Rollo de los Salmos. Uno de los Rollos del Mar Muerto. 100 a. C.
Manuscrito ilustrado
Un manuscrito ilustrado o manuscrito iluminado es un manuscrito en el que el texto es complementado con la adición de decoración, tal como letras capitales decoradas, bordes y miniaturas. En la definición más estricta del término, un manuscrito ilustrado es únicamente aquel que ha sido decorado con oro o plata. Sin embargo, el concepto abarca ahora a cualquier manuscrito con ilustraciones o decoración de las tradiciones occidentales e islámicas.
Orígenes
La importancia de estas obras no solo está en su valor artístico e histórico, sino también en el mantenimiento del complicado alfabetismo medieval. De no haber sido por los escritos de la Antigüedad tardía, el contenido entero heredado de la literatura occidental, de Grecia y Roma, habría desaparecido. La existencia de los manuscritos ilustrados como una forma de dar importancia y conmemoración a los documentos antiguos pudo haber sido, en gran parte, una necesidad de preservación en una época en la que las hordas bárbaras habían arrasado la Europa continental.
La mayoría de los manuscritos sobrevivientes son de la Edad Media, aunque muchos manuscritos ilustrados sobrevivieron del renacentista siglo XV, y un número muy limitado de la Antigüedad tardía. La mayoría de estos manuscritos son de carácter religioso. Sin embargo, especialmente del siglo XIII en adelante, fueron incrementándose cada siglo los textos ilustrados. La mayoría de ellos fueron creados a la manera de los códices, aunque muchos se concibieron enrollados o no pasaron de simples pliegos. Algunos fragmentos de manuscritos ilustrados perduraron en papiro. La mayoría de los manuscritos medievales, ilustrados o no, fueron escritos sobre pergamino, aunque los manuscritos ilustrados suficientemente importantes fueron escritos sobre los de mejor calidad, llamados vitelas. Estas eran pergaminos elaborados con piel de becerros nacidos muertos (no natos) o recién nacidos, aunque a veces otros pergaminos de alta calidad de otras pieles también fueron llamados con este término. A principios de la Baja Edad Media los manuscritos comenzaron a ser elaborados en papel. Los primeros libros impresos fueron a veces confeccionados dejando espacios para miniaturas, o letras capitales decoradas, o decoraciones en el margen, pero la introducción de la imprenta contribuyó al rápido declive de la ilustración. Los manuscritos ilustrados continuaron produciéndose a principios del siglo XVI, pero en cantidades mucho más reducidas, sobre todo para los más pudientes.
Los manuscritos ilustrados son los textos sobrevivientes más comunes de la Edad Media. Ellos son también los mejores ejemplares sobrevivientes de pintura, y los mejores preservados. De hecho, en muchos lugares y por mucho tiempo, fueron los únicos ejemplos de pintura que perduran.
Técnicas
La ilustración fue un complejo y frecuentemente costoso proceso. Fue usualmente reservada para libros especiales: una Biblia de altar, por ejemplo. La gente rica a menudo tenía "Libros de Horas" ilustrados, que contenían plegarias apropiadas para distintos momentos del día litúrgico.
A principios de la Edad Media, la mayoría de los libros fueron elaborados en monasterios, para uso propio o para regalo. Sin embargo, el comercio de los textos comenzó a crecer en las grandes ciudades, especialmente en París, Italia y los Países Bajos, y hacia finales del siglo XIV había una significativa industria que producía estos manuscritos, con detalles de la heráldica del comprador, etcétera. Hacia el final de este período, muchos de los manuscritos ilustrados eran pintados por mujeres, principalmente en París.
Texto
En la elaboración de un manuscrito ilustrado, el texto solía ser escrito primero. Las hojas de pergamino o vitela eran cortadas en el tamaño que el autor consideraba apropiado. Después de que la configuración general de la página fuera planeada (por ejemplo: letra capital, bordes, etcétera), la página era tenuamente marcada con una varilla puntiaguda, y el amanuense comenzaba a trabajar con tinta y una pluma o plumín. La caligrafía dependió siempre de los gustos y costumbres locales.
Clasificaciones
Los historiadores del arte clasifican los manuscritos iluminados por períodos históricos y tipos, incluyendo (pero no limitado a): Antiguo tardío, Insular, manuscritos carolingios, manuscritos otonianos, manuscritos románicos, manuscritos góticos, y manuscritos renacentistas. Hay pocos ejemplos de períodos más recientes. En el primer milenio, la mayoría fueron Evangelios. El período románico vio la creación de muchas enormes Biblias –en Suecia, una requirió tres bibliotecarios para levantarla. Muchos libros de salmos también fueron profusamente ornamentados en los períodos anteriores y en el período gótico. Finalmente, el Libro de Horas, muy comúnmente el libro devoto personal de los más adinerados, fueron a menudo ilustrados en el período gótico. Otros libros, litúrgicos o no, continuaron siendo ilustrados en todos los períodos. El mundo bizantino también continuó produciendo manuscritos en este estilo, versiones que se expandieron a regiones orientales cristianas y ortodoxas.
El período gótico, se aprecia un incremento en la producción, también vio muchas obras centenarias tales como crónicas y obras de literatura ilustrada. La gente rica comenzó a promover sus propias bibliotecas; Felipe II de Borgoña, Duque de Borgoña, quien probablemente tenía la biblioteca personal más grande de su época, el siglo XV (se estima que poseía alrededor de seiscientos manuscritos ilustrados, mientras que un reducido número de sus amigos tenía solo varias docenas).
Imágenes
Cuando el texto estaba completo, el ilustrador se ponía manos a la obra. Diseños complejos eran planeados, probablemente sobre tablas de cera, que eran los cuadernos de bosquejos de la época. El diseño era entonces trazado o dibujado sobre vitela (posiblemente con la ayuda de alfileres u otras marcas, como en el caso de los Evangelios de Lindisfarne). Muchos manuscritos incompletos supervivientes de la mayoría de los períodos, nos dan una idea de cuáles eran los métodos que se usaban para elaborarlos. En otros tiempos, la mayor parte de los manuscritos no tenían imágenes. A principios de la Edad Media, los manuscritos tendían a ser libros con numerosas ilustraciones, o manuscritos para estudiosos, con la mayor parte de sus iniciales decoradas. En el período Románico había muchos manuscritos decorados o iniciales historiadas, y manuscritos esencialmente para estudio que a menudo contenían algunas imágenes, pero raramente en color. Esta tendencia intensificada en el período gótico, cuando la mayoría de los manuscritos tenían al menos algunas decoraciones, y una proporción mucho más grande tenía imágenes de algún tipo. Los libros del período gótico en particular tenían muchos bordes elaboradamente decorados, una página gótica debía contener importantes zonas y tipos de decoración: una miniatura en el enmarcado, una inicial historiada comenzando un pasaje del texto, un fino enmarcado. A menudo distintos artistas trabajaron en diversas partes de la decoración de un mismo libro.
Pinturas
La paleta del artista medieval era sorprendentemente amplia:
Color | Fuente(s) |
---|---|
Rojo | Sulfuro de mercurio(II) (HgS), usualmente llamado cinabrio o bermellón, en su forma mineral natural o sintetizado; Tetróxido de Plomo, llamado "minio" (Pb3O4); colores hechos a base de insectos tales como cochinilla, laca, etcétera; ferrín Óxido de Hierro (Fe2O3) |
Amarillo | Colores hechos a base de plantas, tales como reseda, Curcuma longa o azafrán; colores amarillo tierra (ocre); oropimente, trisulfuro de Arsénico, (As2S3). |
Verde | Compuestos a base de plantas tales como bayas de frangula; compuestos de cobre tales como cardenillo (también conocido como verdigris) y malaquita. |
Azul | Azul marino (hecho del mineral lapislázuli); azurita; sustancias hechas a base de plantas tales como añil. |
Blanco | Plomo blanco (también llamado "escama blanca", carbonato de Plomo (PbCO3)); tiza. |
Negro | Carbono, de fuentes tales como hollín, carbón vegetal, huesos o marfil quemado. |
Dorado | Oro, en forma de láminas (extremadamente finas) o pulverizado y esparcido en goma arábiga o huevo (llamado "oro de caracola"). |
Plateado | Plata, también en forma de láminas o pulverizado, así como con el oro; láminas de estaño. |
En los manuscritos y libros ilustrados de la Edad Media, las miniaturas (del latín miniare, “colorear con minia”) o iluminaciones (del latín tardío illuminatio), eran pinturas o dibujos de figuras, incluidas o no en escenas o composiciones, las cuales, en su caso, representaban diversos temas propios de su etapa histórica, como los temas de carácter sacro, similares a los que llenaban los vitrales de las catedrales e iglesias en el arte románico y en el primer arte gótico. Al final del periodo gótico, ya en el umbral del Renacimiento o Edad Moderna, los manuscritos ilustrados se llenan de temas civiles, profanos y galantes, y alcanzan su mayor apogeo con un nivel de calidad excelente y una amplia difusión internacional, principalmente a través de las cortes de la nobleza europea.
A partir del siglo XVI, el auge de la imprenta parece restar protagonismo a este tipo de costosas creaciones. El último gran maestro iluminador fue Giulio Clovio, a mediados del siglo XVI.
En los márgenes de las páginas de los manuscritos era frecuente que se incluyeran distintos motivos ornamentales. Los más conocidos son los dibujos que realzan las letras capitales o los que separan las columnas de texto mediante motivos que representan arquitecturas fingidas, arabescos y tallos y hojas que se enroscan por los márgenes de las páginas. El término miniatura deriva de minium, un óxido de plomo de color rojo que se utilizaba como componente de la tinta fundamental que se comenzó a emplear para la iluminación de los códices manuscritos en letras capitales, márgenes y posteriormente, con la evolución de la ilustración medieval, en representaciones de gran colorido y complejas composiciones.
Tetróxido de plomo
El tetraóxido de plomo, también denominado minio o plomo rojo e incluso azarcón, es un óxido de plomo de color anaranjado o rojo. Su nombre vulgar proviene del nombre latino minium indicando que proviene del río Miño en el norte de España, donde fue extraído para la minería por primera vez. De la utilización del minium como componente de la tinta más habitual para la iluminación de códices medievales deriva el término 'miniatura'.
Propiedades químicas
Químicamente el minio es plomo en su forma de tetraóxido, Pb3O4, o 2PbO·PbO2. El punto de fusión del minio es 500 °C, y se descompone en óxido de plomo (II) y dioxígeno.
Preparación
El minio se prepara por calcinación del Óxido de plomo (II) en aire caliente entre 450 y 480 °C:
6 PbO + O2 → 2 Pb3O4
El material resultante se contamina con óxido de plomo (II). Si se desea un compuesto puro el PbO puede ser eliminado con una disolución de hidróxido de potasio:
Otro método de preparación se fundamenta la fusión de carbonato de plomo (cerusita) en aire:
6 PbCO3 + O2 → 2 Pb3O4 + 6 CO2
Otro método consiste en la oxidación del albayalde (carbonato básico de plomo o plomo blanco):
3 Pb2CO3(OH)2 + O2 → 2 Pb3O4 + 3 CO2 + 3 H2O
Usos
Se emplea en la manufactura de baterías. Como recubrimiento de superficies de hierro contra la corrosión, además de pigmento naranja.
Los manuscritos ilustrados
La ilustración de manuscritos se inició en el Antiguo Egipto, hacia el 2000 a. C., con el denominado Libro de los Muertos. Estos se realizaban por encargo de faraones, nobles, o sacerdotes y contenían oraciones e instrucciones sobre cómo deberían comportarse los difuntos en el más allá. En ellos se representaban los momentos más importantes del ritual de entierro, embalsamamiento, el pesaje simbólico del alma y la presentación ante Osiris.
Los escribas de Alejandría, probablemente, se inspiraran en la técnica de estos rollos ilustrados al copiar los manuscritos destinados a la Biblioteca de Alejandría, incluso para la posible versión miniada del Antiguo Testamento, traducido en Alejandría, del hebreo al griego, así como los redactores de manuscritos miniados bizantinos posteriores. El arte de pintar miniaturas y de ilustrar los libros tuvo un papel relevante en el desarrollo de la pintura románica y gótica, así como en otras etapas de la historia de la pintura.
Los grandes nombres del arte de las miniaturas y los libros ilustrados están vinculados a los talleres de ilustradores franceses o flamencos como Jean Poucelle, Jaquemart de Hesdin o los hermanos Limbourg, y a pintores toscanos como Simone Martini y otros. Durante la etapa de la pintura gótica, los libros son obras que facilitan el intercambio cultural y consecuentemente la difusión de las corrientes artísticas por las cortes y otros centros artísticos de toda Europa. Son justamente destacados libros como el Breviario de Felipe el Hermoso, el Salterio de San Luis, el Salterio de la Reina Mary y el libro de Las muy Ricas Horas del Duque de Berry de los hermanos Limbourg, conservado en el Museo Condé de Chantilly (Francia).
En España, los manuscritos ilustrados más antiguos datan del siglo XI en el primer Románico; son la Biblia de Ripoll procedente del Monasterio de Ripoll y la Biblia de San Pedro de Roda procedente del antiguo Monasterio de San Pedro de Roda. Ambos monasterios se hallan en Cataluña, pero los libros actualmente están el primero en la Biblioteca Vaticana y el segundo en la Biblioteca Nacional de París. Otros libros ilustrados procedentes de los antiguos reinos de la Península Ibérica son:
Liber Testamentorum de la catedral de Oviedo, realizado en el siglo XII por encargo del obispo Pelayo, con extraordinarias miniaturas ejecutadas a toda página, con una completa gama de colores y añadidos de oro y plata. La colección de códices de las obras de Alfonso X el Sabio, repletas de escenas narrativas sobre temas variados constituyen un valioso testimonio de su época.
El arte de los retratos en miniatura
Los retratos en miniatura, así como otros géneros en miniatura (escenas cortesanas o paisajes) se desarrollaron a partir del siglo XVI. Eran retratos o pequeños cuadros encajados en diversos objetos como medallones, relojes de sobremesa y joyeros. El marco de los retratos, con frecuencia es un medallón ovalado. Este nuevo tipo de pintura en miniatura se realizaba en una gran variedad de técnicas pictóricas como óleo sobre cobre, estaño, esmalte o marfil, aguadas sobre pergamino o cartulina, o desde el siglo XVIII acuarelas o aguadas sobre marfil o papel vitela. Pintores como Goya y Fragonard hicieron de los retratos en miniatura una faceta más de su actividad. Hubo pintores que se dedicaron a este arte casi en exclusividad. En el siglo XIX, con el desarrollo de la fotografía se inició la decadencia de este arte.
En Inglaterra se desarrolló como una forma o técnica independiente del resto de la pintura, a partir de la obra de pintores como Holbein el joven, Isaac Oliver y S. Cooper. En Francia tuvieron relevancia pintores como J. Petitot, que retrató en forma exquisita al rey Luis XIV y a los personajes de la Corte, así como Jacques Augustin o J.B. Isabey en la etapa de Napoleón. El retrato ovalado del archiduque de Carlos de Austria, (pretendiente al trono de España cuando la Guerra de Sucesión), obra de Pere Crosells, destacado pintor de Barcelona que fue una de las ciudades que tomaron partido por él.
Cuero
Llámase cuero (del latín corium, "piel de los animales, curtida") a la piel tratada mediante curtido. Proviene de una capa de tejido que recubre a los animales y que tiene propiedades de resistencia y flexibilidad bastante apropiadas para su posterior manipulación. La capa de piel es separada del cuerpo de los animales, se elimina el pelo o la lana, salvo en los casos en que se quiera conservar esta cobertura pilosa en el resultado final y posteriormente es sometida a un proceso de curtido. El cuero se emplea como material primario para otras elaboraciones. El arte de elaborar el cuero para la consecución de productos manufacturados es denominado marroquinería, palabra que proviene del marroquín, un tipo de cuero lustroso y delgado. La península ibérica ha estado desde sus comienzos muy unida con la piel. Se puede ver sino la definición que ofrece Estrabón de Hispania poco después de iniciarse la era cristiana: «Hispania es semejante a una piel extendida a lo largo de Occidente a Oriente», y a veces mecionamos que la península es una piel de toro, indicando únicamente la forma de la península.
Imperio romano
En la época del imperio romano se sabe que el principal consumidor de artículos de cuero fueron las legiones, y este comercio estuvo centralizado en la ciudad de Roma a través de un gremio de comerciantes de cueros y pieles del puerto de Ostia. El comercio del cuero fue precisamente uno de los elementos desencadenantes de la guerra de Cartago, que era suministrador de pieles de los diferentes países mediterráneos gracias a los mercados instalados en el norte de África, lo cual provocó la ruptura del monopolio imperial romano que regulaba el comercio de las pieles.
A partir del siglo III a. C., y muy especialmente de la época del imperio romano, los mercados del cuero proliferan en todo el mundo romanizado. Quizá sea el sur de Francia y la práctica totalidad de la Península Ibérica la zona más abundante en este tipo de industrias. El hallazgo en el yacimiento de Contrebia Belaisca, en el pueblo de Botorrita (Zaragoza), de cal, azufre y de otros productos químicos, correspondiente al período comprendido entre los siglos I a. C. y III a. C., demuestra el desarrollo de la piel en tan temprana época en la romanizada Hispania. El material mayoritariamente utilizado en la confección del calzado era el cuero.
Edad Media
Carlomagno dicta numerosas leyes prohibiendo o limitando el comercio de determinadas pieles, y al mismo tiempo carga con impuestos de otras. Por esa época se tiene conocimiento de pieles bastas, mal trabajadas y de procedencia local: garduña, comadreja, gato montés, topo, liebre, ciervo, buey, cordero y cabra. La más cotizada es la de marta. Se sabe que para fabricar adornos para las mangas, cuellos, los nobles germánicos y mediterráneos importan desde el Cáucaso pieles de armiño (Denominada también arminia o rata de Armenia).
La moda por esa época era traer las pieles de Siberia. Este comercio tendrá una duración de un siglo e irá cayendo bajo el monopolio de las comunidades de judíos de Varsovia o de Leópolis, que tratan directamente con los cazadores. Por otra parte, al desmoronarse progresivamente las vías de comercio romanas, el papiro para escribir se hace cada vez más escaso en Occidente, beneficiando a una industria local de producción de pieles finas para la fabricación de pergamino.
Baja Edad Media (España)
La elaboración de cuero tiene una época de esplendor en el sur de España, en los reinos árabes del Al-Andalus. La ciudad de Córdoba se hace famosa por su producción de cueros de alta calidad, repujados, policromados y, en algunos casos, metalizados con aplicaciones de finas hojas de oro y plata. Algunos autores han contribuido a un estudio de las propiedades del cuero; uno de ello es Ramón Llull, que cerca del año 1290 escribe el Llibre de les Bèsties como parte integrante del Llibre de Meravelles o Fèlix y que se puede decir constituye una auténtica joya para el estudio de la relación entre las pieles utilizadas en la curtición y los animales que las procuraban.
El Renacimiento (España)
Resulta una incógnita saber cual era la vida cotidiana de los artesanos del siglo XIV, no obstante se dispone de un documento, el Quadern de Comptes que es una especie de libro de contabilidad muy rudimentario que procede de Jaume March y de su hijo Bernat March y que nos suministra abundante información sobre el comercio del ramo de la piel en Vich y de la región. Las cuentas muestran qué tipo de cueros se utilizaban mayoritariamente por aquella época y de dónde se importaban, y se sabe que el gremio de zapateros era el más numeroso de entre los profesionales del sector. Con la expulsión de judíos y moriscos, reputados artesanos tienen que abandonar España para ir al exilio, estableciéndose en ciudades del norte de Marruecos. La artesanía del cuero, como otros muchos tipos de manufacturas, decaen por este motivo en la península.
Aplicaciones
Vestimenta
Históricamente el mayor uso dado al cuero es el de vestido y calzado, hasta el punto de ser la primera materia prima de la que se tiene constancia que se usara para vestir. Actualmente en este campo se utiliza principalmente en la fabricación de ropa de abrigo y calzado.
Construcción
Otro uso histórico del cuero fue en la fabricación de tiendas transportables, cubiertas, puertas y fabricación de canoas y barcas.
Militar
Hasta el perfeccionamiento de las armas de fuego el cuero se empleó en la fabricación de armaduras ligeras, escudos y fundas de armas. Su uso para la fabricación de monturas y aparejos para caballerías, botas de calidad, etc, hace que su utilidad militar se mantenga incluso bien entrado el siglo XX.
Herramientas
Tradicionalmente se utilizó en la fabricación de cuerdas, cinchas y correas, arneses para caballerías o animales de tiro. Actualmente su uso en los países occidentales está limitado a los arneses de equitación.
Encuadernación
La mayor parte de los códices de la Edad Media se han conservado hasta hoy en día gracias a que fueron escritos en pergamino. Disponemos de un considerable número de escritos religiosos, conventuales y nobiliarios, pertenecientes al período comprendido entre los orígenes de la patrística y la aparición de la imprenta. No obstante, el pergamino tuvo que enfrentarse, a partir del siglo XI, con un descubrimiento: el papel introducido en España y posteriormente en el resto de Europa, por los árabes. Hoy en día se emplea el cuero en encuadernación, sobre todo es un material empleado en la cubierta de los libros.
Tipos de cuero
El distinto origen, tratamiento de curtido y posterior elaboración del cuero proporciona un producto final muy distinto.
Según su procedencia
Los cueros tienen diferentes tipos según la procedencia de las pieles, y difieren en su estructura según sean las costumbres de vida del animal originario, la edad del animal, el sexo, y la estación del año en la que fue tratada. La primera categoría podría ser:
Bovinos-Caprinos-Porcino-Equinos-Nutria-Chinchilla-Reptiles
Peces Se emplea a veces la piel de los tiburones.
Cérvidos tales como ciervos, gamos o renos.
Así mismo, existen diversos materiales sínteticos de similares características al cuero. Por ejemplo, el denominado cuero ecológico o vegetal, producto de una mezcla de caucho y algodón.
Según tratamiento poscurtido
Cuero cocido: Cuero endurecido por el sistema de introducirlo en agua, cera o grasa hirviendo. Por este procedimiento las fibras de colágeno se acortan, y la pieza de cuero se encoge y se hace rígida y mucho más dura. Si se emplea solamente agua, el resultado es quebradizo, pero si se emplea cera o grasa, esta empapa la pieza y el resultado es mucho más resistente. En los escasos minutos en que la pieza se enfría, resulta muy moldeable, manteniendo después la forma obtenida una vez que se endurece. No todo el cuero curtido sirve para esta práctica, habitualmente se emplea el cuero de curtido vegetal.
Históricamente este procedimiento se empleaba para fabricar armaduras de cuero, pero también se ha utilizado para encuadernación de libros o la fabricación de pequeños muebles o cofres. Actualmente se utiliza en artesanía, recreacionismo, rol en vivo e incluso para escultura.
Cuero engrasado: Cuero engrasado para aumentar su resistencia al agua. Esto repone los aceites naturales que permanecen en el cuero después del proceso de curtido, que se pierden con el uso continuo. Todo el cuero curtido puede recibir tratamiento de grasa, aunque los cueros curtidos con productos naturales, al ser más porosos absorben mejor la grasa. El engrasado frecuente mantiene el cuero flexible, impide que se vuelva quebradizo y alarga sensiblemente su buena conservación.
Cuero teñido: Cuero tratado con colorantes para conseguir tonos decorativos. Todos los tipos de curtido se pueden teñir. Para teñir los cueros en artesanía se utilizan tintes de anilina disueltos en alcohol, aplicados con un algodón o tela o bien pinturas acrílicas aplicadas habitualmente con pincel. Las primeras proporcionan unos colores translúcidos, similares a los obtenidos al pintar sobre cartulina con acuarela, y es necesario pintar todo de una sola vez, pues de una vez para otra el alcohol se habrá evaporado y el color resultante habrá cambiado de tono. Los acrílicos, por el contrario, proporcionan un color uniforme. En el cuero de uso industrial se emplean todo tipo de pinturas y disolventes, dependiendo del tipo de cuero que se quiera obtener como resultado final, aplicándose habitualmente por procedimientos de inmersión.
Charol: Cuero cubierto con una o varias capas de barniz de poliuretano que le da un brillo característico. Este tratamiento impermeabiliza el cuero y lo hace más resistente.
Profesiones y operaciones
Profesiones
Curtidor: Persona especializada en la operación de las pieles con el objetivo de convertirlas en cuero.
Encuadernador /Guarnicionero
Marroquinero: Persona dedicada a la elaboración de artículos o accesorios de cuero.
Talabartero / Zapatero / Tenería
Operaciones
Curtir / Repujado
Corteza de abedul: En el área de Novgorod, Rusia, los arqueólogos han desenterrado aproximadamente 1000 manuscritos, y continúan en ello. Muchos son cartas de estilo coloquial y relatos tallados en rollos de corteza de abedul. La mayoría de ellos datan entre el siglo XI y XV. Los manuscritos budistas más antiguos están grabados en rollos de corteza de abedul, y datan de los siglos I a V d. C. La arqueología en el siglo XX ha confirmado la existencia de rollos de corteza de abedul que datan probablemente del siglo XVI, utilizados por los Ojibwa, el tercer gran pueblo nativo de Norteamérica, con inscripciones de complejos modelos geométricos e imágenes utilizados como ayuda memoria.
Rollo (manuscrito)
Un rollo es, en términos de manuscritos antiguos, una larga lámina, generalmente de papiro o pergamino enrollada sobre sí misma, en que se escribía antes del desarrollo de los códices que, aunque escritos al comienzo sobre estos mismos soportes, tuvieron el formato de los libros actuales.
Características
Para manejar mejor los rollos y facilitar su almacenamiento y preservación se les pegaba al final de la última hoja un cilindro de madera, hueso o marfil (gr. omphalos, lat. umbilicus) y alrededor de él se envolvía la tira. Se unían no más de 20 hojas para formar un rollo. La primera se llamaba en griego “Protókollos”. Generalmente se escribían de un solo lado pero en muchos casos de ambos lados. Se estima que en la Biblioteca de Alejandría había entre 400 000 a 700 000 rollos (debe considerarse que un solo canto de la Ilíada o la Odisea ocuparía un rollo de papiro). Muchos rollos fueron rescatados en su forma primitiva al excavar las ruinas de Herculano y otros lugares.
El texto de las obras se distribuía en varios rollos, de longitud más o menos similar, y teniendo en cuenta su división por capítulos. Los textos breves se reunían en un mismo rollo. La tendencia era armar rollos de 6 o 7 metros, que formasen un cilindro de 5 a 6 cm de diámetro, cómodos para llevar en la mano. A partir del siglo III d. C., los rollos comenzaron a ser reemplazados por los códices, aún utilizando papiro o, preferentemente pergamino. No obstante después de esa época los rollos continuaron produciéndose en ciertos casos.
Mónica Izquierdo Alonso observa que, desde el punto de vista de la “textología documental”, en el “espacio documental” (espacio físico), hay dos tipos de organización: a) Continuidad, propia del rollo, y b) Discontinuidad, propia del códice y el libro convencional. Para su visualización un rollo debe ser extendido desde su principio; el códice y el libro pueden abrirse en cualquier parte (un ejemplo típico son los diccionarios con las iniciales encaladas). Pero esto sería un inicio de lo que marcaría el mundo de las escrituras, siendo un útil descubrimiento y desarrollo para próximas generaciones
Soportes
Papiro
Tomada del egipcio antiguo per-peraâ, que significa “flor del rey” y adaptado el nombre original por los griegos bajo la forma pápyros, se acabó reservando el término býblos, que a veces coexiste con el anterior, para referirse al producto material, el rollo, una vez que había sido confeccionado. Se supone que la palabra derivó del nombre del puerto que exportaba grandes cantidades de este material:
Biblos.
En el Egipto antiguo se daba forma rectangular a las hojas obtenidas y luego estas se unían por sus bordes hasta obtener una larga tira que luego se enrollaba para su mejor manipulación, tanto en la escritura como en la lectura. Como cada hoja consistía en la superposición de dos capas de tiras dispuestas perpendicularmente, las hojas para formar el rollo se unían en forma tal que pudiera escribirse en el sentido de las fibras, exceptuando las hojas de los extremos – las de mejor calidad - que se ponían a 90 grados para darle al rollo mayor consistencia. Luego se enrollaba la lámina con su escritura hacia el interior. Se pegaba en los márgenes extremos de la tira un borde de papiro para evitar que se rasgara. El soporte de papiro sólo podía conservarse en el clima seco de Egipto pues se deteriora fácilmente con la humedad del ambiente. En Egipto se usaron rollos de papiro desde los primeros tiempos del Reino Antiguo. El rollo de papiro más antiguo fue hallado en la tumba de Hemaka, (primera dinastía), en la necrópolis de Saqqara, alrededor de 2900 a. C., pero su texto no es visible. Los rollos escritos más antiguos de que disponemos son de la cuarta dinastía y la quinta dinastía.
El Papiro Prisse redactado probablemente hacia el fin de la dinastía XI es uno de los mejor coservados hallados hasta el momento y también uno de los primeros en el formato de “rollo”. Este documento fue obtenido por el orientalista francés Émile Prisse en Tebas en 1856 y se preserva en la Biblioteca Nacional de Francia. El rollo de papiro más largo llegado hasta nosotros mide 40,52 metros (Papyrus Harris – Museo Británico). Su texto tiene 1500 líneas. Fue redactado en escritura hierática durante el reinado de Ramsés IV – ca. 1145 a 1155 a. C. Está dividido en 5 secciones y posee 3 ilustraciones. Debido a la longitud normal del tallo de la planta, una hoja de 30 cm era costosa y una de 35 cm muy rara. En general un papiro de más de 23 cm de altura, era siempre algo lujoso. Esto se vinculó estrechamente con la evolución del formato del rollo. De ser usado exclusivamente en Egipto, el uso del papiro se extendió a Grecia en el siglo V a. C. y luego a occidente.
Pergamino
Aunque los cueros y pieles fueron usados desde la antigüedad, el pergamino se comenzó a producir en Grecia alrededor del siglo II a. C. Su nombre deriva de uno de sus principales centros de producción: el reino de Pérgamo. Este soporte era preferido por su durabilidad. Admitía correcciones del escriba. No podía escribirse en sus comienzos (según algunos autores) de ambos lados como a veces se hacía con rollos de papiro. Pero, y principalmente por el costo de su producción, era frecuente que se raspara todo su texto anterior (lo que dio origen al palimpsesto) para escribir uno nuevo (aunque hay menciones de que aún los escritos de papiro se "lavaban"). Existía una calidad especial diferenciada: la vitela (en latín, vellum). La vitela se elaboraba con pieles de animales no natos o de pocas semanas. Era una piel mucho más fina, blanca, flexible y transparente. No se podía distinguir la capa hielina de la carnosa, puesto que esta estaba poco desarrollada.
Por otra parte, el papiro solo se producía en Egipto. Siendo monopolio del estado, ello ocasionaba a otros estados una dependencia, además de mantenerse alto el precio. La conquista de Egipto por los árabes (640 d. C.) interrumpió el comercio del papiro. Los rollos de pergamino se armaban cosiendo consecutivamente las tiras obtenidas en el proceso. El Pentateuco Hebreo de Bruselas (siglo IX d. C) resultó de la unión de 57 pieles y su longitud es de 36.5 m.
El rollo de pergamino más largo hallado es de 9,23 m. Tiene menos de 1 décima de milímetro de espesor. Pertenece al grupo de los llamados Rollos del Mar Muerto y data aproximadamente del año 70 d. C.
El pergamino fue el soporte por excelencia a partir de los siglos III y IV, hasta la introducción del papel por los árabes en Europa a finales del siglo VIII. Después de la difusión de este, siguió siendo el material preferido para los códices miniados o iluminados durante mucho tiempo.
Cueros y pieles
Los cueros y pieles de animales, curtidos y tratados con procedimientos mucho más imperfectos que el que permitió elaborar el pergamino en el siglo II a. C., sirvieron de soporte a la escritura desde tiempos antiguos en muchas regiones. La mención más temprana del uso de pieles como soporte se encuentra en un texto egipcio de la Dinastía IV (c. 2550 a. C.). El texto existente más antiguo en ese material data de la dinastía XII (2000-1800 a. C.) También se usaron en el cercano oriente, Irán, Irak y Turquestán. Los rollos más famosos de cuero son los hallados en Qumran en 1947 (Rollos del Mar Muerto).
Bambú - tablillas de madera - seda (China)
En China, antes de la invención del papel se utilizaba la seda que luego se enrollaba, y también las tiras de bambú y tablillas de madera, unidas y acomodadas en forma de rollo. Hasta alrededor del siglo II a. C., la escritura china se tallaba sobre superficies duras. Después las inscripciones se hacían sobre bronce y más adelante se usaron caracteres tallados en tiras estrechas de madera o bambú sujetas con correas, que eran luego enrolladas. Cuando llegó la era de la dinastía Han (206 a. C. a 220 d. C.) comenzó a utilizarse el pincel y los caracteres se escribían con tinta negra sobre rollos de seda. Para el siglo II d. C., una vez inventado el papel, los libros se escribieron en rollos de este material. Luego comenzaron a plegarse los manuscritos en forma de acordeón en el siglo IX.
Otros soportes
La tela de lino fue usada en el antiguo Egipto para escribir, y entre los romanos aparece también como material ‘para ciertos rituales’ (cf. Tito Livio, X, 38: liber uetus linteus, entre los samnitas, etc.). Plinio habla de ‘uolumina lintea’ para documentos privados, pues las actas públicas se hacían en plomo. El texto más largo existente en escritura etrusca (Liber Linteus), conservado en el Museo Arqueológico de Zagreb, está escrito en un rollo de lino.
Las hojas de palma: Como soporte de la escritura comenzaron a usarse en Asia ya en el siglo V a. C. y su uso continuó hasta el siglo XIX.
Corteza de abedul: En el área de Novgorod, Rusia, los arqueólogos han desenterrado aproximadamente 1000 manuscritos, y continúan en ello. Muchos son cartas de estilo coloquial y relatos tallados en rollos de corteza de abedul. La mayoría de ellos datan entre el siglo XI y XV. Los manuscritos budistas más antiguos están grabados en rollos de corteza de abedul, y datan de los siglos I a V d. C. La arqueología en el siglo XX ha confirmado la existencia de rollos de corteza de abedul que datan probablemente del siglo XVI, utilizados por los Ojibwa, el tercer gran pueblo nativo de Norteamérica, con inscripciones de complejos modelos geométricos e imágenes utilizados como ayuda memoria.
La mayoría de los rollos hallados en Qumran eran de piel, aunque había algunos en papiro y un rollo de cobre, el único existente. En 1979 se encontraron en una tumba en Ketef Hinnom, próximo a Jerusalén, dos rollos de plata con escrituras bíblicas. Un rollo de plomo con la inscripción del Salmo 80, en griego, fue hallado en Rodas. No se han hallado manuscritos en este material en el antiguo Israel, pero algunos han interpretado el término oferet (Job 19:24), "plomo", como referente a tal soporte de escritura.
Formatos de la escritura
Una diferenciación fundamental se relaciona con el sentido de la lectura. Debe discernirse entre: Volumen y Rotulo (ambos términos latinos).
Una diferenciación fundamental se relaciona con el sentido de la lectura. Debe discernirse entre: Volumen y Rotulo (ambos términos latinos).
Volumen
(formato horizontal, del Lat. volvere: arrollar). La lectura era paralela al lado largo de la tira o rollo. El rollo de desplegaba horizontalmente. Este fue el formato usado casi exclusivamente, hasta aproximadamente el siglo III d. C., en comenzaron a usarse los códices. Se escribía en forma de columnas cuidadosamente alineadas que iban formando las páginas del volumen. Su lectura era bastante dificultosa, puesto que el lector sujetaba el volumen con la mano derecha y para leerlo tenía que desenrollarlo tirando con la mano izquierda al mismo tiempo que lo iba enrollando, por lo tanto, esta forma cilíndrica va a entorpecer todo tipo de consulta anterior puesto que había que desenrollarlo de nuevo e irlo enrollando del otro extremo. Los hebreos escribieron siempre en rollos horizontales. Continuaron con esta práctica hasta mediados del siglo X. El rollo del Pentateuco es aún escrito y usado en la liturgia hebrea de nuestros días. Puede decirse que del formato “volumen” derivó en gran medida la tecnología del “códice”. En el siglo IX comenzaron a plegarse los rollos manuscritos en forma de acordeón o biombo.
Rotulus
Rotulus
(formato vertical, del Lat. rotŭlus = cilindro, Pl. rotuli), también denominado: transversa charta.
La lectura era paralela al lado corto de la tira o rollo y este se desplegaba verticalmente. Cuando Alejandro conquistó Egipto trajo consigo extensos textos de normas de gobierno, escritos en rollos de 30 cm de alto, en formato volumen, como era lo habitual. Durante el Helenismo, su transcripción fiel resultaba muy onerosa por la escasez de hojas de 30 cm. Los griegos lo resolvieron rotando 90 grados el sentido de la escritura en los rollos. Cuando los Romanos conquistaron el Egipto ptolemaico continuaron esa norma, pero aumentaron el ancho de sus documentos legales para demostrar “quién estaba a cargo”. Aunque la lectura, y aún la escritura de rollos en formato rotulus era más cómoda en algunos casos (listas, registros - tax rolls, rollos obituarios del medioevo, p.ej.), eran incómodos - al igual que los volumen - cuando durante la lectura o escritura, quería consultarse cualquier parte del texto. En el siglo III d. C., la diversidad de los dos formatos cristalizó en dos grandes corrientes: la semítica y la grecorromana. La corriente semítica conservó la tradición fenicia del formato volumen (estrechas columnas como suspendidas del límite superior). Pese a que los manuscritos más antiguos del Corán fueron escritos en su mayoría en el formato “códice”, se recuperaron algunos en rollos de pergamino en el formato “rotulus”. (Como expresión de respeto se continuó escribiéndolo sólo en pergamino hasta el siglo XIV.) Un completo manuscrito del Corán requería entre 500 y 700 pieles. Los rollos se dividían en varios tomos. La preferencia de un material más pesado y grueso y del formato vertical (rotulus) sobre el horizontal (volumen), puede haber sido dictada tanto para demostrar la mayor autoridad sobre las tradiciones Judeo Cristianas, como para diferenciarse de ellas.
Subsistencia del término
Después de que el rollo fuera casi totalmente remplazado por el códice, ciertos escritos y documentos se continuaron redactando en rollos, en especial en el formato rotulus. Cuando eso se dejó de hacer, en muchos casos el término subsistió para denominar tales documentos o las actividades vinculadas:
Master of the Rolls: así se denomina aún en Inglaterra y Gales a un juez que se encuentra en tercer lugar jerárquico en la Corte Suprema. Antiguamente tenía bajo su resguardo los documentos (rolls) de la cancillería.
Judgment roll o Decree roll: Fallo o Decreto de la Corte en la antigua Inglaterra.
Plea rolls: Registraban todos los casos presentados en la Court of Common Pleas
Tax Roll: es una lista de las personas y propiedades sujetas al pago de determinado impuesto, con los montos correspondientes, con el objeto de facilitar el cobro y llevar un control. El ejemplo más antiguo es el Canon Real de Turín, un rollo de papiro que data del reinado de Ramsés II. Subsisten con tal nombre en varios países.
Pipe rolls: a veces llamados Grandes Rollos, son una colección de registros financieros del tesoro del Reino Unido. El más antiguo data del siglo XII y su uso extendió hasta 1833, conservándose el conjunto prácticamente completo. También existe una colección en Normandía, entre 1066 y 1205, muy fragmentada. Su nombre se debe a que se los guardaba dentro de un tubo (en inglés: pipe).
En los archivos del Reino Unido existen los Close Rolls, Patent Rolls, Fine Rolls, liberate rolls, scutage rolls, exchequer rolls, memoranda rolls, etc. Cada categoría sirve a fines administrativos diferentes y son variables los detalles de sus formatos. Estos manuscritos antiguos se guardan en Inglaterra en la Oficina de Registro Público, en la ciudad de Kew. Muchas de estas denominaciones se siguen actualmente utilizando también en Estados Unidos y otros países.
Rollos obituarios (Lat. brevia o brevis): Anunciaban la muerte de un personaje importante y no tenían límite en su longitud; era una práctica habitual de las órdenes monásticas en la Edad Media; el portador (llamado roliger, rotulifer, bajulus, rotoli, breuiger, gerulus, etc.) llevaba el rollo de lugar en lugar, y los diversos establecimientos agregaban su propio reconocimiento, a veces en forma poética o pidiendo por sus propias almas. Su extensión aumentaba con el viaje, alcanzando a veces longitudes considerables.
El “Rollo de Matilda”, hija de Guillermo el Conquistador y abadesa de La Trinidad de Caen, era mayor de 20 metros. Desafortunadamente fue destruido en la Revolución francesa. En muchos casos se le iban agregando hojas y cambiaban los escribas y, consecuentemente, los tipos de escritura. La literatura da cuenta de ellos desde el siglo VIII, pero los más antiguos recuperados datan de la segunda mitad del siglo X.
Himnos religiosos: Tales como los usados para cantar el Exultet.
Rollos de la Torah: Contienen el Pentateuco. En las sinagogas, los rollos están en formato volumen, como es la tradición hebrea, y son sacados semanalmente para su lectura.
Rastros en la Etimología
Buscando el término rol, vemos en el Diccionario de la RAE: (Del cat. rol, y este del lat. rotŭlus, cilindro).
1. m. Rolde o rollo.
2. m. lista (‖ enumeración).
3. m. Mar. Licencia que da el comandante de una provincia marítima al capitán o patrón de un buque, y en la cual consta la lista de la marinería que lleva.
.........
1. m. papel (‖ función que alguien o algo cumple).
.........
El término rol viene del soporte material, el rollo. Frecuentemente en diversas culturas, una larga lista que originalmente tenía un rollo como soporte, derivó en el término rol. En el caso 3, es tradicional en el vocabulario marítimo hablar del "rol de la tripulación", pues antiguamente la lista de los oficiales y tripulantes se escribía en un rollo (formato rotulus). Para desempeñar su papel, los actores de teatro en el medioevo llevaban un "rollo" como ayuda memoria para sus representaciones. De allí deriva el término "rol" del actor.
En el WordReference.com English-Spanish Dictionary vemos que el término scroll que designa en inglés al rollo manuscrito, se usa para designar en computación a la acción de hacer avanzar o retroceder verticalmente el texto en la pantalla de una computadora, como se hacía con un rotulus.
El Institute for New Testament Textual Research (en alemán, Institut für neutestamentliche Textforschung — INTF) en la Universidad de Münster, Westfalia, Alemania, es un instituto para la investigación del texto del Nuevo Testamento. El INTF fue fundado en Münster en 1959 por el Profesor Kurt Aland (1915-1994), el primer director del Instituto. En 1983 Barbara Aland sucesó a su esposo, hasta el 2004, cuando Holger Strutwolf se convirtió en el director del INTF.
El propósito de la fundación del Instituto fue la preparación de una Edición Crítica Mayor (Editio Critica Maior) basada en la tradición del Nuevo Testamento en los manuscritos griegos, versiones antiguas y Citaciones del Nuevo Testamento en la literatura cristiana primitiva. Bajo la supervisión de Kurt Aland el INTF recolectó casi completamente la mayoría del material. El primer suplemento de la Edición Crítica Mayor con las Cartas Generales se publicó en 1997.
El INTF también guarda algunos manuscritos del Nuevo Testamento, y asumió la responsabilidad de registrar los manuscritos del Nuevo Testamento, también para la edición del Nuevo Testamento Griego (Novum Testamentum Graece).
Manuscritos
Minúsculas: 676, 798, 1432, 2444, 2445, 2446, 2460, 2754, 2755, 2756, 2793;
Leccionarios: ℓ1681, ℓ1682, ℓ1683, ℓ1684 (escritura de tamaño menor Uncial 0233), ℓ1685, ℓ1686, ℓ2005, ℓ2137, ℓ2208, y el ℓ2276.
Centro de Estudio de los Manuscritos del Nuevo Testamento
The Center for the Study of New Testament Manuscripts (CSNTM) es una organización sin fines de lucro propuesta para preservar manuscritos antiguos de las Escrituras Cristianas Nuevo Testamento. Este objetivo se consigue tomando fotografías digitales de alta resolución de todos los manuscritos en griego que existen del Nuevo Testamento. La organización fue fundada por Daniel B. Wallace, un profesor del Seminario Teológico de Dallas, en Texas el 13 de septiembre de 2002, realizado bajo la dirección de El Centro de Investigación de los Documentos Cristianos Antiguos (The Center for the Research of Early Christian Documents, CRECD). Daniel Wallace es el director ejecutivo del CSNTM.
Wallace ha dicho que el objetivo final del centro es fotografiar 1.3 millones de hojas de los manuscritos del Nuevo Testamento, y estima que esa meta no se alcanzará hasta el año 2020.1 El equipo del CSNTM tiene manuscritos ya fotografiados en Constantinopla en el Patriarcado Ecuménico de la Iglesia Ortodoxa; El Institut für neutestamentliche Textforschung (INTF) en Münster, Alemania; Universidad de Tubinga, Alemania; el Monasterio de Sn. Juan el Teólogo en la isla de Patmos, Grecia; el Archivo Nacional en Tirana, Albania; lae Universidad de Míchigan; varios colegios en la Universidad de Cambridge; Universidad de Glasgow; y unos cuantos otros sitios. Wallace también examinó manuscritos en Viena, Cologne, Florencia, Berlín, en el Monasterio de Santa Catarina (Sinaí), La Vaticano, Universidad de Cambridge, Universidad de Oxford, La Universidad de Dresden, Universidad de Harvard, la Biblioteca británica, y varios otros sitios.
La actividad del CSNTM esta limitada por diferentes razones, incluyendo las leyes internacionales, financiamiento y los pensamientos de la tradición de otras instituciones de las demás instituciones. A pesar de esas dificultades el CSNTM ha fotografiado a:
Códice Sinaítico
Códice Alejandrino
Códice Vaticano Griego 1209
Códice Washingtoniano
Códice Boerneriano
Códice Beratino
Aunque el principal enfoque del CSNTM es la preservación digital de los manuscritos del Nuevo Testament, también trabaja con ediciones impresas de los libros relacionados a la crítica textual como los del Nuevo Testamento de Soden ("Die Schriften des Neuen Testaments, in ihrer ältesten erreichbaren Textgestalt hergestellt auf Grund ihrer Textgeschichte," Verlag von Arthur Glaue, Berlin 1902-1910). El CSNTM tiene al menos un manuscrito del Nuevo Testamento, Gregory-Aland minúscula 2882, una copia del Evangelio Según Lucas del Siglo X-XI.
El CSNTM no cobra por las fotografías digitales a los institutos que poseen MSS NT; debido a que es una organización no lucrativa, el CSNTM depende de las donaciones de fundaciones individuales y fundaciones.
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