a una disputación en Berna para decidir si la ciudad debía aceptar doctrinas y prácticas reformadas. Bucero dio un fuerte apoyo al liderazgo de Zuinglio en la disputación, que finalmente introdujo la Reforma a esa ciudad suiza.​ La última reunión entre Zuinglio y Lutero fue en la disputa de Marburgo (en octubre de 1529), organizada por Felipe I de Hesse y a la que asistieron varios líderes reformistas, incluyendo a Bucero. Lutero y Zuinglio coincidieron en 13 de los 14 temas que se trataron, pero el segundo teólogo no aceptó la doctrina de la presencia real, en la que Lutero no cedió. Luego que se interrumpió la conversación entre los dos, Bucero intentó salvar la situación, pero Lutero dijo: «Es obvio que no tenemos un mismo espíritu». La reunión terminó en un fracaso. Al año siguiente, Bucero escribió su decepción por la inflexibilidad doctrinaria: Por mi parte, no he conocido a dos personas que creyeran exactamente lo mismo. Esto también sucede en la teología.

Competencia entre denominaciones protestantes
La división teológica entre los reformistas se hizo evidente cuando el emperador Carlos V les pidió que presentaran sus puntos de vista en la dieta de Augsburgo (1530).[62]​ Felipe Melanchthon, el principal delegado de Wittenberg, preparó rápidamente un proyecto que, con el tiempo, se convirtió en las confesiones de Augsburgo. Los teólogos de Wittenberg rechazaron los intentos de Estrasburgo por adoptarlo sin el artículo sobre la Cena del Señor. En respuesta, Bucero escribió una nueva confesión: la Confesión Tetrapolitana (Confessio Tetrapolitana), llamada así porque solo cuatro ciudades la adoptaron —Estrasburgo y otras tres ciudades del sur de Alemania: Constanza, Memmingen y Lindau—. Se utilizó una copia del proyecto de Melanchthon como punto de partida y el único cambio importante fue la redacción en el artículo sobre la eucaristía. Según Eells, el artículo sobre la eucaristía en la Confesión Tetrapolitana decía: «En este sacramento, su verdadero cuerpo y verdadera sangre son verdaderamente dados para comer y beber, como alimento para sus almas [de los creyentes] y para la vida eterna, para que permanezcan en Él y Él en ellos». La palabra verdaderamente es ambigua y no se definió con exactitud.

Sin embargo, el emperador decretó el 22 de septiembre que los reformistas debían reconciliarse con la fe católica o usaría la fuerza militar para reprimirlos. Esto provocó que Melanchthon se reuniera con Bucero y, después de largas discusiones, se acordaron nueve tesis, que enviaron a Lutero y Estrasburgo. Los magistrados de esa ciudad también las enviaron a Basilea y Zúrich. Bucero se reunió con Lutero en Coburgo, entre el 26 y 28 de septiembre. Aunque seguía rechazando sus tesis, le animó a continuar con la búsqueda de la unidad. Luego, viajó a varias localidades del sur de Alemania —Ulm, Isny de Algovia, Constanza, Memmingen y Lindau, entre otras— y las ciudades suizas de Basilea y Zúrich. En esta última, el 12 de octubre, presentó los artículos a Zuinglio, quien ni se opuso ni estaba de acuerdo con él.​

En febrero de 1531, los príncipes y ciudades protestantes del Sacro Imperio crearon la Liga de Esmalcalda para defender la religión reformada. En Estrasburgo, Jakob Sturm von Sturmeck negoció la inclusión de la ciudad debido a su adhesión a la Confesión Tetrapolitana.​ En ese momento, la relación de Bucero con Zuinglio se estaba deteriorando. Los acuerdos políticos de la ciudad con el elector de Sajonia y el apoyo teológico parcial de Bucero a Lutero eran demasiado para Zuinglio. El 21 de febrero de 1531, escribió a Bucero poner fin a su amistad. Cuando los delegados de las ciudades del sur de Alemania se reunieron en Ulm entre el 23 a 24 de marzo de 1532 para discutir su alianza con la Liga de Esmalcalda, Bucero les aconsejó que firmaran la Confesión de Augsburgo si eran presionados a hacerlo. Según Bucero, recomendar la confesión de sus rivales sobre su propia versión sorprendió a las ciudades suizas. Lutero continuó sus críticas polémicas a Bucero, pero este se mantuvo impasible. «En cualquier caso, debemos buscar la unidad y amor en nuestras relaciones con los demás —escribió—, independientemente de cómo se comporten para con nosotros». En abril y mayo de 1533, volvió a recorrer las ciudades del sur de Alemania y Suiza. En estas últimas no quedaron convencidos y no se unieron a la alianza protestante.

Organizador de la iglesia en Estrasburgo
Mientras se desarrollaban aquellos acontecimientos, los reformistas de Estrasburgo estaban progresando poco a poco. Su presión sobre el concejo de prohibir todas las misas finalmente tuvo éxito.​ El 20 de febrero de 1529, Estrasburgo abrazó abiertamente la Reforma cuando se suspendió oficialmente la práctica de la misa. En su lugar, celebraban dos oficios de predicación (Predigtgottesdienste) cada domingo en todas las iglesias parroquiales. El 5 de enero de 1530, cuando Estrasburgo se unió a la alianza de las ciudades suizas, la Coburguesía Cristiana (Christliches Burgrecht), el concejo eliminó sistemáticamente las imágenes y altares laterales de las iglesias.[76]​ Bucero fue el primero en tolerar esas imágenes en los lugares de culto, siempre y cuando no fueran venerados. Más tarde, llegó a pensar que debían quitarse debido a su potencial abuso y abogó en un tratado para su retiro. En primer lugar, tuvo que obtener la autoridad de los magistrados y luego trató de instruir al pueblo a que abandonara la devoción a las imágenes.

Su prioridad en la ciudad era inculcar disciplina moral en la iglesia. Para este fin, los guardianes especiales (Kirchenpfleger), elegidos entre los laicos, eran asignados a cada congregación para supervisar la doctrina y su práctica. Esta preocupación fue motivada por los efectos de una población de refugiados en rápido crecimiento, atraídos por las leyes flexibles de asilo de Estrasburgo. La afluencia de refugiados, sobre todo después de 1528, causaron la aparición de varios predicadores revolucionarios. Estos hombres estaban inspirados en una variedad de doctrinas apocalípticas y místicas y, en algunos casos, por la hostilidad hacia el orden social y la noción de una iglesia oficial. Un número significativo de refugiados eran anabaptistas y espiritistas, como los seguidores de Melchor Hoffman, Kaspar Schwenkfeld von Ossig y Clemens Ziegler.​ Bucero tomó la responsabilidad de atacar a estos y otros predicadores populares para minimizar su influencia y asegurar su expulsión y la de sus seguidores. El 30 de noviembre de 1532, los pastores y guardianes de la iglesia pidieron al concejo hacer cumplir las normas éticas, decretar oficialmente la fe reformada y refutar las doctrinas «sectarias». Las autoridades en el poder, que habían permitido que las congregaciones sectarias prosperaran entre los refugiados y las órdenes menores, solo expulsaron a los alborotadores importantes, pero Bucero insistió en que el concejo debía tomar el control de todo culto cristiano en la ciudad por el bien común.

En respuesta, el concejo creó una comisión para formar un sínodo ciudadano. Para este encuentro, Bucero proporcionó un borrador con dieciséis artículos sobre la doctrina de la iglesia. El sínodo se reunió el 3 de junio de 1533 en la iglesia de Santa Magdalena para debatir ese texto, que finalmente aceptaron en su totalidad. Los líderes de las sectas fueron llevados ante el sínodo e interrogados por Bucero. A Ziegler le prohibieron predicar —si bien le permitieron permanecer en Estrasburgo—, Hoffmann era considerado peligroso para la ciudad y decidieron encarcelarlo, mientras que Schwenckfeld abandonó la ciudad por su propia voluntad.

Luego el sínodo, el concejo de la ciudad dio largas al asunto durante varios meses. La comisión del sínodo, que incluía a Bucero y Capito, tomó la iniciativa y elaboró un proyecto de orden para la regulación de la iglesia. Propusieron que el concejo asumiera el control casi absoluto de la iglesia y se responsabilizara de supervisar la doctrina, nombrar a los guardianes de la iglesia y mantener las buenas costumbres. Aun así, el concejo se retrasaba y condujo a los pastores al borde de la dimisión. Solo cuando los seguidores de Hoffman tomaron el poder en Münster, el concejo actuó, por temor a un incidente similar en la ciudad.​ El 4 de marzo de 1534, el ayuntamiento anunció que la Confesión Tetrapolitana de Bucero y sus dieciséis artículos sobre la doctrina de la iglesia, eran las declaraciones oficiales de la fe de la iglesia. Todos los anabaptistas debían suscribirse a estas leyes o salir de la ciudad. La decisión estableció una nueva iglesia en Estrasburgo. Capito más tarde declaró: «Bucero es el obispo de nuestra iglesia».

Campaña por la unidad protestante
Para 1534, Bucero era una figura clave en la Reforma alemana. En repetidas ocasiones, tomaba la iniciativa de garantizar un acuerdo doctrinal entre Wittenberg y las ciudades del sur de Alemania y Suiza. En diciembre de 1534, sostuvo una serie de conversaciones con Melanchthon en Kassel y, a partir de esto, redactó diez tesis que aprobaron los teólogos de Wittenberg.​ En octubre de 1535, Lutero solicitó una reunión en Eisenach para alcanzar un acuerdo definitivo entre las facciones protestantes. Bucero convenció a los alemanes meridionales a que asistieran, pero los suizos, liderados por Heinrich Bullinger, sucesor de Zuinglio, se mostraron escépticos a sus intenciones. En su lugar, se reunieron en Basilea el 1 de febrero de 1536 para redactar su propia confesión de fe. Bucero y Capito asistieron e instaron a los suizos a que adoptaran un texto de compromiso sobre la eucaristía para no ofender a los luteranos. La presencia real de Cristo fue reconocida, pero se rechazó una unión natural o terrenal entre Cristo y los elementos (pan y vino). El resultado fue la Primera Confesión Helvética, que levantó el ánimo de Bucero para su próximo encuentro con Lutero.

La reunión comenzó el 21 de mayo de 1536, pero se trasladó a Wittenberg porque Lutero estaba enfermo. Para sorpresa de los alemanes meridionales, Lutero comenzó a criticarlos y exigió que abandonaran esa noción falsa sobre la eucaristía. Capito intervino para calmar las cosas y Bucero comentó que Lutero había malinterpretado las opiniones sobre el tema. Los luteranos insistieron en que los incrédulos que participaban de la eucaristía verdaderamente recibían el cuerpo y la sangre de Cristo. Bucero y los alemanes meridionales creían que solo se reciben los elementos del pan y vino. Bugenhagen formuló un arreglo, aprobado por Lutero, que distinguía entre los «indignos» (indigni) y los «incrédulos», no creyentes o impíos (impii). Los alemanes meridionales aceptaron que los indignos reciben a Cristo, pero la cuestión de los impíos quedó sin respuesta. Las dos partes trabajaron fluidamente en otros temas y, el 28 de mayo, firmaron la Concordia de Wittenberg. Estrasburgo aprobó rápidamente el documento, pero Bucero necesitó de mucha persuasión para convencer a todas las ciudades del sur de Alemania. Los suizos eran resistentes, en particular Zúrich. Incluso, rechazaron una pequeña declaración sobre la unión de Cristo con los elementos de la eucaristía. Bucero aconsejó a los suizos que celebraran un sínodo nacional para hablar sobre el asunto, con la esperanza de que al menos pudiera convencer a Berna y Basilea. El sínodo se reunió en Zúrich entre el 28 de mayo y el 4 de abril de 1538, pero Bucero no pudo conseguir el apoyo de ni una sola ciudad. Los suizos nunca aceptaron o rechazaron la Concordia de Wittenberg.[99]​[100]​Bucero creía que la Concordia de Wittenberg permitía a una verdadera reconciliación entre protestantes y una futura hegemonía doctrinal del luteranismo.

Finalmente, Bucero pudo influir indirectamente en los suizos. En el verano de 1538, invitó a Juan Calvino, futuro reformista de Ginebra, a dirigir una congregación de refugiados franceses en Estrasburgo.​ Teológicamente, ambos tenían mucho en común y mantuvieron una larga amistad.​ Actualmente, los estudiosos modernos discuten el grado en que Bucero influenció a Calvino,[104]​ pero concuerdan que muchas de las reformas que el teólogo francés implementó después en Ginebra, como la liturgia y organización de la iglesia, las desarrolló primero en Estrasburgo.

Asesor de Felipe I de Hesse
En 1538 la ley de Felipe I de Hesse que protegía a los judíos en su territorio quedó sin efecto, por lo que encargó a Bucero la creación de una nueva política. Felipe le entregó un borrador tolerante en la regulación de ese asunto. Bucero rechazó las condiciones favorables y recomendó prohibir que los judíos participaran en las relaciones comerciales, excepto las que proporcionaban la subsistencia mínima. Además, en su tratado Consejo sobre los judíos (Judenratschlag) incluía sus primeros estereotipos negativos de ese grupo étnico. La nueva ordenanza de Felipe (1539) hizo un arreglo. Permitió a los judíos que practicaran el comercio y participaran en las actividades financieras, pero añadió normas estrictas sobre sus asociaciones con cristianos. Existía la posibilidad de una aplicación arbitraria de la nueva política y, como resultado, muchos judíos optaron por irse de Hesse. Por esto, Bucero compartió parte de la culpa.

En noviembre de 1539, Felipe le pidió crear una defensa teológica de la bigamia, ya que había decidido contraer matrimonio bígamo. Bucero aceptó a regañadientes, pero con la condición de que ese matrimonio debía mantenerse en secreto. Primero consultó a Lutero y Melanchthon, luego los tres reformistas presentaron a Felipe una declaración de asesoría (Wittenberger Ratschlag); entonces, Bucero elaboró sus propios argumentos a favor y en contra de la bigamia. Aunque el documento especificaba que este tipo de matrimonio podría ser castigado bajo condiciones excepcionales, Felipe lo consideró como la aprobación de su matrimonio con la dama de compañía de su hermana. Cuando se propagaron rumores del matrimonio, Lutero le dijo a Felipe que lo desmintiera, mientras que Bucero le aconsejó que ocultara a su segunda esposa y no mencionara el asunto. Algunos eruditos han notado una posible motivación para este notorio consejo: los teólogos creían que habían aconsejado a Felipe como pastor a su feligrés y que una mentira estaba justificada para proteger la privacidad de sus consejos confesionales.​ El escándalo que siguió al matrimonio bígamo causó que Felipe perdiera influencia política y la Reforma dentro del Sacro Imperio se vio seriamente comprometida.

Temas doctrinales
A finales de 1538, poco antes de la muerte del duque católico Jorge de Sajonia, se celebró un coloquio religioso en Leipzig para discutir posibles reformas dentro del ducado. El electorado de Sajonia envió a Melanchthon, mientras Felipe de Hesse delegó a Bucero. El ducado estuvo representado por Georg Witzel, exluterano reconvertido al catolicismo. En las discusiones, del 2 a 7 de enero de 1539, Bucero y Witzel acordaron dar una prórroga a puntos controversiales de la doctrina, pero Melanchthon se retiró, pues estimó que la unidad doctrinal era un requisito previo de un plan de reforma. Witzel coincidió en quince artículos, que cubrían diversos temas de la vida eclesial. Sin embargo, Bucero no hizo concesiones doctrinales: permaneció en silencio en temas cruciales como la misa y el papado. Su enfoque ecuménico provocó duras críticas de otros reformistas.

Carlos V intentó recuperar a los príncipes protestantes en una serie de coloquios y dietas imperiales. Cuando la reconciliación fracasó, trató de reprimir la resistencia protestante en la Guerra de Esmalcalda.
En la tregua de Fráncfort (1539), Carlos V y los dirigentes de la Liga de Esmalcalda acordaron en un coloquio resolver todas las cuestiones religiosas dentro del Sacro Imperio. Bucero puso grandes esperanzas en esta reunión: creyó que podría convencer a la mayoría de católicos alemanes que aceptaran la doctrina de sola fide, como punto de partida para el debates de otros temas secundarios. Bajo diferentes seudónimos, publicó folletos que promovían una iglesia nacional alemana.​ El 12 de junio de 1540 comenzó una conferencia en Haguenau, pero luego de un mes de discusiones las dos partes no lograron ponerse de acuerdo en un punto de partida común. Decidieron volver a reunirse en Worms. Melanchton dirigió a los protestantes y Bucero tuvo una gran influencia tras bastidores. Cuando el coloquio volvió a estancarse, el canciller imperial, Nicolás Perrenot de Granvela, sugirió negociaciones secretas. En ese momento, Bucero empezaba a trabajar con Johann Gropper, un delegado de Hermann von Wied, arzobispo de Colonia. Consciente de los riesgos de esa aparente colusión, estaba decidido a forjar la unidad entre las iglesias alemanas. Ambos coincidieron en veintitrés artículos en los que Bucero había cedido a la posición católica. Estos incluían la justificación, los sacramentos y la organización de la iglesia. Quedaron inconclusas cuatro cuestiones en disputa: veneración de los santos, misas privadas, confesión auricular y transubstanciación. Los resultados fueron publicados en el Libro de Worms, que confidencialmente presentaron a un príncipe de cada bando de la división religiosa: Felipe I de Hesse y Joaquín II, elector de Brandeburgo.

El Libro de Worms sentó las bases para las últimas negociaciones en la dieta de Ratisbona (1541). El emperador creó un pequeño comité, compuesto por Johann Eck, Gropper y Julius von Pflug en el lado católico y Melanchthon, Bucero y Johann Pistorius en la parte protestante. El punto de partida de la discusión fue el Libro de Ratisbona —esencialmente la misma publicación de Worms, pero con modificaciones del legado papal Gasparo Contarini y otros teólogos católicos—. Ambas partes tenían pensado un buen comienzo y llegar a un acuerdo sobre la cuestión de la justificación por la fe, pero no pudieron acordar algo sobre la autoridad de enseñanza de la Iglesia, ya que los protestantes insistían en que era la Biblia y los católicos imponían al magisterio —en otras palabras, el papa y sus obispos—. En el artículo sobre la misa y la Cena del Señor, Contarini trató de insertar el concepto de la transubstanciación, que era inaceptable para los protestantes. Como resultado, el coloquio llegó a un punto muerto. Para salvar algunos de los acuerdos alcanzados, Carlos V y Granvela ordenaron reimprimir el Libro de Ratisbona con artículos adicionales que permitían a los protestantes presentar sus puntos de vista. No obstante, Lutero en Wittenberg y la corte papal en Roma habían visto el libro y ambos rechazaban públicamente el artículo sobre la justificación por la fe. El fracaso de la conferencia fue un duro revés para Bucero.​

Tras su regreso de Ratisbona, la ciudad de Estrasburgo fue azotada por la peste.​ Su amigo y colega, Wolfgang Capito, sucumbió a la enfermedad; a continuación, su esposa, Elisabeth, murió el 16 de noviembre de 1541. Se desconoce cuántos hijos tuvo Elisabeth, aunque varios murieron durante el parto o a una edad joven.​ Uno de los hijos, Natanael, sobrevivió hasta la edad adulta —aunque débil física o psíquicamente— y permaneció con la familia Bucero el resto de su vida. En las horas finales de Elisabeth, pidió a Bucero que cuando muriera se casase con la viuda de Capito, Wibrandis Rosenblatt. Efectivamente, Bucero se casó con ella el 16 de abril de 1542; se trataba del cuarto matrimonio de Rosenblatt, pues había sobrevivido a Ludwig Keller, Juan Ecolampadio y Wolfgang Capito. Trajo a sus cuatro hijos de matrimonios anteriores. La nueva pareja tuvo una hija, a quien llamaron Elisabeth.

Reforma en el electorado de Colonia
El 5 de febrero de 1542, Bucero y Gropper se reunieron con Hermann von Wied, arzobispo-elector de Colonia, para discutir la introducción de la Reforma en la Iglesia de su arquidiócesis. Como uno de los siete electores del Sacro Imperio, el arzobispo de Colonia era una figura política clave para el emperador y los reformistas. Después de consultar a la dieta territorial, el arzobispo encargó a Bucero que liderara la reforma y se trasladara a Bonn, la capital del electorado (hecho que ocurrió el 14 de diciembre). Su selección produjo consternación en el cabildo catedralicio de Colonia, es decir los clérigos que asistían el arzobispo. La hostilidad del clero causó un distanciamiento entre Bucero y Gropper. El 19 de diciembre, el cabildo catedralicio presentó una protesta formal contra el nombramiento de Bucero, pero Wied apoyó a su nuevo protegido y a Bucero se le permitió quedarse. Lideró una pequeña congregación en la catedral de Bonn, donde predicaba tres veces a la semana, aunque su principal responsabilidad era planificar las reformas.

En enero de 1543, empezó a trabajar en un documento importante para Wied: Einfältiges Bedenken, worauf eine christliche, im Worte Gottes gegründete Reformation ... anzurichten sei (Consideración simple sobre el establecimiento de una Reforma cristiana evidenciada en la Palabra de Dios). Melanchthon llegó a Bonn en mayo y Caspar Hedio un mes después para ayudar a redactar el documento. A principios de julio, Bucero discutió el proyecto con el arzobispo, quien, después de estudiarlo, presentó los progresos a la dieta territorial el 23 de julio. Aunque el cabildo catedralicio lo rechazó rotundamente, la dieta se pronunció a favor del programa de reformas. El documento final tenía más de trescientas páginas y cubría varios temas sobre doctrina, leyes de la Iglesia y liturgia. Algunos de los principios propuestos incluían la justificación por la fe, la aceptación del bautismo y la Cena del Señor como los únicos sacramentos válidos, la ofrenda de la copa a los laicos, la celebración de servicios religiosos en lengua vernácula y la autorización del matrimonio en los sacerdotes.

Estos primeros adelantos hacia la consolidación de la Reforma se suspendieron en 17 de agosto de 1543, cuando Carlos V y sus tropas entraron en Bonn. El emperador estaba comprometido en una recia campaña para hacer valer su derecho sobre las tierras disputadas por Guillermo, duque de Jülich-Cléveris-Berg. Bucero tuvo que regresar a Estrasburgo poco después. Cuando el cabildo catedralicio antirreformista y la universidad apelaron al emperador y el papa por la protección contra su arzobispo, Carlos V se puso de su parte. Bucero escribió varios tratados para defender el plan de reforma de Wied y un libro de seiscientas páginas, Beständige Verantwortung (Defensa de Steadfast), pero no pudo influir en el curso de los acontecimientos. Wied fue excomulgado el 16 de abril de 1546 y entregó formalmente sus títulos de elector el 25 de febrero de 1547. La congregación protestante en Bonn expresó su consternación por este desastre. Bucero les aseguró que «los cristianos que se humillan ante Dios» finalmente recibirán su protección.

Oposición al «Interim de Augsburgo»
Con el inicio de la Guerra de Esmalcalda en 1546, los protestantes tenían pérdidas graduales en el Sacro Imperio. El 21 de marzo de 1547, Estrasburgo se rindió al ejército imperial y, al mes siguiente de la decisiva victoria imperial en la batalla de Mühlberg, cayó la mayoría de la resistencia protestante. En esa ciudad, Bucero y sus colegas, entre ellos Matthäus Zell, Paul Fagius y Johann Marbach, siguieron presionando al concejo para traer más disciplina e independencia de la iglesia. Carlos V anuló sus esfuerzos en la dieta de Augsburgo, que tuvo lugar entre septiembre de 1547 y mayo de 1548. La dieta produjo un decreto imperial, el provisiorio «Interim de Augsburgo», que impuso los ritos y ceremonias católicas en todo el Sacro Imperio, con algunas excepciones a la Reforma.​ Para hacer más aceptable este documento a los protestantes, Carlos V necesitaba una figura destacada con el respaldo de ellos, por lo que seleccionó a Bucero. El 30 de marzo de 1548, llegó a Augsburgo por su propia voluntad y, el 2 de abril, después de que le mostraron el documento, anunció su intención de ratificarlo si se realizaban ciertos cambios; pero el tiempo para las negociaciones había terminado y Carlos V insistía en su firma. Cuando Bucero se negó, fue puesto bajo arresto domiciliario el 13 de abril y poco después en confinamiento. El 20 de abril, firmó el «Interim» y fue liberado inmediatamente.

A pesar de esta capitulación, Bucero continuó luchando. De regreso a Estrasburgo, intensificó sus ataques contra los ritos y ceremonias católicas y, el 2 de julio, publicó Ein Summarischer vergriff der Christlichen Lehre und Religion (Resumen conciso de doctrina y religión cristiana), una declaración confesional que pedía a Estrasburgo el arrepentimiento y defensa de los principios reformados descritos en veintinueve artículos. Carlos V ordenó destruir todos los ejemplares. La tensión creció en Estrasburgo, pues sus opositores temían que llevara a la ciudad a la destrucción. Muchos comerciantes huyeron para evitar un posible enfrentamiento con las fuerzas imperiales. El 30 de agosto, funcionarios de los gremios votaron para iniciar las negociaciones de adoptar el «Interim». Bucero se mantuvo firme; incluso luego de la ciudad de Constanza se rindió y aceptó el «Interim», llamó a rechazarlo incondicionalmente. En enero de 1549, con planes en marcha para la aplicación del «Interim» en Estrasburgo, Bucero y sus colegas continuaron oponiéndose y elaboraron un memorándum sobre cómo mantener la fe protestante bajo sus directivas. Sin apoyo significativo, Bucero y Fagius finalmente fueron relevados de sus cargos y expulsados de la ciudad el 1 de marzo de 1549. El 5 de abril salió al exilio, como había llegado veinticinco años antes. Se refugió durante tres semanas en casa de la esposa de Zell, Catalina.

Exilio en Inglaterra
Thomas Cranmer dio refugio en Inglaterra a Bucero hasta el final de sus días. Recibió varias ofertas de asilo, como la de Melanchthon en Wittenberg y Calvino desde Ginebra. Aceptó la invitación del arzobispo Thomas Cranmer en Inglaterra. Ya que Cranmer en su correspondencia nombraba a varios ingleses poderosos, Bucero creyó que la Reforma anglicana había avanzado con cierto éxito. El 25 de abril de 1549, llegó junto a Fagius y otros a Londres, donde Cranmer los recibió con todos los honores.​ Unos días más tarde, Bucero y Fagius fueron presentados a Eduardo VI y su corte.​ La esposa de Bucero, Wibrandis, y su hijastra Agnes Capito (hija de Wolfgang) llegaron en septiembre. Al año siguiente, Wibrandis organizó el viaje del resto de sus hijos y su anciana madre.

Bucero ocupó la posición de Regius Professor of Divinity (profesor de Religión) en la Universidad de Cambridge donde conoció a Matthew Parker. En junio entró en una polémica cuando Pedro Mártir Vermigli, otro refugiado que tomó un puesto equivalente en la Universidad de Oxford, debatió con sus colegas católicos sobre el tema de la Cena del Señor. Vermigli le pidió a Bucero su apoyo, pero este último no estaba completamente de acuerdo con la posición de Vermigli y pensó que la exposición de las diferencias no ayudaría a la causa de la Reforma. No dispuesto a que el conflicto de la eucaristía se repitiera en Inglaterra, le dijo Vermigli que no tomaría partido, sea católico, luterano o zuingliano. Bucero dijo: «Debemos aspirar con mucho celo edificar a tantas personas como nos sea posible en la fe y en el amor de Cristo, no de ofender a los demás». En 1550, surgió otro conflicto cuando John Hooper, el nuevo obispo de Gloucester, se negó a ponerse la ropa tradicional de su consagración. La controversia de las vestimentas enfrentó a la autoridad de Cranmer, quien apoyaba el uso de prendas en el oficio, contrario a Hooper, Vermigli y Jan Łaski, pastor de la Dutch Church en Londres. Como Bucero había reformado los oficios de la iglesia en Estrasburgo —para emular la sencillez de la iglesia primitiva—, Hooper espera el apoyo de Bucero. Sin embargo, este último intentó mantenerse al margen, con el argumento de que había asuntos más importantes que tratar, como la escasez de predicadores y atención pastoral, la necesidad de instrucción catequística y la aplicación de disciplina a la iglesia. Hooper no estuvo dispuesto a ceder y fue encarcelado en la Torre de Londres hasta que aceptó las exigencias de Cranmer.​

Bucero tenía objetivos ambiciosos en la expansión de la Reforma en Inglaterra, pero acabó decepcionado cuando, estando en el poder, no le consultaban. Los ingleses tenían la costumbre de presentar un memorando al rey cada nuevo año, por lo que trabajó en un tratado que entregó como un borrador a su amigo John Cheke el 21 de octubre de 1550. De Regno Christi (En el Reino de Cristo) era la culminación de muchos años de trabajo, un resumen de su pensamiento y la teología que formaría parte de su legado; en él, instaba a Eduardo VI a tomar el control de la Reforma anglicana y propuso que el Parlamento introdujera catorce leyes, que abarcan asuntos tanto eclesiásticos como civiles. En su opinión, la Reforma no solo abarcaba a la iglesia, sino todos los ámbitos de la vida. Tomando nota de las condiciones sociales difíciles en Inglaterra, Bucero promovió el papel de los diáconos en el cuidado de los pobres y necesitados, describió el matrimonio como un contrato social en lugar de un sacramento —de ahí que permitía el divorcio, una idea moderna considerada demasiado avanzada para su época—, abogó por la reestructuración de los sistemas económicos y administrativos y sugirió la mejora de la industria, agricultura y educación. Su sociedad ideal era claramente autoritaria, con un fuerte énfasis en la disciplina cristiana. De Regno Christi nunca fue aplicado en la Reforma anglicana, como Bucero pretendía; incluso no fue impresa en Inglaterra, sino en Basilea, en 1557. Su última contribución importante a la Reforma anglicana fue un tratado sobre la edición original del Libro de Oración Común (1549). Cranmer había pedido su opinión sobre cómo debería revisarse el libro y Bucero presentó su respuesta el 5 de enero de 1551. Hizo un llamamiento a la simplificación de la liturgia y señaló elementos no esenciales: ciertos días festivos en el calendario litúrgico, acciones de piedad como genuflexiones y ceremonias como misas privadas, se enfocó en la congregación y cómo la gente iba a adorar y ser enseñados. Se desconoce cuánto de esta crítica influyó en la segunda edición del Libro de Oración Común (1552). Los estudiosos están de acuerdo en que, si bien el impacto de Bucero en la Iglesia de Inglaterra no debe ser sobrestimado, ejerció su mayor influencia en la revisión del Libro de Oración Común.

Muerte y legado
En su estancia en Inglaterra padeció varias enfermedades, como reumatismo, tos y enfermedades intestinales. Síntomas como vómitos, escalofríos y sudoración sugieren una tuberculosis grave. En febrero de 1551, su estado de salud finalmente colapsó y, el día 22, dictó una adición a su testamento: nombró a Walter Haddon y Matthew Parker como albaceas, felicitó a sus seres queridos a Thomas Cranmer y agradeció a su hijastra, Agnes Capito, por haberlo cuidado. El 28 de febrero, después de animar a los que se le acercaban a hacer todo lo posible por realizar su visión expresada en De Regno Christi, murió a los 59 años. Fue enterrado en la iglesia de Santa María la Grande, en Cambridge, ante una gran multitud de profesores y estudiantes universitarios. Dejó a su esposa Wibrandis una herencia significativa, que consistió principalmente en el hogar y su gran colección de libros. Wibrandis volvió a Basilea, donde murió el 1 de noviembre de 1564 a los 60 años de edad.

En una carta a Pedro Mártir Vermigli, John Cheke escribió: We are deprived of a leader than whom the whole world would scarcely obtain a greater, whether in knowledge of true religion or in integrity and innocence of life, or in thirst for study of the most holy things, or in exhausting labour in advancing piety, or in authority and fulness of teaching, or in anything that is praiseworthy and renowned.

Se nos priva de un líder que este mundo apenas volvería a tener uno mayor, ya sea en conocimiento de la verdadera religión o en la integridad e inocencia de la vida o de la sed por el estudio de las cosas más santas, o en el trabajo agotador sobre la promoción de la piedad, o en la autoridad y la plenitud de la enseñanza, o en cualquier cosa que sea digna de alabanza y renombre.

Cuando la católica María llegó al trono de Inglaterra, Bucero y Fagius fueron enjuiciados póstumamente por herejía como parte de los esfuerzos para restaurar el catolicismo. Los ataúdes fueron desenterrados y sus restos quemados, junto con copias de sus libros. El 22 de julio de 1560, Isabel rehabilitó formalmente a ambos reformistas. Una placa de bronce en el piso de la iglesia de Santa María la Grande marca el sitio original de la tumba de Bucero.

Tras su muerte, se continuaron traduciendo, reproduciendo y difundiendo sus escritos en todo el continente. No existe una denominación cristiana que lleve su nombre, probablemente porque nunca se desarrolló una teología sistemática como Melanchthon tenía para la iglesia luterana y Calvino para las iglesias reformadas. Varios grupos, como los anglicanos, puritanos, luteranos y calvinistas, le reivindican como uno de los suyos. La capacidad de adaptación de su teología a cada punto de vista confesional también llevó a los polemistas a criticarlo como demasiado complaciente. Wright resumen su teología como práctica y pastoral más que teórica. Bucero no estaba tan preocupado por apostar un declaración doctrinal per se, sino que dejó alternativas con el fin de discutir y ganarse a sus opositores. Al mismo tiempo, su posición teológica se basaba en las condiciones de su época, en la que imaginó que la sociedad ideal debía ser dirigida por un gobierno iluminado y centrado en Dios con todas las personas unidas bajo la confraternidad cristiana. Martín Bucero es recordado por su promoción de la unidad doctrinal (ecumenismo) y su lucha para crear una iglesia inclusiva.

Wolfgang Musculus
Wolfgang Musculus, nacido "Müslin" o "Mauslein" (Dieuze, Lorena, Francia, 10 de septiembre de 1497 - Berna, Suiza, 30 de agosto de 1563) fue un teólogo y reformador alemán.

Vida
Nació en la aldea de Dieuze, Mosela, en una zona de habla alemana (desde la Guerra de los Treinta Años es una zona de habla francesa). A los 15 años de edad ingresó en un convento benedictino cerca de Lixheim y a los 20 años predicaba en el convento y sus parroquias. En 1518 leyó las obras de Martín Lutero, iniciador de la Reforma protestante, y se hizo seguidor de este movimiento. En 1527 dejó el convento y se casó con una sobrina de su antiguo prior; posteriormente sirvió como diácono de la Catedral de Estrasburgo y predicador asistente de Matthäus Zell. Allí aprendió el idioma hebreo y conoció a Martín Bucero y a Wolfgang Capito. Viajó a Augsburgo en 1531. Al cabo de 17 años de servicio, dejó la ciudad después del Interim de Augsburgo y se mudó a Suiza, donde enseñó teología en Berna desde 1549. Allí escribió varios comentarios bíblicos y Loci communes sacrae theologiae (Lugares comunes de la sagrada teología), una obra de teología sistemática.

El compositor alemán Johann Sebastian Bach usó el himno de Musculus de 1530, una paráfrasis del Salmo 23, como el texto para su cantata coral Der Herr ist mein getreuer Hirt, BWV 112, que fue interpretada por primera vez en Leipzig en 1731.

Juan Ecolampadio
Johannes Hausschein, Hursgen o Husschin, latinizado como Johannes Œcolampadius y castellanizado como Juan Ecolampadio (Weinsberg, Alemania, 1482 - Basilea, Suiza, 24 de noviembre de 1531) fue un reformador religioso suizo-alemán, cuyo verdadero nombre era Hussgen o Heussgen. Después cambió su nombre por Hausschein (que significa “faro”) y luego a su equivalente en griego Œcolampadius.

Biografía
Nació en Weinsberg, una pequeña ciudad al norte de lo que hoy es Baden-Wurtemberg, pero que entonces era parte del Palatinado. Fue a la escuela en Weinsberg y Heilbronn, y más tarde a la Universidad de Bolonia, con la intención de estudiar Derecho, pero pronto regresó a Heidelberg para cursar estudios de Teología. Entusiasta acerca de la nueva enseñanza, pasó del estudio del griego al del hebreo, ganando su grado de bachiller en 1503. Se convirtió en el predicador de la Catedral en Basilea en 1515, sirviendo bajo el obispado del humanista Christoph von Utenheim.

Obras
Desde el inicio, los sermones de Ecolampadio se centraron en la doctrina de la expiación, y sus ansias de reforma se revelaron por primera vez en una protesta contra la introducción de historias alegóricas en los sermones de Pascua (De risu paschali, 1518). En 1520 publicó su Gramática Griega. El mismo año recibió una invitación para ser predicador de la Iglesia Alta en Augsburgo. Alemania estaba en llamas con las cuestiones suscitadas por Las 95 tesis de Martín Lutero, y la introducción de Ecolampadio en este ambiente, cuando se volvió el defensor de la posición de Lutero, especialmente en su anónimo Canonici indocti (1519), parece haberle inducido a un serio examen de conciencia, por lo que terminó entrando en la vida monástica. Una corta experiencia le llevó a convencerse de que este no era el ideal de la vida cristiana (“amisi monachum, inveni Christianum” – “He perdido al monje, pero he encontrado al Cristiano”), y en febrero de 1522 se mudó a Ebernburg, cerca de Creuznach, donde fue capellán de un pequeño grupo de hombres que sostenían las nuevas opiniones que se venían imponiendo bajo el liderazgo de Franz von Sickingen.

Ecolampadio regresó a Basilea en noviembre de 1522, como vicario de San Martín, y en 1523 fue designado lector de la Sagrada Escritura en la Universidad de Basilea. Dando clases sobre Isaías condenó los abusos eclesiásticos de la época, y en una disputa pública (2 de agosto de 1523) obtuvo tanto éxito que Erasmo escribió a Zúrich refiriendo que «Ecolampadio es la mano más alta entre todos nosotros». Se volvió asistente de Ulrico Zuinglio, y tras más de un año de rica predicación y cuatro disputas públicas en que el veredicto popular se volvió a favor de Ecolampadio y sus amigos, las autoridades de Basilea comenzaron a ver la necesidad de la Reforma. Ecolampadio tuvo por fin la oportunidad de abolir algunas prácticas que él consideraba supersticiosas. Basilea se demoraba mucho en aceptar los ideales de la Reforma. Las noticias sobre la Guerra de los campesinos alemanes y los avances de los anabaptistas evitaron un progreso más acelerado, pero, para 1525, daba la impresión de que las autoridades estaban resueltas a idear un plan para restaurar la pureza del trabajo y la enseñanza.

Matrimonio
En 1528, Ecolampadio contrajo matrimonio con Wibrandis Rosenblatt, una viuda 22 años menor que él, y la diferencia de edad con la novia provocó un hervidero de críticas. Incluso el conocido humanista y jurista Bonifacio Amerbach escribió: «Recientemente Ecolampadio ha llevado a casa una esposa. Un hombre avanzado en años, con la cabeza temblorosa, delgado y agotado, como un cadáver viviente. ¿No habría que llamarlo memo?"». Incluso Erasmo de Róterdam escribió sobre el matrimonio de su amigo: «Hace unos días, Ecolampadio se ha casado con una atractiva muchacha. ¡Está ansioso por comer carne tierna después de la Cuaresma!» En opinión de Ecolampadio, ella era demasiado joven, pero buena cristiana y de familia humilde. Un año después de su matrimonio, escribió a Wolfgang Capito: «Mi esposa es lo que siempre he deseado. Es dócil, poco habladora y buena ama de casa». Capito tomó buena nota, porque años después se casaría con ella. En resumen, Wibrandis era una mujer como querían los antiguos reformadores: muy trabajadora, con pocos conocimientos, obediente y lectora de la Biblia. De este matrimonio nacieron tres hijos. Tras la muerte de Ecolampadio, Wibrandis se volvió a casar con Wolfgang Fabricius Capito y, después de la muerte de este, con Martín Bucero.

Disputas
En enero de 1528, Ecolampadio y Zuinglio tomaron parte en la disputa de Berna, que llevó a la adopción de la nueva fe por parte de dicho cantón, y en el año siguiente, a la supresión de la misa en Basilea. En 1529, se convirtió en el Antistes oficial de la Iglesia Reformada en Basilea. Los anabaptistas citaban a Ecolampadio para justificar sus puntos de vista, pero en una disputa con ellos, éste se alejó de la mayoría de las posiciones de aquellos. Murió el 24 de noviembre de 1531.

Ecolampadio no fue un gran teólogo como Lutero, Ulrico Zuinglio o Juan Calvino, aunque sí fue un líder religioso confiable. Junto con Zuinglio representó a Suiza en la Disputa de Marburgo. Sus posturas sobre la Eucaristía sostenían la interpretación alegórica sobre la interpretación literal de la palabra “cuerpo”, así como la participación de los creyentes en el sacramento más por la salvación de otros que por la propia, aunque luego enfatizó esto como uno de los significados de la gracia en la vida cristiana. Contra la doctrina de Lutero sobre la ubicuidad del Cuerpo de Cristo, opuso la de la presencia y actividad del Espíritu Santo en la iglesia. No desarrolló un profundo análisis de la doctrina de la predestinación como Lutero, Calvino y Zuinglio, contentándose con la máxima “Nuestra Salvación es el Señor; nuestra perdición, nosotros mismos."

Wolfgang Capito
Wolfgang Köpfel, llamado Fabricius Capito (Haguenau, 1478-Estrasburgo, 4 de noviembre de 1541), fue un clérigo alemán, notorio reformador religioso.

Vida
Nacido en una humilde familia alsaciana, asistió a la escuela de latín en Pforzheim. Estudió Medicina y Derecho en las universidades de Ingolstadt, Heidelberg y Friburgo, obteniendo el grado de Maestría en Ingolstadt y el doctorado en Medicina y jurisprudencia en Friburgo (1498).

Tras la muerte de su padre, obtuvo recursos financieros suficientes para dedicarse a la teología, aplicándose con pasión y doctorándose también en esta materia. Tras entrar en la orden de los Benedictinos, se dedicó por algún tiempo a la enseñanza en la ciudad de Friburgo. El obispo de Espira le nombró en 1512 rector del Monasterio de Bruchsal, y, al cabo de tres años, fue trasladado a la iglesia catedral de Basilea (1515). Allí obtuvo una cátedra en la Universidad de Basilea como profesor de teología, conoció a Ulrico Zuinglio y se dedicó al estudio del griego y el hebreo, así como de los escolásticos.

En 1518 comenzó a cartearse con un destacado monje agustino de la Universidad de Wittenberg, Martín Lutero, y a dar conferencias de exégesis bíblica. Aunque admiraba al reformador y sus ideas, compartía con Erasmo de Róterdam el rechazo a su radicalismo. Esta tibieza le hizo merecedor del desprecio de Lutero.

En 1519 se trasladó a Maguncia a requerimiento del arzobispo de esa ciudad, Alberto de Brandeburgo, que pronto le convirtió en su canciller. En tal cargo intentó negociar con Lutero, rebelde a la autoridad de su obispo. Por este motivo viajó en dos ocasiones a Wittenberg y habló ante la Dieta de Worms (1521).

En 1523 se instaló en Estrasburgo —donde permanecería hasta el final de sus días— como párroco de la iglesia de Santo Tomás. Incapaz de conciliar la fe católica con las nuevas ideas, a partir de 1524 se convirtió en uno de los líderes locales del culto reformado, junto con Mateo Zell, Caspar Hedio y Martín Bucero.

Tuvo un papel destacado en las controversias eclesiales del momento, participando en la Segunda Conferencia de Zúrich y en la Disputa de Marburgo. Fue asimismo coautor, junto con Martín Bucero, de la Confessio Tetrapolitana, presentada ante el Emperador Carlos V en la Dieta de Augsburgo (1530) como una alternativa a la Confesión de Augsburgo, redactada por Melanchton. También estuvo presente en el Sínodo de Berna de 1532, el Coloquio de Worms de 1540 y la Dieta de Ratisbona de 1541. Al principió se mostró conciliador con los anabaptistas, pero en 1534 se pronunció con determinación en contra suya.

Capito estaba más preocupado por la unidad espiritual que por las formulaciones dogmáticas. Sus esfuerzos por conciliar a luteranos y zuinglianos le hicieron sospechoso a ojos de ambos grupos, en tanto que su intimidad con Martín Cellarius y miembros de la Escuela Sociniana le llevaron a ser acusado de Arrianismo.

Familia
El 1 de agosto de 1524 se casó con Agnes Röttele, que venía de una de las familias más distinguidas de Estrasburgo. Ella murió en 1531.

En 1532 esposó a Wibrandis Rosenblatt, viuda de Juan Ecolampadio, la cual, a su muerte, se casó con un tercer líder de la Reforma, Martín Bucero. Murió en 1541 a causa de la peste.

Obras
  • Institutionum Hebraicarum libri duo (1518).
  • Divi Io. Chrysostomi Homilia, De Eo Quod Dixit Apostolus, Utinam Tolerassetis Paululum Quiddam Insipientiae Meae / Fabritio Capitone Interprete (1519).
  • Verwarnung der Diener des Wortes zu Straßburg an die Brüder von landen und stetten (1524).
  • Antworten auf Bruder Conrads Vermahnung (1524).
  • Daß die Pfaffheit schuldig sey, burgerlichen Eyd zu thun (1524).
  • An gemeinde stend, jetzund zu Speier versamlet (1526).
  • Enarrationes in Habacuc et Hoseam Prophetas (1527).
  • Kinderbericht…vom Glauben (1529).
  • Una vida de Ecolampadio y crónica del Sínodo de Berna (1532).
  • Una edición de la Ilíada.