Apologetica-Teologia-Ciencias Biblicas

Filipenses 1:27 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio,

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domingo, 20 de septiembre de 2009

Las Herejías X: Sectas IX

Menno Simons por Jan Luyken (1861)

Siglo XVI (1500-1600)


Abecedarianismo
Los abecedarianos declaraban, siguiendo a Storck, que para salvarse era necesario no saber leer ni escribir.

Creencias
Cuando Lutero enseñó que cada uno era dueño de interpretar a su modo las Sagradas Escrituras, según el espíritu privado, su discípulo Stork afirmó que cada fiel podía conocer el espíritu de los libros sagrados tan bien como los más hábiles doctores, pues solo Dios es quien da la inteligencia de ellos a cada hombre, sin el auxilio de otros libros ni ciencias, deduciendo de aquí que el estudio solo servía para producir distracciones e impedir estar atento a la voz de Dios y, por consiguiente, que convenía no saber leer para no estar en peligro de perder la salvación.

Socinianismo
El socinianismo es una doctrina cristiana, considerada herética por las iglesias mayoritarias, difundida por el pensador y reformador italiano Fausto Socino, aunque al parecer se inspiró en las ideas ya formuladas por su tío Lelio Socino.

La doctrina sociniana es antitrinitaria y considera que en Dios hay una única persona y que Jesús de Nazaret no existía antes de su nacimiento, aunque nacido milagrosamente de la Virgen María por voluntad divina. La misión de Jesús en la tierra fue transmitir la voluntad del Padre tal como le había sido revelada, y tras su crucifixión fue resucitado por Dios y elevado a los cielos, donde adquirió la inmortalidad y desde donde reina sobre el mundo desde entonces. Los que crean en él y en el Dios de la revelación cristiana también disfrutarán de una vida inmortal, mientras que los incrédulos y pecadores no irán al infierno (que no existe según la doctrina de Socino), sino que simplemente sus almas se extinguirán tras la muerte del cuerpo físico. Por tanto, la salvación consiste en la inmortalidad y es concedida directamente por la Gracia divina a los que creen.

El socinianismo rechaza la interpretación literal de la Biblia y defiende, en cambio, una interpretación racionalista de la Biblia y los Evangelios y la capacidad del creyente de discernir la verdad por sí mismo. La doctrina sociniana, tal como se implantó en la Polonia de finales del siglo XVI y primera mitad del XVII, fue expuesta de manera detallada en el Catecismo Racoviano (1609).

Historia
Las ideas del unitarismo se comprendían durante los primeros años del cristianismo en lo que el cristianismo católico llamó herejía arriana o Arrianismo, por el nombre de su principal defensor, Arrio.

Pero el Unitarismo moderno se fijó con la Reforma protestante: en Transilvania existió desde la década de 1560 cuando era acaudillado por Férenc David (1510-1579). En Polonia, el unitarismo floreció durante cien años como la Iglesia Reformada Menor, hasta que la persecución de 1660 forzó a sus seguidores al exilio. La figura clave en el movimiento polaco fue el italiano Fausto Socino (1539-1604) y a su movimiento se le llamó Socinianismo.

Acosado por la Inquisición, Fausto Socino tuvo que abandonar el sur de Europa y viajó hacia Polonia donde se estableció; allí encontró a grupos de anabaptistas, que también rechazaban el dogma de la Trinidad y que se habían separado por esta razón de la Iglesia calvinista polaca. Esta nueva iglesia reformada, anabaptista y antitrinitaria, conocida como Iglesia Reformada Menor o Hermanos Polacos, promovió las ideas socinianas en Polonia durante unos 100 años. Fundaron una Universidad, la cual atrajo a maestros y estudiantes de todos los sitios, así como una importante imprenta que permitía la difusión de sus obras por toda Europa. En 1658, el rey Juan II Casimiro, apoyado por otros movimientos religiosos, decretó que todos los miembros de la Iglesia Reformada menor (socinianos) salieran de Polonia en el plazo de tres años, de lo contrario serían ejecutados. Los exiliados de este movimiento religioso sobrevivieron un cierto tiempo en zonas de Europa, como Transilvania, Prusia, Holanda, etc., hasta que desaparecieron por completo como confesión autónoma, integrándose en otras iglesias, como la Unitaria de Transilvania o la Remonstrante de los Países Bajos. 

Legado
Los socinianos tuvieron alguna influencia sobre el movimiento unitario de Transilvania. Los misioneros de los Hermanos de Polonia trataron de establecer iglesias en Alemania y Prusia, y sus exiliados y conversos fundaron iglesias en Ámsterdam y Londres. Unitarios aislados vivieron en Inglaterra hacia 1600, sobre todo John Biddle, el converso más notable, quien es considerado como el "padre del unitarismo Inglés". Luego en el siglo XVIII, pero siempre siendo considerados disidentes de la Iglesia de Inglaterra, el movimiento lo encabezó y dirigió la Essex Church fundada por Theophilus Lindsey en Londres (1774), siendo seguido también por el importante científico Joseph Priestley. En sus últimos años, el escritor español José María Blanco White, (1775-1841) se hizo unitarista.

Durante el siglo XVIII, el unitarismo estadounidense evolucionó hacia el racionalismo científico, y la negación de los milagros en la Biblia. William Ellery Channing llegó a formar también una influyente congregación de ideas semejantes en Boston, ciudad que llegó a constituirse prácticamente en la capital del unitarismo en América; y a ambos lados del Atlántico las congregaciones unitarias se organizaron como denominaciones independientes en 1825. El siglo XIX vio un renacimiento de la cristología sociniana en el movimiento cristadelfiano.

Autores famosos con influencia sociniana
-El poeta John Milton rechazaba el dogma de la Trinidad y se le identifica como sociniano en la cuestión de la mortalidad del alma.
-El químico Joseph Priestley, científico que descubrió el oxígeno, y pastor unitario inglés, se le identifica como sociniano, al afirmar la naturaleza humana de Jesús frente a otros unitarios que defendían posiciones arrianas.
-El filósofo francés Voltaire defendió el recuerdo de Miguel Servet y promovió el librepensamiento.

Pervivencia en la actualidad
Actualmente algunas iglesias evangélicas antitrinitarias sostienen doctrinas similares a la sociniana, principalmente Cristadelfianos, y el Socinianismo también se considera la forma original o primitiva del Unitarismo, negando la preexistencia de Cristo, pero aceptando el nacimiento virginal.

Posteriormente, el Unitarismo histórico se fusionó con la iglesia del Unitarismo universalista en 1995, constituyéndose el Consejo Internacional de Unitarios y Universalistas (ICUU) para coordinar las diversas Iglesias y asociaciones Unitarias y Universalistas del mundo.

Anabaptismo
El anabaptismo es una de las corrientes existentes dentro del protestantismo. El nombre anabaptista (del prefijo ana-, ‘de nuevo’, y el griego ‘el que bautiza’) se refiere a “rebautizar” “bautizar de nuevo”. Dicho nombre les fue impuesto a los anabaptistas por sus detractores, pues los primeros consideran inválido el bautismo infantil. Los anabaptistas abogan por el bautismo de creyentes (de acuerdo con su interpretación de Marcos 16:16) adultos, pues por una parte consideran que los niños son salvos (según Mateo 18:2-4) y por otra parte consideran el bautismo como símbolo de fe, la cual no manifiesta un bebé. En la actualidad, hay en el mundo más de dos millones de anabaptistas de las denominaciones amish, huterita, menonita y la Iglesia de los Hermanos.

Orígenes
Los cristianos acusados de haber bautizado a otra persona por segunda vez ya eran condenados en el Código de Justiniano (Título VI) y se estableció la pena de muerte contra ellos, la cual se aplicó en variadas ocasiones durante la Edad Media y luego en la época de la Reforma Protestante. Los actuales anabaptistas surgieron como vertiente de la Reforma en el siglo XVI, en Suiza, Austria, Alemania y Holanda. En esa época había distintas expresiones del anabaptismo:

-La "revolucionaria", originada en la predicación y bautismos de adultos realizados por el tejedor Nicolás Storch (Nikolaus Storch) y sus compañeros Tomás Dreschel (Thomas Dreschel) y Marcos Stübner (Markus Stübner). Tuvo como defensor absoluto y destacado a Thomas Müntzer, que participó en la Guerra de los Campesinos (1524-1525), lucha de los campesinos contra los terratenientes feudales.
-La "extremista", que protagonizó el levantamiento en la ciudad de Münster (Rebelión de Münster, 1534-1535), encabezada por Jan Matthys y Juan de Leiden (Jan van Leiden), y propiciada por la predicación de Melchor Hoffman.
-La "unitaria" (unitarismo), representada por la personalidad de Miguel Servet, por los Hermanos Polacos (socinianismo) en Polonia y por Ferenc Dávid y las iglesias unitarias de Hungría y Transilvania.
-La "pacifista" "trinitaria", que surgió primero en 1525 en Zúrich, bajo el liderazgo de Conrad Grebel en oposición a Zwinglio, y se extendió luego a Austria, Alemania, Holanda y Polonia, donde otros líderes, como Michael Sattler, Pilgram Marpeck, Baltasar Hubmaier, Hans Denck, Jacob Hutter, Ulrich Stadler, Dirk Philips y Menno Simons, lograron consolidar pequeñas iglesias siempre sometidas a intensa persecución, tanto por católicos como por protestantes y anglicanos.

Características
Aparte de compartir las principales doctrinas de la Reforma, como la definición de la Biblia como única regla infalible de fe, inspirada indudablemente por el Espíritu Santo; la aceptación de Jesucristo como único mediador; el sacerdocio de todos los creyentes y la presencia del Espíritu Santo y sus dones en cada cristiano; y el rechazo de la creencia en la transubstanciación durante la misa y de ésta como sacrificio, defienden la idea de que los cristianos convencidos, bautizados, deben vivir libres de la esclavitud del mundo, amar a los enemigos, abstenerse de toda violencia y solidarizarse materialmente con los pobres, sin apelar a las relaciones con el Estado para conseguir prebendas. El anabaptismo puede definirse en tres puntos principales:

-Un concepto de la esencia del cristianismo como discipulado.
-La Iglesia como fraternidad.
-Una ética y moralidad basada en el Sermón del monte.

Por eso, insisten en la importancia de la comunidad de fe para la oración, la mutua corrección fraterna, mutua ayuda material, ser una comunidad establecida voluntariamente y el Cuerpo de Cristo que se celebra en la Eucaristía. Rechazan enérgicamente las persecuciones y guerras religiosas y consideran un crimen la ejecución de cualquier persona por sus creencias. Su norma fue y sigue siendo “Libertad religiosa para todos los hombres para vivir la fe de su elección o ninguna”. La investigación sobre los orígenes de los anabaptistas se ha viciado, tanto por las calumnias de sus enemigos como por las vindicaciones de sus amigos.

Fue muy habitual colocar juntos, tanto a los anabaptistas de Munster como a los anabaptistas radicales relacionados con los profetas Zwickau, Jan Matthys, Juan de Leiden (también llamado Bockelson van Leiden o Jan de Leyden) y Thomas Müntzer. Aquellos que desean corregir este error tienden a sobrecorregir y negar todas las conexiones entre el principal movimiento anabaptista y su rama más radical. La era moderna de la historiografía anabaptista surgió de la labor del estudioso católico romano Carl Adolf Cornelius con la publicación de Die Geschichte des Münsterischen Aufruhrs («La historia de los disturbios de Münster») en 1855. El historiador baptista Albert Henry Newman (1852-1933), de quien Bender dijo que ocupaba “la primera posición en el campo de la historiografía de la América anabaptista”, hizo una contribución importante con su obra Historia de la lucha contra el paidobaptismo (esto es, contra el bautismo de niños). Aunque existe un gran número de teorías referidas a los orígenes del anabaptismo, las tres principales son:

-Los anabaptistas comenzaron con una sola expresión en Zúrich y se propagaron desde allí;
-Los anabaptistas surgieron a partir de varios movimientos independientes en varios lugares a la vez;
-Los anabaptistas son una continuación del cristianismo del Nuevo Testamento (o sucesión apostólica perpetua de la Iglesia).

Antinomismo
El antinomismo (del griego άντί, "contra", y νόμος, "ley") es, propiamente, un movimiento cristiano del siglo XVI considerado herético que defendía que la fe lo llenaba todo y era lo único necesario, y que como la ley de Moisés era inútil para la salvación, es indiferente que un creyente "persevere en pecado para que la gracia abunde" (en contradicción con Romanos 6:1-2). Esta doctrina fue propagada por su fundador Johannes Agricola, quien comenzó a desarrollar sus doctrinas en el año 1537, hallándose en Wittenberg como profesor, por lo cual a sus partidarios se les conoce también con el nombre de los reformadores de Wittenberg. Aquí fue donde tuvo controversias con Lutero y Melanchton, huyendo luego a Berlín donde escribió una retractación.

El antinomismo como doctrina sin movimiento afín apareció en los siglos I y II, y después esporádicamente. Generalmente se asocia al gnosticismo y, al parecer, está presente también en el neognosticismo de Nueva Era. Se apela a Romanos 7:6, pero sin tener en cuenta Romanos 3:8, 1 Corintios 6:9-19, 10:23-24 y Galatas 5:1-13. Se refiere entonces a la práctica (no bíblica según los demás cristianos) de vivir sin la debida consideración de la rectitud de Dios, emplear la gracia de Dios como si fuera una licencia para pecar y confiar en la gracia para ser limpio del pecado sin condiciones. En otras palabras, ya que la gracia es infinita y somos salvos por gracia, entonces para el antinomismo podemos pecar cuanto queramos y aún ser salvos. Para los opositores al antinomismo, esta idea es errónea porque, aunque los cristianos no están bajo la Ley (Romanos 6:14), son llamados a cumplir la ley del amor (Romanos 13:8, 10; Galatas 5:14, 6:2). El cristiano debe amar a Dios con todo su corazón, alma, fuerza y mente, y a su prójimo como a sí mismo (Lucas 10:27). Precisamente en estos pasajes neotestamentarios radica el fundamento contrario al de los antinomistas. Pablo parece referirse precisamente a la interperetación del antinomismo en:

Romanos 6:1-2
1 Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2 De ninguna manera! ¿Porque los que hemos muerto al pecado, cómo viviremos aún en él?.

Lo que significa, para algunos creyentes cristianos, no usar la gracia de Dios como una excusa para pecar, sino para ser controlados por el amor de Dios y de esta forma traer el fruto del Espíritu Santo. Galatas 5:22-25. De igual modo para otros, la muerte del pecado es literalmente la abolición del mismo, la salvación universal en la gracia y la integración absoluta de la creación en el proceso de redención, independientemente de sus actos.

En Oriente
La doctrina del antiguo filósofo Taoista Zhuangzi se ha comparado al antinomianismo (aunque dicha corriente es muy posterior a él). Sus argumento se basa en que la vida humana es limitada mientras que las cosas por saber son ilimitadas. Zhuangzi decía que el usar lo limitado para buscar lo ilimitado era una necedad. Nuestro lenguaje, cognición, etcétera, están condicionados por nuestra propia perspectiva y debemos tener cuidado al concluir que nuestras conclusiones son igualmente ciertas para todas las cosas (wanwu). El pensamiento de Zhuangzi también se puede considerar como un precursor del multiculturalismo y relatividad de los sistemas de valores.

En la actualidad
El término es totalmente aplicable de manera genérica a todas aquellas tendencias dentro del cristianismo que consideran de manera muy particular la relación equitativa entre las prácticas pecaminosas con la sobreabundancia de la Gracia, como algo siempre favorable a la segunda por aquella premisa paulina de "donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia" (cf. Romanos 5:20).

Ejemplos claros de dichas tendencias van más allá del ámbito de las Iglesias cristianas y encuentran raíces muy profundas entre los fariseos del judaísmo de la época herodiana y, ya dentro del propio cristianismo y en el Gnosticismo. No es descabellado afirmar que existen tendencias afines al antinomismo dentro de cada una de las diversas confesiones que componen el complejo entramado de las Iglesias que conforman el Mundo Cristiano en los tiempos modernos y en la propia era contempóranea, aunque resulte totalmente comprensible que algunas denominaciones cristianas sean incapaces de reconocer sus prácticas o las de sus propios miembros como afines de dicho movimiento, teniendo en cuenta que el pecado y la consecuente culpa son herramientas fundamentales para sostener la jerarquía religiosa y por ende dichas instituciones.

Siglo XVII (1600-1700)

Quietismo
El quietismo fue un movimiento místico surgido en el siglo XVII en el seno de la Iglesia Católica, especialmente en España, Francia e Italia. Fue propuesto por el sacerdote y místico español Miguel de Molinos en su Guía espiritual que desembaraza el alma y la conduce por el interior camino para alcanzar la perfecta contemplación y el rico tesoro de la paz interior, publicada en 1675.

Enseñaba la pasividad en la vida espiritual y mística, ensalzando las virtudes de la vida contemplativa. Sostenía que el estado de perfección únicamente podía alcanzarse a través de la abolición de la voluntad: es más probable que Dios hable al alma individual cuando ésta se encuentra en un estado de absoluta quietud, sin razonar ni ejercitar cualquiera de sus facultades, siendo su única función aceptar de un modo pasivo lo que Dios esté dispuesto a conceder.

En 1685 Molinos es apresado por la Inquisición, condenado a reclusión perpetua y prohibida su obra por Inocencio XI. El teólogo y arzobispo de Cambrai, François Fénelon, su defensor y difusor, fue condenado al exilio por Inocencio XII. También puede ser denominado molinosismo, debido a Miguel de Molinos (no confundir con el molinismo, enseñanzas de otro teólogo español, Luis de Molina).

El quietismo en el cristianismo contemporáneo
En el presente, se considera al quietismo como un error diametralmente opuesto al activismo o americanismo, ya que la persona que lo ejerce busca refugiarse en la oscuridad e indolencia movido por una falsa prudencia.

Es el quietismo, ridícula caricatura del recogimiento y vida contemplativa, que coincide en realidad con el más repugnante egoísmo [...] El quietista no quiere meterse en nada. So pretexto de concentración y oración, se encastilla en su aislamiento y ociosidad sin pensar en nadie fuera de sí mismo ni preocuparse de otra cosa que de sus propios intereses. [...] Es muy cómodo no meterse en nada ni abandonar un instante la dulce ociosidad —il dolce far niente— pero no es lícito llamarse discípulo de Jesucristo que precisamente por haberse metido en todo acabó muriendo en lo alto de una cruz. Antonio Royo Marín.

El quietismo propone la muerte al yo, ignora la atracciones del cielo y las penas del infierno, y cesa de las peticiones en la oración o de la acción de gracias para que el yo no sea estimulado. Lewis Sperry Chafer.

Jansenismo
El jansenismo fue un movimiento religioso de la Iglesia católica, principalmente en Europa, de los siglos XVII y posteriores. Su nombre proviene del teólogo y obispo Cornelio Jansenio (1585-1638).

La obra fundamental del jansenismo es el Augustinus, escrito por Jansenio, mas publicado de forma póstuma (Lovaina, 1640) debido a la controversia teológica que hubiera podido generar. Basado en este libro surge un movimiento que se desarrolla en tres ramas: jansenismo teológico, jansenismo moral-espiritual (influyente en el rigorismo moral en los siglos XVIII y XIX) y jansenismo político-antijesuítico-galicanista (considerado como el movimiento mayoritario dentro del jansenismo).

Desarrollo histórico del jansenismo
Las discusiones del Concilio de Trento sobre el papel de la libertad y su relación con la gracia divina no habían terminado con la controversia De Auxiliis. Jansenio pensó encontrar en los escritos de Agustín de Hipona una respuesta más satisfactoria. Por eso, elaboró su obra "Augustinus" donde trata tres puntos principalmente:

-Resumen de la controversia Pelagiana.
-Negación del estado de naturaleza pura.
-Desarrollo de su concepción sobre la noción de "gracia eficaz". En este escrito define su postura como agustiniana pero con sumisión a lo que dictara el Papa.

El abad de Saint Cyran
Jean Duvergier de Hauranne, abad de Saint Cyran, era director espiritual en el monasterio de Port Royal des Champs donde había nacido un movimiento rigorista relacionado con la familia ArnauldAntoine Arnauld (1612-1694), teólogo de la Sorbona y la abadesa Angélica Arnauld (1591-1666). El "gran Arnauld" es un personaje controvertido que ha merecido fuertes críticas de historiadores como Bremond y por otros es considerado el mejor director espiritual. Era contrario a la Compañía de Jesús y con el seudónimo de Petrus Aurelius había publicado una serie de escritos contra ellos y su supuesta independencia de los obispos.

Duvergier debe el jansenismo una creciente fama y la publicación y extensión del escrito de Jansenio. Esto le valió la enemistad del cardenal Richelieu, que buscaba apagar toda fuente de discordias en la iglesia francesa. El papa Urbano VIII prohibió la reimpresión del Augustinus pero el libro se siguió imprimiendo ya que había sido dedicado al cardenal Fernando, infante de España, quien permitió y popularizó la publicación. Incluso en Roma se hizo una edición en 1643. Pero ya varios documentos y la Inquisición habían prohibido el libro. El primero fue la bula In eminenti de Urbano VIII (1642). Luego vino la constitución Cum occasione de Inocencio X (1653) y otra constitución publicada por el papa Alejandro VIIAd sacram beati Petri sedem.

En Francia el movimiento tenía sus principales contradictores, uno de ellos el santo francés más popular de las tierras gálicas, San Vicente de Paúl. San Vicente alertaba a su congregación de caer en lo que el denominaba el peor mal para la Iglesia de la época, y se alejó totalmente del abad de Saint Cyran.

Los Arnauld
Los hermanos Arnauld fueron directos continuadores de la obra de Duvergier, abate de Saint-Cyran. "Estando en la corte de Poitiers, Robert d’Andilly, el mayor de los Arnauld, lo conoce, lo convierte en su director espiritual y lo invita a la abadía familiar, de hecho le encarece que la visite y que lleve su palabra porque sospecha que su hermana Angélica estaría feliz de escuchar sus sermones. Cerca de una década más tarde, en 1635, el mismo año que también visita el instituto del Santo Sacramento, Saint Cyran se convertirá en director espiritual de Port-Royal. Si queremos cometer la arbitrariedad de reducir la historia a los meros hechos, sintetizarla en un momento que lo resuma todo, el cruce del Rubicon, la batalla de Actium, la palabra de Santa Helena en el alma de Constantino, bien podemos afirmar que para el fenómeno que estamos estudiando, la predicación de Saint-Cyran en Port-Royal es el inicio formal y real del Jansenismo como expresión cultural y religiosa y el origen de la obra que definirá a Port-Royal hasta su desaparición, sesenta o setenta años más tarde.

Los sermones y consejos que dio a las religiosas, de las que se convirtió además en confesor y director espiritual, y la influencia que por dispersión de la fama extendió hacia las personas que se acercaron a la abadía, definen el armado de la trama jansenista en el escenario de la historia europea. El doctor en Teología Antonio Arnauld, enemistado con los jesuitas, y por eso en su momento expulsado de la Sorbone, se dedicó a propagar las ideas de Jansenio, intentando presentarlas como puro y consecuente agustinismo. Criticó ásperamente la costumbre de la comunión frecuente, añadiendo este aspecto a la devoción de sus seguidores. También institucionalizó el jansenismo ofreciéndole una ascética propia, una modificación propia de los dogmas y los cambios necesarios en la liturgia y en los sacramentos. A Antoine se le unió bien pronto Pierre Nicole que criticó especialmente la formulación de la infalibilidad pontificia y propuso la propia de los jansenistas, que es de corte conciliarista.

Angélica Arnauld, su hermana, era religiosa en el monasterio de Port Royal des Champs y luego abadesa. Impuso una férrea vivencia de la regla cisterciense, y tras la muerte de Francisco de Sales, asumió a Duvergier como director espiritual, quien le aconsejó que siguiera el camino de exigencia rígida de la fidelidad a la regla religiosa. Así, el monasterio de Port Royal llegó a ser el centro del jansenismo, donde cada vez se practicaba menos la comunión eucarística. Desde este monasterio, la doctrina y praxis jansenista se mantenían y se extendían por Francia. Tras años de diversas condenas por parte del papa, el monasterio fue destruido en 1710 y las monjas que lo habitaban se dispersaron.

Quesnel
Posteriormente el teólogo Pasquier Quesnel (1634-1719) dio un renacimiento a las doctrinas jansenistas al tomar sus tesis principales, junto a las ideas conciliaristas y las tendencias galicanistas. Con la publicación de sus Réflexions morales logró ganarse las simpatías y apoyos del alto clero. Las disputas teológicas se multiplicaron y el ambiente se caldeó hasta el punto de que los obispos franceses pidieron una nueva intervención pontificia.

En esta ocasión, el papa Clemente XI con la Constitución Unigenitus Dei Filius (1713) dio una condena formal a 101 proposiciones contenidas en los escritos de Quesnel. Entonces, el movimiento jansenista (ya sin posibilidad de evadir la condena como habían hecho sus seguidores anteriormente por medio de múltiples interpretaciones de los textos pontificios) apeló a un concilio y, por esto, sus partidarios fueron llamados "apelantes". Clemente XI los excomulgó a través de la bula Pastoralis officii (1718).

Después de estas condenas, el movimiento se fue extinguiendo poco a poco, sea por la separación de sus miembros (que crearon nuevas sectas como los convulsionarios o los figuristas), sea por la influencia de la Ilustración.

Teología jansenista
La teología propuesta por Jansenio está basada en una interpretación literal de los textos de Agustín de Hipona. Sin embargo, se vio influida por el desarrollo histórico y las peripecias de sus defensores. Así, en Jansenio encontramos la teología de la gracia; en Arnauld, la teología sacramental; en Saint Cyran, la disciplina y en Quesnel, su unificación con el galicanismo.

En cuanto al tema de la gracia, Jansenio afirma que el estado original es el estado natural del hombre. Un estado de gracia y amistad con Dios, inmortalidad e integridad (verdadera libertad). Adán, en ese estado, era verdaderamente libre y poseía la gracia (el auxilio de Dios) suficiente para evitar el pecado. Sin embargo, la gracia eficaz no solo es el auxilio para evitar el pecado, sino el auxilio de Dios para hacer el bien. Adán en el Paraíso tenía la gracia suficiente, pero no tenía la gracia eficaz, porque para Jansenio la gracia eficaz es siempre vencedora. El que posee la gracia eficaz no puede pecar. Después del pecado el hombre ha perdido la libertad. En el hombre hay una delectatio terrestris (gusto por las cosas de la tierra) invencible. Jansenio afirma además que para salir de esa situación después del pecado no basta la gracia suficiente sino que es necesaria la gracia eficaz, es decir, el auxilio sin el cual el hombre no puede no pecar: con la gracia eficaz el hombre se dirige invenciblemente hacia el bien.

No basta un auxilio que le dé la posibilidad de no pecar, sino que necesita un auxilio eficaz para no hacerlo. La fe eficaz es absoluta: cambia la delectatio terrestris por una delectatio coelestis: se goza en el bien. La gracia provoca un gusto tan grande por las cosas de Dios que el hombre invenciblemente las hace. Ahora bien, la libertad se mantiene porque la gracia despierta en el hombre la voluntad de hacer el bien. Quien no actúa movido por la gracia eficaz peca infaliblemente. Así pues, la predestinación es la razón por la que algunos hombres poseen la gracia eficaz y otros no. Dios ha predestinado a unos a la salvación y a otros a la condenación. Según esta doctrina, las obras son buenas o malas. No puede existir la moral probabilista, porque lleva al laxismo.

En relación con los sacramentos es la ascética propia del movimiento la que los aleja progresivamente de su práctica, en especial de la Eucaristía. Esto se fijó con el escrito De la fréquente communion de Arnauld, que, argumentando desde la praxis penitencial de la Iglesia Antigua, invocaba esa práctica para usarla en una serie de condiciones que era necesario cumplir para poder recibir la Reconciliación o la comunión. De ahí también que su rigorismo en materia moral fuera cada vez más extremo. Las sucesivas condenas por parte de la Sede romana les llevó a sostener posiciones conciliaristas que les llevaron al galicanismo. El movimiento, desde el inicio se mostró enemigo jurado de los jesuitas y, por eso, derivó en postura política gracias al apoyo de Blaise Pascal.


Siglo XVIII (1700-1800)

Febronianismo
El febronianismo fue una doctrina y un poderoso movimiento cristiano establecido por el canónigo alemán de la ciudad de Tréveris (Trier) Johann Nikolaus von Hontheim (quien usaba el pseudónimo Justinus Febronius) en el siglo XVIII, que pretendía disminuir la autoridad y los derechos del papa y aumentar los de los obispos, con el argumento de que la institución que había hecho Jesucristo de la Iglesia no era monárquica.

Doctrina
Para Febronio, el papa, aunque tiene derecho a una cierta primacía, está subordinado a la Iglesia universal. Aunque, considerado como el centro de unidad, el Sumo Pontífice puede ser visto como el guardián y campeón de la ley eclesiástica y es capaz de proponer leyes y enviar delegados en asuntos que conciernan a su posición, su soberanía (principatus) sobre la Iglesia no es jurisdiccional, sino de orden y colaboración (ordinis et consociationis). La Iglesia está basada en el episcopado común a todos los obispos, con el Papa en el papel de primero entre sus iguales. De ello se deduce que el sucesor de Pedro está sujeto a las decisiones de los concilios ecuménicos, en el que los obispos son sus colegas (conjudices) y no simplemente consultores, además de que el papa no tiene el derecho exclusivo de convocar esas reuniones. Por lo tanto, los decretos de estos concilios generales no necesitan ser confimados por el papa ni pueden ser alterados por él. Además, las decisiones papales pueden ser apeladas ante el concilio.

Febronio perseguía así la reunificación del catolicismo romano con el resto de las ramas del cristianismo y una nacionalización de las iglesias (por lo que su escuela puede ser considerada un equivalente del galicanismo francés). Fue condenado como cismático por la Iglesia Católica. La piedra que echó a rodar la controversia fue su obra Justini Febronii Juris consulti de Stata Ecclesiæ et legitimâ potestate Romani Pontificis Liber singularis ad reuniendos dissidentes in religione christianos compositus (Bullioni apud Guillelmum Evrardi, 1763), condenada de inmediato por Roma el 5 de febrero de 1764. Luego, en un documento del 21 de mayo, el papa Clemente XIII ordenó su supresión a todos los obispos de Alemania.

Primer Gran Despertar
El Primer Gran despertar o El Gran Despertar fue un movimiento de revitalización cristiana que se extendió por la Europa protestante y América británica, y en especial las colonias norteamericanas en la década de 1730 y 1740, dejando un impacto permanente en la religión norteamericana. Fue el resultado de la predicación de gran alcance que le dio a los oyentes una sensación de revelación personal de su necesidad de salvación por Jesucristo. Apartándose de los rituales y ceremonias, el Gran Despertar comprende un cristianismo intensamente personal para la persona común mediante el fomento de un profundo sentido de convicción espiritual y de la redención, y mediante el fomento de la introspección y el compromiso de una nueva norma de moralidad personal.

Se llevó el cristianismo a los esclavos africanos y fue un evento monumental en Nueva Inglaterra que desafió la autoridad establecida. Incitó rencor y la división entre los antiguos tradicionalistas, quienes insistieron en la importancia de continuar el ritual y la doctrina, y los nuevos impulsores del renacimiento, que animó a la implicación emocional y el compromiso personal. Tuvo un impacto importante en la remodelación de la Iglesia Congregacional, la Iglesia Presbiteriana, la Iglesia Reformada Holandesa y la iglesia alemana reformada y el fortalecimiento de las denominaciones bautistas y metodistas. Tuvo poco impacto entre los anglicanos y cuáqueros.

A diferencia del Segundo Gran Despertar, que comenzó alrededor de 1800 y que llegó a los no creyentes, el Primer Gran Despertar estuvo centrado en las personas que ya eran miembros de la iglesia. Cambió sus rituales, su piedad y la conciencia de sí mismos. A los imperativos evangélicos de la Reforma protestante, del siglo XVIII los cristianos norteamericanos añadieron énfasis en la efusión divina del Espíritu Santo y las conversiones que implantan dentro de los nuevos creyentes un intenso amor por Dios. Los despertares encapsularon dichas señales de identidad y propalaron el evangelismo de nueva creación en la república primigenia.

Alcance Dimensión internacional
El avivamiento evangélico fue de alcance internacional, afectando a los países predominantemente protestantes de Europa. La respuesta emocional de la iglesia en Bristol y Londres en 1737, y de los carboneros Kingswood con marcas blancas en las mejillas causadas por las lágrimas en 1769 bajo la predicación de George Whitefield, marcó el inicio del despertar inglés. El historiador Sidney E. Ahlstrom lo considera parte de una "gran conmoción internacional protestante", que también dio origen al pietismo en Alemania, el avivamiento evangélico y el Metodismo en Inglaterra.

En las colonias americanas
Aunque la idea de un "gran despertar" ha sido puesta en duda por Butler (1982) como vaga y exagerada, es evidente que el período fue una época marcada por un aumento de la actividad religiosa, especialmente en Nueva Inglaterra. El Primer Gran Despertar dio lugar a cambios en la comprensión de Dios por parte de los estadounidenses, de ellos mismos, y del mundo que les rodea. En las colonias del centro y del sur, especialmente en las regiones "interiores del país", el despertar influyó en gran medida entre los presbiterianos. En las comarcas del sur, los predicadores norteños bautistas y metodistas convertían tanto a blancos como a negros, esclavos y libres por igual. Especialmente los bautistas, dieron la bienvenida a los negros en papeles activos en las congregaciones, incluyendo su desempeño como predicadores. Antes de la Revolución Americana, se fundaron las primeras iglesias bautistas negras en el sur de Virginia, Carolina del Sur y Georgia; mientras que en San Petersburgo, Virginia, se fundaron dos iglesias bautistas negras.

Cismas y conflictos
Las denominaciones calvinistas se vieron especialmente afectadas. Por ejemplo, la Iglesia congregacional en Nueva Inglaterra experimentó 98 divisiones, que en Connecticut también tuvo impacto en el grupo que sería considerado "oficial" a efectos fiscales. Estas divisiones fueron entre las nuevas luces (los que fueron influenciados por el Gran Despertar) y las luces antiguas (aquellos que eran más tradicionales). Se estima que en Nueva Inglaterra las iglesias se repartían en aproximadamente 1/3 de Nuevas Luces, 1/3 de luces antiguas, y el tercio restante las que consideraban válidas a ambas posturas.

Sus adalides
Jonathan Edwards
El renacimiento comenzó de la mano de Jonathan Edwards (1703-1758), el principal teólogo americano de la época colonial y un ministro congregacionalista en Northampton, Massachusetts. Edwards poseía raíces puritanas calvinistas, pero hizo hincapié en la importancia y el poder de la experiencia personal religiosa inmediata. Según sus contemporáneos Edwards era "solemne, con una enunciación clara y cuidadosa, y una cadencia lenta". Sin embargo, sus sermones eran poderosos y atrajo a un gran número de seguidores. Su sermón más famoso es "Pecadores en las manos de un Dios Airado". El predicador anglicano George Whitefield, que estuvo de visita proveniente de Inglaterra, continúa el movimiento, viajando a través de las colonias y predicando en un estilo más dramático y emocional, aceptando a todo tipo de audiencias.

Winiarski (2005) examina la predicación de Edwards en 1741, especialmente su famoso sermón "Pecadores en las manos de un Dios Airado." Sobre este tema, Edwards tolera el "ruido" del Gran Despertar, pero su acercamiento a la revitalización se volvió más moderado y crítico en los años posteriores.

George Whitefield
La llegada del joven predicador anglicano George Whitefield, probablemente desató la conflagración religiosa. Whitefield, cuya reputación como un gran orador de púlpito y al aire libre, había precedido a su visita, viajó por las colonias entre 1739 y 1740. A donde quiera fue atrajo grandes y emocionadas multitudes, provocando innumerables conversiones, así como una controversia importante. El ministro inglés George Whitefield quien declaró que el mundo entero era su "parroquia" provocó el Gran Despertar. Dios, proclamaba Whitefield, fue misericordioso. En lugar de estar predestinado a la condenación, hombres y mujeres podían salvarse mediante el arrepentimiento de sus pecados. Whitefield hizo un llamamiento a la pasión de sus oyentes, condenando con energía la alegría desbordante de la salvación y los horrores de la condenación. Sus críticos condenaron su "entusiasmo", su censura, y su predicación itinerante y extemporánea.

Un ejemplo famoso de la literatura del nuevo estilo de la predicación se puede encontrar en el sermon de Jonathan Edwards "Pecadores en las manos de un Dios Airado". Sus técnicas fueron copiadas por imitadores numerosos tanto laicos como clericos. Ellos también se convirtieron en predicadores itinerantes, difundiendo el Gran Despertar desde Nueva Inglaterra a Georgia, entre ricos y pobres, educados y analfabetos, y en la parte de interior de las regiones, así como en los pueblos y ciudades de costa. El primer edificio de culto nuevo de la Iglesia Congregacional en Massachusetts en el período de 1730-1760, Gran Despertar, se encontraba en la ciudad de nueva incorporación de Uxbridge, Massachusetts. Esta sede se encontró bajo la predica del Rev. Pastor Nathan Webb, natural de Braintree, Massachusetts, que realizó allí su ministerio durante los siguientes 41 años. Su discípulo, Samuel Spring, fue un capellan de la guerra de la Revolución Americana, e inició el Seminario de Andover y la Sociedad Misionera de Massachusetts. Benjamin Franklin se convirtió en un entusiasta partidario de Whitefield. Franklin, un deísta, quien rara vez asistía a la iglesia, no se adhirió a la teología de Whitefield, pero admiraba a Whitefield por exhortar al pueblo a adorar a Dios mediante las buenas obras. Franklin imprime sermones de Whitefield en la primera página de su Boletín Oficial, dedicando 45 temas a las actividades de Whitefield. Franklin utiliza el poder de su prensa para difundir la fama de Whitefield mediante la publicación de todos los sermones de Whitefield y revistas. En gran parte de las publicaciones realizadas por Franklin entre 1739-1741 figura información sobre el trabajo de Whitefield, ayudando a promover el movimiento evangélico en Estados Unidos. Franklin fue un gran amigo y partidario de Whitefield, hasta la muerte de Whitefield en 1770.

Continua en Las Herejías XI: Sectas X
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